Transición Del Estado Benefactor, Neoliberalismo Y

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES ÁREA HISTÓRICO-SOCIAL HISTORIA DE MÉXICO II UNIDAD 4 TRANSICIÓN DEL ESTADO BENEFACTOR, NEOLIBERALISMO Y GLOBALIZACIÓN (1970-hasta nuestros días) Grupo de trabajo: Tlamatinime (El que ilumina el rostro ajeno con el conocimiento) Coordinadores: Susana Huerta González y Miguel Carlos Esquivel Pineda Responsable de la Unidad: Eréndira Cornejo López Integrantes del Seminario: Eréndira Cornejo López, Rosalina Bautista Pérez, Héctor Bernal González, Susana Huerta González, Miguel Carlos Esquivel Pineda, Ernesto García Palacios, Áurea González Leal, Elizabeth González Torres, José Guzmán Rodríguez, Graciela Maldonado Figueroa, Tomás Montes Hernández, Lourdes Pirod Posada, y Lucia Salgado Bernal. 1 INTRODUCCION Después del movimiento estudiantil de 1968 el gobierno demostró que era incapaz de encabezar a la nueva sociedad inconforme y carente de medios para expresar sus puntos de vista, debido al férreo control gubernamental sobre los medios de comunicación. El Estado intentó recuperar terreno, los esfuerzos de los presidentes Luís Echeverría y López Portillo por conciliarse con los grupos inconformes otorgando amnistías, creando la UAM, el Infonavit, promoviendo reformas electorales, discursos a favor de la democracia e intentos por estrechar relaciones con diversos grupos, fracasaron. El crecimiento económico comenzó a debilitarse, hubo un déficit en la balanza comercial, Echeverría fracaso en su reforma fiscal y endeudó al país, las tensiones con los empresarios se agravaron y surgió el Centro Coordinador Empresarial como organismo representativo de éstos con el objeto de presionar al gobierno. A partir de 1973 se dio la inflación, la devaluación del peso en 1976 y la posterior eliminación de los 000. Echeverría recurrió al FMI para superar la crisis del 76. Fue una época de activismo de grupos políticos de distintas tendencias a la par del desarrollo de la guerra sucia por parte del gobierno. Mientras que el gobierno alardeaba a favor del tercer mundo e ideas progresistas. El auge petrolero de 1978 estuvo vinculado y en cierta forma beneficiado por la crisis mundial iniciada en 1973. Los funcionarios gubernamentales creían que podían pagar la enorme deuda externa con el petróleo. El auge del gasto público disminuyó en cierta forma la desigualdad social y regional. Se creo la Conapo para controlar el aumento demográfico, pues se sabía que la economía era incapaz de incorporar a una población que crecía elevadamente. 2 López Portillo impulsó una reforma para incorporar a la lucha partidaria a fuerzas políticas consideradas minoritarias mediante el sistema de representación proporcional. Aunque el legislativo continuaba subordinado al ejecutivo. Para 1981-82, disminuyó el precio del petróleo, la inflación llegó casi al 100% y la medida tomada fue expropiar la banca los políticos pensaban que los males de la economía residían en el gasto público excesivo Fue así que el presidente Miguel De la Madrid disminuyó el gasto público e inició la venta de empresas estatales para disminuir el déficit. El desempleo creció y abrió paso al autoempleo. Y se generó la movilización de grupos inconformes. Hubo una paulatina apertura al mercado mundial. La industria maquiladora y las empresas automotrices entraron en auge. Es en este periodo donde se da el cambio de la política económica denominada del Estado Benefactor al llamado Neoliberalismo. Desde el punto de vista político para las elecciones de 1988 de una división del PRI surgió la Corriente Democrática encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y posteriormente se funda el Frente Democrático Nacional. La “caída del sistema” en 1988 provocó reacciones contrarias de los partidos de oposición. El gobierno salinista continuó con las prácticas políticas neoliberales; “adelgazó” al Estado, vendió empresas, eliminó el reparto de tierra y otorgó reconocimiento legal a las iglesias. Entre 1989-90 se renegoció la deuda pública, se redujo el presupuesto al sector salud y la educación. En el campo sólo se apoyó a quienes podían pagar la exportación. Se impulsó la apertura comercial y las exportaciones como sustento del desarrollo nacional y se firmó el TLC. 3 En 1993 surgió el movimiento de El Barzón. Reclamando una serie demandas sociales con políticas enfocadas a fortalecer los derechos de los pueblos indios surgió el EZLN en 1994. En 1994, en julio Ernesto Zedillo ganó las elecciones. A finales de 1994 se devalúo el peso casi un 100%, decreció la economía, aumentó el desempleo. Ernesto Zedillo con la ayuda de Estados Unidos recuperó el crecimiento económico a cambio del Fobaproa. Se incrementó la migración hacia EU, lo que significó una gran aportaron de divisas para México. Dentro de las transformaciones sociales: se reforzó la participación de los ciudadanos en la opinión, en la defensa de sus derechos. En 1996 se dio plena autonomía al Instituto Federal Electoral expresando el agotamiento del viejo arreglo político basado en la hegemonía del PRI. Se dio lugar a la elección del Jefe de gobierno del DF. En el 2000 hubo un mejoramiento en la situación social, pero casi dos tercios de la población podría considerarse pobre. En el aspecto geográfico cada vez eran más evidentes las diferencias entre regiones ricas y pobres. Las elecciones del 2000 se dieron en un escenario hostil y con una economía pobre. El triunfo de Vicente Fox fue un cambio fundamental pero solamente en el terreno político, dejando atrás la etapa del partido oficial y su vínculo con el presidente de la república y el paso del poder después de mas de 70 años a un partido de oposición, sin el modelo económico se ha continuado aplicando .hasta hoy. 4 Usando textos alusivos al tema, videos y conferencias se trabajará esta unidad con el objeto de clarificar y ampliar los conocimientos de los alumnos al respecto y hacer conciencia de dos aspectos principales: -Los acontecimientos contemporáneos son también Historia, no solo los acontecimientos remotos. -Que los alumnos y nosotros somos sujetos de la Historia y podemos influir en ella para modificarla y hacer de nuestra sociedad una sociedad mejor. 5 HISTORIA DE MÉXICO II. UNIDAD IV. TRANSICIÓN DEL ESTADO BENEFACTOR, NEOLIBERALISMO Y GLOBALIZACIÓN (1970-Hasta nuestros días) (1) ROPUESTA VOCABULARIO PARÁME- TEMÁTICA DEL HISTÓRICO TROS DE PROGRAMA SABER PROCEDIMENTAL EL TALLER DEL HABILIDADES ACTIVIDADES HISTORIADOR TRANSVERSALES LA Estado benefactor. Comprensión de cómo se dio un cambio de modelo económico sin cambiar de partido en el poder. Neoliberalismo Privatizaciones Hechos 2.El neoliberalismo mexicano en el contexto de la globalización ACADÉMICAS QUE Conocer una de las características del cambio de modelo: las privatizaciones de las empresas del Estado. Investigación histórica. Uso de la hemerografía como fuente de la historia. Seleccionar discriminar información y ESTUDIANTE Lectura de los materiales asignados. Elaboración histórico Dibujar Debate privatizaciones Debatir de friso 3.Recomposición del sistema político Transición Alternancia Oposición Hechos Comprensión de cómo aún con el cambió de partido en el poder, (uno de “oposición”) se continúa con el modelo económico Comprensión del voto de la población. Como no le da a Fox un cheque en blanco pues la mayoría en las cámaras es de la oposición Textos: “1970-2000” Tomado de Historia Mínima de México. (Título adaptado) Friso cronológico sobre Aprender a expresar lúdicamente (mediante dibujos) los cambios en la historia de México del 70 al 2000. Partidos políticos. PRODUCTO CORRESPONDEN AL HISTORIA 1. Contradiccio-nes del Estado benefactor y sus repercusiones. MATERIALES “La huelga de Cananea” en Cien años de Lucha de clases, 1976-1986, de Ismael Colmenares Et. Al. México 1988. Quinto Sol. Artículo Periódico “La Jornada”. México S. A. Germán Larrea. 27 de febrero de 2006. Análisis político de la historia Observación y análisis del contenido del video. Observar. Analizar. Lluvia de ideas para sacar conclusiones Aportar ideas. Participar debate. en el Reflexionar sobre la vida política actual. Responder preguntas. . Video: México Historia de su democracia, núm. 11 “La alternancia y los problemas de la democracia (20002003)” (30 minutos) Artículo periódico “La Jornada”, “Senadores y Diputados” de Octavio Rodríguez Araujo 6 de abril del 2006. Ideas principales del video. Preguntas contestadas Atender a la importancia del trabajo que deben hacer los miembros de las Cámaras. Observar y analizar. 6 HISTORIA DE MÉXICO II. UNIDAD IV. TRANSICIÓN DEL ESTADO BENEFACTOR, NEOLIBERALISMO Y GLOBALIZACIÓN (1970-Hasta nuestros días) (2) 4.Movimientos sociales emergentes en oposición al neoliberalismo Movimientos sociales. Oposición. Sujetos Aprender que no solo los héroes son los sujetos de la Historia sino que también lo son los pueblos, las organizaciones sociales, políticas, militares, las minorías. Comprender el impacto del movimiento zapatista cuando se firmaba el TLC y lo que eso significó para la historia nacional. 5. Los efectos de la globalización y la crisis de valores. Aprender a leer, analizar y a debatir. Comprender los orígenes de la globalización y nuestro lugar en ésta. Globalización. Estado-nación Tiempo Soberanía. Aprender lo que es México como Estado-nación. Justicia social Hechos 6. La sociedad mexicana y los posibles escenarios en el siglo XXI. Migración Conocer la posición del autor ante la globalización. El estudio de los movimientos sociales como sujetos de la Historia. Revisar los textos a la luz de “nuestra entrada al primer mundo” Debatir Reflexionar el ir y venir en la historia de los textos zapatistas. Análisis a través de la Historia Retrospectiva. Análisis de los procesos históricos contemporáneos. Observar, analizar Responder cuestionario. Estudiar las teorías de la migración. Encontrar similares. Trabajar con historia oral. Sujetos Hechos Trabajar historias de vida. Leer. Elaborar Historia de usando testimonios. Observar el video y responder lo siguiente: 1. Que es la globalización, sus orígenes. 2. Como y cuando se forman los Estados nacionales. 3. Que significa hablar de la soberanía nacional. 4. Que salidas plantea el conferencista ante la globalización para nuestros países. Análisis de las conceptos en la historia. Reconocer las condiciones de los jóvenes migrantes mexicanos en California. historias Leer una vida los Revisar la lectura atendiendo a las declaraciones de los jóvenes informantes. Elaborar una Historia de vida, usando la historia oral, con la experiencia de algún joven migrante. Comparar las dos experiencias y reflexionar sobre ello. “Declaración de la Selva lacandona” (1993) de la Comandancia General del EZLN-. extraído de la página de Internet www.ezln.org Conferencia de Lorenzo Meyer en la mesa redonda “la globalización y el Estado nacional” realizada en la UDUAL el 3 de febrero Conclusiones Cuestionario resuelto. de 2006. (25 minutos) Texto “Jóvenes migrantes y experiencias de inserción en el campo californiano” de Manuel Adrián Hernández Romero. (estudiante del doctorado en Antropología del CIESAS). Historia vida. de Reflexiones comparativas. Historia de vida. 7 Primera segunda y tercera sesión -Contenidos temáticos 1. Contradicciones del Estado benefactor y sus repercusiones. 2. El neoliberalismo mexicano en el contexto de la globalización -Aprendizaje Entender la transición de una economía regida por el Estado a la neoliberal. Comprensión de cómo se dio un cambio de modelo económico sin cambiar de partido en el poder. Conocer una de las características del cambio de modelo: las privatizaciones de las empresas del Estado. -Estrategia Elaboración de un friso histórico. Elaboración de comentario crítico Ejercicio de retrospección -Problema. ¿Qué repercusiones tuvo para el país que hubiera un cambio de modelo económico cuando gobernaba un partido que había defendido otro durante 50 años? 8 -Material de trabajo. Texto: “1970-2000” extraído de, Aboites Aguilar, Luís, “El último tramo, 1929-2000”, en Nueva historia mínima de México, México, El Colegio de México, 2004. 315 págs. Pp. 280302 (Título adaptado) Texto: “La huelga de Cananea” en Cien años de Lucha de clases, 1976-1986, de Ismael Colmenares et.,al., México 1988,Quinto Sol. Artículo de La Jornada “Cananea otra vez” de Luís Hernández Navarro del 21 de abril de 2006. -Habilidad básica de la disciplina Lectura de comprensión Dibujar Lectura crítica -Realización de la actividad (parte operativa) Con una clase de antelación los alumnos leen y subrayan el texto “1970-200” (título adaptado) teniendo presente que usando está información elaborarán un friso histórico. Durante la primera sesión, por equipo, elaboran un borrador del friso histórico el cual es revisado por el profesor con el objeto de hacerles algunas recomendaciones en cuanto a la forma y al fondo. De tarea elaboran en cartulinas usando dibujos hechos por ellos indicándoles que no pueden usar estampitas de papelería ni ningún tipo de material impreso y debiendo anotar con una “c” si el acontecimiento es conocido para ellos y una “n” si es algún conocimiento nuevo. 9 En la segunda sesión exponen sus frisos en el salón pegándolos en paredes, ventanas y pizarrones y grupalmente hacemos una revisión de los mismos pasando todos a observar cada uno de ellos tomando en cuenta la limpieza, la originalidad y el orden de los acontecimientos. Al terminar la observación se busca resaltar grupalmente lo referente al cambio de modelo económico de la economía del Estado de bienestar al neoliberalismo. Con antelación los alumnos releerán el texto “La Huelga de Cananea” revisado en la unidad I del curso y leerán y subrayarán el artículo “México S. A:” de Germán Larrea” que se refiere a la privatización de la empresa Cananea. indicándoles que la intención es hacer un ejercicio de retrospección y a la vez conocer un ejemplo concreto el cambio de política económica del Estado en los 90s. En la tercera sesión se pide grupalmente que reseñen oralmente el contenido del artículo de Larrea y que pongan atención en la forma y las características de la privatización de una empresa estatal, empresa con un gran contenido histórico haciendo un recordatorio de la huelga de Cananea de 1906. -Habilidad básica transversal Seleccionar y discriminar información Dibujar Debatir Propuesta de evaluación Tener claridad de las características de una economía de bienestar a una neoliberal Comprensión de cómo se dio un cambio de modelo económico sin cambiar de partido en el poder. 10 Conocer una de las características del cambio de modelo: las privatizaciones de las empresas del Estado. Aprender a expresar lúdicamente (mediante dibujos) los cambios en la historia de México de 1970 al 2000. 11 Cuarta y quinta sesión. -Contenido Temático 3. Recomposición del sistema político -Aprendizaje Conocer las características de las elecciones del 2000 viéndolas desde la óptica del triunfo de un partido de oposición que no requirió de un cambio de modelo económico -Estrategia. Observación y análisis de un video Lectura analítica Resolución de preguntas de forma reflexiva. -Problema. ¿Qué fue lo que posibilitó que después de más de 70 años pudiera ganar la presidencia un partido de oposición? ¿Qué papel jugó en este triunfo la persistencia de un mismo modelo económico? -Material de Trabajo. Video: México Historia de su democracia, núm. 11 “La alternancia y los problemas de la democracia (2000-2003)” (30 minutos) 12 Artículo de La Jornada, “Senadores y diputados” de Octavio Rodríguez Araujo. 6 de abril del 2006. Habilidad básica de la disciplina. Observar y analizar un video como fuente de la Historia -Realización de la Actividad (parte operativa) Durante la cuarta sesión, los alumnos observan y analizan el contenido del video “La alternancia y los problemas de la democracia (2000-2003)” y llevan a cabo una lluvia de ideas por escrito de forma individual. Sacan sus conclusiones y las expresan grupalmente. Responden de tarea la siguiente pregunta: ¿Consideras que las elecciones del 2006 serán similares a las del 2000? Si o no y porqué. En la quinta sesión presentan la respuesta a la pregunta y habiendo leído en casa el artículo “Senadores y y diputados” de Octavio Rodríguez Araujo responden lo siguiente: ¿Estás de acuerdo en que el partido en el poder debe tener mayoría en las cámaras? Si o no y porqué. A partir de la resolución de estas preguntas se realiza una discusión grupal, sacando algunas conclusiones respetando los distintos puntos de vista expresados por los alumnos haciendo una reflexión sobre la vida política actual. -Habilidad básica transversal Observar. Analizar. 13 Aportar ideas. Participar en el debate -Propuesta de Evaluación. Capacidad de observación Capacidad de síntesis Participación en la discusión. 14 Sexta sesión. -Contenido temático 4. Movimientos sociales emergentes en oposición al neoliberalismo -Aprendizaje. Los movimientos sociales como sujetos de la Historia. -Estrategia. Lectura y análisis de un documento. -Problema ¿Significó un golpe significativo para el gobierno que hablaba de nuestra entrada al primer mundo, el surgimiento del movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional el 1º. De enero de 1994 en el estado de Chiapas? -Material de trabajo “Declaración de la Selva lacandona” (1993) de la Comandancia General del EZLN, extraído de la página de Internet www.ezln.org -Habilidad básica de la disciplina El uso de documentos como fuentes de la Historia. 15 -Realización de la Actividad (parte operativa) Con antelación los alumnos revisan el documento a la luz de “nuestra entrada al primer mundo” atendiendo a las denuncias y demandas de los zapatistas y a las referencias históricas del mismo. Discusión grupal del contenido del documento buscando la opinión de los alumnos respecto al movimiento en relación a si ésta es favorable a éste o no y porqué. Reflexión respecto al ir y venir en la historia dentro del contenido del documento llamando la atención a las referencias históricas del mismo. -Habilidad básica transversal Leer Reflexionar Debatir -Propuesta de Evaluación. La comprensión de la importancia de un movimiento indígena como muestra de la lucha por la sobrevivencia de un sector que ocupa el 10% de la población nacional. Comprensión de la persistencia de las formas de vida precarias de este sector. Comprensión de que el neoliberalismo no ha resuelto los problemas básicos de los pueblos indígenas. Análisis y reflexión de documentos históricos. 16 Séptima sesión -Contenido declarativo 5. Los efectos de la globalización y la crisis de valores -Aprendizaje Comprender en qué consiste la globalización, nuestro lugar en el proceso y las formas posibles de enfrentarnos a éste. -Estrategia Usar la Historia Oral como fuente de la Historia -Problema ¿A significado la globalización el debilitamiento de los Estados Nacionales? ¿Cuáles son las posibilidades de éstos de fortalecerse y defender su soberanía? -Material de trabajo Conferencia de Lorenzo Meyer en la mesa redonda “la globalización y el Estado nacional” realizada en la UDUAL el 3 de febrero de 2006. (25 minutos) -Habilidad básica de la disciplina. Escuchar y analizar la información vertida por el conferencista. 17 -Realización de la Actividad (parte operativa) Los alumnos asisten a una sala de SILADIN y escuchan y ven la conferencia. Con antelación se les dicta el siguiente cuestionario con el objeto de que lo vayan respondiendo al ir escuchando dicha conferencia. 1. Que es la globalización, sus orígenes. 2. Como y cuando se forman los Estados nacionales. 3. Qué significa hablar de la soberanía nacional. 4. Qué salidas plantea el conferencista para nuestros países ante la globalización. Responder grupalmente y analizar las respuestas. -Habilidad básica transversal Observar, analizar Responder cuestionario -Propuesta de evaluación La comprensión de los orígenes y las características de la globalización y nuestro lugar en ésta. El aprendizaje de lo que es México como Estado-nación. El conocimiento de la posición del autor ante la globalización 18 Octava sesión -Contenido declarativo. 6. La sociedad mexicana y los posibles escenarios en el siglo XXI. -Aprendizaje Problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad en este siglo. -Estrategia Usar la Historia Comparada como forma de estudio de los hechos históricos. Problema ¿Cuáles son las causas de la migración y como puede enfrentarse? -Material de trabajo. Texto “Jóvenes migrantes y experiencias de inserción en el campo californiano” de Manuel Adrián Hernández Romero. (estudiante del doctorado en Antropología del CIESAS) Historia de vida. -Habilidad básica de la disciplina. Historia comparada. -Realización de la actividad (parte operativa) Con antelación a la clase los alumnos leen y subrayan la lectura asignada atendiendo a las declaraciones de los jóvenes informantes. 19 Elaboran individualmente, con antelación también un testimonio por escrito, usando la historia oral, de la experiencia de algún joven migrante conocido por ellos o un relato expuesto por alguna persona que haya conocido a alguien en esa condición. Elaboran individualmente también una síntesis atendiendo a las semejanzas y diferencias que encontraron en el texto y en su testimonio. Leen al grupo sus escritos y los comentan. -Habilidad básica transversal. Leer Elaborar un testimonio Hacer comparaciones. Sacar conclusiones. -Propuesta de evaluación. Haber aprendido a trabajar la Historia Comparada. Comprender la migración como un problema grave para nuestro país o si ya tenían esta idea haber profundizado sobre ella. 20 MEXICO (1970-2000) DESAJUSTES Y LA RESPUESTA ESTATISTA, 1958-1982 Crecimiento económico y estabilidad política eran los signos más destacados del país en estos años. Al gobierno del mexiquense Adolfo López Mateos (1958-1964) le correspondió organizar en 1960 los festejos del 50 aniversario de la Revolución de 1910. La clase gobernante se mostraba orgullosa de sus logros en la conducción de la nación. Podían presumir de avances en materia de salud, educación e infraestructura, y de fortalecimiento de la ciudadanía gracias al otorgamiento del derecho al voto a las mujeres en 1953. En el tema de salud, por ejemplo, la mortalidad infantil se había reducido de manera drástica, de 27 a 12 por cada mil habitantes. Ya no era tan común como antes que las familias perdieran hijos. Los asegurados del IMSS sumaban cuatro millones y el ISSSTE daba cobertura a otros 500 000. El analfabetismo se había reducido de 62% en 1930 a 45% en 1960. La superficie irrigada gracias a inversiones del Estado sumaba 1.4 millones de hectáreas. Desde 1950 podía recorrerse el territorio nacional por vía terrestre, de la frontera con Guatemala, en Chiapas, a Ciudad Juárez, Chihuahua. La producción de petróleo casi se había triplicado desde 1938 y la generación de energía era siete veces mayor que en 1930. La agricultura y la industria mostraban también aumentos considerables. Para mejorar la oferta eléctrica y dar paso al sistema nacional interconectado, en 1960 el presidente López Mateos resolvió adquirir las empresas eléctricas extranjeras. En fin, de diversas maneras los gobernantes creían rendir buenas cuentas de su gestión al frente de los gobiernos revolucionarios, como se llamaban a sí mismos una y otra vez. López Mateos se daba el lujo de declararse de "extrema izquierda" dentro de la ideología de la Revolución mexicana. Esas declaraciones, y medidas como la adquisición de la industria eléctrica y la aparición de los libros de texto gratuito inquietaron a los empresarios. Temían una expansión estatal que redujera su campo de acción e influencia. A los gobernantes no les faltaba razón. Si se mira con cuidado, el país se había transformado notablemente desde 1930. Al crecimiento de la población y a la rápida migración hacia las ciudades, se sumaba el desarrollo de una amplia clase media urbana cuyas dimensiones no tenían precedente en la historia del país. Su expansión obedecía al aumento de empleados y funcionarios de empresas privadas, de burócratas, profesionistas independientes y pequeños empresarios. Esa clase media se nutrió de la prosperidad económica, del gasto público en salud, educación e infraestructura y, en general, del conjunto de políticas, ideas y valores que asociaban el crecimiento del país a la ampliación del mercado interno. Un indicador grueso pero quizá elocuente de esta dinámica social es el incremento de casi 15 veces en el número de alumnos de las universidades del país: de 23 000 en 1930 a 335 000 en 1970. Obras como la Ciudad Universitaria, inaugurada en 1952, o el enorme fraccionamiento de Ciudad Satélite, junto al Distrito Federal, iniciado en 1953, o la apertura de grandes tiendas departamentales, eran otros tantos componentes de la expansión urbana. Otro indicador que ilustra este movimiento económico pero también social y cultural es el aumento de 19 veces del número de automóviles entre 1930 y 1970: de 63 000 a 1 200 000. Los usuarios de teléfonos se multiplicaron casi por diez entre 1940 y 1970: de 88 000 a 859 000. Estos números son meros indicios de los cambios en la vida cotidiana de las ciudades. A ello habría que sumar las lavadoras, refrigeradores, radios, tocadiscos, televisores, máquinas de coser que impusieron nuevas rutinas en los hogares. Nuevos patrones de 21 consumo, nuevas percepciones, nuevas prácticas laborales y formas de ocio y diversión, así como la creación de expectativas de ascenso social gracias a la educación o bien al empeño y a la disciplina familiar con vocación empresarial, contribuían a configurar una sociedad menos provinciana y agraria. Una sociedad más cosmopolita y urbana tomaba su lugar. En esa febril transformación social había sectores inconformes. El crecimiento económico beneficiaba sólo a una parte de la población, principalmente la de las ciudades, mientras que en el campo mostraba rezagos. A la vez que se expandía la clase media, en las ciudades empezaron a formarse enormes cinturones de migrantes pobres. La desigualdad era por ello un componente esencial de la realidad nacional. Un cálculo de la distribución del ingreso entre 1950 y 1963 daba resultados alarmantes: 10% de la población más rica concentraba casi la mitad de la riqueza nacional. Las inconformidades de obreros y campesinos habían sido resueltas a veces por medio de concesiones y negociaciones y a veces por medio de la violencia. En 1951, por ejemplo, se había ignorado una penosa "Caravana del hambre" de miles de mineros y sus familias, quienes caminaron 1 400 kilómetros desde Nueva Rosita, Coahuila, hasta la capital del país. Protestaban por el maltrato laboral de la empresa estadounidense American Smelting and Refining Company En 1958 telegrafistas, petroleros y maestros sufrieron la represión y el encarcelamiento de algunos líderes. En Baja California, Chihuahua y San Luis Potosí tuvieron lugar movilizaciones político-electorales que mostraban un incipiente desgaste de los métodos autoritarios del partido oficial y en general del gobierno federal. En 1959 una gran huelga ferrocarrilera fue reprimida por el ejército; varios de sus dirigentes, entre ellos Demetrio Vallejo, fueron a dar a la cárcel acusados del delito de disolución social y allí, permanecieron durante años. A tono con las ideas que predominaban en Estados Unidos y México en esos años por el enfrentamiento con la Unión Soviética (la llamada guerra fría), los ferrocarrileros fueron acusados de comunistas. En 1962 el ejército acribilló al líder campesino independiente Rubén Jaramillo y a su familia. Este clima de gran inconformidad se vio alimentado por la Revolución cubana. Guerrilleros encabezados por Fidel Castro: tomaron el poder en enero de 1959, derrocando al dictador Fulgencio Batista. La tensión con el gobierno estadounidense fue agravándose hasta que en 1961 Castro se declaró marxista-leninista. Esa experiencia revolucionaria nutrió los ideales de los inconformes y radicales mexicanos y en general de toda América Latina. En 1961 se creó en México el Movimiento de Liberación Nacional, encabezado por el ex presidente Cárdenas, que intentó aglutinar distintos sectores que disentían del rumbo de las políticas gubernamentales. De otro lado, la iglesia católica, bajo el lema "Cristianismo sí, comunismo no", organizó diversas manifestaciones públicas que tensaron aún más el ambiente político. En ese contexto los empresarios más ricos del país, no más de 30, crearon el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), una organización que pronto ejercería gran influencia económica y política. Ese consejo se sumó a los organismos empresariales más antiguos, tales como la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y la Asociación de Banqueros de México. En una enrarecida atmósfera política y diplomática, el gobierno de Estados Unidos inició una campaña para contrarrestar las simpatías que despertaba la experiencia cubana en América Latina. Como expresión de la guerra fría, entre 1962 y 1964 presionó a los gobiernos 22 latinoamericanos para aislar económica y diplomáticamente a Cuba. Pero en ese terreno México se negó a sumarse a la iniciativa estadounidense. Fue el único que se mantuvo firme en su postura independiente en la Organización de Estados Americanos. Eso le valió prestigio internacional. Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense impulsó una "Alianza para el Progreso" encaminada a prevenir nuevos brotes insurreccionales en América Latina mediante diversas reformas sociales y políticas. En ese contexto se ubica la adopción en México del sistema de diputados de partido, que permitió el acceso al Congreso de la Unión de un reducido número de diputados opositores a partir de 1964. El sucesor de López Mateos fue el poblano Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). Éste inició su gobierno enfrentando un movimiento de médicos internos y residentes del IMSS, del ISSSTE y de otras instituciones médicas. A este conflicto se sumó otro de distinto carácter. El 23 de septiembre de 1965 un pequeño grupo atacó el cuartel militar de Madera, Chihuahua. Aunque ese brote guerrillero fue rápidamente sofocado, marcó el inicio de un periodo de actividad de varios grupos armados que, influidos por la experiencia cubana, intentaron transformar el país; por la vía violenta. La mayor parte de la población, argumentaban los guerrilleros, vivía en condiciones miserables por la explotación capitalista. Algunos operaban en las ciudades y otros, como los grupos encabezados por los maestros normalistas Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, lo hacían en el campo, en este caso en las montañas de Guerrero. Pero sin duda el acontecimiento clave en los desajustes del arreglo político nacional fue el movimiento estudiantil de 1968, un año de grandes protestas de jóvenes en diversos lugares del mundo. Ese movimiento, y sobre todo su desenlace en la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, mostró la distancia entre una sociedad cada vez más urbana y diversa y un régimen político que imaginaba que su empeño modernizador jamás se tornaría en una amenaza o en un desafío a su autoridad. Ese episodio de represión reveló un régimen político incapaz de negociar y arreglar un conflicto que había comenzado como un simple pleito entre estudiantes. El presidente Díaz Ordaz creía ver una conspiración comunista que amenazaba la estabilidad nacional. Conforme se acercaba el inicio de los XIX Juegos Olímpicos, que serían inaugurados en la ciudad de México el 12 de octubre de ese mismo año, la situación se fue complicando. En septiembre el ejército ocupó y desocupó las instalaciones de la UNAM así como las del IPN. El desenlace llegó en la tarde del 2 de octubre. En una trama que apenas empieza a desentrañarse, los estudiantes reunidos en la plaza de Tlatelolco fueron atacados por soldados del ejército. Ahora se sabe que la tropa respondía a una provocación de francotiradores situados en lugares estratégicos, siguiendo instrucciones de altos funcionarios gubernamental. Decenas murieron y centenares mas fueron recluidos al penal de Lecumberri entre ellos el escritor José Revueltas y el ingeniero Heberto Castillo. Esos presos políticos se sumaron a los de la huelga ferrocarrilera de 1959 y del movimiento médico de 1965. En protesta por la matanza, el poeta Octavio Paz, quien obtendría el Premio Nobel de Literatura en 1960, renunció al cargo de embajador mexicano en India. Después de 1968 fue evidente que el régimen político era cada vez más incapaz de encabezar a una sociedad urbanizada, plural, ilustrada y, sobre todo, inconforme y carente de medios para expresar sus puntos de vista. Esto último se relacionaba con uno de los rasgos más evidentes de la vida política: el férreo control gubernamental sobre los medios de comunicación tanto impresos como televisivos. La figura del periodista Jacobo Zabludowsky, conductor del noticiero televisivo más influyente durante décadas, es ilustrativa de ese 23 control informativo. Otro episodio de represión de estudiantes, ocurrido el 10 de junio de 1971 en la ciudad de México, ratificó la distancia entre opositores e inconformes y el Estado surgido de la Revolución de 1910. El Estado mexicano hizo esfuerzos para recuperar terreno mediante distintas estrategias. Sin embargo, un acontecimiento clave de la historia del siglo XX dificultó esa tarea. Se trata del fin de la época de oro de la posguerra, lo que se expresó en una disminución en el ritmo de crecimiento de la economía mundial. El año de 1973 es considerado precisamente como el fin de la era de la posguerra y el inicio de una época de crisis generalizada. En México, durante los mandatos de los presidentes Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), ambos oriundos de la capital, el gobierno intentó atraer a los grupos inconformes por medio de amnistías, apertura de nuevos centros de educación superior (como la Universidad Autónoma Metropolitana en 1974) y de mecanismos de apoyo a la clase trabajadora (como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Infonavit, creado en 1972), así como mediante reformas electorales y discursos altisonantes relativos a la apertura democrática y al nacionalismo. Destaca también el esfuerzo por estrechar relaciones con diversos grupos de intelectuales y artistas, por ejemplo mediante inversiones en la industria cinematográfica. "O Echeverría o el fascismo", llegó a decir un escritor cercano al régimen. Sin embargo, este esfuerzo gubernamental distó de ser exitoso. Veamos por qué. Por principio de cuentas el crecimiento económico comenzó a reducirse. Era síntoma del agotamiento de un modelo de desarrollo basado, desde la década de 1930 y sobre todo después de la segunda guerra mundial, en la industrialización por la vía de la sustitución de importaciones. La caída en la producción de alimentos y en la generación de divisas mostraba un sector agropecuario exhausto e incapaz de respaldar la industrialización. Cada vez era mayor la diferencia entre lo que exportaba el país y lo que importaba. Es lo que se llama déficit de la balanza comercial. Por otro lado, el ahorro interno ya no era suficiente para financiar la expansión económica. Comparado con otros países, el Estado mexicano era muy pobre. Como los empresarios tampoco se mostraban interesados en arriesgar sus capitales, la situación fue tornándose cada vez más grave. Aunque el presidente Echeverría intentó hacer una reforma fiscal para recaudar más impuestos, los empresarios se opusieron de manera rotunda. Ante ese fracaso, otro indicio de la debilidad presidencial, el gobierno mexicano decidió pedir préstamos externos para mantener e incluso elevar el gasto público. El déficit de las finanzas públicas, o la diferencia entre ingresos y egresos, no dejaba de aumentar. Así comenzó a acumularse una carga que pesaría sobre las generaciones siguientes. El 17 de septiembre de 1973 el poderoso empresario regio montano Eugenio Garza Sada, dueño de la Cervecería Cuauhtemoc y fundador del Tecnológico de Monterrey en 1943, fue asesinado en un intento de secuestro por parte de guerrilleros de la Liga 23 de Septiembre. Durante el funeral, los deudos reclamaron con furia al presidente Echeverría. Ese acontecimiento fue una de las principales fuentes de tensión entre el gobierno y algunos sectores empresariales. Tal tensión se fue agravando en vista de las grandes dificultades económicas que enfrentaba el país. En ese contexto, en 1975 nació el Centro Coordinador Empresarial, formado por organizaciones de industriales, comerciantes, patrones, banqueros y por el influyente CMHN. 24 Por su parte, sectores obreros, en especial los electricistas encabezados por Rafael Galván, sostuvieron una tenaz lucha contra el control sindical de los líderes oficialistas. La inconformidad bullía en varios sectores obreros y campesinos. Era una época de activismo de grupos políticos de distintas tendencias, desde maoístas hasta católicos vinculados a la Teología de la Liberación, es decir, la corriente que reclamaba una opción por; los pobres, sobre todo en América Latina. Además de estas dificultades había otra dimensión de la vida nacional que intentaba ser ocultada, la denominada "guerra sucia", es decir, la represión ilegal de los movimientos armados que se prolongó a lo largo de la década de 1970. En ejercicio de un derecho legítimo de someter a aquellos que lo desafiaban por la vía armada, el gobierno recurrió sin embargo a torturas, desapariciones y asesinatos de decenas de militantes y al amedrentamiento de sus familias. Mientras se llevaba a cabo esa guerra, el gobierno mexicano alardeaba con posturas progresistas y a favor del Tercer Mundo. Destaca el apoyo al gobierno del presidente chileno Salvador Allende y al de Cuba, y la acogida de miles de exiliados uruguayos, argentinos y chilenos, que escapaban de las dictaduras militares en sus países. Expresión del mal manejo de la economía fue la inflación, desatada a partir de 1973. En buena medida era resultado de las dificultades del mercado mundial pero también de la emisión de dinero y del aumento del gasto público sin respaldo efectivo. Si en la década de 1960 los precios crecían menos de 5% al año, después de 1973 superaron el 20%. El repunte inflacionario propició la devaluación del peso en agosto de 1976. De 12.50 pesos por dólar, en que se había mantenido desde 1954, pasó a 20 pesos. Éste fue el inicio de una devaluación sostenida que hizo que el peso perdiera 760 veces su valor entre agosto de 1976 y noviembre de 2000 (de 12.50 a 9 500 pesos por dólar, si no quitamos los tres ceros que se eliminaron por decreto en 1993). Para superar la crisis de 1976, el gobierno de Echeverría se vio obligado a recurrir al Fondo Monetario Internacional. A cambio de préstamos, ese organismo exigió recortes severos al gasto público. La suerte pareció sonreírle al gobierno y en general a los mexicanos cuando a principios de 1978 se anunció el descubrimiento de grandes yacimientos petroleros en la zona de Campeche. México debía prepararse para administrar la abundancia, dijo el presidente López Portillo. Y con gran tesón, recurriendo a préstamos extranjeros, el gobierno mexicano hizo que Pemex elevara su capacidad productiva. Las cifras son espectaculares: por ejemplo, la exportación de crudo pasó de 94 000 barriles diarios en 1976 a 1.5 millones en 1982. En el sur de Veracruz, Tabasco y Campeche la presencia de Pemex se convirtió a la vez en polo de atracción y pesadilla. Altos salarios al lado de arbitrariedades, laborales, gran demanda de vivienda en áreas urbanas sin infraestructura, daños al medio ambiente por la febril exigencia de divisas. Muy pronto la aportación petrolera se elevó hasta llegar a cubrir la tercera parte del presupuesto de egresos de la federación. La experiencia anterior tenía que ver con otra secuela de la crisis mundial iniciada en 1973. El embargo impuesto por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1973 a Estados Unidos y otros países dio como resultado un notable incremento del precio del barril de petróleo, que pasó de menos de tres dólares en 1970 a más de 35 en 1981. La economía mundial se estremeció ante el aumento de los costos del transporte y de los insumos. Los miles de millones de dólares que obtuvieron los países petroleros se inyectaron al sistema financiero internacional, provocando una baja en las tasas de interés. Endeudarse era una opción atractiva. 25 Esta coyuntura mundial fue la que intentó aprovechar el gobierno mexicano para compensar su debilidad financiera y echar a andar el proyecto petrolero. En 1966 la deuda pública externa era de 1 900 millones de dólares, pero ya en 1982 era 30 veces mayor: 59 000 millones. A los funcionarios gubernamentales no les preocupaba, porque confiaban en un alza sostenida del precio del barril, quizá hasta 70 dólares. Todo podría pagarse. El auge del gasto público de la década de 1970 se tradujo en varios indicadores positivos, por ejemplo una tasa de crecimiento mayor de 7% anual, un aumento sostenido de los salarios reales al menos hasta 1976 y el mayor gasto en salud, educación e infraestructura desde 1929. A decir de los expertos, la desigualdad social y regional disminuyó de manera sensible a lo largo de la década. Hay al menos dos cambios con efectos duraderos que se originaron en esta época. El primero se refiere a la adopción de una nueva política demográfica, basada en la planeación y el control de la natalidad. Había ya la certeza de que la economía era incapaz de incorporar a una población que crecía a ritmos cada vez mayores. El gobierno debía tomar cartas en el asunto. En marzo de 1974 fue creado el Consejo Nacional de Población (Conapo) con el propósito de aplicar medidas encaminadas a reducir el crecimiento de la población. Esa iniciativa gubernamental, a pesar de la oposición de la iglesia católica, tuvo un claro efecto en la dinámica demográfica. La tasa de crecimiento disminuyó de manera notable en las décadas siguientes, de 3.6 a 2.6% entre 1970 y 1990. El segundo cambio tuvo que ver con la política. Luego de que en las elecciones presidenciales de 1976 el candidato del PRI había sido el único participante, el gobierno de López Portillo impulsó una reforma en 1977 para incorporar a la lucha partidaria a fuerzas políticas consideradas minoritarias, en particular las agrupaciones de izquierda. Mediante el sistema de representación proporcional, que estableció dos vías de elección de los diputados (uninominal y plurinominal), según el porcentaje de votos obtenidos por cada agrupación, partidos como el Comunista, el Mexicano de los Trabajadores y el Demócrata Mexicano (de origen sinarquista) se integraron a la vida electoral. Por primera vez hubo diputados comunistas en el Congreso mexicano. Por su parte, el PAN logró acrecentar el número de diputados federales. Aunque la reforma electoral de 1977 dejó intacta la subordinación del poder legislativo con respecto al ejecutivo federal, así como la hegemonía del PRI, fue el primer episodio de un esfuerzo sostenido por modificar el sistema electoral y, más allá, el arreglo político general del país. Sin embargo, estos logros quedaron opacados ante los graves acontecimientos económicos y políticos de 1981 y 1982. Veamos. Por lo pronto el cálculo en torno al mercado petrolero falló por completo. Desde mayo de 1981 el precio del petróleo comenzó a disminuir, al tiempo que se elevaban las tasas de interés. Con menos ingresos y con mayores gastos por los intereses de la deuda, la situación de las finanzas públicas se hizo insostenible. En agosto de 1982 el secretario de Hacienda reconoció la quiebra de la economía mexicana y anunció la suspensión de pagos a los acreedores extranjeros. Los especuladores pero también pequeños ahorradores que buscaban proteger su patrimonio sacaron del país grandes cantidades de dólares y elevaron el precio de esa moneda de 26 a 70 pesos. La inflación casi llegó a 100%. En ese contexto 26 crítico, el 1 de septiembre de 1982 el presidente de la república anunció la expropiación de la banca. Algunos aplaudieron, pero la medida distó de atraer el apoyo generalizado de la población. Al contrario, la desconfianza con respecto al grupo gobernante era inocultable. MOVILIZACIÓN CIUDADANA Y CAMBIO POLÍTICO, 1982-2000 La elección de Margaret Thatcher como primera ministra de Gran Bretaña en 1979 y de Ronald Reagan para la presidencia de Estados Unido en 1980 se considera el inicio de la reacción conservadora ante la crisis mundial de 1973. Reducir el gasto público y afianzar la actividad de la empresa privada eran dos de los argumentos de esta nueva postura que renegaba de las propuestas de Keynes y del Estado de Bienestar. El lugar de Keynes lo ocupaban ahora economistas que consideraban que los males de la economía residían, a final de cuentas, en el gasto público excesivo. Al mismo tiempo, se endurecía la confrontación con la Unión Soviética favoreciendo una estrategia armamentista, sobre todo en Estados Unidos. El nuevo papa, designado a fines de 1978, se involucró de manera activa en este escenario mundial. En febrero de 1979 Juan Pablo II visitó México por primera vez. La algarabía popular fue desbordante. Ante la crisis desatada al final del gobierno de López Portillo, justo cuando la computadora personal comenzaba a generalizarse en oficinas, empresas, hogares y escuelas, tuvo lugar un cambio drástico en la conducción gubernamental, que afectó con severidad a la mayor parte de la población. Esa tarea quedó a cargo de nuevo presidente, el colimense Miguel de la Madrid (1982 - 1988). A tono con las posturas de los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña, y las condiciones impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para superar la crisis de 1982, el gasto y las inversiones públicas disminuyeron de modo significativo (por ejemplo, un tercio del gasto corriente, en 1983) y se inició la venta de numerosas empresas paraestatales. Había que reducir a toda costa el déficit de las finanzas públicas. Ante el repunte inflacionario y las medidas de contención, los salarios cayeron vertiginosamente. Un problema antiguo asumió entonces modalidades dramáticas: el desempleo. Muchas familias comprendieron que tenían que vérselas por sí mismas. El resultado fue el crecimiento de autoempleo: cientos y luego miles de vendedores ambulantes se instalaron en banquetas, plazas calles. En otras familias algunos varones decidieron emigrar a Estados Unidos de manera ilegal, arriesgando sus vidas. Otros optaron por protestar de distintas maneras, como los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación formada desde 1979 por maestros inconformes con el liderazgo oficialista y la caída de sus salarios. Otros más recurrieron a la opción electoral, empezaron a impugnar y a derrotar al PRI en las elecciones municipales de localidades de cierto peso político, especialmente en el norte del país, como las capitales de los estados de Durango y Chihuahua y en la fronteriza Ciudad Juárez en 1983. Desde entonces se manifestó una creciente movilización de grupos sociales inconformes que ocupaban calles y plazas, bloqueaban carreteras y casetas de peaje, tomaban oficinas de gobierno y realizaban actos de boicot a televisoras, plantones, marchas y huelgas de hambre. No es que antes no hubiera ese tipo de actos de protesta, pero ahora ocurrían con mayor frecuencia y eran protagonizados no sólo por obreros y campesinos empobrecidos sino también por sectores empresariales y de la clase media; urbana y agraria. 27 Los temblores del 19 y 20 de septiembre de 1985 sacudieron buena parte del centro-oeste del país. En la ciudad de México los muertos se contaron por miles. La respuesta del gobierno fue débil y tardía. En cambio, la reacción de los vecinos fue masiva. El contraste entre la debilidad gubernamental y la fortaleza de la sociedad no pasó inadvertido. Parecía que el gobierno atribulado por la economía no tenía capacidad de maniobra. Esa misma impresión se tenía en otro terreno, porque las actividades del narcotráfico empezaron a volverse asunto más y más cotidiano. Durante las décadas de 1980 y 1990 ese negocio se extendió a causa del creciente consumo de marihuana, cocaína y otras sustancias enervantes en Estados Unidos. Este mercado hizo posible el fortalecimiento de alianzas entre productores colombianos, traficantes mexicanos y distribuidores norteamericanos. Sobornos a las autoridades encargadas de perseguir a los delincuentes, ajustes de cuentas, "lavado" de dinero proveniente de este negocio, captura de algunos capos como Rafael Caro Quintero y noticias sobre cargamentos incautados atrajeron la atención de la opinión pública. Otra dimensión fue el incremento desmedido de la delincuencia y de los secuestros en las ciudades e incluso los asaltos en las carreteras, tal como ocurría en el siglo XIX. Las graves dificultades económicas llevaron a los gobernantes y a algunos sectores empresariales a cuestionar la viabilidad del modelo de sustitución de importaciones como eje de la economía. Ese cuestionamiento se tradujo en una apertura paulatina al mercado mundial. La adhesión en 1986 al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en inglés) fue la confirmación de ese viraje fundamental en la conducción económica del país. En un contexto de prosperidad de la economía norteamericana, la industria maquiladora, aquella que importa insumos y componentes, los arma en el país pero sólo a condición de exportarlos, entró en una etapa de auge; lo mismo ocurrió con las empresas automotrices que abrieron nuevas plantas en Aguascalientes, Sonora, Chihuahua y Coahuila. Muchas fábricas de la ciudad de México empezaron a cerrar o a mudarse a otros lugares. Esa ciudad, el mejor símbolo del proyecto modernizador impulsado por el Estado, comenzó a ver disminuida su riqueza económica. En estas condiciones y con una inflación de casi 160% en 1987 se inició la campaña para las elecciones presidenciales de 1988. De una división del PRI surgió la Corriente Democrática encabezada por Cuauhtemoc Cárdenas, hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas, quien había sido militante del partido oficial durante años y gobernador de Michoacán. La Corriente Democrática atrajo a otras agrupaciones que luego fundaron el Frente Democrático Nacional. El candidato priista resultó ser el capitalino Carlos Salinas de Gortari. Por su lado, el PAN eligió como candidato al sinaloense Manuel J. Clouthier, quien provenía de grupos de empresarios distanciados del gobierno y del PRI a causa de la expropiación de la banca. Las elecciones del 2 de julio de 1988 se recuerdan sobre todo por la asombrosa "caída del sistema" de cómputo de votos. Tal falla provocó la suspicacia y la irritación de los partidos de oposición, lo que no impidió que la autoridad electoral, encabezada por el secretario de Gobernación, declarara vencedor al candidato priista Salinas. Panistas y cardenistas protestaron con furia. Sostenían que el candidato oficial había sido derrotado y que por eso se había hecho necesaria la maniobra cibernética. Pero poco a poco, en gran medida porque los candidatos derrotados Clouthier y 28 Cárdenas nunca lograron ponerse de acuerdo en una estrategia común, las protestas contra el fraude electoral se diluyeron y se consumó el triunfo del candidato Salinas. Si bien el PRI se salió con la suya, el episodio electoral de 1988 tuvo fuertes repercusiones. El nuevo gobierno tomó posesión con muy poca legitimidad. Para fortalecerse, el presidente Salinas decidió dar un golpe de gran efecto mediático: en enero de 1989, mediante un despliegue policiaco y militar se capturó al poderoso líder de los trabajadores petroleros Joaquín Hernández Galicia, apodado "La Quina". Otra repercusión fue el reconoci- miento en 1989 del primer triunfo de un candidato opositor (el panista Ernesto Ruffo) a una gubernatura, en este caso la de Baja California. Otra más fue el nacimiento, también en 1989 del Partido de la Revolución Democrática (PRD), formado por ex priistas, comunistas y socialistas de diversas orientaciones. El gobierno comenzó a actuar en un contexto internacional sacudido por grandes transformaciones. Entre 1989 y 1991 el Muro de Berlín, el bloque de países socialistas europeos y la Unión Soviética desaparecieron. Estos acontecimientos reforzaron las posturas oficiales estadounidenses y británicas que buscaban la disminución del gasto público y la liberalización del mercado mundial, así como el impulso a la inversión privada y a las reglas del mercado, lo que se conoce popularmente como "neoliberalismo". En México, un gobierno atento y obediente a esas directrices resolvió "adelgazar" el Estado, controlar la inflación reduciendo el gasto y vender más empresas gubernamentales, como los bancos y Teléfonos de México, esta última en manos del gobierno desde 1972. La cúpula empresarial se hizo de nuevos nombres, como Carlos Slim. También se introdujeron otras reformas significativas, por ejemplo la del artículo 27 de la constitución, que significó la terminación del reparto de la tierra y abrió la posibilidad de 1a enajenación de los ejidos. Otra fue la del artículo 130 constitucional que otorgaba el reconocimiento legal a las iglesias y la libertad de la población creyente para practicar su fe. Esa reforma abrió paso además al restablecimiento de relaciones diplomáticas con el Vaticano. Entre 1989 y 1990 se renegoció la deuda externa mexicana que tanto pesaba sobre la hacienda pública desde 1981. Esa renegociación tuvo un saldo positivo para las cuentas macroeconómicas resalladas por el gobierno, como la baja sensible en el déficit de las finanzas públicas y la inflación, pero no evitaron el declive de la economía. Ni los salarios ni el empleo mostraban mejoría. La reducción presupuestal en aspectos como la salud y la educación pública hacían todavía más grave la situación de amplios sectores de la población. En el campo la agricultura campesina, pero también la de pequeños empresarios, sufría los embates de la política gubernamental encaminada a apoyar sólo a aquellos pocos que podían exportar sus productos. El surgimiento del movimiento de El Barzón en 1993, integrado por deudores de la banca, muchos de ellos agricultores, reflejaba el malestar de las capas medias de la sociedad. No obstante, los voceros gubernamentales reiteraban que México estaba a un paso del Primer Mundo. Decían que sólo faltaba el empujón final y éste era la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC.) con Estados Unidos y Canadá. En efecto, reducir la intervención del Estado en la economía y favorecer la libre circulación de mercancías entre los países era otro de los componentes del nuevo modelo de desarrollo eco- nómico, lo que a su vez se justificaba diciendo que era una forma inteligente de adaptarse a la globalización económica. Coherente con la adhesión al GATT en 1986, el gobierno salinista inició pláticas para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. Se confirmaba así la decisión gubernamental de abandonar el modelo de sustitución de importaciones e impulsar en su lugar la apertura comercial y las exportaciones 29 como sustento del desarrollo nacional. Ese cambio apuntaba hacia el fortalecimiento de la integración económica con Estados Unidos, misma que ya se apreciaba en el mercado laboral, en la expansión de las maquiladoras, el destino de las exportaciones y en los millonarios depósitos de mexicanos en bancos de aquel país. En lo sucesivo, la suerte de la economía mexicana dependería en mayor medida de la de su vecino. El TLC se aprobó en 1993 y entró en vigor el 1 de enero de 1994. Todo parecía ir sobre ruedas pero 1994 fue un año de sorpresas. La primera sorpresa fue la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, justo el primer día de 1994. Los indígenas integrantes de esa organización declararon la guerra al ejército y a su comandante supremo, el presidente de la república. Tomaron varias localidades, la más importante San Cristóbal de las Casas. Grandes movilizaciones en la ciudad de México y otros lugares exigieron el cese de hostilidades. La guerra duró apenas 11 días, pero su impacto fue extraordinario. A un paso del Primer Mundo surgía la voz de grupos que reclamaban una combinación de demandas sociales (servicios de salud y de educación) con demandas políticas referidas a fortalecer los derechos de los pueblos indios. No es que Chiapas fuera la única zona indígena pobre del país, pero allí ese rasgo se conjugaba con la actividad de militantes de grupos radicales de origen urbano, como el "subcomandante" Marcos, de católicos partidarios de la Teología de la Liberación, con las divisiones provocadas por la acelerada expansión ganadera y el reparto agrario, y con un avance inusitado del protestantismo. La rebelión dio un severo mentís al optimismo del gobierno salmista. La segunda sorpresa fue el asesinato en marzo del candidato priista a 1a presidencia, el sonorense Luis Donaldo Colosio. El grupo gobernante mostraba sus fracturas y parecía arrastrar a la sociedad al abismo. Tal vez por el temor generalizado que provocaban las divisiones en las altas esferas gubernamentales, el nuevo candidato priista, el capitalino Ernesto Zedillo, ganó sin problemas las elecciones de julio de 1994. El crimen político se repitió en septiembre cuando un alto dirigente del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, fue asesinado. La tercera sorpresa de 1994 ocurrió poco antes de navidad y fue de índole económica. Una súbita devaluación del peso de (casi 100%) sacudió a la economía mexicana, que en 1995 decreció más de 6%. El desempleo aumentó, los salarios se rezagaron aún más y las tasas de interés se dispararon. Numerosos deudores, que quizá habían hecho suyo el optimismo salinista, se vieron imposibilitados para pagar los créditos contraídos (algunos en dólares) en la adquisición de maquinaria, insumos, casas y automóviles, poniendo en dificultades a los bancos. La clase media mexicana, formada al calor del auge económico de la posguerra, vivió su peor época. Con ayuda financiera de Estados Unidos, el gobierno del presidente Zedillo sorteó el vendaval y logró que al año siguiente, en buena medida por el alza en los precios del petróleo, se recuperara el crecimiento económico. Pero hubo que aceptar una factura enorme: el gobierno se comprometió a asumir los pasivos (los préstamos incobrables) de los bancos, algunos de ellos de muy dudosa legalidad, por medio del Fondo Bancario de Protección al Ahorro, mejor conocido como Fobaproa. La justificación oficial era salvaguardar los ahorros de los mexicanos, que quedaban en riesgo en caso de una quiebra bancaria. El punto es que esa decisión impuso una nueva carga a la de por sí frágil hacienda pública, de unos 160 000 millones de dólares, más los intereses. 30 El saldo de 1995 se sumó a las dificultades de la década de 1980, la llamada "década perdida" del desarrollo de América Latina. Ya para entonces millones de mexicanos habían nacido y crecido a lo largo de una crisis sostenida. Para colmo, durante la década de 1990 una sequía complicó la situación del campo, ya golpeado por el retiro de apoyo gubernamental en el decenio anterior y por el ingreso de productos extranjeros baratos gracias a los subsidios oficiales en sus países de origen. La migración hacia Estados Unidos se acrecentó como nunca antes. En 1997 se estimaba que casi nueve millones de mexicanos, casi todos en sus mejores años productivos, residían en Estados Unidos. Esos migrantes se convirtieron en una fuente de divisas de insospechada magnitud: alrededor de seis mil millones de dólares en 1997, poco más que los ingresos del turismo. En los años siguientes las remesas aumentaron hasta llegar a más de trece mil millones de dólares en 2003, sólo por debajo de la exportación petrolera, pero más que la inversión extranjera y que los ingresos del turismo. Cuatro entidades del centro del país, Michoacán, Jalisco, Guanajuato y México, recibían los mayores montos. Hacia el fin del siglo XX, tres cuartas partes de la población, vivían en las ciudades, pero al mismo tiempo el resto se dispersaba en un número asombroso de pequeñas localidades rurales. Las mujeres, que cada vez tenían menos hijos (el promedio descendió de 6.1 en 1974 a 2.5 en 1999), se habían sumado de manera masiva al mercado de trabajo. El analfabetismo había descendido de 45% en 1960 a 9.5% en el año 2000. Los protestantes, organizados en distintas iglesias, eran cada vez más numerosos, sobre todo en el Sureste. Los divorcios y el número de hogares encabezados por mujeres aumentaron. En otro terreno, en el de la opinión pública, la apertura de los medios de comunicación, la competencia entre ellos y la independencia con respecto a las posturas gubernamentales reforzaron la participación de ciudadanos en diversos campos, como la defensa de los derechos humanos, de las mujeres, de los desaparecidos, de los indígenas, de los enfermos de sida y de los homosexuales. La multiplicación de las organizaciones no gubernamentales era otro síntoma de este activismo ciudadano. Los cientos de indocumentados muertos cada año en su esfuerzo por llegar al vecino país del norte o las más de 300 jóvenes mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, desde 1990 encontraron amplios espacios en periódicos y medios electrónicos. Hay que subrayar que al parejo de las grandes dificultades económicas se abría paso una poderosa fuerza para transformar los arreglos políticos y dar mayor cabida a las prácticas democráticas, al menos en los procesos electorales. Indicio de ello fue la reforma constitucional de 1996 que dio autonomía plena al Instituto Federal Electoral (IFE). Por primera vez desde 1946 el gobierno federal no tenía el control de las elecciones, que pasaba ahora a manos de ciudadanos sin partido. El nuevo lFE expresaba el agotamiento del viejo arreglo político basado en la hegemonía del PRI y su vinculación con el presidente de la república; también dejaba ver la decisión clara de crear uno nuevo acorde con las exigencias de una ciudadanía cada vez más activa. Lo mismo indicaban las reformas que dieron lugar a la elección del jefe de gobierno del Distrito Federal, una de las posiciones vitales del presidencialismo de viejo cuño. La oposición ganaba más y más elecciones en municipios, congresos locales y gubernaturas. Destaca el triunfo del perredista Cárdenas, quien se convirtió en el primer jefe de gobierno del Distrito Federal en 1997. También en este año el PRI perdió por primera vez la mayoría en la Cámara de Diputados. En 2000, con una población de 97.5 millones de habitantes, casi cinco veces más que en 1930, México era el onceavo país más poblado del mundo. Algunos datos mostraban un 31 mejoramiento en la situación social: la esperanza de vida llegó a 75 años, cuando en 1930 era de sólo 36. La reducción de la natalidad y de la mortalidad infantil sustentaba una tendencia hacia el envejecimiento de la sociedad. Pero por otro lado, desde 1984 la desigualdad social se había acrecentado, favoreciendo al estrato social más rico. Como contraparte, poco más de la mitad, según las cuentas del gobierno, o casi dos tercios de la población, según algunos académicos, podía considerarse pobre. La geografía mostraba un gran contraste entre áreas ricas como el Distrito Federal, el Occidente y el Norte, y las áreas pobres, cada vez más pobres, del sur (Guerrero, Oaxaca, Chiapas). Las elecciones presidenciales de 2000 tuvieron lugar en un escenario caracterizado por una inseguridad que parecía vinculada a la corrupción institucional, con escándalos de fraudes bancarios y delitos "de cuello blanco", con una economía que crecía a tasas muy bajas, un desempleo que no cedía y con salarios cuya capacidad adquisitiva había disminuido 73% desde 1976. El candidato priista a la presidencia fue el sinaloense Francisco Labastida. Compitió con Cárdenas y con el panista Vicente Fox, ex gobernador de Guanajuato. En la noche del 2 de julio de 2000, para asombro de propios y extraños, el IFE y el presidente de la república anunciaron el triunfo de Fox. La esperanza se depositaba en un carismático personaje que había abandonado el mundo empresarial para ingresar a la vida política. Fox atrajo votos de distintos grupos de ciudadanos. Que la mayor parte de la población deseaba un cambio de régimen político era evidente, pero también lo era que no confiaba del todo en Fox. Así lo mostró el hecho de que el PAN no alcanzó ni por asomo la mayoría en el Congreso de la Unión. De cualquier modo, el triunfo del candidato opositor descabezaba el arreglo político surgido a raíz de la crisis provocada por el asesinato de Obregón en 1928, pues quedaba atrás la etapa del partido oficial y su vínculo con el presidente de la república en turno. Para fortuna de todos, otros componentes de ese arreglo, como la subordinación de las fuerzas armadas al presidente, se mantuvieron inalterados. De ese modo, el país entraba al nuevo siglo con un cambio fundamental, si bien limitado a la esfera política. La esperanza era que ese cambio se tradujera en una mejoría sustancial en las condiciones de vida de la mayoría de la población. Una sociedad cada vez más involucrada en los asuntos públicos, una sociedad cada vez más fuerte, cuidaría de que así ocurriera. En estos siete decenios México vivió un periodo de estabilidad política y social. Este es un rasgo principalísimo del siglo xx mexicano que no debe menospreciarse, sobre todo si se le compara con las turbulencias del siglo XIX. Asimismo es una etapa que contiene periodos de crecimiento económico que permitieron una notable expansión de las ciudades y de las clases medias urbanas. Sin embargo, esos rasgos no alcanzan desmentir lo que significó mantener en la pobreza o empobrecer a la mayor parte de la población del campo y de la ciudad y de agraviar a los inconformes y opositores al gobierno. La perseverante desigualdad socia! pareció reducirse entre 1960 y 1980 pero volvió a acentuarse desde ese último año. Las etapas de la economía mundial (la gran depresión, el auge de la posguerra y la crisis iniciada en 1973) marcaron un patrón ineludible para la sociedad mexicana. El viraje de la economía hacia el mercado mundial y la economía norteamericana, y el abandono del modelo del Estado interventor a mediados de la década de 1980 alimentaron la crisis del arreglo político del país construido desde 1929. Si a principios de la década de 1930 México vivía sumido en una depresión económica mundial y en una grave inestabilidad interna, en el año 2000 reorganizaba su sistema político en paz y en un contexto de dificultades 32 económicas quizá no tan graves como las de 1929 pero si más prolongadas. Una de las ganancias más claras de la sociedad mexicana en este lapso es precisamente su fortalecimiento hacia el final de siglo, lo que explica el cambio político del año 2000. Pero es claro que a esa sociedad más activa y fuerte le queda aún mucho camino por andar para lograr un cambio más amplio y profundo. Tomado de, Aboites Aguilar, Luís, “El último tramo, 1929-2000”, en Nueva historia mínima de México, México, El Colegio de México, 2004. 315 págs. Pp. 280-302 33 LA HUELGA DE CANANEA Edelmiro .Maldonado A mediados de 1906, cundía el descontento entre los mineros de Cananea, empresa yanqui que explotaba las minas de cobre, por los bajos salarios, los malos tratos y la discriminación reinante. El primero de julio más de 5 000 mineros se declararon en huelga. Dirigían este movimiento Esteban B. Calderón, Manuel M. Diéguez y Lázaro Gutiérrez de Lara, quienes habían exaltado el espíritu cívico de los trabajadores mineros exhortándolos a luchar hasta morir. Las condiciones materiales que dieron origen a la huelga giraron en torno a las preferencias injustificadas. Poco a poco se fue generando el descontento de las masas trabajadoras hasta que, de pronto, se produjo la gota de agua que derramó el vaso. "En efecto, hacia tiempo que existía cierta rivalidad entre los mineros mexicanos y los norteamericanos. Aunque aparentemente ambos desempeñaban idénticos trabajos y ganaban el mismo sueldo, no era así, pues a nuestros nacionales se les destinaba a los trabajos más pesados y los jornales, que ascendían de $3.00 a $ 5.00 diarios, eran pagados en oro a los estadounidenses y en moneda del país a los nuestros Más adelante, la compañía acordó un aumento de trabajo, que dio motivo para que los mineros mexicanos protestaran por el recargo de labores; sólo que tuvieron que conformarse ante la esperanza de que, a mayor trabajo, correspondería, como era justo, mayor salario. Sin embargo, esas esperanzas se vieron frustradas, pues al hacerles la liquidación de sus respectivos jornales, para nada se tuvo en cuenta el aumento". Los mineros habían realizado reuniones secretas los días 28 y 30 de mayo donde habían acordado la huelga y en donde se habían precisado sus demandas: destitución de un capataz, sueldo mínimo de cinco pesos, jornada de ocho horas, setenta y cinco por ciento de empleados mexicanos, trato humanitario y derecho a ascenso. En las primeras horas de la mañana del primero de junio más de 2 000 trabajadores recorrían los talleres y las minas para invitar a sus compañeros a ir a las oficinas de la empresa para exigir satisfacción a sus demandas. A las 10 horas, los huelguistas entraron en la comisaría del Ronquillo donde los esperaban el apoderado de la negociación, el Presidente Municipal y otras autoridades. "Fue Manuel M. Dieguez quien dio a conocer las pretensiones de los obreros, haciendo saber que estaban inconformes con la preponderancia y la diferencia de los salarios que los extranjeros gozaban, con las largas jornadas de 10 y 11 horas y con los salarios de $3.00 diarios; que en cambio pedían 5.00 como sueldo mínimo uniforme, 8 horas como jornada máxima de trabajo y la destitución y cambio de algunos capataces que se significaban por su odio hacia los mexicanos. El abogado de la empresa calificó de absurdas las peticiones. De inmediato Esteban B. Calderón las formuló por escrito para que quedara constancia de los hechos. Ante el rechazo 34 de la empresa y la amenaza de las autoridades los obreros prepararon una manifestación por las principales calles de Cananea. Mientras el gerente de la compañía William C. Greene y el Presidente Municipal, Barroso, llenos de pavor telegrafiaban al Gobernador de Sonora, Rafael Izábal, pidiendo auxilio inmediato, los mineros huelguistas buscaban la unidad y solidaridad del pueblo. Por la tarde del primero de junio más de 3 000 mineros desfilaron hasta la maderería de la Cananea Cooper llevando al frente la bandera nacional y un cartel alusivo a sus peticiones, con el objeto de invitar a los obreros que aún seguían trabajando a unirse al movimiento, cosa que lograron. Los hermanos Metcalf, desde un balcón, arrojaron agua con una manguera sobre los manifestantes quienes primero reaccionaron lanzando piedras pero ante las balas de los gringos incendiaron los almacenes de la maderería, resultando muertos los dos hermanos Metcalf y diez trabajadores mexicanos. Los obreros, sin dar la espalda, cambiaron piedras contra balas; posteriormente asaltaron montepíos y se apoderaron de algunos rifles, escopetas y pistolas, pero el parque se agotó y quedaron nuevamente indefensos. El Gobernador del Estado llegó al día siguiente, acompañado de 275 soldados norteamericanos, al mando del capitán Rynning, que el imbécil y acobardado "mandatario sonorense había tenido el cinismo de pedir al lado americano. La indignación del pueblo no tuvo límite, por lo que no permitió que bajaran de los carros los soldados rangers, quienes desembarcaron en Ronquillo, que era el centro comercial, para cuidar los establecimientos de la empresa. Una nueva concentración obrera se organizó, esta vez para reprochar al Gobernador su cobardía, siendo encarcelados de inmediato todos los obreros que tomaron la palabra. Por la tarde los trabajadores resolvieron hacer otra manifestación, pero al poco andar se encontraron con un verdadero ejército de esbirros de la empresa, que con ayuda de los rangers. dispersaron a los huelguistas. Se organizó una verdadera cacería contra el pueblo. Se disparaba sobre todo mexicano que transitaba por las callejuelas de los suburbios de la ciudad. Fue entonces que Izábal ordenó la aprehensión de todos aquéllos que fueron considerados responsables de los acontecimientos. El tiroteo continuó hasta en la noche, cuando se reembarcaron los soldados americanos en seis carros que habían llegado en la mañana. Al día siguiente varios cientos de soldados mexicanos arribaron para mantener sometida a la población. Manuel M. Diéguez, Esteban B. Calderón y José Ma. Ibarra fueron aprehendidos y sentenciados a sufrir 15 años de prisión en el Castillo de San Juan de Ulúa, en tanto que muchos otros fueron encerrados en las cárceles de Sonora. La gran huelga minera de Cananea tiene trascendencia histórica porque revela la oposición abierta de la clase obrera ante la dictadura porfirista, porque enarbola por primera vez la demanda de 8 horas como jornada máxima, porque puso al desnudo el maridaje del porfíriato con el imperialismo yanqui, y porque significó una clarinada de combate llamando a los proletarios de México a luchar por un cambio social. Por todo esto, los mineros de Cananea fueron los verdaderos precursores de la revolución que estalló poco después. 35 * Tomado de Maldonado, Edelmiro. Breve historia del movimiento obrero. Nuevo León. Sin editorial, 1977. • • Escríbanos Suscripciones Enviar Imprimir Portada > Economía Lunes 27 de febrero de 2006 MEXICO SA Carlos Fernández-Vega Germán Larrea sigue explotando mineros, sin consecuencias Fox, la Secretaría del Trabajo y la dirigencia sindical avalan a este propietario de minas Mineros de Pasta de Conchos, al momento de escuchar el anuncio de que se suspendió el rescate de 65 mineros y que se cerró la mina Foto Marco Peláez ZARANDEADO Y REPUDIADO, como su heraldo Francisco Javier Salazar, secretario del Trabajo, resultó el gobierno del "cambio" tras su tragicómica intervención en Pasta de Conchos. Aparatoso e ineficiente como suele ser, la administración Fox ofreció un espectáculo que traza muy bien su andar en los últimos cinco años. DE LA MANO DE Germán Larrea, el inquilino de Los Pinos no se atrevió a dar la cara a los familiares de los mineros sepultados, y 24 horas después de que empresa y gobierno federal tomaron la decisión de abandonar las labores de rescate, el presidente Fox ni se había 36 enterado: "los trabajos no se han suspendido", reiteró una y otra vez desde la comodidad de su rancho en San Francisco del Rincón. ESA ES LA CALIDAD moral de "un gobierno de, para y por los empresarios" -como define Fox la democracia en México-, que ahora promete -como en los viejos tiempos que hoy están más presentes que nunca- que "se investigará a fondo", que "se castigará a los responsables" y que "caerá quien tenga que caer". Todo, para que no pase nada y la miserable condición de los mineros y sus familias se mantenga con el aval del "cambio". GERMAN LARREA Y su ejército particular de ex funcionarios públicos esperarán un "tiempo pertinente" para que las aguas se calmen en Pasta de Conchos, mientras siguen explotando a los mineros en otros 11 estados de la República, sin mayores consecuencias. Todo con el visto bueno de la Secretaría del Trabajo y de la familiar dirigencia del sindicato del ramo. Qué asco. EN EL MEJOR de los casos, el salario de un minero mexicano equivale a 7 por ciento del que obtienen sus pares en Estados Unidos y Canadá, países con los que siempre se comparan los grandes empresarios nacionales cuando hablan de ganancias, no de obligaciones laborales. El rey del cobre y su ejército particular de ex funcionarios públicos se aseguran de no ofrecer mejores salarios. UN PASEO POR la historia familiar de los Larrea permite saber por qué "no se les puede pagar mejor" a los mineros mexicanos. La cabeza original, Jorge Larrea Ortega, fue miembro fundador del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, la elite de elites del empresariado nacional. Tiene intereses en la minería, siderurgia y construcción. Miembro del directorio de Cementos Anáhuac y Banca Serfin. Presidente de Industria Minera México. EN SU EDICION 1994, Forbes ubicó a Jorge Larrea Ortega en el lugar número 18 de los multimillonarios mexicanos, con una fortuna de mil 100 millones de dólares. Magnate minero y de la construcción, con la privatización de las minas de cobre; accionista en Transportación Marítima Mexicana y el Grupo Financiero Banamex-Accival. EN 1990, LARREA se hace, con el pago de 500 millones de dólares, de una pieza de la historia mexicana: la Compañía Minera de Cananea, en la que en una huelga sangrienta en 1906 (reprimida por invasores gringos) estimuló el estallido, cuatro años después, de la Revolución de 1910. Tras adquirir Minera de Cananea, entre sus primeras decisiones destacó el despido de 30 por ciento de los mineros que en ella laboraban, y cerrar distintas áreas de la empresa. Entre ellas, construcción, mantenimiento, vías, herrería y calderería. LARREA HIZO SU fortuna original en la industria de la construcción. Su base en la ciudad de México fue la Compañía Constructora México, pero desde que el gobierno mexicano puso en venta las minas (primero Miguel de la Madrid y después, de forma acelerada, Carlos Salinas de Gortari), este personaje fue un activo comprador. Su Grupo Industrial Minera México cuyo manejo es heredado a Germán Larrea- es la compañía minera más grande del país, pues produce 90 por ciento del cobre, al igual que oro, plata y zinc. LARREA SE ALIO con Asarco, de Estados Unidos, y la Unión Minera de Bélgica (Belgiums Union Miniere). También apareció como propietario de una porción de TMM, la mayor flota naviera del país, y después -también producto de la política privatizadora, sólo que en la etapa zedillista- de la rebanada más grande de los ferrocarriles mexicanos. CON OTROS RICOS mexicanos invirtió desde el principio en Acciones y Valores, la casa de bolsa encabezada por Roberto Hernández, posterior cabeza del Banamex reprivatizado y monumento viviente a la evasión fiscal. "Naturalmente", detallaba Forbes, "Larrea es el mayor apoyador del PRI y las reglas del sistema". UN AÑO DESPUÉS, la propia revista especializada anotaba que Jorge Larrea, conocido como el rey del cobre, era la cabeza de uno de los complejos mineros más poderosos de América Latina y el más importante del país: Grupo Industrial Minera México. Al frente del 37 consorcio logró lo que ningún empresario pudo conseguir en medio de la crisis más severa de la última década, la de 1995: incrementar sustancialmente su fortuna, tal vez porque papá Larrea era accionista de Banamex, Serfin, Comermex y Banco del Atlántico, instituciones "rescatadas" por el erario, vía de Fobaproa. CALCULADA EN MIL 100 millones de dólares en la edición Forbes 1994, para 1995 su fortuna se incrementó 55 por ciento hasta llegar a mil 700 millones, la tercera posición entre los multimillonarios mexicanos. A sus 83 años (1995), Larrea Ortega "mantiene un control casi absoluto en su actividad preponderante": sus empresas -entre las que se cuenta Minera de Cananea y Mexicana de Cobre, ambas compradas al Estado en la ola privatizadora de las décadas de los ochenta y noventa, con lo que adquirió el monopolio de ese mineralproducen el 90 por ciento del cobre y una buena proporción de oro, plata y zinc en el país. EN 1998 LA FAMILIA Larrea ocupó el cuarto escalón entre los 100 empresarios más destacados del país. Para 2003, cayó a la posición 19, no por pérdida de fortuna, sino porque otros barones del dinero salieron más aventajados que el cachorro del fundador de Grupo México. COMO SE LEE, una joya del empresariado y el sistema político mexicanos, que no puede mejorar su oferta salarial. Las rebanadas del pastel: Y COMO PARTE de la tragicomedia del "cambio", que alguien le regale una Constitución al secretario de Energía, quien "construye" un sistema de refinación paralelo fuera del país, eludiendo la legislación mexicana... Todo listo para que hoy aterrice Camila. 38 • • Escríbanos Suscripciones Enviar Imprimir Portada > Política Jueves 6 de abril de 2006 Octavio Rodríguez Araujo Diputados y senadores El problema no es qué partido tenga la mayoría en el Congreso de la Unión, sino que los diputados y los senadores no han entendido el mandato constitucional que juraron al tomar posesión del cargo para el que fueron electos. Más aún, parte del problema es que, con muy pocas excepciones, los diputados y senadores, desde el momento en que se sientan en una curul pierden, con muy pocas excepciones, la poca o mucha inteligencia que tenían (o que presumían tener) y hasta la autoestima -para no hablar de dignidad. El artículo 51 constitucional establece que la Cámara de Diputados se compondrá de representantes de la nación, no del partido que los llevó a esa posición ni mucho menos de las consignas de sus líderes de facción. En teoría los diputados son también representantes populares porque son electos por el pueblo, por los ciudadanos, en cada uno de los distritos electorales en que se divida el país. Los senadores, en cambio, tienen una definición más compleja, puesto que históricamente han jugado dos papeles distintos y en otro momento dejaron de existir. El Senado, en principio y sobre todo por influencia de la Constitución estadounidense de 1787 y por la de Cádiz de 1812, era una representación --como señala Manuel Barquín- confederal, es decir, de cada entidad de la Federación independientemente del número de habitantes de cada una, y la idea era evitar un posible avasallamiento de un estado con muchos habitantes sobre un estado con pocos habitantes, asimetría que se vería reflejada, necesariamente, en la Cámara de Diputados. Esta idea, plasmada en la Constitución de 1824 y recuperada en 1874 -hasta la fecha- fue transformada en otra con las leyes centralistas de Santa Anna en 1836 (cuando se perdió la Federación) y luego, como reacción al centralismo y al papel aristocrático y conservador del Senado, se suprimió éste en la Constitución de 1857, para volverse a establecer con las reformas ya mencionadas de 1874. El bicameralismo que vivimos en México tiene también otra explicación sobre la que también ha reflexionado Barquín: dividir el Poder Legislativo en dos cámaras autónomas para evitar los excesos posibles de una sola de ellas como contrapeso del Poder Ejecutivo. La idea es que una posible desmesura de una cámara pueda ser moderada por la otra en la creación o aprobación de leyes. 39 Esto es lo que no ha ocurrido en relación con la llamada ley televisa (y otras), y la explicación de esta aberración no se encuentra en nuestro sistema bicameral, sino en el olvido de su origen y de sus funciones por los integrantes de ambas cámaras. Las reformas electorales a partir de 1977 fueron muy positivas en muchos aspectos, sobre todo para fortalecer un sistema plural de partidos, bajo el supuesto de que éstos representarían las distintas posiciones político-ideológicas de la población, obviamente heterogénea y, por lo tanto, plural. El problema ha sido que esas reformas no sólo dieron elementos para el fortalecimiento de los partidos políticos, además de mayor certidumbre en los procesos electorales, sino que privilegiaron a los partidos sobre la nación, sobre la ciudadanía en general y sobre la soberanía de los estados miembros de la Federación. Ahora los diputados no representan a la nación ni son propiamente representantes populares, sino de los partidos que los llevaron a la silla que ocupan en la cámara correspondiente. Los llamados diputados independientes, dicho sea de paso, tampoco son representantes de la nación ni de mandatos populares; en el mejor de los casos son individuos que orientan sus intervenciones y sus votos por dictados íntimos de su conciencia, cuando no por arreglos con las facciones que les ofrezcan más (algo muy lamentable, pero existente). Con los senadores ocurre más o menos lo mismo. Lo anterior quiere decir que tanto diputados como senadores, con muy pocas excepciones, obedecen a los arreglos que hacen los dirigentes de los partidos o los llamados líderes de cada bancada... partidista. Si el partido o el líder se equivocan (porque éste no leyó una iniciativa de ley, porque no se fijó, porque estaba crudo o borracho cuando se la pasaron para su examen, o por insuficiencia de células grises en el cerebro), el resultado será una pifia o, peor aún, un compromiso con intereses particulares que no tienen nada que ver con su papel constitucional e histórico. No estoy sugiriendo que los partidos debieran desaparecer; de alguna forma se tiene que alimentar la democracia representativa que vivimos. Lo que estoy tratando de decir es que tanto diputados como senadores deben anteponer los intereses nacionales, populares y federales (los de la República) a los de sus partidos y las componendas que éstos hagan. Y más cuando los partidos cada vez se diferencian menos entre sí y, por consecuencia, también sus candidatos. Si exigimos al Presidente que lo sea de todos los mexicanos y no de su partido y de los empresarios que lo ayudaron a llegar a Los Pinos, lo mismo les debemos exigir a senadores y a diputados. La salud de la nación está en juego, y la democracia también. 40 Declaración de la Selva Lacandona HOY DECIMOS ¡BASTA! Al pueblo de México: Hermanos mexicanos: Somos producto de 500 años de luchas: primero contra la esclavitud, en la guerra de Independencia contra España encabezada por los insurgentes, después por evitar ser absorbidos por el expansionismo norteamericano, luego por promulgar nuestra Constitución y expulsar al Imperio Francés de nuestro suelo, después la dictadura porfirista nos negó la aplicación justa de leyes de Reforma y el pueblo se rebeló formando sus propios líderes, surgieron Villa y Zapata, hombres pobres como nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin inmortales que no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos. Pero nosotros HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente Guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la Expropiación Petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo. Para evitarlo y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica la legalidad basada en nuestra Carta Magna, recurrimos a ella, nuestra Constitución, para aplicar el Artículo 39 Constitucional que a la letra dice: «La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.» Por tanto, en apego a nuestra Constitución, emitimos la presente al ejército federal mexicano, pilar básico de la dictadura que padecemos, monopolizada por el partido en el poder y encabezada por el ejecutivo federal que hoy detenta su jefe máximo e ilegítimo, Carlos Salinas de Gortari. Conforme a esta Declaración de guerra pedimos a los otros Poderes de la Nación se aboquen a restaurar la legalidad y la estabilidad de la Nación deponiendo al dictador. 41 También pedimos a los organismos Internacionales y a la Cruz Roja Internacional que vigilen y regulen los combates que nuestras fuerzas libran protegiendo a la población civil, pues nosotros declaramos ahora y siempre que estamos sujetos a lo estipulado por la Leyes sobre la Guerra de la Convención de Ginebra, formando el EZLN como fuerza beligerante de nuestra lucha de liberación. Tenemos al pueblo mexicano de nuestra parte, tenemos Patria y la Bandera tricolor es amada y respetada por los combatientes INSURGENTES, utilizamos los colores rojo y negro en nuestro uniforme, símbolos del pueblo trabajador en sus luchas de huelga, nuestra bandera lleva las letras «EZLN», EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL, y con ella iremos a los combates siempre. Rechazamos de antemano cualquier intento de desvirtuar la justa causa de nuestra lucha acusándola de narcotráfico, narcoguerrilla, bandidaje u otro calificativo que puedan usar nuestros enemigos. Nuestra lucha se apega al derecho constitucional y es abanderada por la justicia y la igualdad. Por lo tanto, y conforme a esta Declaración de guerra, damos a nuestras fuerzas militares del Ejército Zapatista de Liberación Nacional las siguientes órdenes: Primero. Avanzar hacia la capital del país venciendo al ejército federal mexicano, protegiendo en su avance liberador a la población civil y permitiendo a los pueblos liberados elegir, libre y democráticamente, a sus propias autoridades administrativas. Segundo. Respetar la vida de los prisioneros y entregar a los heridos a la Cruz Roja Internacional para su atención médica. Tercero. Iniciar juicios sumarios contra los soldados del ejército federal mexicano y la policía política que hayan recibido cursos y que hayan sido asesorados, entrenados, o pagados por extranjeros, sea dentro de nuestra nación o fuera de ella, acusados de traición a la Patria, y contra todos aquellos que repriman y maltraten a la población civil y roben o atenten contra los bienes del pueblo. Cuarto. Formar nuevas filas con todos aquellos mexicanos que manifiesten sumarse a nuestra justa lucha, incluidos aquellos que, siendo soldados enemigos, se entreguen sin combatir a nuestras fuerzas y juren responder a las órdenes de esta Comandancia General del EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. Quinto. Pedir la rendición incondicional de los cuarteles enemigos antes de entablar los combates. Sexto. Suspender el saqueo de nuestras riquezas naturales en los lugares controlados por el EZLN. PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida última pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el 42 cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático. INTÉGRATE A LA FUERZAS INSURGENTES DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL Comandancia General del EZLN Año de 1993 Tomado de www.ezln.org 43 Jóvenes migrantes y experiencias de inserción en el campo californiano. Entendida como etapa intermedia entre el periodo dependiente de la infancia y la relativa independencia personal de la edad adulta, la juventud comprende un proceso de transiciones, como la obtención de independencia económica a través de la incorporación a la vida laboral, la separación de la residencia familiar, y el establecimiento de un nuevo núcleo familiar. El primero de estos procesos, a veces definido como transición laboral –o transición escuelatrabajo—comprende el proceso de conseguir una posición que garantice solvencia económica participando del trabajo remunerado. Estudios actuales han señalado que esta inserción, en un mundo laboral como el contemporáneo, con disminución del trabajo industrial, crecimiento de la economía informal y de las condiciones de flexibilidad, se caracteriza cada vez más por la inestabilidad, la vulnerabilidad y la extensión y fragmentación del proceso: los jóvenes que intentan formar parte de la fuerza laboral encuentran opciones en posiciones inestables, pasan por períodos de inactividad, o consiguen posiciones que no garantizan plenamente una inserción entendida como ubicación en una trayectoria con futuro. En este contexto, una alternativa cada vez más extendida entre la población joven es la migración hacia los Estados Unidos. Históricamente los jóvenes han constituido el núcleo fundamental de los flujos migratorios, y si bien en la actualidad esos flujos muestran una mayor variedad al respecto, sigue siendo considerable el predominio de personas en la primera mitad de su edad productiva, así como el predominio de menores de 29 años en el contingente de quienes intentan la migración por primera vez. En la actualidad, a los jóvenes de origen rural salidos de los conocidos como estado tradicionalmente expulsores, se suman jóvenes provenientes de otros estados y también jóvenes que más que de un origen rural provienen de medianas y grandes ciudades. Los jóvenes suelen referir su proyecto migratorio como una etapa temporal, de una duración estimada entre dos o tres años, que facilitará condiciones para un regreso definitivo a México. En esta etapa se buscan mejores oportunidades en un escenario que por 44 referencias aparece como más satisfactorio; se piensa la migración como un instrumento de superación de las vulnerabilidades, intentando mejorar las condiciones de inserción en México, adquiriendo nuevos recursos, ya sean económicos o simbólicos, y como una etapa de alargamiento, en la que se espera una definitiva inserción en el mercado de trabajo nacional después de una experiencia migratoria. La inserción laboral como migrante, aún resultando preferible que la entrada al trabajo en México, implica la colocación de los sujetos en una doble desventaja, pues a la situación de vulnerabilidad social que enfrentan los jóvenes al incorporarse al mercado de trabajo, se suma la nueva vulnerabilidad enfrentada en la situación de migrante indocumentado, con la que se entra a posiciones marginales, se enfrenta la reglamentación y cultura de otro país, se pierden las posibilidades de utilizar la acreditación académica y en muchos casos la calificación laboral, además de implicar la adquisición de una deuda económica significativa como parte del proceso de inserción. El alargamiento del proyecto migratorio resulta de lidiar con esta desventaja, de encontrar en el nuevo escenario dificultades no previstas e intentar subsanarlas con nuevas estrategias, pero también de hallar en este escenario oportunidades desconocidas que, en el mismo proceso de superar la vulnerabilidad, permiten el desarrollo de una trayectoria. Contexto El Valle central de California es la sede de la agroindustria capitalista más avanzada y productiva del mundo, la cual, pese a haber incorporado avances tecnológicos en su operación, continúa demandando una enorme dotación de fuerza de trabajo humana, especialmente en el tiempo de cosecha, pero también en otras épocas del año, que históricamente ha estado compuesta por personas jóvenes, varones en su mayoría –si bien en tiempos recientes la presencia femenina ha aumentado considerablemente—dispuesta, ya sea por la dificultad económica o por su carácter migratorio, a laborar en unas condiciones que vuelven este trabajo uno de los menos preferidos en la escala laboral. Desde hace varias décadas, la mano de obra mexicana ha tenido un rol preponderante en su operación, y en la actualidad se trata de un sector del mercado de trabajo con un predominio mexicano casi absoluto, donde migrantes provenientes de diversas regiones del país 45 encuentran un espacio para desempeñarse. Con tareas duras y extenuantes, y por las que se otorga un pago reducido, el mercado de trabajo agrícola es el punto de entrada para un buen número de los migrantes indocumentados que llegan desde México, especialmente aquellos que cuentan con un bajo nivel educativo y pocos o ningún contacto al entrar a EU que les ayude a colocarse en una opción más promisoria. Los migrantes mexicanos que llegan al Valle a trabajar en la agricultura comenzaron hace aproximadamente unas tres décadas un proceso de asentamiento masivo en comunidades rurales, rodeadas de campos de cultivo, en donde han desarrollado lentamente una vida social fuertemente marcada por la población proveniente de México, que ha llegado a constituirse como mayoría abrumadora en esos lugares. Uno de ellos es el poblado de Lamont, de aproximadamente 15,000 habitantes, que sirvió como escenario para desarrollar una investigación de campo entre los meses de enero y mayo del presente año. Para esta investigación se estableció contacto con jóvenes varones migrantes en diversos espacios. Entre los informantes que contacté durante mi experiencia de campo en Lamont encontré tanto jóvenes originarios de los estados con más tradición migratoria, especialmente Guanajuato y Michoacán, como jóvenes originarios de lugares con una trayectoria migratoria menos extensa pero ya también consolidada, como Oaxaca y Guerrero, además de la presencia de integrantes de los “nuevos flujos” migratorios, como Veracruz, Chiapas, y el área metropolitana de la Cd de México. La mayoría de los primeros contaba con referencias sobre EU y experiencias migratorias previas en su familia, de padres, tíos o hermanos, algunos de los cuales ya estaban asentados en California al momento en que decidieron migrar, mientras que entre los últimos algunos eran “pioneros”, sin ningún antecedente en EU, o con referencias menos directas, como vecinos o amigos, en un escenario en el que la migración internacional es menos extendida. Así, Juan Carlos O, de Chiapas, al preguntarle si en su tierra tenía antecedentes para llegar a California, contó una anécdota que ejemplificaba su situación, refiriendo que en una ocasión, en sus clases de secundaria, le preguntaron qué pensaba hacer cuando terminara, y él respondió que su inquietud era “ir al otro lado”, lo que provocó burlas entre sus compañeros, que le preguntaban si se refería a Guatemala, “el otro lado” que tenían más cerca. 46 Aunque recientes en EU, varios de los nuevos migrantes, originarios de Chiapas y otros estados del sureste, cuentan con una experiencia previa de desplazamiento interno en México, que los llevó a la capital del país o a la frontera, especialmente Tijuana. Otra de las experiencias que también se registró en algunos casos era un paso por el ejército, con el que encontraron un trabajo diferente al acostumbrado y que además los llevó a conocer otras realidades. Para nuestro escenario concreto, la agricultura capitalista, “la predominancia mexicana [en el mercado de trabajo agrícola] se debe fundamentalmente a seis condiciones básicas, que otros grupos de trabajadores no pueden cumplir: bajo costo, temporalidad, juventud, capacitación, movilidad y ser indocumentados” En este contexto laboral, que al mismo tiempo que les presenta un panorama difícil los prefiere como sus trabajadores más deseables, los jóvenes migrantes intentan llevar a cabo su proyecto, experimentan logros y decepciones, y aun limitados por los condicionantes estructurales, construyen y transforman sus expectativas, viviendo el proceso de tránsito a su posición como adultos. Migración, inserción laboral y transición a la adultez El cruce Para la inmensa mayoría de los jóvenes que inician una experiencia migratoria buscando trabajo en EU, ya sea en el empleo agrícola o en otros escenarios la inserción laboral los enfrenta con una exigencia que además de implicar un gasto económico puede acarrear otras dificultades: el cruce de frontera. Es difícil estimar la proporción de indocumentados dentro del total de los trabajadores agrícolas, pero con el acercamiento directo es evidente que casi la totalidad de quienes llegan a laborar al campo empieza como trabajadores indocumentados que acaban de cruzar la frontera de manera ilegal. Con un costo que oscila entre los mil y los dos mil dólares, dependiendo del lugar de entrada y del punto de destino, y un trayecto que puede involucrar una caminata de varias horas por el desierto, la entrada a EU es en sí misma una barrera que incrementa las vulnerabilidades experimentadas, y de ella salen elementos que definen las percepciones que los protagonistas tienen sobre su vida 47 migratoria, como las asociaciones con la prueba y el dolor, el distanciamiento y la persecución, y el esfuerzo y la recompensa. Para aquellos que inician esta experiencia la incorporación suele implicar contraer una deuda. El gasto principal en esto es el pago por los servicios del “coyote” para el cruce de frontera. Algunos cuantos hacen el pago con ahorros, con dinero enviado por algún amigo o conocido que ya está en EU, adquiriendo una deuda en México, y en algunos casos, estableciendo una deuda con el propio “coyote”, quien cobrará buena parte de los primeros ingresos de sus deudores. Además del cruce, hay otros gastos, comparativamente menores, que pueden volver muy costosa la inserción laboral. Entre ellos están el transporte desde el lugar de origen hasta la frontera y el hospedaje y la alimentación mientras se espera para hacer el cruce –que según la experiencia de algunos informantes, pueden alcanzar cuotas de abuso exageradas—y la obtención de la documentación necesaria –comúnmente paralegal—para conseguir un trabajo. Primeros empleos Con la demanda constante de fuerza de trabajo, Lamont se ha convertido en uno de los puntos de entrada directos para muchos jóvenes migrantes. Algunos ya conocían algo de la zona porque cuentan con algún contacto, pero otros afirmaron no saber nada de Lamont –y algunos inclusive de ningún otro lugar—pero fueron traídos aquí por los coyotes que contactaron en la frontera, a quienes les pidieron que los llevara “a donde hubiera trabajo”. El trabajo agrícola resulta diferente y desconocido para la mayoría, aun incluso para quienes vienen de zonas rurales y se desempeñaban en México en tareas agrícolas: “sólo el azadón es igual aquí y allá, pero pa’lo demás todos tienen que aprenderle”. Algunos han tenido experiencia previa como jornaleros agrícolas en México, realizando tareas semejantes, pero la mayoría enfrentan actividades que les son raras, y en los primeros días su rendimiento es muy deficiente. La mayoría consiguen adaptarse al menos para trabajar a un nivel intermedio, pero también hay algunos que encuentran que simplemente no consiguen el ritmo o la efectividad necesaria y ya sea por decisión propia o de los empleadores que dejan de ofrecerles trabajo, abandonan ese empleo. 48 El empleo agrícola, en sus tareas más elementales, es el punto de ingreso para muchos jóvenes migrantes recién llegados. Un joven oaxaqueño, que llegara a Lamont hace dos años mencionó que “como no tiene estudios”, tiene que dedicarse a los trabajos del campo, que “es donde entramos los que no tenemos papeles ni sabemos inglés”. Comenta que “la gente que sí pudo estudiar” puede conseguir mejores trabajos como en “el aceite [extracción petrolera], y ahí pagan como a 13 la hora”. Casi todos los informantes coincidieron en relatar que tras ubicarse en el poblado, las primeras semanas fueron desconcertantes, pues aparte de recibir comúnmente un pago reducido, ya sea porque no conseguían trabajo constante o al trabajar a destajo tenían una productividad muy baja, lo que recibían se destinaba para cubrir sus deudas o adquirir algunos básicos, como algo de ropa: “las primeras semanas casi son de gratis, ni ves el dinero, ahí le das al de la casa, al raitero, a la de la ropa que te compraste, y rápido se va todo”, recordó JCO, al preguntarle sobre su experiencia tras haber llegado. Con el acercamiento a la vida laboral en EU, estos jóvenes en buena medida atraviesan por un proceso de decepción, o al menos, de enfrentamiento con la realidad, en el que la idea original de permanecer poco tiempo en EU, pues eso será suficiente para ganar algo de dinero con el cual regresar a México para iniciar otro proyecto o salir de una contingencia, adquiere otra dimensión, pues se ven las pocas posibilidades de llevarla a cabo y se contempla la posibilidad de una estancia más larga. Hay varios elementos que contribuyen a este cambio de expectativas. Uno de los primeros es asumir la dificultad de los costos de migrar: el pago de las deudas y las posibilidades de comenzar a ahorrar resultan menos sencillo de lo esperado. Otro elemento es un conocimiento más preciso de las condiciones laborales imperantes en EU, encontrando que las oportunidades de facilidad para conseguir empleos constantes y bien remunerados no son tan grandes como se imaginaban. La mayoría de los jóvenes recuerdan que su proyecto de venir se fue forjando con la idea de grandes posibilidades de éxito tras migrar: “decían que acá se barría el dinero, que pagaban bien y trabajos tranquilos”, relataba “El Cholo”, un joven migrante que me explicaba esta situación. Inclusive quienes conocen con mayor cercanía experiencias difíciles por ser hijos o parientes cercanos de trabajadores que tuvieron menos éxito o les relataron sus experiencias dolorosas se sienten seguros de tener las posibilidades de conseguir mayores logros. En buena medida, esta expectativa, dramatizada aún más en el relato, conlleva una 49 contrastación con su situación y posibilidades en México: suele tratarse de una situación en la que se describe como la pobreza o la falta de oportunidades son exageradas. No necesariamente implican una situación de miseria extrema, pues algunos reconocen que su situación en México no era tan difícil, sino que implica que se sentían en una situación en la que no contaban con los medios de satisfacer las expectativas creadas o las que enfrentaban les resultaban aburridas. Algunos de mis informantes reconocieron que conforme ganan mayores beneficios, aunque sus posibilidades de ahorro aumentan, en realidad no consiguen materializar estas oportunidades, pues a menudo gastan parte de ese dinero en alcohol, compañía de prostitutas y gastos “superfluos” como ropa y calzado de marca o joyas. También los casinos, que se han convertido en fechas recientes en una atracción, resultan una pérdida para muchos de ellos. Los trabajadores móviles, que siguen el curso de las corridas, como los lechugueros, que pueden recibir ingresos mayores, son también conocidos por gastar buena parte de sus ingresos en los bares y cantinas de los pueblos por los que se desplazan. Como apuntara uno de estos trabajadores: “uno está acostumbrado a ganar poco dinero allá [México], y empiezas aquí a tener un poco más y es bien fácil irte al degenere”. Paradójicamente, junto a estas sensaciones, el conseguir establecerse con un trabajo en algún pueblo, aunque se sepa que se trata de una opción incierta, de todas formas puede implicar una fuerte sensación de logro: vivir y conocer un nuevo lugar y asentarse después de las dificultades del cruce representa una satisfacción personal, misma que puede acrecentarse cuando hacen los primeros envíos de remesas a México, con los que comienzan a sentir que consiguen algunas de las metas trazadas al principio. Así, Gabriel relató la emoción que sintió cuando recibió una carta de su madre en México, en la que contaba entre otras cosas en qué habían gastado el dinero que les enviara desde Lamont. Después de conocer la realidad que se vive en el empleo, aun sufriendo cierta desilusión, muchos conservan la idea de volver, y gastan parte de su dinero motivados por esas ideas. Así, algunos comienzan a destinar el dinero de sus remesas a la adquisición de bienes en México, que en los casos de mejores ingresos y expectativas, llegan a la construcción de una casa, que originalmente ven como su patrimonio y base para establecerse a su regreso. Para algunos casos, esta construcción, que suele prologarse por años, es un indicador 50 interesante sobre cómo cambia el proyecto personal, cuando la casa puede pasar de ser la inversión que garantizará independencia a un lugar de recreo, que se usará en los viajes a México, o una fuente involuntaria de capital, vendiéndose para comprar algo en EU. Muchos migrantes bromean mencionando sus poblados llenos de casas vacías, construidas con las remesas enviadas pero que, al pertenecer a los ausentes, se convierten en la señal del poblado dividido. Quizá la sensación más referida por los migrantes al preguntarles por sus experiencias en los primeros momentos tras su llegada es una sensación de “encierro”. De manera automática, aunque después la maticen e incluso la contradigan relatando otras vivencias, es común que refieran una sensación de pasar mucho tiempo dentro de sus casas, sin salir, con pocas actividades recreativas o sociales. Hay dos elementos que citan como causas de ello. Primero, el temor a ser capturado por la patrulla migratoria o a meterse en situaciones difíciles que pudieran propiciar una deportación. El otro resulta del trabajo mismo: después de una jornada extenuante, a la que muchos no están acostumbrados al principio, al regresar a sus casas por la tarde lo que desean es tomar un baño y descansar, entreteniéndose con la televisión o platicando con amigos. Aun así, los deportes son actividades que atraen a muchos jóvenes en los espacios públicos de Lamont: en las canchas de básquet bol y fut bol suelen verse algunos grupos, de hombres jóvenes en su mayoría, entreteniéndose por las tardes. Una de las situaciones con las que está más relacionada esta sensación es resultado de la diferencia en la proporción entre hombres y mujeres: la mayoría de los jóvenes migrantes suelen quejarse de que en Lamont “casi no hay chavas”. Con ello, las ocasiones que brindan posibilidades de establecer contacto con mujeres son unas de las más valoradas. Una de las formas más mencionadas de estas experiencias son las salidas a los bares de Bakersfield, frecuentados por mujeres mayores, a los que acuden buscando compañía ocasional. Estas visitas suelen ser espaciadas y organizadas, pues implican acordar la participación de alguien que cuente con transporte, así como el ahorro de una suma de dinero que se gastará en los tragos. Relacionado por ellos con estas sensaciones, en las comunidades se puede constatar el consumo de alcohol. Por las tardes de cualquier día en una caminata por los calles de estas 51 comunidades podemos ver grupos de hombres en los patios de las casas, surtidos de una dotación de latas de cerveza. Anteriormente, la cerveza se usaba en los campos como bebida refrescante, pero con los mayores controles y precauciones esto se ha reducido, y se ha convertido más en un recuerdo de una costumbre pasada que en algo cotidiano. Pero, una vez terminado el horario de trabajo, el consumo de alcohol es notorio. Los fines de semana, las cantinas de Lamont, junto con su billar, se convierten en un centro de entretenimiento para los trabajadores del campo. Igualmente, los centros de baile y bares de la cercana Bakersfield atraen a un buen número de jóvenes, especialmente a los que cuentan con alguna forma de transporte. La salida de la agricultura Como se mencionó, el empleo agrícola, tanto en el trabajo directo en los campos como su extensión en las empacadoras y lecherías, es la principal opción de empleo para los mexicanos en el Valle Central. Además de tratarse de un segmento amplio y poco controlado, es un sector en el que el predominio étnico, o segregación, brinda una serie de oportunidades mínimas. Otras opciones de empleo del Valle muestran menores oportunidades de ingreso. Un caso concreto puede ser la industria, aunque no tiene una participación significativa de la mano de obra mexicana. Pero existen otros sectores que brindan opciones de salida o alternativas a la agricultura. Quizá el más importante de ellos es la construcción, que vive un auge considerable a lo largo de todo el valle y en el que la participación de mexicanos es cuantiosa, sin ser total. Otro son los servicios brindados en las ciudades que crecen, como los trabajos de jardinería, limpieza, y servicio doméstico. En opinión de la mayoría de los jóvenes entrevistados, el principal obstáculo para obtener oportunidades de movilidad laboral, por encima de la situación migratoria, es el dominio del idioma inglés. El trabajo en los campos es un sector actualmente dominado por hispanos y una persona puede pasar una vida completa trabajando en ellos con un conocimiento casi nulo del inglés sin enfrentar mayores problemas de comunicación. Pero en otros lugares -y en menor medida también en Lamont- hay otros mercados laborales que demandan el inglés por la necesidad de atención al público o trato con superiores que no hablan español. El aprendizaje de inglés se convierte así en uno de los medios más atendidos por los jóvenes que tienen las expectativas de abandonar el empleo agrícola para colocarse en otras 52 posiciones más ventajosas, además de revestir la idea de brindar mayor solvencia en la vida en EU, mayores posibilidades de obtener ventajas además del empleo, así como conocer más gente y contar con un conocimiento que puede ser sumamente rentable en caso de un eventual regreso a México como destreza al momento de buscar empleo. La migración en la experiencia personal de transición Ya sea que vengan acompañados de parientes o se encuentren con ellos tras cruzar la frontera o que viajen solos y establezcan nuevos lazos de compañerismo, aunque sean limitados, es común para muchos jóvenes encontrar que en sus primeros años de vida como migrantes se incorporan a un ambiente que en muchos sentidos se caracteriza por el predominio de un entorno masculino. Con ello, parte de su transición a la adultez implica un enfrentamiento nebuloso a ciertas cuestiones de género, al mismo tiempo que un intento de reforzar muchos de los estereotipos al respecto. Así, viviendo en casas compartidas con otros cinco o seis hombres, con un presupuesto limitado y con la idea de “cumplir” con su rol de “hombres independientes”, aprenden a cocinar, hacer la limpieza doméstica y encargarse de la lavandería, sin dejar de ver esta situación como excepcional y temporal. También, de manera un tanto tímida al principio, reconocen que se aficionan a las telenovelas –la principal programación por las tardes en la televisión de habla hispana en EU—lo que ven como un ejemplo de feminización. Pese a las dificultades enfrentadas y las limitaciones existentes en el mercado de trabajo agrícola, algunos jóvenes encontraran una experiencia distinta que pueden influir también en la modificación de su proyecto migratorio y en la extensión del mismo. Se trata de aquellos que, después de adquirir experiencia en las tareas y de conseguir el desarrollo de una red de contactos adecuados, tienen oportunidades de ascenso en la reducida escalera laboral que emergió en el empleo agrícola en las últimas décadas. Puestos como el de mayordomo, o trabajos especializados, como maquinista, brindan mejores beneficios para un trabajador, tanto en términos económicos como en el tipo de tareas realizadas, además de que gracias a la estabilidad que pueden significar en algunos casos, la incertidumbre y fragilidad que habíamos señalado se reducen. 53 Tras unos años como trabajadores en los campos, con nuevas experiencias vividas en un país extraño, con mayor conocimiento de las realidades laborales a las que se enfrentan y quizá con la adquisición de algunas habilidades para competir en mejor condiciones, o desanimados por las dificultades pero convencidos de que “en México está peor”, algunas de las situaciones más desfavorables se han matizado y algunas desventajas quedan superadas, y la migración, que se viera como un proyecto de duración reducida, es reevaluada a la luz de nuevas perspectivas. Tal vez se conserven algunos de los elementos del proyecto inicial y se busque la forma de regresar a México. O tal vez el nuevo proyecto cambie radicalmente y se dirija ahora a establecer una vida en EU, continuando como trabajador agrícola o buscando opciones de movilidad geográfica y ocupacional Conclusiones Al observar el proyecto migratorio de estos jóvenes, vimos que para algunos de ellos la migración forma parte de la tendencia al alargamiento y fragmentación de la inserción laboral. Con dificultad para encontrar empleos constantes o redituables en México, su proyecto migratorio, que suele referirse como de corta duración en su idea original, es una forma de incrementar los recursos con los que se piensa se podrá tener a futuro una participación más exitosa en el mercado de trabajo. En el propio mercado de trabajo de Estados Unidos, la inserción puede ser también fragmentaria y extendida. En este caso, tratándose de un medio en el que la inestabilidad y la poca estructuración son significativas, la inserción implica familiarizarse con un entorno ajeno en el que, existiendo pocos canales formalizados para desarrollo de trayectoria, el apropiarse de conocimientos vivenciales y de la experiencia puede brindar la opción de consolidar un espacio laboral con posibilidades de abandonar las posiciones desfavorables. Para los jóvenes migrantes existe una dificultad mayor que se deriva de que a la mencionada vulnerabilidad que enfrenta la juventud en su conjunto en los momentos de búsqueda de participación en el empleo se suma la vulnerabilidad resultante de la condición de migrante indocumentado. El cruce de frontera, en la situación que se da, implica una pérdida de la posibilidad de aplicación de recursos útiles en la competencia por obtener empleos satisfactorios. Así, en un principio, migrantes con una instrucción escolar reducida y 54 jóvenes que abandonan México tras terminar sus estudios de preparatoria son reducidos, al incorporarse al empleo agrícola, a posiciones semejantes de bajo perfil. Pero, sin que haya por el momento señas que apunten a la disminución de la vulnerabilidad, a la larga, para muchos de estos migrantes ese segundo entorno se volverá el más deseado y preferido. Tomado de Hernández Romero Manuel Adrián, Jóvenes migrantes y experiencias de inserción en el campo californiano, ponencia presentada en el Coloquio de la maestría en Antropología en el CIESAS, D.F. (2006) 20 págs. 55