Trabajo Y Políticas De Empleo: Comunidad Valenciana

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TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO: COMUNIDAD VALENCIANA Autor: Vicente Castelló Roselló. Facultad de Económicas de Valencia.. RESUMEN No hay duda de que en estos momentos el mayor problema al que se enfrenta la Unión Europea es el desempleo. En 1998 la tasa de desempleo en los países miembros de la Unión Europea era del 10% (más de 18 millones de parados). Así, lo reflejan las encuestas: el paro es en la actualidad una de las cuestiones más preocupantes para todos. En el siglo XXI, el mundo laboral sigue ofreciendo un inmenso despilfarro de recursos en lo que a producción se refiere. Esta situación resulta degradante y humillante para los parados y tiene consecuencias perniciosas a largo plazo, especialmente para los jóvenes y mujeres, que constituyen los grupos más afectados. Además, es una fuente de tensiones sociales, tal como ha quedado demostrado en las recientes campañas electorales en Alemania y Francia. El objeto, de la presente comunicación, ha consistido en analizar los hechos producidos, en la Comunidad Valenciana en los últimos veinticinco años, y establecer diversas observaciones que permitan comprender la realidad actual. El trabajo abordará sucesivamente el tema de las fuentes de información sobre empleo y paro, y su grado de fiabilidad; el comportamiento de la población activa, empleo y el paro. Y finalmente se harán algunas reflexiones sobre políticas de empleo con el fin de proponer una serie de medidas que redunden en beneficio del empleo, junto con el desafío político que conlleva, y que será necesario remover de cara al futuro. Así, se ha estructurado en tres Capítulos y confeccionado, a su vez, abundante material gráfico. Sin embargo, podemos extraer una primera conclusión: nada se logrará sin la ayuda del conjunto de la sociedad y su participación activa en la lucha contra el paro. Lo que no es una conminación sino una necesidad. Podemos afirmar, también, que los problemas actuales del empleo no pueden ser analizados sin tomar en cuenta las consecuencias de la mutación económica y social de estos últimos veinticinco años. En efecto, el mundo actual es fundamentalmente diferente al que conocíamos a principios de la crisis de los años setenta. Hemos pasado de una economía mucho más compleja en la que lo nuevo se mezcla con lo viejo. A lo cuantitativo se añade lo cualitativo, a una organización vertical de la economía a partir de grandes grupos dominantes se mezcla una organización más horizontal. En este contexto, se han modificado considerablemente las condiciones de desarrollo y se han dejado obsoletos los modelos establecidos a principios de la revolución industrial, pero continuamos razonando como si nada hubiera pasado, aplicando concienzudamente recetas que ya no funcionan. CAPÍTULO I : EL MERCADO DE TRABAJO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA (1974-1998) 1.1 LOS DATOS DEL PROBLEMA: Diferencias EPA e INEM Solía comentar Keynes: “Para resolver un problema primero es necesario identificarlo, y a menudo el hacerlo con precisión supone la resolución del mismo”. En el presente trabajo sobre el mercado de trabajo en el periodo1974-1998, se han elaborado los datos en base a la Encuesta de Población Activa (EPA) con preferencia a otras fuentes, por ser la fuente principal de información sobre el mercado de trabajo. 1.2 ACTIVIDAD, EMPLEO Y PARO Cualquier análisis de la situación del mercado de trabajo en la Com. Valenciana debe comenzar con una descripción general de lo que ha ocurrido en los últimos 25 años con el empleo, el paro y la población activa. Hay que distinguir cinco grandes periodos desde 1974. ü Entre 1974 1979, tanto el empleo como la población activa tienden a estancarse. Se trata de un período lleno de incertidumbre, caracterizado por la transiciòn política de la dictadura franquista a la democracia. ü Entre 1980 y 1984, el empleo disminuyó espectacularmente (150.860), si bien el ritmo de disminución parece algo menor a partir de 1981, coincidiendo con el aumento algo más rápido de la población activa. Este último aumento probablemente esta relacionado con la entrada en el mercado de trabajo de las generaciones nacidas en la segunda mitad de los años 60 que, además de ser algo más numerosas, ya se beneficiaron del descenso de las tasas de mortalidad infantil. ü El período 1985-1990 fue testigo del proceso más vigoroso de la creación de empleo de la historia de la Com. Valenciana reciente. La ya existente recuperación mundial, junto con el descenso de los precios del petróleo, alimentaron esta expansión. La reforma del mercado de trabajo de 1984, en la que se generalizó la utilización de contratos temporales, también desempeñó un papel importante, aunque limitado. Sin embargo, en este período, la población activa también aumentó muy deprisa, debido principalmente al incremento de las tasas de actividad femeninas. En conjunto, a pesar de que el empleo total aumentó en más de 251.000 personas (3,9%), el paro sólo disminuyó en 70.000, lo que llevó la tasa de paro a un nivel del 14% de la población activa en 1990. 2 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana ü Entre 1991 y 1993, la economía valenciana experimentó una gravísima recesión, en que las pérdidas de empleo fueron más intensas que en las crisis anteriores. En 1993, la tasa de paro alcanzó un máximo de 24,2%, debido a que el paro aumentó en dicho período en más de 145.000 personas, es decir, el 60% de incremento. Sin embargo, esta crisis fue mucho más breve que la anterior y a mediados de 1994 el empleo comenzó a recuperarse. ü En los 5 últimos años, la economía valenciana ha crecido bastante deprisa y el empleo ha seguido un ritmo similar. Así, a partir de 1994 hasta el segundo trimestre de 1998, se han creado 155.000 empleos (2,8% anual) y el paro desciende en 100.000 personas. 1.3 TASAS DE ACTIVIDAD POR SEXO Y EDAD. La tasa de actividad (la población activa dividida por la población de 16 años o más) ha tendido a disminuir desde 1974, experimentando un cambio positivo desde 1987 a 1993, en el que se alcanza un máximo ( 52,1%), para a partir de ahí continuar disminuyendo hasta 1998 que se sitúa en el 50,8%, cifra claramente inferior a la de 1974 que era del 51,04%. La tasa global de actividad oculta la existencia de grandes diferencias entre las tasas de actividad por sexo y edad. El gráfico 1 muestra las claras diferencias existentes entre los varones y las mujeres en lo que se refiere a la actividad. Así, la tasa de actividad femenina muestra una persistente tendencia ascendente: practicamente estacionaria hasta 1986, con porcentajes entre el 28 al 30%, incremento considerable a partir de 1987 con niveles casi del 33 % y crecimiento rápido hasta 1994 hasta situarse en el 38,5%, para continuar en 1995 con aumento lento hasta 1997, y terminar disminuyendo, en 1998, en el 38,1%. Por lo que se refiere a los varones, su tasa de actividad muestra una continua disminución. Así, mientras que en 1976 cerca del 76% de los varones de más de 16 años trabajaba o quería trabajar, en 1998 esa proporción había descendido a algo más del 64%. En conclusión, la composición de la población activa de la Com. Valenciana evoluciona a favor de las mujeres, ya que han contribuido con más del 72% a su crecimiento total en el período 1976 a 1998. Sin embargo, el aumento de la tasa de actividad femenina, resultado de una mayor incorporación de la mujer al mercado de trabajo, que se ha producido, ha evolucionado paralelamente a un aumento de su tasa de paro y a un crecimiento de su contribución al desempleo total (el paro femenino ha pasado del 35,7% del total de desempleo, en 1976, al 60%, en 1998). 3 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Por lo que se refiere a la tasa de actividad de los hombres y mujeres de menos de 25 años continua descendiendo (gráfico 2). Hoy es del 50,56% para los varones y del 45,1% para las mujeres. Parece evidente que la tendencia a largo plazo conduce a que una proporción creciente de jóvenes continúe más tiempo en el sistema de enseñanza o una formación inicial. 1.4 TASA DE OCUPACIÓN Por lo que se refiere a la tasa de ocupación (cociente entre el número de personas ocupando un empleo y la población de 16 años o más) no ha aumentado en el transcurso de los últimos veinticinco años. En 1998 es inferior (42%) a la observada a mediados de los años 70 (48,2%), según se observa en el gráfico 3. 1.5 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO En 1975 el empleo en la Com. Valenciana es de 1.213.500. Hoy es de 1.365.300, es decir, en los últimos veinticinco años se han creado tan sólo 151.000 empleos (12,5% de incremento) a una media anual de 6.040 empleos. Ha habido que esperar hasta principios de la década de los noventa para que se alcancen niveles superiores a los de 1975. Precisamente, en los últimos ocho años, es cuando se crean la mayor parte de los empleos: 105.000 empleos que representan el 70% de la creación neta de empleos del período analizado (gráfico 4). El crecimiento insuficiente del empleo, se ha traducido en una tasa de paro elevada (actualmente es cinco veces superior). Por ello, el objetivo de este subapartado es abordar algunas dimensiones específicas del empleo para estudiar su evolución. En concreto, analizaremos las siguientes características: • distribución sectorial • el empleo por sexos • contratos 1.5.1 Distribución sectorial del empleo El análisis de la ocupación por sectores productivos refleja un reforzamiento de la dependencia del empleo total en el sector servicios. A su mayoritariamente peso relativo en el empleo total (60,1%), se ha unido un crecimiento elevado y sostenido del empleo en este sector que aumenta en más de 318 mil empleos, destacando el período 1984 – 1991 en el que se crean del orden de 200 mil empleos, es decir, casi el 70% de los empleos creados de dicho sector (gráfico 5). 4 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Sin embargo, ello contrasta con fluctuaciones o comportamientos claramente negativos en las restantes actividades productivas. Así, desde una perspectiva de análisis sectorial, existen dos fenómenos que han influido de forma importante en la tasa de desempleo: El primero, es la disminución del empleo agrícola en más de la mitad, en concreto 130 mil, en el período 1976-1988. En este período, la proporción de empleo agrícola, en el conjunto total, ha disminuido en más de diez puntos porcentuales pasando del 16,5% de 1976 a representar hoy el 5,5%. La disminución más importante se centra en el período 1987-1992, si bien ha sido una constante desde los años 50. En segundo lugar, es el deterioro de la industria valenciana que ha ido reduciendo sus empleos en las diferentes situaciones críticas por las que ha atravesado. Hay que destacar un descenso significativo: período 1980-1985 de grandes reconversiones industriales, se registraron una pérdida de empleos industriales de más de 123.000 puestos de trabajo. Sólo en 1981 se perdieron el 10% de los empleos industriales. Sin embargo, a partir de 1985 el empleo industrial ha ido recuperándose paulatinamente, pero sin alcanzar los niveles de 1976. Resumiendo: la evolución de la creación neta de empleo se traduce por una disminución muy marcada del empleo en el sector agrícola y en menor importancia en la industria, y son los dos sectores responsables de la disminución del empleo en el período analizado. Por contrapartida, los servicios son la principal fuente de crecimiento del empleo en la Comunidad Valenciana. 1.5.2 Empleo por sexos En el conjunto de la Com. Valenciana, el número de hombres ocupados, desde 1976, ha aumentado en 21.430 empleos ( 2,5% de incremento), mientras las mujeres aumentaban en más de 127 mil empleos (35,6% de incremento), que representan el 85% de la creación neta de empleos creados, la gran mayoría de todos ellos se realizan en la década de los noventa (gráfico 6). Esta situación refleja la evolución sectorial de los empleos: las pérdidas de la industria y sobre todo la agricultura se han centrado, casi exclusivamente, en los hombres con un 70%, mientras el aumento del empleo generado en el sector servicios corrresponde a las mujeres con el 60%. Sin embargo, el aumento de empleo de las mujeres es insuficiente para ofrecer un puesto de trabajo a todas las mujeres que se incorporan masivamente a la población activa, a finales de la década de los ochenta, en concreto: 282 mil mujeres( 75,5% de incremento), que representan más de dos tercios del aumento total de la población activa para ambos sexos. Todo ello, explica el masivo aumento del paro de las mujeres. 5 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana 1.5.3 Contratos de trabajo El sistema de contratos de trabajo es un sistema dual que permite dos tipos de contratos de trabajo, de duración indefinida (permanentes) y de duración determinada (temporales). Como es bien conocido, la diferencia fundamental entre estos dos tipos de contratos se refiere a las condiciones de extinción. La extinción de los contratos de duración indefinida tiene un coste para el empresario que depende de las causas que se aleguen para dicha extinción y del resultado de un control judicial (en el caso de despidos individuales) o administrativo (en el caso de despido colectivos). La extinción de los contratos temporales es automática en el momento en el que termina la duración del contrato. Esta dualidad de los contratos produce una rotación excesiva, llegando incluso en ocasiones a que una misma persona realice diversos contratos en un corto periodo de tiempo, con efectos perversos sobre los incentivos para la inversión en formación por parte de las empresas y de los trabajadores. Así, el 9,2% de los contratos realizados son de duración indefinida (si descontamos las reconversiones en indefinidos de contratos temporales ya existentes el porcentaje sería el 6,1%), mientras los contratos temporales son del 90,8%. (gráfico 7). a) Los contratos por sexos El análisis por sexos introduce algunas matizaciones. En primer lugar, el volumen de contratación no beneficia a todos por igual. Los contratos realizados a mujeres representan el 38% de las nuevas contrataciones. En segundo lugar, cuando se trata de contratos indefinidos desciende este porcentaje al 31,5%. Las mujeres únicamente superan a los hombres en los contratos a tiempo parcial y en los de interinidad, en éste último caso potenciado por las sustituciones por maternidad (gráfico 8). b) Contratos más utilizados El contrato más utilizado en la Com. Valenciana (gráfico 9) corresponde al Eventual circunstancias de la Producción casi la mitad del total de contratos registrados (46,2%), seguido por el de Obra o Servicio con el 23,7%, y a continuación con un aumento constante el de Tiempo Parcial, con el 22,5%. El resto de contratos, a muy larga distancia, representan tan sólo el 7,6%. c) Estructura temporal de los contratos Referente a la estructura temporal, es decir, por duración inicial de los contratos registrados, afecta especialmente al tramo de < = 1 mes, con casi la mitad de los 6 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana contratos registrados (48,5%). A continuación el tramo >1 a < = 3 meses se sitúa en el 32,8%. Por lo tanto los contratos de menos de tres meses representan en la Com. Valenciana el 81,3% del total de contratos registrados (gráfico 10). 1.6 LA DIMENSIÓN DEL PARO En la Comunidad Valenciana, el paro ha progresado durante la mayor parte de los últimos veinticinco años. Hoy es cinco veces superior al nivel de 1976, con una tasa de paro del 17%. El gráfico 11 representa la evolución de la tasa de paro desde 1976. Se observa un aumento realmente acusado entre 1973 y 1982 (cerca de 16 puntos porcentuales de incremento). A partir de 1982 la tendencia cambia hasta 1990, sin embargo, la recuperación del empleo no se tradujo en una gran disminución de la tasa de paro (4 puntos porcentuales de disminución) a pesar de registrarse un periodo de aumento del empleo muy vigoroso ( más de 251 mil empleos creados). La crisis posterior provocó unos elevados niveles de paro desconocidos hasta entonces, superiores al 24 por ciento de la población activa en 1993, para a partir de esta fecha empezar a descender hasta situarse en 1998 en el 17,19 % ( disminución de 6,6 puntos porcentuales), con un volumen de creación de empleo inferior a otros períodos de expansión ( 155 mil empleos). 1.6.1 Diferencias por edad y sexo Cuando desagregamos la tasa de paro por sexo y grupos de edad, aparecen algunos resultados interesantes. El primero es la diferente incidencia del paro en los varones y las mujeres. La figura muestra la evolución de la tasa de paro por sexo. En contraste con un aumento mucho mayor del empleo para las mujeres que para los hombres, la tasa de paro femenina siempre ha sido más alta que la masculina. Las diferencias significativas comienzan a aparecer a principios de la década de 1980. Así, mientras que la tasa de paro masculina comienza a descender en 1986, la femenina continúa aumentando hasta 1988. La segunda característica es que el elevado nivel que alcanzó el paro en 1993 se debe a la tasa femenina con un incremento de nueve puntos porcentuales en tres años, equivalente a 100 mil desempleadas, el 70% del aumento total. En el gráfico 11 podemos apreciar que el paro masculino y el femenino han seguido pautas muy divergentes. El paro de los hombres tiende a ser más sensible a las fluctuaciones de la economía que el de las mujeres. Esta situación se explica por la mayor concentración de los hombres en sectores sometidos a variaciones de la coyuntura y por un descenso tendencial de su tasa de actividad, que se traduce por una 7 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana relación más directa entre la evolución del empleo y el paro que las mujeres, cuya tasa de actividad, contrariamente a los hombres, va aumentando por la incorporación a la población activa (como desempleada o con empleo) de los llamados inactivos (personas que no están en paro ni tienen empleo). Hay 1.050.000 mujeres inactivas en nuestra Comunidad (gráfico 12), cifra mayor que las mujeres con empleo, y que representan dos tercios de la totalidad de inactivos. Esta situación implica igualmente que el crecimiento del empleo de las mujeres debe ser muy superior al de los hombres para traducirse en una reducción del paro. Así, cuando el ciclo económico es expansivo y el crecimiento del empleo se acelera, se puede esperar que la tasa de paro de los hombres disminuya más rápidamente que la de las mujeres. Con todo, la conclusión más clara que puede extraerse de los datos: el paro es cada vez menos un fenómeno masculino. Si se tiene en cuenta que la tasa de actividad femenina es mucho más reducida que la masculina (38,1% frente al 65,1%), hay que concluir que el desempleo afecta con más intensidad a las mujeres. En efecto, actualmente, el 60% de los parados son mujeres (mientras que éstas representan 1/3 de los ocupados). 1.6.2 Paro Juvenil Una serie de factores han contribuido a que el paro fuera absorbido con los menores traumas sociales posibles. La gravedad del paro ha estado atenuada precisamente por su composición. No hay duda de que el fuerte componente juvenil, junto con mecanismos sociales de protección, son los factores fundamentales que explican el hecho de que la elevada tasa de paro no haya tenido repercusiones sociales graves. En efecto, la tasa de paro global de la economía valenciana, se eleva al 17,19%, pero este porcentaje oculta repercusiones muy diferentes por grupos de edad. Las dificultades que han existido para encontrar un puesto de trabajo para aquellos que lo buscan por primera vez (Gráfico 13) han hecho que hoy existan 68 mil parados de primer empleo, (equivalente a casi el 75% del paro juvenil, y en sus dos terceras partes son mujeres). Ello, ha producido que la tasa de paro de los jóvenes de menos de 25 años, sea en la actualidad más elevada que la del conjunto de la economía y, por supuesto, que la de los adultos. Así, la tasa de paro de los jóvenes es el doble que la tasa de paro global en la Comunidad Valenciana. Hoy es del 33,57%, lo que significa que 94.550 jóvenes no tienen trabajo, están disponibles para trabajar y buscan un empleo activamente, no lo consigue y termina engrosando las cifras de desempleo (Gráfico 14). Sin embargo, dicha tasa oculta un dato preocupante : la tasa de paro de jóvenes mujeres que es del 45% (dos tercios de los jóvenes parados son jóvenes mujeres), prácticamente la mitad de las jóvenes se encuentra sin empleo. 8 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Las fluctuaciones de la tasa de paro de los jóvenes de menos de 25 años han sido particularmente muy pronunciadas. Entre 1976 y 1984 aumentó en 37 puntos porcentuales, se sitúa en el 43,4%. A partir de 1985 desciende de manera acusada hasta 1990 al 24,87%. La crisis de principios de la década de los noventa propició un nuevo incremento hasta 1993, situándose en el 41,3%. Los años posteriores registran un nuevo descenso, pero sin obtener los niveles inferiores anteriores a la crisis. La composición del paro ha cambiado considerablemente en los últimos años, mientras que el 47,4% del total de parados en 1984 tenían menos de 25 años, la proporción ha descendido al 33,3% en 1998, lo que es en parte debido a una reducción constante de su tasa de actividad, como consecuencia de factores demográficos, a una mayor participación en la educación, y a excluirse de la población activa por no encontrar trabajo, se le conoce como el efecto desanimo. 1.6.3 El paro de larga duración Un importante aspecto de la evolución y la incidencia del paro se refiere al paro de larga duración (proporción de personas de la población activa sin empleo desde hace un año o más), que en la Com. Valenciana alcanza considerables proporciones con una tasa de paro del orden del 10% (equivalente a la tasa global de paro de la Unión Europea), y que desde 1987 ha disminuido, sólo, en torno a 1,5 puntos porcentuales. (gráfico 15). Por lo tanto, en 1998 más del 55%, y como desde principios de la década más de la mitad de los parados, es decir 161.700 personas, estaban sin empleo al menos un año y cerca del 40% durante dos años o más. Esta cifra es inferior a los niveles alcanzados a mediados de la década de los ochenta. Sin embargo, a pesar de la prioridad dada a la lucha contra el paro de larga duración durante un decenio o más el problema continua siendo grave y de gran amplitud. En este contexto, hay que destacar que algunos expertos indican que las personas que llevan mucho tiempo sin empleo tienden a tener mayores dificultades para encontrar trabajo cuando surgen nuevas oportunidades. Se le denomina “dependencia de la duración”, implica que la probabilidad de salir de la situación de paro es menor para las personas que llevan más tiempo en paro, es decir, que cuanto mayor es la duración del paro, menor es la capacidad para encontrar trabajo. Por lo tanto, en la Com. Valenciana, al problema general del paro hay que añadir el problema específico del paro de larga duración. 9 CAPÍTULO II. POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO 2.l UTILIDAD DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO El principal argumento de las Políticas Públicas de Empleo se fundamenta sobre la comparación de dos cifras : el de los empleos creados con la ayuda de las Políticas Públicas de Empleo y el de los parados. No tienen nunca por objetivo la creación de empleo para cada parado. Tal objetivo no tiene sentido por una razón fundamental: la creación de empleo está influenciada por la política macroeconómica. Si hay fracaso o inadaptación será por culpa de la política económica, no de las Políticas de Empleo. Es imposible juzgar la utilidad de las Políticas de Empleo sin tener en cuenta sus objetivos múltiples: ü contrarrestar la selectividad espontanea de los mercados en favor de los más vulnerables ü facilitar los contactos empleadores - candidatos ü suministrar rentas a los parados ü influenciar en la población activa ü construir recorridos de inserción para jóvenes ü formar mejor a los recursos humanos de las empresas. ü adecuar el tiempo de trabajo, etc. Las Políticas de Empleo, por sí mismas, no resolverán los problemas del empleo y del paro. Ello, no elimina su peso específico. Al contrario, es muy posible que en el transcurso de los diez o veinte años próximos su papel se irá amplificando. Las incertidumbres son importantes, respecto a las políticas económicas, a la situación de las innovaciones tecnológicas y a las evoluciones tecnológicas del mundo. Paradójicamente, la tarea de las Políticas de Empleo es, por su parte, mucho más previsible. Allí donde han existido dispositivos de formación, indemnización, creación de empleos y de inserción, han representado un papel indispensable como tratamiento social. En definitiva, el problema no es únicamente el mercado de trabajo, sino la contribución colectiva de la integración social de las personas para el empleo. 2.2 POLÍTICAS PROPUESTAS PARA LA REDUCCIÓN DEL DESEMPLEO Entre los expertos existe un amplio debate para eliminar la persistencia de las diferencias con la U.E. en términos de población activa, empleo y paro. Sin embargo, están enfrentados al reto de la tarea que representa una definición de las políticas eficaces. Reconocen que su elección supone dos modelos bien distintos. El primer modelo el liberal preconiza la intervención mínima del Estado. El otro modelo, el socialdemócrata, considera fundamental la continuidad de las Políticas de Empleo y de otras políticas sociales. El problema no es únicamente el 10 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana mercado de trabajo, sino la contribución colectiva de la integración social de las personas para el empleo. Como aportación a dicho debate, vamos a examinar ahora una serie de medidas políticas esenciales, que son respuestas a los desafíos planteados del siglo XXI, a saber: 2.2.1 Subvenciones a la creación de empleos Salvo excepciones, se consideran de dudosa eficacia en términos de creación neta de empleo, pues se limitan, simplemente, a desplazar el problema modificando el orden de espera en la fila del paro, e introduciendo efectos perversos en el mercado de trabajo que trataremos de explicar. . La pregunta que hay que hacerse es: ¿Se trata de creación de nuevos empleos o son empleos que hubieran sido creados igualmente?. Si se contesta afirmativamente, quiere decir que en ocasiones se subvencionan empleos que hubieran sido creados igualmente, sin necesidad de intervención pública. Se le conoce como efecto oportunidad. La posibilidad de desplazar los empleos creados de otro lugar.y/o cuando después del programa los trabajadores son despedidos y no consiguen su inserción en nuevos empleos se le denomina efecto desplazamiento La existencia de dichos efectos, nos induce a pensar, que el número de puestos subvencionados no es sinónimo de empleos creados. Según la OCDE, los estudios realizados en U.S.A. y la U.E. sobre la incidencia de ambos efectos se sitúan entre el 50% y el 80%, es decir, en el mejor de los casos por cada dos puestos subvencionados solo se crea uno. La utilización de las subvenciones al empleo pueden enturbiar la competencia entre empresas de un mismo sector. Los empleadores subvencionados se encontrarán con ventajas competitivas respecto al resto de sus competidores, debido a sus menores costes de producción. Es conocida como efecto evicción. Por último, aparece también el efecto sustitución, entre las diferentes poblaciones de desempleados. La empresa viene obligada para tener derecho a la subvención a seleccionar sus futuros asalariados entre grupos desprotegidos (jóvenes, parados de larga duración, etc.) en detrimento de los que no lo son. , Por lo que, las expectativas, de determinados grupos de desempleados se verán reducidas. Hay que tener en cuenta que el empleo es una realidad heterogénea y los diferentes trabajadores no son perfectamente intercambiables por no ser homogéneos. En este sentido, la inscripción en el INEM no nos da una idea determinante del grado de "empleabilidad" del candidato. Determinados segmentos de los parados de larga 11 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana duración podrían ser colocados sin necesidad de ayuda. Mientras que otros si que necesitan de dicha ayuda, y es donde habría que incidir más intensamente. Un elemento más de reflexión: Si la reducción del coste relativo de la mano de obra puede llegar a tener alguna influencia sobre su nivel de ocupación a través de la intensificación de su uso, este efecto se medirá más bien a largo plazo. A corto plazo, sin embargo, al derivarse la demanda de trabajo del nivel de producción, no parece que su abaratamiento tenga efectos importantes. Hay que tener en cuenta que el período medio de vida de las inversiones en RRHH suele ser de varios años, frente a los programas de subvenciones que tiene solo carácter temporal. Es decir, a veces, las empresas se encuentran en una situación que le viene dada, y que le permite bonificarse por unos puestos de trabajo, que de todas formas iba a crear de igual modo, ya que la planificación de su plantilla ha estado realizada con antelación a la implantación de las subvenciones al empleo. Para terminar, no se debe concluir que las subvenciones al empleo deban ser eleminadas en su totalidad, al no tener grandes esperanzas de reducir sustancialmente el desempleo, ya que es verdad que tienen efectos realmente positivos para paliar la selectividad del mercado de trabajo, en algunos casos precisos y limitados. En este contexto, es evidente que su evaluación debe efectuarse en concepto de tratamiento social del paro. En cambio, si se realiza en concepto de creación de empleo deben serlo con imperativos de eficacia económica, lo contrario tendría escasa justificación, sobre todo si al final pagamos todos. En resumen, intervenir para corregir desigualdades se justifica. Si se conciben las subvenciones a la creación de empleo como solución al desempleo, posiblemente nos equivoquemos. 2.2.2 Ocupaciones sociales (nuevos yacimientos de empleo) Debido a que todo-crecimiento no es suficiente y que toda-flexibilidad no permite incrementar el empleo si no es al precio de un aumento insoportable de las desigualdades sociales, hay que encontrar otras formas de crecer con un mayor enriquecimiento del empleo. Una de las primeras vías posibles es crear empleos públicos o empleos financiados en su totalidad o en parte con fondos públicos. La creación de empleos públicos tiene una ventaja evidente: es el resultado automático de una decisión administrativa. Pero, tiene un gran defecto: obliga a incrementar la presión fiscal. En este sentido, ocupan un papel relevante los llamados nuevos yacimientos de empleo (ocupaciones sociales) que surgen allá donde la evolución de las formas de vivir, la transformación de las estructuras y relaciones familiares y la preocupación por el 12 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana entorno urbano y medioambiental generan nuevas necesidades. El Libro Blanco "Crecimiento, competitividad y empleo. Debate pistas para entrar en el siglo XXI" señala que son muchas las necesidades que actualmente siguen insatisfechas, e invita a profundizar en el análisis de tales necesidades en la medida que pueden generar nuevos empleos. Se fundamenta en que existe una demanda latente para este tipo de servicios, pero que no puede ser satisfecha debido a su coste excesivo, sobre todo, a las personas a las que van destinados, y a un déficit de profesionalización del sector. De ahí parte la idea de aumentar la solvencia de la demanda (se conceden a los hogares reducciones de impuestos para el empleo de los asalariados a domicilio, y la implantación de cheques-servicio que subvencionan el consumo) y de estructurar la oferta (fomentando el desarrollo de asociaciones y empresas intermediarias del sector). La creación de este tipo de empleos no está legitimada si no responde eficazmente a necesidades reales, que no pueden ser satisfechas por la iniciativa privada, debido a que la demanda no es lo suficientemente solvente (concretamente en los sectores de ayuda a domicilio de personas de edad y cuidado de los niños, es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de estas actividades), o por que la necesidad es colectiva por naturaleza, es decir, deben de responder a verdaderas necesidades sociales. Por lo tanto, cualquier creación masiva de empleo público, decidida en un contexto de política de empleo debe ser el resultado de una decisión óptima de necesidades reales. Evidentemente, que las necesidades sociales son inmensas. Por ello, una de las condiciones de éxito, y de aceptación de dichas medidas, por parte de los ciudadanos, consiste en reflexionar previamente la forma de satisfacerlas. En caso contrario, los empleos creados serán simplemente puestos de trabajo de circunstancias. Según las experiencias prácticas que se vienen llevando a cabo, en la Unión Europea, describiremos a continuación aquellas actividades que en mayor medida pueden generar un número de puestos de trabajo más elevado, las cuales han sido divididas en cinco grandes áreas: A) LOS SERVICIOS DE MEJORA DE LA VIDA DIARIA (Hay que tener en cuenta tres factores de transformación social que posibilitan su desarrollo: aumento de la tasa de actividad femenina, envejecimiento de la población y evolución de las relaciones familiares) B) LOS SERVICIOS PARA MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA C LOS SERVICIOS CULTURALES Y DE OCIO D LOS SERVICIOS DE MEDIO AMBIANTE E. SERVICIOS A LAS EMPRESAS 13 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana ( En la Unión Europea el 75% de las empresas creadas eran sin asalariados. El 10,5% con uno o dos asalariados). Mención especial merece la figura: Acompañante de demandantes de empleo. La insuficiencia de acompañamiento de los demandantes de empleo en su reposicionamiento profesional tiene por consecuencia su desconocimiento, prácticamente, total de la oferta real. Su desánimo e instalación de un numero elevado de entre ellos, en una vida social sin trabajo, conlleva a que el retorno al trabajo sea cada vez más difícil. Por ello, se impone una conclusión: la acción en la dirección de los demandantes de empleo es prioritaria. Numerosas experiencias europeas nos muestran que una acción cuantitativa en favor de la inserción, en el ámbito local, es positiva a través de la implantación de un dispositivo riguroso y la movilización del entorno. Con objeto de poder medir las posibilidades de creación de empleo de dichos Acompañantes de demandantes de empleo y encontrar soluciones, destacaremos que el nuevo Instituto Valenciano de Empleo deberá de atender, según datos del segundo trimestre de 1998, a 365 mil demandantes de empleo con una plantilla de unas 800 personas, es decir, cada funcionario debe de atender a 455 demandantes, frente a los 9 de Suecia o los 80 de Francia, Por lo tanto, si queremos parecernos a los suecos se podrían crear más de 35 mil puestos de trabajo, y si queremos imitar a Francia cerca de 5 mil puestos de trabajo. Con ello, lógicamente, no queremos cuestionar ni la competencia, ni la motivación de los funcionarios actuales. En este sentido, la asistencia social no puede ser pasiva. Sin embargo, las estructuras de asistencia social con estatuto reconocido, deberán participar del buen funcionamiento económico. Por consiguiente, debemos estimular el empleo allí donde pueda reforzar las funciones que contribuyen a la competitividad del territorio. Los empleos de los servicios a las personas se inscriben también, en este principio, incluso indirectamente, de dos maneras: aumentando la disponibilidad de los activos y contribuyendo a la cohesión social. Tradicionalmente, el análisis de las condiciones de desarrollo de las actividades enfrenta a los partidarios de una política de oferta frente a los de demanda. Tenemos la convicción que la estimulación simultanea de la oferta y demanda es necesaria. El desarrollo de las actividades de servicio encuentra su sitio en una política global de desarrollo del empleo, tanto a nivel nacional como local. 2.2.3 EMPRENDER CONTRA EL PARO En un mundo dominado por los procesos de la información es particularmente adecuado y, en consecuencia, abierto a las pequeñas y medianas empresas, pues en él, el capital más importante es la imaginación; y la fuerza de trabajo aplicada en cadena para 14 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana la producción de grandes series es menos competitiva que la fabricación flexible y robotizada de esos mismos productos. La conclusión es que durante el período industrial clásico se era pequeño por obligación, es decir, en tanto no se podría crecer, y ese crecimiento era condición de supervivencia a medio plazo. En la era de la información es posible ser pequeño y en ocasiones incluso es deseable, en la medida en que con ello se obtengan ventajas competitivas en el terreno de la flexibilidad, es decir, a la capacidad y a la calidad de anticipación a los cambios y la rapidez de reacción con mínimos costes frente a una incertidumbre creciente. Lo que implica una estrategia abierta y unos factores de producción totalmente flexibles. La realidad nos pone de manifiesto como, en muchos casos, las empresas pequeñas desarrollan métodos de trabajo más satisfactorios y eficaces que las grandes. No sólo rebaten políticas y estrategias de grandes empresas, sino que, según los especialistas, amenazan principios económicos sagrados: a mayor volumen, menores costes y mayor competitividad. a) Emprender en la Comunidad Valenciana Un buen ejemplo, nos lo proporciona la Comunidad Valenciana caracterizada, desde siempre, por su tradición emprendedora. Según el I.N.E., en nuestra Comunidad hay registradas 250.250 empresas, y representan el 10,5% del total nacional. La media de incremento de empresas en 1997 fue del 3,3%, frente al 3% del conjunto del Estado. Referente a la condición jurídica de las empresas valencianas el 67% corresponde a personas físicas, a continuación le sigue a muy larga distancia las sociedades de responsabilidad limitada con el 23,2% y las sociedades anónimas con el 3,7%. Respecto al número de trabajadores el 55,8% de las empresas de nuestra Comunidad no poseen asalariados, lo que demuestra el predominio del auto-empleo que observamos en su estructura jurídica. Más importante aún nos parece el destacar que las microempresas y las PYMES proporcionaban ocupación al 72% de los trabajadores del ámbito comunitario, porcentaje que llegaba al 80% en España y la Com. Valenciana (60% del PIB). Si consideramos las empresas con asalariados el 88% son pequeñas empresas (<10 trabajadores), siendo el 98% pequeñas y medianas (<50 trabajadores). En el extremo opuesto, las empresas de más de 1000 trabajadores, suman solamente 23 (0,009% del total). Según su actividad principal destacan las empresas dedicadas al comercio (más del 23% en el minorista y el 8% al por mayor), las de hostelería (10%), construcción (9%) y transporte (7%), el resto de actividades no supera ninguna el 5% de representatividad. 15 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana No se debe olvidar la vocación exportadora valenciana. Así, lo confirman los datos de 1997, ya que mientras en el conjunto del Estado la balanza comercial arroja un déficit (85% de tasa de cobertura), la balanza comercial valenciana es excedentaria (147% tasa de cobertura). Las exportaciones alcanzaron, en 1997, más de dos billones de pesetas que representan casi el 25% del PIB valenciano. O lo que es lo mismo, una de cada cuatro pesetas que se producen en la Comunidad Valenciana se vende en los mercados exteriores. La realidad nos pone de manifiesto la importancia que tiene en la Comunidad Valenciana las Pymes. Según un reciente estudio de los Catedráticos de Economía Aplicada José A. Alonso y Vicente Donoso: el 93% de las empresas exportadoras son Pymes. Además, la consolidación del Euro posibilitará una mayor expansión del comercio exterior con los beneficios que éste reporta, gracias a la eliminación de la incertidumbre cambiaría. Las ventajas potenciales del Mercado Único Europeo (eliminación de barreras y obstáculos al comercio de bienes, prestación de servicios y circulación de capitales) se verán acrecentadas notablemente. Sin embargo, quisiéramos hacer algunas consideraciones al respecto como las afirmadas por el profesor A. Barceló de la Universidad de Barcelona: “El euro puede jugar un tanto a la contra en sectores muy condicionados por los tipos de cambio, sin méritos propios (como el calzado, etc.), al no permitirse las devaluaciones competitivas. Por consiguiente ciertos sectores exportadores lo van a pasar mal, y se destruirán, posiblemente, algunos puestos de trabajo. Por supuesto, no es el caso de los vinculados a la producción de bienes y servicios difícilmente transportables: la reparación de electrodomésticos o los trabajadores de la construcción, etc. Que pueden escurrir el bulto frente al acoso competitivo internacional”. La Comunidad Valenciana tiene los medios para solucionar su problema del empleo. Estaremos en la vía acertada si decidimos, entre todos, correctamente entre una serie de opciones, en las que el emprender puede ser una de ellas. Por supuesto, que el emprender no es la solución para todo el mundo; pero con auténtica convicción creemos que puede ser la salida óptima para muchas personas y en suma algo de incalculable valor para salir de la crisis. Por ello, se sugieren ayudas para fomentar este sector tanto a nivel financiero como de asesoramiento. En este sentido, se necesitan políticas más activas para promover la constitución de nuevos emprendedores y ayudas d a las PYMES, cuyo desarrollo puede estimularse mediante las medidas adecuadas. Italia, por ejemplo, ha tenido bastante éxito con los distritos industriales. El término distritos industriales se refiere aquí a ciertas agregaciones horizontales de PYMEs en las que cada empresa funciona de forma autónoma, pero la producción está coordinada con la de las demás empresas del distrito, lo que resulta en economías externas. Estas medidas deberían tender, principalmente, a la creación de organismos asesores para cuestiones burocráticas, fiscales, financieras y tecnológicas. 16 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana 2.2.4 REDUCCIÓN DE LA DURACIÓN DEL TIEMPO DEL TRABAJO La reducción del tiempo de trabajo, contrariamente a los que algunos opinan, no es un reparto maltusiano. El verdadero maltusianismo reside más en la no-política de empleo. Una política que condena a una gran parte de los valencianos a la inactividad, aunque ella prefiera trabajar. Una política que malgasta miles de inteligencias inutilizadas. Por el contrario, el objetivo del reparto del tiempo de trabajo, consiste en que cada persona trabaje menos, pero que produciría y trabajaría más si trabajan todos juntos. No hay contradicción entre reducción del tiempo de trabajo y crecimiento, sino más bien todo lo contrario. El desafío de la reducción del tiempo de trabajo, no es solamente mejorar la situación del empleo -sería suficiente con el desarrollo del tiempo parcial- es redoblar la confianza de una sociedad en su democracia. afirmando que el paro es un problema político y no económico, porque pone en tela de juicio la cohesión social. Reducir el tiempo de trabajo es afirmar que el paro es un problema de todos y no sólo de los parados. De las tres grandes estrategias posibles para intentar remediar la crisis del paro: aumento del volumen del empleo, creación de un nuevo tipo de empleo de utilidad colectiva, redistribución del empleo, es precisamente esta última la que más polémica suscita en la sociedad, con abundante literatura, numerosos discursos públicos y ha dado lugar a proposiciones, ideas, sugerencias, y recomendaciones de filosofía muy variadas. Así, el reparto del tiempo de trabajo es a menudo en nuestro país objeto de posicionamientos ideológicos - entre los que creen y los que no creen - más que de análisis razonados. Por tanto, la riqueza de la experiencia histórica, desde hace más de dos siglos, y el conocimiento de los resultados obtenidos recientemente de varios países próximos, deberían permitir explorar zonas de consenso sobre diferentes aspectos de dicha política. La reducción del tiempo de trabajo es un objetivo en sí de la propia sociedad. La tendencia histórica es de una reducción progresiva de la duración anual de trabajo que se sitúa actualmente en una media de 1700 a 1800 horas según países (a excepción de diversos países asiáticos por razones culturales). Pero la inspiración ha evolucionado profundamente: el deseo de reducir a las personas el esfuerzo en el trabajo ha dejado su sitio a la voluntad de reabsorber el paro. Y es casi con toda seguridad -excepto accidente de la historia- que se trabajará aún mucho menos en los próximos cincuenta años. En opinión de algunos expertos, "trabajamos media jornada", es decir, la duración del trabajo se ha reducido a la mitad en un siglo. Esta división por dos del tiempo de trabajo anual es un fenómeno común del conjunto de las economías desarrolladas. Ha sido obtenida por la acción sindical, por la intervención de los poderes públicos o por las dos a la vez, pero la mayoría de las veces contra la voluntad de los empresarios. Llegado a este punto hay que plantearse el problema a la inversa y preguntarse: ¿Si 17 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana trabajásemos lo mismo que hace un siglo que pasaría?. La respuesta de los partidarios de la reducción del tiempo de trabajo sería utilizar una regla de tres según la cual a un porcentaje determinado de reducción de la duración correspondería un porcentaje igual de creación de empleos. Ejemplo: a producción equivalente, trabajando con el mismo nivel de productividad, pero trabajando con los horarios de principios de siglo, si hoy es necesario una ocupación de más de 13 millones de personas, serían necesarias solamente 6,5 millones. Sin reducción del tiempo de trabajo habría 6,5 millones de parados. Esta conclusión es rechazada por los detractores de la disminución del tiempo de trabajo. Estos apoyan sus tesis en correlaciones basadas sobre determinados países, minuciosamente seleccionados, para hacer ver la existencia de una relación de causalidad entre bajos niveles de duración de trabajo y tasas elevadas de paro. Sin embargo, la mayoría de expertos están de acuerdo en señalar la ausencia de dicha correlación. Reconocer la complejidad del tema no excluye que reducir la duración del trabajo, no es solamente, dar empleo a los que no tienen, sino también, dar más libertad a los que tienen. Evidentemente, el primer objetivo es el empleo, pero su aplicación va más allá del cálculo económico. 2.2.5 CAMBIOS EN EL TRABAJO: HACIA UNA FORMACIÓN DISTINTA Empleo y trabajo han cambiado siempre, pero nunca a la rapidez actual. Las mutaciones en los últimos veinticinco años han sido muy profundas, de modo que el empleo y trabajo ofrecido actualmente a la población es muy diferente del de entonces. Aunque a veces no seamos conscientes muchas de las ocupaciones actuales han surgido hace pocos años y muchas van a desaparecer a corto plazo. Por ello, en opinión de F. Batty (1995), cada vez se tiene menos necesidad del saberhacer técnico clásico, heredado de una cultura industrial. La tendencia de futuro son tareas con un contenido más responsable y con unos organigramas prácticamente sin escalones. Ese es el desafío de la nueva formación. Preparar a los trabajadores, artífices simultáneamente de la viabilidad e instrumentación de las soluciones aplicadas, para actividades nuevas y cambiantes, que se van a realizar en condiciones diferentes de las del obrero industrial. Tres factores, al menos, explican que hayamos entrado en una fase radical de mutaciones: ü La mundialización de la economía ü La Sociedad de la Información. ü La aceleración de cambios tecnológicos. 18 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana La emergencia progresiva de estos tres factores, desde hace un cuarto de siglo, están originando una explosión, que consiste en una revolución del conocimiento a la que se suma una rápida y masiva difusión de la información que conlleva a una triple mutación: el trabajo, el empleo, y la empresa. Pero estas mutaciones no son simplemente cuantitativas, ya que detrás de todo ello, se adivina un proceso de cambio con datos y pruebas suficientes como para pensar que las transformaciones en marcha no son puramente superficiales sino que afectan a los fundamentos básicos de la sociedad industrial. Estamos hablando de algo tan significativo como la previsible finalización de un proceso que comienza con la Revolución Industrial y el comienzo de un nuevo período histórico definido por la Sociedad de la Información. Uno de los principales ejes vertebradores que han influido en la mundialización de la economía (según McLUHAN: el mundo ha pasado a ser una aldea global). El cambio no es nuevo. Lo que sí es nuevo, propio de nuestra época es la rapidez, frecuencia, naturaleza e impacto del cambio. Un buen ejemplo lo constituye el fenómeno INTERNET, que muestra claramente la amplitud de las incertidumbres. La red comienza a invadir hogares y empresas, incluso antes de que sepamos realmente quien esta detrás. Hasta hace bien poco, nos desplazábamos aun lugar determinado para escuchar a una persona poseedora de conocimientos. Hoy hay que aprender a navegar sobre un océano de informaciones en algunos casos pletóricos. Los acontecimientos que se producen en el orden económico desde hace veinticinco años, están demasiado cargados de consecuencias políticas y sociales para no arrastrara, por ello, una transformación de las relaciones en el seno de nuestras sociedades establecidas durante el tiempo de trabajo y fuera de él. a) Las mutaciones de la naturaleza del trabajo Progresivamente la noción de trabajo no se limita exclusivamente a características productivas. Hoy, sin que las cosas hayan cambiado totalmente, ya no van a ser idénticas. Cada vez se hace más informal, con un contenido más abstracto, cuando no virtual. Al objeto de clarificar las rupturas que se producen ante nuestros ojos es conveniente destacar tres fracturas decisivas: a.1 El fin de la relación del trabajo con el tiempo Cada vez que más nos alejemos del entorno del trabajo productivo, en su concepción industrial, y progresivamente nos acerquemos hacia el trabajo informal y abstracto, la referencia al tiempo, con el fi de valorar el trabajo, es menos útil. Hasta hace bien 19 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana poco, era posible definir en función del tiempo, la cantidad de trabajo necesario para producir algún bien o servicio, y calcular el valor añadido desarrollado por una actividad productiva. a.2 El fin de la relación del trabajo con el espacio En el periodo industrial, había un lugar destinado para el ejercicio del trabajo: la fábrica más que el despacho y la sede social. Dicho lugar estaba sacralizado, cargado de símbolos y dotado de un poder emblemático, y que el paso de generaciones sucesivas todavía no ha podido eliminar. Aunque el tiempo histórico actual nos sorprende por su rapidez, el hombre sigue anclado, en buena medida, en ideas y creencias arraigadas profundamente en su personalidad, moldeada por otras experiencias que no se cambian con facilidad. Como decía R. ARON "vivimos todavía bajo el stock de ideas desarrolladas en la primera mitad del siglo XIX". Hoy, con el trabajo informal y abstracto, y la deslocalización de las tareas, estos espacios están perdiendo su supremacía, debido a que la actividad profesional necesita cada vez menos un espacio determinado para ejecutarse. La generalización del teléfono, fax, las redes telemáticas, y muy pronto la visioconferencia, acortan las distancias y reducen los tiempos. Todo ello, tiene como consecuencia que las fronteras entre el trabajo y no trabajo desaparezcan. a.3 "Terciarización" de la economía La introducción de nuevas tecnologías, y de técnicas de gestión, han descargado a las personas de una parte de sus funciones productivas, lo que implica que un número de actividades industriales se han terciarizado, y conducido a comportamientos, competencias y cualidades de relaciones humanas, que se sitúan normalmente en el sector servicios. Paralelamente a esta evolución se asiste a la desmaterialización de las actividades. En la década de los 60, la OCEDE, a través de un estudio, ya anunciaba que un nuevo factor residual, distinto del capital y del trabajo tradicional, aparecía en el desarrollo económico. Destacaba el progresivo impacto de la investigación, la innovación, la prospección, la publicidad, los estudios, en todo aquello que se le denomina inversión inmaterial. b) Las mutaciones del empleo Debido a los cambios estructurales producidos en la economía y la tecnología, es evidente, que los empleos ofrecidos actualmente sobre el mercado de trabajo presentan profundas diferencias. 20 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Por ello, se han generado cambios substanciales en relación a las demandas de preparación laboral exigidas. Hoy una persona que no sabe leer ni escribir tiene serias dificultades para encontrar un empleo. Ayer, podía ocupar un puesto de trabajo de ejecución con un grado de autonomía casi inexistente. b.1. El terciario y sus empleos Al contrario del sector industrial, el terciario tiene necesidad de una mano de obra cualificada, debido que los empleos, incluso los de ejecución elemental, tienen y tendrán necesidad de personas con mejores y mayores niveles de formación, autónomas y capaces de aprender rápidamente nuevas tareas: utilizar la informática y la telemática, bancos de datos y medios de telecomunicación. En la Unión Europea la mayor tasa de crecimiento en los últimos diez años ha correspondido a los servicios prestados a las empresas y las actividades informáticas, con un aumento del 7%. Le siguen las actividades vinculadas a sectores del medio ambiante con una tasa media de creación neta de empleo del 3% anual. b.2. Nuevas modalidades del empleo Hasta la década de los setenta, el empleo asalariado estaba estructurado con contratos de duración indeterminada, a tiempo completo, y se beneficiaba de una fuerte protección social. Sin embargo, a partir de dicha década se establece, progresivamente, una dialéctica donde se mezclan renuncias sociales bajo la presión de dificultades económicas, y ajustes de flexibilidad provocados por la adaptación a los problemas de las empresas, que produce un retroceso del anterior esquema conocido como fenómeno de la precarización. Se desarrollan formas de empleo diferentes a las anteriores y que van a modificar la relación empleador-empleado. Un buen ejemplo nos lo proporciona la Com. Valenciana, (según el CES) a través del contrato eventual por Circunstancias de la producción por necesidades del mercado que de registrar 160 mil contratos en 1993, pasan a registrarse, en 1999, la cifra de 460.000 contratos, o sea un incremento del 188% en tan sólo seis o años. c) El oficio de emprender desde lo local En este período de transformaciones cualitativas y cuantitativas del empleo industrial, se esta generando un cambio radical de las estructuras y del propio sistema económico, que favorece, cada vez mas, la emergencia de “nuevos emprendedores” (según un estudio de la Unión Europea: “Empleo-Formación Horizonte 2005”, más de un 16% de los jóvenes accederán al empleo por dicha vía). El oficio mismo de emprender, tiene una fuerte presencia en el empleo generado, como 21 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana la matemática demuestra fácilmente, y tiene un gran valor cualitativo por ser el único que tiene certeza de futuro en tiempos tan inciertos, como es evidente cuando asistimos a diario a la transformación, muerte y nacimiento de nuevas ocupaciones. Es justificado que el emprender sea considerado un oficio, y como tal susceptible de ser aprendido. En nuestra opinión, a emprender se aprende desarrollando actividad, iniciativa, valoración de riesgos y capacidad para obtener resultados. Sobre todo, en un país como el nuestro, en que en la mayoría de las veces, la empresa se heredó. Por ello, de la misma forma que el aprendizaje multiplica su eficacia si se hace en producción, que el pequeño y mediano empresario aprende a ser más competitivo “compitiendo”, y que el trabajador aprende a trabajar en un puesto de trabajo, del mismo modo, el joven emprendedor debe “aprender a emprender” tratando de convertir su idea de negocio en una empresa. La “empresa de aprendizaje” debe imponerse como componente fundamental. Así, las iniciativas económicas que surgen en los entornos locales descubren nuevas formas de crear riqueza vinculada al territorio y pueden aportar la flexibilidad y adaptabilidad tan necesaria para complementar la iniciativa de carácter macroeconómico. Pueden sumar lo exógeno, que viene de fuera, con lo endógeno, que está en la localidad. Pueden utilizar las ventajas comparativas de cada entorno y potenciar conjuntamente la capacidad pública y privada. d) Nueva formación: desafíos Las evoluciones del empleo y del trabajo generadas por las mutaciones económicas y técnicas plantean, siempre, la problemática de la enseñanza como medio de preparar para el trabajo. Por lo tanto, habría que preguntarse: ¿Cómo formar una nueva generación laboral, más polivalente, más cualificada, más heterogénea, y con nuevos emprendedores?. Es toda una apuesta de adaptación a las nuevas ocupaciones, que implica una revisión profunda de la enseñanza (y de la formación) para estar a la par con la revolución tecnológica, y de la información, y seguir el ritmo del avance tecnológico en los años venideros. En este sentido, la Comisión Europea, nos reafirma en nuestra opinión, indicando "dentro de 10 años, el 80% de la tecnología que utilizamos hoy en día habrá quedado obsoleta y será reemplazada por tecnologías nuevas". Un hecho parece evidente, si vamos a trabajar de otra forma, habrá que formar de otra forma, lo que nos conduce a nuevos desafíos, o sea que los cambios producen cambios. Primer desafío: "individualización de los itinerarios profesionales". Lógicamente, si aceptamos que los jóvenes en su vida profesional sean "creadores de su propia 22 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana actividad", es necesario construir un diseño de proyecto formativo, que les permita un camino adecuado de la escuela a la vida laboral activa. Aquí, es fundamental la ayuda de los acompañantes de demandantes de empleo. Todo ello, es debido a que la población laboral ya no es homogénea, sino todo lo contrario heterogénea. Expondremos un ejemplo: A nivel de desempleo juvenil, se observa que es un fenómeno enormemente heterogéneo, que afecta con muy diversas intensidades a los distintos grupos de dicha población, y que adopta formas muy diversas, según los casos. En la Com. Valenciana el 4% del paro total eran titulados superiores. Así, los hechos demuestran que una persona carente de titulación tiene tres veces más posibilidades de estar desempleada que una persona que tenga un título (según un estudio de Comunidades Europeas "Empleo-Formación Horizonte 2005", la tasa de paro de Diplomados es de un 10%, contra el 30% de los no-titulados). Por ello, parece obvio argumentar que las políticas de empleo deberán ser distintas según el tipo de población a l que se dirijan, es decir, específicas y no globales. Lo que resulta fundamental para el diseño y aplicación de políticas educativas (y de formación) diferenciales para corregir situaciones notoriamente distintas. En este sentido P. Pineda (1998) afirma: "la formación ha de adaptarse a las características del colectivo al que dirige sus acciones. Cada grupo de personas presenta unos rasgos específicos que lo diferencia del resto de grupos. La formación no se puede aplicar de forma homogénea a cualquier colectivo, sino que ha de considerar los rasgos que caracterizan a cada grupo y adecuarse a ellos". Segundo desafío: "la transformación de la naturaleza misma de la enseñanza". Se requiere una nueva interacción entre trabajo y formación, en lugar de la antigua interacción entre trabajo y no trabajo. De basarse en la enseñanza, el sistema educativo debe pasar a basarse en el aprendizaje. La experiencia demuestra que los países que garantizan una oferta de experiencia de trabajo o formación, a través del aprendizaje, han logrado reducir el desempleo juvenil de manera significativa. Conviene aclarar, que el aprendizaje no debe quedar reducido a un marco conceptual estrecho, pues no es un concepto teórico. La escuela facilita la socialización de los ciudadanos, en un aula donde, a veces, se lleva algo de la realidad dentro de una botella de vidrio. El problema viene cuando queremos utilizar métodos escolares para aprender a trabajar. Porque a trabajar se aprende mejor de uno en uno que de 20 en 20. Se aprende mejor en un puesto de trabajo que en un aula. Dicho esto, parece lógico que: - "Aprender trabajando". -"Trabajar aprendiendo" sean propuestas que superan la dicotomía entre "educación" y "ocupación". Las nuevas exigencias ocupacionales conducen a que ele lugar de la formación sea más decisivo que el mismo contenido. 23 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Si hemos comentado, que las tecnologías evolucionan rápidamente, el "aprendizaje" debe servir para desarrollar habilidades, dominar técnicas y conseguir conocimientos, a fin de "hacer bien algo". Se posibilita pasar de un "saber hacer" a otro más analítico que permite aplicar posteriormente a otras situaciones esa actitud y destreza para "aprender a aprender" en palabras de G. Bateson. Por ello, el que puede "aprender a aprender" está en condiciones de ser flexible y de cambiar de ocupaciones. Por último, el tercer desafío: "educación permanente". Frente a la aceleración de las innovaciones tecnológicas la concepción actual de la educación, configurada como período dedicado a la formación precedente a la vida profesional, se va quedando obsoleta. En breve ya no habrá dos épocas, la del estudio y la del trabajo, sino una unidad de acción. Hay que evitar la idea de considerar que lo teórico corresponde, exclusivamente, a la formación y lo práctico al trabajo, se trata de establecer una vinculación directa e intensa entre el campo ocupacional y la formación. 24 CAPÍTULO III: CONCLUSIONES Las principales víctimas del paro, por la magnitud del problema, son las mujeres, los jóvenes sin empleo y que buscan su primer empleo sin encontrarlo. La destrucción de la creación de empleo para los jóvenes, puede poner en peligro la incorporación definitiva al mercado de trabajo de las generaciones más formadas de la historia. La sociedad pierde también los recursos de talento y potencial de miles de jóvenes. Ello, debe plantearnos que el mercado y la coyuntura, por si solos, no solucionan las desigualdades sociales. Por lo tanto, la realidad debe hacernos reflexionar sobre la urgencia social de los jóvenes. En primer lugar, porque no es ni política ni socialmente aceptable el desempleo de un colectivo tan decisivo para el futuro de nuestra sociedad, como es el de los jóvenes. No se puede tolerar más tiempo el despilfarro de una generación desconectada del mundo del trabajo y sin esperanza. Y, en segundo lugar, porque, contra lo que algunos piensan, son precisamente los jóvenes los que muestran de forma insistente su deseo de participar en la sociedad, de incorporarse al mercado de trabajo y de contribuir a liberar el enorme potencial de riqueza que supone contar con una población más joven y pujante que la de nuestro entorno económico. A nadie se le oculta que esta situación tiene consecuencias sociales de todo tipo: Frustraciones personales, falta de hábito de trabajo, aumento de la dependencia familiar, derivaciones hacia la delincuencia común, la drogodependencia, y la exclusión. En efecto, Ken Loach, directo de su película Mi nombre es Joe afirmaba: “Todos estos problemas se esfumarían si la gente tuviera trabajo. Así, muchos puestos de trabajo que se crean están ligados a la pobreza: programas contra la droga, ayudas sociales, asesoría jurídica, etc.”. A la falta de empleos para los jóvenes se suma, según la UE (L'emploi en Europe, 1997) el importante grado de discriminación para la mujer en el mercado de trabajo, lo que es determinante para la elevada tasa de paro. En efecto, mujeres y hombres ocupamos y participamos conjuntamente el mundo laboral, aunque de forma distinta. El empleo de la mujer se caracteriza, con demasiada frecuencia, por ocupar puestos de trabajos menos cualificados, están peor pagadas, son más en el paro y están más tiempo en el desempleo, son mayoría entre las personas que buscan su primer empleo, tienen mayores tasas de eventualidad, están más expuestas a la precariedad, tienen reducidas posibilidades de promoción profesional, y están lejos de alcanzar la igualdad con los hombres en el mercado de trabajo. 25 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana Para ello, se deben formular políticas y programas destinados a ofrecer iguales oportunidades de empleo a hombres y mujeres. Esto abarca, medidas especiales que incrementen la empleabilidad de los grupos vulnerables, tales como los trabajadores migrantes, trabajadores discapacitados y trabajadores jóvenes, y reintegrar a los desempleados de larga duración como miembros activos del mercado de trabajo. La sociedad en general y, de forma muy particular, sus órganos de gobierno y de administración no pueden asistir indiferentes, en el siglo XXI, ante este futuro. Es un futuro que exige acción de presente con carácter prioritario en todos sus planos de la sociedad; en el cultural, en el social, en el educativo y en el económico. Especialmente deben contribuir a evitar la consolidación de la “sociedad dual” que agudiza y legitima las desigualdades, de la pobreza y marginación de sectores importantes de la población y a potenciar con valentía y creatividad las formas de trabajo alternativo y las ocupaciones socialmente útiles en el marco de un desarrollo económico y social solidario. Por ello, se considera necesario crear una nueva filosofía económica, que se traduce en el cambio de una lógica económica por una lógica social, y movilizar todos los recursos a favor del empleo. Desde luego, somos conscientes que no hay soluciones simples, pero si diversos posibilidades, que conviene explorar, se sitúan en el terreno de la educación, de la formación y del apoyo a los ciudadanos con rentas bajas, en forma de: ü Mejorar la competitividad. ü El impacto del cambio industrial y tecnológico – la sociedad de la información. ü El reparto del tiempo de trabajo. ü El autoempleo. ü La economía social. ü Promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. ü La necesidad de desarrollar el aprendizaje a lo largo de toda la vida y la promoción de los conceptos de desarrollo personal, de competencia social y de ciudadanía activa. ü La necesidad de mejorar la política y la práctica de la formación profesional. ü Desarrollar la cultura general. La cultura puede dar la llave de la comprensión del mundo. La capacidad de captar la significación de las cosas, de comprender y de 26 Autor: Vicente Castelló Roselló Título: Trabajo y Políticas de Empleo: Comunidad Valenciana enjuiciar, es el primer factor de adaptación a la evolución de la economía y del empleo. La educación es un bien público, sus beneficios se extienden más allá de las personas que la reciben. Hoy en día se asignan grandes incentivos fiscales para las inversiones en capital propiamente dicho, pero normalmente no se proporcionan cuando se trata de inversiones en capital humano. En definitiva, hay que experimentar con ideas y planteamientos nuevos, respetando los principios de solidaridad y justicia social. Crear empleo y de la mejor calidad posible debe ser el único camino para distribuir eficientemente los recursos entre las personas. Probablemente, las formas de empleo y de trabajo cambiarán, pero si el empleo no se mantiene como un derecho básico no parece posible evitar los grandes cataclismos sociales. Probablemente, las relaciones laborales también tendrán que cambiar –ya lo están haciendo- hacia una mayor flexibilidad e innovación, pero si esto quiere decir aún menos democracia y menos negociabilidad, entonces también las relaciones laborales fracasarán. 27 28 INDICE TÍTULO: TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA (1974 – 1998) CAPÍTULO I : EL MERCADO DE TRABAJO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA (1974 – 1998) 1.1. Los datos del problema páginas 2 1.2. Actividad, Empleo y Paro 2 1.3. Tasas de Actividad por sexo y edad 3 1.4. Tasa de Ocupación 4 1.5. Evolución del Empleo 1.5.1 Distribución sectorial del empleo 1.5.2 Empleo por sexos 1.5.3. Contratos de Trabajo 1.6. La dimensión del paro 1.6.1 Diferencias por edad y sexo 1.6.2 Paro Juvenil 1.6.3 El paro de Larga Duración 7 CAPÍTULO II : POLÍTICAS PÚBLICAS DE EMPLEO 2.1. Utilidad de las Políticas Públicas de empleo 2.2. Políticas propuestas para la reducciión del desempleo 2.2.1 Subvenciones a la creación de empleo 2.2.2. Ocupaciones Sociales (nuevos Yacimientos de Empleo) 2.2.3. Emprender contra el paro 2.2.4. Reducción de la duración del tiempo de trabajo 2.2.5. Cambios en el trabajo: hacia una formación distinta 10 10 CAPÍTULO III : CONCLUSIONES 29 INDICE DE GRÁFICOS Gráfico nº 1. Tasas de actividad por sexos Gráfico nº 2. Tasa de actividad global y menores de 25 años Gráfico nº 3. Tasas de actividad y tasas de ocupación Gráfico nº 4. Evolución de la Población Activa Empleo y Desempleo Gráfico nº 5. Empleo por sectores Gráfico nº 6. Empleo por sexos Gráfico nº 7. Distribución de contratos en fijos y temporales Gráfico nº 8. Distribución de contratos fijos por sexos. Gráfico nº 9. Contratos más utilizados en 1998. Gráfico nº 10. Duraciónn inicial de los contratos de duración determinada Gráfico nº 11. Tasas de paro global y por sexos Gráfico nº 12. Población inactiva toal y por sexos. Gráfico nº 13. Parados primer empleo y por sexos. Gráfico nº 14. Tasas de paro menores de 25 años. Gráfico nº 15. Tasas de paro total y de larga duración. 30 TASAS DE ACTIVIDAD GLOBAL Y POR SEXOS 85 76% 75 69,3% 67,4% Global Mujeres Varones 64,2% 55 52,1% 50,8% 51% 48,58% 45 38,5% 38,5% 35 32,7% 29,1% 29,1% 1998 7 6 5 4 3 2 1 1990 9 8 7 6 5 4 3 2 1 1980 9 8 7 6 25 1974 Porcentajes 65 TASAS DE ACTIVIDAD GLOBAL Y <25 AÑOS 70 67,8 65 <25 ambos sexos <25 años mujeres <25 años varones 62,4 60 57,3% 55,2% 55 53,5% 54% 52,85 52% 51,9% 50,5% 50,5% 50 47,8% 45 45,1% 7 19 98 6 5 4 3 2 1 9 19 90 8 7 6 5 4 3 2 1 9 19 80 8 7 40 19 76 Porcentajes 58,2% TASAS DE ACTIVIDAD Y TASAS OCUPACIÓN (1976 - 1998) 55 53 52,6% 51,5 50,8% 51 50,8% 49 49% 48,2 45 43,9 43 42% 41 Tasas Actividad 39 Tasas Ocupación 39,2 38,8% 37 19 98 7 6 5 4 3 2 1 19 90 9 8 7 6 5 4 3 2 1 19 80 9 8 7 35 19 76 Porcentajes 47 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ACTIVA EMPLEO, DESEMPLEO EN LA COM. VALENCIANA (1976 -1998) 1700 1600 Población Activa 1500 Miles 1400 1300 PARO 1200 1100 EMPLEO 1000 900 1976 Fuente:INE 7 8 9 1980 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1990 1 2 3 4 5 6 7 8 (Gráfico 4) DISTRIBUCIÓN DEL EMPLEO POR SECTORES EN LA COM. VALENCIANA (19976-1998) 60 60 50 40 Porcentajes 44,8 1975 1985 1995 44,6 44,4 38,4 35 30 20 16,8 12 10 5 0 Agricultura Fuente:INE Industria Servicios (Gráfico 5) EMPLEO TOTAL Y POR SEXOS (1976 - 1998) 1600 1400 1376,6 1304,2 1312 1216,2 1177,8 1200 1210 1060,9 1000 Total Mujeres 800 600 454,7 442,39 400 358,1 482,9 370,9 370,9 337,3 408,8 313,7 200 19 7 98 se pb re 6 5 4 3 2 1 19 90 9 8 7 6 5 4 3 2 1 19 80 9 8 7 0 19 76 Miles de personas 1142,7 DISTRIBUCIÓN DE CONTRATOS EN FIJOS Y TEMPORALES (1998) Fijos 9,25% Temporales 90,75% DISTRIBUCIÓN CONTRATOS FIJOS POR SEXOS (1998) Mujeres 32% Varones 68% CONTRATOS MÁS UTILIZADOS EN 1998 50 46,2 45 40 Porcentajes 35 30 23,6 22,6 25 20 15 10 3,5 2,4 1,7 5 0 l tua n e Ev s cia n ta ns u c cir ión cc u d pro ra Ob cio rvi e os d da ir ni e Int n ció a rm Fo ros Ot al rci a p po m Tie DURACIÓN INICIAL DE LOS CONTRATOS DE DURACIÓN DETERMINADA (1998) > 6 meses 1,9% <3 a <=6 16,8% < = 1 mes 48,5% <1 a <=3 32,8% TASAS DE PARO GLOBAL Y POR SEXOS (1976-1998) 40 35 Global 33,4% Mujeres Varones 30 25,68% 25,9% 24,2% 20,78% 21% 20 19,3% 18,3% 17,19% 15 15,2% 14% 11,4% 10,5% 10 5 3,39% 19 98 7 6 5 4 3 2 1 19 90 9 8 7 6 5 4 3 2 1 19 80 9 8 7 0 19 76 Porcentajes 25 POBLACIÓN INACTIVA TOTAL Y POR SEXOS (1976 - 1998) 1800 TOTAL 1600 MUJERES 1578,5 HOMBRES 1200 1157,3 1049,7 1000 902 800 600 528,8 400 255,3 AÑOS 19 98 7 6 5 4 3 2 1 19 90 9 8 7 6 5 4 3 2 1 19 80 9 8 7 200 19 76 Miles de personas 1400 PARADOS PRIMER EMPLEO Y POR SEXOS (1976-1998) 120 100 Total 80 60 45,75 40 22,66 Varones 20 AÑOS 19 98 7 6 5 4 3 2 1 19 90 9 8 7 6 5 4 3 2 1 19 80 9 8 7 0 19 76 Miles 68,41 Mujeres TASAS DE PARO <25 AÑOS 60 49,8% 50 46,2% 45% 43,4% 41,3% 40 41,1% Porcentajes 37,2% 33,5% 29,7% 30 24,8% 23,3% 20,9% 20 <25 ambos sexos <25 años mujer <25 años varones 10 7,5% 5,5% 0 76 19 7 8 9 80 19 1 2 3 4 5 6 7 8 9 90 19 1 2 3 4 5 6 7 98 19 TASAS DE PARO TOTAL Y DE LARGA DURACIÓN 25 Las cifras sobre las barras indican la tasa de paro de larga duración en % del paro total En % de la población activa 20 15 < 1 año > 1 año 10 63,1% 57,5% 54,2% 52,7% 5 55,8% 55,2% 51,6% 48,9% 0 87 19 90 19 93 19 94 19 95 19 Gráfico nº 15 96 19 97 19 98 19 Fuente : EPA