Tesis Bienestar Subjetivo, Orientación Al Logro Y Autoconcepto

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA INDÍGENA DE MÉXICO T E S I S BIENESTAR SUBJETIVO, ORIENTACIÓN AL LOGRO Y AUTOCONCEPTO EN UNA POBLACIÓN DE LA REGIÓN CENTRO DEL ESTADO DE CHIAPAS. Que para obtener el título de: Licenciado en Etnopsicología Presenta: Adolfo Hernández Espinoza Director: Dr. José Ángel Vera Noriega Mochicahui, El Fuerte, Sinaloa. Enero de 2008. La presente tesis titulada: Bienestar subjetivo, orientación al logro y autoconcepto en una población de la región centro del Estado de Chiapas, es realizada por el Titular Académico Adolfo Hernández Espinoza, bajo la dirección del Consejo Particular Indicado, la cual ha sido aprobada por el mismo y aceptada como requisito parcial para obtener el título de: LICENCIADO EN ETNOPSICOLOGIA DIRECTOR: --------------------------------------------------------------Dr. José Ángel Vera Noriega ASESOR: --------------------------------------------------------------Lic. Consuelo Zapopan Garza Hernández ASESOR: --------------------------------------------------------------M. C Jesús Tánori Quintana ii DEDICATORIA A Díos, a mis padres y hermanos por su confianza y amor incondicional. iii Prólogo Desde hace tiempo se han desarrollado en el país proyectos de investigación Etnopsicológica, con el fin de caracterizar al mexicano en relación a rasgos de personalidad y procesos psicosociales, mediante el análisis de la variabilidad de factores atributivos como; género, edad, sexo, entre otros, auxiliándose de pruebas sensibles, válidas y confiables (Vera, Laborín, Domínguez y Peña, 2003). Explicar cómo las personas en general y grupos particulares establecen atribuciones y se dirigen a la búsqueda de metas de éxito y fracaso, contribuye una nueva forma de percepción que quizá sea una de las áreas de mayor atención de la investigación psicosocial y educativa, esto mediante la indagación de constructos como; motivación al logro, autoconcepto y bienestar subjetivo (Díaz, Andrade y La Rosa, 1989). La Etnopsicología es considerada como la rama de la Psicología encargada del estudio de las características de las personas pertenecientes a grupos culturales, sociales, religiosos o nacionales. En la mayoría de los estudios etnopsicológicos se requiere investigar, los diversos rasgos de la personalidad reportados en la literatura universal e identificar si éstos difieren de los rasgos idiosincráticos del mexicano que habita el Sureste de México así como con los rasgos de otras culturas con un mismo patrón de conformación social de Latinoamérica, es decir, identificar la conformación de la personalidad prototipo del habitante del Centro-Sur Latinoamericano y la influencia de la pertenencia a subculturas formadas por variables atributivas como el género, edad, nivel socioeconómico y la diversidad de los ecosistemas regionales en el que se desarrolla. A pesar de ser un campo de recientes investigaciones, el estudio transcultural ha aportado evidencias acerca de las diferencias existentes en la percepción de diferentes culturas, así como de los problemas, principalmente en la evaluación a los que se enfrentan al hacer comparaciones entre ellas. (Diener, 1994). iv Las investigaciones, aún cuando relativamente fructíferas, adolecen del conocimiento básico y fundamental de regiones en particular. Se carece de información acerca de su cultura subjetiva y de los aspectos que dan origen y desarrollo a varios rasgos de la personalidad, donde principalmente se parte de los estudios hechos con grupos del centro del país (Vera, 1997; Laborín y Vera, 2000). La investigación de la personalidad con grupos específicos de México es aún limitada y fundamentalmente se elabora con teorías y modelos extranjeros, lo cual obliga a una explicación particular y a la adecuación de metodologías específicamente de carácter regional y cultural (Vera, 1997). Lo antes citado sólo es posible, mediante el reconocimiento de las diferencias regionales que conforman el país, donde se encuentran etnias con distintos procesos de aculturación diferenciados por zonas geográficas y en las que influyen factores políticos y sociales distintos y particulares. De acuerdo a lo anterior es importante realizar investigación desde una perspectiva etnopsicológica como vía para la construcción del conocimiento científico, dando énfasis a la psicología clásica enfocado en la satisfacción por la vida y mostrar las evidencias necesarias en los aspectos positivos, tales como el bienestar, la satisfacción, el optimismo y la felicidad, así como orientadas a la búsqueda de obtener mejores condiciones de éxito. En este contexto surge el objeto de conocer acerca de las fortalezas y virtudes humanas analizando los efectos que estas tienen en las vidas de las personas, en las sociedades en que viven y cómo la percepción que un individuo tiene acerca de otro está relacionada con un modelo de comportamiento social en general, así como con su ajuste psicosocial. De manera individual también es importante resaltar la búsqueda de rasgos de percepción tales como la capacidad para el amor, la vocación, el valor, las habilidades interpersonales, la sensibilidad, la originalidad, la espiritualidad y las percepciones que tienen de sí mismos y de los otros; que nos ayuden a entender el comportamiento. v En el nivel social resaltan las virtudes ciudadanas y las instituciones que instan a los individuos a ser mejores ciudadanos incidiendo en: la responsabilidad, la civilidad, la tolerancia y el trabajo ético. La familia mexicana tiene como características en los hombres el autoritarismo y supremacía ante la mujer, que debe ser autosacrificada y sumisa, como argumenta el Dr. Díaz Guerrero (1992). Ambas ideas son transmitidas desde las primeras enseñanzas, que se dan en el seno familiar, al propiciar que las niñas jueguen con muñecas, sean delicadas y muestren abiertamente sus sentimientos, a diferencia de los niños, a quienes se les orienta para ser más bruscos y activos, jugar con pelotas o armas de juguete y reprimir sus emociones. Avendaño, (1994), identifica una clara tendencia por parte de las mujeres a la abnegación y a expresar sus emociones, en contraste con los hombres que se conducen, fundamentalmente, de manera instrumental; persistiendo ciertos comportamientos claramente marcados por la cultura para cada sexo. Desde la perspectiva etnopsicológica y transcultural, es conveniente investigar acerca de cómo se perciben a sí mismos los hombres y las mujeres en nuestro país, con la finalidad de contar con una sólida idea acerca de cuáles son las características de bienestar, orientación al logro y de autoconcepto que prevalece en grupos específicos. Entender la forma de las relaciones subjetivas y objetivas en dicho contexto cultural, íntimamente ligados al elemento humano, de modo que la aptitud para comprender los aspectos de una situación permita llevar relaciones adecuadas. Considerar cuál sea la noción de preferencia que se adopte, la concepción del bienestar, la percepción de orientarse al éxito o al fracaso, basado en ellas se considera que el bienestar de una persona debe ser juzgado desde su propio punto de vista y desde su propio contexto cultural. vi El presente proyecto de tesis consta de cinco capítulos, en el primero se aborda una breve introducción de los antecedentes y se plantea el problema de investigación. En el segundo capítulo, se aborda el marco teórico relativo a la revisión sobre el bienestar subjetivo, orientación al logro y autoconcepto, enseguida se expone la medición del bienestar subjetivo, orientación al logro y el autoconcepto según variables atributivas, así también sobre psicología transcultural, se plantea el objetivo y la importancia del estudio, de igual forma se muestra la reseña de las poblaciones participantes (Hermosillo, Sonora y Venustiano Carranza, Chiapas), ambos localizados en nuestro país. En el tercer capítulo, se hace mención de la población de estudio, así como una descripción geográfica de la sede Venustiano Carranza, Chiapas, dando a conocer aspectos importantes de la región. De igual manera se cita el método, los instrumentos que se aplicaron, así como el procedimiento y la secuencia de análisis estadísticos. En el cuarto capítulo, se presentan los resultados del análisis factorial por media para cada población (ANOVA) y valores obtenidos entre los factores por sexo, parejas, edad, preferencia política, ocupación y escolaridad de las personas. Finalmente, el quinto capítulo, expone la discusión de los resultados y se plantea en sumario las conclusiones y se señalan algunas limitaciones y recomendaciones futuras. En forma personal, es de gran importancia agradecer al Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y a la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM) por su apoyo y facilidades prestadas para el desarrollo y elaboración del presente trabajo. vii Al comité de tesis integrado por la Lic. Consuelo Zapopan Garza Hernández y al M. en C. Jesús Tánori Aguilar, por la paciencia y oportunas asesorías. Un reconocimiento especial para el director de esta tesis, Dr. José Ángel Vera Noriega por contagiarme su gran pasión y entusiasmo en el campo de la investigación. A mi familia por su confianza y apoyo incondicional. Al M. C José Concepción Castro Robles rector de la Universidad Autónoma Indígena de México por su apoyo. Mis más sinceros agradecimientos. Finalmente, a la población del Municipio Venustiano Carranza del Estado de Chiapas, a mis amigos y compañeros por su apoyo y estímulo, significan fuente de inspiración, fortaleciendo mi crecimiento profesional y por permitirme compartir momentos con ellos. viii RESUMEN El objetivo del presente estudio es: presentar un análisis detallado, con el propósito de señalar la percepción de Bienestar subjetivo (Bs.), la Orientación al logro (Al) y el Autoconcepto (Aut.) en una muestra de población tsotsil del municipio Venustiano Carranza en el Estado de Chiapas, en un análisis comparativo de medias y factores de habitantes de la ciudad Hermosillo, Sonora. Se eligió una muestra de 300 sujetos, a través de un muestreo no probabilística de 50% hombres y 50% mujeres. Se realizaron análisis factoriales para cada escala de medición, dando como resultado la categorización de las dimensiones para cada una. Los resultados del análisis factorial presentados para la escala de bienestar subjetivo son cuatro factores: emocional negativa, emocional positiva, afectividad positiva y afectividad negativa (Vera y Tánori, 2002), obteniendo las diferencias más significativas en los factores de Bs. para Hermosillo, Sonora. En la escala de satisfacción con la vida, se realizó un análisis factorial del cual resultaron siete factores: familia, trabajo, amigos, personal, religión, gobierno y economía (Vera y Tánori, 2002), en donde se observa que los que presentan mayor satisfacción con la vida es la población Chiapaneca respecto a los hermosillenses que muestran medias más bajas, de 5.5 en el factor amigo para la población del sur y de 2.5 para los del norte, lo cual nos permite suponer que los sonorenses dan menos importancia a los reactivos de amistad, en comparación a los chiapanecos que asumen mayor importancia a la lealtad que le puedan brindar a sus iguales. Por otro lado, el análisis factorial efectuado para la escala de orientación al logro mostró tres dimensiones: competitividad, maestría y trabajo, de igual manera evitación al éxito expone tres dimensiones: inseguridad de logro, evaluación social y expectativas de fracaso (Laborín y Vera, 2000). Los resultados indican que en la dimensión de orientación al logro el orden y los factores son diferentes para las dos poblaciones y no así para la dimensión de evitación al éxito. En las medias totales por factor, la muestra sonorense se observa menos competitividad y maestría en comparación con la muestra de Venustiano Carranza, Chiapas. Hermosillo, Sonora obtiene medias que indican que se orientan hacia el trabajo, la competitividad y dependientes en función de la evaluación social y la comparación con otros, dependiendo del grupo de pertenencia para calificar su desempeño. En la escala de autoconcepto se encontraron medias significativas en los factores de socialización positiva, socialización negativa y ético-laboral negativo. En los hermosillenses que presentan una media de 5.4 (Vera, Laborín y Córdova (en prensa) y Venustiano Carranza, Chiapas de 4.4 en el factor socialización positiva, para el factor socialización negativa a Hermosillo, Sonora corresponde una media de 5.2 y de 5.6 para Venustiano Carranza, Chiapas. En el factor Ético-laboral negativa los sonorenses tiene una media de 4.3 y de 3.6 para los chiapanecos. Palabras clave: bienestar subjetivo, orientación al logro, autoconcepto. ix Summary The aim of the present study is: to present a detailed analysis, with the intention of indicating the perception of subjective Well-being (Bs.), the Orientation to the achievement and the Self-concept (Aut.) in a sample of population tsotsil of the municipality Venustiano Carranza in Chiapas's State, in a comparative analysis of averages and inhabitants' factors of the city Hermosillo, Sonora. There was chosen a sample of 300 subjects, across a sampling not probabilistic of 50 % men and 50 % women. Analyses were realized factorial’s for every scale of measurement, giving like proved the categorization of the dimensions for each one. The results of the analysis factorial presented for the scale of subjective well-being are four factors: emotional negative, emotional positive, positive affectibility and negative affectibility (Vera and Tánori, 2002), obtaining the most significant differences in Bs. Factor’s for Hermosillo, Sonora. In the scale of satisfaction with the life, an analysis was realized factorial of which they turned out to be seven factors: family, work, friends, personnel, religion, government and economy (Vera and Tánori, 2002), where is observed that those who present major satisfaction with the life she is the population Chiapaneca with regard to the hermosillenses that show lower averages, of 5.5 in the factor friend for the population of the south and of 2.5 for those of the north, which allows us to suppose that the sonorenses give less importance to the reagents of friendship, in comparison to the chiapanecos that assume major importance to the loyalty that they could offer to him to his equal ones. On the other hand, the analysis factorial affected for the scale of orientation to the achievement showed three dimensions: competitiveness, mastery and work, of equal way avoidance to the success exposes three dimensions: insecurity of achievement, social evaluation and expectations of failure (Laborín and Vera, 2000). The results indicate that in the dimension of orientation from the achievement the order and the factors are different for both populations and not this way for the dimension of avoidance from the success. In the total averages for factor, the sample sonorenses observes less competitiveness and mastery in comparison with the sample of Venustiano Carranza, Chiapas. Hermosillo, Sonora obtains averages that indicate that they are orientated towards the work, the competitiveness and salesmen depending on the social evaluation and the comparison by others, depending on the ownership group to qualify his performance. In the scale of Self-concept they found significant averages in the factors of positive socialization, negative socialization and ethical - labour negative. In the hermosillenses who present an average of 5.4 (Vera, Laborín and Cordova (in press) and Venustiano Carranza, Chiapas of 4.4 in the factor positive socialization, for the factor negative socialization to Hermosillo, Sonora there corresponds an average of 5.2 and of 5.6 for Venustiano Carranza, Chiapas. In the Ethical - labour factor denial the sonorenses has an average of 4.3 and of 3.6 for the chiapanecos. Key words: Subjective Well-being, Orientation to the achievement, Self-concept. x INDICE GENERAL Página Prólogo ..……………………………………..……………………………………….. Resumen……………………………………..……………………………………….. Índice general………………………………..……………………………………….. Índice de figuras …………………………..…………………………………………. Índice de tablas ..………………………..…………………………………………… iii vii ix X Xi Capitulo I 1. Antecedentes…………………….…………………………….…………… 15 1. 2 Problema de Investigación….…………………………………..………… 16 Capitulo II 2. Marco Teórico………………………………………………………..……. 2.1 Bienestar subjetivo.…………………………………………………..……. 2.2 Bienestar subjetivo y su medición....………………………………..…… 2.3 Orientación al logro y Evitación al éxito……………………………........ 2.4 Orientación al logro, Evitación al éxito y su medición….…………..….. 2.5 Autoconcepto…………………………………………………………..…... 2.6 Autoconcepto y su medición…………………………………………....... 2.7 Definición del objeto de estudio………………………………………..… 2.8 Objetivo general………………………………………………………..….. 2.9 Objetivos específicos……………………………………………………... 2.10 Descripción de la cultura de Venustiano Carranza, Chiapas……..…. 2.11 Descripción de la cultura de Hermosillo, Sonora…………………........ 18 18 22 25 29 37 40 42 43 43 43 46 Capitulo III 3. Método………………………………………………………………………. 3.1. Población……….....………………………………………………….......... 3.2. Materiales e Instrumentos…..……………………………………….….... 3.3. Procedimientos.....……..………………………………………………..… 3.4. Análisis de datos……….………………………………………………...... 49 49 50 52 53 Capitulo IV 4 Resultados………………………………………………………………….. 4.1 Diferencias de medias por factor en Bienestar subjetivo…….………... 4.2 Diferencias de medias por factor en Orientación al logro…….…......... 4.3 Diferencias de medias por factor en Autoconcepto…………………. .. 4.4 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de bienestar subjetivo……………………………… 4.5. Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de satisfacción con la vida……………………………………………….. 4.6 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de Orientación al Logro…………………………………………………... 4.7 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de Autoconcepto…………………………………………………………... Capitulo V 5 Discusión y conclusión…………….……………………………………... 5.1 Sugerencia……………………………………………………………….… Referencias…………………………………………………………………………... Anexos………………………………………………………………………………... 54 54 56 59 60 64 68 72 75 86 89 93 xi .. INDICE DE FIGURAS Número 1 Título Modelo Ecológico de Berry (1994) Página 15 xii INDICE DE TABLAS Número 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Título Estudio demográfico de Venustiano Carranza, Chiapas Diferencia de medias por reactivo en la dimensión negativa de Bienestar subjetivo para Hermosillo, Sonora y Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia de medias por reactivo en dimensión de Satisfacción con la vida para Hermosillo, Sonora y Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia de medias por dimensión de Orientación al logro y Evitación al éxito para Hermosillo, Sonora y Venustiano Carranza, Chiapas Diferencia de medias en la dimensión de Autoconcepto para Hermosillo, Sonora y Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por sexo para Venustiano Carranza, Chiapas en la escala de Bienestar subjetivo Diferencia y valores de medias por grupos de pareja-sin pareja en la escala de Bienestar subjetivo para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por grupos de edad en la escala de Bienestar subjetivo para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por preferencia política en la escala de Bienestar subjetivo para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por ocupación en la escala de Bienestar subjetivo para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por nivel de escolaridad en la escala de Bienestar subjetivo para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por sexo en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por pareja-sin pareja en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por edad en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por preferencia política en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Página 49 54 56 57 59 60 61 61 62 62 63 64 64 65 66 xiii 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 Diferencia y valores de medias por ocupación en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por grupos de escolaridad en la escala de Satisfacción con la vida para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por sexo en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por pareja-sin pareja en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por grupos de edad en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por ocupación en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por preferencia política en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por escolaridad en la escala de Orientación al logro y Evitación al éxito para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por sexo en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por pareja-sin pareja en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por grupos de edad en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por ocupación en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por preferencia política en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. Diferencia y valores de medias por escolaridad en la escala de Autoconcepto para Venustiano Carranza, Chiapas. 66 67 68 68 69 70 70 71 71 72 72 73 73 74 xiv Capítulo I. Antecedentes Uno de los aspectos de gran importancia que en los últimos años ha llamado la atención a los científicos sociales, es el hecho de poder describir y explicar las semejanzas y diferencias culturales entre las distintas regiones de cada país y del mundo. Otra posición que ha resultado ser más satisfactoria es la que plantea que la variedad cultural es producto de la evolución y difusión de los rasgos culturales (Harris, 1977; Cone y Pello, 1977). Analizarlas desde una perspectiva etnopsicológica y transcultural podrían dar más impulso a nuevas investigaciones. De acuerdo al modelo psico-socio-cultural de Díaz-Guerrero (1982) en donde abarca un gran sistema de información conformado en las vicisitudes históricas por las que los individuos, los grupos sociales y la sociedad entera han tenido que pasar, e incluye información con relación a variables de tipo sociológico o estructurales; como son las instituciones y los grupos desde la familia hasta el gobierno de una nación, variables de tipo económico y psicosociales incluyendo; conductas, intereses, creencias, filosofías de vida, maneras sociales compartidas y transmitidas en la interacción social. Las condiciones ecológicas están muy relacionadas con los procesos socio-históricos que dan lugar a creencias, actitudes, conocimientos, percepciones y conductas, en relación con estos se construyen las normas de convivencia que conforman una manera de identidad y pertenencia a un estado-nación (Berry y Sam, 1990; Berry, Portinga, Segall y Dasen, 1992; Berry, 1994). Contexto Ecológico Influencias Ecológicas Conductas Observables Transmisión Adaptación Biológica y Cultural Genética Transmisión Caracterís- Cultural ticas Inferidas Contexto Aculturación Sociopolítico Figura 1.- Modelo ecológico de Berry (1994, p. 96). Tomado de la revista de la asociación mexicana de psicología social. 14 En términos concretos el modelo puede aplicarse a varios ecosistemas, por ejemplo, cuando la supervivencia de un grupo depende de la capacidad de sus miembros para adaptarse y en este contexto logran sobrevivir los que son ingeniosos, seguros de sí mismos e independientes. En América Latina las zonas indígenas son las que presentan mayores índices de pobreza y con más dificultades de integración regional, los pueblos tienen una geografía muy dispersa y con procesos de desplazamiento laboral (Felger y Moser, 1985; Mason, 1987). Las personas en estas regiones, se han visto forzadas a establecer sistemas de ajuste y adaptación ecológica distinta de otros grupos, que establece el mantenimiento de formas culturales comunes; y con ello, observar características específicas en la estructuración y consolidación en algunos de los rasgos de personalidad (Cubero, 2005). Dìaz Loving (1998), supone que al utilizar los métodos y contenidos de la socialización y enculturación varían dependiendo del sexo de los sujetos; lo que produce diferentes prototipos de personalidad por género, asociadas en la literatura a rasgos de instrumentalidad (masculinidad) y expresividad (feminidad). Planteamiento del problema. En relación al estudio de los rasgos y de la personalidad del mexicano las investigaciones aún cuando relativamente fructíferas adolecen del conocimiento básico y fundamental de la región noroeste, y centro de México, así como de su cultura subjetiva considerando los aspectos que originan varios rasgos de la personalidad, falta aun profundizar en todo el país, mas específicamente en los grupos étnicos. Si bien los anteriores rasgos han demostrado poseer un sustrato universal (Etics) y que están fuertemente influenciadas por la cultura (Emics) resultando centrales para la explicación de la consistencia de los patrones de la conducta de los individuos; estos rasgos no explican la totalidad de la personalidad, requieren 15 de la presencia e interacción con otras características en especial con aquellas que representan los estilos de la actividad productiva. El problema estriba en elegir y adaptar instrumentos de medición que consiste en realizar un análisis “emics”, hacia una derivación “etics” (Segall, Dasen, Berry & Portinga,1999). Capítulo 2. MARCO TEÓRICO La felicidad siempre ha sido motivo de inspiración para el individuo y para la filosofía ya que desde tiempos de Aristóteles, él hacía referencia al “Sumo bien” o la “Felicidad suma” sosteniendo que la felicidad era el único valor final y suficiente en sí mismo (García, 2007), sin embargo, es hasta hace poco más de treinta años que la psicología adopta el término como parte de su repertorio de estudio del comportamiento humano, haciendo referencia a él de lo que es fundamental para la felicidad de los individuos y sociedades, construyendo un conjunto de herramientas teóricas y empíricas que pueden contribuir como objeto de estudio, referentes al Bienestar subjetivo, Orientación al logro y un mejor percepción de Autoconcepto. 2.1 Bienestar subjetivo. El Bienestar subjetivo es un constructo que encuentra sus inicios en los estudios de calidad de vida y se torna relevante a través de la psicología positiva retomado por Seligman y Csikszentmihalyi en el año 2000, con una nueva definición que caracteriza al individuo a mantener un amplio conjunto de factores que incluyen las reacciones emocionales, la satisfacción con sus posesiones y los juicios globales de satisfacción personal. 16 Este conjunto de factores condicionaran a la persona a brindarle la posibilidad de de estar sano, algunos son biológicos y de carácter innato pues forman parte de la naturaleza de cada persona o familia. Por ejemplo, los antecedentes familiares que tenemos de algunas enfermedades o la mayor tendencia al desarrollo de determinadas patologías. Pero existe además otro factor de suma importancia para nuestra salud, que son aquellos comportamientos, hábitos o estilos de vida que llevan a una vida más saludable. Según García, (2002) los estudios relacionados a la conducta humana se centran en aspectos externos, donde se hablaba de nivel de vida, haciendo alusión al Bienestar objetivo, el cual, analizaba las condiciones de vida en un nivel puramente económico, para darle cabida al término “calidad de vida” que inicialmente fue de tipo cuantitativo y que desde la década de los setenta ha sido inspiración de un gran número de estudios, los cuales no sólo han abordado aspectos demográficos y variables vinculadas con el bienestar humano, sino posteriormente el estudio de las diferencias personales atendiendo a factores objetivos. Anguas, (2000), en su artículo de investigación, enfocado al bienestar, define brevemente al Bienestar subjetivo, como la percepción propia que las personas hacen sobre su situación física y psíquica, lo cual no necesariamente coincide con la apreciación concreta y objetiva que se genera de la evaluación que desde el exterior se hace de aquellos indicadores de ambas situaciones. En opinión de Díaz Llanes, (2001) el Bienestar subjetivo o felicidad ha intrigado a los pensadores a través de milenios, sin embargo, su investigación sistemática, data sólo de unas 3 décadas, en donde, se presume que es la evaluación de las personas hacen de sus vidas, e incluye una dimensión cognitiva (que se refiere a la satisfacción con la vida en su totalidad o por áreas específicas como la matrimonial, laboral, etc.), y otra afectiva (relacionada con la frecuencia e intensidad de emociones positivas y negativas), que por razones de una compleja 17 interacción generan en el individuo percepciones que abarcan un visión de vivencias que transita desde la agonía hasta el éxtasis. Mantener los estados de emociones positivas, es otra aspiración común de las personas, que se caracteriza por una frecuente experiencia de satisfacción con nuestras vidas y la ausencia de depresión u otros estados negativos. Si además de mantenernos vivos evitando el dolor innecesario, buscamos la realización plena de nosotros mismos. De acuerdo a Anguas (2000) y Palomar (2005) una de las actitudes del individuo que no se desarrolla, mantiene y redunda en una mejor calidad de vida, supone estar fundamentalmente “interesado en nosotros mismos” y poner nuestros propios intereses ligeramente por delante de los de los demás. Dado que elegimos vivir en una comunidad, el interés social también resulta una autoayuda para vivir felices. Sin embargo, en estudios recientes realizados por Reyes Lagunes y Díaz Llanes (2005), Vera y Tanori (2001), confirman que la amistad, el amor, la pareja u otras relaciones son los que propician a mantener una satisfacción plena con la vida. Las personas casadas afirman ser las más felices y las que no tienen pareja las de menor felicidad, incluso menos que las que están viudas. Para Villanueva (2006), comenta que el contar con redes sociales fuertes tiene un efecto positivo importante sobre el Bienestar subjetivo. Sin embargo, existen a menudo graves dificultades: amistades y parejas que se rompen, numerosas personas con dificultades para establecer relaciones, con sensación de incompetencia social o con habilidades sociales deficientes que pueden llevar al aislamiento y conducir a un estado de ansiedad y depresión. Se ha notado que el trabajo es otra causa fundamental de Bienestar subjetivo y de satisfacción con la vida, tal es el caso de quienes desempeñan trabajos profesionales de su interés muestran mejor percepción de felicidad. No obstante el ritmo de vida actual, rápido y competitivo, en numerosas ocasiones constituye un comienzo de desequilibrio y estrés que logramos disminuir siempre 18 que exista una relación adecuada de equilibrio entre la cantidad y el tipo de trabajo, el desafío a situaciones nuevas y la calidad de horas de descanso (Villanueva, 2006). Por otra parte, Diener (1994) señala que son tres los componentes del bienestar subjetivo: el primero, se refiere al aspecto cognitivo, denominado, satisfacción con la vida, mientras que los otros dos elementos, siendo independiente uno de otro, hacen referencia al marco de las emociones y se denominan afecto positivo y afecto negativo. El componente de satisfacción con la vida incluye una valoración de todos los aspectos de la vida del individuo, incorporando una medición positiva, la cual sobrepasa la ausencia de factores negativos (Diener, 1994); por otro lado, el afecto positivo consiste en emociones placenteras o sentimientos como alegría y felicidad, mientras que el afecto negativo hace referencia a emociones no placenteras o sentimientos como tristeza y temor. En torno a éstos elementos, Vera (2003) comenta que existen diversas variables predictivas que son las que determinan la presencia, ausencia o impacto de cada componente, como por ejemplo las variables de tipo atributivas; el genero, la edad, el nivel socioeconómico y educativo, todos ellos, sometidos a investigación, con el propósito de determinar si existen o no relaciones significativas o si éstos factores son capaces de ser predictores del Bienestar subjetivo. Por otro lado, es importante destacar que debido a que la concepción de felicidad varía a través de las diferentes culturas, éste factor marcará la pauta para predecir la influencia de cada variable ya sea a nivel social o personal puesto que en cada sociedad, los individuos tienden a seguir patrones conductuales y de personalidad correspondientes al modelo del lugar donde se han desarrollado. Calidad de vida, bienestar subjetivo, satisfacción con la vida, bienestar social, son todos parte de un significado que le brinda soporte a la felicidad, y que pretenden integrarse como objeto de investigación. Por su parte Cuadra y 19 Florenzano (2003), partieron de innumerables controversias, llegando al consenso de que el bienestar tendría una dimensión básica y general que es subjetiva; y otra que el bienestar estaría compuesto por dos facetas básicas: una centrada en los aspectos afectivos-emocionales (repeticiones de ánimo del sujeto) y otra centrada en los aspectos cognitivos-valorativos (referidos a la evaluación de satisfacción que hace el sujeto de su propia vida). 2.2 Bienestar Subjetivo y su medición. Anguas (2000), al realizar un análisis en diferentes culturas del mundo, argumenta que obedece a la cultura del individuo de sus formas de vestir, métodos de obtención de alimentos, educación de los jóvenes, patrones de interacción social, patrones de crianza, creencias y patrones de comunicación entre otras, los factores importantes en la obtención del Bienestar subjetivo. En este sentido, existe evidencia contundente de que la cultura influye sobre una amplia gama de procesos psicológicos tales como la percepción, la memoria, la inteligencia, el pensamiento y la personalidad y que el estudio transcultural del Bienestar subjetivo reporta diferencias existentes en la percepción de éste en diferentes culturas (Vera, 2000). En la formulación clásica de Bienestar subjetivo, se le ha considerado a una persona virtuosa, feliz, por lo tanto la virtud es necesaria para lograr la felicidad, ubicando la felicidad en la cumbre de los “logros humanos” (Vera y Tánori, 2002). . Sin embargo, para obtener la información acerca de los niveles de felicidad se obtiene, en su mayoría, mediante un conjunto de preguntas simples y directas, es decir, cuestionarios sencillos sobre cómo perciben las personas su satisfacción con la vida. Cabe mencionar que los indicadores subjetivos no son perfectos, debido a que reflejan los sentimientos subjetivos o de bienestar. Tal como lo menciona Diener (1984): los indicadores subjetivos parecen contener sustanciales discrepancias”. 20 En trabajo presentado por Arita Et al. (2005), presentan un estudio de las relaciones objetivas de vida y el bienestar subjetivo de los habitantes de una zona urbana para hacer referencia a su calidad de vida. Se presentan como indicadores del bienestar subjetivo, el ingreso como variable que permite estudiar las condiciones objetivas de vida de la población y a la satisfacción con la vida y la felicidad percibida. Se analizan además la relación con algunas variables sociodemográficas. Las normas culturales también pueden influir sobre unas emociones más que sobre otras. Diener Et al. (2004) encontraron que la correlación entre lo apropiado y la frecuencia de una emoción era más grande para emociones secundarias como orgullo, culpa, tristeza, y celos, que para emociones primarias; alegría, gratitud, entusiasmo, entre otras. Esto es, las normas parecen predecir más la experiencia de emociones secundarias que las de emociones primarias. Fuentes y Rojas (2001), encontraron que en el caso de México la relación entre ingreso y Bienestar Subjetivo es extremadamente débil o completamente inexistente lo que cuestiona la creencia ampliamente difundida de que el ingreso constituye un factor importante de la felicidad de las personas. Existen diversos estudios que dan soporte a la influencia de la edad en cuanto a bienestar subjetivo refiere, un ejemplo es el estudio realizado por Arita, Romano y García (2005), Vera y Tánori, (2002) donde se observa que de una muestra representativa de sujetos entre los 20 y 80 años de edad existe una tendencia a incrementar los niveles de satisfacción con la vida conforme ésta aumenta, derivado de resultados similares, García (2002) describe que el mantenimiento de la satisfacción con la vida a través de la edad tiene relación con la disposición natural de las personas a adaptarse a sus circunstancias, es decir, la manera en que éstas ajustan sus objetivos a sus posibilidades en cada edad. En anteriores estudios de Huebner, E. y Dew, T. (1999) corroboraron la confiabilidad del modelo multidimensional realizados en la población de adultos 21 como en gente que es más joven, identificando en ellos los tres factores separables del bienestar, es decir afecto positivo, afecto negativo y satisfacción vital, demostrando que tanto los índices afectivos del bienestar, como aquellos de tipo cognitivo son tanto empírica como conceptualmente distintos. Por otro lado, algunas investigaciones han encontrado que el tipo de personalidad lleva a los individuos a experimentar la vida de manera positiva o negativa, ejemplo de esto es que se encuentra fundamentada la relación entre extraversión y afecto positivo y entre neuroticismo y afecto negativo; y además en un estudio reciente Romero, E; Luengo, M.; Gómez, J. y Sobral, J. y Sobral, J. (2002) corroboran ésta relación en personas de menor edad así como en los adolescentes tardíos. Vera y Tánori (2002), en un estudio psicométrico para medir bienestar subjetivo en la población mexicana, encontraron que en la dimensión afectiva emocional del constructo se observa intensidad y frecuencia en emociones positivas y negativas, en las comparaciones hechas por sexo, se encontró que los hombres y mujeres presentaron diferencias significativas en algunos aspectos de la dimensión emocional; las mujeres expresaron percibir con mayor frecuencia e intensidad afectivas positivas, mientras que los hombres mostraron experimentar más frecuentemente las emociones negativas, mientras que en la subescala de satisfacción con la vida, los sujetos que están solteros expresaron estar satisfechos con la lealtad con los amigos, el respeto, al ayuda, y los casados están más satisfechos con la manera que gobiernan nuestro país. Referente a la variable edad, se encontró a los sujetos de 19-22 años percibieron tanta frecuencia e intensidad en las emociones negativas contando con los reactivos de temor, angustia, depresión y en los 31-38 años experimentar más efectividad positiva con los reactivos de cariño, felicidad, afecto, tanto en frecuencia como intensidad. Por otro lado, en la dimensión satisfacción con la vida, en la variable sexo, los sujetos de 14-19 años están satisfechos con la manera en que se gobierna su país y los sujetos de 31-38 años están satisfechos con el dinero con el que cuentan. 22 Para la variable atributiva de ocupación en la dimensión emocional, los obreros no cualificados percibieron frecuencia e intensidad en emocional negativa con los reactivos de temor, angustia, depresión, en comparación de los obreros semi-cualificados apreciaron con intensidad afectividad negativa con los reactivos de frustración, sufrimiento, vergüenza y en la dimensión de satisfacción, los empresarios y profesionistas mostraron percibir estar satisfechos con relación a la comunicación dentro de la familia, al igual que en el factor de economía con los reactivos de dinero con el que cuentas, el factor amigos los obreros semicualificados están satisfechos con las relaciones, respeto por los amigos, los sujetos obreros trabajadores no cualificados están satisfechos con la apariencia física y su vida en general. Para concluir, es importante mencionar que tanto las variables de tipo social como los correlatos de personalidad de las culturas e individuos se encuentran correlacionadas unas con otras y cada uno tiene un determinado impacto en cuanto a bienestar subjetivo refiere, por lo que, variables como la edad, género, satisfacción global con la vida, afecto positivo-negativo, posición individualista, expresión social de emociones positivas y negativas, percepción de la felicidad y búsqueda de la felicidad y valores se consideran de suma importancia para la realización de estudios transculturales en torno al estudio de bienestar subjetivo (Vera, et al , 2003). 2.3 Orientación al logro y evitación al éxito. La proliferación de términos diversos y teorías relacionadas con el constructo psicológico orientación al logro ha sido históricamente muy amplia. Probablemente la causa hay que buscarla en la dificultad para definir, conceptuar y operacionalizar dicha construcción psicológica con un cierto consenso, existente de forma parcial aún en la actualidad. Modelos y teorías sobre la motivación evidencian que coexisten en el ámbito de estudio de la orientación, como la teoría de la autoeficacía de Zimmerman y Bandura en el año de 1994, la teoría de la expectativa-valor por Wigfield y Eccles en el año 2000 y la teoría de la atribución causal hecha por Miller, Ferguson y Byne en el año 2000 confirman tales eventos. 23 La visión cognitiva de la orientación al logro ha ido acercándose paulatinamente a la investigación explicita o implícitamente a las representaciones que hacen los individuos de las situaciones y, especialmente la perseverancia de una conducta hacia una determinada meta centrada en el aprendizaje, el rendimiento, el yo, la valoración social o la evitación del trabajo. Entre los procesos psicológicos básicos, tal vez sean los motivacionales los que se presentan más intrincadamente con la acción, independientemente del marco teórico adoptado -sea conductista, cognitivo o psicodinámico- valorados por Schiffman y Kanuk en los años de 1997. Generalmente, el concepto de motivación hace alusión como: aquella “fuerza” dentro de los individuos que los impulsa a la acción. Esta fuerza producida reside en la idea de que los motivos de orientar a las metas del logro tienen importancia porque funcionan como un mecanismo de activavción para un determinado tipo de procesamiento de la información. Así, las metas de aprendizaje deben llevar consigo un nivel de procesamiento estratégico-profundo, que garantiza el éxito escolar y académico, mientras las metas de rendimiento provoca un procesamiento de la información repetitivo y superficial, que influye negativamente en el logro final (De la Fuente, 2002). La motivación puede tener un sentido positivo o negativo. Podemos sentir una fuerza que nos impulsa hacia algún objeto o condición, o una fuerza que nos aleja de otro objeto o condición. Es con Salazar (1979); y Feldman, (1995) donde ellos se han referido a los impulsos positivos como necesidades, deseos o anhelos, y a los impulsos negativos como temores o aversiones. No obstante, aunque las fuerzas motivadoras positivas y negativas parecen drásticamente diferentes en términos de actividad física -y algunas veces emocionales-, son similares en lo fundamental, ya que ambas sirven para iniciar y mantener un comportamiento humano (ej. algunos distinguen deseos de producto específico). Al igual, las metas pueden ser positivas o negativas. 24 Una meta positiva es cuando se dirige el comportamiento, por lo que se le conoce frecuentemente como un objeto de enfoque. Una meta negativa es aquella de la cual se aleja el comportamiento, denominada como objeto de evasión (por eso a ambas se refieren como metas). Sin embargo, estas teorías no han explicado del todo comportamientos más complejos –tal es el caso de mapas cognoscitivos, configuraciones del aprendizaje o procesos de orientación vs. evitación (Laborín, 2003). Uno de los aspectos, que ha merecido atención en la psicología de la personalidad, es el hecho de explicar cómo las necesidades y metas se relacionan en el proceso de motivación; ahora bien, se reconoce que ambos conceptos son interdependientes; ninguno existe sin el otro. No obstante, es frecuente que la gente no esté consciente de sus necesidades como lo están respecto a sus metas. Por lo general, los individuos son en mayor medida concientes de sus necesidades fisiológicas de lo que lo son de sus necesidades psicológicas. La mayoría de la gente sabe cuando tiene hambre, sed o frío, y dan los pasos necesarios para satisfacer tales necesidades. La misma gente puede no estar consciente de sus necesidades de aceptación, autoestima o status. A pesar de ello, pueden subconscientemente involucrarse en comportamientos que satisfacen estas necesidades psicológicas adquiridas (Schiffman, y Kanuk, 1997). Al respecto, se reconocen que algunas necesidades son innatas y adquiridas, las primeras son fisiológicas (es decir, biogénicas) e incluyen las necesidades de comida, agua, aire, ropa, vivienda, y de relaciones sexuales; ahora, como son necesidades para sostener la vida biológica, las necesidades biogénicas son consideradas motivos o necesidades primarias. En el mismo sentido, las necesidades adquiridas son necesidades que se aprenden en respuesta a la cultura o ambiente (Liebert y Spiegler, 2000). Estas pueden incluir necesidades de autoestima, prestigio, afecto, poder, y de aprendizaje, como las necesidades adquiridas por lo general son psicológicas (es decir, psicogéneticas) 25 se consideran motivos o necesidades secundarias. Estas son resultado del estado psicológico subjetivo del individuo y de sus relaciones con otros. Por otro lado, el cumplimiento de tales necesidades supone la reducción en la tensión, y con ello, el establecimiento de un objetivo o una meta; los cuales, constituyen el resultado que se busca con el comportamiento motivado del individuo. Como las elecciones específicas correspondientes a patrones de comportamiento que sigue la persona para alcanzar tales objetivos -resultado de su pensamiento y aprendizaje del individuo-. Tradicionalmente en la psicología de la motivación, se ha sostenido la existencia de un trío de necesidades básicas: poder, afiliación y logro. Cada una de estas necesidades podrían quedar comprendidas en la jerarquía de Maslow; no obstante, considerarlas de manera individual, tiene una relevancia distintiva para la motivación (Schiffman, y Kanuk, 1997). McClelland y Atkinson en 1953 (citado en Díaz-Loving, Andrade y La Rosa, 1989) partieron de estudiar el segundo grupo de motivos sociales, propuesto por Murray en 1938, enfocándose en tres de los motivos: logro, poder y afiliación. Estos autores refieren que, en el curso de la socialización la gente adquiere dos motivos relacionados con el logro. El primero es el motivo al logro del éxito (Me) y se refiere a la tendencia de cada uno para buscar el éxito y sus consecuencias afectivas positivas. El segundo de estos motivos, es el de evitación del fracaso (Mf) que se refiere a la tendencia para evitar las consecuencias afectivas negativas de fracasar o no lograr el éxito (Cofer y Appley, 1971; Carver y Scheier, 1997). La distinción de interés entre estas tipologías es que los primeros (Me>Mf) tienden a maximizar la ganancia potencial del éxito logrado, en tanto, los segundos (Mf>Me) tienden a minimizar las consecuencias nocivas del fracaso. Dos de las predicciones que ofreció este modelo era en primer lugar, reconocer tipos de personas con alta necesidad de logro tenderá a incorporarse en tareas que prueben sus habilidades, tanto que la gente con baja necesidad de logro tenderá a evitar las tareas que prueban sus habilidades. La segunda predicción 26 era, identificar que las tareas con una dificultad percibida moderada permitieran activar el motivo de logro dominante del individuo; donde aquellos individuos caracterizados por la aproximación al éxito (Me) prefirierán y buscarán tareas de moderada dificultad; en tanto que los individuos caracterizados por la evitación del fracaso (Mf) prefirierán tareas de alta o baja dificultad y evitarán tareas de moderada dificultad (Laborin y Vera, 2000). Tradicionalmente han prevalecido dos estrategias para la medición de la orientación al logro. Una que procede de McClelland, Atkinson y sus colegas quienes utilizaron medidas proyectivas, y otra propuesta por Mehrabian (1969); Herrenkohl (1972) y Spence y Helmreich (1978), entre otros, que emplean escalas de dibujos tomados del Test de Apercepción Temática (TAT), con el propósito único de buscar estrategias que suponga la estimación de un índice comportamental de alto logro o de bajo logro, o en términos temas de logros en historias inspiradoras, y otra mediante el desarrollo de medidas objetivas (Carver y Scheier, 1997). De los resultados obtenidos por McClelland, Atkinson, Clark y Lowell en 1953; McClelland, 1955; Atkinson y Feather, 1966 (citado en McClelland y Winter, 1970) se pueden señalar algunas de las características que describen a las personas motivadas hacia el alto logro; se esfuerzan por alcanzar metas claras y reales; aprovechan de una mejor manera sus potencialidades y se orientan a involucrase en tareas donde evalúen sus habilidades. Por otro lado, las personas con bajo logro, tienden a ser motivadas, principalmente, por el deseo de evitar el fracaso; como resultado de ello, buscan tareas sencillas asegurándose de que no fracasarán, o tareas tan difíciles para las cuales el fracaso no tiene implicaciones negativas, puesto que prácticamente todo el mundo fracasaría en ellas. Greenwald en 1982 refiere que los sujetos con grados elevados de orientación al logro, responden bien a la retroalimentación relacionada con su propia competencia (citado en McClelland, 1985), en donde se ha logrado identificar que las personas con altos niveles de orientación al logro, poseen una 27 una mayor confianza en sí misma, sienten un gusto de tomar riesgos calculados, investigan de forma activa sus ambientes y están muy interesadas en la retroalimentación sobre la percepción de qué tan bien lo están efectuando. El PMT de Hermans está basado en la teoría de motivación de logro de Atkinson, que contiene preguntas acerca de los niveles de aspiración, la toma de riesgos, los esfuerzos por alcanzar mayores niveles de vida y la persistencia (Hermans, 1970). 2.4 Orientación al logro, evitación al éxito y su medición. Otra de las escalas, más ampliamente utilizadas para medir la orientación al logro en población estudiantil de clase media norteamericana fue la “Work and Family Orientation Questionarie” de Helmreich y Spence (1977, 1978 citado en DíazLoving, Andrade y La Rosa, 1989), que constaba de 32 reactivos en escala tipo Likert. Los autores rechazaban la idea de que la orientación al logro fuera un constructo unitario y crearon una escala para medir cuatro de los componentes: orientación laboral (deseo de hacer lo mejor que uno puede en todo lo que haga); dominio/maestría (la persistencia a la hora de completar tareas, especialmente las tareas difíciles); competitividad (es disfrutar del reto de la competición) y despreocupación personal (es una orientación de tipo autónoma respecto a lo que piensan los demás de los esfuerzos de logros propios). En relación a la motivación al trabajo, investigadores difieren en los resultados; estudios efectuados en Norteamérica y Latinoamérica, han confirmado que los hispanos tienen una menor motivación hacia el trabajo, mientras otros argumentan que los hispanos tienen una orientación hacia el trabajo tan fuerte como la de los angloamericanos (Madsen, 1972 en Stancak, 1979; Cohen, 1979; Díaz-Guerrero, 1994, 1997). Slade y Rush, (1991) Ofrecieron motivación positiva a 66 estudiantes y negativamente a otros. No encontraron diferencias en la tarea inicial sobre dificultad de opción, ambos grupos cambiaron a tareas de mayor dificultad, extraordinariamente esta tendencia lineal interactuó con el grupo de motivo al 28 logro y los sujetos positivamente motivados que cambiaron mas rápido. También observaron tendencias cuadráticas y cúbicas en las tareas de dificultad de opción así como interrupciones periódicas que atenuaron las diferencias de logro del grupo en la tarea se dificultad de opción. Finalmente, se muestra que los estudiantes fueron afectados según la edad en la tarea de dificultad de opción, cabe destacar que no se encontraron diferencias significativas con otras variables importantes del estudio. Weiner y Kukla, (2000) realizaron varios estudios e indican que las personas con un alto nivel de motivación al logro gustan de tomar una responsabilidad personal de los sucesos en comparación con los individuos con un bajo nivel de motivación al logro; así mismo, señalan que las cogniciones sobre casualidad median entre el nivel de logro necesario y rendimiento. En nuestro país, Díaz-Loving, Andrade y La Rosa, (1989) partiendo del instrumento desarrollado por Helmreich y Spence, construyeron una escala para medir motivación al logro adecuada a la cultura mexicana. Dicho instrumento, consta de 22 reactivos y los índices de consistencia interna de las sub-escalas de maestría, (0.78) competencia (0.79) y trabajo (0.81). Las tres dimensiones explicaron el 36.71% de la varianza total de la escala; además fueron analizadas según diferentes variables atributivas (sexo, orientación familiar, empleo y aprovechamiento escolar). Estudios más recientes por Laborin y Vera (2000), la orientación al logro en el sonorense se muestra en desacuerdo con afirmaciones que hacen referencias a la competencia, motivación por ganar, ser mejor o superar la calidad del trabajo de otros. Además, muestra una visión del trabajo donde existe un temor al fracaso, percibiéndose en relación a sus expectativas futuras, con poca probabilidad de éxito y juzga que la evitación del fracaso es más importante que alcanzar el éxito. Las personas que tienen fuerte necesidad de logro, expresan deseos de estar en situaciones en que pueden asumir una responsabilidad personal para 29 encontrar soluciones. De igual forma, buscan encontrar situaciones en las que pueden competir en contra de algún parámetro -ya sea se trate de calificaciones, dinero o un juego- y probarse a sí mismos que son exitosos (Andrade y DíazLoving, 1985), pero no eligen sus retos indiscriminadamente: tienden a evitar las situaciones en las que el éxito parece muy poco probable; en lugar de ello, las personas que tienen una alta motivación de logro tienden a elegir tareas de dificultad intermedia; en contraste, las personas con una baja motivación al logro tienden a ser motivadas, principalmente, por el deseo de evitar el fracaso (La Rosa, 1986). Se observa además que buscan tareas sencillas asegurándose de que no fracasarán, o tareas tan difíciles para las cuales el fracaso no tiene implicaciones negativas, puesto que prácticamente todo el mundo fracasaría en ellas (Espinosa, 1989). Allende (1996) observó diferencias significativas entre el motivo de logro y el autoconcepto en deportistas universitarios de diferentes especialidades deportivas, siendo la finalidad desarrollar una estrategia de entrenamiento mental para cada uno de los equipos de las diferentes especialidades deportivas. De los resultados del estudio destacan las siguientes conclusiones: a) en apariencia existen perfiles de personalidad diferenciados para cada especialidad deportiva, considerando como rasgos de personalidad el autoconcepto y el motivo de logro, b) en la mayoría de los casos existen correlaciones entre factores del motivo de logro y del autoconcepto. Aguilar y Valencia (1996) llevaron a cabo un estudio con el objetivo de determinar las relaciones de competitividad con egoismo social, maestría y estilo de confrontación, elaborando las escalas apropiadas. Se esperaría que la competitividad presentara correlaciones positivas con las dos metas de logro y el estilo y el estilo de confrontación, aunque relativamente modestas con maestría ya que en estudios previos obtuvieron valores cercanos a .20. Los resultados se relacionan positivamente con la hipótesis acerca de que las puntuaciones de competitividad tendrían correlaciones positivas con egoismo social y maestría, aunque mayor con la primera que con la segunda, por lo que se 30 puede afirmar que las personas competitivas se orientan más a la consecución de reconocimientos y premios al aprendizaje en situaciones escolares (Aguilar y Valencia, 1996). De igual forma, probaron que la competitividad correlaciona positivamente con el estilo de confrontación y consecuentemente que los competitivos tienden a usar un estilo de confrontación negativo que no contribuye al desarrollo de buenas relaciones interpersonales. El análisis factorial de la escala de maestría mostró que mide esencialmente la orientación hacia el aprendizaje y la perseverancia en el trabajo escolar. Su coeficiente de confiabilidad fue satisfactorio. Las escalas de egoismo social y estilo de confrontación también presentaron dos dimensiones claramente definidas pero su consistencia interna debe incrementarse, particularmente la de la segunda para determinar con mayor precisión del grado de confrontación negativa preferido por las personas competitivas. Reyes-Lagunes (1998) por su parte, elabora una nueva escala para medir la orientación al logro, evitación al éxito y temor al fracaso, siendo aplicada a diferentes regiones del país. Dicha escala posee 72 reactivos con un alfa de .85; la sub-escala de orientación al logro, consta de 42 reactivos que conforman cuatro factores (trabajo con un alfa de .85; competitividad con un alfa de.85; maestría con .80 de confiabilidad y negación de reacciones negativas ante la competitividad con .83 de confiabilidad). Cuando se han comparado grupos de sujetos por sexo, un primer trabajo es el de Achembach (1979) refiere que las niñas obtienen grados más altos en la escuela que los niños, mientras que no existe diferencia entre ambos respecto a las medidas de orientación al logro (citado en La Rosa, 1986). La mujer difiere del hombre en las necesidades relacionadas con la conducta de logro; para las mujeres estas conductas se relacionan con las necesidades de afiliación y aprobación antes de la maestría, poniendo la seguridad y eficiencia en lazos afectivos. Así el hombre y la mujer presentarán mecanismos diferentes para alcanzar logros equivalentes (Espinosa, 1999). 31 En investigaciones realizados por Díaz- Loving y Cubas (1991) en el centro del país mexicana, han reportado que una persona, hombre-mujer, se juzga como exitosa si elige una vocación, congruente a su rol sexual tradicional, así, el hombre y la mujer presentarían mecanismos diferentes para alcanzar logros equivalentes al exito. Por otro lado, Reyes-Lagunes (1998) encuentra que las mujeres mexicanas presentan medias ligeramente más altas en las dimensiones de trabajo y maestría, con respecto a los hombres; así no en competitividad donde estos últimos obtienen puntajes más altos. Así mismo, refiere que los jóvenes obtienen puntajes más altos en la dimensión de trabajo, que los sujetos de mayor edad; en competitividad los jóvenes resultan con menores puntajes con respecto a los adultos. Finalmente, en maestría se observan puntajes similares en los grupos de adolescentes y adultos. En ralación a las diferencias por variables de los padres, un primer trabajo, de Díaz Loving, Et al., hechos en 1989, observan que una de las variables que produce diferencias en las dimensiones de trabajo y en maestría fue la escolaridad de los padres: los hijos de padres con alta escolaridad obtenían puntuaciones más altas en la dimensión trabajo y maestría, en contraste en aquellos padres con baja escolaridad. Se percibe claramente la relación entre educación y desarrollo –por lo que invertir en educación es promover el desarrollo-. Así también, se observó una interacción entre sexo e hijo primogénito, o sea las mujeres primogénitas tienen puntuaciones más altas en trabajo, que los hombres en la misma condición (Díaz-Guerrero, Díaz-Loving, Helmreich y Spence 1981). Estos resultados posiblemente se expliquen debido a las prácticas de crianza, utilizadas con las niñas y que pone énfasis en las relaciones interpersonales y manifestación de afecto, lo que sería incompatible con un comportamiento competitivo (Reyes-Lagunes, 1996). Ramos (1992) aplicó la escala de Díaz-Loving, Andrade y La Rosa utilizados en el año de 1989, a 304 estudiantes de tercero de secundaria y a 32 tercero de preparatoria, de edades entre los catorce y los veinte años. El propósito de la investigación fue conocer los niveles de motivación al logro, el temor al éxito y el concepto de madre que tienen jóvenes mujeres, según la escolaridad de la madre. En tal estudio, la escala resultó con alto valor predictivo; además de que no se encontraron diferencias por ocupación y escolaridad de la madre. En relación a las diferencias por escolaridad y ocupación, Andrade (1998), refiere que los jóvenes orientados hacia la maestría son los que perciben mejor su relación con el padre, y los que están más orientados hacia el trabajo son los que se perciben mejor con la madre; así, la escolaridad del padre incide en las dimensiones de logro maestría, trabajo e interés. Subsecuentemente, encuentran que los valores de medias en maestría y trabajo no se incrementan en forma ordenada conforme la escolaridad del padre; sino que tienen un comportamiento de sube y baja, marcando la diferencia entre los grupos de padre con estudios de secundaría y preparatoria. Respectivamente al constructo de evitación al éxito o temor al éxito, fue empleado por primera vez por Martina Horner en 1969, donde indica que es una dimensión más de la motivación al fracaso. En el caso de las mujeres han aprendido que las situaciones de logro son contrarias con su femineidad (Del Castillo, 2002). Horner (1969) señala que cuando existen situaciones de competencia, es más común que la evitación al éxito se desarrolle en mujeres que en hombres, ya que en las mujeres el logro y la femineidad son excluyentes; percibiendo ansiedad ante el fracaso y ante el éxito, en el primer caso por no poder superar su modelo de realización, y en el segundo caso, por desviarse en sus expectativas como miembro de un rol sexual. De lo anterior, Shaw y Constanzo (1982), supusieron la necesidad de una teoría de motivación al logro particular para las mujeres, dado que los expectativas de logro iniciales ofrecidos por los personologos no pueden explicar adecuadamente las ansiedades de éxito en las mujeres. 33 Por otro lado, Deaux (1976) describe que las diferencias entre hombres y mujeres en su conducta de logro son debidas a sus expectativas preconductuales del éxito. Su modelo teórico sugiere el siguiente patrón secuencial: a) las mujeres, debido a su socialización en dominios de logro, se aproximan a las tareas con más bajos niveles de confianza en obtener el éxito que los hombres; b) como una consecuencia, cuando ellas logran el éxito, se los atribuyen a causas inestables (ej. suerte), en tanto que los hombres atribuyen su propio éxito a causas estables (ej. habilidad); c) debido a la inestabilidad de sus atribuciones a su éxito, las mujeres continúan aproximándose a subsecuentes tareas con bajas expectativas de éxito, y por último, las mujeres mantienen bajos sus niveles de confianza en sus propios potenciales para lograr el éxito. En México, la evitación al éxito ha sido evaluada por Espinosa, Pick y Reyes-Lagunes en 1989, quienes refieren que se trata de un rasgo estable de la personalidad que se caracteriza por una respuesta inhibitoria y formada por dos factores, primero la inseguridad de logro (se define como la sensación de insuficiencia de recursos propios para lograr el éxito) y segundo por dependencia de evaluación social (consiste en la subordinación que realiza a su grupo social, con respecto a la evaluación de sus logros), estos factores de inseguridad y de dependencia sean variables que atribuyen inestabilidad emocional y conflicto en la persona, lo cual, dificulta su satisfacción y su bienestar. Piedmont en 1995 correlaciona evitación al éxito, temor al fracaso y ansiedad, con el modelo de los cinco factores generales de la personalidad, a través de un análisis de regresión y obtiene que los factores neurotismo (correlación positiva) y conciencia (correlación negativa) son los más relevantes con los cuales se relacionan estos constructos y presentan en común un tipo de estrés emocional en su esencia; a su vez Espinosa (1989) menciona que estos rasgos de la personalidad no obtiene una válida discriminación del temor al éxito y, lejos de ser una motivación independiente, parece estar correlacionada con un nivel de aspiración de logro. 34 Tanto el temor al éxito como el temor al fracaso, no representan distinción como fenómeno pero sí reflejan una distinta expresión de un temperamento común. Lo anterior, supone una estrecha relación entre el reto de enfrentar en una situación de logro, por un lado, el éxito en la tarea y, por otro el éxito en el reconocimiento y obtención de estima personal (Vera y Laborín, 2000). Al respecto, Espinosa y Reyes-Lagunes, (1991) refieren de que no necesariamente se decrementa este fenómeno, mas bien se estabiliza, incrementándose la orientación de logro y dando la apariencia de sufrir un decremento tal vez por disminuir su presencia e influencia de cualquier manera, pareciera que los resultados apoyan la idea de que ambos constructos son expresión de una disposición actitudinal estable de respuesta. Al igual, coincidiendo con los trabajos previos de Espinosa, (1989); Espinosa y Reyes-Lagunes, (1991) y Espinosa, (1999) puede apreciarse a través de las diferentes referencias que la evitación del éxito, es una forma de enfrentarse ante el medio y que su estudio da cuenta no sólo de una forma externa de acción de la personalidad; sino también de factores más profundos como la inseguridad y dependencia en torno a los cuales gira la inestabilidad emocional y conflicto del individuo que desde un punto de vista de distinción, pareciera que dificulta su satisfacción y bienestar, pero por otro lado, sería una parte necesaria y paradójicamente equilibrante. Finalmente puede concluirse que tanto la orientación al logro y evitación al éxito, corresponden a un mismo continuo multidimensional y que resultan básicos para la comprensión de cómo las personas evalúan sus éxitos y fracasos; por otro lado, no explican del todo las necesidades y motivaciones que las llevan a alejarse e identificar otros estándares de ejecución(Laborín, 2003). 2.5 Autoconcepto. De forma paralela al desarrollo cognitivo de las personas van desarrollando su afectividad. Dentro de ella, uno de los aspectos más importantes a considerar es 35 el desarrollo del concepto de sí mismo, el cual se va formando desde que el niño es muy pequeño, a través de las variadas experiencias que va teniendo con el medio. Un adecuado desarrollo afectivo requiere del desarrollo de un autoconcepto positivo, ya que el concepto que el niño tenga de sí mismo va a ser determinante en su forma de enfrentar el mundo y de relacionarse con las personas. Una de las definiciones mejor aceptadas de Autoconcepto es la ofrecida por Byrne (2005; p, 169), quien lo define como “…la percepción de nosotros mismos, en términos específicos, son nuestras actitudes, sentimientos y conocimientos respecto a nuestras capacidades, habilidades, apariencia y aceptabilidad social”. Los atributos del autoconcepto derivados de la pertenencia a categorías y grupos sociales se denominan autoconcepto colectivo. Cuando uno se percibe como similar a los miembros de un grupo y diferente de las personas de los exogrupos, se hace referencia a la identidad o autoconcepto social (Páez, Et al., 2005). Los atributos idiosincrásicos o específicos de una biografía individual caracterizan al autoconcepto personal. Cuando uno se percibe como una persona con atributos únicos, se atribuye el autoconcepto. Las categorías más salientes en la percepción social son el sexo, la edad, la clase y estatus social y las categorías étnicas o culturales. Los atributos del yo colectivo que señalan al “nosotros”, son redundantes. Los atributos del yo personal tienen como referencia al individuo, son múltiples y no redundantes: por ejemplo, soy mexicano no protestante. El autoconcepto, tanto personal como colectivo, tiene un origen social (Morales, 1999). El contenido del sí mismo se ha diferenciado en material social, espiritual o psicológico. Mientras que las posesiones materiales (por ejemplo, tengo coche) y 36 la apariencia física (por ejemplo, soy guapo) constituyen la faceta material –un 36% y un 5%, respectivamente, de alumnos de secundaria de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo pasado mencionaban estos aspectos cuando se les pedía que se auto-describieran libremente en 20 frases- (Morales, 1999). Según Burns (1998), el autoconcepto es un conjunto organizado de actitudes que el individuo tiene hacia sí mismo. Dentro de la actitud distingue tres componentes: 1. Componente cognoscitivo (autoimagen): Hace referencia a la representación o percepción mental que el sujeto tiene de sí mismo. 2. Componente afectivo y evaluativo (autoestima): Hace referencia a la evaluación que efectúa el individuo de sí mismo. 3. Componente comportamental (motivación): Hace referencia a la importancia de la motivación en los procesos de autorregulación de conducta. El autoconcepto es parte de la unidad fundamental del ser humano, es decir, que forma parte de una totalidad organizada, que surge o que es producto de la interacción e influencia que el sujeto tiene y percibe ser parte de los grupos en que se desenvuelve y a partir de los roles que comúnmente desempeña en su vida cotidiana, es congruente pensar que este constructo se conforme como una estructura mental de carácter psicosocial, que implica la organización de aspectos conductuales, afectivos y físicos (Valdez Medina y Reyes Lagunas, 1992). Otras de las definiciones del autoconcepto, es percibido como el conjunto de conocimientos que las personas tienen sobre sus características. El sentido de sí mismo parece desarrollarse alrededor de los dos años. El sentido de continuidad y la ubicación del sí mismo en el cuerpo parecen ser universales en todas las culturas (Moghaddam, 1998). De este modo, el autoconcepto tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos y se refiere al conjunto de características o atributos que utilizamos para definirnos como individuos y para diferenciarnos de los demás. Se 37 trata de un conocimiento que no está presente en el momento del nacimiento, sino que es el resultado de un proceso activo de construcción, por parte del sujeto, a lo largo de todo su desarrollo (Franco, 2006). El desarrollo y la construcción del autoconcepto esta centrado en la interacción social. Mead (1934) formula que la aparición y el desarrollo del símismo se da en las interacciones interpersonales y la interpretación que se hace de las mismas. A su vez Cooley (1968) afirma que el autoconcepto es aprendido a través de la relación que un individuo tiene con su medio social. De tal modo que el yo es la conformación de las características que determinan a un sujeto, elaborado con base en la forma que otros piensan de él y de cómo se comportan hacia él. Por otra parte Díaz-Guerrero (1982) demuestra reiteradamente que un aspecto central del medio social se conforma con las normas, reglas y premisas histórico-socio-culturales de cada cultura. De esto se deriva que el estudio del autoconcepto debe basarse en metodologías y formulaciones teóricas sensibles a la definición y conformación de dicho constructo psicológico por parte de la población a estudiarse (Díaz-Guerrero, 1998). 2.6 El Autoconcepto y su medición. Se han realizado numerosas investigaciones sobre el autoconcepto, entre ellas la de Wells y Rankin (1983, citado por Kenneth, 1997) encontraron que el autoconcepto tiene una influencia importante en las relaciones del adolescente con sus familiares. Tal es el caso de Cortes, Flores y Carrillo (2000, citado por Balaguer, 2001) quienes también encontraron que el ambiente familiar se relaciona con percepciones de Autoconcepto en gran parte como producto de la socialización a la que han estado expuestos. Tamayo (1982) estudió las influencias de las variables como estado civil y sexo de las personas en Autoconcepto, observando interacciones significativas entre estado civil y sexo en las dimensiones de autoconfianza, apertura social y apariencia física. Encontró que el efecto del matrimonio sobre los dos primeros 38 factores era mas positivo para las mujeres que para los hombres. Con respecto a la apariencia física, las mujeres casadas presentaron mayores puntuaciones en este aspecto que los hombres, sucediendo lo contrario con al muestra de sujetos solteros. Rivera y Díaz-Loving (1992) realizaron un estudio con 342 estudiantes universitarios y encontraron que el Autoconcepto y la empatía están ligados y que afectan la evaluación que hacen de si mismos y la calidad de las relaciones que establecen con quienes los rodean. Ditto y Griffin en 1993, a través de una investigación concluyeron que el percibir las características positivas de uno mismo como únicas o que solamente pocas personas las tienen, conduce a que los sujetos se vean a si mismos de una manera mas positiva y que consideren sus características negativas como más comunes a toda la gente. Este mismo principio se aplica a las características negativas cuando son percibidas como raras o particulares, es decir, los sujetos se ven a sí mismos de manera mas negativa cuando consideran que tienen características negativas que solo ellos o muy pocas poseen y por lo tanto ven sus características positivas como más comunes. Valdez (1994) trabajando con muestras de diferente sexo y regiones, reportó que entre los mexicanos hay rasgos comunes y que es por el ecosistema y la edad de los sujetos, la razón por la cual varíe la estructura del Autoconcepto. Por ejemplo, los jóvenes Yucatecos tienen a percibirse como amigables, románticos y tradicionales. Los del Estado de Chiapas se consideraban como personas con una orientación hacia el trabajo intelectual, social, expresivo y afectivo. Los del norte de México (Chihuahua) se describieron como trabajadores, activos, novieros pero no muy amigables. En el centro de la República se consideraban obedientes, serios, respetuosos, fríos, relajientos, preparados, impersonales y poco románticos. Los estudios efectuados por Serrano y Vera (1998), en una población de Hermosillo Sonora, se perciben como alegres, animados, amigables, simpáticos, 39 agradables, pero también como dominantes y agresivos, estas dos características de socialización, de expresión y de norma dan al sonorense una visión de sí mismo de recio y hospitalario, simpático pero dominante, alegre, platicador, pero autoritario e impulsivo. El Autoconcepto es un factor que evalúa desde una perspectiva cognitiva y consciente que los individuos hacen de sí mismos y que determina fuertemente la conducta, e influyendo en el desarrollo de la personalidad; como resultado de las experiencias personales y la forma como estas experiencias son interpretadas por cada uno de nosotros. Este varía dependiendo del rol o papel que tienen que desempeñar los individuos a partir de la edad, lo cual estaría indicando que el Autoconcepto no es una estructura estable, sino que se va modificando y adaptando conforme el paso del tiempo y la experiencia propia. En México, encontramos a diversos autores que han intentado operacionalizar el autoconcepto de un modo válido, confiable y sensible culturalmente como son: Serrano y Vera (1998); La Rosa y Díaz Living(1991); Valdez Medina (1994); y finalmente, Díaz Loving, Reyes Lagunes y Rivera Aragón (2002). En cuanto a los nuevos datos que han de obtenerse, se ha encontrado que si bien la mayor parte de los antecedentes obtenidos provienen de estudios psicológicos de grandes metrópolis como Estados Unidos de América, con grandes influencias neoliberalista e individualistas; más no en los en otros rubros, en donde lo único que se hacen son grandes inferencias de la interacción entre el medio ecológico, haciéndose sentir en forma creciente la afiliación estereotipada a los otros a partir de los grupos a los que pertenecen. Además, es necesario no solo contar con los instrumentos para medir el nivel de bienestar subjetivo, orientación al logro y autoconcepto, sino ir acumulando los datos que sean útiles para el diseño de políticas públicas y programas de apoyo dirigidos a las poblaciones indígenas con objetivos de 40 ayudar a evitar una posible deserción escolar, migración y otros eventos de crisis económico, social y político (Vera y Tánori, 2002). 2.7 Definición del objeto de estudio. A decir de la personalidad de los sonorenses, estudios etnopsicológicos realizados por Vera, Laborín, Peña y Domínguez (2003) nos ofrecen un panorama de las características psicológicas de los habitantes de Sonora; además de la adecuación de escalas y constructos para esta subcultura. El presente trabajo tiene como objetivo conocer si existe alguna relación entre las formas de percepción subjetiva asociados al bienestar subjetivo, satisfacción con la vida, orientación al logro, evitación al éxito y autoconcepto, entre dos poblaciones una urbana industrializada y otra rural indígena, y si esta relación se ve afectada al considerar variables como el sexo, edad, preferencia política, ocupación, escolaridad, el estar con pareja y sin pareja. Objetivo general. 1) Documentar el bienestar subjetivo, satisfacción con la vida, la orientación al éxito y evitación al éxito y el autoconcepto que posee una muestra de población tsotsil en el estado de Chiapas. Objetivos específicos. 1) Ofrecer un análisis de las variables de personalidad y culturales que se relacionan con los indicadores de Bienestar subjetivo, orientación al logro y autoconcepto, en la región centro del estado de Chiapas, México. 2) Describir y contrastar la distribución de Bienestar subjetivo, orientación al logro, autoconcepto y sus correlatos de personalidad y culturales entre un grupo particular. 41 3) Investigar con base en el género, edad, sexo, escolaridad y otras variables sociodemográficas, los correlatos de los diversos rasgos estudiados. 2.8 Descripción de la cultura de Venustiano Carranza, Chiapas. El estado de Chiapas está ubicado en el sureste de México, en América del Norte. Al norte 17º59’, al sur 14º32’ de latitud norte; al este 90º22’, al oeste 94º14’ de longitud oeste (INEGI, 2000). Éste estado representa el 3.8% de la superficie del país, colinda al norte con Tabasco; al este con la República de Guatemala; al sur con la República de Guatemala y Océano Pacífico; al oeste con el Océano Pacífico, Oaxaca y Veracruz. Sus costas son bañadas por océano pacifico. En relación del municipio de Venustiano Carranza, colinda al norte con el municipio de Nicolás Ruiz, al oeste con Villa Las Rosas, y al Sur con la Presa la Angustura. Los dominicos construyeron su convento para evangelizar, también fundan San Bartolomé de los Llanos hoy Venustiano Carranza, este municipio por su ubicación geográfica (centro del estado) ha sido asentamiento y cruce de caminos desde tiempos ancestrales, testimonios de esto son la presencia de los grupos lingüísticos tsotsiles (en la cabecera municipal) y Tzeltales (en Aguacatenango y los vestigios de grandeza de Soyatitan Y Copanahuastla. En la segunda mitad del siglo XVI, fue fundado el pueblo de San Juan Bartolomé de los Llanos. En 1821, se formó el municipio de San Bartolomé de los Llanos. En1833, el 7 de junio, fue elevado a la categoría de villa por el Gobernador Joaquín Miguel Gutiérrez. El 27 de mayo de 1852, fue elevado a la categoría de ciudad por el Gobernador Fernando Nicolás Maldonado. El 13 de febrero de 1934, fueron cambiados los nombres de los santos a las poblaciones del Estado y al de San Bartolomé se le cambió por el de Venustiano Carranza, siendo Gobernador Victórico R. Grajales. En 1972, se elevó nuevamente a la categoría de ciudad por el Gobernador Manuel Velasco Suárez. En 1978, se instalaron en el parque los bustos de Fray Matías Antonio de Córdova y Ordóñez., chiapanecos ilustres. 42 El municipio de Venustiano Carranza cuenta con una extensión territorial de 1,396.1 km², lo que representa el 11.05 % del territorio de la región Centro y el 1.84 % de la superficie estatal, su altitud es de 780 msnm. Su Hidrografía como principal río es el Grijalva que aquí forma el embalse de la presa Belisario Domínguez, también conocida como la Angostura; entre sus afluentes, destacan los ríos Blanco y San Vicente, así como los arroyos Siquilhó (Agua Fría), Agua Zarca, Pisholtón (sombrero de piedra). El clima es cálido subhúmedo con lluvias en verano. De acuerdo a los resultados que presentó el II Conteo de Población y Vivienda INEGI (2005), en el municipio habitan un total de 10,355 personas que hablan alguna lengua indígena. La situación demográfica actual del municipio de Venustiano Carranza es de 52,833 habitantes, representando 5.67% de la regional y 1.35% de la estatal; el 50.59% son hombres y 49.41% mujeres. Su estructura es predominantemente joven, 67% de sus habitantes son menores de 30 años y la edad mediana es de 20 años. En el período comprendido de 1990 al 2000, se registró una Tasa Media Anual de Crecimiento (TMAC) de 2.04%, el indicador en el ámbito regional y estatal fue de 2.88% y 2.06%, respectivamente, la población total del municipio se distribuye de la siguiente manera: 56.22% vive en 5 localidades urbanas, mientras que el 43.78% restante reside en 297 localidades rurales, que representan 98.34% del total de las localidades que conforman el municipio. Los porcentajes regional y estatal para localidades con este mismo rango fueron de 99.12% y 99.09% respectivamente. En lo que la religión respecta, el 84.21% de la población profesa la religión católica, 6.08% protestante, 4.24% bíblica no evangélica y 4.58% sin vincularse a alguna religión. Dentro del rubro educación, en el periodo del año 2000, el 43 municipio presentó un índice de analfabetismo del 32.13%, indicador que en 1990 fue de 37.56%. Actualmente la media estatal es de 22.91% (Gráfica 4). De la población mayor de 15 años, 29.07% tiene primaria incompleta, 13.41% completó los estudios de primaria y 23.46% cursó algún grado de instrucción posterior a este nivel. Dentro de las actividades económicas más comunes son las agropecuarias, las comerciales y las turísticas, pero las más escasas son las industriales. Las actividades más rentables por su condición climática y por el paisaje ambiental que presenta en el amplio centro del estado recaen en la producción de maíz y caña. La actividad económica no redituable está en el sector agropecuario, debido a la escasa distribución de la tecnología sofisticada, falta de planeación productiva, desventajas competitivas contra otros municipios y con el resto del estado y del país, por los conflictos agrarios y desunión entre campesinos. Pero a pesar de lo anterior, las actividades más destacadas son la producción de miel y azúcar de caña. Una gran población son campesinos y granjeros en condiciones de pobreza. Existen además establecimientos industriales del sector público cuya operación reviste vital importancia para la vida nacional: generación de energía hidroeléctrica en las 7 presas del Estado, en la cuál, en su territorio se encuentran ubicados una de las plantas mas importantes del estado generadoras de energía eléctrica: Presa La Angustura. Pero el desarrollo apenas esta empezando, la confianza que genera el ofrecer una obvia y gigantesca área de oportunidades, respalda por la abundancia de recursos naturales, mano de obra y apoyos oficiales, es el impulso creador en el que el sector industrial en Estado de Chiapas se apoya para convertirse en la base de su propia economía. 2.9 Descripción de la cultura en Hermosillo, Sonora. 44 El estado de Sonora está situado en el Noroeste de México, en América del Norte, sus costas son bañadas por el Mar de Cortés en el Golfo de California; es decir, el mar sonorense es un mar interior mexicano, conectado por el Sur con el Océano Pacífico. Sonora se encuentra así vinculado a la denominada "Cuenca del Pacífico" que ofrece amplias posibilidades de desarrollo económico y múltiples retos y oportunidades de aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales. Sus fronteras con los Estados de Arizona y Nuevo México permiten múltiples conexiones económicas, culturales y políticas con los Estados Unidos de Norteamérica. Sonora se encuentra situada en una franja climática del hemisferio norte en la que se han formado diversos desiertos en torno del globo terráqueo. Siguiendo el paralelo 30° de latitud norte a través de un planisferio de la Tierra, podrá verse que se localiza en la misma latitud que los desiertos de Chihuahua, África del Norte, Arabia Saudita, Irak, Kuwait, etc. Una amplia red de caminos, con la columna vertebral vial de la carretera de cuatro carriles que surca el estado de sur a norte, une a Sonora con la República y los Estados Unidos de Norteamérica. También por vías marítimas y aéreas Sonora está vinculada a México y al resto del mundo. El Estado es el segundo más grande del país, y representa el 9.2% de la superficie total del territorio mexicano. Su extensión territorial es de 184, 934 Km2. El límite fronterizo con los Estados Unidos de Norteamérica comprende una extensión de 588.199 Kms., que en su mayor parte colinda con el Estado de Arizona (568 Kms.), y el resto con el Estado de Nuevo México (20Kms.). El límite de la frontera con el Estado de Chihuahua es de 592 kms., y con el estado de Sinaloa es de 117 Kms. La extensión del litoral sonorense es de 1, 207.810 kilómetros, que sumados a la extensión de los límites fronterizos con los estados vecinos, nos da como resultado el perímetro que es de 2, 505 kilómetros. Se encuentra localizado 45 entre los 32°29’ Norte y 26°14’Sur en su latitud Norte y entre los 108°26’ Este y 105° 02’ Oeste en su latitud Oeste del Meridiano de Greenwich (Montané, 1993). En relación a los grupos étnicos en el Estado, podemos decir que un 2.6% de población de 5 años y más que habla alguna lengua indígena no resulta significativo cuando lo comparamos con estados como Oaxaca, Chiapas y Veracruz considerados los de más alta concentración de indígenas en el país. Sin embargo, si atendemos al Noroeste, resulta que Sonora es un estado con presencia indígena relativamente alta, sólo superado por Nayarit y Chihuahua. De acuerdo a los datos de XVII Censo General de Población y Vivienda del 2000 realizado por el INEGI, el 89.0 % de la población mayor de cinco años profesa la religión católica, el 4.9 % la evangélica y el restante 6.1 % pertenecen a otras religiones. En Hermosillo se cuenta con los diferentes niveles de educación necesarios para atender a la población demandante; la infraestructura esta compuesta por 204 escuelas de preescolar, 299 primarias, 55 de capacitación para el trabajo, 92 secundarias, 37 profesionales medio, 50 bachilleratos, 43 de educación superior y 44 de educación especial que alcanzan a cubrir el nivel educativo con un total de 179,495 alumnos y 9,229 maestros. Con esto, para la población de Hermosillo, Sonora para las edades de 15 años y más que no saben leer y escribir es el 4.9%. La superficie con la que cuenta es de 250,319 hectáreas de las cuales 146,522 son de riego, 37,972 de temporal y 66,005 de medio riego. La tendencia actual en este sector va encaminada hacia la sustitución de los cultivos vinculados al mercado exterior y que ofrezcan mayor rentabilidad, como vid y hortalizas. Como es de suponerse la ciudad de Hermosillo, Sonora, es reconocida como una ciudad industrial, en donde ha sido reconocido en los últimos años el soporte de su dinámica económica, principalmente la industria manufacturera, la 46 cual repuntó al final de los ochenta por las inversiones en la industria automotriz, como en la industria maquiladora ésta ha experimentado un repunte en los últimos años existiendo 26 empresas, generando 8,292 empleos directos. Este importante sector absorbe el 28 por ciento de la población ocupada y aporta el 47.1 % de los ingresos totales. En total se encuentra con 1,660 establecimientos de los cuales 507 corresponden a la producción de alimentos y bebidas, 99 son de textiles, 347 pertenecen a la industria de la madera, 143 a productos de papel, imprentas y editoriales, 43 a sustancias químicas, derivados del petróleo y del carbón de hule y plástico, 36 productos minerales y 408 productos metálicos, maquinaria y equipo. 47 Capítulo 3. MÉTODO Población. Los grupos que conformaron la muestra se seleccionaron mediante un muestreo no probabilístico por cuotas iguales por sexo y edad. Todos los sujetos debían radicar en el municipio de Venustiano Carranza, del Estado de Chiapas. La muestra total estuvo conformado por 300 sujetos distribuidos de la siguiente manera: 150 del sexo masculino y 150 del sexo femenino, con edades que van desde los 15 a los 45 años, con una media de 26.3 y una desviación estándar de 8.6 años; distribuidos en tres grupos de edad: grupo 1 adolescentes 15- 20 años, grupo 2 jóvenes adultos 21-30 años, y grupo 3 adultos >31, estado civil: con pareja- sin pareja, y nivel escolar: con primaria-secundaria-licenciatura. Tabla 1. Demografía del estudio del municipio de Venustiano Carranza, Chiapas. Estado civil Sexo Femenino Sin pareja Campesino Ocupación Masculino 0 30 Ama de casa 29 0 Estudiante 36 34 Con pareja Campesino 0 86 Ocupación Ama de casa 85 0 150 150 Total Entre los participantes, 42.3%(n=124) eran sin pareja, 55.6%(n=176) con pareja. Por otra parte, el 23.6%(n=71) eran estudiantes, el 36.5%(n=113) eran campesinos, y por último el 39.9%(n=116) eran amas de casa. En la muestra total, la escolaridad varió entre sin estudio, secundaria, preparatoria. Y en el caso de la religiosidad el 97.99% eran católicos y el 1.65% 48 eran de la religión evangelista. Por otro lado, en cuestión de la preferencia político el 16.65 % eran del PRI, el 25.99% eran del PRD, el 1.33% eran del PAN y el 55.99 dicen no tener ningún partido político. 3.2 Materiales e Instrumentos. Se utilizó la escala de Bienestar subjetivo (Bs.), orientación al logro (Ol.), Autoconcepto (Aut.). El instrumento de Bienestar Subjetivo consta de dos escalas y un cuestionario demográfico. La primera escala, denominada Experiencia Emocional, incluye 30 estímulos-emoción tipo Likert pictórico, divididos en 4 dimensiones, las cuales son emocional negativo (EN), emocional positivo (EP), afectividad positiva (EP) y afectividad negativa (EN). Cada estímulo consta de 7 opciones de respuesta a la derecha y 7 opciones de respuestas a la izquierda, las cuales están representadas en forma de cuadros idénticos con leyendas siempre y nunca (derecha), así como, mucho y nada (izquierda) en los extremos. El sujeto describe tanto la frecuencia como la intensidad con la que han vivido dichas emociones en el último mes, por lo que realmente se trata de dos subescalas: frecuencia emocional e intensidad emocional. Ante cada estímulo emoción el sujeto contestará dos veces, a la izquierda frecuencia y a la derecha intensidad. La segunda escala, denominada Satisfacción con la vida, se conforma con 42 reactivos de siete opciones de respuestas presentadas en formato de tipo Likert pictórico (Reyes-Lagunes, 1993) donde las opciones de respuestas están de mayor a menor, de izquierda a derecha. Por lo tanto el sujeto debe marcar el cuadro que mejor represente la cantidad de satisfacción experimentada en diversos aspectos de su vida. Encontrándonos con las dimensiones de familia, social, amigos, personal, religión, gobierno y economía. Se utilizó la escala de Orientación al Logro Reyes- Lagunas (1998), validada para la población de Sonora por Laborín y Vera (2000), Conformada por 55 reactivos redactados en forma positiva, presentados en escala tipo Likert pictórico con siete opciones de respuesta (totalmente de acuerdo a totalmente en 49 desacuerdo) con .85 de confiabilidad y la escala de Evitación al éxito de ReyesLagunes (1998) validad para la población de Sonora por Laborín y Vera (2000). Conformada por 15 reactivos presentados en escala tipo Likert pictórico con siete opciones de respuesta (completamente en desacuerdo a completamente de acuerdo) con 0.83 alfa global. Orientación al logro se define como el grado en el cual el individuo se propone objetivos altos, trata de obtenerlos y responder con sentimientos al éxito o fracaso en tales esfuerzos (McClelland, Atkinson, Clark & Lowell, 1953). Para este estudio se utilizó la escala de Orientación al logro de Reyes-Lagunes, 1998 validad para la población de Sonora por Laborín y Vera (2000). Conformada por 33 reactivos redactados en forma positiva, presentada en escala tipo Likert pictórico con siete opciones de respuesta (siempre a nunca) con .79 de confiabilidad y la escala de evitación al éxito de Reyes-Lagunes, 1998 validada para la población de Sonora por Laborín y Vera (2000), conformada por 22 reactivos distribuidos en tres factores con valores mayores 41.8% de varianza total. En dicho constructo se han encontrado las siguientes dimensiones: competitividad con un total de 15 reactivos, trabajo con 8 reactivos y maestría con 10 reactivos (Díaz, Andrade & La Rosa, 1989). Por otro lado, evitación al éxito se define como la tendencia a evitar las consecuencias afectivas negativas de fracasar o no lograr el éxito (Horner, 1969). Los factores encontrados son: inseguridad de logros con 8 reactivos, dependencia de evaluación social con 7 reactivos y tolerancia al fracaso se agruparon en 7 reactivos (Espinoza, 1989; Espinoza & Reyes, 1991). Se aplicó la escala de autoconcepto para la población Mexicana de La Rosa (1986), Valdez y Reyes (1992) y Reyes (1995). Que fue ajustada y validada para la población del noroeste de México por Serrano y Vera (1998). La escala consiste en una lista de 67 ítems presentados en orden alfabético en escala tipo Likert pictórico con siete opciones de respuesta para cada uno, que va desde la opción totalmente de acuerdo en el lado izquierdo y representado por el cuadro más grande, hasta nada en el lado derecho representado por el cuadro más pequeño (Reyes, 1996). En el cual se encontraron dos dimensiones generales, 50 una positiva y otra negativa; la positiva, se agrupó en dos factores principales que explican el 39.66% de la varianza, presentando un alfa de .94 donde el primer factor socialización positiva formada por 26 reactivos obtuvo un alfa de .96, éticolaboral positivo con 18 reactivos un alfa de .92, socialización negativo con 13 reactivos obtuvo un alfa de .74 y ético-laboral negativo con 10 reactivos un alfa de .72. En ambos casos las premisas históricos-socio-culturales, los tipos de mexicano y otras investigaciones relacionadas con el yo del mexicano han sido funcionales para explicar las agrupaciones de los reactivos, además que en una gran cantidad de estudios donde han sido utilizadas han mostrado ser sensibles a las diferencias entre los distintos ecosistemas socioculturales existentes en el país. Con esto, es evidente que de ambas maneras se puede construir una escala de autoconcepto que lo presente de manera clara y enraizada en el grupo cultural con el cual se trabaja. Las instrucciones se encuentran descritas en la parte superior de la primera hoja del instrumento, las cuales indican al sujeto que existen siete cuadros después de cada adjetivo y que debe marcar con una X sobre el cuadro que le represente mejor. Si se marca el cuadro más grande, esto indica que el sujeto tendría mucho de esa característica, en contraposición la marca a el más pequeño indica que esa característica no lo describía y el espacio que se encuentra a la mitad que no tendría ni mucho ni poco y que los otros cuadros indican los diferentes grados de la característica. Los datos demográficos como edad y sexo se obtuvieron a través del instrumento. 3.3 Procedimiento. Para llevar acabo las aplicaciones del instrumento en los sujetos de 15 a 20 años (grupo1) se acudió al plantel educativo de la Escuela Secundaria Técnica núm. 04, y el Centro Bachillerato Tecnológico Agropecuario de la ciudad de Venustiano Carranza, Chiapas. La aplicación del instrumento se realizó de forma colectiva, 51 pidiéndoles a los alumnos que contestaran de manera individual. En el caso de las personas del grupo de edad de 21 a 30 años (grupo 2) y de 31 a 45 (grupo 3), las aplicaciones se hicieron de forma individual, porque fue muy difícil encontrar grupos grandes de personas con esas edades, por lo cual se acudió a centros de trabajos, espacios deportivos, parques y casas. A fin de que quedara clara la forma en que debería ser contestado el instrumento, en todos los casos se explicaron y se leyeron en voz alta las instrucciones. Se les pidió que contestaran sin ser descuidados, y tomando en consideración cómo eran realmente, y no cómo les hubiera gustado ser, así como también que procuraran contestar todos los reactivos y no dejar algunos sin respuesta. En los casos en que existieron dudas acerca del significado de algún reactivo se les pedía que lo contestaran de acuerdo a como ellos lo entendían, al igual hubieron casos en los que se tradujeron al idioma Tsotsil, en las palabras que los adolescentes, jóvenes y adultos les resultaba desconocidas. No hubo tiempo límite para contestar el instrumento pero se requirieron de 15 a 60 min., para completarlo. Una vez obtenidos los datos se calificaron las respuestas, aquellas que indicaban que el sujeto tenía mucha de esas características, al cuadro más grande se le dio una puntuación de siete y al cuadro más pequeño que indicaba que no tenía nada de esa característica se le dio la puntuación de uno. 3.4 Análisis de datos. Primeramente se verificaron por separado las bases de datos de las muestras, con el fin de sustituir valores perdidos y observar la distribución de los datos (media, mediana, y moda) después de asegurarse de que los datos estaban bien capturados, se procedió a pegar las bases de datos conformando una sola; hacer limpieza de ésta, sustitución de missing value por medias, compute, entre otras tareas básicas. Después se realizaron los tratamientos estadísticos pertinentes, por medio del programa estadístico SPSS para Windows versión 12.0 como primer paso, se realizó una distribución de frecuencias para cada unos de los reactivos y variables atributivas con el fin de confiabilizar su captura y con ello, 52 observar que los datos se encontraran bien capturados y visualizar la distribución de los mismos (media, error estándar y desviación estándar). Una vez conformadas las escalas, se procedió a probar los efectos para las variables atributivas sexo, pareja-sin pareja, edad por grupo, ocupación, preferencia política y escolaridad a través del análisis de varianza simple de una sola vía, utilizando la prueba de ajuste “post hoc” de Sheffé y para la de género se utilizo prueba t de student para muestras independientes ya que es la recomendada cuando son menores de 3 grupos a compararlas por dimensiones positivas y negativas (paired simple test) para las cinco escalas(BS, SV, OL, y Aut.). 53 Capítulo 4. RESULTADOS La presentación de los resultados, se hará conforme a la secuencia de análisis descrita en el método. En primer lugar, se muestran las puntuaciones de medias por dimensión y factor para el total de las dos poblaciones de Hermosillo, Sonora y para Venustiano Carranza, Chiapas. 4.1 Diferencias de medias por factor en Bienestar Subjetivo. De acuerdo a los resultados de Bienestar Subjetivo obtenido en un estudio realizado por Vera y Tánori (2002) en la población de Hermosillo, Sonora, en la tabla uno se observa que el primer factor contiene 15 reactivos que explica un 19.0% de la varianza y un alfa igual a 0.90, denominado emocional negativo porque contiene todos los reactivos de frecuencia-intensidad relacionada con emociones asociados al “estrés, frustración, depresión e insatisfacción”. Mostrándose las medias más altas por Sonora, a comparación de Venustiano Carranza, que muestran medias bajas a 4 en los ítems temor, angustia y preocupación. En esta misma línea, en el resto de factores se agrupan las dimensiones del cuestionario de Bienestar subjetivo manteniendo una pauta que coincide básicamente con la estructura lógica de que partimos, como puede observase claramente en la tabla 2. 54 Tabla 2. Resultados del análisis factorial para los reactivos de la escala de bienestar subjetivo de la dimensión Frecuenciaintensidad de las emociones, en un estudio para la población de Hermosillo, Sonora*(n=1000) y para la población de Venustiano Carranza, Chiapas (n= 100) Nombre Núm. % de Reactivos Alfa Media Media Varianza Hermosillo, Venustiano Explicada Sonora Carranza, Chiapas Emocional Negativa 15 19.6 0.90 4.1 3.8 Emocional Positiva 12 14.8 0.88 5.0 4.7 Afectividad Positiva 9 4.1 0.83 5.6 5.5 Afectividad Negativa 6 3.3 0.78 3.7 3.2 * Datos reproducidos del artículo de Vera y Tánori (2002) con el permiso del autor. El segundo factor, agrupó 12 reactivos, derivado del análisis explica un 14.8% de la varianza con alfa 0.88, denominado emocional positiva porque contiene los reactivos de frecuencia e intensidad, relacionado con el logro, la satisfacción y el placer. Obteniendo las medias más altas los Hermosillenses, comparados con los de Venustiano Carranza, lo cual nos permite suponer que los hermosillenses perciben mayores emotividades negativas dentro de la comunicación con sus iguales. En tercer lugar, surge un factor que explica un 4.1% de la varianza con un alfa igual a 0.83. Todos los ítems que pesan en este factor pertenecen a afectividad positiva, con 9 reactivos, y se relacionan con la percepción de afecto y de apego. En este factor las medias en ambas poblaciones muestran un puntaje alto en la percepción de afectividad positiva, constituyendo estos promedios los más altos para frecuencia e intensidad de todas las dimensiones. El cuarto factor explica un 3.3% de la varianza con un alfa de 0.78, agrupándose 6 reactivos al factor lógico de afectividad negativa, por incluir reactivos de intensidad sobre frustración, sufrimiento, vergüenza. Las medias 55 menores de cuatro puntos significan que las personas obtienen puntajes bajos en las percepciones de reactivos de afectividad negativa. En cuanto a la dimensión de satisfacción, se realizó un análisis factorial del cual resultaron los siete factores que se muestran en la tabla 3, con sus respectivas varianzas explicadas y valores de Alfa de Cronbach. El factor 1, nombrado familia por estar formado por 7 reactivos relacionados con la comunicación, franqueza, afecto y confianza con la familia. El factor 2, denominado social, contiene 5 reactivos como calidad y conocimientos con la que fue educado entre otros. El factor 3, amigos, conformado por 7 reactivos de apoyo, afecto y respeto recíproco con los amigos, que fue la correlación más alta de Venustiano Carranza, Chiapas, al cual nos permite suponer que los sonorenses les dan menos importancia a los reactivos de amistad y que en gran parte para los de Venustiano Carranza existe mayor importancia a la lealtad que le puedan brindar a sus iguales, por tener ítems como “lo respetuoso que eres con tus amigos” y ser abiertos a la socialización. Tabla 3. Resultados del análisis factorial para los reactivos de la escala de Satisfacción con la vida, en un estudio para la población de Hermosillo, Sonora*(100) y la población de Venustiano Carranza, Chiapas (n = 100). Nombre Núm. % Alfa Media Media Hermosillo Venustiano Sonora Carranza, De Varianza Reactivos Explicada Familiar 7 25.3 0.86 6.8 6.0 Social 5 4.6 0.83 5.1 5.7 Amigos 7 4.1 0.57 2.5 5.5 Personal 7 3.6 0.81 5.6 5.9 Religión 4 3.3 0.73 5.2 5.6 Gobierno 3 3.0 0.71 3.6 3.8 Economía 3 2.6 0.54 4.9 5.1 Chiapas * Datos reproducidos del artículo de Vera y Tánori (2002) con el permiso del autor. El factor 4, personal, integrado por 7 reactivos que refieren actividades y vida en general. El factor 5 incluye 4 reactivos sobre la práctica religiosa. El factor 56 6, denominado gobierno, se conforma por 3 reactivos sobre el nivel de vida en el país. Por último, el factor 7, economía, formado por 3 reactivos de apoyo económico con el que se dispone. Las dimensiones encontradas hacen referencia a los reactivos que agrupan aspectos evaluando cada una de las situaciones, de todas ellas la población sonorense, obteniendo las medias altas para la percepción de satisfacción con la familia y la más baja para gobierno y economía, en el caso de Venustiano Carranza, Chiapas, en donde se obtuvieron medias altas entre familia y personal, y la más baja para gobierno (ver tabla 3). 4.2 Diferencias de medias por factor en Orientación al Logro. Dado que el éxito de las personas orientadas al logro subyace en la comparación de su capacidad con respecto a otros, si perciben ciertas dudas respecto a su nivel de competencia, es probable que presenten un patrón de conductas de logro muy bajo, reduzcan su esfuerzo, o manifiesten una falta de interés en comparación con las orientadas a la tarea o aquellas orientadas al ego pero con una percepción de capacidad alta, como se plantea en la tabla 4, en el tratamiento estadístico de las muestras de Hermosillo, Sonora y la de Venustiano Carranza, Chiapas. Tabla 4. Resultados del análisis factorial para los reactivos de la escala de Orientación al Logro en un estudio para la población de Hermosillo, Sonora*(n=600) y la población Venustiano Carranza, Chiapas(n=100). Nombre Núm. % de Reactivos Alfa Media Media Varianza Hermosillo Venustiano Explicada Sonora Carranza, Chiapas. 57 Competitividad 15 19.0 0.83 3.4 4.4 Maestría 10 10.9 0.77 2.4 5.3 Trabajo 8 4.9 0.85 5.3 2.6 Inseg. de logro 8 33.7 0.85 4.4 4.0 Dep. de Eval. Soc. 7 4.1 0.08 4.1 3.6 al 7 3.8 0.77 4.7 4.0 Tolerancia fracaso * Datos reproducidos del artículo de Laborin y Vera (2000) con el permiso del autor. El factor 1, fue competitividad con un total de 15 ítems y una varianza explicada de 19.0% y una alfa de 0.83, en la que puntea más alto para la población de Venustiano Carranza, en el reactivo: “trabajar más que los demás es para mí un logro personal” ( =6.16), mientras que para la población sonorense en el reactivo: “disfruto cuando puedo vencer a otros” ( =4.47). Así como, valores de media mayores en los reactivos que evalúan aspectos relacionados con sentimientos experimentados que causa el ganarles a otros. Algunos de los valores mayores a 4 indican acuerdo con las conductas relacionadas con competitividad. Como se puede observar en la tabla 3, la media más alta está inclinada a Venustiano Carranza, Chiapas, en los reactivos correspondientes “Trabajar más que los demás es para mí un logro personal” con una media de 6.16, a comparación de Sonora que obtuvo una media de 3.31 en el mismo reactivo. El factor 2, maestría con 10 reactivos explica el 10.9% de la varianza con una alfa de 0.77 y medias altas en los reactivos que identifican características personales como ser perfeccionistas en el trabajo ( =3.68), aun cuando estas medias se encuentran por debajo del punto medio cuatro para la muestra de Sonora; lo cual indica que hay poco acuerdo con las conductas incluidas en maestría, y en caso de Venustiano Carranza, Chiapas; lo cual indica mucho acuerdo con las conductas incluidas en maestría y por la importancia de hacer las cosas lo mejor posible y no de manera perfeccionista. 58 El factor 3, es trabajo con 8 reactivos con un 4.9% de varianza explicada y un índice de consistencia interna de 0.85 y medias mayores en reactivos que evalúan aspectos instrumentales del sujeto de los demás se vea mal. Por las medias mayores a cinco se puede entender que los pobladores del noroeste de México están en acuerdo en trabajar para competir y mostrarse mejor que los otros. Y no en el caso de Venustiano Carranza, Chiapas, que muestran medias menores a cuatro en la cual muestran poco interés por competir y mostrarse superior que los demás, ejemplo de ello, es el reactivo que dice “Hacer lo imposible porque el trabajo de los demás se vea peor que el mío con una” ( = 1.87) en donde el interés por ser mejor que los demás se pierde, al adoptar un sentido de cooperativismo. En la escala de evitación al éxito, resultó con un total de 22 reactivos distribuidos en tres factores con valores mayores 41.6% de varianza total. El primer factor inseguridad de logro con 8 ítems con una varianza explicada de 33.7% y una alfa de 0.85 con medias altas en los ítems que identifican respuestas de inseguridad ante una tarea. El segundo factor, dependencia de evaluación social con 7 ítems con cargas factoriales mayores de a .40 y una varianza explicad de 4.1% y una alfa de 0.80 con medias altas en reactivos que refieren sentimientos de inseguridad ante la evaluación de los demás. El tercer factor, tolerancia al fracaso se agruparon 7 reactivos que explican una varianza de 3.8% con una alfa de 0.77 y medias mayores en reactivos que identifican respuestas anticipadoras de fracaso. Por las medias altas, se puede suponer que la población es poco tolerante al fracaso (véase tabla 4). 4.3 Diferencias de medias por factor en Autoconcepto. 59 En la tabla 5, se muestran las diferencias significativas por dimensión del autoconcepto, se puede observar qué diferencia significativa existe para la dimensión positiva, los reactivos que puntean más alto para la población sonorense están en los ítems de amigable( =5.83), contento( =5.83) y comprensivo( =5.83) que pertenecen al factor socialización positiva y por Venustiano Carranza, Chiapas alegre( =6.22) y comprensivo( =6.11) fueron los significativos. Tabla 5. Resultados del análisis factorial para los reactivos de la escala de Autoconcepto, en un estudio para la población de Hermosillo, Sonora*(n= 600) y la población de Venustiano Carranza, Chiapas (n=100). *Datos reproducidos del articulo Vera, Laborin, Córdova (en prensa) con el permiso del autor. Nombre Núm. % de Reactivos Alfa Media Media Varianza Hermosillo Venustiano Explicada Sonora Carranza, Chiapas Socialización positiva 26 56.37 0.96 5.4 5.4 Ético-laboral positivo 18 46.18 0.92 5.2 5.6 Socialización negativo 13 26.62 0.74 3.6 3.2 Ético-laboral negativo 10 29.49 0.72 4.3 3.6 En el factor ético-laboral positivo los ítems que resultaron más significativos son honrado, trabajador y decente. En el caso de Venustiano Carranza, Chiapas son trabajador, honrado y tranquilo, triste para el factor socialización negativa, relajiento para ético-moral, y en el caso del sonorense solitario en el factor socialización negativa, y finalmente impulsivo en ético-laboral negativa. Tal como se puede apreciar en la tabla 4 las diferencias de medias que alcanzan mayor grado de significancia, son las que resultaron para los factores socialización positiva y ético-laboral positiva para las dos poblaciones antes citadas. 60 4.4 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de bienestar subjetivo. Una vez conformadas las escalas, se procedió a probar los efectos para las variables atributivas sexo, pareja-sin pareja, edad por grupo, ocupación, preferencia política y escolaridad a través del análisis de varianza simple y una sola vía(ONEWAY) utilizando la prueba de ajuste “post hoc de Sheffé para las cinco escalas(BS, SV, OL, y Aut.). En el análisis de varianza para la variable sexo, el factor emocional negativo con los reactivos de temor, angustia, depresión los hombres obtuvieron la media de 3.8 y las mujeres de 3.7 ubicándose en el punto central de las respuestas; y por el factor emocional positivo fue significativo, en los hombres obteniendo una media de 4.9 y 4.4 en las mujeres que indican que ambos sexos perciben frecuente e intensamente los sentimientos de entusiasmo, placer y tranquilidad (ver tabla 6). Tabla 6. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor sexo en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias F P 1 2 Emocional negativo 3.7 3.8 1.17 0.28 Emocional positiva 4.4 4.9 0.15 0.69 Afectividad Positiva 5.5 5.5 0.05 0.81 Afectividad Negativa 3.2 3.3 0.00 0.92 Grupo1: Femenino, n=51; Grupo2: Masculino, n=49. En el análisis de los resultados de varianza para el grupo de estado civil en la dimensión frecuencia-intensidad emocional, fue el factor de emocional positiva significativa con 0.07 ubicando su media en el punto central tanto para grupo de sin pareja y con pareja; y en el factor de afectividad negativa con 0.04 obteniendo una media de 3.4 al grupo de sin pareja, en comparación del grupo con pareja con una media 3.1, pero ambos grupos con respuestas en el punto central como se representa en la tabla 7. 61 Tabla 7. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor pareja-sin pareja en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias F P 1 2 Emocional Negativa 3.9 3.6 0.52 0.47 Emocional positiva 4.7 4.6 3.36 0.07 Afectividad positiva 5.5 5.5 0.19 0.06 Afectividad Negativa 3.4 3.1 0.54 0.04 Grupo1: Sin pareja, n=48; Grupo2: Con pareja, n=52. Los resultados del análisis de varianza por grupo edad para la dimensión frecuencia-intensidad emocional, como se muestran en la tabla 8, se obtuvo en el factor emocional negativa 0.14 de significación y una media de 3.9 en los adolescentes, mientras que los jóvenes adultos presentaron una media de 3.8 y se ubicaron en el punto central, expresando los sentimientos de amor, angustia, depresión, frustración y vergüenza. En afectividad negativa obtuvo 0.38 de significancia y una media de 3.4 en los adolescentes, en cuanto a los adultos obtuvieron una media de 3.2 y se observó que existen percepciones bajas en la experimentación de los sentimientos de sufrimiento, vergüenza y tensión. Tabla 8. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor edad en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias F P 1 2 3 Emocional Negativa 3.9 3.8 3.5 1.98 0.14 Emocional positiva 4.6 4.6 4.8 0.22 0.80 Afectividad positiva 5.5 5.4 5.5 0.05 0.94 Afectividad Negativa 3.4 3.1 3.2 0.95 0.38 Grupos 15 a 20 adolescentes (n=34), 21 a 30 jóvenes adultos (n=38) y mayores a 30 años adultos (n=28). Los resultados del análisis de varianza de preferencia política (ver tabla 9) para la dimensión frecuencia-intensidad emocional, el factor emocional negativa obtuvo 0.19 de significación y una media de 3.9 en el grupo de los que dicen no tener preferencia política, mientras que los que pertenecen al PRI presentaron una media de 3.8 y los del PRD con una media de 3.5, por lo cual los grupos se 62 ubicaron en el punto central, expresando los sentimientos de amor, angustia, depresión, frustración y vergüenza. En afectividad negativa obtuvo 0.22 de significancia y una media de 3.4 en los de ninguna preferencia política, en cuanto a los priistas obtuvieron una media de 3.0 y los perredista con medias de 3.1. Tabla 9. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor preferencia política en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias F P. 1 2 3 Emocional Negativa 3.9 3.8 3.5 1.68 0.19 Emocional positiva 4.7 4.6 4.5 0.30 0.73 Afectividad positiva 5.5 5.5 5.5 0.03 0.97 Afectividad Negativa 3.4 3.0 3.1 1.53 0.22 Grupos1: Ninguno, n=57; Grupo2: PRI, n=17; Grupos PRD, n=26. De los resultados del análisis de varianza por grupo de ocupación para la dimensión frecuencia-intensidad emocional en el factor emocional positiva resultó significativa con 0.07 el grupo de campesinos una media de 4.9 siendo esta más alta que la del grupo de estudiantes ( =4.7) y las amas de casa con una media de 4.4. En el factor afectividad positiva se aprecia una significación de 0.70, en la que el grupo de campesinos con una media de 5.6 marca la diferencia con estudiantes y amas de casa que obtuvieron una media de 5.4 (ver tabla 10). Tabla 10. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor ocupación en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias 1 2 F P 3 63 Emocional Negativa 3.7 3.7 3.8 0.08 0.92 Emocional positiva 4.4 4.9 4.7 2.80 0.07 Afectividad positiva 5.4 5.6 5.4 0.34 0.70 Afectividad Negativa 3.3 3.3 3.1 0.12 0.88 Grupo1: Amas de casa, n=40; Grupo 2: Campesinos, n=38; Grupo 3: estudiantes, n=22. En la tabla 11 se muestra el análisis de varianza por grupo de grado de estudios para la dimensión frecuencia-intensidad emocional, resultando el factor emocional positiva con mayor significancia con 0.11 el grupo de campesinos una media de 4.9 siendo esta más alta que la del grupo de estudiantes ( =4.7) y las amas de casa con una media de 4.4. En el factor afectividad positiva con una significancia de 0.70, en la que el grupo de campesinos con una media de 5.6 marca la diferencia con estudiantes y amas de casa que obtuvieron una media de 5.4. Tabla 11. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor escolaridad en cada una de las dimensiones de la escala de bienestar subjetivo. Factor Medias F P 1 2 3 Emocional Negativa 3.7 3.8 3.8 0.16 0.84 Emocional positiva 4.5 5.0 4.6 2.20 0.11 Afectividad positiva 5.4 5.7 5.3 0.84 0.43 Afectividad Negativa 3.1 3.6 3.2 1.00 0.37 Grupo1: 0 a 6 primaria, n=59; Grupo2: 7 a 9 secundaria, n=26, Grupo3: 9 y mas años de estudio, n=15. 4.5 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de satisfacción con la vida. En la dimensión de satisfacción el factor familia obtuvo un puntaje en su media de 6.1 en los hombres y en las mujeres de 6.0 expresando haber percibido relaciones de comunicación, más afecto y lealtad dentro de la familia. En el factor personal el puntaje de las medias se dio de 6.0 para los hombres y de 5.8 para las mujeres estando ambos grupos satisfechos con las relaciones personales con sus iguales. En el factor gobierno, las mujeres hacen la diferencia con una media de 4.0 y los hombres con una media de 3.6 se ubicaron en el punto central de las respuestas y de alguna forma están satisfechos con la manera en que se gobierna en nuestro país (ver tabla 12). 64 Tabla 12. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor sexo en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P. 1 2 Familia 6.0 6.1 0.05 0.81 Social 5.8 5.7 5.51 0.02 Amigos 5.5 5.5 0.36 0.54 Personal 5.8 6.0 0.92 0.33 Religión 5.7 5.6 0.13 0.71 Gobierno 4.0 3.6 0.69 0.40 Economía 5.0 5.2 0.00 0.95 Grupo1: Femenino, n=51; Grupo2: masculino, n=49. El análisis de la dimensión de satisfacción dos factores resultaron significativos, el primero de ellos con una significancia de 0.01 en el grupo de con pareja que reportan más satisfechos con el gobierno de nuestro país México; el factor amigos con una significancia de 0.04 en el grupo sin pareja que reportan estar más satisfechos con el respeto, la lealtad con sus amigos como se muestra en la tabla 13. Tabla 13. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor pareja-sin pareja en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P 1 2 Familia 6.0 6.1 2.96 0.14 Social 6.0 5.5 5.32 0.35 Amigos 5.6 5.4 0.01 0.04 Personal 5.9 5.8 5.15 0.24 Religión 5.5 5.8 0.00 0.16 Gobierno 4.3 3.4 0.66 0.50 Economía 4.9 5.2 0.00 0.01 Grupos1: sin pareja, n=48; Grupo2: con pareja, n=52. 65 El análisis de la dimensión de satisfacción tres de los factores fue significativo, lo Social obtuvo 0.00 de significancia con medias 5.5 para los jóvenes adultos y adultos, y con 6.1 para los adolescentes que demuestran satisfacción con el ambiente social. El factor Gobierno con 0.04 de significancia con medias 3.4, 3.7 para los jóvenes adultos y adultos y 4.3 para los adolescentes que reportan más satisfacción con su gobierno. El factor religión obtuvo 0.09 con medias bajas de 5.4 en los adolescentes y más altas en los adultos 6.1 que están satisfechos con su religión (ver tabla 14). Tabla 14. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor edad en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P 1 2 3 Familia 5.9 6.0 6.1 1.28 0.28 Social 6.1 5.5 5.5 4.90 0.00 Amigos 5.7 5.4 5.4 1.37 0.25 Personal 6.0 5.7 5.9 1.15 0.32 Religión 5.4 5.5 6.1 2.42 0.09 Gobierno 4.3 3.7 3.4 3.23 0.04 Economía 4.9 5.0 5.4 1.48 0.23 Grupos1: 15 a 20, n = 34; Grupo2: 21 a 30, n = 38; Grupo3: mayores a 30 años, n = 28. Los resultados obtenidos en el análisis de varianza simple y una sola vía para el factor preferencia política para la escala satisfacción, dos de los factores fueron significativos, Amigos obtuvo 0.04 de significancia con medias 5.9 para los perredistas y con 5.8 para los priistas que demuestran mucha satisfacción con la lealtad que le pueden demostrar a sus amistades. El factor Economía con 0.01 de significancia con medias de 5.8 para los priistas, 5.0 para los de ningún partido 66 y 5.0 para los del perredistas que reportan satisfacción con su gobierno (ver tabla 15). Tabla15. Análisis de varianza simple y una sola vía para el grupo de preferencia política en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P. 1 2 3 Familia 6.0 6.3 5.9 1.94 0.14 Social 5.8 5.8 5.5 1.04 0.35 Amigos 5.5 5.8 5.9 3.27 0.04 Personal 5.9 6.0 5.7 1.44 0.24 Religión 5.5 6.2 5.6 1.84 0.16 Gobierno 3.9 3.5 4.0 0.68 0.50 Economía 5.0 5.8 4.7 4.33 0.01 Grupo1: ninguno, n=57; Grupo2: PRI, n=17; Grupo3: PRD, n=26. En la dimensión satisfacción el factor Social obtuvo una significación 0.05 con una media en el grupo de estudiantes de 6.1 y las amas de casa una media de 5.7, en el factor Gobierno con una significancia de 0.07, siendo el grupo estudiantes quien obtuvo una media de 4.4 y las amas de casa con una media de 3.9, lo cual indica que los estudiantes están mucho más satisfechos con la forma de gobierno y la socialización con sus semejantes. Tabla 16. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor ocupación en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P. 1 2 3 Familia 6.0 6.1 6.0 0.74 0.47 Social 5.7 5.5 6.1 3.06 0.05 Amigos 5.4 5.4 5.7 0.65 0.52 Personal 5.7 6.0 5.9 1.08 0.34 Religión 5.8 5.6 5.3 1.24 0.29 Gobierno 3.9 3.5 4.4 2.67 0.07 Economía 4.9 5.0 5.2 1.19 0.30 Grupos1: Amas de casa, n=40; Grupo2: Campesinos, n=38; Grupo3: Estudiantes, n=22. 67 De los resultados obtenidos del análisis de varianza simple por grupo de escolaridad en la dimensión satisfacción fueron en el factor Gobierno, con una significancia de 0.00 con una media de 4.6 en el grupo de secundaria y el grupo con más años de estudios una media de 4.2, y en el factor Amigos con una significancia de 0.02 y medias de 5.9 para los de secundaria y una media de 5.5 para el grupo de nueve años a más estudios, lo cual indica que el grupo con secundaria demuestra estar más satisfecho con el afecto que recibe de sus compañeros de escuela. Tabla 17. Análisis de varianza simple y una sola vía para el grupo de escolaridad en cada una de las dimensiones de la escala de Satisfacción con la vida. Factor Medias F P 1 2 3 Familia 6.0 6.1 6.2 1.00 0.37 Social 5.6 6.0 6.0 2.65 0.07 Amigos 5.3 5.9 5.5 3.71 0.02 Personal 5.8 5.8 6.0 0.90 0.41 Religión 5.6 5.6 5.8 0.11 0.89 Gobierno 3.4 4.6 4.2 6.18 0.00 Economía 5.0 5.1 5.2 0.13 0.87 Grupo1: 0 a 6 primaria, n = 59; Grupo2: 7 a 9 secundaria, n = 26; Grupo3: 9 y mas años de estudio, n = 15. 4.6 Análisis de varianza simple de una sola vía (ANOVA) para la escala de Orientación al logro y evitación al éxito. Como se puede apreciar en la tabla 18 en el análisis de varianza simple y una sola vía, para la escala de Orientación al logro muestra la diferencia de media por sexo en los factores de competitividad en la cual se obtuvo una significancia 68 de 0.09 donde las mujeres obtienen una media de 4.3 y los hombres una media de 4.5, para el factor maestría con una significancia de 0.04 y medias de 5.4 en las mujeres, y medias de 5.3 para los hombres reportando tener los mismos esfuerzos y las exigencias por el trabajo propio. Tabla 18. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor sexo en cada una de las dimensiones de la escala de Orientación al Logro y evitación al éxito. Factor Medias F P. 1 2 Competitividad 4.3 4.5 2.82 0.09 Maestría 5.4 5.3 4.18 0.04 Trabajo 2.7 2.5 0.48 0.48 Inseguridad de Logro 4.3 3.8 0.21 0.64 Dependencia 3.9 3.4 1.70 0.19 Tolerancia al fracaso 4.2 3.9 0.35 0.55 Grupo1: femenino, n=50; Grupo2: Masculinos, n=50. En la variable pareja-sin pareja en la escala de orientación se puede observar que el análisis de varianza marca la diferencia de medias en el factor de competitividad en la cual se obtuvo una significancia de 0.05 donde las mujeres obtienen una media de 4.3 y los hombres una media de 4.5, y para la escala de evitación al éxito se obtuvo una significancia de 0.06 en el factor inseguridad de logro con medias de 4.1 en el grupo de sin pareja y medias de 4.0 para el grupo con pareja obteniendo la misma orientación por igualdad de pareja (ver tabla19). Tabla 19. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor pareja-sin pareja en cada una de las dimensiones de la escala de Orientación al Logro y evitación al éxito. Factor Medias F P. 1 2 Competitividad 4.3 4.4 3.65 0.05 Maestría 5.2 5.4 1.35 0.24 Trabajo 2.7 2.5 1.62 0.20 Inseguridad de Logro 4.1 4.0 3.41 0.06 Dependencia 3.9 3.5 0.21 0.64 Tolerancia al fracaso 4.0 3.1 0.44 0.50 Grupo1: sin pareja, n = 34; Grupo2: con pareja, n = 66. 69 En el análisis de la variable edad se obtuvo una significancia de 0.15 para el factor inseguridad de logro con medias de 4.3 para el grupo jóvenes adultos y por los adolescentes con una media de 4.2, y en el factor trabajo que obtuvo un factor significativo de 0.14 que resultó para el factor trabajo con medias de medias bajas de 2.9 en los adolescentes y 2.5 para los jóvenes adultos. Lo cual indica que los jóvenes tienen mejores percepciones de orientación al trabajo. Tabla 20. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor edad en cada una de las dimensiones de la escala de Orientación al Logro y evitación al éxito. Factor Medias F P 1 2 3 Competitividad 4.5 4.2 4.4 0.63 0.53 Maestría 5.5 5.4 5.2 0.73 0.48 Trabajo 2.9 2.5 2.3 2.00 0.14 Inseguridad de Logro 4.2 4.3 3.7 2.24 0.11 Dependencia 4.0 3.6 3.3 1.89 0.15 Tolerancia al fracaso 4.2 3.8 4.2 0.94 0.39 Grupo1: adolescentes 15-20 años de edad, n = 32; Grupo2: jóvenes adultos 21-30 años de edad, n =31; Grupo3 adultos mayores de 30, n = 37. Con relación a la ocupación de las personas se identificaron diferencias significativas en la dimensión de trabajo con 0.08 de significancia e inseguridad de logro con 0.07 de significancia con medias de 4.4 para las amas de casa y estudiantes, a comparación del grupo de los campesinos que obtuvo una media de 4.2, donde la prueba de “post hoc de Séffe" índica que ésta se debe al 70 contraste de los grupos 1 y 2 que incluyen respectivamente a las ocupaciones de casa y mantenimiento de ella, tal como se muestra en la tabla 21. Tabla 21. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor ocupación en cada una de las dimensiones de la escala de orientación al logro y evitación al éxito. Factor Medias F P. 1 2 3 Competitividad 4.3 4.4 4.4 0.10 0.89 Maestría 5.5 5.3 5.2 0.63 0.53 Trabajo 2.6 2.6 2.9 2.51 0.08 Inseguridad de Logro 4.4 4.2 4.4 2.64 0.07 Dependencia 3.9 3.2 4.0 3.17 0.46 Tolerancia al fracaso 4.2 3.8 4.1 0.73 0.48 Grupo1: Amas de casa, n=36; Grupo2: campesinos, n=39; Grupo3: Estudiantes, n=25. Por otro lado, para la variable preferencia política mostraron poca significancia de 0.09 en el factor competitividad con medias de 4.5 para los que dicen no pertenecer algún partido político y una media de 4.3 para los perredistas para la escala de orientación al logro, y en el caso de la escala de evitación al éxito no se encontraron diferencias significativas. Tabla 22. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor preferencia política en cada una de las dimensiones de la escala de Orientación al Logro y evitación al éxito. Factor Medias F P. 1 2 3 Competitividad 4.5 3.8 4.3 2.43 0.09 Maestría 5.4 5.1 5.3 0.85 0.42 Trabajo 2.7 2.6 2.2 1.02 0.36 Inseguridad de Logro 4.2 3.9 3.7 0.95 0.38 Dependencia 3.8 3.3 3.3 1.22 0.29 Tolerancia al fracaso 4.2 3.9 3.7 0.91 0.40 Grupo1: ninguno, n=62; Grupo2: PRI, n=16; Grupo3: PRD, n=22. 71 En la variable escolaridad se observa una significancia de 0.07 en el factor trabajo en la escala de Orientación al logro con medias de 2.4 para el grupo que cuentan con primaria y medias de 3.0 para el grupo que tiene secundaria y más años de estudio. En lo que corresponde a la escala de evitación al éxito, no se presentaron significancias importantes. Tabla 23. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor escolaridad en cada una de las dimensiones de la escala Orientación al Logro y evitación al éxito. Factor Medias F P 1 2 3 Competitividad 4.4 4.4 4.3 0.05 0.95 Maestría 5.4 5.1 5.1 0.78 0.45 Trabajo 2.4 3.0 3.0 2.60 0.07 Inseguridad de Logro 4.5 3.8 4.0 0.70 0.49 Dependencia 3.4 4.1 4.1 2.10 0.12 Tolerancia al fracaso 4.0 4.0 4.2 0.06 0.93 Grupos1: 1-6 años primaria, n =71; rupo2: 7-9 años secundaria, n =17; Grupo3: 9 y más años de estudio, n =12. 4.7 Análisis de varianza simple de una sola vía para el factor sexo en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Tal como se puede apreciar en la tabla 24 las diferencias de medias que alcanzan mayor grado de significancia, son las que resultaron para los factores éticolaboral positivo (F=.09, p<0.76), y ético-laboral negativo (F=5.13, p<0.02) y medias de 3.6 para ambos grupos en el factor sexo. Tablas 24. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor sexo en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Medias F P. 1 2 Socialización positiva 5.3 5.4 0.09 0.76 Ético-laboral positivo 5.6 5.6 0.19 0.66 Socialización negativa 3.2 3.2 0.18 0.67 Ético-laboral negativa 3.6 3.6 5.13 0.02 Grupo1: Femenino, n=50; Grupo2: masculino, n=50. 72 En el caso de los grupos de pareja- sin pareja, como se muestra en la tabla 25, en donde encontramos diferencias significativas en factores de socialización positiva (F (1,100)=0.22, p<0.03) con un media de 5.4 en ambos grupos de pareja-sin pareja y en el factor socialización negativa con (F (1,100) =4.87, p<.03) presenta una media de 3.5 para los sin pareja, en comparación de los que están con pareja que presentan medias de 2.9. Tabla 25. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor con pareja-sin pareja en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Medias F P 1 2 Socialización positiva 5.4 5.4 4.51 0.03 Ético-laboral positiva 6.6 5.6 0.22 0.63 Socialización negativa 3.5 2.9 4.87 0.03 Ético-laboral negativa 3.8 3.4 0.05 0.82 Grupo1: Sin pareja, n=45; Grupo2: Con pareja, n=55. En el caso de los grupos de edad, se encontró la mayor diferencia significativa en el factor socialización negativa presentando (F (1,100)=4.89, p<0.00) donde los adolescentes son los que hacen la diferencia con medias de 3.5 con respecto a los jóvenes adultos y adultos que obtuvieron medias iguales de 3.0, lo cual indica que los adolescentes muestran percepciones de ser tristes e indeseables (véase tabla 26). Tabla 26. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor edad en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Medias 1 2 F P. 3 Socialización positiva 5.4 5.3 5.4 0.18 0.82 Ético-laboral positiva 5.6 5.6 5.6 0.10 0.90 Socialización negativa 3.5 3.0 3.0 4.89 0.00 Ético-laboral negativa 3.7 3.4 3.7 1.24 0.29 Grupo1: 15 a 20 años, n = 34; Grupo2: 21 a 30 años, n = 34; Grupo3: mayores de 30 años, n = 32. 73 Para el ocupacional, se encontraron diferencias significativas de medias que alcanzan mayor grado de significancia, son las que resultaron para los factores de socialización positiva (F =0.23, p<.79) con medias de 5.4 por los grupos de campesino y estudiantes, haciendo la diferencia el grupo de amas de casa con una media de 5.3 y en el factor Ético-laboral positivo (F =0.22, p<.79), con medias de 5.6 para el grupo de amas de casa y campesinos, en este caso el grupo de estudiantes obtuvo una media de 5.7. Tabla 27. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor ocupación en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Grupo F P 1 2 3 Socialización positiva 5.3 5.4 5.4 0.23 0.79 Ético-laboral positiva 5.6 5.6 5.7 0.22 0.79 Socialización negativa 3.1 3.2 3.4 0.56 0.57 Ético-laboral negativa 3.7 3.6 3.5 0.29 0.74 Grupo1: Amas de casa, n=37; Grupo2: Campesinos, n=37; Grupo3: Estudiantes, n=26. Para la variable de preferencia política se obtuvieron diferencias significativas en el factor ético-laboral positiva (F=2.16, p<.12) donde los perredistas muestran medias de 5.8, a diferencia de los priistas y en el factor socialización negativa (F=2.26, p< .10) donde quienes puentean más bajos es para el grupo de los priistas, con respecto a los otros grupos que no pertenecen a algún grupo político y perredistas. Tabla 28. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor preferencia política en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Medias 1 2 F P 3 Socialización positiva 5.3 5.5 5.4 1.54 0.21 Ético-labora positiva 5.5 5.8 5.7 2.16 0.12 Socialización negativa 3.3 3.4 2.9 2.26 0.10 Ético-labora Negativa 3.5 3.9 3.5 1.41 0.24 Grupo1: Ninguno, n=50; Grupo2: PRD, n=30; Grupo3: PRI, n=20. 74 Finalmente atendiendo la tabla 29, podemos observar que los resultados obtenidos y que puntean más alto es para los grupos que pertenecen con más años de estudios, con medias que alcanzan 5.5 para el factor de socialización positiva (F (3,100) =1.69, p<.19) y Ético-laboral positivo (F (3, 100) =1.67, p<19), haciendo diferencia con respecto a los de escolaridad primaria y secundaria. Tabla 29. Análisis de varianza simple y una sola vía para el factor escolaridad en cada una de las dimensiones de la escala de Autoconcepto. Factor Medias F P 1 2 3 Socialización positiva 5.4 5.2 5.5 1.69 0.19 Ético-laboral positiva 5.6 5.4 6.8 1.67 0.19 Socialización negativa 3.1 3.3 3.2 0.30 0.73 Ético-laboral negativa 3.7 3.7 3.3 0.95 0.38 Grupos1: 1-6 primaria, n=57; Grupo2: 7-9 secundaria, n=23; Grupo3: 9 y más años de estudios, n=20. Capitulo V. DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN. Los resultados se discuten en relación a los componentes del bienestar subjetivo, satisfacción con la vida, orientación al logro, evitación al éxito y autoconcepto así como, destacando de cada una, los puntos de mayor relevancia. Después de llevar acabo una revisión de los resultados obtenidos para la muestras de Hermosillo, Sonora en la escala de bienestar subjetivo realizados por Vera y Tánori (2002), la escala de orientación al logro por Vera y Laborin (2000) y el autoconcepto de Serrano y Vera (1998) y de Venustiano Carranza, Chiapas, en está discusión se intenta, a través de una observación de los datos en conjunto, establecer diferencias o semejanzas, a partir de la evidencia empírica y los resultados estadísticos obtenidos. Por ende se trata de narrar de manera crítica los hallazgos obtenidos, y esto nos permita hacer un juicio sobre las diferencias que guardan cada una de las culturas, y la manera en que estas 75 afectan la percepción subjetiva de bienestar, orientación al logro, y el autoconcepto. Bienestar subjetivo. En relación con el análisis de las muestras, se puede observar, -considerando que en las dimensiones para cada una de ellas se agruparon los reactivos de manera igual en ambas muestras-, los resultados de los reactivos que miden intensidadfrecuencia y afecto-emociones resultó más altas para la muestra de Hermosillo, Sonora comparada con la de Venustiano Carranza, Chiapas. Este dato podría indicarnos la posibilidad de llevar a cabo algunos intentos adicionales, para encontrar una configuración para estas subescala y obtener una consistencia más alta; sin embargo para los propósitos de la comparación y aún con estas consistencias bajas se decide mantenerlas en un intento de coherencia para establecer las diferencias y semejanzas entre ellas. Los resultados muestran que, efectivamente, el bienestar subjetivo es diferente a los encontrados en la muestra de Hermosillo, donde existe aún influencia importante de variables como son el apoyo social y autoestima laboral negativa. Dentro de la evaluación que hacen las personas de su vida, incluyendo en la dimensión cognitiva (satisfacción con la vida), (Diener, 2001). En este rasgo, las medias que puntean más alta, es para el factor amigo de = 5.5, social y personal para la muestra de Venustiano Carranza en comparación de Hermosillo que obtuvo medias bajas de = 2.5, efecto que mostró una incidencia directa sobre las medias obtenidas en la muestra de Hermosillo, y qué esta, a su vez, influyó en forma directa sobre el bienestar subjetivo de Venustiano Carranza. Esto es, el satisfactor más importante, con conductas relacionadas con el trabajo en conjunto, fundamentalmente se inclina a la percepción amigos y la sociedad, a diferencia de culturas que gustan del trabajo por su cuenta propia, donde prevalecen aspectos ocupacionales y de logro personal (Clemente, 1998). 76 Orientación al logro y evitación al éxito. En la escala de Orientación al Logro, ocurre algo diferente, en el factor maestría, Hermosillo obtuvo una media de 2.4, en comparación de Venustiano Carranza con una media de 5.5; por otro lado en el factor trabajo la muestra Hermosillense de Vera y Laborin (2000), obtuvo una media de 5.3 y Venustiano Carranza de 2.6. Lo que se puede apreciar primeramente es la estructura de la escala de orientación al logro está compuesta por dos dimensiones generales, Orientación al logro y Evitación al éxito, y estas a su vez están divididas en factores, los cuales difieren en números y orden dependiendo de la muestra. En cuanto a la dimensión de orientación al logro los resultados encontrados para la muestra Hermosillense, se observa que está compuesta por tres factores que son: Competitividad, maestría y trabajo. Recordando que en México estos factores habían sido reportados en trabajos de investigación por Díaz, Andrade y La Rosa (1998); Andrade y Reyes-Lagunes (1996). Tales resultados obtenidos al factor competitividad para la muestra de Hermosillo se muestra que existe similitud en los reactivos agrupados, pero no así en las puntuaciones medias obtenidas, ya que para Venustiano Carranza las puntuaciones medias son más altas a comparación de Hermosillo. En la dimensión Trabajo Hermosillo, obtuvo una media más alta indicando que perciben ganar cuando compite con otros. Laborin (2003), ratifica que el compartir las fronteras con un país individualista, la creciente industrialización y los procesos económicos que tiene su origen en nuevas formas de división internacional del trabajo, han acelerado este proceso, lo que ha repercutido en nuevas formas de organización individual y grupal, evidenciando un abandono de lo colectivo. Por otro lado, Venustiano Carranza, pone énfasis en los valores normativos y de interacciones específicas como apoyo social, en la cual aparece como un factor del desempeño motivacional en la vida real que la competitividad captada por medio del instrumento utilizado, mostrando que las diferencias en el desempeño real cotidiano de grupos étnicos, eran mucho mayores que las diferencias en las 77 medias obtenidas para las muestras de Hermosillo y Venustiano carranza, lo que indica que estas muestras no hacen uso de la instrumentalidad para que el trabajo de los demás se vea peor que el del suyo. Para el factor maestría existen diferencias en relación a las medias encontradas en las dos poblaciones investigadas, ya que en Venustiano Carranza las medias son más altas a comparación de Hermosillo, lo que indica que la primera se percibe preocupada más por hacer las cosas con orden, cuidado y tratan de ser perfeccionistas. Con relación a lo anterior, de acuerdo con Elliot y Sheldon (1997), las personas poseen una orientación hacia donde estimulan una evaluación de la competencia personal con base en el yo, (motivación intrínseca) y se asocia con formas positivas de pensar, sentir y comportarse; lo cual puede observarse en la correlación negativa con el factor dependencia a la evaluación social, que caracteriza al individuo a describirse como una persona motivada hacia el alto logro; por el esfuerzo de alcanzar metas más claras y reales, y no como personas con bajo motivación al logro, principalmente, por la influencia del deseo de evitar el fracaso; como resultado de ello, buscan tareas sencillas asegurándose de que no fracasarán, lo cual corroboran con lo argumentado por McClelland (1985). En la dimensión de evitación al éxito en el caso de Hermosillo, se ratifica su conformación social, los cuales explican los factores obtenidas: Inseguridad de logro, Dependencia de avaluación social y Tolerancia al fracaso. Estas dimensiones fueran encontrados en estudios realizados por Espinosa, Pick y Reyes-Lagunes (1988); Espinosa y Reyes-Lagunes (1991) y las mas recientes investigaciones efectuados por Laborín y Vera, (2003) en una población del norte de México. De igual forma en la muestra de Venustiano Carranza, son estos factores los que sobresalen y saturan los factores una varianza en ambas poblaciones. Resultando el mayor puntaje de medias totales para la dimensión de Evitación al éxito, en la que se observan que los Hermosillenses encontrados por Vera, Laborín, Domínguez y Peña (2003) en un estudio para medir la identidad psicológica y cultural de los sonorenses, obteniendo medias altas en dependencia de evaluación en las tres dimensiones estando parcialmente de acuerdo; en 78 contraste a las dimensiones de Venustiano Carranza que obtienen medias menores, lo que nos indica que son más tímidos, se ponen nerviosos, tienen percepciones a la realización de actividades proyectivas, de esta manera, se resalta la influencia de factores tales como la claridad de los objetivos de trabajo, así como la atención a las diferencias individuales como miembro a un grupo étnico inciden en la motivación de logro. Autoconcepto. Documentado en anteriores estudios por Serrano y Vera (1998) de la importancia de las autopercepciones, que tienen los individuos consigo mismo, se han examinado estas misma, a partir autoinformes en zonas del centro y norte de México, destacando la influencia del contexto en la interpretación que estos hacen acerca de su vida personal, encontrándose cuatro factores: Ético-laboral negativo, ético-laboral positivo, socialización negativa y socialización positiva. La muestra de Hermosillo, Sonora, que obtuvo una media de 4.3 y Venustiano Carranza una media de 3.6 en el factor ético-laboral negativo, indicando que la muestra de Venustiano Carranza presenta rasgos perceptuales más agresivos, dominantes, y relajientos. Para la muestra de Hermosillo se encontró que más de la mitad de los reactivos organizados dentro de la dimensión relacionada con socialización positiva y todos ellos están vinculados con un comportamiento cooperativista. Tanto Hermosillenses, como Carrancistas expresan su forma de ser o autoconcepto a través de la hospitalidad, la fraternidad, la hostilidad y demás conductas de tipo social al vincularse con las otras personas. El autoconcepto de los Hermosillenses y los Carrancistas se estructuran tanto en los aspectos positivos como los negativos a partir de la conducta social, lo que confirman, tales resultados lo ya reportado en la bibliografía nacional con respecto al carácter afiliativo del mexicano (Díaz, 1982, 1994, 1998). En cuanto al variable atributivo sexo en la dimensión emocional, los hombres resultaron percibir un mayor nivel de bienestar relacionado con la intensidad-frecuencia de afectos y emociones negativas/positivas, disminuyendo en los afectos positivos. Encontraste, cuando revisamos los datos relacionados al 79 aspecto cognitivo (satisfacción con la vida) podemos observar que las mujeres obtienen las medias más altas (5.8) en los afectos y emociones positivas en el ámbito social a comparación de los hombres (5.7). Lo cual difiere de los anteriores estudios realizados por Vera y Laborín (2000); Anguas Plata y Reyes Lagunes en 1998; en la zona centro y noroeste de México, que los hombres obtienen medias altas a comparación de las mujeres (5.7 vs. 5.5), indicando que la percepción de frecuencia e intensidad es más alta en los varones. Cabe mencionar, que en el factor Orientación al logro las mujeres obtuvieron medias altas de 5.4 en la dimensión maestría, lo cual significa que la atribución a ser más detallistas da por hecho a lo que Díaz-Loving (2002) ha encontrado que las mujeres que son más perceptivas a comparación de los varones. Para la variable pareja-sin pareja, resultó más valorado en la experiencia emocional positiva, en comparación de los que dicen estar sin pareja lo cuál obtuvieron una media de 4.7, más alta que la obtenida por los que tienen pareja (3.6), quienes indican que la mayor importancia para ellos esta enfocado en el sistema de evaluación cognoscitivo representado en un mecanismo esencial en el que los seres humanos procesan información, lo que abre la posibilidad de establecer contacto con el medio de estímulos existentes en el exterior de su circulo familiar, incluyendo la posibilidad de establecer una relación social con una o más persona. El mayor valor constantemente es un proceso social e histórico a través del cual el aspecto cognitivo (satisfacción con la vida), las dimensiones amigo y economía será la preferencia para un ambiente hostil con sus iguales. En otros de los casos, se puede observar que las personas que permanecen sin pareja presentan percepciones de frustración, sufrimiento, vergüenza con más frecuencia e intensidad por obtener medias de 3.4, en comparación de lo que tiene pareja que obtuvieron medias de 3.1, lo supone que tienen percepciones menos afectuosos con sus parejas. Otro de los factores que diferencia a los encontrados en otros estudios por Vera y Serrano (2000), con respecto a al bienestar subjetivo, es con respecto a la variable ocupacional, por lo que en este estudio hace la diferencia que su principal trabajo es en el campo, lo cual obtienen medias altas en la dimensión emocional 80 positiva. Lo que se puede notar que el trabajo que efectúan es principalmente en equipo y no así en la zona centro y norte de México, es prácticamente inexistente e incluso se llega a dar muchas veces una competencia por sobresalir y obtener logros individuales aunque para ello se tenga que recurrir al aislamiento de los demás. Pareciera que estamos demasiado necesitados de compañía y de festejos. A este respecto, en una encuesta realizada por el Centro de Estudios Educativos, A.C., en 1982, se encontró que el estado anímico emocional de más de la mitad de los mexicanos es negativo o muy negativo (53 %) y sólo en 13.4 % es francamente positivo. Este estado anímico se compone, según los autores de la encuesta, Narro Rodríguez y Hernández Medina, del estado físico y psicológico que logra el equilibrio de la persona y que la hace sentirse tranquila, satisfecha de sus logros, valorada por los demás, interesada en las cosas, como sí éstas marcharan satisfactoriamente. Sin embargo, un estado anímico poco positivo refleja o confirma la percepción evaluada que se había mencionado antes. Pareciera, pues, que estar con amigos le permite al mexicano “ser alguien”. Por otra parte, registran altos índices de ausentismo, de impuntualidad, de accidentes y de enfermedades relacionadas con el trabajo, así como una alta rotación de empleos. Se menciona que las necesidades son los motores de la conducta, son las fuerzas que mueven al individuo a buscar su satisfacción. En este contexto en la dimensión cognitivo afectivo, los que dicen estar sin pareja, consideran que el aspecto amigo, adquiere un gran valor; el ser simpático, con los demás, establecen una jerarquía dentro de su contexto social y económico. Pues, en México la simpatía tiene tanto valor como el amigo (Rodríguez y Ramírez, 2004). Queda claro, pues, que muchas decisiones se toman con base en la amistad y la simpatía, discutible criterio cuando se trata de 81 competir con los demás, sentirse más satisfechos con su partido político sea cual sea. Así mismo, en el factor edad, los que tienen entre 15 y 20 años de edad, dicen estar más satisfechos en la interacción social y el respeto que reciben en el colectivo, obteniendo medias mayores a 6.1 (P=0.00), al igual dicen estar conforme con el gobierno con medias de 4.3 (P=0.04). Por último, el factor preferencia política, la mayoría de la población Tzotzil manifiestan estar satisfechos, la importancia está en la dimensión social, medias de 6.1 y en el factor gobierno con medias de 4.3 (P=0.09). Con respecto a la variables de preferencia política, se observó que los simpatizantes de un mismo partido tienden a ser más amigables y respetuosos entre sí, además de que se brindan ayuda de manera solidaria, esto se confirma en la media de 5.9 que presentan los militantes del PRI y en la media de 3.27 de los que simpatizan con el PRD. Lo mismo pasa en relación al aspecto económico, queda claro que los pertenecientes al PRI son económicamente más independientes que los de los otros partidos; mismo que podemos corroborar, pues, los primeros presentan una media de 5.8 mientras que los demás partidos no la alcanzan. Se ha asumido que este indicador refleja bastante bien el bienestar personal de cada individuo. Tal supuesto lo ha mencionado Garduño, Salinas y Rojas (2001), en el estudio hecho para conocer la “calidad de vida y bienestar subjetivo en México”, suposición que ha corroborado que se tengan por objetivo aumentar la capacidad productiva de los países, evaluando el éxito o fracaso de toda estrategia con base en indicadores como la tasa de crecimiento del ingreso y los cambios en la condición socioeconómica de las personas. En cuanto a la satisfacción con la vida, en el factor ocupación, los estudiantes manifiestan que en el aspecto social se hayan conformes aún cuando la media es de 6.1, mientras que la media en el aspecto gobierno es de 4.4 es para los que estudiantes, situándose con una P = 0.05, con ello muestran percepciones dicen sentirse a gusto con el tipo de gobierno municipal, estatal y federal existente actualmente. 82 Con relación al factor SV Escolaridad, las personas encuestadas que culminaron sus estudios de educación secundaria presentan un rango de 0 en contraste a la media de 4.6 con respecto al factor gobierno, manifestando que están conformes con los gobiernos que actualmente rigen al municipio, la entidad y al país. En el aspecto social la media es de 6.0 mientras que el rango de los encuestados es de 0.07, dando a entender que su vida social es plena, que están contentos como se relacionan con sus semejantes. Por otro lado, en el factor amigo la media es de 5.9 y el rango que alcanzan las personas con secundaria terminada es de 0.02, traduciéndose en que tienen percepciones satisfactorias con sus amigos y con la relación que con ellos mantienen. Para la escala de orientación al logro y evitación al éxito las diferencias más sobresalientes son para los factores de pareja-sin pareja. Presentándose las diferencias significativas en la dimensión competitividad con una media de 4.4 para los que tienen pareja, por otro lado, en la escala de evitación al éxito se observa que en la dimensión inseguridad del logro 4.1 P=0.06 es para la variable sin pareja. Los estudios correlaciónales y de laboratorio han mostrado que los que dicen estar en pareja se comprometen más en la autorregulación de su labor competitivo, realizan mayor esfuerzo por cumplir con la sociedad y tienen un control de la comprensión de lo que se está realizando, dándose cuenta de lo que están efectuando y lo que no, utilizan más estrategias de afrontamiento para comprender de su inseguridad de logro. Realizan atribuciones más adaptables para comprender sus fracasos, tienen más sentimientos de orgullo, mayor satisfacción en el éxito y menos ansiedad, se presume que pueden mostrar niveles altos de motivo de logro. En el caso de los que dicen no tener pareja los resultados muestran un modelo de tenacidad reducida para el esfuerzo y mayor inseguridad. En estudios de Vera y Laborin, (2000), han comparado las metas entre los Hermosillenses y las características que en dificultades de orientación al éxito y evitación al éxito, que las diferencias significativas entre los que dicen tener pareja, tienen de forma significativa más vocación al éxito en contraste con los que no tienen pareja. 83 Aún existen una cantidad limitada de investigaciones educativas, sociales y transculturales que delimiten cómo en los adolescentes regulen su nivel de motivación en el sesgo de evitación al éxito, que en este estudio los adolescentes Tzotziles obtienen medias de 4.2, 4.3, 3.7, 2.2 lo cuál indica que sus acciones inmediatas de los adolescentes están estrechamente relacionadas con sus intenciones u objetivos no planificados, no permitiéndoles mantener o aumentar su esfuerzo para terminar las tareas a corto y a largo plazo. Ante tal situación se considera que es un componente importante hacer un esbozo en este aspecto, al parecer indica que es por la falta de madures por demostrar que son vulnerables a la tolerancia al logro. Diferentes trabajos (Schunk, 1998), han mostrado cómo los adolescentes se inclinan por controlar su esfuerzo continuado, de forma interactiva, proponiendo que las metas pueden tener un afecto motivador diferente en los adolescentes que atraviesan el nivel escolar secundaria, que las metas que pueden tener un afecto motivador diferente en ellos, lo cuál influye el contexto cultural lo que provoque que las variables de personalidad, hagan implicarse en tareas competitivos y elegir sus experiencias de logros a temprana edad ( Harackiewicz et al., 1997). El modelo de autorregulación del esfuerzo, ha revelado que los estudiantes trabajan para conseguir una determinada meta, tras ser elegida, a través de una variedad de estrategias de control voluntario. Laborin y Vera, (2000) han proporcionado evidencias en cuanto al uso de estrategias para mantener la persistencia en las tareas académicas ante las alternativas distractoras e interesantes. Por otro lado, las señoras ama de casa muestran mayor tolerancia al logro obteniendo una media de 4.4, lo que significa que a ellas no les interesa el orientarse a la capacitación, a ellas les interesa obtener mejores condiciones de vida en el hogar. En nuestro país Laborin y Vera, (2000) han aportado resultados similares con los anteriormente expuesto, aunque reflejan algunas inconsistencias. Las alternativas de orientarse al logro y de reconocimiento social, aparecen asociados positivamente con respecto a esta dimensión y negativamente con las dificultades en el estudio de las variables de escolaridad obtenidas con un p=0.07 en la cuál la población que tienen un nivel de preparación de secundaria, muestran medias de 4.0 y 3.0. En un trabajo posterior del mismo grupo, Vera, Laborin, Domínguez y 84 Peña (2003) han informado, las correlaciones positivas aunque moderadas de las metas intrínsecas y extrínsecas con el rendimiento laboral (industrial) la población Hermosillense. Laborin y Vera (2000) han informado, en un estudio correlacional, de relaciones entre las metas de expectativas de logro, de rendimiento y de evitación, obteniendo que las metas de logro correlacionan positivamente con las estrategias de autorregulación y las expectativas de autoeficacia y negativamente con la evitación en la búsqueda de ayuda y negativamente con el peor rendimiento. Las metas de evitación del rendimiento correlacionan positivamente con la ansiedad de prueba, la búsqueda de ayuda y negativamente con la autorregulación y autoeficacia. De acuerdo a los resultados obtenidos, se encontraron diferencias estadísticamente significativas por sexo, con pareja y sin pareja de los sujetos estudiados de la población de Venustiano Carranza, Chiapas, que muestran, que a pesar de las variables contraculturales como el contexto cultural indígena, la tecnología y globalización, entre otras, hay algunas características del autoconcepto tendientes a prevalecer entre los hombres (instrumentales) y las mujeres (expresivas) en todo el país, México (Díaz, 1982). Todo parece indicar que los resultados obtenidos confirman lo planteado por Díaz Guerrero (1982), que las circunstancias de vida modificadoras del autoconcepto de la mujer no se dan en el caso de los varones lo que, al parecer, los muestra más estables. Asimismo estos resultados, de acuerdo con Vera, Laborín y Córdova (en prensa), dejan ver que los atributos de autoconcepto relacionados con la enorme resistencia al cambio, que ofrecen un alto grado de estabilidad en el aspecto ético-laboral negativo se puede observar que en las mujeres, las características de tener rasgos perceptivos de egoístas, rebeldes y autoritaristas fueron menos constantes en ellas, independientemente de la edad, en comparación con lo 85 encontrado en los hombres, con esto refuerza con lo ya encontrado por Valdez, J. y González, N. (1999) en un estudio del autoconcepto en hombres y mujeres mexicanos, con estos hallazgos se constató que aunque siguen vigentes ciertos estereotipos masculinos y femeninos en la cultura mexicana de nuestros días, empiezan a surgir ciertos cambios, sobre todo en el caso de las mujeres con mayor nivel de escolaridad. Finalmente, los resultados del presente estudio muestran que la variable pareja-sin pareja, en la dimensión socialización negativa los que hacen la diferencia es en los que dicen estar sin pareja obteniendo una media de 3.5, en comparación de los que dicen tener pareja(2.9), lo cual significa que aún se perciben con algunas constantes culturales (tristes, flojos, indeseables y amargados) que las llevan a seguir con el papel que tradicionalmente se le ha asignado (Díaz Guerrero, 1982), por lo que se orientan hacia la expresividad negativa, lo cual muestra claramente la tendencia hacia la sensibilidad del abandono, rasgos de la persona que son socialmente bien valorados para ellos en nuestra cultura (Vera, 2000). Sin embargo, llama la atención de que aún en este siglo repleto de movimientos contraculturales (en el ámbito social, tecnológico, científico y cultural) que deberían impactar de manera general a todos los seres humanos, las mujeres de esta etnia tzotzil dejen ver que todavía se consideren menos identificados con la sociedad en tener pareja (menos alegres, cariñosos, simpáticos, amorosos y sentimentales) y, sobre todo, menos inteligentes que dicen estar sin pareja, a sabiendas de que cuentan con los medios necesarios para demostrar lo contrario. En este estudio, referido al bienestar subjetivo, a la percepción de orientación al logro y las relacionadas con el autoconcepto de los tzotziles, se encontró una relación positivamente satisfactoria. También ha aportado evidencia respecto al papel que la elección de las escalas tiene como táctica motivacional, mostrando cómo la orientación de meta obedece a la representación subjetiva de la tarea que realice el sujeto o persona a partir de sus ideas y conocimiento de la misma, el dominio del conocimiento, el conocimiento de estrategias de su propia persona y sus múltiples ideas motivacionales. 86 REFERENCIAS Aguilar, V.J., Valencia, C. A. (1996). La competitividad y sus relaciones con metas de logro. La psicología en México, 6, pp. 8-13. Andrade, P. y Díaz, L.R. (1985). Orientación al logro: conceptualización y medición de maestría, trabajo y competencia. Ponencia presentada en el IV Congreso Mexicano de Psicología, realizado en la ciudad de México, DF., pp.1519 DE Noviembre. Andrade, P.P. y Reyes, L.I. (1996). Locus de control y Orientación al Logro en hombres y mujeres. Revista de Psicología Social y Personalidad, 12 (1y 2), 75-84. Anguas, A. y Reyes, L. I. (1998). 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