Sistemas De Propiedad Del Bosque, Posesión De Los Recursos

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Sistemas de propiedad del bosque, posesión de los recursos forestales y disposiciones institucionales: su contribución a la ordenación forestal sostenible y a la reducción de la pobreza en el estado de Pernambuco (Brasil) con énfasis en el bioma caatinga por Frans Pareyn Siglas APA APAT APNE APP CONAM A CPRH CREA EMBRAP A FLONA FMAM FUNTEP E GTZ IBAMA IBGE IDH INCRA MDA MMA MTE OFS ONG PA PARNA PNB PNUD POFS PROBIO REBIO RMFC RPPN SAF SISNAM A Área de protección ambiental Plan de ordenación forestal sostenible Asociación Plantas del Noreste Área de preservación permanente Consejo Nacional de Medio Ambiente Agencia Estatal de Medio Ambiente y Recursos Hídricos Consejo Regional de Arquitectura y Agronomía Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias Bosque nacional Fondo para el Medio Ambiente Mundial Fondo de Tierras de Pernambuco Sociedad Alemana de Cooperación Técnica Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables Instituto Brasileño de Geografía y Estadística Índice de desarrollo humano Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria Ministerio de Desarrollo Agrícola Ministerio de Medio Ambiente Ministerio de Trabajo y Empleo Ordenación forestal sostenible Organización no gubernamental Proyecto de asentamiento Parque nacional Programa Nacional de los Bosques Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Plan de ordenación forestal sostenible Proyecto de conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica Reserva biológica Red de Ordenación Forestal de la Caatinga Reserva Particular del Patrimonio Natural Sistema agroforestal Sistema Nacional de Medio Ambiente 2 Agradecimientos El autor agradece la colaboración eficaz de los siguientes profesionales que opinaron y contribuyeron a la elaboración del presente documento: Newton Barcellos, Enrique Riegelhaupt, Claudia Rosa y Érika Barretto Fernandes. Agradece, asimismo, la participación de todos los técnicos en el Taller celebrado en Recife el día 13 de agosto de 2008, así como sus reflexiones, el análisis de los resultados y las recomendaciones realizadas en el mismo. 3 Resumen de orientación El estado de Pernambuco (PE), localizado en el noreste de Brasil, tiene 98 938 km2 y el 80 por ciento de su superficie está dominada por la caatinga. La caatinga se localiza en la región semiárida y en ella se constatan precipitaciones medias inferiores a los 1 000 mm/año, concentradas en cinco o seis meses. Este bioma está dominado por bosques arbóreos o arbustivos con árboles y arbustos bajos, muchos de ellos con espinas, microfilia y otras características xerofíticas, con presencia de estrato herbáceo abundante en el período lluvioso. A pesar de que durante los últimos 20 años se ha constatado un consumo de leña y carbón de entre 3 y 4 millones de estéreos (st) de leña anuales, ciertos estudios recientes indican que todavía existe aproximadamente un 56 por ciento de cubierta forestal nativa en la caatinga. Ello sugiere que la ordenación sostenible es una de las opciones prioritarias para satisfacer la demanda de leña y carbón, los productos forestales de mayor valor económico en el estado con 1 2,4 y 9,1 millones de BRL , respectivamente, en 2005. La producción de leña y carbón para los sectores comercial e industrial genera 9 000 empleos directos y otros 9 000 indirectos, todos ellos en la zona rural. La miel de las abejas, otro producto de origen forestal, ha aumentado notablemente en volumen y valor económico, y alcanzó los 3,8 millones de BRL en 2005. La posesión de las tierras y los bosques de la caatinga es casi exclusivamente de naturaleza privada (82,3 por ciento de la superficie). Las tierras públicas están formadas por las Unidades de conservación y los Proyectos de asentamiento de la reforma agraria del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), con únicamente el 5,4 por ciento. Las tierras colectivas son reducidas (2,2 por ciento). Las áreas sujetas a restricciones legales para aplicar la ordenación forestal son únicamente el 2 por ciento del bioma (Unidades de conservación de protección integral, tierras indígenas y quilombolas). En las demás áreas, la ordenación es legalmente posible. Tan sólo el 1 por ciento de las propiedades tienen más de 200 ha, pero entre ellas concentran el 44 por ciento de las tierras que en promedio tienen un 50 por ciento de cubierta forestal. Así, la ordenación forestal puede llevarse a cabo en el 44 por ciento de la caatinga, pero solamente participarían en ella 3 250 propietarios (el 1 por ciento del total). Cuanto mayor es la propiedad, mayor es el porcentaje de cubierta forestal y, por consiguiente, mayores las posibilidades de ordenación forestal. El 78 por ciento de las propiedades tienen menos de 20 ha; éstas ocupan el 14 por ciento de la superficie total de la caatinga y tienen en promedio un 20 por ciento de cubierta forestal. Aquí la ordenación forestal es inviable debido a la obligación de destinar el 20 por ciento de la propiedad para reserva legal, que no puede ser explotada mediante la ordenación. El 90 por ciento de los bosques naturales pertenecen a propiedades explotadas por los propios propietarios. Tan sólo el 7 por ciento de las tierras son explotadas por terceros sin pago por el uso (tierras ocupadas), mientras que el 1 por ciento de ellas son arrendadas y otro 1 por ciento son utilizadas en régimen de sociedad. La reforma agraria es un proceso que se ha intensificado en Pernambuco desde 1995 y diversos organismos federales (INCRA) y estatales (Fondo de Tierras de Pernambuco [FUNTEPE]-Crédito Agrario) han llevado a cabo acciones en los dos biomas existentes en el estado. Los 732 Proyectos de asentamiento (PA) ocupan 590 000 ha (el 6 por ciento del estado) con 31 250 familias asentadas. De estos 732 proyectos, el 69 por ciento están en la caatinga y representan en 72 por ciento de la superficie y el 52 por ciento del número total de familias. La superficie media por familia es de 26 ha, cifra que resulta notablemente reducida si se consideran las condiciones edáfico-climáticas de la región. Las tierras indígenas ocupan 109 000 ha, con una superficie media por familia de 26 ha. En estas tierras, la ordenación forestal con fines comerciales no está permitida por la ley. Las Unidades de conservación de protección integral representan menos del 1 por ciento del bioma del estado, y en ellas no está permitida la ordenación forestal. En las de uso sostenible, con menos del 5 por ciento de la superficie, la ordenación sí es posible. 1 1 USD = 1,65 BRL en agosto de 2008. 4 Tanto el Programa nacional de los bosques (federal) como el Plan estratégico ambiental de Pernambuco contemplan la ordenación sostenible de los bosques nativos como una acción estratégica dentro de un marco de acciones gubernamentales articuladas. La explotación de los bosques nativos (caatinga) tiene lugar actualmente en las tres formas siguientes: • deforestación legal autorizada por los organismos competentes para uso alternativo del suelo; • ordenación forestal sostenible autorizada por los órganos competentes para producción maderera; • deforestación ilegal para uso alternativo del suelo y producción maderera. En el año 2005 se emitieron 145 autorizaciones de deforestación en el bioma caatinga (4 528 ha con una producción estimada de 317 000 st de leña). En los planes de ordenación se estimó para el año 2007 una producción de 232 000 st de leña en las 15 355 ha efectivamente ordenadas. Comparando la oferta total de 549 000 st/año con la demanda industrial y comercial de 4 000 000 st/año, se concluye que la oferta legalizada alcanza únicamente el 13,7 por ciento de la demanda, y tan sólo el 5,8 por ciento es generada por la ordenación forestal sostenible. De este modo, el 86,7 por ciento de la demanda se satisface con la extracción ilegal de madera. La casi total ilegalidad de la producción forestal maderera explica parcialmente la no adopción de la ordenación forestal, ya que existe una amplia disponibilidad de productos forestales ilegales y baratos en el mercado. Además, la ilegalidad en la oferta de leña y carbón contribuye a la ilegalidad fiscal de las empresas que utilizan la leña y el carbón vegetal como fuente energética. Teóricamente, habría tres interesados en la ordenación forestal de la caatinga, a saber: • el productor rural, empleando la ordenación como una alternativa productiva en su propiedad para generar rentas de forma sostenible; • el consumidor (industria o comercio), para obtener su fuente de energía de forma legal y reglamentada (abastecimiento continuo de origen conocido); • el Estado, a través de la gestión sostenible de los bosques, para generar empleo y rentas y legalizar la producción y el consumo de productos forestales. El Estado, mediante sus organismos competentes, se limita en la práctica a la reglamentación de la ordenación (autorizaciones) y a la fiscalización del consumo de los productos forestales. La estructura disponible en el organismo estatal responsable es insuficiente para hacer frente a la demanda del sector. No obstante, existe una falta total de control ya que el consumo ilegal supera notablemente la oferta legal. Por otro lado, los organismos estatales carecen de iniciativas de promoción de la ordenación forestal. Hasta el momento los consumidores han demostrado una gran reticencia a participar en la ordenación forestal, bien en tierras propias, bien en tierras arrendadas, debido probablemente a la abundante oferta de madera y carbón ilegales a bajo precio. Los productores interesados en adoptar la ordenación como actividad productiva se enfrentan a una serie de exigencias legales y burocráticas que provocan altos costos y, en numerosas ocasiones, hacen que los productores pierdan interés. El futuro de los bosques naturales depende todavía, de manera indirecta, de los organismos ligados a la reforma agraria: INCRA y FUNTEPE. En el proceso de ocupación de las tierras, principalmente forestales, se eliminan aceleradamente los bosques nativos en la fase inicial del asentamiento, debido a la falta de apoyo y de medios de subsistencia de la población asentada, que encuentra en los productos forestales su única fuente de renta. Hasta 2007 la ordenación forestal no era considerada una alternativa productiva dentro de la política de reforma agraria en el estado. Con la aprobación de la Ley No 11 284 del 2 de marzo de 2006 (Ley de gestión de los bosques públicos), la responsabilidad de la gestión de los recursos forestales pasó a residir en los órganos estatales del Sistema Nacional de Medio Ambiente (SISNAMA), con la excepción de los bosques públicos de dominio de la Unión, en las unidades de conservación creadas por la Unión y en las actividades potencialmente causantes de repercusiones ambientales nacionales o regionales, definidas en una resolución del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), 5 que quedaron bajo responsabilidad del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables (IBAMA) (art. 83). Por lo tanto, en la situación actual, el IBAMA-PE es responsable de la ordenación forestal únicamente en los procesos antiguos protocolados en la Superintendencia antes de marzo de 2006 y de la ordenación de las Unidades de conservación federales, ya que en Pernambuco no existen bosques públicos de dominio de la Unión. El sistema de actuación de ambas instituciones con relación a la ordenación forestal es prácticamente idéntico y puede resumirse en las siguientes etapas: 1. Protocolización del plan de ordenación por parte del interesado; 2. Análisis técnico y jurídico del plan; 3. Inspección técnica de campo; 4. Emisión de parecer (aprobación, solicitud de ajustes, rechazo); 5. Emisión de autorización del primer tramo; 6. Informe técnico anual elaborado por el responsable técnico; 7. Análisis del informe e inspección de campo; 8. Emisión de parecer y autorización del segundo tramo. El plazo necesario para llevar a cabo las etapas 1 a 5 suele alcanzar fácilmente los 12 meses. Igualmente, el plazo necesario para las evaluaciones anuales es excesivamente largo. Las principales causas de esta situación son la falta de recursos humanos, la falta de recursos financieros, la falta de apoyo logístico (vehículos) y la falta de priorización de la ordenación dentro de las instituciones responsables. Este proceso demorado, sin duda, constituye un factor que quita estímulo para la puesta en práctica de la ordenación por parte de los productores. A nivel federal, la base legal de la ordenación forestal está en el Código Forestal (Ley Nº 4 771 del 15 de septiembre de 1965) y en la Ley de gestión de los bosques públicos (Ley Nº 11 284 del 2 de marzo de 2006), complementadas por las siguientes Instrucciones Normativas: a) IN Nº 4 del 11 de diciembre de 2006 sobre la autorización previa al análisis técnico del plan de ordenación forestal sostenible (APAT), y b) IN Nº 3 del 4 de mayo de 2001 del IBAMA (procedimientos relativos a la ordenación forestal sostenible de la vegetación nativa y sus formaciones sucesivas en la región noreste de Brasil). A nivel estatal, la Agencia Estatal de Medio Ambiente y Recursos Hídricos (CPRH) emitió su propia Instrucción Normativa 007/2006 del 29 de diciembre de 2006. En el caso de los Proyectos de asentamiento, la ordenación se autoriza únicamente tras la concesión de la licencia ambiental, también responsabilidad de la CPRH. Las principales conclusiones y recomendaciones de este estudio son las siguientes: A pesar de que la ordenación forestal es más adecuada para las propiedades rurales con más de 200 ha, existe un gran número de pequeños productores; por razones sociales y por su disponibilidad de bosques, es urgente realizar esfuerzos por incluirlos en una política de promoción de la ordenación forestal. En las áreas de reforma agraria, la ordenación forestal es una opción atractiva porque reduce los pasivos ambientales y evita la degradación; es imprescindible porque constituye una alternativa de empleo y renta, hace que las personas asentadas se queden en la propiedad y fomenta el uso sostenible de los recursos naturales y la producción forestal legalizada. Por ello, será preciso incluir la perspectiva del aprovechamiento racional de los recursos forestales en las fases de obtención y planificación del uso de la tierra en los asentamientos y crear unos mecanismos de asistencia técnica específicos. La posesión de la tierra, al ser principalmente de naturaleza privada, no promueve ni impide la ordenación forestal por sí misma. La ordenación forestal deberá y podrá ser impulsada mediante otras medidas, a saber: • refuerzo de la fiscalización para controlar y reducir la producción y comercio ilegales de productos forestales; • promoción mediante la exención de tasas, el pago por servicios ambientales e incentivos fiscales tanto para los propietarios de los bosques como para los consumidores de los productos forestales; • prestación de asistencia técnica específica a los pequeños propietarios y los asentamientos rurales; 6 • agilización del proceso de análisis y aprobación de los Planes de ordenación por parte de los organismos competentes mediante la priorización eficaz de los procesos a través de la emisión de autorizaciones preliminares en los casos con causas administrativas pendientes; • apoyo de la regularización agraria de las propiedades con interés en poner en práctica la ordenación forestal, coordinada y permitida por el organismo estatal de las tierras (FUNTEPE). La ordenación forestal, por ser parte tradicionalmente de los sistemas productivos rurales y por ser técnicamente viable, podrá contribuir notablemente a la reducción de la pobreza. Ello será debido a la generación directa de rentas a partir de la comercialización de la producción forestal, así como a la generación de empleo en las zonas rurales, principalmente en la época seca. Además, las áreas ordenadas permiten, simultáneamente, otras actividades productivas (como la apicultura o los productos forestales no madereros), que a su vez generan una renta complementaria. Finalmente, la ordenación genera una sostenibilidad productiva que permite evitar los procesos de degradación y reducir el riesgo de desertificación, lo que ocasiona beneficios directos en el mantenimiento de la viabilidad de las propiedades rurales y en la permanencia del hombre en el campo, y de este modo se evitan los consiguientes procesos de pobreza rural y urbana. 7 Introducción La región Noreste está formada por nueve estados brasileños: Marañón, Piauí, Ceará, Río Grande del Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía, y ocupa una superficie de 1 550 939,7 km2. El bioma caatinga, principal bioma del Noreste y único en el mundo, ocupa oficialmente 827 242,45 km2 (el 10 por ciento del territorio nacional). La caatinga está situada en una región de gran presión demográfica (es la región semiárida con la densidad de población más alta del mundo), con un bajo índice de desarrollo humano (IDH) y caracterizada históricamente por profundas desigualdades socioeconómicas. En consecuencia, son necesarias formas alternativas de sustento que generen desarrollo y garanticen la justicia social y la conservación ambiental. El estado de Pernambuco se encuentra en la región central del Noreste y posee una superficie de 98 938 km2, lo que representa un 6,3 por ciento del Noreste (1,2 por ciento de Brasil) (07°32'35'' S 34°49'33'' O - 07°17'55'' S 40°30'25'' O; 09°25'29'' S 40°46'29'' O - 08°53'38'' S 35°08'05'' O). La población total del estado es de 7 918 344 habitantes y de ellos el 23 por ciento viven en zonas rurales y el 77 por ciento lo hacen en zonas urbanas (IBGE, 2000). No obstante, esta distribución cambia totalmente en el área del bioma caatinga dentro del estado, en donde la participación de la población rural es mucho más importante (46 por ciento). En este estado se dan dos biomas (véase la Figura 1): • el bioma caatinga, que ocupa cerca del 80 por ciento de la superficie; • el bioma bosque atlántico y los ecosistemas asociados, con aproximadamente el 20 por ciento de la superficie. FIGURA 1 Mapa de Brasil con la ubicación de los biomas y del estado de Pernambuco En este estudio se presentan los sistemas de propiedad de la tierra y los bosques, las disposiciones institucionales y su relación y relevancia para la ordenación forestal sostenible en el estado de Pernambuco como situación representativa de una gran parte de la región Noreste (con la excepción de la parte del bioma cerrado). El estudio se concentra en el área referente al bioma caatinga ya que, por un lado, los bosques nativos del bioma bosque atlántico están totalmente protegidos por la ley y, por lo tanto, no pueden ser ordenados, y por otro lado los bosques plantados a escala comercial son prácticamente inexistentes. La caatinga se caracteriza por ser objeto de diversas intervenciones humanas con el fin de satisfacer demandas internas y externas, principalmente productos energéticos forestales (leña y carbón) y pastos nativos. Si bien la demanda industrial anual de leña y carbón en Pernambuco alcanzó los 3-4 millones de metros estéreos de leña durante los últimos 20 años, las últimas investigaciones indican que el bioma todavía cuenta con aproximadamente el 56 por ciento de la cubierta forestal nativa original. Esta situación, teóricamente, es favorable para la puesta en práctica de la ordenación sostenible de los bosques nativos y sitúa a esta última como una de las opciones prioritarias. De manera general, la propiedad de la tierra y, por consiguiente, de los bosques, es casi exclusivamente de carácter privado. Por lo tanto, la ordenación de los bosques dependerá de la iniciativa de los propietarios, de manera individual, y de los estímulos o la falta de los mismos por parte del gobierno. Los estudios e investigaciones realizados a lo largo de los últimos 20 años demuestran la viabilidad de la ordenación de la caatinga con fines madereros y no madereros. La productividad varía entre 0,3 y 5,0 m3/ha anuales en función principalmente de las condiciones edáficas y de las precipitaciones, con un ciclo de corta de entre 10 y 15 años, en el caso de la producción de leña y carbón vegetal, y superior a 15 años en el caso de otros productos madereros (estacas, postes, rollos, etc.). Este estudio se basa principalmente en el análisis de datos secundarios. Las principales fuentes de datos empleadas fueron los censos agropecuarios y demás estadísticas del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, 1996 y 2006), las bases de datos de la Asociación Plantas del Noreste (APNE), del Proyecto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) Caatinga y de la Red de Ordenación Forestal de la Caatinga (www.cnip.org.br) a partir de la información recogida en las instituciones ambientales responsables. 9 TIPOS DE BOSQUE NATIVO EN EL ESTADO DE PERNAMBUCO En el estado de Pernambuco existen cuatro grandes regiones fitogeográficas con sus tipologías forestales respectivas (véase la Figura 2): • el Litoral, con formaciones pioneras como restingas y playas, ocupa aproximadamente 2 968 km2 (el 3 por ciento del estado); • la Zona de la Mata, con clima tropical húmedo, ocupa 7 915 km2 (el 8 por ciento del estado); • la zona del Agreste, zona de transición con aproximadamente 24 734 km2 (el 25 por ciento del estado); • la Zona del Sertón, con clima semiárido y aproximadamente 63 321km2 (el 64 por ciento del estado). FIGURA 2 Regiones fitogeográficas del estado de Pernambuco El bioma bosque atlántico ocupa la Zona de la Mata y parte de la Zona del Agreste, y las formaciones vegetales principales existentes en él son el bosque ombrófilo y el bosque estacional semicaducifolio, que ocupaban originalmente el 20 por ciento del territorio del estado. El bioma caatinga, bioma exclusivo de Brasil inexistente en otros continentes, ocupa en Pernambuco parte de la Zona del Agreste y de la Zona del Sertón, lo que representa el 80 por ciento del estado. La región se caracteriza por tener un clima caluroso y semiárido, notablemente estacional, con menos de 1 000 mm de lluvia al año concentrados casi por 10 completo en un período de tres a seis meses. La principal formación vegetal es la sabana 2 estépica, denominada popularmente caatinga (bosque blanco en tupí-guaraní ) o caatingas. Se trata de bosques arbóreos o arbustivos, compuestos principalmente por árboles y arbustos bajos, muchos de ellos con espinas, microfilia y otras características xerofíticas, con presencia de estrato herbáceo abundante en el período lluvioso. Las familias más importantes son las Leguminosae y las Euphorbiaceae y se detecta la presencia notable de Cactaceae y Bromeliaceae (Leal et al., 2003; Sampaio et al., 2002; Velloso et al., 2002 y Cardoso et al., 2004). Hasta el momento se registraron aproximadamente 320 especies endémicas en la caatinga. Las últimas estimaciones indican la existencia de una cubierta forestal nativa aproximada del 56 por ciento. LA CUBIERTA FORESTAL DE LA CAATINGA Los estudios realizados por el Proyecto PNUD/FAO a partir de imágenes Landsat-V en el período 1988-1991 calcularon la cubierta forestal del estado en un 45,6 por ciento (Silva Filho et al., 1998). La región del Agreste y del Sertón presentaron una cubierta de vegetación forestal nativa (caatinga) distribuida de la siguiente manera: • vegetación arbustiva arbórea abierta: 1 868 985 ha (19 por ciento); • vegetación arbustiva arbórea cerrada: 1 962 900 ha (20 por ciento); • vegetación arbórea cerrada: 604 915 ha (6 por ciento); • cubierta forestal total: 4 516 800 ha (45,6 por ciento). Recientemente, en el Proyecto de conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica (PROBIO): Estudio de la cubierta vegetal y del uso del suelo del bioma caatinga, se calculó a partir de imágenes Landsat-7 de 2002 que existe un 35,9 por ciento de caatinga (sabana estépica) y un 18 por ciento de áreas de tensión ecológica (contacto entre tipologías vegetales) en el bioma considerado en su conjunto. Los resultados del PROBIO para el estado de Pernambuco se resumen en el Cuadro 1 y se presentan en la Figura 3. CUADRO 1 Superficie por clase cartografiada en el bioma caatinga en el estado de Pernambuco Clase Superficie (ha) Porcentaje Actividades agropecuarias 112 010 1,3 Actividades agropecuarias + vegetación natural 3 589 342 41,3 Masas de agua 100 373 1,2 Influencia urbana 28 339 0,3 Subtotal antropismo 3 830 064 44,1 Sabana estépica arborizada (Ta) 847 326 9,8 Sabana estépica forestada (Td) 2 680 0,0 Contacto sabana estépica/bosque estacional (TN) 3 781 0,0 Sabana estépica arborizada (Ta) + otras 3 213 418 37,0 Antropismo Caatinga Sabana estépica forestada (Td) + otras 272 445 3,1 Contacto sabana estépica/bosque estacional (TN) + otras 267 147 3,1 Sabana estépica parque (Tp) + otras 74 714 0,9 Otros tipos de vegetación 173 588 2,0 Subtotal caatinga 4 855 098 55,9 8 685 162 100 Total Fuente: PROBIO, 2007 (adaptado). 2 Tupí-guaraní es la familia lingüística del tronco tupí que congrega varias lenguas indígenas sudamericanas. 11 Los tipos de vegetación de la caatinga son los siguientes (IBGE, 1992): • Td: sabana estépica forestada o caatinga arbórea densa; • Ta: sabana estépica arborizada o caatinga abustiva-arbórea densa; • Tp: sabana estépica parque o caatinga abustiva-arbórea abierta; • Tg: sabana estépica gramíneoleñosa o caatinga con predominancia del estrato herbáceo con árboles dispersos. Las áreas con tipos de caatinga “pura” (Ta, Td y Tp) son reducidas y la metodología de uso de las clases mixtas dificulta la estimación exacta de la cubierta forestal existente. En comparación con los resultados del PNUD/FAO, es notable la permanencia del área de vegetación nativa en el bioma caatinga en el estado. Las diferencias en la escala de trabajo y en los métodos empleados permiten explicar parcialmente la divergencia existente entre la cobertura forestal en 1998 y en 2007 (bases de imágenes respectivas de 1988-1991 y 2002). La marcada reducción de las actividades agropecuarias en el último decenio (CNRBC, 2004) permite concluir, asimismo, que no existió una gran presión de deforestación sobre la caatinga para uso alternativo del suelo. Si bien la situación general es de estabilidad en lo relativo a la cubierta forestal, a nivel regional y local no es éste el caso, ya que existen regiones con gran presión para la producción de leña y carbón y un alto nivel de reducción de la vegetación nativa. 12 FIGURA 3 Mapa de la cubierta vegetal de Pernambuco en el año de referencia 2002 realizado por el PROBIO LOS PRODUCTOS FORESTALES Y SUS RENTAS Y BENEFICIOS CONEXOS EN LA CAATINGA Teniendo en cuenta que la explotación forestal está prohibida en el bosque atlántico, toda la producción forestal en este estado tiene lugar en la vegetación de la caatinga. Como ya se ha indicado anteriormente, el principal producto obtenido de la caatinga es la leña como combustible para las industrias, los comercios y los hogares. Igualmente, parte de la leña se transforma en carbón vegetal para uso energético. Además de la leña, se generan otros productos no madereros en menor escala, como la castaña de cajú, el fruto del umbu o los productos artesanales con fibras, semillas y corteza de árboles. El PNUD/FAO (Silva et al., 1998a y Silva, Solange y Pareyn, 1998) calculó el consumo de leña y carbón vegetal en el año 1991 en los diferentes sectores. De un total aproximado de 12 · 106 st/año, 3,1 · 106 st/año correspondieron al sector industrial. Las cifras estimadas se presentan en el Anexo 1. Dado que una gran parte del consumo familiar procede de la recogida dispersa de leña y que la producción de carbón vegetal se realiza a partir de la leña obtenida de la deforestación para formar terrenos cultivables, es básicamente el consumo industrial el que puede y debe ser objeto de la ordenación forestal. Se calcula que el consumo industrial y comercial del estado en 2008 asciende a los casi 4 000 000 st/año (1 330 000 m3/año) debido, principalmente, al elevado 3 consumo del polo yesero de Araripe . Los datos correspondientes a la producción y al valor de la producción obtenida de la extracción vegetal en el estado de Pernambuco en 1996 y 2005 se presentan en el Cuadro 2. CUADRO 2 Producción forestal y valor de la producción en el estado de Pernambuco, 1996 y 2005 Productos forestales Carbón vegetal (toneladas) 3 Leña (m ) 1996 2005 Cantidad Valor (miles de BRL) Cantidad Valor (miles de BRL) 10 171 1 167 8 590 2 368 1 484 652 7 809 1 335 301 9 117 Madera en rollo (m ) 10 262 322 80 365 4 992 Castaña de cajú (toneladas) 1 426 488 2 011 1 982 Umbu (fruto) (toneladas) 843 175 447 211 Anchico (corteza) (toneladas) 83 9 55 19 Pequi (fruto) (toneladas) 2 0 5 2 3 Total Fuente: IBGE. 10 642 20 905 El Cuadro 2 muestra que la leña y el carbón vegetal continúan siendo los productos de mayor valor económico, a pesar de que existe una tendencia de disminución de la producción, a excepción de la madera en rollo. Los valores calculados por el IBGE confirman las cifras anteriores basadas en la actualización de los resultados del Proyecto PNUD/FAO. 4 Entre 1996 y 2005 se observó el aumento de la producción de castaña de cajú (41 por ciento) y pequi (150 por ciento). El valor de la producción del umbu y la corteza de anchico aumentó notablemente, mientras que su producción se redujo. Esto demuestra la valorización de estos productos forestales no madereros a lo largo del último decenio. Un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE) en 2007 identificó 88 empresas sociales en el estado 3 El polo yesero de Araripe es la región con la mayor reserva de gipsita de América Latina y produce el 92 por ciento del yeso de Brasil. La mayoría de las fábricas emplean la leña como fuente energética. 4 La castaña de cajú es oriunda de plantaciones forestales, incluso con mejora genética. El umbu se obtiene, efectivamente, mediante la extracción vegetal en bosques nativos. relacionadas con productos forestales no madereros. La participación de las mujeres en estas empresas es predominante. Entre los productos no madereros, la producción de miel de abejas ha aumentado en la caatinga en los últimos tiempos. En el Cuadro 3 se presenta la evolución de la producción y del valor de producción de la miel por bioma en el período 1976-2006 (IBGE). Se observa un crecimiento acelerado de la producción de miel a partir de mediados de la década de 1990. Es importante hacer notar que la apicultura es una actividad dependiente de la vegetación nativa y fácilmente integrada con la ordenación forestal en la caatinga en las propiedades rurales, especialmente las de agricultura familiar. CUADRO 3 Producción y valor de la producción de la miel en el bioma caatinga en Pernambuco, 1976, 1986, 1996 y 2006 Año Producción (kg/año) Valor de la producción (miles de BRL/año) 2006 1 010 295 3 381 1996 106 553 1986 33 060 340 167 737 4 040 1976 Fuente: IBGE. Teniendo en cuenta únicamente la demanda industrial y comercial, la producción de leña y carbón genera aproximadamente 9 000 puestos de trabajo directos y otros 9 000 indirectos, todos en la zona rural, lo que demuestra el potencial de contribución del sector forestal a la reducción de la pobreza. Entre ellos se incluyen trabajadores sin tierras (leñadores), pequeños y medianos productores, transportistas, etc. 15 Propiedad del bosque y cambios históricos en la caatinga de Pernambuco La posesión de tierras en el estado de Pernambuco y, por consiguiente, de los bosques, es casi exclusivamente de naturaleza privada (82,3 por ciento), por lo que las tierras públicas, únicamente el 5,4 por ciento de la superficie de la caatinga en el estado, están restringidas básicamente a las Unidades de conservación (0,8 por ciento) y a los Proyectos de asentamiento de la reforma agraria del INCRA (4,6 por ciento). Las tierras colectivas son poco importantes (2,2 por ciento) y las áreas donde la ordenación forestal no está permitida por 5 restricciones legales (Unidades de conservación de protección integral y comunidades tradicionales ) suman sólo el 2 por ciento del bioma. En las demás áreas, la ordenación es legalmente posible siempre que existan bosques nativos. En el Cuadro 4 se presenta un resumen de los tipos de propiedad de las tierras y los bosques en el bioma caatinga de Pernambuco en los años 2006/2007. Si bien el área de las Unidades de conservación (6 por ciento) es bastante inferior al objetivo del Gobierno federal (10 por ciento del bioma), las áreas bajo ordenación forestal sostenible son mucho más reducidas. CUADRO 4 Propiedad de la tierra y de los bosques en el bioma caatinga en el estado de Pernambuco, 2006 y 2007 Propiedad de la tierra/de los bosques Tipo de uso principal Superficie total (ha) Superficie con ordenación forestal sosteniblea Unidades de conservación Pública Porcentaj e 0,8 de protección integral 63 403 Proyectos de asentamiento del INCRA 361 437 4,6 424 840 5,4 108 780 1,4 63 723 0,8 172 503 2,2 Tierras indígenas Quilombolas Colectiva Privada Proyectos de asentamiento del Crédito Agrario Unidades de conservación de uso sostenible 371 019 5 189 Explotaciones agropecuarias 6 140 637 10 166 6 6 511 656 Indefinida 7 915 000 77,6 82,3 Tierras con propiedad indefinida 806 001 (centros urbanos, masas de agua, etc.) Bioma caatinga en Pernambuco 4,7 10,2 15 355 100 a La aplicación de la ordenación forestal en Proyectos de asentamiento, tanto del INCRA como del Crédito Agrario, comenzó en 2008 y, por lo tanto, no se registra en este cuadro. Fuente: Asociación Plantas del Noreste (APNE)- Red de Ordenación Forestal de la Caatinga (RMFC), INCRA, FUNTEPE. 5 Las comunidades tradicionales (tierras indígenas y quilombolas) tienen mayores restricciones para la aplicación de la ordenación forestal comercial en sus territorios. 6 Este valor corresponde al área bajo ordenación de planes localizados en los seis municipios del estado incluidos parcialmente en el APA de Araripe. 16 LAS EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS El análisis de la propiedad de la tierra y de los bosques en las explotaciones agropecuarias debe realizarse de acuerdo con dos ópticas distintas: en función de la distribución de la tierra por tamaño de propiedad; y en función de la distribución de la posesión de la tierra por condición jurídica. Distribución de la tierra y los bosques por tamaño de la propiedad En el Anexo 2 se presenta la distribución de la tierra por grupos de tamaño de las propiedades de acuerdo con el número y la superficie de las explotaciones en 1996 en la caatinga. La distribución relativa se presenta en las Figuras 4 y 5. FIGURA 4 Distribución relativa del número de explotaciones por grupo de tamaño de propiedad en el estado de Pernambuco 70 60 50 40 % 30 20 10 0 000 10 a 20 200 a 500 5 000 500 a 50 a 100 a 200 11 000 a 5>000 20 a 50 < 10 Ha 17 FIGURA 5 Distribución relativa de la superficie de las explotaciones por grupo de tamaño de propiedad en el estado de Pernambuco 20 18 16 14 12 % 10 8 6 4 1. 1. 00 00 0 0 a 5. 00 0 > 5. 00 0 50 0 a a a 50 0 20 0 a 20 0 10 0 10 0 50 50 a a 20 20 10 < 10 2 0 Ha En la caatinga es notable la concentración de las tierras en propiedades de más de 200 ha, donde el 44 por ciento de las tierras corresponden únicamente al 1 por ciento del número de propietarios. Por contraposición, el 90 por ciento de los propietarios poseen explotaciones con menos de 50 ha y ocupan tan sólo el 29 por ciento de la superficie total. Si bien existe una gran presión humana para el uso alternativo del suelo (con la eliminación previa de los bosques) en las propiedades con menos de 50 ha, se espera encontrar una cubierta forestal importante en las propiedades de más de 200 ha (del orden del 40-50 por ciento, tomando en consideración la cubierta forestal del bioma). Esto implicaría que, ventajosamente y desde un punto de vista puramente técnico, la ordenación forestal de la caatinga podrá ser aplicada en el 44 por ciento de su superficie e involucrando únicamente a 3 250 propietarios (el 1 por ciento del total). Así y todo, el contexto socioeconómico y la necesidad de la integración y del refuerzo de la agricultura familiar hacen que sea necesario que los demás grupos de propietarios rurales participen en la gestión sostenible de los bosques. Las Figuras 6 y 7 muestran la distribución de los bosques naturales por tamaño de la propiedad en el bioma caatinga en el estado en 1996 (véase el Anexo 2). Se observa que la distribución de los bosques sigue en gran medida la distribución general de la tierra por grupo de tamaño de la propiedad, a excepción de las propiedades 7 con menos de 20 ha. Estas propiedades se ajustan difícilmente a la ordenación forestal , ya que poseen una superficie muy reducida (contienen únicamente el 6 por ciento de los bosques naturales). En las propiedades con más de 20 ha, las áreas de bosque natural ya son significativas y deben ser consideradas para la ordenación forestal. 7 Aquí se refiere a la ordenación forestal para producción maderera. La ordenación para obtener productos forestales no madereros podría ser viable. 18 FIGURA 6 Distribución del número de explotaciones con bosques naturales en la caatinga por grupo de tamaño en el estado de Pernambuco 16.000 Número de estabelecimentos 14.000 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 ha -1 . 0 1. 00 00 ha 0 -5 .0 00 ha > 5. 00 0 ha 50 0 20 0 -5 00 ha ha 10 0 -2 00 ha -1 00 50 20 -5 0 -2 0 10 < 10 ha ha 0 Grupo de tamanho FIGURA 7 Distribución de la superficie de las explotaciones con bosques naturales en la caatinga por grupo de tamaño en el estado de Pernambuco 250.000 Área (ha) 200.000 150.000 100.000 50.000 0 < 10 ha 10 0 -2 ha 20 0 -5 ha 50 00 -1 ha 0 10 00 -2 ha 0 20 ha ha ha 0 0 0 0 0 0 0 .0 .0 5. -1 -5 > 0 0 50 00 1. 00 -5 ha Grupo de tamanho La Figura 8 muestra claramente que, cuanto mayor es la propiedad, mayor es el porcentaje de cubierta forestal y, por consiguiente, mayores las posibilidades de ordenación forestal. Igualmente, muestra que las explotaciones de menos de 10 ha no poseen bosques nativos para cumplir la obligatoriedad del 20 por ciento de 19 8 Reserva legal . Además, la prohibición de la ordenación forestal comercial en la Reserva legal en Pernambuco impide oficialmente que las propiedades de menos de 20 ha implanten esta actividad, ya que disponen de poco más del 20 por ciento de bosques naturales y deben conservar como mínimo el 20 por ciento. FIGURA 8 Porcentaje de bosques naturales en la caatinga por grupo de tamaño en el estado de Pernambuco 60 % mata nativa 50 40 30 20 10 0 < 10 10 a 20 20 a 0 0 0 00 00 00 5. 1. 5. a a a a a 0 > 50 100 0 0 20 00 50 . 1 50 0 10 0 20 0 50 l ta To Ha Distribución de la propiedad de la tierra y de los bosques por condición jurídica Los Cuadros 5 y 6 presentan las diversas formas de ocupación de la tierra (y los bosques) en función de la 9 condición jurídica del usuario . CUADRO 5 Número de explotaciones por condición jurídica del usuario de la tierra en el estado de Pernambuco, 1996 Caatinga Porcentaje Fuente: IBGE, 1996. Tierras propias Tierras arrendadas Tierras en sociedad Tierras ocupadas Total 116 457 6 502 11 231 39 027 173 217 67,2 3,8 6,5 22,5 100 8 La Reserva legal es un área de bosque nativo protegido por la ley de como mínimo el 20 por ciento de cada propiedad o posesión rural (en el caso del Noreste de Brasil) necesaria para el uso sostenible de los recursos naturales, la conservación y rehabilitación de los procesos ecológicos, la conservación de biodiversidad y la salvaguardia y protección de la fauna y la flora nativas. Existen diversas especificaciones para pequeños productores. 9 La definición de cada tipo de productor adoptada por el IBGE es la siguiente: Tierra propia: propiedad del productor. Tierra arrendada: propiedad de terceros explotada por el propio productor mediante el pago acordado previamente de una cantidad fija en efectivo o en especie. Tierra en sociedad: propiedad de terceros explotada por el productor mediante el pago de parte de los productos (la mitad, la tercera parte, la cuarta parte, etc.) acordado previamente entre las partes. Tierra ocupada: propiedad perteneciente a terceros por el uso de la cual el productor no paga nada (ocupación, posesión o cesión). 20 CUADRO 6 Superficie de las explotaciones por condición jurídica del usuario de la tierra en el estado de Pernambuco, 1996 Caatinga Porcentaje Fuente: IBGE, 1996. Tierras propias Tierras arrendadas Tierras en sociedad Tierras ocupadas Total 3 717 958 26 617 42 877 299 459 4 086 911 91 1 1 7 100 En más de la mitad (67,2 por ciento) de las explotaciones agropecuarias de la caatinga de Pernambuco las tierras son explotadas por los mismos propietarios, mientras que cerca del 22 por ciento de ellas son explotadas por terceros sin pago por el uso (tierras ocupadas), y un pequeño porcentaje de tierras arrendadas y en sociedad (3,8 por ciento) son explotadas por terceros mediante un acuerdo con el propietario. Cuando se analizan estas cifras se observa que el 91 por ciento de la superficie total ocupada por las propiedades agropecuarias es explotada o gestionada por el propio dueño, mientras que solamente el 7 por ciento es explotado por ocupantes y el 2 por ciento por arrendatarios y socios. Realizando un análisis más detallado cruzando la condición legal del usuario con la utilización de la tierra, se observa que ésta sigue el mismo modelo de distribución. Aproximadamente el 90 por ciento de los bosques naturales pertenecen a propiedades explotadas por los mismos propietarios, tal y como se indica en la Figura 9. Por lo tanto, la propiedad de los bosques está en línea con la propiedad de las tierras, ya que es prácticamente en su totalidad de tipo privado y los bosques son explotados por el mismo propietario. FIGURA 9 Distribución relativa de las tierras y bosques naturales por condición jurídica de propiedad en el estado de Pernambuco 100 90 80 70 60 % 50 40 30 20 10 0 Mata nativa Te rra s oc up a da s pa rc er ia em Te rra s ar ra Te r Te r ra s pr re nd ad a óp ria s s Total Fuente: IBGE, 1996. 21 LOS PROYECTOS DE ASENTAMIENTO A pesar de que la reforma agraria viene teniendo lugar desde el inicio de la década de 1980, la aceleración de este proceso comenzó en el año 1995 de acuerdo con la estrategia del Gobierno federal. En el estado de Pernambuco, la reforma agraria se ha puesto en práctica tanto en la esfera federal (INCRA) como en la estatal (FUNTEPE-Crédito Agrario). Mientras que los esfuerzos sobre la reforma agraria del INCRA están bastante equilibrados entre la caatinga y el bosque atlántico, el FUNTEPE concentra sus esfuerzos en el bioma caatinga. En el Cuadro 7 se presenta un resumen de las principales características de la reforma agraria en este estado. Los 732 Proyectos de asentamiento (PA) ocupan un área aproximada de 590 000 ha (el 6 por ciento del estado) con 31 250 familias asentadas. De estos 732 proyectos, el 69 por ciento están en la caatinga y representan en 72 por ciento de la superficie y el 52 por ciento del número total de familias. La superficie media por familia es bastante similar en las dos líneas de reforma agraria en el estado. No obstante, una superficie media de entre 22 y 27 ha por familia en la caatinga es demasiado reducida considerando las condiciones edáfico-climáticas de la región. CUADRO 7 Principales características de los asentamientos rurales en el estado de Pernambuco INCRA Número de asentamientos Porcent aje Superficie (ha) Porcentaj e Número de familias Porcent aje Superficie media por familia (ha) Caatinga 318 65 361 437 71 13 314 49 27 Bosque atlántico 172 35 149 109 29 13 914 51 11 Total 490 67 510 546 86 27 228 87 19 Caatinga 189 78 63 723 80 2 850 71 22 Bosque atlántico 53 22 16 170 20 1 175 29 14 Total 242 33 79 894 14 4 025 13 20 Caatinga 507 69 425 160 72 16 164 52 26 Bosque atlántico 225 31 165 279 28 15 089 48 11 100 590 440 100 31 253 100 19 FUNTEPE TOTAL Total 732 Fuentes: INCRA y FUNTEPE. Con relación a la posesión de la tierra y, consecuentemente, de los bosques nativos, existe una diferencia básica entre los PA del INCRA y los del FUNTEPE. En el caso del INCRA, la tierra es propiedad de la Unión. Por ello, la responsabilidad relativa a la Reserva legal es del INCRA y la ordenación forestal debe ser autorizada por esta institución. En el caso del FUNTEPE, se trata de propiedades particulares adquiridas por una asociación de productores a través del sistema de crédito en donde el gobierno actúa como intermediario. Por lo tanto, la responsabilidad en lo que respecta a la Reserva legal y a la ordenación forestal es de la asociación de cada asentamiento. TIERRAS INDÍGENAS Y COMUNIDADES QUILOMBOLAS En Brasil la población indígena ostenta la posesión permanente y el uso exclusivo de las riquezas naturales existentes en sus tierras. De acuerdo con el párrafo 2 del artículo 231 de la Constitución Federal (1988), las tierras indígenas son patrimonio de la Unión y, como bienes públicos de uso especial, inalienables e indisponibles, sólo pueden ser objeto de utilización por parte de la propia población indígena. El mapa de la Figura 10 presenta la localización de las tierras indígenas en el estado que, en total, ascienden a nueve áreas contabilizando las regularizadas y las declaradas (para más información, véase el Anexo 3). 22 FIGURA 10 Localización de las tierras indígenas y quilombolas en el estado de Pernambuco Las tierras indígenas, con una población total estimada de 20 938 habitantes, ocupan 108 780 ha. La superficie media por persona es de 5,3 ha y, por consiguiente, la superficie media por familia (considerando cinco personas por familia) es de 26 ha, extensión del mismo orden que para los Proyectos de asentamiento. En relación con las comunidades quilombolas (remanente de las poblaciones tradicionales de Quilombos), la Constitución Federal de 1988 les garantizó el derecho a la propiedad de sus tierras. El INCRA es la institución encargada de conceder los títulos de las tierras y para ello siguen los procedimientos establecidos en el Decreto Federal Nº 4 887 de 2003 y en la Instrucción Normativa INCRA Nº 20 de 2005. De acuerdo con la Comisión Estatal de Comunidades Quilombolas (Comisión Pro-Indio de São Paulo, www.cpisp.org.br), existen aproximadamente 120 comunidades en el estado. En marzo de 2008, 89 de estas comunidades quilombolas ya figuraban en el Catastro General de Remanentes de Comunidades de Quilombos del Gobierno federal. Sin embargo, únicamente dos comunidades han recibido el título de la tierra emitido por la Fundación Cultural Palmarés: Castainho y Conceição das Crioulas, con 206 y 705 familias y 183,6 ha y 17 845 ha respectivamente (Anexo 3). Otras 21 comunidades quilombolas se encontraban en proceso de obtención del título de sus tierras por parte del INCRA. UNIDADES DE CONSERVACIÓN En el Anexo 4 se presenta un resumen de las Unidades de conservación en el bioma caatinga de Pernambuco en el año 2007. No existen Unidades de conservación estatales en la caatinga. El mapa de la Figura 11 presenta la distribución espacial de las Unidades de conservación. Las unidades de protección integral representan menos del 1 por ciento de la superficie total del bioma en el estado, mientras que las de uso sostenible representan menos del 5 por ciento. FIGURA 11 23 Localización de las Unidades de conservación en el bioma caatinga de Pernambuco 24 La explotación y la ordenación forestales en la caatinga en Pernambuco LA POLÍTICA FORESTAL A NIVEL FEDERAL Y ESTATAL Ámbito federal. La acción del Gobierno federal con relación a los recursos forestales del país está prevista en el Programa Nacional de los Bosques (PNB), creado por el Decreto Nº 3 420 del 20 de abril de 2000 con el objetivo de coordinar las políticas públicas sectoriales para promover el desarrollo sostenible, conciliando el uso con la conservación de los bosques brasileños. Se trata de un programa interministerial en el que participan 11 ministerios y cuyos principales instrumentos son la reglamentación, el crédito, la asistencia técnica y la capacitación, la información y la investigación, el control y el seguimiento y los incentivos. Para el período 2004-2007, el PNB previó las siguientes estrategias y metas: • Expansión de la base forestal plantada junto con la recuperación de las áreas degradadas. Se estableció el objetivo de plantar anualmente 600 000 ha de bosques y aumentar hasta el 30 por ciento la participación de los pequeños productores. • Expansión de la superficie forestal ordenada junto con la protección de áreas de valor elevado para la conservación. Se previó el aumento hasta los 15 millones de hectáreas de la superficie de bosques naturales ordenados de manera sostenible en el país, el 30 por ciento de las cuales corresponden a bosques sociales. El PNB no hace referencia específica a la reducción de la pobreza o a la propiedad de la tierra. Sin embargo, en sus dos estrategias prevé una participación especial de los pequeños productores y de las comunidades (bosques sociales). Ámbito estatal. En el caso específico del estado de Pernambuco, el Gobierno estatal elaboró en el año 2007 el 10 Plan estratégico ambiental de Pernambuco . Su objetivo es promover la conservación y la recuperación del medio ambiente rural y urbano a través de iniciativas coordinadas de gestión ambiental asumidas por el Gobierno y compartidas con la sociedad civil, y permitir así la mejora de la calidad de vida de la población de Pernambuco y la protección de la biodiversidad en los ecosistemas Litoral, de la Mata, del Agreste y del Sertón. Este plan fue diseñado con la amplia participación de la sociedad y contempla seis programas: 1. Programa de gestión ambiental compartida; 2. Programa de educación y capacitación para la gestión ambiental; 3. Programa de calidad ambiental; 4. Programa de conservación de la biodiversidad; 5. Programa de producción sostenible; 6. Programa de apoyo económico a la gestión ambiental. La ordenación sostenible de la caatinga está prevista como Proyecto 11 en el Programa 5 con vistas a “Incentivar la utilización sostenible del bioma caatinga mediante la conservación de la biodiversidad y la utilización de prácticas sostenibles”. En este plan tampoco se hace referencia específica a la cuestión de la reducción de la pobreza y de la propiedad del bosque. La preocupación relativa al uso sostenible de los recursos forestales mediante la ordenación de los bosques nativos queda patente, por lo tanto, en los programas forestales tanto del Gobierno federal como del Gobierno estatal. LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA EXPLOTACIÓN Y LA ORDENACIÓN FORESTALES EN LA CAATINGA EN PERNAMBUCO La explotación de los bosques nativos (caatinga) tiene lugar actualmente en las tres formas siguientes: • deforestación legal autorizada por los organismos competentes para uso alternativo del suelo (agricultura, pastos); • ordenación forestal sostenible autorizada por los órganos competentes para producción maderera; • deforestación ilegal para uso alternativo del suelo y producción maderera. 10 La existencia o la ausencia de planes estatales como éste en los demás estados depende básicamente de la iniciativa propia de cada uno. 25 En el período 2001-2005 fueron emitidas un total de 646 autorizaciones de desmonte en el bioma caatinga de Pernambuco (IBAMA-PE), que representan una superficie de 11 104 ha. De estas autorizaciones, el 70 por ciento correspondieron a propiedades menores de 200 ha, con un total de 4 026 ha, y el otro 30 por ciento correspondieron a propiedades mayores de 200 ha, con un total de 7 078 ha. Solamente en el año 2005 se emitieron 145 autorizaciones de deforestación en el bioma caatinga con una superficie total de 4 528 ha y con un volumen de madera aproximado de 317 000 st de leña. De manera general, la evolución de la ordenación forestal en la caatinga en el estado de Pernambuco presenta un panorama poco favorable, como se puede observar en el Cuadro 8. CUADRO 8 Número de planes de ordenación forestal sostenible y superficie de los mismos en el bioma caatinga de Pernambuco, 2005 y 2007 Año Total 2005 2007 Número de planes de ordenación Superficie total de las propiedades (ha) 54 40 257 Activos 35 21 841 Fuentes: APNE, RMFC, IBAMA-PE (estudio propio). Superfici e total ordenad a (ha) Número de planes de ordenaci ón Superficie total de las propiedad es (ha) Superfici e total ordenada (ha) 24 616 77 74 573 42 833 12 454 26 29 201 15 355 En el período 2005-2007, si bien el número total de planes de ordenación aumentó significativamente, los planes efectivamente en operación disminuyeron. Esto demuestra un elevado abandono por parte de los productores rurales de la adopción de la ordenación sostenible como actividad productiva o como actividad de satisfacción sostenible de la demanda de los consumidores. A pesar de esta disminución del número de planes activos, su área ordenada aumentó ligeramente. Los mapas de las Figuras 12 y 13 presentan la distribución geográfica de los planes (totales y activos, respectivamente) de ordenación en el bioma caatinga. FIGURA 12 Distribución geográfica del número total de planes de ordenación en el bioma caatinga en Pernambuco 26 FIGURA 13 Distribución geográfica de los planes de ordenación activos en el bioma caatinga en Pernambuco En 2008 entraron en la CPRH 13 POFS en Proyectos de asentamiento rural y otros dos POFS en propiedades particulares, con un total aproximado de 7 000 ha de superficie para ser ordenadas. En la actualidad, seis de estos proyectos se encuentran en ejecución, con un área aproximada de 1 130 ha ordenadas. Tomando como base las cifras de los inventarios presentados en los planes de ordenación, se calculó una producción aproximada de 232 000 st en las áreas ordenadas en 2007. Si se suma la leña autorizada en los desmontes y la procedente de los planes de ordenación forestal, se obtiene una oferta total de 549 000 st anuales. Si se la compara con la demanda industrial y comercial de 4 000 000 st anuales, se puede concluir que la oferta legalizada alcanza únicamente el 13,7 por ciento de la demanda. A su vez, la oferta de la ordenación forestal sostenible alcanza sólo el 5,8 por ciento de la demanda total. Se observa que la superficie necesaria para satisfacer la demanda de manera sostenible debería multiplicarse entre por diez y por quince. Esta situación demuestra la casi total ilegalidad de la producción forestal maderera y de la satisfacción de la demanda de productos forestales en el estado y, además, explica parcialmente la falta de adopción de la ordenación como actividad controlada y sostenible a causa de la amplia disponibilidad de productos forestales ilegales que poseen un costo de explotación menor y, por lo tanto, un precio más reducido. Además, la ilegalidad en la oferta de leña y carbón subsidia la ilegalidad fiscal de los sectores industriales que utilizan la leña y el carbón vegetal como fuente energética. Es preocupante la participación casi irrisoria de las áreas de ordenación forestal en una época en la que la mayoría de los programas y convenciones internacionales piden el uso sostenible como una de las alternativas principales para el desarrollo de la humanidad. 27 Acuerdos y responsabilidades relativos a la práctica de la ordenación forestal sostenible en la caatinga en Pernambuco ACUERDOS Y RESPONSABILIDADES 11 Dado que la propiedad de los bosques es prácticamente exclusiva de los productores privados , la ordenación forestal de la caatinga tendrá lugar únicamente en propiedades privadas. En la actualidad, los principales interesados en la ordenación forestal de la caatinga en el estado de Pernambuco son los siguientes: • Los productores rurales, empleando la ordenación como una alternativa productiva en su propiedad para generar rentas sostenibles. • Los consumidores (industria o comercio), para obtener su fuente de energía de forma legal y reglamentada (abastecimiento continuo de origen conocido). • El Estado, a través de la gestión sostenible de los bosques, para generar empleo y rentas y legalizar la producción y el consumo de productos forestales. El Estado, mediante sus organismos competentes se limita en la práctica a la reglamentación de la ordenación (autorizaciones) y a la fiscalización del consumo de los productos forestales. No obstante, los datos presentados anteriormente (Cuadro 8) indican la existencia de una falta total de control ya que el consumo ilegal supera notablemente la oferta legal. Por otro lado, los organismos estatales carecen de iniciativas de promoción de la ordenación forestal. Hasta el momento los consumidores han demostrado una gran reticencia a participar en la ordenación forestal, bien en tierras propias, bien en tierras arrendadas, debido probablemente a la abundante oferta de madera y carbón ilegal a bajo precio, suficiente para satisfacer su demanda energética. Los productores, aunque están interesados en adoptar la ordenación como actividad productiva, se enfrentan a una serie de exigencias legales y burocráticas que muchas veces los desincentivan y que provocan altos costos que impiden la competitividad de sus productos en un mercado dominado por la ilegalidad. Además, resulta de interés para la sociedad en su conjunto que se empleen los recursos forestales de forma sostenible con el fin de garantizar la satisfacción de la demanda familiar de combustibles forestales junto con la demanda del sector comercial (pizzerías, churrasquerías, etc.). En el ámbito federal, existen en la actualidad dos iniciativas de apoyo específico que promueven la puesta en práctica de la ordenación forestal de la caatinga: • El Proyecto de conservación y uso sostenible en la caatinga, del Ministerio de Medio Ambiente (MMA) con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del PMAM, actúa en dos áreas prioritarias del estado (región del Araripe y polo de Petrolina) y presenta prácticas sostenibles, capacitación y coordinación institucional con vistas a la difusión de la ordenación forestal. • El PNB del MMA que, en asociación con la FAO, apoyó el desarrollo y la puesta en práctica de la ordenación forestal de la caatinga en 13 Proyectos de asentamiento mediante la colaboración con la 12 organización no gubernamental (ONG) Asociación Plantas del Noreste . Todos los demás planes de ordenación consisten en iniciativas privadas, bien por parte de los productores rurales, bien por parte de empresas consumidoras. Sin embargo, la ordenación tiene lugar casi exclusivamente en tierra propia (sea del productor, sea de la empresa) y en muy pocas ocasiones se establece un contrato de arrendamiento, sociedad o comodato entre el propietario de la tierra y una empresa consumidora. Esto es debido principalmente al hecho de que el plazo del contrato debe ser, como mínimo, igual al ciclo de corta, que por ley en el estado debe ser igual o superior a 15 años. Por lo tanto, la responsabilidad jurídica de la ordenación forestal suele recaer en el propietario del bosque o de la tierra. En el caso de los Proyectos de asentamiento, la ordenación forestal se pone en práctica en un área comunitaria. Se establece un acuerdo entre los asentados para: 11 En el bioma caatinga en el estado de Pernambuco existe únicamente un bosque nacional que permita la ordenación forestal sostenible, si bien este bosque fue creado hace muy poco tiempo (2007) y todavía no dispone de un plan de ordenación específico. 12 Una iniciativa similar se viene apoyando también en el estado de Paraíba. 28 • definir el área que se va a ordenar; • definir el producto que se va a obtener (leña, carbón, otros); • dividir las tareas (explotación, transporte interno, producción de carbón, etc.); • repartir la remuneración y los beneficios de la ordenación. El responsable jurídico del plan y de su puesta en práctica es el presidente de cada asociación. Además de la responsabilidad del titular del plan de ordenación forestal, la responsabilidad técnica del ingeniero forestal elaborador y ejecutor del plan se formaliza ante el Consejo Regional de Ingeniería, Arquitectura y Agronomía (CREA) que certifica y controla la calidad profesional de los servicios prestados. La falta de conformidad técnica del plan y de su ejecución supone sanciones jurídicas y la posible cancelación de la habilitación del profesional. El destino de la producción forestal suele ser establecido por el mismo titular del plan de ordenación. Este destino puede ser el usuario final, por ejemplo una industria cerámica que utilizará la leña o una panadería, o un intermediario necesario para la reventa al por menor, por ejemplo un comerciante de carbón en la ciudad de Recife. La mano de obra necesaria para la puesta en práctica de la ordenación forestal sobre el terreno puede ser propia (empleados directos del titular) o externalizada (llamada regionalmente “prestada”). Sin embargo, en todos los casos la remuneración de la mano de obra se realiza siempre sobre la base de la producción (metro de leña talada, número de estacas taladas, etc.) En la mayoría de los casos, la contratación de la mano de obra continúa teniendo lugar de manera informal. INSTITUCIONES DIRECTAMENTE RESPONSABLES DE LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES La responsabilidad institucional de la gestión de los recursos forestales recaía hasta hace poco (2 de marzo de 2006) de manera general en el IBAMA, organismo del ámbito federal vinculado al MMA. El fundamento legal partía del Código Forestal (Ley Nº 4 771 del 15 de septiembre de 1965) y la ordenación forestal se regulaba mediante Instrucciones Normativas. La primera Instrucción Normativa que trató la ordenación forestal de la caatinga fue la IN Nº 1 del 25 de febrero de 1994. El 6 de octubre de 1998 tal IN fue revocada por la IN Nº 1, que a su vez fue revocada por la instrucción en vigor actualmente, la IN Nº 3 del 4 de mayo de 2001. Esta IN define las normas de la elaboración, la aplicación y el seguimiento de los planes de ordenación forestal sostenible en la caatinga. Con la aprobación de la Ley Nº 11 284 del 2 de marzo de 2006 (Ley de gestión de los bosques públicos), la responsabilidad de la gestión de los recursos forestales pasó a residir en los órganos estatales del Sistema Nacional de Medio Ambiente (SISNAMA), con la excepción de los bosques públicos de dominio de la Unión, en las unidades de conservación creadas por la Unión y en las actividades potencialmente causantes de repercusiones ambientales nacionales o regionales, definidas en una resolución del Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), que quedaron bajo responsabilidad del IBAMA (art. 83). La decentralización creó en Pernambuco una situación muy confusa e inoperante, ya que el IBAMA no tenía autoridad para actuar y el organismo estatal no tenía estructura ni medios para cumplir con esta nueva responsabilidad. Con el objetivo de reducir las repercusiones de este cambio abrupto y de permitir teóricamente un traspaso gradual de la responsabilidad y la competencia, se firmó a finales de 2006 un Acuerdo de cooperación técnica entre el IBAMA y la CPRH. Este acuerdo establecía un plazo hasta el 31 de julio de 2007 para que el IBAMA evaluase, aprobase, rechazase o resolviese posibles procesos pendientes relacionados con los planes de ordenación forestal protocolados en este organismo. Consecuentemente, todos los nuevos planes de ordenación forestal quedaron bajo responsabilidad de la CPRH. A partir de agosto de 2007 tuvo lugar una ausencia de actuación en los procesos antiguos y a comienzos de 2008 se firmó el Primer acuerdo adicional, que amplió el plazo indicado hasta el 20 de diciembre de 2008. Por lo tanto, en la situación actual el IBAMA-PE es el responsable de la ordenación forestal de los procesos antiguos protocolados en la Superintendencia antes de marzo de 2006 y de la ordenación de las Unidades de conservación federales. El sistema de actuación de ambas instituciones con relación a la ordenación forestal de la caatinga es prácticamente idéntico y puede resumirse en las siguientes etapas: 1. Protocolización del plan de ordenación por parte del interesado; 2. Análisis técnico y jurídico del plan; 3. Inspección técnica de campo; 29 4. Emisión de parecer (aprobación, solicitud de ajustes, rechazo); 5. Emisión de autorización del primer tramo; 6. Informe técnico anual elaborado por el responsable técnico; 7. Análisis del informe e inspección de campo; 8. Emisión de parecer y autorización del segundo tramo. El plazo necesario para llevar a cabo las etapas 1 a 5 suele alcanzar fácilmente los 12 meses. Igualmente, el plazo necesario para las evaluaciones anuales es excesivamente largo. Las principales causas de esta situación son las siguientes: • falta de recursos humanos; • falta de recursos financieros, sea de forma genérica, sea para asuntos específicos, sea en determinados períodos del año; • falta de apoyo logístico (vehículo); • falta de establecimiento de prioridades de la ordenación en las instituciones responsables. La demora de este proceso constituye, sin duda, un factor desincentivador para la puesta en práctica de la ordenación por parte de los productores. La estructura disponible en el organismo estatal responsable es insuficiente para satisfacer todas las demandas del sector forestal, lo que resulta perjudicial para el seguimiento de la ordenación forestal. INSTITUCIONES INVOLUCRADAS INDIRECTAMENTE EN EL USO DE LOS RECURSOS FORESTALES Además del IBAMA y de la CPRH, existen otras instituciones que intervienen en el destino de los bosques naturales de forma indirecta: los organismos vinculados a la reforma agraria. En el ámbito federal se trata del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) y en el ámbito estatal del Fondo de Tierras de Pernambuco (FUNTEPE). El INCRA es responsable de la 13 desapropiación de tierras clasificadas como “improductivas” (muchas veces tras un proceso de ocupación por parte de productores sin tierra). Esto no ocurre necesariamente en el caso del Crédito Agrícola (FUNTEPE), donde las asociaciones de productores se inscriben y reciben apoyo para la compra de propiedades dentro de un sistema de crédito y apoyo para la instalación y puesta en práctica del asentamiento. A pesar de que no se dispone de datos cuantitativos, las áreas en cuestión suelen presentar una extensa cubierta forestal nativa. De manera general, este modelo de política agraria conlleva dos situaciones de gran repercusión en la gestión de los recursos forestales en el estado: • el desencadenamiento de un proceso significativo de ocupación de tierras, forestadas principalmente para usos alternativos (agricultura, ganadería, etc.); • un proceso acelerado de eliminación de los bosques nativos en la fase inicial del asentamiento debido a 14 la falta de apoyo estructural y de medios de subsistencia de la población asentada , que encuentra en los productos forestales su única fuente de renta. Hasta 2007, la ordenación forestal no era considerada una alternativa productiva dentro de la política de reforma agraria en el estado. El interés por parte de los organismos responsables aumentó únicamente tras la aparición de la iniciativa APNE/MMA/PNB de implantación de la ordenación forestal en asentamientos del interior, debido principalmente a sus ingresos inmediatos como alternativa laboral para el período seco y por el potencial de integración con otras actividades rurales tales como la apicultura. Recientemente estas iniciativas han recibido apoyo adicional por parte del Ministerio de Desarrollo Agrícola (MDA) y la Cooperación Alemana (GTZ) con el fin de vincular producción y conservación, disminuir los pasivos ambientales de la reforma agraria y, además, contribuir a la lucha contra la desertificación. La existencia en el estado de un curso de ingeniería forestal en la Universidad Federal Rural de Pernambuco (con maestría y doctorado) ofrece, en principio, unas condiciones favorables en términos de recursos humanos capacitados. Además de que el curso no se centra específicamente en la caatinga y en su ordenación, la mayoría de los ingenieros formados trabajan fuera del estado o en otras actividades profesionales. 13 En la mayoría de los casos, las tierras improductivas son propiedades con un alto porcentaje de bosques nativos conservados. En el inicio del proceso del asentamiento se enfatizan los proyectos de infraestructuras (casa, energía eléctrica, cisternas), mientras que los proyectos productivos se abordan posteriormente y necesitan un tiempo para dar resultados. 14 30 PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA EN EL USO DE LOS RECURSOS FORESTALES Existen aproximadamente diez ONG que actúan en la promoción de la agroecología y los sistemas agroforestales (SAF). En el caso de los SAF, la mayor actividad tiene lugar fuera del dominio de la caatinga, en áreas que presentan condiciones climáticas más favorables para los sistemas ya conocidos, como la región de altitud y la Zona de la Mata. En la actualidad únicamente la Asociación Plantas del Noreste (APNE) se ocupa directamente de la ordenación forestal sostenible de la caatinga. Esta entidad no gubernamental suma experiencia con ordenación forestal en asentamientos rurales y con pequeños productores individuales desde el año 2000. La entidad establece sociedades con los productores y asentamientos para la elaboración y puesta en práctica de la ordenación forestal de forma participativa en el marco de proyectos apoyados por diferentes organizaciones. La Asociación Pernambucana de Ingenieros Forestales, que reúne a los profesionales forestales del estado, existe desde hace varios años pero no promueve la ordenación de la caatinga. 31 Base política, jurídica y formal: política gubernamental y legislación para la ordenación forestal de la caatinga BASE JURÍDICA PARA LA POSESIÓN DE LAS TIERRAS Y EL ACCESO A LOS BOSQUES EN LA CAATINGA 15 La Constitución Federal garantiza el derecho de propiedad en su artículo 5, XXII y, al mismo tiempo, reconoce expresamente su función social (art. 5, XXIII). Artículo 5, XXII. Se garantiza el derecho de propiedad. Artículo 5, XXIII. La propiedad atenderá a su función social. El cumplimiento de la función social viene definido por el artículo 186 I y II cuando la propiedad rural atiende también a la preservación del medio ambiente. Artículo 186 I y II de la Constitución Federal: La función social se cumple cuando la propiedad rural se ajusta, simultáneamente, según los criterios y grados de exigencia establecidos en la ley, a los siguientes requisitos: aprovechamiento racional y adecuado, utilización adecuada de los recursos naturales disponibles y preservación del medio ambiente. De esta forma, la Constitución impone al propietario rural la obligación de ejercer su derecho de propiedad no sólo en su propio y exclusivo interés, sino también en beneficio de la comunidad y de conformidad con la preservación de la calidad ambiental. A su vez, el Código Forestal (Ley Nº 4 771 del 15 de septiembre de 1965) expresa en su artículo 1 que los bosques son bienes de interés común para todos. Artículo 1. Los bosques existentes en el territorio nacional y las demás formas de vegetación, reconocidas de utilidad para las tierras que revisten, son bienes de interés común para todos los habitantes del país y sobre ellos se pueden ejercer derechos de propiedad con las limitaciones que la legislación en general y especialmente la presente Ley establecen. La explotación de los bosques está prevista en su artículo 19. Artículo 19. La explotación de los bosques y formaciones sucesivas, tanto de dominio público como de dominio privado, dependerá de la previa aprobación por parte del organismo estatal competente del SISNAMA, así como de la adopción de técnicas de conducción, explotación, reposición forestal y ordenación compatibles con los variados ecosistemas que la cubierta arbórea forme. En el caso de las tierras indígenas, la ley restringe: Artículo 3-A. La explotación de los recursos forestales en tierras indígenas solamente podrá ser realizada por las comunidades indígenas en régimen de ordenación forestal sostenible para permitir su subsistencia y respetando los artículos 2 y 3 del presente Código (MP Nº 2 166-67 del 24 de agosto de 2001). BASE JURÍDICA PARA LA ORDENACIÓN FORESTAL EN LA CAATINGA Las disposiciones institucionales actuales en lo relativo a la ordenación forestal de la caatinga en el estado de Pernambuco son acompañadas y respaldadas por bases jurídicas federales y estatales que, por un lado, definen las responsabilidades y, por otro, definen los procedimientos operativos para la puesta en práctica de la ordenación forestal de la caatinga. En el ámbito federal, la base jurídica está formada por el Código Forestal (Ley Nº 4 771 del 15 de septiembre de 1965) y la Ley de gestión de los bosques públicos (Ley Nº 11 284 del 2 de marzo de 2006). Operativamente, la ordenación forestal de la caatinga está normada por las siguientes Instrucciones Normativas: • IN Nº 4 del 11 de diciembre de 2006 sobre la autorización previa al análisis técnico de los planes de ordenación forestal sostenible (APAT). Esta Instrucción estipula sobre el análisis de la viabilidad jurídica de la práctica de la ordenación forestal sostenible. 15 En la legislación brasileña no se distingue entre hombres y mujeres en relación con el derecho a la propiedad. 32 • IN Nº 3 del 4 de mayo de 2001 del IBAMA (procedimientos relativos a la ordenación forestal sostenible de la vegetación nativa y sus formaciones sucesivas en la región Noreste de Brasil). En el ámbito estatal, tras la aprobación de la Ley Nº 11 284 la CPRH emitió su propia Instrucción Normativa 007/2006 del 29 de diciembre de 2006 que “disciplina los procedimientos de la CPRH referentes a la aprobación de la localización de la Reserva legal en propiedades y posesiones rurales, a la autorización de la eliminación de vegetación e intervención en Áreas de preservación permanente y a la autorización del desarrollo de actividades forestales en el estado de Pernambuco”. De forma resumida, la autorización de las actividades de explotación de la vegetación en el estado de Pernambuco solamente es posible mediante dos modalidades: la ordenación forestal; y la eliminación de la vegetación para el uso alternativo del suelo. En este último caso, la reposición forestal es obligatoria mediante la reforestación. En el caso de los Proyectos de asentamiento, la ordenación forestal sostenible de la caatinga se autoriza únicamente tras la concesión de la licencia ambiental, también responsabilidad de la CPRH. Es interesante observar algunas peculiaridades jurídicas con relación a la ordenación forestal sostenible, a saber: 1. El plan de ordenación forestal, tanto para el IBAMA como para el CPRH, deberá ser elaborado obligatoriamente y seguido por un ingeniero forestal debidamente habilitado. Actualmente, tanto las entidades gubernamentales como las no gubernamentales de asistencia técnica no disponen de ingenieros forestales en sus plantillas de funcionarios (con raras excepciones), lo que hace que no sean aptas para promover o poner en práctica esta actividad en colaboración con los productores rurales. De este modo, la ordenación forestal y su promoción quedan limitadas a pocas entidades y son llevadas a cabo principalmente por profesionales autónomos del estado. 2. La legalización de la ordenación forestal (incluido el registro de la Reserva legal y la concesión de licencia) implica el cobro de tasas por parte de los organismos responsables; ello sobrecarga bastante la actividad, especialmente para los pequeños productores, y es un obstáculo innecesario. En el caso específico del IBAMA, por ejemplo, la aplicación de la ordenación forestal simplificada en pequeñas propiedades (<150 ha) implica el 16 pago anual de una tasa de inspección de 289 BRL (180 USD) . Al mismo tiempo, las autorizaciones de desmonte para áreas con menos de 20 ha están exentas de tasas. Así, contradictoriamente, el propio organismo 17 responsable favorece el desmonte y castiga la ordenación sostenible . 3. Uno de los principales obstáculos de la ordenación forestal es el rigor de análisis y la cantidad de exigencias administrativas referentes a la documentación de la propiedad. Muchas propiedades del interior presentan situaciones en que, o bien no se dispone de documentación legal de posesión, o bien el documento existente no coincide con la realidad del campo. El costo de regularización agraria es bastante alto y desincentiva a los propietarios para continuar con la ordenación en función de los posibles beneficios futuros. En este sentido, sería necesario y ventajoso que los organismos identificaran formas alternativas de garantizar la legalidad mínima necesaria de la posesión de la tierra, principalmente porque, al contrario de otras regiones del país, en Pernambuco no suelen ocurrir disputas por la posesión de la tierra por parte de terceros. 16 A título de comparación, nótese que el salario mínimo es de 415 BRL o 259 USD. Considerando un ciclo de corta de 15 años, un desmonte anual de 20 ha equivaldría a un plan de ordenación de 300 ha, para el cual ya se exige un inventario y un plan de ordenación completo. 17 33 Estudios de caso En el caso de la caatinga, al tratarse siempre de propiedades privadas las disposiciones legales y de acceso a los bosques no cambian. Las principales diferencias son el tamaño de los planes, la viabilidad económica, la generación de empleo y el reparto de los beneficios entre los titulares. A continuación se presentan tres experiencias de planes de ordenación forestal de la caatinga que ejemplifican los diferentes niveles de implementación que tienen lugar hoy en día en el estado: • plan de ordenación extenso para satisfacer el consumo industrial propio; • plan de ordenación con pequeños productores rurales individuales; • plan de ordenación en Proyecto de asentamiento (comunitario). Estos estudios de caso se resumen en la matriz incluida en el Cuadro 9. ESTUDIO DE CASO 1 Se trata de un plan de ordenación de una empresa consumidora de leña que adquirió una propiedad de cerca de 6 000 ha en la caatinga, en el municipio de Tupanatinga, con el objetivo específico de satisfacer su demanda de manera sostenible. En este acuerdo el titular es el dueño de la empresa consumidora y también el dueño de la propiedad. Él mismo contrató a un ingeniero forestal autónomo para la elaboración del plan de ordenación y la orientación relativa a su puesta en práctica. El uso de la tierra de la propiedad se destina casi exclusivamente a la ordenación forestal, a excepción de la Reserva legal y de una pequeña área destinada a la agricultura. El inventario forestal y el plan de ordenación cumplen con las exigencias de la legislación en vigor y está prevista la explotación mediante corta rasa en franjas alternas con un ciclo de corta de 15 años. La mano de obra necesaria para la ejecución del plan se contratará en los municipios de la región. En primera instancia el plan fue presentado al IBAMA-PE en mayo de 2005 y fue aprobado técnicamente. El análisis jurídico exigió una serie de documentos adicionales referentes a la comprobación de la propiedad legal que prolongaron el proceso hasta el momento de la decentralización de la gestión forestal al estado. En febrero de 2008 el proceso se retiró del IBAMA-PE y se envió a la CPRH, donde se encuentra en la fase final de análisis. La contribución del plan, en términos de generación de empleo, renta y oferta de leña, es muy significativa, tal y como se puede apreciar por las cifras del Cuadro 16. La evaluación de este caso demuestra que, al tratarse de un área relativamente extensa (6 000 ha), el análisis del proceso implica un rigor absoluto y el recelo de los organismos responsables y sus técnicos para su aprobación. Mientras que el plan no sea aprobado, el objetivo principal de garantizar una oferta sostenible de leña sigue siendo imposible. ESTUDIO DE CASO 2 El plan de ordenación de la Fazenda Feliciano partió de una iniciativa conjunta entre la APNE y pequeños productores de la región de Moxotó. Se trata de una propiedad privada de 99 ha, 49,5 ha de las cuales se destinaron a la ordenación forestal. Es importante incidir en que la actividad rural no es la única fuente de renta del propietario y en que la producción de carbón ya formaba parte del día a día del productor. La APNE se responsabilizó de la elaboración del plan de ordenación y garantiza el seguimiento técnico del mismo. El plan fue elaborado y enviado al IBAMA-PE, donde fue aprobado en 2004. Al tratarse de una propiedad menor de 150 ha, se adoptó la modalidad de plan de ordenación simplificado, lo que implica una metodología más sencilla para el inventario forestal y la presentación simplificada del plan. El primer tramo se ejecutó en 2004-2005. Seguidamente, el plan fue suspendido temporalmente a la espera de la decisión del IBAMA sobre la posible exención de la tasa de inspección. Esto no ocurrió y el plan se retomó en 2007, cuando se ejecutó el segundo tramo. El IBAMA-PE continúa realizando el seguimiento de este plan. También en este caso, el tipo de explotación es la corta rasa con un ciclo de corta de 15 años. El objetivo de la ordenación es la producción de carbón vegetal para su comercialización en Recife. El plan genera empleo local para entre dos y tres trabajadores durante dos o tres meses en la propiedad y ofrece una renta bastante significativa para el propietario (aproximadamente cinco salarios mínimos). 34 ESTUDIO DE CASO 3 Este caso se ocupa del plan de ordenación en el Proyecto de asentamiento São Lourenço, en el municipio de Serra Talhada. El asentamiento se creó en el marco de la reforma agraria federal (INCRA) en 2002 y cuenta con 22 familias asentadas. La ordenación forestal en el asentamiento fue llevada a cabo por la APNE en el marco de un proyecto apoyado por el MMA, el PNB y la FAO a partir de 2006. La ordenación forestal es implementada en un área comunitaria que fue identificada a través del Diagnóstico rural participativo dentro de la planificación del uso de la tierra del asentamiento. Este plan de ordenación fue uno de los primeros planes enviados a la CPRH en enero de 2007. La aprobación del plan se vio dificultada porque el INCRA debía registrar la Reserva legal y requería una licencia ambiental. La autorización fue emitida a finales de marzo de 2008 y el plan ya se encuentra en ejecución. Su objetivo principal es la producción de carbón vegetal para su comercialización en el mercado regional. El tipo de corta empleada es la corta selectiva (preservación de especies protegidas por ley y por los asentados) con un ciclo de corta de 15 años. La ordenación es una alternativa muy atractiva para el asentamiento por ser una actividad del período seco que proporciona empleo a los asentados y contribuye con una renta bruta media anual de 1 024 BRL por familia. Igualmente, en lo relativo a los organismos ambientales la ordenación forestal en el asentamiento contribuye a reducir significativamente los pasivos ambientales. 35 CUADRO 9 Matriz comparativa de los tres estudios de caso de ordenación forestal de la caatinga en Pernambuco Característica Estudio de caso 1 Estudio de caso 2 Estudio de caso 3 Propiedad Fazenda Pedra d’Água Fazenda Feliciano Fazenda São Lourenço Municipio Tupanatinga Sertânia Serra Talhada Tipo de posesión Propiedad privada adquirida para implantar la ordenación forestal. Propiedad privada tradicional. Proyecto de Asentamiento del INCRA. Uso de la tierra Tipo de uso Superfici e (ha) Porc entaj e Tipo de uso Superfici e (ha) Porc entaj e Tipo de uso ha por ciento Agricultura 200 3,3 Agricultura 19,6 19,8 Área de preservación permanente 413,0 42,5 Pasto nativo 0 Pasto nativo Infraestructuras 0 Infraestructuras 8,6 8,8 Agricultura 68,7 7,1 1,4 1,4 Reserva legal 198,2 20,4 Reserva legal 1 197 Preservación permanente 0 Reserva legal 19,8 20,0 Corral 167,8 17,2 Preservación permanente 0 125,0 12,8 76,7 Área forestal que se debe ordenar 49,5 50,0 Bosque nativo para ordenación Área forestal que se debe ordenar 4 586 Total 5 983 Total 972,7 100 100 Total 99,0 100 20,0 Ciclo de corta 15 años 15 años 15 años Tipo de corta Corta rasa en franjas alternas. Corta rasa. Corta rasa con excepción de especies protegidas y previamente seleccionadas. Tramos Tramos secuenciales de 306 ha en promedio. Tramos secuenciales de 3,3 ha. Tramos secuenciales de 8,3 ha. Producto Leña para caldera. Carbón vegetal. Carbón vegetal. Destino Fábrica de productos alimenticios del mismo grupo empresarial. Recife. Intermediario local para el mercado regional y nacional. Producción 28 000 st/año. 257 st/año o 770 sacos de carbón vegetal/año. 1 756 st/año o 5 270 sacos de carbón vegetal/año. Precio 15,00 BRL/st. 7,00 BRL/saco de carbón. 6,00 BRL/saco de carbón. Mano de obra Trabajadores contratados formalmente. Trabajadores contratados. Mano de obra de los propios asentados. Aproximadamente 36 empleos directos. Balance costos-beneficios Concepto Costo anual (BRL/año) Corta de leña 140 000 Transporte de leña 210 000 Tasas anuales y seguimiento técnico 12 000 Valor de la leña en la industria Renta anual (BRL/año) 420 000 Equivalente a aproximadamente 3 ó 4 empleos directos. Saldo anual (BRL/año) Concepto Costo anual (BRL/añ o) Corta de leña Producción de carbón Renta anual (BRL/añ o) Saldo anual (BRL/año) Concepto Costo anual (BRL/año) 1 285 Corta de leña 8 750 1 540 Producción de carbón 10 500 Tasas anuales 289 Tasas anuales 750 Amortización de hornos de carbón 300 Amortización de hornos de carbón 1 500 Renta anual (BRL/añ o) Saldo anual (BRL/año) 36 Total 362 000 420 000 58 000 Valor del carbón en el PA Total Situación actual Ventajas 5 390 3 414 5 390 Valor del carbón en el PA 1 976 31 620 Total 21 500 31 620 10 120 Nota: Los beneficios permitirían también cubrir el consumo con asistencia técnica. Plan de ordenación activo. Permaneció en análisis en el IBAMA durante 2,5 años. Plan de ordenación activo. Lleva en análisis en la CPRH 3 meses. Finalizada la ejecución del segundo tramo. Esperando autorización del tercer tramo. Ejecución del primer tramo en marcha. - Autoabastecimiento legalizado y bajo control propio; - Generación de empleo y renta en la región; - generación de empleo y renta para los asentados; - generación de empleo y renta en la región; - generación de beneficios en la obtención de la fuente energética; - generación de beneficios para el propietario, fortalecido mediante el acceso al mercado interesante de Recife (precio); - generación de beneficios para aplicación en diversas necesidades del Asentamiento; - área significativa bajo ordenación sostenible que contribuye al equilibrio ambiental de la región. - alternativa productiva en la propiedad paralela a actividades agropecuarias tradicionales. - área ordenada como transición para zonas de preservación permanente en la propiedad. 37 Evaluación de la efectividad de los diferentes sistemas de posesión de los bosques La práctica totalidad de los bosques pertenecen a propietarios privados que, como consecuencia, son los responsables de su utilización. Considerando la tendencia a la decentralización de la ordenación forestal junto con la fragilidad institucional de las estructuras gubernamentales, esta realidad, en principio, se presenta como ventajosa. Además, esta situación permitiría una contribución social todavía mayor de los bosques nativos. En el caso específico de la caatinga, la inclusión de los bosques nativos en los sistemas productivos tradicionales (y agrosilvopastorales actuales) favorece el mantenimiento de la cubierta forestal en las propiedades rurales. Por otro lado, la región carece de una “cultura forestal” donde la producción forestal se considere una actividad productiva significativa y merecedora de una planificación organizada. Históricamente, los recursos forestales han sido empleados de manera ilegal para satisfacer distintas demandas, en ocasiones paralelas: corta de leña para suplir la demanda energética industrial (p. ej., cerámica) con el posterior aprovechamiento del área para la plantación de cultivos de subsistencia, o producción de carbón para su venta inmediata en el mercado local o regional con el fin de cubrir el gasto de emergencia en la familia (p. ej., salud). Otro factor que complica la situación es la inconsistencia o la falta de documentación legal de la propiedad de la tierra, que provoca dos situaciones alternativas: la necesidad de regularizar la propiedad, trámite costoso para el propietario; o la imposibilidad de legalizar las actividades ante los organismos ambientales competentes. A su vez, el abastecimiento de productos forestales (principalmente energéticos forestales, como leña y carbón vegetal) de forma legalizada, controlada y con origen comprobado, no parece preocupar al sector industrial/comercial. El abastecimiento ilegal es, aparentemente, ágil, barato y suficiente para no forzar una planificación organizada del abastecimiento por parte de las empresas consumidoras. En lo relativo a los organismos competentes, es notable su rigor en el análisis y el seguimiento de los procesos protocolados, así como la demora en su procesamiento. Si bien este procedimiento pretende promover la calidad de los planes de ordenación y, por lo tanto, conseguir la conservación y la sostenibilidad de los bosques, burocratiza y penaliza a los interesados en legalizar su producción en comparación con la absoluta mayoría ilegal. Estos factores y otros llevan a las siguientes repercusiones para la ordenación de los recursos forestales nativos de la caatinga en el estado: • Como el sistema de posesión de las tierras y de los bosques es prácticamente único (privado), no es el sistema de posesión el que determina la eficacia de la ordenación forestal. • La adopción de la ordenación forestal dependerá en gran medida de la facilidad de la generación ilegal de productos forestales que tengan consecuencias directas en el abastecimiento. • La mayor inversión necesaria para la ordenación forestal en comparación con la producción ilegal (contratación de un ingeniero forestal, tasas, limitación de la libertad de explotación, retraso del proceso) solamente se podrá justificar si existe un precio diferenciado y una fiscalización eficaz, algo que en la actualidad ocurre muy raramente. Las principales ventajas de la ordenación (legalización de la producción, uso sostenible de los recursos, generación de empleo y renta, fijación de la población en el campo, reducción de los pasivos ambientales, provisión de bienes y servicios ambientales) no se perciben apenas como estrategias de desarrollo que debieran ser promovidas por las políticas públicas. El Cuadro 10 presenta un análisis de las oportunidades y amenazas de los principales sistemas de propiedad de bosques en el estado con respecto a la ordenación forestal sostenible y a la reducción de la pobreza. 38 CUADRO 10 Matriz de amenazas y oportunidades para la aplicación de la OFS y su contribución a la reducción de la pobreza en la caatinga de Pernambuco Tipo de propiedad Tierras y bosques en pequeñas propiedades privadas (<50 ha) Puntos fuertes Puntos débiles Oportunidades • • • • • 29 por ciento del área del estado. Pocos conflictos y dudas sobre la propiedad de las tierras y los bosques. Actores bien definidos y población más necesitada. • • • • Tierras y bosques en propiedades privadas medianas (50-200 ha) • • • Pocos conflictos y dudas sobre la propiedad de las tierras y los bosques. 28 por ciento de la superficie del estado. Agentes bien definidos. • • • • Poca formalización e inconsistencia en la documentación legal de la propiedad de la tierraa. Reducida superficie de vegetación nativa (sólo el 20 por ciento). Difícil aplicación de la OFS debido a las restricciones legales (Reserva legal). Número muy elevado de agentes (90 por ciento de los productores rurales) para garantizar la asistencia técnica. Cubierta forestal presente bastante explotada en el día a día (material vegetal existente reducido). Poca formalización e incoherencia en la documentación legal de la propiedad de la tierraa. Reducida superficie de vegetación nativa (sólo el 30 por ciento). Restringida aplicación de la OFS debido a las restricciones legales (Reserva legal). Agentes bien definidos pero numerosos (8 por ciento de los • • • • • • • Amenazas Generación de empleo y renta en el medio rural en períodos sin ingresos agrícolas (estación seca) para la población necesitada. Provisión de productos madereros legalizados. OFS como proveedora de biocombustible. Procesos institucionales para POFS simplificados (al menos, en teoría). • Generación de empleo y renta en el medio rural en períodos sin ingresos agrícolas (estación seca). Provisión de productos madereros legalizados. OFS como proveedora de biocombustible. Los procesos institucionales para POFS pueden ser simplificados (al menos, en teoría). • • • • • • • • • Recomendaciones Explotación y comercialización ilegales. Falta de estructura y capacidad institucional de los organismos responsables. Falta de fiscalización. Falta de programas de asistencia técnica forestal. Falta de programas de crédito adecuados a la realidad de la OFS. • Explotación y comercialización ilegales. Falta de estructura y capacidad institucional de los organismos responsables. Falta de fiscalización. Falta de programas de asistencia técnica forestal. Falta de programas de crédito adecuados a la realidad de la OFS. • • • • • Agilización, priorización y simplificación de los procesos de análisis de los POFS en los organismos ambientales. Exención de tasas para la OFS o incentivos fiscales. Apoyo de la regularización agraria (documentación). Agilización, priorización y simplificación de los procesos de análisis de los POFS en los organismos ambientales. Exención de tasas para la OFS o incentivos fiscales. Apoyo de la regularización agraria (documentación). 39 Tierras y bosques en grandes propiedades privadas (>200 ha) • • • • • Asentamientos rurales (públicos y privados) • • Concentran el 44 por ciento de las tierras con cerca del 50 por ciento de cubierta forestal. Número reducido de agentes (1 por ciento de todas las explotaciones rurales). Buena cubierta forestal en buen estado de conservación. Pocos conflictos y dudas sobre la propiedad de las tierras y los bosques. Normalmente, documentación legal de la propiedad de la tierra coherente. • 5,4 por ciento de la superficie del estado (0,4 · 106 ha). En la etapa inicial, generalmente con buena cubierta forestal nativa. • • productores rurales) para garantizar la asistencia técnica. Poco interés en la OFS como actividad de generación de renta. Poca voluntad para hacer frente a la burocracia del proceso del POFS. • • • • • Falta de asistencia técnica específica y no consideración de la OFS como alternativa productiva. Falta de profesionales forestales en los organismos de reforma agraria y de asistencia técnica rural. • • • • • • Posibilidad de abarcar grandes superficies de bosques nativos con pocos productores. Generación de empleo y renta en el medio rural en períodos sin ingresos agrícolas (estación seca). Provisión de productos madereros legalizados. OFS como proveedora de biocombustible. Superficies significativas con cubierta forestal nativa. Superficies comunitarias. La OFS contribuye significativamente a la generación de empleo y renta en los mismos asentamientos (evitar abandono). Abastecimiento legal de productos forestales. OFS como proveedora de biocombustible. Participación de un gran número de • • • • • • • • Posibilidad de exigencia de EIARIMAb para superficies superiores a 100 ha. Explotación y comercialización ilegales. Falta de estructura y capacidad institucional de los organismos responsables. Falta de fiscalización. Falta de programas de crédito adecuados a la realidad de la OFS. • Falta de medios de subsistencia, que lleva a los asentados a recurrir a la deforestación ilegal para sobrevivir. Aprovechamiento (abuso) por parte de los sectores consumidores de la situación crítica de subsistencia en los PA para obtener productos forestales baratos (e ilegales). Falta de coordinación interinstitucional entre los organismos de reforma agraria y los organismos ambientales. • • • Agilización, priorización y simplificación de los procesos de análisis de los POFS en los organismos ambientales. Exención de tasas para la OFS o incentivos fiscales. Inclusión de la OFS en la planificación de la reforma agraria y previsión de recursos para la asistencia técnica específica. Exención de tasas para la OFS. 40 familias rurales de renta reducida. a A pesar de existir una gran incoherencia en la documentación legal de las tierras (a veces las áreas escrituradas son diferentes a las áreas legales o los documentos son recibos o el reparto de una herencia pero no la escritura en sí misma), existen pocas dudas y conflictos en el campo. Los límites físicos del campo entre las propiedades están bien definidos y se respetan. b EIA-RIMA: Estudio de Impacto Ambiental e Informe de Impacto Ambiental. Exigido a partir de la Resolución del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). Se trata de un estudio profundo que debe ser realizado por un equipo multidisciplinar con detalle del posible impacto ambiental y las posibles medidas mitigadoras. 41 Recomendaciones para la ordenación sostenible de los bosques y la reducción de la pobreza en el contexto de la posesión y el acceso a los recursos forestales Considerando que la posesión de la tierra es casi exclusivamente privada en todas las categorías de tamaño de la propiedad (micro, pequeña, mediana y grande), el acceso a los recursos forestales, en principio, está garantizado para los diferentes agentes. En la práctica, sin embargo, los pequeños propietarios (y en menor grado los medianos propietarios) no tienen recursos financieros suficientes para obtener las autorizaciones requeridas para la producción forestal legalizada con planes de ordenación. Así, se ven obligados a realizar el aprovechamiento de forma ilegal. A pesar de que la ordenación forestal es más adecuada para las propiedades rurales con más de 200 ha porque poseen un área forestal mayor y disponen más fácilmente de recursos para las inversiones iniciales, existe un gran número de pequeños productores y, por razones sociales y por su disponibilidad de bosques, es urgente realizar esfuerzos por incluirlos en una política de promoción de la ordenación forestal. Específicamente en las áreas de reforma agraria, la ordenación forestal de la caatinga resulta atractiva e imprescindible a la vez. Es imprescindible porque reduce los pasivos ambientales y evita la degradación ambiental, y atractiva porque proporciona una alternativa de empleo y renta, la fijación de los asentados en la propiedad, el uso sostenible de los recursos naturales en una superficie significativa del estado y la producción forestal legalizada para satisfacer la demanda, lo que disminuye las acciones ilegales. Por ello, será preciso incluir la perspectiva del aprovechamiento racional de los recursos forestales en las fases de obtención y planificación del uso de la tierra en los asentamientos y crear unos mecanismos de asistencia técnica específicos. La posesión de la tierra, al ser principalmente de naturaleza privada, no promueve ni impide la ordenación forestal por sí misma. La ordenación forestal deberá y podrá ser impulsada mediante otras medidas, a saber: • refuerzo de la fiscalización para controlar y reducir la producción y comercio ilegales de productos forestales; • promoción de la ordenación mediante la exención de tasas, el pago por los servicios ambientales e incentivos fiscales tanto para los propietarios de los bosques como para los consumidores de los productos forestales; • prestación de asistencia técnica específica a los pequeños propietarios y asentamientos rurales desprovistos de recursos financieros para iniciar la actividad; • agilización del proceso de análisis y aprobación de los planes de ordenación por parte de los organismos competentes. Esta agilización podrá llevarse a cabo a través de la priorización eficaz de los procesos en los organismos (lo que no ocurre en la práctica en la actualidad) y a través de la emisión de autorizaciones preliminares en los casos con procesos administrativos pendientes que requieren de un plazo mayor para la regularización pero sin repercusiones en la aplicación de la ordenación (por ejemplo, registro de la Reserva legal por parte del INCRA, que es un proceso lento pero seguro); • apoyo de la regularización agraria de las propiedades con interés en poner en práctica la ordenación forestal, ya que es uno de los puntos más críticos y fuente principal de la inviabilidad de la ordenación forestal en las explotaciones rurales. El objetivo principal de este apoyo serán los pequeños y medianos productores rurales y podría articularse y viabilizarse mediante el organismo estatal de tierras (FUNTEPE). La posible falta de ingenieros forestales o entidades especializadas en asistencia técnica forestal no parece suponer un problema importante. En realidad, a partir del surgimiento de la demanda de la ordenación forestal en el estado, la capacidad técnica y humana se desarrollará naturalmente. Por otro lado, en los últimos años ya se ejecutaron iniciativas de capacitación específica para la puesta en práctica de la ordenación forestal de la caatinga en el estado. Es necesario realizar un proceso de divulgación e información adecuado sobre la temática de la ordenación forestal de la caatinga para que los diversos sectores de la sociedad puedan conocer su verdadera contribución al uso sostenible y la conservación de los recursos naturales. 42 Paralelamente, se debe buscar el debate sobre la ordenación forestal junto con otros temas actuales, tales como la conservación de la biodiversidad, los sistemas agroforestales, la energía y los biocombustibles y la lucha contra la desertificación, entre otros. 43 Ordenación forestal sostenible en la caatinga en asentamientos rurales en el interior del estado de Pernambuco Socios: Ejecución: APNE Apoyo: MMA-PNB MDA INCRA FUNTEPE Vlaams Fonds Tropisch Bos – Groenhart vzw Localización: Tipo de uso Porcentaje Número de asentamientos: 13 Reserva legal 21 Área total de los asentamientos: 8 692,53 ha APP 12 Número total de familias: 266 Ordenación forestal sostenible 25 Superficie media por familia: 32,7 ha Corral 24 Uso medio del suelo: Agricultura 18 Superficie media de ordenación por familia: 9 ha Otros 0 (mínima: 3,6 ha; máxima: 16,6 ha) Total 100 Producción total anual: 15 232 st de leña o 45 737 sacos de carbón anuales Producción anual media por asentamiento: 1 172 st de leña o 3 518 sacos de carbón anuales Generación de empleo total: 7 829 días/hombres anuales Rendimiento bruto por familia al año: promedio: 890,00 BRL; mínimo: 271,00 BRL; máximo: 2 002,00 BRL. 44 RECUADRO 1 Ordenación forestal sostenible de la caatinga como alternativa en los asentamientos rurales La presión social demanda al Gobierno federal que intervenga de manera continuada con relación a la reforma agraria. Cada año se redistribuyen varios millares de hectáreas de tierra en el estado de Pernambuco. En función del caso, hasta el 50 por ciento de estas tierras está cubierto con vegetación nativa de buena calidad, lo que permitiría la ordenación forestal sostenible como actividad de producción y conservación. Hasta el momento ningún organismo gubernamental ha considerado la ordenación forestal sostenible de la caatinga como una actividad productiva y de conservación aplicable en los Proyectos de asentamiento. Tan sólo una única iniciativa piloto realizada a través de una sociedad creada entre la Asociación Plantas del Noreste, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Desarrollo Agrícola puso en práctica la ordenación en 13 Proyectos de asentamiento. Quedó patente así tanto su potencial para crear empleo y renta (entre uno y cuatro salarios mínimos por familia al año) como su importante contribución al abastecimiento legal y sostenible de la demanda de leña y carbón en este estado, así como a la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad (mediante la ordenación, la Reserva legal y las Áreas de preservación permanente, más del 50 por ciento de cada asentamiento), repercusión ambiental ésta inédita y fundamental tanto para los asentamientos como para el estado (incremento del número de POFS en un 50 por ciento y del área ordenada en este estado en un 14 por ciento). Solamente una entidad (APNE) trabaja con la ordenación forestal conjuntamente con los asentamientos y los pequeños productores. Las demás entidades de asistencia técnica en la zona rural no disponen de personal profesional cualificado para llevar a cabo la ordenación forestal. De esta manera, los asentamientos mantienen la regla general de eliminar la vegetación nativa en favor de la agricultura y la ganadería –muchas veces menos rentables que la ordenación forestal– o, por necesidad básica de supervivencia, emplean los bosques nativos de forma irracional e ilegal. Por ello, es fundamental que exista un apoyo formal de la ordenación forestal sostenible en los programas de reforma agraria que la establezca como una actividad productiva apoyada con líneas de crédito adecuadas y con asistencia técnica compatible. RECUADRO 2 La cuestión institucional Si bien la ordenación forestal de la caatinga lleva realizándose desde el inicio de la década de 1990, continúa siendo una actividad forestal marginal. Tal marginalización es evidente en diversas áreas. Los estudios e investigaciones sobre ordenación forestal comenzaron a ser cualificados y formalizados tras la creación de la Red de Ordenación Forestal de la Caatinga en 2004. A excepción de las iniciativas de la Red, las investigaciones sobre la ordenación forestal de la caatinga son prácticamente inexistentes, a pesar de la existencia de cuatro cursos de ingeniería forestal (uno de ellos en Pernambuco) y del Centro de Investigación del Trópico Semiárido de Embrapa. Las líneas de crédito, desde su creación hace varios años, son generales para la actividad forestal y promueven principalmente la reforestación. Estas líneas de crédito resultan inadecuadas para la ordenación forestal y, a pesar de diversos intentos de cambio, al día de hoy siguen siendo inviables. La asistencia técnica forestal en el estado es prácticamente inexistente. Tan sólo existe una organización no gubernamental con actividades al respecto y que proporciona apoyo a las comunidades. Los profesionales liberales llevan a cabo la ordenación mediante planes de ordenación forestal en el mercado libre. Los organismos ambientales responsables (CPRH e IBAMA), a pesar de defender la ordenación forestal de la caatinga como alternativa principal para el suministro sostenible y legalizado de productos forestales, no consiguen tratar la ordenación con la debida prioridad. Los procesos de ordenación se retrasan (fácilmente se retrasan un año para realizar el análisis y conseguir la aprobación) y exigen mucha documentación. Existe un rigor extremo (que en principio sería loable) en lo que respecta a la OFS mientras no se consiga controlar la oferta ilegal de productos en el mercado. Es probable que esta oferta ilegal sea el principal obstáculo al que se enfrente la OFS. Existe una gran desconfianza en los organismos, ya que se cree que las autorizaciones de los POFS son una tapadera para la producción ilegal dispersa. Por lo tanto, resulta importante cualificar la OFS y concienciar no sólo a los productores rurales, sino también a las instituciones y a sus profesionales. Conclusiones Acceso a los bosques: • El 33 por ciento de la superficie de los asentamientos está ocupado por la Reserva Legal y el Área de preservación permanente (APP) y, por lo tanto, no existe posibilidad de destinarlas a la producción comercial. Esto hace que el área efectivamente útil para los asentados disminuya, en promedio, de las 32,7 ha a las 22 ha por familia. En torno al 25 por ciento de la superficie total se destina a la ordenación forestal. • Considerando los valores medios obtenidos en el estudio de caso en términos de superficie, uso del suelo y material vegetal, puede deducirse que el módulo mínimo para garantizar la renta de un salario mínimo mensual por familia sobre la base de la ordenación forestal sostenible de la caatinga debería ser de 62 ha. 45 Contribución a la reducción de la pobreza: • La generación de renta gracias a la ordenación depende básicamente de tres factores: la superficie de ordenación; el material vegetal unitario (calidad del bosque), y el precio de venta. La renta obtenida en los PA a partir de la ordenación es bastante importante considerando estos factores, ya que varía entre uno y 18 cuatro salarios mínimos anuales por familia. Las otras actividades productivas generan una renta media de tres salarios mínimos anuales por familia. Por lo tanto, la ordenación ofrece una contribución significativa y sin riesgos climáticos. Contribución al uso sostenible de los recursos forestales: • En 2007 había 26 planes de ordenación activos en el estado. Con la inclusión de los planes en los asentamientos, el número de planes se ha incrementado un 50 por ciento, mientras que la superficie ordenada lo ha hecho un 14 por ciento (2 200 ha). En términos sociales, los planes incluidos en los asentamientos benefician a 266 familias. 18 Salario mínimo: 415,00 BRL = 251,50 USD. 46 Bibliografía Cardoso da Silva, J.M., Tabarelli, M., Tavares da Foseca, M. y Vanicci Lins, L. (orgs.). 2004. Biodiversidade da caatinga: áreas e ações prioritárias para a conservação. Ministerio de Medio Ambiente. Universidad Federal de Pernambuco. Brasilia, Brasil. Consejo Nacional de la Reserva de la Biosfera de la Caatinga. 2004. Cenários para o bioma Caatinga. Secretaría de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Recife, Brasil. Decastro, R.A.M. 2003. A função sócio ambiental da propriedade na Constituição de 1988. Jus Navigandi. Enciclopédia Jurídica Soibelman. Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). 1992. Manual Técnico da Vegetação Brasileira. Série Manuais Técnicos em Geociências Número 1. Río de Janeiro, Brasil. IBGE. 2001. Censo demográfico de 2000: características da população e dos domicílios, resultados do universo. Rio de Janeiro, Brasil. IBGE. Censo agropecuário, 2006 e 1996. SIDRA www.ibge.gov.br Leal, I.R., Tabarelli, M. y Cardoso da Silva, J.M. (eds). 2003. Ecologia e Conservação da caatinga. Editora Universitária da UFPE. Recife, Brasil. Ministerio de Cultura. 2007. Culturas Indígenas Brasileiras. SESC, São Paulo, Brasil. Pernambuco. Secretaría de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. 2002. Atlas da Biodiversidade de Pernambuco. Secretaría de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Recife, Brasil. PROBIO (Proyecto de conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica brasileña). 2007. Subproyecto Estudio de la cubierta vegetal y del uso del suelo y del bioma caatinga. http://mapas.mma.gov.br/geodados/brasil/vegetacao/vegetacao2002/caatinga/documentos/ (relatorio_final.pdf) Sampaio, E.V.S.B., Giulietii, A.M.G., Virgínio, J. y Gamarra-Rojas, C.F.L. (eds). 2002. Vegetação e Flora da Caatinga. Asociación Plantas del Noreste (APNE), Centro Nordestino de Informações sobre Plantas (CNIP). Recife, Brasil. Silva Filho, A.A., Toniolo, E.R., Gabínio, M. y Oliveira, S.F.S. Mapeamento da cobertura florestal nativa lenhosa do Estado de Pernambuco. 1998. Proyecto conjunto PNUD/FAO/IBAMA/BRA/87/007/Gobierno de Pernambuco. Documento de campo Nº 17 de la FAO. Recife, Brasil. Silva, P.S., Solange, E. y Pareyn, F. 1998a. Consumo de energéticos florestais do setor domiciliar no Estado de Pernambuco. PNUD/FAO/IBAMA/Gobierno de Pernambuco. Documento de campo Nº 14 de la FAO. Recife, Brasil. Silva, P.S., Solange, E. y Pareyn, F. 1998b. Consumo de energéticos florestais do setor industrial/comercial no Estado de Pernambuco. PNUD/FAO/IBAMA/Gobierno de Pernambuco. Documento de campo Nº 15 de la FAO. Recife, Brasil. Velloso, A.L., Sampaio, E.V.S.B. y Pareyn, F.G.C. (eds.) 2002. Ecorregiões propostas para o Bioma Caatinga. Asociación Plantas del Noreste, Instituto de Conservación Ambiental The Nature Conservancy de Brasil. Recife, Brasil. http://www.plantasdonordeste.org 47 ANEXO 1. CONSUMO DE LEÑA Y CARBÓN VEGETAL (EN ST/AÑO EQUIVALENTE DE LEÑA) POR SECTOR EN EL ESTADO DE PERNAMBUCO, 1991 Sector Consumo (st/año) Industrial 3 118 020 Comercial 92 075 Familiar 8 907 056 Total Fuente: Silva, Solange y Pareyn, 1998a y 1998b. 12 117 151 ANEXO 2. NÚMERO Y SUPERFICIE DE LAS EXPLOTACIONES POR GRUPOS DE TAMAÑO EN LA CAATINGA DE PERNAMBUCO EN 1996 Número y superficie de las explotaciones por grupos de tamaño en la caatinga de Pernambuco, 1996 Grupos de superficie total Menos de 10 ha Más de 10 y menos de 20 ha Más de 20 y menos de 50 ha Más de 50 y menos de 100 ha Más de 100 y menos de 200 ha Más de 200 y menos de 500 ha Más de 500 y menos de 1 000 ha Más de 1 000 y menos de 5 000 ha Más de 5 000 ha Sin declaración Total Prcentaj e explotaciones 107 850 18 980 19 494 8 533 4 287 2 343 608 297 16 109 162 517 63 Porcentaje 66 12 12 5 3 1 0 0 0 0 100 Superficie total de las explotaciones 336 433 256 949 593 585 580 354 570 301 685 078 403 875 524 723 135 614 0 4 086 911 Porcentaje 8 6 15 14 14 17 10 13 4 0 100 Número de 73 258 630 100 Fuente: IBGE, 1996. Número y superficie de las explotaciones con bosque nativo por grupos de tamaño de la propiedad en la caatinga de Pernambuco, 1996 Menos de 10 ha Más de 10 y menos de 20 ha Más de 20 y menos de 50 ha Más de 50 y menos de 100 ha Más de 100 y menos de 200 ha Más de 200 y menos de 500 ha Más de 500 y menos de 1 000 ha Más de 1 000 y menos de 5 000 ha Más de 5 000 ha Total 14 557 8 950 12 222 6 173 3 190 1 795 478 219 12 47 596 Caatinga: bosque nativo Número de explotaciones Superficie (ha) Porcentaje de la superficie Fuente: IBGE, 1996. 21 711 40 983 141 636 169 702 180 232 219 278 134 240 177 716 49 940 1 135 438 2 4 12 15 16 19 12 16 4 100 100 ANEXO 3. NÚMERO, DIMENSIONES Y LOCALIZACIÓN DE LAS DOS COMUNIDADES QUILOMBOLAS REGISTRADAS EN EL ESTADO DE PERNAMBUCO Municipio Comunidad Número de familias Dimensiones (ha) Organismo expedidor Fecha Garanhuns Castainho 206 183,6 Fundación Cultural Palmarés 14/07/2000 Salgueiro Conceição das Crioulas 750 17 845,0 Fundación Cultural Palmarés 14/07/2000 Fuente: Comisión Pro-Indio de São Paulo (www.cpisp.org.br). ANEXO 4. UNIDADES DE CONSERVACIÓN EN EL BIOMA CAATINGA DEL ESTADO DE PERNAMBUCO EN 2007 Tipo Responsable Nombre de la UC Municipios Categoría Superficie (ha) Vale do Catimbau Buique, Ibimirim y Tupanatinga PARNA 62 300,00 Serra Negra Floresta, Inajá y Tacaratu REBIO 1 100,00 Serra Negra Bezerros Parque ecológico 3,24 Negreiros Serrita FLONA 3.000,04 Chapada do Araripe (Pernambuco, Piauí y Ceará) PE: Araripina, Trindade, Ouricuri, Ipubi, Exú, Santa Cruz, Bodocó, Cedro APA Superficie de PE: 368 583,57 ha. Superficie total: 1 063 000,00 ha Reserva ecológica Mauricio Dantas Floresta y Betània RPPN 1 485,00 Reserva Natural Brejo Saloá RPPN 52,39 Reserva Jurema Belém do São Francisco RPPN 267,5 Reserva Siriema Belém do São Francisco RPPN 290,93 RPPN Calaça Lajedo RPPN 208,63 Reserva Umburana Belém do São Francisco RPPN 131,02 Federal Protección integral Público municipal Federal Uso sostenible Particular Fuente: APNE, estudio propio, 2008. 51