Unidad 3

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Se entiende por socialización el proceso a través del cual una persona incorpora en sí misma la cultura de una sociedad, es decir, la adquiere. sido adquirida por unos individuos, unos individuos conocen, sienten y ponen en práctica sus distintos una cultura son necesarios para poder desenvolverse ASIGNATURA : SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION ( A – 2009 ) IPRGR- DEPARTAMENTO DE SOCIALES . elementos .Un cierto conocimiento y asimilación de UNIDAD 3 SOCIALIZACION / CARÁCTER SOCIAL DEL PROCESO EDUCATIVO / ESTRATIFICACION SOCIAL Una cultura existe en la medida en que ha en una sociedad. En la medida que un individuo adquiere la cultura de una sociedad, se hace apto para vivir en esa sociedad, es decir, se socializa. “Adquirir” en este contexto significa principalmente aprender. Adquirir ciertos valores no significa solamente aprenderlos, conocerlos, sino interiorizarlo también, lo cual conduce, por ejemplo, a sensaciones de agrado o desagrado ante conductas que promueven o que conculcan dichos valores; similarmente, no es lo mismo “conocer” las creencias de determinado grupo religioso que participar de ellas... Guy Rocher define más ampliamente la socialización como “el proceso por suyo medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos socio-culturales de su medio ambiente, los integra en la estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencia y de agentes sociales significativos y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir”. La etapa más intensa del proceso de socialización tiene lugar lógicamente, durante los primeros años de la vida de cada individuo. En la mayoría de los casos, no nos socializamos, nos 1 socializan: unas veces con nuestra anuencia, otras veces a pesar nuestro. Al adquirir una cierta parte de la cultura de una sociedad, un individuo se hace apto (se ad-apta) para vivir y desenvolverse en esa sociedad. AGENTES DE SOCIALIZACIÓN. Labor socializadora como objetivo explícito y reconocido y aquellos que tengan la labor socializadora como un objetivo implícito, es decir, que “ejerzan esa función de un modo solamente instrumental, con miras a otras actividades o a otros fines tomados como objetivos explícitos”. Los primeros son la familia, las iglesias y sectas religiosas y los centros de estudio de cualquier nivel. Del segundo tipo, podemos mencionar empresas, sindicatos, partidos, asociaciones recreativas y similares grupos de compañeros, grupos de amigos. Son “grupos identificables”, pero la socialización también se lleva a cabo de manera más difusa, por cuanto concierne al conjunto de una colectividad y afecta a una masa. Los medios de comunicación de masa. SOCIALIZACIÓN Y PERSONALIDAD. Entenderemos por personalidad la organización en el individuo de predisposiciones para actuar. Las personas se comportan de modo diferente según se encuentren en una situación o en otra. La conducta de las personas depende, por un lado de la situación en que se encuentran. En una misma situación, diferentes personas se comportan de modos diferentes. La conducta de los individuos depende de : a) unos factores externos a ellos mismos, que constituyen la situación. b) otros factores internos “propios” de cada individuo, los cuales serían las “predisposiciones para actuar” según Newcomb. Al conjunto de estos factores propios de cada persona la llamamos personalidad. Externos SITUACIÓN CONDUCTA Internos PERSONALIDAD Podemos clasificar en tres grupos los elementos que contiene el concepto de personalidad: a.- Volitivos: valores, aspiraciones, necesidades, gustos (también aversiones)... b.- Capacidades: fuerza, inteligencia, habilidades adquiridas... c.- Elementos sensitivos: mayor o menor propensión a sentir miedo, compasión, alegría... 2 La personalidad “no se ve”. La tenemos que inferir a partir de los datos que tengamos sobre la situación y la conducta. Esto quiere decir que para averiguar la personalidad de un individuo nos fijamos primero en su conducta, pero al mismo tiempo hemos de tener en cuenta la situación en la que se está desarrollando esa conducta. La personalidad se desarrolla a partir de una base biológica dada en cada persona. Cada individuo nace con una determinada capacidad craneana, unos músculos con unas u otras características, un sistema nervioso más o menos excitable, más o menos rápido en reflejos... El desarrollo de estas características no depende solamente de la constitución biológica del sujeto, sino también de su experiencia. Los seres humanos sólo pueden desarrollar adecuadamente su personalidad en el seno de una sociedad. El proceso de desarrollo de la personalidad y el proceso de socialización vienen a ser lo mismo, sólo que lo llamamos una cosa u otra según centremos nuestra atención en los efectos sobre el sujeto o en el hecho de la transmisión de elementos culturales respectivamente. La cultura no es ni el único determinante de la personalidad ni un determinante rígido. POSICIÓN SOCIAL. Este continuo fluir de intercambios de acciones sociales de distintos tipos entre los miembros de un grupo, en los que siempre encontramos ciertas regularidades, lo traducimos en nuestras mentes en un esquema estático y decimos que los individuos ocupan distintas posiciones sociales en el grupo. Las dos caras de la posición social son el Rol y el Status. ROL Y STATUS. Cada miembro juega un papel en el grupo. Este término está tomado del teatro : el papel teatral en francés se llama “rôle” (el equivalente literal español sería “rollo”, que alude a la forma que tomaban antiguamente los papeles que se tenían que aprender los actores). Pueden usarse indistintamente los términos papel social o rol. No todas las posiciones sociales nos parecen igualmente importantes o prestigiosas. Esta mayor o menor categoría que atribuimos a las distintas posiciones sociales se designa con el término “status” social. PAPEL SOCIAL O ROL. El rol no consiste en la conducta de quien ocupa una posición social. Consiste en las expectativas que tenemos los otros sobre la conducta que debería seguir quien ocupa una determinada posición social. El rol le viene dado desde fuera, del mimo modo que al actor le dan su papel hecho, no se lo redacta él. 3 El rol consiste en un conjunto de normas que pesan sobre una posición social. Se le deja un margen de libertad al sujeto que será diferente según roles y según culturas. Los roles, como las normas en general, pueden evolucionar y cambiar a través del tiempo. Los roles son elementos de la cultura.Los que ocupan las distintas posiciones sociales aprenden sus respectivos roles a través del proceso de socialización. Puesto que hemos definido el rol como algo que le es impuesto al individuo desde fuera, como las expectativas de los otros, está claro que el concepto de rol no se refiere en absoluto a la personalidad del sujeto. La influencia de la personalidad sobre el rol es bastante indirecta, lo que depende directamente de la personalidad es el modo de desempeñar el rol.Al cabo de algún tiempo de estar comportándose el sujeto según se le exige en virtud de su rol, su personalidad queda influida por esa conducta. Aquí podemos distinguir dos fases: 1.- El rol es, en primer lugar, un fuerte determinante de la conducta. 2.- La conducta, a su vez, influye sobre la personalidad de diversos modos : se aprenden cosas, se adquieren habilidades y, muy importante, se interiorizan valores; recordemos a este respecto las hipótesis de la disonancia cognoscitiva y de la autopercepción que vimos al tratar los procesos psicológicos de la socialización. STATUS. “Status” no significa solamente prestigio : “por status entendemos el conjunto de derechos que pertenecen a una posición social dada y está formado por el conjunto de expectativas legítimas del que ocupa la posición respecto al comportamiento de otros miembros del grupo”. La cuestión de los status es una cuestión de valores y, por tanto, un fenómeno cultura : las posiciones que gozan de un status alto en una cultura pueden tener un status bajo en otra. Distinguir entre status adscrito y status adquirido. El primero es el que se tiene por herencia o en virtud a alguna circunstancia independiente de la voluntad del sujeto, como edad, sexo, raza... El segundo es el que adquiere el sujeto al llegar a una posición social en su lucha por la vida. A nivel individual el status es también un poderoso determinante de la conducta. Sobre todo la amenaza, real o imaginada de una pérdida de status suele preocupar bastante a los interesados y los lleva a comportamientos defensivos tendentes a reafirmar su status. 4 ESTRATIFICACION Y CLASES SOCIALES El término de estructura, que proviene de la geología, se incorporó a la sociología en la década de 1940. La estratificación social, a diferencia de la geológica, lleva implícita la evaluación de los distintos estratos (capas sociales jerarquizadas), que se juzgan de acuerdo a una escala de valores: ingresos económicos, nivel de educación o grado de autoridad. Los estratos sociales se definen de acuerdo a los valores de cada individuo según su posición social; esto es, las oportunidades que puede tener cada uno. Constituyen un estrato aquellos individuos que tienen oportunidades más o menos semejantes. El estrato social está muy relacionado con el concepto de clase social y estatus, pero es mucho más amplio: las clases sociales corresponden sólo a un determinado tipo de estratificación y el estrato social está ligado a una cierta forma de estatus .Hay diversos tipos de estratificaciones y cada sociedad presenta distintas combinaciones. Además, dentro de un sistema estratificado los individuos pueden desplazarse de un estrato a otro Estratificación social, en sociología, concepto que hace referencia a la distribución de individuos o grupos en estratos o clases superiores e inferiores, que forman una jerarquía de prestigio, dinero y poder. Jerarquía, orden de los elementos según criterios de valor. La jerarquía es la disposición de personas, animales o cosas, en orden ascendente o descendente, según criterios de clase, poder, oficio, categoría, autoridad o cualquier otro que conduzca a un sistema de clasificación. El filósofo francés Auguste Comte fue el primero en clasificar las ciencias según un orden jerárquico. Comte se basó en tres criterios: grado de complejidad de los datos que estudian, exterioridad de su objeto con respecto al hombre (los astros o los números) y momento en que acceden al conocimiento positivista (basado en el conocimiento empírico). En una determinada sociedad, la jerarquía es el orden jerárquico de los elementos existentes, ya sean políticos, sociales, económicos u otros. En algunas sociedades tradicionales la organización jerárquica es el modelo de estratificación social. Es el caso de las castas en la India, jerarquía que se transmite de una generación a otra. En la Europa feudal el sistema jerárquico se fundó también en la herencia, pero presentó mayor flexibilidad. El sociólogo italiano Gaetano Mosca distinguió cuatro jerarquías políticas en el sistema social autoritario o feudal: 1) el tirano, césar o déspota; 2) la clase política (situada a su lado); 3) la clase media (por debajo), y 4) la masa o pueblo. La sociedad francesa anterior a la Revolución de 1789 se 5 organizaba en tres órdenes jerárquicos: nobleza, clero y tercer estado, según criterios de honor y prestigio. Max Weber distingue tres tipos de estratificaciones sociales: la clase, fundada en las diferencias económicas; el estatus, fundado en el prestigio, y el partido, fundado en el poder político. El sociólogo estadounidense Pitirim A. Sorokin distingue la estratificación económica, la política y la basada en la profesión. Sin embargo, hay numerosos criterios: riqueza, renta, cultura, popularidad y otros. La división de la sociedad en estratos es un fenómeno social universal y no es posible la existencia de una sociedad sin estratificaciones. El actual sistema de Estratificación social , presenta las siguientes diferencias con respecto a los otros sistemas : 1. se pertenece a un grupo social sin que interceda nada , religión ,juridico 2. el hecho de que la posición es adquirida , por lo tanto hay movilidad 3. las diferencias estan marcadas por la situación economica ( renta, patrimonio) 4. la posición de clase , no se fundamenta en relaciones personales ( amo- esclavo) , sino en funcion de condiciones de trabajo. El sociólogo estadounidense Talcott Parsons estudió la jerarquía de las funciones en el sistema social: en el grado jerárquico más alto situó la función de estabilidad normativa (valores) y la de integración entre las partes (normas), por estar inspiradas en el sistema cultural y social, y requerir un mayor control; la función de prosecución de objetivos (colectividades) y la de adaptación a los medios (roles) las situó en el grado inferior, por estar en contacto con la realidad concreta, operar sobre personas y grupos, y requerir, por tanto, un menor control. Clase social, en sociología, término que indica un estrato social en una sociedad y su estatus correspondiente. El principio de organización en clases sociales es diferente del que opera en las sociedades de castas o estamentales y choca con la ideología igualitaria asociada a la ciudadanía en los Estados de derecho. Cada uno de estos sistemas define a las personas y a los grupos según cuatro parámetros: su procedencia, su trabajo, el tipo de personas con quienes pueden contraer matrimonio y los tipos de derechos y deberes rituales propios. Además, cada uno de estos sistemas está regido básicamente por un determinado tipo de regulación. La casta está regida por una reglamentación de tipo religioso, el Estado por una de tipo legal y el estamento por una de tipo social. La clase social se diferencia de ellas en que está regida fundamentalmente por una ordenación de tipo económico. Estas tres formas de estratificación (de casta, estatallegal y estamental) son históricamente anteriores al concepto de clase social. 6 La clase social está configurada por el mercado, constituido por personas que realizan un determinado trabajo o poseen un capital. Las clases sociales adquirieron gran importancia a comienzos de la industrialización. Se considera a Karl Marx como el creador del concepto de clase social, aunque a Max Weber se le reconoce una importante labor de clarificación del término. Marx vinculó el concepto de clase social con los de burguesía y proletariado, a través de una teoría de la historia que sostenía que los intereses materiales son el principal motor de la humanidad y que los individuos en un estado de naturaleza (según Hobbes) vivían en un conflicto permanente y endémico. Por otra parte, los individuos en una sociedad civil mantienen una lucha estructurada por los medios de producción (los recursos para extraer productos de la naturaleza) y esta lucha es en sí un conflicto de clases sociales. Este enfrentamiento, que implicaba la explotación del proletariado por la burguesía, propietaria del capital y de los medios de producción, conduciría a la revolución del proletariado cuya meta sería la sociedad sin clases sociales: el comunismo. Las ideas de Marx y el desarrollo de la sociedad industrial han hecho variar la terminología acerca de las clases. Antes, las referencias a la estratificación aludían a la aristocracia, a los comerciantes y a los grupos inferiores, mientras que la lucha entre la burguesía y el proletariado dominaba el análisis político. Actualmente, con el auge de la sociedad postindustrial, el debate se centra en si el concepto de clase social ha perdido vigencia o si la idea marxista de la historia, el materialismo dialéctico (enfrentamiento entre dos clases sociales antagónicas, mantenido de forma dialéctica, en donde el auge de una de ellas, provocaría paradójicamente su desaparición), ha llegado a su fin. Esta postura, que ha sido defendida por varios historiadores liberales después de la caída de los regímenes comunistas en Europa, no puede negar la importancia de la clase social como factor fundamental de diferenciación social. En la mayoría de los países (y entre un país y otro) las desigualdades en cuanto a capital, ingresos, sanidad y educación son cada vez mayores. Algunos sociólogos intentan explicarlas utilizando otros atributos humanos como género, raza, religión o inteligencia, aunque este debate supone restar importancia a las terminologías o al significado de clase social. Otros autores destacan los grandes cambios que han tenido lugar a medida que la estructura de las sociedades se ha transformado gracias a los avances tecnológicos. Así, por ejemplo, las clases más desfavorecidas han podido mejorar sus condiciones de vida, en términos absolutos, al aumentar la riqueza . 7 Generalmente se define ‘clase social’ como grupo de personas situadas en condiciones similares en el mercado de trabajo. Esto significa que las clases sociales tienen un acceso distinto, y normalmente desigual, a privilegios, ventajas y oportunidades. Casta, rígido sistema social que perpetúa una jerarquía de generación en generación, no permitiendo apenas la movilidad entre los estratos sociales. El término se aplica a cada una de las clases sociales hereditarias establecidas entre los habitantes de la India. La palabra ‘casta’, utilizada por primera vez por los comerciantes portugueses en el siglo XVI, procede de la palabra portuguesa casta, que significa tendencia, cuna o raza. En sánscrito se utiliza la palabra jati, y varna significa grupo de jatis o sistema de castas. El sistema tradicional de castas en la India se desarrolló hace más de 3.000 años, cuando grupos nómadas arios llegaron del norte hacia el 1500 a.C.; se instituyó para diferenciar a los aborígenes de los recién llegados. Entre los años 200 a.C. y 100 d.C. los sacerdotes arios escribieron el Manu Smriti o Código de Manu y crearon el sistema de castas con sus cuatro grandes divisiones hereditarias, actualmente vigente, en el que ellos estaban a la cabeza del sistema como dioses terrenales (brahmanes). Después situaron a los guerreros (kshatriyas), a continuación a los agricultores y mercaderes (vaisyas) y por último a los trabajadores (sudras), nacidos supuestamente para ser los siervos de las otras tres castas, especialmente la de los brahmanes. Muy por debajo de los sudras (realmente fuera del orden social y destinados a las tareas más bajas) estaban los sin casta (harijans o intocables), representados por los dravidianos que eran los habitantes originales de la India, y a los que se iban añadiendo los parias o personas expulsadas de su clase social por haber cometido algún pecado de orden religioso o social. Este sistema de castas creado por la clase sacerdotal pasó a formar parte de la ley religiosa hindú, ya que pretendía ser una revelación divina. Entre las características del sistema de castas indio se encontraban la pertenencia estricta y hereditaria a la casta de nacimiento, la posibilidad de contraer matrimonio sólo con personas de la misma casta, la limitación en la elección del trabajo y en el contacto personal con miembros de otras castas y la aceptación por parte de cada individuo del lugar que tenía asignado en la sociedad. El sistema de castas se ha perpetuado gracias a los conceptos de reencarnación (samsamara) y de calidad de acción (dharma). Las cuatro castas originales han ido sufriendo subdivisiones a lo largo de los siglos y actualmente resulta imposible determinar su número exacto. Se estima que en la India existen de 2.000 a 3.000 castas establecidas por la ley brahmánica y cada región tiene sus grupos propios fijados por ley consuetudinaria. Movilidad social. Capacidad de la población de una sociedad para moverse en la escala social. La movilidad social puede referirse a cualquier movimiento entre posiciones en una 8 sociedad, tanto en dirección horizontal como vertical, y a lo largo del tiempo. Las posiciones también pueden ser de tipo geográfico, religioso, nacional o incluso sexual. Se ha considerado oportuno restringir la movilidad a la jerarquía ocupacional o de clase social, a pesar de que tradicionalmente también se ha incluido el movimiento intergeneracional e intrageneracional Orden social y desigualdad .En todas las sociedades conocidas se presentan diferencias más o menos acusadas de riqueza material, poder y prestigio entre sus miembros. La desigualdad social es característica tanto de las sociedades simples como de las más complejas. Es cierto que el grado de desigualdad, o los criterios a partir de los cuales se estructura, se encuentran sometidos a una enorme diversidad social y cultural. Pero el hecho indudable es que la desigualdad social es un fenómeno universal, propio de todas las sociedades humanas. La universalidad de la desigualdad, así como la variedad de las formas que adopta, son dos de los factores que probablemente más hayan contribuido a alimentar un flujo continuo de reflexión sobre el fenómeno. En las sociedades preindustriales la desigualdad se consideraba, típicamente como un fenómeno natural, que en no pocos casos gozaba además del apoyo y la legitimación de las creencias religiosas: a menudo las jerarquías sociales no eran sino el reflejo terrenal de un orden mítico, transcendente y atemporal. Ese modo de representar la desigualdad correspondía a ordenaciones sociales muy rígidas, caracterizadas por una escasa permeabilidad. Sin embargo, la disolución de las instituciones feudales y la emergencia de las sociedades industriales provocaron grandes movimientos de población que inevitablemente terminaron por acarrear relevantes cambios de condición social. Los movimientos masivos de las poblaciones industriales abrieron para muchos la posibilidad de experimentar el cambio de posición social. A las rápidas transformaciones sociales y económicas que generó el capitalismo industrial le siguió la preocupación de la sociología por la desigualdad. En un mundo como el moderno en que la desigualdad no es un fenómeno natural ¿cómo pueden explicarse las desigualdades sociales que todos somos capaces de observar? ¿Son debidas a los diferentes méritos de los que ocupan posiciones distintas en la escala social? ¿O dependen de factores puramente aleatorios? ¿Reflejan las desigualdades diferencias de capacidad o formación? ¿O, por el contrario, son sólo la consecuencia de haber heredado de los padres una posición social ventajosa? El análisis de la estratificación social se ocupa de responder a ese tipo de preguntas. 9 FORMAS HISTÓRICAS DE ESTRATIFICACIÓN SOCIAL La esclavitud es una forma extrema de desigualdad, en la cual algunos de los individuos son poseídos por otros, literalmente, como su propiedad. Las condiciones legales de la posesión de esclavos han variado considerablemente entre las diferentes sociedades. Algunas veces los esclavos fueron privados de casi todos sus derechos por ley, como en el sur de los EEUU, mientras que en otros casos su posición fue más semejante a la de un sirviente. Los esclavos fueron utilizados casi exclusivamente como trabajadores en las plantaciones o como servidores domésticos en los EEUU, Sudamérica y las Indias Occidentales, durante los siglos XVIII y XIX. En la Atenas clásica, por el contrario, se hallaban presentes en la mayoría de otros tipos de ocupación. La casta se asocia sobre todo con las culturas del subcontinente indio. El término casta no es indio, viene del portugués casta, y significa raza o estirpe pura. Los varna, vocablo para describir el sistema de castas en su conjunto, consisten en cuatro categorías diferentes jerarquizadas según su honor social. Los miembros del varna más elevado, los brahmanes, representan la condición superior de pureza, lo intocables la más baja. Los estamentos eran parte del feudalismo, pero también existieron en muchas otras civilizaciones tradicionales. Los estamentos feudales consistían en estratos con diferentes obligaciones y derechos, algunos de los cuales estaban establecidas por ley. En Europa, el estamento más elevado era el compuesto por la aristocracia y la nobleza. El clero formaba otro estado, con inferior status pero en posesión de varios privilegios distintivos. Aquellos que serían denominados tercer estado eran los plebeyos, siervos, campesinos libres, mercaderes y artesanos. La expresión clase nos remite a un término latino –classis- que los censores romanos utilizaron para referirse a los distintos grupos contributivos en los que se dividía la población, de acuerdo a la cuantía de los impuestos que pagaban. Es decir, las classis eran grupos de referencia económica, en los que los individuos aparecían ordenados de acuerdo a su riqueza. Sin embargo el término clase ha adquirido unas connotaciones teóricas y políticas muy importantes en un proceso de desarrollo conceptual, en el que, la aportación marxista fue ciertamente uno de sus hitos fundamentales, dentro del contexto de la aparición del sistema capitalista. De todos estos tipos de estratificaciones que se han presentado a lo largo de la historia, nos centraremos en la última que es la que más nos interesa por que es la que nos encontramos en la actualidad. 10 Estructuras de clases contemporáneas Estructura piramidal (Sociedades industriales incipientes). Durante el s.XIX las clases sociales se dibujaban claramente del siguiente modo: por una parte, una amplia mayoría (el proletariado u obreros de cuello azul) y una pequeña minoría (la burguesía). Estructura de diamante (Sociedades industriales maduras). Tras la segunda guerra mundial, y gracias al empuje del Estado de Bienestar (Welfare State) impulsó una ambiciosa política social pública por parte de los gobiernos de occidente. La consecuencia fue el auge de las clases medias, y una presencia cada vez más importante del sector servicios, y del proletariado u obreros de cuello blanco (administrativos, profesionales...). Estructura dual (Sociedades tecnológicamente avanzadas). La crisis de 1973, el aumento del déficit público, y la quiebra del Estado de Bienestar en los años ochenta, han ido labrando el camino para la tercera figura, una sociedad cada vez más dualizada, donde existe una mayoría satisfecha, cada vez más acomodada y disfrutando de los beneficios del desarrollo social y económico, y una minoría numerosa excluida del bienestar. Los perfiles de los excluidos, que conforman esta infraclase, subclase o nuevos pobres serían los siguientes: parados de larga duración, madres jóvenes solteras carentes de vivienda y de ingresos, los refugiados, los emigrantes retornados, los trabajadores sumergidos, determinadas minorías étnicas, etc. Lo que los identifica a todos es la situación de extrema pobreza y la falta de perspectivas o de futuro que les hace prácticamente imposible salir de esta situación. Concepto de clase social Antes de presentar una definición, puede resultar útil seguir la estrategia de Giddens (1983:94-95) de distinguir las clases de las otras formas de estratificación. En primer lugar, las clases no son grupos cerrados, sino agregados difusos de individuos. Es decir, no se pertenece a una clase por nacer en el seno de una familia a la que las leyes sitúan en una determinada posición social. Ocurre más bien que los sistemas clasistas son muy fluidos y a menudo resulta difícil establecer claras fronteras entre una clase y otra. En segundo lugar, las clases no son una característica adscrita de sus miembros, sino en muy buena medida adquirida. Esto significa que el nacimiento no siempre o no necesariamente determina la clase a la que pertenecerá un individuo; el sistema de estratificación basado en clases permite el cambio de clase social de individuos y grupos. En tercer lugar, las clases sociales no incluyen, al menos como elementos sustantivos, los factores no económicos que están presentes en otras formas de estratificación. 11 En cuarto y último lugar, las clases sociales no implican los vínculos personalizados de lealtad u obediencia que son característicos de los otros sistemas de estratificación. Mientras la relación entre un amo y su esclavo o un señor y su siervo son relaciones personales, las relaciones entre miembros de clases diferentes se suelen dilucidar en el ámbito anónimo de los mercados o las grandes organizaciones. Por tanto, las clases se pueden entender como un conjunto de relaciones sociales impersonales a gran escala. Una vez que sabemos lo que las clases no son, podemos sintetizar sus características básicas y proponer una definición. Las clases sociales son (1) grupos nominalmente abiertos, la pertenencia a ellas no se establece por ley o por costumbre; (2) las clases sociales son estratos muy permeables, que permiten la circulación entre ellos; (3) las clases son agregados sociales con un componente eminentemente económico y las diferencias económicas representan un papel decisivo en la configuración de las clases; y (4) la conexión entre los miembros de clases distintas adopta la forma de vínculos impersonales y anónimos, que a menudo son de tipo puramente contractual. Podemos entonces definir las clases como grandes agrupamientos de personas que comparten los mismos recursos económicos, los cuales influyen poderosamente en su estilo de vida (Giddens, 1990:240). Las clases en las sociedades modernas son grupos desigualmente recompensados en lo que se refiere a riqueza, poder y prestigio que, sin embargo, no se basan en distinciones legales, sino que se constituyen más bien como conjuntos de ocupaciones. La ocupación o el tipo de empleo es el indicador más utilizado para determinar a qué clase se pertenece en sociedades como las modernas en las que la competencia por los recursos se desarrolla en el mercado capitalista. En resumen, las clases son los grupos socioeconómicos que estructuran la desigualdad en las sociedades industrializadas, que se basan en las ocupaciones y que se distinguen por sus diferentes niveles de riqueza. Todos los autores vienen a coincidir en aplicar divisiones tripartitas a las modernas sociedades occidentales. Tales divisiones llevan a dibujar “mapas de clases” que distinguen tres estratos jerárquicamente dispuestos en la estructura social: la clase alta, constituida por aquellos que disfrutan de las mayores ventajas materiales; la clase media, heterogéneo conglomerado, integrado por los profesionales y los empleados de cuello blanco; y la clase obrera, compuesta por quienes realizan trabajos manuales y tienen poca o ninguna cualificación laboral. Para muchos autores- en especial para los marxistas- las clases sociales son los principales grupos a partir de los cuales se estructura la desigualdad en las modernas sociedades capitalistas. Sin embargo, existen otras formas de desigualdad que son 12 originalmente no económicas y que demuestran tener su propio peso en las modernas sociedades capitalistas occidentales. Entre ellas se deben incluir las desigualdades relacionadas con el género y la edad así como las que se derivan de pertenecer a grupos o minorías étnicas. Indicadores de clase social Los indicadores nos permiten darnos indicios sobre la variable que nos interese estudiar. Así, para describir a qué clase social pertenece una persona, podemos utilizar los siguientes indicadores: a)Indicadores subjetivos son aquellos que dependen de la opinión de una persona, posicionándose en una escala de este tipo; por ejemplo: la respuesta puede realizarla el propio interesado o se puede dirigir, de manera indirecta, a alguien que los conozca (vecino, familiar, amigo...) b)Indicadores objetivos son aquellos que no dependen de la opinión sino que son fruto de una realidad dada. El más importante es el nivel de ingresos o rentas, que normalmente se refiere a la cantidad de dinero que entra en la unidad familiar que estamos estudiando (renta familiar). Otros indicadores objetivos utilizados son el status socio-profesional y los gastos, aunque es posible añadir infinidad más, como por ejemplo: la calidad de la vivienda, el lugar de residencia, el coche... La movilidad social El término se refiere simplemente a los desplazamientos de individuos y grupos desde unas posiciones sociales a otras. Puesto que las posiciones sociales se hallan jerarquizadas, denominamos movilidad vertical a los movimientos ascendentes o descendentes en la jerarquía de un sistema de estratificación dado. Lógicamente, la movilidad es ascendente si el desplazamiento se dirige hacia posiciones sociales superiores a las del origen del movimiento; es descendente si la dirección del cambio conduce a posiciones inferiores a las de partida. Junto a la movilidad vertical, se suele distinguir la movilidad horizontal, que alude a los desplazamientos territoriales o geográficos, es decir, a los cambios de ciudad, región o vecindario. En muchas ocasiones, ambos tipos de movilidad –vertical y horizontal – se producen de forma conjunta, pero esta coincidencia empírica no debe borrar la distinción analítica entre las dos formas. Las teorías de la estratificación se ocupan principalmente de la movilidad vertical y dado que los mejores indicadores de la posición social son las categorías ocupacionales, el estudio de la movilidad social se basa en muy amplia medida en la observación detallada de los cambios de situación laboral. Ahora bien, al estudiar la movilidad podemos proceder de dos formas distintas. Podemos examinar, en primer lugar, los desplazamientos que se producen a lo largo de la vida 13 de los individuos: estaremos entonces analizando la movilidad intrageneracional, la movilidad que experimentan los miembros de una misma generación a lo largo de su vida. Podemos también observar los cambios de posición social de los hijos en relación con sus padres, a lo que se denomina movilidad intergeneracional: en este caso, lo interesante es comprobar hasta qué punto los hijos comparten o no la misma posición social (las mismas categorías ocupacionales) que sus padres o abuelos. LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL EN LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES El hecho de que no sea fácil proporcionar una definición clara, simple y unánimemente aceptada del término clase social revela la existencia de un debate teórico de singular profundidad en torno a esa categoría sociológica. Esquemas teóricos clásicos: Marx y Weber Para Marx, las clases son grupos económicos que se sitúan en idéntica relación con los medios de producción o, para ser más precisos, con la propiedad y el control de dichos medios. De este modo, las clases son grandes grupos de personas que comparten los medios con los que se ganan la vida para sobrevivir. En las sociedades capitalistas, las dos grandes clases son la burguesía y el proletariado. Marx opina que las relaciones entre las clases sociales son necesariamente conflictivas porque son relaciones de explotación. En relaciones como las que vinculan a esclavos y amos, o a señores y siervos, la explotación es evidente. En el capitalismo la propiedad de los medios de producción es el instrumento del que se valen los empresarios para explotar al proletariado en el propio proceso de producción. En esta visión las clases eran las principales fuerzas históricas. De hecho la historia de la humanidad no era otra cosa que la historia de la lucha de clases, como se afirma en El Manifiesto Comunista. Además, su concepción de la sociedad era marcadamente materialista: la estructura económica condiciona o incluso determina los procesos de la vida social, política y cultural. Weber entiende que las clases son grupos de individuos que comparten las mismas oportunidades de vida, las cuales vienen, a su vez, determinadas por el mercado. Como vemos, la importancia que Marx atribuía a la producción reside para Weber en el intercambio mercantil. De manera que mientras Marx consideraba que eran las relaciones de producción las que separaban a unas clases de otras, Weber definía las clases en función del acceso diferencial a las recompensas que se obtienen en el mercado. Las clases son así un fenómeno con un claro componente económico. Pero ese elemento económico no se restringe a la 14 propiedad de los medios de producción, sino que incluye también todos aquellos factores que permiten aumentar los beneficios derivados de las relaciones de mercado como, por ejemplo, la educación, los conocimientos técnicos y las cualificaciones. Ahora bien, como en la sociedad real puede existir una variedad casi infinita de situaciones de mercado, Weber se vio forzado a presentar un esquema de clases simplificado que incluía cuatro grandes grupos sociales: (1) los trabajadores manuales o clase obrera; (2) la pequeña burguesía; (3) los técnicos, especialistas y administradores de bajo nivel; y finalmente, (4) los privilegiados gracias a la propiedad o a la educación. No es difícil advertir que tal esquema no difiere en exceso del marxista, aunque los factores que dan lugar a las diferentes clases sí son distintos en uno y otro enfoque. Para Weber, las clases no son el único criterio de la desigualdad social. Si la aproximación marxista al estudio de la estratificación es unidimensional y se circunscribe a la esfera económica, el enfoque weberiano presenta al menos otras dos dimensiones básicas de la diferenciación social: el status y el poder. En primer lugar, el status se refiere al prestigio u honor (positivo o negativo) atribuido a determinados grupos y, en ocasiones, puede ser elemento fundamental en la atribución de recompensas materiales y, como tal, factor decisivo de las oportunidades vitales. Aunque la posesión de riquezas suele relacionarse con el reconocimiento de un status elevado, debe quedar claro que las clases se definen por su índoles económica, mientras los grupos de status tienen que ver con estilos de vida peculiares y particulares pautas de consumo, al tiempo que comparten una marcada identidad de su posición social . En segundo lugar, el poder, que se refiere a la capacidad de exigir obediencia ajena, puede operar también como un elemento decisivo de diferenciación social. El punto de vista de Weber es que el poder no se subordina exclusivamente a la explotación y que las diferencias de status o de poder no se explican necesariamente en función de las diferencias de clase, como han parecido pensar los marxistas. Teorías recientes de la estratificación Tras los dos autores clásicos, el siguiente hito que merece ser destacado en el desarrollo de las teorías de la estratificación es la perspectiva funcionalista. El funcionalismo sociológico aparece vinculado a la figura del sociólogo Parsons y se puede decir que, cuando menos en las universidades americanas, dominó la teoría sociológica en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Dos ideas constituyen el núcleo de la perspectiva funcionalista: (1) el orden social se fundamenta en un consenso básico respecto a los valores fundamentales que 15 comparten los miembros de la sociedad; y (2) las instituciones cumplen funciones esenciales para la supervivencia del sistema social . Las teorías funcionalistas de la estratificación sostienen que las desigualdades sociales proporcionan una estructura de incentivos en virtud de la cual los más capacitados ocupan las posiciones más importantes para la supervivencia del sistema, lo que redunda en beneficio de todos. A causa de las ventajas que reporta al sistema en su conjunto, existe un amplio consenso respecto a la importancia de las diferentes posiciones sociales y a sus correspondientes niveles de recompensa. La sociedad aparece dividida en estratos que (1) se relacionan entre sí a través de la división funcional del trabajo; (2) aparecen ordenados en función del prestigio; y (3) en modo alguno tienen intereses antagónicos, puesto que todos ganan con la supervivencia del sistema. Así pues, las teorías funcionalistas de la estratificación se sitúan en las antípodas de la posición marxista, ignorando los elementos de conflicto entre las clases y acentuando la interdependencia y la complementariedad funcional de los distintos estratos. El análisis de clase contemporáneo No es exagerado decir que el debate contemporáneo sobre las clases se desarrolla, fundamentalmente, en el ámbito de los análisis empíricos de la estructura de clases. En la actualidad el uso más extendido del término clase alude a la división del conjunto de las ocupaciones en grandes grupos que presentan rasgos comunes. Las sociedades industriales avanzadas se caracterizan por continuo desarrollo de la división técnica del trabajo que genera una creciente diferenciación de ocupaciones. Y las ocupaciones han terminado por convertirse en los indicadores más importantes de los diferentes niveles de retribución material, autoridad y reconocimiento social de las sociedades contemporáneas. El sociólogo británico Goldthorpe, representante neoweberiano del análisis de clase, construye su esquema de clases a partir de una clasificación de ocupaciones basada en una escala de deseabilidad general. La agrupación de las distintas ocupaciones incluye como componentes principales de la posición de clase las dimensiones de la situación de mercado – fuentes y niveles de ingresos, seguridad económica y oportunidades de mejora económica – y situación de trabajo – ejercicio o exclusión de la autoridad y control del proceso de trabajo -, y lo que denomina el status del empleo, en virtud del cual se pueden distinguir, dentro de una misma categoría ocupacional, los simples empleados de los trabajadores autónomos o de los capataces. El trabajo de Goldthorpe conduce a distinguir siete categorías de ocupaciones o clases que suele presentar agrupadas en tres grandes clases: la clase de servicio, integrada por 16 grandes propietarios y directivos de las empresas, profesionales, administrativos y funcionarios; las clases intermedias a las que pertenecen los empleados no manuales de la administración y el comercio, los pequeños propietarios y los técnicos de baja graduación y los supervisores de los trabajadores manuales; y las clases trabajadoras, que reúnen a los trabajadores manuales, tanto calificados como semicalificados, y no calificados. EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN Y LA IGUALDAD ANTE LA LEY. La secular misión de la familia de instruir y socializar a los individuos, va pasando a partir del siglo XIX, a instituciones docentes cada vez más independizadas de la iglesia y de la familia. Aún a principios de la sociedad industrial, la escuela reflejaba la estructura clasista de la estructura social, ya que la asistencia a determinado tipo de escuela servía para confirmar un determinado status familiar. Para Dahrendorf, el sistema escolar constituye, en las sociedades industriales avanzadas, la base para la determinación de la estructura social, ya que es el nivel educacional el que fija la pertenencia a un sector, y no a la inversa. Este fenómeno social ha permitido a H. Schelsky el hablar en términos de la transición de la “sociedad de clases” hacia la “sociedad profesional nivelada”. A medida que se impone en las sociedades industriales el criterio del rendimiento personal como el principio básico para la adjudicación de los diferentes puestos de la estructura social, la sociedad necesita testimonios (tests, diplomas), maestros y escuelas que permitan el funcionamiento de tal criterio adquisitivo. Las instituciones docentes pasan a desempeñar una función primordial en las sociedades industriales, en el proceso de distribución entre sus miembros de los puestos disponibles. En cuanto a los cambios producidos en los derechos de los ciudadanos, el sociólogo Marshall distingue tres aspectos de la igualdad que se han ido produciendo progresivamente. La implantación de la igualdad jurídica a fines del siglo XVIII, de la política o derecho de sufragio universal en el siglo XIX, y de la social en el siglo XX. Los derechos de la igualdad jurídica tenían un carácter “formal” que con la progresiva ampliación a otros derechos sociales, se han convertido en auténticos logros materiales. “Sólo cuando a finales del siglo XIX se produjo una ampliación de los derechos a la igualdad a la esfera social, se asignó el status de ciudadanía el signo de una igualdad material. Este desarrollo evolucionó paralelamente al incremento de los ingresos del trabajador, a un sistema 17 de impuestos fiscales directos, reductor de diferencias, y a la producción en masa de los bienes de consumo... La reducción de la desigualdad robusteció la exigencia de su total suspensión, al menos en lo referente a los aspectos fundamentales de la asistencia social. Estas exigencias fueron satisfechas en parte mediante la inclusión de derechos sociales en el status de ciudadanía y por la creación de un derecho general de percibimiento de ingresos reales, independientes del valor de mercado del interesado”. Esta tendencia se interpreta por muchos como un fenómeno de “aburguesamiento” de la clase obrera, en lugar de la progresiva proletarización preconizada por Marx y Engels. Dahrendorf prefiere utilizar el término, tomado de Schelsky, “nivelación”, para caracterizar esta tendencia igualitaria, que “implica la fusión de ciertas características sociales en un nivel común”. Esto no significa la existencia de facto de la igualdad social, sino la constatación de una tendencia que contradice la tesis marxista. BIBLIOGRAFÍA CARABAÑA, J (1993), Sistema de enseñanza y clases sociales, en GARCIA DE LEON, FUENTE, G. De la y ORTEGA, F.(eds.), Sociología de la Educación, Barcanova, Barcelona. CONNELL,R.W.(1997), Escuelas y justicia social, Ediciones Morata, Madrid. FEITO ALONSO, R.(1995), Estructura social contemporánea, S.XXI, Madrid. GIDDENS, A (1979), La estructura de clases en las sociedades avanzadas, Alianza Editorial, Madrid. GIDDENS, A. (1993), Sociología, Alianza Editorial, Madrid. MIGUEL, A. DE (1996), La sociedad Española 1995-96, Editorial Complutense, Madrid. 18