Revista Espiral No. 64 - Facultad De Ciencias Políticas Y Sociales

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Rafael PlancarteX ¿Son racionales las normas sociales?* En el presente artículo se hace un recorrido por el estudio de las normas sociales como uno de los móviles presentes en la acción de los individuos y su relación con el tema de la racionalidad. Se plantea la necesidad de alejarse de las explicaciones de corte funcionalista y de acudir a explicaciones que busquen microfundamentos desde un enfoque intencional. Primero se discute la versión externista de la elección racional para el estudio de las normas sociales. Después se da un recorrido CAJAN=HLKNH=OK?EKHKCÄ=L=N=E@AJPEł?=N las principales críticas a esta versión de la elección racional. Finalmente, se abre un espacio para ver qué tiene que decir la versión internista de la elección racional, particularmente desde la propuesta de Jon Elster. Se asume en las conclusiones que las dos propuestas de la elección racional deben ser complementarias para acercarse al fenómeno de las normas sociales. Palabras clave: normas sociales, racionalidad, intencionalidad, cooperación, orden social. Introducción El principal objetivo de las ciencias sociales es explicar el problema del orden social haciendo uso de tipos de explicación. Podemos establecer así dos conceptos de desorden social: como imposibilidad de predecir los fenómenos sociales, y como falta de cooperación (Elster, 1989a, p. 13). El segundo concepto VHUHÁHMDELHQHQODYLVLyQGH7RPDV Hobbes sobre el estado de naturaleza en donde Dada esta situación de desconfianza mutua, ningún procedimiento tan razonable existe para que un hombre se proteja a sí mismo, como la anticipación, es decir, el dominar por medio de la fuerza o por la astucia a todos los hombres que pueda, durante el tiempo preciso, hasta que ningún otro poder sea capaz de amenazarle (Hobbes, 1994, p. 101). La(s) norma(s) social(es) (NS) son un mecanismo alternativo que compite en la explicación de la acción X Candidato a Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Guadalajara. [email protected] Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad * Una versión previa de este trabajo fue presentada en el Sexto Congreso Internacional de Sociología, realizado en Ensenada, Baja California, los días 22-25 de septiembre de 2014, en la UABC. Agradezco los comentarios de uno de los dictaminadores anónimos. Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 9 Rafael Plancarte XXX humana y en la solución del problema del orden social entendido como falta de cooperación. El otro candidato competidor es la racionalidad, mecanismo auspiciado por una explicación de corte intencional.1 Esta distinción entre NS\UDFLRQDOLGDGUHÁHMDXQDGLYLVLyQWHyULFD\PHWRGROyJLFD IXQGDFLRQDOTXHVHUHÀHUHDODFRQWUDSRVLFLyQHQWUHHVWUXFtura e individuo: aquellas posturas más centradas en lo colectivo han optado por darle más peso a las estructuras, mientras que aquellas más centradas en el individuo y su acción se han caracterizado por su interés en lo contingente, en la agencia y en las motivaciones (Alexander, 1987, p. 18), así como en explicar cualquier comportamiento colectivo a partir del individuo (es decir de lo micro- a lo macro-). Tal enfoque en las ciencias sociales ha sido denominado “individualismo metodológico”, propuesta que incluye diferentes perspectivas y autores que van desde Max Weber a Jon Elster (Farinetti, 1998, p. 109). Este trabajo tiene como objetivo hacer un recorrido por algunos aspectos teóricos y presuposicionales de las NS discutiendo la racionalidad que las envuelve. En la primera parte se discuten algunos aspectos de fondo para el estudio de las NS, entendidas estas como mecanismos que permiten solucionar el problema del orden social en tanto falta de cooperación. En ese apartado se analiza qué tiene que aportar la elección racional (ER) frente a teorías macro-, como el funcionalismo, para el estudio de las NS. Después se hace uso de la teoría de la ER en su versión externista para el estudio de las NS. Se plantea en ese apartado que las NS son regularidades que involucran procesos de acción colectiva, y que a su vez permiten solucionar juegos mixedmotive. Después se hace un periplo por la teoría social y se 1. En realidad, como veremos, ambos candidatos para explicar el orden social pueden estar presentes al mismo tiempo, pero esta distinción inicial permite dar cuenta de dos teorías: el funcionalismo y la elección racional, que privilegian en su análisis de las normas sociales ya sea lo macro- o lo individual. 10 ¿Son racionales las normas sociales? presentan las principales críticas y limitantes de la teoría de la ER. Posteriormente se ofrece la versión internista de la ER, resaltando los aspectos cognitivos que envuelven a las NS y haciendo énfasis en la propuesta de Jon Elster. Finalmente, se ofrecen las conclusiones. 1. Homo economicus y homo sociologicus: aspectos metodológicos y divisiones de fondo La dicotomía racionalidad/NS es una expresión de la contraposición entre individuo y colectividad. Esta dicotomía sobre qué es más importante en la acción, si el individuo o el colectivo, puede ser rastreada desde las tradiciones de la ÀORVRItDSROtWLFD8QDSULPHUDWUDGLFLyQFHQWUDGDPiVHQ el individuo, apuntaría a una visión antropológica del ser KXPDQRFRPRXQVHUDXWRLQWHUHVDGR'LFKDWUDGLFLyQLQÁXLUtDHQHOSHQVDPLHQWRXWLOLWDULVWDHOSUDJPDWLVPRÀORVyÀFR y el liberalismo. Así, para Maquiavelo la naturaleza humana era esencialmente egoísta, “porque de los hombres puede decirse generalmente que son ingratos, volubles, dados al ÀQJLPLHQWRDÀFLRQDGRVDHVTXLYDUORVSHOLJURV\FRGLFLRVRV de ganancias” (Maquiavelo, 1971, p. 338). Hobbes, por su parte, negaba que el hombre fuese social y político por naturaleza, y observaba que la principal preocupación de los hombres era su propia conservación, pues el miedo a la muerte es la más poderosa de las pasiones (Berns, 1993, p.  1yWHQVHODVVLPLOLWXGHV\ODLQÁXHQFLDGHHVWDWUDGLFLyQGHODÀORVRItDSROtWLFDHQDOJXQRVSRVWXODGRVWHyULFRV\ metodológicos de la ER 6DUVÀHOG  2WUDWUDGLFLyQPHQRVSHVLPLVWDVHUtDDTXHOODTXHYHHQHO ser humano a un individuo capaz de actuar pensando en los demás y en el colectivo; un individuo que sigue NS impuestas por la sociedad. Para pensadores como Aristóteles el hombre es por naturaleza un animal político (un animal social), y los individuos tienden naturalmente a congregarse y a Teoría y DEBATE No. 64 11 Rafael Plancarte XXX esforzarse por vivir juntos (quizás el “juego de la seguridad” pueda tener sus fundamentos en esta versión del ser humano). Según esta tradición, los individuos poseen razón,2 tienen noción de lo justo y lo injusto, de lo bueno y lo malo. Son animales racionales y morales, pero es una racionalidad orientada al bien público y sujeta a procesos deliberativos, pues tienden a tener una percepción común de lo que es bueno para ellos y para la colectividad. La tradición griega estaría preocupada, al igual que los funcionalistas, por el bienestar colectivo antes que por el individual, por seguir las NS que se orientan al bienestar público antes que por los intereses privados. También para autores como Rousseau existe en el hombre una tendencia natural a seguir los dictados del grupo y la comunidad. A diferencia de Hobbes, el “hombre natural” de Rousseau no podía pensar muy lejos hacia el futuro, no competía con otros ni tenía necesidades VXSHUÁXDV6XDIHFWRSRUORFRPXQLWDULR\DOPLVPRWLHPSR VXFUHHQFLDHQODYROXQWDGJHQHUDOUHÁHMDQHQHODXWRUVX anhelo de que los individuos olviden sus intereses privados. La comparación entre el funcionalismo y este modelo ideal de comunidad es útil en cuanto se comprende que las NS son mecanismos orientados al bienestar colectivo. Tal enfoque asume que las partes de un colectivo (por ejemplo, la ciudad-Estado, una comunidad cerrada en donde priman las relaciones personales y afectivas opuesta a una sociedad abierta, moderna e impersonal) se orientan con un sentido GHÀQLGRHLQH[RUDEOHTXHWLHQHVXSURSLDOyJLFD\VXVSURSLDV necesidades, lo que Karl Popper entendía como “ingeniería utópica” (Popper, 1945, p. 157), o lo que corresponde a lo teleológico en el funcionalismo. /D SULPHUD WUDGLFLyQ GH OD ÀORVRItD SROtWLFD IXQGDUtD parte de las teorías racionalistas en las ciencias sociales. 2. Elster (2007) ha hecho una distinción entre razón y racionalidad, siendo la primera más trascendente y preocupada por el interés público. 12 ¿Son racionales las normas sociales? La racionalidad implica que los individuos realizan acciones que son el mejor medio para satisfacer sus deseos, dadas sus creencias (Elster, 1989b), en donde el vínculo entre creencias y deseos es un vínculo de racionalidad, pues los individuos buscan sus metas de acuerdo a lo que creen con respecto a una situación (Davidson, 1980, citado por 2YHMHURS /DXWLOLGDGHVSHUDGDHVODSLHGUD de toque de la teoría de la ER externista, y esta sustenta TXHORVLQGLYLGXRVDVXPHQXQPpWRGRHÀFLHQWHSDUDWRPDU decisiones en contextos de riesgo y eligen la mejor acción que llevará al mejor resultado. Los individuos de la ER tienen ODFDSDFLGDGGHLGHQWLÀFDUFXUVRVGHDFFLyQ\GHHOHJLUHO que creen que probablemente les permita obtener el mejor resultado. Se asume que los individuos reconocen lo que es de su interés, por lo cual realizan acciones de acuerdo a sus preferencias, y saben si la opción elegida tendrá beneÀFLRVSRVWHULRUHV 'HQ]DX\1RUWKS $OOOHYDU al extremo algunos de los postulados de la ER, aparecen teorías como el conductismo, que asume que existe una identidad natural de intereses entre los hombres (Homans, 1967), de lo que se desprende que el hombre interactúa e intercambia con otros en una continuidad de transacciones y relaciones de sanción-recompensa, en donde la respuesta de cada individuo ante los demás se da de acuerdo con la retribución que recibe. Los individuos deben satisfacer sus impulsos mediante acciones que son reforzadas, acciones que tienden a repetirse pues el individuo aprende de los EHQHÀFLRV GH KDFHUOR +RPDQV  S   4XL]iV SRU ello en diversas ocasiones se ha caricaturizado a la ER como una teoría que reduce a los individuos a seres que calculan PHFiQLFDPHQWHFRVWRV\EHQHÀFLRV3HURHOFRQGXFWLVPRQR HVXQÀHOUHÁHMRGHODER, pues una conducta guiada por el refuerzo no busca las consecuencias de forma consciente, por lo cual para distinguir el refuerzo de la ER es necesario GHÀQLUORFRPRXQDDFFLyQTXHQREXVFDGHIRUPDGHOLEHUDGD Teoría y DEBATE No. 64 13 Rafael Plancarte XXX dichas consecuencias (Elster, 1989b, p. 86). Sin embargo, la racionalidad no implica que los individuos tengan plena información y una capacidad computacional extraordinaria SDUDGHÀQLUUHVXOWDGRVVLQRVLPSOHPHQWHTXHH[LVWHFRKHrencia entre la acción del actor, sus deseos y su conjunto de oportunidades, y los cursos de acción y creencias respecto a estos. La ER únicamente utiliza la lógica situacional (Aya, 1997), la cual radica en explicar las acciones de los individuos por las disposiciones que toman desde el contexto en el que se hallan tal y como ellos aprecian dicha situación, y en la cual se postula que la gente hace lo cree que debe hacer para alcanzar sus objetivos (Aya, 1997, p. 14). Desde la racionalidad ha sido posible “solucionar” los problemas de cooperación a través de mecanismos como la iteración constante, el peso de futuro, la probabilidad de ser sancionado SRUXQHQWHFHQWUDOHQWUHRWUDVVROXFLRQHV2WURWDQWRRFXUUH con las NS, las cuales, como veremos, permiten solucionar también el problema del “gorrón”, del comportamiento que no ve por el colectivo para la provisión de bienes públicos. /DUDFLRQDOLGDGHVXQPHFDQLVPRTXHVHLGHQWLÀFDFRQ el hombre económico, mientras que las NS VH LGHQWLÀFDQ con el hombre social. Este último es un individuo envuelto en relaciones más colectivas que individuales, a veces más premodernas que modernas. Esta dicotomía nos recuerda lo que planteó Durkheim (1993) respecto a la separación sociedad comunitaria/sociedad moderna. Haciendo énfasis en la solidaridad como un aspecto esencial para la división del trabajo, el autor dio cuenta de que la solidaridad orgánica es la que explica la cooperación en las sociedades modernas, pues al no bastarse por sí mismo el individuo recibe de la sociedad lo que necesita a cambio de su trabajo (Durkheim, 1993, p. 233). Es en esta sociedad donde se dan los individuos racionales. En contraparte, la solidaridad mecánica es propia de sociedades premodernas en donde lo colectivo adquiere sen14 ¿Son racionales las normas sociales? tido. Distinguir al homo economicus del homo sociologicus es útil pues permite abordar la división más importante en las ciencias sociales según Elster, es decir, aquella que alude al tipo de explicación utilizada. En las ciencias sociales han sido utilizados principalmente tres tipos de explicación: la causal, la funcional y la intencional (Elster, 1983, pp. 19-81). La primera se corresponde con el modelo hipotéticodeductivo utilizado por la física y con la concepción de una causalidad férrea, tal como el modelo popperiano de reloj (Almond, 1990). La segunda, más auspiciada por antropólogos y sociólogos, es aquella que recurre a analogías con el mundo de los organismos autorreferenciales y adaptativos. El tercer tipo de explicación recurre a los individuos y a sus móviles de acción haciendo énfasis en la racionalidad, aunque el análisis intencional es en cierto sentido un análisis causal, si se entiende que las intenciones son las causas de la conducta humana. En ese mismo sentido, el lenguaje de los deseos y las creencias como causas de la acción es útil, por ejemplo, para entender los fenómenos de irracionalidad (Elster, 1983, p. 25). En la historia de la sociología, el estudio de las NS se ha realizado principalmente desde el segundo tipo de explicación, el funcionalista, explicando un fenómeno X (por ejemplo una NS) a partir de sus efectos C para un sistema <HQGRQGH;VHLQVHUWD 2YHMHURSQRWDDOSLH  2. Funcionalismo y normas sociales Para los fundadores del estructural-funcionalismo, los individuos son producto de la sociedad, y no la sociedad un producto agregado de los individuos (Aron, s/f, p. 28). Durkheim planteó que los fenómenos sociales deben ser analizados como cosas, como hechos sociales que constriñen y determinan los aspectos subjetivos de los individuos (Mari-Klose, 2000, p. 17), de ahí que fenómenos como las NS Teoría y DEBATE No. 64 15 Rafael Plancarte XXX tengan predilección analítica sobre los individuos. En contra de los modelos centrados en el individuo, Talcott Parsons (1959) consideraba al utilitarismo como una teoría atomista que volvía aleatorio y no previsible el orden, y resaltaba la necesidad de apelar a elementos subjetivos y colectivos antes que a elementos objetivos e individualistas. El sesgo funcional en autores como Robert K. Meton es también palpable, pues para este el análisis funcionalista debe iniciar registrando las posiciones y las relaciones de los individuos 0HUWRQS /RVFRQFHSWRVGHIXQFLyQPDQLÀHVWD\ función latente, la primera vinculada a un resultado evidente y la segunda relativa a lo que se ha conocido en la sociología como “resultados no esperados” (Merton, 1949, p. 139), son también prueba de la búsqueda ante todo de equilibrios y de un afán por encontrar un orden y cohesión sociales a los cuales tienden los componentes del sistema, incluidas las NS. Los fenómenos que no son funcionales en primera instancia H[LVWHQSRUORVEHQHÀFLRVTXHOHUHSRUWDQDDOJXLHQRDOJRQR observable a primera vista. Así, para el estructural-funcionalismo pareciera que los individuos no tienen alternativas y que no hay espacio para la toma de decisiones. La ausencia de racionalidad es palpable en tal enfoque. Desde el funcionalismo, las NS deben ser explicadas a partir de sus efectos, no de sus causas, es decir, a partir de la función que cumplen (Mari-Klose, 2000, p. 44). Desde este enfoque, las NS son el explanans, y la acción de los individuos el explanandum que se está buscando (Linares, 2007, p. 132). El funcionalismo encaja bien en aquellas teorías que encuentran una complementariedad perfecta entre el individuo y el colectivo, asunción que es producto de que se entienda que la acción es normativa y está sujeta a un fuerte proceso de aculturación (Alexander, 1987, p. 21). Las NS son importantes pues permiten generar solidaridad y pertenencia entre los individuos de forma restrictiva a través de procesos de socialización que internalizan las 16 ¿Son racionales las normas sociales? NS. El funcionalismo asume que las NS se determinan por la cultura y afectan las motivaciones individuales, siendo que “algunos pueden desviarse de ellas, pero la sociedad que los rodea no tarda en tacharlos de anormales y los obliga a UHFWLÀFDUµ &ROOLQVS /RVHOHPHQWRVDQWLYROXQtaristas en Parsons son evidentes pues utilizó un enfoque unilateral del orden y asumió que había que reemplazar la teoría racionalista por otra centrada en la subjetividad, sustituyendo los elementos racionalistas por elementos no racionales o normativos (Alexander, 1987, p. 32). Así, el funcionalismo ha resuelto el problema del “orden social” con base en presuposiciones colectivistas y normativas $OH[DQGHU DODVFXDOHVOHVFXHVWDDERUGDUHOFRQÁLFWR y el cambio social. En este sentido, las NSWLHQHQXQFDUiFWHUQRFRQÁLFWLYR y representan siempre una mejora en la sociedad. Cuando a simple vista no lo muestran, en el futuro revelarán su utilidad social pues el funcionalismo manipula la dimensión temporal, ya que los comportamientos y las instituciones que no exponen su utilidad en el presente, a largo plazo se PDQLÀHVWDQFRPRIXQFLRQDOHV 0DUL.ORVHS /R que pareciera irracionalidad momentánea (entendido el concepto de racionalidad en un sentido de colectividad) termina produciendo resultados colectivos racionales sistémicos a ODUJRSOD]RFRQVHFXHQFLDVEHQHÀFLRVDVSDUDHOVLVWHPD Son contundentes las críticas hacia el funcionalismo como una teoría mecánica, pues esta teoría se mantiene en el nivel macro- o se mueve de lo macro- a lo micro-, descartando una relación causal inversa que se proponga mostrar cómo la combinación de acciones individuales produce efectos intencionados y no intencionados en el nivel agregado (Mari-Klose, 2000, p. 26). Tal como lo dice Collins respecto a las críticas a partir del conductismo: Teoría y DEBATE No. 64 17 Rafael Plancarte XXX %KI=JONALHE?ÉMQAAOPAOEOPAI=OK?E=HAN=QJIEPK QJ=NPEł?EKPAÉNE?K fabricado por la mente de Parsons. Los individuos son las entidades que viven y respiran en el mundo social, y todo lo que en él ocurre tiene que ser provocado por las motivaciones de hombres y mujeres individuales (Collins, 1995, p. 140). La ER toma los intereses como dados y a partir de ahí intenta explicar las NS, mientras que el funcionalismo toma las NS como dadas y de ahí da cuenta del comportamiento individual (Coleman, 1990, pp. 241-242). Se asume que las estructuras sociales emergen, subsisten y decaen debido a las elecciones de actores individuales. Para explicar macrofenómenos como las NS tenemos antes que explicar las microsituaciones que se dan a nivel individual, y mostrar cómo estas se combinan de diversas maneras para constituir fenómenos más complejos, y que a su vez estos últimos tendrán un efecto ulterior en las decisiones, creencias, objetivos y constreñimientos individuales (Coleman, 1990, p. 11). Cualquier fenómeno social debe ser analizado en partes que sean distinguibles, siendo estas partes las acciones sociales realizadas por actores intencionales. Es necesario esto, pues es recurrente que los teóricos partidarios de la estructura, los sistemas, la cultura y las grandes categorías no incluyan evidencia de los fenómenos a explicar y se limiten a establecer las condiciones sociales que se supone provocan determinados comportamientos (Millán, 2010, p. 36). La civilización no existe sin la presencia de NS, pero esto no quiere decir que se siga intentando con ello mantener la civilización (Elster, 1989b, p. 118), lo cual muestra que el origen de este tipo de fenómenos macro- es individual y que colectivamente se pueden presentar de forma no intencionada. Que una norma sea necesaria y así se perciba, no ocasiona de forma automática su existencia (Elster, 2007, p. 392). A diferencia de lo que asume el funcionalismo, los EHQHÀFLRVFROHFWLYRVSURGXFWRGHODV NS son sólo una posi18 ¿Son racionales las normas sociales? bilidad que se presenta en forma no intencional en el nivel agregado. Y es que las intenciones se dan en los individuos, no en los fenómenos colectivos (estos no tienen su propia lógica). Quizás existan NS que sean útiles en cuanto al interés público de una colectividad, en donde es mejor para todos hacerlo y también es mejor para cada uno hacerlo. Pero al mismo tiempo pueden existir NS que no sean “funcionales” y que en cambio sí tengan resultados costosos para los individuos. Ejemplos sobre comportamientos culturales desastrosos para las sociedades hay muchos. La conciencia colectiva (o cultura) de la cual hablaba Durkheim engloba a las NS y a las creencias compartidas en una sociedad, pero un enfoque individualista le daría una mayor participación a los procesos individuales del seguimiento de una norma, los que no son para nada mecánicos. 3. Las normas sociales y la elección racional Podemos utilizar un marco para el estudio de las NS siguiendo la distinción que hace Fernando Aguiar (2007) entre corriente externista e internista de la ER. En este apartado nos centramos en la versión externista. Para esta versión, las NSVRQVHJXLGDVSRUORVEHQHÀFLRVTXHUHSRUWD hacerlo y por las sanciones que surgen al romperlas (Aguiar, Criado y Herreros, 2001, p. 294). Es necesario establecer que una NS es una regularidad que permite que una conducta sea recurrente en un tiempo-espacio. Así, una NS se crea a partir de que los individuos se adaptan a la interacción que se genera en un grupo (Linares, 2007, p. 133). Si la entendemos como una regularidad, una NS puede emerger a partir de un proceso en que cierta práctica o actividad comienza a realizarse periódicamente. Es decir, a partir de que un individuo o conjunto individuos comienza a dejar establecida cierta conducta promoviendo un contexto en el que otras personas se dispondrán a emular tal actitud, a Teoría y DEBATE No. 64 19 Rafael Plancarte XXX veces por inercia, a veces por creer que esa actividad tiene un sentido. La actividad se hace periódica y el no realizarla comienza a ser mal visto.3 Cuando la sanción aparece, tal práctica se convierte en una norma. Para que pueda existir dicha sanción, muchas personas deben compartir la norma y asumir que tienen el derecho de sancionar a quienes la incumplen. Aquellos que se suscriben a un NS reclaman el derecho de aplicar sanciones y reconocen el derecho de otros que siguen la norma de hacer lo mismo (Coleman, 1990, p. 243). Una interacción racional de este tipo puede que tenga resultados “no funcionales”. Al igual que las instituciones 3. Más claramente, el proceso de emergencia de una norma podría ser visto como un proceso de acción colectiva. Al principio, una actitud puede comenzar a ser establecida por unos cuantos. Los demás miembros de un grupo pueden tener umbrales de seguimiento respecto a tal comportamiento. Algunos individuos tienen umbrales muy bajos, por lo cual la siguen sin necesidad de que muchas otras personas lo hagan, y sin necesidad de ser sancionados. Estos individuos son necesarios pues conforman un subgrupo igualmente necesario del total que será requerido para que otros sigan tal actitud. Estos últimos necesitan que una mayor cantidad de personas comiencen a seguir la NS para tomar una actitud similar. Con el tiempo, esta interacción puede permitir que tal actitud se convierta en una regularidad que se autorefuerce, y en la que sea mal visto el individuo que la rompa. La NS toma vida por sí misma y basta la amenaza de la sanción para que esta sea seguida. Es, pues, un proceso de masa crítica lo que ocurre con la generación de las NS. Con la masa crítica algunas personas comienzan y después otros siguen tal comportamiento. Igualmente con las NS: mientras menos personas rompan la norma, más individuos optarán por seguirla, y viceversa. Los costos de romper una norma se hacen menores mientras más individuos no la siguen, y el proceso contrario también será posible. Hasta aquí se limitaría la explicación de una norma a un proceso de repetición de lo que hacen los demás. Sin embargo, no se comprende por qué las sanciones que involucra la norma comienzan a “operar”. Por ello, la presencia de algunos individuos que le otorgan a la norma un carácter moral es importante, tanto en el origen de la norma como durante la reproducción de esta. Sin estos, que pueden iniciar dando el ejemplo a los demás, es posible que la norma no se eche a andar. Estos individuos que “hacen lo correcto” independientemente de la presencia de otros (por ejemplo, un individuo que, independientemente de que existan o no personas a su alrededor, tira su basura en el contendor del parque) resuelven un problema de segundo KN@AJ MQA OA NAłANA =H ļ?KOPK@A ?=OPEC=N‡6 AO MQA AH O=J?EKJ=N= KPNKOAO costoso (es un problema de acción colectiva de segundo orden), pero individuos morales pueden ver en el castigar a otros que han infringido una NS no un costo, OEJKQJ>AJAł?EKAJOÄ 20 ¿Son racionales las normas sociales? pueden tener una evolución alejada de los mecanismos de VHOHFFLyQQDWXUDOGHODVLQVWLWXFLRQHVPiVHÀFLHQWHVRWUR tanto puede ocurrir con las NS, pues una dependencia de la trayectoria encarnada en la cultura de un país puede hacer que estas no obedezcan a criterios de mejora social, por lo cual cambiarlas implica importantes costos sociales y culturales. Cabe adelantar, además, que una distinción fundamental con respecto a la versión internista de la ER es que las NS como regularidades son estados observables externos al individuo (Linares, 2007, p. 133), por lo que se SUHVHQWDQFRPRXQÀOWURSDUDWRPDUGHFLVLRQHVHQHOVHQWLGR de que se despliegan como parte del conjunto de oportunidad que tienen los individuos. A su vez, las NS son mecanismos que permiten coordinar expectativas y, por tanto, generar cooperación. En ese sentido, reducen la incertidumbre en cuanto al comportamiento esperado de los demás. Los individuos que son parte de un grupo creen y esperan que los otros se comporten de acuerdo a una NS, y en consecuencia siguen la norma. Esas buenas expectativas y esa coordinación de creencias se basan en la suposición de que existen sanciones que sustentan y hacen obligatoria una norma. Las NS así entendidas, como coordinación de creencias, son a su vez un equilibrio, pues un actor sigue una norma cuando es lo mejor que puede hacer, dado que el comportamiento de los demás que se asume será el mismo. Si los demás no tiran basura en el parque, la mejor estrategia de una persona se orientará a hacer lo mismo. Las NS resuelven problemas de coordinación y de acción colectiva.4 4. Es también importante interrogarnos sobre la distinción entre una NS y fenómenos tangentes como las normas positivas y las convenciones. Las convenciones se presentan como equilibrios, como puntos focales que se AOP=>HA?AJLKNN=VKJAO?QHPQN=HAO DEOPÉNE?=OKLKN=łJE@=@@AATLA?P=PER=OOEJ necesidad de comunicarse. Sin embargo, no implican una sanción y se siguen desde el propio interés de los individuos (Linares, 2007, p. 133) sin necesidad de que otros participen en tal decisión. Los individuos se comportan conforme a una convención de forma descentralizada. En las NS,AJ?=I>EK OÄATEOPAQJ?KJŃE?PK Teoría y DEBATE No. 64 21 Rafael Plancarte XXX 4. Las normas sociales como solución a los juegos mixed-motive Las NS deben ser compartidas, por lo cual operan y se desenvuelven mejor en contextos con características homologadas, asunción que se desprende teóricamente de la suposición olsoniana de que en los grupos pequeños la cooperación es más viable pues la puesta en operación de NS y sanciones es más factible cuando los individuos se reconocen y esperan reencontrarse. La iteración es una solución paralela al tamaño de los grupos para la solución de la cooperación por medio de NS. Así, la repetición de jugadas podría solucionar problemas de cooperación del tipo que asume el “dilema del prisionero”, pues los individuos asumen que la conductas de reciprocidad condicionada pueden llevar de un estado de no cooperación a uno de cooperación (o “juego de la seguridad”), en el que la estrategia individual conduce a un óptimo paretiano (Linares, 2008, p. 53). Algo similar dijo Robert Axelrod (1986) cuando dio cuenta de que la cooperación puede ser individual y colectivamente estable desde mecanismos descentralizados, por ejemplo, mediante el “toma y daca”, estrategia en que al principio comienza cooperando y después hace lo que el otro jugador haya realizado en la jugada anterior (Axelrod, 1986, p. 41), VLHQGRHVWDODHVWUDWHJLDPiVVHQFLOOD\PiVHÀFLHQWH(Q este contexto, podemos entender el “toma y daca” como una NS que permite sendas estables de cooperación racional. Las NS son útiles para solucionar problemas de coordinación en juegos mixed-motive (Tomasello, 2010), es decir, como soluciones que transforman un juego de competencia entre el interés individual y el colectivo (Linares, 2007, p. 133). Al igual que las normas positivas, las NS son compartidas y públicas (Bicchieri, 2006, p. 8), pero las NS son informales y no pueden ser ejecutadas por un ente central, de ahí que no siempre puedan ponerse en operación. Su operación es descentralizada, informal, por lo cual pueden moverse con base en el “chisme” y los señalamientos personales. 22 ¿Son racionales las normas sociales? en un juego de coordinación (Tomasello, 2010, p. 114). Para HMHPSOLÀFDUODVNS como soluciones a mixed-motive games, utilicemos los siguientes juegos retomados de Shepsle y Bonchek (2004): Figura 1. Juego del drenado del pantano de Hume Decisión del granjero B Drenar el pantano No drenar el pantano (cooperar) (no cooperar) Drenar el pantano (cooperar) 1, 1 -1, 2 No drenar el pantano (no cooperar) 2, -1 0, 0 Decisión del granjero A Fuente: Shepsle y Bonchek, 2004, p. 200. 6L VH FRRSHUD VH JHQHUDQ EHQHÀFLRV FRPXQHV /RV GRV DQKHODQORVEHQHÀFLRVSHURVHUHVLVWHQDFRRSHUDUSDUWLcularmente si el otro puede hacer el trabajo. Supongamos, siguiendo a Shepsle y Bonchek (2004, pp. 199-200), que la cooperación es valuada en 2. Si alguno de los dos coopera solo, el costo para él es de 3. Si los dos cooperan, el costo para cada uno es de 1. En este último caso, cada individuo WHQGUtDXQEHQHÀFLRGHODFRRSHUDFLyQGHDOFRVWRGH6LQ embargo, la mayor utilidad para cada individuo se encuentra en que el otro haga el trabajo, pues así se obtiene una ganancia de 2. Por lo tanto, la estrategia dominante es la no cooperación: ninguno tiene un incentivo para cooperar y ninguno quiere que se aprovechen de él. Nótese cómo en cualquier situación respecto a las dos decisiones que puede tomar el granjero B, lo mejor que puede hacer el granjero A en cualquier contexto es no cooperar; sucede lo mismo con el granjero B (Shepsle y Bonchek, 2004, p. 201). El comportamiento racional ha producido un estado de las cosas Teoría y DEBATE No. 64 23 Rafael Plancarte XXX (0,0) que es subóptimo (es un equilibrio de Nash, pero un HTXLOLEULRLQHÀFLHQWH SXHVH[LVWHXQDPHMRURSFLyQHQ (KIWTC'N PQ FKNGOCFGNOCſQUQ &GEKUKÎPFGNOCſQUQ B No cantar Cantar (cooperar) (no cooperar) No cantar (cooperar) 1, 1 -1, -E Cantar (no cooperar) -E, -1 0, 0 &GEKUKÎPFGNOCſQUQ A Fuente: Shepsle y Bonchek, 2004, p. 208. A partir de un “dilema del prisionero” (que en el primer ejemplo de Shepsle y Bonchek toma la forma de un “juego del drenado del pantano”), podemos decir que una NS se presenta como una solución a un mixed-motive game. En el segundo juego opera la NS de no traicionar al compañero PDÀRVR +DFHU HVWR ~OWLPR LPSOLFDUtD LU FRQWUD ODV SUHVFULSFLRQHVTXHVRQELHQYLVWDVHQODVPDÀDV/DNS impide TXHFDGDPDÀRVRRSWHSRU´FDQWDUµHVGHFLUGHODWDUDVX compañero, mientras el otro no lo hace (“el tonto del juego”). De traicionarlo, cuando saliera de prisión se vería expuesto DVDQFLRQHVTXHSXHGHQLQFOXVROOHJDUKDVWDODPXHUWH ǃ  Así, la presencia de una NS le permite a los individuos participantes en el juego coordinarse (coordinar sus expectativas), tomar en cuenta las sanciones y alcanzar un equilibrio que es un óptimo de Pareto: 1,1. En este sentido las NS SHUPLWHQDSHODUDODFRQÀDQ]DGHTXHODFRRSHUDFLyQSRU parte del otro será la mejor estrategia a adoptarse. Nótese WDPELpQFyPRHOFRQFHSWRGHFRQÀDQ]DXWLOL]DGRQRVDOHGHO marco de la racionalidad. 24 ¿Son racionales las normas sociales? 5. Los límites de la racionalidad Las NS tienen un origen individual, pero el racionalismo que las envuelve debe ser matizado. Por ello, la versión externista de la ERQRHVVXÀFLHQWHSDUDHOHVWXGLRGHODVNS y debe ser complementada. Las “paradojas” de la racionalidad se presentan en dos niveles: el individual y el colectivo (Collins, 1995). Por una parte, salta a la vista el supuesto de que existen limitaciones en los individuos con respecto al procesamiento de la información y a la toma de decisiones, y por la otra surge el problema de la acción colectiva y la formación de grupos (Collins, 1995, p. 161). Uno de los primeros en cuestionar la primera paradoja de Collins, la de la racionalidad “perfecta” y no satisfactoria, fue Herbert Simon (1965), quien al respecto dijo que “la concentración en los aspectos racionales de la conducta humana no debe LQWHUSUHWDUVHFRPRXQDDÀUPDFLyQGHTXHORVVHUHVKXPDQRV son siempre o generalmente racionales” (Simon, 1965, p. 61). Existe una amplia literatura en ciencias sociales que ha realizado discusiones sobre móviles de acción que se alejan de las prescripciones de la economía neoclásica. Se ha planteado que ante contextos de riesgo e incertidumbre el actor puede comportarse más diestramente y utilizar heurísticas, normas e ideologías, a veces con resultados buenos y otras veces no. El programa de investigación de Daniel Kahneman y Amos Tversky aportó un enfoque útil para el HVWXGLRGHODFRQGXFWDKXPDQD\SDUDFODULÀFDUORVOtPLWHV de la racionalidad. Sus trabajos se enfocaron en el papel de los sesgos del pensamiento y en el uso de heurísticas para reducir la compleja toma de decisiones y la asignación de probabilidades (Tversky y Kahneman, 1974, p. 1124). Kahneman es conocido por argumentar que existen dos sistemas de la mente, uno de los cuales se basa en cálculos complejos, mientras que el otro es más rápido y realiza pocos esfuerzos (Kahneman, 2011, p. 35). También autoTeoría y DEBATE No. 64 25 Rafael Plancarte XXX res como Gerd Gigerenzer han escrito sobre “racionalidad ecológica” para mostrar que los individuos pueden seguir una racionalidad más adaptativa que lógica, a partir de KHXUtVWLFDV *LJHUHQ]HUS 2WURVFRPR3KLOLS7HWlock, han mostrado la limitada capacidad para evaluar las recompensas, así como el uso de atajos para comparar valores en pugna (Tetlock, 2000, p. 240). Elster también ha dicho que existen motivaciones que afectan las creencias y las evaluaciones, como lo son las motivaciones calientes (por ejemplo, las emociones) y las motivaciones frías (ausencia de factores viscerales), que no por frías son más racionales (Elster, 2009, p. 50). Se ha argumentado que los individuos no tienen la capacidad de procesar toda la información existente, por lo cual VHYHQHQODQHFHVLGDGGHUHDOL]DUVLPSOLÀFDFLRQHVGHGHMDU y dar por hecho elementos de su realidad, de ser prácticos en la recolección de la información, de tomar atajos y decisiones rápidas de forma contextual. Sobre la segunda paradoja de Collins,5 se han dado diversas soluciones6 desde la ER, pero HVWDV H[SOLFDFLRQHV JHQHUDOPHQWH KDQ VLGR LQVXÀFLHQWHV Por ello, algunos autores como Pizzorno (1994) y Melucci (1994) han apelado al tema de la identidad en el tema de ORVPRYLPLHQWRVVRFLDOHV2WURVKDQSODQWHDGRWDPELpQOD LPSRUWDQFLDGHORVÀOWURVLQIRUPDWLYRVFRPRXQFRPSRQHQWH SUHVHQWHHQORVDFWRUHVFROHFWLYRVÀOWURVTXHGHMDQSDVDU y retienen cosas, por ejemplo, los componentes éticos y normativos, y/o metapreferencias. Las metapreferencias 5. El problema de la acción colectiva en la ER se entiende como una situación en la que sería mejor para todos los miembros de un colectivo que todos participaran en la provisión de un bien público, pero que dada la racionalidad individual es mejor para cada actor individual comportarse como un free rider. 6. Las que no se apartan de las prescripciones instrumentales incluyen el tamaño del grupo y los incentivos selectivos (Olson, 1965), el peso del futuro y la iteración constante (Axelrod, 1986), la interdependencia grupal y las sanciones como explicación de la solidaridad (Hechter, 1987), el contrato endógeno (Ostrom, 1990), la masa crítica (Schelling, 1960; Colomer, 1998) y los umbrales de participación (Granovetter, 1978; Kuran, 1997). 26 ¿Son racionales las normas sociales? WLHQHQODIXQFLyQGHÀOWUDUODLQIRUPDFLyQSXHVFRPRORKD establecido Fredy Cante (2007, p. 155), las metapreferencias sobre el orden actual o deseado incluyen aspectos que tienen que ver con la moral, las ideologías, las posiciones políticas y los intereses de clase. Este amplio repertorio de elementos que afectan la acción permite entender que los actores no siempre se orientan a buscar el mejor resultado (lo cual implicaría instrumentalidad), sino que, en cambio, pueden estar orientados a la misma acción. Pero independientemente de la paradoja que se esté discutiendo, la principal piedra de toque de los detractores a la ER y la teoría de juegos apunta a la falta de realismo de los enunciados sobre el comportamiento asumidos. Es interesante la respuesta que al respecto otorgan defensores GHODWHRUtDFRPR)HOL[2YHMHURFXDQGRGLFHTXH […] no se deben confundir dos planos: no es lo mismo que la gente no se comporte como la teoría dice o asume –lo que es mala cosa para la teoría– que sostener que la gente es consciente de la teoría que describe su comportamiento […] un galgo cuando persigue a una liebre y busca H=EJPANOA??EÉJ@AOQPN=UA?PKNE=JK?KJK?AHKOOKłOPE?=@KO?¹H?QHKO que su cableado mental ejecuta (Ovejero, 2008, p. 123). Desde esta perspectiva, la ER y los modelos intencionales tienen su fortaleza en su capacidad predictiva, la cual es independiente de sus postulados, por más irreales que estos puedan ser. Sin embargo, este tipo de réplicas (del tipo de 0LOWRQ)ULHGPDQ KDQVLGRLQVXÀFLHQWHVSDUDFDOPDUDVXV detractores. La mayoría de las críticas a la ER están relacionadas con el poco interés que la ER le da a las normas, los valores, las razones internas, la cultura, la tradición, las costumbres (en oposición a una actitud de maximización), a los compromisos previos que se impone el actor, la falta de atención a los recursos, a otras formas de acción ajenas a la racionalidad, a constreñimientos exógenos (provenientes del Teoría y DEBATE No. 64 27 Rafael Plancarte XXX contexto en que se encuentre el actor) y a la ahistoricidad de este enfoque. Autores como Gabriel Almond (1993) han dicho que la teoría de la ER ha dejado de lado los enfoques de las ciencias sociales que privilegian los valores y la cultura $OPRQGS 2WURVFRPR-HQNLQVKDQDVXPLGR respecto a la teoría de la acción colectiva, la necesidad de que esta incluya la importancia de incentivos morales o expresivos, así como la solidaridad y los compromisos con causas morales (Jenkins, 1997, pp. 19-22). En esta misma línea argumentativa, César Cansino ha planteado que el principal problema de la ER radica en haber llevado al extremo el modelo schumpeteriano7 y haber olvidado al mismo tiempo los nexos que dicha teoría tiene con la obra de 0D[:HEHU &DQVLQRS 2WUDVFUtWLFDVVHUHODFLRnarían con la idea de que el enfoque racional es útil sólo para sociedades modernas (actores modernos) y para decisiones a pequeña escala y no complejas, así como que este enfoque no explicaría la formación de preferencias. Los elementos estructurales y colectivos, como las NS, tienen un origen individual y no determinan de manera mecánica la acción del sujeto. Como lo hemos visto, un remedio a los enfoques que empequeñecen la acción individual es asumir el individualismo metodológico y el comportamiento racional como ejes centrales para explicar fenómenos más complejos. Sin embargo, la ER clásica es necesaria pero no VXÀFLHQWHSDUDHOHVWXGLRGHODV NS. Un enfoque ampliado puede dar cuenta de que las NS contienen elementos que van más allá de la racionalidad instrumental. Existe la necesidad GHLQFOXLUHODVSHFWRLQWHUQRGHVLJQLÀFDFLyQTXHOHRWRUJDQ los individuos a las NS.8 Una vez que se ha concedido la nece7. Aunque Cansino tiene razón en esta apreciación, nos lleva al otro extremo PAÉNE?K=HOKOPAJANMQAAOJA?AO=NEK=LNKTEI=NH=?EAJ?E=LKHÄPE?==H=łHKOKBÄ= política y a los enfoques construccionistas. 8. La sociología también ha recurrido a la distinción entre tipos de acción, en donde la instrumental es sólo un subtipo. Max Weber (1922, p. 20), por ejemplo, @EOPEJCQEÉ?Q=PNKPELKOE@A=HAO@A=??EÉJġH==??EÉJN=?EKJ=HKNEAJP=@==QJłJ  28 ¿Son racionales las normas sociales? sidad de ampliar el concepto de racionalidad e incorporar otros elementos para el estudio de las NS, es ahora pertinente enfocarse en la propuesta internista de la ER. 6. El enfoque internista para las normas sociales Hemos visto que la versión externista de la ER asume que la acción es producto de incentivos materiales. Por otro lado, un enfoque más amplio de la ER asumiría que la acción es también producto de un proceso interno que involucra aspectos cognitivos. La ER externista no apela a los mecanismos internos ni a la formación de preferencias. Por ejemplo, Shepsle y Bonchek (2004) dicen: “Para nosotros, las preferencias son uno de los hechos dados de una situación y, para los propósitos de nuestro análisis, suponemos que no cambian mucho en el corto plazo” (p. 22). Al no apelar a los elementos internos, se descartan de entrada los aspectos no racionales que puedan existir en la acción. Por ello, desde la versión externista de la ER puede pensarse que las la acción racional orientada a un valor, la acción afectiva y la acción tradicional. También Vilfredo Pareto (1959) distinguió entre acción lógica y acción no lógica. Ampliando los tipos de acción y el mismo concepto de racionalidad, Habermas (2002, p. 122) ha asumido que de las relaciones con el mundo (o los mundos) se desprende el tipo de acción, y que existen: 1) la acción teleológica; 2) la acción social; 3) la acción dramatúrgica; y 4) la acción comunicativa, que ha sido entendida por Cohen y Arato (2000) como “un proceso intersubjetivo, mediado lingüísticamente, por el cual los actores establecen sus relaciones interpersonales, ponen en duda y reinterpretan las normas, y coordinan su interacción negociando @AłJE?EKJAO@AH=OEPQ=?EÉJUHHAC=J@K=QJ=?QAN@K‡Ġ KDAJUN=PK  L 489), en donde son válidas las normas que tienen la aceptación general de los individuos que han participado en su construcción. Elster (1989, 2007), a su vez, se ha enfocado no sólo en tipos ideales de acción y de actores (utilitarios, G=JPE=JKO  CQE=@KO LKN JKNI=O  EJOPNQIAJP=HAO  CQE=@KO LKN HKO >AJAł?EKO @A proceso), sino también en tipos de creencias (pensamiento mágico, pensamiento desiderativo). La teoría social está repleta de argumentos de inconformidad hacia las prescripciones que buscan “colonizar” metodológicamente el estudio de lo social desde un “imperialismo económico”. Teoría y DEBATE No. 64 29 Rafael Plancarte XXX sólo se siguen cuando resulta útil y el hacerlo conlleva EHQHÀFLRV9 Pero el seguir una norma de cooperación puede depender de que se “crea” en las bondades intrínsecas de ella y se le encuentre un sentido sustancial a su existencia. Un individuo puede encontrar razones para seguirla, razones que pueden ser o no instrumentales. El seguir una misma norma puede ser efecto de diversas razones, no sólo instrumentales o consecuencialistas. La propuesta más desarrollada de la ER en su versión internista para el estudio de las NS es la de Jon Elster, quien ve a las NS como parte de los múltiples mecanismos que explican la acción social, NS 9. Incluso las NS pudieran ser usadas de forma estratégica para conseguir objetivos. Las NS de cooperación de las que habla Axelrod serían normas que se siguen desde el interés instrumental. Elster (1989b) también ofrece un sugerente ejemplo en el que una pareja discute respecto a invitar a otra pareja a una cena en la que ya han sido invitadas cuatro personas y quedan dos lugares disponibles. Al esposo le gusta la mujer de la pareja que desea invitar, y a su esposa no le agrada la idea de invitarla. Ambos en su discusión recurren a NS: la de la reciprocidad (el hombre acude a la idea de que como la pareja antes los invitó ahora ellos deberían hacer lo mismo), y la de la igualdad (la mujer argumenta que como ya han sido invitados otros hombres que acudirán solos a la cena será necesario invitar a dos mujeres para crear un equilibrio). Dichas NS son razones falsas que ocultan sus intenciones (Elster, 1989b, p. 119). Un ejemplo similar lo constituye el relato que recupera Hardin (2002) de Los hermanos Karamazov en el que se narra la traición de Trifonov a un coronel con el que tenía arreglos turbios con los cuales ambos salían ganando. El coronel tenía acceso a ciertos recursos que malversaba y daba a guardar a Trifonov hasta que este se los regresaba. Un día, el coronel fue destituido de su cargo y pidió a Trifonov la devolución de un último @EJANK"OPAOAJACÉ=D=?ANHK)=JKNI=@A?KKLAN=?EÉJHHACÉ=OQłJD=OP=MQA HKOEJ?AJPERKOL=N=OAN@ECJK@A?KJł=JV=LKNL=NPA@A1NEBKJKRPANIEJ=NKJ0E la relación hubiese sido más duradera, la traición de Trifonov no habría ocurrido (Hardin, 2002, p. 36). Evidentemente no todos los individuos que interactúan unos con otros son “pillos”, por lo cual las NS de cooperación deberían tener una vida más prolongada. De cualquier manera, el ejemplo de arriba ilustra bien la suposición que asume que es el propio interés y el peso del futuro (del tipo Axelrod) lo que permite la existencia de las NS, y que es posible hacer un uso estratégico de ellas. Cuando el futuro importa, el individuo tiene interés en ser @ECJK@A?KJł=JV=LKNL=NPA@AKPNKOUI=JPAJANNAH=?EKJAO@A?KKLAN=?EÉJ0EJ embargo, es el mismo Hardin quien da cuenta de que los motivos para que una relación sea estable pueden ir más allá de lo material, pues los individuos pueden valorar que una relación de cooperación sea más duradera por diversas razones incluyendo razones que no son materiales (Hardin, 2002, p. 23). 30 ¿Son racionales las normas sociales? mecanismos que no permiten generalizar la conducta de los individuos a partir de un único presupuesto como la maximización, sino que se presentan de formas distintas para diversos actores. Al mismo tiempo, los mecanismos de las NS tienen relación con otros móviles como las emociones y la misma racionalidad. En Elster se les restablece a las NS el carácter de una acción no consecuencialista, por lo que la acción dirigida por NSVHLGHQWLÀFDFRQODDFFLyQQRRULHQWDGD DUHVXOWDGRV(ODXWRURIUHFHODVLJXLHQWHGHÀQLFLyQ Una norma social es una conminación a actuar o abstenerse de actuar. HCQJ=OJKNI=OOKJEJ?KJ@E?EKJ=HAOġD=C=5ĢJKD=C=6"JPNAAHH=OOA incluyen las que imponen no comer carne humana, no tener relaciones sexuales con un hermano… Otras normas son condicionales: si hace 5 HQACKD=C=6KOEKPNKOD=?AJ5 D=C=5Ġ"HOPAN  L  Lo que se quiere decir cuando se asume que una norma no está orientada a resultados es que no se obtiene alguna ganancia directa para el que la está siguiendo, de tal suerte que los individuos que siguen una norma pueden no estar EXVFDQGRXQEHQHÀFLRSRVWHULRU,QFOXVRODV NS pueden ir en contra del interés racional. Elster (1989b, p. 116) discute el caso de las NS que regulan el uso del dinero y pone el ejemplo de aquella norma que va en contra de que algunos individuos paguen a otros en la cola del cine ofreciendo dinero para obtener un mejor lugar. Ninguno saldría mal HQHVDWUDQVDFFLyQ2WURHMHPSORGHFyPRODVNS pueden ir en contra de las preferencias individuales es ofrecido por Elster (2007, p. 387) cuando narra a una pareja que desea tener hijos, pero que no se atreve a proponerlo porque saben de la existencia de una norma que dicta que el primero en sugerir la idea tendrá mayor responsabilidad en la crianza de los hijos. A su vez, se pudiera decir, tal como asume la versión externista, que un individuo que sigue NS está buscando un resultado pues, de no cumplir, existe la amenaza Teoría y DEBATE No. 64 31 Rafael Plancarte XXX de las sanciones sociales, lo cual haría racional obedecer NS (Elster, 1989b, p. 120), pero, a diferencia de la versión externista, para Elster las NS no por fuerza requieren de sanciones externas para su efectividad (Elster, 1989b, p. 120). Así, no existe sólo un tipo de NS, pues, al ser internalizadas, estas se siguen independientemente de que otros hayan visto o no la violación que un individuo realiza a una norma (Elster, 1989b, p. 120). Cabe por ello hacer una distinción analítica entre tres tipos de normas: las sociales, las morales, y las cuasimorales. Las normas morales y cuasimorales pueden operar aun en ausencia de observadores (Elster, 2007, p. 390), mientras que las NS necesitan del desprecio del observador para que su transgresión pueda generar vergüenza (Elster, 2007, p. 390). Al mismo tiempo, las normas cuasimorales y sociales son condicionales en el sentido de que se activan con base en el comportamiento de otros. Según Elster, las NS se activan cuando el individuo es observado por otros y puede ser castigado, mientras que las cuasimorales se activan cuando el individuo puede observar lo que hacen otros (Elster, 2007, p. 123). La norma de la reciprocidad (el “toma y daca” de Axelrod), al igual que la norma de la cooperación condicional (Elster, 1989a, pp. 147 y 216), serían normas cuasimorales. Para diferenciar ambas normas, Elster (2007, p. 123) ha dicho que la primera dicta que hay que ayudar a quienes te ayudan y dañar a los que te dañan, y que la segunda prescribe que hay que cooperar si otros también lo hacen, pero que de lo contrario no hay que hacerlo. La norma de la cooperación condicional permite hacer la diferencia entre normas cuasimorales y normas sociales, pues se sigue no porque el individuo esté atento a lo que ven los demás en su actitud, sino porque debe hacer lo que es justo de acuerdo a lo que observa en el comportamiento de los demás. Las normas morales operarían independientemente de que el actor pueda ver lo que hacen otros y de que pueda 32 ¿Son racionales las normas sociales? ser observado. Son normas incondicionales producto de un deber moral. Es importante mencionar que aunque Elster hace esta tipología pensando en tipos de normas, es posible pensar también que una misma norma puede ser vista de forma distinta en diferentes sociedades e incluso percibirse de forma distinta por individuos que son parte de una misma sociedad, tal como lo han dicho Tena-Sánchez y Güell-Sans (2011, p. 577). La relación entre emociones y normas es también importante. Las normas pueden seguirse debido a la presencia de una emoción que surge internamente al romperlas, independientemente del “peso del futuro” de Axelrod (1986) o de que el grupo sea pequeño. Así, un individuo puede no comportarse como un “gorrón” con otra persona a la que jamás volverá a ver, y que además no pertenece al grupo FHUFDQRGHOLQGLYLGXRGHELGRDOLQÁXMRGHHVWRVPHFDQLVPRV Es sabido que la imposición de normas es costosa para quien la hace pensando, por ejemplo, en la reacción de molestia y violencia que podría tener el castigado (Elster, 2007, p. 388). Una solución a esto es que quienes no imponen las normas pueden ser igualmente señalados al no castigar, aunque sería también factible pensar que la transgresión de una norma genera inmediatamente elementos emotivos, es decir, no instrumentales, que a su vez pueden desencadenar acciones en contra del transgresor. "JQJ?E=@KOłJ=HAO Las NS tienen la tarea de regular la vida colectiva y sirven para mantener el orden. Sin ellas, las conductas no cooperativas (conductas del “dilema del prisionero”) generarían un estado de las cosas desordenado e individualista; una situación repleta de dilemas sociales, tal como entendía 0DQFXU2OVRQDODVRFLHGDG/DVNS pueden tener un carácter de irracionalidad individual (al generar en el individuo Teoría y DEBATE No. 64 33 Rafael Plancarte XXX una acción no consecuencialista) y de racionalidad colectiva (de utilidad social) no intencional, justamente lo contrario de lo que ocurre con la relación individuo-sociedad producto del “dilema del prisionero”: el individuo es racional y sabe lo que quiere, y la suma agregada de decisiones en resultados colectivos puede ser irracional. Pero, como hemos argumentado en este trabajo, los resultados funcionales son sólo una posibilidad, pues existen NS que carecen de una función. Por eso hemos apuntado a las desventajas del enfoque funcionalista para las NS. Por otro lado, la realidad es más compleja que la aseveración economicista de que es el interés instrumental el principal móvil de la acción. Si los individuos tuvieran las mismas restricciones, deseos y recursos, tal vez la forma de tomar decisiones sería similar. La variedad de situaciones del mundo y de razones en los individuos no permiten asumir un comportamiento homologado, lo cual no quiere decir que los individuos no sean racionales, sino que este es un concepto heurístico que depende de los aspectos internos de cada actor. Para el caso de la economía, los precios son un indicador de las preferencias, y es más fácil atribuir el principio de maximización de utilidad como un móvil de la acción, pero en las demás ciencias sociales no es posible atribuir tan fácilmente motivaciones ni mecanismos de acción (Sartori, 1979). La acción es más compleja, mixta y multicausal, de ahí la necesidad de recurrir a elementos que vayan más allá de una racionalidad instrumental. 8QDYH]MXVWLÀFDGR HO HVWXGLR GH ODV NS como un fenómeno que tiene un origen individual, hemos visto la necesidad de hacer énfasis en los aspectos internos del actor y no únicamente en el carácter instrumental que envuelve el acatamiento de una norma, lo cual no implica descartar las explicaciones de corte más economicista, sino que estas deben ser complementadas. Las NS se presentan de forma distinta para múltiples actores. En primer lugar, para algunos indi34 ¿Son racionales las normas sociales? viduos seguir o no una NS puede depender del cálculo de probabilidad de que el romperla acarree costos, es decir, de la probabilidad de que la aplicación del castigo sea efecWLYDDVtFRPRGHORVEHQHÀFLRVUHVXOWDQWHVTXHVHSXHGDQ obtener (acción consecuencialista). Para estos individuos, las NS operan mejor en contextos no muy amplios donde el castigo y su implementación son más efectivos. En contextos muy amplios es posible que una NS no sea tan efectiva, dado que las NS operan de una forma descentralizada. En segundo lugar, romper una norma puede ser moralmente costoso para otros, pues independientemente de que haya a su alrededor quienes sigan o no una NS, o quienes observen su comportamiento, este tipo de actores optará por suscribirse a ella. En tercer lugar, algunos individuos pueden creer que una NS debe ser seguida hasta que un número previo de personas ya haya hecho lo propio, para lo cual aquellos que las siguen de forma incondicional pueden ser necesarios como fabricadores de umbrales de seguimiento. Finalmente, aunque la manipulación de normas existe, la presencia de sanciones puede llevar a que un actor con el tiempo siga NS de forma inconsciente, como pautas cotidianas, tal vez de manera similar a los individuos esgrimidos por el funcionalismo. El desafío consiste en explicar en qué contextos las NS se presentan de estas diversas formas para actores distintos. Fecha de recepción: 27 de octubre de 2014 Fecha de aceptación: 14 de mayo de 2015 Aguiar, F. (2007). “Siete tesis sobre racionalidad y acción colectiva”. Revista Internacional de Sociología, 46(65), 63-86. ––––––; Criado, H. y Herreros, F. (2011). “Sociología y elección racional”, en Giner, S. (comp.), Teoría sociológica moderna (pp. 281-306). Barcelona: Editorial Ariel. Teoría y DEBATE No. 64 Bibliografía 35 Rafael Plancarte Bibliografía 36 XXX Alexander, J. C. (1987). Las teorías sociológicas desde la Segunda Guerra mundial. España: Editorial Gedisa. Almond, G. (1990). 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La relectura microsocial de la obra de Juan Rulfo abre nuevas posibilidades de interpretación de sus imperativos poéticos y de las interacciones sociales en ella representadas, lo que permite acercarse a los mecanismos de construcción social del otro y del cambio sociocultural. Palabras clave: estigma social, representación simbólica, microsociología, Juan Rulfo. Profesora-Investigadora de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima. [email protected] X Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad 1. Introducción “Nunca había sentido que fuera más lenta y violenta la vida” (Rulfo, 2013, p. 54), dice el narrador en el cuento “Talpa” de Juan Rulfo. El fenómeno de la estigmatización es uno de los más violentos, dolorosos y discriminatorios que puede sufrir un individuo en el desenvolvimiento de las interacciones en la vida social. Este trabajo es resultado parcial del proyecto extenso “La agenda pendiente: vulnerabilidad, estigmatización y nuevos actores sociales en obras esenciales de la literatura mexicana contemporánea”. El artículo tiene como propósito analizar cuáles estigmas sociales se despliegan en la obra de Juan Rulfo y mediante qué imágenes simbólico-estéticas se expresan. Se estudian siete formas de estigmatización que se han encontrado en la obra de Rulfo, y su representación estética a través de la red simbólica. Por OR TXH VH UHÀHUH DO PDUFR WHyULFR que fundamenta el análisis, este se centra en los planteamientos microsociológicos de Erving Goffman y se complementa en las conclusiones Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 41 Lilia Leticia García Peña XXX GHOWUDEDMRFRQODVUHÁH[LRQHVHQWRUQRDODLGHQWLGDGGH Anthony Giddens y de Zigmunt Bauman; el marco metodológico que sustenta la determinación y análisis del imaginario simbólico se apoya básicamente en la mitocrítica del antropólogo Gilbert Durand. Aunque las obras de Rulfo –El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955)– se centran en la expresión del problema del campo mexicano (el fracaso del reparto agrario; la ruina económica y la violencia que proyectaban la Revolución mexicana y la Guerra Cristera hacia 1926), así como en la aceleración de la migración –interna hacia las tres ciudades principales del país (Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey) y externa hacia Estados Unidos– de la primera mitad del siglo XX, el talentoso escritor supo captar también otro importante aspecto de la cultura mexicana: ODHGLÀFDFLyQGHHVWLJPDVVRFLDOHVTXHKDQGHMDGRKXHOODR que incluso siguen vigentes en la interacción cotidiana de la sociedad mexicana. Rulfo reúne en sí mismo, como ningún otro escritor mexicano, tres experiencias: primero, la vivencia profundamente enraizada y auténtica de la tierra; segundo, la pertenencia a una familia de hacendados “que todo lo perdió en la Revolución” (Poniatowska, 1986, p. 144), lo que le permitió, por una parte, tener acceso a la lectura y la cultura y, por otra, percibir el sentimiento de pérdida social; y por último, la experiencia del desplazamiento a los espacios urbanos, ya que formó parte del éxodo de las muchedumbres que se trasladaron en la primera mitad del siglo XX de las zonas rurales y la llamada “provincia” mexicana a la entonces emergente Ciudad de México, buscando las oportunidades que en el lugar de origen se desdibujaban o soñando las alturas que la seductora capital prometía. Ese amplio caleidoscopio vital le abrió la posibilidad de abordar problemáticas esenciales individuales y colectivas del México de su época, anticipando incluso tendencias que se desplegarían 42 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo muchos años después. La exclusión se vincula irremediablemente con la violencia, y el México representado por Rulfo se tiende entre la marginación y la violencia: “La violencia UXOÀDQDUHJLVWUDORVJUDQGHVLPSXOVRVGHODPDUJLQDOLGDGµ (Monsiváis, 2008, p. 249). “Pedro Páramo es un cacique. Eso ni quien se lo quite […] es un cacique de los que abundan todavía en nuestros países” (Rulfo, 2000), pero, con lo esencial que resulta este asunto, la pregunta que Rulfo se plantea en su narrativa va todavía mucho más allá: Por ejemplo, ignoramos cómo se produce y cunde la pobreza; quién o MQÀH=?=QO=ULKNMQÀ6KJKIALNACQJP=NÄ=LKNMQÀIKNEIKO LKJgamos por caso; pero sí quisiera saber qué es lo que hace tan miserable nuestra vida. Usted dirá que ese planteamiento no aparece nunca en Pedro Páramo; pero yo le digo que sí, que allí está desde el principio y que toda la novela se reduce a esa sola y única pregunta: ¿dónde está H=BQANV=MQA?=QO=JQAOPN=IEOANE=6D=>HK@AIEOANE=?KJPK@=OOQO implicaciones (Rulfo, 2000). La empatía entre el discurso social y el literario hace parWLFXODUPHQWHVLJQLÀFDWLYRHOGLiORJRHQWUHODVRFLRORJtD\HO análisis de los textos. Este diálogo tiene una sólida tradición que pasa por Mijaíl Bajtín, Georg Lukács, Lucien Goldmann, Julia Kristeva o Edmond Cros, entre muchos otros, pero la teoría microsociológica de Erving Goffman aparece como una propuesta que, generada en los cincuenta, alcanza al siglo XXI llena de vigencia y vitalidad para analizar las obras literarias desde una plataforma metodológica tan rigurosa como innovadora. La pionera metodología de Goffman, centrada en las interacciones cara a cara, permite abordar las realidades sociales representadas en el texto a partir de las presencias individuales de la vida cotidiana y de los fenómenos de estigmatización que se gestan en ella. El paradigma Teoría y DEBATE No. 64 43 Lilia Leticia García Peña XXX microsocial conduce a valorar en la literatura esa cualidad que Carlos Fuentes subrayó siempre: su capacidad para ser “instrumento de diálogo en este sentido profundo […] diálogo entre géneros, entre fuerzas sociales, entre lenguajes y entre tiempos históricos contiguos o alejados […]” (Fuentes, 1990, p. 170). La mirada sociológica sobre la obra de Juan Rulfo y sobre los saberes literarios en general contribuye a la construcción de la ética social. Leer la obra de Rulfo desde la perspectiva de la represenWDFLyQGHIRUPDVGHHVWLJPDWL]DFLyQVRFLDOOOHYDDUHÁH[LRQDU sobre las causas y la naturaleza de esa miseria que tanto le preocupó y a enfrentar un problema social medular. Rulfo encarna a los personajes de sus obras en el despliegue de lo que Erving Goffman (1989) llama la presentación de la persona en la vida cotidiana. El sociólogo canadiense se orienta al análisis de la vida social en una doble dirección: desde las nociones de simulación, actuación y fachada,1 y desde la construcción y operación de los estigmas sociales. El presente trabajo se enfocará en la categoría de estigma que Goffman elabora en el marco de la perspectiva microsociológica, sustentándola a partir de las interacciones sociales, es decir, de las relaciones entre el “yo” y los “otros”, metodología que es posible llevar al análisis de los personajes de Juan Rulfo, cuyas experiencias pueden proyectarse desde la intimidad individual e interpretarse en un sentido social. 8Q HVWLJPD HV XQ DWULEXWR GHVDFUHGLWDGRU GHÀQLGR HQ términos de relaciones,2 como advirtió Goffman (1986, p. 13). Es una característica que hace diferente al individuo 1. “Un status, una posición, un lugar social no es algo material para ser poseído y luego exhibido; es una pauta de conducta apropiada, coherente, embellecida y bien articulada. Realizada con facilidad o torpeza, conciencia o no, engaño o buena fe, es sin embargo algo que debe ser representado y retratado, algo que debe ser llevado a efecto” (Goffman, 1989, p. 86). "O@A?EN ļQJ=PNE>QPKMQAAOPECI=PEV==QJPELK@ALKOAA@KNLQA@A?KJłNI=N la normalidad de otro y, por consiguiente, no es honroso ni ignominioso en sí mismo” (Goffman, 1986, p. 13). 44 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo y que atrae la desaprobación del entorno social. Se trata de un atributo que, no constituyendo una falta social, moral o que ha sido saldada, se juzga como una marca que vuelve al individuo inferior e indeseable: “Es un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio, a veces recibe también el nombre de defecto, falla o desventaja” (Goffman, 1986, p. 12). Las incontenibles consecuencias de la estigmatización son la exclusión y la discriminación social: NAAIKO  LKN @AłJE?EÉJ  @AO@A HQACK  MQA H= LANOKJ= MQA PEAJA QJ estigma no es totalmente humana. Valiéndonos de este supuesto practicamos diversos tipos de discriminación, mediante la cual reducimos en la práctica, aunque a menudo sin pensarlo, sus posibilidades de vida (Goffman, 1986, p. 15). Los individuos de un grupo social construyen una teoría del estigma para racionalizar el ejercicio del poder y la violencia sobre otros, e inundan el discurso cotidiano con términos referidos al estigma tales como “inválido, bastardo y tarado” (Goffman, 1986, p. 15). Un hecho fundamental en la operativización del estigma es que los individuos estigmatizados comparten de algún modo las mismas creencias que los “normales”. Se consideran individuos normales “aquellos que no se apartan negativamente de las expectativas particulares que están en discusión” (Goffman, 1986, p. 15). Normales y estigmatizados, al compartir el mismo referente y acervo de creencias, sin elaborarlas críticamente, participan en complicidad en la elaboración de las redes que llevan a la intolerancia, el rechazo, la violencia y la discriminación. En el fenómeno de la estigmatización es fundamental la transmisión de la información social que proporciona el propio individuo a través de signos que se proyectan desde su propia persona. En este trabajo se coincide con OD GHÀQLFLyQ GH *RIIPDQ   VRQ VtPERORV DTXHOORV Teoría y DEBATE No. 64 45 Lilia Leticia García Peña XXX “signos portadores de información social [que] pueden ser accesibles en forma frecuente y regular, y buscados y recibidos rutinariamente” (p. 58). Esta noción de símbolo se complementa con la perspectiva mitocrítica de Gilbert Durand (1993), para quien, metodológicamente, podemos decir que “el símbolo es un caso límite del conocimiento indirecto” (p. 18), es decir, su aspecto concreto, su apariencia VHQVLEOHH[SUHVDXQVLJQLÀFDGRDXVHQWHSOHQRGHOHFWXUDV culturales. El símbolo es un tipo de signo caracterizado por inconclusión, ambigüedad, redundancia, estabilidad y memoria cultural, y por poseer un excedente de sentido que el sujeto que lo interpreta ha de completar, acercándose así DORVVLJQLÀFDGRVFXOWXUDOHVTXHLQGDJD3 2. Los símbolos de los estigmas sociales en la obra de Juan Rulfo Algunos aspectos de la obra de Juan Rulfo que se abordan en este trabajo han sido analizados desde muchas perspectivas por otros críticos; sin embargo, ya que ninguna serie de símbolos puede comprenderse de modo aislado, “es posible LQWHJUDUODGHQWURGHXQVLJQLÀFDGRVLXQRODDUWLFXODFRQ UHVSHFWRDWRGDODHVWUXFWXUDGHFODVLÀFDFLRQHVTXHVHGD en la cultura de que se trata” (Douglas, 1973, p. 9). En este caso, el eje de articulación de los símbolos estudiados es la estigmatización social. La estigmatización se vuelca en la obra de Rulfo en imágenes simbólicas mediante las cuales el escritor captura su impacto en la vida cotidiana representada en El llano en llamas y Pedro Páramo. En este análisis se han distinguido 3. Para ampliar la noción de símbolo puede revisarse el siguiente trabajo: García Peña, L. (2012). “Nociones esenciales para el análisis de símbolos en los textos literarios”. 452ºF. Revista electrónica de teoría de la literatura y literatura comparada, (6), 124-138. Recuperado de: http://www.452f.com/pdf/numero06/ garcia/06_452f_garcia_indiv.pdf 46 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo siete formas de estigmatización que se abordarán ahora. Lo primero que hay que señalar es que Rulfo advierte que en el tejido social existe el concepto de marca, de individuo “señalado”, término que se debe a los griegos, y no para bien, puesto que ellos crearon la palabra “estigma” –“marca, señal, punto, tatuaje” (Gómez de Silva, 1989, p. 279)– para referirse a signos corporales que revelaban una diferencia negativa en la persona. Así, en Pedro Páramo se lee que Juan Preciado “Se rebulle sobre sí mismo como un condenado. Y tiene todas las trazas de un mal hombre” (Rulfo, 2005, p. 109), y en “El hombre”, cuento en el que es sumamente importante que el autor haya manejado un nivel genérico porque esto le permite proyectar la representación del personaje a la noción universal de ser humano, narra: Los pies del hombre se hundieron en la arena dejando una huella sin forma, como si fuera la pezuña de algún animal. […] “Pies planos –dijo AHMQAHKOACQÄ=„6QJ@A@K@AIAJKO)AB=HP=AH@A@KCKN@KAJAH pie izquierdo. No abundan fulanos con estas señas. Así que será fácil” (Rulfo, 2013, p. 29). Una vez planteada la idea de que Rulfo cree en los individuos “marcados”, “estigmatizados”, se puede analizar la primera clase de marca, aclarando que se ha decidido abordarlos en un sentido de lo más particular a lo más general, tratando de ir avanzando progresivamente hacia los estigmas que aparecen como más totalizantes y abarcadores de la persona en el contexto de su obra. Se encuentra primeramente, de forma reiterada, el estigma del mal hijo o la mala hija. Mucho se ha hablado del mito del padre ausente en la obra de Rulfo, pero lo que se destaca ahora es la representación del hijo que es percibido por los padres como una decepción, un fracaso de las ilusiones que se habían puesto en él. Es importante advertir que Teoría y DEBATE No. 64 47 Lilia Leticia García Peña XXX “los malos hijos” representados por Rulfo muestran, desde la más temprana infancia, alguna marca física o de carácter. En Pedro Páramo, en el propio cacique se observa este estigma que su padre Lucas le asigna: ļ"OQJEJÎPEH‡ @A?Ä=@AÀHIE@EBQJPKL=PNÉJ@KJ)Q?=Oļ2JŃKFK@A I=N?=‡6KHA@=>=H=N=VÉJļ Q=J@KIAIQAN=R¹U=OA>QO?=J@KKPNK trabajo, Fulgor”. “Sí, don Lucas”. “Con decirle, Fulgor, que he intentado mandarlo al seminario para ver si al menos eso le da para comer y mantener a su madre cuando yo les falte; pero ni a eso se decide”. “Usted no se merece eso, don Lucas”. “No se cuenta con él para nada, ni para que me sirva de bordón servirá cuando yo esté viejo. Se me malogró, qué quiere usted, Fulgor”. “Es una verdadera lástima, don Lucas” (Rulfo, 2005, p. 98). De igual forma, las hijas frustran las esperanzas paternas: “Tu madre decía que cuando menos nos queda la caridad de Dios. Y tú la niegas, Susana. ¿Por qué me niegas a mí como tu padre? ¿Estás loca?” (Rulfo, 2005, p. 141). En El llano en llamas también se encuentran “malas hijas”. En “En la madrugada”, Margarita frustra, esta vez, las expectativas maternas: “Serían las once de la mañana cuando entró Margarita en el corral, buscando a Justo Brambila, llorando porque su madre le había dicho después de mucho sermonearla que era una prostituta” (Rulfo, 2013, p. 46). En el cuento “Es que somos muy pobres”, las hermanas mayores, que “desde chiquillas ya eran rezongonas” (Rulfo, 2013, p. 26), son el contraejemplo de Tacha, la niña de 12 años, poniendo desde luego por ahora aparte la causa de la pobreza, la cual será tratada más adelante: 6P=JHQACKMQA?NA?EANKJHAO@EKLKN=J@=N?KJDKI>NAO@AHKLAKN  que les enseñaron cosas malas. Ellas aprendieron pronto y entendían IQU>EAJHKO?DEŃE@KO ?Q=J@KH=OHH=I=>=J==HP=ODKN=O@AH=JK?DA Después salían hasta de día. Iban cada rato por agua al río y a veces, 48 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo cuando uno menos se lo esperaba, allí estaban en el corral, revolcándose en el suelo, todas encueradas y cada una con un hombre trepado encima. Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle. Ellas se fueron para Ayutla o no sé para dónde; pero andan de pirujas (p. 26). En “La herencia de Matilde Arcángel”, Euremio hijo es estigmatizado desde pequeño por el padre como el causante de la muerte de la madre, al considerar que con su llanto asustó al caballo desbocado que la mató: Lo colmado estaba en lo alto y garrudo de que lo había dotado la benevolencia de Dios Nuestro Señor al Euremio grande. En cambio al chico lo había hecho todo alrevesado, hasta se dice que de entendimiento. 6LKNOEBQAN=LK?KAHAOP=NPN=>=@K@AŃ=?K RERÄ=OEAOMQAPK@=RÄ= vive, aplastado por el odio como por una piedra; y válido es decirlo, su desventura fue la de haber nacido. Quien más lo aborrecía era su padre, por más cierto mi compadre; porque yo le bauticé al muchacho ĥ‹9ļ6UKL=N=MQÀRKU=MQANANHK"H@AJ=@=IAOENRA)=KPN=LK@Ä= haberme dado más y todos los hijos que yo quisiera; pero éste no me dejó ni siquiera saborearla” (Rulfo, 2013, pp. 145 y 150). Desde entonces, el padre hace objeto al hijo de su resentimiento y su exclusión: Euremio chico creció a pesar de todo, apoyado en la piedad de unas cuantas almas; casi por el puro aliento que trajo desde al nacer. Todos los días amanecía aplastado por el padre que lo consideraba un cobarde y un asesino, y si no quiso matarlo, al menos procuró que muriera de hambre para olvidarse de su existencia. Pero vivió (p. 150). Los ejemplos se multiplican en la obra de Rulfo (2013). En “No oyes ladrar los perros”, el padre señala que no le debe DOKLMR´PiVTXHSXUDVGLÀFXOWDGHVSXUDVPRUWLÀFDFLRQHV Teoría y DEBATE No. 64 49 Lilia Leticia García Peña XXX puras vergüenzas” (p. 132). Este hijo, Ignacio, también presenta marcas de nacimiento: Me acuerdo cuando naciste. Así eras entonces. Despertabas con hambre U?KIÄ=OL=N=RKHRAN=@KNIENPA6PQI=@NAPA@=>==CQ= LKNMQAU=PA D=>Ä=O=?=>=@KH=HA?DA@AAHH=+KPAJÄ=OHHAJ=@ANK6AN=OIQUN=>EKOK Nunca pensé que con el tiempo se te fuera a subir aquella rabia a la cabeza... Pero así fue (p. 133). Y después de una larga serie de recriminaciones del padre KDFLDHOKLMRHOFXHQWRFLHUUDFRQODUHFRQYHQFLyQGHÀQLWLYD “–¿Y tú no los oías, Ignacio? –dijo–. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza” (p. 134). Se menciona también el caso del hijo migrante de “Paso del Norte” que pidiendo ayuda al padre en busca de mejor suerte para su propia familia, recibe esta respuesta: –Ésos son rumores. Trabajando se come y comiendo se vive. Aprén@APAIEO=>E@QNÄ=6KAOPKUREAFKUJEIAMQAFK!AIQ?D=?DKU=JEOA diga; tenía hasta pa conseguir mujeres de a rato. El trabajo da pa todo y contimás pa las urgencias del cuerpo. Lo que pasa es que eres tonto. 6JKIA@EC=OMQAAOKUKPAHKAJOAÇÀĠ/QHBK  L  Antes de dejar el estigma del mal hijo es posible volver a Pedro Páramo para mencionar el caso de Abundio Martínez, que resulta especialmente relevante porque este personaje, que también es hijo ilegítimo del cacique, es el arriero que al principio de la obra guía a Juan Preciado en su camino D &RPDOD \ TXH YXHOYH D DSDUHFHU DO ÀQDO GH OD QRYHOD ya que es el asesino de Pedro Páramo. Abundio Martínez da al texto su estructura circular y también cierra simbólicamente la obra con un mal hijo que llega al extremo de asesinar al padre. La violencia engendra violencia. Los padres y las madres encuentran en los hijos y las hijas a los grandes culpables de 50 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo sus desventuras y fracasos, y se convierten en los primeros gestores de su estigmatización. Estos “malos hijos”, hijos estigmatizados, son víctimas prácticamente desde su nacimiento de abandono, indiferencia, maltrato o humillación, y con el paso del tiempo sus vidas se encuentran hundidas en la locura y la violencia, hasta generarse “un rencor vivo” (Rulfo, 2005, p. 68) desde donde algún día serán a su vez padres de la misma calidad que los suyos. El estigma de los malos hijos lleva a observar la representación de una familia en la que las interacciones que privan son autoritarias y agresivas, apremiadas por la pobreza misma. Sin embargo, es muy importante destacar que Juan Rulfo sugiere la revisión de los papeles maternos. Por mencionar el ejemplo más claro, mientras Juan Preciado, en Pedro Páramo, va en busca del padre que lo abandona y olvida, es la madre la que se vincula al amor, a la transparencia y a la solidaridad con el hijo. Ante la pregunta sobre cuál sería una representación paradigmática del siglo XX, el historiador Eric Hobsbawm (2000) propuso la imagen de “una madre con sus hijos” (p. 212). Es posible creer que las madres solas se insinúan en la obra de Rulfo como uno de los más importantes nuevos actores sociales de la contemporaneidad. La segunda representación de estigma que es destacable HVODTXHVHUHÀHUHDODORFXUD/DORFXUDHVHOVtPERORGHODGL ferencia, de la marca, del comportamiento que se aparta de la normalidad de acuerdo con las expectativas de la interacción social. Este estigma se muestra en El llano en llamas en “Macario”: “Dicen en la calle que yo estoy loco porque jamás se me acaba el hambre. Mi madrina ha oído que eso dicen. Yo no lo he oído. Mi madrina no me deja salir solo a la calle” (Rulfo, 2013, p. 62). También en Pedro Páramo, en donde ODORFXUDVHPDQLÀHVWDHQ0LJXHO´6LVHORGLMHUDD los demás de Comala dirían que estoy loco, como siempre Teoría y DEBATE No. 64 51 Lilia Leticia García Peña XXX han dicho que lo estoy” (Rulfo, 2005, p. 84), y en Susana a quien el padre le pregunta: “¿Estás loca?” (p. 141): –¿No lo sabías? –¿Estás loca? –Claro que sí, Bartolomé. ¿No lo sabías? (p. 141). Susana “se vuelve loca” desde el día en el que su padre la hace bajar a la profundidad de la tierra en busca de oro y dinero; sin embargo, lo que ella encuentra es la presencia de la muerte, como señala el siguiente fragmento: –Más abajo, Susana. Más abajo. Dime si ves algo. 6?Q=J@KAJ?KJPNÉAH=LKUK=HHÄLANI=JA?EÉ ?=HH=@= LKNMQAOAAJIQdeció de miedo. La lámpara circulaba y la luz pasaba de largo junto a AHH=6AHCNEPK@A=HH¹=NNE>=H=AOPNAIA?Ä=ġ –¡Dame lo que está allí, Susana! 6AHH==C=NNÉH=?=H=RAN=AJPNAOQOI=JKOU?Q=J@KH=HQVHA@EK@AHHAJK la soltó. –Es una calavera de muerto –dijo. –Debes encontrar algo más junto a ella. Dame todo lo que encuentres. El cadáver se deshizo en canillas; la quijada se desprendió como si fuera de azúcar. Le fue dando pedazo a pedazo hasta que llegó a los dedos de HKOLEAOUHAAJPNACÉ?KUQJPQN=PN=O?KUQJPQN=6H=?=H=RAN=LNEIANKĢ aquella bola redonda que se deshizo entre sus manos. –Busca algo más, Susana. Dinero. Ruedas redondas de oro. Búscalas, Susana (p. 147). Susana entonces enloquece de miedo, del mismo miedo intenso que, por cierto, mata a Juan Preciado: “Entonces ella no supo de ella, sino muchos días después entre el hielo, entre las miradas llenas de hielo de su padre” (p. 148). Juan Rulfo subrayó esta característica de alienación del personaje: “Ese Fulano que se casó con ella no existió nunca. Son locuras, son fantasías. Nunca conoció el mar, nunca 52 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo se casó con nadie, siempre vivió con su padre” (González Boixo, 2005, p. 250). La imagen de la locura de Susana es fundamental porque de ahí deriva gran parte de la historia: Aun así, es dable reconstruir un orden que, sin ser exactamente cronológico, remite a la escena originaria en el libro, que sería la fuente de la tragedia total: el momento en que Susana San Juan, obligada por su padre, desciende a una tumba en busca de oro, como la única manera de capitalizarse. Susana enloquece después de que ha llevado simbóli?=IAJPAH=IQANPA=H=OQLANł?EA@AH=PEANN=„JK@==OQL=@NAļNQA@=O redondas de oro”, sino una “calavera de muerto”–, de modo que el cacique mismo es culpable de la locura y muerte de Susana, causa a su vez de la extinción de Comala, en virtud de que el pueblo, sin darse cuenta, celebra la muerte de la mujer y Pedro Páramo jura vengarse por semejante ofensa (Vital, 1998, p. 47). El estigma de la locura muestra cómo las estrategias que construyen al sujeto a partir de la normalización, como DGYLUWLy0LFKDHO)RXFDXOWFRQÀQDQDOLQGLYLGXRHVWLJPDtizado y lo controlan, reforzando los mecanismos de poder y H[FOXVLyQ/DORFXUDHVÀQDOPHQWHXQDFRQÀJXUDFLyQVRFLDO que estigmatiza, controla y margina. Juan Rulfo logra representar los sutiles mecanismos de vigilancia y castigo a través de los cuales el sujeto social es construido por las relaciones de poder de las cuales toda la sociedad participa. Los “normales” en la teoría de Erving Goffman, que estigmatizan a quienes no lo son en sus términos, equivalen en Foucault (1998) a “la mirada que está por doquier en movimiento. Un cuerpo de milicia considerable, mandado SRUEXHQRVRÀFLDOHV\JHQWHVGHELHQµ S (OHVSDFLR ÀFFLRQDOL]DGRHQODREUDGH5XOIRUHÀHUHDDTXHOGHVFULWR por Foucault (1998) como “Espacio recortado, inmóvil, petriÀFDGR&DGDFXDOHVWiSHJDGRDVXSXHVWR<VLVHPXHYH le va en ello la vida, contagio o castigo” (p. 199); la locura Teoría y DEBATE No. 64 53 Lilia Leticia García Peña XXX es el símbolo del que se aparta de la normalización en las interacciones sociales. En un sentido más amplio que la locura como ausencia de salud mental, en la obra de Juan Rulfo aparece la enfermedad como el tercer estigma, que bajo muchas y diversas formas es un proceso que se desvincula de los procesos naturales de la vida y emerge siempre como una marca. La enfermedad es el vehículo que expresa simbólicamente las carencias y defectos del individuo. Está el caso de la mujer de Abundio, el hijo asesino de Pedro Páramo, de la que se dice: “[...] y no sé cuántos males tenía” (Rulfo, 2005, p. 176): “Pensó en su mujer, que estaba tendida en el catre, solita, allá en el patio de su casa, adonde él la había sacado para que se serenara y no se apestara pronto” (p. 176); y el caso del propio cacique que, mucho tiempo antes del día en que es acuchillado por Abundio, se va muriendo poco a poco, inmovilizándose: Allá atrás, Pedro Páramo, sentado en su equipal, miró el cortejo que se iba hacia el pueblo. Sintió que su mano izquierda, al querer levantarse, caía muerta sobre sus rodillas; pero no hizo caso de eso. Estaba acostumbrado a ver morir cada día alguno de sus pedazos (p. 177). En El llano en llamas, Remigio Torrico es el tuerto de “La cuesta de las comadres” cuyo “ojo negro y medio cerrado que le quedaba parecía acercar tanto las cosas, que casi las traía junto a sus manos” (Rulfo, 2013, p. 16); y el migrante de “Paso del Norte” es totalmente vulnerable con el brazo roto: 6=OÄOAAOPQRK@=HAU@=HAD=OP=MQAIAV=N=J@EÉ@AHKO?=>AHHKOUUK ni metí las manos, por eso del codo dañado que ni defenderme pude. “Le dije: –No me pegue, que estoy manco. ļ6D=OP=AJPKJ?AOHAL=NÉ=HKOCKHLAOĠ/QHBK  L  54 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo Está también el caso del hermano enfermo desahuciado de “Talpa”: La idea de ir a Talpa salió de mi hermano Tanilo. A él se le ocurrió primero que a nadie. Desde hacía años que estaba pidiendo que lo llevaran. Desde hacía años. Desde aquel día en que amaneció con unas ampollas moradas repartidas en los brazos y las piernas. Cuando después las ampollas se le convirtieron en llagas por donde no salía nada de sangre y sí una cosa amarilla como goma de copal que destilaba agua espesa. Desde entonces me acuerdo muy bien que nos dijo cuánto miedo sentía de no tener ya remedio. Para eso quería ir a ver a la Virgen de Talpa ĥ‹96==HHÄ BNAJPA="HH= OA=?=>=NÄ=JOQOI=HAOĢJ=@=HA@KHANÄ=JEHA volvería a doler más. Eso pensaba él (Rulfo, 2013, p. 50). Y también del “hijo ingrato”, Ignacio, en “No oyes ladrar los perros”: “Te llevaré a Tonaya a como dé lugar. Allí encontraré quien te cuide. Dicen que allí hay un doctor. Yo te llevaré con él” (Rulfo, 2013, p. 131). En los estigmatizados por enfermedad en la obra de Juan Rulfo se muestra lo que bien señala el historiador barcelonés de la cultura occidental, Lluís Duch, la “salud y enfermedad son traducciones simbólicas de lo que, aquí y ahora, somos o creemos ser” (Solares y Lavaniegos, 2008, p. 152): La enfermedad es caos, disfunción, somatización de nuestras irreconciliaciones profundas; la salud, en cambio, es un proceso, siempre precario, de cosmización, un reencuentro del rumbo a pesar del dato innegable AEJOQLNEIE>HAMQAAOJQAOPN=?KJCÀJEP=łJEPQ@ĠL  La crítica ha señalado reiteradamente que un eje esencial GHO PXQGR UXOÀDQR HV OD UHOLJLRVLGDG &DUORV 0RQVLYiLV  VHxDODHOFDUiFWHUHVSHFtÀFRTXHWRPDHVDFDUDFWHUtVWLFDHQODREUDGHOPDHVWUR´(OVXVWUDWRXQLÀFDGRUHV sí, el pecado, pero el pecado no está en las acciones de los personajes, sino en los actos de sus padres y abuelos que Teoría y DEBATE No. 64 55 Lilia Leticia García Peña XXX los endeudan con la eternidad y los obligan a merecer esta triste suerte que los angustia” (p. 253). El pecador, el culpable, es el siguiente estigma que se aborda. El estigma por culpa se extiende por toda la obra. Por ejemplo, Susana pregunta a Justina: –¿Verdad que la noche está llena de pecados, Justina? –Sí, Susana. „Ĵ6AORAN@=@ –Debe serlo, Susana. „Ĵ6MQÀ?NAAOMQAAOH=RE@= 'QOPEJ= OEJKQJLA?=@KĴ+KKUAOĴ+K oyes cómo rechina la tierra? (Rulfo, 2005, p. 164). En El llano en llamas, el estigma del pecador se muestra en el padre de Justino en “Diles que no me maten”, que pasa toda una vida escondido “de haberse pasado su mejor tiempo tirando de un lado para otro arrastrado por los sobresaltos y cuando su cuerpo había acabado por ser un puro pellejo correoso curtido por los malos días en que tuvo que andar escondiéndose de todos” (Rulfo, 2013, p. 92). También en “El hombre”, que con su fuerza simbólica generalizadora parece incluir a todos los individuos, potencialmente, en el estigma del perseguido por la culpa: “No debí haberme salido de la vereda –pensó el hombre–. Por allá ya hubiera llegado. Pero es peligroso caminar por donde todos caminan, sobre todo llevando este peso que yo llevo. Este peso se ha de ver por cualquier ojo que me mire; se ha de ver como si fuera una hinchazón rara. Yo así lo siento. Cuando sentí que me había cortado un dedo, la gente lo vio y yo no, hasta después. Así ahora, aunque no quiera, tengo que tener alguna señal. Así lo siento, por el peso, o tal vez el esfuerzo me cansó” (Rulfo, 2013, p. 32).4 4. Las comillas y cursivas son del texto original. 56 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo El estigma por la culpa conduce a la sensación de contaminación e impureza en el individuo. Mary Douglas (1973) recoge la observación que Paul Ricoeur enuncia en Finitud y culpabilidad: la impureza es una representación sumergida HQXQPLHGRHVSHFtÀFRPHGLDQWHODFXDOVHLQJUHVDDOUHLQR del terror. El estigma del pecador es sumamente importante porque en él puede advertirse una característica fundamental del estigmatizado según Erving Goffman, que es el sentimiento de vergüenza que llega incluso a la autoaversión. Un rasgo básico que caracteriza la percepción del indiYLGXRHVWLJPDWL]DGRVHUHÀHUHDODFRQGLFLyQGHDFHSWDFLyQ y autoaceptación que queda cancelada en medio de una LQWHQVDVHQVDFLyQGHLQFHUWLGXPEUHTXHVHÀOWUDHQWRGDV las interacciones sociales. La estigmatización desata el sentimiento de vergüenza y autoaversión que lleva al individuo a autopercibirse como impuro: “Es probable que la presencia inmediata de los normales refuerce esta disociación entre las autodemandas y el yo, pero, de hecho, el individuo también puede llegar a odiarse y denigrarse a sí mismo cuando está solo frente a un espejo” (Goffman, 1986, p. 18): Luego están nuestros pecados de por medio. Ninguno de los que todavía vivimos está en gracia de Dios. Nadie podrá alzar sus ojos al Cielo sin OAJPENHKOOQ?EKO@ARANCÐAJV=6H=RANCÐAJV=JK?QN=HIAJKOAOK IA@EFKAHK>EOLKMQAL=OÉLKN=MQÄD=?A=HCÎJPEAILK@=J@K?KJłNI=?EKJAO6KIAHALQOAAJBNAJPAUHA?KJBAOÀPK@Kġ “–Eso no se perdona –me dijo. “–Estoy avergonzada (Rulfo, 2005, p. 111). En Pedro Páramo, Eduviges también está marcada con el sello de la culpa. Juan Preciado la describe: Su cara se transparentaba como si no tuviera sangre, y sus manos estaban marchitas; marchitas y apretadas de arrugas. No se le veían los ojos. Llevaba un vestido blanco muy antiguo, recargado de holanes, y del Teoría y DEBATE No. 64 57 Lilia Leticia García Peña XXX cuello, enhilada en un cordón, le colgaba una María Santísima del Refugio con un letrero que decía: “Refugio de pecadores” (Rulfo, 2005, p. 79). El letrero es la marca de la culpa, del pecado. Páginas más adelante, el lector se entera de las culpas que se le atribuyen: por el padre Rentería se sabe que se suicidó y por su hermana María Dyada que tuvo vínculos con varios hombres. Su suicidio aparece como expresión máxima de la autoaversión: “–Pero ella se suicidó. Obró contra la mano de Dios. “–No le quedaba otro camino. Se resolvió a eso también por bondad. “–Falló a última hora –eso es lo que le dije–. En el último momento. ¡Tantos bienes acumulados para su salvación, y perderlos así de pronto! ļ„-ANKOEJKHKOLAN@EÉ*QNEÉ?KJIQ?DKO@KHKNAO6AH@KHKN‹2OPA@ nos ha dicho algo acerca del dolor que ya no recuerdo. Ella se fue por ese dolor. Murió retorcida por la sangre que la ahogaba. Todavía veo sus muecas, y sus muecas eran los más tristes gestos que ha hecho un ser humano (p. 91). De acuerdo con Mary Douglas (1973), una persona marginal que no encuentra lugar en el sistema social despierta en el entorno la sensación de peligro que la coloca fuera de las interacciones sociales ordinarias. El estigmatizado por la culpa se da cuenta de que despierta un sentimiento de impureza y peligrosidad en el entorno social; para Goffman, la vergüenza se origina cuando el individuo percibe uno de sus atributos como una cualidad impura. En Pedro Páramo, la presencia del estigma del pecador destaca también en la hermana de la pareja incestuosa. El pecado es una marca que el personaje tiene la certeza de mostrar en su cuerpo: Él no quiere creerlo, pero ¿verdad que estoy para dar miedo? –y se acercó a donde le daba el sol–. ¡Míreme la cara! 58 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo Era una cara común y corriente. –¿Qué es lo que quiere que le mire? –¿No me ve el pecado? ¿No ve esas manchas moradas como de jiote MQAIAHHAJ=J@A=NNE>==>=FK6AOKAOOÉHKLKNBQAN=ĢLKN@AJPNK estoy hecha un mar de lodo (Rulfo, 2005, p. 111). Y es también visible en Natalia, la esposa de Tanilo Santos, en “Talpa”, que lo traiciona con su hermano: 6KOÀ=DKN=MQA+=P=HE=AOP¹=NNALAJPE@=@AHKMQAL=OÉ6UKP=I>EÀJ lo estoy; pero eso no nos salvará del remordimiento ni nos dará ninguna paz ya nunca […] Pero ahora que está muerto la cosa se ve de otro modo. Ahora Natalia llora por él, tal vez para que él vea, desde donde está, todo el gran remordimiento que lleva encima de su alma (Rulfo, 2013, pp. 51-53). Es importante notar entonces que la representación de la culpa o el pecado se desplaza en la obra de Juan Rulfo al estigma del incesto, lo cual puede verse en tres casos: la pareja incestuosa que aparece en Pedro Páramo y que existe en las alucinaciones de Juan Preciado: “No es mi marido. Es mi hermano; aunque él no quiere que se sepa” (Rulfo, 2005, p. 110), y que también muestra su condición fatal: “la vida nos había juntado, acorralándonos y puesto uno junto al otro” (p. 111); la esposa y el hermano de Tanilo Santos en “Talpa”: “Y de eso nos agarramos Natalia y yo para llevarlo. Yo tenía que acompañar a Tanilo porque era mi hermano. Natalia tendría que ir también, de todos modos, porque era su mujer” (Rulfo, 2013, p. 51); y la relación entre Justo Brambila y su sobrina en el cuento “En la madrugada”: Justo Brambila dejó a su sobrina Margarita sobre la cama, cuidando de no hacer ruido. En la pieza contigua dormía su hermana, tullida desde hacía dos años, inmóvil, con su cuerpo hecho de trapo; pero siempre despierta. Solamente tenía un rato de sueño, al amanecer; entonces se Teoría y DEBATE No. 64 59 Lilia Leticia García Peña XXX dormía como si se entregara a la muerte […] “Si el señor cura autorizara esto, yo me casaría con ella; pero estoy seguro de que armará un escándalo si se lo pido. Dirá que es un incesto y nos excomulgará a los dos. Más vale dejar las cosas en secreto” (Rulfo, 2013, p. 45). A través del estigma del incesto se cuestiona simbólicamente, desde lo más esencial, la descomposición de la formación social, ya que la integridad de toda la estructura social puede ponerse en tela de juicio cuando se quebrantan las reglas del incesto: “entre los universales culturales PiVVLJQLÀFDWLYRVHVWiQODH[RJDPLD\HOWDE~GHLQFHVWRµ (Kottak, 1999, p. 42). Se habla ahora del estigma del migrante, que se conecta directamente con el más poderoso de los estigmas en la obra GH-XDQ5XOIRVHJ~QVHPDQLÀHVWDHQHVWHWUDEDMRTXHHV el de la pobreza en general y la del campo mexicano, su ruina, que empuja la necesidad de migrar. Juan Rulfo vivió la experiencia de la migración personalmente: se incorporó a la vida urbana desde 1927 cuando fue enviado a un internado en Guadalajara, el mismo año en que murió su madre; en 1933, viajó por primera vez a Ciudad de México para intentar estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México, y a partir de entonces vivió entre Guadalajara y la Ciudad de México, urbe en la que se estableció en 1962 cuando se incorporó al Instituto Nacional Indigenista y en la que falleció en 1986. El estigma del migrante se sugiere en gran parte de la obra de Rulfo. Reiteradamente se dibujan los campos abandonados, en ruinas: “Todos escogen el mismo camino. Todos se van” (Rulfo, 2005, p. 177), se lee en Pedro Páramo. Aborda en su obra la relación que existe entre el abandono del campo y la migración a las ciudades de México o a Estados Unidos, y que Monsiváis (2009) resume: “Los años pasan y las causas del éxodo rural son las mismas: el desastre agrícola, la monotonía sin salidas, el caciquismo, la miseria 60 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo que devora raíces, el alcoholismo, las vendettas familiares. /DQRYHGDGHPSLH]DFRQHOQDUFRWUiÀFR µ S  Como observan Meyer y Aguilar Camín (1997), la frontera norte atrajo a principios del siglo XX a una multitud GHLQGLYLGXRVGHGLVWLQWDRFXSDFLyQ\ÀOLDFLyQLGHROyJLFD´\ FRQ HÀFDFLD WDO TXH ORV  PLO PH[LFDQRV TXH YLYtDQ HQ Estados Unidos en 1910 se habían cuadruplicado para 1930” (p. 87). La obra de Rulfo recoge la representación del migrante, narrando cómo la tierra “se llenó de ‘adioses’” (Rulfo, 2005, p. 137): –Allá, en el Paso del Norte, mientras nos encandilaban las linternas, cuando íbamos cruzando el río. „Ĵ6LKNMQÀ –Pos no lo supe, padre. ¿Se acuerda de Estanislado? Él fue el que me encampanó pa irnos pa allá. Me dijo cómo estaba el teje y maneje del =OQJPKUJKOBQEIKOLNEIANK=*ÀTE?KU@A=HHÄ=H-=OK6AOP¹>=IKO pasando el río cuando nos fusilaron con los máuseres (Rulfo, 2013, p. 121). El último estigma del que se habla es para el caso de este trabajo, como ya se mencionó, el más poderoso de todos los representados: el de la pobreza. Los pobres son el grupo más señalado y marginado, el más severamente estigmatizado, excluido, devaluado e ignorado por los “normales” o estigmatizadores: para los pobres en la obra de Juan Rulfo, la tierra es “este valle de lágrimas” (Rulfo, 2005, p. 93). Los campesinos sufren toda suerte de injusticias y marginación: “El caso es que nuestras madres nos malparieron en un petate aunque éramos hijos de Pedro Páramo” (p. 68); son despojados de todo, de la tierra: “La tierra en ruinas estaba frente a él, vacía” (p. 178); se encuentran “tan escasos de todo, tan escasos…” (p. 110); endeudados, con las “carretas vacías” (p. 106); con las casas “con la mitad del techo caída” (p. 106); formando parte de una historia del campo mexiTeoría y DEBATE No. 64 61 Lilia Leticia García Peña XXX cano que como Esteva (1980) resume, es “una historia de LQÀQLWDYLROHQFLDµ S /RVSREUHVGH-XDQ5XOIRLQFOXVR el cura del pueblo en Pedro Páramo, están llenos “de polvo y de miseria” (Rulfo, 2005, p. 131); son tan pobres que ni siquiera tienen los medios para enterrar a sus muertos: Abundio siguió avanzando, dando traspiés, agachando la cabeza y a veces caminando en cuatro patas. Sentía que la tierra se retorcía, le daba vueltas y luego se le soltaba; él corría para agarrarla, y cuando ya H=PAJÄ=AJOQOI=JKOOAHARKHRÄ==ENĢD=OP=MQAHHACÉBNAJPA=H=łCQN= de un señor sentado junto a una puerta. Entonces se detuvo: –Denme una caridad para enterrar a mi mujer –dijo. […] Al no ver a nadie, repitió –Vengo por una ayudita para enterrar a mi muerta (p. 175). La pobreza, que estigmatiza y marca desde la niñez el rumbo de una vida marginal y deshumanizada, aparece en “Es que somos muy pobres”: -KNAOKHAAJPN=H=IKNPEł?=?EÉJ=IEL=L¹ =DKN=LKNH=1=?D= MQAJK quiere vaya a resultar como sus otras dos hermanas, al sentir que se quedó muy pobre viendo la falta de su vaca, viendo que ya no va a tener con qué entretenerse mientras le da por crecer y pueda casarse con QJDKI>NA>QAJK MQAH=LQA@=MQANANL=N=OEAILNA6AOK=DKN=R== estar difícil. Con la vaca era distinto, pues no hubiera faltado quien se hiciera el ánimo de casarse con ella, sólo por llevarse también aquella vaca tan bonita. La única esperanza que nos queda es que el becerro esté todavía vivo. Ojalá no se le haya ocurrido pasar el río detrás de su madre. Porque si así fue, mi hermana Tacha está tantito así de retirado de hacerse piruja. 6I=I¹JKMQEANAĠ/QHBK  L  El estigma de la pobreza cancela toda oportunidad en el presente y diluye toda posibilidad de futuro. Los campesinos se enfrentan a la carencia extrema que todo lo desintegra. 62 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo “Entre otras características, la obra de Rulfo es una versión límite de estos condenados de la tierra” (Monsiváis, 2008, p. 244). La obra de Rulfo llega a lo más hondo, al México rural, enraíza al lector en la realidad a través de una poesía que posee una energía sutil que a la vez es potente. La realidad ensombrecida, la tristeza de los desposeídos, la nostalgia GHODSpUGLGDIRUPDQXQiQJXORGHODREUDUXOÀDQDeOQR quiso saber de falsas utopías, no endulzó las realidades, pero advirtió en su fotografía y en su narrativa los resquicios que GHMDQSDVDUODOX]ODVUHQGLMDVTXHÀOWUDQXQQXHYRDLUH La esperanza, cuando se trata de Juan Rulfo, radica en la seducción de su fuerza apelativa, en su capacidad de atraer al lector, de resistir la múltiple relectura, de provocar la UHÁH[LyQLQGLYLGXDO\VRFLDO 3. Conclusiones Puede concluirse que la obra de Juan Rulfo muestra estigmas sociales presentes en la sociedad mexicana de la primera mitad del siglo XX. Es posible adelantar provisionalmente, aunque esto está sujeto a investigaciones posteriores sobre el tema, que algunos de los estigmas detectados permanecen hasta nuestros días, otros han desaparecido o se han generado nuevos. Sólo a manera de ejemplo, podemos mencionar que el estigma de la vejez no ocupa un lugar preponderante en la obra de Rulfo, como hoy sí lo hace en nuestra sociedad, y que las expectativas de vida han camELDGR/DQDUUDWLYDGH5XOIRUHÀHUHSRUHMHPSORTXH)XOJRU Sedano, el administrador de la hacienda, con sus “54 años” (Rulfo, 2005, p. 94) ya es viejo: “–Pero cómo quiere usted que me quiera, si ya estoy viejo” (p. 97), y está “a pocos pasos de la muerte” (p. 100). No hay estigma por divorcio o por preferencia sexual en la obra de Rulfo, y el papel de los hijos y el valor simbólico de la enfermedad parecen cambiar en Teoría y DEBATE No. 64 63 Lilia Leticia García Peña XXX textos posteriores, mientras otros estigmas como la locura, la pobreza o el migrante sí parecen mantenerse. La revisión de la obra de Juan Rulfo, y de otras obras esenciales de la literatura mexicana, desde el paradigma microsocial de Erving Goffman, permitirá un mapeo de las interacciones sociales y los fenómenos de estigmatización y estereotipos en ella representados, y contribuirá a la comprensión de los mecanismos de cambio sociocultural. Es posible creer que todos los estigmas encontrados en la obra de Juan Rulfo desembocan en dos grandes consecuencias sociales: la primera, el juicio ético que Juan Rulfo HQXQFLDHQVXREUD\TXHVHUHÀHUHDTXHHOYDORUGHODYLGD humana queda en entredicho en nuestra sociedad. Se toman las palabras de Anthony Giddens (1995), que sitúa el fenóPHQRHQWpUPLQRVXQLYHUVDOHV´/DLQVLJQLÀFDQFLDSHUVRQDO el sentimiento de que la vida no tiene nada valioso qué ofrecer, se ha convertido en un problema psíquico fundamental en las circunstancias de la modernidad tardía” (p. 18). La segunda, la condición de los seres humanos como deshechos, con estigmas que los reducen a nada, a residuos sociales. Al respecto, se toman las palabras de Zygmunt Bauman (2005), quien señala que los seres humanos residuales, excedentes, son una consecuencia inevitable de la modernización: “[...] un ineludible efecto secundario de la construcción del orden (cada orden asigna a ciertas partes de la población existente el papel de ‘fuera de lugar’, ‘no aptas’ o ‘indeseables’)” (p. 16). Un proyecto de largo alcance permitiría extraer conclusiones generales. En la tarea de analizar textos, el rigor sociológico y la naturaleza estética de la literatura se concilian cuando se recurre a la brillante propuesta teórico-metodológica de Erving Goffman. La literatura se crece con el enfoque PLFURVRFLDO\ODVRFLRORJtDVHEHQHÀFLDFRQHOYDOLRVRHVSHMR que constituyen las obras literarias en las que la sociedad se mira de cuerpo entero, especialmente en la magistral obra 64 “Normales” y estigmatizados: los símbolos de la estigmatización social en Juan Rulfo que Juan Rulfo, con su sensibilidad social y su perfección poética, ha dejado en la memoria cultural mexicana para siempre. Fecha de recepción: 05 de febrero de 2015 Fecha de aceptación: 12 de mayo de 2015 Aguilar Camín, H. y Meyer, L. (1997). A la sombra de la Revolución mexicana. México: SEP. Bauman, Z. (2005). Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Barcelona: Paidós. Douglas, M. (1973). Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de contaminación y tabú. Madrid: Siglo XXI. Durand, G. (1993). De la mitocrítica al mitoanálisis. Barcelona: Anthropos. Esteva, G. (1990). La batalla en el México rural. México: Siglo XXI Editores. Foucault, M. (1998). Vigilar y castigar. 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Se discuten los alcances de la reforma tributaria en términos del nivel de recaudación y de progresividad desde una perspectiva histórica, y se abordan algunos de los problemas del sistema tributario que quedaron pendientes. Se sugiere que una reforma de gran calado debe recaudar más a través de impuestos progresivos que disminuyan la desigualdad, debe reducir la porosidad del sistema tributario y debe hacer a la Secretaría de Hacienda una institución más transparente. Palabras clave: economía política de los impuestos, reforma tributaria, desigualdad y progresividad, transparencia tributaria, poderes del Estado mexicano. X Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected] Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Introducción La reforma tributaria del Gobierno de Enrique Peña Nieto se suma a la larga lista de reformas que han pasado dejando al sistema tributario ( ST ) sin cambio sustancial y fomentando la continuidad de una Hacienda pobre. Una de las constantes del Estado mexicano ha sido la baja recaudación. Los ingresos tributarios del Gobierno federal en 2012, según la Secretaría de Hacienda, fueron equivalentes al 8.5% del PIB (producto interno bruto), una cifra muy por debajo del monto de gasto necesario para aumentar el nivel de vida de la sociedad, y lejos de la que otros países recaudan. Los países de la OCDE, por ejemplo, recaudaron en promedio 34.8% de su PIB en 2008, y países del mismo nivel de ingresos que México, como Brasil, Argentina, Sudáfrica y Turquía, el 33.6%, 30.7%, 29.8% y 24.2% de su PIB, respectivamente. El nivel de recaudación mexicano es, y ha sido a lo largo del siglo XX, extremadamente bajo. La reforma tributaria aprobada en octubre de 2013 está lejos de Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 69 Mónica Unda Gutiérrez XXX resolver ese problema. La Secretaría de Hacienda estimaba aumentar la recaudación para 2014 en 1.4% del PIB. El aumento real fue del 0.9% del PIB, el cual, en vista del amplio potencial de recaudación,1 y de la urgencia histórica por aumentar el nivel de extracción, es más bien un aumento pírrico. Este artículo cuenta con tres secciones además de esta introducción. La primera sección describirá qué fue lo que propuso el Ejecutivo, qué lo que aprobó el Legislativo y qué ORTXHÀQDOPHQWHTXHGyGHVSXpVGHGRVGHFUHWRVGHO(MHFXWLYRHQGLFLHPEUHGH/DVHJXQGDVHFFLyQGHÀQLUiVL la reforma está a la altura del problema tributario que se padece históricamente. La última parte apuntará algunos aspectos que debió incluir una reforma tributaria que realPHQWHPRGLÀFDUDHOST sustancialmente. 1. Lo que se propuso y lo que quedó de la reforma La propuesta original, presentada por la SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público) el 8 de septiembre de 2013, LQFOXtDPRGLÀFDFLRQHVDORVWUHVLPSXHVWRVPiVLPSRUWDQWHV del ST (ISR, IVA y IEPS –impuesto especial sobre productos y servicios–). Estas pretendían recaudar 162 800 millones GHSHVRVORTXHVLJQLÀFDEDVyORXQPiVGHORTXHVH estimaba recaudar en 2013. /DVPRGLÀFDFLRQHVPiVVLJQLÀFDWLYDVSURSXHVWDVSRUHO Ejecutivo fueron las siguientes: en cuanto al ISR empresarial, la SHCP se concentró en reducir las disposiciones legales que permiten disminuir de una u otra manera la base tributaria sobre la que actúa el impuesto; también 1. Aunque más adelante se tratará el tema con mayor amplitud, para dar desde ahora una idea al lector sobre el potencial de recaudación existente, conviene =JKP=NMQAHKOC=OPKOłO?=HAOAJBQANKJAMQER=HAJPAO=QJIKJPKAJPNA U@AH PIB (Fuentes, 2010, p. 4). Es decir, si se eliminaran los tratamientos especiales concedidos en la actualidad, la Secretaria de Hacienda podría recaudar el doble de lo que recauda. 70 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México SURSXVRHOLPLQDUHOUpJLPHQVLPSOLÀFDGR\ORVUHJtPHQHV especiales con que contaban algunos sectores;2 y, así mismo, planteó disminuir algunas deducciones, impulsar la consoOLGDFLyQÀVFDOHLPSRQHUXQDWDVDGHODODGLVWULEXFLyQ de dividendos. En cuanto al ISR de personas, el Ejecutivo propuso aumentar la tasa máxima al 32% para ingresos anuales de 500 000 pesos y más, disminuir las deducciones personales SHUPLWLGDVSDUDODVSHUVRQDVItVLFDV\ÀMDUXQDWDVDGH para las ganancias por la enajenación de acciones en la Bolsa de Valores. El Ejecutivo también planteó un nuevo régimen para incorporar a las personas físicas con actividad empresarial que están en la informalidad, el cual absorbería incluso a quienes tributaban en el régimen intermedio y en el régimen de pequeños contribuyentes (REPECOS).3 En lo relativo al IVA, la SHCP planteó ajustar el IVA de la franja fronteriza a la tasa que aplica en el resto del país (16%) y eliminar las exenciones del IVA a la compra, renta y pagos de hipoteca de casa habitación, a los servicios de enseñanza y a los espectáculos. También propuso eliminar la tasa cero de la cual gozaban productos como los chicles, los alimentos para mascotas y la joyería. 3RU~OWLPRODVPRGLÀFDFLRQHVDO IEPS incluyeron crear un impuesto de un peso por litro a bebidas saborizadas con azúcar, algunos impuestos ambientales4 y la disminución del subsidio a la gasolina y el diésel. 2. Sectores como el minero, agrícola, ganadero, los transportes de carga o pasajeros, sociedades cooperativas, sociedades inmobiliarias de bienes raíces, @AO=NNKHH=@KNAOEJIK>EHE=NEKOAEJOPEPQ?EKJAO@A?NÀ@EPK ł=JV=OUOACQNKO 3. Sobre este cambio, la SHCP argumentaba que el régimen de pequeños contribuyentes, al estar exento de conservar comprobantes de sus proveedores y de emitir facturas de sus ventas, permitía que se rompiera la cadena de ?KILNK>=?EÉJłO?=H HKMQACAJAN=>=AOL=?EKOL=N=H=AR=OEÉJUH=AHQOEÉJłO?=H De ahí que, en aras de una mayor recaudación, propusiera eliminar dicho régimen. 4. Impuestos a combustibles fósiles donde, de acuerdo a su contenido de carbono, se les carga un monto en centavos por litro o pesos por tonelada, y un impuesto =LH=CQE?E@=OMQAR=@AH=H@A=?QAN@K=OQPKTE?E@=@ Estado No. 64 71 Mónica Unda Gutiérrez XXX 3HURODSURSXHVWDGHO(MHFXWLYRQRSDVyVLQPRGLÀFDFLRnes por el Congreso –como sucede desde 1997, cuando el PRI (Partido Revolucionario Institucional) dejó de tener la PD\RUtDVXÀFLHQWHHQHO/HJLVODWLYRSDUDDSUREDUUHIRUPDV constitucionales–. Los legisladores rechazaron algunas de las propuestas del Ejecutivo, aprobaron otras tal y como se proponían originalmente y otras con cambios. Se resaltan ahora los cambios más importantes hechos por el Congreso: No se aceptó imponer IVA a colegiaturas, espectáculos ni joyería, ni a la compra, renta y pagos de hipotecas de casas habitación (excepto a la compra de casas con un valor mayor a 3 500 000 pesos). El Legislativo aprobó todo lo propuesto por el Ejecutivo en cuanto al IEPS, aunque PRGLÀFyODPDQHUDHQTXHVHLUtDUHGXFLHQGRHOVXEVLGLRD la gasolina y al diésel, y también creó una tasa del 8% para los alimentos chatarra.5 Diputados y senadores aprobaron la mayoría de las modiÀFDFLRQHVDOISR, pero con cambios. La tónica de los cambios realizados por los legisladores fue ser “más suaves” con el contribuyente de lo que había planteado la SHCP. En cuanto al ISR cobrado a las personas físicas, los legisladores aumenWDURQODWDVDPi[LPDD\HVWUDWLÀFDURQPiVORVQLYHOHV de altos ingresos;6 establecieron como los ingresos más altos ORVTXHVXSHUHQGHSHVRVDQXDOHVÀMDURQXQOtPLWH a las deducciones personales en lo que resulte menor: el 10% del salario anual de la persona física o cuatro salarios mínimos anuales (94 549 pesos); y ampliaron el periodo de regularización de 6 a 10 años para los contribuyentes que "OPKOBQANKJ@AłJE@KO?KIKHKOLNK@Q?PKOMQA?KJPEAJAJI¹O@A?=HKNÄ=O por cada 100 gramos. 6. Es decir, encima del nivel de ingresos que inicialmente se consideraba como alto (41 667 pesos mensuales) se aumentaron tres niveles más: de 62 500 a 83 333; de 83 333 a 250 000 y de 250 000 hacia arriba. Los niveles de ingreso que considera la Ley del ISR son once. 72 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México VHEXVFDDFFHGDQDOUpJLPHQGHLQFRUSRUDFLyQÀVFDOSDUD personas físicas con actividad empresarial. En síntesis, la propuesta del Ejecutivo no pasó sin cambios por el Legislativo, pero estos ¿son realmente relevantes? No y sí. No son relevantes en términos del total de ingresos triEXWDULRV/DVPRGLÀFDFLRQHVGHO/HJLVODWLYRGLVPLQX\HQHQ 4.6% los ingresos por impuestos que pretendía recaudar en su totalidad la propuesta del Ejecutivo, como se aprecia en la tabla 1. 6CDNC+PITGUQUVTKDWVCTKQURCTCUGIÕPNCRTQRWGUVC FGN'LGEWVKXQ[NQCRTQDCFQRQTGN.GIKUNCVKXQ /KNNQPGUFGRGUQU Ingresos tributarios 2014. Propuesta del 1,855,858 Ejecutivo Ingresos tributarios 2014. Aprobado por 1,770,163 Legislativo Diferencia entre ingresos según Ejecutivo 85,695 y Legislativo (4.62% menos) % del PIB  11.85 11.30 Fuente: exposición de motivos para la reforma de las leyes del ISR, IVA y IEPS, y Ley de Ingresos de 2014. Sin embargo, la intervención de los legisladores sí es relevante en cuanto al aumento de recursos que la SHCP pretendía recaudar con las reformas que propuso al ISR, IVA y IEPS. Lo que los ingresos tributarios disminuyeron debido DODVPRGLÀFDFLRQHVLQWURGXFLGDVSRUHO/HJLVODWLYRHTXLvale al 52.6% del aumento que pretendía recaudar la SHCP para 2014 (los 85 695 millones de pesos mencionados en la tabla 1). Dicho de otro modo, la SHCP planteó un aumento en la recaudación de 162 800 millones de pesos, pero el Legislativo recortó, a través de los cambios que hizo, 85 695 millones de pesos, es decir, más de la mitad del incremento propuesto originalmente. Estado No. 64 73 Mónica Unda Gutiérrez XXX Este recorte, como se muestra en la tabla 2, provino de disminuir el ingreso total previsto por la SHCP en cada uno de los impuestos. Los recortes del Legislativo en el ISR fueron equivalentes al 44% de los recursos “extras” que el Ejecutivo proponía recaudar por tal impuesto, los recortes al IVA fueron equivalentes al 43% del aumento originalmente planeado para el propio IVA,\ODGLVPLQXFLyQTXHVLJQLÀFy la mano del Legislativo en el IEPS equivalió al 89% de lo que Hacienda quería aumentar en la recaudación de este impuesto. Es decir, los tres impuestos sufrieron recortes considerables, pero los ingresos por IEPS sufrieron el mayor recorte entre lo que proponía Hacienda y lo que acabó aprobando el Congreso. 6CDNC#WOGPVQGUVKOCFQGPKPITGUQUVTKDWVCTKQURCTC UGIÕPNQRTQRWGUVQRQTGN'LGEWVKXQ[TGEQTVGFGKPITGUQUVTKDWVCTKQU CRTQDCFQRQTGN.GIKUNCVKXQ #WOGPVQGPTGEWTUQU GUVKOCFQRQTGN Ejecutivo 4GEWTUQU GNKOKPCFQURQTGN .GIKUNCVKXQ /KNNQPGUFGRGUQU Porcentaje que implica la eliminación FGTGEWTUQURQTGN .GIKUNCVKXQ ISR 75,000 -32,648 -43.53% IVA 54,000 -22,976 -42.55% IEPS 33,800 -30,070 -88.97% Fuente: exposición de motivos para la reforma de las leyes del ISR, IVA y IEPS, y Ley de Ingresos de 2014. Cabe mencionar que los datos de las tablas 1 y 2 provienen de contrastar lo estipulado por la exposición de motivos para la reforma de las leyes del ISR, IVA y IEPS con la Ley de Ingresos de 2014. Desafortunadamente, ni la SHCP ni el Legislativo muestran datos numéricos a detalle. Por ejemplo, la propuesta de la SHCP no explicitó cuánto iban a aumentar los ingresos del IVA por ajustar la tasa en la zona 74 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México fronteriza o cuánto aumentaría la recaudación de ISR por el cobro del impuesto a los dividendos o a las ganancias de personas físicas por la enajenación de acciones en la Bolsa de Valores. Los datos que se dan en la propuesta de la SHCP sólo son montos agregados por impuesto, no por cada una GHODVPRGLÀFDFLRQHVSURSXHVWDVHQFDGDLPSXHVWR(VWD falta de información, ya sea porque no la tienen (lo que implica que no hacen cálculos al respecto) o porque no la transparentan, es una falta grave puesto que no se ofrecen elementos para analizar y valorar la reforma a profundidad y, a la vez, tampoco permiten un mecanismo deseado en cualquier democracia: la rendición de cuentas. Intentando hacer una valoración de lo que el Legislativo aprobó y rechazó, se considera positivo el no haber aceptado el cobro de IVA a las colegiaturas, esto porque la educación es un bien preferente, por lo cual no hay que desincentivar su consumo. También fue positivo el que los legisladores aumentaran la tasa máxima a los ingresos de personas ItVLFDV \ TXH HVWUDWLÀFDUDQ PiV ORV QLYHOHV GH LQJUHVRV altos. Esto es un acierto distributivo, ya que, al menos en términos de diseño de la estructura de tasas del ISR, una PD\RUHVWUDWLÀFDFLyQ\XQDWDVDPi[LPDPiVDOWDDEUHQ la puerta para una mayor progresividad. Hay que decir que lo que hemos analizado hasta aquí, que fue discutido y aprobado por el Legislativo y publicado en el 'LDULR2ÀFLDOGHOD)HGHUDFLyQ el 11 de diciembre de IXHPRGLÀFDGRSRUHO(MHFXWLYRPHGLDQWHGRVGHFUHWRV del 26 de diciembre de 2013. Así es: el Ejecutivo tiene las facultades necesarias para HMHUFHUHQODSUiFWLFDXQSRGHUGHWHUPLQDQWHHQODGHÀQLFLyQ de la política tributaria. El artículo 39 del Código Fiscal de la Federación (Cámara de Diputados, 2014a) lo avala para “condonar o eximir, total o parcialmente, el pago de contribuciones y sus accesorios […]” y para “conceder subsidios o HVWtPXORVÀVFDOHVµTXHDÀQDOGHFXHQWDVDFDEDQDIHFWDQGR Estado No. 64 75 Mónica Unda Gutiérrez XXX la efectividad de las leyes tributarias. Y eso es exactamente lo que hacen estos dos decretos publicados por el Ejecutivo (SHCP, 2013a y 2013 b).7 De manera silenciosa, lo que había sido discutido y aprobado a la luz pública queda en buena parte sin efecto debido DODVPRGLÀFDFLRQHVTXHVLJQLÀFDQHVWRVGRVGHFUHWRVSDUD las leyes del ISR, IVA y IEPS. En otras palabras, los decretos “desdicen” buena parte de lo que había propuesto el Ejecutivo y aprobado el Legislativo. Evidentemente, algunas voces (aunque pocas) en el Congreso fueron críticas de esta decisión. Veamos. En la opinión de la diputada Roxana Luna Porquillo, que trajo a colación el tema (8 de enero de 2014) y que exhortó a la SHCPDKDFHUS~EOLFRHOLPSDFWRHQODVÀQDQ]DVS~EOLFDV de dichos cambios, los decretos son producto de la presión sobre el Ejecutivo de distintos grupos de interés. En sus palabras: […] es evidente que una vez aprobada la reforma hacendaria, los cabilderos del sector privado siguieron presionando al Ejecutivo y lograron AH>AJAł?EKL=N=OA?PKNAO ?KIKAOAHĥ@A9PN=OLKNPA@A?=NC=U@A pasajeros, los alimentos chatarra, las mineras, las escuelas particulares y las tiendas departamentales (Cámara de Diputados, 2014b). Del mismo modo, la diputada consideró inadmisible que el decreto no proveyera información cuantitativa desagreJDGDVREUHHOHIHFWRGHFDGDPRGLÀFDFLyQHVWLSXODGDHQORV decretos. Para ella, pues, era inaceptable que el decreto: ĥ‹9JKLNAOAJPAJEJCQJ=?Q=JPEł?=?EÉJ@AHEIL=?PKMQAOECJEł?=?A@AN el cobro de recursos que forman parte de la Hacienda pública […] es 7. Nos referimos al decreto que otorga estímulos fiscales a la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación, y el decreto que compila diversos beneficios fiscales y establece medidas de simplificación administrativa. 76 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México K>REKMQAH=OIK@Eł?=?EKJAOR=J=OECJEł?=NIAJKOEJCNAOKOL=N=AH país […] este paquete de concesiones tiene un entorno de opacidad y discrecionalidad […] (Cámara de Diputados, 2014b). Considerando lo anterior, la tabla 3, que desglosa la estimación de ingresos tributarios para 2014, ya no sería vigente, y además, como mencionó la diputada, no se sabría de qué magnitud sería el impacto en cada uno de los impuestos. /RV GRV GHFUHWRV SXEOLFDGRV D ÀQDOHV GH GLFLHPEUH  afectarían la recaudación del ISR, IVA y IEPS a través de los P~OWLSOHVHVWtPXORVÀVFDOHVGHGXFFLRQHV\H[HQFLRQHVTXH conceden a distintos sectores. 6CDNC%QORQUKEKÎPFGNQUKPITGUQUVTKDWVCTKQU /KNNQPGUFG RGUQU Impuesto sobre la renta Proporción del total de ing. VTKDWVCTKQU  1,006,376.9 56.9 Impuesto sobre el valor agregado 609,392.5 34.4 Impuesto especial sobre productos y servicios 134,441.6 7.6 Impuesto sobre automóviles nuevos 6,703.3 0.4 Impuestos al comercio exterior 26,758.6 1.5 Accesorios 20,562.2 1.2 1,501.2 0.1 -35,573.3 -2.0 1,770,163.0 100.0 Otros impuestos (rendimientos petroleros) Impuestos no comprendidos en la Ley de ingresos causados en ejercicios anteriores pendientes de pago Total impuestos Fuente: elaboración propia a partir de la Ley de Ingresos 2014 (SHCP, 2013c). El proceso de negociación y discusión entre los poderes Legislativo y Ejecutivo deja así al menos tres conclusioEstado No. 64 77 Mónica Unda Gutiérrez XXX QHV HO/HJLVODWLYRHVWiOHMRVGHGHÀQLUHQODSUiFWLFDOD política tributaria, y con esto se pone en entredicho que sea un contrapeso del Ejecutivo en el tema de impuestos; 2) el Ejecutivo, en materia tributaria, tiene facultades que le permiten moldear la efectividad de las leyes tributarias (en otras palabras, la SHCP es una secretaría con amplio poder discrecional en la materia); y 3) la reforma, considerando VXVHIHFWRVHQODUHFDXGDFLyQQRVLJQLÀFDUiQLQJ~QFDPELR sustancial en el ST. 2. La reforma aprobada y el problema tributario en México La reforma tributaria no está a la altura del problema estructural del ST. El defecto más grave del ST mexicano es ORSRFRTXHH[WUDHGHLPSXHVWRV\HODXPHQWRTXHVLJQLÀFy la reforma de 2013 a 2014 (0.9% del PIB) hace muy poco para remediarlo. Este problema no es nuevo, al contrario: ODFRQVWDQWHHQODKLVWRULDÀVFDOGHOSDtVKDVLGRWHQHUXQD Hacienda pobre, que apenas se duplicó como proporción del PIBGHD JUiÀFD  El bajo nivel de recaudación es un reto que ha quedado siempre pendiente a pesar de los numerosos intentos de reforma tributaria acaecidos en el siglo XX. En un trabajo anterior, se argumentó que el resultado fallido de las diversas reformas intentadas se entiende mejor al observar las alianzas que el Estado mexicano exploró y fue fraguando después de la Revolución (Unda, 2010), y que la consolidación gradual de una alianza conservadora8 –que implicó una 8. El término “alianza conservadora” es tomado de Hamilton (1982, p. 284). Para la autora, el periodo postrevolucionario en México contó con dos posibles y latentes alianzas: la conservadora, que ligaba grupos de todos los niveles del Gobierno y del aparato del Estado con los diferentes segmentos de la clase dominante, y H=LNKCNAOEOP= MQAHEC=>=LKNOQL=NPA=CK>ANJ=@KNAO >QNÉ?N=P=OUKł?E=HAOAJ general con los segmentos de la clase trabajadora y campesina. Con el tiempo, la primera fue la que se consolidó. 78 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México relación de cooperación entre el Estado y la elite económica en aras del crecimiento económico–, y la estabilidad política aportan los elementos para entender por qué la historia de estas reformas tributarias terminó invariablemente en la “moderación tributaria”, es decir, en la inercia de una baja recaudación. En este contexto, se puede decir que la reforma de 2013 es sólo una reforma más de las muchas que han pasado de largo el verdadero problema; es otra oportunidad perdida. )T¶ſEC4GECWFCEKÎPVTKDWVCTKCGP/ÃZKEQ FGNPIB) Fuente: elaboración propia con base en datos del Banco de México (2014a y 2014b), INEGI  2UWL]  \ BID y Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (2012). Cabe mencionar que otros autores, como Elizondo (1999), han sugerido que el nivel de recaudación tan bajo del ST mexicano se debe a la presencia de los recursos petroleros. Esta tesis propone que en la medida en que los Gobiernos tengan acceso a recursos por otras fuentes, distintas a los impuestos, menos costosas políticamente, la recaudación tributaria disminuirá. Sin embargo, pasa por alto que la recaudación tributaria del Estado mexicano se considera Estado No. 64 79 Mónica Unda Gutiérrez XXX baja desde la década de los cuarenta (Aboites y Unda, 2012, p. 15), y que los ingresos petroleros se volvieron un recurso importante para el Gobierno federal apenas desde mediados de los años setenta. Es decir, la tesis de los recursos alternos (ingreso petrolero) no se sostiene empíricamente a lo largo del tiempo. Si bien dicha tesis tiene sentido, en cuanto a que los recursos libres de costos políticos van a ser preferidos por el Gobierno, los recursos alternos, más que causar la baja recaudación, están más bien impulsando un nivel de recaudación que ya era bajo desde antes. La reforma de 2013, entonces, no afectará sustancialmente el nivel de recaudación, pero tampoco la composición del ST. Esta sigue siendo en buena parte directa, es decir, proveniente de impuestos al ingreso. De hecho, la recaudación tributaria en México a lo largo del siglo XX poco a poco se fue haciendo cada vez más directa, lo que en buena parte se debió a la relevancia que fue adquiriendo el ISR.9 En las últimas tres décadas, la composición tributaria directa ha rondado entre el 45% y el 50%. La recaudación directa en IXHFRPRVHPXHVWUDHQODJUiÀFD\HOVHJXQGR impuesto más importante fue el IVA, proporcionando el 36.9% del total de los ingresos tributarios.10 !AHIEOIKIK@K AHLNK?AOK@A?AJPN=HEV=?EÉJłO?=HMQAOA@EFK=HKH=NCK@AH siglo XX mediante las Convenciones Fiscales jugó parte en la explicación sobre la preponderancia del ISR. El Gobierno federal tenía que tener un impuesto moderno y recaudador con el cual también participarles recursos a los estados a cambio de que estos mermaran sus potestades tributarias. Para mayor detalle sobre el proceso de centralización, ver Aboites (2003). 10. El ISR es prácticamente el único impuesto directo relevante a nivel federal. El impuesto sobre automóviles nuevos (ISAN) también es directo, pero su recaudación es mucho menor. El otro impuesto directo importante es el predial, pero este es un impuesto municipal, caracterizado por tener niveles de recaudación muy bajos. 80 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México )T¶ſEC%QORQUKEKÎPVTKDWVCTKC Fuente: elaboración propia a partir de SHCP (2015). Cabe señalar que en el proyecto de reforma que llegó al Congreso no se presentó una de las propuestas más aludidas en años anteriores: la eliminación de las exenciones de IVA a alimentos y medicinas. Para dimensionar el que se haya descartado esta propuesta, conviene recordar que desde el sexenio del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) se aumentó la tasa del IVA y se propuso eliminar la exención a alimentos y medicinas. A partir de ahí, en cada sexenio se ha intentado lo mismo sin éxito. La propuesta de eliminar la exención de IVA a alimentos y medicinas es coherente con una postura ideológica, en HVWH FDVR FRQ XQD TXH SULRUL]D ORV FULWHULRV GH HÀFLHQFLD en los sistemas tributarios y que busca que los impuestos generen la menor distorsión posible en las decisiones de los actores económicos. Dicha postura le resta importancia a la función distributiva de los sistemas tributarios y esencialmente ve como principal obstáculo para la recaudación la capacidad administrativa de las Haciendas. Es decir, esta perspectiva considera que el obstáculo principal para Estado No. 64 81 Mónica Unda Gutiérrez XXX aumentar la recaudación son los problemas propios de las administraciones tributarias.11 De ahí que en buena parte, bajo este enfoque, se opte por los impuestos al consumo pues, juzgan, son administrativamente más fáciles de recaudar que los impuestos al ingreso. Sin embargo, aunque la capacidad administrativa mediante la auditoría y la sanción propicia el cumplimiento y redunda en una disminución de la evasión y la elusión, la capacidad administrativa sólo explica parcialmente el nivel de recaudación. Los impuestos son un problema político, no administrativo. En última instancia, detrás de la efectividad o inefectividad de las administraciones tributarias, está una decisión política: la de cobrar, auditar y sancionar a los contribuyentes, a todos o a algunos. En cualquier caso, vale la pena resaltar el que no se haya considerado en el proyecto de ley una reforma al IVA en el sentido propuesto anteriormente. Esto es relevante desde un punto de vista político. El análisis de reformas bajo un enfoque de economía política debe considerar también todo aquello que estaba en la mesa de discusión y que quedó IXHUD(VWRVLJQLÀFDTXHVHUHTXLHUHREVHUYDUWDPELpQHO SHULRGRHQTXHVHGHÀQHODDJHQGDGHODUHIRUPD12 esto con HOÀQ²HQWUHRWURV²GHGHWHUPLQDUTXpDFWRUHVVRQORVTXH tienen un peso en la decisión (poder) y por qué. Del mismo modo, el no haber eliminado la exención del IVA a alimentos y medicinas es, para muchos, un acierto en términos distributivos. Esta opción, como lo demuestran Mínzer y Solís (2013), es regresiva pues “afecta fuertemente a los estratos socioeconómicos bajos y medios [deciles I a VI], que son precisamente los que destinan un mayor porcentaje de sus ingresos al rubro de alimentos”. Además, estos dos 11. Desde esta lógica es que se crearon los sistemas de administración tributaria AJ@EOPEJPKOL=ÄOAOH=PEJK=IANE?=JKO=łJ=HAO@AHKOK?DAJP=U@QN=JPAHKOJKRAJP= 12. Esta etapa es previa a la discusión en el Legislativo y normalmente más opaca que el resto del proceso de la reforma. 82 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México autores calculan que de eliminar la exención, “la tasa de pobreza del país aumentaría de 47.7% a 50.8% [...] dejando así en evidencia el carácter regresivo de la medida” (Mínzer y Solis, 2013). 3. Lo que quedó pendiente Una verdadera reforma tiene que abordar al menos los siguientes tres problemas del ST: la baja recaudación y su poca efectividad distributiva, la porosidad del ST, y la opacidad de la Secretaría de Hacienda. En esta sección se abordan cada uno de estos en los tres apartados siguientes. a) Recaudar más y a través de un ISR progresivo El incremento en los ingresos tributarios en 0.9% del PIB de 2013 a 2014 deja todavía una brecha muy grande entre lo que México recauda y lo que recaudan países similares, como se hizo mención al inicio del presente artículo. A todas luces, el ST mexicano debe de ser capaz de extraer más recursos, pero esto, a su vez, se puede hacer de distintas maneras. Por ejemplo, mediante un aumento generalizado de tasas en todos los impuestos, impulsando más los impuestos indirectos o los directos, creando impuestos nuevos, etc. Es decir, las opciones para aumentar la recaudación son muchas, todas cuentan con argumentos a favor o en contra, pero unas son más adecuadas que otras tomando en consideración las características del ST y la economía en cuestión. Por ejemplo, la idea de aumentar los ingresos tributarios a través del IVA en países con distribuciones del ingreso equitativas, como Austria u Holanda, es “más adecuada” que tomar la misma medida en el caso de países con desigualdades en el ingreso tan altas como Brasil o México. Austria y Holanda a inicios de la década de 2000 presentaron un índice de Gini antes de impuestos de 0.38 y 0.39, respectivamente, y México y Brasil de 0.50 y 0.54, respectivamente Estado No. 64 83 Mónica Unda Gutiérrez XXX (Goñi, et al., 2008, pp. 5-6, 17). En el caso de México, el nivel de desigualdad y de pobreza13 es un argumento para darle cabida a la función distributiva que pueden cumplir los sistemas tributarios. Lo anterior es una de las razones que llevan a poner la atención en el ISR, el principal impuesto directo del ST. Al centrar la atención en elevar la recaudación a través del ISR, se tienen que considerar principalmente dos cuestiones: 1) mejorar la composición interna del ISR, y 2) revisar la estructura de tasas estatutarias por tipo y nivel de ingreso. El ISR carga, desde la década de 1950, con el defecto de tener una progresividad poco efectiva. En buena parte esto es debido a lo desproporcionada que es la extracción del ISR. El ISR, con el tiempo, fue dependiendo cada vez más del ingreso del trabajo y menos de los ingresos generados por el capital. Es decir, la recaudación de ISR de los asalariados aumentó más que lo que aumentaron las recaudaciones del ISR de personas morales o del ISR de personas físicas con actividad empresarial o profesional. La tabla 4 describe la composición actual del ISR: el 49.7% de la recaudación total proviene de los asalariados y el 37.9% de las empresas. El problema está en que el monto que aportan los asalariados no guarda relación con lo que se concentra del ingreso nacional (con el total del “pastel”). Del mismo modo, el ingreso tributario que proviene de las empresas (ingresos derivados del capital) no es proporcional al ingreso que concentran las personas morales. La tabla 5 indica que los asalariados sólo cuentan con el 27% del ingreso nacional, y en contraparte las personas morales concentran el 69.4% del mismo. En pocas palabras, los asalariados aportan la mitad de lo que se recauda de ISR, "H?KAł?EAJPA@A$EJE@AHEJCNAOKPKP=Hper cápita de los hogares en 2010 fue @AĠOEIEH=N=HATEOPAJPAAJ UAHJERAH@ALK>NAV=BQA@AH@A la población en 2012, según el Consejo para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL). 84 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México pero sólo tienen en su poder el equivalente a poco más de un cuarto del ingreso nacional. 6CDNC4GECWFCEKÎPISR /KNNQPGUFGRGUQU Personas morales % 288,360.30 37.9 Personas físicas 20,038.1 2.6 Retenciones a residentes en el extranjero 28,154.0 3.7 377,663.2 49.7 45,890.6 6.0 760,106.2 100 Retención por salarios Otras personas físicas y morales Total recaudación ISR Fuente: elaboración propia a partir de SHCP (2012a). 6CDNCPIBCRTGEKQUEQTTKGPVGURQTGNRCIQFGNQUHCEVQTGU  Usos: % Remuneración de asalariados 27.0 Impuestos a la producción e importaciones 3.6 Excedente bruto de operación 69.4 Producto interno bruto a precios de mercado 100 Fuente: elaboración propia a partir de INEGI (2008). La relación entre la composición del ISR y la composición del ingreso nacional es una manera de ver (de las pocas que hay, dada la opacidad de la SHCP y del SAT) lo desproporcionada e inequitativa que es la extracción del ISR. Si bien cualquier decisión relacionada con el ST tiene que tomar en cuenta el impacto que la decisión tendrá en el sector privado (considerando siempre como indeseable el que los impuestos o tasas Estado No. 64 85 Mónica Unda Gutiérrez XXX impositivas depriman a la actividad económica),14 en el caso del ISR mexicano, con tasas efectivas15 tan bajas (por ejemplo, en comparación con las de los países de la OCDE –Antón, 2005, p. 213–),16 queda todavía espacio para incrementar la recaudación del ISR sin deprimir la actividad económica. 2WUDFXHVWLyQDFRQVLGHUDUHQDUDVGHTXHHOISR recaude más y de manera progresiva, es la revisión de la estructura de las tasas impositivas estatutarias por tipo y nivel de ingreso. Los impuestos sobre la renta tienen distintas tasas, mismas que van siendo más altas conforme el nivel GHLQJUHVRGHOFRQWULEX\HQWHVHLQFUHPHQWDORTXHVHGHÀQH como una “estructura de tasas progresiva”. Pero los impuestos sobre la renta pueden también aplicar tasas diferentes no sólo con base en el nivel de ingreso, sino también dependiendo del tipo de ingreso. La Ley del ISR puede determinar una estructura de tasas para los ingresos al salario y otra distinta para los ingresos de las empresas. Aún más, se da el caso en que una determinada rama industrial es la que recibe una estructura de tasas GLVWLQWDDODGHOUHVWRGHODLQGXVWULD(VWRVHMXVWLÀFDFRQ el argumento de que la medida puede incentivar o desincentivar la actividad económica en esa rama. 14. Esto conlleva tomar en cuenta análisis como el propuesto en la “curva de Laffer”. En la “curva de Laffer” se analiza la relación entre las tasas impositivas y la recaudación, y se considera que el cambio en las tasas impositivas conlleva un impacto en el nivel de recaudación (impacto aritmético) y en el empleo, la oferta y la inversión (impacto económico). 15. Las tasas efectivas corresponden al porcentaje que representa el pago real de impuestos de la base tributaria. El diferencial que existe de la tasa estatutaria (la tasa a cobrar en el impuesto que estipula la ley) y la tasa efectiva se explica por las deducciones, subsidios o demás disposiciones que permiten reducir la base tributaria de la persona física o moral. 16. Antón (2005), quien utiliza cuatro métodos diferentes para calcular las tasas efectivas sobre el consumo, el ingreso derivado del trabajo y el ingreso derivado del capital, concluye que las tasas efectivas promedio de cada uno de estos en *ÀTE?KAJPNAUOKJAJPNAUĢAJPNAUUAJPNA U NAOLA?PER=IAJPA 86 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México En sí, el aplicar estructuras de tasas distintas según el WLSRGHLQJUHVRVHFWRURUDPDWLHQHMXVWLÀFDFLyQQRUPDOmente, en lo que se suponen son las repercusiones que el impuesto y la tasa respectiva implican en cada tipo de ingreso y lo que se desea. Así, el Gobierno, a través de la políWLFDWULEXWDULDSXHGHLQÁXLUHQHOFRPSRUWDPLHQWRGHODDFWL vidad económica, incentivando o desincentivando cierta DFWLYLGDGDWUDYpVGHPRGLÀFDFLRQHVHQODVOH\HVWULEXWDULDV En este sentido es necesario revisar las estructuras de tasas con que el ISRDFW~D²H[WUDH²\FRQRFHUODVMXVWLÀcaciones de determinada morfología de tasas y evaluarlas. Habrá tratamientos preferenciales que se traducen en aplicar una estructura de tasas más bajas a un sector en espeFtÀFR\TXHDSHVDUGHHOORQRVHREWLHQHQUHVXOWDGRVQR se está motivando una mayor inversión o productividad en determinado sector. En este caso, el incentivo dado en forma de una estructura de tasas más baja pierde todo sentido y VLJQLÀFDHQHOIRQGRXQFRVWR Del mismo modo, es importante revisar la efectividad, en términos de progresividad, del diseño de la estructura de tasas. El ISR tiene el defecto de alcanzar el techo de ingresos muy rápido (independientemente del tipo de ingresos), lo TXHHQ~OWLPDLQVWDQFLDVLJQLÀFDXQGHVSHUGLFLRGHUHFXUVRV tributarios, pues el ISR pierde su velocidad de extracción en XQWRSHEDMR(MHPSORGHHVWRHVODSURSXHVWDGHPRGLÀFDFLyQ del Ejecutivo que pretendía cobrar 32% como tasa máxima a “los ingresos más altos” de personas físicas, mismos que empezaban en 41 667 pesos al mes y que estaban muy por debajo de lo que son realmente los ingresos altos de los contribuyentes mexicanos que están en la punta de la pirámide.17'HDKtTXHODVPRGLÀFDFLRQHVTXHKLFLHURQORV 17. Ante este defecto, la SHCP argumenta que los ingresos de 41 667 pesos al mes pertenecen al decilI¹O=HPK@AEJCNAOKO"HLNK>HAI=AOP¹AJMQAH=?H=OEł?=?EÉJ por deciles de ingreso, que resulta de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares, no logra captar el universo de hogares y deja fuera la información de Estado No. 64 87 Mónica Unda Gutiérrez XXX legisladores a esta propuesta sean un acierto, al menos en términos del diseño de la estructura de tasas. b) Eliminar la porosidad del sistema tributario (gastos łO?=HAO AHQOEÉJUAR=OEÉJ El ST mexicano se asemeja a un gran colador o a una piedra pómez: es muy poroso, tiene huecos por los cuales se escapan ingresos tributarios potenciales. En la medida en que se logre cerrar esos huecos, la recaudación puede aumentar. Por ello es importante entender cómo se generan estos huecos, cómo se “erosiona” la “piedra pómez”. Los huecos se pueden originar mediante la elusión, los JDVWRV ÀVFDOHV R OD HYDVLyQ &DGD XQR HV GLIHUHQWH /D HOXVLyQ ÀVFDO HV HYLWDU R UHWUDVDU HO SDJR GH LPSXHVWRV mediante estrategias legales que se aprovechan de distintas situaciones como el que una ley sea ambigua, que la ley esté abierta a interpretaciones o que la ley entre en FRQÁLFWRFRQRWUDVQRUPDV\TXHFRQHVWRVHFUHHXQYDFtR legal.18/RVFRQWULEX\HQWHVTXHXWLOL]DQODHOXVLyQÀVFDOVRQ normalmente empresas o personas físicas con los recursos VXÀFLHQWHVSDUDSDJDUDERJDGRV\FRQWDGRUHVTXHSODQHHQ\ ejecuten las estrategias legales de elusión, o lo que llaman ´LQJHQLHUtDÀVFDOµ/DHYDVLyQÀVFDOSRURWURODGRHVXQDFWR ilegal por el cual el contribuyente paga menos o no paga los impuestos que tiene que pagar pues oculta ingresos o bienes en su declaración. /RV JDVWRV ÀVFDOHV SRU ~OWLPR VRQ ´ORV WUDWDPLHQWRV que se desvían de la estructura normal de los impuestos IHGHUDOHVFRQVLGHUDQGRODVGLVSRVLFLRQHVÀVFDOHVYLJHQWHVµ (SHCP, 2012b). Son los montos que deja de recaudar el erario por concepto de tasas diferenciadas en impuestos, los hogares con los ingresos más altos. Este hueco distorsiona el dato de los ingresos altos y lo subestima. 18. Situaciones que no estaban contempladas y por lo tanto tampoco están reguladas. 88 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México H[HQFLRQHV VXEVLGLRV \ FUpGLWRV ÀVFDOHV FRQGRQDFLRQHV IDFLOLGDGHVDGPLQLVWUDWLYDVHVWtPXORVÀVFDOHVGHGXFFLRQHV autorizadas, tratamientos y regímenes especiales. Todos estos conceptos están establecidos en las leyes tributarias, es decir, el Legislativo o el Ejecutivo los concedieron en algún momento y decidieron no cobrarlos, decidieron dejar GHUHFLELUGHWHUPLQDGRLQJUHVRWULEXWDULR/RVJDVWRVÀVFDOHV son concedidos explícitamente; la evasión y la elusión no. /DHOXVLyQORVJDVWRVÀVFDOHV\ODHYDVLyQVLJQLÀFDQXQD pérdida de ingresos tributarios. En el caso mexicano, esta no HVQDGDGHVGHxDEOHDOFRQWUDULR9HDPRV/RVJDVWRVÀVFDOHV en 2008 fueron equivalentes a un monto entre 8.5% y 9.5% del PIB )XHQWHVS (VGHFLUVLORVJDVWRVÀVFDOHV no se concedieran, la recaudación sería del doble, puesto que la recaudación en 2008 fue de 8.1% del PIB. La evasión ÀVFDOGHO ISR, IVA y IEPS, por su parte, fue equivalente al 2.62% del PIB (Fuentes, 2010, pp. 4-7). Desafortunadamente no se tienen cálculos que permitan dimensionar la pérdida GHLQJUHVRVTXHVLJQLÀFDODHOXVLyQÀVFDOSHURHQFXDOTXLHU FDVRORVUHFXUVRVÀVFDOHVQRFREUDGRVSRUXQRXRWURGHORV tres mecanismos estarían por encima de los 11 puntos del PIB. Una cantidad exorbitante, por encima de lo que se recaudó en 2012 (8.4% del PIB). La evasión y la elusión deberían de ser eliminadas por completo,19 la primera porque es ilegal y la segunda porque, aunque es legal, está sin duda fuera del espíritu u objetivo de la ley tributaria. Las leyes del ISR o del IVA no fueron hechas para ser eludidas (en principio). Sin embargo, ciertos JDVWRVÀVFDOHVSXHGHQVHUGHVHDEOHV(QODPHGLGDHQTXH ORVJDVWRVÀVFDOHVVLJQLÀTXHQPD\RUHVEHQHÀFLRVTXHFRVWRV VHUtDQ MXVWLÀFDEOHV 6L ORV HVWtPXORV R VXEVLGLRV ÀVFDOHV "OPKJKOECJEł?=MQAOALQA@= KEJ?HQOKMQA?KJRAJC= D=?ANHK@AP=FK LKNMQA D=>NÄ=MQA?KJOE@AN=NHKO?KOPKO@AłO?=HEV=?EÉJ =Q@EPKNÄ=UAFA?Q?EÉJAJMQA se incurriría, pero en un sentido último la evasión y la elusión no son deseables para el buen funcionamiento de los sistemas tributarios. Estado No. 64 89 Mónica Unda Gutiérrez XXX redundan en fomento a la inversión, generación de empleo RFUHFLPLHQWRGHFLHUWRVHFWRUHFRQyPLFR\HVRVLJQLÀFDXQ EHQHÀFLRTXHH[FHGHDORTXHVHGHMDGHUHFDXGDU\ORTXHVH podría hacer con ello (lo que conformaría los costos), entonFHVHOJDVWRÀVFDOHVWDUtDMXVWLÀFDGRSXHVHQ~OWLPDLQVWDQFLD VLJQLÀFDUiXQDXPHQWRGHELHQHVWDUHQODVRFLHGDG Por ello es importante realizar una evaluación de todos y FDGDXQRGHORVJDVWRVÀVFDOHV(VRSHUPLWLUtDGHSXUDUODOLVWD GHJDVWRVÀVFDOHV\GHMDUVyORDTXHOORVTXHVHMXVWLÀTXHQ3HUR para poder determinar la pertinencia del actual sistema de JDVWRVÀVFDOHVVHQHFHVLWDTXHODSHCP haga y publique tales evaluaciones y también que transparente la información que permita hacer dichos análisis a otros actores. /DHYDVLyQ\ODHOXVLyQÀVFDOFRQVWLWX\HQEXHQDSDUWHGH los “huecos” del colador que es el ST, y deberían eliminarse para recuperar recursos tributarios. De ahí que sea necesario entender qué determina que existan y su magnitud. Es decir, por qué se dan la evasión y la elusión, qué las facilita, por qué permanecen. A pesar de que falta más investigación y análisis al respecto, se puede decir que la evasión y la elusión son facilitadas por el tipo de leyes tributarias que dan sustento legal al ST mexicano. Estas más bien conforman una “jungla legal”. Las leyes tributarias se caracterizan por ser poco claras, contradictorias o ambiguas, lo que ha resultado de la proclividad que ha existido a “parchar” la ley: a añadir decretos, cláusulas, artículos, tanto en las leyes como en los UHJODPHQWRV\FyGLJRVÀVFDOHV (VWDHVXQDGHÀFLHQFLDTXHSRUHMHPSORHQHOFDVRGHO ISR se tiene por lo menos desde 1929. A los 4 años de creado el ISR, ya el administrador del departamento a cargo del impuesto aseveraba: “el ISR ha acumulado numerosos decretos, enmiendas y decisiones jurisprudenciales que lo hacen muy complicado, [su ley] es una jungla legal” (Pardo, 1929, p. 3). Evaluaciones hechas por la propia SHCP o especialis90 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México tas en el tema a lo largo del siglo XX advierten el mismo problema: la proclividad a hacer del marco legal tributario una jungla legal. Esto acaba traduciéndose en huecos dentro del sistema tributario, pues mientras menos claridad hay, existe más espacio para la evasión, la elusión y las disputas legales; en breve, menos recaudación tributaria. De ahí que una reforma que ataque de manera estructural los problemas del ST tiene que idear estrategias para reducir la proclividad a crear junglas legales. Dicha proclividad no es exclusiva del caso mexicano. El “incrementalismo en política tributaria” o incrementalism in tax policy es una práctica que padecen otros sistemas tributarios también, y que depende en buena parte del tipo de instituciones políticas que estructuran la toma de decisiones en cada democracia.20 Es decir, el incrementalismo en política tributaria está relacionado con el diseño institucional con que cada país estructura su proceso de crear las leyes. Teniendo esto en mente, sugerimos que el ISR mexicano y el estadounidense tienen una característica en común: ambos padecen de incrementalismo debido a que sus procesos de hacer leyes, en este caso tributarias, implican etapas y mecanismos parecidos. En concreto, los legisladores mexicanos y estadounidenses, en ambos casos y respondiendo a fuerzas similares (grupos de interés/acción de lobbying), SXHGHQDxDGLUPRGLÀFDURGHURJDUDUWtFXORVRGLVSRVLFLRQHV en las leyes del impuesto sin que deba primar una lógica tributaria de conjunto que garantice el sentido y la armonía de su decisión.21 Esto, en última instancia, puede contribuir a tener un ISR complejo, ambiguo, poco claro o contradictorio, lo que se traduce en evasión o elusión. Pero se necesita -=N=AFAILHEł?=NH=EILKNP=J?E=@AH=AOPNQ?PQN=@AH=OEJOPEPQ?EKJAOLKHÄPE?=O (o estructura de las instituciones de toma de decisiones) de cada democracia en la conformación de distintos sistemas tributarios, ver a Steinmo (1993). 21. Para una descripción y análisis detallado sobre el ISR estadounidense, ver Witte (1986). Estado No. 64 91 Mónica Unda Gutiérrez XXX más investigación al respecto para poder establecer estas similitudes (o no) con mayor detalle. La reducción de la proclividad a parchar la ley sin una lógica coherente y que resta claridad no es una tarea fácil, puesto que el parchar, añadir o enmendar la ley es un “trabajo hormiga”, un proceso silencioso que se va generando poco a poco, por diferentes actores en distintos momentos, y es un proceso acumulativo (de ahí el término de “incremental tax policy”). Los cabilderos de variados grupos de interés, los legisladores, los tomadores de decisiones en la SHCP y el SAT son actores principales en este proceso. La naturaleza del proceso de incrementalismo en política tributaria hace muy difícil su control y reducción. La reforma propuesta por el Ejecutivo, se anunciaba, disminuía 40% de las disposiciones de la Ley del ISRORTXHVLPSOLÀFDED la ley o ayudaba a “podar” la jungla legal del ISR. Sin duda es un paso útil, sin embargo, lo importante sería garantizar que la jungla no resurgirá en los años posteriores, es decir, asegurar que se creen los candados institucionales necesarios para que se elimine la proclividad a incrementar disposiciones sin coherencia alguna. El incrementalismo en política tributaria, que acaba permitiendo huecos en el ST, no es el único problema a remediar para disminuir la evasión o la elusión. La capacidad administrativa de la SHCP, operada por el SAT, es otro factor que determina el nivel de elusión y evasión. Por ello, es importante evaluar la efectividad de las funciones que desempeña el SAT y reformar en consecuencia. Las actividades de vigilancia, auditoría y sanción que tiene a su cargo el SAT determinan buena parte del nivel de cumplimiento del contribuyente, lo que repercute automáticamente en el nivel de recaudación.22 La comparación de la manera de funcionar 22. Para más información sobre la relevancia de las funciones de los sistemas de administración tributaria, ver Bergman (2003). Para Bergman, en última instancia, la capacidad de las administraciones tributarias de disuadir y de representar una 92 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México del SAT mexicano con sistemas de administración tributaria más exitosos en sus funciones es una manera de empezar a idear reformas en este sentido. c) Transparencia en la información tributaria Por último, un problema que debe ser abordado para facilitar un cambio estructural en el ST mexicano es el de la opacidad, aspecto en que “brilla” la SHCP. La información relacionada con las actividades que realiza la SHCP, especialmente las de los ingresos tributarios, son muy poco transparentes. Si bien las estadísticas de recaudación anual por impuesto desde 1925 están disponibles, la información más detallada o desagregada es, muchas veces, imposible de obtener. Muestra de ello es que las bases de datos del Fondo Monetario Internacional (FMI)\GHOD2UJDQL]DFLyQSDUDOD Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que son la referencia internacional en el tema, carecen de información estadística tributaria desagregada para el caso mexicano.23(VWRVLQGXGDHVXQKHFKRPX\VLJQLÀFDWLYR La transparencia en la información sobre estadísticas de recaudación y sus relacionadas es indispensable para poder pedirle cuentas a la SHCP y, en última instancia, para saber qué tan justo es el ST. En esencia, la transparencia de este tipo de información permitiría dos cosas: evaluar las decisiones que toma la SHCP y conocer a profundidad la incidencia tributaria. amenaza creíble constituye la variable que determina el cumplimiento tributario. En concreto, él propone que el nivel de evasión tributaria depende de la capacidad que tiene la autoridad tributaria para detectar y sancionar al contribuyente. 23. Tanto la base de datos del FMI@AAOP=@ÄOPE?=O@AłJ=JV=OLÎ>HE?=OĠ$KRANJIAJP Finance Statitics) como la de estadísticas tributarias (Tax Statistics) de la OCDE, por dar dos ejemplos, no presentan información desagregada de la recaudación del ISR. Mientras que la inmensa mayoría de los países en el renglón de recaudación anual por ISR personal e ISR empresarial presentan los datos, este renglón ha estado siempre vacío en el caso mexicano. Para muestra ver: http://www.oecd-ilibrary. org/taxation/taxation-key-tables-from-oecd_20758510 Estado No. 64 93 Mónica Unda Gutiérrez XXX Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, es neceVDULRHYDOXDUODSHUWLQHQFLDGHORVJDVWRVÀVFDOHVTXHDFDED otorgando el ST. Pero para poder hacerlo es necesario conocer quién recibe los tratamientos preferenciales, de qué PDJQLWXGVRQHVWRVFXiOHVODMXVWLÀFDFLyQTXHOHVGLRLQLFLR \SHUPDQHQFLD\TXpEHQHÀFLRVHVWiQULQGLHQGR6LQHVWD LQIRUPDFLyQQRVHSXHGHHVWDEOHFHUVLORVEHQHÀFLRVÀVFDOHV concedidos por la SHCPRORVOHJLVODGRUHVHVWiQMXVWLÀFDGRV o si son un costo público. La transparencia también permitiría conocer la incidencia tributaria, y esta es clave para determinar quiénes son los “ganadores” y “perdedores” del ST; es decir, la incidencia tributaria permitiría saber sobre quiénes y en qué medida recaen los impuestos. Es muy importante saber cuál es el nivel de recaudación de un país, pero de igual manera es importante saber de quiénes y en qué magnitud se están extrayendo esos recursos. Dos países pueden tener el mismo nivel de recaudación y, sin embargo, extraer tales recursos GHPDQHUDVPX\GLIHUHQWHVORTXHVLJQLÀFDLPSDFWRVGLVtributivos distintos. Por ello, los datos sobre incidencia tributaria son considerados como un indicador del concepto de justicia distributiva que prima en determinada sociedad (Lieberman, 2002, pp. 2-4).24 La equidad tributaria, para algunos, es aquella que otorga tasas de extracción más altas conforme los ingresos aumentan, pues la utilidad del ingreso disminuye en la medida que el ingreso aumenta.25 De ahí que un sistema tributario justo, desde este punto de vista, sea aquel que trata a sus ciudadanos equitativamente, es decir, progresivamente. 24. De acuerdo con Lieberman (2002), la recaudación tributaria está ligada a distintos conceptos analíticos de la ciencia política, como el proceso de construcción del Estado, la justicia distributiva y el problema de la acción colectiva. 0ACÎJ=HCQJKO H=EJ?E@AJ?E=PNE>QP=NE=NAŃAF=?ÉIKHKO?KJ?ALPKO@AAMQE@=@U FQOPE?E=OKJ@AłJE@KOAJQJ=OK?EA@=@ 25. Este razonamiento está detrás el principio de equidad vertical. 94 La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México A diferencia del caso mexicano, en países europeos o en Estados Unidos las autoridades de Hacienda transparentan la información que deja ver quién paga, cuánto paga y cuánto debería pagar.26 Es decir, es posible saber a detalle la incidencia tributaria. En síntesis, la transparencia de la SHCP es necesaria para poderle pedir cuentas sobre el nivel y composición de la recaudación tributaria. De manera más concreta: para poder evaluar la reforma tributaria de 2013 es necesario que la SHCP transparente la información estadística tributaria y sus relacionadas. Sin ello no se podrá saber si el ST está realmente eliminando excepciones y privilegios, si está reduciendo los recovecos legales que permiten la evasión, la HOXVLyQ\ORVDPSDURVÀVFDOHVQLVLHOSTHVWiPRGLÀFDQGR su capacidad distributiva. Sin duda, transparentar a la Hacienda pública contribuiría a mejorar la calidad de las reformas. Conclusiones La reforma tributaria aprobada por el Legislativo en RFWXEUH GH  \ PRGLÀFDGD D WUDYpV GH GRV GHFUHWRV del Ejecutivo en diciembre, está surtiendo efectos. Por lo pronto sabemos que la recaudación aumentó 0.9% del PIB en 2014, quedándose medio punto del PIB por debajo de lo que estimaba recaudar la SHCP. Sólo si la SHCP transparenta la información necesaria podremos evaluar la reforma y determinar, por ejemplo, si lo que se planteó como recaudación en la Ley de Ingresos 2014 se cumplió y con qué efectividad y apego a lo aprobado en las leyes del ISR, IVA y IEPS. 26. De hecho, en estos países los análisis sobre desigualdad en el ingreso recurren a la información de las declaraciones de ingresos de los contribuyentes y no a las Encuestas de Ingresos y Gasto en los Hogares, como en México. Eso les permite saber con mayor exactitud el nivel de concentración del ingreso en el país. Estado No. 64 95 Mónica Unda Gutiérrez XXX Pero una reforma con mayúsculas vuelve a quedar pendiente. La reforma de 2013 no está a la altura del problema tributario que históricamente se padece. Queda pendiente abordar los problemas fundamentales del ST, como los tres que se han descrito y explicado en este artículo: la baja recaudación y progresividad, la porosidad del ST y la falta de transparencia de la SHCP. La recaudación tributaria, como resultado de la reforma, aumentará muy poco, y deja al ST con una baja efectividad distributiva. El proceso de la reforma también deja en claro que el Ejecutivo tiene amplias facultades que le permiten moldear la efectividad de las leyes tributarias y, de este modo, se pone en tela de juicio que el Legislativo sea realmente un contrapeso del Ejecutivo en el tema de impuestos. Así lo dejan ver los dos decretos publicados en el Diario 2ÀFLDOGHOD)HGHUDFLyQDÀQDOHVGH Muy probablemente aquellos actores, pertenezcan al Ejecutivo o al Legislativo, que optan por no tomar medidas que aborden los problemas estructurales del ST, comparten la idea del exsecretario de la SHCP,$QWRQLR2UWL]0HQD´OD política tributaria es el arte de lo posible”. Pero ¿acaso el arte de la política no es construir posibilidades? Fecha de recepción: 09 de junio de 2014 Fecha de aceptación: 28 de mayo de 2015 Bibliografía 96 Aboites, L. (2003). Excepciones y privilegios. Modernización tributaria y centralización en México, 1922-1972. México: El Colegio de México. –––––– y Unda, M. (2012). Obras escogidas de Víctor Urquidi: AHBN=?=OK@AH=NABKNI=łO?=H@A. México, D. F.: El Colegio de México. Antón, A. (2005). “Average effective tax rates in Mexico”. Economía Mexicana. Nueva Época, 14(2), 185-215. La reforma tributaria de 2013: los problemas de la Hacienda pública y la desigualdad en México Banco Interamericano de Desarrollo y Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (2012). =NC=łO?=H de América Latina y el Caribe, 1990-2010. Washington, D. C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Recuperado de: http://www.iadb.org/es/investigacion-y-datos/ detalles-de-publicacion,3169.html?pub_id=IDB-DB-101 Banco de México (2014a). “Ingresos presupuestales del sector público”. Consulta de Estructura de Información. México: Banco de México. Recuperado de: http://www. banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?accion=consultarCuadro&idCuadro=C G8§or=9&locale=es –––––– (2014b). “Producto interno bruto a precios corrientes (actual)”. Consulta de Estructura de Información. México: Banco de México. Recuperado de: http://www. banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?accion=consultarCuadro&idCuadro=C R74§or=2&locale=es Bergman, M. 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Estado No. 64 Bibliografía 99 Iván Rodríguez LozanoX El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 El presente artículo tiene como objetivo recuperar lo acontecido en el pueblo de Vicálvaro entre los días 17 y 20 de julio de  KJAOPAłJ OA=?Q@EÉ=@K?QIAJtación clave que ha permitido reconstruir el día a día de la vida del pueblo y, sobre todo, del cuartel de artillería ligera N.º 2, que protagonizó el alzamiento en este cantón de Madrid. Del análisis de la información se desprenden conclusiones locales que pueden contribuir al debate sobre otras cuestiones, como el teórico derrumbe del Estado republicano tras la sublevación. Palabras clave: golpe, sublevación, Vicálvaro, historia, República. X Profesor-Investigador del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset (IUIOG). [email protected] Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Introducción La Guerra Civil espaxRODHVHOVHJXQGRFRQÁLFWR bélico sobre el que más se ha escrito, sólo después de la Segunda *XHUUD0XQGLDOGHODFXDOHQGHÀnitiva, forma parte como primer episodio. Sin embargo, ¿sabemos todo sobre aquella guerra? ¿Qué no sabemos? ¿Por qué no lo sabemos? Todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. Con el argumento de “no reabrir viejas heridas” quedaron preguntas sin responder, lo que ha servido de coartada para no profundizar más en la comprensión de este pasado, al que acercarse siempre ha sido difícil pues su percepción en nuestro presente es todavía intensa. Quizás sea posible un acercamiento aséptico a aquellos tres años de la historia de España, pero… ¿es deseable? ¿Es posible acercarse a aquellos españoles que vivieron aquella tragedia sin conmoverse? ¿Inhabilita esa subjetividad para recorrer y explicar aquellos episodios? Al ser parte interesada, ¿puede el historiador darles forma con palabras y que estas sean veraces? El presente artículo pretende Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 101 Iván Rodríguez Lozano XXX ser un acercamiento a la historia real con la mayor honestidad y vocación posibles. Hablando de estas dos virtudes, el miedo puede ser un enemigo suyo cuyo efecto permanece durante años, lustros, incluso décadas. La dictadura ayudó a que la labor de los historiadores fuera una tarea difícil y obstaculizada. Si la guerra polarizó los sentimientos, el franquismo tejió un “nuevo traje” con el cual “vestir” la realidad a su medida. Mientras se cavaban fosas para enterrar a miles de fusilados, el miedo se encargaba de enterrar las conciencias y callar las voces disidentes, y puede reconocerse que se hizo XQDPDJQtÀFDODERUHQIXQFLyQGHHVRVREMHWLYRVDXQTXHHO segundo de ellos era utópico: si bien se puede convertir en inerte la materia viva, no se pueden exterminar las creencias, y menos aún la historia. La inquietud del ser humano por saber, la necesidad de conocer qué sucedió en nuestros pueblos y con nuestros seres queridos nunca desaparece. A lo largo de esta investigación se ha podido comprobar cómo sigue vivo el miedo que sembraron la guerra y el franquismo, entorpeciendo, y en alguna ocasión impidiendo, la labor del historiador. Pero el miedo se va diluyendo con el tiempo, y entonces da paso a las preguntas, que vuelven con fuerza empujadas por la tercera generación de los protagonistas de nuestra guerra. Los vencedores impusieron su lectura de la historia al mismo tiempo que ejecutaban distintas acciones, formales e informales, encaminadas a silenciar la voz de los derrotados. Miles de tradiciones orales fueron “calladas” con el silencio del miedo; miles de familias pusieron el contador de su historia en ceros a partir del año 1939. Buena parte de los objetivos fueron alcanzados, pues se logró con éxito “amputar” momentos de las historias familiares, consiguiendo que el vínculo de la tradición oral de abuelos, hijos y nietos quedara quebrado. Hemos convivido con personas cuyo sufrimiento iba oculto; seres humanos 102 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 que tuvieron que vivir con la humillación de la derrota todos los días de su vida. El silencio que el franquismo impuso a los españoles derrotados ha supuesto un daño irreparable a la posibilidad de conocer la verdad de los hechos. Ese silencio se ha llevado miles de historias, de entrevistas, de documentos, de informaciones que hubieran enriquecido de forma GHÀQLWLYDHOFRQRFLPLHQWRGHDTXHOWUiJLFRHSLVRGLRGHOD KLVWRULDGH(VSDxD2EYLDPHQWHFRQRFHPRVPXFKR\ELHQ de los grandes acontecimientos, grandes batallas y grandes tomas de decisiones, pero la “niebla” no se ha disipado para las innumerables historias que en el ámbito de lo local se produjeron durante los años 1936-1939, y durante el periodo de la represión posterior. Sin embargo, todavía hay tiempo para “encender” algunas luces que permitan mirar con mayor nitidez y entender mejor esa parte de nuestra historia. Están saliendo a la luz miles de pequeñas historias gracias a la iniciativa de cientos de improvisados historiadores y de las nuevas generaciones de familiares de aquellos que fueron protagonistas de la guerra. Como dice, desde la honestidad y la vocación, el historiador y experto en la Guerra Civil, Severiano Montero: "HLNK?A@EIEAJPK=@A?Q=@KL=N=OQLAN=NAOPA?KJŃE?PKJKAOECJKN=NHK  como tantas veces se repite, sino tratar de comprenderlo. Una tarea costosa, pero necesaria si se quiere evitar su repetición (Montero, 2009, p. 11). En las siguientes páginas no se van a abordar las distintas IDVHV SRU ODV TXH HO FRQÁLFWR IXH PXWDQGR KDVWD VX GHVenlace, que, por otro lado, son sobradamente conocidas. Centraremos este artículo en el que a nuestro parecer es el momento decisivo y esencial para entender el devenir de Estado No. 64 103 Iván Rodríguez Lozano XXX ORVVXFHVRVHVGHFLUVXRULJHQTXHQRIXHRWURTXHHOÀMDGR en julio de 1936. Una de las cuestiones comúnmente mencionadas es el derrumbamiento del Estado republicano después del alzamiento de los días 17 y 18 de julio. Sin embargo, el propio acontecer de lo ocurrido nos enseña que la República no desapareció el 18 de julio de 1936, sino que se mantuvo viva hasta la primavera de 1939. ¿Cómo es posible que un Estado superado por la anarquía, traicionado y enfrentado por su propio Ejército, atacado por las potencias fascistas y abandonado por las democracias “hermanas” lograra sobrevivir 3 años más? Sabemos que los políticos republicanos, los leales, dejaron mucho que desear, salvo honradas excepciones. Sabemos que el Ejército traicionó al Estado, aunque quedaron lealtades como la del general Rojo, quien, gracias a su brillantez y a la entrega de cientos de miles de milicianos, logró alargar y exprimir el esfuerzo bélico de la República. Sabemos que hubo decenas de regimientos alzados, pero también numerosos fracasos gracias a la acción del pueblo en armas que HQGHÀQLWLYDPDQWXYRYLYDDOD5HS~EOLFD Si bien es prácticamente imposible reconstruir los acontecimientos de aquellos días con la exactitud y riqueza de detalles que se hubiera podido décadas atrás, es necesario reivindicar la vocación y hacer el último esfuerzo por recuperar toda la información que nos queda, siendo imprescindible seguir investigando y aportando luz a aquellos hechos que marcaron para siempre la historia de España. Metodología Este artículo es consecuencia de una investigación de 2 años, tiempo en el que se realizó una labor ingente de búsqueda de fuentes que ayudaran a aportar luz a los acontecimientos de julio de 1936 en Vicálvaro. 104 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 El trabajo en archivos ha sido clave para la elaboración del artículo, siendo el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) la principal vía de acceso a la documentación, a las fuentes primarias, gracias a su digitalización de miles de documentos, entre los que se encuentran los relativos a la “Causa General”,1OODPDGRDVtRÀFLDOPHQWH el proceso en el que quedó enmarcado el enjuiciamiento de los hechos que son nuestro objeto de estudio. El análisis de la documentación se realizó a través de la HODERUDFLyQGHÀFKDVGHDFXHUGRDFDGDXQDGHODVGHFODraciones realizadas por los informantes. En consecuencia, TXHGDURQÀMDGRVGRVJUXSRVTXHFRLQFLGHQWDQWRHQWLHPSR como situación o dominio político. En un grupo se analizaron ODV ÀFKDV FRUUHVSRQGLHQWHV DO SHULRGR UHSXEOLFDQR HQ HO que la justicia republicana tomó declaración a los distintos SURWDJRQLVWDVFRQHOÀQGHMX]JDUORVKHFKRV3RURWURODGR tras la victoria de Franco y en el marco de la Causa General, se volverían a juzgar los hechos; se utilizaron en este proceso aquellas primeras declaraciones y se incorporaron otras de algunos de los sobrevivientes, pues muchos de los declarantes perecieron durante la guerra, en muchos casos víctimas de la represión. Esta fase en la investigación fue fundamental pues no sólo permitió ordenar la información, sino que posibilitó contrastarla, ya que versa sobre los mismos hechos pero en distintos momentos y, sobre todo, bajo distintas circunstancias. Gracias a ello, se ha favorecido que el historiador se acerque con mucha mayor certeza a la realidad de lo acontecido. 1. El franquismo elaboró un complejo entramado legal durante y después de la Guerra Civil con el objetivo de depurar responsabilidades dentro del bando NALQ>HE?=JK)= =QO=$AJAN=HBQAL=NPA@AAOPAAJPN=I=@K0AEJE?EÉ=HłJ=HEV=N la Guerra Civil para perseguir y juzgar los delitos cometidos en la zona controlada por la República durante la guerra. Estado No. 64 105 Iván Rodríguez Lozano XXX 2WURDUFKLYRXWLOL]DGRIXHHOGH9LFXV$OEXV $VRFLDFLyQGH Investigación Histórica de Vicálvaro), donde se encuentran, entre otros documentos de gran valor, las actas del AyuntaPLHQWRGH9LFiOYDURGXUDQWHOD*XHUUD&LYLO(OPDJQtÀFR trabajo de recopilación documental de dicha asociación ha sido y seguirá siendo de gran utilidad para los historiadores. La prensa escrita fue valorada y utilizada como fuente, al igual que la historia oral. Debe señalarse que ambas pronto VHPRVWUDURQFODUDPHQWHLQVXÀFLHQWHVFRPRFRQVHFXHQFLD de la escasez de informantes y de notas referenciadas sobre Vicálvaro. En concreto, la historia oral es un recurso que podría proporcionar mejores resultados, pero el miedo y el dolor sembrados durante la guerra y la posguerra lo han imposibilitado. Aun así, las fuentes orales y de prensa han aportado valiosa información a esta investigación y han permitido contrastar algunos de los hechos en cuestión. Las fuentes secundarias obviamente han sido fundamentales, no sólo por su aportación directa al artículo, sino por la imprescindible labor de formación y contextualización del propio historiador. Aun así, la intención principal ha sido que los protagonistas, los actores que forjaron aquellos hechos, aportaran la información directamente a lo largo del artículo, siempre que esto diera y no restara comprensión al texto. De esta forma, se ha priorizado que la información aparecida en las obras referenciadas en el artículo sea consecuencia de los testimonios de aquellos que fueron SURWDJRQLVWDVGLUHFWRVGXUDQWHHOFRQÁLFWRFRPRHVHOFDVR destacado de Vicente Rojo, así como de otros que tuvieron contacto directo con dichos intérpretes de aquella dolorosa realidad, como Luis Romero. En cuanto al análisis de la información, se han establecido dos niveles que se han ido intercalando en función de las necesidades de la investigación. Así, los aspectos generales, los grandes acontecimientos que tuvieron lugar durante el estallido de la Guerra Civil española, han sido confrontados 106 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 con los relatos de los protagonistas de los hechos de Vicálvaro. Hay un nivel macro-: el plan de Mola y Fanjul para Madrid, y su inserción dentro del golpe general; y un nivel micro-: los acontecimientos que están directa y estrechamente relacionados con lo acontecido en Vicálvaro entre el 17 y el 20 de julio de 1936. A su vez, es obvio que los hechos ocurridos a nivel nacional LQÁX\HURQREOLJDWRULDPHQWHHQORORFDO$VtODLQYHVWLJDFLyQ tiene un componente deductivo, pues no es posible entender julio de 1936 en Vicálvaro si no se conoce el contexto en el que se produjeron los hechos. Sin embargo, en este artículo OD LQWHQFLyQ HV GHVPLWLÀFDU R DO PHQRV VHPEUDU GXGDV UHVSHFWRDODVFRQFOXVLRQHVJHQHUDOHVVREUHDTXHOFRQÁLFWR que son asumidas como “verdad” por amplios sectores. Vicálvaro En el mismo lugar en el que hoy se ubica el campus de la Universidad Rey Juan Carlos en Vicálvaro, se produjeron ciertos acontecimientos que han sido incomprensiblemente ROYLGDGRV(QWUHODV SDUHGHV GH HVRVHGLÀFLRVVH YLYLHURQ meses de conspiración, semanas de nerviosismo y días de máxima tensión. (OOXJDUHQWRQFHVFXDUWHOHUDHOHGLÀFLRFLYLOPiVLPSRUtante de Vicálvaro y, como se verá en las siguientes páginas, concentró toda la tensión acumulada y fue testigo del estallido de esta durante los días en cuestión. En realidad, los días 18, 19 y 20 de julio de 1936 fueron frenéticos en toda España. Probablemente nunca en la historia se había concentrado más tensión y actividad en todo el territorio nacional al mismo tiempo. Los acontecimientos de Barcelona y Madrid centraron el éxito de la defensa republicana, mientras que los de Navarra, las islas, Sevilla y la actual Castilla y León supusieron el apuntalamiento de Estado No. 64 107 Iván Rodríguez Lozano XXX los militares rebeldes; fueron la catapulta que transformó el golpe en guerra. Ciudades, pueblos, barriadas, todo el territorio se vio convulsionado durante esos tres días, todos se posicionaron de un lado u otro. Hubo muertos, heridos, persecución, venganzas y un falso vacío: el hecho de que el Estado se viera “superado” por los acontecimientos no dio paso a la nada ni a la anarquía, sino a la explosión de tensiones acumuladas durante meses, años; tensiones que estallaron en violencia vergonzosa en todos los casos, con la diferencia, no menor, de que fue fomentada por los más altos responsables rebeldes, aunque dolió con mucha intensidad en los dirigentes republicanos. Madrid fue protagonista durante toda la guerra. Su defensa sigue siendo parcialmente incomprendida, remePRUDGDFRPRHOWULXQIRTXHÀQDOPHQWHQRIXHSRUTXHVH trata de un acontecimiento de difícil comprensión si no se le incorporan las variables casualidad y, sobre todo, valor. Barcelona puede presumir de compartir la máxima intensidad con la que se vivieron los días 18, 19 y 20 de julio, días en los que Madrid, por su parte, se convirtió en un escenario tópico de lo español, valleinclaniano, un lugar donde los milicianos tomaban vino en tascas cercanas, minutos antes de asaltar el cuartel de la Montaña. Pero Madrid no fue sólo el cuartel de la Montaña y el general Fanjul. Hubo más: un complot amplio que fracasó estrepitosamente gracias a su pésima organización y a la entrega, in extremis, de armas por parte del Gobierno al pueblo, a los ciudadanos que decidieron defender la República frente al Ejército y las fuerzas conservadoras. Uno de los puntos que seguramente tenía señalados en el mapa el general Fanjul era el cuartel de artillería ligera de Vicálvaro, situado en dicho pueblo a escasos 10 kilómetros del centro de la ciudad. Este cuartel, junto con otros como el campamento de Carabanchel, tenía que sublevarse y, pre108 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 YLVLEOHPHQWHODQ]DUFROXPQDVVREUHODFDSLWDOFRQÁX\HQGR bien en la montaña o en otro punto céntrico. Hoy sabemos que el plan falló, pero desconocemos qué ocurrió en estos puntos que Fanjul y Mola miraban en el mapa, suspirando por su alzamiento y marcha sobre Madrid. Gracias a la digitalización de documentación por parte del Centro Documental de la Memoria Histórica tenemos acceso público a miles de documentos de la época, lo que nos permite reconstruir parte de los acontecimientos. A su vez, las entrevistas y otro tipo de documentación privada permiten acercarnos, con garantías, a la reconstrucción de lo sucedido durante los días 18, 19 y 20 de julio en Vicálvaro. La destacada participación de Vicálvaro en la Guerra Civil no terminó el día 20 de julio. Tanto el pueblo como sus individuos siguieron protagonizando acontecimientos reseñables durante los 3 años de la guerra. Sus vecinos lucharon encuadrados en el Batallón Pueblo Nuevo-Ventas y en la columna Mangada, cayeron en Peguerinos en los primeros PHVHVGHOFRQÁLFWR\HQ&LXGDG8QLYHUVLWDULD%UXQHWHR el frente de Valencia, al tiempo que recibieron invitados tan “ilustres” como al propio Miaja o dieron la bienvenida DO´LQÀHUQRµGH0DGULGDODV%ULJDGDV,QWHUQDFLRQDOHVHO día 6 de noviembre de 1936, a escasas horas de entrar por primera vez en combate en Ciudad Universitaria. En los momentos previos a la batalla del Jarama, Miaja y otros comandantes republicanos, salvo Rojo, contemplaban como principal hipótesis la posibilidad del ataque de los nacionales por el eje Vallecas-Vicálvaro, por lo que concentraban en ambos pueblos a la XII Brigada Internacional, y un poco más tarde a la 5a Brigada Mixta (Ramírez, 2007). Su posición estratégica, cercana al “teatro de operaciones” que fueron los alrededores de Madrid, y el hecho de acoger HOFXDUWHOGHDUWLOOHUtDVLWXDURQGHÀQLWLYDPHQWHD9LFiOYDUR en el mapa de la Guerra Civil española. Estado No. 64 109 Iván Rodríguez Lozano XXX El preludio Para el 17 de julio de 1936, Vicálvaro contaba con una amplísima extensión municipal que englobaba buena parte de los barrios de Moratalaz, Ventas, Pueblo Nuevo o El Carmen. El Casco, que constituía en aquel entonces el actual Vicálvaro, contaba con los elementos protagonistas del primer tercio de la España del siglo XX: las tierras de labranza, el convento, la fábrica de cemento con una línea de ferrocarril asociada a su actividad, el cuartel militar, sedes sindicales (Unión General de Trabajadores –UGT–), etc. No era Vicálvaro un pueblo que destacara por su riqueza; más bien, sus vecinos vivían con humildad material y cultural perceptibles. De hecho, la presencia de la iglesia y del convento demuestra el peso que estas instituciones tenían en la vida cotidiana del barrio, frente a un Estado PtQLPR H LQVXÀFLHQWH SDUD PHMRUDU VXVWDQFLDOPHQWH ODV condiciones en las que vivían los vicalvareños. El pueblo poseía una vida económica basada en el sector primario, en la agricultura y la ganadería, y con un claro componente machista bien fundamentado en el desempeño y control de la actividad económica: Nosotros entonces, cuando se murió mi padre, teníamos ganado, ovejas y cabras. Pero claro, cuando se murió, en el [año] treinta y cinco, pues yo tenía diez años, y el tío José Mari […] siete. Entonces, como no se podía llevar [la leche al cerro], porque mi padre llevaba la leche al cerro del tío Pío, al puente de Vallecas, […] pues las tuvimos que vender [las vacas]. Entonces nos vinimos a la calle Real. Luego ya la guerra nos pilló aquí, toda la guerra en la calle Real (entrevista personal, 2010). La presencia de un único negocio hostelero digno de ser llamado “bar” es buena muestra del nivel socioeconómico que se vivía en el pueblo, alejado de los ilustres cafés o los 110 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 restaurantes de época que teñían de clase y vida las calles céntricas del Madrid de 1936: Domingo Sepúlveda era concejal en el Ayuntamiento, era dueño del bar Madrid, del antiguo bar Madrid. Eran dos hermanos, Genaro y él, los dueños del bar, los dos. Ese era el mejor bar que había en Vicálvaro, los demás eran todas tabernuchas. Ese bar estuvo abierto toda la guerra. Claro, Domingo Sepúlveda, ese fue teniente de alcalde (entrevista personal, 2010).2 Mientras, el clima político del pueblo seguía el mismo camino que en el resto de España, con un aparente predominio de las organizaciones de izquierda, y de entre estas parece claro que la UGT llevaba la delantera sobre el resto, al menos hasta la primavera de 1936. Es destacable también, respecto a este contexto, el momento de la fusión de la Federación de Juventudes Socialistas con la Unión de Juventudes Comunistas de España, lo que asestó un LPSRUWDQWHJROSHDODVEDVHVGHLQÁXHQFLDFDEDOOHULVWDHQVX SXJQDFRQ3ULHWRSRUFRQWURODUHO3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR Español (PSOE) (Graham, 1991).3 En Vicálvaro había en un primer momento miembros de ODV-XYHQWXGHV6RFLDOLVWDV8QLÀFDGDVFRQHOHPHQWRVSURcedentes de la UGT\SRUORWDQWRGHOiUHDGHLQÁXHQFLDGH Largo Caballero. En consecuencia, tuvieron que convivir los distintos grupos de la izquierda, viéndose el pueblo claraPHQWHLQÁXLGRSRUORVGHUURWHURVSROtWLFRVTXHHOWUDQVFXUVR de la guerra fue marcando. Vicálvaro pasó de tener concejales republicanos, socialistas e independientes, en 1932, 2. Domingo Sepúlveda Cobos fue nombrado consejero del Ayuntamiento de Vicálvaro el 31 de julio de 1938, siendo elegido tercer teniente de alcalde por catorce votos a favor y uno en blanco, según el “Acta de la sesión ordinaria de 31 de julio de 1938”, en el Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento. $N=D=IATLHE?=?ÉIKHKOCNQLKOłAHAO=)=NCK =>=HHANKĠEVMQEAN@=OK?E=HEOP=  e Indalecio Prieto (centristas) estaban abiertamente enfrentados, desde los acontecimientos de Asturias de 1934, por el control del PSOE. Estado No. 64 111 Iván Rodríguez Lozano XXX a contar, en 1938, con socialistas, comunistas, miembros de izquierda republicana, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT  \ -XYHQWXGHV 6RFLDOLVWDV 8QLÀFDGDV JSU), cuando menos, según las actas de 1938 de las sesiones ordinarias del Ayuntamiento (“Actas de las sesiones ordinarias de 1938”, s/f). Por las entrevistas realizadas (Manzano y López-Plaza, 2011)4 y la información recabada por otros medios, se sabe que la “temperatura” subió en función de la cercanía de las elecciones de febrero de 1936. Tanto la visita de Gil Robles a Vicálvaro durante la campaña electoral, quien fue despedido entre lanzamientos de verduras y frutas, como el malestar creado durante la salida de las monjas en coches de Acción Católica para ejercer el derecho al voto, fueron dos claras muestras de que Vicálvaro estaba afectado por la política con letras mayúsculas, y resulta ahora perceptible que el pueblo no podría escapar de la orgía de sangre que se desencadenaría pocos meses después. En contra de lo que se ha dado a entender o ha sido insinuado por algunos historiadores, la victoria del Frente 3RSXODU QR SXHGH VHU YLVWD FRPR HO SXQWR GH LQÁH[LyQ R de no retorno respecto a la Guerra Civil. Es cierto que las elecciones de febrero muy posiblemente exacerbaran las aspiraciones de los colectivos más desfavorecidos y marginados, y que estas aspiraciones de los trabajadores ya no podrían ser satisfechas plenamente por posturas centristas o moderadas, aunque llegaran desde el PSOE (Beevor, 2005, p. 72). Igualmente, entre febrero y julio se produjeron actos violentos y asesinatos que crearon alarma social, pero que SRUVtVRORVHQQLQJ~QFDVRIXHURQVXÀFLHQWHVSDUDSURYRFDU 4. Andrés Manzano y Cipriano López-Plaza cuentan cómo la visita de Gil Robles en campaña con la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y la salida de las monjas a votar en las elecciones de 1936 fueron hechos tomados a mal por amplios sectores del pueblo. 112 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 un levantamiento popular. Este sólo se produciría en todo el país como reacción al golpe perpetrado por los militares. Los actores que protagonizaron aquellos hechos son piezas imprescindibles para entender el clima que se vivió en Madrid meses antes de la sublevación militar. Meses después del golpe de julio, el capitán Joel Graña Maceiras declaró que: En abril, con ocasión del entierro del alférez Sr. Reyes, asistió [el capitán Graña Maceiras], como casi todos los compañeros, alumnos de la escuela, tomando parte activa en el tiroteo. Pocos días después…, se incorporó a su unidad y tomó el mando de la 5ª Batería. Estando acuartelado con ocasión de los sucesos de Alcalá, les fue traída una carta de sus compañeros, […] recordando acababa la carta diciendo: “La guarnición de Madrid, tiene la palabra”. El coronel don Manuel Thomas Romero ordenó tuviese preparadas dos baterías para ir a Alcalá en plan [de] unirse al acuartelamiento, pero sin duda, enterado el Gobierno de estos propósitos, ordenó el cese del acuartelamiento, obligando [a] salir @AH?Q=NPAH=HKOKł?E=HAO"H@Ä=g@AI=UK LKNH=P=N@A ?KIAJV=NKJ a pasar obreros en camionetas cantando y levantando el puño y, según le comunicó un soldado, les habían insultado llamándoles borregos; en vista de ello, salió solo, siendo groseramente insultado al acercarse a H=?=IEKJAP=U ?KJAHłJ@A=IA@NAJP=NHKO DEVKQJ@EOL=NK=H=ENA?KJ su pistola, arrancando esta inmediatamente; enterados los generales Miaja y Cardenal de lo ocurrido, ordenaron al coronel que impusiera un arresto, a lo que se negó este diciendo que antes entregaba el mando @AHNACEIEAJPK MQA@=J@KAHEJ?E@AJPA LKNłJ AJQJ=NALNAOEÉJLNER=@= (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1940). El cuartel de artillería ligera sería el escenario en el que se desarrollarían los actos correspondientes al inicio de la contienda. Su existencia ha marcado decisivamente la del pueblo y, lógicamente, no hizo menos durante aquellos momentos trascendentales. Estado No. 64 113 Iván Rodríguez Lozano XXX No cabe duda que el clima que se vivía era, cuando menos, tenso. De esta declaración se puede concluir, sin embargo, que la reacción del militar no fue proporcional a la provocación de los “obreros” en las camionetas. Tampoco fue proporcional la reacción del coronel del cuartel de artillería de Vicálvaro, quien puso a disposición su puesto como comandante de la guarnición y se negó a cumplir una orden de sus superiores. Sin duda, eran claros los síntomas que indicaban que dentro del Ejército se estaba preparando una traición que se consumaría meses después. La condescendencia de los mandos militares y de los gobernantes facilitó la organización de la sublevación. A pesar de estos antecedentes, parece que entonces nadie pensaba en que pocos meses después ineludiblemente se LEDDGHVDWDUXQFRQÁLFWRTXHGXUDUtDDxRVFRQXQYHUgonzoso costo de vidas humanas. Acierta Santos Juliá en su convencimiento de que la guerra era una de las potenciales consecuencias del clima poselectoral que se vivió en España, pero no la única posible (Juliá, 1996). La guerra no se produjo por un “destino fatal”, sino por un golpe de Estado que “prendió la mecha” de una violencia que seguro superó lo imaginable hasta ese momento. A las 17:00 horas del 17 de julio de 1936, se pasó la línea GHQRUHWRUQR8QSHTXHxRJUXSRGHRÀFLDOHVWRPyODLQLFLDtiva en Melilla, deponiendo al comandante militar, general Romerales, quien pagaría con su vida el permanecer leal al Gobierno legítimo de España (Rojo, 2010, p. 99). Mientras en la parte africana de España se encendía la mecha, en la península los acontecimientos parecían caminar lento, fruto de la confusión y de la inoperancia gubernamental. Pero la pólvora prendía y resquebrajaba el mapa nacional, de Casares Quiroga a Giral, en apenas setenta y dos horas, con tres presidentes del Ejecutivo y tres estrategias distintas: el primero tan sorprendido como inoperante; el segundo, Martínez Barrio, prácticamente 114 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 nonato, bienintencionado pero absolutamente miope; y el tercero atendiendo una sola posibilidad: armar al pueblo. La inoperancia gubernamental no fue aislada dentro de la España leal; más bien, se puede pensar que un virus atacó a todas las fuerzas clave en la defensa de la República, PLQDQGRVXVSRVLELOLGDGHVGHUHDFFLyQUiSLGD\HÀFD] El PSOE, cuya participación era decisiva para asegurar la gobernabilidad del país, se encontraba sumergido en una situación sintomática de disputa entre los llamados centristas e izquierdistas. A decir verdad, era una lucha entre las clientelas de Prieto, quien en ningún momento supo estar a la altura de los acontecimientos, y Largo Caballero, quien PRVWUyLQÀQLGDGGHRVFXURV\DOJ~QDLVODGRFODUR¢(QTXp se tradujo esto? Los centristas tenían la comisión ejecutiva del partido y también el control de El Socialista, mientras la izquierda tenía su fuerza operadora en la Unión General de Trabajadores, controlando también el periódico Claridad y la Agrupación Socialista Madrileña (Graham, 1991, p. 75). El 17 de julio Mientras aquellos que apostaban decididamente por la República se debilitaban por luchas internas o quedaban atenazados por el miedo a tomar decisiones, las fuerzas conservadoras avanzaban en su plan de derrocarla. El teniente Zaforas indica en su declaración que el ambiente en el cuartel en los meses previos al alzamiento era de completa oposición al Gobierno (Declaración de Indalecio Zaforas Román, 1940). El mismo 17 de julio recibió la orden de acuartelamiento, según informa, comenzando una serie de movimientos que se pueden reconstruir con base en las Estado No. 64 115 Iván Rodríguez Lozano XXX distintas declaraciones de los otros actores protagonistas del momento.5 Dichas declaraciones oscilan, en cuanto a los acontecimientos del día 17, en dos posiciones muy diferenciadas. Se puede comprobar cómo durante el periodo republicano los declarantes intentaron mostrar un claro desconocimiento de los preparativos y antecedentes de la sublevación, mientras que en las declaraciones de 1940 intentaron dejar clara su adhesión a la causa de los sublevados. Nada sorprendente, pues cada momento requería una actitud diferente, sobre todo de parte de aquellos cuya vida estaba en peligro. La temperatura comenzó a subir desde el mismo día 17, fecha en que se presentó por la noche en Vicálvaro el general Cardenal,6 quien pudo ver que tanto al capitán Pomares como el teniente Zaforas iban armados, ordenándoles que se quitasen las pistolas pues la situación era normal (Declaración de Indalecio Zaforas Román, 1940). Sin embargo, esa aparente normalidad no era tal. El soldado Francisco González Beltrán, sin saber por disposición de quién, recibió la orden de acuartelarse el día 17 de julio de 1936 (Declaración de Francisco González Beltrán, 1936). Nada más reseñable ocurrió hasta el día 19, según cuenta González Beltrán. Lo mismo aparece en una serie de declaraciones hasta llegar a la del comandante Luis Elorriaga Sartorius (Declaración de Luis Elorriaga Sartorius, 1936). El comandante Sartorius es de los pocos que dice haber oído rumores de la existencia de un organismo denominado Unión Militar Española (UME) (Miranda, 2011), pero aseJXUDTXHLJQRUDEDVXVÀQHV\TXLpQHVORIRUPDEDQ7HVWLÀFDTXHVtKDEtDWHOpJUDIR\XQDHVWDFLyQGHUDGLRHPLVRUD 5. Es importante recordar que las declaraciones en las que se basa esta reconstrucción están tomadas en dos momentos muy distintos: verano de 1936 –y, por tanto, bajo dominio de la República– y primavera de 1940, más de un año después de la victoria de los sublevados. 6. Se entiende que se trataba del general José Cardenal, de la 1ª Brigada de Artillería de Madrid. 116 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 y receptora, llevada por ingenieros, además de teléfono, siendo este un detalle no menor. La UME fue fundamental para la organización del golpe, DXQTXH VX LQÁXHQFLD HQ 0DGULG IXH OLPLWDGD SUREDEOHmente por la cercanía física del Gobierno (Romero, 1996). Su papel fue trascendental en la extensión de la trama, y dominó el golpe junto a los africanistas. Se había fundado en 1933 con participación del coronel falangista Rodríguez 7DUGXFK\ \ HVWDED FRPSXHVWD SRU RÀFLDOHV ²HQ DFWLYR \ retirados– que buscaban proteger sus intereses gremiales y conspirar contra la República. Su principal aportación al JROSHDGHPiVGHODRÀFLDOLGDGPLOLWDQWHTXHSDUWLFLSyFRQ toda determinación, fueron sus conexiones con los generales golpistas, falangistas, carlistas, de Renovación Española y de Juventudes de Acción Popular (Beevor, 2005, p. 80). No HVFUHtEOHTXHHQWUHODRÀFLDOLGDGQRVHWXYLHUDFRQRFLPLHQWR GHORTXHHUD\VLJQLÀFDEDODUME, siendo lógico que intentaran desvincularse de dicha entidad en los interrogatorios. A su vez, y aunque no demuestre que llegara la orden al cuartel de Vicálvaro, es sabido que el general Mola envió las yUGHQHVÀQDOHVSDUDHODO]DPLHQWRSRUWHOHJUDPDFLIUDGR ¿Llegaron estas directamente al cuartel? ¿Llegó la orden con intermediación del cuartel de la Montaña? No podemos saberlo, pero sí conocemos que las autoridades republicanas tenían especial interés en saber cómo había funcionado el sistema de comunicaciones previo al golpe. El día 17 de julio de 1936, el comandante Sartorius recibió en su casa una llamada del coronel Romero indicándole que le esperaba un coche a las 11:30 en el metro de Goya,7 SXHVKDEtDTXHDFXDUWHODUVH6HJ~QWHVWLÀFDXQDYH]HQHO #QANKJR=NEKOHKOKł?E=HAOMQANA?E>EANKJH=IEOI=HH=I=@=AEJOPNQ??EKJAOU que, por lo tanto, viajaron en el mismo coche. Entre ellos, el capitán Ferrer Asin, el capitán Francisco Selgas Tornos, posiblemente el teniente Rómulo Ros Emperador, el comandante Antonio Sabater Jiménez, el teniente José María Romillo Polo, el teniente Miguel Redondo Correa, el teniente Joel Graña Maceiras y el teniente Jesús Pardo Pecho. Estado No. 64 117 Iván Rodríguez Lozano XXX cuartel pudo saber que la orden la había dado el general de división (Declaración de Luis Elorriaga Sartorius, 1936). El día 4 de agosto de 1936, el coronel Thomas Romero (Declaración de Manuel Thomas Romero, 1936), quien comandaba el 2º Regimiento de Artillería, acuartelado en Vicálvaro durante el golpe, dio su declaración y negó cualquier conocimiento de la sublevación y, por supuesto, pertenecer al movimiento. A su vez, indicó sí saber de la existencia de la UME, pero negó pertenecer a la misma y haber aconsejado a sus subordinados que se unieran a dicha organización. Interrogado al respecto, negó la existencia de civiles mujeres o jóvenes utilizados para establecer comunicaciones externas, aunque es claro que los republicanos sospechaban al respecto, pues en los archivos de la declaración hacen especial hincapié en esta pregunta con los diferentes testigos. Sorprendentemente, el coronel también indica en los mismos archivos que unos meses atrás habían llegado unos ingenieros, por orden superior, solicitando un local para instalar una estación de radio emisora y receptora, y otra óptica. Aseguró desconocer las comunicaciones que se hacían con dichos equipos. Cabría preguntarnos: ¿cómo es posible que el jefe del regimiento no supiera por qué y para qué se estaban instalando aparatos de transmisión en su acuartelamiento? Por otra parte, dice que el día 17 recibió orden del general de división de que fueran acuartelados, por motivo desconocido. Por lo tanto, antes del golpe se habían instalado aparatos de transmisión en el cuartel sin que se supiera el motivo. Además, el mismo 17 se recibió orden de acuartelamiento sin que tampoco se conocieran los motivos de esto. El teniente Drake (Declaración de Francisco Drake Santiago, 1936) aporta una información que no encaja perfectamente FRQODGHOUHVWRGHODRÀFLDOLGDG'LFHHQVXGHFODUDFLyQTXH el día 17 se enteró, por la tarde, de que estaban armando milicias en el parque de artillería. Tras hablar con otro 118 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 FRPSDxHUR D TXLHQ QR LGHQWLÀFD DPERV GHFLGLHURQ LU DO cuartel a presentarse a sus jefes, lo que hicieron a las 17:30 horas, llegando posteriormente la orden de acuartelamiento. Gracias a él sabemos con mayor exactitud a qué hora llegó el general Cardenal, pues dice que esto sucedió una vez acuartelados, y que se reunió con el capitán del cuartel. (OGtDVHHQFRQWUDEDGHRÀFLDOGHFXDUWHOHOFDSLWiQ Pomares Méndez, cuya declaración (Declaración de Joaquín Pomares Méndez, 1936) es importante para, al menos, intuir cómo iba subiendo la temperatura. Gracias a él sabemos que una vez acuartelados por orden de la división, llamó el general Miaja al cuartel para preguntar si ya habían ejecutado dicha orden, solicitando Miaja que extremaran las precauciones. Pomares Méndez dice que también estuvo en el cuartel el general de brigada Cardenal, quien preguntó por el coronel. Como no había llegado, dejó dicho que cuando lo hiciera hablara con el general de división, pero que estuvieran tranquilos, que no pasaba nada. Resulta destacable este punto: se trata de nada menos que dos generales interesados por la situación en el cuartel, incluso personándose uno de ellos, mientras que el comandante del regimiento, coronel Thomas Romero, y casi toda ODRÀFLDOLGDGHVWDEDQIXHUDGHOPLVPR Arturo Dávila Arcos era concejal en el Ayuntamiento de Vicálvaro y cuenta que tenían un enlace (“topo”) dentro del cuartel que les informaba cómo se iban desarrollando los acontecimientos desde varios meses antes (Declaración de Arturo Dávila Arcos, 1936). Se trataba del maestro armero, quien en el momento de la declaración, 29 de agosto de  VH HQFRQWUDED HQ HO IUHQWH GH OD VLHUUD 2WUR FLYLO Luis Bartolomé, de quien sólo sabemos que era “empleado”, declara que días antes percibieron que la relación entre la gente del pueblo y la tropa no era “normal” (Declaración de Luis Bartolomé, 1936). Estado No. 64 119 Iván Rodríguez Lozano XXX /DLQGHÀQLFLyQGHODVLWXDFLyQHQ9LFiOYDURSDUDHOGtD 17 encaja perfectamente con la del resto de Madrid, donde la rumorología iría haciendo subir la temperatura, pero sin llegar a un estado febril. La imperdonable falta de decisión del Gobierno de Casares Quiroga contrasta con la claridad con la que la UGT, con Largo Caballero al frente, solicitó armar al pueblo como única posibilidad de sofocar la rebelión (Arostegui, 2013). El 18 de julio El sábado 18 de julio amanecía en calma, una aparente normalidad que escondía la tragedia. La mecha había prendido y el reguero se iba consumiendo irremediablemente siguiendo el camino del polvorín. La incapacidad del presidente de la república y del Gobierno se traduciría en acciones inocuas ante los alzados. La decisión que los sublevados mostrarían sería inversamente proporcional a la de los legítimos gobernantes de la nación. Hoy sabemos que la designación de Martínez Barrio y su intento de negociar con los sublevados fueron una gran torpeza. No logró convencer “al director”8 de pactar para evitar la confrontación, y perdió un tiempo preciado en que se pudo evitar que ciertas zonas del país se contagiaran por la sublevación, además que exacerbó los ya excitados nervios de los miembros de partidos de izquierda y los sindicatos, quienes reclamaban la entrega de armas. Sin llegar a formar gobierno, Azaña decidió pasarle la cartera ministerial a Giral, dando un giro brusco y decidiendo armar al pueblo ante lo obvio y desesperado de la situación. La forma de operar de los sublevados obedeció, en la mayoría de los casos, a un plan similar. Primero se apodeUDEDQGHORVHGLÀFLRVRÀFLDOHVSULRULWDULDPHQWHGHOD\XQ8. General Mola. 120 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 tamiento. Si no existían fuerzas militares, era la Guardia Civil, los falangistas y grupos armados de extrema derecha TXLHQHVSURFODPDEDQGHIRUPDRÀFLDOHOHVWDGRGHJXHUUD Sin embargo, si las fuerzas se demoraban en salir de sus cuarteles y los obreros se habían armado, se producía un cerco (Beevor, 2005, p. 92). Esto fue lo que ocurrió en algunos cuarteles madrileños, como el de Vicálvaro. Vicálvaro también estaba gestando su parte de la tragedia. El día 18, su aparente calma se veía ligeramente alterada por la tensión creciente ante las noticias que llegaban de África. Se vivía con excitación tras los muros del acuartelamiento, siendo anormal el movimiento para un sábado. Sabemos que para ese día casi todo el personal vinculado al cuartel se encontraba en su interior, al haber sido movilizados el día anterior. A su vez, de los testimonios se deduce que en los alrededores del cuartel comenzó a incrementarse la actividad. Si bien casi nadie habla en concreto del 18, parece claro que desde ese mismo día comenzaron las actividades a uno y otro lado del muro: […] que se tomaron todas las medidas ordinarias en todo acuartelamiento, sin tomar ninguna excepcional, y transcurrieron sin mayor novedad la noche del 17, el sábado 18 y domingo 19; únicamente en estos días lo que sí observaron es que había muchos paisanos armados, que molestaban con registros al personal del cuartel que tenía que hacer servicios fuera del mismo (Declaración de Luis Elorriaga Sartorius, 1936). (O FDSLWiQ &DUUDVFR 2FKRD HV XQ SRFR PiV H[SOtFLWR HQ su declaración. Ya que se encontraba fuera gracias a un permiso, no fue hasta el día 18 que supo de la orden de acuartelamiento. Asegura que no se personó en el cuartel el PLVPRGtDSRUTXHIXHDYLVDGRVLQLGHQWLÀFDUSRUTXLpQ que era muy peligroso atravesar las Ventas vestido de mili- Estado No. 64 121 Iván Rodríguez Lozano XXX tar (Declaración de Francisco Carrasco Ochoa, 1936). Es decir, Madrid estaba comenzando a hervir el mismo día 18. Un detalle que no hay que despreciar es que el capitán &DUUDVFR2FKRDKDEtDVHUYLGRHQ0HOLOOD6DELGRHVTXHIXH en África donde comenzó a gestarse la camarilla que lideraría el golpe, siendo el grupo de los “africanistas” decisivo en la organización y desarrollo del plan para derrocar a la República.9 El alférez medico, Vicente López Coterilla Vazquez, conÀUPDSRUVXSDUWHTXHODWHQVLyQLEDFUHFLHQGRHOPLVPRGtD (OFXDUWHOVHYLRURGHDGRGHPLOLFLDQRVTXHÀVFDOL]DEDQ todo lo que ocurría a su alrededor, especialmente los servicios de aprovisionamiento (Declaración de Vicente López Coterilla Vazquez, 1936). ¿Por qué desde el cuartel no se denunció este cerco? ¿Se informó a las autoridades en Madrid? Todo indica que no IXHDVtGHVSUHQGLpQGRVHGHORVWHVWLPRQLRVGHORVRÀFLDOHV que esta situación de vigilancia por parte del pueblo no despertó mayores inquietudes, lo cual es cuando menos extraño, más aún cuando la orden de armar al pueblo no se dio sino hasta el día 19, nombrado Giral presidente, obligado por las circunstancias y cediendo a la insistencia de las organizaciones obreras. En ningún caso era normal que ciudadanos armados rodearan el cuartel de artillería: esto obedecía al propio desarrollo de la tragedia, a las sospechas que había sobre el cuartel. Sin embargo, y en contra de lo que aparece en la investigación de Francisco Alía Miranda (Miranda, 2011, pp. 254-255),10QDGDFHUWLÀFDQLKDFHSHQVDUTXHGXUDQWHHO 9. Es muy recomendable a este respecto la lectura del libro de Gustau Nerín (2005), La guerra que vino de África, publicado por Editorial Crítica. 10. “A las diez y media de la mañana del 18 de julio, una columna de milicias armadas (con escopetas de caza y bombas de mano hechas por ellos mismos) del puente de Vallecas, al mando de Manuel Fernández Cortinas, junto con fuerzas de asalto, tomó el cuartel de Vicálvaro, donde se encontraban acuartelados los soldados” (Miranda, 2011, pp. 254-255). 122 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 día 18 se produjera algún disparo o choque entre los militares acuartelados y las milicias que merodeaban. El 19 de julio Aquel domingo de julio, la situación se tornaba aún más confusa. El golpe no conseguía triunfar en todo el territorio, pero tampoco la República lograba imponer su legitimidad. El Ejército se convertía no sólo en el principal responsable de la tragedia que se avecinaba, sino también en la herraPLHQWDPHQRVÀDEOHFRQODTXHFRQWDEDHO*RELHUQRSDUD restablecer el control sobre todo el territorio nacional. Hay todo tipo de opiniones sobre la formación del Gobierno de Martínez Barrio, pero conociendo las conseFXHQFLDVHVSRVLEOHDÀUPDUTXHIXHXQHUURUGHOSUHVLGHQWH Azaña. Un error más que se suma a la cadena que favoreció la sublevación y posterior derrota republicana. El intento de formar un Gobierno que contentase a los golpistas y los hiciera avenirse a negociar fracasó irremediablemente. Los militares en rebeldía tenían tomada la decisión de alzarse para derrocar la República; todo o nada. No buscaban un cambio de rumbo: el objetivo era la victoria. Además, el Gobierno se formó sin socialistas, por negativa de estos, lo que restó apoyos y capacidad de maniobra al mismo, agravando todavía más su situación. Por otro lado, prácticamente todas las declaraciones de los RÀFLDOHVGHOž5HJLPLHQWRGH$UWLOOHUtD/LJHUDHQ9LFiOYDUR coinciden. Según ellos, el día 19 transcurrió sin grandes novedades. Pero ¿las hubo? Sus declaraciones parecen coordinadas. La narración de los acontecimientos es ambigua, lo que puede obedecer a XQDHVWUDWHJLDFROHFWLYDGHORVRÀFLDOHVFRQHOÀQGHVDOLUOR mejor parados del proceso judicial que se avecinaba. Aun así, no deja de ser extraño que ni uno solo de ellos hiciera referencia a lo que estaba sucediendo en su entorno ese Estado No. 64 123 Iván Rodríguez Lozano XXX mismo día 19, cuando ya era sobradamente conocida la sublevación del ejército de África y de otros destacamentos peninsulares. En contraste, sí hacen mención continua de que ya el 18 la ciudadanía merodeaba el cuartel, información que no encaja perfectamente con la del entonces teniente coronel Vicente Rojo, quien no establece estas actuaciones de control hasta el día 19, una vez que el Gobierno de Giral ordenó la entrega de armas al pueblo: Inmediatamente se constituyeron, armadas bajo responsabilidad de los partidos políticos y de las [asociaciones] sindicales, diversas unidades de milicias que se apostaron unas frente a los cuarteles, cuya actitud se estimaba dudosa, y otras en los accesos a Madrid desde Campamento y los cantones de Alcalá y Vicálvaro (Rojo, 2010, p. 107). Lo cierto es que las sospechas de que se iba a producir un golpe de Estado eran generalizadas, por lo que no causa sorpresa que organizaciones obreras y partidos se prepararan para hacerle frente, y que desde el mismo día 18 se lanzaran a las sedes gubernamentales y calles en busca de información y respuestas. El dirigente de la central obrera más importante del momento, la UGT, había advertido que una sublevación militar era posible desde la primavera de 1936 (Arostegui, 2013, pp. 471-472). Sí es novedad, sin embargo, que en el cuartel los preparativos del día 19 consistieran en municionar cuatro baterías, preparándolas para salir si así era ordenado, informando el coURQHODODRÀFLDOLGDGTXHVHXQLUtDQDOPRYLPLHQWRFRQHO regimiento de artillería a caballo, comandado por el coronel Cañedo Arguelles,11 a cuyas órdenes se situaba el coronel 11. Argüelles comandaba el regimiento de artillería a caballo situado en Carabanchel. 124 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 Romero por derecho de antigüedad (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1940). Aunque no contamos con el dato contrastado, se puede deducir que Vicálvaro tuvo conocimiento de los acontecimientos en Campamento y Carabanchel, donde también se sublevó el Ejército con derramamiento de sangre. El general García de la Herrán había sido designado como jefe de los sublevados en los cantones militares de Madrid, entre ellos Vicálvaro (Romero, 1976, p. 467). El plan consistía en salir con sus tropas al encuentro de los sublevados en el cuartel de la Montaña, pero la lealtad de los aeródromos de Getafe y Cuatro Vientos, más la de buena parte de la tropa y suboÀFLDOHVXQLGRHVWRDORVPLOLFLDQRVKL]RIUDFDVDUHVWDSDUWH del golpe, cayendo muerto el general García de la Herrán.12 Con el control sobre Campamento por parte de las fuerzas OHDOHVODVLWXDFLyQHQ0DGULGVHFODULÀFDEDTXHGDQGRVyOR una gran duda sobre el mapa de la ciudad: la Montaña. En paralelo, en el cuartel de artillería N.oORVRÀFLDOHV eran los más proclives al alzamiento; de hecho, se percibe que entre los capitanes y tenientes no había dudas al respecto, destacando el capitán Ferrer, quien se encargó de señalar a sus compañeros de armas que el cuartel se encontraba sublevado (Declaración de Indalecio Zaforas Román, 1940), aunque esta declaración no fue acompañada de medidas ofensivas sino defensivas. Los acontecimientos que se estaban sucediendo en otros puntos de la ciudad y cantones no animaban a ninguna aventura extramuros. (VRVPLVPRVPXURVFDGDYH]VHQWtDQUHÁHMDGDODVRPEUD de más milicianos al acecho que no se limitaban a rodear el cuartel, sino que lo sometían a una rigurosa vigilancia \ ´ÀVFDOL]DFLyQµ GH VX HQWRUQR 7RGDV ODV SHUVRQDV TXH 12. No es un detalle menor la caída de García de la Herrán, pues se trataba del número tres de la sublevación en Madrid, tras Villegas y Fanjul. Teniendo en ?QAJP=MQA3EHHAC=OłJ=HIAJPAJKOECQEÉAHLH=JAOP=>HA?E@K LQA@A@A?ENOAMQA era el número dos, tras Fanjul. Estado No. 64 125 Iván Rodríguez Lozano XXX entraban o salían del cuartel eran registradas, como indican varios testimonios (Declaración de Vicente López Coterilla Vazquez, 1936). En apariencia, hasta la noche del 19 todavía no se había atravesado el punto de no retorno en Madrid. Todavía existía la posibilidad, remota, de reconducir la situación. Las milicias que patrullaban las calles no parecían mostrarse violentas; los cuarteles estaban vigilados, pero no asediados. De hecho, el propio Fanjul entra en la Montaña el día 19 hacia el mediodía (Romero, 1976, p. 341), lo que deja claro que el que iba a ser el eje del alzamiento en Madrid no se encontraba sometido a una rigurosa vigilancia, a pesar de haberse negado a facilitar los 40 000 cerrojos de fusil que albergaba en su armería. Podemos imaginar cómo en Vicálvaro la situación era de tensa espera. Tanto dentro como fuera del cuartel, se esperaban noticias de Madrid, siendo el pueblo subsidiario de su destino. Todos sabían que lo que ocurriera en la capital sería decisivo para el pueblo. Entonces, surge la pregunta: ¿estarían los mandos militares del 2º Regimiento de Artillería Ligera al tanto de los acontecimientos? El 20 de julio La noche del 19 al 20 de julio, pocos militares del cuartel pudieron conciliar el sueño, y aquellos que sí lo lograron se vieron sorprendidos, alrededor de las 3:00 horas, por una OODPDGDGLULJLGDDOWHQLHQWH6HEDVWLi(ORÀFLDOGHJXDUGLD de intendencia del acuartelamiento situado en el barrio de 3DFtÀFROHDYLVDEDTXHIUHQWHDVXGHVWDFDPHQWRSDVDEDQ camiones repletos de milicianos que gritaban “A por los de Vicálvaro” (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1940). No consta que los milicianos atacaran el cuartel, ni que ORVVROGDGRVLQWHQWDUDQVDOLUSHURVtTXHVHLQWHQVLÀFyHO cerco a su perímetro, lo que generó una situación de máxima 126 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 tensión durante cuatro largas horas, hasta las siete de la mañana, cuando cayó la primera de las bombas sobre el acuartelamiento. Según se desprende de la declaración del capitán Graña, no hubo provocación previa: esa bomba pareció caer de la nada. Sin embargo, sí se dio la orden de disparar desde el cuartel contra el aparato aéreo, situación que se alargó hasta las 11:00 horas (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1940). Agustín Sanz García,13 empleado del ayuntamiento de Vicálvaro, declaró que dos aeroplanos se presentaron alrededor de las 7:00 horas del día 20, lanzando dos bombas que cayeron fuera del cuartel e incendiaron dos eras. En su declaración, confirma que comenzó un intercambio de disparos con milicianos, sin recordar si desde el cuartel se disparó antes o después de iniciado el bombardeo (Declaración de Agustín Sanz García, 1936). 1R H[LVWtD RUGHQ GH DO]DPLHQWR GHÀQLGD QR KXER GtD \ KRUD ÀMRV SDUD TXH WRGRV ORV LPSOLFDGRV HQ HO JROSH VH alzaran (Miranda, 2011, p. 105), de ahí que la situación en Vicálvaro, al igual que en otros cuarteles como la mismísima Montaña, estuvieran en una tensa espera. Con la llegada del mediodía, se comenzó a aclarar el panorama. Al tiempo que en el resto del país se tomaba conciencia del fracaso de la intentona golpista, los bombardeos sobre los cuarteles madrileños tuvieron un efecto desmoralizador (Rojo, 2010, p. 137). A su vez, el Gobierno decidió despejar la duda que suponía el cuartel de la Montaña, organizando fuerzas que lo rodearon y asaltaron, con lo que quedó resuelta la “ecuación” para el mediodía del día 20. 13. Era conocido con el alias de “el Cohete”. Estado No. 64 127 Iván Rodríguez Lozano XXX Figura 1. Bando de guerra del general Fanjul Fuente: Venero (1967, pp. 306-307). 128 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 Es muy probable que se diera un efecto dominó en la situación de dicho día que tuviera como consecuencia la rendición del cuartel de Vicálvaro. La situación del golpe el día 20 afectó directamente a las posibilidades de éxito de los militares y falangistas acantonados en el cuartel de la Montaña. La imposibilidad de ejecutar un plan de columnas que avanzaran sobre la capital hizo insostenible la posición de Fanjul, rodeado por miles de milicianos: El general Fanjul, militar con prestigio, españolista y valiente defensor de sus ideas derechistas, se ha mostrado en todo momento animoso, ha dado impresión de seguridad, ha prometido ayudas: una columna que al mando del general Mola ha llegado a la Sierra y avanza a marchas forzadas sobre Madrid, otra columna con fuerte artillería que viene del campamento de Carabanchel (Romero, 1976, p. 545). Pero las columnas fueron detenidas en la sierra, Fanjul cayó herido y el cuartel fue tomado por asalto. La Montaña desaparece del mapa de los sublevados, quedando Madrid GHVFDEH]DGD\SRUORWDQWRIXHUDGHVXLQÁXHQFLD8QJUDQ UHYpVSDUDORVJROSLVWDVGHÀQLWLYRSDUDODVSRFDVHVSHUDQ]DV que albergaban en la capital. /DVGHFODUDFLRQHVGH)DQMXODQWHODVSUHJXQWDVGHOÀVFDO parecen encaminadas a crear confusión sobre su papel en el golpe. De poco le serviría, pues horas después, el día 17 de agosto, sería condenado a muerte y fusilado: Fiscal. (F)— ¿Luego niega que estaba en rebeldía contra el Poder público? Fanjul. (P)— Insisto en que mi rebeldía era tan sólo de espíritu (La Libertad, 1936). Al ser cuestionado sobre por qué obedeció las órdenes del general Villegas, como había indicado en un principio, respondió que Villegas no podía darle tales órdenes: Estado No. 64 129 Iván Rodríguez Lozano XXX F.— ¿Quién podía darle tales órdenes? P.— El general Mola. F.— Si el general Mola no era su superior, ¿cómo podía darle órdenes? P.— Porque podía… F.— ¿Como jefe de la rebelión militar? P.— Sí, claro. F.— ¿Pues no aseguraba el procesado anteriormente que no se había rebelado nada más que espiritualmente? ¿Estaba o no de acuerdo para la rebelión? P.— Sí, claro; yo… sabía algo de la rebelión; pero yo no era el jefe. F.— ¿Dio órdenes a otras fuerzas de la guarnición de Madrid? P.— No; hablé por teléfono con algunos cuarteles, pero no di ninguna orden para la sublevación (La Libertad, 1936). A pesar de la incoherencia del general Fanjul, su declaración no termina por negar con rotundidad su participación en la rebelión. Más sorprendente es la del coronel Fernández Quintana: Fiscal. (F)— Puso u ordenó poner bandera blanca –para evitar más derramamiento de sangre inútil…– ¿Inútil para quién? Coronel. (P)— Para nuestra causa. F.— ¿No dijo antes el procesado que su causa era la defensa del régimen y la República? P.— Es que nosotros creíamos que el Frente Popular se había levantado contra el Gobierno (La Libertad, 1936). Resulta prácticamente imposible creer que los sublevados en la Montaña confundieran con una sublevación la defensa de los milicianos del régimen republicano. Las declaraciones de Fanjul, Villegas o Quintana son LPSRUWDQWHV SRUTXH PXHVWUDQ FyPR LQWHQWDURQ FDPXÁDU su adhesión a la rebelión. Podría interpretarse que cuando se trata de salvar la vida, el honor y la verdad pierden su fuerza. En este mismo contexto, parece inverosímil que el 130 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 coronel Thomas se dejara engañar por el director general de seguridad,14 quien le indicó que el propio Azaña estaba con ellos y se iban a organizar unos batallones para desarmar a los milicianos (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1940). Los hechos en Vicálvaro corren paralelos a los de Madrid. A diferencia de la Montaña o Campamento, ¿hubo unidad de acción dentro del cuartel de Vicálvaro? Conocemos que la República mantuvo importantes lealtades entre el JHQHUDODWR\HOFXHUSRGHVXERÀFLDOHV\WURSDSHURSDGHFLy OD HVFDVH] GH RÀFLDOHV FDSDFHV GH GLULJLU ODV WURSDV HQ HO FDPSRGHEDWDOOD(QHOFXDUWHOIXHURQORVRÀFLDOHVORVPiV entusiastas con el alzamiento, encabezados por el capitán )HUUHU6LQHPEDUJRHQWUHORVVXERÀFLDOHVKDEtDDOJXQRV leales a la República que pudieron ser decisivos para que no se produjera un baño de sangre: Que en la madrugada del lunes 20, el capitán Sr. Ferrer, despertó a la PNKL= KN@AJ¹J@KHAOA?KHK?=N=AJH=ORAJP=J=O@AHA@Eł?EK=HOANRE?EK@A las ametralladoras; que más tarde, al volar sobre el cuartel unos aeroplanos, recibieron la orden de continuar en las posiciones y armados de mosquetones, para hacer fuego, en su caso, contra los aeroplanos, como así se hizo al lanzar estos la primera bomba contra el cuartel, recibiendo I¹OP=N@AKN@AJ@AHKOO=NCAJPKO?KJPN=NE==H=@AHKOKł?E=HAO MQA seguían ordenando continuase el fuego, para que este cesara, como así lo efectuó el diciente y resto de la tropa y después, como la aviación siguiera bombardeando, los brigadas y sargentos que habiendo sido advertidos de lo que sucedía y quese [sic] trataba de un movimiento de rebelión contra el Gobierno, con lo cual no estaban conformes dichas clases, se colocaron banderas blancas, rindiéndose el cuartel a lasmilicias [sic] populares y al Ejército que rodeaban el mismo y que se hicieron ?=NCK @APAJEÀJ@KHKOĥOE?9@AHKOFABAOUKł?E=HAO U?KJBN=PANJEV=J@K 'KOÀHKJOK*=HHKHBQA@ENA?PKNCAJAN=H@AOACQNE@=@D=OP=łJ=HAO@AHIAO de julio de 1936. Estado No. 64 131 Iván Rodríguez Lozano XXX @AO@AAOPAIKIAJPKP=JPKH=PNKL=?KIKHKOOQ>Kł?E=HAOUO=NCAJPKO con el pueblo (Declaración de Francisco González Beltrán, 1936). En función del rango del declarante, los acontecimientos IXHURQ XQRV X RWURV 0LHQWUDV ORV RÀFLDOHV SUHWHQGLHURQ LQWURGXFLUFRQIXVLyQFRQVXVGHFODUDFLRQHVORVVXERÀFLDOHV señalaron con el dedo directamente al coronel y la mayoUtDGHORVRÀFLDOHVFRPRDGHSWRVDOJROSH3RUHMHPSORHO brigada Manuel Juaneda Gayan declara que el coronel les reunió15 para comunicarles que estaba adherido al movimiento subversivo, porque había que hacer una república sana como la que él votó en 1931, argumentando que la actual era una república de terrorismo y bandolerismo. No terminó bien la reunión para el coronel y los sublevados, SXHV ORV VXERÀFLDOHV VH QHJDURQ D XQLUVH DO PRYLPLHQWR Al poco tiempo, el coronel ordenó reunirlos de nuevo para comunicarles que no podía tener en el cuartel a cuarenta hombres que podían hacerle traición, ordenándoles salir de dos en dos, en intervalos de tiempo. Cuando seis de ellos ya habían salido, comenzó el tiroteo provocado por el lanzamiento de una bomba desde un avión (Declaración de Manuel Juaneda Gayan, 1936). &XHQWDHOEULJDGDTXHORVRÀFLDOHVVHUHWLUDURQDOFXDUWR de estandartes, desde donde se rindieron, dando cuenta a Madrid por telégrafo de ello. Fue entonces cuando entraron unos guardias de asalto que procedieron a la detención de ORVRÀFLDOHV\VXEOHYDGRV La declaración del sargento Sánchez Pegalajar (Declaración de Ramón Sánchez Pegalajar, 1936) va en el mismo sentido que la del brigada. Añade que el día 19, previo a la UHXQLyQGHOFRQHOFRURQHOGHORVVXERÀFLDOHVHOFDSLWiQ Francisco Selgas reunió a los sargentos y brigadas y les dijo que posiblemente el regimiento tuviera que salir, y que 15. De la declaración es posible deducir que esta reunión se produjo al alba, entre las 5:00 y las 6:00 horas. 132 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 al que no estuviera dispuesto a ello se le pegaría un tiro. Al enterarse el coronel del malestar del sargento, le llamó preguntándole en el patio qué era lo que ocurría: […] como el declarante manifestara que él no estaba dispuesto a ir en contra del Gobierno y el coronel le dijera que mientras él fuera coronel, en su regimiento no permitiría que hubiera ningún traidor (Declaración de Ramón Sánchez Pegalajar, 1936). A lo que el sargento contestó: 6KJKOKUPN=E@KN UNA?QAN@KH=OBN=OAOMQAQOPA@LNKJQJ?EÉAJAH acto de jura de bandera, el 15 de febrero del año actual, diciendo que los soldados tenían que acatar a un Gobierno monárquico, si en las elecciones del siguiente día vencían los monárquicos y a un Gobierno comunista si vencieran en las Elecciones [sic] éstos, pues esta era el deber de todo militar (Declaración de Ramón Sánchez Pegalajar, 1936). Respecto al día 20, la declaración de Sánchez Pegalajar únicamente añade a la declaración del brigada Juaneda que una vez que salió del cuartel se reunió con el teniente de alcalde de Vicálvaro, junto al cual, y con ciudadanos del pueblo, lo regresaron hasta el cuartel, encontrándose ahí con un tiroteo entre militares y milicianos que terminó con el bombardeo y rendición de los sublevados. Por su parte, el comandante Luis Elorriaga Sartorius declara que el avión que lanzó las bombas no llevaba ningún HPEOHPDTXHORLGHQWLÀFDUDFXHVWLyQTXHIXHGHFLVLYDDOD hora de ordenar hacer fuego contra el mismo. Sin embargo, señala que no fueron las bombas, sino la llamada desde la Dirección General de Seguridad indicándoles que tenían que rendirse, la que provocó que se procediera en ese sentido. Continúa el comandante Elorriaga Sartorius indicando que no hubo arenga de ningún tipo por parte del coronel. A pesar de no haber estado presente, sí dice saber que el jefe Estado No. 64 133 Iván Rodríguez Lozano XXX GHOUHJLPLHQWRVHUHXQLyFRQORVVXERÀFLDOHVVLPSOHPHQWH para comentarles que el que quisiera marcharse podría hacerlo pues, posiblemente, tendrían que enfrentarse con el pueblo si atacaban el cuartel (Declaración de Luis Elorriaga Sartorius, 1936). En la misma línea, el coronel Thomas Romero declara que el avión que efectuó el bombardeo era comercial y no militar, por lo que dio la orden de abrir fuego. Tras hablar con el director general de seguridad, acató la orden de rendirse, […] poniendo el pueblo que rodeaba el cuartel sábanas blancas, ordenando el dicente que cesara el fuego, a pesar de lo cual el avión continuó, aun estando ya en el cuartel guardias de asalto, lanzando bombas, que mataron a un cabo de asalto e hirieron a otro guardia, aparte de las bajas que se habían tenido en el cuartel de tres o cuatro soldados heridos y uno muerto (Declaración de Manuel Thomas Romero, 1936). 6REUHORVVXERÀFLDOHVHOFRURQHOWHVWLÀFDTXHKXERDOJXQRV sargentos y brigadas que habían oído decir que en caso de que el regimiento saliera, matarían a sus familias o pondrían delante del pueblo a sus familiares. En atención a esto, y como el dicente pensó que quizás por defensa del cuartel pudiera enfrentarse con el pueblo, llamó a los sargentos, brigadas y obreros y les dijo, por creerlo un acto de caballerosidad, que quizá tuviera el regimiento que defender el cuartel en contra de las masas y para este caso, si tenían miedo por lo que pudiera ocurrir a sus familias, que podían marcharse los que quisieran, como así lo hicieron algunos, quedándose por el contrario otros; que no es cierto que el declarante, al hablar a los sargentos y brigadas dijera se hallaba unido al movimiento, puesto que este no le conocía, aunque quizás fuera posible que él manifestara que como republicano no estaba conforme con una república soviética al parecer o comunista; y que efectivamente es verdad que ordenó [sic] la salida del cuartel de dos en dos a los que 134 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 quisieran marcharse, con el objeto de evitar la provocación si salían todos unidos (Declaración de Manuel Thomas Romero, 1936). El teniente Drake (Declaración de Francisco Drake Santiago FRQÀUPDTXHWDPELpQVHKL]RIXHJRGHVGHXQDV trincheras alrededor del cuartel, así como desde la que llama “casa de los cerdos”, siendo este respondido por los VXEOHYDGRV&RQÀUPDTXHHQXQPRPHQWRGHWHUPLQDGRHO FRURQHOOODPyDORVRÀFLDOHVDODVDODGHHVWDQGDUWHVGRQGH les comunicó que suspendieran el fuego. Drake declara que tampoco escuchó la conversación entre el jefe del regimiento \ORVVXERÀFLDOHVWHVWLÀFDQGRTXHHOFRURQHOVDEtDTXHHQHO pueblo se estaba armando a las milicias, y que en previsión de un choque entre milicianos y militares permitió salir a ORVVXERÀFLDOHVSDUDTXHSXVLHUDQDVDOYRDVXVIDPLOLDV (OFDSLWiQ-RDTXtQ3RPDUHV0pQGH]WHVWLÀFDHQODOtQHD del teniente Drake, indicando que desde una casa próxima se abrió fuego, llegando incluso a impactar una bala en un lavabo en la batería del declarante (Declaración de Joaquín Pomares Méndez, 1936). El capitán Ferranz (Declaración de Francisco Ferranz Pérez Santiago, 1936) declara que fue el coronel quien se presentó en el cuarto de sargentos alrededor de las 7:00 horas. Al haber comprobado que había personas sospechosas y armadas alrededor del acuartelamiento, dio permiso DORVVXERÀFLDOHVSDUDVDOLUHLQFOXVRUHIXJLDUDODVIDPLOLDV HQHOSURSLRDFXDUWHODPLHQWR$ÀUPDTXHVDOLHURQYDULRV sargentos y obreros, y que algunos de ellos no volvieron a incorporarse. /DVGHFODUDFLRQHVGHORVRÀFLDOHVGHVFULEHQXQDVLWXDFLyQ cuando menos, esperpéntica. Cabría cuestionarse ¿cómo iba a permitir el jefe del regimiento que la mayoría de sus subRÀFLDOHVVDOLHUDQGHXQDFXDUWHODPLHQWRTXHVHHQFRQWUDED rodeado por milicias armadas? Estado No. 64 135 Iván Rodríguez Lozano XXX Muy importante es también que el capitán Ferranz habla de dos aviones en su declaración, uno de características de la aviación civil, pero otro militar, y de que ambos arrojaron bombas sobre el cuartel. Sin embargo, el teniente José Relanzón García Criado (Declaración de José Relanzón García Criado, 1936) vuelve a decir que sólo había un avión, y no era militar. También menciona en su declaración la salida de los sargentos para defender sus familias, indicando que sólo salieron tres o cuatro de ellos. Por su parte, el teniente Miguel Redondo Correa dice no saber si alguno se marchó, aunque le parece que sí lo hicieron dos o tres (Declaración de Miguel Redondo Correa, 1936). El capitán Francisco Selgas y Tornos va más lejos en su declaración al indicar que algunos de los sargentos sí regresaron con sus familias al cuartel, aunque otros nunca volvieron (Declaración de Francisco Selgas y Tornos, 1936). 2EMHWLYDPHQWHSRGHPRVVDEHUTXHKXERVXERÀFLDOHVTXH abandonaron el cuartel, al parecer pocos, porque mientras se producía su salida comenzó el bombardeo de uno o dos aparatos, situación similar, por cierto, a la que se vivió en otros regimientos y cantones de Madrid, donde la labor militar aérea fue un factor fundamental para derrumbar la moral de los sublevados. En su declaración, el teniente Carlos Sebastian Llegat indica que también escuchó que el coronel facilitó la salida GHORVVXERÀFLDOHVDQWHHOULHVJRGHTXHODJHQWHDUPDGD en el pueblo pusiera a los familiares de estos frente al cuartel. Junto con algunos sargentos, marcharon también maestros de taller, yéndose estos últimos hacia Madrid y siendo, según les transmitieron después algunos guardias de asalto declarantes, los que denunciaron hechos falsos en la Dirección General de Seguridad, como haber sido expulsados del cuartel, cuando en verdad salieron voluntariamente (Declaración de Carlos Sebastian Llegat, 1936). 136 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 El factor civil fue fundamental para la República. Desde hacía tiempo, el Ayuntamiento tenía un enlace-informante dentro del cuartel: el maestro armero. En la mañana del día 20, salieron unos sargentos, entre ellos el cocinero Ramón Sánchez, que indicaron que el coronel les dijo que si no estaban de acuerdo con la sublevación, se marcharan. Acordaron pedir auxilio a Madrid, pero como el teléfono no funcionaba, el teniente de alcalde cogió un coche. Según su versión, llegó entonces un aeroplano que fue atacado desde el cuartel, y respondió este lanzando una bomba que cayó en una era y provocó un gran incendio, arruinando a dos familias. Luego hubo disparos entre milicianos y el cuartel (Declaración de Arturo Dávila Arcos, 1936). (OFRQFHMDOGH9LFiOYDURFRQÀUPDODOODPDGDUHDOL]DGD por el director general de seguridad al capitán Ferrer, de la cual se enteró por su participación en el control de la central de teléfonos. Según narra, la llamada no fue cordial, sino que el director general se tuvo que valer de amenazas para conseguir la rendición del coronel. Indica que desde que se inició la sublevación hasta la rendición pasó una hora aproximadamente. A pesar de que el capitán Ángel Ferrer es de los más relacionados con el golpe, fue él quien habló con el director general de seguridad, de quien declaró ser amigo, recibiendo de aquel la orden de rendirse. Al igual que en la Montaña y en Campamento, hubo quien intentó huir del cuartel sin ser visto, pero los milicianos, \ SRVLEOHPHQWH HO SXHEOR \D KDEtDQ URGHDGR HO HGLÀFLR imposibilitando fugas como la del teniente de complemento Alfonso Espinosa Fernández (Declaración de Alfonso Espinosa Fernández, 1936), quien fue detenido y llevado al ayuntamiento de Vicálvaro, quedando recluido en una carbonera antes de su traslado a la Dirección General de Seguridad y después a la cárcel desde la cual declaró. Con esta y otras declaraciones, queda fuera de toda duda la Estado No. 64 137 Iván Rodríguez Lozano XXX implicación desde el primer momento del Ayuntamiento de Vicálvaro contra el golpe y a favor del Gobierno. El bombardeo, las milicias que asediaban el cuartel, la llamada de la Dirección General de Seguridad, seguramente ODFRQÀUPDFLyQGHODFDtGDGH&DPSDPHQWR\ODVLWXDFLyQ en la Montaña fueron factores en contra que provocaron que el regimiento decidiera rendirse. El capitán Francisco Selgas y Tornos declara por su parte que, en el momento de la rendición, el teniente coronel de los de asalto entró en el cuartel con el puño en alto. Después llegó un teniente coronel de ingenieros junto con milicias armadas, llevando el puño en alto y una estrella roja de cinco puntas en el uniforme. Varios testigos coinciden en indicar que ya rendido el cuartel, el avión siguió lanzando bombas, provocando una de ellas la muerte de un guardia de asalto, un soldado del regimiento y varios heridos. Testigos como el teniente Joel Graña Maceiras (Declaración de Joel Graña Maceiras, 1936) también indican que el coronel ordenó situar banderas y sábanas blancas en las ventanas, lo que, a prioriGHELHUDGHKDEHUVLGRVXÀFLHQWH para que el avión dejara de bombardear. El alférez Fernando *DUFtD$PSXHURWHVWLÀFDTXHHOFRURQHOGLRHVWDRUGHQSXHV a él así le fue transmitida por la Dirección General de Seguridad (Declaración de Fernando García Ampuero, 1936). (OWHQLHQWH$OEHUWR3pUH]&RVLR5XELRWHVWLÀFDTXHDODV 7:00 horas del mismo día 20 pudo observar cómo el cerco VREUH HO FXDUWHO VH KDEtD LQWHQVLÀFDGR KDELHQGR OHYDQtado trincheras los milicianos. Añade que observó cierta coordinación entre el avión de bombardeo y los milicianos, obedeciendo a una especie de consigna, que no explica, para iniciar el fuego coordinadamente. Su descripción del momento de la rendición informa que los paisanos armados y los guardias de asalto irrumpieron en el cuartel haciendo 138 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 saludos marxistas y gritando vivas a Rusia y a España soviética (Declaración de Alberto Pérez-Cosio Rubio, 1936). La declaración de Luis Bartolomé16 ayuda a entender mejor la sucesión de estos acontecimientos. Cuenta que días antes percibieron que la relación entre la gente del pueblo y la tropa no era “normal”. Las sospechas y la tensión aumentaron cuando salieron los sargentos y les informaron, en la mañana del día 20 de julio, que consideraban que el cuartel iba a sublevarse. Desalojaron el pueblo de mujeres y niños por temor a que fuera cañoneado desde el cuartel, y los hombres, que eran unos cuarenta o cincuenta, se prestaron a rodear el cuartel y defender el pueblo. Luis Bartolomé también declara que el teniente de alcalde telefoneó a la Dirección General de Seguridad para que vinieran unos aeroplanos para conseguir la rendición del cuartel. Indica que en cuanto apareció el avión, el fuego se inició desde el cuartel, siendo respondido por unos milicianos apostados DOUHGHGRUGHOPLVPR&RQÀUPDTXHXQDERPEDFD\yGHVpués de llegadas las tropas de asalto, provocando la muerte de un guardia de dicho cuerpo, y que guardias de asalto y milicianos penetraron juntos en el cuartel (Declaración de Luis Bartolomé, 1936). Conclusiones De esta investigación, se desprenden algunas conclusiones que no por sabidas hay que dejar de mencionar. El cuartel de artillería ligera de Vicálvaro se sublevó contra la República, formando parte del dispositivo de alzamiento en Madrid, con eje en el cuartel de la Montaña. A pesar de TXHODVGHFODUDFLRQHVGHORVRÀFLDOHVLQWHQWDURQHQVXGtD confundir al tribunal, y hoy buscan hacer lo mismo con el !A)QEO=NPKHKIÀOÉHKOAEJ@E?=ļAILHA=@K‡AJOQł?D= LKNHKMQAJKAO LKOE>HAO=>AN?Q¹HAN=OQKł?EK Estado No. 64 139 Iván Rodríguez Lozano XXX historiador, la propia sucesión de los hechos, el resto de GHFODUDFLRQHVGHVXERÀFLDOHV\FLYLOHVDVtFRPRODYHQWDMD que supone analizar hechos casi 80 años después, pueden OOHYDUQRVDDÀUPDUTXHHOFXDUWHOHUDSDUWHGHOJROSH /RVDFWRUHVVRQORVHVSHUDGRVRÀFLDOHVJROSLVWDVJHQHUDOHVGHWtPLGDOHDOWDGVXERÀFLDOHVÀHOHVDVXMXUDPHQWR milicianos y actores secundarios de carácter civil. Un escenario completo, con todo el atrezo de la época: uniformes, aviones, ametralladoras, piezas de artillería, hoces y martillos, banderas blancas y el resto del “menaje” que se haría cotidiano durante los siguientes 3 años. Sin embargo, es destacable la poca sangre que se regó en el entorno y dentro del propio cuartel de artillería. Habría que preguntarse: ¿por qué apenas hubo derramamiento de sangre en Vicálvaro? Había factores para ello, enfrentados de un lado el ejército sublevado y del otro los milicianos armados. Es indudable que el golpe en Vicálvaro no tenía visos de triunfo una vez que fue abortado el golpe en la capital, pero igual de cierto es que en el cantón de Carabanchel se derramó sangre ante el intento de salida de García de la Herrán. De igual forma, en la Montaña hubo decenas de muertos y, sin embargo, en Vicálvaro apenas murieron dos soldados por una bomba de aviación, presumiblemente lanzada ya que el cuartel se había rendido. Ese es otro factor que invita a pensar en la práctica ausencia de derramamiento de sangre. Sí se desataron las hostilidades en Vicálvaro, no fue una rendición por mera presión ciudadana. Fue necesario el uso de la fuerza para que el coronel aceptara rendir el cuartel, existiendo total ausencia de venganzas o fusilamientos sumarios. ¿Por qué no se desató una ola de violencia contra los sublevados? Quizás la respuesta la tenga Vicente Rojo: 140 El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 Mucho se ha discutido si se debió o no armar al pueblo… pero cuando la sociedad española pueda conocer el volumen e índole de los desmanes que se cometieron en la zona donde el pueblo no había sido armado, se comprenderá que ni esos desmanes, ni la crueldad, ni el terror que se crean con el crimen incontrolado, eran cosas independientes del hecho de que el pueblo hubiera sido o no armado. La verdad es que si algunas de las armas entregadas se utilizaron en actos criminales, la I=UKNL=NPA@AAHH=OOAAILHA=NKJAJH=łJ=HE@=@MQA?KJOQAJPNAC= se quería alcanzar: combatir la rebelión (Rojo, 2010, p. 115). El pueblo en armas consiguió su objetivo: rendir el cuartel y que se procediera a la detención de los sublevados. La justicia republicana actuaría en consecuencia con los sublevados, como así hizo, sin que el pueblo de Vicálvaro optara por otro tipo de justicia paralela. (OSXHEORIXHDUPDGRFRQGLFKRÀQ\ORVDFRQWHFLPLHQWRV llenan de razón la decisión del Gobierno de Giral, pues sólo así se consiguió impedir el éxito del golpe en todo el territorio nacional. De hecho, los acontecimientos de Vicálvaro demuestran que el Estado republicano no desapareció, sino que se vio violentamente golpeado cuando su monopolio de la violencia saltó por los aires al ser traicionado por su principal valedor armado, el Ejército. Sin embargo un Estado es mucho más que su Ejército, que no deja de ser una herramienta a su servicio, siendo su principal y único sentido de existencia el servicio al pueblo. En este caso, se invirtieron los factores y fue el pueblo el que sostuvo el Estado, debilitado y escorado, pero no superado. La entrada del teniente coronel de carabineros en el cuartel, tras la llamada desde la Dirección General de Seguridad, muestra claramente cómo el Estado se mantuvo en pie, obviamente gracias al pueblo, que armado pudo hacer frente a la sublevación militar. Si la anarquía se hubiera impuesto ante una situación de vacío de poder, o se hubiera iniciado un proceso revolucio- Estado No. 64 141 Iván Rodríguez Lozano XXX nario, difícilmente las estructuras republicanas se hubieran mantenido en pie, como en verdad ocurrió. Los acontecimientos de Vicálvaro demuestran que el golpe no fue combatido con anarquía y violencia desatada: gracias a las armas, el pueblo pudo defender el modelo de Estado por el que había optado en 1931 frente a las fuerzas reaccionarias que encontraron en el Ejército el ariete con el cual intentar derrumbar la República de un solo golpe. Como esto no les fue posible, decidieron seguir golpeando hasta dejar al pueblo agotado y rendido. Fecha de recepción: 28 de julio de 2014 Fecha de aceptación: 26 de junio de 2015 Bibliografía 142 “Actas de las sesiones ordinarias de 1938” (s/f). Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento de Vicálvaro. Caja 63.A3. Vicus Albus. Asociación de Investigación Histórica de Vicálvaro, Madrid. Arostegui, J. (2013). Largo Caballero. El tesón y la quimera. Barcelona: Debate. Beevor, A. (2005). La Guerra Civil española. Barcelona: Crítica. Declaración de Agustín Sanz García (29 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 324. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Alberto Pérez-Cosio Rubio (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 119. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Alfonso Espinosa Fernández (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 57. Archivo Histórico Nacional, Madrid. El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 Declaración de Arturo Dávila Arcos (29 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 320. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Carlos Sebastian Llegat (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 86-87. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Fernando García Ampuero (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 134. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Francisco Carrasco Ochoa (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 104. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Francisco Drake Santiago (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 65. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Francisco Ferranz Pérez Santiago (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 70. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Francisco González Beltrán (31 de julio de 1936). FC- CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 28. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Francisco Selgas y Tornos (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 80-83. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Indalecio Zaforas Román (4 de mayo de 1940). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 11-13. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Joaquín Pomares Méndez (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 104. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Joel Graña Maceiras (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 111-113. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Estado No. 64 Bibliografía 143 Iván Rodríguez Lozano XXX Bibliografía 144 Declaración de Joel Graña Maceiras (1 de mayo de 1940). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 6-10. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de José Relanzón García Criado (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 78-79. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Luis Bartolomé (29 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 323. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Luis Elorriaga Sartorius (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 41-43. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Manuel Juaneda Gayan (31 de julio de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 32-34 y 479. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Manuel Thomas Romero (4 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 45-48. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Miguel Redondo Correa (5 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 101-103. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Ramón Sánchez Pegalajar (31 de julio de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 35-38. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Declaración de Vicente López Coterilla Vazquez (8 de agosto de 1936). FC-CAUSA_GENERAL, 1518, Exp. 13, Imagen 220-222. Archivo Histórico Nacional, Madrid. Graham, H. (1991). Socialism and war: the Spanish Socialist Party in power and crisis, 1936-1939 . Cambridge: Cambridge University Press. Juliá, S. (1996). “Antecedentes políticos: la primavera de 1936”, en Malefakis, E., La guerra de España. 1936-1939 (pp. 49-76). Madrid: Taurus. La Libertad (16 de Agosto de 1936). “Los responsables de la sedición militar de Madrid”. La Libertad, p. 3. El pueblo en armas. Vicálvaro y el golpe de 1936 Lozano, I. R. (9 de noviembre de 2010). Entrevista personal a Andrés Manzano. Madrid, España. –––––– (5 de febrero de 2011). Entrevista personal a Cipriano y Andrés. Madrid, España. Miranda, F. A. (2011). Julio de 1936. Conspiración y alzamiento contra la Segunda República. Barcelona: Crítica. Montero, S. (2009). La batalla de Brunete. Madrid: Raíces. Ramírez, J. M. (2007). La batalla del Jarama. Febrero 1937. Madrid: Almena. Rojo, V. (2010). 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En este sentido, se discute con los estudios previos realizados desde las localidades de origen de los migrantes. Los hallazgos muestran que los clubes de oriundos son formas asociativas complejas que implican un alto costo organizativo para sus miembros, y espacios sociales que satisfacen un conjunto de necesidades sociales relacionadas con la permanencia de la población inmigrante. Palabras clave: clubes de inmigrantes, inmigrantes mexicanos, organización interna, participación cívica, California. X Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas. [email protected] Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Introducción Los clubes de oriundos, formados en Estados Unidos por inmigrantes mexicanos, han aumentado paulatinamente desde la década de los sesenta. Sin embargo, el FUHFLPLHQWR PiV VLJQLÀFDtivo de esta forma de asociación fue a principios del siglo XXI. Para 1995, Lanly y Valenzuela (2004) reportaban un total de doscientos sesenta y tres clubes, y para 2003 habían aumentado a seiscientos veintitrés. Tomando los datos del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) en 1999 había cuatrocientos veintiocho clubes registrados y 10 años después, en 2009, un total de ochocientos catorce, ya para 2012 el número de clubes ascendía a 1 307, y se encontraban principalmente en los estados de California, Illinois y Texas (IME, 2012). Este aumento reactivó el interés académico por las asociaciones de inmigrantes mexicanos, sobre todo en la última década. Los estudios sobre el tema han analizado los factores que hacen posible la organización de la población inmigrante; la importancia de las remesas, ahora Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 149 Judith Pérez-Soria XXX en su versión colectiva, en el desarrollo de las localidades emisoras, y el contrapeso político que estos grupos de inmigrantes tienen a nivel municipal. Es decir, se ha analizado principalmente el impacto económico y político de los clubes de oriundos en México. Por otro lado, los estudios sobre los clubes en Estados Unidos están relacionados con la participación, y en ocasiones con la integración, de los inmigrantes en las estructuras sociales y políticas estadounidenses, pero tanto los clubes como las federaciones de clubes son analizados en una sola categoría –hometown association– que oculta las diferencias de cada forma de asociación. La mayoría de estos estudios omiten el análisis de los procesos organizativos internos de los clubes que tienen lugar en las localidades de residencia de los migrantes que los forman. Esta dimensión es fundamental para entender los alcances y los límites de los clubes tanto en la sociedad de origen como en la sociedad de destino. Por tanto, este trabajo tiene como objetivo analizar los procesos de participación, organización y representación interna de los clubes formados por inmigrantes mexicanos en California, porque es uno de los estados con mayor población de origen mexicano, mayor número de clubes de inmigrantes, antiguos antecedentes de inmigración mexicana, y en donde surgieron los primeros clubes sociales en la década de los sesenta. El estudio plantea que la contribución política, económica o social de los clubes, tanto en las localidades de origen como en las de destino, está relacionada con los procesos organizativos internos que enfrentan y resuelven las personas que participan en los clubes, por tanto, los procesos que ocurren en los lugares donde viven cotidianamente los inmigrantes tienen una importancia explicativa relevante, porque el lugar de residencia es el espacio social donde los miembros de los clubes generan los recursos, toman decisiones, organizan actividades para mantener vigente al club, y posibilitan la inversión en las localidades de origen. 150 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino El estudio es cualitativo, como la mayoría de los estudios sobre clubes de oriundos; con la excepción de los trabajos de Portes, et al. (2006) y Duquette-Rury y Bada (2013), y los resultados son parte de una investigación más amplia que se desarrolló como tesis de doctorado (Pérez-Soria, 2013). Los datos provienen del análisis de doce clubes que se encontraban vigentes cuando se realizó el trabajo de campo. Aunque todos los clubes aquí reportados pertenecen a alguna federación, la unidad de análisis de este trabajo son los clubes de inmigrantes mexicanos, cuya dinámica es diferente. Los clubes de oriundos: una revisión de la literatura Los estudios sobre los clubes de oriundos, formados por migrantes mexicanos en Estados Unidos, han abordado diferentes dimensiones. Una de ellas ha sido la conformación de los clubes, es decir, se han analizado los elementos que hacen posible la organización de los migrantes, por localidad de procedencia, tanto en poblaciones indígenas como en poblaciones mestizas (Velasco, 2002; Lanly y Valenzuela, 2004; Smith, 2006; Moctezuma, 2008). Estos estudios tienden a coincidir en que la organización de los migrantes en clubes de oriundos se explica por la historia de la migración, las redes sociales previas y la identidad, elementos que se encuentran tanto en clubes antiguos, cuyos miembros provienen de los estados de Zacatecas, Jalisco y Michoacán, como en clubes formados por personas procedentes de estados con migración reciente, como el Estado de México, Veracruz o Hidalgo (Vega, 2004; Zamudio, 2004; Escala, 2005b). Por ejemplo, Velasco (2002) explica el surgimiento de las organizaciones de migrantes mixtecos, triques y zapotecos, SURYHQLHQWHVGH2D[DFDSRUODWUDGLFLyQFRPXQDOIXHUWHOD politización de redes y de grupos informales, y la vinculación Sociedad No. 64 151 Judith Pérez-Soria XXX con el sistema sociopolítico del pueblo de origen, mientras que las asociaciones de migrantes procedentes de Zacatecas o Jalisco, cuyos miembros en su mayoría son mestizos, son explicadas por: la existencia de redes sociales fuertes, la identidad y el sentido de pertenencia, cuyos referentes comunes provienen del lugar de destino y del lugar de origen (Moctezuma, 2004; Lanly y Valenzuela, 2004).1 2WURV WUDEDMRV LQFRUSRUDQ OD LQÁXHQFLD GLUHFWD GH ODV políticas del Gobierno federal y estatal en la conformación de los clubes (Priego, 2011), pero esta variable explicativa es polémica, ya que también se asocia con el aumento del número de clubes registrados (García-Zamora, 2005; Duquette-Rury y Bada, 2013), y con la consolidación de los mismos (Rivera-Salgado, et al., 2005). Sin embargo, los trabajos de investigación coinciden en el registro histórico de los primeros clubes sociales en la década de los sesenta (García-Zamora, 2005; Rivera-Salgado, et al., 2005; Moctezuma, 2004, 2005; Lanly y Hamann, 2004). Una segunda cuestión que se ha analizado es el tipo de actividades que realizan los clubes en las localidades mexicanas. Las investigaciones dan cuenta de dos dimensiones principalmente: la económica y la política. La primera se centra en la relación entre remesas colectivas y desarrollo. Sistemáticamente los estudios sobre clubes de migrantes reportan las actividades de gestión e inversión comunitaria mediante el Programa 3x1 para Migrantes2 y algunas otras formas no institucionalizadas (Vega, 2004; Moctezuma, 1. Los factores comunes encontrados en los procesos de formación de estas asociaciones, cuya población migrante tiene referentes sociales y culturales diferentes, se pueden observar en los hallazgos empíricos de Imaz (2004, 2006), ya que la autora estudia Nayarit y su contraparte en California y Puebla con su ?KIQJE@=@AIECN=@=AJ+QAR=6KNGĢQJ=?KJQJNABANAJPAOK?EK?QHPQN=HIAOPEVK y la otra indígena.  -NKCN=I= @A ?KłJ=J?E=IEAJPK L=N= NA=HEV=N LNKUA?PKO @A EJBN=AOPNQ?PQN=  sociales o productivos a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social, donde por cada peso aportado por los migrantes, los diferentes niveles de Gobierno (federal, estatal y municipal) aportan un peso cada uno. 152 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino 2004, 2005; Zamudio, 2004; Imaz, 2006; Bada, 2004; Faret, 2004; Delgado, et al., 2004; García-Zamora, 2005). Los estudios de caso muestran diferencias que van desde clubes de migrantes que no decidieron el proyecto que LEDQDÀQDQFLDU FRPRHOFDVRGHAOJKAOP¹JNAŃAF=@KO en los resultados de esta investigación. 158 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino Tipo 1: clubes sociales Los clubes más antiguos que se encontraron realizaban actividades de recreación desde la década de los setenta, FRPREDLOHVRÀHVWDVHUDQORVSULPHURVFOXEHVVRFLDOHV\FRQtaban con una alta participación de la población mexicana que, en su mayoría, era de primera generación, es decir, integrada por individuos nacidos en México. Sin embargo, otros trabajos reportan clubes desde la década de los sesenta (Moctezuma, 2008; Sánchez y Jiménez, 2011). Ah, cuando estaba yo en, por ahí en, la edad de los dieciséis años, diecisiete, todavía estaba en la high school cuando un tío mío formó el Club Atolinga: Social Atolinga. […] Lo fundaron con unos cofundadores. Eran como unas ocho personas y formaron la mesa directiva; yo no era miembro de esa mesa directiva porque todavía era menor de A@=@ ĴRAN@=@ UJK JKLKJÄ=IQ?D==PAJ?EÉJĥ‹96AJHKO>=EHAOHAO ayudábamos a cobrar, en la puerta, las entradas de los bailes, en los bailes que se hacían para recaudar fondos (entrevista personal, 21 de agosto de 2012).8 Estos clubes realizaban actividades de recreación sociocultural en Estados Unidos –interés que sigue siendo central en los clubes actuales– y algunas obras de infraestructura en las localidades de origen con el dinero recaudado. Los clubes aportaban el total de los recursos necesarios para la obra y contaban con una alta participación de la población inmigrante de diferentes localidades mexicanas de procedencia, porque eran pocos los eventos de recreación que se realizaban. Para la década de los setenta, la migración mexicana había aumentado considerablemente como resultado del Programa Bracero. La población inmigrante era princi8. El club se formó aproximadamente entre 1977 y 1978. El padre del informante fue uno de los fundadores y continúa siendo el tesorero del club. En 2012 tenía 81 años de edad. Sociedad No. 64 159 Judith Pérez-Soria XXX palmente masculina, sin embargo, algunos estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán y Guanajuato reportaban migración familiar desde la primera mitad del siglo XX, por lo tanto, para la década de los setenta ya tenían patrones de asentamiento familiar. Pasa que mamá es nacida acá, pero criada en México, y pues toda su vida la hizo allá, pero llegó un momento en que las cosas estaban muy difíciles para la familia pobrecita, nuestro humilde nivel de vida, pues, era muy pobre. Entonces, ella le empieza a insistir a papá que la deje venir, porque ella tenía dos hermanos acá [en Estados Unidos], que la dejara venir para acá, para empezar a trabajar, ganar un poco de @EJANKUHQACKHHAR=NHA PN=ÀNOAHK=ÀH U=HłJL=L¹=??A@EÉUU=OAREJK Se vino [ella] por todo un año y al año lo llamó. Entonces así fue el proceso: arregla él, luego como al año nos trae a mí y a dos hermanos, y al otro año trae a las otras dos [hermanas] (entrevista personal, 16 de agosto de 2012).9 Este tipo de migración es importante, porque la familia es fundamental para la asociación de migrantes en clubes sociales y de oriundos,10 porque, por un lado, la organización de las actividades de recreación y de recaudación de fondos requiere de la división del trabajo11 y, por el otro, la familia demanda espacios de recreación y socialización distintos a los espacios de recreación individual: […] o sea, señores lo llamaban [a mi papá] y lo invitaban: “Ahí va a haber kermés o comida de Tonaya”, y pues íbamos. No sé si por él o por mi mamá, porque mi papá casi nunca [estuvo en Tonaya], porque se casaron y vivieron en el rancho, pero después mi mamá se fue 9. El informante llegó a California en 1964 a la edad de 17 años. Su madre nació en 1926 en Colorado y se fue a vivir a Zacatecas a la edad de 5 años. Cuando regresó a Estados Unidos tenía aproximadamente 36 años de edad. 10. Agradezco al Dr. Gaspar Rivera Salgado los comentarios y observaciones sobre la importancia de la dimensión familiar en los clubes de oriundos. 11. Si se quiere, una división primaria: por sexo y edad. 160 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino a vivir a Tonaya y es cuando ya nací yo. Entonces, la que tiene más conocidos de Tonaya es mi mamá. Las señoras le decían: “¡Ay, Licha, ven!, que vamos a hacer una kermés”. Entonces era ya cuando mi papá nos llevaba a todos, pero [nos] contactaban por medio de mi mamá, porque era la que conocía más gente de Tonaya (entrevista personal, 20 de octubre de 2012). En la mayoría de los testimonios hay una presencia fuerte de las relaciones familiares, tanto de la familia nuclear como de la extensa, sin embargo, en los clubes actuales la organización interna se centra en los matrimonios más que en la familia nuclear. Los matrimonios tienen una activa participación como organizadores, mientras que los hijos (segunda generación y más) asisten y consumen en los eventos. Tipo 2: clubes de oriundos La formación de los clubes de oriundos es más notable a ÀQHVGHODGpFDGDGHORVQRYHQWD2FXUUHFXDQGRODÀJXUD asociativa de “federación” ya estaba consolidada sobre todo en los casos de Zacatecas y Jalisco, y en un contexto político mexicano diferente. Como se ha descrito anteriormente, los primeros clubes sociales realizaban obras de infraestructura en las localidades mexicanas, y lo hacían aportando el total del costo de la obra: Cuando estaba el club, que hacía proyectos, era directo [sic] al uno por QJK KOA= =H?EAJLKN?EAJPKĥłJ=J?E=@K9LKNAH?HQ>+KD=>Ä=ĥLNKCN=mas] 2x1 ni 3x1. Si hacían proyectos, había que mandar todo el dinero del club, y en aquel tiempo era más fácil porque todo era más barato y toda la gente estaba fresca, hacías un evento y llegaba toda la gente al evento, y ahorita ya no (entrevista personal, 21 de agosto de 2012). Las federaciones comenzaron a hacerse atractivas para los grupos y clubes, por la posibilidad de obtener recursos Sociedad No. 64 161 Judith Pérez-Soria XXX JXEHUQDPHQWDOHV\FRQHOORUHGXFLUODSDUWHGHOÀQDQFLDmiento que aporta el club. Participar en una federación se FRQYHUWLUtDHQHOPHFDQLVPRSDUDREWHQHUÀQDQFLDPLHQWR gubernamental, sobre todo para los clubes zacatecanos, porque fueron los primeros en lograr la participación del *RELHUQRHVWDWDOHQHOÀQDQFLDPLHQWRGHORVSUR\HFWRV Nosotros nos formamos en el noventa y tres, 1993, pero entramos =H=BA@AN=?EÉJAJĥ‹96=JKOIAPEIKO=H=BA@AN=?EÉJUU=BQA otro pensar, dijimos: “No, es que aquí estamos aportando todo el cien LKN?EAJPKL=N=AOPK ĴLKNMQÀJKJKOIAPAIKO=H=BA@AN=?EÉJ6 =H= mejor [nos apoyan], he oído que era el [Programa] 2x1 –en ese tiempo–, siquiera que nos ayuden con la mitad. ¡Metámonos! ¡Vámonos!”, y nos metimos (entrevista personal, 8 de julio de 2012). Los clubes de oriundos formados después de los noventa (tipo 2) se crearon con la intención de hacer alguna obra social o de infraestructura, independientemente de cualquier agrupación de segundo nivel como las federaciones, y en el proceso de organización y gestión se enteraron de ORVSURJUDPDVHVWDWDOHVGHFRÀQDQFLDPLHQWRDQWHFHGHQWHV del actual Programa 3x1 para Migrantes.12 En la década de los noventa, la política mexicana, a nivel federal, cambió y se diseñaron un conjunto de programas de acercamiento con la población emigrada, tales como la ampliación de la red de consulados principalmente en Estados Unidos, la creación del Programa para las Comunidades de Mexicanos en el Exterior (PCME, de 1989 a 1990), el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME, en 2002 y vigente hasta la actualidad), y el Consejo Consultivo del IME. Así mismo, se aprobó la Ley de no renunciabilidad a la nacionalidad mexicana (en 1998), y la Ley del voto mexi- 12. Para una revisión de la historia del Programa 3x1 para Migrantes, ver Moctezuma (2004), Lanly y Hamann (2004) y Sánchez y Jiménez (2011). 162 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino cano en el exterior (que posibilitó el voto en las elecciones de 2006).13 Fue en este periodo cuando el número de clubes de oriundos formados en Estados Unidos aumentó considerablemente (Lanly y Valenzuela, 2004; Valenzuela, 2007), pero VXFUHFLPLHQWRPiVVLJQLÀFDWLYRRFXUULyGHVSXpVGH cuando el Programa 3x1 para Migrantes se convirtió en un programa federal (Duquette-Rury y Bada, 2013). Tipo 3: clubes federados Estos clubes se forman al mismo tiempo que se inscriben a una federación, porque quieren realizar algún proyecto en la localidad de origen mediante el Programa 3x1 para Migrantes. Es una situación parecida a los clubes anteriores (tipo 2), sólo que las actividades de estos clubes comienzan con la inscripción a una federación y no tienen experiencia previa: reciben una solicitud de la comunidad o tienen un interés entre migrantes, buscan información, reúnen los requisitos para poder participar en el Programa 3x1 y se inscriben a alguna federación: Pues ahí empezamos a platicar lo que hacía falta, pos [sic] que sí, que todos [decían] que sí, que esto y que lo otro, unos querían y unos que no querían. Total, ahí formamos la mesa directiva. No estaba informado, así que venimos al consulado, vine al consulado a pedir información de esto, y resulta que ahí en el consulado estaba el, ¿no sé si sería tesorero o qué? Estaba Efraín […] en el consulado, había una doctora ahí también. Ahí me informé, y ahí estaba Efraín en esa reunión y [la doctora] lo llamó y ya le dijo: “Mira este muchacho está buscando la Federación de Clubes Zacatecanos”. “Cómo no, pues bienvenido, yo HKOHHARK=DKNEP=‡ UJKOREJEIKO OECQEÀJ@KHK =MQÄĥ=H=OKł?EJ=O@AH= federación] para ver donde estaba, pues traíamos nosotros ya para pagar la inscripción del club (entrevista personal, 10 de septiembre de 2012). 13. Para un listado completo de los programas, ver Delgado y Márquez (2006). Sociedad No. 64 163 Judith Pérez-Soria XXX Para participar en el Programa 3x1 para Migrantes, actualmente se requiere de la “toma de nota”, que es una constancia que avala la formación del club (o de la federación), emitida por el consulado,14 y con ello el consulado toma un papel activo en la formación de los clubes de oriundos y en el registro de los mismos. La diferencia fundamental con los clubes anteriores (tipo 1 y 2) es que este tipo de clubes (tipo 3) está directamente LQÁXLGRSRUODVQRUPDVGHO3URJUDPD[SDUD0LJUDQWHV y por los criterios que las federaciones establecen, y tiene objetivos concretos (realizar algún proyecto en la localidad de origen), así que sus actividades están centradas en la ejecución de dicho proyecto. Posteriormente, el club puede permanecer, si es que sus miembros tienen interés en realizar algún otro proyecto. Si no es así, las probabilidades de que se disuelva son altas. Tipo 4: clubes para formar federaciones Finalmente, los clubes tipo 4 son más recientes y se constituyen para formar una federación. Las personas interesadas en formarlos conocen las experiencias de las federaciones más antiguas, como los casos de Zacatecas, Jalisco o Durango, y utilizan los mismos mecanismos organizativos para obtener: a) representación ante las autoridades mexicanas, incluyendo al consulado, y b) recursos del Gobierno federal, estatal y municipal mediante el Programa 3x1 para Migrantes, tanto para realizar proyectos de infraestructura en la localidad de origen como para proyectos de inversión productiva.15 14. También puede ser emitida por las federaciones. Esto ocurre en los casos de Zacatecas y Jalisco, pero no en el caso de Chiapas, donde el consulado otorgó la toma de nota a la federación y a sus clubes. 15. El Programa 3x1 para Migrantes, a partir del 2011, permite la inversión en proyectos productivos que pueden ser ejecutados por un grupo o por un individuo. 164 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino Estos clubes siguen los criterios que marca el consulado, por ejemplo, reunir un mínimo de personas con matrícula consular para formar un club, contar con cinco clubes de oriundos para formar una federación y tramitar la toma de nota de la federación y de los clubes que la conforman. Todo HVWRVHUHDOL]DHQODVRÀFLQDVGHOFRQVXODGR A mí alguien, un familiar mío, me explicó del proyecto, que andaba haciendo unos proyectos para que te ayudaran allá en Chiapas, que no sé qué, y que ellos andaban haciendo un grupo de diez personas que E>=J=D=?ANQJJACK?EK=HH¹"JPKJ?AO HA@EFAġļĴ6MQÀJA?AOEP=O‡!E?Aġ “Lo que pasa es que no encuentro las diez personas –dice–. Todavía me faltan como cuatro o cinco personas”. Entre ellos mismos eran como cinco y les faltaban cinco. “Mira –le dije–, no te preocupes, ¿quieres mi ĥI=PNÄ?QH=9?KJOQH=N6KPAHKĥOE?9RKU=@=N‡ĠAJPNAREOP=LANOKJ=H  de agosto de 2012a). El Programa 3x1 para Migrantes en particular, y las políticas mexicanas con la comunidad en el exterior en general, están relacionados con el aumento de los clubes de oriundos después de 2002 en Estados Unidos, sobre todo del tipo 3 y 4, pero, como hemos mostrado, los clubes tienen diferentes proFHVRVRUJDQL]DWLYRV\HQFRQVHFXHQFLDODLQÁXHQFLDGHODV políticas gubernamentales implementadas es diferencial. Los clubes del tipo 1 se formaron mucho antes de que se diseñaran e implementaran estas políticas y programas gubernamentales. Son grupos que han trabajado de manera independiente por lo menos durante tres décadas, y en algunos casos sus miembros son los que se oponen a los criterios actuales del Programa 3x1 para Migrantes: Bueno, es muy bonito y es muy romántico, y tengo mucha admiración por ese Programa, […] pero dígame usted, si nosotros mantenemos =HLQA>HK*ELQA>HKJKNA?E>A>AJAł?EKO@AHLAPNÉHAK I¹OMQA@AHKO puros mojados, ¿usted cree que no tenemos derecho a que nos hagan Sociedad No. 64 165 Judith Pérez-Soria XXX banquetas, a que nos hagan escuelas? Igual que todos pagamos, mantenemos [a] nuestras familias, pagamos impuestos por nuestras propiedades y pagamos a tiempo, creamos empleo porque hacemos nuestras casas, o sea, ¿[acaso] somos una economía sin derechos? ¿Necesitamos el 3 por…? ¡No!, necesitamos decirle al Gobierno: “Queremos que nos haga una banqueta, porque ya nos cansamos de pagar impuestos y no NA?E>EIKOJEQJ>AJAł?EK‡ĠAJPNAREOP=LANOKJ=H @A=CKOPK@A  En el caso de los clubes tipo 2, estos tienen menos antigüedad que los del tipo 1, menos años de trabajar de manera independiente. Su participación en el Programa 3x1 ha UHGXFLGRORVFRVWRVGHÀQDQFLDPLHQWRGHORVSUR\HFWRV\VX formación no está relacionada con las políticas gubernamentales de acercamiento, porque –al igual que los clubes del tipo 1– se formaron antes de la institucionalización a nivel federal del Programa 3x1 para Migrantes. Los clubes de reciente formación (tipo 3 y 4) han desarrollado todas sus actividades bajo los lineamientos de las políticas públicas mexicanas, y probablemente sus actividades HVWiQGHÀQLGDVSRUHVWDUHODFLyQSHURODGLQiPLFDLQWHUQD de cada club es mucho más compleja, y es la ejecución del PLVPR3URJUDPD[SDUD0LJUDQWHVODTXHJHQHUDFRQÁLFtos entre autoridades y clubes de migrantes. Si bien podemos decir que los clubes de reciente formación, cuyos miembros tienen menos experiencia migratoria y asociativa en Estados Unidos, tienen mayor probabilidad de HVWDULQÁXLGRVSRUODVSROtWLFDVJXEHUQDPHQWDOHVPH[LFDQDV y por las autoridades (Priego, 2011; Duquette-Rury y Bada, 2013), estas últimas están más interesadas en los grupos con mayor antigüedad, membresía y visibilidad política.16 16. Por ejemplo, en el trabajo de campo se pudo registrar, mediante observación participante, que el cónsul realizó personalmente el protocolo de formalización de una federación formada por zacatecanos, mientras que el protocolo de la federación conformada por clubes de chiapanecos estuvo a cargo de un representante. Ambas federaciones se formalizaron el mismo día, a diferente hora. Además, no todas las federaciones son invitadas a participar en la discusión de 166 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino -ANłH@AHKOIECN=JPAOMQAL=NPE?EL=JAJHKO?HQ>AO En los diferentes tipos de clubes se encuentra una membresía compuesta por migrantes sin documentos, con residencia y con ciudadanía estadounidense. Aunque la mayor parte de los migrantes que tienen documentos se encuentran en los clubes más antiguos (del tipo 1 y 2), también se pueden encontrar migrantes con documentos en los clubes de reciente creación, pero provenientes de estados con una antigua tradición migratoria como Jalisco y Zacatecas, ya sea porque sus padres radicaban en Estados Unidos y les tramitaron su documentos, o porque regularizaron su situación migratoria con la Ley de reforma y control de la inmigración (IRCA, por sus siglas en inglés). La antigüedad de la residencia de los migrantes en Estados Unidos también varía de acuerdo al estado mexicano del que provienen las personas que participan en los clubes. Es decir, en el caso de aquellos estados con una migración centenaria (Jalisco y Zacatecas) encontramos miembros que llevan hasta 49 años viviendo en Estados Unidos, mientras que en los clubes formados por migrantes procedentes de Chiapas (migración reciente) las personas con mayor antigüedad tienen 20 años de residir en ese país. Sin embargo, en todos los grupos los inmigrantes que participan directamente en los clubes tienen más de 10 años de residencia en Estados Unidos. En este sentido, sostenemos que los clubes son asociaciones que reúnen a migrantes más o menos establecidos que han solucionado las necesidades básicas del asentamiento. Los clubes no son espacios sociales que provean información sobre trabajo o vivienda, como sostienen Ramakrishnan y Viramontes (2010), sino espacios de interacción social que cubren otro tipo de necesidades los lineamientos de Programa 3x1 para Migrantes, evento que es organizado periódicamente por las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Social en las Kł?EJ=O@AH KJOQH=@K@A)KOŸJCAHAO Sociedad No. 64 167 Judith Pérez-Soria XXX como la recreación, el esparcimiento, la convivencia y la ampliación de redes de amigos y conocidos. Pero siempre agarrábamos ese evento y se vendía algo: cerveza, refresco, comida, y si alguna persona tenía un familiar se le daba algo, K=HCK=OÄ"N=L=N=>AJAł?EK@A?Q=HMQEAN?KO= ĴJK LANKHKMQAJKO importaba a nosotros era la diversión, llegar, juntarnos, hacer relajo, cantar, gritar, correr, jugar. Era algo bonito, pues (entrevista personal, 10 de agosto de 2012b). Los migrantes que participan en los clubes han cubierto las necesidades básicas del asentamiento, como la vivienda o el trabajo,17 y tienen un excedente económico que posibilita ODLQYHUVLyQGHUHFXUVRVHQDFWLYLGDGHVÀODQWUySLFDV3RU tanto, los clubes de oriundos no son espacios sociales que faciliten el asentamiento de los nuevos migrantes, sino la permanencia de los inmigrantes. La escolaridad de los miembros de primera generación también es una característica variable. Si bien es cierto que la población inmigrante mexicana, en general, tiene bajos grados de escolaridad, y que esta característica se UHÁHMDHQODSREODFLyQTXHVHRUJDQL]DHQFOXEHV²DOLJXDO que la distribución por sexo–, internamente hay personas que tienen primaria incompleta o completa, secundaria, preparatoria, estudios técnicos, algunos años de licenciatura (cursados en México), college o carreras técnicas estudiadas en Estados Unidos. Quizá los primeros clubes WHQtDQPLHPEURVFRQXQSHUÀOSUHGRPLQDQWHPHQWHUXUDO VLQHVFRODULGDGHKLVSDQRKDEODQWHVFRPRDÀUPDQ3RUWHV et al. (2006), pero hoy en día hay mayor diversidad en las FDUDFWHUtVWLFDVVRFLRGHPRJUiÀFDV 17. Este tipo de necesidades se suele cubrir con ayuda de familiares, amigos o conocidos. 168 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino […] tenemos gente de todo, de todos los niveles, procedentes de México, de provincias, de la ciudad, profesionales. Al principio esto se KNECEJÉ?KJCAJPA?=ILAOEJ=ĥ‹9 Q=J@KAOPKOA?KIAJVÉ=@ERANOEł?=N con diferentes niveles sociales de gente ya profesional, con, también, con mujeres y hombres, entonces esto se comenzó [a] hacer más complejo (entrevista personal, 19 de agosto de 2012). Los individuos que participan son cada vez más heterogéneos. A pesar de que los clubes son asociaciones de inmigrantes mexicanos (sobre todo de primera generación), sus integrantes no son iguales en condición migratoria, escolaridad u ocupación. Esta última característica incluye tanto a empleados como a empleadores, jubilados, empresarios, trabajadores de la industria, de los servicios o del sector inmobiliario. Lo único que comparten es que no son personas recién llegadas a Estados Unidos, puede ser que el club sea de reciente formación, pero las personas (hombres y mujeres) que participan en este tipo de asociaciones llevan al menos 10 años residiendo en Estados Unidos. Formas de participación: la centralidad de la familia Para las actividades de recaudación de fondos, los miembros de los clubes requieren de la división del trabajo. Dicha división conjunta dos tipos de relaciones: las derivadas de las actividades en la mesa directiva (presidente, secretario, tesorero), y las que provienen de las relaciones de parentesco. Como han reportado otros trabajos, la membresía formal que aparece registrada en los clubes, que asiste a juntas, desempeña algún puesto de representación y cumple con los requisitos formales es sobre todo masculina (Duquette-Rury y Bada, 2013), pero al interior, en la organización de las actividades y eventos, la participación involucra a la población femenina. De ahí la importancia de un tipo de migración familiar para la consolidación de Sociedad No. 64 169 Judith Pérez-Soria XXX esta forma de asociación, porque: a) la familia requiere de espacios de esparcimiento y recreación, y b) la organización interna del club se basa en las relaciones familiares. En la organización de los eventos para recaudar fondos se involucran directamente las personas que tienen algún cargo en la mesa directiva y sus cónyuges. En términos formales pueden estar ambos esposos registrados o no, dependiendo de la disponibilidad del tiempo libre y de la edad de los hijos, pero en la parte operativa de las actividades participan ambos. Este es un primer nivel de participación que corresponde a la membresía del club (formal y de facto), y consiste en organizar las actividades de recaudación de fondos y en gestionar los proyectos para la localidad de origen. Los que estamos en la [mesa] directiva somos diez, que son [sic] los que trabajamos. Si vamos [a] hacer un evento, somos los que andamos ahí EJREP=J@K UU=H=CAJPAJKO=?KIL=Ç= ĴJK6AJAHARAJPK ?K>N=J@KĢ si hacemos comida, pues a servirla y todo. Nosotros mismos donamos la comida para venderla y así, bebidas y todo, o hacemos algo en el parque también hay que atender, hay que, tienes que trabajar. Pero somos diez que siempre hemos estado ahí enfrente (entrevista personal, 16 de agosto de 2012). Además, hay un segundo nivel de participación en las actividades del club, que incluye a personas del mismo pueblo, o incluso de otros lugares, que concurren a los eventos pero no los organizan, sino que contribuyen asistiendo y consumiendo los productos que ahí se venden. De esta forma, aportan recursos para el proyecto que se pretende realizar. La participación directa como organizadores de los eventos y el seguimiento del proyecto a realizar en la localidad de origen son labores del grupo que conforma la mesa directiva y de sus familiares más cercanos. Estos son grupos pequeños que convocan a un grupo mayor de gente, pero las personas 170 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino que asisten a los eventos no son parte de la membresía del club, sino que son invitados que consumen y gastan sus recursos en dichas actividades. Pues de los que trabajan trabajan, son como unos treinta. No son muchos de los que trabajan. Toda la demás gente son [sic] gente que la invitas a comer, la invitas a eso y va. Ahí cuento como unas doscientas [personas], pero treinta son los que [ayudan cuando] hay que hacer chile, hay que hacer pozole, hay que hacer menudo, hay que hacer birria, hay que hacer baile (entrevista personal, 8 de julio de 2012). En los clubes hay estas dos formas de contar el número de personas que se involucran y que cooperan: los que organizan (“los que trabajan”) y los invitados (los que consumen). Los fondos que se recaudan provienen de la conjunción de estos dos tipos de participación. Dentro de los que consumen se encuentran familiares, conocidos, amigos, hijos y nietos de los organizadores.18 6?=@=QJK@AJKOKPNKOI=JAF=IKOQJCNQLK@AB=IEHE=O-KNAFAILHK  yo soy de una familia bastante grande, tengo tres tías, dos tías, primos, somos cincuenta. Entonces cada uno de nosotros tiene ese núcleo, y cuando hacíamos los eventos, pues nosotros traíamos nuestra gente y ese era el grupo, los grupos que teníamos (entrevista personal, 19 de agosto de 2012). Las actividades de los clubes para recaudar fondos son diversas e incluyen diferentes niveles de participación, tanto de la familia como de los conocidos de la misma localidad de origen, del mismo estado, o conocidos de otros estados que viven en California, pero el soporte social más fuerte pro- 18. No se encontraron, en estos clubes analizados, miembros formales de segunda generación solamente participando en las actividades, como bailes, kermeses, desayunos o comidas. Sociedad No. 64 171 Judith Pérez-Soria XXX viene de los lazos de parentesco, tanto para organizar como para obtener recursos: […] todos los demás sí tienen su familia, pero yo creo que [a] quien más [ayudan] o yo los jalo a fuerza, pero todos me ayudan muchísimo. Una hermana mía es buenísima cocinando, entonces ella me hace el pozole o sopitos [sic] o algo. Mi hermano tiene un negocio. Él renta todo [el] AMQELKL=N=łAOP= AJPKJ?AOÀHOEAILNA CN=PEO JKOLNAOP=PK@=OOQO ?KO=O UR=UIAH=OLKJA6KPNKDANI=JKIA=UQ@=MQA=RAJ@ANH= cervecita o refresco, o una de mis hermanas cobrando. Todas siempre me ayudan o me donan (entrevista personal, 20 de octubre de 2012). La participación familiar es más intensa en las actividades como comidas, bailes, desayunos y kermeses, pero hay otro tipo de actividades que también se realizan para recaudar fondos y que requiere de menor participación directa familiar, como la venta de cupones de comida, viajes y rifas: Club Santa Rosa y Gertrudis invitó a un torneo de voleibol en la ciudad de Anaheim el día 16 de marzo a las 9:00 a.m. […] El club Huisquilco invitó a un torneo de baraja. Martin Pérez de Club Manalisco invitó a un viaje a Laughlin y el Gran Canyon de Arizona. $200.00 por persona, incluye hotel, desayuno, los días 25, 26 y 27 de mayo. Griselda Padilla y Elizabeth Arreola Padilla del Club Cañadas invitaron a un torneo de golf y una kermés el día 23 de marzo (FCJSC, 2013). El dinero que recauda el club se utiliza para cubrir los costos que genera el estar inscrito en una federación, para ÀQDQFLDUORVSUR\HFWRV²VRFLDOHV\GHLQIUDHVWUXFWXUD²TXH se realizan en la localidad de origen o para seguir realizando eventos de recaudación de fondos. Esto abre dos dimenVLRQHV PiV TXH GHÀQHQ OD GLQiPLFD LQWHUQD GHO FOXE OD GLYHUVLGDGGHODVIXHQWHVGHÀQDQFLDPLHQWR\ODUHQGLFLyQ de cuentas. 172 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino #QAJPAO@AłJ=J?E=IEAJPKUNAH=?EKJAOOK?E=HAO /D UHODFLyQ FRQ ORV EHQHÀFLDULRV GH ORV SUR\HFWRV HV decir, las personas o los grupos de la localidad de origen, GHSHQGHGHODVIXHQWHVGHÀQDQFLDPLHQWRSDUDODVREUDVGH infraestructura o sociales. Por ejemplo, algunos clubes sólo realizan actividades para cubrir los costos de membresía HQ OD IHGHUDFLyQ SHUR HO ÀQDQFLDPLHQWR GH ORV SUR\HFWRV proviene de la aportación individual de los socios del club: […] también en casas a veces hacemos comida, invitamos a desayunar en domingo. No va mucha gente, pero sí tenemos unas cuarenta, cincuenta personas de todo. Si ya cada quien deja los diez dólares, ya tenemos quinientos dólares, algo así por el estilo, y eso es lo que nos ayuda, pues, a generar los fondos, porque hay gastos también aquí para la federación, para pertenecer aquí (entrevista personal, 16 de agosto de 2012). +D\RWURVFOXEHVFX\RÀQDQFLDPLHQWRWRWDOSURYLHQHH[FOXsivamente de las aportaciones individuales que hacen los miembros que lo conforman. Es decir, no realizan eventos para recaudar fondos, ni restringen los mecanismos de ayuda a la población, de la localidad de origen, al Programa 3x1 para Migrantes: […] regresamos nuevamente a la federación ya con otro nombre, pero ya no hacemos eventos ni nada, […] nosotros ayudamos a jóvenes incapacitados o que necesitan operaciones, o que, [damos] ayuda directa, no es a través de la federación, ni del 3x1, es directa: ¡Prum, pronto, papas! En un mes nos llega una solicitud y ni la analizamos. Si tenemos dinero lo hacemos, si no, lo platicamos, lo juntamos, lo aportamos, y se acabó (entrevista personal, 19 de agosto de 2012). 2WURVFOXEHVUHDOL]DQDFWLYLGDGHVSDUDFXEULUORVUHTXLVLWRV de pertenencia a la federación. Además, gestionan y estaSociedad No. 64 173 Judith Pérez-Soria XXX blecen contactos con conocidos en Estados Unidos que se traducen en recursos materiales para la localidad de origen, SHURSDUWHGHOÀQDQFLDPLHQWRHVDSRUWDGRSRUHOJUXSRGH personas, de la localidad de origen, que está interesado en el proyecto social o de infraestructura: Entonces nosotros cumplimos con eso, para que las escuelas allá junten su dinero, porque no todo se les da aquí, sino que ellos muchas veces trabajan y juntan el dinero. Pero con lo que nosotros hacemos aquí PEAJAJ=??AOK AHHKO ==C=NN=NQJ=L=NPA@A@EJANK6=RA?AOOÄLK@AIKO FQJP=N=HCKU=RA?AOJK6?Q=J@KDAIKOLK@E@KFQJP=N=HCKHAO@=IKO dinero (entrevista personal, 11 de julio de 2012). Estos clubes cumplen con todas las obligaciones, para tener WRGRV ORV EHQHÀFLRV TXH EULQGD OD IHGHUDFLyQ VREUH WRGR el acceso al Programa 3x1 para Migrantes, pero cuentan FRQXQDDOWDSDUWLFLSDFLyQGHORVEHQHÀFLDULRVORVFXDOHV realizan actividades de recaudación de fondos en México. También hay un tipo de club, denominado “club aval”, que únicamente cumple con los criterios formales del Programa 3x1 para Migrantes, es decir, no tiene mayor compromiso –ni injerencia en la toma de decisiones locales– que el de ÀUPDUODV´IRUPDVµGHORVSUR\HFWRVTXHHOSUHVLGHQWHPXQLcipal propone. No otorga el 25% del costo de la obra, sino que este porcentaje es cubierto también por la Presidencia Municipal. Elección de representantes y rendición de cuentas Priego (2011) sostiene que los clubes no tienen mecanismos internos de rendición de cuentas y que, aunado a la baja rotación de las personas en los puestos directivos, son asociaciones con limitado desarrollo democrático. Sin embargo, los resultados de este estudio dan cuenta de la diversidad de los procesos internos de elección de los repre174 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino sentantes de los clubes y de dos mecanismos de rendición de cuentas, que se explicarán más adelante. En algunos casos, los clubes reúnen los requisitos mínimos de conformación, los miembros de la mesa directiva constituyen el total de miembros activos del club, y las personas que ocupan los cargos formales permanecen en HVWRVSRUYDULRVSHULRGRV2WURVFOXEHVWLHQHQPD\RUQ~PHUR de socios activos, lo que permite la rotación de los puestos. Además, cuentan con estatutos internos y elecciones periódicas. Y otros clubes, sumado a lo anterior, tienen registro 501 F  TXHHVHOUHJLVWURRÀFLDOTXHUHJXODDODVDVRFLDFLRQHV no lucrativas en Estados Unidos. En cuanto a los mecanismos de rendición de cuentas, HVWRVVHSXHGHQFODVLÀFDUHQGRV DTXHOORVGHULYDGRVGH la estructura formal del club de oriundos, y 2) aquellos GHULYDGRVGHODFRQÀDQ]DQHFHVDULDSDUDFRQVHJXLUUHFXUVRV y realizar proyectos. En el primero, están los informes que realiza el tesorero del club sobre el dinero recaudado y gastado. Estos informes se hacen en una reunión o se publican HQDOJ~QHVSDFLRFRP~QJHQHUDOPHQWHDOÀQDOL]DUHODxRR al término de una actividad importante: […] cada vez que se hace [un evento] se tiene que mandar un reporte, después de que pasa el evento, un reporte, publicarlo aquí: cuántos juguetes se compraron y cuánto dinero se gastó […] Nosotros tenemos un; como somos jardineros, tenemos un [lown] mower shop donde ponemos, donde la mayoría, no el cien por ciento, pero sí el setenta por ciento, va ahí a consumir […], ahí ponemos el corte de ?=F=ġ?Q¹JPKOAC=OPÉ ?Q¹JPKAOHKMQAOADEVK-=N=MQAJK@EC=JġļĴ6 qué pasó?, ¿dónde quedó?”. Entonces, si no hay reporte, pues queda a medias, queda en el aire, y cada año hacemos el reporte de los regalos navideños (entrevista personal, 8 de julio de 2012). Este es un mecanismo interno que varía de acuerdo a las características del club, siendo más estricto en los clubes con Sociedad No. 64 175 Judith Pérez-Soria XXX registro 501 (c)(3) porque implica no sólo reportar ingresos y gastos a los miembros del club, sino al Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés). (OVHJXQGRPHFDQLVPRSURYLHQHGHODFRQÀDQ]DGHVFRQÀDQ]DTXHJHQHUDQODVSHUVRQDVTXHJHVWLRQDQ\DGPLQLVtran los recursos en: a) las personas que aportan recursos en las actividades recreativas (otros socios del club y asistentes a los eventos que viven en Estados Unidos), y b) las personas que viven en la localidad de origen. Las personas del club, sobre todo las que conforman la mesa directiva, requieren de credibilidad para realizar eventos, solicitar contribuciones y, posteriormente, ejecutar el proyecto en la localidad de origen. No es tan fácil organizarse. ¿Por qué? Porque para poderse organizar, ĥH=OLANOKJ=O9JA?AOEP=JPAJANĥHA9?KJł=JV==HMQA=J@==@AH=JPAP=JPK allá como aquí. ¿Por qué? Porque si usted hace un club aquí, toda la CAJPAMQAR=U==ENPEAJAMQAPAJAN?KJł=JV=@AMQAQOPA@JKOAR== quedar con el dinero, y es un problema bastante serio, que le confíen a usted [cuando diga]: “Voy a hacer una comida para hacer una obra”. […] Ahora, después de que usted ya hace la comida, ver que ese dinero, [en lo] que usted dijo que iba a hacer, [por ejemplo] un salón de múltiples eventos, ver que se aplique, si no se aplica [dirán]: “No, pues, no volvemos con esa señora”. ¿Por qué? “Porque no lo aplicó, nos dijo que iba a hacer una comida para hacer un salón y no se ve nada” (entrevista personal, 8 de julio de 2012). /DGHVFRQÀDQ]DVREUHODDGPLQLVWUDFLyQGHOGLQHURUHFDXdado disminuye la participación tanto de los socios del club como de las personas que contribuyen gastando sus recursos en los eventos, porque los productos se venden a un sobreprecio para obtener ganancias que se invierten, posteriormente, en los proyectos de la localidad de origen. Ninguna de las personas que aportan recursos estaría dispuesta a FRQWULEXLULQGHÀQLGDPHQWHVLQRKD\UHVXOWDGRV(VGHFLU 176 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino VLHOJDVWRGHORVUHFXUVRVQRVHUHÁHMDHQDOJ~QSUR\HFWR de infraestructura o social en la localidad de origen, el club tiene problemas para continuar operando. Por otro lado, la población que radica en las localidades de origen informa constantemente a sus familiares en Estados Unidos sobre el avance de las obras que se realizan, y esto hace que las personas tengan información continua que permite mantener la cooperación o suspenderla. Además, en ODVORFDOLGDGHVGHRULJHQWDPELpQHVQHFHVDULDODFRQÀDQ]D en los miembros del club para la ejecución de los proyectos: […] simplemente el apoyo que esperábamos no lo tuvimos al principio, KOA= UJKBQAJEOEMQEAN=H=B=HP=@A=LKUK BQAH=@AO?KJł=JV=%=V de cuenta que, mucha gente, como ni siquiera se imaginaba, mucho menos decía: “¿Saben qué?, cuenten conmigo”, como nosotros nos hubiéramos esperado. Recibíamos [comentarios como]: “¡Cómo! ¿Van =PQI>=NH=ĥECHAOE=9Ĩ3=J=PQI>=NHKMQAD=UĴ6@AOLQÀOMQÀR=J hacer?”, como diciendo: “Nomás la van a tumbar y ahí van a quedar” (entrevista personal, 22 de octubre de 2012). Los clubes que han realizado varios proyectos, y que se han mantenido a través del tiempo, es porque el gasto de los recursos está comprobado en los proyectos realizados y SRUTXHWLHQHQXQUHVSDOGRVRFLDOGHULYDGRGHODFRQÀDQ]D de los otros miembros del club, de los asistentes a los eventos (amigos y conocidos que no son miembros del club), y de la población de la localidad de origen. Trabajo voluntario y tiempo Los clubes de oriundos, como asociaciones voluntarias, se basan principalmente en las aportaciones de sus miemEURVWDQWRGHUHFXUVRVÀQDQFLHURVFRPRGHWLHPSR7RGDV las actividades que realizan los integrantes del club son voluntarias, ninguno recibe algún tipo de compensación Sociedad No. 64 177 Judith Pérez-Soria XXX económica por el trabajo realizado. Por ello, las personas que ocupan algún cargo en la mesa directiva tienen horarios de WUDEDMRPiVÁH[LEOHVTXHOHVSHUPLWHQRUJDQL]DUUHXQLRQHV y eventos, recaudar aportaciones individuales y cumplir con las obligaciones que marca la federación: […] hay muchas personas que trabajan mucho y no pueden hacer lo IEOIK6KPAJCKH=OQANPALKNIEAILHAK IEPN=>=FK LQAO PAJCKIQ ?DKPEAILK@EOLKJE>HA PAJCKPK@=OH=OP=N@AO@EOLKJE>HAO PAJCKłJAO de semana disponibles, no tengo hijos, entonces tengo mucho tiempo disponible, por eso es que estoy más activa. Tú ves que otros de la federación que, pues, quisieran, pero no tienen tiempo (entrevista personal, 20 de octubre de 2012). El trabajo voluntario en general es un recurso importante en las asociaciones no lucrativas, pero la aportación de este tipo de trabajo es variable: las asociaciones no lucrativas de mayor tamaño, en Estados Unidos, tienden a reducir el número de personal voluntario y a aumentar el número de personal asalariado, mientras que las asociaciones de menor tamaño operan exclusivamente con trabajo voluntario (De Leon, et al., 2009). En el caso de los clubes de oriundos, estos operan exclusivamente con trabajo voluntario de sus miembros, y el tiempo invertido es un recurso valioso porque es escaso, al ser asociaciones formadas por población inmigrante trabajadora. El tiempo destinado a los clubes no genera recursos económicos individuales (como el destinado al trabajo asalariado), y se resta del tiempo de descanso individual, porque hay que realizar un conjunto de actividades para recaudar fondos y gestionar proyectos. Pocas son las personas que pueden dedicarse de tiempo completo a las actividades del club, sólo las mayores que son jubiladas. En los demás casos, se trata de personas que destinan su tiempo libre, después del WUDEDMRDHVWDVDFWLYLGDGHV(OWUDEDMRYROXQWDULRGHÀQHORV 178 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino alcances del club, ya que todas las personas que participan aportan voluntariamente su tiempo y sus habilidades para la organización de los eventos y para resolver los problemas que se presentan cotidianamente. Conclusiones Los hallazgos de este estudio permiten entender los procesos de participación, organización y representación interna de los clubes de oriundos, y dan cuenta del conjunto GHUHFXUVRV²ÀQDQFLHURV\VRFLDOHV²TXHSRVLELOLWDQODRSHración de estas asociaciones y la posterior inversión en las localidades de origen. Los clubes tienen antecedentes antiguos y surgieron sobre todo en las poblaciones de inmigrantes también con antiguos antecedentes migratorios, procedentes de Zacatecas y Jalisco; en este sentido, no es una forma nueva de asociación entre inmigrantes mexicanos. Los casos más antiguos encontrados en este estudio llevan al menos tres décadas recaudando fondos y enviando recursos para obras de infraestructura y sociales a sus localidades de origen. El aumento de los clubes ocurrió después de 2002 por la federalización del Programa 3x1 para Migrantes, pero los antecedentes históricos muestran que la organización en clubes se generó mucho antes de la implemetación de las políticas de acercamiento del Gobierno mexicano. Estas políticas, iniciadas en la década de los noventa, están relacionadas con el aumento de los clubes y con la ampliación de esta forma de asociación entre la población inmigrante procedente de estados con migración reciente, pero no con HO VXUJLPLHQWR GHO FOXE FRPR OD ÀJXUD DVRFLDWLYD HQ OD población inmigrante mexicana. Los clubes se forman principalmente con migrantes establecidos: que tienen familia en Estados Unidos, un trabajo más o menos estable y cierto margen de tiempo disponible Sociedad No. 64 179 Judith Pérez-Soria XXX para contribuir con trabajo voluntario. Los miembros de los clubes analizados tienen al menos 10 años de residencia en Estados Unidos, y tienen cubiertas las necesidades del establecimiento. Por tanto, los clubes son asociaciones que satisfacen un conjunto de necesidades sociales relacionadas con la permanencia, en las diferentes ciudades de California, de los inmigrantes mexicanos, tales como la recreación, el esparcimiento, la participación, la pertenencia y la valoración de la contribución. La familia es un elemento fundamental en la organización interna de los clubes, no sólo porque es una característica del migrante establecido, sino porque es el soporte inmediato que hace posible la organización de los eventos de recaudación de fondos, y porque estos eventos recreativos son familiares, es decir, son espacios sociales de convivencia y recreación donde puede asistir la familia. Los clubes posibilitan estos espacios de convivencia y recreación, cuya importancia es mayúscula si se considera la falta de espacios sociales de esparcimiento en la sociedad estadounidense para los inmigrantes mexicanos adultos de primera generación; para las siguientes generaciones, estos espacios recreativos son más amplios. La membresía del club se forma con familiares y amigos cercanos. Ambos forman un grupo pequeño que se encarga de organizar y realizar todas las actividades para la recaudación de fondos y también, en algunos casos, tienen la obligación de aportar una cuota mensual. Además, hay un segundo grupo más amplio de participantes que, por lo general, no son miembros del club, sino personas que asisten a los eventos y contribuyen gastando sus recursos en las actividades que organizan los miembros del club. Esta distinción es importante, porque se suele contar como membresía del club a todas las personas que participan en las actividades sin distinguir las formas de participación interna. 180 Organización interna de los clubes de oriundos: un análisis desde el lugar de destino Dado que la participación (de los organizadores y del público en general asistente) es voluntaria e implica acumular recursos monetarios para realizar proyectos en la localidad de origen, la rendición de cuentas es fundamental para el logro de los proyectos y para la permanencia del club. (OJDVWRQRMXVWLÀFDGRGHORVUHFXUVRVUHGXFHODSDUWLFLSDFLyQ de los asistentes a los eventos (participación sin la cual no es posible la acumulación de los recursos monetarios) y la credibilidad en los miembros del club. Las actividades de recaudación de fondos requieren de un conjunto de recursos sociales y económicos. Estos recursos provienen de las contribuciones voluntarias de sus miembros, pero en el caso de las asociaciones de inmigrantes trabajadores, como lo son los clubes de oriundos mexicanos, son recursos más valiosos porque: 1) el tiempo invertido no genera ingresos (como las horas de trabajo asalariado), y 2) se resta del tiempo de descanso individual. Además de que el dinero aportado en la organización de los eventos y en el consumo proviene del salario de la población inmigrante. Finalmente, se ha discutido en la literatura si estos clubes limitan la integración a la sociedad de destino, o si, por el contrario, permiten la participación en ambas sociedades dadas las prácticas transnacionales que generan. Ambas SRVWXUDVUHTXLHUHQGHXQDUHÁH[LyQFUtWLFDVREUHODVFRQGLciones sociales y económicas de la población inmigrante que VHRUJDQL]DHVGHFLUHVQHFHVDULRUHÁH[LRQDUVREUHpor qué una comunidad de inmigrantes crearía sus propios espacios de contribución, recreación y esparcimiento si la sociedad de GHVWLQRFRPRVHDÀUPDHQORVGHEDWHVVREUHODasimilación, cuenta con mecanismos de integración y participación plena. Las relaciones de los inmigrantes mexicanos con la población de las ciudades de asentamiento y la historia de la población de origen mexicano en Estados Unidos son factores omitidos en los estudios sobre los clubes de oriundos, y pueden ampliar el conocimiento sobre el tema. Por Sociedad No. 64 181 Judith Pérez-Soria XXX ello, los estudios de asociaciones de migrantes mexicanos en particular, y de migración mexicana en general, tienen una agenda pendiente en los procesos que ocurren en las localidades de destino de los migrantes. De otra manera, los clubes no pueden ser entendidos en su justa dimensión: como un esfuerzo organizativo de la población inmigrante, cuya importancia no radica sólo en los recursos económicos que envían a México, sino en el cómo logran obtener esos recursos y, al mismo tiempo, pueden satisfacer un conjunto de necesidades sociales en las ciudades de asentamiento. Fecha de recepción: 23 de julio de 2014 Fecha de aceptación: 05 de mayo de 2015 Bibliografía 182 Bada, X. (2004). “Reconstrucción de identidades regionales a través de proyectos de remesas colectivas: la participación ciudadana extraterritorial de comunidades de migrantes michoacanas en el área metropolitana de Chicago”, en Lanly, G. y Valenzuela, B. (comps.), Clubes de migrantes oriundos mexicanos en Estados Unidos: la política transnacional de la nueva sociedad civil migrante (pp. 175-224). 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South Gate, California, Estados Unidos. –––––– (16 de agosto de 2012). Entrevista personal realizada a miembro de club desde 1998, hombre, procedente de Zacatecas. City Terrace, California, Estados Unidos. Sociedad No. 64 Bibliografía 185 Judith Pérez-Soria Bibliografía 186 XXX –––––– (19 de agosto de 2012). Entrevista personal a miembro de club desde 1980, hombre, procedente de Zacatecas. City Terrace, California, Estados Unidos. –––––– (21 de agosto de 2012). Entrevista personal a presidente de club, miembro desde 1978, hombre, procedente de Zacatecas. El Monte, California, Estados Unidos. –––––– (10 de septiembre de 2012). Entrevista personal a fundador de club, miembro desde 2005, hombre, procedente de Zacatecas. La Puente, California, Estados Unidos. –––––– (7 de octubre de 2012). Entrevista personal a fundadora de club, miembro desde 2005, mujer, procedente @A7=?=PA?=O)KOŸJCAHAO  =HEBKNJE= "OP=@KO2JE@KO –––––– (20 de octubre de 2012). 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En la planeación del ordenamiento territorial, esta se realiza mediante herramientas de consulta como los talleres de planeación participativa (TPP). En este estudio se analiza la participación ciudadana en tres casos de planeación del territorio en el norte de México. Se demuestra que los TPP son un buen instrumento para la deliberación, pero se requiere fortalecer el marco institucional para abrir mayores espacios de participación efectiva de la sociedad. Palabras clave: gobernanza, ordenamiento del territorio, participación ciudadana, planeación, talleres de planeación participativa. Investigadora (estancia posdoctoral) en El Colegio de la Frontera Norte. [email protected] XX Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte. [email protected] XXX Profesor-Investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte. [email protected] X Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Introducción En medio de la despolitización, la individualización ciudadana y la presión que los grupos de interés económico ejercen sobre el territorio, aparecen esfuerzos que buscan conciliar intereses, decantar problemas y encontrar alternativas de solución vía la participación ciudadana. Esta involucra a distintos sectores de la población que, en función de sus propios intereses, intervienen directamente o por medio de sus representantes y organizaciones en los distintos aspectos de la vida colectiva (Arteaga, 2003, pp. 69-78). La participación ciudadana puede ser medida en función de la capacidad que tienen los actores sociales para interactuar y verter sus opiniones en mesas de diálogo de cara a otros actores con intereses particulares. Para Graizbord (1999, pp. 149-161), la participación ciudadana, en el ámbito de la política, debe permitir evaluar la capacidad de los ciudadanos como individuos, o bien, como grupos organizados, para obtener respuesta a sus demandas RLQÁXLUHQODVGHFLVLRQHV\DFFLRQHV que lleva a cabo el Gobierno. Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 189 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX En este trabajo se da cuenta de la capacidad de la participación ciudadana para la elaboración de programas de ordenamiento urbano, ecológico y territorial, extendidos gracias al afán del Estado por regular la expansión urbana, paliar los efectos de esta y asegurar la distribución del suelo, anteponiendo los principios de sustentabilidad ambiental. En efecto, agentes e instituciones convocan a la ciudadanía, grupos económicos, académicos y funcionarios públicos para que, con base en su experiencia de vida, interés particular R GHVHPSHxR LQVWLWXFLRQDO LGHQWLÀTXHQ SUREOHPiWLFDV ofrezcan alternativas de solución a partir del consenso y den cauce legal e institucional para planear y ordenar el territorio. Así, se analiza la incidencia de la participación ciudadana en la planeación del territorio en tres demarcaciones de la frontera norte de México: los municipios de Nogales, en el estado de Sonora, y Juárez, en Chihuahua, así como el estado de Coahuila. En cada uno de estos espacios previamente se elaboraron instrumentos de política territorial: el 3URJUDPDGH2UGHQDPLHQWR(FROyJLFR/RFDOGHO0XQLFLSLR GH1RJDOHV6RQRUD 5RPR HO3URJUDPDGH2UGHQDmiento Ecológico Territorial del Municipio de Juárez (Romo,  \HO3URJUDPDGH'HVDUUROOR8UEDQR\2UGHQDPLHQWR Territorial del Estado de Coahuila (Romo, 2012). En estos, se aplicó la metodología de planeación territorial participativa (PTP), que Sánchez (2007) entiende como “un proceso a partir del cual se despliega una práctica sociopolítica […] en que diferentes actores con intereses legítimos se pueden involucrar en la valoración de propuestas de desarrollo y en la toma de decisiones” (p. 32). Con el PTP se busca hacer frente al enfoque centralista y racional para fomentar el arraigo local, la viabilidad y la vigilancia del territorio (Salamanca, et al., 2001, p. 5). Siguiendo este enfoque, se ha planteado como objetivo de este trabajo analizar la participación ciudadana y su 190 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México incidencia en la planeación del ordenamiento urbano, ecológico y territorial en el norte de México mediante el uso de los talleres de planeación participativa (TPP), en los que los actores provenientes de la sociedad civil –productores, miembros de organizaciones civiles y académicos–, así como actores gubernamentales, participan en un mismo plano en tres diferentes escenarios. Se describen así el proceso GHLGHQWLÀFDFLyQGHSUREOHPDVODVDOWHUQDWLYDVGHVROXFLyQ propuestas por los actores y los factores institucionales que posibilitan la implementación de esas propuestas en los diferentes órdenes de Gobierno. En los casos estudiados, se observó la participación de aquellos actores que se consideran clave por sus conocimientos, por sus actividades sectoriales y por sus experiencias relativas al uso de suelo, la explotación de los recursos naturales y las externalidades que provoca el mal manejo del territorio, lo anterior bajo la coordinación de un equipo técnico (ET) que proporcionó los diagnósticos iniciales de la realidad física, ambiental, económica y territorial de esos lugares. Para cumplir con el objetivo, se ha dividido el trabajo en cinco apartados. Primeramente, se brinda un panorama teórico de la planeación participativa y la sustentabilidad ambiental; enseguida, se describe el procedimiento metodológico utilizado en los TPP; se prosigue con una descripción JHRJUiÀFD\VRFLRHFRQyPLFDGHORVWUHVHVFHQDULRVSRVWHriormente, se da cuenta de la participación ciudadana por PHGLRGHORVSUREOHPDV\DOWHUQDWLYDVTXHLGHQWLÀFDQORV actores, así como de aquellos factores institucionales que inciden en la planeación de la ordenación urbana, ecológica y territorial. Finalmente, se presentan las consideraciones del análisis a manera de conclusión. Sociedad No. 64 191 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX Planeación participativa y sustentabilidad ambiental La planeación del territorio se remonta a las estrategias de desarrollo enmarcadas en periodos de crisis económicas, tanto en países industrializados como en países emergentes. En los países latinoamericanos, el ordenamiento del territorio se da como respuesta a los fuertes desequilibrios territoriales provocados por el modelo de sustitución de importaciones, caracterizado por un proceso de industrialización y explotación intensiva de recursos naturales, y XQ DFHOHUDGR FUHFLPLHQWR GHPRJUiÀFR TXH LQGXMR D XQD ocupación territorial desordenada y a una concentración de población y de actividades productivas en un número reducido de ciudades (Massiris, 2006, p. 24). De acuerdo con De Mattos (1986, p. 14), una de las primeras experiencias de planeación regional en América Latina fue la concepción del desarrollo integrado por cuencas KLGURJUiÀFDVDGDSWDGDFRQSRFRVUHVXOWDGRVGHODH[SHriencia estadounidense. Más tarde, la planeación recibió el LPSXOVRGHÀQLWLYRSDUDVXOHJLWLPDFLyQ\DGRSFLyQRÀFLDO con la formalización de la Alianza para el Progreso, en 1961 (Ander-Egg, 1981 y De Mattos, 1986, ambos citados en Massiris, 2006, p. 25). De esta manera, se estimularon la creación de organismos de planeación y la elaboración de planes de desarrollo en todos los países latinoamericanos. Con estos planes se fomentaron expectativas desmedidas, otorgándoles funciones que llevaban implícitas las soluciones de problemas muy difíciles, como las condiciones económicas y sociopolíticas que incidieron en los alcances y limitaciones de los mismos, la tenencia de la tierra, la forma de inserción de estos países al comercio exterior, el atraso tecnológico y las grandes disparidades socioeconómicas internas, lo que terminó dando más importancia a la elaboración de dichos planes que a la práctica efectiva (Cibotti, 1975, citado en Massiris, 2006, p. 25). 192 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México (QHOFDVRGH0p[LFRVHPRGLÀFyOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFD de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 27, 73 y 115 para establecer las bases de la planeación nacional, y se creó la Ley General de Asentamientos Humanos (García 2UWHJDSS (QFRQVHFXHQFLDVHFUHyXQPDUFR normativo para la planeación en materia de desarrollo XUEDQR\WHUULWRULDOTXHKDWHQLGRPRGLÀFDFLRQHVFRPROD integración de la ciudadanía en las decisiones de la planeación territorial, y que se estructura con base en las normativas estatales, conformando así un marco institucional en el cual la ciudadanía participa de diferentes formas. De este modo, instituciones y ciudadanos requieren de canales para la interlocución, reglas claras e información FRPSOHWDTXHIRPHQWHQXQDUHODFLyQGHFRQÀDQ]DHQWUHODV partes. Las instituciones, como los marcos1 que dan forma a esta interacción, son construcciones ideadas por el hombre que proporcionan una estructura para la acción (North, 1993, p. 14), y son el vínculo mediante el cual se establece la relación Estado-sociedad. Las instituciones representan limitaciones u oportunidades para la acción de las organizaciones, ya que establecen esquemas de coordinación y participación. Para Ayala-Espino (2003, pp. 12-13), estas reparten los costos, disminuyen la incompatibilidad de intereses y establecen las bases de la cooperación, conformando así un marco institucional que debe dar credibilidad \FRQÀDQ]DDORVDJHQWHVDOHVWDEOHFHUUHJODVFODUDVSDUD la participación y canales de información disponibles para la ciudadanía. En esta lógica, los marcos institucionales permiten o limitan la participación ciudadana e incluso fomentan la gobernanza.2 1. Se entiende el marco institucional como el “conjunto de reglas, normas, prácticas informales y tradiciones” (Vergara, 1997, p. 10). 2. De acuerdo a Mayntz (2001, pp. 1-8), la gobernanza moderna emerge en los países que ofrecen condiciones institucionales; es una forma de gobernar más cooperativa, alejada del modelo jerárquico. En el fondo, lo que reconoce la gobernanza es que existe una latente ingobernabilidad producto de un Gobierno Sociedad No. 64 193 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX A este marco de entendimiento Estado-sociedad se agrega el paradigma de la sustentabilidad ambiental, que involucra el medio ambiente, la economía y la equidad social. En materia ambiental, opera la desconcentración de tareas de gobierno para que las decisiones las tomen justamente los más involucrados y los Gobiernos locales (Pérez, 2009, p. 155). En materia económica, prima el poder de la iniciativa privada frente al Estado, en donde la primera ha hecho de la solidaridad un recurso escaso, y en el cual la sociedad civil aparece como un tercer sector que puede mediar entre las esferas del Estado y el mercado (Serrano, 1999, p. 80). En cuanto a equidad social, lo que rige es el acceso seguro y equitativo a recursos naturales básicos y a los servicios ambientales. Ante este panorama, el papel del Estado es fomentar la innovación y la creatividad de los diversos ámbitos de la empresa y de la sociedad civil (Giddens, 2010, p. 191). La función de los ciudadanos en estos temas es diversa: comprende desde la revelación de los problemas, el intento por cambiar la vida de las personas (mejoras), la lucha por proyectos simbólicos y culturales (Melucci, 1999, p. 70), pasando por la organización de comités y la deliberación ciudadana en un marco de democracia deliberativa (Elster, 2001, p. 13), hasta involucrarse en tareas de gobierno. Se trata de participar en diferentes niveles de acuerdo con las oportunidades y limitaciones ofertadas por el marco institucional. Para Arteaga (2003, pp. 69-78), la participación ciudadana puede darse en diferentes formas: información sobre decisiones; consulta y expresión de pareceres; decisión –interviniendo en la selección de una opción determinada–; control –cuando se vela por la ejecución de las decisiones ?KJEJOQł?EAJ?E=O HKMQALANIEPALKPAJ?E=NH=O?=L=?E@=@AO@AHKO=CAJPAOL=N= resolver problemas sociales (Aguilar, 2010, pp. 187-213). 194 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México tomadas–; y gestión. Para el autor, en el nivel de consulta la población no sólo conoce propuestas y decisiones, sino que expresa su parecer sobre un determinado evento y declara, en función de sus intereses, un conjunto de necesidades, aspiraciones y puntos de vista. En los últimos años, aunque con diferentes nombres, este esquema de participación se ha puesto en práctica en diversas áreas de la acción pública con el objetivo de incorporar a la ciudadanía en ciertos momentos de la construcción de una política o programa público. Para el caso de México, la participación ciudadana en el nivel de consulta se ha establecido en la planeación del ordenamiento urbano, ecológico y territorial a partir de los años ochenta, proceso que se ha ido fortaleciendo paulatinamente y va de la mano con la conformación de un marco institucional para la planeación que pretende dar certezas a los agentes y promover la cooperación y las relaciones GHFRQÀDQ]DHOHPHQWRVTXHDERQDQDXQDPHMRU\PD\RU participación ciudadana.3 Procedimiento metodológico de los talleres de planeación participativa El presente estudio sobre la participación ciudadana en la planeación del ordenamiento urbano, ecológico y territorial en la frontera norte se hace a través del análisis de tres procesos de planeación en dos órdenes de Gobierno: a nivel municipal en Nogales, Sonora, y Juárez, Chihuahua; y a nivel estatal en Coahuila de Zaragoza. En dichos órdenes y lugares se aplicaron los siguientes instrumentos para la participación social: talleres de planeación participativa 3. La participación ciudadana en instrumentos de política ambiental ha sido una constante desde su implementación a partir de la Ley general del equilibrio ecológico y protección al ambiente (LGEEPA), en 1988; la fracción VII del artículo 20 bis 4 marca que en el ordenamiento ecológico local se establecerán los mecanismos que garanticen la participación de los particulares, los grupos y las organizaciones empresariales y demás interesados (Cámara de Diputados, 2014). Sociedad No. 64 195 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX (TPP), entrevistas semiestructuradas y encuestas tipo “Delphi”. Para el cumplimiento del objetivo planteado, en este trabajo se analiza lo correspondiente a los TPP. Los TPPSODQWHDQODUHÁH[LyQ\ODWRPDGHGHFLVLRQHVFRQ base en la participación de los actores más representativos de una comunidad; son una herramienta que forma parte de un esquema metodológico que tiene sus fundamentos en las propuestas hechas en los años sesenta por Paulo Freire y retomadas por Robert Chambers, con la idea de que las poblaciones locales son capaces de investigar, analizar y planear su desarrollo, por lo que los agentes externos toman el papel de facilitadores, permitiendo a las comunidades acceder a la toma de decisiones (Paré y Lazos, 2003, p. 27). Se reconoce entonces que los ciudadanos potencian el desarrollo, por lo que es necesaria su incorporación tanto en la GHÀQLFLyQGHOSUREOHPDS~EOLFRFRPRHQVXVROXFLyQ$QWH ODLQHÀFLHQFLDGHOVLVWHPDGHSODQHDFLyQWUDGLFLRQDOHVWH esquema representa una innovación, ya que propone una lógica de acción de abajo hacia arriba (Terrones-Cordero, 2013, pp. 521-559). Para la realización de los diferentes ejercicios elaborados y analizados en este trabajo, se llevaron a cabo dos talleres de planeación con perspectiva participativa para cada caso, y se incorporaron los saberes técnicos de los investigadores del ETFRQORVGHODFLXGDGDQtDSDUWLFLSDQWH&RQHVWHÀQVH convocó a actores de diferentes sectores para profundizar sobre los temas resultantes de los diagnósticos elaborados por el ET. En este punto, el ETGHÀQLyODFRQYRFDWRULDGH acuerdo con la representatividad de los actores, y también marcó el momento de participación de cada uno, ya fuera SDUDRSLQDUFDOLÀFDURGHFLGLUVREUHORVSUREOHPDVDQDOLzados. (Q 1RJDOHV VH LGHQWLÀFDURQ ORV VHFWRUHV TXH LQÁX\HQ en la ocupación del territorio y en el mantenimiento de los bienes y servicios ambientales o en la conservación de 196 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México los ecosistemas y la biodiversidad: agropecuario, industria-comercio, turismo, conservación y urbano. En el caso de Juárez, los sectores reconocidos fueron el urbano, productivo, rural y desarrollo sustentable (conservación). En Coahuila, los sectores involucrados en la planeación son diversos y van desde el sector industria-comercio, turismo, urbano y agropecuario, hasta grupos ambientales y académicos. En el cuadro 1, se observa el número de asistentes a cada taller, así como la suma de la asistencia a los dos talleres realizados para cada caso de estudio. %WCFTQ0ÕOGTQFGRCTVKEKRCPVGUGPNQUTPP Primer taller Segundo taller Total 0QICNGU 47 42 89 Juárez 72 31 103 %QCJWKNC 152 169 321 Fuente: elaboración propia con base en Romo (2009, 2010 y 2012). 8QDYH]LGHQWLÀFDGRVORVVHFWRUHVHO ET procedió a convocar a actores representativos de cada sector, cuidando el equilibrio en el número de participantes. En las mesas de discusión, cada participante tuvo la misma oportunidad para externar sus ideas y preocupaciones sobre su territorio. Esto permitió centrar la atención sobre experiencias espeFtÀFDV\VXVHIHFWRVFRPSOHPHQWDU\SURIXQGL]DUHOWHPD e incentivar en los actores participantes la apropiación del proceso. El ET desarrolló una serie de técnicas participativas con el propósito de fomentar un diálogo informado entre los participantes; para ello, dotó a los actores de un diagnóstico pormenorizado de su territorio –ámbitos físicos, biológicos, económicos y sociales–, y estimuló la retroalimentación D SDUWLU GH OD UHÁH[LyQ \ FRPELQDFLyQ GH VX H[SHULHQFLD vital con la de otros actores y con los datos proporcionados. Este ejercicio consolidó en ellos su perspectiva general Sociedad No. 64 197 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX del territorio y abonó a las siguientes fases del proceso de planeación del ordenamiento urbano, ecológico y territorial de cada caso. Geografía contextual En este apartado, se describen las principales características de los municipios de Nogales y Juárez, así como del HVWDGRGH&RDKXLOD*HRJUiÀFDPHQWHFRPSDUWHQVXXELFDción al norte del país y su colindancia con la frontera de Estados Unidos de América, aspecto clave para su desarrollo (véase mapa 1); en cuanto al medio natural, coinciden en su condición desértica y la relevancia de recursos naturales estratégicos como el agua. El municipio de Nogales, Sonora, se caracteriza por la presencia de numerosas cadenas montañosas de baja altitud, pero escarpadas y separadas por valles aluviales profundos y estrechos. El clima predominante es semiárido desértico y su territorio forma parte de lo que se ha denominado “desierto sonorense”. El principal centro urbano es la ciudad de Nogales, que también constituye uno de los centros urbanos más importantes del estado de Sonora. Como puerto fronterizo y centro de manufacturas, es un polo de atracción de personas e inversiones de diversos lugares; su crecimiento poblacional ha demandado, entre otras cosas, suelo y recursos naturales, y ha impactado al medio ambiente por la generación de residuos, emisiones \HÁXHQWHVFRQWDPLQDQWHVDVLPLVPRGLUHFWDRLQGLUHFWDmente, ha afectado la biota del municipio. 198 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México /CRC.QECNK\CEKÎPFGECUQUFGGUVWFKQ Fuente: información vectorial, CEM, INEGI. El municipio de Juárez, Chihuahua, comparte las características climáticas de Nogales: cuenta con un clima seco desértico que, al localizarse dentro del denominado “desierto chihuahuense”, lo hace muy extremoso. Cuenta con imporWDQWHVUHFXUVRVQDWXUDOHVHQFXDQWRDÁRUD\IDXQDSHUR indudablemente el recurso natural más importante es el agua, no sólo por su ubicación, sino también porque la calidad y cantidad de dicho recurso se han visto seriamente afectadas. Por su parte, Coahuila de Zaragoza es el tercer estado más grande del país, y la mayor parte de su territorio forma parte del desierto chihuahuense; cuenta con importantes recursos naturales estratégicos como el agua y su biota, amenazada por el crecimiento de cinco zonas metropolitanas que aglutinan más de 90% de su población; no obstante, Sociedad No. 64 199 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX mantiene importantes avances en materia ambiental al contar con diez áreas naturales protegidas (SEMA, 2012). /DGLQiPLFDGHPRJUiÀFDGH1RJDOHV-XiUH]\&RDKXLOD ha presentado un importante crecimiento poblacional (véase cuadro 2), lo que ha repercutido en la demanda de recursos –principalmente de agua– y la liberación de residuos al ambiente. s/i 276,995 7.72 6CUCFGETGEKOKGPVQ RQDNCEKQPCN%QCJWKNC 2QDNCEKÎPVQVCN%QCJWKNC 6CUCFGETGEKOKGPVQ poblacional Juárez 37,657 Población total municipio Juárez 3.07 6CUCFGETGEKOKGPVQ RQDNCEKQPCN0QICNGU Población total municipio 0QICNGU 1960 34,923,129 6CUCFGETGEKOKGPVQ/ÃZKEQ /ÃZKEQ Año %WCFTQ%CTCEVGTÈUVKECUFGOQIT¶ſECU FGN¶TGCFGGUVWFKQ  907,734 2.15 2.87 1970 48,225,238 3.4 52,108 3.3 424,135 4.52 1,114,956 1980 66,846,833 3.2 65,603 2.3 567,365 2.85 1,557,265 S/I 2.02 105,873 4.9 797,679 3.56 1,972,340 1.55 1990 81,249,645 2000 97,361,711 1.84 156,854 3.5 1,217,818 4.34 2,298,070 1.46 2010 112,336,538 1.38 220,261 3.2 1,332,131 0.86 2,748,391 1.8 Fuente: elaboración propia con base en datos de INEGI (2014). En el cuadro 2, se observa que el estado de Coahuila mantuvo tasas de crecimiento por debajo de la media nacional de 1960 a 2000, a diferencia de Nogales y Juárez, que presentaron un repunte importante en las décadas de los noventa y del año 2000. En el caso de Juárez, ocurrió un cambio importante: su tasa de crecimiento disminuyó de forma considerable entre 2000 y 2010, en principio por su dependencia estructural con el comportamiento de los indicadores macroeconómicos de los Estados Unidos, y 200 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México también por las fuertes condiciones de inseguridad que se dieron en esta parte de la frontera, particularmente en el periodo 2008-2011. En los tres casos de estudio, el crecimiento poblacional se ha presentado principalmente en los centros urbanos, lo que ha repercutido también en la alta concentración en estos de actividades económicas, de inversión, de servicios, de equipamiento y de documentos normativos sobre planeación. Esto ha provocado la fragmentación espacial en el territorio, ya sea municipal o estatal, ya que el resto de las localidades han permanecido prácticamente al margen de las inversiones. En la economía de las tres zonas de estudio, predominan los sectores secundario y terciario, con alta propensión a la industria maquiladora de exportación hacia los Estados Unidos, por lo que los centros urbanos se desarrollan con base en este objetivo. Existe por ello una alta concentración de servicios que va de la mano con la lógica de desarrollo urbano seguida en las últimas décadas. Esto ofrece ventajas a sus habitantes, pero también desventajas, como la contaminación atmosférica relacionada directamente con el crecimiento urbano y las actividades económicas, así como la contaminación del agua. La planeación del desarrollo urbano conlleva problemáticas particulares en torno a una dicotomía rural-urbana y una dinámica regional heterogénea, por lo cual se requiere la participación de un gran número de ciudadanos que den FXHQWDGHODVQHFHVLGDGHVHVSHFtÀFDVSDUDFDGDUHJLyQGH esta manera, los mecanismos de participación ciudadana se vuelven un instrumento necesario en el contexto de la democracia liberal que ha obligado, hasta cierto punto, DTXHODVRFLHGDGFLYLOVHPDQLÀHVWHDELHUWDPHQWHHQWDUHDV que antes eran exclusivas de los Gobiernos, como es el caso de la planeación urbana y territorial. Sociedad No. 64 201 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX En el norte de México, esta tendencia cobra relevancia a raíz de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLACAN), momento en que surgen diferentes movimientos sociales relacionados con el medio DPELHQWH $OÀH\0pQGH]SS6DEHWS 93; Córdova, 2009, pp. 37-64). Desde entonces se han realizado un sinfín de gestiones en los centros urbanos y en el territorio fronterizo limítrofe con Estados Unidos, donde nuevos actores han estado pujando por llegar a consensos, GHWDOVXHUWHTXHKDTXHGDGRGHPDQLÀHVWRTXHVyORFRQOD participación de todos se puede avanzar para acabar con los desequilibrios urbanos y la amenaza que representa la expansión urbana para los ecosistemas. Incidencia de la participación La participación ciudadana en la planeación del desarrollo urbano, ecológico y territorial ha sido impulsada a través de los TPP. Estos esquemas son reconocidos como necesarios desde las normativas en materia de desarrollo urbano y territorial, como se ha podido observar en diferentes documentos de actualidad, entre ellos la Guía metodológica para elaborar programas de desarrollo urbano (SEDESOL, 2010). Nuevos actores se han sumado a la planeación urbana y territorial, entre los que se encuentran comités y asociaciones de vecinos (Córdova, 2005, pp. 79-118; 2013, pp. 145166), consejos consultivos de desarrollo urbano (Martínez y Córdova, 2015), comités de ordenamiento ecológico local (Romo, 2009 y 2010) y grupos de trabajo binacionales del Programa Ambiental México-Estados Unidos: Frontera 2020 (SEMARNAT-EPA, 2012). También cabe mencionar las diversas consultas públicas que generan los Gobiernos de los tres órdenes para tratar de legitimar planes y programas de diversa índole. 202 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México (QORVSODQHVDQDOL]DGRVSDUWLFXODUPHQWHHQODLGHQWLÀcación de problemas, se observan temas convergentes para los tres casos de estudio, como el mal manejo del agua, que es una situación crítica para Nogales y Juárez por la poca GLVSRQLELOLGDGGHDJXDVXEWHUUiQHD2WURVSUREOHPDVVRQ HOGpÀFLWGHLQIUDHVWUXFWXUDHOXVRLQDGHFXDGRGHOVXHOR la necesidad de conservación de ecosistemas, la falta de normatividad en temas relevantes como la vivienda, y las alternativas de desarrollo económico como el ecoturismo y el turismo cultural. En general, los actores participantes en los TPP consideran que en cuanto al manejo del agua hay un desequilibrio en el uso del recurso, pues se destina cada vez más agua a las ciudades, quedando desprotegido el sector agropecuario, sin que sus integrantes puedan negociar con las autoridades programas y proyectos de sustentabilidad ambiental para el campo. Con relación a la infraestructura, algunos actores, como ORVGHOVHFWRUDJURSHFXDULRVHPDQLÀHVWDQSRUHOPDQWHQLmiento de caminos y carreteras, y los actores del sector urbano por el establecimiento de un programa de movilidad urbana que acelere los tiempos de traslado dentro de la ciudad; como se puede ver, existen diferentes visiones sobre un mismo problema. Con respecto al uso de suelo, hay coincidencia en señalar que este no es acorde con su propia vocación, y que existe además especulación por parte de particulares dentro y fuera de las ciudades. Junto con ello, se han dado procesos de expansión urbana sin planeación, lo que pone en riesgo áreas ambientalmente relevantes. Por otra parte, los participantes consideran que la expansión urbana ha afectado la conservación de los ecosistemas, y que en algunas áreas ambientalmente relevantes no existen decretos de protección ni planes de manejo, y que, donde hay, no se realiza una supervisión adecuada de su aplicación. Sociedad No. 64 203 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX Referente a la normatividad, han detectado que en el caso de vivienda todavía se carece de un marco legal sólido que acompañe a los nuevos desarrollos de la periferia de las ciudades. Esto ha propiciado problemas de abandono de casas, inseguridad, costos de transporte altos, mal uso del equipamiento, basura y descuido de áreas verdes. De esta manera, observan que la apuesta a la industria maquiladora de exportación ha acotado otras alternativas de desarrollo económico, como aquellas vinculadas al ecoWXULVPR\ODFXOWXUD7DOYH]HOHMHPSORPiVVLJQLÀFDWLYRGH aprovechamiento del territorio en este sentido sea Coahuila, con los proyectos de protección y conservación de ecosistemas (véase cuadro 3). Como alternativas a las anteriores problemáticas, los actores señalan con frecuencia una serie de aspectos que deben ser considerados por los tomadores de decisiones, como la sustentabilidad del agua, la protección de ecosistemas, el ajuste al marco normativo, la promoción del turismo y la cultura, la coordinación intersectorial, la planeación integral, la contaminación, entre otros. 'HPDQHUDHVSHFtÀFDHQ1RJDOHVODDOWHUQDWLYDSODQWHDGD ante el problema del agua es la sustentabilidad mediante una extracción del líquido acorde con la recarga. Ante esta misma problemática, en Juárez los participantes señalan la necesidad de una voluntad política de los actores gubernamentales y la puesta en marcha de acciones concretas de políticas de uso de suelo. Del mismo tenor son las propuestas en Coahuila, pero se consideran una mejor alternativa los arreglos institucionales a través de los consejos consultivos. 204 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México %WCFTQ#P¶NKUKUFGNCRCTVKEKRCEKÎPCVTCXÃUFGNCKFGPVKſECEKÎPFG RTQDNGOCUCNVGTPCVKXCU[HCEVQTGUKPUVKVWEKQPCNGUKORQTVCPVGURCTCNC CRNKECEKÎPFGNCURTQRWGUVCU %CUQFG 'UVWFKQ %CVGIQTÈC Problemas urbanosecológicosterritoriales Alternativas/ propuestas urbanasecológicasterritoriales Sociedad 0QICNGU • Mal manejo del agua • &ÃſEKVFG infraestructura • Inseguridad • Uso inadecuado de suelo • Conservación de ecosistemas • Necesidad de ecoturismo y turismo cultural • Sustentabilidad del agua • Promoción de la cultura y turismo • Protección de ecosistemas No. 64 Juárez %QCJWKNC • Mal manejo del agua • Dispersión • Contaminación del territorial agua • Desequilibrio • Uso inadecuado de territorial en suelo la provisión de • Explotación y equipamiento e degradación de infraestructura recursos naturales • Falta de • Inseguridad pública normatividad • &ÃſEKVFG en áreas como equipamiento e vivienda, turismo, infraestructura desarrollo • Planeación rebasada sustentable • Acuíferos sobreexplotados • Preservación de • Líneas de acción los elementos y proyectos ambientales estratégicos, UKIPKſECVKXQU particularmente: • Conservación del • Ordenamiento recurso agua Hidráulico • Reducción de Metropolitano para los índices de la Sustentabilidad contaminación del Agua • Actualización y • Actualización y alineación del marco Alineación de la normativo Normatividad • Políticas públicas sobre Desarrollo adecuadas y que Urbano y incluyan al sector Ordenamiento rural y una efectiva Territorial coordinación intersectorial • Planeación integral • Mayor inversión en servicios y equipamiento 205 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX %CUQFG 'UVWFKQ %CVGIQTÈC Factores institucionales para la aplicación de propuestas derivadas de los talleres 0QICNGU Juárez %QCJWKNC • Marco institucional avanzado • Organismos binacionales para la gestión del agua • Organismos federales e internacionales para gestión de infraestructura • Participación ciudadana en planes de desarrollo a nivel de consulta • Aprovechamiento de la gestión transfronteriza en el marco de la cooperación binacional • Decreto de conservación de ecosistemas • Marco institucional avanzado • Organismos binacionales para la gestión del agua • Organismos federales e internacionales para gestión de infraestructura • Participación ciudadana en planes de desarrollo a nivel de consulta • Propuestas ciudadanas de desarrollo alternativo • Marco institucional avanzado • Organismos federales, estatales y municipales para la gestión del agua • Organismos federales e internacionales para gestión de infraestructura • Participación ciudadana en planes de desarrollo a nivel de consulta • Decreto de conservación de ecosistemas • Propuestas de región ecoturística Fuente: elaboración propia a partir de los informes técnicos de los tres proyectos. En cuanto a la protección de ecosistemas, las propuestas van encaminadas a la atención necesaria y el reconocimiento pleno de la riqueza natural de cada una de las zonas de estudio. La inclusión de la ciudadanía en las comunidades rurales debe ser inherente a cualquier acción pública que se establezca derivada de propuestas realizadas por expertos, relativas a zonas que deben ser protegidas del crecimiento urbano y del mal uso de suelo. En cuanto al marco normativo, queda claro que se debe trabajar junto con el Gobierno para impulsar normas que cuenten con el consenso de la ciudadanía. En el caso de 206 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México Coahuila, los ciudadanos participantes en los talleres señalaron la importancia de la construcción de un marco normativo en materia de desarrollo urbano que vincule las diferentes leyes relacionadas con este tema para tener XQD GHÀQLFLyQ FODUD GH ODV FRPSHWHQFLDV \ DOFDQFHV GH las mismas; también evidenciaron la necesidad de elaborar diagnósticos que permitan la protección ambiental y cultural, así como el desarrollo económico, considerando IDFWRUHVVRFLDOHV\GHPRJUiÀFRV/DUHÁH[LyQHQWRUQRDOD necesidad de una normativa y regulación en materias como vivienda, desarrollo ecológico y turístico fue tan fructífera que permitió al ET la redacción de un documento que recoge las propuestas de proyectos, planes y programas de ordenamiento territorial, ecológico, hidráulico, de conectividad y de desarrollo integral de zonas metropolitanas; el resultado concreto fue la actualización de leyes y programas en materia de desarrollo urbano. En la promoción del turismo y la cultura, las alternativas presentadas por los actores son variadas y están orientadas a aprovechar los territorios vastos en recursos naturales, paisajes y sitios históricos y arqueológicos que se habían olvidado, particularmente en Nogales y Juárez, por la apuesta al modelo maquilador. Dichas propuestas VRQVXÀFLHQWHPHQWHLQWHUHVDQWHVSDUDVHUFRQVLGHUDGDVSRU la iniciativa privada como nichos de inversión, siempre y cuando exista la certeza jurídica para hacerlo. La coordinación intersectorial y la planeación integral son temas altamente criticados por los actores participantes; es PDQLÀHVWDODGHVFRQÀDQ]DKDFLDODVLQVWLWXFLRQHVJXEHUQDmentales por sus malas actuaciones y por la poca importancia que le conceden a la planeación integral incluyente. Las propuestas son, de un lado, lograr una coordinación más alejada de los intereses partidistas y privados y, del otro, que se tome en cuenta a los pobladores que son afectados por las obras o actividades que se desarrollan en el territorio. Con Sociedad No. 64 207 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX lo expuesto hasta aquí, es fácil inferir que en lo tocante a los factores institucionales existe un marco legal avanzado, sin embargo, no hay una coordinación interinstitucional y de los organismos estatales que recoja las propuestas de los actores participantes que, cabe destacar, son válidas y plenas de contenido social. Las propuestas de los participantes tienden a buscar el bienestar de la comunidad por medio de la solución de problemas con una visión sustentable para evitar afectaciones al medio ambiente, y ponderan el valor de las instituciones de cualquier nivel, e incluso de las instituciones binacionales que han prosperado en las últimas décadas. En consecuencia, la asignatura pendiente de las autoridades de los diferentes órdenes de Gobierno es responder a estas peticiones y alinear el marco normativo y legal, así como los factores institucionales, tomando en consideración a los organismos nacionales e internacionales para la cristalizaFLyQGHODVSURSXHVWDV YpDVHÀJXUD  (KIWTC2TQDNGOCURTQRWGUVCU[HCEVQTGUKPUVKVWEKQPCNGU en la planeación integral Problemas Manejo de agua !Àł?EP infraestructura Uso de suelo Propuestas Sustentabilidad hidráulica Políticas públicas y normatividad adecuadas Organismos nacionales e internacionales Instituciones nacionales y binacionales Factores institucionales Marcos normativos y legales Fuente: elaboración propia. Por ejemplo, para el manejo del agua en Nogales y Juárez, debe considerarse el factor binacional, ya que este recurso 208 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México se comparte hasta cierto nivel e involucra a instituciones de ambos lados de la frontera. En este tema, intervienen instituciones como la Comisión Nacional del Agua (CNA); la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA); los organismos locales de agua potable, alcantarillado y saneamiento; la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF); y los grupos de trabajo respecto al agua del Programa Ambiental México-Estados Unidos: Frontera 2020. En el caso de Coahuila, la CNA está consciente de la sobreexplotación de los mantos acuíferos y de la necesidad de poner orden a los permisos de agua; de igual manera, los organismos operadores a nivel local reconocen los problemas de infraestructura, del servicio que se presta a la comunidad y de la escasez del recurso. No obstante, los actores sienten temor, ya que no hay una estrategia concreta para asegurar el recurso para las cinco zonas metropolitanas, las actividades agropecuarias y la conservación de los ecosistemas. Para los tres casos, el Programa Ambiental México-EstaGRV8QLGRV)URQWHUDVLJQLÀFDXQDYDQFHLPSRUWDQWH en materia de participación de nuevos actores sociales, como HOJUHPLRDFDGpPLFR\ODVRFLHGDGFLYLO(VVLJQLÀFDWLYRTXH este programa cuente con una agenda regional que respeta los ordenamientos legales de cada país y las disposiciones legales locales en la materia. Se aprovechan a este respecto los espacios de diálogo entre actores de ambos lados de la línea divisoria para introducir en la agenda de este programa aspectos de política pública de aplicación nacional, pero con impacto transfronterizo. Por lo que compete a la infraestructura, en los tres casos DQDOL]DGRVORVDFWRUHVUHFRQRFHQXQGpÀFLWGHORV*RELHUQRV locales frente a las crecientes inversiones que se necesitan para cubrir no sólo las necesidades de renovación de infraestructura hidráulica y vial, sino los requerimientos de las nuevas áreas de crecimiento en la periferia. En este sentido, los Gobiernos de los estados, junto con los municiSociedad No. 64 209 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX pios, han tratado de paliar el asunto gestionando recursos federales e internacionales, aprovechando la disponibilidad de recursos del Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN PHGLDQWHODFHUWLÀFDFLyQGHSUR\HFWRVSRUSDUWHGH la COCEF y el aval de los comités ciudadanos con procesos de participación pública aceptables, lo que ha permitido avanzar sustancialmente en la cobertura de infraestructura para estas zonas. En torno al uso de suelo, la percepción es que los factores institucionales quedan a expensas de las relaciones de poder y de los intereses económicos, que empañan la oportuna intervención estatal y social. Desde inicios de la década pasada, la especulación con el uso de suelo por los nuevos desarrollos de vivienda tomó por sorpresa a las instituciones locales, carentes de controles urbanos, ambientales y sociales adecuados para regular la expansión urbana. A raíz de esto, la planeación del desarrollo urbano, ambiental y territorial cobró relevancia, y las distintas dependencias se abocaron a formular o reformular nuevos programas con base en la participación ciudadana. En Nogales, en 2008, se actualizó el Programa de Desarrollo Urbano del centro de población, y dio inicio la elaboración GHO 3URJUDPD GH 2UGHQDPLHQWR (FROyJLFR GHO 7HUULWRULR en Juárez, se actualizó el Programa de Desarrollo Urbano del centro de población, en 2010, y se elaboró y aprobó el 3URJUDPD GH 2UGHQDPLHQWR (FROyJLFR GHO 0XQLFLSLR GH Juárez; en Coahuila, se avanzó en la elaboración y actualización de programas de desarrollo urbano de los centros de población, y en la formulación de los planes metropolitanos y, en 2012, se aprobó el Programa de Desarrollo Urbano y 2UGHQDPLHQWR7HUULWRULDOGHOHVWDGR 5RPR  Sobre la conservación de ecosistemas, los actores son sensibles a la relevancia del contexto fronterizo, lo que ha ayudado a visibilizar la necesidad de la conservación de territorios con gran riqueza biótica. No obstante, en Nogales 210 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México poco se ha avanzado en la elaboración e implementación de proyectos institucionales para conservar los ecosistemas ribereños, las fuentes de agua de la ciudad y los corredores biológicos que atraviesan la frontera. En Juárez, en la última década, se ha avanzado con el decreto de protección GHÁRUD\IDXQDGH6DPDOD\XFD 'LDULR2ÀFLDOGHOD)HGHración, 2009), gracias a la intervención de los miembros de varios ejidos, instituciones académicas y del Gobierno IHGHUDOHQHOVHQRGHO&RPLWpGH2UGHQDPLHQWR(FROyJLFR Local (Romo, 2010). En este rubro, el avance de Coahuila es importante y cuenta con reconocimiento social; sin embargo, a excepción de la zona de La Laguna, que a nivel municipal cuenta con un área natural protegida (Jimulco), los demás FHQWURVXUEDQRVQRWLHQHQHVWHWLSRGHÀJXUDV En cuanto a la normatividad, los actores se sorprenden de que sus Gobiernos locales apenas estén adaptando una serie de lineamientos acordes con los cambios en la legislación federal y las directrices globales, como los relacionados con el cambio climático; enfatizan la falta de regulación del crecimiento urbano y el cuidado de los recursos naturales, particularmente del agua; y advierten que la normatividad debe ser aplicada a todos por igual, y que la “politización” de HVWH WHPD PHUPD OD HÀFLHQFLD OD HÀFDFLD \ OD UHQGLFLyQ de cuentas del ejercicio público. De igual manera, han constatado que en Nogales y Juárez las alternativas de desarrollo económico se circunscriben a la industria maquiladora de exportación. De hecho, la HVWUXFWXUD EXURFUiWLFD GH DPERV OXJDUHV VH KD SHUÀODGR en gran medida para el cumplimiento de este propósito. Hay, empero, voces autorizadas, como la de los ejidatarios de Samalayuca, en el municipio de Juárez, que apuestan por un desarrollo alternativo basado en el turismo rural (ecoturismo), exhibiendo no sólo los médanos (dunas de gran tamaño y extensión), sino el arte rupestre en más de cincuenta sitios encontrados y la riqueza hídrica que brota Sociedad No. 64 211 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX del suelo en lo que llaman “ojos de agua”. En cambio, en Coahuila, Cuatro Ciénegas se ha consolidado como región ecoturística gracias al apoyo de diversas dependencias públicas y privadas. En suma, los actores sociales participantes en los TPP han VLGRHQIiWLFRVDOVHxDODUFRQÁLFWRVUHODFLRQDGRVFRQHOPHGLR ambiente y la importancia de la planeación participativa para el ordenamiento ecológico y territorial, de lo que se desprende que los TPP son fundamentales y valiosos para la construcción de consensos y para determinar problemáticas y propuestas; más aún, son herramientas ideales para evaluar las políticas públicas, aunque en este punto queda camino por recorrer. Conclusiones Los tres casos de estudio realizados en la frontera norte de México –Nogales, Juárez y Coahuila– demostraron que los TPP VRQ XQ PpWRGR HÀFD] SDUD OD LQFRUSRUDFLyQ GH OD participación ciudadana en la planeación del ordenamiento urbano, ecológico y territorial. El análisis establece que esta herramienta es útil para conciliar intereses, priorizar problemas y decantar alternativas, así como para poner en perspectiva factores institucionales que deben ser atendidos. Se constató que los actores sociales responden positivamente cuando se les convoca para discutir asuntos relacionados con el territorio, tanto en materia urbana como ambiental, en los niveles municipal o estatal. Un logro importante en las mesas de trabajo fue la consecución del diálogo entre los sectores convocados: académico, productivo, gubernamental, organizaciones de la sociedad civil, así como cámaras, colegios y barras que representan al ámbito privado. Por ejemplo, dinámicas como el crecimiento desordenado derivado de la ambición de grupos e individuos no pueden ser contenidas por la sola actuación del Gobierno 212 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México y, en este sentido, la deliberación que ofrecen este tipo de HMHUFLFLRVPHGLDQWHWDOOHUHVRÀJXUDVGHPRFUiWLFDVFRPR consejos consultivos y comités temáticos, resulta fructífera para tratar asuntos complejos relacionados con lo urbano, ecológico y territorial. Las propuestas resultantes de las prácticas realizadas en Juárez, Nogales y Coahuila convergen en cuanto a la importancia que reviste la administración del territorio y las instituciones encargadas de la misma. Los actores señalan que debe aplicarse la normatividad y revisarse la congruencia entre los distintos lineamientos jurídicos relacionados con la planeación y el ordenamiento ecológico y territorial, y dan relevancia a la necesidad de la coordinación interinstitucional HÀFD]\HÀFLHQWH También es coincidente la demanda de un proceso de planeación integral que incluya la participación FLXGDGDQD(QHVWHSXQWRÀJXUDVFRPRORVFRQVHMRVFLXGDdanos y los consejos consultivos constituyen un auxiliar en el proceso cotidiano de toma de decisiones; sin embargo, los TPP son imprescindibles en la elaboración de proyectos y programas estratégicos en los niveles municipal y estatal. Se documentó que los diferentes actores reconocen tácitamente a las instituciones estatales como rectoras del desarrollo urbano, el cuidado del medio ambiente y la distribución adecuada del territorio, aunque paradójicamente PDQLÀHVWDQGHVFRQÀDQ]DKDFLDVXVUHSUHVHQWDQWHV$QWH HOORVHUHDÀUPDHOLQWHUpVFLXGDGDQRSRUKDFHUPHMRUXVR GHOWHUULWRULRHQEHQHÀFLRGHODFROHFWLYLGDG\VHHYLGHQFLD la incompatibilidad de esta visión con las acciones de los funcionarios públicos, creando así un marco institucional frágil, no adecuado para el ejercicio de la gobernanza. Este tipo de técnicas permite observar problemáticas concretas, alternativas de solución y factores institucionales, abonando de manera constructiva a los procesos de planeación. En el discurso general de los actores participantes, los temas convergentes son el manejo adecuado Sociedad No. 64 213 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX del recurso agua, la protección de ecosistemas, el ajuste de marcos normativos, la coordinación intersectorial y la planeación integral. Para el tema del agua, es central el manejo estratégico \ GH ODUJR SOD]R SDUD DÀDQ]DU ORV SUR\HFWRV XUEDQRV GH conservación y de proyección del desarrollo económico. En este sentido, proyectos de agua transfronterizos aseguran la no politización del tema y es posible que la planeación de largo plazo con el consenso de actores de ambos lados SXHGDVHUODVROXFLyQGHÀQLWLYD En la protección de ecosistemas, los actores reconocen que se han sentado las bases para desarrollar políticas de conservación y aprovechamiento sustentable, e incluso para la restauración; no obstante, todavía se sienten lejanos de SDUWLFLSDUHLQFLGLUHQODGHÀQLFLyQGHOXVRGHVXHORHQORV centros urbanos, dada la alta especulación y las pocas reservas territoriales que tienen los municipios. A pesar de ello, se advierte el compromiso ciudadano de seguir participando en la planeación del territorio. El ajuste de la normatividad es un clamor de muchos actores, ya que estiman que hay descontrol por la falta de instrumentos de regulación precisos o por desatención de las autoridades responsables de DSOLFDUHVWRVHQEHQHÀFLRGHODVPD\RUtDV /DIDOWDGHXQGHVWLQRGHÀQLGRGHOVXHORHQYDVWDV]RQDV aledañas a los centros urbanos hace que quienes anhelan urbanizar lo más posible se aprovechen de ello para darle valor de cambio e insertarlo en el mercado tan pronto como se pueda. Algunas de las ideas planteadas por los actores son el fomento del ecoturismo, la exposición de sitios culturalmente relevantes y la promoción del patrimonio intangible; se percibe, sin embargo, el titubeo por parte de los proponentes ante la vacilación de las mismas autoridades. Los aspectos más relevantes de esta experiencia son la valoración del territorio por parte de los actores participantes en los TPP; el encuentro con herramientas de gestión 214 Participación ciudadana y planeación del ordenamiento territorial en la frontera norte de México sencillas que permiten congregar diversas posturas y formas de acción; el logro de consensos sobre temas relevantes y la construcción de rutas de acción en un esquema de planeación; y, sobre todo, la esperanza que genera en los participantes la posibilidad de nuevas formas de entendimiento que redunden en un mejor manejo de los espacios urbanos y territoriales, en armonía con el medio ambiente. Los TPP forman parte de un proceso deliberativo donde participan diferentes grupos. Entre los alcances de este ejercicio, cabe destacar la cantidad de la respuesta y la calidad de la participación ciudadana, pero también han de PHQFLRQDUVH OLPLWDQWHV FRPR HO SURFHVR GH LGHQWLÀFDFLyQ de actores, la capacidad de convocatoria, la representación sectorial y las dinámicas grupales que deben manejarse. El ET sorteó con éxito estas consideraciones, logrando decantar con claridad convergencias en problemas y alternativas de solución para obtener así buenos resultados. Se concluye que es primordial la gestión interinstitucional transversal, pues se observó que las alternativas de solución implican acciones que requieren de la intervención de diferentes instituciones y de más de un orden de Gobierno y, en este sentido, los vínculos interinstitucionales e interguberQDPHQWDOHVVHYXHOYHQXQDQHFHVLGDGTXHLQÁXLUiVREUHOD factibilidad de los proyectos. De igual forma, se reconoce la importancia de la participación de organismos binacionales e internacionales interesados en temas como agua, infraestructura y recursos naturales, que posibilitan la gestión de proyectos para dar respuesta a tales problemáticas. La suma de estos factores conforma el marco institucional que si bien aún no es perfecto, sí presenta espacios para la participación de la ciudadanía y posibilita su incidencia. Finalmente, se puede concluir que los TPP son una herramienta útil para la deliberación y la incidencia de la ciudadanía en los planes y programas de desarrollo ecológico, territorial y urbano, y que pueden coadyuvar al ejercicio Sociedad No. 64 215 Verónica Martínez-Flores, Ma. de Lourdes Romo-Aguilar y Gustavo Córdova-Bojórquez XXX de una real gobernanza, siempre y cuando exista un marco institucional fuerte que permita mayores espacios de participación efectiva de la sociedad. Fecha de recepción: 31 de octubre de 2014 Fecha de aceptación: 16 de junio de 2015 Bibliografía 216 Aguilar, L. (2010). “El futuro de la gestión pública y la gobernanza después de la crisis”. Frontera Norte, 22(43), 187-213. HłA  * U *ÀJ@AV  ) Ġ  ļ!APANEKNK =I>EAJP=H U movimientos sociales en Ciudad Juárez y Matamoros. Similitudes y diferencias”. El Cotidiano, 16(101), 40-54. Arteaga, C. (2003). “La participación ciudadana: un breve acercamiento”, en Chávez, J. (coord.), Participación social: retos y perspectivas (pp. 69-78). México: UNAM, Plaza y Valdés. Ayala Espino, J. (2003). Instituciones para mejorar el desarrollo. Un nuevo pacto social para el crecimiento y el bienestar. México: FCE. Cámara de Diputados (2014). Ley general del equilibrio ecológico y protección al ambiente. México: Cámara de Diputados. Recuperado de: http://www.diputados.gob. mx/LeyesBiblio/pdf/148.pdf Córdova, G. 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Desde esto, se abordan las diversas trayectorias y grupos que se instituyeron en dos casos de universidades en México: el de la formación de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y una experiencia de formación docente en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Palabras clave: innovaciones institucionales, identidades académicas, historias y cambio institucional. Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios Socio-Urbanos, CUCSH, Universidad de Guadalajara. [email protected] XX Profesora-Investigadora del Departamento de Psicología, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected] X Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Introducción El presente trabajo incorSRUD ORV VLJQLÀFDGRV TXH ORV académicos otorgamos a la normativa universitaria y a dejar hablar y escuchar, de acuerdo con Kaës, cómo la institución nos contiene, a la vez que sufre en nosotros. Nos interesa hacer referencia, en especial, a los mandatos que las universidades han incorporado a través de la validación de distintas prácticas en las que subyacen bien procesos de organización en torno al campo de conocimiento, bien el énfasis en propuestas curriculares, así como aquellos más recientes en los que se privilegian la “alta productividad” y los consabidos criterios de HÀFDFLD\HÀFLHQFLDHQORVTXHDVX vez se advierte el predominio del desarrollo burocrático, acentuando la celeridad del cambio. El presente artículo aborda dos casos de universidades mexicanas que, si bien diferenciados espacial y temporalmente, se encuentran DUWLFXODGRVSRUODUHÁH[LyQDFHUFD de la forma en que los sujetos habitan las instituciones universitarias y el lugar en el que se ubican en Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 221 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX ellas. Se encuentran así experiencias grupales que conforman identidades muy fuertes de tipo comunitario, y que desde la colectividad construyen utopías que sirven como encuadre a proyectos institucionales, grupales y personales. )UHQWHDHOORÁRUHFHQDFWXDOPHQWHRWURVHVWLORVGHSUiFWLFDV académicas y formas de adscripción institucional en las que los proyectos diseñados desde fuera generan malestar y sufrimiento de los formadores de docentes, a raíz de los atributos (insostenibles) que de ellos se demandan. Como se mencionó, los dos casos referidos se ubican geoJUiÀFD\WHPSRUDOPHQWHHQHVSDFLRV\PRPHQWRVGLVWLQWRV No obstante, es relevante mostrar estas alteridades, así como su ubicación en el espectro nacional. La siguiente es su ubicación territorial: 7DKECEKÎPIGQIT¶ſEC Fuente: http://www.worldmapfinder.com/Map_Search.php?ID=/Es/ North_America/Mexico&PG=5 222 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas Preguntas de investigación • • • • ¿De qué forma los académicos enfrentan, desde su actoría,1 una serie de prescripciones provenientes de distintos mandatos institucionales que impactan su SUiFWLFDSHUÀOGRFHQWH\VXFRQFHSFLyQGHODHGXFDFLyQ y las formas de adscripción? ¿Qué similitudes o diferencias es posible observar en dos casos de estudio con gran diferencia temporal y espacial? ¿Cómo inciden en los actores los distintos mandatos institucionales y cómo los académicos se colocan y resuelven FRQÁLFWRVIUHQWHDODLQFLGHQFLDGHQXHYDVGHPDQGDV\ prácticas laborales? ¿Qué tipo de constructos identitarios se generan a partir GH OD GLYHUVLÀFDFLyQ GH ODV SUiFWLFDV DFDGpPLFDV ORV PDQGDWRVLQVWLWXFLRQDOHV\ODHPHUJHQFLDGHOFRQÁLFWR" Abordaje metodológico La investigación se inscribe en la metodología de corte interpretativo, ya que busca recuperar los procesos de VLJQLÀFDFLyQFRPXQLFDFLyQ\VLPEROL]DFLyQGHORVVXMHWRV participantes, rescata la subjetividad y le otorga un peso importante a la interpretación. En el primero de los casos estudiados, se realizaron relatos de vida a través de entrevistas a profundidad a dieciocho informantes clave, todos ellos académicos de tiempo completo, en tanto que, para el segundo caso, fueron entrevistados treinta y seis docentes que habían terminado su proceso de formación en el Diplomado en Competencias Docentes, y se implementaron grupos de discusión con los instructores. Las divergencias 1. La actoría es la capacidad de un actor de ser sujeto social en sí mismo desde una actuación protagónica en el mundo. Para más información, se sugiere ver Crozier, M. y Friedberg, E. (1990). El actor y el sistema. Las restricciones de la acción colectiva. México: Alianza Editorial Mexicana. Sociedad No. 64 223 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX WHPSRUDOHV\HVSDFLDOHVHQDPERVFDVRVUHDÀUPDQORVSURcesos de creación continua que los sujetos imprimen a las instituciones que habitan y las construcciones que realizan ante distintos mandatos institucionales. Análisis comparado Adoptamos en el análisis de datos un pensamiento compaUDWLYRFRPRPpWRGRFLHQWtÀFRVRFLDO'HQWURGHWDOSRVWXUD las técnicas utilizadas “no buscan relacionar fenómenos culturales entre sí en lo que concierne a su contenido fácWLFRVLQRTXHVHUHÀHUHQPiVELHQDUHODFLRQHVVXSXHVWDV entre distintos fenómenos o niveles de sistemas” (Schriewer, 1993, p. 198). Se trata, pues, de vincular relaciones, y no hechos observables. 2WUR HOHPHQWR UHOHYDQWH GH GLIHUHQFLDFLyQ HQ HVWRV abordajes está en el énfasis que se hace con respecto a las semejanzas y las diferencias entre los casos estudiados. Así, en el caso de la comparación como operación mental, la búsqueda de semejanzas es prioritaria, mientras que en el FDVRGHODFRPSDUDFLyQFRPRPpWRGRFLHQWtÀFRRULHQWDGDD la producción teórica, se otorga una atención particular a las diferencias empíricas. Si bien en un primer momento hubo un acercamiento a los datos desde la perspectiva de la comparación como operación mental, buscando similitudes empíricas en los casos de estudio, en el presente trabajo interesa más bien explorar la perspectiva de la comparación FRPR PpWRGR FLHQWtÀFRVRFLDO LGHQWLÀFDQGR FLHUWDPHQWH similitudes, pero también con una disposición hacia el reconocimiento de la singularidad de cada caso, todo ello para lograr una mayor profundización y teorización de los fenómenos. Lo anterior resulta además particularmente relevante para nosotros en la medida en que nos permite, como miembros de investigación fuertemente implicados en sus propios casos, distanciarnos de la dimensión empírica de 224 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas los datos de investigación para buscar proyectarnos hacia un trabajo de teorización. Encuadre teórico En este trabajo se aborda el tema de cómo los académicos van desarrollando estrategias para incluirse en las instituciones y, al mismo tiempo, cumplir los mandatos sin desconocerse como ¿actores, sujetos, docentes, personas? Se trata, pues, de formar parte de una cultura. Para Lapassade, “instituir es hacer entrar en la cultura, la cual da acceso a las instituciones sociales” (1977, p. 311). En sentido estricto, etimológico, instituir es mantener en pie, “erguido”, elaborar al individuo de acuerdo con normas; es dar forma (Lapassade, 1977, p. 312). Los profesores instituyen para poder seguir perteneciendo a la institución, pero, al mismo tiempo, para seguir siendo dueños de sus decisiones pedagógicas. Un aporte importante de las corrientes institucionalistas francesas en torno a la institucionalización tiene que ver con la añadidura del punto de vista dialéctico a la consideración de la dinámica de lo institucional, y con la propuesta de discriminar, en la operación concreta de las instituciones –como dimensiones complementarias siempre SUHVHQWHV²´ORLQVWLWXLGR ORÀMRORHVWDEOH \ORLQVWLWX\HQWH (el cuestionamiento, la crítica y la propuesta opuesta o de transformación)” (Fernández, 1998a, p. 36). Entonces, lo LQVWLWXLGR \ OR LQVWLWX\HQWH VH PDQLÀHVWDQ VLHPSUH FRPplementarios, siempre antagónicos, siempre presentes; es difícil una separación limpia entre ambas dimensiones, ya que no se localiza lo instituido sólo en el nivel vertical y lo instituyente exclusivamente en el plano horizontal. En lo instituido subsiste lo instituyente, y viceversa. En los casos que hoy nos ocupan, lo instituido se localiza prioritariamente en distintas reformas temporales y espaciales, Sociedad No. 64 225 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX pero acentuando sus implicaciones para los académicos, junto con la capacidad de nuevas creaciones en los distintos grupos y culturas académicas. Para Kaës, nos encontramos frente a la creación o recreación de nuevos vínculos, vínculos instituidos. 1. El caso de la refundación de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)2 La Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras Se hace una breve referencia a los periodos por los que transitó la nombrada en su fundación Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras, hasta llegar a la ahora Facultad de Filosofía y Letras,3 toda vez que en ella surgió, en 1974, el Colegio de Pedagogía, el cual se agregó al proyecto inicial de ofrecer formación de posgrado a profesores normalistas, proyecto que, aunado a los cambios institucionales (del entorno y de la misma facultad), impulsó a los profesores que hemos llamado “refundadores” a otro tipo de discusiones académicas, que culminaron en la construcción de una licenciatura –que no de un sistema de estudios de posgrado– centrada en la discusión acerca de la conformación de un nuevo campo de conocimiento, el educativo, y las prácticas que del mismo 2. Esta reconstrucción forma parte de un trabajo previo (Romo, 2013). La Universidad Autónoma de Nuevo León, ubicada en el noreste de México, es la tercera universidad del país en cuanto a población estudiantil, después de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Guadalajara. Es considerada la institución pública de educación superior más importante del noreste mexicano. Con sede en el municipio de San Nicolás de los Garza, dentro del área metropolitana de Monterrey, cuenta también con diversos campus en varios municipios del estado de Nuevo León. Véase: Universidad Autónoma de Nuevo León (2011). Recuperado de: www.uanl.mx 3. Así pues, al iniciarse el año escolar 1950-1951 (septiembre de 1950), quedó ?KJOPEPQE@=H=#=?QHP=@@A#EHKOKBÄ=  EAJ?E=OU)APN=O EJOP=H¹J@KOAAJQJA@Eł?EK propio en el centro de la ciudad (De la Torre, 1991, p. 2). 226 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas se derivan, rebasando los proyectos de formación dirigidos al magisterio normalista. La Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la entonces Universidad de Nuevo León “se creó por acuerdo del Consejo Universitario (máximo órgano de decisión de la UANL), el 21 de abril de 1950” (De la Torre, 1991, p. 1), bajo el rectorado de Raúl Rangel Frías, personaje destacado en la vida cultural y política del estado, quien había sido promotor de la “escuela de verano”: [La facultad] se crea como resultado de […] aquella escuela de verano que se inició por el [año escolar] 45-46 y que traía a la ciudad, a través del Departamento de Acción Social […], un departamento como de extensión, […] a intelectuales destacados para hablar de asuntos que en general tenían que ver con la Filosofía, con la Literatura, con la Historia (entrevista personal, 14 de enero de 2011). Rangel Frías, además de ser abogado, fue impulsor del KXPDQLVPR HQ WDQWR TXH VX DÀOLDFLyQ DO RÀFLDOLVWD 3DUtido Revolucionario Institucional lo llevó posteriormente a la gubernatura del estado. Este vínculo cultural-político marcó el nacimiento de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras y su primera orientación, de corte “humanista libeUDORÀFLDOLVWDµFRPRORGHVFULEHRWURSURIHVRUUHIXQGDGRU La facultad se crea desde mi punto de vista, como proyecto del Estado […] para atender el desarrollo de la cultura [pero en los inicios], se crea, concretamente para formar profesores para la universidad, profesores incluso del campo de las ciencias naturales, como una especie de Escuela de Altos Estudios o Escuela Normal Superior (entrevista personal, 16 de marzo de 2010). La nominación inicial de Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras se conservó hasta la mitad de la década de los sesenta, para transformarse posteriormente en Facultad Sociedad No. 64 227 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX de Filosofía, Letras y Psicología, ante la integración de esta última carrera, pero no ya de los estudios correspondientes al área de ciencias exactas, como lo señala Miguel de la Torre: El nombre de Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras y, consecuentemente, los cursos del área de las ciencias exactas orientados a la formación de docentes universitarios en ese campo, habrían de durar en nuestra institución algún tiempo; luego, y ya en el campus universitario, entre 1966 y 1973, pasará a ser la Facultad de Filosofía, Letras y Psicología, por haberse agregado a ella la carrera de Psicología (De la Torre, 1991, p. 10). Fue en el año de 1974 cuando se transformó en la actual Facultad de Filosofía y Letras. Dicho año coincide con el periodo que hemos nominado de “refundación”, vinculado a la aparición de nuevas profesiones (entre ellas la pedagogía), así como al abandono paulatino en todos los programas de estudios de la orientación hacia la formación magisterial, constituyéndose todos en licenciaturas. La refundación: 1974 Las distintas fases en el proceso de aparición, refundación e institucionalización de la carrera de Pedagogía en la actual Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) muestran diversas temporalidades en las que es posible advertir formas de gestión diferenciadas. Interesa destacar las similitudes entre el estilo de gestión y la concreción de proyectos académicos desde la perspectiva del análisis de lo institucional (Fernández, 1998b), esto es, GHVGHHOFRQMXQWRGHVLJQLÀFDGRVEDMRORVFXDOHVKDELWyOD institución el grupo de académicos que hemos nombrado “refundadores” por su participación en el proceso de “refundación” de la Facultad de Filosofía y Letras, y en particular 228 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas del Colegio de Pedagogía (1976-1988), en contraste con las dinámicas actuales. (OWLSRGHJHVWLyQDSXQWDGRVHYLQFXOyFRQVyOLGDVDÀQLGDdes político-académicas, toda vez que los estilos de organización y producción en dicha década estuvieron marcados por la prevalencia del trabajo grupal y la creación colectiva, lo que generó identidades grupales fuertes, de tal forma que el referente grupal y el sentido de pertenencia a este constituyeron el núcleo del movimiento institucional, lo cual fundó, a la vez, una nueva etapa en la facultad, bajo el predominio de lo académico-político-grupal. Es posible advertir estas QXHYDVFRQÀJXUDFLRQHVHQHOVLJXLHQWHHVTXHPD Fuente: elaboración propia a partir de las narrativas trabajadas. Los proyectos de refundación en la Facultad de Filosofía y Letras se vincularon a propuestas que provenían de la experiencia en la militancia política de directivos y grupos de maestros en distintos grupos de izquierda, así como al acompañamiento del recién creado Sindicato de Profesores Sociedad No. 64 229 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX Universitarios. Dicho acompañamiento, aunado al activismo y “la insurgencia estudiantil”, culminó en el año de 1969, con el logro de la autonomía universitaria, como lo señala uno de los exfuncionarios de la facultad y entonces militante del Partido Comunista: En ese mismo año [1968] estalló el activismo estudiantil en la universidad, y en el 69 [se alcanzó] el logro de la autonomía. Por eso se están conmemorando acá, en actos casi privados, los 40 años [de la autonomía] porque institucionalmente no hay ni un guiño de que se quieran acordar (entrevista personal, 19 de noviembre de 2009).4 Con la agitación estudiantil de 1968 y el movimiento por la autonomía, repercusiones gubernamentales se hicieron sentir de inmediato, y en el mismo año de 1969, el Gobierno estatal, encabezado por Eduardo Elizondo, promovió la apertura de universidades privadas a través de los vínculos que mantenía con empresarios regiomontanos, aduciendo problemas presupuestales para el apoyo a la universidad pública, pero en realidad con el objeto de desarticular la congregación de alumnos y los movimientos estudiantiles en estas instituciones: Aquí [en Monterrey] empezaron a crearse universidades privadas […] en el 69 [se fundaron] la Universidad de Monterrey [UDM] y la Universidad Regiomontana [UR], bajo el gobierno de Eduardo Elizondo, […] [quien] tenía ligas estrechas con la iniciativa privada (entrevista personal, 19 de noviembre de 2009). "JH=DEOPKNE=Kł?E=H OANA?KJK?AH=K>PAJ?EÉJ@AH==QPKJKIÄ=AJAH=ÇKġ “Para el año de 1971, diversas manifestaciones sociales obligaron al Gobierno a disminuir su injerencia en la institución y otorgarle el estatuto de autonomía aún vigente, dando paso al nombre con el cual se le conoce desde esa fecha: Universidad Autónoma de Nuevo León” (UANL, 2011). 230 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas Estos movimientos gestaron al interior de la Facultad de Filosofía diferentes estilos de dirección entre los nuevos “grupos” de izquierda, tales como espartaquistas5 y Concepto Estudiantil,6 frente a los otrora prevalecientes grupos conservadores en la facultad, cuya formación de origen se vinculaba a las dos carreras que predominaron desde los años cincuenta: Licenciatura en Filosofía y Licenciatura en Letras (Amores, 2009, p. 6). Dicha apertura dinamizó la vida académica: los espacios de decisión colegiada y la impronta del trabajo grupal se instituyeron como modelos de gestión predominante, en tanto que la confrontación en el plano epistémico entre grupos fue cada vez más explícita, lo que fortaleció la vida académica, toda vez que evidenció diversas posturas, cuestionamientos y formas de abordaje de la complejidad social. La refundación de la facultad estuvo acompañada de la aparición de nuevas profesiones: Licenciatura en Historia, Pedagogía, Sociología, Lingüística Aplicada (sustituyendo a la Licenciatura en Traducción) y posteriormente la Licenciatura en Bibliotecología. Este crecimiento respondió a la consabida demanda estudiantil que durante la década de los setenta vivieron las universidades mexicanas, pero también fue una estrategia política de los grupos de izquierda en ascenso dentro de la universidad, que fueron ocupando puestos de poder, tal y como lo señala otro exfuncionario de la Facultad de Filosofía y Letras: 5. A la pregunta expresa “¿Dentro de qué grupo militaba?”, un entrevistado respondió: “Espartaquista, en el que yo andaba cerca desde la secundaria; también hice la secundaria por la noche” (entrevista personal, 20 de noviembre de 2009). 6. “Paralelamente, todo el activismo estudiantil había llevado a la creación de un organismo que se llamaba Concepto Estudiantil, en donde había mucha presencia de la juventud comunista y se había estructurado democráticamente ĥ‹96AJPKJ?AO =DÄ=L=NA?A AJQJIKIAJPK@=@K?KIKQJ=EJOP=J?E=MQALQA@A representar posibilidades de promoción académica y política, la pertenencia al partido, la participación en el movimiento” (entrevista personal, 20 de noviembre de 2009). Sociedad No. 64 231 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX Se abrieron nuevas licenciaturas porque a mayor número de carreras, profesores y estudiantes, mayor era el presupuesto asignado a la facultad (entrevista personal, 29 de noviembre de 2009). Si bien estos momentos de refundación develan enfrentamientos entre grupos, uno de los signos distintivos fue que los nuevos proyectos compartían concepciones semejantes en el plano ideológico, académico y político, en especial entre los aludidos grupos provenientes de la izquierda y los académicos extranjeros –exiliados argentinos, quienes fueron invitados a sumarse a la planta docente–, lo que favoreció nuevas discusiones académicas, con la ya descrita institucionalización del trabajo grupal y la construcción de proyectos colectivos. Los referentes grupales podemos apreciarlos a continuación: Fuente: elaboración propia a partir de las narrativas trabajadas. 232 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas Los normalistas: 1974 El primer coordinador del Colegio de Pedagogía, egresado de la Normal Básica, con una fuerte experiencia en ese ámbito y en cargos directivos, cursó la Licenciatura en Filosofía en la misma facultad y fue apoyado políticamente por los grupos directivos de la normal en el proceso de apertura del plan de estudios en el año de 1974, y posteriormente por HOJUXSRPpGLFRGHODXQLYHUVLGDG'LFKRSHUÀOQRUPDOLVWD lo compartía la primera generación de estudiantes, quienes en ese momento contaban aún con formación técnica, por lo que ingresaron a la universidad con la expectativa de lograr el grado de maestría, como sucedió en otras universidades del país,7 lo que les permitiría, además de contar con posgrado, trabajar en bachilleratos y en la misma universidad. Sin embargo, este primer proyecto no prosperó, en gran parte por el clima político que se vivía en la facultad, y también porque se trasladó en forma íntegra el plan de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que hacía al programa depender de un grupo de profesores de la misma UNAM, muy ligados de igual forma al normalismo. Esto originó el primer gran cisma y el enfrentamiento académico-político e ideológico y de estilos de gestión diferenciados que aún subsiste en la licenciatura y en la misma facultad, sin posibilidad de conciliación, pero que genera temporalidades diferenciadas en el conjunto grupos-institución: “normalistas versus universitarios”.8 7. Al respecto, Concepción Barrón Tirado ha documentado las disputas que este tipo de proyectos provocaron en la UNAM (con el consabido retiro de los profesores normalistas de la universidad y la independencia de esta última respecto a la Escuela Normal Superior en la Ciudad de México), y posteriormente en los estados (Barrón, 1992, p. 17). 8. Al hacer referencia a institución en este lugar, nos referimos concretamente a la Facultad de Filosofía y Letras. Sociedad No. 64 233 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX Refundadores: 1976 Es este el contexto en el que surge la refundación del Colegio de Pedagogía, ya que se integraron nuevos grupos académicos que sustituyeron, o bien convivieron, con el colectivo fundador de la carrera. La incorporación de los profesores con adscripción a grupos de izquierda, así como la llegada de exiliados argentinos en el año de 1976, conformó un ambiente en el que la militancia se volcó al ámbito académico, además de que se privilegiaron estilos de gestión que promovieron la participación y construcción de proyectos colectivos y, aun cuando convivieron con estilos de control muy rígidos y cenWUDOL]DGRV²HQHVSHFLDOHQODÀJXUDGHORVGLUHFWLYRV²IXH un período en el que se fortaleció el sentido de pertenencia, de colectividad, con una gran capacidad instituyente. (VWDV IRUPDV GH FRQÀJXUDFLyQ LGHQWLWDULD HQ ODV TXH privó la dimensión del yo-nosotros en el ámbito del trabajo remunerado, se constituyeron a través de modelos culturales y formas de organización en las que los actores se conocían o desconocían, no sólo en el ámbito laboral. Al conformar relaciones subjetivas e intrasubjetivas fuertes, estas trascendieron el ámbito del empleo, incidiendo en los estilos de implicación en el trabajo. Las formas de organización laboral y social incidieron también en los vínculos familiares y afectivos, lo que conformó un tipo de organización comunitaria (Dubar, 2002), toda vez que se compartían distintos ámbitos de la vida profesional y privada. La noción de colectividad permitió a los actores incluirse, ser protagonistas y partícipes en la conformación y desarrollo de proyectos colectivos. Los estilos de trabajo y la concepción académica rememoran la formación de tribus, HQODVTXHORVUHIHUHQWHVLGHQWLWDULRVFRQGHQVDQDÀQLGDGHV académico-políticas e ideológicas. 234 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas 1988-1990: la pulverización y los guiños de la globalización A través de la historia de la carrera, es posible advertir tanto la conformación de trayectorias académicas como su reestructuración. A raíz de ello, el proyecto académico se fue rediseñando en función de nuevas experiencias y vínculos con otros grupos de trabajo externos a la institución, a manera de otro tipo de prácticas que abrían nuevas posibilidades de desarrollo profesional tanto a los refundadores como a la tercera y cuarta generación de –en ese momento– jóvenes académicos: “los herederos”, egresados de la carrera que se incorporaron a la planta docente durante la década de los ochenta, apoyando el desarrollo del proyecto propuesto por los refundadores. Véase entonces cómo fue avanzando la temporalidad grupo-institución: Fuente: elaboración propia a partir de las narrativas trabajadas. Sociedad No. 64 235 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX $ÀQDOHVGHORVRFKHQWDVHSURGXMHURQÀVXUDVDOLQWHULRUGHO colectivo, bien por elegir otras instituciones que permitieran desarrollar otro tipo de prácticas que cobraban mayor legitimidad en el mundo académico (como la investigación), bien por acceder a estudios de posgrado –maestrías y doctorados–, bien para participar en proyectos innovadores como la “Universidad Virtual”. Aunado a lo anterior, también se dieron desplazamientos por razones de tipo económico a raíz de los bajos salarios que imperaron durante dicha década en las universidades públicas mexicanas, lo que obligó a varios académicos a buscar compensaciones económicas trabajando en otras instituciones, y en especial en universidades privadas9 de reconocimiento. La práctica académica se transformó, sujeta a los mandatos federales, al instituirse a lo largo de la década de los ochenta la planeación y ejecución de los procesos de evaluación y concursos permanentes para la obtención de recursos, lo que originó estas diásporas en las que los grupos se fragmentaron y las trayectorias académicas tomaron otros rumbos bajo la seducción de propuestas para obtener salarios mejor remunerados, abandonando o distanciándose del proyecto académico y, en ocasiones, de la institución en la que se participó. Este proceso generó, recordando a Robin, la pulverización de las identidades, en el sentido de que no son posiciones ÀMDV´(VDVSRVLFLRQHVHVWiQHQPRYLPLHQWR\DGHVWLHPSR son los mismos los que pasan de una posición a otra permanentemente” (Robin, 1998, p. 35). /DVÀVXUDVSURGXFLGDVSHUPLWHQDGYHUWLUWHPSRUDOLGDGHV grupales e institucionales, así como referentes identitarios concretos, que en el interjuego de lo social, institucional y 9. Las cuales captaban profesores de prestigio y con experiencia, formados en universidades públicas. 236 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas personal encuentran su articulación desde la dimensión grupal. Véase el siguiente esquema: Fuente: elaboración propia a partir de las narrativas trabajadas. A raíz de la diáspora grupal (Fernández, 2008), lo que prevalece a veinte años de distancia es un sentido de desgarramiento, de pérdida; aun cuando se cuente con otras satisfacciones, aparece la nostalgia: el “nosotros”, la “comunidad que fuimos”. Predomina la sensación de gran vacío en los que regresan a la institución de origen, o al lugar de refundación, y lo habitan nuevamente, pero con otro entorno: un retorno al “no lugar”. Es una doble traición: a la fundación y al origen. Es también una rebelión frente a la institución que no reconoció la dimensión humana de estos grupos refundadores, \DTXHVLELHQDÁRUDODFDSDFLGDGGHDJHQFLDPLHQWRHVWR es, de elección y decisión personal, por otra parte el hecho habla de la expulsión que generan las instituciones, como Sociedad No. 64 237 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX en el caso aludido, a través de la prevalencia de bajos salarios; la incapacidad para adecuarse a nuevas políticas de homologación de académicos, como ya se venía realizando en otras universidades públicas del país;10 la ausencia de nuevos proyectos; y el abandono de prácticas emergentes en la academia, como la investigación, que hasta la fecha ha contado con poco apoyo en la institución analizada. Esto plantea la necesidad de seguir pensando en las dinámicas que operan institucionalmente bajo los actuales modelos de gestión en las universidades, así como en las crisis identitarias producto de los nuevos vínculos de los docentes con la institución, con los pares y con las formas del ser y KDFHUDFDGpPLFR$ÁRUDGHLJXDOIRUPDODWHPSRUDOLGDGHQ la que los sujetos se encuentran ubicados respecto a su vida profesional, y que tiene que ver, por ejemplo, con las representaciones con las que los académicos habitan la institución en el tránsito entre la etapa de mayor productividad laboral (con trayectorias marcadas por el éxito y reconocimiento y la búsqueda de otros espacios u opciones profesionales), al paso progresivo hacia la jubilación y el retiro. /DVGLVWLQWDVWHQVLRQHVHVER]DGDVLQFLGHQHQODFRQÀJXración de identidades profesionales desde el sentido que los sujetos otorgan al trabajo, su situación laboral y su etapa de vida. Por ello, sostenemos que las trayectorias académicas VHHQFXHQWUDQPDUFDGDVSRU´VLVPRVµ\ÀVXUDVSRUFDPELRV permanentes determinados a la vez por las actividades que se realizan, las relaciones de trabajo, los grupos que se constituyen, el tipo de pertenencia y reconocimiento de los pares, así como por el compromiso de los actores con las actividades desarrolladas, por lo que resulta evidente la complejidad de procesos a los que se acerca el abordaje de %=?E=łJ=HAO@AHKOK?DAJP=EJE?E=AHLNK?AOK@ADKIKHKC=?EÉJ@A=?=@ÀIE?KO en la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). 238 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas las dimensiones inter- e intrasubjetivas en la constitución identitaria. Es posible advertir la celeridad de estos cambios a partir de la década de los ochenta, tanto en el contexto social como en el universitario. El último se evidencia en las transformaciones de los procesos institucionales regidos por nuevas políticas de planeación y evaluación de las instituciones de educación superior (IES) mexicanas y sus actores, como condición para la obtención de recursos federales, lo que PRGLÀFDWUD\HFWRULDVIRUPDVGHRUJDQL]DFLyQ\SUiFWLFDV Por ello, hemos incorporado la noción de “diáspora” en la indagación de estos nuevos procesos. Dicho concepto, desde la perspectiva sociocultural, nos aporta un encuadre DWUDYpVGHOFXDOHVSRVLEOHDGYHUWLUQXHYDVUHFRQÀJXUDFLRQHV\UHIHUHQWHVLGHQWLÀFDWRULRVORVTXH0LUH\D)HUQiQGH] (2008) diferencia de otro tipo de desplazamientos como la migración o el exilio.11 De ahí que se retome también la noción de “conciencia diaspórica” para referirse a estas identidades recreadas entre los grupos intelectuales, en las que, parafraseando de nuevo a Fernández, se conservan referentes de la sociedad de llegada y la cultura de la sociedad de partida, conformando una unidad cultural: “en una dinámica de negociación e intercambio entre distintos sujetos” (Fernández, 2008, p. 318), y también para referirse a un proceso en continua transformación en relación con los otros y con los cambios estructurales. Por ello, podemos considerar “las identidades FXOWXUDOHV FRPR SXQWRV GH LGHQWLÀFDFLyQ LQHVWDEOHV FRQ SURFHVRVFRQVWDQWHVGHLGHQWLÀFDFLyQ\VXWXUDµ )HUQiQGH] 2008, p. 318). En el caso trabajado, los referentes de pertenencia institucional-grupal son muy claros y están marcados por 11. El origen de las migraciones es económico, en tanto que el exilio porta un origen eminentemente político. Sociedad No. 64 239 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX la permanencia institucional de los actores, lo que tiene que ver con el periodo de expansión de las universidades públicas en México a partir de la década de los setenta y con el consabido ingreso a estas de gran cantidad de nuevos profesores, la mayoría de ellos jóvenes, incluso pasantes, estudiantes de licenciatura o recién egresados. Es por ello que resulta importante recordar el trabajo de Landesmann, et al. (1996), quienes señalan este momento como el del surgimiento de un nuevo profesional en México: el académico universitario, quien, a diferencia de los catedráticos, vive de la academia y se caracteriza por la permanencia institucional: “el punto en común es su pertenencia a las instituciones educativas y su inscripción en las funciones de producción y transmisión del conocimiento y la cultura” (Landesmann, et al., 1996, p. 158). De ahí que encontremos conformaciones identitarias y grupales tan fuertes y su progresivo avance durante la década de los ochenta hacia trayectorias y construcciones identitarias diaspóricas, determinadas por cambios contextuales, por los avances de las disciplinas y las prácticas profesionales, así como por los nuevos mandatos institucionales que han orientado el trabajo académico hacia prácticas cada vez más individualizadas. 2. A medio camino. Los formadores frente a la reforma educativa: el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) A partir de la década de los noventa, han sucedido una serie de reformas educativas en América Latina que se inscriben en las novedades pedagógicas de la época y se invisten de un discurso democratizador, en especial en instituciones que reivindican la gestión participativa, desde donde adquiere densidad el rescate de lo instituyente. 240 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas Esta idealidad se decanta de distintas maneras en cada uno de los actores que protagonizan la puesta en marcha de la innovación; es decir, en estos procesos encontramos intersticios de “fosilización”, pero también encontramos esfuerzos sostenidos por rescatar la dimensión instituyente como vuelco hacia lo humano. Los docentes suelen ser el último paso de la estrategia de implementación de las reformas educativas: se les adjudica la responsabilidad de su concreción. No son pocos los estudiosos sobre el tema que vuelven su mirada hacia el maestro y el respectivo proceso de apropiación e implementación de las prescripciones pedagógicas (Díaz Barriga, 2010; Guzmán, 2005; Torres, 2000). Como constante en los UHVXOWDGRVGHHVWRVHVWXGLRVVHHQFXHQWUDODDÀUPDFLyQGH la existencia de un desencuentro entre maestros y reforma, así como la necesidad de hacer coincidir dichas políticas educativas con procesos formativos para favorecer la participación protagónica de los profesionales de la educación. Aparece en la institución a la que se hace referencia un nuevo “actor en escena”: el formador. La reforma que sirvió de referente al trabajo que ahora se presenta reivindicaba que el formar a la mayoría de profesores de bachillerato con el mismo programa favorecería la conformación de un marco curricular común. Esta reforma tuvo como una de sus peculiaridades la inclusión de diversas universidades convocadas a la implementación de los procesos formativos. Esta doble intención colocó a las instituciones participantes, que fueron cuarenta y siete a lo largo del país, en un “lugar de malabares”: se les demandó implementar una propuesta formativa diseñada por un grupo de expertos externos, con tiempos y procesos GHVHOHFFLyQVHJXLPLHQWRHYDOXDFLyQ\FHUWLÀFDFLyQSUHHVWDEOHFLGRV\EDMRODFRQVLJQDGHQRPRGLÀFDUHOFRQWHQLGR ni la organización. Sociedad No. 64 241 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX En estas circunstancias, el Instituto Tecnológico y de (VWXGLRV6XSHULRUHVGH2FFLGHQWH ITESO)12 tomó la decisión de involucrarse en esta experiencia con el análisis previo de lo abruptas que han resultado este tipo de reformas para los profesores, por lo que se planteó la intención de favorecer a los profesores en formación a través de una atención presencial y personalizada.13 Esto lleva a preguntarse sobre el formador, sobre su papel de mediador en esta historia transinstitucional, toda YH] TXH OD FRQÁXHQFLD GH GLYHUVDV LQVWLWXFLRQHV LPSULPH un sello particular a los procesos de organización y, por ende, al interjuego entre lo instituido y lo instituyente. Se entiende lo instituido como aquello que aparece frente al sujeto como infranqueable, como una fuerza exterior y ÀMDPLHQWUDVTXHORLQVWLWX\HQWHDOXGHDOOXJDUGHOVXMHWR actor que se apropia, que cuestiona, que transforma. Ambas dimensiones siempre son complementarias, siempre son antagónicas y siempre están presentes en la relación entre la institución y el sujeto. Las circunstancias en que el formador inscribió su actuación en la mencionada reforma resultaron un campo minado: muchos maestros en formación14 no tenían computadora en casa y los cursos se diseñaron en modalidad semipresencial; otros tantos no manejaban las mínimas herramientas para el trabajo virtual. Un buen porcentaje de maestros vivió como imposición la formación; algunos más no tenían información sobre la reforma, ni sobre el proceso formativo; el pago a los formadores se retardaba hasta seis meses; y existía la amenaza de que si los maestros no concluían el 12. Universidad privada ubicada en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en el occidente de México. Su orientación jesuítica la hace aparecer como institución humanista. 13. Toda vez que el programa se diseñó bajo la modalidad de enseñanza virtual. 14. Cabe aclarar que se incorporaron al programa de formación profesores de bachillerato de diferentes subsistemas del país. 242 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas proceso, pagarían el costo del diplomado o podrían perder el empleo. El formador tenía un doble mandato: cumplir con los requerimientos formales de la reforma y centrarse en la persona del profesor. Favorecer la construcción de sentido \PRYLOL]DUODDFWRUtDGHPDQGDSHUVRQLÀFDGDHQODLQVWLtución contratante, el ITESO. Lidia Fernández abona al análisis del aumento de inseguridad e incertidumbre en las estructuraciones institucionales: El monto de la tensión y el sufrimiento variarán, por una parte, de acuerdo con el margen de articulación con las diferencias que permiten los modelos pedagógicos operantes y, por otra, de acuerdo o en relación con el grado de legitimación y con el valor que dan a los resultados de la formación los mismos sujetos que sufren la violencia de algunas de sus necesidades, rasgos y deseos (Fernández, 1998a, p. 94). $FRQWLQXDFLyQVHPXHVWUDQWUHVÀJXUDVFRQTXHORVIRUPDdores hacen alusión al lugar en que se colocan y la manera en que recrean la experiencia para hacer frente a la incertidumbre y así seguir adelante con la encomienda institucional, es decir, se expone el despliegue de lo instituyente. Dichas evidencias son producto de la implementación de grupos de discusión donde participó el grupo de formadores, quienes señalaron haber vivido el proceso de acompañamiento a los docentes en la oscilación entre la incertidumbre, la expectación de los resultados, la esperanza de notar cambios de actitud en los profesores, el reconocimiento de la distancia entre la idealidad y la realidad, y la empatía con los docentes ante situaciones difíciles. Se privilegió a lo largo del proceso reseñado la negociación como medida de sobrevivencia. El formador desarrolla su labor a la mitad del camino: tiene que buscar un equilibrio constante entre cumplir el mandato transinstitucional y, al mismo tiempo, Sociedad No. 64 243 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX parecerse a sí mismo: “el sujeto se ve apresado entre el GHVHRGHVDWLVIDFHUVXVÀQHV\HOUHQXQFLDPLHQWRQHFHVDULR para que el conjunto pueda funcionar” (Kaës, 2005, p. 62). Los tres lugares predominantes que mencionaron los formadores para colocar su actoría fueron los que a continuación se plantean: 1) Vendedores de sueños. Véase el relato de un formador: “Era como convertir a los maestros en apóstoles de las competencias” (entrevista personal, 22 de junio de 2011). El desconcierto, que aparece constantemente en los discursos de los formadores, es desesperanza que en muchas ocasiones proviene del desaliento de los docentes. Es posible advertir en el conjunto de profesores en formación una serie de desacuerdos respecto a la implementación de la mencionada reforma, lo que origina que los formadores vivan la consigna de buscar espacios para movilizar la esperanza, para convencer a los maestros en formación de las bondades que la reforma ofrece para la mejoría de su práctica, descentrándose del sufrimiento que les genera la participación en un proceso plagado GHGHÀFLHQFLDV 2) Ser agente de cambio. 2WUDSRVLFLyQTXHDSDUHFHIUHcuentemente en la voz de los formadores es la referida a la promoción del cambio, lo que se concreta en expresiones como la promoción “del cambio de actitudes”, mostrándose en tres modalidades: a) Menciona un formador: “los maestros llegan con la espada desenvainada, llegan enojados, llegan apáticos, llegan cerrados […] y hay que tratar de que cambien de actitudes” (entrevista personal, 22 de junio de 2011). b) Estos enunciados conjugan el sufrimiento compartido por todos los actores ante propuestas ajenas a quienes 244 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas  las construyen, las ejecutan y sobre quienes recaen, al tiempo que advierten los desafíos que enfrentan los formadores para avanzar. c) Dice un formador: “ya en el camino, los maestros fueron cambiando de actitudes” (entrevista personal, 22 de junio de 2011). Esto le adjudica un papel protagónico durante el proceso al formador, ligado al cambio de lugar de los destinatarios, docentes en proceso de formación. Esta modalidad, pues, tiene que ver con dicho proceso del cambio de actitud. (Q WRUQR D ORV UHVXOWDGRV UHÁH[LRQD HO IRUPDGRU ´DO final, logré que cambiaran de actitud” (entrevista personal, 22 de junio de 2011), bien cuestionando su práctica cotidiana, planteando alternativas al quehacer educativo o implementando cambios en la docencia. 3) Ser empático. Este apartado tiene que ver con el equilibrio del formador entre cumplir con lo demandado por las instituciones contratantes y simultáneamente atender a la persona, al profesor en formación. Se encuentran tres acepciones: a) Escucha activa para entender las circunstancias no favorables en las que el docente en formación se inscribe en el proceso. Entender la realidad en la TXHGLFKRVPDHVWURVODERUDQ\ODVGLÀFXOWDGHVTXH PDQLÀHVWDQSDUDSRQHUHQSUiFWLFDODVLQQRYDFLRQHV que la reforma demanda. E  /D LGHQWLÀFDFLyQ FRQ HO PDOHVWDU GH ORV SURIHVRUHV frente a la imposición. c) Delimitación de la empatía. Los formadores mencionaron no poder limitarse a una relación de afecto y FHUFDQtDORTXHORVRULHQWyDEXVFDUHVWUDWHJLDVDÀQ de que los docentes en formación siguieran adelante, DSUREDUDQHOGLSORPDGR\ORJUDUDQODFHUWLÀFDFLyQD Sociedad No. 64 245 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX pesar de las circunstancias desfavorables en que se insertaron al proceso. Por ello, se sostiene que las prácticas de los formadores sugieren posturas de “actoría”, lo que, recordando a Kaës (2005), se desarrolla entre el ser actor, actuado y espectador. Esto es: existieron situaciones en las que era imposible la intervención de los académicos ante un programa diseñado externamente, situación que los colocó en situación de actuados. A la vez, convivían en un contexto laboral en el que se les contrató para ejecutar el programa, lo que los colocó en situación de espectadores. Pero, se advierte a la vez, requirieron de la búsqueda de resquicios de innovación y creatividad, asociada a la esperanza, al diseño de estrategias, esto es, a procesos de actoría, en un juego constante HQWUHHVFHQLÀFDUDXQSHUVRQDMH\SDUHFHUVHDVtPLVPRV es decir, ser actores. La negociación constante y la búsqueda de equilibrio entre los mandatos y la empatía colorean de manera particular la práctica de los formadores, búsqueda como estrategia por contener la angustia, el miedo, la frustración; marcan el ser y hacer de los nuevos formadores: transformar las prácticas para no caer en la fatalidad, en la inmovilidad frente a restricciones impuestas por el exterior, así como cumplir con el mandato institucional para poder ser recontratados. Se asiste a la constitución de innovaciones, de procesos instituyentes, a través de dinámicas en las que emerge la actoría desde la creatividad. En estas nuevas prácticas se avanza en sentido contrario al primer caso descrito en FXDQWRDODVFRQÀJXUDFLRQHVLGHQWLWDULDV6HSXHGHDGYHUWLU aquí el progreso desde identidades dispersas a través de una contratación temporal para el desarrollo de una tarea \ODFRQIRUPDFLyQGHJUXSRV\UHODFLRQHVGHDÀQLGDGSDUD concretar el trabajo. Aparece un tipo de conformación grupal 246 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas sostenido por una tarea común a realizar en periodos cortos de tiempo, en la que la incidencia de los actores es ocasional. Desde la lógica trabajada por Dubar, esto nos acercaría DO´PRGHORDÀQDWDULRµFDUDFWHUL]DGRSRULGHQWLGDGHVLQFLHUtas, marcadas por el individualismo, en las que las nuevas formas de contratación son efímeras, y que se establece a WUDYpVGHUHGHVGHDÀQLGDGSRUORTXHHOPLVPR'XEDUODV señala como relaciones centradas en lo afectivo, en las que SUHYDOHFHOD´SUHFDULHGDGLGHQWLÀFDQWHµGHQWURGHOPHGLR profesional (Dubar, 2002, pp. 113-150), en contraste con las identidades de tipo comunitario. Estos movimientos permiten advertir en los nuevos estilos de gestión y situación profesional la irrupción de nuevas formas de trabajo, vinculadas a proyectos externos, desconocidos para los actores y la institución, en las que se construyen procesos de actoría e innovación in situ, y que desde las pulsiones de muerte promueven nuevas creaciones. Un reto de las instituciones educativas es no quedarse al margen de la política educativa, pero ¿cómo incorporar estos nuevos mandatos rescatando a la persona? ¿Cómo se van gestando nuevos tipos de prácticas en la perspectiva protagónica de estos procesos? Las expresiones instituyentes LQ\HFWDQYLGDDORVSUR\HFWRV\UHFRQÀJXUDQLGHQWLGDGHVDO incorporar la voz de los otros. Las reformas educativas, en su implementación, generan rupturas y desgarramientos en muchos de los actores involucrados al encontrarse frente a una nueva experiencia, lo que deja a muchos aparentemente en el vacío, pero, aunque las reformas educativas sean en muchas ocasiones “campos minados”, también son espacios de personas con capacidad de actoría. Los desencuentros entre los académicos frente a estas nuevas prácticas afrontan esfuerzos sostenidos desde lo instituido, por lo que es posible advertir un doble movimiento: las estrategias para convencer, la demanda de obediencia, Sociedad No. 64 247 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX contrapuestas con el accionar de actores erigidos como fuerza instituyente, que pelean por sostener el espacio laboral y la pertenencia. Estas polaridades tienen lugar en SURFHVRVGHUHFUHDFLyQGHUHVLJQLÀFDFLyQ\GHLGHQWLÀFDFLyQ En cada uno de los casos trabajados se advierte la capacidad de actoría de los sujetos frente a lo instituido, así como la búsqueda de la construcción de sentido, por el resguardo de la identidad. Los diversos mandatos que van coloreando la vida institucional toman densidad desde el acercamiento a las temporalidades; editan de diversas maneras la forma en que los académicos habitan y transforman las universidades en el interjuego entre lo instituido y lo instituyente, entre ser actor, actuado y espectador al mismo tiempo. En el interjuego entre lo instituido y lo instituyente se van gestando nuevos tipos de prácticas y de agrupaciones, lo que permite mantener vivos los proyectos, las instituciones y a quienes las habitan. Lo instituyente, al ser atravesado por la colectividad, favorece a su vez la constitución de identidades colectivas, donde el eco de la voz de la otredad se va formando, no sin rupturas, no sin desgarramientos, con su interior teñido por el rescate de lo humano. Un proyecto vive DOLUVHPRGLÀFDQGRDOFRQYLYLUFRQVHVJRV\GLIHUHQFLDVHQ los que también se generan procesos de institucionalización. Al tiempo que existen silencios, complicidades, lealtades como estrategias de sobrevivencia, se buscan intersticios de acción instituyente. Desde lo instituyente se van constituyendo nuevas institucionalizaciones. Aportes de esta investigación a las interrogantes iniciales En el caso de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, la producción de excelencia e innovación durante la última mitad de los setenta y los ochenta se centró en el diseño colectivo de proyectos (cuyo referente se encuentra en la 248 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas discusión permanente respecto a la constitución de nuevos campos de conocimiento, como el educativo), y la concreción de estas discusiones en nuevas propuestas curriculares. El modelo de trabajo en la facultad y en el grupo académico con el que se trabajó fue la decisión colegiada, el trabajo grupal, acompañado de un sentido de pertenencia muy fuerte, vinculado a su vez a la pertenencia a grupos de izquierda, por lo que el trabajo académico adquiere el cariz de militancia. Recordando de nuevo a Dubar (2002), se ha localizado este WLSR GH LGHQWLÀFDFLRQHV FRPR comunitarias, toda vez que traspasa el ámbito institucional y permea las dimensiones de convivencia personal y familiar. /RVQXHYRVPDQGDWRVLQVWLWXFLRQDOHVUHQXHYDQÀGHOLGDGHV\DFRPRGRVUHRUJDQL]DQDORVVXMHWRVGHVGHDÀOLDFLRQHV y hacen que se inauguren otros lugares en la institución. Los cambios, las prescripciones innovadoras, los diferentes PDQGDWRVWUDHQFRQVLJRODUHFRQÀJXUDFLyQGHLGHQWLGDGHV en un triple movimiento entre la deconstrucción, reconstrucción y construcción de referentes identitarios. De igual forma, tienen lugar novedosas formas de interacción, códigos emergentes, cambios en las representaciones de la profesión, de la institución y del lugar ocupado. (VWDPRYLOLGDGLQÁX\HHQODPDQHUDGHKDELWDUHOHVSDFLR LQVWLWXFLRQDO HQ ODV WUD\HFWRULDV TXH YDQ SHUÀODQGR nuevos caminos, no sin desencuentros. Desde ahí adquiere complejidad el planteamiento respecto a la existencia de diferenciales de actoría. El segundo caso planteado, el ITESO, resulta paradigmático, ya que representa a un nuevo grupo de “académicos formadores”, en los que la pertenencia institucional no es estable y los modelos de formación vienen diseñados del exterior, y que, a través de las tecnologías e información y comunicación, provoca la reconversión del trabajo de estos nuevos docentes, lo que evidencia formaciones identitarias inéditas, enfrentadas a la individualización de las situacioSociedad No. 64 249 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX nes y tareas a resolver en el momento a partir de formas alternas de gestión institucional, en las que los proyectos formativos son diseñados externamente. Si bien, en los años ochenta, Delamont (1985) analizó los problemas de la práctica docente, subrayando las interferencias en ella y diciendo que el académico tendría que mantener el control del grupo a través de la demostración del dominio de un contenido en un ambiente de aislamiento y autonomía dentro un salón de clases, se advierten ahora los cambios, toda vez que estas prácticas pierden su carácter privado, pasando a la esfera de lo público-externo y anónimo, y son puestas en marcha a través de las tecnologías de la información y la comunicación, lo que coloca a los formadores como transmisores de proyectos desconocidos, por lo que se sostiene que el “sufrimiento institucional” de los nuevos académicos se ve ahora acentuado, ya que deben crear en el momento dispositivos para resolver problemas in situ/DVSUiFWLFDVVHGLYHUVLÀFDQORVUHIHUHQWHVVRQP~OWLples y cambiantes, la innovación requiere la conformación de nuevos constructos identitarios, donde la tarea de transmisión se vuelque en uno de los aspectos más importantes de la práctica magisterial. Desparecen así los constructos identitarios inscritos en la continuidad o las identidades colectivas de tipo comuniWDULR\DTXHDOPRGLÀFDUVHHOVHQWLGRTXHVHOHDWULEX\HDO trabajo como componente de la identidad profesional, los VLJQLÀFDGRVVHWUDQVIRUPDQDOLJXDOTXHHOWLSRGHSUiFWLcas y las formas de adscripción institucional, por lo que la noción de diáspora, trabajada desde los estudios socioculturales, proporciona elementos para continuar analizando estos procesos. 2WUDGLPHQVLyQTXHUHVXOWDLQWHUHVDQWHGHVWDFDUHQHVWRV procesos de innovación, aun en situaciones críticas, es la fuerza instituyente, a través de la cual los actores imprimen otro rumbo como respuesta para no quedar presos de las 250 Sujetos, prácticas e institución. Aproximaciones a diversos constructos identitarios en dos universidades mexicanas innovaciones o los discursos democratizadores sostenidos en nuevas prácticas que llegan a los sujetos investidos de verticalidad. La demanda instituida es cada vez más compleja, propuesta como un nuevo modelo curricular, una modalidad formativa en la que no están socializados ni formadores ni sujetos en formación con la mediación tecnológica y la construcción del proyecto. Los diversos modelos académicos a los que se ha hecho referencia se encuentran atravesados por historias discontinuas que van de los años ochenta a la actualidad. Con todas las diferencias señaladas, conservan como rasgo común el ser proyectos gestados en los intersticios de actoría, de DSURSLDFLyQGHUHVLJQLÀFDFLyQDQWHFHGLGRVSRUODE~VTXHGD de asideros por parte de los sujetos que habitan las instituciones educativas. Aun en situaciones de “precariedad LGHQWLÀFDWRULDµFRQODLQVWLWXFLyQVHREVHUYDODE~VTXHGD de autoría y el esfuerzo por encontrar vínculos, relaciones y producción de sentido para las prácticas desarrolladas. Aun cuando en el segundo caso planteado se encontraron proyectos desprovistos de sujeto, también es cierto que HQHOPRPHQWRHQHOTXHHODFWRUVHLGHQWLÀFDFRQ\ORJUD GHFRGLÀFDU´HOSUR\HFWRµGHVGHVXFDSDFLGDGGHDFWRUtDVH generan innovaciones, incluso cuando subsisten otro tipo de respuestas ligadas al abandono, al desencuentro, a la simulación, tensiones visibles en los grupos con nuevas formas GH DGVFULSFLyQ LQVWLWXFLRQDO LQVFULWDV HQ OD ÁH[LELOLGDG \ los contratos efímeros, pero también en los otrora grupos cohesionados por el interés en lo colectivo de las discusiones disciplinares, quienes ahora se ven enfrentados a nuevas prácticas de las instituciones y formas de organización y trasmisión de conocimiento, por lo que abordar estas nuevas construcciones desde el encuadre de las conformación de conciencias diaspóricas abre otras posibilidades de indagación. Sociedad No. 64 251 Rosa Martha Romo Beltrán y Elba Noemí Gómez Gómez XXX El tema sobre las prácticas emergentes, como su nivel y discurso innovador, su destiempo, la difícil relación entre lo vertical y lo horizontal, la búsqueda de equilibrio por parte de los actores entre lo instituido y lo instituyente, el centralismo de las mismas, su endogamia o dispersión son lugares de abordaje diversos, donde no todo está dicho. Fecha de recepción: 30 de octubre de 2014 Fecha de aceptación: 05 de junio de 2015 Bibliografía 252 Amores, J. E. (2009). “Don Federico Gómez en la Universidad”. Interfolia. Órgano Bimestral de la Capilla Alfonsina, Biblioteca Universitaria. Nueva Época, (2), 20-22. =NNÉJ 1EN=@K   Ġ  ļ/AŃATEKJAO AJ PKNJK = H=O tendencias en la formación del pedagogo”. -ANłHAO Educativos, (57-58), 16-21. Bernstein, B. (1993). La estructura del discurso pedagógico. España: Morata. Díaz-Barriga, F. (2010). “Los profesores ante las innovaciones curriculares”. 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Recuperado de: www.uanl.mx La restauración de la Iglesia católica en la transición mexicana Germán Petersen CortésX Las funciones de la Iglesia en el sistema político mexicano, y la interacción de esta con el Estado mexicano, han sido temas ampliamente investigados por antropólogos, sociólogos e historiadores. La amplia literatura al respecto proveniente de estas disciplinas contrasta con la escasez de trabajos al respecto provenientes de la ciencia política. La ciencia política mexicana ha tratado más bien marginalmente las cuestiones religiosas, aunque –paradójicamente– quizá sean más políticas que muchas otras cosas. El más reciente libro de Soledad Loaeza utiliza el instrumental de la ciencia política para analizar los papeles que fue adoptando la Iglesia a lo largo de la democratización del régimen mexicano, con especial atención a su relación con el Estado. El argumento central del libro es que, a lo largo de los últimos 30 años, en el periodo denominado “transición mexicana a la democracia”, la Iglesia logró una restauración SROtWLFDWUDVFHQGLHQGRHOEDMRSHUÀODOTXHIXH conducida por el Estado posrevolucionario. Para XMaestro en Ciencia por El Colegio la autora, si bien es cierto que la Iglesia católica Política de México. mantuvo privilegios durante el régimen autori- [email protected] tario que dominó al país la mayor parte del siglo XX, no Soledad Loaeza (2013). La restauración de gozó de la autonomía que le la Iglesia católica en la transición mexicana. permitió la democratización México: El Colegio de México. Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 257 Germán Petersen Cortés XXX ni mucho menos tuvo las posibilidades de restauración que se abrieron con esta. El libro es una recopilación de artículos académicos –los más– y de divulgación –los menos– publicados por Loaeza en libros y revistas de México, Estados Unidos y Francia entre 1984 y 2010. Dado que la mayor parte de estos análisis se escribieron mientras se desenvolvía el proceso bajo estudio, no retrospectivamente, se acota el paso al error común de interpretar lo sucedido en el pasado a la luz de su desenlace. Aun cuando se trata de artículos pensados como unidades en sí mismas o como capítulos de otros libros, no como componentes de esta obra, se advierte un hilo conductor, que es justamente el creciente protagonismo de la Iglesia católica en la política mexicana desde el arranque de la transición hasta la fecha. Este protagonismo de la Iglesia se expresó de diversas maneras: acercamiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano, aprobación de reformas constitucionales favorables a la Iglesia, e intentos de la Iglesia por incidir en los valores de los mexicanos mediante la educación, por citar algunos ejemplos. 7RGRVORVFDStWXORVVHUHÀHUHQD0p[LFRVDOYRHOSULPHUR TXHVHUHÀHUHD$PpULFD/DWLQD(QHVWHFDStWXORLQLFLDOVH ofrece un panorama de la Iglesia en la región, analizando sus cambios y continuidades durante la segunda mitad del siglo XX, con especial atención a cuatro asambleas generales de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano: Río de Janeiro (1955), Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992). Así como el capítulo primero expone el contexto regional, el segundo plantea el contexto histórico para el caso de México, sintetizando el papel político de la Iglesia y su relación con el Estado de 1940 a los sesenta, es decir, las décadas previas al comienzo de la democratización y, por ende, del proceso que la autora interpreta como una restauración política de la Iglesia. Fue de los cuarenta a los sesenta que la relación entre Iglesia y Estado transitó de las 258 La restauración de la Iglesia católica en la transición mexicana tensiones producto de los múltiples choques entre ambas instituciones en los años posteriores a la Revolución, a la FRODERUDFLyQGHPXWXREHQHÀFLRHQHODUUHJORGHQRPLQDGR “modus vivendi”. Los capítulos cuarto, quinto y noveno analizan sistemáticamente la restauración política de la Iglesia entre 1970 y 1994, así como el rol del Estado en este proceso. Se trata, por tanto, de los capítulos que aportan la evidencia que sostiene el argumento central del libro. Los capítulos sexto al décimo y décimo segundo se enfocan en periodos o DVSHFWRVHVSHFtÀFRVGHHVWHSHULRGR$KtVHDERUGDQDVXQWRV como la relación entre la Iglesia y la democratización, la PHPRULD\HOROYLGRGHORVP~OWLSOHVFRQÁLFWRVHQWUH,JOHVLD y Estado en México, y el papel de la Iglesia en Chiapas en el levantamiento zapatista de 1994. Los capítulos tercero y décimo cuarto versan sobre las estrategias de la Iglesia para aprovechar el contexto de la *XHUUD )UtD \ HVSHFtÀFDPHQWH HO DQWLFRPXQLVPR GH OD época, para hacer prevalecer sus valores en la construcción de la femineidad. En los capítulos décimo tercero y décimo quinto, la autora también aborda las estrategias de la Iglesia para que sus valores prevalezcan, respectivamente, en la educación de niños y jóvenes y en asuntos ampliamente discutidos en el México de hoy, como la interrupción legal del embarazo y los derechos de las parejas del mismo sexo. Loaeza apunta las múltiples contradicciones entre estas posturas de la Iglesia y las de aquellos segmentos secularizados de la sociedad mexicana. Estos cuatro capítulos constituyen un mirador para observar la articulación entre religión, política, cultura, derecho y moral. El enfoque de Loaeza es institucionalista, por lo que la investigación subraya la dimensión organizativa de la política, la centralidad de las reglas en las interacciones de poder y las contradicciones tanto entre instituciones como dentro de cada institución. Si bien el acento de la obra está Reseñas No. 64 259 Germán Petersen Cortés XXX colocado en lo político, no se pierde de vista la relación de esto con las demás esferas de la sociedad, sobre todo analizando la interacción entre la participación política de la Iglesia y las tendencias ideológicas de la época. Los alcances y límites del protagonismo político de la Iglesia están en buena medida condicionados por las visiones del mundo dominantes y las afrentas que estas reciben de visiones que les son contrarias. El grado de abstracción que mantiene la autora a lo largo de la obra le permite distinguir la trayectoria política de la Iglesia en el siglo XX mexicano, sin perder fundamento empírico en sus explicaciones. Dicho en otros términos, la argumentación se centra en macroinstituciones, como la Iglesia, el Estado y el sistema político, y se enfoca en la escala nacional, lo que prácticamente obliga a un alto grado de abstracción; sin embargo, esto no obsta para que las explicaciones estén cimentadas sobre evidencia. El trabajo de Loaeza revela que la Iglesia está en un cambio continuo, aun cuando frecuentemente se jacte de lo contrario. Al estudiar a la Iglesia desde una perspectiva histórica, la autora pone en relieve el carácter cambiante de su participación política, en oposición a visiones que, consciente o inconscientemente, hacen énfasis en la continuidad. 2WUDGHODVIRUWDOH]DVPHWRGROyJLFDVGHOWUDEDMRHVTXHQR aísla la política nacional de la internacional ni de las grandes tendencias globales. De hecho, Loaeza no sólo toma en cuenta factores internacionales de evidente impacto sobre la Iglesia mexicana, como la relación diplomática entre México y El Vaticano, sino también otros acontecimientos importantes para el catolicismo a nivel mundial y, por ende, para el mexicano, como el Concilio Vaticano II, el papel de la Iglesia en la caída de los regímenes socialistas de Europa del Este y la tensión bipolar de la Guerra Fría. 260 La restauración de la Iglesia católica en la transición mexicana El trabajo profundiza en las élites religiosas y políticas, en una lectura arriba-abajo de lo que la autora sostiene es la restauración política de la Iglesia. Un buen complemento de esta perspectiva sería centrarse en el papel de los católicos “de a pie” en esta restauración, en una lectura abajoarriba. Sería especialmente interesante conocer el papel que desempeñaron en este proceso aquellos católicos que se organizaron políticamente de manera autónoma a las directrices del magisterio y hasta en franca contraposición con algunos sectores de este. En la “Introducción”, Loaeza condensa una de las múltiples provocaciones intelectuales a las que invita al lector. “La Iglesia recuperó la plena autonomía en México gracias a la democracia, al pluralismo político y a la diversidad social; es de esperar que ella misma se haya comprometido con estos tres procesos en los que siempre vio un adversario” (p. 12). Queda la duda de si la Iglesia se comprometerá con el pluralismo mexicano en el futuro, pero es un hecho que hasta ahora ha mostrado, cuando menos, ambivalencia. El trabajo de Loaeza, por la originalidad de su argumento central y la consistencia de los argumentos secundarios respecto al central, seguramente se convertirá en un referente para entender el papel político de la Iglesia en el México contemporáneo. El libro es lectura obligada no sólo para los especialistas en cuestiones religiosas, sino para todos los interesados en el sistema político mexicano, y más particularmente para quienes pretenden lograr una comprensión amplia de este, que no se limite a las instituciones tradicionalmente consideradas como políticas. Para los politólogos el libro es aun de mayor importancia, pues además de que invita al estudio de una institución más bien marginal en la ciencia política mexicana, aporta claves metodológicas para investigarla con las herramientas propias de la disciplina. Reseñas No. 64 261 Querer ser otro Rafael Miranda RedondoX La autora de este texto lleva a cabo un excelente ejercicio para abordar una temática de la vida cotidiana: el arreglo corporal por parte de jóvenes mujeres indígenas y mestizas emigradas a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dándole un interesante realce a nivel antropológico e histórico. Se aprecia mucho en la lectura la inclusión de SDVDMHV ELRJUiÀFRV YLQFXODGRV FRQ OD HOHFFLyQ GHODWHPiWLFD/DÀJXUDSDWHUQD\HQSDUWLFXODU la relación con la madre de la autora son asuntos referidos al inicio, y en lo sucesivo se diluyen en el texto, que a partir de ahí habla explícitamente sólo de las otras y los otros. No obstante, esos pasajes ELRJUiÀFRV\VXXELFDFLyQHQODVSULPHUDVOtQHDV del documento hacen pensar en que lo que ahí se describe tiene un lugar iniciático para el resto de lo que se dice. Es en todo caso desde ahí que la autora nos habla. X Coordinador La consideración, iniciática, repito, de esos general de la Cátedra pasajes –aunque relativamente escuetos– me hizo Interinstitucional Cornelius Castoriadis y pensar mucho en el etnopsicoanalisis de George miembro del colectivo Deveraux, y, sobre todo, en el análisis de la trans- de bibliógrafos de Castoriadis/ ferencia y la contratransferencia que conlleva todo Cornelius Agora International. proceso de conocimiento, lo que otros autores del [email protected] institucionalismo francés –René Loureau, por ejemTania Cruz Salazar (2014). Las pieles que plo– han denominado el vestimos. Corporeidad y prácticas de belleza en análisis de la implicación o jóvenes chiapanecas. Guadalajara: UNICACH, del lapsus del intelectual; CESMECA, ECOSUR. Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 263 Rafael Miranda Redondo XXX esas corrientes que, con la propuesta de Cornelius Castoriadis, han desmentido que el psicoanálisis haya muerto, como lo hubiera vaticinado felizmente el pensamiento posmoderno al referirse a los “grandes relatos”. Muy por el contrario, el psicoanálisis como teoría y como practica poietica –del griego, “creación de sentido nuevo”– sigue siendo un potente recurso para abordar la dimensión imaginaria de la sociedad. En efecto, con la excepción hecha, por supuesto, respecto a los prejuicios que Sigmund Freud tenía cuando abordaba la sexualidad femenina, el psicoanálisis sigue representando –por ejemplo, para Judith Butler, citada en el texto aquí reseñado– un recurso laico para relacionarse con el otro que nos habita. Es en esta perspectiva que, a lo largo de la lectura, hice un ejercicio de lo que llamo “la clínica de la alteridad”, y que la autora, de algún modo, practica o por lo menos sugiere. La interrogación de entrada es ¿en dónde, a través del arreglo corporal, se busca ser otro, y hasta dónde se trata solamente de un simulacro de ocultamiento de la alteridad propia? A partir de la lectura del texto, pareciera que estamos ante el arreglo corpóreo “enculturado” como el simulacro para ser otro. Ese simulacro sugiere entonces, si no la apertura ante, sí la curiosidad no sólo por la otredad sino, sobre todo, por la alteridad. La alteridad que nos habita como inconsciente, como institución y como imaginario radical creador. ,QVWLWXFLyQTXHHQWDQWRTXHHVPXQGRGHVLJQLÀFDFLRQHV imaginarias sociales, habla por nosotros como “formación discursiva”, si se quiere, haciéndonos individuos sujetados, pero también como la instancia respecto a la cual se puede WHMHUXQDUHODFLyQGLVWLQWDUHVLJQLÀFiQGRODDOWHUiQGROD\ por lo tanto, alternándonos. Entiendo por alteridad, del griego alloiosis, y por reconocimiento de la alteración de lo dado, una dimensión cuyo reconocimiento tiene una venerable ancianidad, en todo caso 264 Querer ser otro LQÀQLWDPHQWHDQWHULRUDODPLVWLÀFDFLyQGHOGHFRQVWUXFFLRnismo y los otros “des-”. Pero entonces, querer explícitamente alterarnos –aquí el salto al vacío– en una relación distinta con aquello que está en nuestro origen, supone necesariamente reconocer como valor, orgánicamente ligado a la mejor modernidad, el de la autonomía propia y ajena. Cierro el ejercicio. En este sugerente libro la autora nos brinda los elementos fundamentales para situar histórica y VRFLDOPHQWHODUHÁH[LyQHVTXHPiWLFDPHQWHSUHVHQWDGDHQ líneas anteriores, y, diría yo, la posibilidad de imaginar esa relación distinta con la institución propia de quien practica el arreglo corporal, la cultura de origen, la institución propia de las mujeres que migran a San Cristóbal, o el padre como fuente exclusiva de sentido. $KRUD ELHQ XQD YH] TXH SUHFLSLWDPRV OD UHÁH[LyQ GHO ejercicio anterior a lo histórico-social, la cosa se complica. La VLJQLÀFDFLyQLPDJLQDULDVRFLDOTXHVXE\DFHDODH[SOLFLWDFLyQ y la práctica del querer ser otro, por ejemplo, en el arreglo, es un valor positivo vinculado con los orígenes de la ruptura TXHVXSRQHHOQDFLPLHQWRGHODÀORVRItD\ODGHPRFUDFLD\ por ende vinculado a su vez con la modernidad como revés ante la verdad revelada. Una ruptura que, al unir la institución propia con el nomos y no más con la phisis, asumirá el carácter trágico de la existencia, carácter a partir del cual podemos interrogarnos: ¿qué pasa cuando perpetuamente el instituyente que subyace a dicha relación, distinta con la institución propia, es recuperado –por la institución y por la institución que subyace al capitalismo y que tenemos interiorizada–, convirtiendo nuestros deseos en deseos de consumo? ¿Qué tiene que ver el deseo de ser otro, como instituyente que arremete contra la institución de lo dado, con la repetición en la institución de “soy totalmente Palacio”?1 1. El Palacio de Hierro es una cadena de tiendas, sobre todo de ropa, que ha marcado el curso de la moda de la clase media, en particular la femenina, en los últimos 50 años en México, y cuyo eslogan es “soy totalmente Palacio”. Reseñas No. 64 265 Rafael Miranda Redondo XXX Es cierto que la modernidad corriente, reciclada hasta la saciedad por el capitalismo, nos quiso hacer creer que todo lo nuevo es bueno y todo lo viejo, malo. Sabemos que esWRHVIDOVRSHUR¢TXLpQGHFLGHFXiOHVOD´EXHQDÀJXUDµGH quién la ostenta? ¿El Palacio de Hierro? ¿Los antropólogos y consultores posmodernos de paso por San Cristóbal en búsqueda de malinches, igualmente posmodernas? Aquí de nuevo emerge relevante el análisis de la implicación respecto al propio “objeto de estudio”, ausente en la mayoría de las corrientes de la antropología, y que la autora sugiere al inicio de su texto al momento de posicionar su biografía como lugar iniciático, análisis de la implicación que deja al descubierto lo que vaticina Marc Augé –también citado en el texto–, cuando habla de la “crisis de alteridad”. Verse a sí mismo como objeto de estudio, accediendo así a la UHÁH[LYLGDGSDUHFLHUDXQSURSyVLWRHQWUHOtQHDVTXHUHFRUUH HOWH[WRGHLQLFLRDÀQ La otra versión, o las otras versiones, corresponden a la interiorización, nunca hecha explícitamente en el positiYLVPR FLHQWtÀFR PiV UHFDOFLWUDQWH ²HQ GRQGH LQFOX\R SRU supuesto al marxismo–, de la categoría de la determinidad, por la cual se aspira a mantenerse al margen en los procesos de conocimiento, y en especial respecto a su dimensión imaginaria, o por otro lado, a contracorriente de lo anterior, la interiorización –en las formaciones discursivas y su ineluctabilidad, por ejemplo, en un intento por posicionarse UHVSHFWRDOVXMHWRVXEVWDQFLD²GHÀJXUDVLJXDOPHQWHWUDVcendentes, pero en este caso acompañadas de una cultura de la sospecha, por ejemplo, en los feminismos inspirados en la obra –ampliamente citada– de Michel Foucault. El relativismo cultural, y otros que se derivan de ese rechazo del sujeto sustancia –este caso nuevamente arroSDGRSRUODÀODQWURStDHQODDFDGHPLDVHxDODGDSRU'HYHraux–, es el que hace posible –aquí de nuevo el divorcio del ÀOyVRIRUHVSHFWRDODFRPXQLGDGSROtWLFD²TXHORVOXFKDGRUHV 266 Querer ser otro por la “descolonización” no tengan que interrogarse sobre por qué eligen parejas que son ciudadanos de los antiguos imperios; que las feministas no tengan que interrogarse por qué tienen como amigos del alma a machos arrogantes; que los marxistas recalcitrantes no tengan que interrogarse por qué buscan sus parejas entre las hijas de los grandes industriales; que los contestatarios de los gobiernos vinculados con los cárteles de la droga no tengan que cuestionarse nada cuando, periódicamente, entregan su cuota a dichos FiUWHOHVSDUDVDWLVIDFHUVXVFRQVXPRVTXHÀQDOPHQWHORV expertos en migración no tengan que interrogarse sobre el hecho de que ellos nunca han migrado; y así sucesivamente. Todo esto gracias a la teología racional –o a su equivalente en el universo relativista, que equipara el Réquiem GH0R]DUWDXQSDUGHERWDV²TXHSURIHVDTXHHOÀOyVRIR puede vivir al margen de la comunidad política porque de VHUSDVWRUSDVyDVHUWHMHGRUSDUDÀQDOPHQWHFRQVDJUDUVH como epistemon (Platón), es decir, como quien posee la ciencia que lo acredita para pensar al margen del hacer. El tema de cómo los pueblos indios u originarios se HQIUHQWDQD²RVLJQLÀFDQRQR²HVDPRGHUQLGDGTXHQRVGD vergüenza, y del “libérate comprando esta lavadora”, es sin duda un tema apasionante. El desafío que supone es asumido por la autora y conlleva el riesgo de relativizar, al punto de decir que todo vale, y que si los pueblos indios abandonan el pozol por la Coca-Cola, hay que suscribirlo porque “están manejando su cultura”. La autora del texto Las pieles que vestimos nos presenta una visión mucho más compleja. El sujeto del arreglo corporal se crea –y, diría yo, se autoinstituye, se autoaltera– a través de las tecnologías de género, pero ese mismo sujeto también, y por periodos prolongados, usando este recurso, se repite en el RFXOWDPLHQWRGHODDOWHULGDGJUDFLDVDODVVLJQLÀFDFLRQHV imaginarias sociales que el consumo, pero también que la Reseñas No. 64 267 Rafael Miranda Redondo XXX LQVWLWXFLyQTXHHVWiHQVXVRUtJHQHV\OHFRQÀHUHOD´LGHQtidad”, le ofrecen. A lo largo de la lectura de este sugerente texto fue inevitable que me acompañara, en el trasfondo, la anécdota de Sócrates, quien preguntó a su madre: “Madre, ¿por qué soy tan feo?”, a lo cual su madre respondió: “Sócrates, no eres feo, eres diferente”. 268 Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales Zeyda Rodríguez MoralesX El texto Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales es HOUHVXOWDGRGHXQWUDEDMRFROHFWLYRÀQDQFLDGR por CONACYT para el desarrollo de un proyecto que llevó por nombre el mismo que da título al libro, al menos en su primera parte: “Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea, una aproximación desde la sociología”, el cual fue FRRUGLQDGRSRU$GULDQD*DUFtD\2OJD6DELGR El libro es un trabajo de amplia extensión que supera las cuatrocientas páginas y en el cual se conjuntan once capítulos, siete en su primera sección, llamada “La afectividad”, y cinco dentro XProfesora-Investigadora del Departamento de la segunda, titulada “El cuerpo”. Los autores de Estudios de la de estos capítulos provienen de diversas insti- Comunicación Social, tuciones tanto de nuestro país como de otros CUCSH, Universidad de Guadalajara. países, entre ellos España, Colombia, Suecia e [email protected] Inglaterra. Las coordinadoras del Adriana García Andrade y Olga Sabido Ralibro parten de aseverar mos (coords.) (2014). Cuerpo y afectividad en que los temas del cuerpo la sociedad contemporánea. Algunas rutas del y la afectividad están de amor y la experiencia sensible en las ciencias somoda en los últimos años ciales. México: CONACYT, UAM-Azcapotzalco. Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 269 Zeyda Rodríguez Morales XXX en las ciencias sociales. Emulando la expresión que Rorty diera al “giro lingüístico” acaecido en las ciencias sociales hace ya varias décadas, Helena López (una de las autoras) habla ahora de un “giro afectivo” y un “giro emocional” para designar tal hecho. No obstante que esto sea innegable, ha sido pretensión de las coordinadoras dar forma y fondo a HVWDSHUFHSFLyQTXHÁRWDHQHODLUHFRQYRFDQGRDGLYHUVRV autores a realizar recuentos en campos temáticos especíÀFRVTXHSHUPLWDQFRPSUHQGHUYDULDVFRVDVTXLpQHVKDQ sido los autores que propiciaron este auge del cuerpo y la DIHFWLYLGDGTXpFRQGLFLRQHVVRFLDOHV\FLHQWtÀFDVORSHUPLtieron, desde qué perspectivas teóricas y metodológicas lo han hecho, en qué lugares, qué instituciones y qué tiempos, así como el nivel de desarrollo alcanzado y el dibujamiento de las agendas de investigación a futuro que han surgido a partir de este “giro afectivo”. De este modo, las bibliografías que acompañan cada capítulo son un aporte en sí mismas para los interesados en las temáticas tratadas. Para hablar de afectividad es necesario partir del reconocimiento de una emoción fundamental que da origen a los afectos: el amor. Desmarcándose de la discusión psicológica y biológica sobre lo amoroso, las coordinadoras, asumiendo VX ÀOLDFLyQ VRFLROyJLFD DÀUPDQ TXH OR TXH LQWHUHVD GHO amor es, por un lado, las construcciones discursivas que moldean la experiencia amorosa propiamente y, por otro, la vinculación humana que propician; en suma, se trata de comprender las emociones como un problema sociológico central y no accesorio a lo humano, vinculado con la experiencia del cuerpo en un nudo indisoluble. A continuación se describirá el contenido de los capítulos que contiene la primera sección. El primer capítulo corresponde a Anna G. Jónasdóttir y se titula “Los estudios acerca del amor: un renovado campo de interés para el conocimiento”. En él se describe un amplio panorama sobre el tema del amor, organizado 270 Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales en tres secciones, la primera se dedica a dar cuenta justaPHQWHGHODDPSOLDSURGXFFLyQELEOLRJUiÀFDVREUHHOWHPD así como de sus autores centrales y perspectivas teóricas; la segunda realiza un recuento de la actitud renuente que precedió a la actual, en la que el amor era mal visto en las ciencias sociales y en los casos en que aparecía era de forma reduccionista y peyorativa. En la tercera sección, la autora narra el tránsito de esta renuencia a la aceptación del amor en diversos campos disciplinares, precisando los aportes más importantes de autores ahora muy conocidos como Eva Illouz, Ulrick y Elizabeth Beck, Anthony Giddens, Diane Ackerman, Irving Singer, entre muchos otros. Cada uno de ellos ha destacado dimensiones distintas del amplio y complejo asunto de la experiencia amorosa. A lo largo de su texto, la autora va mostrando también su propia aportación al campo, la cual parte de una original y refrescante relectura de Marx. El segundo capítulo, “Dibujando los contornos del amor. &XDWUR UHJLRQHV HVSHFtÀFDVµ HV XQ WUDEDMR GH $GULDQD García Andrade. Se trata de un estudio cuantitativo sobre la producción en torno al tema localizada en plataformas electrónicas y revistas de ciencias sociales y humanidades, ahí incluidas, entre 1989 y 2008, que muestra el panorama HQFXDWURUHJLRQHVFLHQWtÀFDV WpUPLQRGHÀQLGRVLJXLHQGROD teoría de sistemas de Niklas Lhumann): la anglosajona, la española, la francesa y la mexicana. En primer término, la autora describe lo que encontró en cuanto a tipos de revistas y número de artículos, la adscripción disciplinar de los autores más citados en ellos, las temáticas generales más frecuentes, y las perspectivas metodológicas más usadas. (QXQVHJXQGRPRPHQWRVHDGHQWUDHQFODVLÀFDUODDGVcripción disciplinar de las revistas, así como la frecuencia de aparición de artículos sobre el amor en cada una de ellas, así como las formas en que tendencialmente se trata Reseñas No. 64 271 Zeyda Rodríguez Morales XXX el amor en sus artículos, es decir, qué se estudia sobre él, qué se problematiza o se dice. Los hallazgos de García Andrade son sumamente interesantes, pues muestran claramente que las condiciones de producción de la investigación y publicación en el campo GHWHUPLQDQ HQRUPHPHQWH HO SHUÀO GH ODV UHJLRQHV \ HQ ellos se incluye la disponibilidad de cierta bibliografía, la existencia de circuitos particulares de circulación del saber, la predominancia de ciertos enfoques y ciertos métodos de indagación, entre otras cosas. Como ilustración de esto es que en la región anglosajona, el amor se analiza mayoritariamente desde la psicología; en la francesa, desde la literatura y la historia, al igual que en la española; mientras que HQODPH[LFDQDSUHGRPLQDODVRFLRORJtD2WURGDWRHVTXH los autores más citados en las cuatro regiones son Michel Foucault y Sigmund Freud. El tercer trabajo se denomina “Poliamor. De la promesa de amar a muchos. Un comentario sobre la posición de investigación”, y es ofrecido por Christian Klesse. En él se propone dar una visión general sobre los debates sobre el tema; contextualizar el poliamor como concepto y práctica, y comentar el estado actual de la investigación al respecto. 3DUDLQLFLDUHODXWRUDFODUDORTXHVLJQLÀFDSROLDPRU El concepto describe una concepción de la relación en la cual es posible mantener relaciones románticas y/o sexuales con varias parejas simultáneamente [...] un criterio central es que todos los involucrados en una relación están enterados del carácter no monógamo de la relación UHK=łNIAJBQJ@=IAJP=HIAJPAĠL  El autor descubre que las discusiones más ricas sobre el tema son desarrolladas al interior de subculturas bisexuales, lésbicas o alternativas, y que no hay demasiada investigación empírica al respecto. La mayoría de las publicaciones se trata de reportes de experiencias, tratados históricos 272 Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales breves, declaraciones políticas sobre relaciones múltiples, o libros de consejos psicológicos o autoayuda para apoyar a quienes optan por esta forma de relación amorosa. En este capítulo, el autor analiza la producción de bibliografía de consejería psicológica y la correspondiente a un discurso de tipo académico, descubriendo en el camino la estigmatización sobre la práctica poliamorosa, así como de sus adeptos, y más si son homosexuales o lesbianas. El cuarto capítulo del libro trata sobre una emoción distinta y se titula “La envidia como objeto de estudio. Una revisión desde la psicología social”. Fue realizado por Edwin Mayoral Sánchez. Al igual que los anteriores, realiza una descripción del panorama actual sobre el estudio de la envidia, poniendo el énfasis en la psicología social. El autor GHÀQHDODHQYLGLDFRPR [...] una experiencia emocional discreta que ocurre cuando las personas se comparan socialmente con otra persona o grupo que posee objetos, habilidades y logros similares a ellos. Por lo general es insatisfactoria y dolorosa, produce sentimientos de inferioridad e implica el deseo por obtener y/o malograr los aspectos materiales o cualidades envidiados, causando emociones de malestar físico y emocional (p. 165). Se parte de la idea de que la envidia es una emoción poco estudiada, y esto se debe probablemente, dice el autor, a que sea algo natural, cotidiano, inofensivo y normalmente no reconocido por quienes la experimentan. Para constatar si hay tal escasez sobre el tema, el capítulo muestra la revisión de la producción en el campo de las ciencias sociales de 1980 a 2012, partiendo de las bases electrónicas de dos casas editoriales anglosajonas, Sage y Taylor & Francis, y GRVEDVHVGHGDWRVPH[LFDQDVOD5HGGH5HYLVWDV&LHQWtÀFDV de América Latina y el Caribe (RedALyC) y la biblioteca digital de la UNAM. Lo encontrado por Edwin Mayoral lo lleva luego a describir la obra de los tres autores más Reseñas No. 64 273 Zeyda Rodríguez Morales XXX importantes en el campo: Peter Salovey, de la Universidad de Yale; Richard H. Smith, de la Universidad de Kentucky; y Lucy María Reidl Martínez, profesora de psicología de la UNAM, los tres vivos y aún en activo. El quinto trabajo se titula “Matrimonio, desigualdad de género y bienestar socioemocional de los miembros de la pareja”, y es obra de Eduardo Bericat. Este texto tiene como objetivos descubrir, mediante un procedimiento cuantitativo, [...] qué nivel de bienestar socio emocional disfrutan las personas que han decidido contraer matrimonio o mantener una relación de pareja [...] si tanto las mujeres como los hombres logran el mismo estado relativo de bienestar subjetivo cuando viven similares condiciones o circunstancias [...] [y] si la desigualdad de género matrimonial, esto es, la diferencia de estatus existente [...] condiciona el bienestar socioemocional de mujeres y de hombres (p. 192). &RQHVWHÀQHODXWRUHFKDPDQRGHOÌQGLFHGH%LHQHVWDU6XEjetivo, indicador compuesto que toma en cuenta estados emocionales positivos y negativos en torno a cuatro dimensiones: estatus, situación, persona y poder. El levantamiento de información se llevó a cabo en un total de veinte países de Europa en el año de 2006. Este trabajo muestra hallazgos muy interesantes en torno a la dinámica entre las parejas en países sobre los que, suponemos, existe una mayor presencia de los valores de la igualdad entre los géneros y destradicionalización de los roles masculino y femenino. Con sorpresa leemos lo enconWUDGRSRU%HULFDWSXHVFRQÀUPDODYLJHQFLDGHVLWXDFLRQHV en las que los hombres experimentan mayor bienestar emocional cuando su posición social es mayor que la de sus parejas mujeres, mientras que ellas también se encuentran mejor cuando sus parejas hombres son superiores a ellas, DXQFXDQGRVHWUDWHGHSHUÀOHVIHPHQLQRVFRQHGXFDFLyQ\ 274 Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales alta remuneración económica en su trabajo. Por otra parte, cuando las parejas hombres se encuentran en posición de menor estatus frente a sus mujeres, tanto ellos como ellas experimentan bajos índices de bienestar subjetivo, no obstante gocen de una alta posición económica. (QWpUPLQRVDQDOtWLFRVHODXWRUFRQÀUPDODYDOLGH]H[SOLcativa de una “teoría del interés” para explicar el bienestar femenino al momento de unirse o casarse, y de una “teoría de la dignidad” cuando se trata de entender el bienestar masculino. El sexto capítulo lleva un nombre inspirado en dos novelas de Gabriel García Márquez, “El amor y otros demonios en los tiempos de la modernidad tardía”, y es un trabajo de Francesc Núñez, Natalia Cantó-Milá y Swen Seebach. En él ORVDXWRUHVQDUUDQORHQFRQWUDGRHQWRUQRDOVLJQLÀFDGRGHO amor y las experiencias de pareja en cincuenta entrevistas realizadas en España y Alemania en los años de 2011 y 2012. En ellas ponen especial atención a los discursos, las prácticas y las emociones, así como a la intervención de las nuevas tecnologías en las relaciones amorosas en los últimos años. Para su análisis, parten de la teoría de la tríada de Robert Stenberg, cuyos vértices son la intimidad, la pasión y el compromiso, y sobre esta estructura describen sus hallazgos, los cuales ilustran con fragmentos de las narrativas de los hombres y mujeres entrevistados. En términos generales, encuentran cómo se ha transformado la frontera entre lo público, lo privado y lo íntimo; el decrecimiento de la pasión en aras de una creciente racionalización de los sentimientos; y una presencia persistente del romanticismo que ocasiona que narraciones y experiencias amorosas [...] se vean divididas, polarizadas por dos demonios paralelos que sostienen nuestro ideal y nuestra práctica amorosa y nos obligan a malabares de conciencia dignas del mejor circo para construirnos una Reseñas No. 64 275 Zeyda Rodríguez Morales XXX biografía amorosa coherente con lo que es y con lo que creemos que debería ser el amor (p. 253). El último capitulo de esta sección se titula “Emociones, afectividad, feminismo”, y es obra de Helena López, a quien se mencionó páginas atrás. La autora parte del análisis de un artículo publicado en 1981 por la escritora y feminista Audre Lorde, llamado “The uses of anger: women responding to racism”,FRQHOÀQGHGHVWDFDUTXHORHPRFLRQDOHV político, que es también una instancia epistemológica, y que el conocimiento emocional requiere de una reelaboración productiva para activarse como una acción transformadora (p. 260). La autora aborda en su trabajo los retos que los estudios de las emociones y la afectividad plantean al “giro discursivo”, es decir, qué elementos no discursivos es posible idenWLÀFDUUHÀULpQGRVHSRUVXSXHVWRDODUHOHYDQFLDGHOFXHUSR Por otra parte, explora el efecto que tanto las emociones como los afectos tienen en la acción del feminismo queer. Helena López denomina “giro afectivo” y “giro emocional” [...] a un enfoque teórico-metodológico que, sin negar la importancia crucial de la maquinaria discursiva, sostiene la necesidad de reconocer que en las dinámicas sociales están en juego fuerzas del orden de lo corporal irreductibles a la interpelación discursiva (p. 263). Comenzar a hablar con propiedad de esta moda, de este auge de lo emocional y afectivo, implica lanzar a las ciencias sociales en su conjunto un reto que me parece ineludible: la superación de las oposiciones razón/emoción, sociedad/ individuo, objetivo/subjetivo, tan comunes aún. (O OLEUR FRRUGLQDGR SRU $GULDQD *DUFtD \ 2OJD 6DELGR no termina aquí, sino que continúa con una segunda sección dedicada al cuerpo, cuyos capítulos y autores son los siguientes: el primero es presentado por Elsa Muñiz y se 276 Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Algunas rutas del amor y la experiencia sensible en las ciencias sociales titula “Descifrar el cuerpo. Una metáfora para disipar las ansiedades contemporáneas”; el segundo fue realizado por Miguel Ángel Aguilar Díaz, y se llama “Corporalidad, espaFLR\FLXGDGUXWDVFRQFHSWXDOHVµHOWHUFHURHVREUDGH2OJD Sabido y Priscila Cedillo, y lleva por título “Miradas de las ciencias sociales al cuerpo en México: tendencias temáticas y DERUGDMHVGLVFLSOLQDUHVµ\ÀQDOPHQWHHO~OWLPRFDStWXORHV “El cuerpo y las afectividades en Colombia: entre el esteticismo y el miedo”, y corre a cargo de Darío Blanco Arboleda. La lectura de este libro hace evidente que el esfuerzo HPSUHQGLGRSRU$GULDQD*DUFtD\2OJD6DELGRGLRHVSOpQdidos resultados. Los trabajos reunidos aquí conforman un amplio y sólido panorama sobre los estudios acerca del cuerpo y la afectividad que justamente da forma y fondo a la sensación de que estas dimensiones, tan menospreciadas DQWHVHIHFWLYDPHQWHÁRWDQHQHODLUH\KDEUiTXHWRPDUODV muy en serio de aquí en delante. Reseñas No. 64 277 Are rationals the social norms? Abstracts No. RAFAEL PLANCARTE In this article, it is given a review of the study of social norms as one of the mechanisms that are present in the action of individuals and their relation to the theme of rationality. The need to get away from the functionalist explanations and attend microfoundations seeking explanations from an intentional approach arises. First, the externalist version of rational choice for the study of social norms is discussed. Then it gives a general tour through the sociology to identify the main criticisms of this version of rational choice. Finally, it opens a space to the internist version of rational choice to see what does it has to say on the subject, particularly from the perspective of Jon Elster. It is assumed in the conclusions that the two proposals of rational choice are complementary to approach the phenomenon of social norms. Keywords: social norms, rationality, intentionality, cooperation, social order. 64 “Normal” and stigmatized: symbols of social stigmatization in Juan Rulfo LILIA LETICIA GARCÍA PEÑA This work is a partial result of the extensive project “The pending stigma and new social actors in the essential works of contemporary Mexican literature”. Here are studied seven forms of social stigma encountered in the complete work of Juan Rulfo and its aesthetic representation in the symbolic network using as frame Erving Goffman’s microsociological theory. The methodology of Goffman, CAJAN=PA@@QNEJCPDAłBPEAO EO=LH=PBKNISDE?D=HHKSOPDA OPQ@UKBPDAOK?E=HNA=HEPEAOOECJEłA@EJPDAPATP>KPDEJJKR=tively and rigorously. The microsocial review of Juan Rulfo’s work opens new possibilities of interpretation both of his poetic imperatives and of the social interactions in it repEspiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Vol. XXII No. 64 TSeptiembre/ Diciembre de 2015 279 resented, allowing us to approach to the mechanisms of social construction of the other and of sociocultural change. Keywords: Social stigma, symbolic representation, microsociology, Juan Rulfo. Abstracts No. 64 1DAP=TNABKNIġ*ATE?K†OłO?=H=J@EJAMQ=HEPU problems MÓNICA UNDA GUTIÉRREZ This article analyzes the Executive’s tax bill, the Legislature’s approved tax bill and the Executive’s decrees made after the legislative process. The tax reform scope, in terms of tax level and tax system progressiveness is discussed in historical perspective. Similarly, some of the Mexican tax system’s problems are addressed. It is suggested that a far-reaching reform should increase tax collection by progressive taxes; should reduce the tax loopholes that characterized the tax system; and should make the Ministry of Finance a more transparent institution. Keywords: political economy of taxation, tax reform, inequality and tax progressivity, tax transparency, Mexican State branches of power. The people in arms. Vicalvaro and the 1936 coup IVÁN RODRÍGUEZ LOZANO The main object of this article is the recovery of the events happened in the village of Vicálvaro between July 17th and July 20th, 1936. We studied the key documentation, which allowed us to reconstruct the daily life of the village, and specially the one of the barracks of light artillery No. 2, which was responsible for the rebellion in this quarter of Madrid. Some local conclusions can be derived from the analysis of the information, which may contribute to the debate about other issues, such the theoretical collapse of the republican state after the revolt. 280 Keywords: coup, revolt, Vicálvaro, history, republic. Abstracts No. 64 Internal organization of Mexican immigrant associations: an assessment from the place of destination JUDITH PÉREZ-SORIA This paper analyzes internal process of Mexican inmigrants associations in different cities of California. The study is >=OA@KJ@=P=?KHHA?PA@BNKIPSAHRAłNOPHARAH=OOK?E=PEKJO or “clubes de oriundos”. Using qualitative techniques, we document the complexity of the internal organization of these associations, as well as the variety of individual and social efforts to keep them working. The research highlights the importance of the role played by the localities of destination in our understanding of the organization process of Mexican immigrants, as well as the possibilities of their collective actions. In this way, we discuss and complement the studies focused on Hometown Associations from the Mexi?=JHK?=HEPEAOKBKNECEJ,QNłJ@EJCOODKSPD=PPDAļ?HQ>AO de oriundos” are complex associations that impose a high organizational cost on its members, as well as spheres of sociability that members use to satisfy a set of social needs related to their position as immigrants. Keywords: Mexican hometown associations, Mexican inmmigrants, internal organization, civic participation, California. Citizen participation and territory planning on the Mexico’s northern border VERÓNICA MARTÍNEZ-FLORES, MA. DE LOURDES ROMO-AGUILAR, GUSTAVO CÓRDOVA-BOJÓRQUEZ Citizen participation is a requirement of modern democracies for the construction of public policy. In territory planning, citizen participation is done through consultation tools as participative planning workshops (PPW). This study ana281 lyzes citizen participation in three cases of territory planning on the Mexico’s northern border. The results show that PPW are a good tool for deliberation but that is necessary to strength the institutional frame to open more spaces for effective participation of society. Keywords: governance, territory planning, citizen participation, planning, participative planning workshops. Abstracts No. 64 Subjects, practices and institution. Approaches to various identity constructs in two Mexican universities ROSA MARTHA ROMO BELTRÁN Y ELBA NOEMÍ GÓMEZ GÓMEZ This work reconstructs the meaning that academics give to university regulations and the ability to express ourselves (Kaës), as the university contains and ¨suffers in us¨. We particularly refer to the mandates that universities have incorporated through the validation of different practices. These are a few of the questions from which we approach different trajectories and groups that were instituted in two university cases in Mexico: Bachelors degree in Education (UANL); and a teacher training experience in the Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Keywords: institutional innovations, academic identities, histories and institutional change.