Repositorio Institucional De La Universidad Veracruzana

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE HISTORIA “LA FORMACION DE LA ELITE POLITICA EN XALAPA, LOS ESTUDIANTES DEL COLEGIO PREPARATORIO DE XALAPA, (1920-1950)” TESIS PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN HISTORIA PRESENTA JOSÉ DE JESÚS HERNÁNDEZ RONQUILLO DIRECTOR: DR. JORGE RODRÍGUEZ MOLINA NOMBRE DE LA LINEA GRUPOS SOCIALES, ELITES Y LA ARTICULACION DEL PODER EN VERACRUZ, EN EL SIGLO XIX Y XX. XALAPA, VER. DICIEMBRE 2014 "[...] quienes gobiernan las democracias contemporáneas disfrutan el uso del poder concentrado en sus manos, como resultado de las desigualdades en la distribución de los recursos del poder e influencia en sus respectivas comunidades o sistemas políticos" Suárez Farías. 2 Agradecimientos A mi Madre: Que siempre ha estado cuando la he necesitado, que me apoyado en todos mis proyectos, por estar con migo en las victorias y en las derrotas, que ha visto siempre por mi bienestar, gracias por toda tu dedicación y paciencia, por tus consejos, por tus desvelos, por tu comprensión y amor, eres un ejemplo de lucha, esfuerzo y dedicación, por todo esto y más muchas gracias. A mi hermana: Aunque ya no estás conmigo, me enseñaste mucho, la dedicación, la nobleza, la sencillez, el respeto y la honestidad eran algunas de tus cualidades con las cuales me demostraste que con el esfuerzo se puede hacer cualquier cosa. A mi esposa: A ti que has traído felicidad a mi vida, que me comprendes y apoyas, gracias, porque juntos hemos enfrentado diversas contrariedades, gracias por esos momentos de alegría, tristezas, peleas y todo ese amor que me demuestras día a día. A mi hijo: Gracias por enseñarme la virtud de la infancia, en la que no existen preocupaciones, en la que el único compromiso es 3 el jugar y divertirse, por darme la oportunidad de aprender a ser padre, gracias. A mi asesor: Por su paciencia, sus consejos y su apoyo. A mis lectores, por su tiempo, dedicación y por todos sus consejos. Todos aquellos que han sido parte de mi vida familia, amigos, maestros que de algún modo he aprendido de ustedes, gracias por su apoyo. 4 Índice Introducción----------------------------------------------------------------------------7 1 EDUCACIÓN MEXICANA EN EL CONTEXTO NACIONAL 1821-1950 1.1 Antecedentes de la educación en México --------------------------------- 19 1.2 Educación en México, en la primera mitad del siglo XX --------------- 25 1.3 Implementación y desarrollo de la educación secundaria---------------- 29 1.4 Los orígenes del bachillerato y su desarrollo en México ---------------- 39 2 LAS ELITES Y SU FORMACIÓN EN VERACRUZ 2.1 Comportamiento de las élites políticas------------------------------------- 58 2.2 La formación de las élites --------------------------------------------------- 68 2.3 La socialización a través de la educación-----------------------------------74 2.4 La elite mexicana globalizada---- -------------------------------------------77 2.5 La educación de las élites veracruzanas ------------------------------------84 3 EL PAPEL DEL BACHILLERATO EN LA FORMACIÓN DE LA ÉLITE EN XALAPA 3.1 El Colegio Preparatorio de Xalapa, su origen y desarrollo---------------91 3.2 La obra de los Gobernadores -------------------------------------------------96 3.3 Los directores y su gestión --------------------------------------------------102 3.4 Ex alumnos del colegio------------------------------------------------------ 108 5 Conclusión -------------------------------------------------------------------------118 Hemerografía --------------------------------------------------------------------- 122 Archivos ----------------------------------------------------------------------------123 Bibliografía-------------------------------------------------------------------------125 6 Introducción La educación en nuestro país ha tenido un desarrollo lento, la cual ha tenido que enfrentar muchas dificultades para poder estar al alcance de todos, es así que en el artículo tercero de la constitución política menciona que todos los mexicanos tenemos derecho a la educación gratuita, laica y de calidad Pero cuando la realidad rebasa las expectativas y la demanda es mayor que la oferta, se deja de ver a la educación como un derecho y pasa hacer un privilegio, esto es por el gasto que implica estudiar. Para principios del siglo XX la matricula en los niveles primaria y secundaria habían incrementado y llegaban a gran parte del país, pero aun con las diversas reformas educativas que se dieron en el país, la ciudad de Xalapa aun tenía un gran atraso educativo. Con la construcción del Colegio Preparatorio de Xalapa se buscaba hacer frente a la demanda de la sociedad, de tener acceso a la educación, pero por sus ideas conservadoras, se convirtió en una institución elitista, la cual seleccionaba a sus alumnos a través de distintas características. En este trabajo buscaré despejar una de las dudas más importantes que como ciudadanos nos podemos hacer hacia un político la cual es, ¿Cómo se forman los políticos?, sin duda podemos caer en distintas teorías tales como la influencia de la 7 familia, el tipo de educación que recibe, el entorno social y familiar o bien por iniciativa propia. Dar a conocer la historia del Colegio Preparatorio, su importancia como institución educativa y su impacto en la sociedad xalapeña, es importante mencionar a dicha institución como la primera escuela enfocada a la educación superior y a proporcionar a esta ciudad de ciudadanos ilustrados, según lo menciona el fundador de esta institución Antonio María de Rivera. También resaltaré como surge la idea de crear esta escuela, las problemáticas que tuvo que enfrentar María de Rivera para llevar a cabo su proyecto, ya que por la época que le tocó vivir, los conflictos políticos tanto nacionales como locales le dificultaron la tarea. Las diferentes edificaciones en las que se estableció momentáneamente y como llega a establecerse en su actual edificio, la falta de fondos para el mantenimiento del colegio, la lucha constante por conservarlo ya que por disputas políticas y conflictos internos, en diversas ocasiones se estuvo a punto de perder la propiedad y que esta pasara a manos privadas. El análisis del contexto educativo, siendo un punto fundamental en la elaboración de esté trabajó, ya que los sucesos nacionales impactaron en gran medida al Colegio, por las diferentes reformas a la ley educativa, los conflictos socio-políticos que de igual forma retardaron la consolidación de dicha institución y en repetidas ocasiones amenazas con el cierre momentáneo o parcial del Colegio. Busco demostrar que esta institución albergaba a una gran parte de estudiantes de la elite xalapeña, ya que esta institución brindaba aparte de una buena educación 8 preparatoria, un estatus social por el hecho de estudiar en ella o de haber sido egresado. Analizar el comportamiento de las élites a nivel nacional, estatal y local, su formación dentro de las instituciones educativas y el desarrollo profesional que estos perfeccionaban dentro de las aulas. Busco resolver esta interrogante atraves del análisis de las investigaciones realizadas por diversos autores entre los que puedo destacar Roderic Ai Camp, Daniel Bell, Jaime Castrejon, Guadalupe Monroy, Lois Skan, Gaetano Mosca, Leonardo Pasquel y Peter Smith. Mi punto a defender es que las élites políticas mexicanas se forman desde las aulas, es decir, dentro de las escuelas a las que asistieron, es por esto que no es de sorprender que dependiendo al entorno social, político y económico, las elites veracruzanas se enfoque en ciertas instituciones educativas las cuales les dieron las herramientas intelectuales y de prestigio que necesitaron para alcanzar sus metas. En este punto me baso en las obras escritas sobre Xalapa y su vida socio-política entre los años de 1910 hasta 1950, donde se da una serie de cambios educativos a la capital veracruzana, con la creación de distintas instituciones educativas y su afán por contar con un mayor número de profesionistas, pero las carencias económicas harán de este objetivo una realidad clara para unos cuantos, los cuales tendrán las facilidades económicas para solventar los gastos que implicaba estudiar. Atraves de los escritos de Beatriz Ayala, Humberto Celis Ochoa, Martín Ceron Cortés, María de Ibarrola, José Velasco Toro y Soledad García Morales, los cuales desarrollan un estudio no sólo de la sociedad xalapeña y su transformación, sino también de la vinculación que los políticos crean con ciertas instituciones, en 9 concreto con el Colegio Preparatorio de Xalapa y de su interés por el buen desarrollo de esta institución. Si bien es importante el detallar quién da a quién el prestigio, si la institución al alumno o el alumno a la institución, el logro del alumno es también el logro de la escuela por lo que puedo afirmar que van de la mano y si a esto le agregamos el hecho de que la escuela pondrá especial énfasis a la hora de seleccionar sus alumnos con lo cual se busca que sólo los mejores estudien, pero quiero dejar en claro que esto no significa que sea la gente más inteligente sino la que tiene influencias de distintas índoles ya sean políticas, económicas, etc. Para esta afirmación me respaldo de los archivos encontrados dentro de la biblioteca histórica del colegio en donde las actas realizadas por administrativos, directores y maestros, los cuales explican en dichas actas que varios alumnos fueron aceptados por ordenes directas de la secretaría de gobernación o por el gobernador en turno. Desarrollé esta investigación comenzando por la historia de la educación y los antecedentes educativos, desde la culminación de la independencia hasta la primera mitad del siglo XX, buscando dar un panorama general del desarrollo de la educación en nuestro país El desarrollo de la educación básica en México, un análisis por sus reformas e implementación en la segunda mitad del siglo XIX, es lo que me permitirá hacer un análisis más detallado del desenvolvimiento de la educación para la clase política. También manejo el desarrollo del bachillerato como una herramienta más para un cierto sector de la sociedad lo que irá dando pie a una desigualdad social en el sector educativo, al cual sólo tendrán acceso de las clases medias hacia arriba. 10 Aquí me respaldo de los escritos realizados sobre el Colegio Preparatorio, uno de ellos escrito por un ex alumno Leonardo Pasquel (Pasquel, 1968: 103) en cual a través de obra deja notar el comportamiento no sólo del alumnado sino de las autoridades que rodeaban a esta institución, y de una investigación oral realizada a ex alumnos los cuales a través de sus relatos me permitieron adentrarme a los años de mayor auge de esta institución. Destacar el comportamiento de las elites es importante como actúan, y se desenvuelven en su entorno y lo que tienen que hacer para llevar a cabo sus objetivos los cuales son insertarse en la vida política, no sólo de su estado sino en varios casos del país. El dejar a la vista de todos que si querías ser un político en Xalapa era necesario estudiar en el colegio nacional de Xalapa, ya que éste te abriría las puertas para estudiar una carrera universitaria. Si bien ya he mencionado que no era fácil tener acceso a dicha educación por distintos motivos, desde el primordial que es el económico y en esta época la falta de desarrollo económico hace que el estudiar sea un lujo más que una necesidad. Entre los puntos generales que desarrollo en este trabajo se encuentran: 1_ Dar a conocer la evolución que ha venido enfrentando la educación en nuestro país, sus problemáticas y su paso de una educación nacionalista a una educación industrializada. 2_ Explicar los beneficios que trajo al país el disminuir el analfabetismo y cómo este fenómeno se verá reflejado en el ámbito económico, político y social. 11 3_ Desarrollar un análisis en el cual se explica ¿cómo se creó el nivel preparatorio?, un paso enorme en el ámbito educativo ya que con esta acción se buscaba preparar mejor a los alumnos antes de ingresar a la Universidad. 4_ Conocer la forma de comportarse de las élites, su entorno, su educación y sus profesiones, conocer a detalle las cualidades de dicho sector social y la forma en cómo sus acciones impacta en la sociedad en general. 5_ Conocer el desarrollo educativo de las élites veracruzanas durante la primera mitad del siglo XX, para ser más de la cúpula política veracruzana formada de 1920 a 1950. 6_ Mostrar el impacto que trajo a la ciudad de Xalapa la creación del Colegio Preparatorio, ya que dicha institución formaría a los políticos durante sus años de mayor apogeo. 7_ Mostrar la formación de los grupos elitistas no como políticos sino como aspirantes, el liderazgo que dejan al descubierto no sólo a sus familiares si no a sus maestros. 8_ Analizar el papel del profesor dentro de la institución mencionada anteriormente y su influencia al educando para redirigirlo a la vida política del Estado 9_ La educación recibida dentro de las aulas del Colegio Preparatorio jugará un papel fundamental en el trayecto socializador de los alumnos, que dotará a estos de ciertas herramientas para pertenecer a la cúpula del poder. Algunas de las preguntas que me hice fueron: ¿Como el tema educativo se relaciona con la política?, es decir, ¿como las políticas de Estado pueden impactar en las instituciones educativas?, ¿Cómo los alumnos pueden cambiar la forma de hacer política dependiendo al grupo al que pertenecen? 12 ¿Cuál era el papel que jugaba el Colegio Preparatorio en la política del estado?, ¿Cómo se comportaban las elites en el país y principalmente en el Estado? ¿Cuando se separa la educación secundaria de la educación superior? ¿Cómo se implementa la educación preparatoria? ¿Cuál es el entorno educativo profesional que la elite buscara de ellos y de sus hijos? Aun con la formación de distintas escuelas sólo algunas tendrán cierto reconocimiento el cual será bien visto por la élite, el lugar idóneo donde sus hijos pueden estudiar y seguir en este círculo tan cerrado, donde no cualquiera puede entrar. Muchos de los habitantes jalapeños optaban por estudiar en la normal ya que esto les reducía gastos, por lo que la normal no tuvo mayor problema es consolidarse como una institución educativa formadora de maestros, siendo una opción más viable, mientras que el Colegio Preparatorio o Colegio Nacional de Xalapa era una institución vista por la sociedad xalapeña como una escuela para la clase media y alta ya que pagar los gasto de bachillerato y posteriormente de la universidad sería algo incosteable para la clase baja. A esto también hay que mencionar lo estricto que eran a la hora de seleccionar a sus alumnos, ya que desde su fundación hasta la primera mitad del siglo XX, se caracterizó por ser una institución muy estricta y de difícil acceso. A través de la historia se sabe que las organizaciones buscan mejores condiciones de vida, así como la construcción de estructuras de convivencia social, que permitan a los individuos una relación productiva y armónica, o por lo menos ese es el supuesto simbólico de las sociedades. 13 Los individuos que tienen capacidades diferentes, aparentemente “superiores” a las del resto de la población, tienden a unirse con el fin de dirigir a una sociedad hacia el progreso o para mantener el status y sus privilegios, es decir, evitar la movilidad en las redes del poder real y conservar el poder en el seno del grupo; garantizando su dominio sobre el resto de la población (Ai Camp, 1995: 5). Los sistemas de dominación van cambiando en sus formas pero hay un continuo de un grupo de individuos o conjunto específico que sigue gobernando y mantiene las relaciones asimétricas de poder intactas. La lucha por el poder es parte de la naturaleza del ser humano, el estar por encima de los otros es una necesidad casi orgánica, la lucha por ser el primero, el mejor, el de los privilegios, provoca que la rueda de la historia humana se mueva. Si pensamos después en las dinámicas interior de toda sociedad, advertimos enseguida que en éstas el carácter de lucha por la preeminencia, antes que por la existencia, es todavía más evidente. Este trabajo, está formado de tres capítulos en los cuales busco explicar cómo es que la élite política en xalapeña se formo en el Colegio Preparatorio, con el primer capítulo trato de dar un panorama general de la educación en México, su desarrollo, sus características, su evolución y su planteamiento entre otros muchos factores a analizar. Para este capítulo es importante manejar el desarrollo de la educación secundaria y de la educación preparatoria ya que el Colegio Preparatorio en sus inicios fue secundaria y era el nivel necesario para poder ingresar a la universidad, atraves del tiempo y de las reformas educativas el proceso cambio y se tenis que estudiar no 14 solo secundaria sino también preparatoria como un grado de preparación antes de ingresar a los estudios profesionales. En el segundo explico el comportamiento de las élites, ya que conocer a fondo el comportamiento de este grupo ayuda a un mejor análisis de la información obtenida, la formación que reciben pues saber cuelas son las características que buscan de las instituciones a las que ingresan, el plan educativo que reciben y el impacto que esto trae cuando un grupo determinado de elitistas se convocan en una sola institución, como es el caso del Colegio Preparatorio. En el tercero desarrollo el proceso histórico de Colegio Preparatorio, el interés que ciertos gobernadores han tenido por esta escuela, las aportaciones de los alumnos egresados y su desenvolvimiento como profesionistas y parte de la élite veracruzana y el impacto que trajo consigo la consolidación de esta institución. A través de analizar distintos escritos relacionados con el Colegio Preparatorio entre los cuales se encuentra la revista jarocha no.52 uno de los escritos más relevantes, escrito por un ex alumno Leonardo Pasquel, el cual maneja la vida interna del Colegio, sucesos vividos desde las aulas y el desarrollo histórico de este. Analizo los diferentes directores que ha tenido esta institución, sus vidas profesionales y las aportaciones de estos a la institución, para hacer mas enriquecedor ente trabajo comparo la información con otros tres libros más que a mí parecer son de vital importancia para un mayor entendimiento de la información, los cuales llevan por nombre: (Breve historia del colegio preparatorio de Xalapa monografía) de Beatriz Ayala, (Anales históricos del colegio preparatorio de Xalapa) de Humberto Celis Ochoa y (La influencia del educador en los educados del nivel medio superior de las instituciones : Colegio Preparatorio) de Silvia Cruz. 15 Para realizar el contexto histórico utilizare diferentes obras capaces de aportar diferentes sucesos sociales, entre los que se encuentra el de Edmundo Sánchez Tagle “Xalapa memoria de una ciudad”, el de “Vida cotidiana en Xalapa en las postrimerías del Porfiriato” de Jaime Renan, el uso de los sucesos históricos regionales son primordiales para dar una idea de los sucesos que tuvo que enfrentar esta institución a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Las élites, como consecuencia de su estatus compartido, tienen una visión similar sobre diversas cuestiones. No obstante, los estudios empíricos llegan a la conclusión de que en realidad sus perspectivas son tan diversas como las del resto de la población. No se afirma que las elites del poder en México compartan actitudes similares al interior de cada grupo o entre grupos, el liderazgo suele generar cambios significativos en la opinión pública, los cuales han tenido consecuencias notorias en el cambio de dirección de la sociedad en diversas cuestiones políticas. En Veracruz el estudio de las élites es muy austero ya que no se ha escrito mucho del tema a lo más que se puede llegar a encontrar son investigaciones de ciertos políticos veracruzanos y sus obras como funcionarios, iniciando su estudio desde su formación universitaria lo que no deja claro qué tipo de entorno socializador influyó en su formación, ya que este ultimo nivel sólo explica una parte de su aspiración y formación política. En este trabajo se destaca el papel que desempeñan los tutores, maestros o guías, a los que se les identifica como mentores y a los que se les reconoce no sólo su influencia como cabezas visibles en la formación de políticos, sino incluso como 16 motores en la integración de estos grupos y hasta en la conformación de redes cuyo desenvolvimiento y actividad se han convertido en un recurso para la vitalidad y creciente participación en las sociedades. La influencia de los guías o mentores se potencia al analizar la educación que reciben los integrantes de los grupos de élite, las carreras que cursan y las familias a las que pertenecen. También se destaca la importancia de la profesión del padre como una potencial fuente en la que se establecen relaciones que pueden resultar definitivas en la vida profesional de los integrantes de grupos de poder. 17 1. EDUCACIÓN MEXICANA EN EL CONTEXTO NACIONAL 1821-1950 18 1.1 Antecedentes de la educación en México Durante la primera mitad del siglo XIX la educación pública en las diversas regiones del país tomó gran impulso, creándose numerosas escuelas primarias que seguían el sistema lancasteriano, así como seminarios y otras instituciones de cultura superior. Consecuentemente la organización política del Estado trajo consigo la obligación para los ayuntamientos de sostener escuelas primarias, para la cual el primer problema que surgió fue la falta de locales. Las escasas condiciones económicas del pueblo permitían muy reducidos contribuciones, pues los ingresos apenas alcanzaban para el pago de los sueldos de los empleados, a lo que había que agregar la atención de los más grandes servicios públicos; sin embargo, fueron adquiridos y adaptados edificios, empezando de esta forma a funcionar las escuelas oficiales (Gonzalbo, 1985: 9). El papel de la iglesia en la educación y la noción de libertad fueron puntos de conflicto desde 1824, los liberales de las primeras décadas del México independiente propusieron la libertad de enseñar con el objeto de acabar con el monopolio eclesiástico sobre la educación, al mismo tiempo, pensaban que cualquier intervención del estado en la educación destruiría la doctrina liberal. Sin embargo el presidente Valentín Gómez Farías, expidió el 23 de octubre de 1833, una ley en la que se estableció por primera vez en México, el principio de la libertad de enseñanza (Gonzalbo, 1985: 27). 19 Este ordenamiento vino a desorientar y a dividir el funcionamiento de las escuelas, porque estando el dominio de éstas en manos clericales se suponía que se abría el camino para la nueva corriente ideológica y con el mismo propósito de excluir a sectores eclesiásticos y conservadores, los liberales modificaron su opinión y propusieron el control estatal sobre la educación (Staples, 1992:112). La reforma liberal de 1833 que impedía al clero intervenir en la educación, no pudo aplicarse pues para 1834 fue suprimida ante la respuesta adversa de los sectores conservadores. Esa reforma brindó las bases de la propuesta liberal de educación pública en los años próximos, a partir del principio básico de la integración nacional. Considerando al laicismo como el liberalismo de la enseñanza, buena parte de la educación continuó en manos del clero, pero a mediados de 1850 aun tuvo vigencia el principio de la libertad de enseñanza, se opero un cambio de espíritu que llevaría a un control mayor de la educación por el Estado (Vázquez, 1992: 86). Para 1843, el presidente general Antonio López de Santa Anna expidió el Plan General de Estudios de la Republica Mexicana, que en su artículo 60 ordena que los alumnos reciban sólidos principios religiosos; la política de éste tendía a contrarrestar los efectos que en los diez años anteriores se habían obtenido por el principio de libertad de enseñanza. Santa Anna en su política conservadora y reaccionaria, sabiendo que los recursos del Estado eran limitados y mezquinos los que se dedicaban a la educación, impulsando a las escuelas particulares declaro “nacionales establecimientos educativos sostenidos por rentas del Erario”. 20 todos los Se elaboró un plan para centralizar la enseñanza en todo el país, quitando toda facultad a los gobiernos de los Estados (Vázquez, 1992: 122). Tres años más tarde, los ayuntamientos volvieron a hacerse cargo de las escuelas y de su financiamiento, pero la invasión norteamericana, las guerras de castas en Yucatán, la Revolución de Ayutla de 1854, la guerra de reforma, la intervención francesa y la guerra contra Maximiliano de Habsburgo, afectaron la operación de muchas escuelas, “por la impostergable necesidad de tomar los fondos destinados a sueldos para financiar la actividad bélica” (Vázquez, 1992: 122). Siendo presidente de la Republica, Valentín Gómez Farías, en 1846, por decreto reconoció la facultad que tenían los Estados, que se les había quitado por la Constitución Centralista. La inestabilidad política, militar y financiera del periodo impidieron durante más de dos décadas que la acción educativa del Estado se ampliara, tras la victoria definitiva de Juárez, se promulgo la Ley Orgánica de Instituciones Públicas, en ella se establecía la educación primaria gratuita para los pobre y obligatoria, se proponía la unificación educativa, se excluía del plan de estudios toda enseñanza religiosa y se incorporaba la enseñanza de la moral. La libertad de enseñanza garantizada en la constitución, encontraba sus límites en el laicismo obligatorio de los establecimientos oficiales. La ley de 1867 también contenía disposiciones para la educación secundaria, entre las cuales destaca la creación, bajo los principios del positivismo, de la Escuela de Estudios Preparatorios, la cual habría de dar una base homogénea a la educación profesional. 21 A mediados del siglo XIX, el número de escuelas sostenidas por el Estado era muy pequeño, pero a partir de la restauración de la republica se multiplicó rápidamente. Milada Bazant, opina que la trama que tejió la historia porfiriana está llena de paradojas. Treinta años de un solo régimen era el sueño de una nación que había sufrido medio siglo de guerras, pobreza y desilusión. La edad apacible dio pie para que la modernidad invadiera la geografía, las actitudes y los modos de pensar (Bazant, 1996:72). El sonado progreso era un síntoma elevador de que México dejaba a tras la huella del pasado, el optimismo de las primeras décadas hizo posible que el país, en el campo de la educación, viviera por algún tiempo del ideal utópico de alfabetizar a toda la población. Desde los inicios, el perfil que marcó el gobierno era proporcionar una instrucción elemental obligatoria para todos, la educación educativa era una meta lejana, pero posible (Bazant, 1996: 21). En 1906, Ricardo García Granados, al analizar la Constitución de 1857, sostenía que el error de los legisladores mexicanos estaba en considerar las cosas no como son, sino como deberían de ser a su juicio, es decir, se basaban en una realidad idealizada, teoría aplicada a las leyes educativas durante el Porfiriato. La educación tuvo sus triunfos en la calidad, no en la cantidad, un número relativo más de niños fueron a la escuela, pero el índice de alfabetismo, apenas aumentó. México formaba un país de contrastes, la unidad política que logró Porfirio Díaz se traducía en una unidad educativa en el sentido de que una instrucción básica uniforme uniría a todos los mexicanos y desaparecería la anarquía que prevaleció en 22 las épocas anteriores. “si todos los mexicanos, aprenden lo mismo, afirmaba Porfirio Díaz, tendrán a actuar de la misma manera” (Bazant, 1996: 45). A pesar de que la capital de la republica era el centro cultural por excelencia, los cánones educativos no fueron impuestos, sino dialogados por representantes de todas las entidades. En el Porfiriato, el poder y los recursos económicos tendieron a centralizarse a costa de las autonomías locales y estatales. La antigua base municipal de la educación fue deteriorándose por la supresión de las alcabalas, la falta de recursos locales y nacionales dificultaron el desarrollo de un sistema nacional y unitario de educación pública (Jiménez, 1992: 107-113). El desarrollo educativo no fue de ninguna manera uniforme, el norte del país, con poca población indígena, mayores recursos y con gobernantes preocupados por la educación, obtuvo mayores índices de alfabetización, en cambio el sur, tradicionalmente rural, atrasado y con alto porcentaje de indígenas, mantuvo durante todo el régimen sólo el 10% de la población alfabetizada, la meseta central del país, que enlazaba una región con otra, fue la más progresiva, aunque no necesariamente la más alfabetizada; es decir, se preocupó más por la educación rural, que debía haber sido el aspecto prioritario a nivel nacional (Jiménez, 1992:118). Joaquín Baranda, ministro de justicia e instrucción durante diecinueve años (18821901), diseñó un sistema nacional de educación que sólo pudo aplicarse en el D.F. y los territorios federales, en su gestión se fundaron cuatro escuelas normales, una de ellas con carácter federal y nacional, que se sumaron a por lo menos otras cuatro que existían en distintos estados, desde su fundación, la normal nacional adquirió la facultad exclusiva de expedir títulos para la enseñanza (Jiménez, 1992: 121). 23 En 1888 se promulgó una ley de instrucción obligatoria con alcance jurisdiccional para el D.F. y los territorios federales, con el objetivo de lograr que los ordenamientos se aplicarán en otros estados y conseguir la unificación educativa nacional, Baranda convocó a dos congresos de instrucción de los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades, y cuyos resultados contribuyeron a definir el proyecto estatal de educación pública. Con la llegada de Justo Sierra a la subsecretaría de instrucción pública se abrió un segundo momento de la educación durante el Porfiriato, destacado de intelectual y político, Sierra se preocupó por organizar la educación nacional, expandirla a todos los sectores sociales y elevar los niveles de escolaridad (Jiménez, 1992:129). Como continuador de las ideas liberales de unidad nacional y progreso, confirió una función civilizatoria a la labor educativa, la cual debía estar organizada como un tono en un sistema con diferentes niveles de enseñanza. El Estado tenía que tutelar la educación primaria para transformar la población en un pueblo, en una democracia, como cúspide del sistema, a la Universidad le correspondía la educación nacional en sus medios superiores e ideales, logrando la incorporación del conocimiento universal a las necesidades nacionales y con una visión nacionalista. La tenacidad de Sierra se hizo patente con la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la que fue su primer titular en 1905 y con la fundación de la Universidad Nacional de 1910. 24 1.2 Educación en México, en la primera mitad del siglo XX La educación será un tema que desde siempre ha sido polémico, por la forma en que se ha venido dando, desde sus reformas hasta su aplicación, el enorme derroche de recursos y el poco sector de la sociedad al que logra llegar. Si bien el estado es el obligado a impartir una educación de calidad, la realidad lo ha desbordado ya que impartir educación gratuita a todos los municipios del país no es cosa fácil y más cuando no se tienen los recursos necesarios, la infraestructura y el personal capacitado para realizar dicha acción, esto complicará el proceso de educar a la sociedad que demanda su derecho por la educación. El gobierno federal crea una institución la cual sea la encargada de recaudar los recursos federales, capacitar al personal y crear espacios que en conjunto tendrán como meta erradicar el analfabetismo en un primer plano, contar con profesionistas y de tal forma desarrollar al país, con un pueblo bien educado. La creación de la SEP inaugura una tendencia hacia la federalización, lo que consiste en un proceso en el cual el gobierno federal asumió la coordinación y operación del sistema de los estados, en el inicio en forma parcial y, posteriormente, casi total. Este proceso no anuló la posibilidad legal de que los estados y municipios contarán con servicios educativos. Vasconcelos desplegó una intensa actividad educativa, guiado por la convicción de unificar a la heterogénea y dispersa población mediante un nacionalismo que integrase las herencias indígenas e hispánicas de los mexicanos (Gómez, 1981: 136). 25 Con esos principios impulsó la alfabetización, la escuela rural, la instalación de bibliotecas, la edición de libros de texto gratuito, los desayunos escolares, las bellas artes y el intercambio cultural con el exterior. Uno de los aportes más importantes de la gestión de Vasconcelos fue la educación rural: se crearon primaria y algunas normales rurales y se formaron las misiones culturales, grupos de maestros, profesionistas y técnicos que se dirigieron a diversas localidades rurales para capacitar maestros y trabajar a favor de la comunidad (Gómez, 1981: 137). En 1907, la Universidad Nacional de México era la única escuela de nivel superior a raíz de un conflicto estudiantil de 1929, la Universidad obtuvo su autonomía, conservando el financiamiento público (Iturriaga, 1981: 102). Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940) se modificó el artículo tercero constitucional para dar lugar a la educación socialista y, por primera vez en el texto constitucional, obligar a las escuelas privadas a seguir los programas oficiales. La nueva orientación propuso ampliar las oportunidades educativas de los trabajadores urbanos y rurales. En estos años se crearon internados, comedores y becas; se adentró a la educación técnica. En este último aspecto, la realización más importante del periodo fue la fundación del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de otros establecimientos tecnológicos. Al mismo tiempo, se crearon escuelas regionales campesinas para formar maestros rurales y programas que impulsaran la cultura, se establecieron escuelas vacacionales de nivel medio superior y centros de educación indígena, también se crearon el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Colegio de México (Prawda, 1987: 28). 26 La reforma educativa socialista sólo tuvo vigencia real durante el sexenio del Presidente Lázaro Cárdenas (Guevara, 1985:10). La educación creció en forma constante a partir de 1907, de 1921 a 1940, la educación primaria creció más del doble, destacan los periodos de 1921-1925 y de 1940 a 1960. En el primero, la matrícula creció 25.6% y el número de escuelas incrementó 19%. Al finalizar la década de los treinta, México tenían un 1 960 755 alumnos y 21 874 escuelas de educación primaria en las que trabajaban cerca de 40 mil maestros. Comparadas con las de 1935 estas cifras representaron un crecimiento de 30% en la matricula, de 20.7% en el número de escuelas y de 29% en el profesorado (Guevara, 1985: 124). La industrialización iniciada en los años treinta cobró mayor impulso con el modelo de sustitución de importantes puestos en práctica frente a la escasez de productos industriales que generó la segunda guerra mundial. En esa nueva fase, México experimentó un rápido crecimiento demográfico y tránsito hacia la urbanización, de modo que al finalizar la década de los cincuenta la población rural paso a ser minoritaria. Al asumir la presidencia en el contexto de la guerra mundial, Manuel Ávila Camacho, dio continuidad a la política de industrialización y a la política educativa del gobierno anterior (Guevara, 1985: 131). Entre 1940 y 1952, se redujo a 50% de analfabetismo de la población adulta, entre 1940 y 1950 la cobertura educativa continuó creciendo, en primaria, la matricula se expandió 60%. 27 El número de maestros de nivel básico aumentó 66.7% (1942-1952), pero la cantidad de escuelas sólo incrementó 8.9%. Por su parte, hacia 1952 la matrícula de educación secundaria ascendía a casi 70 mil estudiantes, la de la educación media superior a 37 mil y la de la superior a poco más de 30 mil. Entre 1920 y 1950 el sistema educativo mexicano creció en forma constante pero moderada, para esos años, la enseñanza primaria se concentraba principalmente en el medio urbano y los niveles superiores tenían un carácter restringido. Ese patrón de crecimiento acabado a mediados de la década cincuenta, dando lugar a un gran ciclo expansivo de treinta años que concluyó en los ochenta. El proceso de expansión del sistema educativo mexicano modificó los viejos patrones elitistas de acceso a la educación y amplió las oportunidades de escolarización en las entidades federativas más rezagadas. Sin embargo, la desigualdad en las oportunidades de escolarización de los diferentes sectores sociales ha tendido a transferirse hacia los niveles educativos post-básicos, particularmente los niveles medio superior y superior, y persisten diferencias educativas entre los estados y regiones del país (Guevara, 1985:157). 28 1.3 Implementación y desarrollo de la educación secundaria La educación secundaria en México se define como el último tramo de la enseñanza básica obligatoria, la cual está conformada por los niveles de preescolar (3 a 5 años), primaria (6 a 11 años) y secundaria (12 a 15 años) (Braslavsky, 2001: 119). Sus orígenes más remotos se encuentran en el siglo XIX, como ocurrió en la mayor parte de los países de América Latina, sin embargo, la secundaria se consolidó en el sistema nacional de educación en los años posteriores a la Revolución Mexicana (1921) y se estableció su obligatoriedad hasta los primeros años de la última década del siglo XX (Braslavsky, 2001: 121). En México, al igual que en distintos países de la Región e incluso de Europa, la universalización de la educación primaria originó un crecimiento también importante en la educación secundaria; con ello se ha hecho más evidente la crisis de un modelo curricular y pedagógico que ya no responde a las necesidades de los adolescentes de la época ni a las exigencias de una sociedad que se fundamenta cada vez más en el conocimiento. Los analistas coinciden en afirmar que es en la educación secundaria donde hay mayor densidad de los problemas pero una menor cantidad de soluciones. Si observamos el proceso histórico en la escolarización de nuestro país, primero se fue desarrollando la educación primaria denominada durante mucho tiempo como “educación elemental” y hasta 1993 la única obligatoria (Braslavsky, 2001: 128). 29 En polo opuesto, se encuentra la educación superior universitaria con una mayor tradición y cuyos orígenes se pueden encontrar en la época colonial a mediados del siglo XVI; el nivel educativo previo a la universidad se denominó “educación preparatoria” y se creó hacia finales del siglo XIX (Braslavsky C. 2001, 129). La educación secundaria comprendida como el puente entre la educación elemental y la preparatoria tiene apenas ochenta años y se fue constituyendo de peculiar manera en México, durante mucho tiempo se denominó la secundaria como “educación media básica” para distinguirla del bachillerato, al cual se le llama también “educación media superior” (Braslavsky, 2001: 132). En otros países la educación secundaria es la denominación que tiene la educación escolar pos primaria y pre universitaria y se distingue entre el “ciclo básico de la educación secundaria” o “la educación secundaria obligatoria”. Hay dos temas que permiten contextualizar de manera general y particular algunas características de la enseñanza secundaria en México, en primer término se expone una visión sintética de la trayectoria histórica de este nivel educativo; en segundo lugar se presentan datos del sistema educativo nacional en general y en particular de la enseñanza secundaria (Braslavsky, 2001: 135). Un recorrido por la historia de la Educación Secundaria, en donde podemos comenzar con la Ley de Instrucción de 1865 la cual establecía que la escuela secundaria fuese organizada al estilo del Liceo francés y que su plan de estudios debería cubrirse en siete u ocho años, al igual que en la instrucción primaria, se establecía el control del Estado para este nivel educativo. 30 Cincuenta años después, en 1915 se celebró en la ciudad de Xalapa el Congreso Pedagógico de Veracruz, del cual se derivó la Ley de Educación Popular del Estado, la cual fue promulgada el 4 de octubre de ese año (Braslavsky, 2001:145). Es posible considerar este acontecimiento como el momento en el cual se instituye y regula de manera formal la educación secundaria. Por este decreto se define la educación secundaria y se le desliga de la educación preparatoria, ésta última destinada a los estudios profesionales, el propósito consistió en instituir una enseñanza propedéutica y que fuera un punto intermedio entre los conocimientos de primaria (elementales) y los que se impartían en la universidad (profesionales). Sin embargo, es hasta un año después en 1916 cuando de hecho se inician las clases para jóvenes que hubiesen concluido la educación elemental (Braslavsky. 2001:149). No obstante, en ese entonces no se logró una definición de los objetivos de esta educación que la distinguiera de los niveles educativos anterior y posterior. El plan de estudios se planteó para tres años y se propuso impartir conocimientos relativos a los medios de comunicación intelectual, de matemáticas, física, química y biología, cuantificación de fenómenos, sobre la vida social y los agentes útiles en la producción, distribución y circulación de las riquezas (Gómez, 2003: 58). Este plan de estudios no consiguió su plena implantación ya que sólo duraría dos años, pues en 1918 se produjo un replanteamiento de los objetivos y en consecuencia de la distribución de materias (Gómez, 2003: 64). 31 Hacia 1923 en la Ciudad de México, el subsecretario de educación, el doctor Bernardo Gastélum, inspirado en la experiencia de Veracruz, llevó ante el Consejo Universitario la propuesta de reorganizar los estudios preparatorianos. Sugería la necesidad de establecer una clara distinción de la escuela secundaria, concibiéndola como ampliación de la primaria y cuyos propósitos fueran: realizar la obra correctiva de los defectos y desarrollo general del estudiante; vigorizar la conciencia de solidaridad con los demás; formar hábitos de cohesión y cooperación social, así como ofrecer a todos gran diversidad de actividades, ejercicios y enseñanzas, a fin de que cada cual descubriese una vocación y pudiese cultivarla (Gómez, 2003:71). Al igual que en la propuesta de Veracruz, el periodo de estudios sería de tres años y se enseñarían las materias establecidas en el plan reformado en 1918. En diciembre de 1923, el consejo universitario decide dar luz verde al proyecto del Subsecretario Gastélum y éste fue promulgado por el Secretario de Educación Pública José Vasconcelos (Gómez, 2003: 74). Poco tiempo después el maestro Moisés Sáenz creó el departamento de escuelas secundarias, el cual tenía a su cargo sólo cuatro planteles, para 1925 se expidieron dos decretos presidenciales, los cuales le dieron más solidez al proyecto de la educación secundaria. (Gómez, 2003: 74) El primero de ellos fue el Decreto 1848, por el cual se autorizaba a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para crear escuelas secundarias y darles la organización que fuese pertinente, el segundo se publicó el 22 de diciembre y fue el Decreto 1849 a través del cual se facultó a la SEP para que creara la Dirección general de escuelas secundarias mediante la cual se realizaría la administración y organización del nivel (Gómez, 2003: 79). 32 La educación secundaria se concibió desde entonces como una prolongación de la educación primaria con énfasis en una formación general de los alumnos, es decir, su naturaleza se definió como estrictamente formativa (Gómez, 2003: 80). Mientras que, en otros países la educación secundaria fue concebida como un antecedente al bachillerato y a la educación superior, en México se pensó como un paso necesario para continuar estudiando, una escuela para la escuela (Gómez, 2003: 81). La Secretaría de Educación Pública fue creada en 1921 y Vasconcelos fue su primer titular. Con la creación del departamento de secundaria por Moisés Sáenz a quien se reconoce como el fundador de la educación secundaria, este nivel educativo tendrá un lugar en el aparato burocrático de la administración de la educación (Gómez, 2003: 87). En 1926 la enseñanza secundaria trata de llegar a la mayor cantidad de jóvenes posibles y es por ello que se inaugura la primera escuela nocturna. Se apostó fundamentalmente a la educación pública, teniendo en mente que la educación a secundaria resolvería un problema netamente nacional, el de difundir la cultura y elevar su nivel medio a todas las clases sociales, para hacer posible un régimen institucional y positivamente democrático (Gómez, 2003: 93). La secundaria implicó escuelas flexibles en sus sistemas de enseñanza, diferenciadas y con diversas salidas hacia distintos caminos de actividad futura, siendo esta referencia lo que ayude a entender la evolución futura de este nivel educativo. 33 Con el tiempo se fueron creando distintas formas institucionales para la enseñanza secundaria, hasta llegar a lo que ahora se conoce como las modalidades de secundaria general, secundaria técnica y telesecundaria. Con el afán de que la secundaria se distinguiera de la preparatoria, ese mismo año de 1926 se propuso abandonar la vieja práctica de realizar exámenes orales y se adoptó el cuestionario con distintos tipos de preguntas, lo que dio oportunidad al maestro de realizar pruebas en lápiz y papel. Poco a poco empezaron a aumentar la escuelas secundarias y en 1927 éstas se clasificaron en escuelas oficiales ya sea que fueran federales o de los estados, y las secundarias particulares serían identificadas como incorporadas o no incorporadas. La escuela secundaria se fue distinguiendo de la educación preparatoria al mismo tiempo que se fueron tomando decisiones para definir el tipo de escuelas que ofrecían esa educación. (Gómez, 2003: 99) Con el propósito de que México formara parte del debate mundial sobre la naturaleza de la enseñanza secundaria, en noviembre de 1926 la SEP convocó a la Asamblea General de Estudios y Problemas de la Educación Secundaria y Preparatoria con la participación de representantes de todos los estados, así como maestros de escuelas tanto públicas como privadas. Las conclusiones más importantes a las que se llegó en dicha Asamblea fueron: a) Los planes y programas deben ajustarse de manera que sean útiles y aplicables. b) Deben escucharse las opiniones de maestros, padres, delegados estudiantiles y gremios para realizar las modificaciones al plan de estudios. 34 c) La secundaria debe incluir en sus programas de estudio contenidos vocacionales de acuerdo con el medio en que funcione cada escuela, así se establecerá un vínculo entre la secundaria y la enseñanza técnica (Gómez, 2003: 105). Ese mismo año se modificaron de nuevo los programas de las materias, y como resultando se obtuvo una mejor expresión de las finalidades de la instrucción secundaria, otra de las novedades incluidas en el programa era que, además de las materias que cursarían, se solicitaba a los estudiantes que se organizaran en actividades extraescolares, como las sociedades estudiantiles científicas, artísticas, deportivas o cívicas. Las críticas al nuevo programa pronto se expresaron; lo calificaron de rígido y absurdo, se decía que estaba más cerca de la lógica de la ciencia que del desarrollo del adolescente y que no era apto en la atención a las diferencias individuales de los alumnos. Esto es parte del problema que la educación secundaria arrastró desde sus inicios, se comprendía sólo como un pos primario y no como un eslabón entre la educación elemental y la preparación hacia una profesión, la demanda de alumnos para estudiar la secundaria aumentaba y en vista de ello en 1928, la SEP decide establecer los siguientes requisitos de ingreso: Certificado de primaria. Cuota de inscripción ($20.00 pesos). Examen médico y presentación de una prueba psicopedagógica (Gómez, 2003: 116). 35 De los años treinta en adelante, la educación secundaria se empezó a concebir en México con un carácter eminentemente social, por lo que se intentaba mantenerla en contacto con los tópicos político, económico, social, ético y estético de la vida, estos planteamientos permitieron ir viendo a la educación secundaria como una unidad dentro del sistema educativo nacional. Una de las consecuencias de esta concepción fue la de incluir una formación de carácter Técnico, por lo cual, se pidió a las escuelas generales ofrecer al joven elementos de capacitación para el trabajo, aunque esto no significaría que no pudiera seguir estudiando el nivel superior (Santos, 2001: 33). En este sentido se conservó su carácter propedéutico y en 1932 se revisaron los objetivos social y vocacional de la secundaria y se reformularon los planes y programas de estudio con el propósito de que los contenidos y actividades se articularan con los de la primaria. La secundaria debería procurar que sus alumnos adquirieran la preparación académica, los métodos de estudio y la formación de carácter necesarios para enfrentar con éxito sus estudios postsecundarios. En 1934, cuando inicia su periodo gubernamental el presidente Lázaro Cárdenas, la educación secundaria también se inscribe en la ideología socialista establecida por el nuevo régimen, y se comprende como un ciclo pos primario, coeducativo, pre vocacional, popular, democrático, socialista, racionalista, práctico y experimental (Santos, 2001: 41). Se persiguió la formación de jóvenes para dotarlos de convicciones como la justicia social y un firme concepto de responsabilidad y solidaridad para con las clases trabajadoras de modo que, al finalizar sus estudios, se orientaran al servicio 36 comunitario, una de las obligaciones primordiales de sus egresados era formar parte de las cooperativas de consumo y producción (Santos, 2001: 46). En 1935 el presidente Cárdenas propone que el gobierno federal administre toda la educación secundaria pública y privada, y para ello decretó que ninguna institución de cultura media o superior pudiera impartir educación secundaria sin autorización expresa de la SEP, con el propósito de atender la formación del personal docente de las escuelas secundarias, se creó en 1936 el Instituto de Preparación de Profesorado de Enseñanza Secundaria (Santos, 2001: 55). Un año más tarde se acordó que la secundaria fuese gratuita y una vez más se modificó su plan de estudios, con respecto a la organización de cada escuela, la autoridad educativa decidió que para desarrollar el plan general de actividades se estableciera en cada plantel un consejo consultivo conformado por el director, tres profesores de planta, tres de asignatura, un alumno por cada grado y un representante de la sociedad de padres de familia. Este sería el antecedente del consejo técnico escolar, asimismo, se estableció un comité de orientación vocacional encargado de registrar las habilidades e inclinaciones de los alumnos (Santos, 2001: 66). Entre 1939 y 1940 el Departamento de Educación Secundaria se convirtió en Dirección General de Segunda Enseñanza y también se estableció un solo tipo de escuela secundaria, cuya formación se extendería a tres años, esta decisión daría lugar a lo que ahora se denomina la modalidad de secundaria general. (Santos, 2001: 72) Recordemos que a partir de la Constitución de 1917 se define a la educación primaria como la única educación obligatoria y por ende gratuito, el establecimiento 37 de la obligatoriedad y la gratuidad implica la responsabilidad del Estado como garante de esta educación en términos del aseguramiento de su cobertura. La primera ocasión en que fuera Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet modificó el plan de estudios de 1936 con el fin de eliminar las reformas socialistas del régimen cardenista, estas modificaciones, además de eliminar la ideología socialista, pretendían fomentar la formación más que la información, buscando que el conocimiento se presentara más acorde a las necesidades de los alumnos y no tanto con la especialización vocacional. Esta reforma promovió la eliminación de métodos didácticos de tipo memorístico; la sustitución de tareas a domicilio por el estudio en la escuela; la creación de grupos móviles para evitar que los alumnos con menor capacidad se retrasarán y que los más inteligentes frenaran su desempeño y finalmente, se buscó fortalecer la enseñanza del civismo y la historia (Santos, 2001: 87). Hasta antes de 1958 sólo existió un tipo o modalidad de educación secundaria, a la que posteriormente se le denominó general para distinguirla de la que se denomina secundaria técnica; esta última, además de ofrecer una educación en ciencias y humanidades, incluyó actividades tecnológicas para promover en el educando una preparación para el trabajo. 38 1.4 Los orígenes del bachillerato y su desarrollo en México Las instituciones de educación superior que se establecieron durante el siglo XIX en las diversas entidades del país, así como las que ya existían desde la época de la Colonia, no modificaron la edad y el nivel de estudios para recibir a sus alumnos; en el transcurso, sí heredaron o se hicieron de una estructura escolar completa, como el Colegio del Estado de Puebla o el Instituto Literario de Zacatecas, conjugaron en un solo espacio los antiguos colegios y la idea de universidad (Rangel, 1983: 92). Hacia 1867, para ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria bastaba con que el aspirante presentara examen o mostrara la carta de un maestro público de primeras letras, certificando que el candidato contaba con aptitudes en lectura, escritura, elementos de gramática castellana, estilo epistolar, aritmética, sistema métrico decimal, moral, urbanidad, nociones de derecho constitucional, y rudimentos de historia y geografía, el egresado de este establecimiento se prepararía después para cursar en una carrera profesional. Durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX, en las instituciones mexicanas de educación superior con una estructura escolar completa, se mantuvo el requisito de haber concluido la primaria para formar parte de ellas; por sus orígenes sociales, destrezas académicas y capital cultural, era casi seguro que el estudiante que llegaba a esos establecimientos terminara una carrera o un oficio, si se limitaba a especializarse para el trabajo sin haber cursado previamente la preparatoria (Rangel, 1983:109). 39 Hablar de las instituciones de educación superior en el siglo antepasado es hablar de los establecimientos post-primarios, y caben bajo esta denominación desde las escuelas universitarias que impartían clases para el ejercicio posterior de una profesión, hasta las de artes y oficios, que habilitaban para el desempeño de un oficio o capacitaban para el trabajo, pasando por las normales formadoras de profesores y las de bellas artes, semillero de artistas: pintores, arquitectos, etc (Rangel,1983:112). A diferencia de España y Francia, en México no hubo a excepciones en el último tercio del siglo XIX, individuos dedicados a pensar el problema educativo y su reforma. La mayor parte de las referencias en este sentido proceden de la legislación, las memorias e informes oficiales y los textos de políticos e ideólogos preocupados por resolver los tan notorios problemas del momento, esto desde luego, no quiere decir que en la toma de decisiones estuviesen ausentes las influencias europeas, en especial la francesa y española. En nuestro país, uno de los personajes que más peso tuvo en el ánimo de lo que sería el ámbito organizativo de la educación pública liberal durante las primeras décadas del siglo XIX fue sin duda alguna Gaspar Melchor de Jovellanos (17441811); sus ideas educativas influyeron en las Cortes de Cádiz y se retomaron en ordenamientos educativos posteriores (Rangel, 1983: 205). Como él lo propusiera en 1809, influido por el modelo francés de Talleyrand Perigord (1791) y de Condorcet (1792), el plan expresado por Manuel José Quintana (1814) para normar el sistema de educación pública establecido por las Cortes, partió de cuatro bases generales: la universalidad, utilidad, uniformidad y 40 libertad de la enseñanza; la división de la misma en tres clases; la existencia de escuelas de primeras letras, la apertura de universidades de provincia para la segunda enseñanza y universidades mayores; la creación de una dirección general que supervisara los estudios y pusiera en marcha una Academia Nacional que estaría dividida en tres clases, según la división más general de los saberes: literatura y artes; ciencias físicas y matemáticas; ciencias morales y políticas (Rangel, 1983: 238). Derogada la carta de Cádiz en 1814 y puesta en vigor hasta 1820, el comité encargado de redactar el reglamento general de instrucción pública para la metrópoli y sus dominios (decretado por las Cortes el 29 de junio de 1821), ratificó y profundizó en los mismos conceptos liberales vertidos por Manuel José Quintana: La enseñanza impartida por el Estado debería ser gratuita, pública y uniforme, emplear un sólo método de estudio, iguales libros de texto y no propagar principios contrarios a la doctrina cristiana y a la Constitución de Cádiz (1812). Se dividió, al mismo tiempo, en tres clases: la elemental, indispensable a todos los niños de escuelas públicas; la secundaria o superior, dedicada a cubrir los conocimientos preparatorios para estudios más profundos (profesionales) y también los básicos -útiles- para el desarrollo productivo de la nación (formación de artesanos) y, la de estudios mayores o de facultades, destinada a instruir individuos para el libre ejercicio de alguna profesión (Rangel, 1983: 271). También propuso el establecimiento de una Dirección General de Estudios en Madrid y para la Nueva España, la fundación de universidades de provincia de segunda enseñanza y una universidad central, ambas adscritas a una subdirección de instrucción pública, residente en México. 41 Así, no es raro que en 1823, después de la caída de Agustín de Iturbide, varios individuos y grupos políticos se propusieran aplicar a la realidad mexicana los ordenamientos educativos de Cádiz. Incluso, retomando el reglamento español de 1821, en diciembre de ese año se formuló en México el primer Proyecto de Reglamento general de instrucción pública (Rangel, 1983: 63). Se fundaron cuatro clases de enseñanza o niveles, en el primer nivel, se daría la enseñanza elemental; en el segundo, dibujo y geometría práctica; en el tercero, matemáticas puras y el cuarto, enseñanza preparatoria, de Bellas Artes (dibujo, geometría práctica, arquitectura, escultura y pintura) y profesional (Alfonso, 1983: 74) Asimismo, para impartir el último nivel clausuró la Universidad de Guadalajara (1826) y estableció en ese sitio el Instituto de Ciencias (1827), cuyo programa de cátedras fue el más completo de cuantos institutos se fundaron durante la primera república federal (1824-1835). En Veracruz, el Reglamento general de instrucción pública (1821), dispuso que se fundase en la villa de Orizaba una universidad de provincia, donde se impartirían cátedras de segunda y tercera enseñanza, pero el acuerdo no se llevó a cabo por la situación política del país, habiéndose consumado la Independencia (Rangel,1983: 176). En 1824, el congreso local aprobó crear en ese sitio un colegio nacional; éste, con el nombre de Colegio del Estado Veracruzano, abrió sus puertas un año después. Más realista que otros, acordó empezar por las cátedras de gramática castellana y latina. 42 En suma, durante la primera década del México independiente, debido a la influencia de las Cortes de Cádiz y al reglamento de instrucción pública, sin descartar la lectura directa o mediada de Jovellanos y algunos otros autores franceses, se instituyeron en la educación superior mexicana tres y hasta cuatro niveles de enseñanza, gracias, sobre todo, al trabajo político de los grupos liberales, republicanos y monárquicos (Rangel, 1983: 140). Se creó en los estados una Dirección General de estudios o Junta Directiva, con el propósito de vertebrar un sistema educativo, según ya se había previsto en la constitución de Cádiz y el reglamento español de 1821. El problema es que después de 1823 se inició un debate sobre qué camino debía seguir el país, mientras prosperaba por todos lados un movimiento autonomista que desembocó en el nacimiento de la primera República federal (1824-1835) y la presencia cada vez más activa de los grupos de poder regionales, nacidos en el último tercio del siglo XVIII (Rangel, 1983: 233). La Constitución federal de 1824 decretó que sin perjudicar el derecho de las legislaturas para el arreglo de la educación pública, era obligación exclusiva del Congreso general promover la Ilustración, estableciendo colegios de marina, artillería e ingenieros, exigiendo uno o más establecimientos en que se enseñen las ciencias naturales y exactas, políticas y morales, nobles artes y lenguas. Así, se mantenía a salvo la soberanía de los estados, mientras la federación podía intervenir en la apertura de instituciones educativas; pero también integraba una propuesta tanto del reglamento español de 1821 como del mexicano primer Proyecto de Reglamento general de instrucción pública (1823) (Rangel, 1983: 237). 43 En la primera década del México independiente, el congreso no hizo uso de sus prerrogativas; jamás estableció siquiera alguna escuela: las instituciones educativas de la época colonial continuaron con vida y sin arreglo alguno, en relación, incluso, con lo que había previsto el proyecto de reglamento de 1823. En 1830 la decadencia de los colegios y la Universidad era tan obvia que el ministro de Relaciones Interiores y Exteriores, Lucas Alamán, propuso a las Cámaras un plan de reformas, consistente en: la división y clasificación de la enseñanza, repartida en tantas escuelas cuantos eran los ramos que debían constituirla; el establecimiento de la enseñanza en ramos antes desconocidos y sin objeto en el sistema colonial; la supresión de una multitud exorbitante de cátedras de teología; y, la dedicación exclusiva de cada colegio a un sólo ramo de la enseñanza o a los que con el tuviesen alguna relación (Rangel, 1983: 244) . Con un ministerio ajeno de unidad Gómez Farías, González Angulo, Ramos Arizpe, el ejercicio del poder tambaleó y tomaron el mando los liberales republicanos radicales, en alianza con otra fracción del ejército, encabezada por Antonio López de Santa Anna, quien llegó a la presidencia y llevó como vicepresidente a Valentín Gómez Farías, secretario de hacienda en la administración anterior. El vicepresidente, aprovechando la ausencia temporal de Antonio López de Santa Anna recibió del Congreso facultades extraordinarias para arreglar todos los ramos de la enseñanza, en el distrito y los territorios federales (Rangel, 1983: 249). Una Junta de Instrucción Pública, formada de políticos e ideólogos, señalados por su radicalismo, planteó destruir todo lo inútil o perjudicial, con el que podía presentarse la educación y la enseñanza; establecer una y otra en relación con las 44 necesidades determinadas por el nuevo estado social y difundir entre las masas los medios más precisos e indispensables de aprender. Y fue a partir de estas directrices que se emprendió la reforma de la enseñanza y el modo de distribuirla. Tradicionalmente se concebía a la universidad como un espacio en el que se enseñaban varias facultades y se otorgaban grados académicos. Luego de 1821, los colegios de la ciudad de México y de los estados en donde se brindaban estudios superiores desde la época colonial (Puebla, Michoacán, Oaxaca, Nuevo León, Durango), se transformaron en instituciones universitarias que en la perspectiva de los liberales impartían conocimientos poco útiles y prácticos. Si estos recintos podían representar, además, focos de oposición política, era obvia su clausura o cuando menos su reforma (Rangel, 1983: 253). Aun cuando las medidas de la vicepresidencia sólo serían aplicables en el distrito y los territorios de la federación, era seguro que los grupos políticos de liberales lucharían por hacerlas extensivas en sus dominios, sabiendo que contaban con el apoyo del Congreso. La vicepresidencia acordó, entre otras cosas, suprimir las universidades y formar escuelas de cada ramo en donde fuesen examinados los alumnos que aspiran a obtener los grados académicos o a ejercer alguna de las profesiones, según ya lo había propuesto en 1830 el ministro Lucas Alamán. El mismo decreto que suprimió a la Universidad de México (octubre 19 de 1833) estableció una dirección general de instrucción pública para el Distrito y Territorios de la Federación, cuyo propósito era no sólo acabar con el monopolio de la Universidad en cuanto al otorgamiento de los grados académicos que todavía pesaba en los colegios, sino instituir una dependencia encargada de los aspectos 45 académicos, técnicos, administrativos y financieros de la instrucción pública en todos sus tipos y modalidades, formar un sistema educativo organizado de manera jerárquica y centralizada (Rangel, 1983: 248). Una Dirección general de donde partan todas las medidas relativas a la conservación, fomento y difusión de la educación y enseñanza; un fondo público formado de los antiguos y nuevamente consignados al objeto, administrado, conservado he invertido bajo la autoridad de la expresada Dirección; para cada uno de los ramos principales de la educación científica, literaria y para los preparatorios, un colegio, escuela o establecimiento; una inspección general para las escuelas de primeras letras, normales, de adultos y niños de ambos sexos, de las cuales debía haber por lo menos una en cada parroquia; un establecimiento o escuela de bellas artes, un museo nacional y una biblioteca pública. (Rangel, 1983: 267) Propuesta administrativa poco novedosa si recordamos que esta Dirección ya había sido creada con funciones parecidas en varios estados y que respondía a los planteamientos de Cádiz y por supuesto al primer Proyecto de Reglamento general de 1823. Antes que en el distrito y los territorios federales, las reformas a la educación se habían sucedido con mayor éxito en las entidades gobernadas o influidas por liberales republicanos (Rangel, 1983:269). Desde las cortes de Cádiz había no sólo una continuidad de ideas, sino también de personas preocupadas por resolver los grandes problemas heredados de la colonia, ya fuese mediante la forma republicana o centralista. 46 Fruto del poder central y obra de liberales republicanos que saldría avante e impondrían su proyecto de país negando las contribuciones de sus adversarios políticos, son de mencionar entre sus logros: el haber diseñado una nueva organización de los estudios; el propósito de impartir los conocimientos científicos y sociales de su tiempo y, también el haber instituido una nueva concepción de los niveles educativos, porque a pesar de que en varias entidades, durante la primera década del México independiente, con apoyo en los documentos de Cádiz se había planteado dividir la educación en tres y hasta cuatro clases o niveles. (Rangel, 1983: 272) En armonía con la idea de sistematizar la enseñanza, por decreto, en octubre 23 de 1833 se formaron seis escuelas, la primera de estudios preparatorios, la segunda de estudios ideológicos y humanidades, la tercera de estudios físicos y matemáticos, la cuarta de estudios médicos, la quinta de estudios de jurisprudencia y la sexta de estudios sagrados; a todas estas escuelas se dio el nombre de establecimientos, excluyendo el intento de colegios, para que no sirviera de precedente a efecto de reclamar el uso o abuso de las rutinas establecidas en ellos. El valor de esta medida reside en que por primera vez apareció, para el distrito y los territorios de la federación, un ciclo de estudios como soporte de los profesionales, la escuela preparatoria. La idea fue reunir en este establecimiento la enseñanza de todos los conductores de las ciencias, o más claro, de todos los medios de aprender; así pues, se fijó en el estudio de las lenguas sabias, antiguas y modernas, el del idioma patrio y los más notables de las antiguas naciones indianas, más por instrucción que por el uso que se haga de ellos en un país donde la lengua castellana es común a todos los miembros de la sociedad. 47 Los estudios preparatorios tendrían distintas cátedras : 1ª y 2ª de latinidad; una de idioma mexicano; una de otomí; una de francés; una de inglés; una de alemán; una de griego; una de principios de lógica, aritmética, álgebra y geometría y, una de teología natural, neumatología y fundamentos filosóficos de la religión (Rangel,1983: 273). La constitución de un nivel con el propósito de servir de puente entre las primeras letras y los estudios profesionales de carrera influyó en el ánimo de las legislaturas. La importancia de este decreto, estriba también en que por vez primera se configuraron los estudios no a la usanza de los colegios y las universidades por cátedras y facultades, sino a partir de una ordenación por cátedras y profesiones. Cada institución ofrecería su conocimiento intelectual, organizada y programada en cursos simultáneos y progresivos, siguiendo el modelo de impartir saberes graduados y específicos. Esto nos muestra la profundidad con que fue pensado el plan de reforma, también apunta hacia la importancia de los estudios previos al aprendizaje de una carrera. De hecho los establecimientos mencionados se consideraron el punto medular para las profesiones de medicina, jurisprudencia y estudios sagrados, pero con excepción de los estudios preparatorios, en el resto de las escuelas se pensaba en preparar profesionistas; en el de estudios físicos y matemáticos se pretendía formar a los técnicos ensayadores y beneficiadores de metales, también a los estudiantes de ingeniería civil o de minas (Rangel, 1983: 277). Por último a diferencia de la estructura universitaria anterior en donde los grados se ganaban luego de un tiempo de pasantía, en las nuevas disposiciones del decreto y su reglamento, además de los exámenes que en cada curso deberían aprobar los 48 estudiantes, ellos no podrían solicitar el título de profesor, ni el grado de doctor sin haber aprobado todos los cursos de su profesión en el establecimiento respectivo Si bien las reformas no se llevaron a cabo porque el Congreso decretó el cese de las facultades extraordinarias concedidas al vicepresidente y unos meses más tarde en junio de 1834 Santa Anna las derogó, en lo fundamental sentaron las bases institucionales sobre las que gravitaría la educación pública mexicana en el transcurso del siglo XIX.(Rangel, 1983: 279). Y es que, más allá de la discontinuidad del conflicto político, se escondía una legalidad del dominio oligárquico, lo suficientemente sólida para fraternizar a todos los grupos por encima de las diferencias de intereses e ideologías. Sobre esta base, las aperturas y cierres que a manos liberales y conservadoras experimentaron las instituciones de educación superior entre 1833 y 1867, no reflejan sólo conflictos de orden político, sino también las precarias condiciones económicas por las que atravesó la educación superior mexicana durante ese periodo, amén de otros problemas (Rangel, 1983: 282).Parece que los desengaños, la repetida ausencia de fondos aun para los gastos más indispensables y la inestabilidad política iban matando, poco a poco, el entusiasmo por la enseñanza superior. Con pocas excepciones, todos los centros sucumbieron durante el segundo imperio y destinaron sus locales a otros propósitos. El de San Luis Potosí se convirtió, por enésima vez, en cuartel, el de Yucatán se transformó en comisariato; otros ya no pudieron mantener a sus becarios y los devolvieron a sus lugares de origen (Rangel, 1983: 299). 49 La reforma de 1843 planteó, entre otras cosas, actualizar la enseñanza media y universitaria; dar mayor uniformidad a los estudios preparatorios en las cuatro carreras (foro, eclesiástica, de medicina y de ciencias naturales); extender por el país el modelo de los colegios de la capital, con el objeto de uniformar la enseñanza; fundar una Junta directiva general de estudios, formada por el ministro de instrucción pública, el rector de la Universidad y un cuerpo de directores de colegios, con tareas y obligaciones específicas en el campo administrativo, financiero y académico (Rangel, 1983: 302). Pero, pese a que de 1843 a 1851 se crearon las escuelas de agricultura y de artes y oficios (1843), se infundió una vida más vigorosa a la academia de las tres nobles artes, se especializaron carreras en el Colegio de Minería, se efectuaron cambios importantes en los estudios médicos y se declararon nacionales todos los establecimientos de educación oficial, los avances fueron mínimos. (Rangel, 1983:307) Esta teoría conservadora distribuyó a la instrucción pública en primaria, secundaria o preparatoria, superior y especial y propuso también una Dirección de instrucción pública, a cargo inmediato y económico de la Universidad. Los institutos o colegios nacionales se dedicarían a la segunda enseñanza, que dividida en dos periodos de tres años cada uno duraría seis años y serviría de base a los estudios superiores. Estos rasgos de la reforma planteaban una completa centralización educativa y una división cada vez más definida de los estudios (Rangel, 1983: 309). 50 En cuanto a su enseñanza, el currículo hizo hincapié en las disciplinas filosóficas y religiosas, lo mismo que en las humanidades. El contenido de los cursos de matemáticas: aritmética, álgebra, geometría y trigonometría, geometría analítica, cálculo, física, química e historia natural nada tendrán que pedirle al plan de 1867 (Rangel, 1983: 311). Pero la revolución de Ayutla que puso fin a la dictadura Santanista impidió siquiera su puesta en marcha. En julio de 1867 entró Juárez en la ciudad de México y poco tiempo después se constituyó un grupo encargado de discutir una nueva ley de instrucción, la cual estableció las siguientes escuelas: secundaria para personas del sexo femenino; de estudios preparatorios; de jurisprudencia; de medicina, cirugía y farmacia; de agricultura y veterinaria; de ingenieros; de naturalistas; de bellas artes; de música y declamación; de comercio; de normal; de artes y oficios, y para la enseñanza de sordomudos, un observatorio astronómico; una academia nacional de ciencias y literatura, y un jardín botánico (Rangel, 1983: 315). Esta nueva ley sería el coronamiento de un liberalismo triunfante, el positivismo no habría pasado de ser una doctrina más y los liberales necesitaban aliarse a una doctrina al servicio del orden material; por ello fue posible hacer ajustes (Rangel, 1983: 318). Lo que sí era imposible era postular al positivismo en su verdadera dimensión, como doctrina total, y a pesar de las precauciones del creador de la preparatoria, tarde o temprano habría de provocarse el rompimiento y empezarían los ataques liberales. 51 En esta época se concibió a la escuela preparatoria como la columna vertebral de la nueva ley, la enseñanza en ella se dividió en cuatro áreas: abogacía, medicina y farmacia, agricultura y veterinaria e, ingeniería, arquitectura y metalurgia. Las tres primeras a realizarse en cinco años; la última en cuatro (Rangel, 1983: 319). En 1869 se hizo un ajuste: se suprimieron la metafísica y el derecho eclesiástico y se uniformaron con ligerísimas variantes los estudios preparatorios para todas las carreras, convirtiéndose así a la Escuela en un plantel donde podía adquirirse una ilustración superior completa y bien organizada con finalidad propia, y no sólo como preparación de estudios superiores. En 1875 José Díaz Covarrubias, ministro de Justicia e Instrucción Pública durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, escribió: "El error de considerar la instrucción secundaria como encaminada únicamente a preparar una carrera profesional, produce la lamentable anarquía que se observa en los países donde las ideas de instrucción están poco avanzadas cuando se presenta el problema de fijar los estudios preparatorios para las diversas profesiones. Lo diremos por última vez; no se trata de hacer sabios y especialistas a todos los ciudadanos; se trata solamente de difundir entre el mayor número posible, los conocimientos fundamentales, ya para que sean útiles directamente a todo el que los adquiere, ya para basar firmemente sobre ellos las profesiones y las aplicaciones científicas trascendentes". En la medida que se concibió a la preparatoria, no sólo como lugar de paso entre la educación primaria y la profesional, sino como un nivel con fines propios, la organización educativa en las entidades se diversificó (Rangel, 1983: 322). Durante el régimen porfirista, los institutos o colegios de Toluca, Yucatán, Sonora, 52 Chihuahua, Aguascalientes, Tabasco, Guerrero y Tamaulipas, por ejemplo, se convirtieron en preparatorias; los de San Luis, Guanajuato, Michoacán Durango, Zacatecas, Hidalgo, Querétaro y Puebla adecuaron sus marcos de funcionamiento a la ley, y unos más, como Nuevo León, separaron preparatorias y escuelas (Rangel, 1983: 325). Hasta podría decir que durante el régimen porfirista, la educación en México fue positivista, si nos atenemos al modelo que se inició en tiempos de la República restaurada (Rangel, 1983: 322). Trato de demostrar la importancia de la educación a todos los sectores de la sociedad y la transformación que sufrió desde la colonia hasta mitad del siglo XIX. Con lo que busco dar un panorama más amplio de todos los logros y fracasos de la educación. La educación en las aulas es uno de los procesos de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores. El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo. De acuerdo al grado de concientización alcanzado, estos valores pueden durar toda la vida o sólo un cierto periodo de tiempo. En el caso de los niños, la educación busca fomentar el proceso de estructuración del pensamiento y de las formas de expresión. Ayuda en el proceso madurativo sensorio-motor y estimula la integración y la convivencia grupal (Rangel, 1983: 245). La educación formal o escolar, por su parte, consiste en la presentación sistemática de ideas, hechos y técnicas a los estudiantes. Una persona ejerce una influencia 53 ordenada y voluntaria sobre otra, con la intención de formarle. Así, el sistema escolar es la forma en que una sociedad transmite y conserva su existencia colectiva entre las nuevas generaciones. Por otra parte, debo destacar que la sociedad moderna otorga particular importancia al concepto de educación permanente o continua, que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano debe adquirir conocimientos a lo largo de toda su vida (Rangel, 1983: 256). Dentro del campo de la educación, otro aspecto clave es la evaluación, que presenta los resultados del proceso de enseñanza y aprendizaje. La evaluación contribuye a mejorar la educación y, en cierta forma, nunca se termina, ya que cada actividad que realiza un individuo es sometida a análisis para determinar si consiguió lo buscado. Xalapa en términos educativos se ha visto muy precario debido a cierta parte en falta de interés por parte de las autoridades, si bien el problema económico también ha sido un factor importante. Xalapa ha tenido un crecimiento en materia de educación gracias a un pequeño grupo de personas las cuales ven en la educación, un motor para el progreso no sólo de la región sino también del país. Creándose de esta manera primarias, secundarias y más tarde bachilleratos, esto sería un gran logro para la capital del estado, los egresados que quisieran una carrera profesional tendrían que ir a la ciudad de México o bien a Puebla para poder cursarla (Rangel, 1983: 261). En Xalapa tendrían que contar con recursos las familias de los alumnos si éstos querían seguir estudiando. También busco en este capítulo resaltar logros de la educación en México, uno de ellos y de los más importantes es la creación de la 54 SEP con la cual el gobierno federal asumió la coordinación y operación del sistema en los Estados siendo parcial en un inicio y casi total posteriormente. Se formaron gran cantidad de instituciones educativas con las cuales no sólo se pretendía educar sino también fomentar el nacionalismo que traería como consecuencia la unificación social bajo una misma nación. Entre las metas principales del sector educativo se encontraban: - Erradicar el analfabetismo. - Ampliar la matricula de alumnos inscritos a las instituciones educativas . - Contar con maestros preparados. - Con un mayor número de escuelas, buscando un crecimiento no solo en las ciudades sino también en las zonas rurales, aunque esto no se pudo realizar del todo. - Desarrollar la educación técnica, con el fin de industrializar al país. - Incrementar el número de profesionistas (Rangel, 1983: 267). Todos estos puntos se realizaron aun que no como se quería y tampoco tuvieron los resultados que se esperaban, aun así en lo general esto dio un gran impulso al país en materia de educación. Con todo esto se buscaba cambiar la antigua forma de enseñar, como fue la erradicación de estudios clericales y su cambio materias por materias que ayudaran al desarrollo profesional de los alumnos. Es así que durante el mandato de Cárdenas se busca industrializar al país a través de la educación, por lo que se creó en IPN lo que dará un sólido impulso a este objetivo pero que seria a largo plazo. (Rangel, 1983: 278). 55 Entre los cambios que se dieron en materia educativa fue el hacer obligatoria la educación primaria y secundaria, se creó la preparatoria ya que anteriormente sólo se estudiaba la secundaria y al concluirla se podía aspirar a la educación universitaria, pero el desarrollo educativo trajo consigo la implementación del bachillerato el cual pasaría a ser un requisito elemental si se buscaba estudiar la universidad teniendo como objetivo el mejorar el nivel educativos de los alumnos aunque esto también representaba un gasto mayor a las familias que quisieran enviar a sus hijos a estudiar ya que los años de escuela incrementaban y por consiguiente el gasto que esto implicaba, dejando sólo a un sector determinado y pequeño el acceso a la educación. (Rangel, 1983: 285). El proceso de expansión del sistema educativo modificó los viejos patrones elitistas de la educación y amplió las oportunidades de escolarización en las entidades federativas más rezagadas, aunque aquí hay que hacer un paréntesis ya que es cierto se amplió el número de alumnos en las escuelas pero sólo a los niveles básicos, mientras que el poder estudiar la preparatoria y aspirar a una carrera profesional no sería de cualquiera, tendrían las familias que llenar algunos requisitos elementales y claro económicos que harían esto algo difícil, siendo estos factores principales por lo que solo unos cuantos podrían hacerlo (Rangel, 1983: 281). Es así que a través de un cambio y desarrollo educativo, se han venido formando una serie problemas que no sólo involucra a maestros y alumnos, sino también a la sociedad en conjunto, ya que por las problemáticas mencionadas en párrafos anteriores los alumnos se verán en un entramado para poder ingresar a la educación superior. 56 2. Las elites y su formación en Veracruz 57 2.1 COMPORTAMIENTO DE LAS ÉLITES POLÍTICAS La palabra élite viene del francés élite, que es el conjunto de los mejores en una comunidad, significa en francés elección o elegir. En sentido amplio, designa un grupo selecto de personas en el orden político, científico, cultural, económico o de cualquier otra rama del saber o de la actividad humana. El concepto élite tiene connotaciones de distanciamiento con el pueblo y de gustos y preferencias que no son los de la masa (Smith, 1981:54). Lleva implícita una dicotomía entre la sofisticada minoría y la gran masa. Es una contraposición al de multitud y envuelve Ideas de "exclusión" y de "discriminación" (Ai Camp, ,1983:31). Élite política hace alusión a un reducido e influyente grupo de personas escogidas en función de su capacidad y formación para dirigir un Estado, un partido o una asociación cualquiera. Esas personas son las que forman parte de la estructura de poder y tienen acceso a los procesos de decisión en esas sociedades (Smith, 1981: 98). Los sociólogos italianos Vilfredo Pareto (1848-1923) y Gaetano Mosca (18581941), fueron los creadores de la teoría de las élites. Pareto sostenía que todas las sociedades se dividen en conductores y conducidos, describió dos tipos psicológicos de élites en el campo político: la de los "zorros", que prevalecen por las maquinaciones y la astucia, y la de los "leones", que se imponen por la fuerza Mosca, por su lado, afirmaba que en todas las sociedades, empezando por las más 58 mediocremente desarrolladas y que han llegado apenas a los comienzos de la civilización, hasta las más cultas y fuertes, existen dos clases de personas, una clase que gobierna y otra que es gobernada, y concluyó que las élites políticas se dividen en razón de las ideologías que invocan como factores de legitimación, de modo que pueden distinguirse al menos dos: la aristocrático-autocrática y la democráticoliberal (Smith, 1981:112). T. B. Bottomore habló de tres grupos elitistas: el de los intelectuales, el de los industriales y el de los altos funcionarios del gobierno. El sociólogo norteamericano Wright Mills, al referirse a las elites en el poder, diferenció los tres sectores en que ellas ocupan posiciones claves: la economía, el ejército y la política (Smith, 1981:61). El concepto de elite es más amplio que el de oligarquía puesto que su dominación no es necesariamente económica. Y es demás diferente al de camarilla porque exige en sus integrantes ciertas condiciones personales de preparación y aptitud que no siempre asisten a los miembros de ésta. Las elites están compuestas de individuos destacados por ciertas cualidades personales (Ai Camp, 1983:38). La élite política reúne a los más destacados hombres públicos. Todo esto independientemente de su egoísmo, de su sentido discriminatorio de la vida y de las inicuas exclusiones sociales que generalmente promueven en los campos de su actividad. Las camarillas, en cambio, no se forman en función de la excelencia de sus miembros sino de influencias, complicidades y malas artes políticas. Las élites pueden clasificarse en razón de los cuatro problemas funcionales que toda sociedad debe resolver: consecución de sus objetivos, adaptación, integración y mantenimiento del sistema y resolución de tensiones. Asimismo, existen cuatro 59 tipos de elites estratégicas: (Smith, ,1981:87). 1) Elite política del momento (élites de consecución de objetivos). 2) Elite económica, militar, diplomática y científica (élites de adaptación). 3) Elites que ejercen autoridad moral: sacerdotes, filósofos, educadores y primeras familias (élites de integración). 4) Elites que mantienen la sociedad unida moral y psicológicamente, compuestas por artistas, escritores, estrellas del teatro. La función general de las élites parece ser similar en todas partes: simbolizar la unidad moral de la colectividad poniendo de relieve los intereses y objetivos comunes; coordinar y armonizar actividades diversificadas, evitar el faccionalismo y resolver los conflictos de grupo, así como proteger a la colectividad frente a los peligros exteriores (Smith, 1981:87). A través de la historia se sabe que las organizaciones buscan mejores condiciones de vida, así como la construcción de estructuras de convivencia social, que permitan a los individuos una relación productiva y armónica, o por lo menos ese es el supuesto simbólico de las sociedades (Smith, 1981:89). Sin embargo, los individuos que tienen capacidades diferentes, aparentemente “superiores” a las del resto de la población, tienden a unirse con el fin de dirigir a una sociedad hacia el progreso o para mantener el status y sus privilegios, es decir, evitar la movilidad en las redes del poder real y conservar el poder en el seno del grupo; garantizando su dominio sobre el resto de la población (Smith, 1981:101). Podríamos decir que los sistemas de dominación van cambiando en sus formas pero hay un continuo de un grupo de individuos o conjunto específico que sigue 60 gobernando y mantiene las relaciones asimétricas de poder intactas (Monroy,1975: 196). La lucha por el poder es parte de la naturaleza del ser humano, el estar por encima de los otros es una necesidad casi orgánica, la lucha por ser el primero, el mejor, el de los privilegios, provoca que la rueda de la historia humana se mueva. Si pensamos después en la dinámica interior de toda sociedad, advertimos enseguida que en éstas el carácter de lucha por la preeminencia, antes que por la existencia, es todavía más evidente (Monroy, 1975: 196). La pugna entre individuos de un mismo núcleo social es por llegar a los puestos elevados, a la riqueza, al comando; es por conquistar los medios que confieren la facultad de dirigir según el propio arbitrio, muchas actividades y muchas voluntades humanas. (Ai Camp, 1983: 52). Si la necesidad de poder es parte de la dinámica de nuestra especie, se puede considerar que los seres humanos luchamos constantemente entre nosotros, entrando en algo así como una especie de estado de naturaleza, sin ley alguna más que la del más fuerte, pero hasta el más fuerte tiene que dormir y en ese momento puede ser aniquilado por sus competidores o en el mejor de los casos superados por sus alumnos aquellos a los que decidieron apoyar en su trayectoria política y que lleguen alcanzar puestos que sus maestros nunca pudieron obtener. (Smith, 1981: 92). Al rebasar dicho estado de naturaleza, los hombres crean estructuras como el Estado, que garanticen la paz pero también la dominación de unos sobre otros y esos que dominan saben que necesitan de sus pares para mantener su dominio, o sea la sociedad organizada atenúa dicha confrontación, le da canales y forma a la 61 competencia, pero el costo por esa tranquilidad o paz social, consiste en que haya una supremacía de unos cuantos sobre los muchos (Smith, Peter, 1981: 91). El estado de naturaleza sigue latente pero el miedo a ser víctima del poder del Estado retiene los impulsos individuales a cometer acciones auto destructivas, sin embargo, la lucha por la supremacía se torna en lucha política o económica y nos damos cuenta de la importancia de tener aliados, compañeros, equipo, grupo, familia para que vigile por nosotros mientras dormimos y así el hombre crea el Estado, las jerarquías y las relaciones asimétricas (Ai Camp, 1983:67). El gran reto que se presenta a estos grupos aspiracionales al poder es: ¿cómo lograr mantener su fuerza y presencia dentro de una sociedad?, se deduce que estos grupos utilizan entre otros muchos métodos, el de constituirse en una sociedad secreta, en la que está vedado el acceso para ciertas personas, no dignas o capaces, según sea la filosofía del grupo en cuestión. Así concebida, la élite es una serie de altos círculos cuyos miembros son seleccionados, preparados y certificados, y a quienes se permite acceso íntimo a los que mandan las jerarquías institucionales impersonales de la sociedad moderna. Podríamos pensar en una élite como homogeneidad es decir un sólo bloque que controla la alta esfera, pero en realidad lo correcto es hablar de élites que comparten espacios de poder y que tienen características similares en cuanto gustos, comportamientos e incluso podríamos encontrar que son similares racialmente, pero lo anterior no implica que compartan la misma ideología u objetivos, sin embargo cuando se trata de proteger sus privilegios se unen para hacerlo, salvo que una facción de la élite, sea la que dirige una insurrección popular pues ve que puede 62 obtener un beneficio substancial por encima de otras élites como resultado de un cambio o revolución social. La minoría política está compuesta de hombres y mujeres cuyas posiciones les permiten trascender los ambientes habituales de los hombres y las mujeres corrientes; ocupan posiciones desde las cuales sus decisiones tienen consecuencias importantes (Smith, 1981:123). El que tomen o no esas decisiones importa menos que el hecho de que ocupen esas posiciones centrales: el que se abstengan de actuar y de tomar decisiones, es en sí mismo un acto que muchas veces tiene consecuencias más importantes que las decisiones que adoptan, porque tienen el mando de las jerarquías y organizaciones más importantes de la sociedad moderna: gobiernan la maquinaria del Estado y exigen sus prerrogativas, dirigen la organización militar, ocupan los puestos de mando de la estructura social en los cuales están centradas ahora los medios efectivos del poder y la riqueza y la celebridad de que gozan(Smith, 1981:112). Las élites políticas son un hecho consumado en cualquier sociedad humana que se estudie, hay una relación casi orgánica entre organización humana y la aparición de un grupo dirigente (Monroy, 1975: 196). Estos grupos dirigentes no sólo crean canales institucionales y simbólicos para darle lógica al poder y a las relaciones de dominación que imperan en la sociedad, en muchos casos forman estructuras, discretas y semisecretas o completamente secretas, con el fin de conservar en primera instancia el poder e incluso aumentarlo, esto no limita a que los dominados no puedan también organizarse en sociedades secretas, para derrocar al orden social y ascender ellos. 63 El poder económico y político históricamente han buscado formas de organización para garantizar su preeminencia y por lo tanto crean estructuras que les permitan tener margen de maniobra por encima de la ley, de las instituciones y estructuras socialmente aceptadas (Ai Camp, 1983:31). Los grupos de poder buscan tener cosas en común entre las que se pueden mencionar son el estatus social, puestos públicos, las oportunidades de educación y coincidir en una institución de gran prestigio social no estaría de más. Es importante que esta institución cuente con ciertos requisitos como serán su nivel educativo, la calidad de sus profesores, la complejidad para poder acceder a ella, el costo económico que implicaría estudiar, sin estas cualidades sería una institución a la cual todo mundo tendría acceso y no sería llamativa para el sector elitista, el cual busca formar pequeños grupos en los cuales se pacten las reglas del juego político y en la que no todos podrán formar parte (Smith, 1981:63). Es así que la formación de las elites en el Colegio Preparatorio es un tema tanto importante como interesante de estudiar, ya que es en esta etapa de su vida donde se forman las redes de poder con las cuales el alumno al egresar obtenga los contactos y herramientas necesarias para adquirir un puesto político. Las cualidades de una personas pueden ser muchas pero para acceder al mundo de la política se deben de contar con unas en específico: carácter, carisma, facilidad de palabra, amistades influyentes y que de no contar con ellas tendrán que adquirirlas o darse por vencido ya que la institución por sí sola no los hará. El individualismo fue implícitamente reprobado por la doctrina moral de la iglesia católica durante la Edad Media. Por ello, es natural que aún hoy el galicismo élite tenga una carga semántica negativa. 64 La élite se comprende cómo, "lo mejor", "lo más selecto", "la crema y nata" -como en efecto es definido por los diccionarios-, por lo que se ve como un término sectario y excluyente, muy lejano de nuestra concepción romántica de la "democracia". Pero si asumimos al régimen democrático como un método consensuado para la selección de gobernantes, un simple instrumento de gobierno, nos encontramos con que nuestra visión del comportamiento concreto de una sociedad se enriquece radicalmente al analizar el comportamiento restringido de las elites políticas, económicas, religiosas, militares y hasta las "celebridades" que han procreado los modernos medios de comunicación (Smith, 1981: 93). La utilidad teórica del concepto de élite reside en la relativa facilidad con que puede ser delimitado y definido, particularmente si lo comparamos con conceptos tales como "Estado", "movimientos sociales", "sociedad civil", etcétera. A pesar de ello, las autores que han abordado el estudio del liderazgo varían mucho en sus acotaciones acerca de quién forma parte o no de la élite. Suárez Farías hace una revisión de los diferentes enfoques que se han asumido en la definición de "elite". Menciona cuatro: el de "toma de decisiones", el "posicional", el "reputacional" y el enfoque de la "sociología y trayectoria institucional del liderazgo político" (Smith, 1981: 115). El enfoque de toma de decisiones es la modalidad que adopta Roderic Ai Camp, mediante el cual define a los miembros de la elite en términos de su poder e influencia evidenciados por la capacidad de tomar decisiones que afecten el comportamiento del grupo social (Smith, 1981:102). 65 ¿Cómo determinar si la toma de decisiones estuvo influida en una medida o en otra por el poder influyente de cierto miembro de la élite? El enfoque reputacional es aún más subjetivo, ya que se desprende de la visión que manifiesten otros sobre la posición que ocupa un actor determinado. Se trata de tomar como guía la evaluación que realiza un jurado acerca del prestigio de sus colegas, para definir si pertenecen o no a la elite. Este método fue utilizado por Roderic Ai Camp sólo para definir a la elite intelectual. Esto respondió al hecho de que en el caso de los intelectuales hay pocos indicadores objetivos que permitan definir la pertenencia a la elite, como sí le fue posible hacer en el caso de los políticos; máximo cargo ocupado, los militares; grado máximo y los empresarios; pertenencia a agrupaciones importantes. La élite es aquella que ocupa las máximas posiciones formales dentro del aparato estatal, económico, religioso o militar. Esto permite un nivel más elevado de objetividad y claridad en el criterio de selección (Smith, 1981: 111). Tal vez lo más atractivo del concepto de élite sea su evidente utilidad metodológica, que reside en la posibilidad de contar con una visión pequeña del comportamiento de grupos humanos limitados en número, lo que los hace muy manejables en una investigación profunda de trayectorias (Smith, 1981:122), La teoría de la élite del Poder de Wright Mills, ha demostrado que el conocimiento de las elites puede poner al descubierto características profundas de los sistemas políticos, económicos o de cualquier otra jerarquía. Su acercamiento no es personalista o voluntarista, exhibe a las élites como conjuntos societarios que en mucho reflejan las características de la comunidad amplia que lideran. 66 Son grupos con personalidad colectiva y esquemas de pensamiento compartidos, divulgados gracias a una socialización cuidadosamente conducida a través de las escuelas, las universidades y las asociaciones de amistad. 67 2.2 LA FORMACIÓN DE LAS ÉLITES El sistema político mexicano vive en la contradicción aparente de haber conquistado una notable estabilidad gracias a la institucionalización de la lucha por el poder, y responder a las exigencias de un presidencialismo personalista que ahoga la manifestación de visiones alternativas. Este amplísimo poder que detenta el ejecutivo federal en México es compartido o delegado en un círculo limitado de incondicionales, que forman la camarilla presidencial. (Ai Camp, 1983:78). Sus miembros, a su vez, encabezan sus propias camarillas que abrigan la esperanza de algún día acceder al poder máximo, desplazando a sus actuales detentadores. Este esquema piramidal se reproduce fielmente en los estados de la República, donde los gobernadores encabezan las camarillas máximas locales. Las "camarillas" no son sino grupos de interés unidos por un objetivo concreto común: acceder al poder y escalar sus peldaños. (Ai Camp, 1983:98). El poder social se distribuye diferencialmente entre las camarillas de la élite, exhibiendo un amplio espectro distributivo. Los auténticos estudios de élite serían ensayados, ya con un modelo empírico desarrollado, por Frank Brandenburg, Caroly Wecmann , Martin Needleman, Wilfred Gruber, Peter Smith y Roderic Ai Camp. El estudio de Brandenburg, publicado en 1964, aborda la elite política en funciones entre 1910 y 1964, y se fundamenta en una amplísima lista de líderes políticos y sociales que llega, inclusive, a niveles municipales. 68 Su relación la divide en tres grupos: la "familia revolucionaria" encabezada por el presidente de la República; luego un selecto grupo de líderes sociales, económicos, eclesiales, sindicales, etcétera, y finalmente el grupo del partido oficial y su burocracia (Smith, 1981: 90). Martin y Carolyn Needleman, que publican en 1969, realizaron una evaluación cuidadosa de las contradictorias realidades de la política contemporánea mexicana, particularmente frente a las formalidades de la Constitución de 1917. Las clases son una entelequia hasta que cobran rostro en individuos concretos que encabezan sus luchas de emancipación o de dominio. (Smith, 1981: 89). Alonso pone en evidencia el traslape de intereses entre estas élites, que en apariencia persiguen proyectos de desarrollo divergentes, y la manipulación corporativa que ejerce la élite política sobre la élite obrera y la empresarial. El Estado mexicano canaliza la lucha de clases por medio de la intrincada red de lealtades y compromisos que ha sabido tejer con las elites del país, incluyendo la artística y la intelectual. (Smith, 1981: 71). El del Estado es un proyecto interclasista, pero definido en términos de los intereses de la elite política y la elite económica. Es realista observar al Estado como mero instrumento de la clase poseedora del capital; la elite del poder particularmente en México le garantiza al estado un importante nivel de sometimiento ya que es la gente con un nivel económico alto la que toma las decisiones y el Estado el que las ejecuta (Smith, 1981: 91). 69 La elite empresarial mexicana tiene orígenes y modelos de socialización muy divergentes a la elite política, lo que dificulta aún más la visión del estado manipulado. Smith se trazó como objetivo introducir un nuevo nivel de precisión en las discusiones en torno a la formación de las elites en México en el siglo XX, por lo que adoptó un enfoque empírico (Ai Camp, 1983: 99). Su método, que le produce un impresionante volumen de información al que aplica métodos numéricos sofisticados, aparenta un elevado nivel de rigurosidad pero también pierde de vista la subjetividad del ejercicio político en México. Sin lugar a dudas, Smith aporta una gran claridad sobre los orígenes sociales, el reclutamiento y el perfil de la clase política mexicana, pero la rigidez de su método le impide delinear las sutilezas del sistema, tales como la conformación de camarillas y grupos de interés, la comunicación informal, el currículo oculto o la visión de los actores sobre su propia realidad (Smith, 1981: 81). Este libro se convertiría en material de consulta obligada de los líderes políticos mexicanos, aunque su traducción tardó bastante. El método de Camp difiere substancialmente del de Smith. Camp privilegia las fuentes directas de información, por lo que apoya sus investigaciones en entrevistas personales con los actores. Este método le ha permitido inyectarles a sus escritos un fuerte contenido humano y vivencial, sin descuidar el rigor en el manejo e interpretación de la información (Ai Cam, 1983: 111). 70 En 1980, Camp publicó uno de sus aportes más importantes: Los líderes políticos de México: su educación y reclutamiento. Este texto se fundamenta particularmente en amplias entrevistas y una nutrida correspondencia con más de 100 líderes políticos, sin descuidar las fuentes escritas (Smith, 1981: 119). Aunque se apoyó en una base de datos que abarcaba a 999 individuos, Camp se enorgullece de conocer personalmente a cada uno de los biografiados, y dice: "Creo que este conocimiento me ha permitido hacer algunas evaluaciones cualitativas e interpretaciones de los padrones estadísticos que en condiciones norma les no serían mostradas por esos datos"(Ai Cam, 1983: 112). En este documento, Camp pone en evidencia los mecanismos de reclutamiento, cooptación y socialización del personal político de relevo que es incorporado a la élite. El mecanismo se fundamenta en la centralización de los servicios educativos en la ciudad de México, resaltando la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en este proceso de reclutamiento. Los grandes maestros, políticos e intelectuales que ejercen el magisterio en esos centros atraen a los jóvenes prospectos y pronto los vinculan a la discusión y la actividad política (Ai Cam, 1983: 116). Pero el reclutamiento también es horizontal: los egresados que logran el éxito en sus carreras políticas pronto se apoyan en sus compañeros de clase, a quienes ofrecen puestos dentro de la jerarquía. En síntesis, Camp resalta y analiza el papel de la educación y la socialización dentro de ámbitos temporales y espaciales restringidos; la ENP, , la carrera de derecho de la UNAM en la formación de futuras camarillas y la renovación de las élites políticas. (Ai Cam, 1983: 119). 71 La experiencia educativa, incluso a nivel elemental, determina la modalidad de la inclusión de determinado individuo en las camarillas de la élite política. Este esquema se repite a nivel de los gobiernos estatales: como pasa en Veracruz, en el Colegio Preparatorio de Xalapa, el cual sería el encargado de dar a algunos jóvenes de la capital del estado, educación preparatoria, encaminarlos a la vida política y posteriormente enviarlos a la ciudad de México donde buscarían consolidar su liderazgo político en las aulas de la UNAM reconocida nacionalmente (Ai Cam, 1983: 121). En 1989 Camp publica otro libro con los resultados de su investigación sobre los empresarios mexicanos. En este trabajo Camp regresa al enfoque posicional gracias a que para este caso sí se cuenta con elementos que permiten definir la pertenencia o no al grupo empresarial y su élite, como son los directorios de las principales empresas, la lista anual de la revista Expansión, la posición en el mercado de valores, etcétera (Ai Cam, 1983: 120). Llama la atención la disparidad en cuanto a orígenes sociales, educación y socialización entre los empresarios y los políticos. Se trata de dos percepciones muy diferentes en cuanto al papel que unos y otros deben cumplir en el proceso productivo y el desarrollo político (Ai Cam, 1983: 124). Las prácticas de reclutamiento han cambiado en las últimas décadas, han acentuado tendencias evidentes desde antes, como la importancia de la educación, o la preeminencia de la burocracia sobre los órganos del poder. Muchas de las fuentes que son esenciales para la formación de redes entre élites del poder también lo son para el desarrollo de sus actitudes e ideología. En otras 72 palabras, familia, carrera y educación también influyen de manera decisiva en la formación de los valores de la élite (Ai Cam, 1983: 111). 73 2.3 LA SOCIALIZACION A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN. Familia, carrera, lugar de residencia y acontecimientos sociales importantes contribuyen a la socialización de la élite del poder en México. No obstante, para muchos integrantes de la élite, la educación ha influido de manera decisiva en las variaciones entre un grupo y otro (Ai Cam, 1983: 45). La educación puede conceptuarse como una experiencia de carrera compartida, ya que se da sobre todo en el ambiente profesional o institucional respectivo, el papel socializador de la educación en las élites del poder en México es mayor debido a que muchos de los mentores identificados por la élite del poder establecieron contacto con sus futuros disciplinarios en el salón de clases (Ai Cam, 1983: 71). La educación proporciona un entorno institucional importante para combinar la creación de redes y la socialización. La importancia de esas actividades refuerza el efecto de ciertas instituciones educativas, en comparación con las demás fuentes de influencia (Ai Cam, 1983:77). La élite política que ha dominado en el país en las primeras décadas del siglo XX sugiere la importancia de dos fuentes educativas amplias: mexicana y extranjera. La educación desde el nivel preparatorio suele ejercer una influencia liberalizadora en los estudiantes, al margen de la disciplina que elijan. La extensa evidencia sugiere que los alumnos de escuelas privadas o católicas y los egresados de escuelas públicas de prestigio tienen una ideología política distinta. Por ejemplo los adultos jóvenes suelen ser muy vulnerables a cambios de actitud, lo que se estabiliza con la edad (Ai Cam, 1983: 80). 74 La disciplina que elige un alumno, o la escuela a la que asiste, también influye en su ideología, precisamente porque le brinda el entorno social y físico dentro del cual se agrupan otros alumnos con antecedentes e intereses similares, en otras palabras la socialización familiar y los interese intelectuales pueden ser reforzados por padres y maestros. Incluso el prestigio de las instituciones educativas de la que egresa un alumno influye de manera importante en su carrera (Ai Cam, 1983: 87). En Veracruz los maestros han tenido un papel decisivo como mentores y reclutadores, ya que se encuentran en la envidiable posición de ejercer gran influencia en los valores y las actitudes de sus discípulos, tanto de la élite como ajenos a ella. Muchos políticos continúan en contacto de por vida con el maestro que los indujo en la política (Ai Cam, 1983: 89). El grado en que la educación desempeña un papel medible en la formación y el establecimiento de redes entre élites esta determinado en gran parte por el nivel educativo del líder. Esto es, a mayor contacto entre un individuo y una institución, mayor será el posible efecto en esa persona. El entorno educativo adquiere mayor relevancia entre la élite del poder en México porque, en términos amplios, es la experiencia compartida más universal. Prácticamente en cualquier sociedad, los lideres están mejor educados que el ciudadano promedio (Ai Cam, 1983: 98). Lo sorprendente de los países del tercer mundo es que las elites suelen tener niveles muy elevados de educación superior, con una formación académica que sobrepasa las de los grupos comparables en sociedades postindustriales. Las élites del poder en México no son la excepción al patrón del tercer mundo. 75 Por ejemplo, más de la mitad de los políticos cuentan con un título universitario en una sociedad donde menos de la cuarta parte de todos los habitantes cuentan con esta credencial; aun más sorprendente es el hecho de que, entre los mexicanos prominentes de más de la tercera parte realizó estudios de postgrado (maestrías y doctorados), teniendo el mismo nivel educativo que los políticos de países desarrollados (Ai Cam, 1983: 112). Uno de los grupos con mayor educación entre estos mexicanos es el clero católico, los cuales obtuvieron un doctorado (típicamente en teología), seguido por políticos e intelectuales, de los cuales más de la tercera parte obtuvo un doctorado. Entre las élites mexicanas, los empresarios fueron quienes tenían menos educación formal ya que tienden a darle mayor énfasis a la experiencia en una empresa que a la educación técnica o teórica, un número muy pequeño de empresarios cuentan con estudios de posgrado. El nivel educativo sugiere diversos patrones entre las antiguas élites políticas, contrario a las tendencias educativas generales entre todas las élites, intelectuales y empresarios abrieron sus filas a quienes no tenían estudios de postgrado (Ai Cam, 1983: 102). 76 2.4 LA ELITE MEXICANA GLOBALIZADA En México y en los países del tercer mundo, la educación en el extranjero ha contribuido de manera significativa a acrecentar los requisitos y las experiencias de los líderes de diversos sectores de la sociedad. A su vez, los mentores, tanto de la familia como de la educación superior, participaron de manera importante en estas influencias socializadoras. Estudiar en el extranjero fue un fenómeno internacional durante el siglo XX y, aunque ya ocurría antes, se volvió importante en términos del número de estudiantes durante la primera mitad del siglo XX y alcanzando su apogeo en la mitad de este siglo (Ai Cam, 1983: 121). Durante años, tanto Europa como Estados Unidos atrajeron a estudiantes extranjeros pero, de 1940 en adelante este último país domino la lista de países huéspedes. En 1962 Estados Unidos fue el país que atrajo al mayor número de alumnos extranjeros, casi 65mil y, en 1990, se mantuvo como el principal país receptor, con un total de 508mil alumnos inscritos en escuelas y universidades. (Ai Cam, 1983: 122). Las dos tendencias dominantes en los patrones de estudios en el extranjero fueron un creciente flujo de estudiantes de países periféricos a industrializados, y un mayor porcentaje de alumnos internacionales que eligieron estudiar en Estados Unidos. México no ha sido inmune a estas tendencias universales. Los mexicanos de la élite del poder han estado bastante expuestos a las influencias socializantes de la educación internacional (Ai Cam, 1983: 131). 77 De los individuos cuya educación preparatoria y superior se reconoce que más de la mitad realizó estudios en el extranjero en algún momento de su vida. Únicamente un reducido número de integrantes de las élites estudiaron exclusivamente en el extranjero (tanto preparatoria como universidad), de manera que las instituciones mexicanas siguen siendo su principal fuente de socialización educativa (Ai Cam, 1983: 122). No obstante, el que más de la mitad de los líderes de México recibieron parte de su educación en el extranjero es una estadística significativa que señala, sin lugar a dudas, que la mayoría de líderes mexicanos han sido expuestos a la influencia cultural y educativa en el extranjero (Smith, 1981:121). Resulta particularmente extraordinario que más de uno de cada tres integrantes de la élite mexicana estudiaran en Estados Unidos y es En los países europeos, principalmente Francia e Inglaterra, se ha educado uno de cada cinco integrantes de la élite del poder (Smith, 1981: 98). Los datos también sugieren diferencias importantes entre el nivel de exposición internacional de las élite, y donde ocurre, los únicos individuos de la muestra de elites del poder que realizaron toda su educación superior en Estados Unidos han implantado una fuerte orientación de dicho grupo hacia los valores profesionales de ese país (Smith, 1981: 85). Típicamente, los alumnos han estudiado en el extranjero por dos razones: la inexistencia de programas comparables en su país de origen y la calidad de los programas que se ofrecen en su país, sin contar el hecho del prestigio que les brinda un título profesional obtenido en el extranjero (Smith, 1981: 99). 78 Por ejemplo, el que muchos estudiantes mexicanos realizaran estudios de postgrado en economía en Estados Unidos se debió a que no existieron en el país programas de doctorado sino hasta mediados de los años setenta, esto en la UNAM y en el Instituto Politécnico Nacional (Smith, 1981: 99). Entre la élite del poder en México, ocurrió un cambio ideológico fundamental ya que el modelo de desarrollo se transformó de una economía protegida, un sistema político centralizado dominado por el ejecutivo y un monopolio unipartidista en el poder político en un modelo de crecimiento económico con mira al exterior, un sistema político descentralizado y poder compartido a nivel estatal y en las cámaras. Tales cambios se atribuyen al fracaso de las estrategias políticas y economías de largo plazo que caracterizaron a la escena mexicana desde el decenio de 1930 hasta 1980, pero también a cambios fundamentales en las actitudes de la élite del poder a partir de los años setenta e incluso antes (Smith, 1981: 103). El que las élites del poder hayan reconocido el fracaso de las medidas políticas y económicas se debió, en parte a la influencia intelectual del entorno educativo, incluyendo la educaron en el extranjero. A pesar de los grandes niveles de estudios que alcanzaron los políticos mexicanos en la primera mitad del siglo XX, estos conocimientos no se ven reflejados en la práctica de sus funciones, ya que todo se viene abajo, cuando aplican la experiencia política aprendida por sus padrinos, la cual valoran más que su preparación (Smith, 1981: 100). Esto nos daría una idea del porqué contamos con políticos tan bien preparados, pero con un Estado pobre que no es capaz de dar solución a las problemáticas más simples de la sociedad a la cual sirven. El efecto ideológico de la influencia 79 socializadora en el extranjero se observa en dos temas que cobraron gran relevancia: la globalización económica y la liberalización política (Smith, 1981:123). Los políticos se volvían cada vez más receptivos a la democracia electoral y a la competencia de partidos, aunque nunca proporcionaron liderazgo proactivo para promover dicho cambio. Los grupos de oposición dependían del grupo al que pertenecían en las instituciones en las que estudiaron, es decir, si el grupo al que pertenecían era de ideas sociales, su ideología sería de izquierda, pero si su grupo era más de ideas neoliberales serían de derecha o un tercer grupo el cual se encontraría en un punto medio el cual compartía ideas de ambos grupos (Smith, 1981: 113). Esto sería a nivel preparatorio, aunque es importante resaltar otros factores, los cuales también serían un factor determinante para enfocar su ideología, desde su estado socioeconómico familiar, sus amistades, su entorno, entre otras cosas. No sorprende, por lo tanto, que miembros influyentes de estos grupos se conviertan en promotores tempranos de la liberalización política (Smith, 1981:120). Uno de los cambios estructurales que ocurrió entre los políticos mexicanos es el sentido de que los nuevos jóvenes políticos comenzaron a independizarse económicamente del Estado y, por ende, ya no eran, como sucedía con sus padres mayores, sus empleados. Muchos mantenían su independencia financiera o eran empleados universitarios que trabajaban de tiempo completo en instituciones financiadas por el gobierno. Este innovador cambio estructural permitió que muchas figuras intelectuales prominentes expresaran sus críticas al Estado autoritario (Smith, 1981: 113). 80 Los grupos de élite tenían menos oportunidades de vincularse si su educación superior era llevada en una institución poco conocida o en crecimiento ya que no contaba con el prestigio que se necesitaba para pertenecer al sector político, sin mencionar que no tendrían grupos al que pertenecer lo que les restaría puntos al momento de querer vincularse a la política mexicana (Smith, 1981:156). Un alumno que ingresaba a una institución en un primer plano de prestigio por su calidad educativa, el nivel educativo de las estudiantes, la preparación de sus maestros y sobre todo el hecho de haber egresado a más de dos o tres generaciones de políticos que harían de la institución una fuente creadora de políticos y que ayudaría al alumno a socializar con otros políticos en construcción y experimentados (Smith, 1981: 131). La socialización de la élite en universidades en el extranjero ocurría típicamente en el postgrado. Los estudiantes se inscribían en programas académicos o profesionales especiales, y esta experiencia académica en el extranjero influía en sus teorías y valores institucionales (Smith, 1981:134). En otras partes de la región, los expertos han descrito un patrón cada vez más frecuente de estudiantes que regresaron a su país para hacerse cargo de instituciones importantes y de introducir la orientación de su alma máter extranjera en el debate intelectual nacional. Algunos académicos la consideran forma de dominación no muy sutil de Estados Unidos (Smith, 1981: 143). 81 La literatura sobre socialización de la élite en Estados Unidos, específicamente la influencia de universidades de la Ivy League, llega a la conclusión de que la calidad de la institución educativa está muy relacionada con las respuestas de los líderes estadounidenses a las preferencias económicas, sociales y políticas, y no hay razón para esperar un efecto diferente en los mexicanos (Smith, 1981:144). Cuatro universidades estadounidenses ejercieron gran influencia en la elite del poder mexicana, ya que educaron a gran parte de los políticos mexicanos: Harvard, el Instituto tecnológico de Massachusetts, Standford y Yale (Smith, 1981:114). A través de la historia, Harvard ha sido la universidad estadounidense más importante en la educación de las élites del poder, y logró ese lugar especial por diversos motivos; de ella han regresado dos generaciones de líderes mexicanos y ha sido una influencia importante para los mentores de la élite del poder en México, además es la única universidad estadounidense de la cual egresaron dos presidentes: Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, lo cual le agregó aun mayor encanto entre los futuros líderes del país (Smith, 1981:153). Se destaca el papel que desempeñan los tutores, maestros o guías, a los que se les identifica como mentores y a los que se les reconoce no sólo su influencia como cabezas visibles en la formación de políticos, sino incluso como motores en la integración de estos grupos y hasta en la conformación de redes cuyo desenvolvimiento y actividad se han convertido en un recurso para la vitalidad y creciente participación de las sociedades (Smith, 1981:152). 82 La influencia de los guías o mentores se potencia al analizar la educación que reciben los integrantes de los grupos de élite, las carreras que cursan y las familias a las que pertenecen. Se destaca la importancia de la profesión del padre como una potencial fuente en la que se establecen relaciones que pueden resultar definitivas en la vida profesional de los integrantes de grupos de poder (Smith, 1981: 164). De igual forma se observa el lugar de residencia y cómo este dato, aparentemente poco significativo, puede definir trazos importantes del desempeño individual y de grupo. Lo mismo puede decirse del estatus socioeconómico de la familia. La influencia de la educación pública o de la privada determina ciertas actitudes que pueden incluso transformarse en valores; el paso por universidades extranjeras, particularmente estadounidenses, va a influir de manera notable en la propuesta de programas y en la toma de decisiones bajo ciertos parámetros; el lugar de nacimiento va a moldear caracteres y a producir comportamientos más o menos solidarios en términos (Smith, 1981:163). Las élites dejaron de preocuparse por el grave problema de la desigualdad en México, problema que, precisamente por haberse olvidado, está presente en muchos de los acontecimientos que ha vivido el país en los últimos años y que presiona hacia la búsqueda de soluciones mejores y más comprometidas (Smith, 1981:168). 83 2.5 LA EDUCACIÓN DE LAS ÉLITES VERACRUZANAS En Veracruz el estudio de las lites es muy austero ya que no se ha escrito mucho del tema a lo más que se puede llegar a encontrar son investigaciones de ciertos políticos veracruzanos y sus obras como funcionarios, iniciando su estudio desde su formación universitaria lo que no deja claro qué tipo de entorno socializador influyó en su formación, ya que este último nivel sólo explica una parte de su aspiración y formación política (Smith, 1981: 123). Las instituciones educativas durante el periodo del Porfiriato, marcaron una educación nacionalista-heroica la cual buscaba por su plan de estudios una sociedad nacionalista, orgullosa de su país que no criticara al sistema, sino al contrario que lo fortaleciera (Smith, 1981: 128). Con Díaz se crean varias instituciones educativas y en Veracruz no se hará la excepción, será a partir de 1910 donde los nuevos políticos tendrán que formar redes las cuales les permitan llegar a puestos públicos. Ya era visible desde principios de la vida independiente del país que si se quería pertenecer a la clase política nacional se tenía que tener amistades que estuvieran vinculadas las cuales le darían al aspirante los requisitos necesarios para obtener un cargo (Smith, 1981: 129). Durante el porfiriato ya era un requisito el tener un buen nivel de estudios ya que esto daría prestigio al estudiante y si a esto le aumentamos que compartía las ideas modernizadoras y pacificadoras que Díaz buscaba implantar, estaría casi seguro de pertenecer a la clase política lo único que faltaba era encontrar a la persona la cual tuviera los contactos para implantarlo en la élite política del país. 84 Después de la revolución y con la formación de los partidos políticos, el panorama cambiaba, ahora había que ser muy cuidadoso a la hora de escoger instituciones educativas ya que de esto dependía el tener ventajas sobre otros alumnos a la hora de desarrollarse profesionalmente. (Smith, 1981: 129). Durante la primera mitad del siglo XX, en el caso de Veracruz particularmente el de Xalapa, la élite política buscaba que sus hijos tuvieran una educación básica particular es decir, con tutores en su casa, al momento de tener que cursar la educación superior, la élite veía en el Colegio Preparatorio la institución idónea para educar a sus hijos, ya que esta institución era muy meticulosa a la hora de escoger a sus alumnos (Smith, 1981: 139). Entre los requisitos que exigía el colegio era antes que nada ser xalapeño y radicar en la ciudad, estaba prohibido aceptar alumnos foráneos, ya que se veía a la institución como una escuela para xalapeños, pasar un examen de conocimientos básicos con más del 80% de los aciertos, tener un estatus económico medio o alto es decir que contaran con recursos para hacer frente a los gastos que les generaría estudiar la preparatoria, contar con recomendaciones de algún conocido con reputación intachable y tener de buenas a excelentes calificaciones (Smith, 1981: 141). Todo esto eran de las cosas más básicas para poder pertenecer a la matricula de estudiantes del colegio preparatorio, ser tan estricto a la hora de seleccionar a sus alumnos era lo que le daba prestigio al colegio ya que sólo las mejores familias de Xalapa serían capaces de mandar a sus hijos a estudiar a dicha institución. 85 Dentro de las aulas del colegio preparatorio, desde su fundación se fueron tejiendo redes de personas las cuales serían en un futuro, las que llevarían el liderazgo de la ciudad. (Smith, 1981: 159). El ámbito político no sería la excepción, al contrario sería el ramo que más sobresaldría dentro del colegio, tal vez por sus políticas conservadoras o por sus exigencias a la hora de aceptar a un alumno o la conexión que llegó a tener el colegio con las autoridades municipales y gubernamentales. Pero es muy destacable el hecho de que si se quería pertenecer a la clase política xalapeña o bien en el mejor de los casos ser político que sobresaliera a nivel nacional era necesario contar con un certificado de egresado del Colegio Preparatorio ya que esto le daría un pase automático al Colegio Nacional de México o a la recién inaugurada UNAM (Smith, 1981: 139). Las redes que formaron dentro del bachillerato serían continuadas en la universidad donde todos los políticos del país se concentraban para estudiar, es decir después de formarse dentro del Colegio Preparatorio los mismos maestros ayudaban a los egresados a quedar en la universidad, recomendándolos, ya que esto le daría más prestigio al colegio el contar no sólo con un gran número de egresados, sino también de profesionistas, dicho prestigio le dio estatus al colegio y a sus alumnos. Formar políticos no fue el objetivo primordial de esta institución, sino de dar una educación de calidad a la ciudadanía xalapeña, pero al darse de los beneficios que les traería formar a las nuevas generaciones de políticos veracruzanos, es así, el porqué inicia una necesidad de ser tan rígidos a la hora de seleccionar a sus nuevos alumnos (Smith, 1981: 140). 86 A finales de la primera mitad del siglo XX los alumnos del colegio no serán del todo xalapeños ya que gran parte vendrán de otros lugares a estudiar a la capital del estado, esto dará un gran aporte económico no solo al colegio sino también a la ciudad, esto cambiara la rigidez de seleccionar alumnos por parte del Colegio. En este capítulo expliqué término élite, lo que significa, lo que engloba y el impacto que traerá a las personas que integran este grupo, no sólo a sí mismos sino también a sus familiares, amigos y su entorno en general (Smith, 1981: 144). También trato de dejar claro la importancia de su vida académica ya que de ésta dependerá su desarrollo como políticos, y de la mano el aporte como institución la que les brindara el Colegio Preparatorio, el cual con sus influencias, ayudara a sus egresados a ingresar a las mejores instituciones universitarias del país lo que le dará un mayor prestigio a dicha institución (Smith, 1981: 149). El Colegio Preparatorio de Xalapa obtendrá un gran nivel educativo por diversos factores muy bien definidos:  Por la Institución- ya que cuenta con un edificio que data de principios del siglo XX, con una arquitectura que habla por sí sola, aunque es tal vez uno de los factores menos importantes no deja de ser destacable.  Por sus maestros- en toda la historia del colegio se ha buscado que sus profesores sean de una reputación intachable, factor importante para las políticas internas conservadoras de esta institución, su preparación y conocimientos en la materia que se quisiera enseñar, característica también muy importante si se quería ser docente del Colegio Preparatorio. 87  Por sus alumnos- el factor más importante que traería al colegio un gran prestigio como una de las mejores preparatorias estatales en las que se podía estudiar, debido a su desarrollo profesional.  La rigurosidad con la que se seleccionaba a sus alumnos, con lo que se buscaba tener sólo a lo más selecto de la sociedad, saber de qué familia se descendía y el nivel económico con el que se contaba. El Colegio Preparatorio de Xalapa se fundó para hacer frente a la falta de instituciones educativas en la capital del estado comenzando como primaria y secundaria al paso del tiempo y por diversas reformas educativas a lo largo de la vida del colegio pasó a ser preparatoria (Smith, 1981: 121). Se convirtió en un paso obligado a la Universidad, por los problemas económicos que representaba aspirar a esto, pasó a ser una actividad de una cierta clase social o aquellos que tuvieran los contactos que fueran capaces de ingresarlos al colegio y de ahí dichos alumnos se abrieran paso hacia una carrera universitaria (Smith, 1981: 112). Hacer el análisis de la trayectoria académica de la élite política en Veracruz cuesta mucho ya que la gran mayoría sólo hace referencia de su desarrollo político a partir de la Universidad. Antes de ésta cuesta mucho trabajo saber cuáles han sido las instituciones por las que pasaron un fenómeno extraño si me lo preguntan, pero para la élite lo que importa es dónde comienza su desarrollo político según la elite será desde la universidad (Smith, 1981: 135). Mi hipótesis plantea que la aspiración política inicia desde la preparatoria donde se comienza a redirigir al alumno hacia qué es lo que quiere para su futuro y será 88 entonces donde se comenzará a despertar ese interés por superarse, desarrollarse económicamente y profesionalmente, en carreras que dejen una buena remuneración y que la política será uno de los objetivos a alcanzar (Smith, 1981: 126). Aunque el nivel de maduración del alumno de preparatoria aun es mínimo ya se cuenta con una base para irse afilando hacia lo que se quiere y es donde entra el papel del profesorado del colegio. Los profesores son los encargados de seleccionar, influir y dirigir a ciertos alumnos a formar pequeños grupos los cuales buscaran tener el control que en este nivel tengan gran importancia pero que los ira formando como lideres principiantes , los cuales aprenderán a tener iniciativa, liderazgo, y de cierta manera a manipular las circunstancias a su favor (Smith, 1981: 150). Los que lleguen a desarrollar dichas características se estarán enfilando a ser parte de la nueva élite que dependiendo a sus aspiraciones y a las redes que hayan comenzado a tejer podrán alcanzar los niveles básicos en puestos municipales, aspirar a la gubernatura y buscar puestos más altos a niveles federales, todo dependerá que tan bien hayan aprendido a socializar en su trayecto (Smith, 1981: 150). 89 3 EL PAPEL DEL COLEGIO PREPARATORIO EN LA FORMACIÓN DE LA ÉLITE EN XALAPA 90 3.1 El Colegio Preparatorio de Xalapa, su origen y desarrollo Xalapa una de las ciudades más importantes del estado de Veracruz, no siempre tuvo una amplia oferta de instituciones educativas al servicio de la sociedad. En 1843, parte de la construcción del convento de San Francisco fue utilizado para instalar en ella el Colegio Departamental de Xalapa, la necesidad de contar con un centro educativo estatal que fuera acorde a las necesidades reales de la juventud en la entidad sin tener que emigrar a Puebla o a México, hizo obligatorio la creación de este colegio (Ayala, 1990: 180). Si bien ya existían distintas escuelas de enseñanza secundaria en Veracruz, tanto oficiales como particulares, sus planes de estudio no cumplían con los requerimientos suficientes. Inclusive el colegio que había sido fundado en 1834 por decreto del gobernador Antonio Juille y Moreno, el cual ofrecía un plan de estudios más completo para la enseñanza secundaria, no pudo subsistir por mucho tiempo. Por todo esto y ante las perspectivas poco satisfactorias para la juventud, Antonio Ma. de Rivera, funcionario estatal y hombre de gran cultura, se decidió a llevar a cabo su proyecto de establecer un colegio de educación secundaria que significara un adelanto en materia educativa no solo a nivel local sino también a nivel Estatal ya que para finales de la primera mitad del siglo XX la capital del Estado se encontraba sin ninguna institución educativa de calidad, solo contaba con primaria que era impartida por las madres de la iglesia católica o por tutores privados aquellos que contaban con recursos para pagar dicha educación (Ayala, 1990: 180). 91 Las relaciones personales de Rivera con personajes del gobierno federal y con el propio general Antonio López de Santa Anna, así como su ideología conservadora, fueron elementos que influyeron decisivamente para obtener la aprobación de su proyecto (Celis, 1943: 53). El 15 de marzo de 1843 se dictaron las bases sobre las cuales funcionaría el plantel docente denominado “Colegio Departamental de Xalapa”, mismo que fue inaugurado oficialmente el 16 de septiembre del año en curso, en el viejo y ruinoso convento de San Francisco, situado en el actual Parque Juárez, concretamente en las áreas que ocupan, en la actualidad, el viaducto y el ágora de la ciudad (Celis, 1943 : 99). Contando con un local provisional, las actividades se iniciaron el 2 de octubre por la necesidad de reformar el plan de estudios para que estuviera acorde con el plan aprobado por el gobierno nacional el 18 del mes anterior, que regiría en todas las escuelas secundarias del país (Celis, 1943 : 101). Antonio Ma. De Rivera no sólo había logrado su propósito inicial, sino había interesado tanto en su proyecto al general Santa Anna, Xalapeño también, que el 6 de abril, el presidente de la república acordaría apoyar al colegio y reconocerlo nacionalmente para lo cual lo llamo “COLEGIO NACIONAL DE XALAPA”. Esta disposición presidencial se legalizó en 8 de noviembre por decreto del presidente provisional, Valentín Canalizo, quien nacionalizó todos los establecimientos de educación secundaria de la república (Celis, 1943 : 99). 92 De esta manera, vio la luz un plantel educativo que, a pesar de numerosas dificultades económicas, políticas y sociales, pudo continuar prestando sus servicios a la juventud veracruzana gracias al empeño y tenacidad de María de Rivera, logrando, con el tiempo, el prestigio que conserva hasta ahora. Como ya mencioné, el Colegio Preparatorio inició sus actividades, provisionalmente, en el abandonado y ruinoso edificio del convento de San Francisco, por numerosas dificultades que hicieron peligrar la buena marcha del plantel y lo orilló a cambiar varias veces de domicilio (Celis, 1943: 103). La primera de ellas se presentó cuando las fuerzas invasoras norteamericanas ocuparon la ciudad de Xalapa en 1847, después de haber derrotado al ejército mexicano en Cerro Gordo. Lugar elegido para cuartel por los oficiales de la tropa enemiga fue, precisamente, el convento de San Francisco. El colegio fue desalojado del edificio y Antonio Ma. De Rivera, con el fin de preservar la institución, lo trasladó a una modesta casa de alquiler cuya renta, al poco tiempo, le fue imposible pagar (Celis, 1943:104) Ante esta situación, Rivera, que había sido nombrado rector del colegio por la junta directiva, trasladó el centro educativo a su propio domicilio, localizando en la esquina que forman las actuales calles de Lucio y Roa Barcenas que en esa época correspondían a la dirección de calle de Belén núm. 77 (Celis, 1943 : 108). Si bien el gobierno había proveído al colegio nacional de un local propio, no terminaron con esta acción, las vicisitudes de la institución. Sin embargo el colegio tenía por fin domicilio particular y en él continuó hasta el año de 1915 en que pasó a denominarse escuela secundaria 93 y de bachilleres, nombre que conservo hasta 1956 cuando se separaron los niveles secundario y preparatorio (Celis, 1943: 99). Para el nivel secundaria se construyó e inauguró un soberbio edificio localizado en la zona universitaria que a iniciativa de Marco Antonio Muños T., gobernador de la entidad veracruzana, en esa época se le impuso el nombre “Lic. Antonio MA. De Rivera” como reconocimiento de la ciudadanía a sus méritos y lucha por la educación de la ciudadanía y a la educación de la juventud (Celis, 1943 : 110). El nivel preparatorio quedó en el local que había sido donado por el gobierno, en la calle de Juárez, conociéndose con el nombre de “Colegio Preparatorio”. Después de enfrentar y resolver numerosos problemas de diferentes índoles, el Colegio Preparatorio no contaba todavía con el local propio y adecuado que le permitiera cumplir en forma eficaz, los objetivos que se había propuesto. Se hacía necesaria la adquisición de un edificio que tuviera las instalaciones adecuadas para desarrollar la labor educativa (Rivera, 1982: 102). El colegio en este edificio se encontraba en una casa alquilada en la calle de la Amargura número 82, antiguo hospital de Jesús, misma que se había adjudicado el gobierno de la nación por carecer de dueño real y estar en pésimas condiciones (Rivera, 1982: 107). Ignacio de la Llave quien comisionó a Carlos Casas, diputado federal, para que realizara las gestiones necesarias ante el Gobierno de la Republica y obtuviera la donación del edificio. Correspondió a Benito Juárez, mediante un acuerdo, otorgar el local al gobierno estatal, quien a su vez lo cedería para la instalación definitiva del colegio (Rivera, 1982: 102). 94 Para Dehesa su apoyó a esta institución no término con la obtención legal del local que ocupaba el Colegio Nacional Preparatorio actualmente sino que, interesado en el desarrollo y avance de la educación en la entidad y acorde con los lineamientos de la instrucción pública nacional, se manifestó como diligente constructor de planteles docentes(Celis, 1943 : 121). Para 1899 comisionó a Salvador Corral para hacer el proyecto del edificio y levantar el plano que vendría a sustituir a la antigua casa, inadecuada para la labor que en ella se desempeñaba (Rivera, 1982: 102). Los planos fueron presentados y aprobados por el gobierno el 30 de marzo de 1899. Al principio se trataba de una remodelación y ampliación del edificio pero pronto se acordó la renovación total del mismo. El edificio fue inaugurado el 24 de marzo de 1901, en la ceremonia se contó con la participación de Joaquín Baranda, ministro de justicia e instrucción pública, quien ostentaba la representación de Porfirio Díaz, lo que dio mayor solemnidad al acto (Rivera,1982 : 102). El objetivo inicial de María de Rivera de dotar a la sociedad veracruzana con un plantel educativo, acorde con sus requerimientos, se hacía realidad, alumnos que comenzaban a estudiar en ella y en un futuro serían reconocidos por sus actividades en la política no sólo local sino a nivel nacional y ellos le darían al colegio un prestigio aun mayor Las características arquitectónicas del edificio lo hacían serio y elegante, acorde con los lineamientos de la época. (Rivera, 1982: 113). 95 3.2 La obra de los Gobernadores Para las albores del siglo XX, la paz en la república se había consolidado, la tranquilidad impuesta por el rigor se hacía efectiva, nuevos derroteros se abrían para el país con la industrialización y fomento de las vías de comunicación, la moneda estaba firme, las finanzas saneadas y el crédito bajo (Pasquel , No. 52,1968). No obstante, el pueblo seguía padeciendo hambre, pobreza, explotación, injusticia e ignorancia, si bien los gobernantes en turno trataban de disminuir esos problemas, algunos se recrudecieron y desencadenaron las nuevas guerras fratricidas de 1910. En Veracruz se habían dado cambios significativos en los diferentes ámbitos sociales que permitían a la entidad avances importantes (Pasquel , No. 52, 1968). Para el ramo educativo se habían alcanzado numerosos logros que permitían que Veracruz continuara a la vanguardia, y fuera reconocido nacionalmente como un Estado progresista. Teodoro A. Dehesa se había preocupado por todos y cada uno de los ramos de los ramos de la administración pública, dándole especial importancia al educativo (Pasquel , No. 52,1968). Para promover y difundir la enseñanza en la entidad se disponía de un presupuesto mayor que correspondía al sostenimiento de los planteles oficiales. Durante su gestión fue inaugurado el edificio del Colegio Preparatorio de Xalapa, construcción que aún sigue funcionando como tal desde luego con modificaciones realizadas por gobernantes posteriores (Pasquel , No. 52,1968). Además de la obra material se expidieron decretos que modificaban sustancialmente las leyes anteriores con el propósito específico de adecuar la educación a las nuevas corrientes pedagógicas (Pasquel , No. 52,1968). 96 En 1943, año en el que el colegio cumplió cien años de fundado, Jorge Cerdán dispuso la construcción de un piso más, en el fondo y el ala oriental, haciéndose además obras de readaptación en el edificio. Para el 16 de septiembre de ese año, contando con la presencia del Presidente Manuel Ávila Camacho se inauguraron tales obras. El Gobernador Cerdán, como sus antecesores, dio gran impulso a la educación de la entidad siendo durante su gestión la fecha en la que nació, históricamente, la universidad Veracruzana de la cual dependían las escuelas secundarias y preparatorias (Pasquel , No. 52,1968). Al igual que Dehesa no sólo realizó una obra material importante sino además dispuso un ordenamiento legal para la difusión de la enseñanza en el Estado. Para 1950, el 1 de diciembre tomó posesión de la gubernatura del estado Marco Antonio Muñoz quien puso especial empeño a la preparación cultural del pueblo veracruzano (Rodríguez, 1970: 81). Para ello preparó y difundió la educación elemental en un afán por acabar con el analfabetismo, se preocupo por dar al magisterio veracruzano la tranquilidad económica necesaria para desempeñar con entusiasmo y responsabilidad su labor docente (Rodríguez, 1970: 84). Dio impulsó a la creación de escuelas técnicas que permitirián el desarrollo y transformación agrícola e industrial que el país requería, como egresado de la Universidad Veracruzana otorgó su apoyo irrestricto a la Institución, ampliando el subsidio gubernamental y construyendo más planteles que dependían de ella. Correspondió al Colegio Preparatorio recibir los beneficios de la política educativa de Muños Turrdull, además de ser un egresado de dicha institución, lo que nos da un panorama del nivel que jugaban sus egresados en la vida política del estado y que 97 éstos en un futuro ayudarían con sus influencias a consolidar la institución como la mejor de su tiempo (Rodríguez, 1970: 81). Entregó a la institución $50, 000, para la adquisición de aparatos para los laboratorios de la escuela con los cuales se enriquecería y sería más objetiva la investigación científica siendo esta acción favorable al alumnado quienes con esos recursos ampliarían sus conocimientos y egresarían mejor preparados. El gobernador apoyó las competencias deportivas habiendo enfrentamientos internacionales. El Colegio Preparatorio participó en dichos eventos siendo su intervención destacada (Rodríguez, 1970: 89). En el periodo de gobierno de Fernando López de Arias fue un factor importante el aspecto educativo, lo cual influyó de acuerdo a las necesidades en que se encontraba la educación en el estado, en dicha época del gobierno (Rodríguez, 1970: 85). Desde la etapa preescolar hasta la superior, además tomando en cuenta el método de enseñanza se quiso implantar patriotismo, esto es con el fin de que las bases educativas permitan una mejor preparación a las nuevas generaciones y un respeto a las instituciones. Durante su gobierno se llevaron a cabo diferentes construcciones de edificios para instituciones escolares, así mismo se fundan nuevas escuelas en toda la entidad veracruzana, también se sanearon los edificios que se encontraban deteriorados. Construyó la escuela Normal debido que el anterior edificio que ocupaba era insuficiente para el número de alumnos que ingresaban a esta institución (Rodríguez, 1970: 91). 98 Debido a la política de este gobernador en 1968, la enseñanza media del estado fue separada de la universidad, creándose así la Dirección General de Enseñanza Media del Estado de la cual dependían las escuelas secundarias, de bachilleres, industrial para señoritas, entre otros y como consecuencia el Colegio Preparatorio pasó a formar parte de dicha Dirección (Rodríguez, 1970: 81). El gobernador Rafael Hernández Ochoa, durante gobierno, se destaca la intervención que tuvo en la educación media, concretamente en el Colegio Preparatorio, en el cual se llevaron a cabo obras como el retoque de la pintura del salón de actos, así también los cuadros de algunas pinturas de personajes como Antonio María de Rivera, Teodoro A. Dehesa, el techo del edificio, que presentaba filtraciones de agua en tiempos de lluvia, fue totalmente reparado (Rodríguez, 1970: 90). También el alumbrado sufrió modificaciones ya que las lámparas de los corredores como de algunos salones fueron cambiadas y aumentadas, debido a que el alumbrado ya era insuficiente, lo mismo ocurrió con el salón de actos. Durante el gobierno de Agustín Acosta Lagunés, el Colegio Preparatorio recibió una valiosa ayuda de tipo material, destinando un elevado presupuesto para las reparaciones necesarias del plantel como: pintura del edificio, restauración del alumbrado en su totalidad, cambio de lámparas, se terminó el retoque del salón de actos, cambio de algunas vigas que se encontraban deterioradas, mandó a cambiar las puertas de los salones, así como también los muebles y aparatos de los laboratorios fueron cambiados de acuerdo al momento (Rodríguez, 1970: 97). 99 Las obras de cada uno de los gobiernos mencionados fueron de suma importancia para el Colegio, ya que de no ser por parte del gobierno, dicho edificio, no se conservaría en las condiciones en que se encuentra actualmente, como es en el aspecto arquitectónico, y así mismo en la conservación del edificio en general, para el buen funcionamiento de dicha institución (Rodríguez, 1970: 100). Esto da un ejemplo del interés de algunos políticos por la consolidación del plantel, en donde tener una escuela con instalaciones adecuadas a las necesidades de los alumnos, daría la estabilidad necesaria para convertirse en una de las mejores instituciones no solo del estado sino también del país. También es evidente la fuerte relación que se tenía entre el gobierno Estatal y la administración de la escuela, donde los vínculos entre éstos ayudaron al prestigio del colegio, a contar con mayores recursos y ser un icono en la construcción político-educativa de los alumnos (Cruz, 1988:23). El Colegio Preparatorio de Xalapa pasó a ser una institución de gran importancia a nivel regional, es así que tanto las autoridades municipales como las estatales, prestaban un gran interés en dicha institución (Cruz, 1988:43). Si bien en un principio esto no fue así, ya que tuvo que pasar por varios problemas antes de consolidarse como una institución educativa de calidad, los egresados de dicha institución tenían un cierto reconocimiento no sólo ante la sociedad sino también ante los gobiernos en turno. Con lo que puedo dejar al descubierto que el estudiar en ciertas instituciones, en este caso el Colegio Preparatorio, brinda cierto reconocimiento a una trayectoria educativa en desarrollo por encima de los demás. En otras palabras, tienes mayor oportunidad de éxito en tu formación como alumno por haber egresado de cierta 100 escuela más que otros los cuales también podrán llegar pero con mayor dificultad ya que no contaran con la base socializadora con la que los primeros mencionados si cuentan (Cruz, 1988:65). La influencia, el compadrazgo o como también se le conoce favor con favor se paga, serán los factores que determinen quién llega y quién no, una realidad que tal vez ya no sea tan común, pero que aun en nuestros días se practica. El Colegio Preparatorio es un ejemplo claro que cuando se cuenta con amigos influyentes se puede hacer muchas cosas ya que éstos permitirán hacer más fáciles las cosas y permitirán abrir candados que tal vez sin ellos sería imposible de hacerlo (Cruz, 1988:102). La élite política de nuestro país es un sector de la sociedad la cual no es tan fácil de pertenecer, menos si hablamos de la élite Veracruzana, se tendrá que tener ciertas características si se quiere ascender a ellas. Y el colegio era uno de los escalones necesarios, por lo menos así fue durante la primera mitad del siglo XX. En esos tiempos esta institución se caracterizó como una institución que buscaba formar a los mejores, no sólo como futuros profesionistas sino también como aquellos que en un futuro cercano serían políticos encargados de las decisiones importantes para el Estado y el país (Cruz, 1988:112). 101 3.3 Los directores y su gestión NOMBRE AÑO DE GESTION OBRAS DURANTE SU GESTION Fundador del Colegio Preparatorio de Xalapa quien enfrentó numerosos problemas y supo sacar adelante el plantel. Lic. Antonio María de Rivera Si bien el Lic. Ribera si distinguió por su capacidad e inteligencia, cualidades que le INICIO DE LA valieron puestos políticos importantes, su GESTION formación ideológica conservadora le hizo 1846 fijar lineamientos específicos en la conducción del Colegio acordes con el grupo social al que pertenecía. Los planes y programas de estudios estaban encaminados a formar jóvenes con tendencias conservadoras que no cuestionaran los privilegios de las clases acomodadas del poder Lic. Ramón M. Terán Secretario del colegio. ¿? 102 Cuando fue electo Diputado al congreso nacional EL lic. Antonio Maria de Rivera tuvo que separarse de la rectoría, dejando en su lugar en forma interina al Lic. Ramón M. Terán Secretario del colegio. El franciscano Fray Felipe de Jesús Hidalgo. 1844 Fue nombrado vice-rector, lógicamente el sello conservador imprimido por el Lic. Rivera continuó. Al termino de su gestión, el Lic. Rivera regresó a Xalapa y asumió de nuevo la Rectoría del establecimiento continuando con los objetivos que se había trazado. Lic. Antonio María de Rivera Lic. Joaquín G Aguilar Lic. Manuel M. Alba El 30 de marzo de 1868 fue destituido de su cargo. Su actuación no fue trascendente ya TERMINO DE que actuó de una manera conformista LA GESTION siguiendo los lineamientos del rector anterior 1868 con lo que evitó enfrentarse a los problemas que podrían haberse presentado en el caso de que hubiera realizado reformas sustanciales. 1868-1871 1871 1875 Tomando el cargo en carácter de director interino, él cual permaneció al frente de la institución hasta el 31 de mayo de 1871. Quien participó en el congreso pedagógico veracruzano de 1873 habiendo sido electo vicepresidente del mismo. Implanto en el colegio las reformas pregonadas por la ley núm.124 en el cual se contemplaba el plan de estudios preparatorios. El colegio fue clausurado temporalmente debido al pronunciamiento de Xalapa en favor del Gral. Díaz. Al reabrirse el Colegio asumió la dirección e inesperadamente para esa época, los alumnos se mostraron inconformes con su designación y pidieron su remoción cosa que aceptó el Gobierno. Lic. Joaquín G. Aguilar. 103 En su lugar se nombró al Lic. Manuel R Gutiérrez. Sin embargo la junta protectora del colegio no estuvo de acuerdo con tal designación y propuso una terna formada por los Lic., Joaquín G. Aguilar, Ángel M. de Rivera y José Antonio de la Peña. Lic. Manuel R Gutiérrez. Sr. José Antonio de la Peña Lic. Joaquín G. Aguilar ¿?-1880 1880-1881 Lic. José M. Esteva Salió electo el Sr. José Antonio de la Peña quien desempeñó sus funciones hasta el 31 de julio de 1880 sin que su gestión fuera destacada. A partir de 1880 al 31 de marzo de 1881, ocupó la dirección por tercera ocasión el Lic. Joaquín G. Aguilar quien siguió con la tónica establecida. Para el 1 de abril de1881 fue nombrado rector del colegio el poeta y literario veracruzano Lic. José M. Esteva el cual se había distinguido por sus ideas reaccionarias que lo llevarían a ser ministro de Maximiliano lo que nos demuestra su inclinación por el imperialismo. Fue uno de los personajes que firmaron la ley del 3 de octubre cuyo contenido iba en contra de los postulados humanistas dándonos una idea de con que mentalidad dirigió al colegio durante su periodo, cuáles fueron las ideas prevalecientes en él y la fusión entre la política y la educación que implantó. Permaneció en el puesto de rector hasta el 31 de diciembre de 1900 y durante su gestión el plantel fue dotado de un número considerable de obras para la biblioteca. Correspondió al Dr. Enrique Herrero Moreno asumir la dirección del Colegio Preparatorio de Jalapa. El contraste entre el plantel anterior y el que dirigió el Dr. Herrera fue bastante marcado. 104 Dr. Enrique Herrero Moreno. 1900-1912 Si bien el Lic. Esteva era un hombre sabio y culto, sus ideas reaccionarias no le permitieron tener visión para desempeñar su puesto, por el contrario, el Dr. Herrera fervoroso defensor de las nuevas corrientes del pensamiento filosófico –el positivismo-, imprimió nuevos derroteros en la marcha de la institución e introdujo nuevas normas disciplinarias, procedimientos de estudios acordes con los avances pedagógicos y nuevos fines al proceso educativo. Estas ideas serían expuestas por él en el congreso pedagógico de 1915 y defendidas celosamente, al Lic. Herrera le toco presidir la inauguración del edificio del colegio preparatorio, construcción realizada por el Gobierno del Sr. Teodoro A. Dehesa. 1912 Para el 3 de marzo de 1912 Herrero Moreno se separó de la dirección del colegio, en su lugar entró en forma interina el Ing. Dionisio Murillo quien fungió como tal del 4 de marzo de 1912 al 2 de julio del mismo año. Salvador Díaz Mirón. 1912-1913 El 22 de julio de 1912 asumió la rectoría del plantel el insigne poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón quien se desempeño en ese puesto hasta el 31 de diciembre de 1913, hombre inquieto y de carácter violento no tuvo una actuación destacada al frente de la institución. Dr. Julio F. Rebolledo. 1914 Ing. Dionisio Murillo. 105 Rector interino del 1 de enero al 3 de septiembre de 1914 . Don José María Luengas. 1914-1915 El licenciado Don José María Luengas, fue electo por plebiscito de los alumnos y nombrado por el gobierno provisional del estado, el 4 de septiembre de 1914, durando en su cargo hasta el 21 de enero de 1915. El Dr. Manuel F. Nájera. 1915-1918 Fue designado el 21 de enero de 1915 y duro en su cargo hasta el 3 de abril de 1918. Don Cayetano Rodríguez Beltran 1918-1926 El escrito Don Cayetano Rodríguez Beltran, fue nombrado con fecha primero de mayo de 1918, durando en su cargo hasta el 26 de abril de 1926. Dr. Don Julio F. Rebolledo 1926-1927 Él fue nombrado nuevamente como director interino, el 27 de abril de 1926, durando en su cargo hasta el 31 de diciembre de 1927. Don Eduardo Colín 1928 El señor Don Eduardo Colín, fue nombrado director el 1 de enero de 1928 y duro en su cargo hasta el 31 de diciembre del mismo año. Don Cayetano Rodríguez Beltran 1929-1934 Fue nombrado nuevamente director del 1 de enero de 1929 durando en su cargo hasta el 31 de diciembre de 1934. 1935 El licenciado Don José Vega Pavón, fue nombrado el 1 de enero de 1935, durando en su cargo hasta el 25 de agosto del mismo año. 1935-1936 El licenciado Don Juan N. Garrido, fue nombrado el 26 de agosto de 1935, durando en su cargo hasta el 25 de septiembre de 1936. Lic. José Vega Pavón Lic. Juan N. Garrido 106 Samuel Tejeda Erasmo Rodríguez Miranda Lic. Víctor G. Piña Dr. Don Carlos E. Romero Lic. Willevaldo Bazarte Dr. Gustavo J. Galindo y Pensado Lic. Librado Basilio 1936 El señor Samuel Tejeda, fue nombrado el 27 de septiembre de 1936, estando en el cargo hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. 1937-1938 El contador Erasmo Rodríguez Miranda, en su calidad de secretario encargado de la dirección despacho como director desde el 1 de diciembre de 1937 hasta el 10 de febrero de 1938. 1938-1949 El licenciado Don Victor G. Piña, fue nombrado director del plantel al 10 de marzo de 1938, durando en su cargo hasta el 1 de febrero de 1949. 1949-1951 El Dr. Don Carlos E. Romero tomo posesión de la dirección, el 1 de febrero de 1949,estando en el cargo hasta el 23 de enero de 1951. 1951 El licenciado Don Willevaldo Bazarte, fue nombrado el 23 de enero de 1951, durando en el cargo hasta el 16 de mayo del mismo año. 1951-1957 El Dr. Gustavo J. Galindo y Pensado se hizo cargo de la dirección, el 16 de mayo de 1951 durando en su encargo hasta el 12 de enero de 1957. 1957-1968 El licenciado Don Librado Basilio, fue nombrado director el 12 de enero de 1957 y desempeña el cargo hasta enero de 1968. 107 3.4 Nombre Manuel Fernández Leal. Manuel Rivera Camba. Ex alumnos del colegio Año en que fue alumno 1847 1853 Ocupación Subsecretario de fomento y distinguido Matemático. Historiador, Biógrafo, Periodista y político. 108 Año en que se desempeño profesionalmente. El 16 de noviembre de 1879, fue designado por el Presidente de la República, Director de la Escuela Nacional de Ingenieros en sustitución de Antonio del Castillo. En 1881, deja el cargo para ocupar el puesto de Oficial Mayor de la Secretaría de Fomento y posteriormente como Secretario. Durante el Gobierno de Maximiliano, le nombran presidente de la Comisión enviada a Yucatán para dotar de agua a la desértica Península perforando pozos artesianos, donde establece la línea del telégrafo electromagnético. Más tarde, parte a Europa para continuar sus estudios en Francia. Al regresar, ingresa a la Secretaría de Fomento, escribe la Historia de Xalapa, lo que lo consagra como obra nunca antes intentada, rescatando el pasado de la ciudad, escribe: Historia Antigua y Moderna de Xalapa y de las Revoluciones del Estado de Veracruz Desde 1862 se desempeñó como diputado federal en diversas ocasiones, llegando a ser presidente de la Cámara de Diputados. De diciembre de 1879 a febrero de 1880, durante los primeros años del porfiriato, fue encargado de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue secretario general de Gobierno del Estado de Veracruz de diciembre de 1884 a octubre de 1866, durante la gubernatura de Juan de la Luz Enríquez. En 1896 fue magistrado del Suprema Corte de Justicia de la Nación. En 1912, fue senador de la república. Secretario de Gobierno de 1920 a 1924 y como Subsecretario de Gobierno de 1928 a 1932. El 1° de diciembre de 1932, tomó posesión como Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz Gobernador interino de Veracruz del 4 de julio de 1935 al 19 de septiembre de 1936 Julio Zarate. 1860 Historiador, periodista y político. Gonzalo Vázquez Vela. 1910 Licenciado Guillermo Rebolledo. 1912 Licenciado Jorge Cerdán. 1920 Licenciado Gobernador de Veracruz, del 1 de diciembre de 1940 al 30 de noviembre de1944 Licenciado Gobernador de Veracruz del 1 de diciembre de 1956 al 30 de noviembre de1962. Antonio M. Quirasco. 1920 109 Fernando López Arias. 1921 Licenciado 110 En 1939 actuaba como Secretario General de la Confederación Nacional Obrero Popular (C.N.O.P.). En 1940 resultó electo Diputado Federal y durante tres años se desempeñó como Oficial Mayor de la Cámara de Senadores a la que ingresó en el año de 1946 como legislador en representación de su estado. En esa misma época actuó también como Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares(1946-1953).Fue Oficial Mayor del Departamento del Distrito Federal durante la gestión del Regente de la Ciudad de México, Ernesto P. Uruchurtu. El Presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines, lo designó Consejero de la Presidencia y posteriormente se desempeñó como Oficial Mayor y Subsecretario de la Secretaría de Bienes Nacionales.De este último cargo, fue nominado por el entonces Presidente de la República, Adolfo López Mateos como Procurador General de la República, y poco después fue nombrado Magistrado y Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Nación.Renunció al cargo de Procurador General de la República para aceptar su candidatura a la Gubernatura del Estado de Veracruz, puesto que asumió el 1° de diciembre de 1962 para el periodo 1962-1968. Marco Antonio Muñoz. Rafael Hernández Ochoa. Francisco Salcedo Casas. 1929 Licenciado 1931 Licenciado 1935 Licenciado 111 A partir de 1936 ocupó el cargo de Defensor de Oficio, Agente del Ministerio Público, y Secretario de la Junta de Conciliación y Arbitraje. En 1938 es llamado como Abogado Consulto y Jefe del Jurídico del Gobierno del Estado. Dos años después fue designado Magistrado del Tribunal Superior de Justicia y meses posteriores fue presidente del mismo.Paralelamente al ejercicio de los cargos mencionados siguió la práctica magisterial en la Escuela de Derecho y en la Universidad Obrera del Estado de Veracruz.En el período presidencial de Manuel Ávila Camacho, el ministro de Gobernación, Miguel Alemán Valdés, lo llamó para colaborar como Subjefe del Departamento de Gobierno y encargado de los amparos contra la citada Secretaría de 1941 a 1945. En este último año actuó como Secretario Auxiliar en la campaña presidencial de Miguel Alemán. Gobernador de Veracruz del 1 de diciembre de 1950 al 30 de noviembre de 1956. Gobernador de Veracruz del 1 de diciembre de 1974 al 30 de noviembre de 1980 Gobernador interino de Veracruz ( la fecha no se sabe con exactitud) Agustín Acosta Lagunés. 1945 Licenciado José Maria Roa Barcenas. Poeta, historiador, biógrafo, novelista, etc. Miguel Covarrubias. Embajador y subsecretario de relaciones exteriores. Ingeniero José Covarrubias. Director de correos y director de la lotería nacional. Alfonso Priani. Rafael Delgado. Director de la facultad nacional de odontología, secretario del departamento del D.F. Escritor y profesor de Literatura. 112 Gobernador de Veracruz del 1 de diciembre de 1980 al 30 de noviembre de 1986 José Joaquín Cesar. Manuel Aparicio Guido. Distinguido Juarista y Recto magistrado del tribunal superior de justicia. Profesor de Lógica. Pedro Coronel. Catedrático de filosofía. Francisco R. Vargas. Historiador y catedrático de la escuela médico militar. Distinguido Cirujano. Luis F. Nachón. Enrique Gonzales Aparicio. Economista y Fundador de la escuela nacional de economía. Octavio Vejar Vásquez. Ex Secretario de Educación Pública. José Joaquín Cesar. Subdirector de teléfonos de México y subdirector Jurista del IMSS. Bernardo Iturriaga. Ex-Subsecretario de hacienda. 113 Pedro Rendón Domínguez. Distinguido catedrático y filántropo. Luis Gonzales Aparicio. Ex-vocal de la comisión del papaloapan y senador de la republica. Gaudencio Limon Segura. Roberto Amoros. Mario Cordera. Ex-presidente del tribunal superior de justicia del estado. Ex gerente de los ferrocarriles nacionales, ex secretario de la conasupo y ex senador de la republica, ex secretario auxiliar del presidente de la republica. Ex-presidente del tribunal fiscal de la federación y oficial mayor de la secretaria de hacienda. 114 Juan Rebolledo Clement. Ezequiel Coutiño. Romulo Campillo Reynaud. Aureliano Hernandez Palacios. Ex oficial mayor de comunicaciónes, ex embajador en colombia y expresidente de la asociación nacional de exportadores de café. Ex-procurador de justicia del estado y ex-rector de la universidad veracruzana. Ex-rector de la universidad veracruzana y exsecretario de gobierno del estado. Ex-rector de la universidad veracruzana, ex-jefe del departamento de turismo del estado. 115 Con este capítulo me propuse cómo la implantación del Colegio Preparatorio consolida a Xalapa como la capital del Estado de Veracruz, ya que contar con una institución educativa de gran nivel educativo y de gran reconocimiento haría ver a la capital como una de las ciudades con mayor desarrollo educativo por encima de otras ciudades. A diferencia de muchas escuelas que se crearon en otras partes del Estado el Colegio Preparatorio buscaba el reconocimiento no sólo de la sociedad sino de las más altas autoridades, tantos Estatales como Federales, lo que lo pondría por encima de las demás. Su cercanía con los políticos de la región le daría una estabilidad económica, ya que muchos de los apoyos recibidos tanto económicos como materiales eran mandados por el mismo gobernador en turno. Es decir que esta institución educativa se forjó para hacer frente a la carestía educativa que tenía la ciudad de Xalapa, formó a políticos veracruzanos y que como egresados ayudarían al Colegio desde sus puestos públicos, ya fuera con recursos o favores. Es importante resaltar el hecho de que los documentos y la información encontrada con respecto al Colegio son escasos pero muy específicos con respecto a sus alumnos y la relación tan estrecha que se tiene con el gobierno tanto municipal como Estatal. 116 Que si bien varios de sus alumnos que después de egresar del colegio no son xalapeños se quedaron a radicar en la ciudad y que adoptaron a la capital como suya, esto contrasta con el hecho de que muchos de los xalapeños que estudiaron en este Colegio emigraron a la ciudad de México a estudiar a la UNAM y se quedaron allá. 117 Conclusiones Podríamos pensar en una élite como homogeneidad es decir un sólo bloque que controla la alta esfera, pero en realidad lo correcto es hablar de élites que comparten espacios de poder y que tienen características similares en cuanto a gustos y comportamientos. Podríamos encontrar que son similares racialmente, pero lo anterior no implica que compartan la misma ideología u objetivos, sin embargo cuando se trata de proteger sus privilegios se unen para hacerlo salvo que una facción de la élite, sea la que dirige una insurrección popular pues ve que puede obtener un beneficio substancial por encima de otras élites como resultado de un cambio o revolución social. La minoría política está compuesta de hombres cuyas posiciones les permiten trascender los ambientes habituales de los hombres y las mujeres comunes ocupan posiciones desde las cuales sus decisiones tienen consecuencias importantes. El que tomen o no esas decisiones importa menos que el hecho de que ocupen esas posiciones centrales: el que se abstengan de actuar y de tomar decisiones, es en sí mismo un acto que muchas veces tiene consecuencias más importantes que las decisiones que adoptan, porque tienen el mando de las jerarquías y organizaciones más importantes de la sociedad moderna: gobiernan la maquinaria del Estado y exigen sus prerrogativas, dirigen la organización militar, ocupan los puestos de mando de la estructura social en 118 los cuales están centradas ahora los medios efectivos del poder y la riqueza y la celebridad de que gozan. La educación juega un papel muy importante en la vida social de un país, sobre todo cuando está influye en la decisión de sus alumnos, cuando éstos tienes que decidir qué carrera quieren estudiar, es aquí donde aparece la influencia que obtuvieron de su educación en el bachillerato. Es en esta parte de su vida que será esencial para que los alumnos decidan a qué se quieren dedicar, también será importante mencionar que varios de ellos podían ya traer en la mente a que dedicarse pero durante el bachillerato encontraron las bases para decidir definitivamente lo que en verdad querían en su vida. Las relaciones creadas dentro del bachillerato son fundamentales y más cuando tienen en la mente a dedicarse a la vida política del país, ya que al socializar se estarán sentando las bases necesarias para ir formando una carrera política. Los amigos son fundamentales en nuestro proceso de aprendizaje, el interactuar con otras personas, escuchar otras ideas y formas de pensar serán cosas que nos irán formando como individuos y la amistad será un vinculo que hará que el hombre desarrolle gran cantidad de habilidades y redes las cuales darán respuesta al porque sólo unos cuantos llegan hacer líderes, ya sea por su forma de pensar, son personas con iniciativa y claro tienen los contactos necesarios que los ayudaran a alcanzar sus metas. Los políticos son difíciles de entender en el aspecto de su trayectoria y más si hablamos de su educación ya sea porque nos hable de este tema o porque 119 en sus biografías de la mayoría de los políticos sólo habla de su vida universitaria en adelante recortando toda su preparación anterior, lo que hace que éste trabajo cobre fuerza e importancia, una investigación que busca demostrar la importancia del Colegio Preparatorio para la primera mitad del siglo XX en Xalapa. El colegio preparatorio es una institución que inició como una escuela primaria y secundaria, hasta la primera mitad del XX, solo con la secundaria y en ciertos casos con la primaria se podía tener acceso a una carrera profesional. Con las reformas educativas esto cambio y se estableció que era obligatorio estudiar primaria seguido de la secundaria, saber latín y ser católico para poder acceder a la educación superior, ya para los primeros años del siglo XX se continua reformando las leyes educativas lo que hace que en el caso del Colegio Preparatorio cambie su modelo y deje de ser secundaria para ser bachillerato. La idea con la que se creó el colegio en palabras de su fundador era que existiera una institución educativa en Xalapa capaz de formar alumnos que desarrollaran distintas disciplinas, influir el nacionalismo, respeto a la leyes y conservar las buenas costumbres. El Colegio Preparatorio fue un escalón para todos aquellos alumnos que querían estudiar una licenciatura, enfocada a unos ciertos alumnos ya que era vista como una institución para la clase media y alta que contara con los recursos necesarios para hacer frente a los costos que implicaba estudiar el bachillerato. 120 El Colegio Preparatorio fue, es y será una institución reconocida por sus historia, por su edificio y claro por sus alumnos los cuales le han dado las armas para presumir de ser de las mejores escuelas de bachilleres que ha tenido el estado de Veracruz, influyendo gravemente en sus alumnos para que éstos fueran parte de la vida política del país. Los políticos se forman desde sus aulas en las cuales encontraran las herramientas necesarias para adentrarse en este mundo tan complicado como es la política. Las mentalidades son difíciles de entender pero fáciles de influenciar y más cuando varios de tus maestros han sido lo que tú como alumno quieres llegar a ser , esto hace que los alumnos se formen en la mente una frase muy escuchada (quiero llegar a ser como tú). 121 Hemerografía Boletín universitario-órgano de información de la universidad veracruzana, num.7, año I, 1955. Boletín universitario-órgano de información de la universidad veracruzana, num.2, año I, 1955. El Dictamen- edición conmemorativa del centenario de la escuela Preparatoria de Xalapa, Veracruz, 1943. El Estudiante-Alumnos de la escuela secundaria y preparatoria, num.19, año II, septiembre, 1943. Gaceta universitaria- universidad veracruzana, núm. I, Año.5, 1943. Leonardo Pasquel-revista jarocha, núm. 52, año, IX, edit. Citlaltepetl, 1968. Órgano de comunicación del consejo estatal de asociaciones de padres de familia, núm. I, año. I, 1984. 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