Trayectoria De Un Socialista Que Luchó Por La Consolidación De La

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XI Congreso sobre el Andalucismo Histórico Sevilla, 27-29 de noviembre de 2003 “Trayectoria de un socialista que luchó por la consolidación de la democracia: Pedro Alonso Hernández” Áurea Vidal Gómez Universidad de Almería Introducción Recuperar la memoria de las personas que intervinieron de alguna u otra manera en el tránsito a la democracia en España es el objetivo que nos hemos planteado en esta comunicación. Sin embargo, el breve formato de este tipo de trabajos nos limita al conocimiento de un solo personaje, cuya trayectoria vital se intentará reconstruir a lo largo de estas páginas. Además, pretendemos ir un poco más allá, es decir, que, a partir de la actividad política y sindical de Pedro Alonso Hernández, intentaremos dar unas breves pinceladas acerca de la reorganización de la Unión General de Trabajadores en Almería en los primeros años de la Transición a la democracia. Con estas líneas queremos contribuir, aunque sea someramente, a cubrir una pequeña parcela de las muchas que aún están pendientes de estudio de la Historia más reciente de Almería. De hecho, los trabajos sobre esta provincia durante los años de tránsito al régimen democrático son bastante escasos1. Esta tendencia, no obstante, se está viendo modificada por la labor desarrollada desde la Universidad de Almería y el grupo de investigación “Estudios del Tiempo Presente” que dirige el Dr. Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz2. 1 Prácticamente, el único libro escrito sobre el periodo en Almería era el de MÁRQUEZ CRUZ, Guillermo M., Almería en la Transición (1976-1980), Almería, Autor, 1981. En él se recoge un análisis más o menos detallado de los diferentes comicios en la capital almeriense y su provincia, señalando en cada uno de ellos aspectos relacionados con la campaña y propaganda, así como con los resultados, mostrados éstos últimos mediante una gran cantidad de gráficos y mapas. 2 En este sentido, destacaría el Trabajo de Investigación Tutelada que sobre la Agrupación Socialista en la capital almeriense ha presentado recientemente la licenciada en Humanidades y becaria de investigación Mónica FERNÁNDEZ AMADOR. De hecho, su trabajo constituye el punto de partida, prácticamente, de esta comunicación, en tanto que la reorganización tanto del partido como del sindicato socialista partió de la iniciativa de las mismas personas. Además, el profesor QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ ha 1 Para ello, hemos empleado tanto bibliografía del periodo como fuentes primarias no publicadas, hemerográficas y orales. Así, dada la adscripción de Pedro Alonso Fernández a la Sociedad de obreros gasistas, electricistas y similares de la UGT durante los años treinta, hemos buscado en los fondos del Gobierno Civil conservados en el Archivo Histórico Provincial de Almería (AHPAl), con el fin de obtener una visión de la trayectoria de este sindicato durante este periodo. Asimismo, se ha consultado el expediente sobre la sumaria3 que se abrió contra Pedro Alonso una vez finalizada la guerra civil, que se encuentra en el Archivo Juzgado Togado Militar número 23 de Granada-Almería4. Por último, y con el objetivo de hallar el domicilio de Pedro Alonso y de las personas nombradas a lo largo de estas páginas, se ha consultado el censo electoral de 1935 en el Archivo de la Diputación Provincial de Almería (ADPAl). En este mismo sentido, y con el fin de completar la información acerca de la sociedad ugetista a la que pertenecía nuestro biografiado, se ha consultado prensa del momento, a saber, Diario de Almería (periódico matinal independiente que se fundó en 1916 y que durante la II República estuvo dominado por los sectores más moderados de Izquierda Republicana), La Independencia (diario católico fundado en 1908 y que desapareció al comienzo de la guerra), ¡ADELANTE! (diario controlado por la UGT y que vio la luz por primera vez en agosto de 1937)5…Por supuesto, la reorganización de la UGT en los primeros años de la Transición se ha seguido a través de periódicos como La Voz de Almería e IDEAL. Por otra parte, la desaparición física de Pedro Alonso y la inexistencia de descendencia directa han circunscrito las fuentes orales a personas que lo conocieron por su adscripción a la Unión General de Trabajadores, como es el caso de José Antonio Amate Rodríguez (joven socialista que ocupó diversos cargos dentro de la ejecutiva centrado su labor investigadora en los últimos años en este periodo de la Historia, siendo fruto de su trabajo libros como el que coordinó junto a Encarnación LEMUS LÓPEZ, La Transición en Andalucía, Huelva, Universidad de Almería-Universidad de Huelva, 2002; o comunicaciones como “Un antecedente en la crisis de UCD: la renuncia de dos senadores” en IV Simposio de Historia Actual, celebrado en Logroño en octubre de 2002 (en prensa); “Estudios sobre la Transición en Andalucía”, ponencia del III Congreso de Historia de Andalucía, celebrado en abril de 2001 (en prensa); “Bases sociales de Acción Popular en Almería” en ESCOBEDO RODRÍGUEZ, Antonio (coord.): Homenaje a la profesora Elena Pezzi, Granada, Universidad de Granada, 1992, pp. 381-393. 3 Sumaria número 10.283, legajo 593. 4 Al frente de esta institución u organismo militar se encuentra el doctorando Eusebio Rodríguez Padilla, quién no sólo ha realizado una gran labor en la clasificación e informatización de los fondos, sino que además, en breve, hará la defensa pública de su Tesis doctoral en la Universidad de Almería sobre la justicia militar. 5 Un estudio sobre la prensa de Almería ha sido realizado por BALSELLS FERNÁNDEZ, Josefa y LENTISCO PUCHE, José Domingo, Catálogo de prensa almeriense (1823-1939), Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1982. Además, en breve, Víctor Hernández Bru defenderá su Tesis doctoral sobre la “Historia de la prensa almeriense” dirigida por el Dr. Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz. 2 provincial ugetista), José Céspedes Sánchez (miembro de la Comisión Ejecutiva en la que Pedro Alonso fue secretario general), etc. A partir de estas fuentes, hemos elaborado la siguiente comunicación en la que la estructura está determinada por la propia trayectoria personal y político-sindical de Pedro Alonso, en tanto que partiremos de sus datos o referencias más lejanas en el tiempo, hasta desembocar en los años setenta en los que ocupó la secretaría general de la Unión General de Trabajadores. Trayectoria personal y profesional de Pedro Alonso Hernández hasta el final del franquismo En 1916 nacía en Almería Pedro Alonso Hernández, hijo de Josefa y Pedro, también oriundos de esta provincia. Su infancia estuvo marcada por la trágica pérdida de su padre, cuando tan sólo contaba con la edad de tres años. Éste falleció mientras desempeñaba su oficio, el de pescador. Como cada mañana, Pedro Alonso embarcó junto a sus compañeros, sin saber que aquel día una fuerte tormenta les sorprendería en el mar, no pudiendo sobrevivir a ella6. Su madre, Josefa Hernández, preocupada por el bienestar de su hijo7 buscó la tutela de personas de derechas bastante influyentes como Alfredo Pérez-Hita Navarro, quién fuera diputado provincial durante la dictadura de Primo de Rivera, y en cuya casa comenzó a trabajar a partir de entonces. Ello le permitió conocer a gente bastante importante de la clase media-alta de la sociedad almeriense8. No obstante, su domicilio 6 Con estas palabras recogía Pedro Alonso este recuerdo de su infancia, en el momento en que declaraba tras su detención y encarcelamiento en la prisión conocida con el nombre de Ingenio: “(…) una mañana como de costumbre, bien temprano, mi expresado padre y cinco compañeros más se hicieron a la mar, para que con el producto de la pesca subvenir al sustento de sus familiares; ya en alta mar les sorprendió una horrorosa borrasca que bastó sólo dos minutos para que uno solo quedase en la barca, y hasta ésta desapareció; quedé huérfano de tres años de edad (…)” (Archivo Juzgado Togado Militar número 23, Granada-Almería, 19 de abril de 1940. Sumaria número 10.283, legajo 593). 7 No hemos podido constatar si el matrimonio llegó a tener más hijos, es decir, si Pedro Alonso Hernández fue el menor de esta familia. No obstante, en el censo electoral de 1935, aparecen dos mujeres cuyos apellidos coinciden con Pedro; nos referimos a Ana Alonso Hernández, que por aquél entonces tenía 64 años y se dedicaba a su labores en la calle Plátano, 6, y a María Alonso Hernández, que con 45 años, también era una ama de casa que no sabía leer ni escribir y que vivía en la calle Iglesia, 16. La edad tan elevada de ambas nos hace suponer que la posible relación familiar tal vez fuese más lejana. (Censo electoral de 1935, Archivo de la Diputación Provincial de Almería). 8 Así pues, cuando en 1939 Pedro Alonso fue encarcelado y enjuiciado, salió a relucir su relación con Tomás Zarate Escobar, destacado por su adscripción política a la derecha. De hecho, una de las cosas que se imputaban a Alonso era haber incautado el vehículo de esta persona durante los años de la guerra civil, concretamente en la primavera de 1937. Sin embargo, Alonso Hernández declaraba que “efectivamente la fábrica de Lecrín necesitó un coche para su servicio, y siendo el que suscribe conductor, se le comisionó tal servicio, personándome en casa del Sr. Zarate al que cortésmente le indiqué el objeto de mi visita, 3 familiar estuvo instalado en todo momento en el barrio de las Almadrabillas, ubicado en las afueras de la ciudad, concretamente en la calle Tejares, número 24. Aunque desconocemos en qué momento de su vida fue, sabemos que contrajo matrimonio con María Ayala Gil, con quién no llegó a tener hijos. En cuanto a su formación, conocemos que aprendió a leer y escribir, pero no si llegó a finalizar sus estudios primarios. No obstante, se dedicó a la mecánica, entrando a trabajar por este motivo en la empresa suministradora de energía eléctrica en Almería, “Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín”. Probablemente, la relación profesional que hubo de mantener en esta compañía con muchos miembros de la Sociedad de obreros gasistas, electricistas y similares (UGT) fue la que le llevó a afiliarse a esta central sindical en 1934, año en el que, además, participó en la huelga revolucionaria de octubre, pues “como uno de tantos empleados dejó de ir al trabajo, pero que no cometió ningún desmán durante la misma”9. Asimismo, estuvo afiliado al Partido Socialista Obrero Español. Y llegamos así al periodo bélico que en Almería estuvo condicionado por su permanencia en manos de los republicanos. De hecho, el intento de sublevación militar en esta provincia tuvo lugar en la madrugada del 21 de julio, si bien, la tardanza de los militares a la hora de secundar el movimiento, la resistencia ofrecida por las fuerzas cuyo señor que siempre ha tenido gran confianza conmigo, me entregó el coche, encargándome repetidamente que lo cuidase, alegrándose de que yo fuera el encargado de esta comisión y quedándole a él tranquilidad de que yo le conservaría con el mejor esmero posible, como así le prometí, sin que en ningún momento hiciese yo violencia alguna contra dicho señor ni ostentación de arma alguna, lo cuál era imposible, pues no la tenía, y este señor que consta de siempre es buen cristiano y, por tanto, ha de decir la verdad a este respecto, manifestará la forma amistosa en que el hecho ocurrió, pues de no ser yo, hubiese sido otro que no hubiese sido de su agrado como a mi me manifestó” (Archivo Juzgado Togado Militar número 23, Granada-Almería, 19 de abril de 1940. Sumaria 10.283, legajo 593,). 9 Esta afirmación fue recogida en su indagatoria fechada el 12 de abril de 1940 (Archivo Juzgado Togado Militar número 23 de Granada-Almería, causa 10.283, legajo 593). No obstante, esta huelga apenas si tuvo repercusión en Almería. A pesar de que el día 6 de octubre las fuerzas izquierdistas convocaron a sus afiliados a secundar la huelga, tan sólo se dejó de trabajar en algunos talleres, como fue el caso de la compañía de electricidad y el puerto. Desde el Gobierno Civil se emitieron continuas medidas coactivas para que los trabajadores regresaran a sus puestos, si bien, no consiguió que se dejaran de dar algunas “bajas” en “Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín”, produciéndose varios cortes del gas en determinadas zonas de la ciudad; el alumbrado, sin embargo, permaneció más encendido que nunca, debido a las ausencias de algunos obreros a la hora de apagar las luces de la vía pública. (La Independencia, 7-X1934, página 2 y 9-X-1934, página 1). Las consecuencias pronto se dejaron sentir, tanto en el plano político como en el sindical. Así, en el primero de los casos supuso la destitución de 14 concejales del Ayuntamiento de la capital y del propio alcalde, por no haber firmado un escrito de felicitación al Gobierno por su actuación durante los días de la revolución; en el segundo de los casos, se llegaron a disolver 45 sociedades obreras domiciliadas en la Casa del Pueblo (La Independencia, 4-XII-1934, p. 1). Para ampliar este tema en el ámbito de la capital almeriense, véase el libro de AGUILERA GÓMEZ, Ángel, Historia silenciada, 1930-1989, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1990; VIDAL GÓMEZ, Áurea, “La Unión General de Trabajadores en Almería, 1931-1939” (Trabajo de Investigación Tutelada inédito, 2003). 4 políticas y sindicales de izquierda y, sobre todo, la ayuda llegada tanto de la base aérea de Armilla (Granada) como del bombardero Lepanto, lo hicieron fracasar10. Precisamente, Pedro Alonso fue acusado de haber participado activamente en la defensa tanto de la sede de la Federación Local y Provincial de la UGT, sita en la actual Rambla de Obispo Orberá, como en el Gobierno Civil. Sin embargo, según su propio testimonio, ese día marchó junto con algunos de sus familiares al cortijo de la vega propiedad de Francisco García López, situado en la calle Jaúl Bajo11. De hecho, algunos vecinos de las Almadrabillas los acompañaron al ver la situación que se vivía en la capital, permaneciendo hasta la mañana del día siguiente12. A lo largo de la guerra civil, Alonso se incorporó al cuerpo de la Guardia de Asalto, a la par que siguió trabajando como chofer en “Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín”. Esta empresa durante los años de la guerra estuvo bajo el control de los obreros de la sociedad ugetista de obreros gasistas y electricistas. De hecho, en septiembre de 1936 se creaba el comité de control obrero de esta empresa, en el que intervinieron Agustín García Pérez, Juan Ruiz Morales, Rafael Félix Rodríguez, Antonio Alarcón Rodríguez, Manuel Cuenca Cruz (CNT) y Francisco Álvarez García. También tomaron parte en ello Antonio García González, Pedro Montoya Guerrero, Emilio Murcia González y Pedro Alonso Hernández13. En diciembre de ese mismo año el Consejo Obrero de Administración quedaba compuesto por Antonio García González 10 Un estudio pormenorizado tanto del levantamiento militar en la provincia de Almería, como del desarrollo de estos años, puede encontrarse en QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael, Política y guerra civil en Almería, Almería, Cajal, 1986 y Almería, 1936-1937. Sublevación militar y alteraciones en la retaguardia republicana, Almería, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Almería, 1997. 11 Pedro Alonso se defendía de tales acusaciones durante la indagatoria a la que fue sometido con estas palabras: “(…) también se ha dicho que yo intervine con fuerza armada el día en que estalló el Glorioso Movimiento en esta capital. Esto es incierto en absoluto, lo prueba el hecho de haber marchado con mi madre y demás familia además de numerosos vecinos de la barriada de las Almadrabillas, (…), todos reunidos marchamos a la vega alejándonos (…) en el cortijo de Francisco García López, regresando después a nuestro domicilio”. El dueño del cortijo lo confirmó en su declaración así: “(…) el día 21 de julio de 1936, hallándome en mi citado domicilio y sobre las siete horas, se presentó Pedro Alonso Hernández en unión de sus familiares, solicitando poder acogerse (…), que permanecieron en mi compañía hasta la mañana del día siguiente, en que me manifestaron que se iban para su domicilio en la capital”. (Archivo Juzgado Togado Militar número 23, Granada-Almería, Sumaria 10.283, legajo 593). 12 Estos vecinos eran Juan Calvo Uclés (pescador domiciliado en la calle Tejares, 11, casado y de 53 años de edad), Antonia Murcia Quesada (esta ama de casa vivía en la calle Tejares, 40), Antonio María Maldonado y su esposa, Juan Ayala Gil (según el censo electoral de 1935 este jornalero vivía en el patio de la Rondina y tenía la edad de 52 años; por los apellidos, podríamos decir que era hermano o pariente bastante directo de la mujer de Pedro Alonso) y Dolores Gil Carrillo (ama de casa de 50 años, casada y con domicilio en el patio de la Rondina, 28), Censo electoral de 1935, Archivo de la Diputación Provincial de Almería. 13 La participación de todos ellos en el comité de incautación y control de esta empresa les llevó a ser juzgados por las tropas franquistas al terminar la guerra. Así lo hemos podido comprobar en el expediente conservado en el Archivo Juzgado Togado Militar, número 23, Almería-Granada (causa 45.044, legajo 464). 5 (presidente), Pedro Montoya Guerrero (vicepresidente), Antonio Alarcón Rodríguez (secretario sin voz ni voto), Rafael Félix Rodríguez, Emilio Murcia González y Juan Ruiz Morales (vocales)14. Además, se nombró a un delegado por cada departamento, Juan Rodríguez Beltrán en fábrica de gas, Juan Miras Miras en la sala de máquinas, Miguel Leal López en el garaje y taller, Emilio Murcia González en oficinas, Antonio Alarcón Rodríguez en zona 1ª y Francisco Sáez Durán en inspección de gas15. Asimismo, Pedro Alonso fue comisionado por la compañía para requisar determinados vehículos, dada su cualidad de conductor y miembro de la Guardia de Asalto. El comité de control de esta empresa fue, quizás, uno de los más fuertes, en tanto que el propio Comité Central y su secretario general, Benito Vizcaíno Vita16, le autorizó para que procediese a la incautación y control de todas las fábricas productoras y distribuidoras de energía eléctrica de la provincia de Almería y de los pueblos leales de Granada17. De todo ello, lo más curioso es el hecho de que, a pesar de que Pedro Alonso no ocupó cargos en la ejecutiva de esta sociedad, fue el único enjuiciado de manera individual, pues el resto de los que participaron tanto en la organización como en la dirección de este sindicato y de la compañía de gas y electricidad fueron encausados conjuntamente. Posteriormente fue llamado a filas para incorporarse al frente, aunque un problema de vista le posibilitó el ser declarado inútil y, por tanto, no tener que ir a luchar. Ello le permitió pasar el resto de la guerra regentando un establecimiento de bebidas heredado de su madre junto a su esposa. Sin embargo, a principios de 1939 fue encarcelado por un delito común, si bien, no conocemos el motivo ni la pena impuesta. 14 Según los informes emitidos por la propia Compañía Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín durante el juicio, en este consejo obrero se dieron algunas modificaciones, tales como, la dimisión de Juan Ruiz Morales en mayo de 1937, la de Pedro Montoya como vicepresidente en junio de 1937 (éste quedó, por tanto, como consejero), el nombramiento de Emilio Murcia González en su lugar (permaneció en la vicepresidencia hasta abril de 1938, momento éste en el que fue elegido Rafael Félix Rodríguez), o el de Agustín García Pérez como vocal en septiembre de 1937. 15 Carta remitida por esta sociedad durante el juicio (4-IX-1939). Archivo Juzgado Togado Militar, número 23, Almería-Granada, legajo 464, causa 45.044. 16 Benito Vizcaíno había nacido en Berja (Almería) en 1907, trasladándose más tarde junto al resto de su familia hasta la capital. Ya durante los años de la Dictadura de Primo de Rivera se afilió al Sindicato de Empleados de Banca (UGT), participando en la II República en los jurados mixtos. Asimismo, en octubre de 1935 fue nombrado vicesecretario del sindicato ugetista, así como vocal de la Federación Provincial. Tras el estallido de la guerra civil fue designado secretario del Comité Central, ayudó al gobernador Gabriel Morón y representó a la UGT en el Tribunal Popular. En agosto de 1937 marchó como voluntario al frente catalán, desde dónde logró pasar la frontera hasta Francia al finalizar la contienda bélica (Entrevista realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez en octubre de 2003 en Almería). 17 ¡ADELANTE!, 3-X-1936, página 2. 6 Pedro Alonso recordaba con estas palabras aquellos hechos: “el que suscribe también estuvo preso tres meses por los rojos. Ni los gestos ni los ademanes ni todos los esfuerzos por mí empleados fueron bastantes para convencer a aquellos gobernantes, por cuanto fui detenido y reducido a prisión dónde permanecí tres meses, siendo puesto en libertad con motivo de la liberación de esta capital, esto es público y notorio como se puede justificar”18. El 5 de abril de 1939 fue de nuevo detenido, aunque esta vez por las tropas franquistas que ya habían entrado en la ciudad. Fue entonces cuando pasó, de manera provisional, en principio, a la prisión provincial conocida con el nombre de Ingenio. Al parecer, fue Eduardo López Echevarria quién había dado la voz de alarma, en tanto que dio cuenta a la policía de la incautación y requisamiento por parte de Pedro Alonso de un coche marca “Erskine” y con matrícula de Sevilla. Los cargos, fundamentalmente, hacían referencia a su participación en el comité de incautación de Lecrín19. A pesar de las súplicas de su madre20, el 3 de abril de 1940 fue ratificada la orden de prisión, y el 5 de julio se celebró el Consejo de Guerra. Ninguno de los testimonios arrojados a su favor por personas como Alfredo Pérez-Hita Navarro, Juan Clavo Uclés, Juan Ayala Gil, Dolores Gil Carrillo, José Guerrero del Águila21, 18 Indudablemente, estas palabras fueron realizadas por Pedro Alonso en el momento en que se encontraba en prisión preventiva en el Ingenio, lo que explicaría su intención de desligarse de cualquier relación con los “rojos” como forma de defensa. (Archivo Juzgado Togado Militar número 23, GranadaAlmería, 19 de abril de 1940. Sumaria 10.283, legajo 593). 19 La pareja de guardias civiles instructora del caso aportó al juicio una serie de informes en los que se constataban estos hechos, a la par que se le achacaba la detención del Teniente Coronel retirado de la Guardia Civil, Juan Avella Mastrant, en el balneario de Sierra Alhamilla, así como que se hubiese jactado de la muerte del abogado de Lecrín, Luis Belda. A estos cargos se unía el que hubiese prestado servicio como miliciano, que hubiese ingresado en la Guardia de Asalto y el que perteneciese al Partido Socialista. Asimismo, el informe aportado por el brigada Antonio López Cano lo situó también en Vélez-Benahulla en el momento de la detención y fusilamiento de Federico Fernández (jefe de las centrales hidroeléctricas), quién, no obstante, consiguió pasar a la zona nacional. (Información de la pareja instructora de 12 de julio de 1939 conservada en el Archivo Juzgado Togado Militar, número 23 de Granada-Almería, legajo 593, causa 10.283). 20 Con estas líneas pedía su puesta en libertad Josefa Hernández: “Ilmo. Sr.: Josefa Hernández, viuda de Alonso, natural de Almería y vecina de esta capital calle de Tejares número 24 (Almadrabillas) a V. I. con el debido respeto y consideración expone que su hijo Pedro Alonso Hernández fue detenido e ingresado en la Prisión Provincial (Ingenio) en día 5 de abril del corriente año, sin que hasta la fecha se le haya tomado declaración ni se le notifique el motivo de su detención que fue efectuada por un policía del SIM, el cuál según noticias particulares ha desvirtuado ya los motivos que para tal detención había fundado. En mérito de lo expuesto: SUPLICO a V. I. que habiendo por recibida la presente solicitud se digne comprobar la veracidad de cuando se dice y solicite los informes sobre su conducta y su actuación durante la dominación marxista en esta capital, si a bien lo tiene, con el fin de que le sea decretada la libertad. Dios salve a España y guarde a V. I. muchos años. Almería, 30 de junio de 1939”. 21 Éste era afiliado de la Falange Española Tradicionalista de las JONS y aseguró que “Pedro Alonso Hernández, (…), siempre su conducta ha sido intachable y que ha apoyado en la medida de sus fuerzas a cuantas personas de derecha le ha sido posible”. (Archivo Juzgado Togado Militar número 23 de Granada-Almería, causa 10.283, legajo 593). 7 Francisco Pérez Andújar, Francisco García López, etc. sirvieron para frenar el proceso, celebrándose la vista en Almería el día 5 de julio de 194022. A pesar de que el fiscal pidió por delito de autor responsable de auxilio a la rebelión la pena de 14 años, 8 meses y un día de reclusión temporal, finalmente se le condenó a 12 años y un día, con la accesoria de inhabilitación absoluta durante la condena, siéndole abonado el tiempo que ya había estado en la cárcel. En 1942, concretamente el 18 de octubre, le fue concedida la libertad condicional, lo que le impulsó a solicitar más tarde el indulto. Acogiéndose al Decreto de 9 de octubre de 1945, Pedro Alonso pidió la exención de su condena, lo que le fue concedido el 3 de mayo de 1946. Sin embargo, en 1947 le fueron revocados los beneficios del indulto “por haber reincidido”, por lo que fue recluido de nuevo a 30 años de prisión mayor23. En 1949 sería trasladado hasta la prisión central de San Miguel de los Reyes24. Por tanto, suponemos que la mayor parte de los años del franquismo Pedro Alonso los vivió en la cárcel25, escapándose de nuestro conocimiento la fecha en la que finalmente fue puesto en libertad. Sea como fuere, el caso es que una vez que recuperó la libertad, Alonso Hernández no sólo volvió a Almería, sino que además comenzó a participar en la reorganización del Partido Socialista y de la Unión General de Trabajadores en esta ciudad. Pedro Alonso y la UGT de Almería, 1976-1978 El objetivo de este apartado es poder ofrecer una reseña de los primeros pasos de la Unión General de Trabajadores en la capital almeriense en los años de la Transición, 22 Como Presidente actuó Salinas Cuello, mientras que hubo un vocal ponente, García Valdecasas, y otros vocales como Antonio Soriano o Caro Abril. El fiscal fue Soler Baus y el defensor Robles García. 23 Según el testimonio de José Joaquín Céspedes Sánchez, al parecer en estos años hubo un intento de reorganización por parte de los socialistas, siendo descubiertos y detenidos algunos de ellos, tal y como le sucedió a Pedro Alonso (Entrevista a José Joaquín Céspedes Sánchez realizada por Mónica Fernández Amador y Áurea Vidal Gómez, noviembre de 2003). 24 El motivo exacto de esta nueva detención y encarcelamiento son desconocidos para nosotros, en tanto que nos ha sido imposible localizar el expediente referente a esto y cuyo número de causa es 572/1947. No obstante, en la documentación anexa al legajo 593, causa 10.283 del Archivo Juzgado Togado Militar número 23 de Granada-Almería se especifica que “se cuenta el tiempo de extinción para esta condena desde el 18 de junio de 1977, fecha en que deja extinguida la pena de treinta años de reclusión mayor (…)”. 25 Según José Antonio Amate Rodríguez, “Pedro Alonso estuvo veintitantos años en la cárcel… Yo creo que fue de todos los socialistas de Almería el que más años estuvo en la cárcel” (Entrevista realizada por Mónica Fernández Amador y Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz en Almería, primavera de 2003). 8 teniendo como marco el devenir de esta central en España26. El hecho de que nos ciñamos a este bienio se debe a que fueron los años en los que Pedro Alonso Hernández ocupó la secretaría general de este sindicato y una vocalía en la ejecutiva del PSOE. Esta coincidencia, es decir, el que la misma persona ostentara cargos en las dos organizaciones socialistas, ha de tenerse muy en cuenta, especialmente en estos momentos iniciales, en tanto que fueron, prácticamente, los mismos personajes los que ayudaron a la reconstrucción de uno y otro. En este sentido, hemos de aclarar que mientras que en el caso de la Agrupación Socialista su reorganización ya ha sido perfectamente analizada y estudiada27, sobre la UGT en Almería durante estos años aún no se ha realizado ningún trabajo, por lo que los datos que aquí daremos, tomados de la prensa fundamentalmente, son aproximativos, a falta de elaborar en un futuro una investigación de mayor envergadura en la que se puedan cruzar más fuentes y testimonios28. En abril de 1976 se celebró el XXX Congreso de la UGT en España, el primero desde 1932 en suelo nacional. El lema de este congreso celebrado entre los días 15 al 18 de ese mes fue “A la unidad sindical por la libertad”. En él se eligió como secretario general a Nicolás Redondo. No obstante, el dato que más nos interesa de este congreso es la participación y representación regional y provincial que se dio en él. Así, asistieron delegados de 96 federaciones, incluyendo también federaciones de residentes en diversos países europeos y americanos. El total de representados ascendía a 6.974, siendo su división 26 Sobre la central ugetista existe una amplia bibliografía debido en parte a su larga existencia y al afán de difusión y de propaganda de sus principales líderes. De hecho, desde la propia UGT o desde fundaciones como “Pablo Iglesias” o “Francisco Largo Caballero” se han fomentado las publicaciones sobre su devenir histórico. En torno al periodo aquí tratado, podemos destacar algunas obras como: Nicolás Redondo, escritos y discursos (1976-1994), Madrid, Unión General de Trabajadores, 2001; RAMOS RUIZ, Ester y RODRÍGUEZ SALVANÉS, Jesús: Archivo de la UGT de España en el exilio (1944-1976), Madrid, Fundación Francisco Largo Caballero, 1995; GARCÍA DUARTE, Antonio: UGT cien años de vida, Málaga, UGT, 1988; FISHMAN, R.: “El movimiento obrero en la transición: objetivos políticos y organizativos” en Revista española de investigaciones sociológicas, número 26, 1984, pp. 61-127; PANIAGUA, Javier: “Sindicalismo: adiós a la euforia” en Historia 16, número 20, 1996, pp. 168-175; PARAMIO, Ludolfo: “Los sindicatos y el sistema político en la España democrática: de la clandestinidad a la huelga general” en Sistema, Revista de Ciencias Sociales, número 94-95, 1990, pp. 73-81. 27 Recientemente la licenciada Mónica FERNÁNDEZ AMADOR, becaria de investigación del Departamento de Historia, Geografía e Historia del Arte de la Universidad de Almería y miembro del grupo de investigación “Estudios del Tiempo Presente”, ha presentado su trabajo de investigación tutelada: “La Agrupación Socialista de Almería durante la transición a la democracia. De la clandestinidad al poder” (Trabajo inédito). 28 Esta labor necesitaría, no obstante, de una ordenación y clasificación de los fondos de esta central sindical relativos al periodo democrático, y depositados en su actual sede en la calle Javier Sanz, antes de que se produzca su desaparición o extravío. Todo ello por no hablar de la necesidad de recuperar la memoria de todos sus protagonistas a través de la realización de una serie de entrevistas que evitarían la pérdida de esas historias. 9 territorial tal y como sigue: el grueso de la militancia se hallaba en Vizcaya (684), Guipúzcoa (674), Asturias (625) y Madrid (615), provincias que agrupaban a 2.589. Les seguían en importancia Sevilla (265), Murcia (200), Tenerife (150), Málaga (124), Córdoba (120) y Valladolid (105). En un tercer grupo, por debajo del centenar, se encontraban provincias como la de Almería (94), así como Burgos (30), Cádiz (95), Castellón (60), Galicia (94), Granada (47), Zaragoza, Huelva, Las Palmas…29. Esto es bastante significativo, en tanto que nos da una idea de lo incipiente que era ya la organización sindical ugetista en la provincia almeriense. De hecho, incluso antes de la muerte de Francisco Franco podemos decir que comenzaron a celebrarse las primeras reuniones entre algunos veteranos socialistas que ansiaban la libertad y la instauración de un régimen democrático30. Después de la desaparición del dictador, la frecuencia de las reuniones aumentó, siendo el lugar escogido para ellas la casa del doctor Francisco Navarro Segura, situada en la Rambla Alfareros, 4. A este tipo de encuentros asistían antiguos afiliados socialistas en los años treinta como José Tesoro Linares31, Manuel Tesoro Linares, Vicente Cañete Amérigo, Pedro Alonso Hernández, Juan Segura Murcia, Miguel Góngora Viciedo, Antonio Castro Moreno, Ángel López Masegosa, Félix Fernández Cruz, Manuel Pallarés Navarro, Francisco Navarro Moreno, Antonio Solís Gómez, Rafael Calatrava Contreras y Manuel González Maldonado32. A ellos se les fueron uniendo paulatinamente algunos jóvenes, como por ejemplo José Antonio Amate Rodríguez, quién al igual que Pedro Alonso centró su actividad más en el campo sindical. Por tanto, podemos decir que antes de la celebración del XXX Congreso de la UGT, su participación en la vida sindical ya había comenzado a ser cada vez más latente. De hecho, en la presentación del libro “Presente y futuro del sindicalismo” de Manuel Zaguirre y José María de la Hoz, el conferenciante José Barrionuevo Peña (en aquel entonces inspector jefe adjunto del ministerio de Trabajo y profesor de Derecho 29 La Voz de Almería, 20-IV-1976, página 12; IDEAL, 16-IV-1976, página 7 y 21-IV-1976, página 3. Estos se reunían en la casa particular de Miguel Vicente Gutiérrez, sita en la calle de Las Cruces, número 18, de Almería capital. Vid., FERNÁNDEZ AMADOR, Mónica, “La Agrupación Socialista…”, op. cit., p. 45. 31 Sobre su persona véase: QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael y FERNÁNDEZ AMADOR, Mónica, “La trayectoria de un socialista almeriense: José Tesoro Linares” en II Congreso sobre el Republicanismo en la Historia de España, Historia y Biografía”, Priego de Córdoba, Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres, 2003. 32 Estos primeros encuentros han sido analizados de manera más pormenorizada por FERNÁNDEZ AMADOR, Mónica, “La Agrupación Socialista…”, op., cit., pp. 44-50. 30 10 del Trabajo en la Universidad de Madrid) habló tanto del patrimonio sindical como de la importancia que comenzaban a tener organizaciones sindicales ilegales como Comisiones Obreras, UGT y USO33. 1977 estuvo marcado por varios acontecimientos de verdadera importancia dentro del mundo sindical, en tanto que, mientras que en el Parlamento se discutía el Decreto-Ley de relaciones sindicales, en junio se legalizaban este tipo de organizaciones, es decir, tres meses después de que se hubiera hecho lo propio con el PCE. Un mes más tarde, Nicolás Redondo confirmaba el reparto de 700.000 carnés de la UGT en toda España, de los que 500.000 cotizaban regularmente. En el caso de Almería, el año comenzaba para los ugetistas con su intervención en el conflicto planteado entre los trabajadores empleados en la recogida de basuras y la empresa concesionaria del Servicio Municipal de Recogida y Limpieza Viaria del Ayuntamiento (FOCSA)34. Dos meses después tenía lugar la presentación pública de CNT, CCOO, UGT y USO. Esto sucedió en la sexta edición de la Semana de la Juventud de la parroquia de San José, en la que se reunieron representantes de las cuatro sindicales, quiénes fueron interviniendo de manera individual, para pasar a continuación al debate. José Martín Fernández, del ramo de transportes, habló en nombre de la UGT y expuso algunos de los objetivos prioritarios de la central ugetista en aquellos momentos: desmantelar las estructuras de la Organización Sindical oficial, devolver los bienes expoliados a los sindicatos anteriores a 1939, reconocer el derecho de asociación sindical… Finalizó su intervención reiterando que la UGT mantenía “una profunda solidaridad con todos los pueblos que luchan por su independencia nacional, la consecución de la libertad y los derechos políticos, económicos y sociales inalienables”35. 33 IDEAL, 22-II-1976, página 16. Tal y como sucediera en el seno del PSOE, del que se escindieron varias líneas que a su vez desembocaron en la creación de diferentes partidos políticos (el Partido Socialista Popular sería un ejemplo de ello), en el terreno sindical también se constituyeron centrales distintas, en este caso, Unión Sindical Obrera, creada en 1960. Sus principales líneas eran: orientación socialista autogestionaria, independencia, restablecimiento de la libertad sindical, unidad en la acción sindical, favorable a la creación de una gran central sindical unitaria pero que descansase en la libre decisión y la democracia. Sin embargo, a finales de 1977 una gran fracción de USO se integró en las filas de la UGT. Por su parte, esta última se mostraba reacia al unitarismo, aunque reivindicaba el restablecimiento de las libertades, así como la devolución de los bienes al movimiento obrero. 34 Ante el aumento salarial solicitado por los trabajadores, la empresa les proponía realizar sólo una parte del pago, quedando el resto en manos del Ayuntamiento. Sin embargo, la UGT asesoró a sus obreros que no aceptasen, máxime cuando la compañía pretendía hacer de esto prácticamente un pacto colectivo. IDEAL, 20-II-1977, página 17. 35 IDEAL, 6-III-1977, página 19. 11 Y en ese camino emprendido por las fuerzas sindicales en general y la UGT en particular hacia la democratización, hemos de pararnos en el hecho que tenía lugar en mayo de 1977, cuando el vicepresidente de la UTT del Sindicato Provincial de Transportes y Comunicaciones y enlace sindical, Baltasar García Díaz, presentó su dimisión al ingresar en la UGT, dónde no se aceptaban altas de gente que ostentasen cargos en la Organización Sindical36. Hasta ese momento, la actividad de Pedro Alonso se movió entre la clandestinidad y la apertura hacia formas cada vez más democráticas, si bien, con la legalización de las organizaciones sindicales y la celebración de una asamblea provincial en el verano de 1977, pasó a encabezar la UGT de Almería, en tanto que resultó ser elegido secretario general provincial. A esta reunión, celebrada el 31 de julio, asistieron numerosos representantes de agrupaciones locales de diversos pueblos, así como de los sindicatos de la capital. Siguiendo el sistema de votación a mano alzada, resultó ser elegida la siguiente ejecutiva provincial: - Secretario general: Pedro Alonso Hernández. - Secretario de organización: Juan López Alonso. - Secretario de administración: José Luis Gallo Martínez. - Secretario de formación: Enrique Pérez de Haro. - Secretario de prensa y propaganda: José Antonio Amate Rodríguez. - Secretario de relaciones sindicales: Ernesto Ruiz Cantón. - Vocales: Carmelo Herrada Ruiz, José Céspedes Sánchez, Antonio García Tripiana, José Ruiz Fernández, Ángel López Masegosa, Bernardo Vicente Romero, Francisco Sabio Sánchez, Antonio Recio Téllez y Nicolás Sánchez Martínez37. Bajo esta directiva, la central ugetista comenzó a desplegar cada vez una mayor actividad dirigida a solventar algunos de los problemas más candentes de aquel momento. En este sentido, al igual que entre el resto de sindicatos, una de sus mayores preocupaciones fue el paro. Así, el mes de agosto estuvo marcado por la protesta generalizada de las centrales sindicales almerienses contra las subvenciones concedidas a la provincia para solventar este problema. De hecho, el día 8 de agosto se celebró una manifestación contra el desempleo que partió de la Puerta Purchena, y en la que se enarbolaron pancartas de la CNT, UGT, Falange Española (Auténtica) y otros grupos 36 37 IDEAL, 26-V-1977, página 20. La Voz de Almería, 1-VIII-1977, página 3; IDEAL, 2-VIII-1977, página 11. 12 políticos. Los lemas empleados fueron: “No al paro obrero”, “compañero únete” y otras antigubernamentales38. Por otra parte, la extensión de la Unión General de Trabajadores por la provincia comenzó a ser también una realidad. Prueba de ello es, por ejemplo, la constitución de las agrupaciones locales del PSOE y de la UGT en Vélez Rubio, hasta dónde se desplazaron Ángel López Masegosa, Enrique Pérez de Haro, así como Vicente Cañete Amérigo y José Tesoro Linares, presidente y secretario general provincial del partido39. En el caso de Sorbas, sin embargo, el acto fue puramente sindical, celebrándose en el cine Villaespesa de la localidad. Después de amplias disertaciones sobre la línea a seguir por la central, se eligió la ejecutiva local40. Esta misma situación se fue repitiendo a lo largo de este año en varios municipios más de la provincia almeriense, como fue el caso de Vera, dónde la Unión General quedó constituida el 17 de agosto, encontrándose su domicilio en el mismo lugar que el del PSOE41; en Alhama de Almería la agrupación local ugetista se creó el 19 de septiembre a las 10 de la noche en el cine “Anysol” de la localidad42; en Benahadux este acto tuvo lugar tan sólo un día después43; en Balerma la presentación de la UGT tuvo lugar en septiembre, asistiendo por la ejecutiva provincial José Ruiz y Nicolás Sánchez44. 38 La manifestación terminó por ser disuelta por la policía en la Avenida del Mar, sin que se diese incidente alguno (La Voz de Almería, 9-VIII-1977, página 17). No tan pacífica fue la que se volvió a celebrar el día 16 de ese mismo mes, cuando los partidos y organizaciones de izquierda organizaron un “Acto Ciudadano” en el muelle de levante, en el que intervendría el diputado Joaquín Navarro Estevan. Intermitentemente la manifestación fue disuelta por las fuerzas del orden por entender que ésta era ilegal. Los enfrentamientos acabaron con el levantamiento de una barricada en la Plaza del Educador y la contusión del periodista Manuel Gómez Cardeña (La Voz de Almería, 17-VIII-1977, página 14). 39 IDEAL, 10-VII-1977, página 17. 40 Ésta quedó constituida de esta manera: secretario general: Andrés Trabalón López; secretario de organización: Felipe García Cruz; prensa y propaganda: Antonio Martínez Martínez; administración: Alfonso García Gil; formación: Manuel Mañas Monvera; vocales: Cristóbal Martínez Ramírez y José Requena Ramírez. La Voz de Almería, 18-XI-1977, página 17. 41 En esta ocasión, la ejecutiva estuvo formada por: secretario general: Fernando Guisado Janeiro; organización: Rosa Ramírez Carmona; formación: Pedro Cañada Cazorla; administración: Manuel Rodríguez Verdegay; prensa y propaganda: Melchor Flores López y secretario sindical: Pedro Baraza Céspedes. La Voz de Almería, 25-VIII-1977, página 21. 42 Su junta directiva quedó así: secretario general: Manuel Escámez Soria; organización: Juan José Rodríguez García; formación: Miguel Pérez Martínez; prensa y propaganda: Aurelio Navarro Fornieles; administración: Mario Martínez Arcos; vocales: Ana María Romero Cantón, Antonio Bueno Portero, José Ruiz Pozo y Fernanda Martínez García. La Voz de Almería, 21-IX-1977, página 11. 43 Encabezó la ejecutiva Francisco Díaz Úbeda como secretario general, actuando junto a él: secretario de organización: Manuel Berenguer Góngora; formación: José Cazorla García; administración: Juan Rodríguez Sánchez; prensa y propaganda: Manuel Cazorla Aguilar y vocales: Juan Gómez Carmona, Luis Molina López, José Meca Torres y José Cazorla Góngora. La Voz de Almería, 22-IX-1977, página 11. 44 IDEAL, 7-IX-1977, página 1. 13 Y mientras esto sucedía en los pueblos, en Almería capital45 comenzaban a crearse también nuevos sindicatos como el del comercio, cuyos trabajadores fueron convocados a una asamblea el día 16 de septiembre en la calle Martínez Campos, número 22. El orden del día a tratar, además de la constitución del sindicato, era: información de la línea sindical de UGT, elección del comité ejecutivo, estudio y debate de la problemática del sector y ruegos y preguntas46. A principios de septiembre se organizó el sindicato de la Construcción adscrito también a esta central47, el de la madera48, … El sindicato de hostelería ugetista, por su parte, fue también de los que más actividad presentó, dada la huelga que el sector protagonizó ante los salarios tan ínfimos que percibían49. Pero sin duda alguna, el tema que centró la atención de los ugetistas en los últimos meses de 1977 fue el de la unificación o fusión con la Unión Sindical Obrera. La relación de ambos sindicatos se había centrado hasta el momento en que, junto a las Comisiones Obreras, emprendieron las negociaciones para crear el organismo unitario que representase a las tres centrales en el proceso de unidad de acción sindical50. Sin embargo, la tensión entre ambas se comenzó a hacer más latente cuando en octubre se planteó en el ámbito nacional la disolución de USO y su integración en la UGT, algo a lo que los miembros de Almería se negaron rotundamente. Es más, la ejecutiva provincial se manifestó al respecto con estas palabras: “La Ejecutiva Provincial de USO se reafirma en la consolidación de la USO como alternativa sindical diferenciada de carácter autónomo y socialista autogestionario. Esta ejecutiva denuncia públicamente las conversaciones que miembros de la Ejecutiva Confederal están llevando con la UGT con el único fin de buscar la fusión con la central”51. El caso es que la fusión se convirtió en el paso de un gran número de miembros de la USO a las filas de la UGT, que vio reforzadas sus fuerzas con ello. 45 Uno días antes de la elección de Pedro Alonso como secretario general, ya se había creado el Sindicato Provincial de Alimentación, cuya presidencia fue ocupada por Félix Fernández Cruz. IDEAL, 24-VII1977, página 16. 46 La Voz de Almería, 15-IX-1977, página 14 y 20-IX-197, página 10. 47 La secretaría general, en esta ocasión, recayó en Juan Barón Segura. IDEAL, 6-IX-1977, página 1. 48 IDEAL, 16-IX-1977, página 1. 49 Las negociaciones y el desarrollo de la huelga pueden ser seguidas tanto en el IDEAL como en La Voz de Almería durante los meses de julio y agosto de 1977. 50 Este organismo estuvo formado por tres representantes, uno por cada central. IDEAL, 6-IX-1977, página 13. 51 Nota publicada en La Voz de Almería, 28-IX-1977, página 11. Estas palabras, evidentemente, encontraron respuesta de la UGT también a través de la prensa, en dónde se puede seguir el debate mantenido a lo largo de estos meses por ambas centrales. (La Voz de Almería, 24-XII-1977, página 11). 14 He aquí la descripción somera de algunas líneas de la organización ugetista almeriense durante los primeros momentos de la transición, en la que el papel de Pedro Alonso Hernández como secretario general hubo de ser relevante. Sin embargo, tal y como sucediera en el PSOE, el relevo generacional al frente de la sindical no se hizo esperar, y en cuestión de meses se produjo la renovación en la dirección de la UGT. Así pues, ésta tuvo lugar entre finales de 1977 y abril de 197852. Aunque no tuvo repercusión en la prensa, la directiva que sustituyó a la que encabezaba Pedro Alonso Hernández eligió a Enrique Pérez de Haro como secretario general53. Quedaba así fuera del estrato sindical más alto y representativo de la UGT de Almería Pedro Alonso Hernández, cuya labor, no obstante, fue primordial en la reestructuración de esta central en los primeros instantes de la Transición a la democracia. Desconocemos la actividad o labor tanto profesional como personal que Pedro Alonso realizó a partir de entonces, en tanto que no tuvo descendencia directa. Además, en torno a su figura siempre existió bastante misterio54. Sea como fuere, el caso es que con estas breves páginas hemos intentado, a través de la memoria de esta persona, reconstruir los primeros pasos de la UGT en Almería en los años de la transición, cuyos parámetros por otra parte no difieren de los seguidos por el PSOE, dado que fueron personas como Pedro Alonso las que intervinieron en ambos procesos. 52 En este mes se celebró un congreso provincial extraordinario en el que de nuevo se renovó la junta directiva. A este congreso asistieron 25 uniones locales y 16 federaciones y sindicatos que representaban a 8.397 militantes. La mesa quedó presidida por Juan Santaella, mientras que la Comisión Ejecutiva quedó de esta manera: presidente honorífico: Juan Segura Murcia; secretario general: José Antonio Amate Rodríguez; secretario de organización: Eduardo Vela Ripoll; secretario de administración: José Castro Delgado; secretario de prensa y propaganda: Francisco Ruano López; secretario de relaciones políticosindicales: José María Pérez García; secretario de acción reivindicativa: José Carmelo García Rodríguez; coordinación zona norte: María Tapia Domínguez; coordinación zona sur: Salvador Ferrón Garrido.; vocales: Roque López López, Diego López López, Joaquín Fernández Navarro, José M. Cuadrado García, Juan Moya Carreño, Antonio Ramírez Caparrós, José Arcos Milán y Antonio Amate Campos; comisión revisora de cuentas: José Luis Gallo, Miguel Bueno Mueno y Francisco Méndez. 53 Al menos así nos lo confirmó José Joaquín Céspedes Sánchez, quién formó parte además de la misma. Asimismo, recuerda que en esta comisión ejecutiva José Antonio Amate Rodríguez ocupaba la secretaría de propaganda (entrevista ya citada). 54 José Joaquín Céspedes Sánchez recuerda que “Pedro Alonso era una cosa muy enigmática, nada más que había sufrido mucho, le habían pegado mucho, y que había como un pacto de no hablar nada de los viejos (…)”. (Entrevista ya citada). 15