Le ó Ndegreiffprosa - Actividad Cultural Del Banco De La República

   EMBED

Share

Preview only show first 6 pages with water mark for full document please download

Transcript

LEÓN DE GREIFF PROSA ALGUNAS CARTAS ENVIADAS VARIA TRADUCCIONES TOMO IV Recopilación de Hjalmar de Greiff ALGUNAS CARTAS ENVIADAS Medellín, Diciembre 25 de 1914 Mi buen amigo: Cómo soñamos tánto! Recuerdas? Nuestra vida se deslizaba sin cansarnos, como una corriente que se sigue, indiferente a los sitios que recorre. Como un rio sereno que pasa por cerca de ruinas vetustas, lo mismo que a la vera de los que fueron templos del deleite, altares de galanía... Vivíamos sin pensar en lo que es la vida; si en ella hubiéramos pensado talvez no hubiéramos vivido. Tiempos de sencillo encanto!... Amábamos francamente, con la ingenuidad de nuestros corazones generosos. Hubiéramos sabido del amor y no hubiéramos amado!... Quizá fué mejor así...: un dulce engaño, encantadora desventura de amar... Hicimos inocente vida de Bohemia y nos dió por hacer versos; versos "muy sentidos" (sentidos en demasía); dejamos crecer las líricas melenas, usamos ilímites corbatas y aposturas extravagantes, declamamos grandilocuentes arengas libertarias, quisimos sufrir martirio por nuestros ideales arbitrarios y locos, y lo sufrimos alguna vez... Dichosa edad y siglos dichosos... Muy dichosa y muy triste, muy verdadera e ilusa... Hoy vivimos de un modo bien distinto. Conocemos (o creemos conocer) las causas y los fines, nos inquietamos, como pequeños filósofos por las especulaciones trascendentes, y formamos nuestros sistemas. Amamos el Dolor, porque es verdadero, porque es bello. Prevemos la Muerte y esperamos en ella; no tenemos pasión por nada; somos fríos y experimentales; divagamos razonando, como antes lo hacíamos soñando. Buscamos la verdad, no para nuestro consuelo, sino para reirnos de nuestra insignificancia; nos reimos del buen Dios, que a tantos inquieta:desdichado Dios adorado por tantos imbéciles ¡Triste ficción! Decía, buen amigo, --amigo?-- ... pues sí, amigo, decía que fuimos bien inocentes... Hicimos caso de tántas pequeñeces. Hoy ya es otra cosa: ya me siento muy grande, muy yo, estando solo, y queriendo estar solo. Rebajémonos a rememorar la inexperiencia de antaño; nada perdemos con ello. Sin embargo de todo fuimos felices, bastante felices. Nos engañamos de buena fé. Y qué? Hasta otra. Tuyo Legrís A MARCELIANO POSADA I Diciembre 12 1921 Ilustre Marcelo: Ahí van las dos cartas que llegaron ésta semana. No olvides que te fuiste comprometido a escribirme mucho y muchas veces. Qué tal por allá? Fanny, Jorge, Oscar y los de la casa Greiff U? Qué tal en tu casa? No te escribo más porque ya se vá el correo: es decir ya van a ser las 4 pm. Espero cartas periódicas etc etc. Saludes al Dr Betancur, al Aventino, a Andresito Bernáldez, a Fray Vensimo, a Fray Docto, a Don Tomás Cadavid etc etc. Afectuosamente León de Greiff II Febrero 6 1922 Bogotá Querido Marcelo: He estado por escribirte varias veces, pero en verdad te digo que no he sido capaz de hacerlo. Recibirías mi telegrama? Lo puse Marpospuer. Esta carta que incluyo, de Don Medardo, según me dijo uno de los yarumaleños la recibí, sinceramente, desde mediados de Diciembre; omití mandártele con otras que te mandé: culpa no mía sino de mi desorden. Perdóname. Dile a Fanny que por el próximo correo le mando el retrato de León de 25 años, que le prometí. Ojalá me escribieras, según oferta que me hiciste. Díceme Ceballos que no volverás a Bogotá. También supe que la herida de Don medardo no es grave, lo que celebro. Presenta a la familia mi condolencia muy sincera. Tú debes saber hasta que punto he hecho mía la terrible pena de Uds todos. Sin más por hoy, Affmo amigo León de Greiff III Julio 17 de 1922 años. Bogotá Recordadísimo Marcelo: ¿Será comenzar por el recuento detallado de todos los diminutos obstáculos demorantes? Talvez no, porque tu sabes suponerlos, y excusarme. Continúo lógicamente aburrido. Sigo siendo el dócil juguete de minúsculas contrariedades de órden bajísimo. No necesito contarte muy a las claras las "cosas" pues, por los tiempos de vida que por aquí hicimos juntos, estás plenamente documenado sobre mi, sobre mis neuromanías, sobre el antagonismo latente entre la vida que hago y la que sueño etc etc. Un dato aparte: desde mediados de Abril estoy juiciosísimo. No por eso he dejado mi costumbre de las tertulias en los cafés, ni los trasnochos. Ahora los del círculo somos principalmente Rendón, Tejada y yo. Rendón - Tejada - Mariano Villegas y yo. Tejada y yo. Con Tejada la voy muy bien, pues nos sabemos casi del todo y nos estimamos y queremos mutuamente (sin bombo mutuo, claro!) Otro que a ratos está con nos es Juan José Llovet, poeta madrileño. Es muy sabidor de cosas cortesanas, talentoso, y de charla amenísima. Congeniamos bastante. Esta es mi vida exterior. La interior es bastante triste. Hace días anduvo por aquí el amigo Eleuterio. Regresó a Vélez o no sé. Está en graves dificultades y peleas con los Ingenieros Contratistas. El te contaría, no? Quedó en escribirme. Pueda ser que lo haga. El asunto de Arquilóquidas, sigue, pero yo no he tomado parte. Conoces mi poca aptitud para la prosa, y más para la crítica visible. (Quiero decir que me reservo el ser buen crítico por dentro de mi mismo.) Además no me parece bien enderezada la forma que adoptaron los jóvenes arquilóquidas. Eso de adjetivar a tontas y a torcidas, de meter palabrotas técnicas (de medicina p/mente) no me parece de gusto. Etc. Esto que te escribo no es la carta que te debo: pienso contestar punto a punto tus dos cartas. Es un anticipo. Creo que en esta semana podré hacerlo. Tengo por ahí dos o tres libracos pa mandarte. Cuéntame muchas cosas de tus proyectos de vida, y de tu vida presente que se muy triste y dolorosa. Franco dizque piensa venirse a Bogotá. En mi próxima te contaré de mis planes ¡editoriales! No olvides escribir largo, y créeme que no ha sido por falta de voluntad ni de deseo, sino por mil contratiempos de pequeña monta, por lo que he detenido hasta esta semana las contestas. Tu afectísimo amigo y hermano León Saludes en las casas IV Bogotá, 2 Diciembre de 1922 Marcelo: Otto, que llegó anoche de Medellín, me contó que Eleuterio había dejado con él (Otto) los Cuentos y Enredos de Quijano Mantilla y el otro librejo, y que nadie se había presentado por allí (ilegible) para enviarlos a Yarumal. Reposan pues en Medellín, quién sabe hasta cuando. Cuéntote "en reserva" que probablemente iré a la Villa de la Candelaria en el próximo Enero: para lo que gustes mandar. Esta boleta la escribo a la carrera pues ha de llevarla tu primo. No sé cuanto se demorará. ¿Tú me debes la contestación a una carta? Creo que si. Parece que es una con la que iban unos versos viejos. ¿O no la recibiste? Antes de mi viaje a Medellín te escribiré, para que me contestes a la Villa. Trataré de conseguir los libros que solicitas. Dato para una futura biografía: continúo muy pelado. Otro dato: recibí una carta amabilísima de Ciro Mendía. Saludes en tu casa. Y a Fanny y a El Viejo (como me dicen Jesús, Chepe y Juan Díaz, que llaman al primo Jorge). Y te saluda León de Greiff V Bogotá, marzo 21 de 1936 REPUBLICA DE COLOMBIA MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL Sección de PUBLICACIONES Sr.D. MARCELIANO POSADA PUERTA Yarumal. Mi querido Marcelo: resulta que héme hecho cargo de la DIRECCION DE REVISTAS de éste Ministerio, y quiero obtener de tu benevolencia colaboración para ellas. Espero que hayas recibido los dos números ya aparecidos de RIN-RIN, que te hice despachar. La otra revista, de índole literaria, sale en Abril. Hay otra en proyecto, de CIENCIAS NATURALES. Yo creo que puedes colaborar en todas ellas; en la de niños, haciendo relatos históricos --a que eres aficionado y bastante-- en un estilo familiar, de conversación con ellos; en la literaria, sobre temas de crítica y de historia también, ya en otro tono, muy en serio; y en la de Ciencias Naturales, por de contado. Además, puedes ayudarnos seleccionando o insinuando: páginas mal conocidas, literarias o históricas, de auténtico valer. No habrá por allá mucha obra dispersa de ingenios no muy difundidos? Y de otros, conocidos, como de Barba Jacob, por ejemplo? Poemas no recogidos en libro, de su primera época, en poder de sus camaradas de juventud? Por todo lo que puedas y quieras hacer en beneficio de estas publicaciones, te anticipo mis agradecimientos. Mis saludos a Fanny y chiquillería, y a mis parientes y amigos de por allá. Afectísimo amigo León de Greiff Apartado 1019 - Bogotá VI Bogotá, julio 3 de 1936 REPUBLICA DE COLOMBIA MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL Sección PUBLICACIONES Sr.D. MARCELIANO POSADA Yarumal Mi querido Marcelo: confío en que habrás recibido ACCION Y UNION LIBERALES Y RIN-RIN. En cuanto a MOSQUERA y a PLATA, que los tengo conmigo hace poco..., los despacharé el lunes más próximo. Perdonarás la demora: pero sucede que, magüer poeta en retiro, continúo un poco mucho (más bien) incumplido y desorganizado, fuera de que mis múltiples (que dicen) róbanme harto tiempo. También te enviaré PAN, unos que tengo duplicados, números. Espero recibir lo que pedí para REVISTA DE LAS INDIAS y para RIN-RIN, así como lo que me ofreciste del Maestro Cano, y lo más que se te ocurra. REVISTA DE INDIAS ha tenido algunos tropiezos tipo-litográficos: empero ya se tiene como por hecho el que antes del 10 irrumpirá; pero el número siguiente será menos peor. Espero que estés muy bien y así mismo los tuyos. Horacio Franco te saluda. Lo mismo Peña, antiguo condiscípulo en la Escuela de Medicina, también empleado en Publicaciones. Saludos mios para tu gente y Jor-greiff y Sra. affmo amigo FdeA León Bogislaus von Greiff A OTTO DE GREIFF I Mayo 21 de 1922 Sr. Don Otto: Recibió el telegrama sobre discos? No me lo querían aceptar dizque porque estaba en clave. Le decía que comprara los 14 azules --y si pel ciel - Isolda y el hoyotojo o cómo sea. Si llegó claro? y si consiguió el dinero con Moreno. Entonces avíseme a vuelta de correo para remitirle la Suma el 1º de junio próximo. Así quedará bien. Muy buenos los azules. Aquí llegó un catálogo con ellos desde Marzo pero no mandaron ni uno solo de ellos. Yo estaba deseosísimo de que llegaran. Conozco apenas dos o tres de ellos. Los que más me provocan son los de Ravel, Dukas y Richard Strauss. Los otros también. Todos en fin, no? Después le escribo más. Espero carta, y después le digo. León de Greiff II Julio 24 de 1922 Sr. Don Otto de Greiff Medellín Muy señor mío: esta para darle mis agradecimientos por el envío de los Nos. de Sábado, principalmente. El asunto de los arquilóquidas ha tenido sus mases y sus menos. Yo no he escrito nada, aún. Pero, lógicamente, cargo con la responsabilidad: le envío ese recorte del Baluarte (?) periódico godo, que, de puro imbécil, por medio del Sr. Arquelao, más me alaba que me denigra, apesar de las insinuaciones sobre mis imitares a Charles Baudelaire y mi pretensa afección a los éteres (amílico, sulfúrico, minado etc) Hay por aquí unas Mayerensky (no las he visto bailar aún). Hay el Gallo. Hay mucha agua llovida. El Correo Liberal de Medellín --después de muerto Farina-- no hace sino gritería de sordo, en cosas de literatura y crítica de literatura. Cuente cosas de por allá. Recuerdos a Quico Villa. Affmo León de Greiff III Abril 23 de 1923 Otto de Greiff Medellín En caso de que llegue Si pel ciel a $2.40, avíseme --aquí vale $4.00 que es el precio de catálogo. Averigue por los números 88.058 - 87.002 - 76.031 principalmente. Otros interesantes son estos: 35.148 por un lado - 87.510 - 88.495 - 89.041 y 88.091 - 88.092 - 64.215. Llegarían en buen estado los discos que envié con Tomás Sanín ( To...to...más). La Canción India la oí por la Gluck, pero me plugo mejor en el violín. Lohengrin, no es el preludio del III (lo oí por Arturo Toscanini). Oyó In questa tomba oscura? In questa tomba oscura lascia mi riposar etc etc (por ahí tengo la letra de esa canción). No ha llegado, dirigida por Mengelberg, Oberón de Weber en 2 discos? En un catálogo lo ví. Aquí no ha llegado aún. Gracias por el envío de la Pata de la raposa. Tergiversaciones está en dificultades. En caso de que fracase, tengo propuesta para hacer la edición en Alemania o en Francia. No he pensado en hacer la edición por cuenta mía (que sería lo mejor) por no tener dinero disponible, y menos aún para una diversión de esas, tan tonta. De modo que si me resulta el editor (alguno de los dos: Uribe aquí, o el que quiere que la hagamos en el exterior) sale el libro; si no nó o por lo menos se demora algo más de dos años. No creo mucho en la efectividad de las ediciones Navas, Vásquez etc, pero no es que tenga dato alguno. Bueno estuvo el cambalache de los Maucci por la Sinfonía Sorpresa de Haydn. No la conozco. Tampoco hay nada más. Si le llevaría Pepe las razones al Maestro Carrasca? Si ve a Cyrano dígale que no me volvieron a enviar los Nos. Si ve a Efe salúdelo y recuérdele que me ofreció Piscologías y que qué hay de Jesusito (cuento). León de Greiff Díceme Arciniegas que le pregunte cuáles son los dos autores españoles que Ud prefiere (excluyendo a Valle-Inclán y Pérez Zúñiga). Vale IV Bogotá 29 Abril 1923 Sr. Otto de Greiff Medellín Todavía no he visto el Nº 1 de Lectura Breve pero si recibí una circular alusiva, por la cual le dice Ud a Lussich mis agradecimientos. Y que a las órdenes. Que cuando el caso se llegue el dirá en qué forma puede ser. Muy buena idea me parece la de esa publicación. Y que ojalá no sigan las huellas de la Novela Semanal de Osorio, que ha salido con semejantes pendejadas. Efe - Carrasquilla - Pacho Rendón - Farina - Merizalde - Jaramillo Medina me parece una promesa exquisita, a lo que se puede adicionar una buena media docena de calidad, y algo más. Madre de Samuel Velásquez, algo nuevo y teatral de Bernardo Vélez que debe de tener escrito. Versos de Ciro de Restrepo Rivera, de Pepe, de Lussich, de Otto, Ensayos de Efe Gómez, Félix Betancur y Horacio Franco, Cuentos de Jesús Restrepo Olarte y versos de Xavier de Lys *. Cuentos de Castro y de Lisandro Alvarez (los de éste me gustan mucho). Versos de Zuloaga y Gutiérrez y una teoría musical del Dr. Jaramillo (Emilio) asiduo concurrente a los Conciertos Lamoureux, Colonne etc etc y el único que conoció los Bailes Rusos con Nijinsky y Chaliapin y que ha oído a Ricardo Viñes tocando a Ravel y a Severac, y a Strauss y a Mahler directores de orquesta. Bien está el envío de Alpha 1907. Yo le pregunté hace poco por Oberón. Pronto le enviaré una lista (cuando Ud me mande suplementos con lo que haya llegado de discos a Medellín) y con la lista una cantidad, lo cual se convertirá en discos sonantes. Villaespesa está aquí otra vez con la Señora y el hijo. No lo he visto. No lo visité sino una vez a principios de Febrero y luego nos vimos en Toros otra vez, nada más. Castañeda me escribe de Barranquilla y tiene deseos de regresar a ésta. Averiguaré lo del Souvenir de Moscou que a mí también me gusta. Yo recuerdo que Rendón, Pepe y Tisaza eran completamente refractarios a toda música no mala. Recuerdo cuando íbamos a la escuela de música de Medellín y de lo que se aburrían esos maestros. De modo que no extraño lo de Pepe. Pueda ser que Matilde no haya comprado Orfeo, que lo llevó Tomás Sanín. Hágame enviar 3 suscripciones a la Novela Breve y el precio de ellas (no que me hagan ese regalo sino el envío a cambio del valor correspondiente). Por hoy no más. A Medina le enviaré el libro. León de Greiff Versos de León de Greiff, también, de Alzate Noreña, de Aquilino Villegas y de Abel Marín (entre los antioqueños). * V Mayo 7 de 1923 Sr. Otto de Greiff Medellín Será lo primero decirle que la compra de Favorita y La Africana obedeció a un mero capricho, por una parte, y a la circunstancia de ser Bonci el cantante, cuya voz me place. Ese disco era de un tipo Restrepo del Banco y se lo compré por no dejar y por poca cosa. Hubiera preferido uno del mismo Bonci: Werther de Massenet que no parece de Massenet y que en todo caso no será del Massenet de Thais que apesar de cierto encanto acariciante, es de música tan trivial, no? Están buenas esas ganancias de Quico Villa. Retiro mi proyecto de suscripción a Lectura Breve porque aquí se consigue fácilmente. Bregue por buscar el Nº 35 de Sábado que me falta. Yá conseguí Superhombre y ya lo conocía, y tenía además en uno de mis famosos libros de pegados. Adel López Gómez ya se iría de Medellín? En la ciudad de Kazán es de veras la mejor de las de Chaliapin. Oí este bajo en el prólogo de Mefistófeles y no me gustó mucho. Yo no sé qué será. Talvez por cantarlo muy aprisa. Así será, pero como lo he oído distinto me sonó mal. Muchas veces he preguntado por el final de la Sinfonía en Sol de Mozart pero sin éxito. Les dije que la pidieran. Pueda ser. Evidentemente destrozaron un poco Zaratustra Maicero. Yo le sugerí a Tejada que escribiera dos notas que escribió sobre ese asunto. Creo que allá las reprodujeron. Nada sabía de lo de Restrepo Rivera en Hamburgo. José Restrepo Rivera tampoco sabía ni el Mono Greiff. Por ahí tengo para conseguir la Sinfonía Nº 3 de Brahms que es bellísima, áspera y jarta, completamente schopenhaueriana por la acritud y el pesimismo. A usted como que no le gusta Brahms? Yo hé oído doce o catorce cosas de él muy nobles, pero me gusta más Dvórak. Lo conoce bastante? Pascaña será Germán Arciniegas? León de Greiff Pregúntele a Pepe Mexía si está dispuesto a hacer unos muñecos para Los Pingüinos peripatéticos. Por ahí los tengo en una cartera copiados y dejé los espacios para los dibujos. Que avise para mandarle el cuaderno. No es para publicarlo sino para tener el libro manuscrito en mi Biblioteca. Greiff VI Mayo 14 de 1923 Sr. Otto de Greiff Medellín Compré en estos días una Suite de Bach de sello negro por la Victor de Conciertos. Yo había oído eso en alguna parte. Sin embargo no creo que sea aquello mismo de Bach tocado en cello por Casals. Es algo bellísimo. Compré... no no he comprado sino que compraré el dúo de la Ober y Althouse de Boris. Lo ví el sábado en la Victor, por ahí arrinconado. No lo oí. Lo oiré hoy. Si consigo un dinero ahora lo incluiré para que consiga Si pel ciel, la muerte de Isolda y el Hoyojoho o como sea. Eso valdrá por ahí unos $7.50? Si algo sobra ya veremos que se hace con semejante capital. El lunes hicimos un concierto en la casa de C.A.Torres Pinzón. Fuimos Gustavo Santos y Enrique Peña (de la casa de salud de Peña). ( ). Cosas buenas sobretodo una Bandoline - Rondeau de Couperin, en piano por Paderewski. Tocamos los 2 movimientos de la 5ª Sinfonía y la 3ª Sinfonía de Brahms y el Cuarteto de Beethoven y fuera de eso unas veinticinco cosas buenas. Nada más ocurre. Elecciones. Como siempre me la velaron y ayer estuve de jurado desde las 8 hasta las 3 pm. sin almorzar. Allá borrarían a Don Luis, los Hernandistas y Aquileistas. No? Y si no allá por los menos en las Provincias. Cuando llegue la de Moussorgsky resérvela. Por ahí tengo el nombre de eso en ruso. El jueves estuve charlando de mil cosas con el profesor de Ruso que es un bolshevik inteligente e instruído. Cuenta cosas curiosísimas de su vida accidentada. ( ) toda la Rusia y la Siberia. De Vladivostock pasó al Japón huyendo del reaccionario Kolchak. Es tintorero de profesión aquí. En Rusia ha dirigido periódicos y revistas e hizo parte de una gran Comisión que anduvo por Siberia en busca de Trigo (no Felipe) para abastecer la Rusia hambreada. La (jovánschina) como que fué una rebelión, de hace siglos, de carácter social, algo así como precursora del actual bolshevismo. Bien está la Lectura Breve. Conozco las tres primeras. Me gustan las siguientes (inclusive el Yelmo de 429). El poeta Otto de Greiff poco se deja conocer del poeta Leo le Gris. Dígale a Carrasquilla que todavía es tiempo de que me escriba y que con ello me daría un gran placer y un honor. El canalla de León se considera asaz pendejo para escribirle a Carrasquilla: por eso no lo ha hecho, pues ganas le han sobrado varias veces. Cariñosos recuerdos a Efe Gómez. Esperando los tres Jesusitos. Otra vez le recuerda lo de Piscologías que me interesan. Trate de averiguar por Crisalidas de Farina, que las botó Lozano y Lozano. Doña Amalia algo traerá, no? Hasta este momento no me han traído la suma para los discos. Entonces será para la próxima. No los deje vender. No oyó los dos de Gadski (Wagner). Vá un retrato de Wagner que me recomendó Leticia. Es igual a uno que tengo yo entronizado hace días. León de Greiff VII Al Sr. Otto de Greiff de Hermann von Aue. Minnesinger a la manera Resulta poco. Semana Santa en la que no tomé parte activa. Retraído más bien y dedicado a lecturas graves, voir Rabelais y France, y rientes: Gogol y Dostoyevsky. No he podido levantar un portador de los discos. Dígale al querido Maestro Carrasca que yo si que deveras sentí no verlo ni conversar con él. Varias veces proyecté visitarlo en la compañía, grata para ambos, de Cornelio Rufo Pino (José Félice de Mexid y Ahrango). Salúdelo en mi nombre, y que estoy muy contento de que no se haya olvidado ya, de su muy admirador y muy amigo. Por allá como que hay una zambra de apetitos senatoriales entre los liberales? A F. Montoya, Quino Hernández, Rafael del Corral? En estico mandan a Aquileo de senador. Recuerdos a los amigos (si aún quedan) León de Greiff Al poeta y musicógrafo Sr. Otto de Greiff VIII Sr. Don Otto de Greiff Ultimamente he oído bastante música pues con frecuencia voy a la Victor, ya por cuenta mía, o a acompañar a algunos amigos. A Gustavo Santos le hice comprar dos o tres de los de Moussorgsky. Unos coros (sello azul) del Príncipe Igor (Borodin) también los tengo por ahí. La Danza eslavónica de Dvorak es bellísima (la Nº 2). Compré la Danza húngara Nº 6 de Brahms. De Dvorak es también el Largo de la sinfonía Nuevo Mundo bastante bella. Casi todos los cuartetos del Flonzaley los he oído y los de Elman. La 8ª sinfonía de Beethoven entre otras. Aquel disco de sello negro que compré allá es de la cual sinfonía? Esto lo pregunto porque creo que está errada la etiqueta pues la sinfonía Pastoral es la 6ª. A $5 venden los de Tamagno. Yo los oí todos ellos en la Victor. De Smetana oí una cosa muy bella tocada por Kreisler, etc etc. No más. Hace como tres semanas que no me veo con el editor de Tergiversaciones. Es fácil, pues, que de pronto se dañe ese negocio. Lo cual tampoco me importaría Por ahí en 1938 creo oportuna la edición. mucho. Además yo pienso retirarme de los versos. Por allá aparecerá Villaespesa en estos días. No sé si Castañeda Aragón se animó a acompañarlo. En todo caso se fué de Bogotá, de pronto. Hasta otra León de Greiff Dígale a Doña Amalia que le diga a ( ) que están muy bonitos los asuntos esos de letras. Y que gracias. IX Octubre 22 de 1923 Sr. Don Otto de Greiff Medellín Nada de particular. Lamento la no encontrada de Vers et Prose. Qué Revistas (interesantes) le regaló Restrepo Olarte? Nada he sabido de Veladas, y Representaciones. Infórme. Recitaciones Bonito Berceuse blanca. Savitski es el apellido del profesor de Ruso. (La clase está interrumpida ahora). No conozco Danza húngara Nº 1 (Brahms). Haré por conocerla. Ultimamente compré Danza Eslavónica Nº 2 (Dvorak) por Kreisler. Después compraré la Nº 1 por Heifetz. Al fin llegó el catálogo. Lo conocía: sólo que no lo había podido conseguir porque en la Victor no dan de esos. Talvez por tener los precios marcados. Hay cosas bastante interesantes. Lo he hojeado en estos días. Por ejemplo 35678 - Hallelujah chorus. Handel - Victor oratorio chorus Gloria from Twelfth Mass. Mozart - Victor oratorio chorus 35499 - And the glory of the Lord. Handel - Victor Mixed chorus Pastoral Symphony (Messiah) Handel 35426 - Moonlight Sonata - 1er mov. Beethoven Funeral March (Sonata op 26) 45065 ( ) Wohin? (Schubert) 87509 - Au clair de la Lune (Lully) 45060 - Frühlingslied (Schumann) - Der Schmied (Brahms) Du bist wie eine Blume (Schumann) 17548 - Gloria Patria (Palestrina) Popule meus (Palestrina) 68473 - Dich Teure Halle - Tannhauser - Louise Voigt Leise, ( ) Weise - Freischütz " " " " 68352 - Lied des Hirtenknaben und chor der Pilger - Tannhauser Después le hago, en forma, una lista de discos que me interesen, para que los oiga e informe. Mandé Nº extraordinario de La República, plagado de errores. Mandé a Duque Bernal (Renales) versos que me pidió para Correo Liberal. Háblese con él para el efecto de que corrija Ud mismo los versos (pruebas) a ver si se consigue evitar los errores. León de Greiff X Mayo 26 de 1924 Sr. Don Otto Medellín Recibí Correo Liberal con lo de Noel, el mismo día de su salida. Yo no me ví con Noel en los últimos días, ni fuí a su última conferencia del lunes pasado. Me quedé, pues, sin reclamarle el allegretto de la 7ª. Salúdelo en nombre mío y muéstrele el recorte que le incluyo. Qué imbéciles son nuestras gentecillas! Dígale que lo he recomendado para lo del allegretto. Ojalá me lo deje con Ud, así como España nervio a nervio que tampoco pude conseguir aquí. Pueda ser que se mejore el ambiente allá. Noel es por muchos sentidos un liberalizador. Es dinámico y combativo, con bastantes ideas; es sugeriente y sincero y sobretodo sabe amar la música y a Nuestro Señor Beethoven. También oí la 5ª Sinfonía de Tschaikowsky y la Snegoroucha. Lo 2º me gustó mucho. No se por qué desconfío tanto de Tschaikowsky. Talvez sugestionado por lecturas véolo vacío y efectista sobretodo en las sinfonías esas y en 1812. Gústame en el final de la Patética. Ahora que hablamos de Patética cuéntole que oí en Duo Art (conoce?) muy buena música en compañía de Temístocles. En este orden, el jueves pasado (22 Mayo), en los almacenes de Camacho Roldán y Tamayo oímos el siguiente recital: Beethoven: Sonata Appassionata (opus 57) I - Allegro assai II - Andante con moto III - Allegro ma non troppo Beethoven: Sonata Patética (opus 13) I - Grave - Allegro con brio (do menor) II - Adagio (La bemol) III - Allegro (La bemol) Chopin: Balada en Sol menor - opus 23 Boccherini: Minueto en La (el conocido) Saint-Saëns: Vals-Etude Ciril Scott: Danse nigre opus 58 Nº 5 Lo de Beethoven y Boccherini tocado por Harold Bauer. Lo de Chopin por Godowsky. Lo de Saint-Saëns por Cortot y lo de Scott por Carolyn Cone-Baldwin. Todo muy bueno. Sobretodo la Appassionata; luego la Patética sobre todo el grave del 1er tiempo... y el resto. El vals-Etude es un prodigio de distinción y sobriedad. La danza negra de Scott interesantísima y la Balada es de lo más romántico de lo más característicamente chopiniano que conozco. Encantado con la audición. Pronto repetiremos la sesión. De opera hay esto: fui a Barbero de Sevilla y quedé encantado con Ruffo, con Bettoni y en tercer lugar con la Paravelli. Los demás bien: aquello que hacía La ( ) lo hace Baldo, muy bien. Recuerda manca un foglio? y es un buen actor, sin llegar a ser como XI Noviembre 1º de 1924 Sr. Don Otto: Muy bien me parece lo del pedido. Queda aprobado con plenitud. Por ahí dentro de dos meses podríase hacer otro para que fueran llegando escalonados (para lo del pago). Se quedaron algunos muy buenos. De los sencillos no pidió ninguno y los hay muy buenos. Tampoco de la Kapelle des Staatstheater (Leo Blech) que tiene muy buenos. Tanz der Irrlichter de Berlioz será el mismo Menuet des follets? La Suite de la Arlesiana me parece muy interesante. Pero eso lo veremos mejor aquí en Bogotá cuando Ud venga. Fuera de la muerte de Enriqueta no ha ocurrido nada. Doña Amalia --especialmente-- está muy triste y ha habido mucho visiterío. Naturalmente en suspenso la música. El Martes 28 octubre fué la última sesión de piano donde Teresita. Así: Beethoven - Für Elisa Mendelssohn - Lieder etc opus 19 Nº 6 - opus 19 Nº 3 - opus 30 Nº4 Gonzalo Vidal * - Mazurka en si menor - No la conoce? es bastante bonita y bien hecha. Schubert - Momento Musical opus 94 Nº 3 - opus 94 Nº 6 Beethoven - Sonata Claro de Luna Beethoven - Sonata opus 14 Nº 1 I Allegro II Allegretto III Rondó - Allegro comodo Naturalmente muy bella pero no de las máximas. Schubert - Serenata (transcripción de Liszt) llena de ecos, floreos y garambainas. No la conoce? Continúo lamentando el fracaso del album. Discos Victor no hé vuelto. Como que no ha llegado nada --los azules-- Wagner que los pidieron. Pueda ser. Pero talvez sería mejor conseguir esa serie en los alemanes? Ya veremos. Cuándo es su viaje? Affmo León de Greiff Cómo sigue el maestro Vidal? Pregunte en su y en mi nombre. Mandé unos Tartini para que los regale a las Stas Villamizar si les sirven * XII Abril 6 1925 Sr. Don Otto: parece mentira pero no me ví con Castillo en esta semana que pasó. Seguramente está enfermo pues al Tiempo no ha venido según hánme dicho. Inclúyole los dos programas de la semana. El Concierto de Beethoven es algo hermosísimo. El Adagio que conocemos va unido al Rondó final que es una maravilla. Dura todo unos 35 minutos así: I 20 - II 4 1/2 - III 9 1/2 minutos (2 y 3 ligados) Ud no lo conoce? Otra cosa bien formidable es el Concierto de Bach para 2 pianos y cuerdas. Tiene grandes semejanzas con el a 2 violines de tal modo que hay instantes en que se confundirían hasta creer que el uno es arreglo del otro. Es de lo más grande y solemne que he oído y la Sonata de Mozart es lo más sutil y gracioso (en el verdadero significado) que se pueda oir. Lo de Arensky --en medio de esas dos maravillas-- queda como aplastado a pesar de su belleza. La Romanza sobretodo me encantó. Y la Suite en Re de Bach --Ud la conoce y salió muy bien. Recibí los 3 ejemplares de Juvenilia. Salió el de Maya que me dijo que se lo envía a Ud. Muy bien los cantantes de la Tetralogía, muy bien sobretodo la Austral y Tudor Davies que son los que lo cantan casi todo. Cada día gústame más como es lógico. Entre el Idilio de Sigfrido y Siegfried sobretodo hay muchas semejanzas o reminiscencias. En el dúo de amor más que lo demás y en la escena de Sigfrido con el pájaro. Quedó de prestarme Hinestrosa lo de Lohengrin. Cordóba de Albeniz (si es el mismo trozo que le oí a Palacios) es muy de mi gusto. Palacios ha tocado Córdoba y Triana de Albeniz. Muy interesante lo del mexicano. No conozco lo de Mauclair ni lo he visto anunciado. Pronto le envío una buena lista de libros sobre música que he ido formando para que hagamos un pequeño pedido. El de Marliave sobre los Cuartetos de Beethoven no ha resultado. No he visto a Restrepo Rivera ni fuí al Concierto de ( ) (violín) porque ese día llegó Villa con Vicente y se hizo tarde. Le escribiré más en la próxima. affmo León de Greiff XIII 20 Abril 1925 Sr. Don Otto: en esta semana fuéra de música apenas que recibí carta y artículo de Juan Lozano y Lozano y una tarjeta de Ribón (Cartagena) despidiéndose. Lamento mucho que no hubiera conocido bastante a Ribón que es tan simpático. El artículo de Lozano muy bueno saldrá el próximo jueves en El Espectador Lunes pasado Concierto muy bien. Coriolano famosísimo. Suite de Debussy una delicia. Ayer por la mañana sesión privada (Palacios y yo en el Colón) de 11 1/4 a 1 1/4. Tocó (estudiando pero de memoria) dos bellísimos Preludio y fuga de Bach. Cada uno tres veces --el 2º en Sol menor es algo divino. Luego tocó Estudios (4) y Preludios (4) de Chopin y después completo el Concierto de Beethoven (el que había tocado y que tocó ayer mismo en la matinée). Sabrosísima sesión, no le parece? Palacios saldrá el 29 Abril para Medellín. Dejé para última hora el escribirle porque hubo hoy mucho trabajo. En la próxima le hablaré de otras cosas. Vá la carta de Castillo, olvidada. Escriba bastante. Qué hubo de de la Rosa --saludes-Averigüe en nombre mío por la salud de Horacio Uribe. León XIV Junio 29 1925 Sr. Don Otto: su carta no la recibí sino el sábado en la noche. Por no haber correo hoy dejé de mandarle el 2º No. de los Nuevos. Le irá en la otra semana. Muy interesante lo que me copia del Polydor. Espero los siguientes y ya veremos cuando se pide algo. Ultimamente no ha habido nada nuevo y de música solo las dos Sonatas (mi menor y mi mayor) del Maestro Vidal que Teresita me tocó. Ambas me gustaron bastante y talvez más la en Mí mayor. En ambas son los andantes ensoñadores, profundamente poéticos. El Scherzo de la en mayor es un encanto y los primeros movimientos de ambas me parecieron muy bellos. En total son dos bellas obras. Si vé al Maestro déle mis agradecimientos por haberme hecho conocer sus Sonatas, y mi entusiasta aunque desautorizada felicitación por ellas. Continúo muy apenado con Don Gonzalo, por no haber sido capaz --por mi inexpresividad característica-- de contestar su carta muy amable y bondadosa. Aún no he ido a conocer a Calvo. Ya iré siquiera a dos o tres, pero no a La Tizona. Ni a tonterías por el estilo. Qué más de Cirismo y Cirolismo? Yo de Ciro no volví a saber ni una letra, desde que escribió su Oración etc etc sobre el libro mío... Talvez se sentiría porque no le escribí agradeciéndole... pero es que francamente el artículo ese es muy bien intencionado en general... pero nada más: fuera de ser muy malo. Carrasquilla y demás entrarán en la camada, por compañerismo o por qué? A ratos no me explico ciertas actitudes en tipos de talento y cultura. Escriba largo a ver. León de Greiff XV Septiembre 24 1925 Don Otto: De Mauclair tengo La Réligion de la Musique que ( ) a Les Heros de l'orchestre que también hice pedir. ( ) que es un enorme libro es la Juventud de Beethoven de J. G. Prod'homme (en francés) (1770-1800) Interesante también el de Lenz y el de Curzon (lieder de Beethoven): ahí es donde alábase tanto el Busslied que, como le dije, fué arreglado para tocarse en el entierro de Beethoven. Por ahí deben llegar otros libros que hice pedir. Dificilísimo conseguir letras pequeñas. La mejor información literaria francesa actual Les Nouvelles Litteraires en forma de periódico, semanal, y cuyos Nos. sueltos he conseguido por aquí y por allá, no ha sido dable conseguir la subscripción por valer sólo 35 francos el año. Le daré la dirección para que pida sendas subscripciones. Ahí han salido las famosas entrevistas de Lefebre (v.g. la de Claudel reproducida en El Espectador con unos versos dél que yo di y que publicaron con lujo de errores (sobretodo de acentos). Tengo un Nº bellísimo dedicado a Pierre Louys etc. No me dijo nada de lo del hermano de Farina y sus $3 que le mandé. Si retira Tergiversaciones de donde Cano y hay algo vendido cómpreme Casafús y Entrañas de Niño de Carrasquilla (5ª o 6ª vez que los compro) y si se ve con ese viejo dígale que me les ponga su firma (no es petición de dedicatoria). El Zarco salió en estos días. Volví a leerlo y gusté mucho dél. No creo que vaya a ser bien entendido ni bien apreciado por paladares no antioqueños, apesar de su belleza universal y por culpa o virtud de los voquibles terruñales. Sigo encantándome con las obras de Carrasca... pero además ( ) las de Proust y Gide y Soupault y Delteil y Joyce y Valery ( ) ¿Ud no se ha metido en el laberinto de Proust? Si hace el asunto, avise cuanto salió valiendo. Hoy llegó su carta y el anuncio de que la mía no alcanzó a salir. La espero tan larga como la anuncia. El lunes le escribiré mas. León de Greiff Ribón escríbeme de Biarritz. Carta interesante. Ya le contaré. De pedidos franceses e italianos (victor) no he hecho nada. Los Fonotipia muy bien. XVI Febrero 18 1926 7 a/m San Joaquín près Bolombolo Sr. Don Otto: sin nada qué contar, pues en estos territorios no hay sino calor en buenas cantidades. Y el recuerdo de los días medellinitas, con las inolvidables señoritas Villamizar de quienes agradecidísimo por invaluables audiciones ante mi inexpresivo gesto del monsieur qui ne comprend pas. Eso creerían ellas? No lo creo. Pero es lo que creería la gente, con mi silencio apachecado. Y con las sesioncillas Vidalescas (del maestro Gonzalo Vidal) y Acevedo diañas. De ambos y de tantos amigos, grandes y gratos recuerdos. Al amigo Mora (José Manuel) véalo, y dígale que sí le acepto irrevocablemente su ofrecimiento de préstamo de montura: pues eso es aquí como la arepa: de imprescindible necesidad. Ese préstamo será de un mes o mes y medio pues al fin habré de comprar un aparato de esos. Con el correo (Misael Vidal) que se vá el sábado o domingo le mandaré plata para que abra a su nombre una cuenta en un Banco (Alemán Antioqueño). Así le iré mandando lo que me vayan pagando. Ud girará para los gastos que yo le vaya indicando. Con esta 1ª remesa irá este pedido que es urgente: lo que le falte a la montura de Mora II Tres o cuatro tuallas III Dos o tres sobrecamas - dos o tres sábanas Dos o tres fundas de almohada IV Unos tubos (donde Luis Vásquez, muestras) V Un tarrito de picadura Capstan (Navy Cut) VI 3 paquetes cigarrillos " " " (de los otros se consiguen aquí) VII Una navaja como con ocho fierros de cacha como colorada ($4.00 le costó una a Jorge Gómez) I El resto de la plata reposará allá a menos que se ocurra a Ud algún gasto y en espera de la otra remesa. A principios de Marzo le indicaré un envío a Bogotá para cancelación de deudas mías, y desde ahora puede mandarle $16.20 a la Librería Colombiana (Camacho Roldán y Tamayo). De todos estos giros va tomando nota y mandándome la relación para saber yo cuanto va quedando disponible etc etc y hay perdona tanto pereque. No omita mis salutaciones a las señoritas Ana y Sofía y a la señora madre de ellas. Al maestro Vidal de modo expresivísimo. Al Dr. Acevedo Díaz (y que no olvide los versos que me iba a mandar). A la señorita Cock Quevedo y hermano que me mandaron saludar. A Camilo y Diopoldo. Al Dr. Mora Vásquez (no sólo por lo de la montura). A Adel que está tan triste y a Tartarín Moreyra (a éste que active su asunto con Neftalí) y en general a todos los que por mi le pregunten. Cartas (y cosas interesantes) que me lleguen de Bogotá no olvide mandarlos a L. de G. San Joaquín-Bolombolo. Saludes a tía Rosa y tías y primas a granel. Affmo León de Greiff XVII Bolombolo San Joaquín 8 de marzo de 1926 Sr. Don Otto: con Misael Vidal le envío una plata -- $85.00. Vea si con lo que le queda puede completar: 1º $141.70 o en su defecto: 2º $128.50 -- para que por hidro y con la carta que le incluyo los remita al amigo Lombana (B/central). Yo no sé cuanto le queda a Ud. y yo no recibo plata sino el 16 de este mes. Ojalá pudiera completar la 1ª suma, consiguiendo la diferencia que yo le devolvería el dicho 16 de Marzo. Apenas reciba ésta póngame este telegrama: Alombana - Bogotá Vá lo de Torres. León: es importante pues de esa suma hay parte para Torres que debí enviar antes del 6 Marzo y que no pude hacerlo por estar en El Tesoro y no haber recibido el dinero de la 2ª quincena sino ayer. No olvide hacer lo posible por conseguir el complemento para los $141.70. Este envío lo puede hacer comprando un cheque en el B/Alemán Antioqueño contra el idem en Bogotá. Y dígame cómo queden las cuentas y perdone tánto pereque. No omita saludar a los buenos amigos, en especial a las Stas Villamizar, al Mº Vidal, al Dr. Acevedo Díaz (no he recibido sus versos), al Dr. Mora Vásquez. No he recibido noticias suyas después del Febrero. Etc Etc. León de Greiff 28 Con Moisés Vidal, el correísta (el irá a reclamarlas donde Matilde) puede mandar cualquier cosa. Cartas para mí no. Ha vuelto a llegar? Ojalá pueda hacer la cuestión aquella mientras pagan esta quincena. XVIII Marzo 26 1926 Sr. Don Otto: Probablemente el Sr. Misael le llevará $60.00 si topa al Cajero que está en Bolombolo. Los suma al saldo a mi cargo y de lo sobrante hace un giro por $27 que incluye en mi carta (que ahí vá) para Jesús Antonio Uribe, a ver si le pagamos a la Librería Colombiana (Lagos) un saldito pendiente. No incluyó sábanas ni fundas de almohada en el detallito de la cuenta. No olvide cargarlos. No me escribió nada. No llegaron periódicos para mí? Un Nº de Patria de que me hablan en casa? etc etc. Recuerdos a los amigos. Que mucho lamenté no haberlas visto, a las Stas Villamizar. Ni al maestro Vidal. Y será que nada más. Affmo León Remitir la de Uribe por hidro. Las otras por el ordinario y anotar todos esos gasticos. XIX Cascuemula 7 Mayo 1926 Sr. Don Otto: hace días no me escribe. No he concluído (múltiples cuanto enojosas labores contabilísticas y cascuemulenses) la carta a Acevedo Díaz ni a José Restrepo Jaramillo ni a Castañeda Aragón ni a Pellicer. Le dije de un giro a Lombana por $114, pero omití escribir a Lombana... Ahora vá la carta: si ya mandó el giro, bien, y si no inclúyala en ella. Qué discos han llegado, alemanes o victor? Mándeme una buena lista, a ver. Y mil cosas más. Tres paquetes Capstan, tres paquetes Chesterfield. Una cajita de 50 cigarrillos de mas que venden en la Bastilla * Saludes universales. León * sobres grandes 50 block sin rayas XX Junio 10 1926 Don Otto: Pues nada será. Llegáronme un libro y una revista que me mandó Zalamea? Qué hay de nuevo. Por aquí nada. Saludes de Zalamea. ¿Cartas de Bogotá? Restrepo Jaramillo, y libros? Pedido libros? Acevedo Díaz? Mora y Vianita intelectuales conserveros? Favor mandar Hidro esta carta para Zalamea. Con el correista puede mandarme paquetes de todo tamaño cuando se le ocurra. Dejarlos en la Gerencia. Ná má. Ayer 1 año muerte doña Lucía de Uribe Holguín. León de Greiff Favor comprar y remitir con el cólega Serumbia 2 piyamas comunes y corrientes grandes, más o menos como unas que venden en el almacén Le Cavalier (o en c/otro) a $3.50 o a $4.00 o a $5.00 1 bata de baño - de $8 o 10 si alcanza la plata colores o pintas interesantes. XXI Julio 28 1926 Cocojondo Sr. Don Otto de Greiff Medellín Encantado regreso. Famosa excursión. No puedo contraponerle sino ésta paupérrima. Cocojondo 3 p/m - Feo. Caluroso. Harto. Casa administración K.14 500 Piñón 3 1/2 p/m - 3ª sección - Ingo jefe G. Hernandez - Daniel Montoya - Daniel Salazar K.18 500 Canguerejo 5 p/m - Laso - Rio muy hermoso. Barca. K.25 000 Guaca 9 p/m - Típico. Forma de embudo. El cerdo Padre. Alto las Cruces - de Guaca al Alto faldudísimo. Alto frigidísimo 12 1/2 a/m Prado. no supe (1 1/2 a/m) Itagüí. no supe (2 1/4 a/m). A Medellín en camión 3 a/m Regreso: Tren - Piedecuesta - Mula Amagá - bonito Titiribí - bonito faldudísima bajada Paso de los Pobres K 12 000 Comiá - 2ª sección Ingo jefe Gregorio Gómez - Guillermo Restrepo Uribe - Los bogotanos (ausentes) Médico Robledo. K.13 200 Cocojondo punto de partida. Ningún interés salvo el río y la travesía de Canguerejo a las Cruces accidentadísima sendero a pico sobre la guaca y la sucia, noche obscurísima. Y por aquí nada nuevo. Si se vé con Neftalí pregúntele si no habrá posibilidad de que yo gane algo más por aquí. Si sabe de algún empleo que yo pueda desempeñar allá, no deje de avisarme, ni deje de ver el modo de que de un modo discreto gente que pueda ayudarme en consecución empleo sepa que me iría a Medellín. (Libardo López - Emilio Montoya - talvez Sevillano). Pero de un modo discretísimo. Lo de Neftalí paréceme interesante. Yo no he querido decirle nada por ser esas cosas como chocantes pero paréceme no muy bueno el sueldo con el mucho trabajo que tengo y por estos rincones. Me gusta la vida por aquí pero eso de los rincones y el aislamiento etc es argumento para esas gentes que no serían capaces de venirse por acá (Santiaguito Londoño, los empleados del troncal allá etc etc) Al mismo tiempo me hace el favor de buscar sobre el escaparate de Cota o de Nelly unas revistas francesas que dejé por allá. (Talvez ya estén en el zarzo). Dígale al próximo Secretario de Gobierno y cuentista Mora Vásquez que apesar de su proclamada eficiencia dejó pasar este vamos, presto los del alma mesta donde debió decir Vamos, vamos presto los del alma mesta. Favor saludar al ínclito vate zapatoquense. Curioso tipo el Maestro Valencia... Huraño y fosco? En parte sí, pero más un poquitín desconfiado de la sinceridad suya de él (Valencia). Qué más le dijo el Maestro? Se vió con Mario Carvajal? Por qué es un tipazo Ricardo Nieto? No vió al viejo trovero y guitarrista (muy bueno) Ramiro Ramírez, el Debussy de las ñapangas. Excelentísimo sujeto. Hubiérame placido asaz haberme visto con Benj. María de regocijada y temistoclesvarguesca facha. Interesadísimo en Dostoievski. Recientemente leí Le jouer - Les Nuits blanches y releí L'Idiot - Le Crime et le Chatiment de modo que me encantaría leer ahora Karamazov y los otros que me dice llegaron (en otro grado) también me gustaría leer. Tengo por aquí a la orden: Claudel - Morceaux choisis Feuilles de Saints Rivière - A la trace de Dieu Proust - Albertine disparue Lacretelle - La Bonifás (me la mandaron y ya la tenía en Bogotá) Leon Daudet - La Reve eveillé Por si le interesa. Favor mandar el libro a Zegrí, reempacándolo y dejándole la 1ª envoltura para que sepa desde cuándo lo mandé. Favor mandarle 3 Tergiversaciones a Zalamea, que dice necesita. Una de ellas ésta que le mando para asunto de autógrafo. Le escribiré más cuando tiempo. Ocupadísimo hoy. Favor ir donde Moreno Joaquín con unos $60.00 a cancelar una plata que yo debo allá. Dar las gracias y pedir excusas por demora (olvido mío: de allá no me han dicho nada y ahora he venido a recordar. Apenadísimo). Hasta la otra. Sin cartas de la casa (Bogotá). Sabe algo? León de Greiff (libro para Zalamea va por otro conducto) XXII Noviembre 29 1926 Sr. Don Otto: como fué el asunto de su viaje B/andes? Ojalá pueda escribirme antes de irse, con Araque. Si tuvo tiempo de ayudarle a conseguir los discos y victrola. Talvez nos podamos ver con frecuencia, bajando Ud a La Mesa y subiendo yo allá. También se vendrá Ud un sábado a conocer esta línea el domingo v.g. En la Mesa hay modo fácil de dormir en casa del Ingo (Rubén Cardona) etc etc. Quedaremos así (sigue un croquis) Como vé no es tan cerca y puede que sea mas lejos si a Ud le toca mas por Andes que por Playalarga, Magallito o Bocas del San Juan, qué se yo. Buena asignación? Buenos compañeros? Del Troncal no le ofrecieron? Por aquí nada sucede y no será mas por hoy. Pueda ser que Cerumbia le pueda entregar esta mañana mismo. De Piedecuesta puede llamar a ésta, hablando con Horacio Múnera en la Bodega del Troncal. Hasta la vista será León de Greiff XXIII (Entre Medellín y Piedecuesta) Enero 5 de 1927 Sr. Don Otto: pues en la Villa --talvez por el poco qué hacer-- no me fué posible ponerme en trance de escribir con tranquilidad. Siempre en la calle o en casa de Matilde. Tres veces estuve en casa de las Stas Doña Ana y Doña Sofía, con este resultado: 1ª Liszt - Mazeppa Venezia e Napoli 2 pianos piano Ana canto Ana E. de Zubeldia: Asturiana Mussorgsky: Ohne Sonne: In den vier Wanden canto Sofía Du erkanntest mich nicht in der menge Vorbei die Hast des eitlen Tages Langweile dich Ana Elegie Auf den Flusse Schubert: Die Doppelgaenger Der Atlas Sofía 2a Schubert: Impromptu opus 142, 3 piano Ana Mussorgsky: Hopak Mussorgsky: Niania canta Sofía In der Ecke Der Kaefer Mit der Puppe Vor dem Schlafengehen Ana Ausflug auf den Steckenpferd Der Kater namens "Matrose" 3a Beethoven: Sonata opus 111 en Do menor piano Ana Sonata opus 110 (Arioso dolente ) Sofía Mussorgsky: Cantos y Danzas de la Muerte: Trepak canta Ana Wiegenlied " " Standchen Sofía Der Feldherr " " Bach: Preludio y fuga en do menor piano Ana Concierto en do mayor 2 pianos Esto ha sido todo y es bastante o bueno por lo pronto. Conocido todo de Ud. salvo lo de Zubeldía que es una canción española, moderna, bonita pero... no más. Parece que Don Luis (de Greiff O.) ha de venir en estos días. El no ha dicho nada pero Pastora le escribe a Rosa y le dice que le arregle la pieza a Don Luis que sale en esta semana. Nosotros fuimos a encontrarlo el Lunes, con éxito negativo. He tenido ocasión de charlar con Pastor Correa quien me ha parecido un gran tipo. Simpatiquísimo. Dizque le está curando a Ud la afición a los versos y a esa música mala que le gusta. Quedó en que bajaría con Ud y Losada a la Herradura. Mientras el se resuelve, bien podrían Uds bajar en la primera oportunidad que se les presente. Cuándo vá a Medellín? y después veremos como vamos Don Carlos y yo a la carretera. El joven poeta Ace- (vedo Díaz) (texto incompleto) XXIV Sr. Don Otto: nada sucede. Vino Acevedo Díaz y volvióse ayer. Trájole obsequio Wagner por Chamberlain en tedesco y en tudesco el Trompetero de Siqueringuen. Trájome Debussy por Vallás en Franco. Nada de discos sino anuncios: Columbia El Mesías de Haendel (18 discos en dos albums). Cuarteto de Schubert no ha llegado más, ni nada. Va el libro de Baldelario. Va carta de la Habana. Fueron unos recortes de partidas Alekine y Capablanca que le envió Acevedo. Mándole otras partidas recortadas de un periódico parisino y una revista de ajedrez. En la casa bien. Agradece saludes etc. Luis Vasquez de Greiff aporreadísimo tranvía oriente descarrilamiento, fractura brazo, aporreaduras cabeza, y caja del cuerpo. Germán Arciniegas por aquí. Vílo una vez con la Señora. Hablé un rato con ellos. Saludes. Mucha vergüenza de topar conmigo etc etc. No más. Asuntos nochebuena etc ocasionaron demora despacho caja Columbia. Quedó Don Agustín de hacerla llegar ésta mañana al almacén de la D.G. de Caminos. Será hasta otra vez. Saludes Doctores Espinosa y Pardo. Pas plus. León de Greiff Enero 3 de 1927 * * 1928 a pedido del Dr Botero M. XXV Marzo 16 1928 ......... (Er sinkt zuruck und stirbt. Regungslofe etc: un largo, muy largo párrafo entre parentesis.) Perdone lo mal copiado. Van 2 Chausson, el 3 lo entregaré pronto y dejarémelo. Gracias. Anoche vino Salvadormesanicholls. Hoy vílo un momento saludos. Me escribió José Restrepo Jaramillo: Desengaño 12 - 1a Derecha Madrid – España - es su dirección asaz simbólica. Salúdalo y que pronto le escribirá; dice de Zalamea que anda con ( ) Lopez Heredia por Vigo Galicia. Allá disfrutará de Gómez Jaime!! Van libros ajedrez. Dejo los otros. Van algunos periódicos y programas alemanes. El del Q Guarneri debió no venir pues yo no lo recuerdo, y siempre los curioseo. Le conté que ya le escribí a Sofía? También a Hinestrosa Daza. Hasta la otra Affmo León de Greiff XXVI Abril 28 Sr. Don Otto: A oírlo pensaba ir todas las veces que tocara. El Gotterdaemerung que conseguí es éste: 87098 - Zu neunen thaten (del Prólogo). Observe en la lista que le incluyo que esa parte completa es de tenor y soprano. Otro dia le mando la letra de Divinités tal como está en el album. Hay alguna otra diferencia. Famosos los conciertos chez Mlles Villamizar sobretodo lo de la 9a. No será posible que impriman discos de la 9a ahora con motivo del Centenario y de los Conciertos que daran en N.Y.? Oyó el disco de Páris y Elena? I II III IV V VI Sinfonías duración 27 minutos 36 50 30 30 42 VII No hay dato VIII 26 (1° 15 - 2° 13 - 3° 15 - 4° 7) IX 69 (1° 15 - 2° 13 - 3° 15 - 4° 26) Parece que nada más por hoy. Leticia está mejor. No le ha subido la fiebre. León XXVII Mayo 24 1928 Sr. Don Otto: Siempre le escribo con el Ingo Espinosa apesar de la carencia de nuevas. La única será la muerte de José Gaviria Toro Joselyn, trágica, en la cárcel, ahorcado por suicidio. De Europa hasta ahora nada ha venido. Lo último lo que llevaron Ingo Botero e Ingo Alvaro Mejía. Favor decirle Pardo ariquipe lleva o no harina, pero nunca arina como él dice. Sin embargo talvez a orillas del Combeima o del Tocuarco o del Guarinó, úsese tal desconocido ingrediente. En todo caso, él como coica tiene con que le den guarapito: que no se meta en arquitrabes ni en ariquipes. Tengo: Sinfonía en Do de Schubert Sinfonía en Re de Schubert Sinfonía (obertura) de Juan Cristian Bach y la Patética y la Tocata y la Catedral de que le hablé. Misa en 12 discos ($36.00) no ha llegado. Será hasta la vista. Saludes Ingos, inguísimos. León de Greiff XXVIII Medellín Septiembre 14 de 1928 Sr. Don Otto Por la Europa. Después de su partida son estos los principales acontecimientos (no en orden cronológico): Nacencia de una niña el 1º de Septiembre hija de Leo y Mat bautizada antiyer 12 Sept con los nombres de Astrid - Matilde - Amalia - Leticia. Muy bella la chica y bien ella y Matilde. Ya está presentada a Ud - y por su conducto a Doña Ana I, a Doña Ana II y a Doña Sofía, en nombre de Matilde y León. 2º Adquisición de la Misa Solemne en Re del Señor van Beethoven --Orfeó Catalá-- Bellísima! Maravillosísima! La impresión trae lunares: terminan las caras de los discos intempestivamente; se oyen ruidos extraños: toses de los oyentes (porque la tomaron en un concierto público), aplausos al finar el Credo etc. Pero, con todo, maravillosa! 1º Octeto de Schubert y Quinteto de Schubert (Forellen eléctrico que me lo cambió Agustín Arango). El Amor Brujo de Falla muy hermoso. Unas partes de la Pasión según San Juan por Bach muy famosas. Oyó antes de irse La Sonata de Fauré? Creo que no y es formidable. Escribió Olaf de N.Y. con un joven Cuartas que trabajó en la Pluma de oro, aquí. Dice la carta que piensa venir a Bogotá en Diciembre y dice él y Cuartas que está bastante ajuiciado. Vino y está aquí Barba Jacob. Muy amigos estamos. Le ha ido muy bien. Lleva dos recitales en el Bolívar con lleno completo (unos $800 netos). Un recital en el Club Unión ($100) y como que en la semana entrante otro en el Paraninfo. Proyecta raids a Rionegro - Santa Rosa y Yarumal. Habla bastante bien de Ud. Encantado con Rendón. En cuanto a lo demás - Suroeste contrataron a D. Pablo Pérez y Jorge Angel - Botero retiróse y trabaja Ingeniería Caminos Municipales en reemplazo de Molina - Espinosa y Pardo creo que trabajarán con los contratistas de S.O. - González jefe Trazado Bolívar-Río Habíta (nacional) - Tomic dibujante caminos $4.00 contento y salúdale. Barrilito cada vez más piponcha. No hále llegado ninguna carta ni revista después de su viaje. En próxima carta le voy a hacer algunas recomendaciones de libros. Hoy le pongo de presente estos dos títulos de libros no encontrables en Paris pero que acaso se topen ailleurs: Numquid et tu - de André Gide Si le grain ne meurt - de André Gide No sé si alcanzaré a escribir a las Stas Villamizar por éste mismo correo. Si no será el próximo Lunes. Y mientras le escribo más largo será mandar por hoy esto no más. Grandes salutaciones a Doña Ana I - Doña Ana II y Doña Sofía de Matilde y mías. Idem para Ud. Affmo León XXIX Medellín Septiembre 21 de 1928 Sr. Don Otto de Greiff - D.S.H.: días después de escribirle vine a recibir su carta de La Guaira - escrita en Agosto 4 llegó en Sept 18: no es exagerada la rapidez. En cuanto a acaecimientos de esa fecha a ésta: nada será, diciendo mucho. Casa y oficina y por las tardes una hora o dos en el Café - No es poca variedad. Cartas? Casi de nadie. Al fin recibí el libro de Maya. Mis manuscritos que presté a Mesa Nicholls, desaparecieron: Mesa tuvo la idea talentosa de dejarlos al cuidado de Don Max, el cual para evitarse caminar 3 cuadras, comisionó al portero de un hotel para que me buscáse y me entregase los cuadernos. Y el portero, como es obvio, ni me buscó ni me entregó nada. Lo que vuelve a comprobar mi ingenuidad, y aquello de que nadie estima sino lo propio. Esta pérdida me mortifica, y a Mesa Nicholls... no habrá vuelto a pensar en el asunto, si pensó 1 minuto cuando se le reclamó. 2 A Barba Jacob no le he vuelto a ver. De música nada he vuelto a conseguir. Sigo oyendo los viejos. Talvez Ud no oyó una Sonata para piano de Schubert op 128 (creo) y el Cuarteto en La, cuyo Andante tiene el tema aquel de uno de los Impromtus y de la obertura o entreacto de Rosamunda - Bellísimas las dos obras. La niña Astrid sigue muy bien. Poco habla es decir nada, pero si chilla convenientemente. Matilde muy bien. Escribí a Olaf. He recibido cartas de Clemente Manuel Zavala y de Adolfó Martá los cuales se refieren in-extenso a su corta visita. Si en su paseo a Paris (siempre he creído que allá irá también) se topa con Carlos Pellicer y Cámara le agradezco desde ahora si le dice que su último libro no lo recibí. Que llegó a El Tiempo y que de allí lo tomó un joven X (Pérez?) y lo perdió o robó. Son mis amigos allá Roberto de Ribón, Popo Borda, y Salgado y Juan Lozano y Camacho Carreño con quienes puede topar. A todellos mis saludos. Le parece muy cómico ese párrafo? y a mi también. Pero no crea que yo creo que Europa es un pueblito y Paris una casa de familia y que a la vuelta de cada esquina del pueblito se encontrará con c/u y todos esos que le cito. No olvide saludar también a André Gide, y en Alemania a los hermanos Mann. El profesor Tomic actualmente me perfecciona en la lengua palí. Esto porque proyectamos traducir y estudiar los libros santos del colega Buda (Budjo). Aj ásam Budjo - es ahora mi frase favorita. El profesor Tomic dice que yo nada digo en serio: "Don León todo dice burlónicamente". "Don León nunca no dice sino charlas o jodencias". Yo creo que apesar de la insulcia obligada de mis cartas, no va a dejar Ud de escribirme con gran frecuencia. Ud si tendrá mil cosas a diario para contarme, y yo siempre vivo lleno de infinitas curiosidades. Y Zalamea? y José Restrepo Jaramillo? De ellos no volví a saber nada. Ni del amigo Castañeda Aragón que en 1926-1927 fueron --los tres-- mis más asiduos corresponsales. No ve Ud? El único que no se ha fatigado es Ud y, un poco apenas, Navas y Medrano. Otra vez será distinto? - por hoy lo mismo que la anterior. Y addio. Affmo León Va carta para Stas Villamizar. XXX (falta el comienzo) Ravel - La Valse Debussy - Nocturnes 1 Nuages 2 Fetes Bach - Preludios y fugas del clavecino temperado (Nos.1-2-3-4-5-6-7-8-9) Poulenc - Trío para piano - oboe y fagot Brahms - Quinteto en Si menor opus 115 - Qt y clarinete. Debussy - Peleas y Melisanda (6 discos) Saint Saëns - Septeto (trompeta – violines – viola - cello - contrabajo y piano) Mozart - Quinteto La mayor (K.581) Qt y clarinete Schumann - Sinfonía 4 ª --completa--. Como vé, cosas muy buenas y provocantes. Y aquí en Medellín no ocurre nada más. Crísis fiscal dizque tan brava como otra grandísima de yo no sé cuándo. Y esos son los ricos. Como será la crisis mía, personal, de mí mismo? Creo recibir carta suya en esta semana e inmediatamente la contestaré. Le había avisado de la muerte de D. Alfredo Nicholls, hermano de Doña Solina? Creo que sí. Recuerdos de Matilde y Astrid, ésta ya en vísperas de dientes. Envíole un retrato de hace un mes. León XXXI Octubre 22 de 1928 Medellín Sr. Don Otto de Greiff Berlín o D.S.H.: Recibida su 1ª (4 y 10 de Sept.) de Europa. Interesantísimo todo lo que cuenta. Ojalá pueda seguir contando impresiones de todo eso para informarle a mi espíritu de lo que no conocerá directamente. Sobretodo sus impresiones musicales y literarias. Ahora estoy muy germanizado por las lecturas de Keyserling (Viaje de un filósofo, y El Mundo que nace). Como yo ignoraba lo de Aníbal Villamizar nada dije en mi anterior. Favor de saludar a Doña Ana, Doña Ana y Doña Sofía en nombre de Mat y mío e incluír en el saludo nuestro pésame. Naturalmente que por aquí no ocurre nada. Barba Jacob y sus recitales. Le diré una cosa que no sé como le parecerá: Barba es un redomado negociante y demuestra exagerada afición al dinero de tal modo que no resulta simpática su actitud. Mutila, chaflana toda clase de aristas, habla de Mejico en forma que no se mortifique el clero, pone telegramas o los hace poner a Yarumal v.g. haciendo fuerza especial en que fué invitado a dar una conferencia por el Padre Sierra en el Paraninfo y que a ella ocurrieron varios sacerdotes. Dió la conferencia paranínfica --yo no fuí-- pero dizque resultó más carlista que Carlos Vasquez Latorre, tánto que, por exagerar el papel, ya no engaña a los que creyó engañar con su ortodoxia, su moralidad. Verdaderos sermones. Esto no tiene nada de raro ni yo me escandalizo por tal cosa si no lo hiciera únicamente por dinero, si no hablara de otra cosa que de lo que le va a producir tal conferencia, tal recital, tal actitud, tal frase. En fin, que, admirando al artista, no me seduce por ese aspecto. Y es que creo que sin necesidad de bajezas, con sus recitales sinceros y sus conferencias sinceras también se ganaría la plata. Y con sus propagandas comerciales, a las cuales no tenía por que mezclar su poesía. La poesía va por otra parte, entiendo yo. No vaya a creer por esto que le tengo animadversión a Porfirio. Todo lo contrario. Por la misma admiración y el mismo cariño, me disuenan esas cosas. Y eso que no le cuento cosas de detalle sobre todo en su proyecto y realización de la gira a Yarumal (por allá está). El doce octubre fuí a Rionegro con varios amigos (4 p/m salí y 4 a/m volví). Agradable excursión, bonita en el sentido de azarosa la carretera en el ascenso. Bella la parte plana bordeada de eucaliptos de Salazar a Rionegro (dá la sensación de la sabana de Bogotá). El pueblo no lo conocí. Llovía a chuzos, estaban en fiestas de la inauguración. Iba con Pepe Mexía y con Ciro y varios más. Mucha manzanilla y whisky. Me aburrí a la 1 a/m y me vine solo en medio del diluvio por la carretera más resbalosa que existe, pero sin accidente. Viernes 20 sábado 21 y ayer domingo 22 hubo carnavales. Nada le cuento porque el viernes salí al trabajo y no vi un solo disfrazado y sábado y domingo no salí de la casa. Total cero. Como que si hubo animación al fin. De Bogotá sabrá más que yo. Toda la gente bien. Continúa la estadística. Si alguna vez tiene ocasión de averiguar por costo de ediciones en castellano por allá le agradecería el dato y la conexión si es el caso con la casa editora para proponer. Miguel Jiménez López como que editó por allá en buenas condiciones. Yo no he desistido de echar otro libro pero lo que es en Medellín no resulta pues es carísimo. El señor Mesa Nicholls dizque me iba a dar datos sobre ediciones en Colonia pero nada ha dicho. Continúo abismado con la Misa Solemnis, el Agnus Dei es soberano y toda la Misa. Muchos de sus amigos me recomiendan saludes: Jorge Vásquez, Julio idem, Sordo Salazar, Correa Velilla, Isaza Martínez, de Greiff Bravo, José Botero M., Hans Barth, Gonzalez Meza, Henning y Tomic. Espero recibir pronto algo más de su parte, de las dimensiones mismas de la carta recibida, ojalá. De los festivales en Viena no olvide etc etc. Qué cosas buenas no se oirán allá! Pueda ser que la Victor y la Columbia impriman algo de todo eso. Saludes de Matilde y de la niña Astrid. Ambas siguen muy bien. Idem para el trio Villamizar y de mi parte. Y hasta la otra, affmo León XXXII Medellín 2 de Noviembre de 1928 Sr. Don Otto de Greiff: Después que le escribí, llegó otra suya, del 20 Sept., donde me cuenta de lo del Museo del kaiser Federico; y de Don Juan del Mozart y la Flauta Mágica; y del dentista; y del Otello del Verdi y de la 2ª de Tristan del Wagner, y de la iglesia ortodoxa y de las futuras audiciones de músicas de cámara, cuya reseña estoy esperando. En cuanto a lo de por acá, puede creerme que no varía ni el modo ni el tiempo ni la tonalidad ni los timbres: una marcha estilo académico, que lo mismo sirve para el entierro del General Rifirrafe, que para iniciar un acto público, en el Paraninfo, v.g. presidido por Carlosé, asesorado por R. Olano y Gonzalo Mejía v.g. (también) En la casa bien, así en Bogotá, de donde recibirá copiosa correspondencia, como aquí, cuyo mayor escribano soy yo; la niña Astrid continúa muy bien, magüer chillona. Héle hecho oír de la Quinta el Andante, de la en Do de Schubert el Andante, el Scherzo de la Reina Mab del exuberante Berlioz, y otras cosas más, sin que hasta ahora, mosquéese, ya aprobando, ora en señal de protesta indignada. Yá iráse dando cuenta un poco más tarde e iniciará sus estudios pianísticos muy presto (si 2 maestros que conozco están en esta urbe por esas kalendas, que serán...) Ahora parece que vendrá a Medellín un cellista uruguayo que anda por Bogotá: el Sr. Oscar Nicastro. Dicen que es muy bueno (el mejor del mundo como dicen aquí del que llega). Pero sin ser el mejor como que si es muy bueno. Grandes deseos de oirlo y grandes temores de su fracaso pecuniario dadas las aficiones musicales medellinitas, donde los grandes críticos todavía van en Donizetti en la realidad aunque de oídas (en este caso será de leídas) ya sepan de otros músicos novísimos como Wagner (?) pero lo que es de Wagner en adelante... ¡Puccini y Leoncavallo! Ud conoce, mejor que yo, el asunto de que trato. De amigos nada más volví a saber salvo de Navas que suele escribirme en ocasiones. Parécenme raros tres silencios: Restrepo Jaramillo, Zalamea y Castañeda Aragón. Aunque con Castañeda puede suceder que el culpable haya sido otro que no él: talvez yo dejé de contestar una suya, sin premeditarlo naturalmente, sino que la carta se fué quedando por contestar y al cabo no se contestó. Adquisiciones dísquicas no más. Donde Agustín Arango hay unas 12 canciones del Winterreise (12 de las 24 que son) cantadas por Richard Tauber. Quién sabe qué más habrá pues me dijo que fuera porque habían llegado varias cajas. En el libro de lieder estarán también las del Winterreise? Si le es muy fácil hagame el favor de copiarme éstas: Die Post (2) Die Krähe (3) Der Wegweiser (4) Muth! (6) Der Leiermann (1) Der stürmische Morgen (5) y de preferencia --si son muy largas-- el Nº1 o el 1 y el 2, o el 1 - 2 y 3 u.s.w. (es así la abreviatura? apenas tengo el borroso recuerdo de eso desde los tiempos de Don Blas). Lo del Museo me provoca un horror, naturalmente, y en especial los ciertos y determinados maestros. Pero más me provocan Tristan, Fidelio, Boris y más los Conciertos de música de cámara o los sinfónicos. Mánde siquier los programas, fuera de las impresiones que ojalá no suprima. Y de las festividades schubertianas en Wien? Eso si que irá a ser muy interesante! Los jóvenes Luis de Greiff Bravo e Ignacio Isaza M. vienen con alguna frecuencia. Ambos le saludan. Luis ya le escribió? Espero recibir suya en esta semana. Al principio (fines de agosto y primeros días de septiembre me fué imposible escribirle, demasiadas ocupaciones y preocupaciones); después si he sido bastante cumplido máxime (como dicen) si se tiene en cuenta que Medellín no dá para henchir cartas; y yo soy de muy poca inventiva. Mis cariñosos saludos (y de Matilde) para Doña Ana, Doña Ana, Doña Sofía y Don Otto. Hasta la otra. Affmo - León de Greiff XXXIII Medellín Noviembre 12 de 1928 Señor Otto de Greiff - D.S.H.: Ya sí tendrá recibidas varias mías (de Sept 17 - Sept 22 - Oct 22 - Noviembre 2) aunque con ellas no ganará nada, pues en vista de la carencia de nuevas en la aldea son de por sí bastante monótonas o mejor átonas. La única nueva es el advenimiento de la niña Astrid. Ya he recibido la suya de Octubre 1º ajedrecística y Godunóvica; y donde se inicia la época de música de cámara. Todo ello interesantísimo para mis curiosidades. Gracias por las felicitaciones Astrídicas, suyas y de el elemento de y Villamizar. Adquirí 12 canciones del Winterreise cantadas por Richard Tauber. Entre ellas las más bellas son (a mi gusto) Der Leiermann, Der Wegweiser, Die Krähe, Die post (no garantizo nada eso de der y die) etc etc. Muy bellas y muy bien cantadas. Y eso ha sido todo lo musical. El cellista Nicastro continúa en Bogotá. Ha llegado y no he vístole, el estudiante y poeta venezolano Carnevali. Dará recitales. Ahora en estos días volará Mendez (ojala vuele más que el otro). Otra vez está en la Dirección de Caminos el Profesor Tomic. Salúdale. El sábado estuvo por aquí el Profesor Pardo, de regreso de Ibagué. Salúdale. Insiste en decir que ocurre Ibagué, y mostró vistas conducentes a probar su afirmación. Hoy (7 a/m) vi a Doña Lucía Kockquevedo y díceme hace 20 no recibe de sus letras. Hace diez días estuvieron en casa Doña Inés Grayfenstain y Doña Teresita Santamaría y saludes etc. Y han estado además de Greiff Bravo y el joven Isaza Martínez y eso es todo. Continúa a ratos tertulia Cano (Castro, Pepe, Jaramillo, Ciro, etc). Semana pasada reunión nueva, casa Castro, motivo fútil; agradable reunión: los citados entre paréntesis, el que esto firma, y: Joaquín Cano, Jesús Restrepo Olarte, Quico Villa, Pacho Cárdenas, Guillermo Jaramillo, Tulio Medina y Mora Vásquez (secretario de Hacienda - en estos días ganóse otra rifa: $1.650.00) Y uno nada... Qué nuevas cosas de Alemania? Sigo leyendo al admirable Hermann Keyserling. Viva Tonal continúa en su nuevo puesto (2º) - Misa Solemne sigue bastante bien. Desde que se fué no le ha llegado nada sino British Chess de Octubre - donde topo lo siguiente Krssingen Master Tournament (se adjunta el cuadro del Torneo en el cual participaron Bogoljubov – Capablanca - Euwe - Rubinstein - Nimzovich - Reti - Marshall - Tartakower - Yates - Spielmann - Tarrasch - Mieses) Qué le parece el cuadrito? Lo peor es que Ud ya debe conocer de sobra tal resultado etc etc Y cuales los detalles about Astrid? Sabe Ud cuán poco y cuán mal descriptivo soy. Piel blanca, ojos azules obscuros, pelo rubio, nariz bien, boca bonita, orejas bellas, frente leogrisiana (dijo Tomic) y será alta. Es cuanto sé. Y muy simpática y reidora chilla no muy frecuentemente, pero chilla muy, cuando chilla. En cuanto a conciertos, en Medellín en la última temporada ha habido pocos, yo no he ido a ninguno. La Orquesta de Mengelberg estrenó un pasillo de Carlos Vieco, genial, en el Salón España. El Cuarteto Lener lleva 5 recitales con lleno completo en el Junín... Tocó el cuarteto melancólico de Murillo y el trio del Maestro Calvo para violín, viola y cello. Ensaya actualmente un quinteto (al piano, una pianola) del Maestro Arroyave (chato) y no más. Museos? El de Zea, con surtido completamente renovado. Hasta la otra. Saludes de Matilde y Astrid para Ud y las señora Doña Ana y señoritas Doña Ana y Doña Sófy. Y mías para los mismos León XXXIV Diciembre 10 de 1928 Medellín Sr. Don Otto: Lo ocurrido en los últimos tiempos ha sido de poca o nula monta, que yo sepa. Murió la Sra madre de José Botero Mejía. Le comunico para fines ulteriores. He dado sus saludos a amigos etc. Hace pocos días recomendóme Ochoa (El Gerente) que le saludara con grandes cantidades de cariño etc etc. Por aquí estuvo Carnevalli, muy amable y en todo sentido correcto y franco. Me recomendó saludarle a Ud y recordarle el envío de versos que Ud le ofreció. Murió en New York José Eustacio Rivera. Lamentadísimo y lamentabilísimo. Ud ya lo sabrá de sobra. Vuelo de Méndez --varias etapas cumplidas--; detenido ahora por daños aparato en Panamá. Centenario Schubert en Medellín. Nada, o menos que nada 2 audiciones de discos en Victor y la Columbia. No fuí. Cosas que yo tenía, unas. Parece que a petición hubieron de tocar músicas populares. La debacle. Yo en casa toqué esa noche, con asistencia de Matilde, María Dolores, Tomich, Luis de Greiff Bravo Obregón Nicholls y Isaza Martínez: La Sinfonía 9ª en Do - La Sonata en La - El Cuarteto en La - Canciones del Winterreise Ahora parece que llegarán a la Columbia, completos: el otro quinteto! - Los Momentos Musicales - Los Impromptus - otro Cuarteto (mas no el en Sol) - Schubert - Cuarteto - Debussy! Algunas otras canciones del Schubert. La niña Astrid continúa bien hermosa y simpática. Si sale una fotografía que se hizo ayer, la enviaré para que sepa de qué se trata. De resto todo bien, salvo que Eva Bernal sigue harto enferma. De Matilde y Maria Dolores grandes cantidades de saludos. De Matilde y mías grandes cantidades de saludos para el Trio de y Villamizar. Superabundantemente barbudo en estos días. Creo que hasta Enero perseveraré en estado. No sé que hacer de 15 días de vacaciones en este Diciembre. Escasez de medio circulante obligaránme temperar biblioteca y discoteca Argentina 131. De Bogotá lo mismo. Todos bien, relativamente. Ud sabe mejor que yo, de allá, por ser más epistolar. Trataré de remitirle cuanto venga de Bogotá exclusive Espectador; y algo de Medellín (prensa superinteresantísima!!) Dice Ante Stanko Tomic en este momento: "Muchas saludes Don Otto". Están dadas. Inclúyole de ajedrez, que Ud conocerá de sobra, vamos! Llegó número de Noviembre de la revista inglesa de ajedrez. Espero relaciones de Festivales Vieneses Schubert. Héle escrito bajo nombre Ana o Sofía temeroso de que por posibles ausencias suyas Berlin fuera fácil extravío. Escríbole hoy a su personal dirección. Prométole próxima menos inamena. Próxima será muy próxima pues creo recibir suya hoy. Affmo León Candelaria-Ville XXXV Medellín 17 de Diciembre de 1928 Sr. Don Otto: en estos días lo único notable (para mí) ha sido la audición (por discos) de lo siguiente: Schubert - Quinteto en Do opus 163 (2 violines - 1 viola - 2 cellos) en 6 discos dobles muy muy maravillosos sobretodamente el Adagio y el Scherzo cuyo Trio (andante sostenuto) es de un efecto definitivo. Kurt Atterberg - Sinfonía Nº 6 en Do mayor opus 31. Tres movimientos muy bellos, con harta novedad dentro de un espíritu conservador parece. Ya Ud la habrá oído sin duda pues fué la premiada en el Concurso Conmemorativo del Centenario Schubert ($10.000 premio 1º) - Es una obra realmente interesante. Schubert - Impromptus opus 14...? (Nos.1 - 2 - 3 - 4) muy bien ejecutados - discos de excelente sonido. Gigout - Toccata Boëlman - Toccata para órgano en el órgano de la Catedral de San X en Lyon. Muy interesante. Mozart - Bodas de Fígaro Farfallone amoroso y se vuol ballare - cantadas magníficamente por Mariano Stabile Verdi - Otello - Tempesta y Fuoco di goia - por los coros de la Scala - Excelentes discos - Música muy nueva (en Verdi). Y esto ha sido todo. La niña Astrid muy bien y muy simpática - Envíole 1 retrato. Enero 1º de 1929 - Después de lo anterior ha sido el envolate completo por asunto de fin de año, días de fiestas, 24 Diciembre, etc, etc. De tal modo que yo no he podido hacer nada en esta época: los primeros días de mucho trabajo, y los días de vacaciones sin facilidades de correo etc. Su última es de Praga 16 de Noviembre, que llegó el 29 de Diciembre. En Medellín nada de nuevo, sólo que desde el 28 está aquí José Umaña Bernal con quien he pasado ratos agradabilísimos. Le saluda. También está Alfonso Villegas Restrepo a quien aún ni he visto. Otra noticia es la de que José Restrepo Jaramillo se vino de España donde estuvo unos 8 días preso por artículos comentadores de actitudes de Primo de Rivera. Parece que actualmente está en Barranquilla. Hoy debió llegar Méndez (aviador) a Bogotá. Otra noticia: el 23 Dic (o 24) incendio en un almacén en Guayaquil de cuyas resultas incendio oficinas del Troncal con pérdida en valor y tiempo: se quemaron todos los planos, carteras, etc así como libros de contabilidad etc. Parece que Don Luis tiene intención de venir en este Enero a Medellín. En estos días de vacaciones poco más he hecho como no sea cortas salidas; charlas con José Umaña, y oir bastante música en especial lo siguiente: Quinteto (de 2 cellos) de Schubert (cada vez mejor) Sinfonía en Do (9ª) de Schubert (cada vez superior) Sinfonía en Do (6ª) de Atterberg (cada vez más me gusta) Canciones del Winterreise (si fácil no olvide letras y si mas fácil conseguir el librito ese de lieder de que alguna vez me habló) Sinfonía Quinta de Beethoven Sinfonía Segunda de Beethoven Los dos cuartetos eléctricos de Beethoven El Amor Brujo de de Falla Iberia de Debussy, amén de algunas tandas de lectura de importancia en cantidad. Sigo escribiendo a Berlin hasta nueva dirección. Saludes de Matilde -Astrid y mía (y Tomich) Affmo León XXXVI Enero 20 1929 Medellín Sr. Don Otto de Greiff - Berlin: Resulta que cinco días después de su postal de Praga (de 16 Nov) llegó su carta de Berlin (de 15 Nov). A la de Praga me referí sólamente en la del 1º de Enero, por esta circunstancia. En estos 20 días no me ha sido posible (le parece raro) escribirle: pero es el caso que de noche apenas hay tiempo para recibir visitas o para ir a la cama, de resultas del trabajo del día que se ha vuelto muy envolatado y fatigoso en estos días anteriores a Informes a la Asamblea etc etc. Fuera de la vieja historia: no ocurre nada en Medellín. Ahora dejaron a Mendez y no hablan sino de fútbol, Olimpiadas de Cali, Equipo tal y equipo cual - y el medellinismo enconado. Ya José Umaña Bernal se fué para Barranquilla provisionalmente. Después de su carta de Berlin (15 Nov) llegó: 1 paquete de album canciones Schubert y tarjetas postales idem, todo superinteresantísimo y de que muy agradecido. Muy agradable háme sido escuchar las 12 que tengo del Viaje de Invierno --eléctricas-- y las antiguas de la Bella molinera y del Canto del cisne. Tengo esperanza de que lleguen unas Seis canciones más de Schubert cantadas por Kipnis entre ellas Doppelgänger (Columbia) Después (y tiene que haber una laguna) llegó su carta de Viena (10 diciembre) y nuevas tarjetas, éstas ya beethovenianas y muy bienvenidas. Falta entonces alguna carta suya del 17 Nov al 4 Diciembre; máxime si Ud mismo lo dice al empezar la del 10 diciembre: ocurrido desde la última, as follows: diciembre-martes 4 la cual háceme pero mucha falta como es natural, y en especial, como vuelve a ser natural por ser ese lapso lagunoso, el correspondiente a Fiestas Schubertianas. Ojalá llegue, ojalá ande por ahí extraviada. Famoso ha sido todo lo que me cuenta; de sus audiciones y de sus excursiones: la de Heiligenstadt (el nombre parece puesto después) si que es de envidiar. De modo que Slezac ya no es lo que fué? Las audiciones de la Creación, Lohengrin, Suite de Bach y Sinfonía de Mahler (apesar de los pocos peros), Trio opus 100 (es superior al 99?) etc etc me las supongo deliciosas. En definitiva no le ha tocado oír ni la Novena ni la Misa ni los cuartetos últimos de Beethoven? Ni la Sinfonía en Do de Schubert ni su Quinteto otro? Entiendo que está en Bogotá Armando Palacios pero no lo sé con certeza sino que talvez si leí un telegrama de allá en donde aluden a Palacios mas sin seguridad porque acaso digan apenas que lo esperan. Qué sé yo. El cellista Nicastro al fin no vino. He recibido cartas de Robert de Ribón y de Gregorio Castañeda Aragón - éste anda ahora de cónsul (canciller del Consulado) Consulado Post Box 5 (siquiera!) en Curaçao. Le saluda y díceme que yo debería andar en su compañía de Ud por Alemania y no anclado en la Villa - Bella intención! El Sr. Ante Tomic ahora es dibujante en el Troncal (los daños de que le conté en mi anterior, de planos y carteras, fueron bastante inferiores a lo que en el principio se pensó). Eugenio Villa estuvo muy grave en Cáceres. Fiebres hemoglobinúricas (así será). Ya está mejor. La niña (cuyo retrato le envié en la anterior) continúa muy bien, bastante bonita y simpática; y con sus bullas es otro inconveniente para la correspondencia. Favor retornar saludos míos y de Matilde y Astrid a Trio Villamizares y a Ud. Pueda ser que de hoy a mañana tenga alguna cosa más para contarle. Affmo León A la antigua dirección hay cartas de Noviembre 2 - 12, Diciembre 10, Enero 1º XXXVII dirigidas Enero 31 de 1929 Medellín Sr.Don Otto: Felizmente no se perdió la carta aquella de Noviembre 30, sino que llegó días después de la del 10 Diciembre: ésta el 15, aquella el 22. En los días por aquí. 20 al 31 no ha ocurrido mayor cosa Los amigos de Suroeste han desperdigádose: solo quedan allá Espinosa; Barrientos de Estadística; Gabriel Restrepo de Almacenista. Ahora vuelve al Ba ( ) Hening que estuvo un tiempo en el F. C.Troncal. Envíale saludes y preguntó asaz por Ud; Gonzalez Meza en la carretera de Guadalupe. De los demás, como le conté otra vez. De música nada nuevo. Anuncios de Tristan e Isotea completa, 2º Festival Bayreuth tres álbums. Todavía no sé de cantantes ni maestro Director ni orquesta. Debe ser algo sorprendente. Anuncian también Pelleas y la Arlesiana, talvez completas y Carmen idem - y un poema de Glazunov: Stenka Razin. Muy bueno el libro que ofréceme de Landormy: aún no lo conozco. No le había dicho que ayer llegó su carta. Veré de conseguir (dúdolo no sé por qué) Universidad con Mr. Botero el de Colombia. Ensayaré conseguir el de José Restrepo Jaramillo con Lázaro Tobón. Ud fué amigo de Lázaro Escobar de Rionegro? Murió hace pocos días en un accidente automoviliario, entre Marinilla y Rionegro. Lamentadísimo. Y de mi también aunque solo un día lo traté cuando fuí a Rionegro. Carnevalli especialísimo. Mucho me gustó su modo de ser, su simpatía sincera y su talento. Barba Jacob salió hace días de Medellín sin decirlo a nadie y sin despedirse. Parece que anda por Barranquilla. Aquí como que se asoció con documento que yo firmé como testigo con Mora V. con un Sr. Santos Forero, para jiras poético-financistas. En ello debe de estar por la Costa. Yo no volví a verme con el en ninguna parte. No sé si le conté que el no buscaba sino tipos en cierto ambiente dudoso. Su íntimo era Alfredo Arango según cuentan; y cuentan mucho de esas amistades. Yo no sé ni me interesa. Parece que en Bquilla dijo que yo "tenía talento pero que apenas me iniciaba". No sé si eso fué lo que dijo. En todo caso el si considera a todo el mundo con dejos de superioridad incuestionable. En lo cual no tiene razón, aunque sea cierta esa superioridad. Todo esto no quiera decir que yo tenga el más leve disgusto con él. Nada de eso. Me gusta el poeta casi tanto como me parece chocante su egoísmo, su tortuosidad fría y escamosa; la ausencia total de fervor y de sinceridad para lo benévolo, siempre presentes para la maledicencia. Pero todo eso lo veo situado al margen, como cosas que no me atañen ni me afectan. Febrero 4. - Por aquí tuve que dejar el 31 de Enero (escribía en la oficina) y apenas hoy puedo reanudar. Continúa el mucho trabajo y ayer -que pensaba escribirle: domingo...: (olvidando que era día de Elecciones y que yo jamás podré dejar de ser Jurado!!) Total, que apenas hoy. Si llegará Tristan --en los 20 discos--. De los 20 se roban 1 (dos caras) con los Motivos y sus funciones en la ópera. La distribución es así: 1er acto 14 caras 2º " " 17 caras 3º " " 7 caras Y los piscos son los siguientes por si conoce algunos: Tristan Isolda Brangena Ein jungen Seemann Kurvenal Gunnar Graarud Nanny Larsen-Todsen Anny Helm Gustav Rodin Rudolf Bockelmann Melort Joachim Sattler König Marke Ivar Andresen Ein Hirt Hans Beer Bayreuth Festival orch. Karl Elmendorf, conductor Eso es todo. Siempre habrá supresiones, no crée Ud. Aunque dicen que completa. Antes de que se me olvide: si se ve con Quixano y Mantilla (Xoaquín) grandes saludes al muy simpático y noble amigo y helenista in artibus barbarorum (que Quijano puede hacer extensivas al kolega Hindenburg, mi viejo kamarada de guerras). Plétora de Informes Ingeniero-Estadístico -Pastelosos (con algo de tarreos). Ibagué no ocurre. En cambio Cali y Barranquilla tienen más habitantes que Medellín (cómo le parece? y qué dirán Gonzalo Mejía, Tobón Quintero y Ricardo Olano?). Héme visto con Samuel Moreno y le dí sus saludes que retorna. No he vuelto a ver a Doña Lucía Cock (ni volvió a esta casa). Qué le pasará? Y de la Sra y Stas de y Villamizar? Volverán a Medellín? Seguirán a Bogotá? Ud no me ha dicho nada, pero aquí en la Villa dicen que pronto regresarán. Armando Palacios si vendrá a Bogotá y a Medellín. Celébrolo aunque no será comparable a Backhaus (?) Rachmaninoff etc etc. Físico Astrid continúa mejorando. Julio Vásquez en Medellín. Supo que fué a Panamá a que operáranle y que no lo operaron pero si le sacaron toda la plata que tenía? Guillermo Valencia tradujo y publicó tomo Catay de poesías chinas (versión de 2ª mano es decir del francés). Y Castillo publicó tomo de versos. Ninguno de los dos he leído pues ni envíanlo ni los hay en Medellín. Desagradable cosa la del hipo etc heméticos; y muy agradables las nevadas (imagínome). De qué será copia la Sinfonía de Atterberg. Ya sabrá que la oí diez días después de Ud. Prodigio de la civilización!!! Gústame más y más a medida reaudiciones. Ignoro Luis Ricardo García. Quién? De dónde? No he visto aún "bobada" Espectador. Imposible Luis y Gabriel Cano enviar periódico León de Greiff apesar constante colaboración, que hace días resolví no continuar: de modo que no veo los Suplementos todos pues a o extravíanse. veces no los manda Lugreiff Quien es Krijanoslaya? Ignoro. Y el libro muy malo? Siempre valdrá la pena conocerlo. Había visto de + Battistini y su ( ). Mandaré libro Konsul Praha y trataré de conseguir de otros autores. A mi si me gusta bastante Die Post pero más Die Krähe, Die Leiermann y el Poste Indicador (de las del Winterreise). Porque el que Ud dice Der Greise Kopf no ocurre en los que tengo. A Carnevalli fuéle bien (es decir regular); por lo menos lo suficiente para gastos y viaje a la Costa donde creo que ahora reside. No será más por hoy - hasta la otra - Horacio y Teresita salen para Europa - pero dudo de que vayan a Alemania. Saludes de Matilde y Astrid - y de ellas y yo para Trio Sra y Stas de y Villamizar (c.p.b.) Affmo León Le llegó de Morelia (Mexico) una tarjeta de Año Nuevo de Andrés Chávez y el personal que integra su compañía de Drama y Comedia. XXXVIII Marzo 4 de 1929 Sr. Don Otto: Como he estado muy envolatado no se bien si le escribí en la semana anterior. Tengo la idea de que entre el 18 de Febrero y el 28 le escribí. Los envolates han sido casi todos de orden oficinalis. Informes - datos (dactos) y últimamente una pelea (otra) con el Doctor Quevedo, con Don Carlos Gutiérrez y Rodríguez Moya y de rechazo conmigo o por lo menos con mis cuadros etc etc todo muy divertido... pero muy aburridor para mi que he tenido que formar mucha papelería y enfilar números y números. Si fué la madre de José Botero M. la fallecida. Yo púsele de presente su averiguación para explicarle demora suya en escribirle imputable sólo a mala información. Yo si le conté oportunamente acaso en alguna de las varias mías que no ha recibido. Ultimas mías según registro: Enero 1º - Enero - Enero 31. No sé si Febrero 18 a 28. Esta de hoy. 20 Si contéle que tuve la dicha de ser jurado de votación? Pero no sé si le referí de una muy buena partida de Foot-ball a que asistí (ayer hizo ocho días). Famoso equipo peruano. Grandes combinacionistas. Pusieron 9 a cero. Ayer no fuí. Dizque mejor y más lucha - Peruanos 5 Colombia 1. En ayer jugaron antioqueños distintos de los de la 1ª partida e integrados por un formidable defensa para o uruguayo. De discos... nada de nuevo: que llegan tales y cuales. Que murió el violinista Capet cuyo Quatuor de ejecutantes era de mucha fama en Paris de Francia. Dejó varios cuartetos en Columbia (Muerte y Muchacha; Nº 9 de Beethoven; de Ravel; de Debussy y alguno más) Formidables anuncios de músicas españolas dirigidas por Arbós (Albeniz - Falla - Turina - Granados - Arbós). Bello albun de canciones que (todo lo dicho anunciado y no llegado) detállole Schubert (Gracias por el de Lardormy!!) Canta Elsa Alsen: Ave Maria - Litanei - Du bist die Ruh - Gretchen am Spinnrade Canta Sophie Braslau: Erlkönig - Der Tod und das Madchen - Die junge Nonne - Die Forelle - Haidenroslein Canta Charles Hackett: ¿Quien es Silvia? (averígüelo Vargas) Canta Alexander Kipnis: Am Meer - Aufenhalt Der Wanderer Der Doppelgänger - Der Lindenbaum - Der Wegweiser - Total 8 discos. Repartí sus 3 tarjetas así: Carlos Gonzalez - Hace varios meses no es Síndico. Renunció. Establecióse Cantina con Indalecio Vidal - No sé como les vaya Enrique Gonzalez - Hace varios meses no es de Suroeste. Trabajó unos días en Bolívar Río Hábita. Ahora desde hace tiempo en Porcecito Guadalupe con el Municipio. Remití carta con Ingo Salas H. Juan Bautista Espinosa - Remití. Todavía en Andes (El Arenillo?) Casadísimo. No lo sabía? Encantadísimos retrato Trio Ana y Sofia y Otto. Muy bello panorama de nieves. Grupo mostradísimo. Elías Abad Mesa (diputado!) José Manuel Mora Vasquez, Jorge Vasquez, Isaza Martínez, de Greiff Bravo, Tomic, Negro Cano etc etc etc. José Restrepo y Castañeda escríbenme y envíanle grandes saludes. José Restrepo en Barranquilla y con deseos de venirse a trabajar aquí. Abad y yo casi le tenemos conseguido un puesto bueno en el Ramo de Contabilidad Deptal (nombrado por Asamblea) Ojalá! pues sería un compañero encantador. Familia Villamizar regresa pronto? O no regresa? Y si regresa es a Bogotá o a Medellín? Esto no es por necia curiosidad sino porque todo mundo dice y afirma y me pregunta seguido seguido y yo no se decir sino que no sé, --como es--. Ahora en Bogotá Palacios - no sé si vendrá a Medellín. Saludes varias Samuel Moreno. Señora Doña Libia estuvo bastante enferma. Hace algunas noches hube de ir a casa campo con Samuel y con Gabriel Velez. Algunos vinos y charla literaria a ratos divertida pues el de don Lucrecio dice grandes despropósitos. Parece que suspendo hasta mañana. Todos aquí siguen bien. Familia Bernal muy agradecida de sus tarjetas y saludos. Astrid muy simpática sigue. De casa (Bogotá) creo que recibe carta frecuente. Doña Amalia no porque nada bien y muy nerviosa. Marzo 7 - Nada más de nuevo hasta la fecha. Nada volvió a llegar suyo. Ya recibiría todas mis cartas atrasadas. Saludos del Trio para el Quatuor Affmo León XXXIX Medellín 2 Abril de 1929 Sr. Don Otto: en estos días de Semana Santa pensé escribirle bastante, pero como hacía días que ni leía con espacio, ni oía música con tiempo, ni ponía en limpio ciertas verserías, amén de que hube de descansar, vulgo dormitar, a ratos largos... por una parte, pongamos que sea la 2ª; ya que la 1ª fué la inesperada venida de mi papá (jueves 21 sábado 30 de Marzo) con cuya venida se presentaron salidas a la Bastilla, conversaciones a cuatro (Don Luis – Matilde - Astrid y yo) etc etc y recibo de visitas a Don Luis. En cuanto a otras cosas sucedidas ponga que no las hubo... Salvo pequeñas adquisiciones de discos, a saber: organo - Coral en La (3º) de César Franck - muy maravilloso Andante de Sinfonía de Widor - bonito Fantasía y Fuga s/ B.A.A.H. - Liszt - bastante bonito cello y piano - 7 Variaciones s/La dove prende (Mozart-Beethoven) Casals y Cortot -muy bonito orquesta - Preludio en Mib menor de Bach (del órgano) Stokowsky Ich ruf'zu dir, Herr Jesu Christ de Bach (de una cantata) Stokowsky - muy maravillosos Eso ha sido hasta la fecha lo nuevamente oído. Después de ido Don Luis continuó el jaleo en la Dirección de Caminos. Ahora hay muchos temores por la ausencia de la plata, crisis etc. Rebajaron los jornales a 0.90 y parece que rebajarán sueldos y harán supresiones etc. Naturalmente en el medio de la Dirección no se parla de otra cosa. Ayer 3 de Abril topé con mi amigo Eliseo Arango, el Leopardo de quien no sabía nada hacía tiempos. Hace muchos meses que está muy enfermo de reumatismo. Ahora viene de Panamá, curado. Total que de los amigos bogotanos ya he tenido ocasión de ver en Medellín a Zalamea, Camacho Lorenzana, Umaña Bernal, Villegas Restrepo, Germán Arciniegas y Eliseo Arango. Don Luis parece medio deseoso y con la intención de acomodarse en Medellín y en el comercio en pequeño. A mi me parece bien y creo que le resultaría y creo que sería fácil que se consiguiera pequeñas representaciones alemanas (juguetería, cacharrería, maquinaria pequeña y de poco valor). Entiendo además que el no sabe cuales son sus (de Otto) intenciones futuras en cuanto a trabajadero: si orientado hacia Bogotá, si orientado hacia Medellín, y entiendo que su orientación (de Don Luis) hacia Medellín o hacia Bogotá podía modificarse con las orientaciones otíticas. (Todo esto es imaginación deducida o deducción complementada por imaginaciones lógicas adyacentes; en ningún caso es cosa que Don Luis me haya dicho). El joven Olaf continúa mudo. En cambio un X Duque de N.Y. escribe a mi papá --información gratuita y cuyo objeto no me explico-- dándole pésimas noticias de conducta de Olaf. Con qué objeto? Pero ha atormentado bellacamente ese Sr. Duque a Doña Amalia a Don Luis y a Leticia. Refiere cosas realmente vergonzosas de Olaf que, de ser ciertas... serían una verdadera vaina! No les cuente que yo le he contado. La carta llegó a Bogotá en ausencia de mi papá (en Medellín) y la abrió Doña Amalia y luego la remitió y así la vi yo. Sobre el pleito de las Sinfonías de Schubert no sé que decirle. Varios autores hablan de 10 (- 1 envolatada) otros de 9 sinfonías. El amigo Gerold cuyo libro tengo a la mano, dice, y copio: Sinfonías 1 en Re mayor compuesta 2 en Si b mayor 3 en Re mayor 4 en Do menor (Trágica) 5 en Si b mayor 6 en Do mayor 7 en Si menor (Inconcluída) 8 en Do mayor (Gastein) 9 en Do mayor en 1813 1815 1815 1816 1816 1818 1822 1825 1828 No sé --a menos que como no compuso sino en Re (dos) en Si (tres) y en Do (cuatro)-- haya por ahí cualquiera vaina complicativo y envolatante. En todo caso ese gravísimo pleito fallárolo la Historia, la memoriosa Clío, rica en fechas y datos. Sabe que Rafael Vásquez en unos versos ha re-descubierto que el mar es rico en peces? Lástima es que el a veces dormitante Homero hubiéralo nombrado así, hace meses. El joven vate Ismael Enrique Arciniegas ha compuesto un hermoso canto a La rima - voy a ver de remitirlo para su diversión. Murió Lucien Capet - A. Messager - el Mariscal Foch - el General Serrail - Tancredo Martel - Constantin Weyer ganóse premio Goncourt 1928 - Murió el ministro Arrázola - ha muerto Rubén Darío el de las piedras preciosas En Bogotá hubo músicas de cámara así: piano Armando Palacios - violín Guillermo Uribe Holguín - violín Ismael Palacio (sic) (será Posada?) - viola Anastasio (?) Bolívar - cello Gregorio Silva y entre otras Quinteto de Schumann jugaron. No sé si vendrá Palacio, a Medellín. Ya Nicastro como que no vino. Muy famosos los monumentos (vistas de) que me remitió. Más bellos los de Bruckner y Beethoven y Brahms - menos los de Haydn y Mozart. Después de Febrero suya. 14 no ha vuelto a venir carta Y si infrecuencia mías es sobredisculpable: infrecuencia suyas no se puede perdonar. Por motivos obvios. Los peros suyos a la de Mahler no eran en serio, propiamente, sino que tal movimiento era bello pero largo, v.g. etc. Buen dato el de que la Chacona hace parte de la Partita para violín solo. No será fácil adquirir partición o como se llame, para voz y piano de la Misa Solemnis (barata) o un catálogo de tales cosas? No es para mi sino que dos o tres deseamos averiguar con vistas a un pedido; y nos interesa esa Misa y otras obrecillas aun meramente orquestales e instrumentales, en vista del buen éxito obtenido con la audición de las canciones de Schubert que Ud me obsequió y con el recuerdo que yo tengo de las audiciones avec partitura, de la 9ª y de Petrushka. Creo que lo práctico sería el envío de un catálogo completo, desde que le quede facil adquirirlo. No ha intentado adquirir autógrafos del viejo Strauss y del joven Korngold? No bien divertido será la temperatura de -24ºC que no imagino porque la mayor que conozco será de +5ºC en Facatativá y en Bosa una madrugada. Pasión según Mateo debe de ser cosa extramaravillosa!! Tiene que darme sus nuevas impresiones de las siguientes audiciones pues sobreinterésame. Maestros Cantores es otra, aunque no tánto que provócame, como Tristan e Isolda - que con Boris Godunov y Fidelio son las tres que anhelo oír (anhelo en vano, como no sea en discos). Retorno y reitero saludos ilustre y caro amigo Quijano Mantilla. Este publicó otro libro? Espero impresiones de la Misa Solemne. De casa (Matilde y Astrid) retornan saludos. De las de Doña Solina, Don Carlos y Don Joaquín saludos y agradecimientos por año nuevo. Alberto Bernal salió para Europa con la Señora en esta semana - Toparéis por allá? Creo recibir nueva carta de hoy al sábado e inmediatamente contestaré. A. J. Cano pregúntame constantemente por Ud y por destino Villamizares (destino es decir rumbo). Martín Rodríguez escribióle sobre un profesor instituto y pregúntame si sería que Ud no recibió. Pablo Rodríguez H nuevo niño (Otto se llama) y Horacio Rodríguez H primogénita. Hasta la próxima y saludes de Abad, Eliseo Arango, Tomich etc etc etc. Affmo León XL Abril 24 de 1929 Medellín Sr. Don Otto: ahora lo que va a resultar es que tendremos una semana de poesía enconada, con la venida de Martínez Mutis y Guillermo Valencia. Este llegará esta tarde, aquel vino antiyer. No le conozco a Martínez Mutis. Otro que anda por aquí ha días es Bartolomé Soler, catalán, novelista. Dos obras Marcos Villarí - Germán Padilla - he leído la 2ª y me gustó bastante. Soler ha dado recitales. Poca gente. No he ido a ninguno. Es aquesta la crónica; fuéra de ésto, y de que todavía está reunida la Asamblea..., tenemos el Medellín de todos los días. Comisionados para recibir a Valencia y Mutis han sido Carlosé - Ricardo Olano y congéneres - no creo que vaya a ocurrírseles recordar que son poetas (vil razza dannata) y letrados. En cambio los poetas y letrados y las damas albuminosas joderán a los pobres poetas visitantes en todos los tonos y semi-tonos y cuarto-de-tonos. No sé cual será mi actitud con Valencia. Acaso se organice una comida reservada Pepe Mexía – Ciro - Emilio Jaramillo - Gabriel Toro Villa - Quico Villa - Restrepo Olarte - Ricardo Uribe Escobar - Antonio J. Cano - Alfonso Castro - Tomás Carrasquilla - Efe Gómez - L. de Greiff que con el vate Valencia daría 13 pero con Martínez Mutis 14 que es otro número - para aquellos que temen del 13. Sobre todos los sucesos Valenci-Martínez Mutiescos etc vatería antioquensis - informaré en subsiguientes que engrosarán. Grandes temores de enormes metidas de patas. El vate Gonzalez Ernesto (ahora que entré a la Bastilla) ya estaba jalado y perorante en sumo grado. Y qué de Juan Clímaco Vélez y siriagogos? Espero sus nuevas cartas con noticias de su trabajo en la Casa esa llena de locomotoras y bombas (que no lo vaya a saber Rengifo!). Encantado con el autógrafo de Casals y con la moneda schubertiana. Muy agradecido. Y de los catálogos. No deja de haber cosas muy interesantes. Cuando vengan días mejores compraré una letrilla, en busca de adquirir varias de las cosas anunciadas en ellas, que me petan. Los tres de la familia de Greiff Bernal estamos asaz griposos. El Sr. Don Alfredo Nicholls, hermano de Doña Solina murió ayer. (sic) Hace pocos días estuvo Lucía Cockquevedo en casa después de larga interrupción. Yo creo que sería muy interesante la representación de los legajadores!! Yo creo más: sería una magnífica idea la de adquirir más y más representaciones ya para Ud a su regreso, ya para Don Luis si se viene, y en último caso para mí, si soy capaz de desempeñarlas. Ingeniero Espinosa no encontró Voragine en Abejorral (esa novela de los Llanos y de tierra caliente difícil toparla en la patria chica de los abejorralitanensis). Este Ingeniero salúdale. Así como el joven Tomic, el joven de Greiff Bravo y el joven Isaza Martínez. María Dolores siempre envíale saludes. De Matilde y Astrid y casa de Matilde también y mías mientras le escribo más largo. Las dos últimas semanas han sido de mucha complicación con lo cual que no le he podido escribir antes. Affmo León XLI Medellín Mayo 24 de 1929 Señor Don Otto: hace ya mucho que no le escribo (un mes) y hace bastante que no recibo carta suya. La última es de Abril 1º. Y eso qué es? Porque la demora mía es muy explicable. Valencia vino y ya se fué. Yo casi no me ví con él (solo 3 o 4 veces y ni una con facilidades de charlar bastante con él). Parece que hubiera estado muy contento en la Villa. Muchas atenciones, bailes, banquetes, recitaciones, discursos, paseos. Yo fuí a un paseo --Rionegro-- mas bien agradable. Otro hubo a Bolombolo mas no me invitaron. No fuí a ninguna de las fiestas oficiales. Nosotros le dimos una cena en casa de Pepe Mexía - muy agradable. Fueron Valencia y su secretario Luis E. Muñoz, muy simpático - alguna vez me dijo que era amigo o conocido suyo - no sé si en Bogotá o en Popayán. Los invitantes éramos, por orden de edad: Gabriel Latorre, Efe Gómez, Alfonso Castro, Emilio Jaramillo, Antonio J. Cano, Quico Villa, Jesús Restrepo Olarte, Ricardo Uribe Escobar, León de Greiff y José Manuel Mora Vásquez. No pudieron asistir G. Toro Villa, Gustavo Mejía ni Ciro Mendía por gravedad (los dos últimos) de su padre, que dos días después, murió. Otra muerte lamentabilísima, el lunes pasado, Alberto Villa Villa, el hijo de Jovica y de Queta! Esto me tiene impresionadísimo! Un crup lo mató en pocos días y yo no vine a saber sino cuando ya estaba enterrado! Lucía Cock ha estado otras veces en casa. Quéjase de ausencia de cartas suyas. Yo he imaginado que sea por mucho trabajo en la fábrica. No será? Saludes cada rato de Tomich, Luis de Greiff Bravo, Isaza Martínez, Jorge Vásquez, Mora. Me vi con Stober y me preguntó asaz por Ud. Ahora parece que es posible que se venga para la Villa José Restrepo Jaramillo. Le avisaré. Este pregunta por Ud en todas las que me escribe. De música no hay nada sino anuncios y anuncios --algunos muy famosos-- vea: Columbia - Quatuor Capet Nº 5 opus 18 La mayor Beethoven opus 67 en Re mayor: L'Alouette de Haydn Nº 15 --opus 132-- La menor - Beethoven Nº 6 --Re menor-- Muerte y Muchacha - Schubert Nº 10 --Mi b mayor opus 74-- Beethoven Nº 7 en Fa mayor opus 59 Nº 1 - Beethoven Qt en Fa mayor - Mauricio Ravel Qt en Sol menor opus 10 - C.A. Debussy Columbia - Schumann Estudios Sinfónicos opus 13 " " Sonata en Sol menor opus 22 (piano - Percy Grainger) XLII Al Sr. Don Otto: mientras le escribo largo le escribo corto hoy. Sábado y Domingo pensé escribir pero resulta que en la casa hay pocas comodidades para el caso y viene a ser más fácil en la oficina. De la situación ya le habrán contado en la casa en Bogotá. Es cosa violentamente aterradora en Medellín especialmente en las esferas gubernativas y en éstas en lo relacionado con los caminos Ingenieros: Botero Mejía, salido, trabaja Junta Municipal - Espìnosa - González Metza - Guadalupe (?) - Pardo Ibagué (?) - Julio Vásquez (?) - Arturo Tobón - Sixto Mera - Benjamín Restrepo - Justiniano Raigosa - Eduardo Palacio - M. T. Arbelaez - Gregorio Gómez - Alberto Valencia - J. A. Zamora etc etc etc Escribiré carta de Mayo de será cosa brava, entonces. 1929 a Enero de 1930 Las cartas suyas han llegado todas - hasta Panamá. Postales llegaron - últimas fueron Duparc y Stravinsky von Paris. Discos llegaron más por desdicha felés apesar de lo cual pude oirlos muchas veces y encantáronme. Papeles de Paris llegaron 2 remesas (segunda remitida Stas Villa-Mizar) y llegaron catálogos y Disques de Wolf (2). En lo que se equivocó fué: en creer que a Medellín habían llegado los libros de Remarque y de Ben Jonson (Volpone) que aún nó y como ya hace 1 año que no pido ninguno... ya en este mes llegó Remarque!! que me gustó mucho. Libro de Signos - iba a salir en Diciembre - hay algunos inconvenientes motivo no háse completado Nº subs. Ejemplo Bogotá envié a Jesús Antonio Uribe Prada N cupones para subsc. y han llegado 12 - Si se vé con Uribe pregúntele si recibió lista que dióme Arciniegas e incluí en carta. Arciniegas debe salir hoy 12m rumbo EE.UU. Arciniegas (*), Restrepo Jaramillo y yo pusímosle telegramas. Acaba de decirme José que le devuelven el suyo de Bogotá: suyo del 11 no reclamado. El mio tampoco llegaría? Astrid maravillosamente bien. Manolo Melguizo varado - a Tomic casi se le acaba ya el trabajo (en el Troncal) - Isaza, de Greiff Bravo, Correa Velilla -bien. Literatura, cero. Ultimamente (seis meses últimos) Leo de Greiff muy atacado por Bateo - Sancho Panza Emilio Jaramillo, J. M. Ospina etc etc. Algo de eso le ha tocado a José Restrepo Jaramillo y a Zalamea. Muy divertido. Pero de ello hablaremos in-extenso. A Jorge Vasquez, a Don Tovo, véoles con frecuencia - bien. José Manuel Mora Vásquez muy bien magüer no secretario. Para no demorar carta suspendo. Hasta la otra. Affmo León Arciniegas, una tarjeta - Acaba de venir a despedirse 9 a/m Enero 14 (*) XLIII 1930 Febrero Señor Don Otto: el asunto es que en las circunstancias de ahora no he topado tiempo y espacio --aquel sosegado, éste libre-- para situarme a escribir, en forma, una luenga epístola-resumen. Amén de mi escasa propensión al comentario detallado, --mi incipiente gent-fablar, mi afición a lo enatío, las preocupaciones y ocupaciones adherentes suscitadas por los negocimunios y sus ratas y tasas y dezmerías--, todo eso hacen de mí el más inapropiado corresponsal habido: algo así como... (cualquiera puede Ud poner). Yo no soy ningún xarro, de fonje vocear, ducho en la cenología: más próximo del latebrícola, soy el nefelíbato (en su lato significado) sin ser un Lindberg ni siquiera un Mendez. De modo que en lugar de estar henchido dello el celebro, discurro y vagueo por ello y con ellas. Ese parrafillo (dijera Vidalillo) no tiene la más mínima o el más mínimo lepor. No es sino una haza de gahurras harbadas --no grisadas-- parto de algún opsimate doblado de gabe: y cual mi carcajada! (vulgo gelasmo). Julio Vásquez aterrado al recibir telegrama de Bogotá: Suyo de ayer Otto grave sin dirección. Parece que sea que Ud no ha registrado la dirección con lo cual pone en trabajos a los telegrafistas en esta época eleccionaria de arduas labores más o menos ingentes. Reclame el tele. Salvador Mesa aquí, a más de Amalia y Amalita. Ví al macho, de paso. Creí llegaban con Doña Ana, Ana y Sofía e intenté, el Domingo, ir al encuentro a la Estación. A tiempo supe de no llegada y abstúvome. Llegan hoy según conjeturas y deducciones. E iré a Estación no más lejos por carencias dineriles. Martes en la noche oí la 110 y la 111 del ciudadano Beethoven, jugadas por José María Bravo Márquez. A mi gusto bien aunque, como Bravo es más bien autodidacta, parece que no sea asaz correcto ni académico. Tengo deseo de oir juicio de Ana y Sofía sobre éste, que tiene cualidades de buen gusto y de entusiasmo y de conocimientos además. El es godito y curerito (estuvo en un convento de franciscanos once años!, pero tiene otras circunstancias a su favor). Que hay del Maestro Rendón, fuera de las que me contó? Jorge de la Cruz me refirió casos y cosas de Porfirio que confirman mi idea vieja que le comuniqué a Europa, acerca de doblez o perfidia y de su soberbio egoismo egolátrico que le obliga a ser despectivo con todos... pero por turnos: siempre con los ausentes. Lo cual no le quita sus cualidades de poeta que le hacen admirable. Voy a contarle sobre Libro de Signos: sí se va a hacer el Libro aunque yo he vacilado en vista de lo inseguro de mi empleo en la Gobernación y no quisiera crear nuevas deudas: por eso mi afán en completar un Nº alto de subscripciones. Francamente yo esperaba mas de Bogotá pero parece que cuando la cosa hubiera resultado (octubre y noviembre) Uribe no pudo repartir las circulares. Yo no sé si él recibió mi carta (por conducto de Doña Amalia) donde le hablo del asunto. Pero bien, eso ya queda a un lado. De todas maneras sale el Libro a fines de Febrero, más que otra cosa por no quedar mal con doce personas en toda la República, quienes realmente desean recibir el libro. Y para matar ese Libro y seguir en otra cosa, "tocando mi violín para las arañas" (Gourmont) (para las arañas y para mi y sin alto-parlante). Los discos en suspensión. Las últimas adquisiciones son buenas: Cuarteto 13 - Lener; Cuarteto 14 - Capet; Cuarteto 15 - Capet; Trio Archiduque – Sammons -Squire-Murdoch. Ambos los cuatro muy bellos y para mí en este orden: Cto 14 - Cto 15 - Cto 13 - Trio; el 14 por Capet tiene bastantes diferencias, de matiz sobre todo, con el antiguo. Y me gusta mucho más en esta forma. El 15 es formidable y un poquitín menos el 13 aunque quien sabe! En la Columbia hay mucha cosa que no he podido adquirir: Tristan e Isolda! 20 discos - Pelleas! 6 discos Quatuor Debussy! - Ravel - Honegger - Quinteto Franck! - Cuartetos de Beethoven 1-3-4-5-6-8-9-10-11-12 (el 7 faltó por descuido mio en el pedido) y una enorme cantidad de otras cosas cuya enumeración es odiosa (y no ociosa). Todo ese surtido se pidió bajo mi dirección ¡pobre Don Agustín! (pero yo le advertí de lo aventurado del caso). Iré con la posible frecuencia chez Madama y Señoritas Villamizar siempre y cuando no les sea tediosa - incómoda mi visita. De los amigos de Bogotá no volví a saber. Ninguno tornó a escribirme. Tuve bastante deseo de verme con Turbay, con Nieto Caballero. Pero no hubo oportunidad. Enviéles tarjeta a ellos y a Santos y Señora y a Alfonso López. Talvez ni las recibieron. Nieto debe de estar picado conmigo porque no me volvió a mandar sus libros. Pero no creo que tenga motivo especial. Creo que solo sea mi peculiar antipatía. El caso Emilio Jaramillo es del más exquisito cómico. Si le interesa le envío mi reportaje donde digo de Jaramillo 4 líneas que en su reportaje contesta con 8 columnas. No conocía una enamoración de sí mismo semejante a la de Emilio. Es intocable. Pero muy divertido y cómico. Naturalmente el público crée que acabó conmigo. Y le envío su reportaje si le interesa. Pero devolutivamente. Pensé escribir, contestando nó, sino con sangrienta saña a modo de puntos sobre las íes... pero yo no nací para discutir con nadie ni para convencer a nadie ni para interesarme demasiado por la opinión de nadie. No conozco a Barrera Parra sino por referencias de Restrepo Jaramillo. Este recuérdalo frecuentemente. Tomic Greiff Bravo Isaza Correa Velilla Mora Samuel J y J Vasquez etc etc salúdanlo. Mientras va la carta larga - recuerdos de Matilde y Astrid (pronunciación original de la propietaria del nombre átta) y familia de Matilde. Escriba y cuente cosas. Recuerdos a los amigos. León XLIV Febrero 27 de 1930 - Jueves Sr. Don Otto: los motivos para no escribanías en los últimos nictémeros son tan numerosos como de inútil y no ameno referir. Póngole tres déllos: informes, o sus tentativas, con ocasión de la décima Asamblea; correcciones, o sus tentativas, a plagados de errores pliegos de la imprenta, la cual suda a éstas horas por culpa mía: correcciones - (en estas, ayer, iba, cuando llegó Ingeniero Rodríguez Moya en són de cháchara o tertulia que finó cuando las 5 p/m). Continúo hoy viernes y 28 de Febrero. - y tercero... la crisis total, que obliga a no tener deseo continuo de cosa alguna y ocupa toda la atención, a ciencia o sub o inconsciencia. Omito preocupaciones de otras layas y de magnitudes diversas. El segundón hubo de recibir los nombres de Luis León Boris Carlos Segismundo y, en gracia de la brevedad, suprimí los de Oscar, Manuel, Axel y Bogislao que le acompañaban - El cual segundón sigue bien magüer (o por lo mismo) chillón en demasía (no endemacia, que vale por "música o aires griegos que se usaban en las fiestas de Argos".) Otra vez que ocúrraseme emplear voces no asaz usuales, como los anteriores xarro, gabe, haza, opsimate etc, habré de agregar las ecuaciones correspondientes. Muy impresionado por la muerte de León Sierra. Nunca pensé que lo del tumor fuera a dar a ese desenlace. Imagínome desesperación de Cota y todos los de la casa. Quiero que no se le ocurra hablar de Libro de Signos --si es que es ocurrible--. Es muy desagradable hablar más de él, y es muy de preferir dejar las cosas quietas hasta que salga, pues otra cosa sería como manifestar demasiado afán por su financiación. Ya el libro está en prensa --ya están tiradas unas 100 páginas--. En este sentido hábleles a Uribe y a Salvador --este último iba a activar consecución de subscripciones, pero como le digo eso es ya penoso y si antes escribía yo al respecto (a Uribe) era con el fin de tener una base firme con qué contar-que los de la Editorial no solicítanme siquiera pues hánse mostrado amplios y confiados. Lo del permiso a Salvamesa about Suite en Do no necesitaba expresión su nombre, máxime (o será viceversa) que no creí despertara en Ud deseo de leer tal esperpento. Ella irá en el de Signos con otras cosas inéditas del todo y otras inéditas aunque publicadas. Villamizares --después de mi visita de saludo-sólo una vez vílas en calle, cuando regresaban de visitar a Stober - ya en mejoría. Próximamente iré a visitarlas e iniciar veladas de arte. Doy estos datos libro: 10 ejemplares en pergamino Piel de cabra (subscritos 6 por mí y 1 por equis) 20 ejemplares en papel Korpilombolo (subscritos 15 por mi) y 500 ejemplares en papel Samarkanda (susbscritos 105 por mí y 156 por diversos) - el libro será de 264 páginas. Los 126 subscritos por mí serán los de obsequio y son tántos, apesar de que no quisiera buscar lectores a la fuerza, porque en esa cifra incluyo los que son retorno a obsequiantes de sus libros dellos, y a otros ciertos sujetos con quienes he tenido lejanas relaciones exteriores. Que es el homenaje a Rendón? Favor informar sobre particular. Interesadísimo en participar y así también otros piscos de por aquí y de Jericó. El de Jericó, Sr. Restrepo Jaramillo, (alias Doñana) inquiere por Ud frecuently y salúdale a través de mi (forma incómoda: mas no interprétese sino a las luces de la más sana moral o sea de la menos ana). Aquí Olaya! lo cual júbilo. Aquí peroraderas e inflación dantones a porrillo (Lázaro Restrepo ha batido el record oratorio y ocupado todas las tribunas, bancos, quicios y ladrillos de todos los plazones, plazas, placillas, plazoletas, esquinas etc etc). Yo, feliz de mí, no he oídole, ni a nadie, porque al discúrso húyole, preñado de pavores. Ahora tenemos affaire Uribe Misas - Rodríguez Diago Sabrosos los platos chez Pablo de la + arch, lo cual emocióname grado sumo - ojos enchárcanseme cada vez que rememoro lomo relleno del Rivière, borugo idem de Luis Torres, spaghetti con pollo chez Moisés, morcillas a la limón de la Bohemia, salchichas a la mostaza en el Alster, comilonas sanchopancescas en los nueve estados y en los azulejos reformados y en los Laches - piquetes en Patiasao, Rondinella, La Cuna, La Gata. Ahora, de cuando en vez vamos, y esta tarde (si hoy pagan 1 década de 4 que deben) iremos al Jordán donde gallina, papas, tamales, carne arreglada (?), ají, anisado, baño (el anisado y el baño son antes de la gallina) y eso es con Restrepo Jaramillo y con Ciro. Según mis estadísticas, las muelas más bravías que conozco están en este orden: Federico Santamaría - Rafael Vásquez - Roberto Liévano - Otto de Greiff - José Restrepo Jaramillo - León de Greiff y Ciro Mendía aunque temo haber omitido algunos de los mejores (o peores) entre ellos algunas del Troncal de las que actuaron en el Certámen de La Herradura donde Don Federico me ganó por puntos, en el viver, y empatamos en cuanto a los licores. Pero esos eran los tiempos heróicos cuando gustaba yo la vida en bruto. Recuerda la poderosa mandíbula del poeta Vásquez comparable sólo, homericamente, a la mandíbula cansada pero no saciada del vate Liévano? De éste, de Roberto, recibí un telegrama – saludo - felicitación - abrazo relativo advenimiento L.L.B.C.S.M.O.A.B.- Para retornar saludo y abrazo, y aplicarle un otro abrazo de adehala. Ah mala presa que es la de ala, no? El martes próximo remitiréle anticipo de la portada del Libro de Signos --que-el libro-- saldrá según los más aproximados vaticinios el 20... o el 25 de Marzo, a eso de las 17, con algunos minutos. Yo tampoco he creído muy de veras en picazón lenquiana pero como no me tornó a remitir sus libros, con los cuales y las truculentas cuanto cordiales dedicaciones se placía mi ánima... Gustóle entrevista celebérrimo Juan Clímaco? La del Dr. Jaramillo si es sobremodo amena y de un exquisito sabor pueblerino. Guardadas proporciones es el Mr qui ne comprend pas de Gourmond. A mi la cosa me ha parecido molto divertente, más por otra cosa porque él cree que puso una pica en cualquier parte (Flandes es la más usada) y que nos lanzó, a mi en especial, a las tinieblas exteriores (cuya localización ignoro). Ni José ni (yo) contestámosle, sino verbalmente, en dos o tres ocasiones licorinas, con dos o tres (talvez cuatro) adjetivos a la idea que de su mentalidad, y autoridad crítica y literaria, atribuímosle. Tristan completo Columbia - pero no hélo oído. Hace 4 meses no oigo discos --salvo tres tardes dominicales-- Quatuors 13 - 14 - 15 - Trio opus 97 - 5ª Sinfonía - Beethoven; Quinteto 2 violoncellos - Sinfonía en Do - Schubert; los cuadros Boris Godunov - Mussorgsky. Mañana Domingo buscaréle enseres y libros que necesita. Yo no recuerdo sombrero. Tengo uno mío Stetson que póngole orden así como breeches que quedarénle holgadillos. Recomiéndole envieme letra Claudius --la Muerte y la Muchacha-- que ocurre en última Suite tiene Salvamesa. Si llega a tiempo irá en epígrafe una parte. Dígame ademas si se aproxima la traducción que incluyo entre la vaina esa, hecha la traducción, creo, sobre una suya. No recuerdo bien ni mal. Creo curso Marzo podré escribirle la larga carta --cuando terminen datos asambleas, corrección pruebas, inquietudes chanfainescas--, etc etc. No omita escribirme longamente. de Matilde Astrid y Boris - y de los amigos. Saludos Y saludes mías para los amigos de por allá. Libro de Ben Jonson - Zweig - Romain no ocurrió allá. A mi no háme llegado nada allá? Affmo León Medellín Marzo 1º 1930 Ayer llegó esquelilla. XLV Marzo 22 1930 Por ahora le mando el de Allen y un Viaje a Pie por si les provoca (y no leídolo han) o a Don Luis o a Ud. Ausencia de cartas. Débeme respuesta. Próximamente le escribo. Muy atareado. Una noche chez Villamizar. Gracias obsequios nórdicos. Gran curiosidad retrato Gide. Lamento no consecución autógrafo. Supongo mascarilla rota o hurtada a su arribo. Otros implementos como breeches etc buscarélos cuando vaya a dó están sumidos, canasto equis, cuarto zeta, rincón ye. Mándole el mio Stetson (1) bolombólico por si le sirve. Creo que el suyo no ocurre. Qué hubo de Volpone. No lo trajo? Affmo León No se presentó la manera de enviarlo por ser asaz indoblable y, en otra forma, semejante a corneta de grafófono. No vino el joven por la encomienda. (1) XLVI ... Como no me dejaron campo en la carta, agrego unas líneas en esta hojuela. Malo muy malo lo de la rebaja del sueldo de Don Luis. Por aquí corren vientos de lo mismo. Quién sabe con qué sueldo quedaré yo. (Sueldo nominal porque actualmente nos deben Febrero y Marzo). El joven Otto háse manejado singularmente mal conmigo. No contestó siquiera alguna larguísima que le escribí etc etc. El llevador de encomiendas me quedó mal en la semana pasada. Con él iba a enviarle a Otto algo de lo que pide. De Bogotá ninguno más tornó a escribirme a pesar de ofrecimientos diversos. El Libro de Signos se terminará mañana probablemente y saldrá a la luz el Lunes próximo. Anticipo saludo años Leticia cinco abril - años doña Amalia y Don Luis en Enero y Febrero no telegrafiados por circunstancias adversas, y creo que conociendo mi manera especial de pensar en esas cosas es obvia la explicación. Remitieron tarjeta mía a Hinestrosa? Con grandes saludos hasta la prox. a Otto que se hable en las Librerías X y Y y me averigue qué % cobran de comisión para venta libro etc. Libro de 264 pag. papel muy fino, alrededor de 5.400 versos más o menos largos - para vender a $2.00 en Bogotá ($1.80 en Medellín y la diferencia a cuenta de portes etc.) etc etc etc Affmo León P.S. XLVII Abril 26 1930 Medellín Ilustre Don Otto: cosas de Libro de Signos hánme impedido ninguna otra actividad v.g. ni siquiera la ultra agradabilísima de tornar chez Anna und Sofia, v.g. la idem de escribiros longamente, v.g. la idem de reincidir en la fabricación de Verseares. Hacer pequeñas correcciones como veréis, afanar por que me envíen más ejemplares, hacer paquetes, levantar con qué remitir los paquetes etc etc - y el resultado es que hasta la fecha no he logrado remitir ni los de Barranquilla, de Santa Marta, de Cúcuta, de Ocaña, de Honda, de Pereira ni de Manizales. Hoy, a duras penas logré completar los para Bogotá que recibiréis junto con esta - aquellos de mano de Sanchez, como os avisé de Sabaneta (abur costó doble), esta de la de Gabriel Cano. El detalle de lo enviado es como sigue: pendientes (no enviados) sendos ejemplares, para Luis y Amalia (1) y Vicente y Leticia (1) que demoraránse hasta próximo por ser de los finos (11 a 30) que no hánme entregado - uno de esos finos tenía para Jesús Antonio pero para no más demoras remitíle de los Samarkanda, con derecho a reclamo. Favor referir todo esto a padres y hermanos, a Narices. Van, pués - Obsequios (20) es a saber: Otto y Rendón - pergamino - Narices - Maya - José Umaña - Pacho Umaña - Salvador - Lenc - Silvio - Pardo García - Adelfo - Liévano - Navas - Sanín Cano - Castillo - Seraville - Londoño - José Restrepo Rivera - Barba Jacob - Arguedas. Subscripciones (12) es a saber: Pacho Umaña (2) (qué va a hacer con 3?) - Elías Abad Mesa - Eduardo Esguerra Serrano - Carlos Uribe Prada - Luis Emiro Mejía - Rafael Vásquez - Noel Ramírez - Francisco Antonio Cano - Elena Laserna Pinzón - Ramón Barba y Alfonso Márquez Páez. Para la venta (50) muchos? no lo sé. Ruégole indicarme qué otros obsequios faltan. Algunos más tengo anotados por aquí que no remití por carencia de ejemplares suficientes en la fecha. Si librerías 30% - precio debe ser pesos sonsoneños) $2.00 (docientos Medellín (Beocia) dió alredor 95 subscriptores y algo se ha vendido además. Así que no creo excesivos 50 para Bogotá. Sánchez díjome no podía volver hoy a decirme el valor del porte (0.20 el kilo) es decir creo $12.00. Si se logra recibir rápidamente lo de subsc. ($18.00) de allí sacaréis la ingente - de no podéis telegrama Leogreiff - Remita - para proceder idem (es decir telegiro). A Eduardo Castillo remitíle libro apesar no envío del suyo. A Lenc, idem porque talvez si fue cierto que --por confabulación chistosa-- hicímosle comprar Tergiversaciones. De una vez por todas sé que la edición quedó lunareja --errorcillos y otros más grandes-- más, en globo - bien. Si alguien dice cosa del libro - ruégoos (otra vez) remitir la cosa con datos autor, periódico publicóla etc. No para hacer reproducir sino para mi manía coleccionista. Ruégoos, otra vez, inquirir residencia (con buena dirección etc) de: Jorge Zalamea - Olaf de Greiff - Germán Arciniegas - Juan Lozano y Lozano - Leopoldo de la Rosa – Carlos A. Pérez Amaya - Luis Tablanca - Mario Santa Cruz - Teresa de la Parra (?) - Alfonsina Storni (?) - y todas esas señoras (Lenc podrá decir - yo vacilo entre enviar o no enviar) así como otras direcciones de gentes a quienes Libelo pueda interesar. Próxima semana seguiré escribiéndoos. Saludos en las casas - que todo bien - que rebaja llegó a $180.00 Affmo León Saludes y felicitaciones a Maya XLVIII Mayo 16 1930 MATIAS ALDECOA Sr. Don Otto: Sanchez no trajo nada (sino 8 cajas!!) nada de algo que Ud íbale a llevar al Café nó sé cual. Total que... Nada será. Pero sí, muy pronto, escribo con longitud. Creo que no había necesidad de más libros para Bogotá (ni para ninguna parte) qué vamos a hacer! Definitivamente la cosa es muy amena. Ya yo me había dicho que eso iba a ser así. Lo mejor sera. Continúan pendientes los libros de don Luis y doña Amalia, y de Vicente y Leticia y creo que antes de 15 días no los entregarán porque para esos ejemplares van a tener que repetir el tiro de un pliego mal tirado (trocado) hay pendientes por ese motivo 8 ejemplares Korpilombolo (Don Luis y Doña Amalia 1 - Vicente y Letty 2 - Jesús Antonio Uribe Prada 3 - Jorge Zalamea 4 - Luis Alzate Noreña 5 - Gregorio Castañeda Aragón 6 - 1 suscriptor 8 y León de Greiff 9 - de los Cabra dañóse 1 - de los corrientes faltan por el mismo pliego unos 12 o 14 ejemplares. Favor explicar así el asunto en las dos casas. Incluyo Mar - Barrera Parra - Vidales – Hinestrosa. En Mar y Barrera había pensado para enviar. Vidales talvez no pero no por calentura mía (amianto me circunda) sino porque creí no interesaríale. Dr. Hinestrosa creí pues igual obligación ambos de regalarlo yo como de adquirirlo él. Camacho Carreño publicó algún libro que --aunque de finanzas-- pudo haberme enviado. Y si Gaitán (tampoco recibí su libro de 1924) Turbay, etc, etc no compran el libro, entonces, quién? No han de ser los burgueses sólamente. Sin embargo también puede enviárseles - Gracias será darles siquiera por deseo manifestado de leer el libraco - Ni yo ni Cano recibimos de Emiro - Si lo mandó nó declarado eso piérdese - cosa que Emiro debe saber. Pero --aunque siempre es bueno decirle que no llegó-lo mejor es dejar eso como está. Incluyo una cartica de Matilde y apenas llegue la suya --mañana o el lunes-- escribiré longamente así como para la casa. Silencio alredor libro paréceme muy natural en Medellín, claro, más, pero en Bogotá, un poco menos, también. ¿Pero habrá algo más delicioso que el silencio? Recuerdos en las casas. Saludos a los amigos. Affmo León (carta bastante personal) XLIX Medellín, 20 de Junio de 1930 Sr. Don Otto: tras muy larga dilación vino de nuevo a escribir Sr. Don Otto, y las razones o sinellas que adujo para la demora, no asaz aceptables: pues de persistir en ello, luengos años de esperar tuviera yo. Quiero decir que si Don Otto hubiera demorado la carta hasta la aparición de manifestaciones about libro... Yo no espero, desde hace días: desde antes de salir el libro, casi que desde que Germán Arciniegas estuvo por aquí y me contó de lo poco o nada que cuento, aún entre los que hace cuatro años me prestaban alguna atención. Eso lo constaté cuando las subscripciones al libro. Pero todo ello no me da ni frio ni calor: no por humildad ni por orgullo ni por indiferencia ni por desdén míos, sino porque ya lo tenía descontado, sabido y explicado. Y es mejor que así sea, aunque se resienta mi pequeña vanidad (que está en la superficie) y que tampoco se resiente. No le veo explicación a lo de las vitrinas ni al hecho de que esa librería si anuncie otras obras, como no sea la clara explicación de que no le ven perspectivas de ganancia al libro, como sí a las otras, y proceda en consecuencia. Ruégole que no deje notar su desagrado y que suspenda --y Uribe Prada y Lagos también-toda gestión tendiente a buscarle atmósfera a los Signos. Le repito que eso queda mejor así. Hoy llegó carta de Doña Amalia. Nada dice de lo de la Auditoría de la Contraloría para don Luis. Otra vez volvieron a engañar? Esa actitud de los liberales para con mi papá si me indigna y enardece. Yo creí que Don Luis trabajaba aún con Peraza. Sabe Ud. si Sánchez avisó a Arias haber recibido de mí $15.00? (Esto para que no vaya a resultar un pago doble). Averigüe con discreción, sin que se entere Vicente. Fuí al primer concierto de Ana y Sofía. Al segundo no me fué posible asistir. No he visto ni oído a Teresa de la Parra, y creo que no iré a lo de las conferencias, y menos a las otras funciones o atenciones que dicen por aquí. A la recepción --dice Cadavid Uribe-- asistió lo principal de Medellín, en orden rigurosamente analfabético. (Esto porque, como siempre, las comisiones de recepción la forman los fariseos de costumbre, y, con alguna excepción, se excluye a los literatos, hasta a los más fariseos de ellos.) Vi esta mañana a Acevedo Díaz. Citéme con él, para conversar una poca, esta tarde, en La Bastilla de Polito: saludes de Mesita y del célebre Hurtado. Déle el pésame a Samuel Moreno por suegra y por papá. De discos nada, nada, nada. No se puede, y aunque pudiera oirlos, no me gusta antojarme en vano. No olvide que Sánchez dejó (díjome) un paquete (1), donde, presumo, vendría el libro de Castillo: es gratuita suposición. Y con él, el libro de Castillo, si ocurre, puede enviarme lo de Ben Jonson en francés o en español o en juntas lenguas, y lo de Arguedas si lo tiene desocupado, y, si logra ponerse en él, un libro de Pellicer que dizque me tiene un Sr. Darío Pérez. Byron de Maurois, en franco, existe Americana? Hágame una lista de libros recientes en ese idioma, que allá consíganse, y sus costes, y que Usted juzgue de mi gusto. como que es un Sr. Ernesto Arango, contador de El Colombiano. Libardo yo no sé qué, es un estudiante de Andes. Un hermano de Libardo Parra, llamado Tony, escribió una nota sobre el libro, que está bien (la publicó en Andes). En Barranquilla han escrito, CHARRY LARA y LORENZO ORTEGA (Dr. Argos) y está escribiendo GOMEZ DE CASTRO, por lo que me cuenta Zavala. Aquí como que EFE GOMEZ, ZULUAGA Y GUTIERREZ, y ALFONSO CASTRO, según hánme dicho el 1º y el 3º y a José el 2º, pero eso puede que si o que no. Seguiré mañana, sábado 21. PERALTA Pero nó, apenas hoy, martes 24 por inconvenientes varios. De allá a hoy no ha ocurrido nada fuera de reproducción en La Defensa del largo artículo de Charry Lara (pub. en La Nación) - Se lo remitiré por si, como es lo más seguro, no lo reproducen en Bogotá. Se fue la Sta de la Parra y no la conocí. Luis Cabal, viejo amigo mío largos años ausente. Subscribióse de Buenaventura, pero ya creerá que fué remitido gratis. No le diga nada pues mucho es que desée el Libro, siquiera. Acevedo Díaz visto a la lijera sábado y domingo. Sin tiempo de largos comentos. Espero escribirle pronto. Avíseme en próxima carta lo que haya sobre empleo de Don Luis, principalmente. En periódicos allá no ví nada de esa elección de auditor, anunciada. Grandes saludos en la casa y amigos sobrevivientes. Recuerdos de Roque y 23 personas mas. Affmo León de Greiff (1) (En L el Café X.) Medellín, 30 Octubre 1930 Sr. Don Otto: en esta casa no sucede casi nada de contar (ni plata...) Anoche audición VII --asistimos--. No pude a audición VI - Isaza una noche en casa: de discos oímos batiburrillo, sin programa; cosillas cuasi al azar. Audición VII --muy bien-- y como 35 oyentes. Gustóme más Sonata Debussy y Canciones Hugo Wolf - bellísimas canciones. Lo de Arensky no mucho. Muy interesante todas las audiciones de que háblame y otras que --los programas-- me mostró Isaza. Grandes cantidades de envidia. Aquí fuera de las a que he podido ir de Villamizares y discos por un lado u otro - poco oigo. Influye mucho el ánimo --bastante más abúlico hoy que nunca-- por tántas complicaciones como viénensele encima y seguirán viniéndosele al pobre mentado ánimo. Lo que es la cosa política tiéneme harto, hartísimo, desilusionado (no por mí sino por mi papá) a ratos furioso y agresivo. Eso es mejor no meneallo. También muy interesante lo de los paseos de que me parla. En Cromos ví grupos de uno de ellos. De Navas - Silvio y Pérez Amaya recibí sendas cartas. Si los vé dígales que muchas gracias y que algún día les escribiré (recibidas de Mayo a hoy - no es cosa reciente). Gracias por recuerdos de quienes recordáronme - según cuéntame - Pero gracias tácitas. Menos interesante lo de las comedias de que va a ser apuntador. Qué tal resultó el Bogumil? Bastantes deseos de conocer a Valencia (no Guillermo ni lo del mastro Padilla) pero creo que no ocurrirá aunque talvez no fuérale mal en corta turné como dicen. Y que tal las músicas para los rondeles (cual? o cuáles?) de Leo Le Gris - lástima grande que esas cancioncillas préstense poco, por su platitud, para algo. Le envié entre periódicos una Suite de carajadas cometidas en el año en curso. Maravillosas, naturalmente. De eso había publicado Claridad (la recibe?, vio esquelilla Sanín Cano?) una breve canción: esa y otra breve canción son, la 1ª: versión del francés, de una versión alemana, del original no se si noruego o sueco o de esa nación que queda frente a Suecia, hacia el oriente (golfo de por medio) talvez Finlandia; y la 2ª versión idem (del francés) del original árabe o yo qué sé. Ambas las versiones son muy libres - y, por lo demás, ocasionales e intrascendentes. Todas esas carajadas de que le hablo todavía no están acabadas - es decir: habré de variarlas sucesivamente, como es mi uso, a menos que desde ahora resuelva pasarlas al archivo. Y copié 5 veces (de una vez) porque había quedado con Germán en enviarle copia de lo que fuera fabricando y habíale ofrecido a Zalamea remitirle algunas cosas - De modo que repartí los 5 entre mis presuntos lectores: León de Greiff - Otto de Greiff - Germán Arciniegas - Jorge Zalamea - Hernán Posada. No sabe la dirección de Olaf? A éste no he mandádole el libro por carencia de dirección - Arciniegas omitió darme ese dato. Saludes a cuatro o cinco o seis personas (si alcanzan las personas para tantos saludos) o para 40 o 50 o 60 (hay grandes cantidades de ceros disponibles). Y escriba que yo prometo hacerlo más en forma en la siguiente vez. Recuerdos de Matilde, Astrid y Boris - y de Isaza y Restrepo Jaramillo (no el superintendente del F.C.de A!!) Affmo León de Greiff LI Febrero 4 de 1931 Sr. Don Otto de Greiff Cali del Valle Apenas ahora puedo le escribir y toda la demora por --aparte quehaceres de estadística para informes a la Asamblea-- depresión de ánimo, deseo de nada, pereza de índole total, productos, en su orden, de la enfermedad de Don Luis y de la mala situación, lo 1º; de la depresión de ánimo, lo 2º; y del deseo de nada, lo 3º. Ya confío en la efectividad de la mejoría de Don Luis y empiezo a no estar tan definitivamente neura ni jarto - Pobreza continúa y se agrava - Sueldos demoradísimos, culebras muy, deudas siempre cada vez crecientes como idem los gastos y como no idem las adquisiciones monetarias o billetísticas. Actividades artísticas? de nula monta Ni siquiera las semi-pasivas como oír --con descuido-- música. Todavía no conozco el piano de cola de las Stas Villamizar. Versos? Ya no se destilan ni se estilan. Lo último, después del malaventurado Cuaderno 27 que le envié, no es sino una mera composición - Preludio del Cuaderno 28, cuyo cuaderno llamábase Cosmorama - y eso es de Octubre 30/30 - Como vé, hace ya de ello y no son sino cincuenta y dos renglones; y que le espeto ya que la crónica es nula, Cuaderno 28 de Erik Fjordson: Cosmorama Preludio I La luz iba danzando ante mis ojos --finos para horadar brumas de ópalo-estridencias del trópico: Me resultaba absurdo. La vida andaba urdiendo ante mis sordos oídos --y en mi búdico rebozo-algarabías, alboroto: No de mi gusto. II Químico de lo extraño, un filtro lógico busqué: por el mar hondo sobre las cimas, bogo: Estático, errabundo El océano surco, mar de plomo, quieto: las velas penden: hórridos senos bastos y flojos, blandos, vencidos, mustios! Por el mar (viejo océano del ronco Maldoror) singlo, inmoto, --mudo, y único a bordo, mudo y único y lúcido--. Unico a bordo del esquife anómalo --no a la moda--: velero, paradógico; y asaz nuevo a mi antojo; no a la moda: desnudo! Sobre las cimas singlo, de ese ponto plumbal, quieto, monótono: ¡un silencio estentóreo y un callado tumulto! Sobre las cimas singlo, del angosto velero so la puente, y en absorto mirar el linde ignoto con los ojos azúreos. No petreles ni albatros, el decoro rompen, con su chirrido pedregoso. Silencio óyese en torno, burlón y cejijunto. Ni en la ribera --en veces a ella toco-nunca veo chontales ni huitotos, ni caribes, ni cholos, ni aborigen alguno. Ese mar --Viejo océano-- recorro indiferente: el uno, el otro golfo, igual dánme acomodo cada cual a su turno. III Cánsame --¡nunca el viaje, que ése es corto a mi deseo!--, cánsame este prólogo, heraldo del grimorio que en el presente urdo: Grimorio, de un poeta no retórico, --en el sentido caro al pueblo tonto-donde se canta el cosmos: --mi diminuto Mundo--. Octubre 30 1930 Después de tal cosa siguen las elecciones que van dando un resultado cuasi archifamoso. En la vetusta Antioquia misma, casi empatan rojos y azules. Mientras le escribo más, ésto será. Espero pronto carta de por allá. Affmo León Febrero 5/1931: hace ¿y nunca más tornaré? LII 5 años que dejé a Bogotá... Febrero 26 1931 Sr. Don Otto: Después de que le empecé a escribir --hace ya de ello-- han acaecido varios otros acaecimientos: nueva carta suya que trajo joven Lozada Sinistyerra con aventuras ( ) Gracias --del cuyo autor he leido el hijo de los 3 mosqueteros-- del mismo idem Gracias; quinta y penúltima reorganización Dirección General de Caminos, por la cual barrida general --y nuevo decreto nombrando doce tipos-uno de ellos yo con el mismo empleo pero con el apodo y sueldo de ayudante de Estadística $90.00 --eso es desde el 17 de Febrero--. Yo me quedaré por unos días mientras consigo otra cosa pues con eso que creo no subsistir. Mucho me plugo El grumete y las sirenas --hémoslo leído José y yo en compañía-- y sólo yo, otras veces. Ciro lo leyó pero yo creo que a Ciro poco le gustará esa clase de poesía. Le pasará lo que le pasa con la mía. Horacio Franco díceme que escribió en Relator artículos sobre Ud y sobre mi - Hálos visto? Yo no. Germán Arciniegas escríbele y Gregorio Castañeda Aragón? A mi no. German desde que estaba en N.Y. - Gregorio hace mil años. Como yo soy tan demoradizo le envío ésta desde hoy --con la anterior-- y quedo debiendo la continuación. Don Luis fué borrado dos veces (1 en Andes y 1 en Jericó) con lo cual no salió diputado. --Parece cosa muy probable su elección como Senador--, cosa mucho mejor. Pueda ser que a última hora no le atraviesen el macho. Estado depresión háme impedido asistir a toda cosa - Villamizar no he podido volver. Ni anoche (reanudación audiciones, con este programa (inclúyolo) De libros hace mucho que ni recibo revistas extrañas (por no reabono) ni libros de la Francia etc etc pero trataré de estudiar algunos catálogos. Asunto Signos en Bogotá cómo quedó? o a quién encomendado? Quién es Braulio Miravia de allá - que escribe pidiendo datos, foto y versos para Parnaso Colombiano por Departamentos 15 tomos? Hasta la otra. Affmo - León de Greiff LIII Bogotá Julio 24 de 1931 Muy ilustre Don Otto: los motivos para dilación escrituras mias vienen a ser los de siempre; es a saber: carencia de imaginación inventiva; poco emocionarme o --a lo menos-- poco traducir emociones originadas (es posible) por los sucesos diarios; estado abúlico --no para pensar sino para hacer-- (salvo lo de imprescindible urgencia como el trabajo oficinalis que tiene la ventaja de no ser cuestión de hondas cogitaciones sino de mecánicos apuntamientos), horas aprovechables para escribir (o cartas o hasta versos) y que se desenvuelven en el Café Tal, en el Café Victoria, en el Rivière o en las esquinas de la 14 y de la 13, con éste y con el otro y con los de acullá; luego el rápido acostarme apenas la comida engullida --por el frío y por la lectura--; y los Domingos viaje en familia a Leticia's chalet donde las músicas de los discos y la un poco barbárica de Jorge y Alberto y Moscorrofio no dejan vagar ninguno, amen de la charla con Teresita (la tumba de Wagner) etc etc Han sido muchos los amigos viejos y nuevos con quienes hé topado: de los viejos he extrañado no ver por ninguna parte a Narices y casi que ni a Navas. Entre los nuevos hánme placido singularmente Aurelio Arturo, Roca Lemus (el que me graduó de ópeta y de ingeniero de Bolombolo y Matoño Arboleda - a Barrera Parra hélo visto varias veces, pero casi siempre de mucho afán de modo que no sé bien - otros hay como un joven Camacho Ramírez, otro Forero X etc etc que parecen interesantes. Ya veremos de esos y de otros muchos - Olvidaba a Zalamea Borda, que es de los que más me seducen. Con Vargas Sicard y con Isaza héme visto varias veces. Tenemos el propósito de disquear en el Conservatorio, que no háse realizado. Púsele en compañía, a Valencia telegrama firmado León-Arturo cuando muerte padre - ahora ruégole testimoniarle nueva condolencia por el reciente trágico fin su hermano. Aunque no soy su conocido, creo que no hago mal. Agosto 1º 1931 Confieso que he quedádole mal Sr. Don Otto - pero sucede que en estos postreros dias han sido innúmeras las complicaciones. Trajo Luis de la + los retratos autografiados y los autógrafos. Muy interesante está la colección y asaz he entretenídome en su contemplación. Muy convenientemente empacados los tengo hasta nueva orden suya. A Luis Cabal grandes saludos mientras le escribo. Por qué no envió lo de Relator about conf. Mario Carvajal? Recibí lo de sus traducciones Rilke y el inefable artículo de Vernaza sobre Waterloo. Realmente es cosa que asusta esa tremenda coincidencia de las W.W. de Water y de Wellin. Oh inocencia. Cuando ocurran Relatores interesantes no omita enviarlos. Lo más interesante de Relator siempre será Dª Clara Inés. Yo admirábala muy cuando soltera en Bogotá. Pronto enviaréle algunas nuevas producciones poéticas (o pseudo). No hace Ud lo propio... por qué? Ciro fuése hoy sin haber podido conseguir chanfaina Senado ni Cámara. Siempre suelo verme frecuent. con Rendón - Pepe Medina, Aurelio Arturo. Todellos grandes saludos. Al profesor Uribe Prada Jesús todavía no hélo visto. No sé por qué preocúpase monedas Libro Signos. Desde 1928 (creo? o será 1927) débole yo a Ud suma esa sí ingente. Lo de 150.00 pesos parece fué amabilidad del Dr. y General Uribe y Hoyos. Galantería que Ud se imaginará cómo le estoy agradeciendo. Talvez con nuevo ministro y cuando nómbrenme propiedad lograré reintegrarme en renglón 180.00 pesos, que me peta mejor. Algunos empiezan por decir que el hombre es duro, y el hombre es débil y el hombre es débil. Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida íntegra para que con él endurecido se zuecieran los calcetines en la paz / hogareña Toda una colección magnífica de ensueños que no alcanzó a imaginar Aladino, soplé como vilanos desde la erguida atalaya de mis sienes esa vez conquistadoras, y mis labios enloquecidos por sus besos --más imborrables que la sangre en las manecillas de Lady Macbeth asesina-(no perfumes de Arabia, ni el ajenjo con que hé de endulzar la búsqueda del Olvido imposible disiparán la esencia pristina que en mis labios resquebrajados puso --como la aureola de los Santos-- su boca, eternamente Mía!) y mis labios enloquecidos por sus besos renunciaron a la golosina / de sus besos... Una vez en el rutilo cobre verdoso del rio Cauca ponentino disolver quise la Inútil Aventura: se me salía de la boca éste grasoso potaje de la vida cotidiana. Clavé mi frente encinta, pletórica de Futuras Cosechas en el ajenjo de öro de sus únicas aguas lustrales: como el madero de los naufragios s desdén me depuso en la orilla. Por los cantiles hoscos de Leoncito la mula no quiso despeñarse con / mi cansancio y yo era solo y yo era libre y discurría mi vida como el viento, y cantaba mi vida libre como el viento. Y el rio Cauca me llamaba su amigo. Algunos empiezan por decir que el hombre es duro, sórdido, avaro, y yo he dilapidado mi fortuna como si fuera un / nuevo rico. Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida misma, para que con él endurecido se zurcieran los calcetines en la paz / hogareña... Estos son unos que empecé a construir, versos, esta mañana. A título de apoforeta obséquiole esa joya --que-acaso después si tenga qué ver, ya concluído, con lo que quiero expresar. Mientras le escribo más en serio. Grandes salutaciones a los 2 o 3 amigos que acaso tenga en Calis y escriba raudo. Affmo León LIV Octubre 13 martes (lagarto!!) 1931 Sr. Don Otto: Mientras le escribo y doy la autorización para publicar los celebres versos del Nº 27, voy copiando las variantes que han ido ocurriendo, del texto que Ud posée en las suas manos por orden (y en futuras epístolas se irá completando la vaina). Canción de la luna negra los primeros 10 renglones son estos 14: Gira la negra, gira la luna, gira la negra luna, gira sobre sí propia, gira la negra luna de ebonita, gira la negra luna de ebonita --sobre sí propia-- y canta: después del renglón 12º de la versión en su poder, sigue un Nº romano: I después del renglón 15º sigue así: y de Schúmann, Amores de un Poeta, y de Duparc, Invitación al Viaje y La Vida anterior... y de Chópin, Preludios y Nocturnos: después del renglón 19 - un Nº Romano: II después del renglón 25 - un Nº Romano: III después del renglón 31 - un Nº Romano: IV después del renglón 36 - un Nº Romano: V y: y, borracho de lumbres y colores, óye, de Rímsky, Antar y Sheherazada y El Gallo de oro, vertigo y lujuria; mas, si de ritmos ebrio, tú, frenético danzarín, dánza entonces de Stravinsky etc etc. después del renglón 41 - un Nº Romano: VI después del renglón 46 - un Nº Romano: VII y: Y tú, plasmado en bronce, Los Vastos Himnos óye, óye las Soberanas Sinfonías conque la voz del Sordo el orbe nutre! ---------Las acendradas síntesis: Sonatas y Quátuors, insólito prodigio, filtros puros, La Misa en Ré, misterio panteista, denso peán a la Naturaleza! y el tragico clangor de Coriolano: ¡óye la voz del Indomado Prometeo, la voz del Sordo, óye la voz del Sordo! gira la negra luna, gira sobre sí propia, gira la negra luna de ebonita gira la negra luna de ebonita --sobre sí propia-- y canta: etc etc Nocturnos del Solitario Nº 7 en Fa 1ª estrofa - Enigmatico en 2º y 7º renglón, en lugar de / Sortilégico 2ª estrofa - Sortilégico en 1º y 7º renglón, en lugar de / enigmático 3ª estrofa - 3er renglón: ¡y en las manos exiguas son los dedos / en lugar de los dedos son Favilas - Nº 1 es ahora Nº 8 igual Nº 2 1ª estrofa, 7º renglón: la cosa vana ambiente, la pánfila / hidromiel... estrofa, 3er renglón: -dolor, hastío y cóleras en lugar de / lo que dice hasta ahí 2a estrofa, 5° renglón: placer, euforia y risas, en lugar de lo / que dice hasta ahí Favilas - Nº 3 - ahora es así Diálogos y soliloquios en la Noche Nº 1 2ª Oh tú, que estás cantando frente a la Sima Oscura --la voz asaz es rauca, mas es viril y enérgica-¡cánta, cánta mil años y otros mil y hasta Nunca! Oh tú, que estás cantando con voz salvaje y única frente a la Turba Hermética... Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido, ¿y atruena tus oídos mi ruda cantilena? ¡Otra ocasión será dolida avena frágil donde un sollozo se encadena al lino cristalino de su llanto! Oh tú, que estás cantando frente al Cantil Absurdo --la voz asaz es rauca, mas es viril y eufórica-¡no cántes ni mil años y otros mil, ni un segundo! Oh tú que estás cantando, vital y taciturno, frente a la Tribu Anónima! Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido: ¿enajena tus oídos mi ruda cantilena? Otra ocasión mi túnica de amianto rasgaré, y en tu luz, Noche Morena, y en tu fuego, arderé, loca falena!... Oh tú, que estás cantando frente a la Tierra Hosca --tu voz asaz es recia, mas es viril y cálida-¡cánta, cánta a la Noche nupcial y cariciosa! Oh tú que estás cantando con voz sensual e indómita frente a la Selva en Ascuas! Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido: ¿y Sirena serás y Circe, para mí, agarena...? ¿Yá a tus oídos es rendida avena mi canto, que a tu cuello se encadena con el lino hialino de su llanto? Oh tú, que estás cantando frente a mi Aduar Recóndito --tu voz es de cristales y es viril y calina-¡cánta, cánta mil noches y una noche el gozoso canto ardido! ¡y al linde de mi tienda encendida! ¡y entre mis brazos! ¡y sobre mis ojos! 1927 Rio Cauca - 1ª resto 1931 - Bogotá - Agosto Favila Nº 4 - igual pero Nº VI Favila Nº 5 - se llama ahora La Noche, así Venía, Ella venía, Ella venía: la profunda Calypso en cuyo seno se acendra la harmonía: ---------cuyos ojos flamean rubia luz aromosa, rubia luz sosegada, donde influjo sereno nace y se expande, y riela --por manera gozosa-sobre Télus sombría... Venía, Ella venía, Ella venía: la morena Calypso: oh luminosa síntesis de Belleza, peregrino Diamante, Abismo irradïante: ¡compensación del Día! La Favila Nº 6 se llama Arieta: igual salvo que donde / decía el dice o la dice dice ahora: decía. Las Favilas Nº 7 y Nº 8: la 7 es 7 todavía; la 8 es 3 La Favila Nº 9 es 9 e igual La Favila Nº 10 es 5, así: Silencio en torno. Penumbra de plomo. Las ranas y un tema monótono Quieto. Mudo. Sordo --salvo para el arioso sapesco--. Sordo. Solo. Qué se hicieron los vagos anhelos innocuos? Mi fuga, mi evasión, mis periplos jasóneos? Qué se hicieron los cálidos vinos de la Aventura, y los tesoros de las noches estremecidas, en mi selvoso asilo bolombólico? Anclado. Al pairo. En mi sitio, dijo El Otro. Favila Nº XI - es Nº IV e igual Favila Nº XII - es la Nº I e igual Favila Nº XIII - es la Nº X e igual ¡¡¡ y se finaron las dichosas Favilas!!! La Cantiga con viento fresco está igual (creo) salvo /cana melena que es calva (como es notorio) Sonatina alla breve (han puesto allá breve y en / Espectador ¡¡allá lejos!!!) 2ª est. en lugar de roce caricioso dice penetrante roce 3ª est. 4ª 4ª est. est. / caricioso en lugar de arrebatan el sentido dice arrebatan y / embelesan el sentido 4º renglón, es: con finas palabras, dále (y no lo otro) 6º renglón, es: y de ello ya no se infiere etc (y no lo / otro) Arieta (en la noche flamea) es Favila Nº XI e igual Breve Canción de marcha (oh Dinarzada) es Diálogos y Soliloquios en la noche (Nº 2) con las siguientes / líneas variadas: donde dice tu naricilla y mi nariz (2 veces) léase: nuestras narices ávidas (pues no me petan las naricillas ni en teoría ni en la práctica: -con excepciones) Cántiga (vuelve los ojos) igual Canción de Melusina (Velay!) es Otra canción de Melusina e igual (después irá la Canción de Melusina) (1ª) El Sonecillo (clavo en la noche) 1ª estrofa - después del 3er renglón hay dos nuevos: y mis labios pregustan los labios que desean mis hielos --por el aire purísimo vienen sus besos en pausados vuelos--etc De odio, de ira, de befa (título debussiano?) e igual Breve canción de marcha (hacia oriente) es Diálogos y Soliloquios en la Noche Nº 3 Nocturno del Solitario Nº 8 en La mayor, igual Trova de los navíos etc etc, igual salvo que donde decía en cuyos brazos se durmiera dice brazos se extinguiera y donde perfume de la primavera es veneno de la primavera Facecia después del renglón 13º y separado por un guión arriba / y abajo: yo me fugué de la prisión ominosa... renglón 23: tras los absintios opalinos del recuerdo renglón 24 son: 24: bah! de dos modos, tras lo conocido 25: tras lo sabido... renglón 25 es 26: yo me fugué, Juglar, Juglar, Juglar descaecido (otro Juglar pues) después del renglón 31 (de la versión en su poder) y separados por un guión arriba y abajo: yo me fugué de mi / prisión ominosa... ni acaso ya me iré: si uncido, anclado, renglón 33 - es: renglón 35 y siguientes - son: del Bredunco, evadido y capturado... y lo canto en mi verso desalado --nunca sonoro y nunca asordinado friamente, sino cambiante y trunco (como el ritmo del viento y del Bredunco) paralelo al tenor de lo cantado, función de lo sentido!-y etc etc igual menos en los renglones 48-49 donde debe leerse: pico, o el servil y abyecto --por la abulia o el humor laxo y erecto? Nocturno del Solitario Nº 9 en Do sost. menor, igual / salvo que al final se ponen mayúsculas así: esa es la Tácita Sirena Ineluctable, la Quieta Danzarina de la Perenne Danza De lo no incluído en el Nº 27 le envío el Prólogo y le copiaré después: del sector de Zuyaxiwevo (Medellín) (cuyo es el Preludio copiado) Soneto: ¡abur! Es al regreso cuando yo me despido! (saludo a Medellín cuando arribé de Bolombolo) Trova del cazador de efímeros arreboles(69 renglones) (¿Es ésta entonces la avida vida abierta a todos los insólitos vientos del azar, (etc) Relato de Eirik Fjordsson (95 renglones) (Zuyaxiwevo, oh Zuyaxiwevo, oh tierra de horror! ¡oh Tierra de Horror!) Rondel (tres proyectos pa un rondel o pa ninguno / (17 - 17 y 23 renglones) Doble Canción - (Tengo una sed de vinos capitosos) / (20 renglones) Trova del Nocturno Sortilegio (salió en Mañana; mándole el Nº y ruégole variar donde pusieron ¿por qué había un día etc ¿por qué había un claro día etc en lugar de porque, porque las dos veces Canción de grises días (22 renglones) (En grises días ya no se oye sino monótono són asordado.) (oh bestias) Nueva Trova del Nocturno Sortilegio (en Perfiles tiene una variante en la última línea: donde dice moría de amor / Iseo, léase vivía de amor Iseo Relato de Guillaume de Lorges (50 renglones) (Yo, señor, soy acontista. Mi profesión es hacer disparos al aire etc) del sector de Netupiromba (Bogotá, ésta vez) Diálogos y Soliloquios en la Noche / (Nº 1 - 2 y 3 copiados) Cantiga (13 renglones) (Gota a gota en mis bárbaros oídos cae tu pura voz) Sonatina (28 renglones) (Dame otra vez a gustar la golosina de esos tus gordezuelos labios róseos) Clangor de las efímeras renunciaciones (61 renglones / Relato de Eirik Fjordsson) (Algunos empiezan por decir que el hombre es duro) Diálogos y Soliloquios etc Nº 4 - (139 renglones) (Fué entonces cuando se agitó la comba noche de öro trémulo y las densas nubes enceguecieron el prodigio.) Diálogos y Soliloquios en la Noche Nº 5 - (78 renglones) (Sonatina para flauta y piano) (Ese decía con voz que angustiaba el más hondo, el más acedo pensar, ¡el Himno Azul de la Alegría! explayando en el ámbito redondo soplos de viento libre, tufos de bronco mar... ---------Un murmullo lejano; un susurro lontano... Voz de la flauta pasional vibra en la caña de cristal...) etc La Noche (19 renglones) (En tu pelo está el perfume de la noche y en tus ojos su tormentosa luz) Rondel (16 renglones) (Ella fué mía, la Noche Soñada:) Rondel (24 renglones) (Ella fué mía, la Noche Morena, ) Canción (35 renglones) (Mañana si veré con ojos jubilosos la luz del día:) Fantasia quasi una Sonata (255 renglones) / (no conclusa!!! aún!!!) I Preludio (27 renglones) (Oh Noche, piano de ébano: pulsan tus teclas negras --como garfios-- los dedos rígidos de mi / pena, Noche, Noche Morena, oh Noche, oh piano en que Beethoven sollozára el arioso dolente / (opus 110) si no el adagio sostenuto! (opus 106) etc etc) II Tema y variaciones (145 renglones) Tema (De la Noche sin lindes vagas por el sendero oh corazón! y a su beso te rindes y en tus brazos te entregas, prisionero etc 1ª var. y ella cantaba, Loreley endrina, y ella cantaba con su voz de grácil timbre, --de cristalino surtidor bajo la luna...-- etc 2ª var. De este otro viaje traje las manos rojas, los labios lívidos y los ojos atónitos: traje mis sueños patinados de herrumbre, traje mis sueños carcomidos de podre, etc. 3ª var. ¿cuándo será que el Mar, que el Mar --un día!-la sien acerba me granice de sales? etc 4ª var. Viola de amor, canta tu queja masculina: morboso y tenso, el corazón las cuerdas son; la cámara sonora --frágil urna de sándalo-- las sienes; el arco es el Deseo! etc Final: tema III Romanza (23 renglones) En el callado recinto. Las dos almas, las dos almas gemelas. Los dos espíritus, los dos espíritus pares. Toda la tarde la usaron exacerbando su tortura IV Allegro agitato (60 renglones) Esta es la Noche, la fraterna Noche, Noche fogosa, Noche lustral: oh Noche en éxtasis! etc Figuran además varias cosas añejas (sector Santafé, antes de 1926) a saber: Vieja Canción (36 renglones) Los cuentos hundíamos del báculo por el aspera tierra enemiga Sonecillo (19 renglones) Valga la pena o no la valga Soneto (14?) Oh gracia de tu rítmico cuerpo gozado un día! Facecia (28 renglones) Venid y ved las gesticulaciones etc Canción en rojo y gris (19 renglones) Vago otra vez por los caminos amarillentos Momento musical (16 renglones) Claro rumor baja del arido cielo de verano, en la noche hospitalaria Relato de Gaspar (73 renglones) Pero lo malo es que todas estas cosas vienen a dar en un fracaso irrmediable Cuando yo descendía por los ríos magníficos (con Arturo Rimbaud) discurrí largamente, discurrí longamente de esos algidos tópicos (con Arturo Rimbaud: --Rimbaud me era simpático, etc Relato de Gaspar (Nº 2) (81 renglones) Después de tantas y de tan pequeñas cosas, busca el espíritu mejores aires, mejores aires Toda esa gentuza verborrágica --trujamanes de feria, gansos del Capitolio, abderitanos, engibacaires, macuqueros, casta inferior desglandulada de potencia, casta inferior elocuenciada de impotencia...-Toda esa gentuza verborrágica me causa hastío, me ocasiona bascas... etc (desp. de Gaspar en Febrero de 1926) Como vé la cosa es larga. Por hoy no es más. Sigue la carta en la otra semana y allí me referiré a crónica etc. A Valencia apenas lo vi la noche en que me entregó la carta. Quedé en ir el sábado pasado pero al fin no pude por enfermedad y lluvia (la enfermedad es gripa y tos cuasi tis) y me dura ya unos veinte días lo menos. Vaya ir escribiendo. Mientras tanto mande Relatores ofrecidos - y no hay inconveniente en publicar lo del Cuaderno. Affmo León LV Bogotá, Diciembre 14 de 1931 Sr. Don Otto: No te podré escribir hoy con Cesar por mil motivos de tiempo. Será en esta semana sin falta. Con Florez Vergara envié Cuadernos 27-28-29-30 y 31 en uno sólo. Van dos echiquieres llegados uno de ellos hace poco y otro refundido. Detalles Rendón César de voz viva - yo hasta eludo pensar en ellos. Escríbe - Envía los tan anunciados Relatores etc etc. Qué hay de la bella Clara Inés? Hánme contado mil cosas: "todas ellas las creo nó por maravillosas sí por ciertas" Aunque no nada sé. Recuerdos Cabal, Horacio, Mono Restrepo (¿todos pelapingueros?) y al rubio ( ) Creo que no conozco a nadie más como no sea a mis subscriptores de Signos (2) Baltazar Uribe Ruiz y Gilberto Garrido. Mientras escribo a Mosquera, favor dar gracias y felicitaciones por el libro. El lagarto de Valencia (Guillermo) ésme aceite o yo sóilo agua - no sé bien. Abrazos Affmo Lejon af Greiff LVI Bogotá, Abril 22 de 1932 Ilustre señor Don Otto: pues considero injustificable mi actitud epistolar, suprimo la enumeración de motivos causales, bien que algunos dellos son potísimos. Tengo hace días (pero no agrieras) en mi poder libro suyo de Vasquez al que hube de suscribirlo meses anteriores pero que Vasquez hubo de hacer empastar por su cuenta de modo que es cuasi mas bien obsequio del autor, y el libro de Sanín Cano que me recomendó Ud conseguir. No enviado helos se, en espera de escribirle. Harélo con longura, non sabré ni decir cuando; procuraré referirme a sus epístolas (no ha debido suspenderlas por mi silencio: fíjese y verá) y relatarle sucesos en esta acaecidos, como son a saber: Señor Friedman - concierto Conservatorio - Señor Valencia. Ahora anúnciase formidable pianista Pages-Roses, que, a juzgar por la moda de anuncios que usa, ha de ser lata sonorosa entre las sonorosas latas. También hablaréle de envíos goethicos. Por qué hálos suspendido? Versos míos salen en la crónica de Maya, éste hubo de elegir, de cuaderno prestéle, versillos malejos mas vale (como Matoño diría) seguramente para acomodarlos por su tamaño de mejor modo. Los menos malones (según mi inseguro criterio) andan entre los un poco largos ellos. Remitiréle algunos de los postrimeros. Cierto es que hace meses no construyo nada por los mismos motivos de la no escritura de cartas. Con el Sr. Vergara hube de mandarle copioso cuaderno cuyas correcciones le enviaré más tarde. Algunas de ellas interésame hacerle conocer, pues en la forma en que le llegaron non me place bien los tenga. No llegaron los tan anunciados Nos. literarios de Relatores ni las revistas caleñas. Publicaciones ellas todas para mi inconocibles si no Ud las envía. Celebro muy, afirmado en F. C. del Pacífico. A mí larga mejora sueldo ofrecida espontáneamente por el administrador Dr. de Mendoza y jefe control Ignacio Ramírez. Consejo Adm. F. C. estudia solicitud dellos desde primeros de marzo!! Del Sr. Cabal recibí carta que he de contestar. Entrególe Don Uribe Piedrahita (de su primer viaje) revistas ajedrez y retrato mío? Despues enviele dibujo Ramón Barba. Recibidos? Barba, Matoño, Zalamea, Isaza, Limitador (el arpista Vargas Erard), Valencia (Antonio María), Pepe Medina etc etc amigos envíanle saludes cada vez dígoles voy a escribirle a Ud. Tengo oferta edición libro de versos mios. Que crée Ud de ello? Y sería no difícil colocar o asegurar colocación N ejemplares en Cali y Popayán? Mario de Greiff es quien desea hacer el tomo en forma comercial, es decir con aspiración a sacar el costo y aun partir conmigo el remanente. Para ello habría que suprimir los no esenciales obsequios que son muchos, dejando apenas a ese título los canjes a individuos que hánme enviado los suyos y a mis amigos o cólegas de mayor intimidad y habría que buscar posibilidad distribuir ejemplares en diversas ciudades para lo cual es menester que no sea el autor interventor en tales diligencias, sino el editor interesado en su negocio. Ya hablaremos de ello. Y de la selección que tendría que hacer de los versos, pues háylos no publicables por razones diversas. Saludes a las gentes. Muy en especial para Horacio Franco, Cabal y el Mono Restrepo Rivera. Y abur León de Greiff LVII Bogotá, 30 Abril de 1932 Sr. Don Otto: De la otra a ésta no hay novedad ninguna digna de mención. Por aquí ha estado el Dr. José Manuel Mora Vasquez insigne jurista y contador (de cuentos, sucedidos, anécdotas y dezires). Otro que hé visto: Adán Arriaga Andrade. Otro que hé visto: Alfredo Zuloaga y Gutiérrez. Pages Roses, por mi inoído. Parece que inferiorísimo a sus pretenciones. Es decir corriente y moliente pianista. Yo dello non sé nada pues non me curé del concierto (ni se curó mi cajero, mas Valencia invitóme a su palco gratuito: que no fuí sino tarde cuando ya habíanse adentrádose Valencia y resto de la compañía). Grandes saludes le envía el pelmazo de Barba. E otro sí Matoño, Zalamea, Medina, Vargas, Isaza etc. Artículo Maya ha suscitado comentarios diversos, así como selección hizo de versos le presté. (1) Yo dello non sé nada - yo dello non me curo. Alguna vez le escribiré más. Crisis de depresión continúa, con pequeños oasis (!?) de momentáneos regocijos. Enriquecimiento mío no ocurre. Affmo León af Greiff La Noche, si se la dí separadamente. Le dió mis agradecimientos al Sr. Mosquera, de los versos? (1) LVIII Bogotá, 1º Agosto 1932 Sr. Don Otto: Si no le escribo con demasiada frecuencia será porque resulto bien inhábil crítico. Por ahí leí de que hay sujetos que se alimentan de su propia substancia, sin irradiar. Juzgo que soy poco irradïante. Y luego que vivo en medio de otras layas de ocupaciones y preocupaciones que cánsanme la cabeza de modo no corriente. ¿Surmenage? No lo sé. ¿Abulía? Lo presumo. ¿Juntas vainas? No es imposible. Tampoco sé si juntas vainas sean una misma cosa. Yo no soy harto orsado para saberlo. De Valencia y de Friedman el propio Antonio María habrále dicho como yo no sería capaz. Aunque corto en expresiones yo, A.M.V. se habrá dado cuenta de cómo y cuánto lo (o le) admiro y estimo si como artista, si como amigo. De el tercer retoño? Nómbrase Oscar Hjalmar Ricardo Gúnnar. De artículo de Maya, de escogencia versos míos para edición etc díjose en grupo amigos de errores apreciación Maya respecto verbalismo y mera sonoridad versos míos, carencia de impresión ante naturaleza etc. De escogencia lo chocante no fué escoger versos poco o nada significativos apesar yo haberle dado expresamente otros sino haber afirmado a Cárdenas que yo había querido especialmente lo que publicó, cuando no era cierto - yo qué sé. Y otros cuentos como que Maya había dicho que el había querido ponerme en el puesto que me correspondía porque varios antioqueños pretendían situarme como su émulo y rival etc cosas posibles de creer en Rafael que --por lo que parece-- ama considerarse a mucha distancia por Yo qué sé. encima resto gentes verseantes. De Cabal recibí algunas misivas y sabrosos rones vallunos tan sabrosos como agradecidos por mi (y por Matoño y Carlos Uribe Prada, quienes me ayudaron a consumirlos). Grandes saludos y gracias y que alguna vez le escribiré cuando no esté yo tan infertil. Libros botánicos eclipsados. Talvez en Medellín? Copias y correcciones y versos nuevos algún día irán. Ultimos meses no producción versos; a lo sumo revisión y ligeras variantes detalles. Berta Singerman simpatiquísima, culta (cultivada), sabidora de muchas literaturas. Marido también sabidor. Sólo una tarde fui a visitarla hace ya de ello (sábado 23 julio 4 pm-6 1/2 pm). Noche anterior (retreta) yo con Mesa Nicholls, su conocido, entró saludarla. Preguntóle con quien estaba pues nos vió de la ventana. Dijo Salvador y entonces ella le dijo al marido: no te decía que era de Greiff? (barbas etc) Hízome llamar - yo evadí entrada. Ella sentida etc. por eso fui al día siguiente. Recitales he ido a todos (4). Cosas excelentísimas. Balada arenque ahumado, vaina Arcipreste - La dicha de Fort - Alegría del mar - Estío de Ibarbourou - Dime la copia (Enrique de Mesa) - Otras no de mi gusto por culpa malos o mediocres versos (algunos pésimos como Escribidme carta señor cura Campoamor y Hay que cuidarla mucho de Carriego, de las cuales no se puede sacara nada bello, aunque técnicamente sean magníficas interpretaciones). Anoche recitó de Maya En las primeras horas bastante bien. Parece que ella y el (Berta y Stolék) conocen bastante bien mis dos libros por lo que conversé con ellos (ambos gran sensibilidad musical: no los dos libros sino ella y el). También quisieron prestarales versos nuevos que todavía tienen y de los que ya han copiado varios para próximas o lontanas ocasiones aquí o fuéra. Imagínome irrupción poetas y glaxos e lagartos háya sido fenomenal: otro motivo por el cuyo yo no he querido tornar apesar haberle dicho que pronto volvería y apesar Stolék casi comprometióme ir esta tarde (que no fuí). Mañana 5º recital no iré porque casi todo es repetición. Para revista Señor Arboleda puede dar lo que guste de lo mío que tiene allá mientras yo copio en firme alguna coa ojalá no preludio inicial (la noche iba cantando el himno absorto) que contiene grandes errores. Olvidaba que El rey de las Elfes muy bien ejecutado. (traducción Esterlich?) Mostreles suya que admiraron si bien encontraronle que para efectos recitación trovaban mas de acuerdo con la forma original la de Esterlich - forma de la estrofa será? Yo no sé pues del alemán... casi como Barba a quien una noche dije dos líneas del Erlkönig, a lo que replicó: ¡nos tienes jodidos con tu cabrón francés! cuento que tuvo gran éxito por ocho días. Otro cuento de Barba en la Misa de Requiem de Uribe Holguín (que parecióme admirable) es el que sigue (nosotros en tercera fila) en un palco de 2ª señora de un diplomático fuertemente tetuda - abajo, debajo, platea Alejandro Vallejo - y Ramón: qué tía mas tetuda! tié cada teta! si se le cae una encima al pobre Vallejo sería como si le cayése un teodolito!! A Germán Arciniegas hélo poco visto. Idem a Eliseo Arango. Yo creo que por hoy he escrito bastante mucho. Arciniegas, Luis de Greiff Bravo, Isaza, Matoño, Ramón, Zalamea, Caballero Escobar, Vargas Erard, etc, etc, etc, grandes salutaciones. Algunos dellos indignados chiverudo. Encima de mí, grafofono dice: canto por no llorar. Delicioso! Grandes saludos al maestro Antonio María, a Cabal, a Restrepo Rivera, a Franco (?) y a... quién más? Ojalá enviáse revistas y anunciados Relatores etc etc Pronto escribiré más y perdone la mora. Aumento carameleo desde marzo - parece que en reorganización reventará estos tres días pónganme en $140 Tal ofrecieron desde 1º julio!!! Affmo León LIX Septiembre 9 1932 Netupiromba Sr.Don Otto: about via ( esta noche le escribiré. Recibí telegramas ), Popayán. Gracias muy. Desde 1º sueldo $140. Molesto para si todavía es tiempo entregue a Berta esta copia manuscripta que habíame solicitado Stolék. Favor además presentar mis atentos saludos a los dos muy queridos y admirados amigos Doña Berta y Don Enrique. Repito que esta noche le escribiré, magüer nula crónica. Affmo León LX Octubre 11 1932 Ilustrísimo señor Don Otto: realmente, yo he sido en los últimos tiempos, un poco incumplido por el lado de la corrrespondencia, de lo cual ya no sé a quién o a qué culpar: sería cosa de larga cuanto desimportante enumeración, que eludo. Muchos acaecimientos: Berta Singerman, A. M. Valencia, Claudio Arrau, Palacios, Guerra etc etc. De Berta, poco más sabré decir yo - sobretodo que Ud no sepa mejor. Gustóme en 10% de cosas, mucho. En otras menos. En otras nada. Culpa principal, probablemente, la calidad de la poesía, en lo que no me plugo bien. De odio etc (interpretación) me place. Anoche oíla. Creo que olvida con frecuencia ligeras porciones. Por eso enviéle copia. Anoche allá (Olympia) con Acevedo Díaz e Isaza Martínez. Plétora de chistes pésimos. Aludió Stolek a chistes suyos motejándolos de pésimos también. Acevedo partiría hoy carretera Garzón-Orteguaza. Pidióme diérale grandes cantidades de saludos suyos para Ud. Así todos los amigos. A. M. Valencia prepárase hace días para escribirle. Arrau portentoso para mí. No pude asistir a todos los conciertos. Le oí tres magníficos. En el 1er concierto, anduvimos después dél, Valencia, Barba, Arrau, Palacio y yo hasta amanecer. Pelas. Conversación. Noche muy agradable. Después dos o tres veces hablé con él. Muy simpático el chico. Chez Valencia audición 7 primeras Sonatas de Beethoven. Resto Sonatas no hase podido por mil inconvenientes.No sé cuando lograráse continuar serie. A Palacios no hélo oído esta vez. Proyecta ciclo Chopin a partir viernes. Iré a oirlo. De Guerra se lo que Ud sabe y lo del 10% a partir del 1º octubre. Le conté que fuí subido a 140 pesos. Voy a ver si ahora logro traer la mujer y los chicos magüer pobreza suma (que me aumentó la rebaja de $50 de Enero a Septiembre). Matilde y chicos bien. Héles enviado sus saludes y retórnanlas. Stolek recomienda saludarlo. A Berta no la he visto de cerca ni habládole en esta vez. Versos ni más. Pereza, neurastenia, preocupaciones de índole diversa hánme evitado su perpetración y hasta la revisión de los anteriores. En album pasáronme para autógrafo he topado joyita cópiole: Los violines tienen alma... y sus cuatro cuerdas son como una apolínea palma que cobija al corazón Con sus escalas cromáticas Paganini hace sentir dulces torturas dramáticas del arte cruel de vivir Hay un idioma en el cielo para todo serafín... Lenguaje de paz y anhelo, miel, amor, sol y consuelo... Todo angel sabe violín. Samuel Arturo Meza y Posada Más cosas? Ponga ai primero pues ninguna más yo sé. Yo vivo inmerso en diversas espeluncas más o menos berroqueñas. Amigos más usuales Valencia, Barba, Zalamea. Todestos y los otros recuérdanlo y salúdanlo. De libros poco más. Por ahí en granadina diceme Acevedo hay bastantes libros alemanes de 2ª mano. Voy a ver si le copio lista dellos con precios por si le interesan. Muchos Nietzsches como que hay. Fué Cabal quien envió varios Relatores? Gracias. Continúo no conociendo las revistas del occidente colombiano. ¿Ese occidente cobija también Antioquia y Bolívar o es sólo El Cauca Grande? Los versos a la Bandera del Dr. Nieto son infumables. Que tal la Balada del foso o la Parábola del pozo, del señor Valencia? y que tal una cosa del mismo señor about Don Quijote? Cuando piensa Ud venir a Bogotá? Alguien díjome Ud le decía de próximo viaje. Favor saludar Cabal y amigos. Ojalá Ud escriba pronto. Yo espero ser en adelante muy cumplido. Lo malo es que casi nunca yo tengo cosa qué referir. Affmo León LXI Bogotá Enero 13 de 1933 Ilustre Don Otto: Sin tiempo para escribir pues apenas esta tarde avisóme García Peña su viaje, van las líneas que siguen a modo de apoforeta o presentalla humildísima - que consiste en obsequio de una promesa de pronta escriptura. El domingo iré a Liévano a encontrar a Matilde, chicos y don Luis, provenientes de Zuyaxiwevo en dirección a Netupiromba. Carta próxima extralonga (como es de uso). El inefable maestro Tuco... definitivamente silencioso about me. Ultimamente ultra-glaxo, de tal modo que asaz D'Indysimo Tuco. Envío foto comprobatoria. Saludos de los dráculas - y a los amigos. Abur! (+) León de Greiff (+) Deséoos un feliz año. LXII Bogotá Abril 19 1933 Sr. Don Otto, en Cali: múltiples ellas, las que hánme impedido escribiros, causas, que --por parte-- sabeis, a lo que infiero (salvo mejor opinión, la vuestra, acaso, la de Tuco --posible-- el silencioso mago del teclado) De enojosa enumeración fatigante, la cauda de causas nominadas. En el café de la Victoria estas cartas escribo, por aprovechar ida a esa de Octavio Restrepo (pero nó Luis Octavio) ofrecídoseme. Cerca, tras de mí, Isaza Martínez giganteo. No leídose aún libro de Pourtales, about Richard Wagner? Asaz bueno según mi no cotizada-able opinión. Una de ellas hasta será el fastidio que causaríame la listación de los discos náufragos en Puerto Liévano. Básteos no ignorar que son por 180 o 200 --con un 40% de Beethoven, a saber: Misa Solemne (elec) - Quatuor 14 (2 versiones) (elec) - Quatuor 13 (2 versiones) (elec) Quatuor 11 (enviado por O. de G) (elec) Trio Archiduque (antiguo) el eléctrico (en duda) Sonata a Kreutzer - Primavera - cello - Patética (elec) Claro luna (elec) Sinfonía I (elec) (en duda) - II - III - V (elec) - VII - VIII - IX (1 de las dos que tenía) - amén discos sueltos de van Beethoven de valor histórico algunos... Bach J.S. Pasión según Juan (2 discos) Tocata y Fuga Chopin - Nocturnos (8 discos) elec. Debussy - Iberia - Apres midi - La catedral englutida - Poisones de oro - La niña de los cabellos de Lino - Ministriles - Haydn - Sinfonía El Reloj - Schubert - Quinteto dos cellos (en duda) - Cuarteto Muerte y Muchacha - Sonata piano (x) - Impromptus (4) - Octeto (eléctrico) en duda - Musorgsky - Una noche en el monte calvo – Trepak Smetana – Moldau - J.C. Bach - Overtura - Faure Sonata piano y violín (Cortot-Thibaud) - Rimsky Sheherazada - Gallo de oro - Capricho español - Ravel - Ma mère l’oye – Septeto Dukas - Aprendiz brujo - R. Strauss - Till Eulenspiegel etc etc Seguramente omito y de los mejores (entre comillas) Otro: no encontración libro Wagner en casa de Don Luis y doña Amalia --y yo sin tiempo para buscar--. Cantidad de trabajo oficina (hasta nocturno, sabadesco vespertino, y dominical). Pretendo toparlos el domingo que viene. Don Luis candidato en 8º lugar por Antioquia. Tal parece que sale electo pues según estadísticas puede tomarse como minimum 10 conservadores 8 liberales y es posible 9--9 sin que no deje de creerse posible mayoría liberal (choco de un medio) (sic) en lo que yo no creo. Escribiré más y + . A Jesús Restrepo Rivera busqué y no topé. Salud Cabal (y a Cabal, Tuco, Garcipeña) Salud trasmito Isáciga-Barba. firma: LdeG LXIII Bogotá Julio 15 1933 Sr. Don Otto: resumiendo, parece que no he podido escribirle hace algunos meses. Creo inútil la enumeración de los porqués. Larga cosa. Poco más ha sucedido entretanto salvo Matza a quien no pude oir sino algunas tonterías en un intermedio de cine y de Zimbalist a quien oí dos conciertos, uno dellos en el Conservatorio. Asaz me fascinó. Lástima programas bien buscando adecuarse público más grueso, sin mayor aumento taquilla. Grave error de los sub-agentes quienes creen aún que la calidad buena del programa aleja a las masas. Para conciertos hay público fijo limitado que vá a cosas clásicas (vease programas Arrau) y público eventual de snobistas que irían por el virtuoso y no por el programa etc Algunas buenas audiciones chez Stas Villamizar. Entre más notables las 33 berrangueringuen diabélicas, el ciclo A la amada ausente, el ciclo Dichterliebe (?). Anoche Carnaval Viena (Sofía), Sonata opus 101 (Ana), Sonata opus 31 Nº2 (Sofía) con Isáziga y con el acueductista profesor Acevedo Díaz. Olaf parece bien enderezado a la cria de gallinas y ordeño de Ios, cultivo de hortalizas, plátanos, frutas y caña. Aquí estuvo hace poco mi excelente amigo Gabriel Hernández Salazar. Hoy piquete a José Mar, alredor cuarenta tipos. Agobiado labores estadísticas no déjanme tiempo cartas, versos, lecturas cartas, versos, lecturas descuidadísimas en últimos días. Parece vendrá Paderewsky. Como no toque el célebre minueto, ni las cracovianas... En último caso aunque las toque. Lo importante es que no falte la moneda para ir. En las casas todos bien; relativamente bien. Don Luis representante por Antioquia. Talvez periódicos no dijeron nada. Ud sabe que hay individuos con buena prensa y otros sin relaciones con los reporteros. Pronto creo escribirle más. Saludes a Cabal (siempre agradecidísimo de sus amabilidades), Restrepo Rivera. También al ingrato Tuco. Que ojalá me enviara mis versos en francés... Affmo León LXIV Bogotá, 23 Agosto de 1933 Sr. Don Otto: últimamente --desde el 28 julio-- ando en estar de Secretario del F.C.C. del N S 2ª (N y S) por muy obligante empeño del Ingo J. D. Gómez y mientras licencia 3 meses Dr. Zea Hernández. Recargadísimo naturalmente de trabajo pues además continúo actuando de Xefe de Estadística y --desde el sábado 19 agto-- solo en la oficina sin admor, sin xefe de control, pues andan por La Capilla c'est a dire (dibujo: Providencia K 197 - La Capilla K 207 - Pte Nal - Barbosa - Vélez - Moniquirá - Güepsa) el punto final F.C. en explot., líneas de puntos carreteras de alimentación y acaso no retornen que esta noche. Nada de nuevo que yo sepa. Creo que mañana debut Bobroff al que iré con M. B. de G. Lunes 28 debut Espinosa a quien presentóme Simeón Latino (programa inclúyole). Recibidos 5 suplementos lecturas literarias Correo Pacífico. Hoy enterado homicidio Zawasky --cuya esposa asaz ha placídome desde antaño (dato poco interesante). Vida cafetera idéntica a como siempre. No he tenido ocasión de poder enviarle nada de revistas para las lecturas - pues apenas muy de tarde en tarde cáenme (texto incompleto) LXV Bogotá, Septiembre 17 de 1935 Señor Don Otto: parece que mis silencios se hacen cada vez más y más largos, sin motivo aparente. Después de Aguilares, nada más se ha presentado por acá de índole artística. Fuí a dos recitales apenas, por razones fácilmente imaginables. El agrado fué máximo. Lamenté no haber accedido al deseo de Zalamea (Jorge), de ser introducido al conocimiento de ellos. Interpúsose, como siempre, complejo timidez c.a.d. hosquedad, o viceversa. Doña Amalia sigue mejor, bastante mejor. No escribí dándole detalles por mi notoria inhabilidad para esos mesteres. Todo lo demás, igual. La Tribu mía, por Medellín (lagarto!) en viaje eucarístico-visita -familiares-etc. Ha de regresar del 25 al 28 actual. Llegáronme 43 cajas libros, cuasi resto depósito chécheres allá (1035 kilogramos). Entre todo ello bastantes libros, revistas, cartas, su pertenencia. Qué se le ocurre ordenar al respecto? La Cadena fracasó para mí, ay! Política. Grescas pseudo musico-conservatoriales. Grescas pseudo pictóricas. Diminutas grescas poético -chismográficas. Etc. Etc. Creo que le interesarán lo que a mí. Elúdo todo ello, entonces. De vez en vez concertillos Foyer. Programas bastante arlequinescos, sobre todo en ejecutantes, de muy abigarrada variedad innúmera. Cosa que otra interesante, pescable entre fárrago. Discos, pocas adquisiciones. El de los Aguilares o Aguilar (cuándo sabré cómo ha de decirse?) postrero. Libros, poca cosa. Francos, pesetas inaccesibles. Libro mío, misma situación, es decir, pendiente de que yo lo entregue, y de que Arango termine iluminaciones. Dos abulias muy pares. Ya saldrá. Publicaciones mías temporales, obedecen a que las pagan. Y como el dinero siempre es más poco, día a día (No DIA A DIA)... Tertulia habitual, Isaza, Zalamea (Jorge, Eduardo), Gómez Jaramillo (Napo), Barba, etc.etc. Viaje CALI-BUENAVENTURA (mar no visto) POPAYAN, es proyecto apenas. Talvez realizable en Diciembre. Inconvenientes, los de suponer. No me ganaré jamás alguna lotería? Recuerdos Villamizares, Cabal, Antonio María Valencia. (Salazar Santa-Coloma no dejóle allá Rilke de Jaloux?). No olvide traducir lo alusivo a de Greiff (k.s.) en libro viaje sueco. Vago proyecto escribir ensayo sobre bisabuelo. Y remitir datos about idem que tenga conocidos. Y será hasta la próxima (próxima) vez. Affmo. León de Greiff A Cabal le escribiré antes de que Septiembre se fine. Mil gracias amables ofrecimientos ambos (juntos, los dos) Isaza Mtz no háme presentado album Sta Elvira - c.p.b. LXVI Noviembre 12 1935 Sr. Don Otto: mientras le contesto y escríbole a Cabal, quiero preguntar lo que sigue, por mi cuenta y por la de Jorge Zalamea: envió Gonzalez Piedrahita terna para Inspector Valle comisión cultura ($250.00 sin viáticos), integrada por Otto - A.M. Valencia y Cabal. Se desea saber si ello fué consultado con los tres o con alguno de los tres? O si alguno de los tres deseaese empleo? Si no es incompatible con el suyo en el F. C. o con el de Tuco en el Conservatorio? etc etc. Es decir se desea una información completa about tal affaire. Si Ud desea eso creo que es mogollo conseguirlo para Ud de preferencia, o, si no, para alguno de los otros dos. Favor informar lo más pronto posible. Nada de nuevo. Próximamente más largo. Affmo León LXVII Sr. Don Otto de Greiff Bogotá, Junio 18 1936 D.S.H.: Héme --inusitadamente-demorado un poquillo en contestar por los motivos de ordenanza. La Revista de las Indias está al reventar: lista hace más de 20 días: demoras en la imprenta. Ya será regular su salida futura el 15 del mes. Urge primero: alredor de 4 poemas de los largos para complementar el volúmen suyo y en esa forma: 5 X 1 darle preponderancia a lo original sobre lo translado: ha de publicarse la doble columna? Yo creo que sí queda mejor, con el texto anglo (muy admirado en sesión nocturna por Ortiz Vargas, de Holte Castello y X Manrique (hijo de Arturo) fuertes en el idioma de Conrad - Joyce - Lawrence - Elliot). Urge primero-bis: envío de lo de Gosselmann y de lo de los judíos en Hispano-América. Sería una sorpresa gratísima y substancial, el recibir n (o n-1) notas, glosas, ensayos suyos about X tema, literario, de estética, música, crítica o ingeniería suyo y vendría bien algo bueno de otros orígenes v.g. Matoño-Carvajal. Ud dirá. De preferencia ensayos y notas. (Estrada Monsalve?) De Isaza nada más. Andará por Barranquilla. De discos Columbia sabe algo? De aquellos otros discos pedidos por Ud --conducto joven Manizalita-carrera 7ª entre 21-22 sábese? Llegaron discos Owen - Para Ud 30 - Incluyo epístola-culebrosa. A mi llegáronme 25, a saber: 2º Preludio y fuga Bach (4); Cuarteto 59-1 - Cuarteto 59 -3 (9); Cuarteto Muerte y la Doncella (?) (4); Monte Calvo Mussorgsky (2); Estepas Borodin (1); Trio cembalo-viol. flauta Friedemann Bach (1); Cuarteto Nº16 (sic) Fuga (2); Sonata Gieseking (31 Nº2?) (2) Pues no nada mas ocurre o acaece. Conciertos Valencia asaz bien singularmente 3º (españoles y franceses antiguos y modernos) Vió lo de Emilia sobre que lo que más le gustó del 2º fué lo de Arman (sic) Godoy? Exultante! Sobre particularidades envío revistas ilustraréme con Dulcey pues lego soy en tales tiquis-miquis. De modo que urgen próximos envíos. Jorge cree que yo hace días que le escribí... Indicaciones suyas sobre edición serán seguidas fidelísimamente. Salutaciones de todas las gentes de casa y de forasteros. En casa de visita ahora las hermanas de Matilde Sara y Ester. Hasta muy próxima. Affmo León LXVIII Bogotá Julio 31 de 1936 Sr. Don Otto de Greiff El Senegal Sr. Don Otto: un poco tardío --como siempre-- pero ahora en espera de que haya recibido 5 ej. de Revista de las Indias: que Ud repartirá. No me decía que para Jesús Restrepo Rivera, Mario Carvajal... dos más? Salió un poquiello floja pero hay tendencia a la mejora. No le dije nada about la Fuga por incompetencia y sobre el 59 Nº 1 por... idem. Sólo que éste va con los mejores del Sr. Ludwig. La Fuga es difícil asaz, pero cautiva desde la 3ª o 4ª audiciones magüer la pobreza de mi ortofónica tan lejana de los aparatos eléctricos. Espero que Owen ya háyale enviado los discos. Lento asaz pero --en parte-- es disculpable pues andaba en apertura de su librería, instalación, etc etc y luégo... que tenía qué tener esos discos ahí como muestra para llenar la sección hipotética de lo musical. Yo me permití hacer pedir por Victor (a pagar por cuotas antes y después de llegados) unos 32 discos: 23 de los 5 Conciertos de piano de Beethoven; 5 de Canciones de Mozart - Schubert - Schumann - Brahms y Wolf - por Lehmann; 1 de Duparc (Panzera) (Inv., Chanson Triste); 2 de Mozart - Sonata en La - Iturbi; 1 de Debussy 2º de El Mar (que faltame) Urgen tres vainas: el completo de su libro: id est N poemas de regular tamaño; el papel de nombramiento de alferez de C. S. de Greiff en sueco y su versión; algo para el No. 3° de Indias (el 2° sale el 10/15 agosto) y que debe estar en mi poder el 20 o 24 agosto. No tiene ya traducidos 2 capítulos siquiera de Gosselmann? Sanín Cano hablóme asaz bien de ese libro que el leyó vertido al tudesco. Lo de los judíos cómo vá. Es muy interesante acopiar material para 3 números siquiera, sobre los que se vayan publicando. No ha visto por ahí en Victor americanos los tres Nos correspondientes a Dichterliebe (?) de Schumann cantados en alemán por Panzerá y muy alabados? No pude pedirlos pues sólo tengo la referencia numérica francesa. La obrilla allí completa. Todos en las casas bien. Saludos generales. Una de las hermanas de Matilde fuése (Ester) un poco mal (asunto psicósico, parece). Y nada más ocurre. Olaf por allá de Carreño, bien. Parece que espera nivelarse para venirse. Hay que ver que se le puede conseguir ni en Bogotá ni tan lejos como allá. José Restrepo Jaramillo allá por Cali. Lo vió? Decirle si ocurre que Jorge y yo pusímosle teleg a Medellín devuelto por sin dirección registrada; y fin active la prep. de los Cuentos y que mientras, nos vaya mandando vainas para la Revista. Usted no ha escrito notillas bibliográficas (v.g. Rubaiyata Uribe White) o acerca de música etc etc? Ojalá. O acerca de la más insospechable vaina. Saludos a Antucoma, José Restrepo Jaramillo., Jesús Restrepo Rivera y demás gentes. Affmo León Aquí está la guagua. La guagua y Waldina y el cachorro lo saludan LXIX Bogotá Septiembre 17 1936 Sr. Don Otto: me quedé esperando la anunciada continuación de su carta escrita a raíz accidente deslizatorio; por esa espera no apresuréme a escribir, y luego por la dificultad de decir mi concepto about niñas de Cali y Coros idem. Traté (es decir hablé pocas palabras con 4 de las Stas) a las damas Sta Restrepo, Sta López, Sta Fernandez y Sta Cruz y damas Sras mamás 1ª y 4ª. Plúgome asaz juego pianístico de Stas Restrepo y Fernández y un poco menos el de Sta Cruz, sin pretender motivar diferencias. Lego asaz ich bin. Sin venir (pero antes, quiero significarle, porque supongo información hánle llegado tergiversadas) mi ninguna intervención asuntos discos y el error suyo en atribuirme (relea) consejo a Owen de no enviarlos para tenerlos presente en librería para simular existencias: le dije que suponía fuera ese el motivo para la demora inicial. Eso y ná má. Mi sólo metimiento fué devolver Sonata Beethoven (Gieseking) que había tomado para mí, por haber 2 sendos ejemplares, ese día de llegada. Cuando se llevaron los suyos devolví los míos para completarle 23 de los 30. Los desaparecidos Bach (Prel y Fug 10-17) y Sinfonía Salmos los vendió equivocadamente la Sta empleada de Owen. Sergio devolvió Fuga y Franck que habíale vendido misma Sta. Pero no ha habido tales préstamos de discos ni tocatas con agujas usadas etc. Esas son alharacas supuestas tal vez hiperestesia contagio isacístico. Sin venir resto poemas para Grumete y Sirenas; sin venir trad. sueco, trad. alemán, colaboración original Indias. Sin venir diploma de cadete Don Carlos Segismundo, ni su traducción al romance. Qué más sucede? Espero haya recibido ejemplares Nº 2 que también envié a Sta Suzana López a quien lamenté no ver segunda. Favor saludar Señoritas Restrepo, Fernández, Cruz y López, si ocasión, y Restrepo Rivera y Mario Carabajal cuyo Romancero recibí y admiro y agradezco, y Llanos que vino y desapareció. Colaboración Mario y suya, cuándo? Affmo León LXX Stocckholm Julio 24 1958 Querido Otto: por aquí muy contento y muy entretenido entre Congreso de la Paz (grandes figuras literarias) y otros amigos como Zalamea, Arbelaez, Arne y el Embajador (Contraalmirante Ayala) que es un gran tipo. Mañana sigo para Moscú. Cordial saludo para Noemí e Ilse He conseguido fotoscopias de las páginas 111 y 112 de un libro sobre la nobleza sueca --(lo referente a von Greiff)--. Affmo León LXXI Stockholm Septiembre 29 de 1959 Mi querido Otto: yo he sido siempre un pésimo epistoleador y empeoro de lustro en lustro. Siempre voy dejando el escribir cartas para pasado mañana. En éstas circunstancias especialísimas adquirí --otro sí-- el compromiso de hacer un par de programas semanales que --hasta el momento-- mal que bien he cumplido, pero que --dadas mi pereza y mi insuficiencia mecanográfica-- me quitan más tiempo del que ncesitaría alguien mas expedito que yo, mejor mecanógrafo que escribidor fluído y rápido. He tenido también mucho recargo de funciones hartas: las llamadas consulares, de rutina, pero que casi se llevan las horas hábiles. Otras, no mías, pero a mi adscritas, del 1º de julio al 22 de septiembre (las de encargado de negocios ad-interim y por supuesto ad-honorem) muy alejadas de mis aficiones. La entrevista con el Rey --muy temida puerilmente por mi-- resultó agradable. Es llano (parece) y simpático. Y logré hacerme entender (que, no lograrlo, me preocupaba). Claro que también me aburría la ceremonia, el viaje en carroza y el meterme entre esos horribles trajes. Pasadas las cosas el recuerdo es divertidor y vale la pena haber pasado por esa experiencia. Se ha escuchado buena música y la temporada dura hasta mayo. Habrás visto los programas de la serie de abono que le envié a Hjalmar. Además he estado en Drottningholm (óperas de Pergolesi y de Handel) - ópera de Pekin - conciertos saltones. Excelente recital de Sousay (Viaje de Invierno) - Bernstein - Elman quizá. En una próxima detallaré (olvidaba decirte del Concierto para 9 de Webern con Dumbarton Oaks y Mozart. Hans Richter -Haaser es un formidable pianista y Schmidt-Isserstedt algo supremamente serio. Hans Leygraf pianea y dirige muy bien). Nada más por hoy como dice el de Albacete. Supe por Boris de la corrección de pruebas. Algo muy engorroso. Aguirre debería enviarme pruebas de los libros inéditos. Recibiría él una fé de erratas, de los impresos que le envié? No hay tales cítisos (error de Aldecoa) son robles (en unos Mitos de la Noche). Que Leticia le muestre lo del pariente Palm. (Luis de Greiff Bravo no tendrá ejemplares --que me ofreció-- de su libro acerca (texto incompleto) LXXII Mi querido Otto o Leticia: En realidad, aparte de mi alergia epistolar de los últimos años, he tenido grandes inconvenientes para escribir a los amigos. El poco tiempo disponible se lo ha llevado la escribanía de cosas majaderas para la Radio y para la H.J.C.K porque considero que debo cumplirles lo ofrecido. Ahora creo que estaré menos obligado a muchas cosas forzosas que me quitaban tiempo y me aburrían. Como sabes, apenas el 22 presentó sus credenciales Mora y, en tánto, desde el 1° de julio yo estaba de Encargado de Negocios ad-interim (y ad-honorem) con obligaciones tontas y compromisos muy por fuera de mis aficiones. Luego, grandes dificultades de instalación. La escasez de alojamientos es grave aquí. De el 13 de junio al 8 de Septiembre estuvimos Axel y yo en el Hotel Malmén, en Fruangen (40 minutos de la oficina en bus + tranvía combinados) en la Pensión X, y finalmente en Karlavagen 115 - 2° apartamento que debería haber ocupado desde el 16 de junio, pero que mi antecesor no desocupaba. Además, consecución de muebles, cuchillería, porcelana (o loza) cristalería, ropa blanca de cama, mantas, cubrelechos, almohadas, nevera, lámparas. No he podido ir a Lund aunque ya debería haber ido. Talvez vaya en Octubre a hablar con el pariente Palm que me remitió el Diario de C.S.v.G --1820-- y otras cartas y que está aprendiendo español para poder conversar conmigo. Le escribí a mi llegada (inglés). Me contestó (inglés). Me llamó por teléfono y me escribió en español cuando me envió el libro. Ya salí de la ida a saludar al Rey - etc. En Junio, Julio Agosto y Septiembre (hasta el 15) un calor endemoniado. Ahora empieza el otoño. Yo salgo a las 8 a/m a la calle -4 grados. (texto incompleto) LXXIII Stockholm Agosto 15 de 1960 Mi querido Otto: algo más de tres semanas empleé en localizar tu carta en el caos de los papelorios que alguien había puesto en orden. Apareció ayer. Como estaba muy retrasado en programillas las últimas 4 noches las hube de dedicar a la mecanografía monodáctila (y el día de ayer) a son de música de discos, y, ayer, escuchando la transmisión de La Flauta Mágica --festivales de Glynde etc con Margareta Hallin sueca --de Reina de la Noche--. Aparte de que llueve con suma frecuencia este verano (tan distinto del calurosísimo de los 2 años anteriores) poco ocurre por acá, de relatarse. La temporada de conciertos (1960-1961) creo que empezara en Septiembre. El domingo próximo (VIII-21-1960) iré a Football: Real Madrid con un equipo sueco Djurgardens, reforzado. Tuve que ponerte un pereque por intermedio de Leticia --el del poder "para qué"-y parece que otro, según me cuenta Alvaro Castaño Castillo, --el de la titulación de los versos de una cinta que yo omití no sé si por mera inadvertencia o por inexperiencia o por las dificultades de entenderme con los operarios que saben tánto antioqueño como yo sueco. Por Leticia sabrás lo que yo le conté en relación con los niños terribles y su absurdo desplante inadmisible. Allá ellos con su espíritu de clan. Pronto te escribiré más en serio. Cuándo es tu viaje a USA? Incluyo una tarjeta para Leticia y otra para ti, también de Lund (porque creo que Fjelie sea una parroquia de Lund). Cariñoso saludo para Noemí e Ilse. Hasta pronto, León LXXIV Lund, IX-28 1960 Otto: Cordial saludo para ti Noemi y la Señorita Ilse. Como no ignoras Linné estudió en Lund. Allí vi su estatua y la casa en que vivió Tegnér. Affmo Leo LXXV Stockholm Diciembre 14 1960 Mi querido Otto: espero que el viaje haya sido muy interesante y transcurrido sin tropiezos y que todo esté bien a tu regreso en tu casa y en la de las gentes amigas. Recibí la tarjeta colectiva califórnica. Nada más he sabido después. Por aquí no ocurre nada especial fuera de algunos buenos conciertos --Monteux Maazel etc-- y del Nobel para Perse que era mi candidato desde el año pasado que resultó cuasimódico. Pero a la ceremonia no fuí --no hice esfuerzo por ir--. Esa ceremonia, certámen, acto público es soberanamente aburridora. Desidia epistolar la mía! y no sólo epistolar. Quince veces he iniciado una Fé de erratas del malhadado Libraco y me quedo en la iniciación. Al fin me decidí a corregir a mano los pocos ejemplares que tengo por acá y he de enviar a amigos y presuntos traductores como Ehrenburg y Arendt y relacionados diplomáticos (un mexicano, un peruano, tres venezolanos etc). Y no son pocas las erratas (fuera de las que no cazara en mi ojeo u hojeo). El Genealólogo de la Riddar Huset insiste en pedir datos y más datos sobre los miembros von o de Greiff --Leticia le habrá contado. Te incluyo una copia de una carta última dél. Ojalá se pueda hacer algo. Quizá colaborasen otros como Luis de G. B. y si se lograse que el hijo de Jaime que tiene mi diario de don C. S. F. v. G. lo soltase habría la posibilidad de publicarlo en sueco y en castellano. Y si se consiguiese la carta de nobleza que tenía nuestro Capitán von Greiff! (documento de 1717 creo). La Casa de la Nobleza edita periódicamente el Libro della - los von Greiff aparecen hasta la muerte de la última hija de Carlos Luis Guillermo. Tomaron fotoscopia (como leerás) del cuadro genealógico y manifestaron sumo interés. En mi 2ª visita me mostró el genealólogo muchos papeles interesantísimos de los viejos von Greiff: los tenía listos en su mesa escritorio. Si hace falta pide el certificado de Paz y Salvo mio para lo viejo: pues ya pagué además el impuesto del año 1959 (este lo necesitaré triplicado acá para febrero próximo). Algunos buenos discos he adquirido y algunos libros raros en los Antiquariat. Recomiéndale a Leticia que escriba más claro o con tinta más obscura (pero ni le digas que quizá sea que me esté volviendo más cegatón pues se intranquiliza como ocurrió con alguna referencia más o menos en broma, acerca de mi reumatismo, hecha en un programilla). Agregaré algo mañana. Ahora trataré de adelantar Bajo el Signo de Leo. El disco ya está aquí en la Aduana. Talvez lo entreguen mañana (el de los poemas). Pues nada más por hoy. Esta noche Monteux: Bach - Magnificat; Brahms - Variaciones Coral San Antonio; Stravinski - Sinf. de los Salmos. Saludos cordiales a Doña Noemí y a Doña Ilse (ya tan crecida) y a los amigos (posibles). Affmo León LXXVI Estocolmo 24 de Julio de 1961 Mi querido Otto: muy apenado por los pereques que pongo con los tales programas de la Nacional y por mi demora en escribir. La carta que llevó Hjalmar a Paris se transpapeló (reapareció en la semana pasada) no así los cheques que los había metido en el pasaporte. Luego apareció un paz y salvo hasta el 31 de diciembre de 1961 (ahora no dirá la Contraloría que hace falta el de 1960!!). La carta enviada con Ponce la recibí el 21 (junto con dos libros dél y de una botella de Néctar que me trajo por consejo de Carranza). Leeré los libros y trasegaré el néctar (ausente desde casi 25 meses). Grato el paseo vacacional de mayo y junio (Hamburgo, Paris, Madrid, Toledo, Paris) complementado con rápida excursión por Suomi (Turku y Helsinki y Ainola). Ainola como bien sabes está cerca a Järvenpää, al norte (claro) de Helsinki, a 45 minutos (?) en bus. (sigue un párrafo en finlandés) Interesante el encuentro con Katarina una de sus hijas (Eva, Ruth, Kirsti Maria, Katarina, Margareta ). Ahora en sueco (y otra cosa): Svenska Dagbladet 12 juli 1961: (sigue un texto en sueco). Es copia fiel. Por lo demás, las cosas de rutina. Recargo oficinal porque Mora en vacaciones, empleada consulado idem, secretaria Mora sólo regresó hoy etc. (empleada y secretaria sólo hácenme falta para ser mis intérpretes ya directa ya telefónicamente y --claro—para la mecanografía. En Paris muy interesante encuentro con Toño Salazar, Octavio Paz, André Schwarz-Bart (el Ultimo de los Justos, Goncourt 1959), Marcel Bataillon, A. Zérega Fombona, Arnoldo Palacio, Ulises, Laguadoc - Catalejo!! En Paris --por razones obvias-- no vi a ningún colombiano, pero parlé con ene eneenes hispanos (todos +- de acuerdo con mi amigo Manuel Pendás y Laria en lo referente al Bahamonde. Favor decírselo. Creo que lo conoces). Toledo vale (así como el Museo del Prado): justifican el viaje Toledo monumental + El Greco! El Prado: Velásquez, Goya, Bosch y otros flamencos (en particular). Por lo demás... nada más (hasta la próxima). Mucho lamento muerte Mora Vasquez. Grandes saludos a madame No(h)emi mademoiselle Ilse. Y a quien de mi se cure. Cordialmente Leo y a Van las gracias por el paz y salvo. Desistí de Bajo el Signo para evitarte y evitarme pereques y porque considero que ni a ellos (los de la Radio) ni a nadie interesa la cosa. El señor Aguirre (el editor) enmudeció. Regalías que el dice o derechos de autor ni un balabro. El dirá que como no firmó contrato (pero Pepe Mexía conoció las bases --como parte-y así Federico Ospina --idem-- 10% sobre precio al cliente (no al librero) sobre 2000 ejemplares y 100 ejemplares para mí (de los cuales recibí 30 y recibiré 20 que hoy le reclamé). Esto es para que lo sepas, no más. (Puedes mostrarlo a Boris). Vale LXXVII Stockholm Mayo 2 1962 Mi querida Leticia: como por acá nada ocurre y yo no soy muy elocuente, pues me he demorado en contestarte. Al fin nunca he sabido como se llama la novia de Gusta. Nunca he podido saber si me has dicho su nombre y su apellido. Todo muy vago. Muy claro hablas, si, de tus nietecillos, los hijos de Jorge. Creo que sin llegar a ser tan indescifrable como la de Hjalmar, tu escritura (para mis pobres ojos miopes) no es sumamente clara. Sé, sí, por tus cartas, que estáis bien de salud tú, Vicente y los hijos (e hija) y nietos y que no te has olvidado de tu viejo hermano. Para que Alberto el poligloto lo traduzca te envío un reportaje --en sueco-- que se me hizo. Yo todavía no sé que me hicieron decir en él. Entre Alberto y Otto (de quien recibí una postal de Chile y un anuncio de carta) quizá puedas saber algo de la entrevista. En Estocolmo, como en Facatativá, no ocurre nada memorable tal decía mi Maestro Abel Farina: "los días a los días sucédense y los días sobre los días pasan", tal ocurre en la tierra de nuestros antepasados (y así en Pavarandocito). Te escribo estas necedades sólo para que sepas que todavía estoy vivo y por acá, pensando en que estoy pensando y viviendo aún. La salud buena, que somos de buena raza. Tu afectísimo hermano León LXXVIII Berlin, 21 Septiembre 1962 Querido Otto: Me quedé esperando carta anunciada desde Chile. Por eso no contesté a tu tarjeta. Por aquí de turista. Todo muy interesante salvo los coloquios. 16/23 septiembre Berlin 26 Wurzburg. Rothenburg 27/30 Munich 1 octubre Stuttgart . Heidelberg 2" " Heidelberg 3 " " Francfort o Frankfurt o como sea y de allí a Stockholm el 3 o 4 Recuerdos a Noemi e Ilse. Afectísimo Leo LXXIX Stockholm Enero 18 1963 Pues parece no menos raro (pero sí un poco más) que aún viva yo, magüer en vía de congelación, no sólo por los 16 grados bajo el cero de Celsius sino por mor del Ministerio de Relaciones Exteriores. La noticia que me das coincide con lo que yo tenía presumido. Es muy posible que allá pensaran que Mora estaba todavía por acá el 10 de noviembre. Por eso contesté en los términos que si no conoces los conocerás pues te incluyo copia. El 31 Diciembre cablegrafié. Terminé misión. A quién entrego? Urge respuesta. 9 enero recibí este cable: De Greiff Emcolombia Estocolmo Ruégole permanecer mientras resuélvese - Montalvo-Exteriores. Esta es toda la historieta cómica (y vómica). Permanezco en vía de congelación (como decía) pero no deseo permanecer mucho rato. Detesto la diplomacia y abomino del protocolo. Por lo demás lo mismo me daría vegetar acá, allá, en Nolandia o en Nihilocia pero... eso sí! lejos del protocolo y de la diplomacia. Muy bien la inclusión tuya en la antología (no sólo en la antioqueña) pero si debió consultarte de Lusich para la selección. Hace poco supe que hubo un poeta de Lusich creo que en el Uruguay. Mucho recuerdo y estimé a la señora Paulina. De lo de Chile sabía por tu tarjeta y por alguna otra información periodística. Mi viaje por Alemania muy interesante. Buenos amigos suramericanos y alemanes. Ningún discurso mío. Lectura (7 minutos) ante cinta magnetofónica - 200 DM pagados por un descendiente de una hija de Eugenio de Beauharnais representante de una Radio. Etc Etc. Wiesbaden - Alpes Bávaros - Castillo de Luis 2º - Ulm - Heidelberg - El Rhin desde Maguncia hasta Coblenza - Fanckfurt - Berlin - Rothenburg - Wurzburg - Ingolstadt - Ya parlaremos. Gracias de nuevo por tu carta y por la información dada por Caparroso o Taparrabo. La situación de Matilde continúa muy delicada lo cual agrega preocupaciones y nada mas por hoy fuera de mi cordial saludo a Noemí y a Ilse. Y abrazos etc. Leo Trataré de escribir a Leticia hoy mismo (pues llegó visita a la Embajada) o si no mañana. LXXX San Salvador, Abril 24 1972 Ingeniero Otto de Greiff - Noemi - Ilse Caros amigos (cuando sucumba etc) Allá estaré Domingo 30 abril 6 pm (creo) Por aquí y en San José muy contento. Recuerdos de Verdi (y de Schiller y del viejo Hugo). Abrazos, Leo Saludo cariñoso a los 3, Astrid A CIRO MENDIA (Carlos Mejía Angel) I 9 Diciembre 1922 Bogotá Señor Mendía: ahora somos muy amigos. Bueno pues. Esto me place. Y Ud habrá de creerme: ya que mi sinceridad es cosa aceptada y reconocida por todo el mundo. No lo dude. No lo dude. Propiamente enemigos tampoco lo éramos. Ni desconocidos el uno del otro, o viceversa. Muy desconocidos del público, eso si. Lo que no vale la pena. Ya me contará cual fué la intervención de Xavier de Lys en estos trascendentales asuntos. Los antecedentes, los preliminares de aqueste histórico acuerdo, provócanme conocer. ¡Bonito puerto de salvación habría encontrado X o Z en la amistad de nadie! Y más bonito aún habríalo topado Mendía en la amistad de Legris! Pues que Mendía sabe hacerse agradable (me lo supongo), mientras que Legris, como es notorio, busca las antipatías, sobretodo entre los amigos. Infórmese con Xavier, que piensa o pensaba muy mal de mis facultades amistosas. Como puerto de salvación puedo recomendarle la amistad del compañero Baco, la del hermano Anís: magnífica amistad, pero hasta cierto punto, según lo dicen Marañas y Perogrullo. Todas estas tonterías las escribí desde el 27 Noviembre Lunes pero por razones del oficio, hube de suspender, con lo cual esta epístola anda en mora. Copié las líneas anteriores, por haberse maltratado el original trajinadísimo en mis bolsillos. Después le escribí una esquela, anunciando una, que puede ser ésta, carta. De acuerdo, pues, en que hemos de ser amigos, muy buenos amigos; eso sí, con una condición: que yo no le presto libros. Esto es broma. Yo soy tan pendejo que puede que hasta le preste... Fuera de eso cuente con su alhaja de amigo. Agradezco la dedicatoria. El soneto (que, por otra parte, me gustó) lo dí al amigo Sarmiento, de El Gráfico, para su publicación. Pueda ser que no lo demoren mucho. En esa revista hacen todo con gran lentitud. Lo de las dedicatorias... Yo poco aficionado fuí a ellas. Sin embargo dediqué algunas de mis producciones a varios amigos. En un Nº reciente de El Correo Liberal, vi una dedicatoria mia to Mr. Jova. Quién le dijo que yo tenga aficiones a arreglar sonetos ajenos? Modesto está Mendía! Casi tan modesto como el modestísimo Legris, cuya assisiana humildad es axiomática. Poco sabría decirle de mi vida loca. De eso puede que hablemos, más bien. Hace varios meses que estoy ajuiciado en el sentido de los licores. He sido buena copa sin duda, y continúo siendo buen tomador de café, e insigne noctámbulo. Mi capa española (muy buena) despareció una noche de luna, por los años de 1915 o 1916, en ocasión memorable. La facha mía, de aburguesada plenitud, suelo extravagantizarla con el uso del pelo largo, y de la barba idem. Uso siempre sombrero de anchas alas y negras. Soy de cabeza bastante grande, también. Actualmente llevo la faz rasurada, por variar. El pelo sigue largo. He suspendido --en parte-la elaboración de versos. Pereza, más que todo. De pronto soltaré la tupia y volveré a las andadas. Tengo grandes cantidades de poemas por hacer, ya pensados o sentidos o imaginados. Mis amigos en Bogotá son pocos. Rendón sigue siendo mi compañero, singularmente para los malos pasos o sea las andanzas bohemias, libertinas. Además conversamos mucho los dos, al amor de la penumbra de algún cafetín de 1ª 2ª o última clase. Castañeda Aragón, pueta coteño, puede ufanarse de ser mi amigo muy. Tejada es otro de los íntimos. Dile su razón y que saludes y que contestará (no creo) Restrepo Rivera José, Arciniegas (Germán) retornan las saludes. Estos son también buenos amigos. Hay --además-el grupo de los Archilóquidas de que soy Jefe (según decires mal o bien intencionados). Y no más por hoy, sino pedirle excusas por lo desmesurada de esta carta, que más parece crónica pedrera, publicable en El Céfiro de Girardota, en Anhelos de Amacerí. Escríbame, con alguna frecuencia. Le garantizo que otra vez no le contestaré tan tontamente. Muy amigo suyo León de Greiff Sr. Carlos Mejía Angel - Medellín II Cólega. Lo de a debe si no fué de mi cosecha. 0.03 me costó el negocio. Si me debías una carta.. Y consígueme una tuya conque el Mono Restrepo Rivera se quedó. Salúdame a ese Mono, además. Lo del libro ya si se aproxima en serio. Como que ya corregí el último pliego y envié la Fé de erratas y el Indice. Falta la carátula de Rendón, que es cosa rápida. Como es posible que no sepas todavía que el libro se llama Tergiversaciones etc? Cada vez que se ocurre hablas de El libro de Signos que es harina de otro costal: por lo visto ese de los Signos saldrá por ahí en 1930. Te irá el libro apenas salga. ¿Será tontería enviar a Antonio J. Cano unos 50 ejemplares para vender? Si crées que se venda. Hábla claro. Eso de títulos es cosa difícil. Ya como que son varios los que has ido adoptando y desechando. Ojalá se llegara el día de la mostrada de tus comedias. Grandes deseos tengo de conocerte esa nueva faz. Como no vas a salir con Luis Enrique Osoriadas. Insisto en que me envíes versos nuevos. Yo no produzco hace días, de modo que ahora estoy poco peligroso. Feliz tú con tus relaciones con la Señá Ibarbourou. Yo si no tengo náa que ver con naides del Exterior. Tal vez ocúrraseme enviarle el libro a la Ibarbourou en cuyo caso me darás la dirección. Pero no es que me gusten tánto como a la gente sus versos de ella. Cuénta cosas de esa tierra, y de los amigos. Pepe Mejía paréceme un cuero, sin atenuantes. De Don Efe y Don Carrascas qué se dice o qué dicen ellos. Noel y demás? Affmo amigo León de Greiff Al Sr. Ciro Mendía Medellín Junio 2 1924 III Carísimo Cyro: Estoy por creer que débote alguna contestación; mas de ello no estoy bien seguro; lo cual tampoco quita ni pone. Quedemos en que sí. Y son varias las razones justificativas de la demora. Primera: quedéme esperando resto (cortísima la carta -boleta). Razón segunda: está el poeta (Leo Le Gris) abúlico, tétrico, lúgubre, lóbrego, jarto asaz. Tercera razón: no aparece por ninguna parte (bolsillos, rincones de mi cuarto, etc) tu carta. Y en espera de toparla por ahí o por áy se ha ido retardando la contesta: pido excusas diversas. De resto nada tengo para contarte. Leídos los Nocturnos: no te interesará mucho mi concepto, pero si es el caso, lo emitiré más tarde; talvez cuando lea lo de El Colombiano. Cuanto a versos míos. Felizmente nada. Yo soy lógico: es decir que llevo mi pereza a todo, hasta a la factura de los versos, hasta la lectura de libros interesantes. Ejemplo: ahora no leo (desde hace un mes) nada distinto de La Torre de Nesle - Buridán - Margarita de Borgoña - y aventuras por Salgari. De manera que Libro de Signos continúa en vainas. Así como Trece baladas nuevas, que 17 (texto incompleto) IV Ilustre Sr. Mendía: Acúsole recibo de su agradabilísimo envío. De todo él, incluso el mirobolante retrato de capa, que adorna, en estos días, una de las paredes del cuarto del erudito. Incluso también el parto humoristo-triste muy de mi gusto decadente. Noto con placer que te va entrando Laforgue, uno de mis caros. Conoces bien Laforgue? Yo tengo de él casi todo, voir: Poésies: Le sanglot de la Terre - Les complaintes - L'Imitation de Notre Dame la Lune - Le Concile féerique - Des Fleurs de bonne volonté - Derniers Vers - I vol. Moralités Légendaires, six contes en prose, suivis des Deux Pigeons - I vol. Mélanges Posthumes: Pensées et Descriptions. Pierrot fumiste. Notes sur la Femme. L'Art impressioniste. L'Art en Allemagne. Lettres - I vol. Del griego Moréas tengo el libro de Les Stances y Le Pelerin passioné y un tomo de Cuentos. De Villón un tomo con las obras completas y uno pequeño de la Biblioteca de los Curiosos en que está el Testamento. No te digo que te los mando pues me son inseparables, pero sí voy a buscarlos por ahí, aunque dudo de encontarlos. Pero ya verás que algo encontraré. Continúo lamentando los percances del mono Restrepo Rivera. Creo que la deuda por médico, árnica, Mercedes Macía etc, debemos transpasarla a Quico Villa, el Creso de la banda. Díselo así al Mono. Considera en cuales prietas calzas viérame yo si tuviera que pagar todas esas cuentas, sobretodo la de los demás licores... Cómo he gozado con la buena suerte de Quico Villa. La verdad es que lo merece. No se lo vas a decir pues creería que le estoy dando cepillo, lo cual no entra en mis planes. Os acordaríais de este fraile en el pantagruélico ágape? Lo dudo, pues sois ingratos y egoistas los poetas. Hubiera ocurrido Don Leon d'Artagnan armado de todas armas, sin omitir el Mamotreto, de reconocida virtud dormitiva, ni olvidando el Libro de Signos, cuyos signos, que ya son como 20, no le van en zaga a las Tergiversaciones del Mamotreto. Le dí a Arciniegas, dos signos para copiar en máquina, si los entrega hoy te los envío, aunque no te exijo que los leas. Si no los trae hoy, los enviaré más tarde. Podría corresponder a tu retrato con uno mío. A Jesús Restrepo Olarte le envié una copia. Dile que te lo deje ver, y si te place, allá irá a dar. No lo envío ahora por carecer dél. No es muy bueno tampoco. V Bogotá Octubre 15 1931 Mi querido Ciro: No te había escrito porque he estado con algo de neurastenia, amén de una gripa fenomenal, como aquellas que me costaban harta chacota vuestra (tuya, de Pepito y de Tavo el luiseduardonietocaballerístico polígrafo del Diario y otras hojas), gripa que no hay qué confundir con la tísis (lagarto!!!) magüer su parecido. Sueles verte con Antonio J. Cano el de los madrigales? Házme el favor de decirle que su esquela recibí y agradezco: que apenas la empezaré a contestar en estos futuros dias pues ha de ser en verso. Que mientras tanto haga por dilatar el negocio del Impuesto sobre la renta --que si es posible obtener rebaja de los recargos-yo haré por cancelar eso en Noviembre (fines) y que puede que mientras tanto venga la moratoria... legal. Estamos por ver de echar regularmente la revista Mañana - por ahora será cada quince días. Juancho Roca díjome envíala oportunamente vosotros. Por ahí en El Tiempo salió una tiradera que hube de firmar (con salvedades: por joder). Lo malo fué que en El Tiempo la mutilaron un poquiello. Saldrá en Mañana, completa y con las otras firmas que no se alcanzó a recoger. Tiraderillas, por fregar a los lagartos máximos y mínimos. Yo no sé. Mucha falta hace la familia... Falta hace el grupeto de amigos. Pero yo estoy contento en Bogotá apesar de vainas. Lo grave es la pobreza. Ahora si que estamos! Pero ya en Noviembre podré empezar a pagar algunas culebras (Marceliano en primer lugar, no dejes de decirle a José que le haga saber ese sano propósito). Algunas hecatómbicas acaecido han que me descuadraron el presupuesto septiembre -octubre en grado máximo. Pero es que he vivido y vivo en un estado tal de sobreexcitación, con altibajos de contento y de depresión, que... si por alegre, si por enguayabado... Dos o tres crisis van, sobretodas, violentas, bravías. Una de ellas hubo de ser del 10 de octubre (9 de la noche en adelante), 11 de octubre, 12 de octubre, 13 de octubre (hasta las 6 a/m). Los compañeros: Rendón y Eduardo Zalamea, principales, Matoño Arboleda, suplente efectivo y algunos personajes que no beben (que no bebieron): Barba - Arturo - Medina. Varias lagunas. Pero no hubo excursión y caminata o deambulación excéntrica. Versos? algunos he cometido. He aquí el catalógo de lo manufacturado en Bogotá, en esta hecha (con algunos datos estadísticos): CUADERNO DE NETUPIROMBA Diálogos y soliloquios en la noche Nº1 (38 renglones) "Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido, ¿y atruena tus oídos mi ruda cantilena?" etc etc Cantiga (13 renglones) "Gota a gota en mis bárbaros oídos cae tu pura voz. Tomo tus manos de irreal blandura: nieve para mí son". etc etc Sonatina (28 renglones) "Dáme otra vez a gustar la golosina de esos tus gordezuelos labios róseos..." etc etc Relato de Eirik Fjordsson (61 renglones) "Algunos empiezan por decir que el hombre es duro, que el hombre es rudo, que el hombre es áspero; mas cómo es débil, mas cuánto es débil... Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida íntegra, y para que con él --endurecido-- se zurzan los calcetines en la paz / hogareña..." etc Diálogos y soliloquios en la noche Nº4 (139 en total) parte I (63 renglones) "Fué entonces cuando se agitó la comba noche de öro trémulo, / y las densas nubes enceguecieron el prodigio. Se paseaba el viento y en su corcel de resonante casco y entre la sombra pávida soplando hogaño el viejo corno eólico" etc parte II (34 renglones) "Luego cantabas, con voz de sirena para mis oídos, la cántiga / honda... Lejana, lejana, tu voz me traía el perfume tibio de tu adolescencia". etc etc Parte III (12 renglones) "Hé venido del más lontano país lontano a besar la estrella de cinco puntas de tu mano A besar tu frente desde donde la fantasía se lanza y el alto pensamiento, y el ensueño, y el amor, y la desesperanza. He venido a besar tus ojos entrecerrados, y tu nuca - para encender la hoguera de los dulces pecados..." etc etc Parte IV (30 renglones) "Tu me dijiste con esa voz que afelpa la delicia y que hace áspera / la pena y que agudiza el soplo trágico que en nuestro amor se inicia... Tu me dijiste, oh Mía, y tu voz era un trémulo susurro, del pungente dolor que tu corazón y que mi corazón desgarra... Tu me dijiste que nuestro amor le daría vuelta a los años: más / imperecedero cuanto más imposible, más real cuánto más restringido a las zonas del / ensueño... Tú me dijiste, oh Mía, palabras muy profundas... ¡pero efímeras cuánto! ¿Qué pueden nuestros frágiles designios ante el amor turbulento? ¿Qué pueden nuestras débiles voces delante al vocerío ululante de nuestra sangre que me hace tuyo y te hace mía? etc Sonatina para flauta y piano (78 renglones) "Ese decía con voz que angustiaba el más hondo, el más acedo pensar, ¡el Himno Azul de la Algría! y explayaba en el ámbito redondo soplos de viento libre, tufos de bronco mar!... Un murmullo lejano, un susurro lontano... Voz de la flauta pasional vibra en la caña de cristal... Voz de sirena no aguda: cálida, plena, rotunda voz de contralto morena: ¡pero cuán ágil y fina la voz lejana, la voz lontana se avecina... Y ése canta con voz que escinde repentino sobresalto, con voz que se le quiebra en la garganta, ¡el Himno Azul de la Alegría!, que rebota en el sílex y el basalto de su dolor, como soslayada ironía... Un murmullo distante, un susurro radiante" etc etc La Noche (19 renglones) "En tu pelo está el perfume de la noche y en tus ojos su / tormentosa luz. El sabor de la noche está en tu beso palpitante. Mi corazón clavado esta en la noche de abenuz. La noche está en tu frente morena, erguida y frágil y en tus brazos que un vello sutil aterciopela. La noche está en recónditos parajes de tu cuerpo: la noche perfumada de nardo y de vainilla y de canela... " etc etc Doble Rondel 1º (16 renglones) "Ella fué mía, la Noche Soñada: todo su sér se le rindió a mi ruego! todo su sér se le entregó a mi Nada! todo su fuego se fundió en mi fuego! Ella fué mía, la Noche Soñada! etc 2º (24 renglones) "Y ella fué mía, la Noche Morena, cuando la tempestad, la lluvia / fría... La Noche se me dió, - suave y bravía! Me embriagué en el negror de su melena! En las pupilas de la Noche Ajena luz de los astros trémula bullía y en las pupilas de la Noche Mía: y ella fué mía, la Noche Morena!" Canción (35 renglones) "Mañana si veré con ojos jubilosos la luz del día: en pleno día miraré la Noche fúlgida, y oiré sus cánticos absortos, los cánticos de la Noche única!" etc Fantasía quasi una Sonata (255 renglones en total) Parte I - Preludio (27 renglones) "Oh Noche, piano de ébano: pulsan tus teclas negras --como garfios-- los dedos rígidos de mi / pena, Noche, Noche Moren, oh Noche, oh piano en que Beethoven sollozára el arioso dolente si no el adagio sostenuto!" etc Parte II - Tema y variaciones - (145 renglones) "De la Noche sin lindes viajas por el sendero oh corazón! y a su beso te rindes y en sus brazos te entregas, prisionero" etc Parte III - Romanza (23 renglones) "Es en el callado recinto" etc Parte IV - Allegro agitato (60 renglones) "Esta es la Noche, la fraterna Noche, Noche fogosa, Noche lustral: oh Noche en éxtasis! Por el aduar sombrío topé encendidas las luces temblorosas de tu / tienda... La otra ocasión, ¡oh Noche, canté tu amor sin esperanza! Canto otra vez al linde de tu tienda, Noche, Noche Morena... Has de acoger mi espíritu y mi cuerpo férvidos, Noche Elegida: Si a tí me doy, Noche Pur, si en tus brazos y muslos diamantinos me refugio, Noche Amorosa, si bajo tus constelaciones inextinguibles --oh nébulas de Andrómeda y Orión-mi pobre luz humillo, oh Noche Omnisapiente..." etc etc (Esta la copio íntegra y puedes mostrarla a Pepo porque casi todo lo otro no es del género que le gusta) Relato de Guillaume de Lorges (50 renglones) "Yo, señor, soy acontista. Mi profesión es hacer disparos al aire. Todavía no he descendido la primera nube. Mas la delicia está en curvar el arco y en suponer la flecha donde la puso el ojo Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres y halcones: acudid a la / voz del acontista. Enderecemos nuestras garras y nuestros picos a la conquista de las nubes, cambiantes como los corazones, y --cual los corazones-- inmutables. Yo, señor, soy acontista. También he sido juglar en los mesones. Revendedor de bulas. Tañedor de laúd. Y tragador de fuego. Y engullidor de sables. Y bufón en las ferias. Damas de los castillos a catar diéronme frutos de acendrada / virtud: noches de bendición! Otras noches fueron bien miserables... También me he entretenido en cosas serias: he conocido al asno de Buridán y al mismo Buridán --que estuvo en la Tour de Nesle-- (alguna vez fuí con él, pero me devolví de la poterna). Yo vi ahorcar en Montfaucon a Enguerrand de Marigny. Nunca en letras leí, mas si he bebido buenos vinos, gustado vianda tierna, y comido del mejor pan. Yo, señor, soy acontista. Mi profesión es hacer disparos al aire. Todavía no he descendido la primera nube. También soy jugador de dados y tengo mis ribetes de asesino. Presumo haber --en lejana ocasión-- hurtádome los vasos sagrados de ya no sé que iglesia, abadía o convento. (Creo que han sido mias varias esposas de Jesús, cuyos votos de castidad y su amor al esposo divino fueron plumas al viento...) Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres, halcones: acudid a la voz del acontista. Enderecemos nuestras garras y nuestros picos a la conquista de las nubes, cambiantes como los corazones, y --cual los corazones-- siempre iguales… Yo, señor, soy acontista. También resulto un poco lento y un mucho largo en las mis / relaciones... Juzgo que hay caso de fantasía en mi rapsodia... Pero, ni yo soy Tácito, ni aquestos son Anales. Tampoco he de cantar la palinodia, vaya! ni de irrumpir en monótonos trenos... Yo, señor, soy acontista, nada más, nada menos! y tengo sueño y sed, señor: salud! y abur, señor, hasta otra vista! (Septiembre 20 1931) Que tal Don Ciro, si me dá por copiar más versos? No olvides que esos versos apesar de que cantan sólo el Mito de la Noche, pueden ser mal interpretados, y aplicados malamente, de modo que no los dejes ver, y si los vé José, indícale que se trata de una serie de Fantasías a la Noche por más que la Noche aparezca de carne y hueso. Ojalá me escribieras. Apesar de lo que te digan lo de la Auditoría se dañó por majadería de los representantes liberales y por la ambición de Navarro y Agudelo que les hicieron creer que tenían votos conservadores para ser elegido (el uno o el otro) contralor. Apolo no me volvió a enviar la página ni volví a ver suplemento Colombiano (vi el 1º o el 2º) Han seguido saliendo, página y suplemento? Saluda a las gentes amigas. Recuerdos en tu casa. Affmo León y la echada de la curanguería en España! Como no los manden pacá! Qué bien las elecciones en Medellín! VI Bogotá 23 Febrero 1932 Ilustre Don Ciro: parece que me iba demorando un poco en contestarte... Yo creo poder echarle la culpa a la neura, otrosí al trabajo un poco excesivo, también al hecho de que casi nada me ocurre que haga amena --si eso es posible-- una mía misiva. Mucho verso de cuando en cuando. Canciones - algún nocturno. Dos o tres corridas. Algunas buenas. Contreras. No estaba (ilegible) Curro de la Palma. Ultimo domingo pésima corrida. - Allá con Pepo y una manzanilla - A Pepo poco le he visto. Horas incompatibles - Yo en los cafés de de 5 1/2 a 7 1/2 Pepo en los cafés de 8 en adelante - Cortos encuentros hasta ahora - El más largo el del domingo (3 de la tarde - 8 de la noche) Mal yo podría estar disgustado (sino al contrario: muy agradecido) por tu interés y el de muy buenos amigos mios por conseguir empleo para mí. Talvez Tulio Medina no me entendió a derechas: yo manifesté extrañeza por el asunto. Extrañeza porque realmente yo no supe de tal cosa sino después de acaecida y por información muy indirecta. No conocía ni detalles cuando hablé con Tulio. Eso es todo lo ocurrido. De modo que házme el favor de hacerlo saber. Asi como de testimoniar mi gratitud a quienes intervinieron en ello - A Julio González v.g. de quien me contaron intervino. Pero como te digo, a estas horas casi no sé qué fué lo que pasó. Si ves a Antonio Mendoza dile que recuerde el ofrecimiento que me hizo de los retratos de Don Carlos Segismundo y de Doña Lovisa Petronella. Que es muy posible que publique algo sobre los bisabuelos y que quisiera acompañar la publicación con sus retratos. Si ves a Jaime de Greiff (y te parece (ilegible) aludir al asunto) dile que le ruego el favor de no referirse a alguna (ilegible) poética mia - José me contó que Jaime hablaba de algo semejante en presencia de Castro y de Jaramillo. (Aprovecho la oportunidad para que me saludes a Castro y a Jaramillo y a Tavo y a Pepe y a toda la venerable theoría de jóvenes amigos). Un dia de estos he de enviarte algunos versos recientes (relativamente): Canción de Judas el oscuro - (Después de que escanciamos el vaso postrimero) Nocturno Nº 10 - (Todas las que pasaron, noches fugadas, noches prófugas, evadidas) Canción de Judas el oscuro - (Oh playas verdeantes de algas marinas, sobre) Canción de Judas el oscuro - (En el recodo de todo camino) Canción de Judas el oscuro - (Yo soy el viento: alígero discurro) Arieta - (Es un nimio joyel tu camarín de seda) Baladeta - (Como llegamos a la venta desde donde --a lo hondo-- se vé el río) pero ha de ser, si existe la reciprocidad: la célebre re. Volveréme asaz cumplido en asunto de correspondencia desde que escribas pronto. De una vez incluyo el Nocturno Nº 10 - cuya copia acabo de toparme en mi bolsillo (Nº 10 también, el bolsillo). Si alguna vez pasas por donde Rafael Mesa (calle de Bolivar?) ¿podrías hacerme el favor de inquirir sobre la facilidad de adquirir unas copias de algún retrato mio tomado allá en 1927, y de averiguar el monto por copia etc etc? Después te cuento para qué es la copia. Lo malo es que el mismo dia se tomaron dos retratos y es uno de ellos especialmente el que se necesita: uno en que estoy más grave, porque en el otro estoy un poquitín jovial. Parece que te resistes a enviarme el libro sobre Beethoven, Miguel Angel y Tolstoy? Mala cosa pues por ahí como que he tenido deseo de enviarte algunos librillos... Y de nuestro querido Don Efe, qué hay? Otro bien malo para volver los libros. Si lo ves, no le digas nada indirecto acerca de ellos, pero si me le das un buen abrazo. Recuerdos en tu casa. Affmo León VII Bogotá, Abril 17 de 1933 Sr Don Ciro: hace poco, no pude escribirte sino muy contadas líneas, con DE GREIFF BRAVO, y, de allá para acá no nada ha ocurrido referible, distinto de agitaciones electoreras. Imagino que TAVO no figuró en la lista de candidatos por estar en el Directorio. De todos modos yo lo lamento grandemente. Gran demente. De Don Luis en el octavo lugar... no creo sino muy de tarde en tarde en que pueda salir. Por más que con muy ligero esfuerzo --según mis estadísticas-- se lograría el triunfo, o por lo menos el empate, en la cañosa Joquia. Si ves a Aquileo Calle, testimóniale agradecimientos por afán inclusión Don Luis en lista. A Tavo idem, pues no dudo que haya tenido parte. La poesía la tengo un poco dejada de mano, pues los mesteres oficinescos non me dejan el ledo vagar... Otrosí la música: el signore Bracale me envió tarjeta de atención, y sólo he ido tres veces. El naufragio de mis 200 discos en Puerto Liévano tiéneme congojoso en sumo grado. Restrepo Jaramillo silenciado conmigo. Allá él. Ojalá pudieras reunirme esos librejos que en su poder dejóme el Dr. Posada, y remitirlos por conducto de Lasprilla o similar. Y sin Don Efe te entregara unos otros... Ya así la cosa sería seria. Siempre saludes de Barba y de Zalamea. El ramo de los licores está suspendido por claras razones de peladez. Total, que la neura acrece, pues no sólo de estadísticas se ha de nutrir el hombre. Recuerdos en tu casa. Grandes saludos a los amigos. Abur! El mono Restrepo Rivera anduvo por y no logré ver su bella estampa. Vale León VIII aquí, Bogotá Julio 4 de 1935 Señor don CIRO: evidentemente, como que te debo varias cartas, y lo malo es que no voy a encontrar disculpa extraordinaria: pongamos sólo el mal humor habitual y otro especial motivado por las mil y una bellaquerías cometidas con mi padre, alredor de senaturías o senadurías, por varios tipos que tu conoces mejor que yo. Ojalá me contaras los detalles que tu sabes para juntarlos con los que han llegado a mí. Muy agradecido de Gustavo y de Emilio y de quienes --con menos motivo que otros-se interesaron por no dejar descabezar completamente a don Luis. Después te contaré de algunas maniobras y combinaciones al respecto. El otro día te escandalizaste por unos versos míos reproducidos en EL TIEMPO, publicados antes, con los mismos u otros errores en MARGENES de Achury Valenzuela. Desde que llegó JORGE ZALAMEA al SUPLEMENTO y después cuando GERMAN ARCINIEGAS se encargó de él, he tenido mucho pedido de versos. He dicho que no, por mi antipatía por esa empresa. Ahora me planteó ARCINIEGAS el asunto en otra forma: me propuso comprarme versos. Que si no puedo colaborar allí por mi mala voluntad al periódico, si puedo negociar con él (ARCINIEGAS). De modo que verás versos míos allí en adelante, pero a $10.00 la pieza. No sé si ahora te escandalizarás mayormente. Parece que en SEPTIEMBRE u OCTUBRE saldrá mi libro. Será un grueso mamotreto, talvez más grueso que los SIGNOS. Edición muy lujosa, de sólo 600 ejemplares todos numerados (100 para mí). Ojalá vinieras a Bogotá con Gustavo. Aunque no fuera sino para ejercitar tu heroísmo aéreo. En caso de que no te resuelvas, creo que con Gustavo me mandarás mi SHAKESPEARE, mi retrato de VERLAINE, mis 8 o 10 libros más que me tienes, fuera de los que desees obsequiarme. OTROSI: los que me tiene JOSE (el minorista) que serán 20 o más... y que ya se están medio demorando: hay allí libros muy dificilmente readquiribles. OTROSI: los que me tiene DON EFE (que desde que se metió a nuevo rico se volvió pior, pior) Los de DON EFE son pocos (algunos como que los tiene PEDRO NEL GOMEZ) Hélos: SUARES - POETA TRAGICO!!!!!!!!! (locamente me interesa recapturarlo) - KEYSERLING - Viaje de un filósofo - GOURMONT - Paseos literarios tomo 4º - La Cultura de las ideas - VALERY - Varieté - FAY - Panorama literatura contemporánea - LALOU - Hacia una alquimia lírica. También tengo la lista de los que me envió el Dr. Posada, hace ya de ello..., como te dije, no son menos de 18 o 20 y en ediciones restringidas. Todo lo demás, igual, más o menos. Poca plata, eso si, todos los días, por no decir que --en muchos dellos-- ninguna. Pocos versos, mucha estadística, ley sequísima, compra de libros nula: me quedaré sin leer el último libro publicado de Carrasquilla, pues el viejo definitivamente se calentó conmigo y --naturalmente-- me volvió a zambiar. Pero sí he celebrado positivamente la mejoría de sus vistas, y te agradecería si le hicieras saber, al viejo, mi complacencia. Saludos en tu casa. Supongo que todos estén bien. Recuerdos a Tavo, Pepo, Efe, Pedro Nel Gómez, Jaramillo de Andrade (dile que el de la vaina del cementerio campesino es THOMAS GREY (1716-1771), al Dr. Castro (te incluyo un mono para él), Pepe Mexid y si hay más, a esos más. Hasta la próxima, mi Don, y ojalá me escribas pronto, FRANCISCO DE ASIS LEON CARLOS SEGISMUNDO BOGISLAUS LUDVIGSSON VON GREIFF Agrego 2 retratos mios del que hizo Pedro Nel 1 para tí, otro para el autor, a éste, dile que le enviaré otros de lo mismo apenas saque mas copias. En los versos mios publicados hoy (julio 6) pusieron besos en lugar de bezos (quién sabe quién creyó corregirme la ortografía). Otra cosa que salió abajo dice tofan por toman (esos versos no son míos sino de Antigua (el boga negro) en parte: la parte culta será de Toño Duque. Vale IX Bogotá, marzo 9 de 1936 Mi querido Ciro: mientras tánto, van estos pereques: tienes que ayudarme en las vainas de estas revistas que voy a dirigir. Yo no sé cual te provoque más: si una que es de pedagogía, otra RIN RIN para chicos, o una, todavía innominada, que reemplaza a SENDEROS (lagarto?). Tu verás. Tenemos un proyecto de tratar de CREAR un romancero popular colombiano, y digo crear, porque realmente lo que existe es muy poco abundante; uno de los pocos es el del SOLIDEO. A esa clase de romancero, nos referimos. De modo que fájate unos cuantos, y levántate copia de los que conozcas de épocas antiguas o contemporáneas, desde que sean de ambiente nacional, no nada Garcia -lorquiano v.g. Tu debes de tener fotos de Carrasquilla, de antaño y de ogaño. Sería fácil que las consiguieras y me las remitieras con sabor devolutivo? Mañana te escribiré con alguna longitud, tratándote de otros tópicos y de estosa mismos. También escribiré a José Restrepo Jaramillo y a Don Efe. Y como no sé sus direcciones lo bajo sobre tuyo. Te ruego el favor de hacer llegar MUY PRONTO las que te incluyo para CARRASCA y PEPE MEXID. Ahora si te fregaste porque te voy a poner pereques diversos, y cada rato. Matilde agradece el saludo de Mercedes y tuyo. Retornámoslos cordiales. Hasta muy pronto. Los versos los tiene Uribe WHITE, hace días largos. Pero pasa que Pan, anda con varios meses de retraso, y no sé cuando será el próximo número. Hasta mañana, don Ciro. Tuyo affmo, Leo X XII - 1937 CIRIN: Al fin dí con el soneto de marras. Si será de Marras? S O N E T O: (A Ciro Mendía, que le envió --a guisa de apoforeta, xenia o presentalla la ópera de Góngora) (Las subrayadas son la razón. El resto, para despistar o como relleno: si no... dónde el soneto?) Señor Don Ciro, bardo en CandelariaVille --y no es quodlibética insolencia--: soneto si no culto (vacua es ciencia, tonto es arte, y cimera fácil aria) pero soneto --valvasor o paria lo mismo dá: o villano o Excelencia-para --cuando mi voz, o se silencia o escondida rezonga solitaria-- tu don agradecer --por gongorino muy mucho claro, y, de lo Argote, puro como adamante de irisadas linfas-labra Leo. Y de Greiff, hoy más obscuro, Góngora al pecho, sigue su camino: Sátiro en pos de coruscantes Ninfas. XI Septiembre 27 1938 R E C I B O: De Mejía y Angel Ciro recibí cuatro y ochenta la cual suma representa venta de PROSAS. Tal miro si veo el ingente giro. Demoran QUINCE en la imprenta --do son estorbo y afrenta--. Ya muy pronto los retiro. Mañana irá a reclamarlos Eduardo Rendón, don Carlos E.C.C.V. no comprendo. No entendello, a Greiff no atufa. Los vendieron en la Búfalo, Medellín? Acto horrendo! Rara acción! Caso estupendo! Si Rendón no va, la estufa al quemar los QUINCE, bufa... Mas Eduardo irá, sabiendo que es urgente, a retirarlos: Eduardo Rendón, don Carlos. Cuándo soñé que en mis QUINCE yo anduviera, a estas alturas...! Suceden cosas obscuras que no interpreta el más lince de Opogodó ni de Sincelejo, experto en escripturas logogrifales...! Qué honduras! Qué arquitrabes! Ni qué esguince! Los QUINCE, Eduardo, a sacarlos, Rendón, pronto, irá, don Carlos. Su retrato es el de Leo... (Pobre Lelián! Su Hipocrene manaba absintio o leteo...) De Guillermo Shéspier, creo que Aguilar edición tiene... Quizá cerca de Penene --por Carabobo-- se obtiene la edición del anglo Orfeo... Los QUINCE a quien endosarlos? A Eduardo rendón, don Carlos. Si no WILL, del múyik DOSTO dos tomos hay. De FRANCISCO DE QUEVEDO un par (no bizco) Dostoyevski hará mi Agosto! Quevedo es tan rico mosto! Will es mejor que otro pisco! Cuál de los Tres? Non capisco! De los Tres... el que piú tosto... Libros de GASPAR? Enviarlos con Rendón --el Chato-- Carlos... En la NEVERA del moreno CANO, donde MARIN o PEREZ, no hay de SIGNOS? Hay quién los quiera! Oh gusto chabacano! (No Emilia y Calibán, que no son dignos) Hay quién los quiera! (El Péndolo pulula!) Libros de Signos (Parto de una Mula) no se conseguirá? Quizá en Ebéjico! Para mandarlos a Manchukuo o Mexico Bardos de Medellín no habrá, que --jartos-de mis Signos (Hay quién fume Pierrot...) los cambie y a la par, por lindos partos de Equis o Zeta o de Don Balen Groot? GRIS Al fín recibí la Escuadrilla que está asaz bien. EN SERIO: puedes mandar las PROSAS con Rendón, pues me sirven para repartirlas. Si ves Dr. HERNAN POSADA dile que qué habría de ciertos libracos incluído SADE? EN SERIO: de Greiff está cuasi al borde del suicidio personal de sigo mismo. (firmado) XII Mi querido Ciro: el Dr. Jaramillo Gutierrez y yo hemos estado moviendo el asunto de Mexico. Lo del hotel allá... no sé como hacer. No he vuelto a verme con Owen que será el que nos indique lo mejor y cómo y con qué intermediario allá. No me suena escribirle a Zalamea con quien tengo serio resentimiento personal. Te avisaré lo que ocurra serio y te escribiré posiblemente con el Dr. Jaramillo Gutiérrez que me ha parecido un excelente compañero. Don Ciro añejo, Don Ciro añoso, Don Vetusto Ciro Matusalén Mejía Angel Mendía! yo ya me estoy burlando de tu susto cuando, por la aerovía --sobre el tetramotor--, nefelibata, (claudicante y caduca antigua rata) tiembles, gimas y llores, viejo Ciro Mendía! A tu pavor no le valdrá ginebra ni intravenoso algún! Sudarás frío! ¿Conoces tú, vate arrugado, esa Culebra llamada Verrugoso? Cual de güio, como de verrugoso, el vientre túo! Narigón cacatúo! Cirano guacamaya! Recitarás en vano los de Maya versos! Los de Lollón trovador Auro, tu maestro, también! Y los de Leo Le Gris! (Este es un bardo nada feo digno de loa y lauro! Efebo seductor si macho joven! Apolo niño, adolescente Byron, púbero Beethoven! Beethoven... por la rima, que era horrible Beethoven, cuanto bello León, e inmarcesible!) Qué envidia sentirás, Cirín, al ver al efebo von Greiff, todo candor juvenil, ruboroso cual de Sor nalga tersa que tiñe el rosicler! Como Hamlet, dirás: Ser o no ser! De tu miedo querrás sacar valor, mirando de von Greiff el esplendor corajudo y su risa de Voltaire! El temple de León! Su sonreir desdeñoso, su modo de mirar con sus ojazos de acerado azur! Qué envidia sentirás, viejo faquir! "Son cosas que dan ganas de llorar"... digo, con Agapito Betancur! El Polo Norte: igual el Polo Sur dijo de Greiff. El Polo, el Polo Nor te, el Polo Sur, el Polo Sur... Loor! Loor al Polo Sur! Y abur! abur! Qué se fizo el señor don Tairrel Mur? Qué se fizo Restrepo Nicanor? ¿Tu colega, Nabucodonosor, con quien jugabas bolas en Assur? Gaspar, Melchor, Cirito y Baltasar --los cuatro reyes magos de anteayer-qué se ficieron? --Antes de te ir, para México, Ciro, has de testar... Légales tus arrugas a Eliecér Gaitán y al Sarraceno... Hás de morir!!! Has de morir Cirito. Del avión caerás como atómica. Un volcán (por Momotombo, o por Tenochtitlán) engullirá tu añejo zancarrón! Llénate de aguardientes y de ron! Son tus últimos tragos... Yucatán guardará tus cenizas, mientras van por ellas, poetillas del montón! Pobre, pobre Cirín, pobre Cirín! Gloria de La Valeria, as de Belén... Ibas por Nicaragua y... cataplún! Ya no retornarán a Medellín --sino tras del requiescat y el amén-tus huesos carcomidos de tuntún.. (La continuación en la próxima) XIII Octubre 27 1945 Mi querido Ciro: claro que me impresionó, pero muchísimo, la muerte de José. Pepe Mexía y yo conversamos mucho sobre su muerte en días pasados. No sé por qué no te dije nada. Seguro por mi modo de ser introvertido para ciertas cosas (de las tristes y dolorosas). Yo casi no me exteriorizo ya, sino por lo burlón y lo sarcástico. Quizá hoy me vea con Jaramillo Gutiérrez a ver en qué van las vainas. A mi me conservarán el sueldo dándome una comisión quizá relacionada con la campaña de desanalfabetización y con las artes populares. Al regreso tendré –pues-- que desanalfabetizarte. Me acaba de decir Germán (Arciniegas) que ya dictó el decreto para que nos den pasaporte diplomático. Abur Cirín recuerdos en tu casa y a los amigos, Leo Santafé de Bogotá Al muy venerable huesos trayente D. Carlos Mejía Angel Villa de la Candelaria de Aná del Aburrá de Zuyaxiwevo (Nutibara-City) A JOSE RESTREPO JARAMILLO I El Tesoro (F.C. del Cauca: del Pedrero hacia el río) 23 de Febrero de 1926 años Señor Don José Restrepo Jaramillo Bogotá Ilustre y buen amigo Roch: raro en extremo te parecerá el recibir carta mía y de este punto, El Tesoro, que ni siquiera está en mi jurisdicción Bolombolo-Cañafistuleña. Sucede que ando de Ceca en Meca desde el 1º de Febrero, día (noche) de mi salida de allá: Febrero de Bogotá - Girardot - Beltrán La Dorada - Pto Berrío - Limón - Santiago a Medellín 1º-2-3-4- 5-6-7-8-9-10-1112-13-14-15 15 En Medellín de Medellín - El Pedrero - Amagá Puente Soto a Bolombolo 15-16-17-18-19 de Bolombolo - Puente Soto - Titiribí - Amagá - Pedrero a El Tesoro 20 El Tesoro 20 de El Tesoro - Pedrero a Medellín 20-21-22 Medellín 22 de Medellín - El Pedrero - El Tesoro 23 El Tesoro Aquí duraré varios días en asuntos de Contabilidad de Bolombolo. Aquí está esa Contabilidad mientras tanto. Aquí la estoy estudiando, en vía de separarla para llevarla ya por aparte en Bolombolo. Mucha falta hánme hecho los buenos amigos de Bogotá. Roque en primer término. De tu persona he recibido ya 2 suplementos de El Espectador. De aquel en que salieron unos versos anchos me quedaría bien recibir uno o dos ejemplares. Sería excesiva la exigencia? Víste lo que en (ilegible) escribió Zalamea sobre mi persona y mi obra? De Zalamea recibí el recorte y carta. De ninguno mas he sabido nada. Esta vida por aquí de campamentos y toldas me va gustando. Imagínate que ha habido días de 12 horas a caballo sin sacar punta: vivo además de tubos, traje de dril, sombrero ancho, gris, y las más de las veces sin saco. Baños en el Cauca (cerca de la orilla, naturalmente) etc. Todavía no está bien entablado mi trabajo, pues todo está en desarrollo u organización. Creo que en forma iniciaré tareas el próximo Marzo. Esto no quiere decir que no tenga mucho trabajo. Vi las tiraderas de La República y notas en El Espectador (2) y una en El Tiempo sobre mi viaje a Bolombolo: yo todavía no he escrito ni una sola línea al respecto... Naturalmente no he escrito nada de literatura, ni de cartas. Es esta la 1ª y quién sabe cuando podré empezar mis correspondencias: es cosa difícil por ahora. Habrás de saludar con asaz de cariño a los maestros Rendón, Restrepo Jaramillo, Umaña Bernal (José y Francisco), Uribe Prada (Jesús Antonio y Carlos), Mesa Nicholls, Liévano (Roberto), Castillo (Eduardo), Tapias, Lleras (¿cuándo me conseguirán mis Prosas y mi Libro de Pegados? ojalá se los reclamaras en nombre mío, sí?) Diego Mexia, al joven de Jericó, al centro de habituales de El Rivière de la calle 14 etc etc y que me vayan escribiendo mientras les escribo yo. Averigua en la Librería Americana si han llegado cosas de alto interés, cosas nuevas de Gide - Proust - Valery etc etc o un libro sobre literatura inglesa o el otro libro de James Joyce etc. Si te queda tiempo pídele al Sr. Michelsen una lista con los precios (yo tengo un 20% de rebaja) de los libros de llegada reciente, con vistas a un pedido. Una necedad: conoces a Luis Emiro Mejía, alto empleado del Ministerio de Obras Públicas? Díle que me haga el favor de conseguirme, él, o de solicitar, en mi nombre, al Dr. Botero Isaza (a quien ruego salude atentamente de mi parte) el envío de todo lo pertinente a reglamentación de contabilidades ferrocarrileras nacionales,rendición de cuentas a ese Ministerio y a quien séa; en total una documentación lo más completa que se pueda conseguir y en relación a los deberes de mi cargo. Esta recomendación te la hago con carácter de muy urgente y te ruego hágaslo notar así de Luis Emiro para que éste se interese en conseguir esos papeles y hacerlos remitir a L de G c/o Neftalí Sierra Ingeniero Jefe del F.C. Bolombolo-Cañafístula (FC de Antioquia, Medellín) Y que ojalá pudiera hacerme llegar una copia de como rindió cuentas el ferrocarril equis, en el mes equis, del año equis (que me sirva de norma y modelo). Por todo esto y por lo demás mil agradecimientos. No olvides escribirme, remitirme cosas tuyas para leer, etc etc. Tampoco olvides el saludar a los amigos, ni a este fraile. Tu affmo León de Greiff II La Herradura - Marzo 31 de 1926 Muy querido amigo y maestro: mucho placer hube de sentir con tu carta de Marzo 11. Después de mi anterior pocas cosas distintas van ocurridas. Traslación a este lugar en agil (?) tolete por las bravas ondas cauqueñas (5 leguas) y luego tentativa de instalaje en esta vieja casa de una hacienda sita entre el Paso de los Pobres y el Paso del Canguerejo (sic), en la fracción de Cascuemula (sic) del Mpio de Concordia. Son todos los datos geográficos que puedo darte. Un viajecillo a Medellín. De resto por aquí. Encontraste preñadas de cariño y de emoción agreste mis letras últimas? Y cómo encontraste tantas cosas en esas paupérrimas letras? Falta yo! Falta los amigos (pocos pero buenos) y los Cafés con su aditamento de sifones y de lomos! y falta los libros y las sabrosas charlas! No olvides averiguar lo de los libros en la Librería Concha-Michelsen y hacerme una buena. Algo pero no mucho he leído por aquí. Siempre tengo en esta casa una treintena de listica buenos libros. Y que es lo que dicen todos los amigos míos? Aún no vistos los suplementos de El Espectador. Por qué no mandas los futuros y periodiquillos que te sobren, con esta dirección: León de Greiff c/o F.C. Troncal de Occidente - Gerencia. Medellín. Talvez así llegaran mas oportunamente, pues a Otto suelen olvidársele. Qué te pareció el artículo de Jorge en Guatemala? El me lo mandó y además me escribió largamente. Has sabido algo más de este amigo Zalamea? Yo me quedé esperando cartas tuyas en los días siguientes... Muy agradecido que le estoy a Emiro. Favor de saludarle y de manifestarle esos agradecimientos. Le escribiré pronto. Y resulta que esas cosas no han llegado aún!! quién sabe dónde se atrancaron. Y siempre me hacen falta todas esas normas y reglamentaciones y algunos modelos de rayados especiales de que habla alguna circular de la Contraloría que leí. Y por qué no me cuentas cosas de tu novela? Apenas me das la noticia escueta y monda y hasta en secreto! Aflója esa pluma ole, pues no me parece bien suave la espera de dos meses. Qué hay de Roch y del Sr Ribón? Versos? Versos? Poco más o nada he hecho por aquí: copia y versión definitiva de los Pingüinos peripatéticos (que te parece que le encantaron a Quico Gómez?!!) y principié una versión definitiva de el quatuor elegíaco. No he terminado o mejor hube de suspender. Hice una Odecilla que te incluyo. No la creo bien publicable. Tampoco impublicable del todo. Verás. Si hago otras cosillas te las mandaré. A quién si no? De mil amores te constituyo como mi agente especial en Bogotá y me inflo hasta la linde de la inflación por tener agente tamaño (Esto es muy de veras, ole!) El Rendón no ha escrito. Vergajo asaz. Díle que no pude ver a Manteco (Augusto Rendón) en mi último viaje a la Villa. Que lo busqué y no lo topé. Averíguame la fecha del primer aniversario de la muerte de Doña Lucía Gutiérrez de Uribe Holguín y si está muy inmediato avísame apenas lo sepas. Mucho he gozado con las peloteras de Don Guillermo con Vernaza, y con el triunfo del 1º. Qué hay del Maestro Emilio Murillo?!! Como que Nieto Caballero escribió una parodia de unos versos de amor y amoríos alusiva a mi ausencia, en Patria (revista de ideas)? De ello me hablaron los ingos bogotanos y de que está firmada el nuevecito escritor, de donde colegí el autor (cuán sagaz!!) Te recomiendo mi saludo muy especial a los hermanos Umaña Bernal (a José no le escribo porque como es de vergajo no me contestará. A Pacho le escribí... tampoco me escribió el famoso campeón de la pereza) a Roberto Liévano con gran cariño y a Eduardo Castillo. Ando en escribirles a ambos. Algo averiguaste con los Lleras? Ya hasta pena me dá hablar de eso. Y García Herreros también me botó mi cuaderno de versos... Me quedaré desposeído de mis inéditos? Escríbeme mucho cada vez y muchas veces y no te olvides de tu amigo de todas veras que bien te quiere y te admira y te recuerda León III Cascuemula (Casco de Mula) Mayo 7 de 1926 Querido Roque, c'est à dire Roch, voir Joseph Restrepo Xaramillo En Bogotá Vé pues: por culpa de quehaceres, ajenos a mi voluntad (ya lo creo) no he podido contestarte antes. Aquí nada de nuevo. Y ya hace cincuenta (50) días que no voy a Medellín. De modo que soy presa de la ignorancia más completa de todo lo que acaecer pudiera aquende como allende la cordillera esta que separa las aguas Cauqueñas de las Aburraénses. Uno de los campamentos vecinos se llama Comiá... y a éste le dicen Bebiá ¿por qué será? Pregúntale a Rendón. Talvez entre los dos podais descifrar ese enigma. Llevamos dos (en lo que vá de Febrero a hoy) dos aguaceros, pero eso sí formidables. Qué ventarrones tan suculentos --en cuanto a la riqueza polifónica (y exquisitamente, rudamente musical) de su canto--, qué tronar y qué relampaguear azarosos... de donde se desprende que La Tempestad de la Sinfonía Pastoral de Beethoven conserva su actualidad... Qué dirá Emilio Murillo? Con la diferencia de que aquella se fina con un retorno a la calma, verdaderamente pastoril, y esta lleva trazas de no finir. De Bogotá sólo tu persona me escribe. Y Salvador Mesa Nicholls de Venadillo y Zalamea de México, y Pellicer de Parigi o cara (la traviata) y Acevedo Díaz de Medellín (y Otto); de resto los amigos olvidáronme. Qué les vamos a hacer, no? Póngote en el pereque de comprar y remitir a León de Greiff La Herradurita c/o Pablo Rodríguez H. - F.C.T. de Occidente Medellín esto: Albertine etc Le roseau d'or A la trace de dieu Los monederos falsos (in french) Gide 2.00 o 2.40 1.00 o 1.20 1.00 o 1.20 1.00 o 1.20 y lo que elijas o lo que elijas, hasta completar $10.00 (dejando margen para portes de correo y recomendado). Mucho pereque? Y aunque fuera sé que lo haces con gusto.. Puede que te vendan a $1.00 si dices que yo te dije que ese era el precio que en la Americana tenía yo. Por algo raro no estoy hoy de mal humor. Tánto que púseme a escribir, cosa que no podía estando de mal humor. Que es esa vaina de ole. No comprendo. Acaso en Xerikó dicen ansí? Cálida odecilla? y de veras si te gustó? Ahora me está pareciendo floja asaz, y antes me plugo (te lo confieso). Lo malo es que no he vuelto a hacer nada más. Talvez unos dos esbozos que ojalá no se hayan perdido y logre reanudar. En agil tolete qué te parece? Y ahora ya echo mis nadaítas en esa nada de río. Además de mis expediciones en balsa, solo, al sol y al viento (cierto es que todavía no cruzo el río en ella pero sí la muevo en ciertas partes a puro remo a brazo pelao. Pelao: por aquí hay un dicho muy feo: "pelao no se amaña sino el chimbo" y se canta una canción que sabía Vicente Villa Bella mujer que me lo .......... un día: la mar de pelos en tu .......... ví: la nalga izquierda levantaste airada y el ojuel .......... lo fijaste en mí. Muéstrale a Rendón (vergajo que no me escribió: allá él). Carta muy interesante recibí de Zalamea. Me recomienda la muestre a los amigos (unos cinco) entre ellos tú, los Umañas y los Lleras. Siento no poderlo hacer. Bellas cosas de Mexico dice y de algunos pintores. Otras cosillas más dice del homosexualismo de casi todos los literatos jóvenes (de 50 para abajo). Otra vez te haré un extracto para que leas y muestres. Ahora no porque la carta la envié a Otto. En mi Menu de una comida de Revista de Revistas hay unos saludos que nos mandan a los jóvenes poetas de Colombia firman que recuerde ahora Montenegro - Jaime Torres Bodet - García Cabral - R. Heliodoro Valle - Xavier Villaurrutia - Mario Santacruz Detalles, como te digo, en mi próxima carta. Estas tierras no son en si muy interresantes (Cascuemula - Bolombolo) de modo que hubieras perdido un tiempo que empleaste y empleas mejor en escribir muy bellas cosas, lo hubieras perdido si te metes a escribir cosas sobre estos peladeros. Cascuemula? Bolombolo? apenas como para que yo les haga versos en consonancia con la mutua aridez (de estos sitios y de mí). Y cuál no será la falta que me haces, y que me hace el no abundante gremio de mis buenos amigos. Buenos... y no me escriben. Se olvidaron hasta del bulto que yo les hacía en las calles estrechas y en los cafés idem. Como quisiera que volviéramos a departir frente a frente y frente a los vasos (o platos) en el Rivière, o ambulantes por las ruas y recovecos de Santafé. Qué hay del joven Lagos. Le llegaron los libros? Llegarían unos que yo había pedido por conducto suyo (de él)? Como joden las chapolitas, los mosquitos, los zancudos, las cucarachas, los cucarrones, los grillos (saltamontes)! En este momento me tienen jodido, jodido, jodido! Maldita sea la vaina! Bello libro es ese de Romain Rolland! Todo lo he leído pero varias veces lo de Beethoven que me gusta por modo extra. Qué es lo que dices en tu latinajo oh seminarista malogrado? Non credomisi videro qué? Hondo respeto inspírame lo eclesiástico, así que no te haré la tiradera magüer (como decía el poeta Rendón) tu fracaso curístico. Qué hay de la música que estudiabas cuando me vine. No he leído lo de Zalamea sobre Maya. Se que me envías los suplementos pero talvez los demora Otto en Medellín (no le vas a decir nada que ese joven es muy susceptible). Hablaremos de lo de Zalamea sobre mí, que me gusta.. Lo de la novela merece capítulo aparte. Yo creo mucho en ella pése al personaje ese, ojiazul, robusto y de grande poesía, de que me cuentas. Quién será ese frayle? Si soy yo te jodiste, porque ¿no seré de mal agüero? Esa maravillosa compañía... Será que me tomas el pelo? Sé que nó... pero, mi modestia se cubre de carmines virginales. El pagado y el agradecido seré y soy yo por figurar en una novela tuya - et pas plus como dice el francisante latinista. La odecilla... Lo del retrato de cow-boy si creo que se demore. Apenas hoy trajeron máquina y solo se sacarán unos grupos donde yo figuro con este traje: un sombrero de caña muy grande - un cinturón con un decorativo puñalete - una bata de baño - unas sandalias - la pipa, y las manos en los bolsillos. En estos días sacaré el otro que me dices ya que es capricho. Olvidaba otras prendas de vestir: mi barba muy crecida - mi pecho muy velloso. Manda 2 (dos) de el suple cuando traiga la Odecilla (o de carga) No he recibido El perro que no volvió (seré yo ese perro?) y tengo grandes deseos. Malos versos los de Lenc. Yo escribí a El Nuevecito escritor una boleta de tiradera por joder. Qué hay de Temis? Dónde está? Tengo ganas de escribirle pero no sé de su paradero. El tal Albertico Lleras... muy inteligente es pero me fregó con la botada de mis Prosas y de mi libro de recortes pegados y eso se llama un supremo egoísmo, nada más. Esto va largo. Largo? Larguísimo. Te incluyo tres boleticas que te ruego hagas llegar a manos de Roberto Liévano, Rafael Maya y Eduardo Castillo. A los amigos mil recuerdos y saludos. Tu adicto compa y amigo muy de veras León Mayo 12 Ví anoche la Odecilla; alcancé a notar un errorcillo: el primer verso (que después se repite) debe ser así: Oh Bolombolo país exótico y no nada utópico Felizmente no es de mucha importancia. Nada más ocurre por aquí. En espera de tus cartas. Il tuo amico Leo Parigi Caro (La Traviata) IV Junio 22 de 1926 Cascuemula (antes Cocojondo) Sr. Dr. José Restrepo Jaramillo Bogotá. Mi querido José: desde hace ocho días tu carta incontestada por las múltiples cuanto enojosas tareas, por el deprimente calor de los días y la tibia pereza de las noches, propicias no al sueño pero sí a la posición yacente y por una cierta vacuidad de la testa. Una evidente vacuidad de la testa que yo no sé por qué pero que existe. Cosas serán del clima sin duda y de mi aburrimiento y de mi convicción de que no vale la pena hacer ni comprender nada, pues es pequeño cuanto comprendamos o hagamos. Creo yo de mi. Firmemente. Y tanto que nada he hecho de Febrero para acá salvo la malhadada Odecilla, que justifica mi deseo de no hacer nada. Tu en cambio llevas tres cuentos, de los cuales los dos que conozco me placen harto y son harto bellos. El último no ha llegado todavía a mi poder. Tampoco los libros. Como tu carta vino por hidro, y éstos y los periódicos que me envías, por el correo... Será tener paciencia. Continúo recibiendo cartas de Zalamea. Nada sé de sus polémicas. Sólo conozco un artículo de Colín y otro de un señor Cardona. Así, así. Tampoco me parecen tan malos. Salvo que el señor Cardona está muy despistado hasta en lo de mi minoría de edad... (fáltame un mes para 31 años!!!) Por lo demás... Conoces la dureza de mi cáscara y el poco valor que le doy a conceptos ligeros, así sean en pró o en contra de mis zoqueterías. Esta ( ) de luna, la noche, como para un disparatorio de versos chirles o siquier dulzarrones cuando no entristados y lacrimantes. Bella para paseos a la vera de la mujer amada por pradecillos o cármenes. O para la solitaria meditación, al solo acompañar del río que a poco trecho sigue en su tarea tonta de deslizar sobre las arenas y de dar contra la roca. Pero canta bien el río, a media voz. Y eso se concierta a mi aburrimiento --fagot-- y al ambiente de luna --orquesta de cuerdas--. El río es el río y no violín ni piano. Bebiá y Comiá... El Domingo que hubo una borrachera fenomenal. El Ingeniero Jefe 2ª Sección - el Ingeniero Jefe 3ª Sección - el Médico 2ª Sección - yo Contador y dos empleados de aquí. Digo el Domingo... y empezó el Sábado a las 6 de la tarde! Emisarios por anís a una legua de aquí, a caballo en medio al aguacero más horrendo. Emisarios a Titiribí por cerveza y rones cantidades (3 leguas) etc. etc. Los 2 Ingenieros, el médico, uno de mis compañeros y yo inteligentes, buenos amigos, buena conversación etc. Todo el Domingo. Toda la noche del Sábado. Líquidos, líquidos, líquidos, como en una locura. Algo verdaderamente aterrador. Pena nos dió. No vas a contar, eh? (En charla pues eso a nadie importa, no?). No me eches cañas con tu Rivière! Trajimos un marico de Envigado NEPO y dos cocineras Nº 1 y comemos bien, muy bien. Suaves asados, jugosos jigotes, doradas, jetudos, barbudos, iguanas, gallinas, etc. etc. Ese marico es un gran inventor de platos rarísimos! Pero a ratos suspiro por el lomo relleno (insinuaréselo) y por el cilindro de pescado, inédito, ay!, para mis fauces. Los libros que me mandas muy buenos. La Bon fas lo tengo pero lo canjearé con Acevedo Díaz de Medellín a quien conoces, no? Proyecto (enviar) para el Suplemento unos versos de Acevedo. Unos sonetos que me parecen interesantes. Y unos versos de Porfirio Barba Jacob (Ricardo Arenales) que ví en una revista que me mandó Zalamea. Versos estos de grande intensidad y muy de mi gusto. Casualmente no conozco a Silbermann. Espero los libros y gracias. Avísame de lo que veas para hacerte una buena recomendación. Gracias! Gracias! Monederos falsos --Gide en francés-no olvides avisarme o retirarlo cuando llegue. Aunque por lo que me cuenta Borda Roldán (amigo de Paris bogotano) no es este de los buenos libros de Gide ni ha sido bien recibido. Y Rendón hablando de moralidad? Te mando unos retratos míos para que te rías harto. Consígueme uno de José Restrepo Jaramillo y del lunar aquel. Que me va a escribir Rendón! Ni qué Pacho Umaña ni tantos amigos a quienes escribí! Gente descomunal, abellacada y cuera! Me dedicaré al silencio. Cuál será el artículo de El Gráfico? Sobre la polémica Colinesco-Zalameosa? El desconsuelo por tu novela no me cuadra. Y por qué? Ya verás que no será como crees. Y si te gustaba debe gustarte. No te choca, ni te fastidia, ya verás. Mi paso por ahí --momentáneo siquier-- es un consuelo? Perhómbre! Valiente consuelo! Activa la aparición de la novela y mándala a los vuelos. Qué hubo de Roch y de Ribón? Nada yo de él volví a saber. Y de Zalamea y de mis papeles? El perro que no volvió y Los malditos llegaron, leílos, gusté de ellos, como te digo. Espero El intruso pronto. No llegaría ya ese correo? Gracias por los Suplementos. Y ojalá perseveres en la obra de nutrir mi curiosidad. Esos bellaquillos amigos míos qué van a escribirme! Para dónde te volarás? Escríbeme bastante ¡a mano! en máquina, como gustes, pero con frecuencia. Tuyo affo. León V La Herradura Julio 7 de 1926 Querido José: mientras te escribo largo, que será a fines de ésta en Medellín, para donde saldré el jueves en la noche, van estas cartas. Y estos versos de Juan de Balbec, que ojalá no se te ocurra decir que sean míos, ni suponer. Son de un mi amigo y son divertidos. Si te parece publícalos en El Espectador. Dile a Roberto Liévano que pronto le escribo. Lástima que Vidales no hubiera estado para la carta!! (Es una bobada la carta: rompe la corteza que la cubre y léela, en broma le escribí esos renglones. Léela pues.) Continúa sucediendo poco por el aquí. El último sábado parrandilla en Comiá para despedir a los dos ingenieros bogotanos que el Domingo salieron de paseo a la capital. Buena charla (13 tipos) buena cerveza, inmejorable anisado concordiano (te confieso que me parece mejor el titiribiceño y considero como la tapa de todos el de urrao. Palabra). A eso de las 3 de la mañana salimos de Comiá los de La Herradura y El Peñon, semi ebrios entre la noche negrísima, al galope de nuestras mulas por los caminos más azarosos y menos caminos que te imagines. Hasta jinete me tornaré. Espera pues el resto de Medellín. Famoso el Intruso. Ya lo recibí y lo volví a leer reproducido en Colombia. Bravo! Bravisimo! Un abrazo de affmo León En Medellín estaré unos cinco días. A nadie digas de quién recibiste esos versos, ála. To Mr José Restrepo Jaramillo - Bogotá From Mr León de Greiff - La Herradura, en Cascuemula antes Cocojondo. VI La Herradura Julio 23 de 1926 Mi querido José: pues de Medellín no pude escribir ni una línea por múliples causas entre otras la falta de concentración pues anduve difuso de aquí para allá. Salió otra guevonada de Tartarín Moreyra --si la lées ruégote leerla así-- y si sale en el Suplemento como las anteriores: "Y unas ganas de llegar a Guaca. - Para qué? - para conocer a ese - ah, si. Y lo viste? - No. Pero supe dónde vivía. Casa grande muy iluminada, como para ese. En la plaza con todo y reloj. Eran las 9 1/2 p/m Pero lo más curioso etc etc". Un enredo de Geometría. Parece un embudo. Tómate otra cerveza. Arias. Tal y tal cosa. Es de los nuevos? - No sé si es de los nuevos. Martínez. El se considera un formidable cronista. Hasta razón tendrá. Otro. Rusa muy rusa es la música rusa, con todo y sus fastuosidades mongólicas, persanas o indúes. Orientales, en fin. Y es que Rusia es más asiática que al!! Te parece raro? Tánta minucia? Pero es que me tiene jarto la vaina. Resulta que salí en la semana aquella como te lo anuncié pero me fui por Guaca. Sabes? Cauca rio abajo hasta la barca de El Canguerejo. Al otro lado Lomas. Caminos de medio metro a pico sobre la quebrada de Guaca. Guaca. Adivinada por su resplandor en la noche cerrada tres horas antes de saber dónde queda. Guaca. El verraco. No lo vi. Ví su casa (la iglesia) A mi me confundieron con el Verraco (Barbas rojas, briches, tubos, camisa de cow boy) en Medellín me confuncieron con el Indio ladino y armonioso (histórico). Salí a las 3 p/m Canguerejo 5 p/m - Guaca 9 1/2 p/m - Alto de las Cruces 12 de la noche (lo más frío que hay) - Prado a la 1 de la mañana - Itagüí a las 2 de la mañana - Medellín a las 2 3/4 a/m doce horas a lomo de Tulipán macho rucio (como el de Panza) y más material y ordinario que otra cosa. Quedé sentándome a ruego por varios días. Medellín cinco días. Regreso por Titiribí. Y aquí en Cocojondo. Poco tiempo he tenido pues es mucho el trabajo ahora. Te incluyo $10 para que tengas allá y me despaches de entre estas cosas o similares: William Blake cualquier libro dél (Le mariage du Ciel et de l'Enfer v.g.) Strindberg - La Sonate des Spectres. Eclairs Aimée Dostoyevski - Vie de Dostoyévski par sa fille. J.Benoist-Meclin - La musique et l'inmortalité dans l'oeuvre de Proust. Ramuz - La grande peur dans la montagne. Bernard Shaw - Le disciple du Diable Guy de Pourtalès - La vie de Franz Liszt Giraudoux - Simon le Pathétique (nouvelle version) Georges Gabory - Essai sur Marcel Proust. André Suarès - Présences Bernard Shaw - L'homme de destin - Le heros et le soldat Gide - Faux Monnayeurs Le Promethee mal enchainé Amyntas Les poesies d'André Walter Jacques Rivière - Nouvelles études André Maurois - Meïpe ou la delivrance Dostoyevski - Mémoirs ecrits dans un souterrain (editions Bossard) Edouard Dujardin - L'initiation au péche et a l'amour Drieu la Rochelle - L'Homme couvert de femmes Jean Paul Richter - Quintus Fixlein Gogol - Les ames mortes (editions Bossard) Jacques Boulenguer - Candidature au Stendhal Club Sigfried Siwerth - Les pirates du Lac Melar Georges Bernanos - Sous le soleil de Satan Asaz perecosa la misiva? Otro: puedes conseguirme un Nº de dominicales de El Tiempo donde hay una entrevista con Castillo? Otro: Qué hubo del Nº con tu retrato? Ya no olvides tu retrato -avec ou sans le lunar. Otro: has visto un artículo de Carlos Borges donde dizque se alude a mi importantísima persona? Grande y vana curiosidad por conocerlo. Leiste la carta a Vidales, a Roberto Liévano le escribo en esta semana. Que impresión sobre la misa del Maestro Uribe Holguín? Nada me dices. Tu El Inocente leído anoche. Y como me gustó. Creces día a día, oh Roch! Y cuéntame más cosas. La carta de Vidales contéstala tú... No? Ah, bueno... Entonces no. Entregado a Dostoyevski. Le Crime et le chatiment - L'Idiot - Le jouer - L'eternel mari. Hace días que no leo sino Dostoyevski Qué hay de tu novela en ediciones Colombia? Qué hay de Arciniegas y de Alberto Lleras y de García Herreros (los tres poseedores de mis manuscritos inéditos?) No es verdad que es admirable Alberto Lleras, cuando escribe no para El Tiempo sino por escribir? Qué hubo del periódico dellos? Qué hubo dellos? Ya se olvidaron de el viejo nuevo? Hace días que no me escribes, ala: Nada de versos. Arreglé definitivamente El Quatuor elegiaco en do menor y El Poema del Juglar Ebrio y tengo por ahí una cosa en gestación, un poemilla. No has publicado los versos que te he mandado? Y eso que no son míos. Qué tal. Un abrazo de tu affmo León VII Bogotá, Septiembre 12 1931 Mi querido José: como yo soy una persona muy cumplida, hoy mismo te contesto. Son algo así como las 10 de la noche, y apesar de ser Sábado, ya estoy en la casa. No obstante, de 6 p/m a 9 1/2 idem anduve con Rendón, ingiriendo suaves y ásperas ginebras: algo así como unas 10 de ellas bastante agradables. No enviaste lo de la polémica. Aquí publicaron hoy lo de Carrasquilla (atribuído), lo de Castro, y lo otro de Carrasquilla - pero no lo tuyo que era el que yo deseaba leer. Ojalá Don Ciro (con él la paz y el anís!) si me envíe toda la documentación about. A Pepe Mejía ha más de 20 días que no lo veo. Seguramente anda por otro lado. Yo casi no tópome sino con Rendón, con Medina, con Aurelio Arturo, con Zalamea Borda (Eduardo). Casi que con nadie más. Y conmigo mismo a ratos. Y con otros desdoblamientos de mi yo. Versos? de cuando en vez. Ando ahora con la vena erótica; cantando el mito nocturno con figuración de mujer. Pero no son versos, sino que lo serán en mejor ocasión. Por ser muy proyecto descubrí el que escribí en alguna carta para tí. Talvez los copie pero no serán visibles sino para tí y Ciro (muy en serio) por motivos que acaso le interesen a Bootes o a cualquiera otro camarada de esos del vacío matemático. No temo, sino que sé, que no serán de tu especial agrado. A mi suelen gustarme a ratos talvez porque estoy actualmente templado en esa tonalidad. Son varios Diálogos y Soliloquios en la sombra. Como estoy ligeramente alzado te copiaré de ellos: Número uno: -- Oh tú que estás cantando frente a la Sima Obscura (la voz asaz es rauca, mas es viril y enérgica) ¡cánta, cánta mil años y otros mil, y hasta Nunca! Oh tú, que estás cantando con voz salvaje y única frente a la Turba Hermética... -- Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido, ¿y atruena tus oídos mi ruda cantilena? ¡Otra ocasión será dolida avena frágil donde un sollozo se encadena al lino cristalino de su llanto...! -- Oh tú, que estás cantando frente al Cantil Absurdo (la voz asaz es rauca, mas es viril y eufónica) ¡no cantes ni mil años y otros mil, ni un segundo! Oh tú que estás cantando, vital y taciturno, frente a la Tribu Anónima! -- Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido: ¿enagena tus oídos mi ruda cantilena? ¡Otra ocasión mi túnica de amianto rasgaré, y en tu luz, Noche Morena, y en tu fuego, arderé, loca falena... -- Oh tú que estás cantando frente a la Tierra Tosca (tu voz asaz es recia, mas es viril y cálida) ¡cánta, cánta a la Noche nupcial y cariciosa! Oh tú, que estás cantando con voz sensual e indómita frente a la Selva en Ascuas! Duro es el canto que yo canto, canto de anfibolita o pórfido: ¿y Sirena serás y Circe para mí, agarena...? ¿Yá a tus oídos es rendida avena mi canto, que a tu cuello se encadena con el lino hialino de su llanto? --Oh tú, que estás cantando frente a mi Aduar Recóndito (tu voz es de cristales y es viril y calina) ¡cánta, cánta mil noches y Una Noche el gozoso canto ardido! ¡y al linde de mi tienda encendida! ¡y entre mis brazos! ¡y sobre mis ojos! NIF como comprendes, esas repeticiones son voluntarias e insistentes --talvez por mero capricho--. El clangor de las renunciaciones que fué el que empecé a copiar es muy largo te copio el principio para que veas el tono: Algunos empiezan por decir que el hombre es duro, que el hombre es rudo, que el hombre es áspero: mas cuánto es débil, mas cómo es débil... Yo regalé mi corazón, dando de adehala mi vida íntegra, y para que con él --endurecido-- se zurzan los calcetines en la paz / hogareña... Y toda una colección magnífica de ensueños que no alcanzó a imaginar Aladino, soplé como vilanos desde la erguida atalaya de mis sienes -- esa vez conquistadoras etc etc etc Una vez en el rútilo cobre verdoso del Rio Cauca ponentino disolver quise la Inútil Aventura: se me salía de la boca este grasoso potaje de la vida cotidiana. Clavé mi frente encinta, pletórica de Futuras Cosechas, en el ajenjo de öro de esas únicas aguas lustrales: como al madero de los naufragios su desdén me depuso en la / orilla. etc etc etc Otra ocasión el Rio Cauca ya sí recibirá la ofrenda de mi tosco madero. Lo besará con la lengua fogosa de sus aguas que el crepúsculo ya habrá teñido de amatistas! Lo contendrá en sus brazos que son –también-- de terciopelo tibio! Lo arrullarán las ondas que son –también-- acariciantes, aunque jamás como el perfume que dimana todo el conjunto de su sér maravilloso, ni como sus palabras amorosas que me envuelven a manera de / efluvios epitalámicos, ni como sus ojos fúlgidos, ni como su boca que se me dió definitivamente! etc etc etc fragmento 4º del número cuatro (de Diálogos y soliloquios en la sombra) Tu me dijiste con esa voz que afelpa la delicia y que hace áspera la pena y que agudiza el soplo trágico que en nuestro amor se inicia... Tu me dijiste, oh Mia, y tu voz era un trémulo susurro, del pungente dolor que tu corazón y que mi corazón desgarra... Tu me dijiste que nuestro amor le dará vuelta a los años más imperecedero cuanto más imposible, más real cuanto más restringido a las zonas del ensueño... Tu me dijiste, oh Mía, y tu voz era un trémulo susurro, de nuestra vida trunca, del equívoco enigma que nuestro amor / encierra, del dolor que nos quema los labios y los ojos nos nubla, las sienes nos aloca y el corazón nos asesina, inexorable... Tu me dijiste, oh Mia, palabras muy profundas... ¡pero efímeras / cuánto! ¿Qué pueden nuestros frágiles designios ante el amor turbulento? ¿Qué pueden nuestras débiles voces delante al vocerío ululante de nuestra sangre que me hace tuyo y te hace mía? etc etc etc Septiembre 28 1931 Aquí iba cuando --ya no sé por qué-- hube de suspender. Talvez porque advertí que no debía copiarte más versos. Después han sucedido mil cosas de todo género y de todo sabor. Ha habido noches hórridas y dias deleitables, noches de sutil fragancia y dias acerbos. Y lagunas, y lagos, y hasta algún pequeño océano. Hace ocho días tomé rumbo al norte sólo (con n ginebras) a las 11 de la noche del domingo, y amanecí en Mosquera (5 a/m); después hube de averiguar y Mosquera queda de aquí algo así como Caldas de Medellín. Otras ha habido excursiones, mas un poco menos lontanas. Versos también... algún próximo día te copiaré el Relato del acontista que voy terminando. Proyecto girar a Marceliano asi (para que te sirvas informarle: Oct. 10 - $20 - Oct. 20 $20 - Oct. 30 $20 y Nov. 10 $ el resto. No olvides y díle que apenas en esos días podré porque he estado (de veras) en grandes apuros monetarios. No te quito tiempo contándote mil detalles que no sabrá la Historia. - Son cosas absurdas y trágicas las que me ocurren ahora. Otras que valen mil vidas. Dile a Ciro y a Gustavo que la torpeza de la minoría liberal de la Cámara hizo fracasar lo de la Auditoría que era un hecho. Dile también a Ciro que el sábado recibí la carta y que la contesto en esta semana. Que Gabriel Cano no ha escrito esperando poder hacerlo con alguna buena noticia. Pero que aún no ha resultado nada. Y de lo tuyo? A Mexía no lo veo casi nunca. Mis últimas han sido al principio con Rendón y luego solo. Al fin no (párrafo ilegible) comparsas sobre la Polémica - y qué hay de la Página - Perfiles y Mañana no he enviado más porque los directores ofreciéronme enviar a Otto a José y a Ciro y dícenme hánlo hecho. ¿Así es? Perfiles talvez se fina. Mañana Nº 2 saldrá el sábado. No te pongo más pereques. Saludos a Ciro, Gustavo y otros amigos. Qué hubo del libro del Dr Castro? (no digas porque se creerá que es reclamo). Affmo amigo León VIII Bogotá, marzo 17 de 1936 Mi querido José: ya sabrás que estamos metidos en la aventura de hacer una revista de NOSOTROS LOS JOVENES (de espíritu, en último caso) y que reemplaza la centenarista, o peor, SENDEROS. Yo soy director del grupo de revistas del M. de E. N. Y Jorge Zalamea y yo somos los RESPONSABLES del fracaso (lagarto!) muy posible si nuestros compañeros eluden ayudarnos. El primer número irá dedicado a Carrasquilla, como homenaje, con ocasión del premio de Literatura (1935) a el otorgado; no crees posible ayudarme para ese número, también? Lo que escribiste en el Nº 20 de Claridad está en la misma forma, o le has hecho adiciones o variantes? Querrías escribir algo más --con pretexto de HACE TIEMPOS? Podrías conseguir fácilmente FOTOS de Carrasca en épocas diversas? Ese clisé de CLARIDAD lo podría prestar PATON LESCAUT? Podrías ver por conseguir colaboración de quienes valen, para la Revista? Para las otras entregas se necesitan tus cuentos, ensayos, y comentarios. Cuento con buena voluntad tuya, buena voluntad de ayudarme, de ayudarnos? EFE GOMEZ - CIRO - TULIO GONZALEZ - PATON LESCAUT - MEJIA Y MEJIA - MORA NARANJO - CASTRO - JARAMILLO - CANO - ALZATE AVENDAÑO - CADAVID URIBE - URIBE ESCOBAR (Yarumal) - PEDRO NEL - CARLOS POSADA AMADOR - Quiénes más? - PEPE MEXIA - MARCELIANO POSADA GOMEZ A don Efe todavía no he podido escribir, anda por Buriticá? Alredor de Carrasquilla, he escrito, fuera de a la propia persona suya de él, a Ciro y a Pepe. ¿No habrán hecho ninguna diligencia por conseguir lo solicitado? Próximamente te irán nuevas necedades. También te llegarán (y a Ciro) los DIEZ primeros volúmenes de la SELECCION SAMPER ORTEGA (cómo le habrá ardido a Samper tener que enviar la colección a la lista que le pasó Zalamea, y que escogimos Zalamea y yo...) Hasta pronto, Don Josefo. Cuidados te haces muy de mi-alma. Afectísimo, León Apartado 1019 A? Septiembre 1927 Mi querida amiga: de modo que quieres que nos escribamos así sin "eso acostumbrado como urgente en las cartas"? Entonces podríamos avanzar un poco más y perfeccionar tu deseo: díme que nombre de fantasía quieres adoptar y a ese nombre te escribiré y tu escribirás v.g. a Matías Aldecoa - Dirección General de Caminos. Estadística. No te hace la propuesta? O lo que tu quieras Suaty mía. No me contestaste mi pregunta: te choca que te diga que te quiero y más aún te choca que yo te quiera, plenamente y más allá? Franqueza, franqueza. Te reirás magnificamente de mi? Eso de mi pirata... no crées que te burlas un poquitín? Aunque te burles con tal que me escribas... y no demores más tus efigies. Si te he sentido a mi lado. Si te he sentido: lo triste es que tu no me hayas sentido... Si quisieras hacerte sentir y sentir tu misma? Esa sería una bella delicia. Para mi constituye una ventura pensar siquiera, siquiera soñar e imaginar sentirte a mi vera... No te vayas a reir ahora una vez más de estas exquisitas sensaciones mías desdichadamente para mí cerebrales sólamente! Oh, si fuera de otra guisa! Cómo sería mi locura! Verme en tus ojos! Aspirar tus perfumes y constatar la suavidad cálida de tus brazos de terciopelo. Has notado con cuánta frecuencia te hablo de aspirar tus cabellos? y oirte? Debe de ser sabroso, sensual y aéreo el timbre de tu voz. Algo soberanamente caricioso, que producirá embriagueces insospechadas. Casi imposible me ha sido escribirte. Imagínate que mi trabajo de Estadística es de lo más fatigoso y agotante que puede haber, de tal manera que salgo de la oficina bien cansado por eso y porque las fiebres me han dejado bastante abúlico y aperezado. En los días pasados anduvo por aquí Zalamea. Cosas ocurrieron divertidas y amenas. Discusiones literarias bien agresivas con la gente tonta y chata, pseudo académica y en todo caso no nada comprensiva de cosas nuevas o distintas de lo usual, manido y resobado. Además algunas francachelas y ebriedades de marca. Y sobre todo tu deseo de que demorara mi carta hasta la época probable de tu regreso a Bogotá. Me contarás tus sensaciones campesinas y otras? Me hablarás de muchas cosas que yo deseo oír de tu boca (interinamente las (texto incompleto sin enviar) A TOMAS CARRASQUILLA Bogotá, 9 de Marzo de 1936 Sr. Don TOMAS CARRASQUILLA MEDELLIN Mi querido Maestro: ante todo, luego de repetirte mi complacencia por la total mejoría de las vistas, mi agradecimiento muy rendido por el obsequio de DOMINICALES y HACE TIEMPOS, enjoyados con tan gentiles autógrafos. En la esperanza de poder enviarte mi TERCER MAMOTRETO, que debía haber salido en diciembre pasado, demoré escribirte, y luego en los meses siguientes... pero el libraco parece que no saldrá antes de abril. En ésa época te irá, para que rias bien socarronamente de mis esperpentos. Habrás de saber, ilustre Tomás, que hánme encargado de la dirección de las Revistas que ha de publicar el ministerio de Educación Nacional, cuyo primer número (de la literaria) sale el 1º de abril: y que (como es lógico) está dedicado al MAESTRO CARRASQUILLA (Carlos Malaquita). Y te pedimos (Jorge Zalamea y yo) los favores siguientes: un capítulo inédito de HACE TIEMPOS (tomo tercero o cuarto); todo lo más inédito, que quieras darnos; la indicación de lo que quisieras que reprodujeramos de lo publicado; el suministro (en préstamo) de fotografías tuyas, de todas las épocas, para hacer una buena página o varias, ICONOGRAFICAS del MAESTRO. Muchas jodencias en una, Don Tomás? Fuera de lo que benévolamente quieras donarnos, de adehala: qué tal ciertas notas autobiográficas bien chuscas, con harto adobo y aliño, magüer (o mejor) con vergajadas; o muy si señor en pose de seriedad magistral? De todos modos (ya yo solo) me quedo esperando, mi querido maestro; no vas a castigar mi osadía ni mi impertinencia, con silencio olimpicón, ni con dejar esa vaina para un día de estos. Con mi respeto, mi admiración y mi cariño de TIEMPOS, soy tu afectísmo amigo, León de Greiff APARTADO 1019 - BOGOTA HACE A ELADIO VELEZ Bogotá, marzo 18 de 1936 Sr.D. ELADIO VELEZ MEDELLIN Mi querido Maestro Eladio: necesito que me mandes YA, por AVION una EXCELENTE reproducción de tu retrato del Maestro Carrasquilla. Pero es YA, YA. Se trata de que yo soy DIRECTOR DE REVISTAS del Ministerio de Educación Nacional, y el primer número de la literaria será homenaje al MAESTRO CARRASCA. Necesito además que me envíes colaboración para ella, y las otras. Perdona la exigencia y la ¨necedad¨. A tus órdenes, en esta. Afectísimo amigo, León de Greiff Apartado 1019 Bogotá A EFE GOMEZ Mi querido Don Efe: No se trata sino de esto: he sido nombrado Director de Revistas del M. de E. N. , y necesito colaboración de... nosotros los jóvenes. De modo mi querido Maestro Quico, que va a haber qué dejar la abulia a un lado y jalarle a la pluma. Por ahora necesito sólamente una media docena de cosas inéditas de tu cosecha. Después iremos hablando más a espacio. El programa es bast (manuscrito inconcluso) A IGNACIO GÓMEZ JARAMILLO Bogotá 14 de julio de 1936 Señor Don IGNACIO GÓMEZ JARAMILLO Muy querido amigo: en la misma fecha te hemos despachado 5 ejemplares de Revista de las Indias Nº 1, cuyas tendencias conoces y que necesita de tu colaboración muy asidua y entusiasta. No solamente la personal, escrita y pintada, sino, además, la de escritores y artistas de ese país, y luego todavía otra: el envío de recortes y de material gráfico. Todo lo citado nos ha de ser de enorme utilidad, así como las sugestiones que se te ocurran en relación con la revista. De modo muy cordial enviamos muchas saludes a tu señora y al chico. Te anticipamos agradecimiento por cuanto hagas en beneficio de Revista de Indias. Amigos afectísimos JORGE ZALAMEA Secretario del Ministerio de Educación Nacional - LEÓN DE GREIFF Director de Revistas A MIGUEL SANTAMARÍA CARO Bogotá 14 de julio de 1936 Señor Doctor MIGUEL SANTAMARÍA CARO Legación de Colombia LIMA Distinguido señor y amigo: En la fecha le hemos despachado 5 ejemplares del Nº 1 de Revista de las Indias, publicación que desea llegar a ser un órgano de la cultura nacional. En la inteligencia de que su cooperación contribuirá muy eficazmente en el buen éxito de nuestro empeño, nos permitimos solicitar su colaboración personal, así como el envío de la de los escritores de ese país, recortes, material gráfico etc etc. Las sugestiones que se le ocurran en relación con la mejora de la Revista, nos serán de grande utilidad. Le anticipamos nuestro reconocimiento por cuanto le sea dable hacer en beneficio de Revista de las Indias, y nos suscribimos sus muy attos y s.s. y amigos. Secretario del Ministerio de Educación Nacional - LEÓN DE GREIFF Director de Revistas JORGE ZALAMEA Así mismo a ALBERTO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ - SATURNINO RESTREPO - ENRIQUE CABALLERO ESCOVAR - GONZALO ARIZA A JORGE ZALAMEA Bogotá Abril 28 1943 Mi querido JORGE: muy agradecidos en casa de mis padres y en la mia por su participación en nuestra pena. Sin duda que he perdido el hábito de escribir y no sólo poesías o sus sucedáneos sino también las no tan seviñescas léteras: bien que nunca, ni regular ni peor, fuí corresponsal notado y si un desidioso perpetrador de posibles cartas que casi jamás llevé al papel pues se quedaron en proyecto. ¡Pero como iban a ser de interesantes! Estoy por creer que un (manuscrito inconcluso) A MANUEL MOSQUERA GARCES DIRECCION DE EXTENSION CULTURAL Y BELLAS ARTES Bogotá, Febrero 22 de 1950 Señor Doctor MANUEL MOSQUERA GARCES Ministro de Educación Nacional E. S. D. Desde el 6 de diciembre del año pasado, horas después de salir de prisión aún inexplicable, ofrecí a Usted mi renuncia del cargo de Director de Extensión Cultural y Bellas Artes. Estimó Usted oportuno dejar para más tarde su consideración. Posteriormente, y teniendo en cuenta presiones de toda índole enderezadas a mi salida del Ministerio, le ofrecí nuevamente facilitar al Señor Ministro la solución de los pequeños problemas relacionados con apetitos en torno al empleo por mí desempeñado. Como quiera que el Señor Ministro nunca háme dicho nada concreto ni definido acerca de este mínimo problema burocrático, mi actitud ha sido y sigue siendo de fastidiosa espectativa y muy enojosa la espera de los aspirantes impacientes. Reiteradamente he ofrecido mi renuncia al Señor Ministro. Filosóficamente -yo soy estoico, Doctor Mosquerahe pasado por alto o dejado pasar por bajo reales o aparentes prescindencias de mi alta o baja persona en el estudio y planeamiento de las actividades atingentes al cargo que he venido desempeñando. Le he hablado de ello. He aludido a lo que dice la prensa de inactividades en la Extensión Cultural, cuando Usted sabe que nada se ha iniciado porque el Señor Ministro no manifestó sus propósitos. Me dijo siempre que estaba embargado en problemas de Rectores y Profesores de Colegios oficiales y de distribución de becas. Que lo de la Extensión Cultural vendría más tarde. Pero ocurre que en realidad se ha tratado y se trata de lo de la Extensión Cultural, no sé si a espaldas o dejando al margen al Director del Departamento, lo que significa --por lo menos-- que no hay fe en él y si manifiesta desconfianza. Creo no andar errado en esto. No se si todo sea vanidad y verduras de las veras o correveidilescas excursiones de las gentes bajunas, pero este ambiente ominoso de pasillos y secretarías y subsecretarías e infradependencias del Ministerio, ante el silencio reticente de quienes deberían hablar claro, es asfixiante para temperamentos francos, erguidos y netos como el mío. Por estas razones inmediatas, Señor Ministro, y por otras que me reservo por obvias o para mejor ocasión, pongo en sus manos mi renuncia del cargo de Director de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional. Del Señor Ministro, atentamente, LEÓN DE GREIFF Director del Departamento de Extensión Cultural y Bellas Artes A ERNESTO ANGULO PALAU Bogotá, noviembre 10 de 1953 Señor Coronel ERNESTO ANGULO PALAU Secretario General de la ACODA LA CIUDAD Apreciado Coronel: en respuesta a su atenta nota en que se sirve comunicarme que fuí designado Director Principal del Campeonto Nacional de Ajedrez, próximo a iniciarse, en su muy digna compañía, tengo el sentimiento de verme constreñido a no aceptar la honrosa designación, por motivos para mí poderosos. Doy mis rendidos agradecimientos a la Asociación Colombiana de Ajedrez y me suscribo de la ACODA y de usted, seguro servidor y amigo. LEÓN DE GREIFF A GUILLERMO ECHAVARRIA MISAS Bogota, mayo 13 de 1959 Señor Don GUILLERMO ECHAVARRIA Ap. Aéreo 574 Medellín Muy estimado señor: He recibido la reproducción del mapa de Antioquia levantado por don Carlos Segismundo mi bisabuelo. Le agradezco el envío, mucho mas de lo que usted puede imaginar, ya que el ejemplar de la edición original, que poseo, esta casi destruído. El observatorio Astronómico Nacional y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, deseosos de conseguir sendos ejemplares de él, para sus Mapotecas, desean saber como sería posible adquirirlos. A sus directores les mostré el que usted amablemente me remitió. También esta interesado en el mapa mi hermano Otto. Lo saluda muy cordialmente y quisiera cumplir sus órdenes en Suecia --a partir del mes entrante-su atento y seguro servidor, LEON DE GREIFF A JONAS PALM Stockholm, 20 juni 1959 Dear Mr. Palm: Deliberately I have not answer your letter of 20 april, because --few days after I receive it-the Government offered me the charge of first Secretary of the Embassy of Colombia in Sweden. Then I thought that it was better to write you from Stockholm, or go to see you at Lund, the old city which I desire to visit by reasons that you will find justifieds. One of my nephews had made for you an genealogical sketch who shows the progeny of Carl Sigismund von Greiff and Lovisa Petronella Faxe. I am the grand son of Oscar, as you thought. I have the greatest interest to know, and, as you kindly offered me, to have with me the diary of C.S. von Greiff and the letters writen by he and his wife to their relatives and friends in Lund. I hope that I shall see you in Lund, if I can, whenever I have fulfiled with officials compromises, and when I have obtained my installation in Stockholm. My youngest son, Axel, is with me in Sweden. I present you and your family my affectionate regards, and I have the honour to be your sure servant, friend and pariente. LEÓN DE GREIFF Östermalmsgatan, 46 Ö STOCKHOLM A MARUJA MÉNDEZ MARIÑO Septiembre 29 1959 Mi querida MARUJA: recibí tu carta con suma emoción. No pensé que recordaras al viejo Bogislao (no tan viejo...) que tánto te estima y algo más, Maruja, no obstante la renuencia tuya en cumplir con lo pactado. El pacto sellado fue con lacre ardiente. Y el soneto anda por ahí a la mitad de medio hacer: no bastaba el aperitivo, Maruja. El soneto no era antes, ni en, sino después del pacto cumplido, sincronizado, unísono, por entrambas partes pactantes. Los sonetos de Bogislao están construídos --libremente-- en forma sonata: un breve Adagio, introducción al Allegro con brío. Un Andante con motto, molto cantabile. Un Scherzo vivacisimo, jubilante y un Allegro di molto, ma con fuocco, con su Coda en que aparece el tema de la introducción, porque Bogislao combina --libremente-- la forma sonata con la cíclica y el tema de la introducción se apersona en los cuatro movimientos, con variaciones rítmicas y tonales. Hasta ahora, en el primer cuarteto dél, sólo aparece el tema del aperitivo, primer tema del primer movimiento, antesala de la introducción. Muy sabroso el móvil o tema dado en fechas ya remotas: todavía se saborean mis labios golosos. Pero nunca quisiste pagar en efectivo mi querida Maruja, y de ése Poema (porque no iba a ser un mero soneto) solo quedó el deseo de que tu hubieras querido que se escribiera, y Bogislao se quedó con sus sedes y con sus hambres. Rómpe, si te parece, estas majaderías del viejo Bogislao --no tan viejo-- y escríbeme. Gozaría mucho con tus cartas y con otro retrato tuyo distinto del que conmigo tengo. Pónle como sello a tu firma, en rojo vivo tus labios allí impresos. Te contaré de las músicas que oiga: La 4a del otro barbuchas ya se escuchó dirigida por Hans Schmidt Isserstedt. Qué magnífico director. Harto le habría gustado a él, esa interpretación. Después oí a Gérard Souzay (Schubert - VIAJE DE INVIERNO - Pero que bien!). No me das tu dirección, te escribo a la tal Sala. Tu afectísimo LEO LUIS LEÓN FRANCISCO DE ASÍS (sic) BOGISLAO VON GREIFF Oestermalmsgatan 46 - O Karlavägen 115 - 2 - STOCKHOLM A ALBERTO LLERAS CAMARGO Quiero hacerte llegar la expresión de mi agradecimiento por el empleo para el que me ha designado tu gobierno, en la Suecia de mis átavos. Sólo él habría podido acordarse de este poeta, huraño y nunca solicitante, para honrarlo y favorecerlo. Comprendo que el afecto personal, el recuerdo de una vieja camaradería y la vinculación por afinidades de ordenes varios es lo que te ha movido --ante todo-a dispensarme ese cargo que --por lo demás-- entraña para mí un particularísimo significado sentimental, y en el que confío ser útil al país, a tu gobierno y ojalá también a tí. Te reitero mi admiración y mi cariño. Como sé del cúmulo de ocupaciones, preocupaciones y responsabilidades que cargan sobre tus hombros no he querido quitarte tiempo buscando la manera de darte las gracias a viva voz. Manda en toda ocasión a tu amigo de siempre. (manuscrito sin fechar -de 1959?) A CARLOS FACIO LINCE Stockholm, 3 de agosto de 1959 Señor Don CARLOS FACIO LINCE Director de Presupuesto y Contabilidad MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Tengo el gusto de acusar recibo del aviso de la remisión de un cheque a mi favor, correspondiente al mes de JULIO de 1959, por un valor de U.S. 562.00. Me permito poner en conocimiento de usted que considero que sobra deducir ninguna suma por concepto de afiliación a la CAJA NACIONAL DE PREVISION. Yo fuí trasladado al Servicio Diplomático de una Dependencia Oficial, y entiendo que se me hicieron ya deducciones que pasan de los $200.00 correspondientes a mi asignación en ésta. De usted atentamente. (borrador manuscrito) A RIDDARHUSET Stockholm den 11 mars 1960 RIDDARHUSET GENEALOGISKA AVDELNINGEN STOCKHOLM Undertecknad vore mycket tacksata ott konstnads förslag för renovering och lagning av vapenskölden Nr.1547 till hörande Riddarshusets vapensköldsamling. Jag skulle även vilja erhalla uppgift pa kostnaden för ett helt nytt vapen. Vad ar den vanligaste material som används för detta ändamal? Med utmärkt Förste Sekreterare högatning LEÓN DE GREIFF A ALBERTO AGUIRRE I Stockholm, 25 de julio de 1960 Señor Doctor ALBERTO AGUIRRE MEDELLÍN Señor Doctor Todo no ha sido sino un malentendido pues no quise mortificarlo. Usted esperaba una carta mía y yo esperaba --con el ejemplar en avión-- una carta suya. Nada más ha ocurrido. Y mi carta no es amarga ni seca --particularmente--: seco yo he sido siempre y la amargura no la veo por ninguna parte. Pero más tarde podremos hablar amistosamente cuando le haya pasado la mala impresión. Yo creo que si usted me envía por correo corriente (por avión sería ruinoso), por correo corriente y recomendado unos 30 ejemplares del libro, podré atender yo --un poco tarde-- a compromisos ya adquiridos con entidades y amigos. Ahora hay la posibilidad de una traducción de versos míos al alemán hecha por quien tradujo el Gran Burundún. Y Ilya Ehrenburg también necesita el libro para lo mismo. Los gastos del envío serán por cuenta de las regalías a que usted alude. Lo de las erratas será para que hablemos de ellas más tarde: cuando alguien que está en ello en Bogotá (por propia iniciativa) me las remita y yo las complete o rectifique). Yo nunca he tenido tampoco ánimo de lucro ni con esta edición ni con ninguna anterior, ni para nada. Se que usted tampoco pensó en ello y se que lo hizo por simpatía con mi obra. Y de ello le estoy agradecido, como es natural. Espero que modifique su actitud y que me tenga por quien soy: por su amigo magüer seco LEÓN DE GREIFF II Estocolmo, 25 de julio de 1961 Señor Doctor ALBERTO AGUIRRE Calle Maracaibo Nº 49-123 MEDELLÍN Sin sus noticias desde hace más de un año. Mientras llegan, sírvase hacerme remitir 20 ejemplares de mi libro. No le acusé recibo de los 30 (no 50 como le dijo usted a alguien) porque usted no dio respuesta a mi carta de entonces. No sé si remitió los ejemplares a Bogotá, a dos personas cuya dirección le dí. El valor del porte de estos 20 ejemplares, también con cargo a las REGALÍAS como usted dice (en realidad DERECHOS DE AUTOR). Atentamente, LEÓN DE GREIFF Embajada de Colombia Östermalmsgatan 46 Estocolmo - Suecia III Estocolmo, 3 de abril de 1962 Señor Doctor ALBERTO AGUIRRE Apartado aéreo 1395 MEDELLÍN Recibí los otros 24 ejemplares. Gracias. Hace ya más de dos años que se publicó el libraco OBRAS COMPLETAS de L. de G. (Aguirre - Editor) y hasta la fecha no he recibido ninguna noticia acerca de la cuantía de la edición, la liquidación de los derechos de autor ni de su pago. Quisiera saber algo de ello, por manera que espero carta suya sobre el particular, Doctor Aguirre. Muy atentamente, LEÓN DE GREIFF LDG/BME IV Estocolmo, 19 de abril de 1962 Señor Don ALBERTO AGUIRRE Apartado aéreo 1395 MEDELLÍN Recibí su carta del 13 de abril. Mis condiciones son las mismas convenidas en nuestra conversación última de entonces: 10% sobre el valor de la edición al precio de venta al público. De todo ello se trató entre algunos otros, usted y yo, con base en el contrato anterior (Federico Ospina). Ospina no pudo hacer la edición, posteriormente emprendida por usted aunque se proyectara con participación de otros caballeros. Espero su respuesta. Atentamente, LEÓN DE GREIFF A GERMAN ARCINIEGAS Stockholm, 8 de Marzo de 1961 Mi querido Germán: Parece que el sólido silencio fuera irrompible, pero no hay tal: sólo que como yo soy el solitario arrepentido de haberlo roto tántas veces para decir y escribir moxinifadas, resulto ahora ser algo demorado para y vacilo antes de romperlo. Me agradó mucho recibir letras tuyas así como la traducción de Folgore y las noticias en torno a su recitación. El éxito no sería tánto del relato como de la artista. Mil gracias de todas maneras mi querido Germán. No has vuelto a urdir Harmonías Esfumadas? Le daré tus recuerdos a los pinguinos si voy a saludarlos. Cordial saludo para tu familia, y un abrazo del Hosco, del Arbitrario ex-poeta Leo (borrador manuscrito) A GUILLERMO ABADÍA MORALES Mientras le escribo más de veras, ilustre portalira y bambuquero aquí van las Soledades. Afectísimo amigo LEO STOCKHOLM, XI-25 1961 Al Señor GUILLERMO ABADÍA (dedicatoria en el libro SOLEDADES DE SEIS POETAS SUECOS / traducción de Matica Goulard) A JOSE ANTONIO MONTALVO I Estocolmo, 12 de noviembre de 1962 Señor Doctor JOSE ANTONIO MONTALVO Ministro de Relaciones Exteriores BOGOTÁ Estimado Señor Ministro: Estoy vivamente agradecido, del Señor Presidente y de Usted, por los términos de su cablegrama del 10 de los corrientes, recibido hoy. Mi renuncia, en agosto, hubo de ser tácita, apenas, porque consideré que era mi deber permanecer al frente de la Embajada en vista del retiro del titular, Doctor Mora Londoño, no obstante mi impreparación y mi ninguna afición a la diplomacia. Ahora la presento de hecho, y a partir del 1 de enero de 1963, de acuerdo con los deseos del Señor Presidente y de Usted. Le ruego, en consecuencia, dictar las órdenes pertinentes enderezadas a que me sean enviadas, oportunamente, las sumas que me corresponden con motivo de mi retiro y viaje de regreso. Aprovecho esta oportunidad para suscribirme como su muy atento servidor y amigo, LEÓN DE GREIFF Encargado de Negocios a.i. II Estocolmo, 24 de junio de 1963 Señor Doctor JOSE ANTONIO MONTALVO Ministro de Relaciones Exteriores BOGOTÁ Señor Ministro: Nuevamente preséntole renuncia del cargo de Primer Secretario (Encargado de Asuntos Consulares) de la Embajada de Colombia en Suecia. Desde enero estoy esperando ser reemplazado, como usted ha de recordarlo. Ahora que, con la llegada de la Señora Consejero, ceso de ser Encargado de Negocios ad interim, insisto en que se solucione mi pequeño problema personal. Tengo derecho, otrosí, a las vacaciones correspondientes al año comprendido entre el 16 de junio de 1962 y el 15 de junio de 1963. Me subscribo del Señor Ministro como su atento servidor y amigo, LEÓN DE GREIFF Primer Secretario Encargado de AsuntosConsulares A LEONOR URIBE DE VILLEGAS Estocolmo, 6 de mayo de 1963 Señora Doña LEONOR URIBE DE VILLEGAS Avenida 2ª Oeste Nº 6-74 CALI Distinguida Señora: Muy agradecido por haberme comunicado el nombramiento que se le ha hecho, del cual yo ya tenía conocimiento oficial, y que me complace. En realidad desde hace muchos años soy amigo de Rómulo, a quien no volví a ver, Alfonso y Jaime Duque, si bien no me encuentro con frecuencia sino con el menor de ellos. Claro que esta amistad se prolongaría a través de sus sobrinos si yo no estuviera casi a punto de salir de Suecia. Espero desde el 1º de enero mi reemplazo, de manera que no sé si a fines de junio, cuando usted y su familia lleguen, estaré aún por acá. Le retorno su saludo. Atentamente, LEÓN DE GREIFF A MARIO DE LA CUEVA LEÓN DE GREIFF Apartado Aéreo 14790 - Bogotá, Colombia Agosto 13, 1965 Doctor MARIO DE LA CUEVA Coordinador de Humanidades UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO, D.F. Muy distinguido amigo: Es muy grato para mí referirme a su atenta carta del 15 de julio, y a la vez presentarle mis excusas por la demora en responderla, pues cuando ésta llegó, me encontraba fuera del país. De acuerdo con su sugerencia, visité varias casas impresoras de discos. Parece que la firma IMPORTACIONES DARO tiene el equipo que se ajusta a las especificaciones dadas por ustedes y, en consecuencia, me permito enviarle adjunto a la presente, la propuesta presentada por esta firma. En caso de que usted lo considere necesario, puedo conseguir algunas otras ofertas para que el asunto quede arreglado en la mejor forma posible. Tuve el agrado de recibir una visita del señor Embajador de México, a quien prometí tener al corriente de las gestiones que se hicieran con relación a este asunto y le estoy enviando copia de la presente, así como una propuesta de Importaciones Daro, igual a la que incluyo para usted. Nuevamente le quiero expresar mis sinceros agradecimientos por su cordial atención y una vez más le deseo muchos éxitos en todas sus gestiones. Afectísimo amigo, LEÓN DE GREIFF A JORGE E BAQUERO RIVERA CÉSAR OSPINA BURITICA Diciembre 30 1969 Sres Doctores JORGE E BAQUERO RIVERA CÉSAR OSPINA BURITICA Calle 41 Nº 23-23 CALARCÁ Amigos míos: héme demorado en contestar a ustedes porque espero poder enviarles libros míos. Pero ocurre que uno impreso en Marzo de este año y que pensé recibir en esta quincena no lo tendré conmigo antes del 20 de Enero pues el Ministerio de Educación está en vacaciones. Sólo después del 8 de enero podré firmar un contrato (cosas del paz y salvo) para recibir el precio del libraco y unos ejemplares. Hacia Abril saldrá reimpreso el libraco OBRAS (NO) COMPLETAS mías, corregido y aumentado. Espero que ustedes me escriban y me digan a quienes he de remitir los ejemplares de los dos libracos, tan pronto como los tenga conmigo. He recibido y aceptado el envío de ustedes y los otros amigos con la seguridad de reciban y acepten mis obrejas autografiadas para cada uno de los generosos amigos calarqueños. Alguien que estuvo acá ya les daría noticias de mis propósitos. Agradecido amigo (borrador manuscrito) A JENNIFER SKIDMORE Bogotá May 16th 1970 Miss Jennifer Skidmore Editorial Department 21 John Street London WC1 Dear Miss Skidmore: I acknowledge receipt of your kind letter dated february 2nd (which I received while traveling abroad), asking for my permission to include El relato de Sergio Stepansky in the anthology of Latin American verse, to be edited by Mr. Enrique Caracciolo. It is a real pleasure for me to grant such permission and I thank you very much for having chosen this poem to be published. You are authorized to fix the fee for this publication. Yours sincerely, LEÓN DE GREIFF A JOSE GONZALEZ T. Sr. JOSÉ GONZALEZ T. Industria Licorera de Caldas - Apartado aéreo 98 MANIZALES Muy agradecido de ustedes por el generoso obsequio que recibí oportunamente. La demora en escribirles débese a que busqué alguna dirección aquí en Bogotá. Cosa que no logré. Daré cuenta con mis amigos báquicos del excelente Ron Viejo de Caldas. Cordial amigo (borrador manuscrito) A JOSE LÓPEZ BERMUDEZ Bogotá 23 de Noviembre 1970 JOSE LÓPEZ BERMUDEZ Comunidad Latinoamericana Escritores MEXICO D.F. - MEXICO Agradecido acepto. Atento saludo señor Presidente Electo. Cordialmente LEÓN DE GREIFF A IRENE JARA DE SOLORZANO Bogotá, D.E., 24 de Noviembre de 1970 Señora IRENE JARA DE SOLORZANO Vice-Ministra de Educación E. S. D. Apreciada doña IRENE: Con el fin de que usted tenga la amabilidad de ordenar a quien corresponda los trámites pertinentes para la exención del impuesto de salida, me permito transcribirle el siguiente marconi: POR ENCARGO NUESTRO AMIGO LICENCIADO LUIS ECHEVERRIA PRESIDENTE ELECTO MEXICO PERMITOME INVITARLO ACTO TOMA POSESION punto SU ATENCION PERSONAL FUE CONFIADA COMUNIDAD LATINOAMERICANA ESCRITORES punto RUEGOLE CONFIRMARME ESTA VIA POSIBILIDAD SU ASISTENCIA FIN ENVIARLE INVITACION Y PASAJE CORDIALMENTE JOSE LÓPEZ BERMUDEZ. Agradezco a usted la atención que se digne prestar a la presente, aprovecho la oportunidad para informarle que pienso viajar el próximo domingo 29 de Noviembre. Cordialmente. LEÓN DE GREIFF A ALBERTO F. CAÑAS Bogotá, Diciembre 31 de 1971 Sr. ALBERTO F. CAÑAS Ministro de Cultura, Juventud y Deportes SAN JOSÉ - COSTA RICA Distinguido Señor Ministro: De acuerdo con el señor Embajador de Costa Rica y con el señor Vice-Ministro de Transportes, he demorado mi respuesta a su generosa invitación a visitar su bella patria cara a mis sentimientos por razones obvias y ya añejas y no solo desde que estuve breves horas en San José (1945: aeropuerto) desde donde hablé por teléfono con el ilustre Joaquín García Monge --amigo mío por correspondencia--. Claro que acepto la invitación y --de acuerdo con los amigos Salazar Navarrete y Soto Borbón-creo que será para mediados de marzo, ya reiniciadas las actividades universitarias. Reciba usted, señor Ministro, el atento y cordial saludo de su agradecido servidor y amigo LEÓN DE GREIFF A LEOPOLDO ZEA Bogotá, Diciembre 31 de 1971 Sr.Profesor LEOPOLDO ZEA Director de Difusión Cultural Ciudad Universitaria - México D.F. REPÚBLICA DE MÉJICO Querido amigo: Claro que acepto la invitación que usted me hace para asistir a la 2ª Conferencia Latinoamericana de Difusión Cultural y Extensión Universitaria en México entre el 20 y 26 de febrero próximos. Y la acepto muy agradecido y agradado; como que amo profundamente a Méjico, desde antes de conocerlo en 1945: de conocerlo cara a cara. Sobra decirle nada más querido amigo don Leopoldo. Y en espera de verlo pronto me subscribo como su servidor y amigo LEÓN DE GREIFF A RODRIGO URIBE ECHAVARRIA Medellín, octubre 22 de 1973 Señor Doctor RODRIGO URIBE ECHAVARRIA Presidente de COLTEJER E. S. D. Apreciado doctor URIBE ECHAVARRÍA: Con relación a su atenta y generosa carta del 8 de octubre de 1973, quiero expresarle mi reconocimiento por los términos tan obligantes para mí, con que usted aprecia el sentido de mi obra. Si algo caracteriza mi vida literaria es el hecho de que nunca he renegado de mis tierras: la antioqueña, la sueca y la alemana. Antioqueños y suecos y alemanes fueron mis abuelos. Antioqueño, por tanto, soy yo, como lo son también mis hijos. Lo que más agradezco de este homenaje, es el acto en sí y la profundidad de su significado, porque implica que la tarea creadora ha sido entendida y valorada por mis paisanos; los cuales, por otra parte, están donde quiera en mi poesía, bien con referencia a personas, a situaciones o a lugares que fueron y son gratos a mi espíritu. El aspecto económico es secundario para mí. Lo importante es, le repito doctor Echavarría, la valoración de mi tarea creadora, cumplida como usted lo sabe, lejos de capillas de toda índole, en el silencio de mi inspiración personal. El hecho de que la empresa industrial COLTEJER haga reconocimento a un poeta, es muy significativo. Valga su ejemplo. Reciba por todo ello los sinceros agradecimientos de su amigo, LEÓN DE GREIFF A BELISARIO BETANCUR Bogotá, julio 16, 1975 Señor Doctor BELISARIO BETANCUR Presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF LA CIUDAD Señor Presidente de ANIF: Si Usted no me lo aclara, caigo en el error de imaginarme que el acto que me ofrece ofrecerme el día 17, tendría como causa mi fugaz tarea de contador de banco; y no habría aceptado, porque se me pone que me habría aburrido, ahora tanto como en 1915. Pero a ver a mis amigos congregados por Usted, sí que iré!, aunque yo no haya hecho nada distinto que levantarme durante no sé cuántas mañanas para dar motivo a que al cabo de ochenta años de hacerlo se me festeje por eso. Una fiesta a esa causa se me antoja emocionante. Les agradezco a ANIF, a sus afiliados y a Usted, los términos de su mensaje y las exageraciones que en él me dicen. Le envía un estrecho abrazo, su amigo LEÓN DE GREIFF A? Yo soy harto zurdo para expresar mi gratitud por su benévolo cuanto buído artículo en torno de mi libraco de variaciones. Pero si sabía de (tachado) zahorí su inteligencia y de sutil su sensibilidad como para estar convencido de lo orgulloso que me sentiré (sabiéndome leído por Ud --tachado--) sabiendo que mis truculencias poemáticas anduvieron en sus manos y se enaltecieron ante sus ojos. Dígnese aceptarme --que así lo he sido desde antaño-- como su desconocido admirador y amigo respetuoso LEÓN DE GREIFF (borrador de una carta probablemente dirigida a Baldomero Sanín Cano) En EL CORREO EN COLOMBIA – Tomo II Publicación de la Revista SEMANA – 2013 Aparece la siguiente carta: “Bogotá, junio de 1922 Señor secretario de la Academia Colombiana de la Lengua Habiendo emprendido este grupo la grata labor de limpiar el agro intelectual de amorreos, cananeos y filisteos, sabiendo, por referencias, que ese cuerpo conserva los más célebres fósiles, agradeceríamos a usted nos enviara una lista de tan ‘ilustres desconocidos’. Tiene esta solicitud el objeto de conocer los nombres de los individuos que componen ese asilo de inválidos mentales, muchos de los cuales serán empalados y estrangulados sin misericordia. Tenemos noticia de que todos estos señores, ancianos austeros pero miopes, cuya labor literaria ignora el país, son académicos tan solo por su edad bíblica. Ya lo había dicho Anatole France, en una célebre isla se mata a los ancianos, nosotros los hacemos académicos. De usted respetuosamente, León de Greiff – Ricardo Rendón Los Arquilóquidas” ALGUNAS CARTAS ENVIADAS POR LEÓN DE GREIFF (según anotación en una libreta) a CLEMENTE MANUEL ZAVALA - Barranquilla 16 V - 20 X de 1928 a RICARDO HINESTROSA DAZA - Bogotá 12 III 1928 a ADOLFO MARTÁ - Barranquilla 28 II- 23 VIII – XII 1928 a JOSÉ ALEJANDRO NAVAS - Bogotá 26 III 1926 - 1º VIII -14 X- 13 / XI 1927 - 12 III - 16 IV – 24 V - 9 VIII - 7 IX - 8 X 1928 - 20 I 1929 a JOSÉ RESTREPO JARAMILLO - Madrid 20 III - 20 X 1928 / 31 I - 24 V- 6 VII 1929 a JESÚS ANTONIO URIBE PRADA - Bogotá 8 X 1928 - X 1929 a ANA VILLAMIZAR 13 XI 1927 - 8 VI 1928 a SOFÍA VILLAMIZAR 28 II - 22 IX de 1928 a GERMÁN ARCINIEGAS - Bogotá 7 IX- XII 1928 a RAFAEL MAYA Bogotá 12 III 1926 - 15 I 1927 - 7 IX 1928 -14 III 1929 a OTTO DE GREIFF - 17 IX - 22 X - 2 XI – 10 XII 1928 - 1 - 20 - 31 I – / 1 II - 7 III – 2 - 4 – 24 IV - 14 V 1929 a OLAF DE GREIFF - 17 IX 1928 a ROBERT DE RIBÓN - Paris 2 XI 1928 - 31 I 1929 a GREGORIO CASTAÑEDA ARAGÓN - 3 XI 1928 – 20 I 1929 a LUIS ALZATE NOREÑA 20 X 1929 VARIA I El hábito de leer lleva en su sér íntimo --junto al sumo deleite-- un sedimento de cansancio, y el dolor que está en todo. Habremos leído todos los libros. Al menos J'ai lu tous les livres. Todos, porque con lo que de verdad hayamos leído nos formamos una idea de los demás, y, porque esos --pocos o muchos-son la síntesis básica del total, así como estos, como los que aún no se han escrito. La misión primordial del libro (dado que tenga alguna) debe de consistir, no propiamente en significar lo que dice, sino en sugerir, sin trabas ni límites, al capricho del que lée y a la medida de su cualidad imaginativa y de su espíritu fantástico o reposado o lento. El libro es un estimulante, un aperitivo para soñar, sentir, para pensar, glosar y discurrir. Es un inyector de curiosidad; de curiosidad-conocimiento. Y, con lo que hayamos leído, cuánto no hemos hecho vibrar en nosotros, cuántas cuerdas dormidas! e, in-mente, hemos escrito multitud de jugosos volúmenes. El amigo Xopen (Johan von Xopen) decía en alguna ocasión que de los libros no se saca sino desconsuelo. Mi buen amigo pasaba en ese tiempo una lamentable crujía de pesimismo y tanatismo cuasi definitiva. Nosotros le decíamos (sabios y perogrullescos) que el desconsuelo no era derivado del libro sino del momento, del ánimo del momento, del momento de ánimo, del medio etc., como es de uso en caso semejante. Luego hemos pensado y rumiado lentamente y por épocas, muchas tonterías a ese respecto... Una vez dijimos así: Leyendo la vida maravillosa del de Asís, el espíritu más impío, más refractario a la ilusa filosofía que el hermano Francisco practicó, no puede menos de sentir por él un suave cariño, la simpatía que se riega ledamente por las almas, y puede ser que se llegue a llamar hermano --no solamente a las cosas y seres pseudoirracionales o pseudo-insensitivas, cosa asaz perdonable-- sino al hombre. Al hombre el extraño mote de hermano!, palabra sin sentido, sin significado viable y lógico en ningún idioma o dialecto... acaso únicamente en el argot convencional... Y del mismo modo que ese espíritu, escéptico, razonador en frío, se hermana con el Santo de Asís, así el desconsolado presume de felice, radiante, gozoso, gayo... cuando lée la gesta optimista de algún temperamento entusiástico; el conforme se transfigura en un rebelde digno del anatema, si cata las oraciones de un apóstol de la nueva profecía; el ventrudo y romo burgués pálpase y siéntese ascético interesantísimo...; el poeta bohemio que nunca nada poseyó, de buenas a primeras le dá por creerse capitalista, nuevo rico, o, cuando menos, por encontrar en sí relevantes y ocultas cualidades de hacendista admirable... todo por influjo de lecturas hechas a mala hora...como diría el higienista, o a mala hora al sentir de un temeroso del Señor. Es la lectura fuente vigorizante para el pensar aletargado. Jamás la hemos considerado de otra manera --en sentido didáctico-- y casi ni de esa manera, porque la lectura, como todo lo bello, ha de ser inútil, sin uso, sin función pesada y fastidiosa. Menos aún vemos ni vimos en ella una causa permanente capaz de trocar nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestros ritos o nuestra aceda negación creadora, base de la entelequia. II 1915 II Pocos días ha, tuvo lugar el cabo de año de la muerte de nuestro hermano Gabriel Uribe Márquez. Estuvieron siempre sus ideales artísticos de acuerdo con los nuestros. Luchamos siempre por la misma manera literaria. Hoy al dar a la luz el número primero de Panida, antes que otra cosa queremos recordar la memoria del hermano, que, de no ser ya de los que habitan la ciudad del reposo, sería uno de los redactores de la Revista, de seguro el mejor de todos. Y no se extrañe que no tengamos para él las consabidas fórmulas necrológicas, fórmulas que de ninguna manera pueden estar acordes con el carácter y el modo de pensar del que tuvo siempre por norma de vida romper los viejos moldes.. PANIDA Nº 1, Medellín 15 II 1915 (nota sin firmar) III Por la calle, un payaso enharinado, montado en unos zancos descomunales, anunciaba la función: Esta noche, Señore, Gran Circo Tatalí. No faltar. El niño de goma, como también la mosca humana. Coplas que harán reír al público más serio. No faltar señore. Fui. Ante mis ojos, alucinados por los reflejos múltiples de los bombillos, el espectáculo pasó como una pesadilla. Oh, el niño de goma, que hace pensar en el cuerpo sin huesos; y la pobre niña frágil, tierna como un tallo, haciendo contorsionar su talle flaco y miserable; y el milagro de las ruedas; y las mil manos ocultas del malabarista prodigioso; y los payasos, con su gran boca roja, y las posturas inverosímiles de sus pies; y el funámbulo grueso y robusto que produce el escalofrío del terror cuando pasa de un trapecio a otro como un mono que fuera un hombre; y las ojeras espectrales de la niña del uniciclo; y la curva pura, matemática, de la hembra que expone la maravilla de su cuerpo, sin aparatos ni combinaciones, ante la mirada frívola de las damas elegantes... Todo: hasta el furioso redoble de los timbales mexicanos, y el discorde sonar de los clarinetes que rompe la harmonía clara de la luz y borra en el semblante el rictus que dejó la sonrisa producida por el último chiste del payaso de la cara blanca y de la boca roja como una herida, desfila aún por mi cerebro, y resuena en mis oídos, y hace plegar mi boca en una sonrisa más melancólica que alegre... Mañana, dónde estará la niña frágil como un tallo...? PANIDA Nº 1, Medellín 15 II 1915 (nota sin firmar) IV Francis Jammes. - Poeta francés contemporáneo, cantor de lo pequeño y de lo humilde. Escribe Jean de Gourmont hablando de Jammes: Cuando el simbolismo agotaba todas las fantásticas bellezas verbales, la poesía de Jammes se apareció como una muchacha desnuda en el rocío de una mañana verdadera. Una vez más, un poeta descubría la naturaleza, la desnudaba, la contemplaba, la poseía, como a una mujer viva, de cuya sonrisa y de cuyo perfume se hubiera enamorado. Ha publicado: Clara d'Ellebeuse, Almaida d'Etremont y Manzana de Anís, encantadoras novelas; sus obras poéticas: Pensées des jardins, Clairières dans le ciel, le Triomphe de la Vie, y otras, todas ellas de crecido mérito poético y filosófico. PANIDA Nº 2, Medellín (nota sin firmar) V Omar Khayyam nació en Nischapour de Khorassan, en Persia, cuando mediaba el Siglo XI. Empleó su vida en logar conocimiento en toda cosa, especialmente en Astronomía. Fue uno de los ocho sabios encargados de reformar el calendario y autor de unas tablas astronómicas. Esto, su Poema Los Rubayata y algunas poesías sueltas, es lo único que de él se conoce. Los Rubayata, su obra principal, es el más bello poema que exalta la bondad de las doctrinas que enseñara Epicuro y que Lucrecio hizo eternas en su obra monumental. Es imposible hallar en tan pocas palabras un tal cúmulo de belleza y de sabiduría. Esa filosofía encantadora que nos enseña a amar y que dignifica la vida no pudo tener cantor más excelente. PANIDA Nº 2, Medellín 28 II 1915 (nota sin firmar) VI El jardín de Berenice. - En nuestra América apenas comienza a conocerse la obra de Maurice Barrés. El Jardín de Berenice es una elegía que escribió Barrés en el sumun de su estilo laberíntico. Es una novela elegíaca llena de misterios, de luces y de sombras; una novela llorada con lágrimas filosóficas, cruel a las veces, delicada y sutil. En ella es la frase cortada y metálica la que nos da el alma del libro --huelgan las complicaciones--. Es una corona de rosas negras que Barrés ciñe a la frente de Cosquillejas. Barrés quiere a España, adora a Theotocopuli, y siente un profundo interés por el alma de Zuloaga. Alberto Insúa cita de El misterio de Toledo, la siguiente frase que sintetiza el estilo de Barrés: Por tres veces he escuchado la canción de España. Y Barrés ha visitado a España por tres veces.. ¿Comprendéis? PANIDA Nº 2, Medellín 28 II 1915 (nota sin firmar) VII Antonio J. Cano. - Nos falta espacio para decir todo lo que quisiéramos sobre el poeta que hoy nos honra con su colaboración. Conocido es de nuestros lectores y bien querido de todos los que le conocen; de sus versos --alma nueva y rima nueva en nuevos moldes-- se desprende una corriente de sentimiento y de simpatía que va directamente del papel al cerebro y al corazón del que lee. Mostrarán la verdad de lo que decimos sus maravillosas Rimas Moriscas, Sendero de llanto y Hablaron nuestras manos, poesías cinceladas en nervio poético verdadero, y Amor de Caridad, en que dialogan ingenuamente Filomela y el Ruiseñor celeste de la Umbría. Sus versiones poéticas están a la altura de las mejores españolas y americanas. PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar) VIII Oscar Wilde. Poeta inglés --El esteta por excelencia--. Fue su vida misteriosa. Penado de la cárcel de Reading, por un delito que el mundo no ignora; allí escribió el célebre poema De Profundis a un compañero de prisión, C33; por esta cifra se le conoce mas que por su nombre. Se dice que murió; no se asegura. Triunfó su obra, cuando ya su nombre se había borrado de la mente del público. El éxito ruidoso de Salomé todavía resuena en los teatros de Europa y América. --Salomé es su triunfo más sonoro--. Max Nordau se rió de su estética, la tachó de postiza, quiso desgarrarla con su zarpa de oso viejo; le llamó simulador. Los poemas de Wilde son profundos y proféticos; su doctrina perdurará en el alma de las nuevas generaciones literarias. Escribió: Salomé, El retrato de Dorian Gray, bellísima novela, La Casa del Juicio y otros poemas semejantes. La Balada de la Cárcel de Reading, etc. Desde hace algunos años se dice que Inglaterra levantará un monumento a su memoria. PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar) IX Abel Farina. - De los poetas malditos. Espíritu atormentado, asaz independiente, de una bella independencia. Acaso el más profundo, el más original de nuestros poetas; de seguro el primero, si se atiende tanto a la intensidad de los sentimientos, al acertado empleo de las palabras, a la música (delicada, sutil o potente, según el asunto que trate) que tienen todas sus poesías... Pero lo que lo hace más interesante, al menos para nosotros, es el gesto y la manera de obrar de raro que tanto nos fascina. Más que sus preseas de artífice magnífico, mucho más, valen su rebeldía de incomprendido y la obscuridad que (para los más) hay en la mayor y acaso mejor parte de su obra; obscuridad encantadora que lo libra de ser un poeta popular. Y por sobre todo, para que más completamente lo admiremos, tiene ese extraño no sé qué atrayente: lo mismo que nos mueve a reverenciar a Poe, a Baudelaire, a Rimbaud: los poetas malditos. Entre lo que lleva publicado, recordamos ahora: Páginas Locas, Crisálidas, Modernas, Flautas de Pan, y muy valiosas versiones, artículos y conferencias, reveladoras todas ellas de su extraña y personal bizarría. PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar) X Miguel Zuláibar dió en la manía de hacer versos --malhadado vicio que tántas carreras tronchas, vicio nefando!--. Felizmente en mi no has encontrado morada propicia a tu desenvolvimiento! Mi alma ha estado siempre muy lejos de todas esas cosas que se cuentan en verso..., todas esas deliciosas trivialidades, todas dulces cántigas de amor. Si alguna vez he dejado que se produzca mi alma de poeta (que si la tengo), ha sido en formas antipoéticas, por decir así; pues no he cantado, propiamente, sino que, sereno, he disertado, como si estuviese en las avenidas de Atenas; sobre las causas finales, sobre la amargura de vivir y también acerca de otros motivos; como si pasease por las avenidas de Atenas con uno de esos grandes filósofos antiguos, tan amables por si mismos, y más que por ellos por ese ambiente luminoso y generoso de la Grecia en que tuvieron la suerte de vivir... Mis poemas, sin la emoción usual, sin apasionamientos, son las oraciones de mi culto a lo exótico y antinatural; son serenas fablas de mi modo de apreciar la vida, extraña manera de ver sin amar o aborrecer; de decir bellas o toscas frases que no nos inspira el entusiasmo sino la visión de la Belleza, de la Belleza inánime, marmórea, con los brazos truncos y la mirada vacía y los labios sin sangre... Miguel Zuláibar dió en la manía de hacer versos... Eran estos animados por las ternuras que yo abomino; radiantes de sentimiento, de verdad. Laudatorios, en su mayor parte, de la Dulcinea, de su Julieta de diez y seis años, de aquella que será, después, la esposa prolífica del médico, del alcalde o de cualquiera otra dignidad del municipio... Decían mucha hermosura sus versos; se hacían amables por su ingenuidad y por la ingenuidad del autor, pero nunca pude admirarlos: lo que brota naturalmente de nosotros no tiene gran mérito; decir lo que se siente no es un trabajo de poeta... y sin embargo cuanto fué mi cariño para Zuláibar! Por lo demás Zuláibar es un buen muchacho. Amigo del jugo sabio y de la música quejumbrosa que se toca en nuestros instrumentos; amante de francachelas y juergas; buen vividor de la vida tal como es... En esos días, cuando yo era un buen cristiano llegué a ser íntimo suyo...; bajaba de la altura impasible donde yo vivía la vida racional, hasta el tumulto de la vida de todos, de todos aquellos a quienes no inquieta la causa, el porqué de las cosas. Noches alegres hubo en que olvidé mi sistema filosófico; ebrio de vino y del ambiente de esos tabucos, busqué en la mentira de la mujer el goce vano, animal, sin gracia ninguna... Y dió Zuláibar en hacer versos... Era muy joven; veinte años jugosos como una fruta del trópico, talvez por eso yo hijo enteco de una raza sin anhelos, --todo alma, todo razón, todo misticismo filosófico-fuí más amigo de Zuláibar. Gozaba al ver su constitución robusta nadar en ese mar que no se hizo para mí... 1915 Hay otro manuscrito --quizás anterior-- y con ligeras variantes: XI Toto Perales dió en la manía de hacer versos. Malhadado vicio que tántas carreras troncha, vicio nefando: felizmente en mi no has hallado morada propicia para tu desenvolvimiento. Mi alma ha estado siempre muy lejos de todas esas cosas que se dicen en versos; todas esas deliciosas banalidades; todas esas dulces cántigas amorosas. Si alguna vez he dejado que se produzca mi alma de poeta, que sí la tengo, ha sido en poemas anti-poéticos, por así decir y que no he cantado sino serenamente, como disertan en las avenidas de Atenas, sobre el yo, sobre las causas finales, o sobre la amargura de vivir, algunos de aquellos grandes filósofos antiguos, tan amables por si mismos, y más que por ellos por ese ambiente generoso de la Grecia en que tuvieron la suerte de vivir... Mis poemas, sin emoción ni apasionamientos, son las oraciones de mi culto a lo exótico y antinatural; son serenas fablas de mi modo de apreciar la vida, extraña manera de ver sin amar, de decir bellas frases que no nos inspira la pasión sino la visión de la Belleza, de la Belleza inánime, marmórea, con los brazos truncos y la mirada vacía, y los labios sin sangre... Toto Perales dió en la manía de hacer versos... Eran estos bañados en las ternuras que yo abomino; radiantes de sentimiento, de verdad; laudatorios en su mayor parte de la Dulcinea, de su Julieta de 16 años, de aquella que será después la esposa prolífica del médico, el alcalde, o cualquiera otra dignidad del pueblo. Desbordaban belleza sus versos; se hacían amables por su ingenuidad y por la ingenuidad del autor, pero nunca pude admirarlos: lo que brota naturalmente de nosotros no tiene ningún mérito; decir lo que se siente no es un trabajo de poeta y sin embargo cuanto fué mi cariño para Perales. Por lo demás Perales era un buen muchacho. Amigo del jugo sabio, y de la música llorosa que se toca en nuestros instrumentos y amante de francachelas y juergas; buen vividor de la vida tal como és... En mis días, en que yo era un buen cristiano llegué a ser íntimo suyo; bajaba de la altura serena donde ya vivía la vida racional, hasta el tumulto de la vida de todos, de todos aquellos a quienes no inquieta la causa, el porqué de la vida... Noches alegres hubo en que olvidé mi sistema filosófico; ebrio de vino y del ambiente de esa atmósfera busqué en la mentira de la mujer el goce vano, animal, sin gracia ninguna. Y dió Perales en hacer versos... Era muy joven; 20 años jugosos como una fruta del trópico; talvez por eso yo, hijo enteco de una raza sin deseos, todo alma, todo sabiduría, todo razón, fuí más que amigo de Perales...: gozaba en ver esa constitución robusta nadar en un mar que no era hecho para mí... XII Mis bondadosos amigos Ferdinandus, Jova, Teo y Fortunato son los camaradas del apostolado de la vagancia. Lo son también Moreto, y Cornelio el eglógico. Hay otros adeptos a nuestra cofradía --se ve que somos una muy respetable congregación--. Y bien. Ferdinandus dijo alguna vez sus sabias Meditaciones acerca de la eximia profesión de la vagancia; en bodegones, cafetuchos y aún al aire libre los otros hemos levantado tribuna en pro de esas puras doctrinas. Ahora yo, Matías, estoy muy lejos de mis colegas, en tierra extraña, y tengo de hacer fructificar la buena nueva. Antes de todo voy a hacer una introducción de los fundadores del amable sistema. Fundadores, sí, porque en verdad que somos los primeros vagos científicos y conscientes --pues que hemos llegado al convencimiento de la excelsitud de nuestro credo, después de luengos análisis, y no antes de verificar enrevesadas fórmulas matemáticas que conducían a demostrar la excelencia, la soberana excelencia del rito. es sin duda uno de los teóricos. Ha profundizado mucho. Por lo demás es consecuente en sus principios --y lo será siempre?--. Tiene facultades, puede decirse, de excepción. Hubiera podido ser un médico eminente, una lumbrera sangredil. Pero ama deambular, lento, elevado, por las rúas de su puebluco; gusta matar los días en la montaña, meditando en los destinos de la digna bestia. Es apacible y cándido (?). Usa cabellera conveniente. Chambergo. Traje descuidado. Ojos verdes. Y sonríe con frecuencia. FERDINANDUS es el vago con oficio. Trabaja nominalmente. Es el vago noctámbulo (vagancia muy recomendable). No ama, ni amó, el estudio reglamentado. De baja estatura y rechoncho, cuadrado; come bien, bebe bien. Fuma en la pipa. Es paradójico, epicúreo, estoico y cínico. Una veste clara. Chambergo. Sonríe bonachonamente, casi imbecilmente. Está desnivelado. Hace versos humoristas. Es normalmente enamorado. Ojos claros. La cabellera conveniente. Gusta deambular por las rúas de su puebluco. Por temporadas se complace en analizar a la pobre bestia. JOVA llegó al conocimiento de la verdad después de hacer todos los oficios, sin hacer ninguno. Eso sí, desde niño huyó de la Universidad como de un centro de mediocrismo (en éso lo acompaña Aldecoa). TEO Fotógrafo ambulante. Turista sin dinero. Pintor sin materiales. Galanteador tenoriesco y un tanto poeta humorista, en veces, porque, esencialmente lo es sentimental. Largo, larguísimo. Delgado. Usa corbata conveniente. Es algo Crispín y Gil Blas aunque muy honesto. De cabellera muy lucida. Gusta deambular por las rúas de su puebluco, y aún ailleurs. Medita a ratos. Hace excursiones pintorescas a caza de paisajes. Ríe con frecuencia. Carácter variable. Traje descuidado. La nariz al azul siempre mirando. Los ojos de color bien. Chambergo. Sonríen sus zapatos en ocasiones y fuma pipa. es el vago involuntario. Duerme continuamente: cuando habla, de pie, sentado, caminando. Si está un poco grisé ríe con estrépito y sin motivo. Es el vago linfático. Además es un excelente caricaturista y dibujante. Hace versos en que aconseja andar, andar. Pero el no anda (es muy conveniente y muy sabio predicar lo que no hemos de hacer). También hace otras clases de versos. Usa traje claro. Sombrero blando o cachucha. Fuma pipa. Es apacible. Hace lo que le digan. Bebe bien, come bien. Sacrifica lamentablemente sus cabellos. Ojos obscuros. FORTUNATO es regodísimo y curista. Discípulo de los solipsos. De regocijado carácter. Muy competente elemento de juerga. Moreno de tez. Ojos negros creo. Delgado y canijo. Parlanchín. Manías oratorias. Recita versos ajenos y prosas suyas con el consabido sonsonete de los colegiantes solipsos. Estudia cosas abogadiles. Come y bebe, sobretodo lo segundo con recomendable entusiasmo. Gusta deambular por las rúas de su puebluco. MORETO el eglógico es dueño de múltiples facultades. Aspira a ingeniero. Hace deliciosas poesías sencillas, ora campestres, luego amatorias. Dibuja, pinta y caricaturiza. Entusiasta andariego y formidable trasegador de cervezas. Soñador. Quimérico. Es legendaria su facha larguirucha, flaquísima. Chambergo de alas taciturnas. Corbata muy bien. Sus zancas lo transportan rápidamente por los campos vecinos y por las rúas de su puebluco. Es un chico alegre. Ojos claros. Recita con desconsoladora frecuencia. Fuma pipa. CORNELIO En cuanto a MATÍAS ALDECOA: es, salvo opinión menos parcial, vago por temperamento y por educación. Enemigo profundo del estudio reglamentado. Devorador de libros (Jova también). Poeta (?) sofista y enmarañado. Enamorado gravemente. Sentimental a ratos. A ratos dizque impasible. Usa cabellera rubia, conveniente. Ojos grises. Viste de negro. Usa chambergo. En filosofía es epicúreo, estoico, paradojal, rabelesiano y cínico. Carácter intermitente. Bebe bien. Come bien. Gasta ebriedades helénicas, ateas, heroicas (en teoría) y peripatéticas. Nunca patéticas. Fuma pipas, gusta deambular por las rúas de su puebluco y por los campos. Es noctámbulo. Estático. Se produce verbalmente y por escrito con triste prodigalidad. Es músico mímico. Se embriaga de música. Pero no toca cornetín. De los ilustres Xavier y Pino no dije nada porque todavía no se han decidido a ingresar en nuestras huestes. Pero tienen en la sangre la infección y han de ceder... En otra copia fechada 1915? hay el texto siguiente con algunas variantes: XIII ...TEO llegó al conocimiento de la verdad después de hacer todos los oficios... sin hacer ninguno. La verdad: se trata aquí de una pequeña cofradía integrada por cinco, seis buenos amigos que loaban y creían en la vagancia, la dejación de toda tarea vulgar: en esa dejación, en esa vagancia cifraron ellos la sabiduría de la vida. Eso sí, desde niño huyó de la Universidad como de un antro de mediocrismo (en eso y en otras lo acompañó Aldecoa). Fotógrafo ambulante. Acuarelador al alcance de los turistas, en la costa, cabe los arruinados bastiones. Turista el mismo, sin dinero. Pintor horro de materiales para pintar. Galanteador tenoriesco y poeta humorista --a ratos-- porque esencialmente lo es sentimental con tintes trágicos. Largo, larguísimo. Flaco. Usa corbata conveniente. Es algo Crispín, algo Gil Blas, aunque de modo honesto. Lacia y de buena longitud la cabellera. Gusta deambular por las rúas de su puebluco, y aún ailleurs. Medita, hondamente, a veces, de una manera pesimista, fatalista. Hace excursiones pintorescas, a caza de paisajes. Ríe con frecuencia. Carácter variable. Burlón y maligno, siendo con frecuencia víctima, él mismo, de sus burlas y donaires. Tiene talento. Tiene corazón generoso. Es comprensivo. Entusiástico. Traje descuidado y típico. Ojos enrojecidos. La cabeza puesta de tal modo que siempre miran sus narices al azul. La nariz es pequeña y llena de ángulos y jorobas. Usa chambergo o gorra. Sonríen sus zapatos, en ocasiones. Fuma pipa. Bebe cerveza y otros... XIV Antonio Merizalde. - Yo quisiera iniciar las alabanzas de este poeta que encierra un alma dúplex: el alma de Juan Ramón Jiménez, alma de lágrimas y de emoción, y el alma de Francis Jammes, hecha toda de amor por la naturaleza, mas no por la Madre Naturaleza que nadie ha visto ni palpado, mentira que forjárase la imaginación de los poetas, sino por la naturaleza tangible, campos, llanos, montes, agua, hierbezuelas de los campos, y por la naturaleza vista y oída, sol, murmullo de las claras linfas agrestes entre la grama verde, trino de las aves y sinfonía del viento que pasa diciendo su dolor de peregrino a los árboles hermanos. Alma ingenua, alma doliente, alma corazón, corazón alma, llena de fragancias y músicas del monte: tus versos, como los de Jammes, han llevado mi corazón hasta los campos donde el llanto es propicio, y donde las lágrimas brotan de los ojos y por las mejillas corren --agua del corazón-- hasta dar en la tierra muerta de nuestras agruras; y, como los de Jiménez, como tienen una fragancia de emoción, han hecho nacer en mi un sentimiento: estado de ánima que más se siente que se expresa, porque la lengua no tiene la palabra angustiosa ni la frase temblante que digan cómo las lágrimas que por milagro de tus versos brotaran de los ojos cansados de llorar, han inundado mi corazón que se ahoga y que habrá muerte dulce y lenta, en un ambiente de rosas campesinas lleno de la música íntima de tus versos que rebosan la paradoja de un optimismo doloroso... PANIDA Nº 7, Medellín V X 1915 (nota sin firmar) XV Nosotros. - Los que como nosotros han vivido siempre aparte del lado práctico de la vida, de seguro conocen y experimentan el sumo placer que ese alejamiento proporciona. El fastidio ha presidido nuestros actos. Jamás en el ocaso de ningún día nos hemos sentido satisfechos; que siempre bajo la aparente superficialidad que nos decora, corre un líquido amargo y nos rodea un halo de desdén. A veces trocamos en lucha de primitivos ese marasmo, y ya es el delirio el que rige nuestra voluntad, quien fecundiza el pensamiento y entonces no es la esterilidad contemplativa de antes, sino una ubérrima floración de lyses monstruosos; manifestaciones enfermizas, degeneradas, pero más bellas; y es su cortejo obligado la grotesca grey de los zaheridores impotentes; y la grita de los ignaros es como un lejano acompañamiento de tambores y trompas para una sinfonía beethoviana. Consideramos la vida como una eterna espera, como un aguardar impaciente; y para que no se haga tan larga entretenemos las horas, que son los años, forjándonos ilusiones, los unos, o viviendo locuras los demás, que somos nosotros. PANIDA Nº 7, Medellín V X 1915 (nota sin firmar) XVI Erase por un villorrio de los Andes, con jurisdicción en las chocoanas regiones. Don Tisaza, ex-futuro consorte de la duquesa de Vista-Hermosa, y ahora dedicado a una andante andina; profesor de fotografía y pintura escenográfica, y asaz agudo manufactor de poemas canijos y mosenes --o mesones--; de él se cuentan escandalosas aventuras de cortesanas, y bacanales caudalosas con lujo de camorras y riñas; como también truculentas panzadas en compañía de Jove (por otro nombre Doña Fruta), excelente oficial ebanista y otras yerbas, de Fortunato Plácido y Tranquilo, profesor de baile, a quien conoceremos, --de Crispín Craso, ducho en malas artes y muy dado a Ducho si no mienten las crónicas--, y del morisco, moro o Morayma, yo qué sé, abogaducho visigodo y tunante, en fin, también, en compañía de Cristóbal Gris y de Mano Filipichines y del señor de los Lyses y Tules y Gasas, toda la fauna de la más fecunda Zona! Por el villorrio de los Andes andábase el truhán de Tisa, enamorando, todo él miradas tango y corbatines Brummelianos, echando labia sin ton pero con mucho son, como si quisiera dejar quedar mal su antiguo renombre de parlanchín desaforado. Poco preocupábase él de apostólicas disquisiciones, según barrunto yo por sus cartas que no me dicen de otra cosa que de esas sus aventuras cortejantes, sazonadas con aguardienteras marañonescas, y de otras bien picantes andanzas con mozas más o menos ortodoxas. José Cuadrado y Redondo (Jove) ebanista in-partibus --aunque nada de comadrón, señores latinistas-- hace ahora una sabia vida lejos de las gentes, aún de las gentes que otrora le placían. Motivos de extrasensibilidad y provocación, acaso no del todo injustificados, porque en verdad que han sido algunos con él duros de corazón y pequeños de espíritu, que el espíritu grande todo lo concibe, todo se lo explica y así todo lo perdona. Don José Redondo usa --entonces-- la envidiable vida del solitario --en cuanto a amigos se refiere-- y en medio a sus paradójicas extravagancias tan originales, tan bizarras. Lástima que su esterilidad absoluta nos prive del gozo de leerlo. Del convento Panida, del adusto convento Panida --que conventos hay que no son tales y que, sin serlo gozan de Prior y abrigan adustez y anacoretismo-del convento Panida hablaré y de sus santos hijos. En primer término, atendiendo a la categoría y al respeto que por categorías se gasta este rapsoda de tan prosaica gesta, debería hablar del Padre Prior, mas héte con la noticia de que allá nunca lo hubo, y si los hubo lo fueron nominales, por pocos días y por exigencias del uso, Fray Legris y Fray Mexía. Dellos diré y de los otros hermanos y de sus señales y pelos --que no eran pocos-- cuando el tiempo sea de hacerlo; de todos los hermanos y legos de esa non -sancta orden de los peripatéticos y glabros (antítesis), de los oblicuos y curvos y rectos, y aún retóricos búhos, pingüinos, cornejas y sapos. Nostálgicos, jocundos, atristados o satisfechos y rollizos (consecuencias del frailazgo), ya dedicados a viles ocupaciones bursátiles o del foro, o ingenieriles y hasta vagabundales --porque de todo se daba en la huerta del convento--. VI 1917 XVII Yo conocí a Matías Aldecoa en un cafetucho de ..., y de ello hace dos o tres años. Como que fué en 1915 cuando él hacía parte del grupo de PANIDA revista de Literatura y Arte en la cual revista si en verdad no escribió ni una línea no dejó de influir --por reflexión-- sobre algunos de sus camaradas (sobre Leo Legris y sobre Jean Christophe). Parlaba, eso sí, en los aquelarres y tenidas que ellos usaban, en el parque, cuando la Luna, o en el aposento de C.R. Pino, o en las oficinas, cuando no en el antedicho cafetucho, o en las Avenidas de la Q. Arriba... y en otros lugares, creo. Yo no asistía a esas casas. No más en el cafetucho que era semipúblico, no público del todo porque los tales Panidas monopolizaban el único salón (reminiscencias de la Vida de Bohemia de Murger...) y si algún burgués metía la nariz --y antes el vientre-- no permanecía allí ni minutos, a menos que quisiera aguantar todo género de bromas, sátiras, directas e indirectas, verdes en su casi totalidad. VI 1918 XVIII A Matías le encantaba la música, y consideraba por sobre todos al disforme Beethoven --más grande que el Himalaya y más profundo que lo desconocido--. Yo recuerdo --de eso hace dos, tres años-- la locura de Matías y de un su tío ya difunto, por una maravillosa obra del Sordo --como que era el adiós al piano--. En un café de clase ínfima, y en una mala pianola (me repito?), cuántas fueron las veces que la hicieron ejecutar! Hasta creo que noches enteras, y no tolerando otra cosa, al compás de los líquidos y envueltos en el humo de sus cigarros y pipas... Las luchas con los pisaverdes billaristas que pretendían imponer danzones y tonterías... Y después en los conciertos del Conservatorio; en pianos que, del pié de las ventanas oían, horas y horas; en aparatos de toda marca... el áspero Matías, el duro Matías, el Matías impávido, como un violín vibraba, como un violín gemía... y vibra y gime cada vez que logra escuchar algo del divino (y muy humano) Maestro! Por eso le séan perdonados muchos de sus yerros! 20 VI 1918 XIX No quiere decir el ser Académico que la víctima haya renunciado a ser buen escritor. Metafísicamente sería fácil probarlo con argumentos de razón natural, experimentalmente con ejemplos y talvez, esforzándose la parte favorable, sin argumentos, dejando a la ecuanimidad del juicio contrario la conclusión de la tesis. De verdad Morayma, y con conocimiento de causa, que no te acompaño en el panegírico a del Olmet. Talvez don Antón no sea rematadamente malo pero no alcanza a ser buen escritor. Sus ideas un poco trasnochadas quizá malamente identificándose con las tuyas puede que sea un bohemio de cartel pero aún no me convencen sus obras maestras. Del Olmet no alcanza a ser discutible como tampoco Jimenez que no tiene personalidad. Decididamente me quedo con Bourget, académico, y con sus análisis psicológicos y no con esa teoría luminosa de mediocres que han logrado torcer el buen gusto de Morayma, a pesar de la lucidez de su talento. Ya te irás acostumbrando --si continuamos escribiéndonos-- a ese tono mío que tú llamas pastoralesco y pedante y que no es ni siquiera de magister porque ignoro como el que más --ese tono adaptado, no sincero--. Parece que en el tiempo en que nos tratamos no logró tu penetración darse cuenta clara de mi sencillez que envuelvo a veces en amaneramiento, ni mi bondad y llaneza que calumnio formándome una personalidad fantástica claudicante, agria, agresiva y tosca para no dejar conocer mi bonhomía, mi debilidad atávica que aún no he logrado desprender de donde está arraigada. Même en mis versos habrás visto que me motejo de vagabundo, aventurero y truhán, bebedor formidable, nocturno impertérrito y quizá hasta decadente y refinado en mis vicios, perverso en mi condición, misántropo en principios... A fé que este es mi deseo y que como me pinto quisiera ser. Desgraciadamente mi impasibilidad me impide alimentar odios, mi trivialidad criticar amargamente, mi pereza agitarme, mi escepticismo afirmar y sostener principios aunque estos fueran vacuos e indiferentes y aunque versaran sobre gustos literarios, materia esta sobremodo plástica y dócil al divagar y al teorizar. Me sobran energías para forjarme ensueños quiméricos y si bien oculto mis producciones y reniego de ellas porque de lo mío si sé desmenuzar y aniquilar, por lo que se refiere a las creaciones de los demás me contento con leer o con cerrar el libro sin detenerme a vanos comentarios y análisis tan ajenos a mi manera de ser como al fabricante de zapatos la polémica sofística o el cálculo matemático o el contrapunto y la fuga. Esta sí que es de dómine regañón y preopinante. Pero qué le vamos a hacer: fumándome mis pipas o ingiriendo moka he dejado que el capricho afirme lo que mañana repudiará y que mi firma prohije lo que otra noche será para ella misma vana palabrería gárrula y pedantesca de quien sabe que desconocido. Ojalá den motivo mis opiniones a una réplica y esta a una otra mía --para ver de ir enredando el hilo y de ese tejido disparatado surja algo que sea para distraer tánto fastidio--. Esto decía Gaspar de la Noche, el jueves 8 de marzo ya casi al amanecer y entre tazas de moka, humarada de pipas y versos y más versos que no serán leídos. Juan Cristóbal Jueves 8 de Marzo XX Grotesco errar de esta a la otra y de la otra, a una distinta idea, sin descanso, no adquiriendo nunca una erudición durable, no apasionándose jamás por ninguna cosa, ante la seguridad de que un minuto después ha de enfriarse la emoción o habremos de cambiarla por otra diametralmente opuesta. Vaguedades que la hora hacía más brumosas... Brumas que el ensueño hacía más vagas. En el medio iba mi espíritu, en derrota, a la deriva como una chalupa rota... Dueño de mi, en ninguna hora he sido. Loco y más que loco, siempre, pero de una locura silenciosa y nada enfadosa. Locura interna solamente sin manifestaciones por afuera... Locura amable y que tolera el espíritu más cuerdo. A nadie ofendo, con ninguna idea choco, si bien pocas acepto. Luego de un paseo a F.... donde con pretexto de encontrar a varios amigos fuimos a mirar como fenecía un crepúsculo a pleno campo, hubimos de llevar nuestra osatura al Café, al acostumbrado Café de todo día donde el espíritu descansa en su desidia de pensar y en su desidia de obra. Rubia cerveza aborígen con ínfulas de alemana ponía brío en el ánima enferma, y ese ambiente cargado de humo y de palabrería, hacía más pesada (más) la lenta 22 I 1919 XXI Absolutamente nulo, completamente inútil, sin voluntad, sin deseos --casi-- es éste muy gentil señor mío. Yo no ahondo, ni escrutar quiero en su sér íntimo; yo le tengo miedo a leer en ese vago espíritu quien sabe qué amargas negruras, cuánto dolor y un tal cansancio. Pero --a la vista-- creo que es eso que digo y algo más que me callo, porque apenas lo conjeturo. Lo conocí hace muchos años y apesar de su juventud de entonces, ya estaba agostada su voluntad y el impulso de obrar ya era --como ahora-- casi negativo. No sé de que manera galvanizaba su inercia, pero es el caso que a las veces disfrazó su abulia y se agitó, vibró, sacudióse con arrestos de adolescente ágil y vivo... mas resultaron de corta duración esas descargas inducidas que se pasearon por la superficie suya sin penetrar ni una línea bajo de su costra. Por esos tiempos hacía versos, prosas, manifiestos de rebeldía estudiantil, parodias jocosas, para burlarse de profesores y bedeles. Tenía el entusiasmo --magüer ficticio-- y vivió la movida vida de sus años y de su carácter de estudiante bromista y jacarandoso, altivo y arbitrario. Luego, y por unos pocos meses siguió así su vivir, por el impulso recibido. Locamente y por siempre se enamoró de su única. Creo que todavía la ama del mismo amor, y creo que en ese amor está la clave de todo lo que se relaciona con mi amigo y con su psicosis. Vino después un largo período de vida anodina y vacua, lejos del burgo en donde había dejado todos sus ensueños de amor --por una parte-- y con sus camaradas sus ensueños de aventura y poesía y de amable bohemia literatizada. En esta Urbe pasó años, dos o tres años de su vivir solitario --casi-- pues no tenía relaciones sino con dos o tres amigos --sin contar, claro-- al que ésto escribe, y sin olvidar, tampoco, a dos o tres amigos dél, que todo el mundo desconoce y que él nombra con sonoro nombrar: Gaspard de la Nuit, Leo Le Gris, Lopillo de Aguinaga! Con sus poco numerables amigos creo que estuvo un algo dedicado a un vivir vagabundo, de ebriedades caudalosas y resonantes. Uno de sus compañeros y su pariente, tipo inteligente, desequilibrado y paradójico --ya muerto-- fué casi su hermano de esos días, y su socio en lamentables empresas de vinos y daifas y de sabrosas orgías de músicas sobrehumanas. El Gran Sordo presidía, y eran sus acólitos Schumann, Schubert, Bach, y los rusos estupefacientes, sin dejar en olvido a Grieg, el escandinavo que supo decir tanto a sus almas nórdicas y abstrusas. Cual pelícano de una idea epónima y desconocida según sabio decir de alguien que también lo es --vegeta fakírico el-- en otro tiempo ilustre y feliz amigo de los Panidas, y hoy elemento sin par (no simpar) y de consiguiente estéril, vacuo, inocuo. Labora cual pelícano de una idea menos abstrusa, en fábrica sinfónica, uber en dorado metal y selénico, encinta de monumentales fajos de representativos, ¡ay! no menos inasibles por estar más cercanos! Mísera soldada atrapa, que no basta para sus escarceos báquicos y bibliomaniacos, necesidades --ni para satisfacer sus vicios fumatorios y gastronómicos, cabe los restaurantes propicios y magnos, o sobre la alfombra verde si de suave banquete campestral y eglógico trátase. Qué más puede ganar el inhábil de nuestro amigo, que ni versos acierta a manufacturar y que no es ni alto y profundo periodista, ni no menos profundo y alto jurisperito, acucioso y argucioso abogado, eminente ingeniero, ni omnisapiente físico y sangredo? (Inconcluso-sin fecha) XXII I dont understand por Maestro, mi querido My Dear. Because I am only un Aprendiz --si de Brujo-- y no tan bolonio (tachado majadero) ni tan mentecato (tachado babilano). Para Maestro el que inventó la mamadera de gallo (si es así como se dice: consultar con los expertos), o la capadura de buey: ¿mamadura o mamadera? ¿capadura o capadera? El Doctor Christian me discutía en La Fonda Antioqueña (discusión iniciada en El Club Campestre) la exactitud de mi teoría --comprobada-- acerca de la vivencia, didascalia y deceso (por 2ª vez y definitiva) del Señor Mariscal Ney. El Doctor Christian --tan buen abogado, según Ciro-- no me vá a ganar aqueste pleito como si parece que ganará Patón Lescaut el de Cogotes. Manes del orate José Alviar el del dejo perplejo...! De Bermejal a Sibaté, del Doctor Azuad al Doktor Von Greiff, de Ceca a la Meca o de la Seca a la Mica o del Coco al Moka o de Scila a Caribdis o del Polo al palo o al pelo a la pila o a pula. De dedé a dadá y a dodó y arroró... Mordecai! (como decía Manolete). Llegó Marcuchi mientras tartajea Rojas. Ibáñez dice que si vá a Chaparral. Napo dice que él si es pariente de Castro Saavedra (que no yo). Pero Castro Saavedra tampoco es pariente de Barba Jacob. Mordecai! (como decía también --y antes-- El Espartero). XXIII Ese día estaba rico de un petulante sol. Ese día era como para ser gozado eurítmicamente, como para gustarlo, íntegro. Pero no concordó ese día mi desconsuelo con el esplendor solar y seguí triste y lánguido según costumbre y me interné en un cafetucho donde a compás con un vaso de cerveza rimé mis desventuras y cansancio. Indudablemente estoy destinado a una gris vida tarda. Es evidente que no encuentro --lejos de mi sueño-- alivio alguno al aburrimiento permanente ni las vocinglerías de los grupos camaradas, ni el remozante vino, nada es poderoso a mover la mole de mi fastidio... XXIV Talvez no acuda… Quizá ya no me alcance la educación psicofísica; tampoco el tiempo que me lo embargan cotidianas naderías y hasta de trascendencia. No iré, no voy definitivamente. Este que viérais aquí, Falstaff honesto, fue otro día, qué Hamlet! El III de los Ricardos, de ánima jibosa, si de rasgado corazón y heróico –por mal camino--. También fue tañedor de su laud, y en la tañencia, singular virtuoso, que dio en frío, formal instrumentista. Retórico no más? Quizá! Quizabes! “Nunca sabemos nada” recitaba Porfirio -– Barba Jacob, sobrino de su tío, Ramón, que martiriza la madera para esculpir figuras vigorosas--. “Nunca sabemos nada” ni es preciso, para vivir la vida que se vive. No que yo preconice la “muy dulce ignorancia” de ñito de Concordia ni el sólo sé que nada sé, que es modestia a-rebours. “Nunca sabemos nada” Retórico no más? Quizá! Quizabes! Nadie conoce el rumbo de las aves migratorias –fuera de patos: de las aves ilustres-. Nadie conoce el vuelo de las aves heráldicas, de las de cetrería, ni de las aves graves, como el Búho, señor, como el Cuervo poesco, como el Buitre Otro Yo de Prometeo. Se divaga… Mejor? Peor? Quizabes! Norte o Sur? Es igual. A babor? A estribor? La misma cosa. Recuerdo que otro día –por los días de antaño- yo fui Pastor de mi propio Rebaño. Boyero no! Pastor de Diosas Míticas! Bibiana, Budur, Xatlí, Morgana… Pastor de mi Rebaño de capretinas locas y de vírgenes necias, donas mal-maridadas y exvírgenes foletas de sus cuerpos gentiles. (Escrito en una invitación a unas conferencias de la Profesora de Educación Psicofísica Margot Hermer en la Biblioteca Nacional, Junio de 1947) XXV Día de total soledad y de sumo silencio. Solosilente bardo acerbo y en farniente absoluto. Hacer nada. Qué más sabio ejercicio? Un poco soso. Sosísimo sosiego. Hacer nada. Ni pensar? Pensar sí... naderías. Naderías en torno a nonada y nicosa --actual-- y a nocosa y ninada --de ayer--. Pensar monotemático, ruta de la locura, senda de la oquedad, atajo para llegar a esterilizar el pensamiento, otrora fértil y fantasioso. Helas! Y no es para tánto. Supervalorización de cotidiana ocurrencia sin importancia y trascendencia. Cotidiana y desde los tiempos de la sardina y de Upa. ¿De qué color serían los ojazos de Upa y de qué forma su naricilla cleopatricia? O sus ojuelos y su naso? De Upa tengo pocas referencias. Ninguna noticia. Y ni sería hembra. Quizá ni marimacho. Hasta sería varón de pelo en pecho y no de pechos en pelo... Hay que investigar acerca de Upa y de su Mito. Ahora mientras escribo, escucho a un quídam que habla pestes de mí --o de mi poesía--. Tiene acento de por los lados del Cumanday. Y no le gustó que no me sentase a su mesa hace una hora. Punto. Dejando de lado a Upa y al quídam, paso a otra cosa. Y sigo. Talvez para lograr el olvido, buscar otro derivativo (?). Buscar otra, --pretexto para mi canción y distracción en mi soledad--. Buscar otra, y aunque se llegue a lo mismo, sin mayor importancia o sin ninguna otra que la que se le dá. No sé si rubia, morena, trigueña, platinada o pelifulva. Y si de lacias o de ensortijadas cabelleras. Si ensortijados o lacios todos sus cabellos. Buscar otra. Elvira? Mura? Olga? María Teresa? Silvia? O la aún innominada? Tú, cuyo nombre ignoro aún, Innominada, si has de llegar, pues vénte ya, que se hace tarde. Lumbre hay todavía en mis sienes. Deseo arde todavía en mi carne y en mi sangre, si cada día me acerca a la vejez. Si has de llegar, pues vénte ya, que importa amar... Oh, tú!, la Innominada! Mientras llegas, te nombro dueña de lo que réstame, dueña de lo que fáltame, señora de mi flor de lis en el hombro, de mis estigmas en las sienes; de cuánto abrúmame y exáltame. Del corazón audaz aún. De mi sangre y mi nervio --siempre ella ardida y él erguido-- y de mi espíritu soberbio. Oh, tú! la Innominada! mientras llegas... Dí tú, mi corazón, a quien todo lo bajo, todo lo ruin, todo lo infiel / y lo vil legas? Pues, hombre, a quien con ello y ella apechó y buena pró le haga. Sin más parabasisar, sigue, prosigue tu empeño. El problema de hoy, es el programa de mañana. Y el programa de hoy será el problema de mañana (dentro de poco, con Dolores y sin ellos, que ya está trillado el camino). Oh tú, la Innominada, mientras llegas! Y en cuanto al programilla de mañana, será terminar el tramo de Insula y echar adelante a Sergio Stepansky y sus Circasianas? 11 XI 1953 8 años D.L.de G.O. (Don Luis de Greiff Obregón) (Bajo el Signo de Leo?) XXVI Si existe el don poético --pero, ni de origen noble, como dicen pseudo etimólogos, ni señor, sino dación-claro que habrá categorías. Si tu le tienes, Leo, tiénesle de asaz baja ley y si abundante, redundante en de más, y no estás muy seguro de tenelle. Si le tienes obras bien si le empleas, aún reincidente y por superposición ya que no alzas hasta darle construcción arquitectónica ni forma organizada. Quien carezca del dón --ni mínimo-- suélte los arreos y dése a función más amena, a más afin mester y a labor útil y de provecho para si y --de rechazo-para el denominado Parnaso. Don poético no de origen noble si apolíneo. No señor ni menos dómine, sino dación dada y para darse. XXVII Armando Palacios no es un arquitecto de las oligarquías sino el excelente pianista chileno bien conocido y muy admirado aún entre nosotros desde hace... ¿veintitrés años? En los tiempos del Café Windsor, cuando el Maestro Emilio Murillo protestaba contra ese melenudo jovencito sueco dizque poeta que no dejó que Armando Palacios tocara música colombiana en sus recitales, conocí al joven pianista Palacios, y luego en casa del Maestro Uribe Holguín y de la insigne artista doña Lucía Gutiérrez su esposa. Armando Palacios llegó ahora de nuevo a Bogotá. Dará algunos recitales y --si es posible-- con la OSN tocará en concierto. Creo que trae la Burlesca para piano y orquesta de Ricardo Strauss (compuesta en 1885) y quizá no oída aún en Bogotá y la Fantasía para piano y orquesta (de 1936) obra del músico chileno Alfonso Leng. XXVIII Como llegaremos a Beograd por los aires los tres reyes vagos - no sabíamos ni servio ni croata ni esloveno ni montenegrino ni dálmata, hubimos de ensayar --de nuevo-- nuestro francés (que sabemos leerlo y aún oirlo pero no parlarlo) para ver de lograr la manera de llegar a Liubliana de paso para Portoroz en el Adriático. Uno de los de la terna de reyes vagos (Bogislao) por señas consiguió un bock de cerveza y una veintena de cigarrillos rubios, otro de ellos (Beremundo) se paseó al azar, oriente a occidente, por la amplia rua sin duda la principal de la Urbe sin perder de vista la situación de Bogislao en la cervecería; el tercero, plantóse en una esquina, vigía oteante al acecho y a caza de un yugoslavo que --en su concepto, en el de Leo-- tuviese traza de saber francés y de entenderle el suyo (más vecino del de Villon y Apollinaire que del usual gabacho) pronunciado a la antioqueña. Media hora, una hora, en su atalaya Leo. Pasaron unas chicas de ojo ante sus ojos miopes. Nequáquam!: estas fermosas deas, si estatuarias, si locuacísimas, si gárrulas, si pimpantes no son --a juro-- políglotas. Pasó un grupo de estudiantes deportistas en más a juzgar por el atuendo y los implementos: raquetas y mazos.. Muy ruidosos. Pero qué guirigay el suyo de ellos! Ni bamba --como dicen en Cañasgordas-- que estos mocetones entiendan mi jeringonza galo-aburraense. Pero heos que aparece un nuestro coetáneo (de Leo, de Beremundo y de Bogislao) con un libraco bajo el brazo (el azul cuaderno bajo el ala) y del libraco era visible el título, en francés, si señor. Y el libraco era de poemas y los poemas de Rimbaud. Leo venció su timidez, trató de suprimir su tartamudez y se lanzó. Total que averiguó la ubicación de una agencia de turismo, de la de la estación central ferroviaria y la de un albergo --a precios no muy por las nubes-- para la pitanza del mediodía. Se despide de su interlocutor. Deja a Bogislao trasegando jarras de cerveza y a Beremundo peripatético papando moscas y guiñándole sus ojos ex-garzos a las bellas beogradensas. No había vuelos a Liubliana sino tres días después y un tren salió al filo del medio día (salió casi a la 1 de la tarde) para llegar doce horas después a Liubliana --término inmediato del viaje del trío de ex-poetas ex-reyes vagos. Leo compró un billete único para los tres (a sus dos otros-yoes los insaculó --perdón-vueltos entelequias en uno de los maletines de llevar a mano y que acomodó por ahí. Subió con su matalotaje (impedimenta) a un carro de segunda, acomodó su humanidad en su sitio reservado, dió fuego a un cigarrete, desmontó del naso sus anteojos, extrajo de su bolsillo un volúmen de cuentos de Lu Sin y a leerlos mientras el tren se movía y empezaba a mostrarse el paisaje. (La línea férrea en su mayor parte va paralela al Sava que en Beograd cae al Danubio) y que es río muy mentado en el Matías Sandorf de Jules Verne, así como la península de Istria, término mediato de esa parte del periplo del trío. En la península a más de la fortaleza de Picino (que no se vió) obran Trst, Koper, Piran, Portoroz, Pula y Rieca, es decir Trieste, Capo d'Istria, Pirano, Portorosso, Pola y Fiume (en italiano). A poco de moverse el trío, apareció el río Sava, no de gran caudal pero si harto bello. El Sava aparecerá también en el magno poemononón de los ríos gozados en el viaje, cronológicamente después del Danubio y antes del Drava, del Danubio otra vez en Viena y en Linz, del Inn, del Salza, del Isar, del Main (del Rin tapado por la niebla) y del Sequana. Antes del Danubio en Beograd, el Danubio en Budapest, el Dniépr, el Neva, el Moskva, el Volga, el Don, el Yenisei, el Irtitch, el Yantzé Kiang (nada azul), el Han, el Huangó (más rojo que amarillo). El Danubio es azul solo en los valses (texto inconcluso - Yugoslavia 1958) XXIX DOCE DE OCTUBRE Día de la Raza: ampliando el compás mejor sería decir Día de las Razas porque son tantas las que se conjugaron para formar la Iberoamericanidad: término más exacto que el socorrido y ab-usado de Hispanidad. En el conglomerado americo latino se fundieron con las sangres aborígenes las iberas, arábigo españolas y lusitanas y las francesas desde la época del descubrimiento para no entrar en las más recientes. Día de la Raza no es el término in-exacto preferible; día de la Ibero-americanidad --llamando iberos a los peninsulares: hispanos, lusos, judeo y arábigo españoles-- pero aún mejor de la Latino-americanidad y para que tenga un significado universal la fecha del descubrimiento, al 12 de octubre lógico es darle cabida en su celebración a todas las naciones y pueblos que han llevado allá los aportes de su sangre, de su trabajo, de su cultura. Desde los nórdicos, los del centro de Europa, los del cercano oriente y los africanos antaño conducidos como esclavos e incorporados --luego-en plan de igualdad a nuestros pueblos desde la independencia. La fecha del día del descubrimiento --es concepto personal sin alcance político de ningún género-- no es el de la Raza, el de una raza puesto que son muchas y de suma diversidad de pigmentos: las aborígenes, las euroasiáticas, las africanas en cuanto origen racial y en la cultura --científica, literaria, artística, filosófica-- existe la misma universalidad: la peninsular (hispana y lusitana), la francesa, la anglo-sajona, la germana, la nórdica, la italiana --para no hablar de las clásicas culturas orientales y greco-latinas-- básicas. En Colombia --donde nos consta-- se léen tánto autores españoles, como franceses, ingleses y norteamericanos y no pocos germanos, italianos, portugueses y escandinavos (traducidos) o en el idioma original en parte los franceses o de habla inglesa. El naturalista Mutis se carteaba con Ahlström (sueco) antes de 1824 (fragmento - Estocolmo, 1959) XXX En Karlavéguen 115 habita ahora la trinca de otros yoes y de los otros tues de los otros yoes. Que los míos a su turno tienen los suyos. Yo no tuteo a los míos pero los otros míos yoes tutéanse entre si que es una dicha. Pero yo a fuero de adusto, en mi condición de seco - aunque de suave corazón y de espíritu afectuoso, soy nada zalamero, poco expansivo y casi nunca llego a la familiaridad. Me emociono por dentro, sí, y cuánto y cómo, harto que me lo sé. En Karlavéguen 115-2 habita ahora la heteróclita trinca, de los bobalicones videntes y de los zahoríes romos en cofradía pan-babélica, disparatando a-capella (fuera de toda polifonía pero polifónicos etimológicamente sí) soltando gallos también como solistas. Imaginaos 4 nonetos de Webern, por ejemplo, que actuaran simultáneamente, batuteado cada noneto por un maestro concertador: nuestros cuatro maestros concertadores somos Bogislao, Beremundo, Sergio Stepanovich Stepansky y el Lao Leo y cada uno es, a más de director, solista, en el noneto vecino --a la izquierda--. Dirige el 1er conjunto, Bogislao, y toca el trombón en el 2º. Dirige el 2º Beremundo, y toca la trompeta en el 3º. Dirige el 3º Sergio Stepanovich Stepansky y toca la trompa en el 4º. El Lao Leo dirige el 4º y toca el oboe en el 1er conjunto. El Lao Leo no tañe el azumbaibe --en las sonatas-dúo-- desde que salió del altiplano, desde meses antes de salir. Y el azumbaibe, ni es solista ni aprovecha en conjuntos mayores que el plural mínimo. Tomemos por ejemplo el Noneto de Webern que escuchamos ha poco. Se trata del Concierto para nueve instrumentos opus 24 de 1934. Y lo llamamos Noneto para abreviar --nada tiene que ver con el Noneto como forma ya conocida--. Es un Concierto para piano, violín, viola, flauta, oboe, clarinete, trompa, trompeta y trombón, si no nos fallan las mientes. El cuadruple Concierto desconcertado que la trinca ejecuta de contino es de escucharse y de no oirse, o de no escucharse y de irse, porque no es para las gentes de orejas largas y de cortos cacúmenes y de sordas centrales receptoras. Es un desconcertado cuádruple concierto de 36 voces solistas. La melodía es del Lao Leo, la armonización es de Beremundo, el ritmo, de Sergio Stepanovich Stepansky y la instrumentación es de Bogislao. Y el es siempre distinto y es uno sólo siempre: el tema que preside y define las Variaciones Alredor de Nada. Este es el tema, múltiple y único. Plural y singular, solo y vario. Los temas son éstos: pares o nones. Nones o Pares al infinito. Pares y Nones en progresión aritmética y geométrica. Este es el Tema: ninguno. El Tratado absoluto de la Sintemática, está en el obrador. Se está en la faena de gestarlo y de darlo luego a luz. Ya se cumplió a cabalidad la función genitora. Se llevará el tiempo completo: que no vaya a resultar sietemesino el engendro. Septiembre 15 1959 XXXI Beaujolais. Anoche Fischer Dieskau. Antenoche casa Heriberto. Tablas Boris Smyslov. Sin noticias dellos ni del ajedrez. Tendrá Boris los 3 1/2 de 12 que tiene Tal? Qué le pasa a Tal? En Paris hace un frío sabanero. Esta noche Menuhin y hermana. Pleyel. Pero estoy en Paris como en mi casa (que no existe sino metafóricamente). Todas las son y no son, valen o no cuentan, importan o son indiferentes. Sentencia de Perogrullo registrada por el paremiólogo N.N. Yo soy el que ya se está yendo. Yo soy el que nunca llegó. Viviendo, durando, muriendo, función del mito. Cifra de la nada. Símbolo del yo. Juglar absurdo y estupendo como nunca jamás otro se vió. Mayo 25 1962 Café Trocadero XXXII Ante un poco de Remy Martin tomo la péñola, bebo la bebida y garabateo unos renglones. Ya --antes, hoy-escribí cartas (6), haciendo qué esfuerzos! Pero no es por mi vieja pereza juvenil sino por la naciente de mi senectud (madura ya) Pereza que cultivo ahora más que la coseché --silvestre-- antaño. Cuando reanude mi comercio con la Poesía, tendré que hacer ya no un sonetín sino una serie de Odas Magnas a la Pereza (por fuera de la Nueva Farsa de los Pingüinos Peripatéticos, de las 3ª, 4ª y 5ª Admonición a los Impertinentes y de ene mas dos Relatos de Relatos derelictos e interdictos o invictos pero derrotados, no convictos, a saber: el Relato de Relato de Bogislao - el idem de idem de Pentademón - el idem de idem de Proclo el proclive - el idem de idem de Abdenagodonozor - los Siete Relatos (y medio) de beremundo, y los Relatillos del Lao Leo y de sus daimones y amanuenses (o estagiarios y aprendices de brujo) Y (no olvidarlos!) los cinco dísticos del Epitafio del Orate. Amén. Nada malo este cognac! (Pero servido en dosis mínimas: que parvedad!) Lo cual --es obvio-se corrige con la iteración, la reiteración y el sírvalo doble! (como acaba de ocurrir) Salud! Gaspar von der Nacht! El buen Gaspar posa y reposa en Estocolmo, descongelándose todavía: como se sabe, estuvo en Korpilombolo, convertido en témpano hialino, de 1926 a 1958. Si resiste la próxima invernada quizá torne con nos al Trópico. De donde jamás debió salir, así como Nos nunca debimos salir del silencio. Cierto es que a partir de 1955, reingresamos en él y en él estamos, magüer fugaces escapatorias. Y qué será de Flora y de Duhla (otoñales), --y de Jahel--, y qué de Gnydia, que no osó --y así Olga de Cali--, y qué de la existencialista Gabby y de la morena adolescente, mi vecina, que apareció en vísperas de mi viaje a Suecia. Conque todo se quedó en el preludio, como ocurrió con Mura. Para decir es tarde lo que jamás se dijo.Temprano todavía para nunca decirlo --1 y 14 pm-Herr over! otro doble cognac! No se está incumpliendo, Leo! como que todo esto que se borronea pertenece a la reserva del sumario y sólo se borronea para hacer memoria en Insula de Estocolmo o en la bicoca de Bogotá, si allá llegamos. La Poesía es cosa sumamente seria aún tomándola en broma, como juglar que somos, pero viviendo en ella y con ella siempre, por privilegio y suerte o malventura. Se es poeta como se es patizambo o majadero. Olé! Lectura de Relato de Claudio Monteflavo y de dos sonetos (ayer) para la Radio NN 200 marcos (52 US$) Berlín Septiembre 21 1962 12 y 35 pm (texto inconcluso) XXXIII Escribir una serie de Variaciones sobre “para decir es tarde etc” ¿O ya es un poco tarde para no haberlas escrito o “temprano todavía” para nunca escribirlas? Que los Númenes lo decidan! Oh Númenes! Cardúmenes y volúmenes de Númenes horros de cacúmenes y perfúmenes!!! (y de lúmenes! –otrosí--). Queden por fuera los resúmenes: que no se es lacónico por estos andurriales leonescos –y los Cerúmenes –por estética--. Stockholm Abril 21 1963 XXXIV Mañana dejo a Suecia por 3ª (y última) vez. Sin amargura, sin placer. Quise volver a dar una vuelta por acá. No solo por A sino también por B. Es ésta una entelequia? Un otro mito? Una imposible realidad, si real en sí, una posible quimera inasible, si mía en sí. No por el almanaque (40 años entre los dos) sino muy ponderables imponderables. Pero sí es mía, B, porque lo acepta: pero no lo será, de veras, porque nó (sin razones, fuera de las pascalianas). Yo, señor, soy acontista. También en este caso: la flecha dió en el blanco, quand mème. Otra cosa es que no haya descendido aquesta nube aunque quiso caer en los brazos del arquero vetusto (que no senil). Saludos a Victor Hugo adolescente a los 80 años!! Bueno, pues, Bogislao. Es mía B en el espacio y en el tiempo, ya que no en la yacija. Y qué habrá de Macuna? Acabo de adquirir 3 ejemplares suecos. Bossuet anda en la danza si no como águila de Meaux (?) pero si como obispo o arzobispo de donde sabemos para ver si Macuna o Sor Luna o la gabina dan lugar a su empleo. Buenas noches, Beremundo! otro cognac, entanto. Entanto opera como catabacaulesista (sin Variaciones Goldberg, ni Variaciones alredor de nada). Stockholm Julio 14 1965 9.15 pm XXXV Ha ingresado en la nómina de mis lectores, Fedro* el Veloz. Tampoco ha logrado desentrañar el sentido recóndito de la mi sosa y desordenada prosa. Le queda tiempo para ello, que es jóven. Lástima que no sea heroico: no pudo leer sino la página primera de Prosas de Gaspar... Solo el perseverante Bogislao el Doliente leyó todas las Prosas. Fedro el Velocísimo dió por leido el librejo con la docena de renglones que transcribe. Hasta aquí no hay ninguna voz anticuada. Tómase nota de que L de G es hombre paradojal y paradójico, es decir, paradojo por partida doble y en dos lenguas (paradojal no lo acepta el académico Diccionario señor idem). L de G si dice paradojal o paradojo o paradójico --por su libre capricho-pero no redundando. (* Fedro Guillén) TRADUCCIONES ES MEDIA NOCHE, DOCTOR SCHWEITZER GILBERT CESBRON LA HIJA DEL SULTAN Y EL BUEN JARDINERO HENRI GHEON VALERIA EDY GHILAIN SAUL ANDRE GIDE Textos de AUTOR DESCONOCIDO – RENE THEVENIN JEAN CASSOU – H. SULBLE y LUCIEN WILTER GILBERT CESBRON ES MEDIANOCHE, DOCTOR SCHWEITZER PIEZA EN DOS ACTOS Estrenada en Paris en el Théàtre de l'AthénéeLouis Jouvet el 2 de abril de 1951 PERSONAJES El Doctor Albert Schweitzer - El Padre Carlos de Ferrier - El Administrador Leblanc - El Comandante Lieuvin - La señorita María La pieza pasa toda en la oficina del hospital del Doctor Schweitzer, cerca de Lambaréné (Gabon) en agosto de 1914, de noche. ACTO PRIMERO SCHWEITZER, MARIA El despacho del doctor Schweitzer. Una pieza de construcción y de decoración rudimentarias, alumbrada por tres lámparas puestas sobre los muebles. En el fondo, una puerta doble con vidrios que da a una veranda que a su vez da a las tinieblas. A la derecha, otra puerta que se entiende que se abre a la sala de exámenes del doctor Schweitzer. Entre la puerta de la derecha y la del fondo, la mesa del doctor, cubierta de libros y objetos, y un pequeño botiquín. A la derecha una biblioteca. Es visible que ha sido confeccionada a base de cajas. Entre esta y la puerta del fondo, el piano del doctor Schweitzer. Sillas, uno o dos grabados, un calendario mural; a la izquierda un mapa de Africa. Un plano de las treinta barracas que constituyen el hospital fijado al muro, sobre la mesa. Cuando se levanta el telón, el doctor Schweitzer está solo en escena, ante su piano y toca un coral de Bach. En el curso del acto se oirá el chillido de los grillos, gritos de bestias, llamados misteriosos. Los personajes deberán, sin afectación, hacer sentir al público el calor, que es agobiador, a pesar de la noche. ESCENA PRIMERA Durante un momento Schweitzer toca dando la espalda al público. Está en camisa y pantalón de tela blanca. María, uniformada de enfermera, entra por la puerta de la derecha, con un paquete de cartas en la mano. Es bella, pero con la belleza patética de las rosas que el sol empieza a fatigar. Se aproxima al piano, escucha algún tiempo y habla finalmente. MARIA Es medianoche, doctor Schweitzer! SCHWEITZER (se estremece, se vuelve hacia ella, la saluda con un gesto de la cabeza, toca aún algunas notas, luego dice, sin volverse:) En mi casa son las seis, señorita María. El Angelus suena en este mismo momento en el campanario de Gunsbach, y mi pequeña hija se vuelve, durmiendo: un ángel pasa... MARIA (con firmeza) Aquí es medianoche y hay qué acostarse! SCHWEITZER (levantándose) Bien. Pero como se acuesta el sol: el sigue velando, el vela en otra parte! (vuelve a sentarse y pregunta súbitamente con una especie de angustia:) Escuchad! Es siempre eso? (toca un pasaje de Bach. María escucha atentamente y hace signos de que si.) Seguro? MARIA Si. SCHWEITZER (se detiene y, girando sobre el taburete, da la cara al público. Mira sus manos y dice a media voz:) Manos de leñador... de carpintero... MARIA De cirujano! SCHWEITZER (como si no hubiera oído) Ya no manos de organista! MARIA (bruscamente) Y yo? Tengo todavía siquiera una cara? SCHWEITZER (estupefacto) Pero... MARIA (a media voz y reclinando la cabeza) Una cara de mujer... SCHWEITZER (levantándose bruscamente) Os pesa! MARIA (vivamente) Pues no! SCHWEITZER (caminando nerviosamente) Os pesa vuestra decisión, vuestra partida. Hay que regresar a Europa, señorita María! Sí! Sí! Yo no le robaré jamás un minuto a nadie... MARIA Doctor, yo os aseguro... SCHWEITZER (continuando como para sí solo) El precio de un solo minuto! No es el mismo para ningún ser. Un mendigo que muera mañana... ¡su tiempo es mil veces más precioso que el mío! MARIA Pero el no sabe nada. SCHWEITZER Yo tampoco! Por esto es que el tiempo de los otros, de todos los otros, es sagrado! Prometédme, señorita María, que, si realmente... MARIA (sonriendo) Vuestro tiempo también es sagrado... y es más de media noche! SCHWEITZER (vacila un instante, luego, sonriente) Vamos! Dádme aún diez y seis compases de Bach: es una manera de detener el tiempo! (Toca de nuevo. Al cabo de un momento, se oye un tam-tam a lo lejos. María, que lo ha advertido antes que el doctor, va a entreabrir la puerta doble. Cesa el tam-tam. Schweitzer césa de tocar, se levanta, escucha y traduce) Niño... niño enfermo... (cesa el tam-tam.) Un niño enfermo, pero no oí el comienzo del mensaje. Véd, es preciso velar: nos va a llegar gente. (la mira un momento, en silencio, y dice dulcemente:) feliz esta noche... (Silencio. Bruscamente:) No sois Trabajemos! (María vuelve a tomar y compulsa el paquete de cartas que había colocado sobre el escritorio. Schweitzer se dirige a una mesa a la izquierda y toma una garrafa y un vaso.) Jugo de fruta? MARIA No, gracias. (Schweitzer se sienta, coloca la garrafa y el vaso en el escritorio. María ha abierto las cartas y enuncia el contenido.) La Universidad de Strasburgo os pregunta la fecha de vuestro retorno... (Schweitzer hace un gran gesto) y confirma que conserva vuestra cátedra vacante... SCHWEITZER (con esfuerzo) Escribamos al rector que no es necesario... que jamás regresaré, nunca jamás! (hablando como a sí solo.) Hacer carrera, yo? Vamos! Ha terminado todo eso, ha terminado! Qué más, señorita María? MARIA Vuestro editor ha recibido nueve solicitudes de traducción de vuestros libros sobre San Pablo; os ruega... SCHWEITZER (interrumpiéndola vivamente) Todo lo que él quiera! Tengo confianza en él! Y qué más? MARIA Siete propuestas de recitales de órgano para darlos en... (toma las cartas una a una.) Edimburgo... Estocolmo... Amsterdam... SCHWEITZER (deteniéndola) Para el próximo invierno? necesitamos el dinero... Aceptadlo todo: (se levanta y va hacia el plano fijado al muro.) barracas más antes del estío de 1915: Quiero tres maternidad, pequeña cirugía, locos... MARIA (hojeando el resto de cartas) He aquí, precisamente, donaciones, donaciones... SCHWEITZER Ah! qué sería de nosotros sin los amigos de Europa! MARIA (irritada) Decid mejor: que sería de los Negros sin nosotros! SCHWEITZER Si así lo queréis! Lo importante es que cada uno encuentra su socorro. MARIA (duramente) Para mí, hay aquellos que pagan con su dinero y los que pagan con su persona! SCHWEITZER (dulcemente) Para mí, hay aquellos que tienen mala conciencia y luego los que sonríen... MARIA Es un poco la misma cosa! SCHWEITZER (vivamente) No! puesto que vos no sonreís... Vamos, qué pasa? MARIA (se levanta y va a la puerta-ventana del fondo) Yo soy como la selva, como el Africa entera hacia la noche: yo espero el tornado... me asfixio... SCHWEITZER (se acerca a ella) El tornado pasó: las hojas se enderezan, la tierra bebió profundamente y los árboles tienen frescura hasta en el corazón... MARIA (a media voz) Dichosos los árboles! SCHWEITZER Mañana desde temprano el sol recomenzará a torturarlos en silencio, el Africa sedienta sufrirá. Pero vos, vos habréis reencontrado la acción y olvidaréis la noche detestable... (María se sienta de nuevo. Schweitzer la observa y luego dice, sirviéndose un vaso de jugo de fruta:) Un poco demasiado nerviosa para este clima! MARIA (semi-sonriente, semi-agresiva) Pero... vos también, doctor! Acabáis de derramar el jugo de fruta... SCHWEITZER (sonriendo) Lo he hecho adrede. MARIA Y (entonces) por qué? (levantándose repentinamente.) Escuchád! (ella se vuelve, confusa, tras un momento.) Había creído... SCHWEITZER Esa es Africa: se crée siempre... Y lo que no se oye, es lo verdaderamente peligroso! Id a dormir, señorita María. MARIA No! Esta noche no! Yo no podría... SCHWEITZER (sonriendo) A los chiquillos, demasiado enervados para dormirse, se les dice cuentos! Entonces, qué historia os referiré yo? Mi primera intervención, eso!, la noche de nuestra llegada. El enfermo extendido sobre dos cajas en el gallinero, transformado en sala de operaciones... La lámpara de petróleo que humeaba... Mi mujer que me secundaba un poco temblorosa... MARIA Temblando? SCHWEITZER Si, porque también había ocho pares de ojos blancos que nos cercaban en las tinieblas y seguían cada uno de mis gestos: ocho guerreros M'fan armados y emplumados como gallos de pelea! MARIA Y la operación salió bien? SCHWEITZER (sonriendo) De otro modo no estaríamos aquí! Esa noche derroté a todos los hechiceros de la gran selva! En la noche, los tam-tams regaban la noticia; al alba llegaban en piraguas, familias enteras; desde el desembarcadero se gritaba ya mi nuevo sobrenombre: N'tchinda... MARIA N'tchinda? SCHWEITZER El que corta bien! MARIA (tras un silencio) Y qué apodo me darías, vos, a mí? SCHWEITZER (sonriente pero grave) Balúa-lá… (María hace un gesto de interrogación) La que no ha elegido (escogido) todavía... MARIA (con voz un poco alterada) Conocéis también remedios para el alma, doctor Schweitzer? SCHWEITZER (lentamente) He aquí uno que me ha preservado hasta este día... este día de mis cuarenta años! Jamás me he sometido a la necesidad de ser un hombre razonable. MARIA Qué? SCHWEITZER Lo había jurado en mi juventud. Yo oía hablar a las personas mayores de su ideal y de su entusiasmo como de niños que hubiesen muerto. Me sobrecogió el terror de asermejármeles un día. Y entonces resolví atravesar la vida con un alma... intacta! MARIA (un poco irónica) Y eso os ha dado la felicidad? SCHWEITZER (tras un instante) Estamos en plena noche, en plena selva y solos; y, sin embargo, vacilo en confiaros esta verdad que no he aceptado sino después de tántos años: la felicidad no existe. MARIA (gritando casi) Yo no os creo! SCHWEITZER Verdad que se aprende pero que no se enseña! MARIA Y yo, yo estoy segura de que la felicidad existe! SCHWEITZER (imperiosamente) Sí, sí. Pero, si sois digna de ella, comprenderéis entonces que no tenéis derecho, que os es preciso asumir una parte del fardo del dolor del mundo... (silencio.) Entonces, abandonáis la felicidad y elegís la alegría... MARIA (estallando) Es, entonces, la alegría, dejar a su mujer y a su único hijo en Alsacia? Y dejar también su parroquia, su cátedra en la Universidad y la certeza de llegar a ser el primer organista de Europa: es eso, la alegría? SCHWEITZER (después de un silencio) Os responderé: sí, eso es la alegría... (esforzándose en sonreír.) Pero agregaré que el papel de una enfermera no es el de reabrir las llagas! MARIA (inclinando la cabeza) Os pido perdón!... Pero no esperéis de mi ninguna consideración! Los grandes heridos, entre sí... SCHWEITZER (interrumpiéndola) Herida? MARIA (con una jovialidad agresiva) Sí! Figuráos que acabo de encontrar una evidencia... Nada más hiriente que una evidencia! (ante un gesto interrogante de Schweitzer) NO SE VIVE SINO UNA VEZ... SCHWEITZER (a media voz) También yo lo creía así, hasta que esa hijita me nació. MARIA (violentamente, sin oír) No se vive sino una vez! Yo lo sabía ya, seguramente! El día en que muere su madre también se sabe que se es huérfano; sin embargo no se lo comprende sino al siguiente día. No se vive sino una vez. Ahora, es un hecho: el cáncer del tiempo se ha fijado en mí. Este reloj en mi muñeca, es mi verdadero pulso que late... SCHWEITZER (dulcemente) No se vive sino una vez, y vos os preguntáis si precisamente vos no perdéis aquí vuestra vida... MARIA Yo no la pierdo, sencillamente. SCHWEITZER Entonces, tranquilizáos: se reconoce a quienes no perderán la vida, en que se hacen esta pregunta... MARIA No! A quienes serán capaces de no perderla! (con voz sorda.) Ah! jamás me perdonare... SCHWEITZER (interrumpiéndola) Pero Dios si os perdonará! (cambiando de tono.) Y, bien, venid a ver por qué he derramado el jugo de frutas, hace poco... MARIA (después de haberse aproximado, con un gesto de repulsión) Qué horror! Esta fila de hormigas rojas... SCHWEITZER (sonriendo) Son mis vacas en el abrevadero! Desde la selva, sintieron el azúcar y vienen en buen orden... MARIA Es aterrador! SCHWEITZER O magnífico, o grotesco: como un ejército, como una procesión. Cuestión de gustos! Pero, horrible, no, en todo caso: nada viviente es horrible. Sólo la muerte; la muerte de los demás... (silencio.) Ved! Absorbieron las tres gotas; mis hormigas regresan... Prefiero esto a verlas tomar en orden el camino del gallinero, ahogar mis pollas tapándoles las narices y el pico, y devorarlas en pocos instantes! Tres noches por año, más o menos, nos dan esta alerta. MARIA (a media voz) Este país es demasiado inhumano... SCHWEITZER Es el reino de Damocles: la muerte suspendida, en todo lugar, a todo instante... Y ello obra como un veneno o como un remedio, según los organismos. (inmovilizándose súbitamente.) No oís? Alguien se acerca, alguien está en marcha hacia nosotros... (María hace un gesto nervioso.) No os asustéis! Ya os lo he dicho: aquí lo que es peligroso es lo que no se oye! MARIA (a media voz) Pero yo no he oído nada! SCHWEITZER (sonriendo) Y luego, ante todo, hay qué amar lo inesperado, Balúa lá... Un día, un rostro se enmarcará en una puerta, un libro caerá en vuestras manos, oiréis la palabra de un desconocido... y vuestra vida hallará de una vez su sentido. MARIA Vámos! Una vida valiosa no debe nada a la casualidad. SCHWEITZER Toda vida grande nace del encuentro de una casualidad. (Cuando termina esta frase, la puerta del fondo se abre totalmente, empujada por el Padre Carlos, que trae un negrito en sus brazos. El Padre tiene el rostro enflaquecido, devorado por una barba griseante; una especie de rictus le hace sonreír casi constantemente como a aquellos a quienes deslumbra el sol. Lleva el hábito blanco con un corazón escarlata coronado por una Cruz: es el hábito que hizo ilustre el Padre de Foucauld.) ESCENA SEGUNDA SCHWEITZER, MARIA, EL PADRE CARLOS MARIA Padre Carlos! EL PADRE CARLOS Bien sabía que no dormíais! SCHWEITZER (acercándosele) Es el niño enfermo? EL PADRE CARLOS (sentándose, con el chiquillo, en una silla) Cuando oí el mensaje: Demonio... niño... enfermo... corrí. Ellos alistábanse a degollarlo, Schweitzer! Lo creían loco... MARIA Epiléptico? EL PADRE CARLOS Sin duda. SCHWEITZER (que examinó al niño un momento) Nada de eso! Es una crisis nerviosa provocada por un abceso en el brazo, que voy a operar... MARIA Ahora mismo? SCHWEITZER Así lo pienso! Acostádlo, señorita María. (mostrándole la puerta de la derecha.) En esta sala. Un calmante y los lienzos para el brazo. Prevenid a José y a Bonzo, que me ayudarán. Gracias MARIA Yo bien podría... yo misma... SCHWEITZER Oh, no! Habrá que tener al niño sin ninguna ternura: no puedo contar con vos, gracias a Dios! (sonriendo) ni aún esta noche... Pero vos lo consolaréis después mejor que nadie. (María carga al pequeñuelo en sus brazos y sale por la puerta de la derecha. Apenas ha salido, habla Schweitzer con vehemencia.) ESCENA TERCERA SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS SCHWEITZER Qué fracaso, Padre Carlos! Dos años hace que nos instalamos aquí, vos y yo, y aún ahora sacrifican a los niños enfermos... Qué fracaso! EL PADRE CARLOS (muy turbado) Dos años, seguro! Pero cuántos siglos antes de nosotros y cuántos otros por delante de nosotros! SCHWEITZER No, Padre Carlos, no! No me basta que el reino de Dios esté en marcha: yo quiero que llegue más aprisa, más aprisa! Para qué sirvo yo? EL PADRE CARLOS (a media voz) No es que vos obréis muy poco, Schweitzer; es que yo oro mal... SCHWEITZER (pasando del plano del hospital al mapa de Africa) He montado treinta barracas, trescientos lechos, cien catres, por todo! Para una región tan grande como diez veces Alsacia! Antes, no había nada; algún día habrá hospitales modelos, dispensarios por todas partes. Bien! Pero hoy, padre Carlos! es el presente el que únicamente me interesa! (silencio.) Uno de esos horribles protestantes, sí? Es lo que pensáis de mí! EL PADRE CARLOS (luego de un silencio No. Me preguntaba yo cómo me juzgáis, vos, Schweitzer, vos, que abatís, construís, curáis noche y día! a mí que paso las horas inclinado al pié del Santo sacramento... SCHWEITZER (sincero) Se necesita harto valor, cuando los cuerpos son tan miserables, para pensar primero en las almas, que lo son aún más. Yo, yo no lo podría... EL PADRE CARLOS (a media voz) Sois muy generoso... SCHWEITZER (sonriendo) En mi aldea de Gunsbach, no hay sino una sola iglesia, Padre Carlos: ella sirve a los católicos como a los protestantes. Entonces, la querella de la Fé y de las Obras, vos sabéis...! (termina su pensamiento con un gesto.) EL PADRE CARLOS Cada uno de nosotros ha ido hasta el extremo de su camino. A la partida, nos volvíamos la espalda... SCHWEITZER Y nos encontramos cara a cara del otro lado de la tierra, a mitad del camino de nuestra vida: cara a cara, impotentes y afligidos. (violentamente.) Ah! Entonces sólo los tiranos y los multimillonarios llegan hasta el término de sus designios? EL PADRE CARLOS (luego de un silencio) Creía haber encontrado aquí al único hombre a quien la desesperación no llegaba nunca... SCHWEITZER Es que es medianoche, Padre! El exámen de medianoche... Yo lo sostengo solo, habitualmente. (va hacia el mapa de Africa.) Yo me sitúo delante de este mapa de Africa que conservo aquí por humildad y en el que nosotros no representamos (planta un alfiler en Lambaréné) sino este alfiler clavado... EL PADRE CARLOS Esta espina clavada en el gran cuerpo salvaje y que acabará por tener razón! SCHWEITZER Pero cuándo, Padre Carlos? Cuándo? Nuestros tataranietos lo verán? EL PADRE CARLOS (poniéndole una mano sobre el hombro) Ellos verán los cuerpos; pero nosotros, Schweitzer, nosotros, desde los balcones de la Casa del Padre, nosotros veremos también las almas! SCHWEITZER (sin alegría, después de un silencio) El señor Administrador General Leblanc reiría mucho si nos oyera! Y el Comandante Lieuvin, también... EL PADRE CARLOS No con la misma risa! SCHWEITZER (sorprendido) Conocéis al Comandante? EL PADRE CARLOS Yo no me he encontrado todavía con él, aquí, pero estuvimos juntos en Saint-Cyr. Por qué sonreís, Schweitzer? SCHWEITZER El Padre Carlos en Saint-Cyr!... EL PADRE CARLOS (vivamente) Ah! No habléis de esos tiempos! SCHWEITZER Pero él, ya era el fastuoso, el imperioso? Lieuvin el constructor? EL PADRE CARLOS Ya necesitaba él, desde entonces, una enorme ración de hechos, de decisiones, de materia humana para moler. Decía: Yo soy un animal de acción. Y se arrojaba él en el momento presente con todas sus fuerzas: jugaba todo a una sola carta... Lieuvin... SCHWEITZER Y ya poseía él esta sola debilidad: la necesidad de ser amado, de ser aprobado? EL PADRE CARLOS (sonriendo) Sí. Era una de sus dos maravillosas debilidades. SCHWEITZER Y la segunda? EL PADRE CARLOS El secreto de su éxito: una prodigiosa aptitud para el hastío. SCHWEITZER El hastío? Lieuvin? EL PADRE CARLOS Un hastío mortal que lo mataría de una vez si cesara de obrar! SCHWEITZER (después de un silencio) Obrar... A mí, fue solamente a los treinta años cuando el asco de la palabra me embargó. EL PADRE CARLOS Para vos, la acción, es, entonces, lo contrario de la palabra? SCHWEITZER Sí, lo único. EL PADRE CARLOS No, Schweitzer: lo contrario de la palabra es, también, el silencio. SCHWEITZER (sorprendido, lo observa un largo rato, después, con otro tono) Enflaquecéis, padre Carlos. EL PADRE CARLOS (contrariado) Vámos! los árboles no enflaquecen... SCHWEITZER (dulce, pero imperioso) Enflaquecéis. Me entristece hablaros pero temo que os imponéis privaciones... de ello, EL PADRE CARLOS (mismo juego) Pues no! SCHWEITZER (continuando ... y mortificaciones excesivas. El cuerpo es un buen compañero, Padre: cuídalo! EL PADRE CARLOS (sonriendo) Es un criado goloso, perezoso... SCHWEITZER (interrumpiéndolo) Pero fiel hasta la muerte! Por lo demás la máxima mortificación sería precisamente sacrificar vuestras mortificaciones... EL PADRE CARLOS No me pidáis eso! SCHWEITZER Yo creo que sí. Pasemos ahí, voy a examinaros... EL PADRE CARLOS Seguramente no antes que a mi enfermito! SCHWEITZER (yendo hacia la puerta de la derecha) Todo debe estar listo ya.. No os vayáis, Padre Carlos! (volviéndose.) (sale)(Al quedar solo, el Padre Carlos va hasta la puerta doble del fondo y abre sus dos alas. Se inmoviliza así, los dos brazos separados, crucificado, blanco sobre ese fondo de noche de donde llegan rumores. María entra por la derecha y lo observa un largo rato antes de decidirse a hablar.) ESCENA CUARTA EL PADRE CARLOS, MARIA EL PADRE CARLOS (a media voz, para sí solo) Las Tinieblas Exteriores... MARIA (dulcemente, tras un silencio) Es preciso cerrar esa puerta, mi Padre. EL PADRE CARLOS (se vuelve y dice, cerrando, cerrando las alas de la puerta) Los mosquitos? MARIA (con voz un poco sorda) Todos los enemigos de fuera, todas las potencias de la noche! No tenemos bastante con nuestra noche, la nuestra, con los enemigos de dentro? (el Padre Carlos la observa sin responder.) Padre Carlos, sonreís siempre, por qué? EL PADRE CARLOS Es mi única arma. Dejádmela! MARIA (sin simpatía) Un arma de dos filos! EL PADRE CARLOS (tranquilamente) Yo sé que eso puede irritar, pero la irritación puede ser saludable. Cuando con el aceite no obra en una cerradura se emplea el ácido... (silencio.) Me habéis preguntado por qué sonreía; puedo yo preguntaros por qué no sonreís? MARIA (bruscamente, con angustia) Mi Padre, es que también pensáis que no se tiene derecho a la felicidad? EL PADRE CARLOS (lentamente) La felicidad pasa como un soberano en un desfile. Lo esperáis largo tiempo... Súbitamente bate más rápido vuestro corazón... Ah! demasiado tarde! Ya ha pasado... La felicidad no se deja ver sino de espaldas! MARIA Entonces son falsos todos los cuentos que terminan bien? EL PADRE CARLOS Siempre terminan en el umbral de la felicidad: una página más y todo se derrumbaría! o peor: se usaría... MARIA (violentamente) No! No! Duraría, la felicidad, si vosotros no la echáseis! EL PADRE CARLOS Nosotros? MARIA Gentes como el doctor y vos, sí! Seguros de antemano que no se puede retener la felicidad o que no se tiene el derecho de hacerlo! Un mal contagioso: la vergüenza de la felicidad... Y sin embargo el tiempo pasa, pasa!... He aquí una pregunta bien tonta: os miráis a veces al espejo, Padre? EL PADRE CARLOS (después de un instante) Hace mucho me encontré cara a cara con un desconocido. Ante su mirada inquieta me dije: Que puedo hacer yo por ese anciano? Le tendí la mano: estaba ante un espejo... MARIA (tomando un espejo de la mesa) Y bien, yo me miro, yo, mañana y tarde, en este espejo que véis, y... (terminando con voz sorda.) y yo quiero ser feliz, pronto! EL PADRE CARLOS (dulcemente) Pero... no sois feliz aquí? MARIA (con mucha calma) No, Padre: os aseguro que se puede estar en paz consigo mismo y con los demás y con el cielo y no ser feliz... EL PADRE CARLOS (desconcertado) Entonces es que nosotros no tenemos las mismas definiciones sobre ese punto... MARIA (violentamente) Sobre ninguno! Yo, vivo sobre la tierra! Yo sé lo que yo llamo amor, lo que yo llamo amar: un ser, elegir un solo sér y dárselo todo! EL PADRE CARLOS (a media voz) Es el principio... MARIA (aún más violenta) Y si es mi fin, el mío? EL PADRE CARLOS (duramente) Entonces que hacéis vos aquí? MARIA En este infierno? EL PADRE CARLOS Bajo este cielo tórrido que tomáis por un infierno? (ella va a contestar; él la detiene impetuosamente.) Pero no! Yo os lo voy a decir: entre vos y vos misma habéis puesto la mitad de la tierra! Vos os vengáis aquí de alguien, pero sobre vos misma, solamente, como hacen todas las almas nobles! Y este amor, este amor exclusivo que hoy os falta... MARIA (queriendo interrumpirlo) Padre mío... EL PADRE CARLOS (sin piedad) ...No habéis vos, vos misma, comenzado por faltarle en Europa? MARIA (con la voz rota) Cómo sabéis? EL PADRE CARLOS (súbitamente enternecido, continúa dulcemente) Yo no sé nada de vuestro pasado... pero vos no sabéis nada de vuestro futuro! Sin embargo, no reservéis vuestro corazón, esperando: dividídlo aquí entre todas estas gentes que tienen tánta necesidad de vos! MARIA (amargamente) Yo no he venido por ellos... EL PADRE CARLOS Habéis venido por una idea. Pero el heroísmo consiste en creer aún en la idea después que se ha visto a los séres miserables que la encarnan. MARIA (como a sí misma) He venido yo siquiera por una idea? EL PADRE CARLOS (duramente, tras un silencio) Vos no habéis venido por alguna cosa sino contra alguien1 Solamente, sabédlo: nada grande se hace, nunca, nada grande se hace contra! MARIA (de nuevo violenta) Vamos! toda vuestra religión es contra! Contra el amor, contra la libertad, contra la mujer, contra la vida! EL PADRE CARLOS (consternado) Qué abismo! Un niño de seis años piensa también que la vida no es sino una serie de interdicciones! Tenéis seis años, cuando habláis así... MARIA (menos segura) Qué es la perfección, sino la privación de todo? EL PADRE CARLOS Qué es la perfección en frente de la santidad? Y qué la santidad sino la sed de todo? Ah! el orgullo es pretender ser perfecto, no querer ser un santo... MARIA (a quema ropa) El doctor Schweitzer es un santo? EL PADRE CARLOS Lo sabe Dios, no yo! Pero ello no me sorprendería: ese hombre rebosa amor. MARIA (amarga) De veras? Sabéis que ha dejado a la Señora Schweitzer y a su hijita en Alsacia? EL PADRE CARLOS (a media voz) Yo no sabía que amaba hasta ese punto... MARIA (violentamente) Dios me preserve de ser amada de esa manera! EL PADRE CARLOS (más violentamente) Dios? Pero qué tenéis vos para ofrecerle de más valía, hasta este día? MARIA (dulcemente, tras un silencio) Por qué me herís? EL PADRE CARLOS (confundido) Dos ciegos que se baten, se infligen heridas terribles. MARIA Además, no! vos no me habéis herido: sólo habéis abierto la llaga. EL PADRE CARLOS (tomándola del brazo, lentamente) Escuchad... quién sabe si no lo encontraréis aquí, al que esperáis?... Y quién sabe si él no os espera ya?... MARIA (estremeciéndose) Pero... EL PADRE CARLOS Las almas solas y las almas desoladas se dan cita en el fin del mundo... (En este momento, el doctor Schweitzer entra por la puerta de la derecha. Parece fatigado y se enjuga la frente con su pañuelo.) ESCENA QUINTA EL PADRE CARLOS, MARIA, SCHWEITZER EL PADRE CARLOS (en un grito) El niño? SCHWEITZER Ya era tiempo! MARIA Duerme? SCHWEITZER Profundamente! y con una sonrisa que es nuestro salario de esta jornada. MARIA (yendo hacia la derecha) Voy a velarlo. SCHWEITZER Es inútil: Bonzo ha transportado su colchón cerca del lecho y no lo dejará solo. MARIA (dulcemente) No perdió Bonzo, hace algún tiempo, un niño de esa edad? SCHWEITZER Si. (silencio.) A los hombres amputados de un brazo les ocurre, con los cambios del tiempo, sentir dolor en su miembro ausente... EL PADRE CARLOS (a media voz) Mi enfermedad hace mi fuerza... SCHWEITZER (alegremente, tomándolo por el hombro) Padre, si creéis domesticarme con citas de la Biblia, perdéis vuestra pena! He dicho que os examinaré, y voy a hacerlo. Vamos! (lo empuja hacia la puerta de la derecha) EL PADRE CARLOS (reticente) Escuchád... SCHWEITZER (mismo juego) Yo no quiero escuchar nada! (a Maria.) Enflaquece! (franqueando la puerta de la derecha.) Venid! (salen ambos) ESCENA SEXTA MARIA, sola, después el COMANDANTE LIEUVIN (Al quedar sola, María se aproxima lentamente a la mesa, toma el espejo, se mira un largo instante y fúndese en llanto. Pero súbitamente se endereza y se enjuga precipitadamente los ojos: ha oído algo. En efecto, he aquí un rumor muy próximo; resplandores muy vivos se agitan ante la puerta doble del fondo. Esta se abre impetuosamente y el Comandante Lieuvin aparece sobre el umbral. El es bello y lleva la máscara de su carácter. Sobre los hombros, una especie de capa ligera como la que se ve en todos los retratos del mariscal Lyautey.) LIEUVIN (deteniéndose sobre el umbral y hablando fuerte hacia el exterior) Esperádme, hijos míos! Apagad vuestras antorchas!... (cierra la puerta y advierte entonces solamente a María. Su rostro se ilumina.) Ah! yo no Cómo estáis? esperaba encontraros despierta... MARIA (los ojos bajos) El doctor Schweitzer está bien. LIEUVIN (insistiendo y mirándola de hito en hito) Cómo estáis... vos? MARIA (alzando su mirada) Pues... muy bien! LIEUVIN (bruscamente) Esos ojos enrojecidos... Acabáis de llorar! MARIA Sí. LIEUVIN Se puede...? (saber) MARIA (vivamente) No! LIEUVIN (la mira un momento, luego en voz baja) Los corazones un poco altivos son como las gentes pobres: instintivamente no se defienden sino contra aquellos que les quieren bien... MARIA (secamente) Es posible! LIEUVIN (secamente) Es posible, sólo que, yo, yo no lo admito! Yo no he admitido jamás de golpe nada, salvo lo irreparable... MARIA (dulcemente, tras un silencio) Queréis ver al doctor, Comandante? LIEUVIN (casi tímidamente) Es a él a quien vengo a ver, pero soy feliz de haberme encontrado con vos... MARIA Voy a (como si ella no hubiera entendido) prevenirlo. (se dirige a la derecha) LIEUVIN (lentamente, como a sí mismo) Detesto el que me evitéis... No obstante, me decepcionaría si no lo hiciéseis: es vuestra línea... MARIA (que se ha detenido, vuélvese hacia él y le dice con voz alterada) Por qué me habláis así, Comandante? LIEUVIN (muy dulcemente) Preguntádme más bien por qué es hoy solamente cuando así os hablo... (Quedan silenciosos uno frente a otro. Súbitamente Lieuvin continúa, pero imperiosamente.) Escuchad: entre gentes de nuestro temple esas fintas son deprimentes. Conocéis mi pasado, mi carácter: sabéis lo que yo ofrezco, adivináis lo que yo exijo. (María hace un gesto) No! No me contestéis esta noche! Dejad que mis palabras encuentren un sitio en vos, sin que de ello os deis cuenta, como semillas en la tierra. Si no me habláis de ello mañana, yo no os hablaré jamás de ello. (María se dirige a la derecha.) Es inútil! No tengo nada que decirle a Schweitzer! Había venido, no había venido sino... por esto. (Silencio un poco largo. Lieuvin dice finalmente con voz sorda.) Ahora, María, decídme algo, si os place... MARIA (toma una de las lámparas y dice esforzándose:) Es la hora en que debo hacer mi última visita al pabellón de los operados... (Sale por el fondo. Lieuvin la sigue con la mirada, sin moverse. Al cabo de un instante el doctor Schweitzer entra rápidamente por la derecha: viene en busca de su estetoscopio en la mesa.) ESCENA SEPTIMA LIEUVIN, SCHWEITZER SCHWEITZER (sonriente) Comandante Lieuvin, esas luces, esos rumores, érais vos...? LIEUVIN (también sonriendo) Lo dudábais? SCHWEITZER Lo dudaba... Es al señor Administrador general Leblanc a quien esperaba, pero vos no tenéis el mismo cortejo! LIEUVIN (altivamente) De hecho, qué tenemos él y yo en común fuera de encontrarnos ambos aquí? SCHWEITZER (tras una pausa) Valdría mejor, para el indígena, que los dos perfiles de la cara de Francia se asemejasen un poco. (Lieuvin hace un gesto de impotencia.) La señorita María os ha dejado solo? LIEUVIN Ha ido a hacer su visita al pabellón de cirugía. SCHWEITZER (sorprendido) A esta hora? (se dirige a la derecha, estetoscopio en mano.) Excusadme, me disponía a examinar al Padre Carlos. LIEUVIN Ferrier aquí? Al fin voy a volver a verlo! SCHWEITZER (regresando) Teníais autoridad sobre él, en otro tiempo? LIEUVIN Autoridad, no, pero quizás si cierto ascendiente... SCHWEITZER Entonces... os necesito! (sale por la derecha.) ESCENA OCTAVA LIEUVIN, LEBLANC, luego SCHWEITZER (El Comandante Lieuvin queda solo y viene a situarse frente al mapa de Africa, a la izquierda, y se sumerge en su estudio tan profundamente que no oye entrar al administrador Leblanc por el fondo. Leblanc es tan alto y tan agradable como Lieuvin. Tiene como él sus exasperaciones, sus reacciones bruscas. No obstante, existe entre ellos una diferencia esencial: en medio de esos héroes Leblanc es un hombre, es el hombre. Leblanc se acerca a Lieuvin y queda un instante sin hablar, luego:) LEBLANC Vámos, Lieuvin, cuántas nuevas aldeas? Cuántos kilómetros de rutas y de vías férreas nos construís? LIEUVIN Perdón! No os había oído llegar! Buenas noches, Leblanc! LEBLANC Yo, en cambio si os oí en la encrucijada de aguas de Douara, os oí a vos, a vuestros portadores de antorchas y a vuestros cantores! Os habéis adelantado a mi bote silencioso. LIEUVIN Yo sé que mi fasto os desplace... El calificativo es vuestro! LEBLANC (lentamente, mirándolo a la cara) Es decir que habría que elegir, me parece: el fasto o la familiaridad, la altivez o la demagogia; y, también, despreciar a los hombres políticos o, bien, ensayar de agradarlos, pero no ambas cosas! LIEUVIN Cuando habláis de mí, Leblanc --si os importa hablar-no empleéis nunca o..., decid siempre y! LEBLANC Me gusta que se tenga una doctrina y que a ella se atenga! LIEUVIN Es más cómodo, pero sólo para los demás!... No, una doctrina no: un espíritu. LEBLANC De casta! LIEUVIN Vamos! vos también habrías de elegir: elegir vuestros reproches! Espíritu de casta? Pero sabéis muy bien que la opinión de un sargento cuenta tanto para mí que la de un capitán! LEBLANC Precisamente! Es necesario estar bien seguro de su ancestro para osar comprometerse. LIEUVIN Mi abuelo y sus tres hijos eran generales: eso ya no es una casta, es una vocación! LEBLANC Lo sé! Sé que vuestro padre sirvió a cuatro regímenes diferentes, con, apenas... matices de predilección. LIEUVIN Lo que prueba que, en mi familia, el gusto del servicio puede más que la facción. LEBLANC (designando a Lieuvin con el dedo) De todos modos, es singular que este realista conquiste un imperio para la República! LIEUVIN Me hacéis mucho honor! Pero no, Leblanc, soy demasiado realista para no ser republicano bajo la República. LEBLANC Matrimonio por despecho! LIEUVIN (risueño) Esos son los más sólidos! LEBLANC Si creéis que se sirve a la República maldiciendo sus hombres de Estado e ignorando a sus funcionarios, os equivocáis, Lieuvin LIEUVIN (a media voz, pero violentamente) Detesto los políticos que, desde allá, os revocan y destruyen con chismes de antesala cinco años de trabajo y de influencia! Detesto los militares de gabinete, que son civiles disfrazados, cabos con estrellas! Detesto a todos esos que matan de lejos: yo, yo estoy con la bestia, contra el cazador! LEBLANC (dulcemente) Si estuviéseis en su lugar, allá abajo, sin duda os inquietaría el comandante Lieuvin y detestaríais sus maneras! LIEUVIN Por ejemplo? LEBLANC Por ejemplo sus violencias espectaculares pero calculadas, su espontaneidad... requerida, ese tuteo y esas confidencias reservadas a los que están cerca y este desprecio hacia los demás! LIEUVIN (sonriendo) Entonces es este modo que tengo de juntarme con mi gente el que os desplace, Leblanc? LEBLANC El día de vuestra llegada un capitán os presentó el informe de los castigos, el presupuesto de la cantina, una orden de desplazamiento para un carruaje forrajero, etc. Cuántos papeles de este género tenéis cada día? le preguntasteis. Sesenta, mi comandante! Yo suprimo cincuenta! El capitán os consideró como un dios... Es demasiado fácil! LIEUVIN Más fácil es acumular papeles, dejar perecer de asfixia a las gentes y responder: Yo no quiero saberlo! LEBLANC A mi vez, yo no quiero saberlo! Esos son detalles de método militar. No os reprocho el hacer vuestro oficio, Lieuvin, sin precisamente el salirse de él! Esa manera que tenéis de olfatear el país, de diseñar por anticipado aldeas, vías férreas, puertos... A cada uno su tarea, comandante! Guardad nuestros confines, penetrad en territorios no sometidos, desfilad --en fin-bajo un arco de triunfo, pero dejadnos a nosotros plantar, edificar, gobernar! LIEUVIN Ello es inseparable! Al tomar una guarida, el jefe militar piensa en el mercado que establecerá en seguida y no lo toma de la misma manera! Soy yo quien tiene la porra, Leblanc: soy yo sólo quien puede obtenerlo todo no sirviéndome de ello! Vuestro prestigio cuesta dinero, el mío economiza vidas humanas. Los fuertes son dulces, ellos solamente. LEBLANC Yo sé lo que habéis hecho en Tonkin, en Marruecos, eso es... es histórico! Pero aquí el problema es otro, Lieuvin, y yo lo conozco mejor que vos... LIEUVIN Lo conocéis desde el fondo de vuestro palacio y de vuestros reglamentos! Vos sois el señor altivo y yo soy el peatón! Creédme, es bueno descender hasta las cabañas y conocer la opinión del cargador y la del mendigo... LEBLANC (con calma) Es posible! Pero yo soy el que manda aquí, hasta nueva orden. Como véis, yo lo digo sin ningún orgullo, porque yo no soy el amo que tiene la antigüedad; el amo, pero con la condición de obedecer. Soy yo quien hace trazar las rutas y edificar las aldeas, y no vos! LIEUVIN (vehemente) Entonces, hacédlo! Nada avanza aquí, sino el tiempo! Las pocas rutas que comenzáis serán demasiado angostas dentro de cinco años! Vuestro nuevo puerto es la maqueta del que se necesitará! Y esos cortes desordenados en la selva! Y esos edificios de estilo cuartel! Véis todo eso, Leblanc! Ordenáis todo eso? LEBLANC Yo ejecuto. LIEUVIN Pero las gentes de las oficinas no pueden saber! Para ellos, este país no ha existido nunca sino en los mapas! Pare ellos, el sol, es una adjudicación de cascos; las serpientes, una caja de suero o un lote de ataúdes; la selva, son fletes: volúmenes de maderas preciosas; y los negros, conscriptos, futuros contribuyentes. Pero no es así para vos, Leblanc, en todo caso? LEBLANC (tras un silencio) Para mí el Africa no es ni una vocación ni una aventura: es un oficio. La serie de circunstancias que me colocaron aquí es perfectamente mediocre. LIEUVIN (sincero) Debe lamentarse? LEBLANC No, puesto que yo no me quejo! Yo no quisiera tampoco, Lieuvin, que mi carrera fuera rota, desde lejos, por una suerte de dados de la política; pero yo tampoco quiero comprometer mi vida, mis noches, mi alma, en la construcción de una aldea! LIEUVIN Ni en la fundación de un imperio? LEBLANC Ni en la fundación de un imperio! Yo no aspiro a figurar en el diccionario... LIEUVIN (después de un silencio) Me creéis ambicioso? LEBLANC Vos mismo lo habéis creído! Os desestimáis. No, no: es muy otra cosa: sois un grande hombre, Lieuvin! Me asustáis. LIEUVIN (alzándose de hombros) Vamos! Yo os hablo en un lenguaje humano! Ver crecer cada árbol, cada avenida, cada aldea, con un sentimiento paternal. Leer el éxito en los ojos de sus gentes y no en el Diario Oficial. Ah! Leblanc, su abnegación, su temblor de obediencia! Saber que siempre se contará con voluntarios!... LEBLANC (se aparta de él) Eso es lo que es aterrador! El grande hombre quema a todos aquellos a quienes toca. LIEUVIN El los inflama! LEBLANC El los consume. Ese padre es un asesino. LIEUVIN Y si ellos prefieren eso? Una vida apasionante: una llama alta, y no el fuego tranquilo? El agua que canta y no el baño de maría? LEBLANC (secamente) Yo no. (Silencio. Luego, calmadamente.) Vos no me enrolaréis, comandante! Yo ignoro aún por qué se os mantiene en estas regiones después de que habéis terminado su pacificación. Si se quiere dároslas, yo me iré, con un muy vivo disgusto, pero yo me iré antes que trabajar con vos: tengo el horror del grande hombre. Entre el Padre de Ferrier, Schweitzer y vos, no tengo ninguna probabilidad! LIEVIN (risueño) Véis héroes por todas partes! Tenéis la cabeza épica. LEBLANC No: tengo el instinto de conservación! El aire es irrespirable en torno de vosotros. Ferrier es la locura de la Cruz! Vos, la locura de la grandeza! Schweitzer... LIEUVIN (interrumpiéndole) Perdonad por lo menos al doctor, y desead para nosotros su equilibrio y su eficacia! LEBLANC (prosiguiendo) Schweitzer es el héroe nacional protestante. LIEUVIN (irónico) Porque el protestantismo es una patria? LEBLANC Muy exigente y muy celosa! Con su Ejército de la Salud, sus héroes de cuello duro, sus especialidades nacionales: la homeopatía, el feminismo, la abstinencia. Yo olfateo los protestantes como otros el Judío: los reconozco por su ingenuidad astuta, por su snobismo del Evangelio y sobre todo por esto, Lieuvin: porque no contentos con tener razón quieren aún probároslo. LIEUVIN (secamente) Sois venenoso! LEBLANC El terrible veneno de la clarividencia... Son simples los venenos de los hechiceros de esta selva! Son no obstante los más fulminantes del mundo. LIEUVIN (cambiando de tono) Honradamente: qué hacéis vos por Schweitzer? LEBLANC Yo lo tolero. (gesto de Lieuvin.) No olvidéis que el doctor es Alsaciano, es decir súbdito alemán... LIEUVIN (indignado) Leblanc! LEBLANC (continuando) ... Y que nosotros podemos estar mañana en guerra con Alemania! LIEUVIN Precisamente para liberar la Alsacia! LEBLANC Seguramente. (silencio.) A propósito: cómo se dice revancha en alemán? LIEUVIN (fogosamente) El doctor Schweitzer es tan poco súbdito alemán que se ha instalado aquí, en Gabón, y no en Togo o en Camerún. LEBLANC Ha escogido la peor región. Esta raza de palomas no hace su nido sino en las higueras malditas. Cuando él muera, le pedirá a Dios, como recompensa, el permiso de instalar sus barracas en el infierno! LIEUVIN Y qué es lo que se piensa de él arriba? LEBLANC En el cielo? LIEUVIN (obligado a sonreír) No; en Paris... LEBLANC No se sabe qué pensar. La simpatía no es una condición política. (silencio.) Lo ayudo en la medida de mis medios, pero esto es sin órdenes. LIEUVIN (luego de mirar hacia la puerta de la derecha) El doctor os esperaba esta noche? LEBLANC Sí, para un inventario. Los transportes están embotellados por las amenazas de guerra: Schweitzer está a punto de carecer de medicamentos, casi sin recursos. (Silencio. Cambiando de tono y lentamente.) Pero no es por él por quien vengo. LIEUVIN (que comprendió casi inmediatamente) Ah? LEBLANC (el mismo juego) Os lo he dicho, Lieuvin: Yo, yo soy un hombre... Yo no soy sino un hombre. LIEUVIN (tras un silencio, mirándole fijamente) En este campo, todos nosotros somos hombres! LEBLANC (lo mira un momento en silencio, luego con violencia) Maria?... Yo lo sospechaba! Pero eso es hacer trampas, Lieuvin! Hay que escoger: Ferrier no escribe ni a la familia; Schweitzer dejó a su mujer y a su hija única en Europa. Los héroes viven solos. Jugáis vos en las dos mesas! LIEUVIN Pero con una sola carta. (en ese momento el Doctor Schweitzer entra por la puerta de la derecha) SCHWEITZER (yendo hacia Leblanc) Ah! señor administrador!: ya no os esperaba. (se estrechan la mano.) Lieuvin, acabo de examinar a fondo al Padre Carlos. Le suplico que se cuide: sonríe! Tratad vosotros de convencerlo, si conserváis aún alguna influencia en él. (a Leblanc) Conocéis vos una raza más terrible que la de las gentes que siempre sonríen? LEBLANC (después de una mirada hacia Lieuvin) La de los que nunca sonríen! SCHWEITZER Necesitamos a la señorita María para este inventario. Vos venís? LEBLANC Dejemos juntos a los de Saint-Cyr: de nosotros es de esa promoción! ninguno (Salen por el fondo. Lieuvin vá vivamente hasta la puerta de la derecha y la abre.) ESCENA NOVENA LIEUVIN, EL PADRE CARLOS LIEUVIN (retrocediendo súbito, tan sorprendido está) Ferrier! EL PADRE CARLOS Lieuvin! (apareciendo sobre el umbral) (sus manos se estrechan largo rato. Silencio.) LIEUVIN (lentamente) Inconocible! Si... sin embargo, los ojos: tu tienes siempre los mismos ojos! Pero... dónde está nuestro gordo Ferrier? EL PADRE CARLOS Todos vosotros el Padre Ferrier. me llamábais desde entonces LIEUVIN La más bella fortuna de la promoción... Y... yo estoy seguro de que tu no poseéis más que este traje! EL PADRE CARLOS Y algunos libros. LIEUVIN Tus poetas latinos, tan bellamente empastados? EL PADRE CARLOS (sonriendo) Ya no son los mismos! LIEUVIN (continuando) Y, detrás de la fila, un paté de hígado de ganso y una botella de chambertin... siempre. EL PADRE CARLOS (a media voz) Cállate! LIEUVIN (a media voz) A la puerta, un cupé bien bajo a fin --como lo decías-de no fatigarse en alzar el pié! EL PADRE CARLOS (gritando) Cállate! Perdonadme... (confuso, a media voz.) LIEUVIN (cambiando de tono) Soy yo quien se excusa, Ferrier! (silencio.) Pero yo quisiera saber: para llegar ahí qué ruta has seguido? EL PADRE CARLOS He caminado sobre las olas... LIEUVIN Cómo? EL PADRE CARLOS Recuerdas el Evangelio? Cuando se ha oído claramente el Vén! salido de la boca de Dios, basta con marchar, sin sombra de inquietud, aún si ello parece una locura. LIEUVIN Bien sabía que irías hasta la meta! Pero de qué camino? Eso, yo lo ignoraba. EL PADRE CARLOS (tras un instante) Te decepciono, Lieuvin? LIEUVIN (lentamente, mirándolo a la cara) No. Me irritas, sí, un poco. Ese paso de un exceso a otro, tan a la vista... EL PADRE CARLOS Yo soy vidente, yo? LIEUVIN Sí. En este siglo, un eremita es un vidente: un hombre que se oculta, que huye el rebaño... a ese se le señala con el dedo. (breve silencio.) Tu eras snob, Ferrier, puede decirse! Estás seguro de que...? (se interrumpe) EL PADRE CARLOS (sonriendo) Quieres que te ayude? Tu te preguntas si, en mi caso, no entra un... snobismo de humildad? Quizás. Dios no hace los detalles: él nos compromete todo entero, bueno y malo, en su combate. Si se pone al fuego un leño... con él se queman los gusanos que lo devoraban! LIEUVIN No has encontrado entonces orden lo bastante... mortificante, regla suficientemente dura para ti? (el Padre Carlos dice que no con la cabeza.) En fin! no habría reyes si sus partidarios no fueran más realistas que él!... Pero tu vives al márgen de la Iglesia, con tu leyenda individual. Tú, el oficial, no eres sino un franco-tirador... EL PADRE CARLOS (a media voz) El franco-tirador de Dios... (cambiando de tono.) Reúne franco-tiradores, dótalos de uniformes y de un reglamento: eso dá un regimiento de selección. (con voz sorda.) Pero mis superiores me rehusan la alegría... no! el orgullo de ser el fundador de una orden. LIEUVIN El suplicio de la obediencia? Yo también lo conozco... pero el sólo desquite es la acción arrebatada! Y en eso si me desengañas, Ferrier! Yo te imaginaba evangelizando regiones enteras, plantando la cruz por todas partes... EL PADRE CARLOS (sonriendo) ... Y organizando el terreno conquistado, mi comandante! No, yo no estoy en ello... LIEUVIN Cifras en mano, Leblanc me asegura que, de todos, eres el misionero que cuenta con menos conversiones en su activo! (el Padre Carlos hace signos de que es cierto.) Entonces? EL PADRE CARLOS Yo los domestico... Fraternizo con ellos... Yo no les enseño, yo les pruebo que todos nosotros somos hermanos en Dios... LIEUVIN Nada obtendrás si tu no te haces... Leblanc diría: temer; y yo digo: respetar! EL PADRE CARLOS Y yo... yo digo: amar... Déjalo! Yo preparo la tierra; otros podrán sembrar; y otros, aún, cosecharán. Se hace el bien en la medida de lo que se es, Lieuvin; es necesario que yo trabaje todavía en mi conversión personal, antes de pretender... LIEUVIN (interrumpiéndole con dulzura) Mi viejo Ferrier, míranos! y mírate! EL PADRE CARLOS (cerrando los ojos, a media voz) Yo me veo... LIEUVIN La muerte ya ha elegido su sitio entre nosotros: ella hace su nido, Ferrier! Cada noche trae ella su pajilla! Ha comenzado el fin para nosotros... No pierdas más tu tiempo! EL PADRE CARLOS (sin responder) Ella se desarrolla largo tiempo, la primera llama! Es tardía en prender... pero el incendio se extenderá de una sola vez! LIEUVIN Conoces aún el precio del tiempo? EL PADRE CARLOS (dulcemente) Se le conoce mejor orando seis horas de seguido que matándose en la acción... LIEUVIN Házlo aprisa, no obstante, Ferrier! Los Negros te adoran: una sola palabra tuya los uniría al momento a Francia... EL PADRE CARLOS (firmemente) No es esa mi misión! Para mí, se trata de unirlos a Cristo. LIEUVIN Es la misma cosa. EL PADRE CARLOS (obstinado) En la medida en que Francia prosiga su misión, sí! Pero si ella busca solamente reclutar soldados, no! LIEUVIN (sonriente) Qué? la hija mayor de la Iglesia? EL PADRE CARLOS Ni así! Simplemente, la madre de estos pueblos infantiles: una madre que quiere que sus hijos la igualen y que se resuelve hasta a que la sobrepasen un día, si lo merecen! LIEUVIN (amargamente) Explica eso entonces al señor Leblanc! EL PADRE CARLOS (inclinando la cabeza) El señor Leblanc es muy inteligente... LIEUVIN Mucho! pero él no hará jamás nada, porque a él le falta esa partícula de amor sin la cual ninguna obra humana... EL PADRE CARLOS (lo interrumpe y le toma las manos) Lieuvin! Esa palabra...! Al fin te vuelvo a encontrar! LIEUVIN (con una sombra de tristeza) Tú sabes lo que he hecho yo. Creías tú, entonces, que era por ambición? EL PADRE CARLOS (vacilante) No, pero yo no te reconocía completamente... LIEUVIN (tras un momento, con voz sorda) Es que yo no creo, Ferrier! Yo no creo ya! EL PADRE CARLOS (fuertemente) Ingrato! Quién te ha mostrado el camino y te ha dado la partida? Quién te ha dado hambre y sed de justicia? Cristo! LIEUVIN Es Cristo! Pero yo no creo ya, Ferrier: hay demasiados misterios, demasiadas exigencias... EL PADRE CARLOS Como si tú valieras algo, tú, sin tus exigencias?... Pródigo! Has tomado tu parte de herencia y has partido a la conquista del mundo!... Ve! el Padre te esperará hasta el último instante... LIEUVIN (emocionado) Carlos, Carlos...! EL PADRE CARLOS Tú no eres desdichado, Lieuvin; los placeres son los signos de las potencias. Pero la alegría, si tú supieses, la alegría... (Su voz se ahoga. Desfallece y debe sentarse; le hace mal respirar) LIEUVIN (inquieto, se inclina sobre él) Qué te pasa, mi viejo? Vámos! EL PADRE CARLOS (dificultosamente) He hablado, esta noche, más que en meses y meses... Me he como agotado... Es estúpido... LIEUVIN Lo que es estúpido, es no cuidarte! Schweitzer está intranquilo... EL PADRE CARLOS (mostrando sus piernas y sus brazos) Mírame, Lieuvin! Qué tronco! Qué raíces! Los árboles mueren de pié! Si me echo a la cama, es que me derribaron... LIEUVIN (tratando de bromear) Nada de abandono del puesto, teniente de Ferrier! Eres el embajador de Dios en este país más vasto que Francia! EL PADRE CARLOS Dos hombres para este papel: Schweitzer y yo, inseparables e inconciliables, como el alma y el cuerpo... Cada hombre representa sólo la mitad de Cristo; cada hombre no colma nunca sino la mitad de su destino... LIEUVIN (después de un instante) La mitad de su destino, en todos los dominios? EL PADRE CARLOS (firmemente) En todos los dominios. LIEUVIN (con vacilación) Así, Ferrier --lo que te pregunto es grave!-- un hombre como yo puede casarse? EL PADRE CARLOS Hace veinticinco años que eres casado, Lieuvin! Has desposado tu ambición; tu ves crecer vuestros bellos hijos: aldeas, ciudades, países enteros! LIEUVIN (violento) No! No! Una verdadera familia! y ver crecer verdaderos hijos! EL PADRE CARLOS (muy dulcemente) Temo que no, Lieuvin. Es preciso elegir... LIEUVIN (mismo juego) Elegir, es sacrificar! Y si yo no lo quiero? EL PADRE CARLOS Entonces son los acontecimientos los que escogerán en tu lugar... Qué humillación! (en este momento el Doctor Schweitzer entra solo por el fondo) ESCENA DECIMA LIEUVIN, EL PADRE CARLOS, SCHWEITZER LIEUVIN (a Schweitzer, un poco demasiado vivamente) Dónde están los otros? SCHWEITZER (muy sombrío) Terminan el inventario de las medicinas. Pero el de las finanzas es más desastroso aún! EL PADRE CARLOS Entonces? SCHWEITZER Entonces... el medio habitual: una gira de conferencias y de recitales de órgano en todas las capitales de Europa, y volver con doscientas cajas de farmacia... pero el señor Leblanc pretende que, esta vez, no tendré ni tiempo de regresar! EL PADRE CARLOS La guerra? SCHWEITZER La guerra! LIEUVIN (con irritación) Como cada verano desde hace cuatro años! Es el ciclo: las primaveras, el lirio de los valles, las cerezas, la guerra... SCHWEITZER Aún aquí, donde las estaciones están trastornadas, sólo ella es fiel! (silencio.) Comandante, es que vos creéis... (vacila en seguir) que los Alemanes movilizarán a los Alsacianos? LIEUVIN Contra Francia? Tienen el derecho. EL PADRE CARLOS (para romper el silencio) Esta guerra, Lieuvin, la esperábamos impacientes, en los tiempos de la escuela! (Lieuvin se alza de hombros) SCHWEITZER (mirándolo y obligándose a sonreír) Si los militares no aman ya la guerra... EL PADRE CARLOS (dulcemente) Y vos, doctor, vos amáis la enfermedad? SCHWEITZER Yo no la amo; pero... en fin, ella, por lo menos, no es una invención de los hombres! LIEUVIN (lentamente) Ensayemos ser justos. La guerra cuenta más héroes en su activo que la paz... SCHWEITZER Si. También hay gentes que nunca fueron tan bellas como en su lecho de muerte! EL PADRE CARLOS Es la gran trampa: los hombres en guerra están en paz con Dios... SCHWEITZER Lo sé. (con fuego.) Pero, si amar un ser es amar hasta sus defectos, detestar es odiar hasta las mismas cualidades. (lentamente.) Yo detesto la guerra. EL PADRE CARLOS Vos como médico, yo como sacerdote, y tú, Lieuvin, si no como militar, al menos como constructor... SCHWEITZER (con voz alterada) Si yo abandonase mi hospital, las termitas destruirían sus treinta edificaciones en menos tiempo que el que empleé en edificar cada una de ellas! EL PADRE CARLOS Si abandonamos este país, inmediatamente los ídolos, los sacrificios humanos... LIEUVIN (interrumpiendo) En cuanto a mí, yo no perdería sino mis planes, mis esperanzas. (a media voz.) Pero no es esto más cruel, justamente? EL PADRE CARLOS La ruina o la miseria? SCHWEITZER Perder un hijo o saber que no se le tendrá nunca: sí, qué es lo más cruel? LIEUVIN (pausa, cambiando de tono) Vamos! No es la guerra aún puesto que nosotros hablamos de nuestros pensamientos en el presente y de nuestros actos en el futuro! En tiempos de guerra se obra en el presente y se habla en el pasado... Aprovechemos bien estas horas de inquietud y de incertidumbre: es quizá, lo que se llamará la felicidad dentro de poco! SCHWEITZER (tras un silencio) Comandante, estoy reducido aquí a no vivir sino de rumores. Es que puedo contar con vos si alguna vez...? (no termina.) LIEUVIN Mañana os envío un corredor que os traerá las noticias verdaderas. Y si ellas son graves, yo estaré aquí mañana en la noche, en persona. EL PADRE CARLOS Y yo me quedo, Schweitzer, con vuestro permiso. Hace tiempos que tengo prometida mi visita a algunos de vuestros enfermos. SCHWEITZER Perfecto! Podré poneros a régimen. Harto os cuidáis de reclamarme las medicinas que os he prescrito... No? EL PADRE CARLOS Pero si carecéis de ellas...! SCHWEITZER Vamos! Vamos! Venid por aquí. (Lo lleva hacia su escritorio y el pequeño armario para drogas en el que busca frascos y ampollas. Poco después entran por el fondo María, con un fajo de papeles en la mano, y luego Leblanc. Ella se dirige hacia el doctor Schweitzer; Leblanc va hacia Lieuvin, solo en el extremo izquierdo.) ESCENA UNDECIMA LOS MISMOS, MARIA, LEBLANC MARIA (dándole los papeles a Schweitzer) He aquí el inventario, doctor. (examinan juntos las hojas mientras que el Padre Carlos estudia con desconfianza los remedios que Schweitzer acaba de darle.) LEBLANC (a Lieuvin, a media voz) Felicitaciones, Lieuvin! Habéis ganado. Pero debe felicitarse al tramposo cuando gana? LIEUVIN (altanero, a media voz) Cómo? (En este momento sube de afuera un canto indígena extremadamente triste. Todos se vuelven hacia la puerta del fondo.) MARIA (se estremece y pregunta con voz angustiada) Qué es lo que pasa? SCHWEITZER (imperiosamente) Silencio! (Escucha un momento. El coro es más claro.) No, señorita María, no es lo que teméis! (explicando a los otros.) Cuando uno de nuestros enfermos muere, su familia, que lo rodea, canta una melopea siniestra. Pero no es eso ahora... LEBLANC (a Lieuvin, a media voz) Vengo de hablar a solas con la señorita María. Me habéis tomado la delantera! LIEUVIN (lo mismo) Os lo he ocultado? EL PADRE CARLOS (entreabriendo la puerta del fondo) Ese canto viene del río. LEBLANC Piraguas, a ésta hora? SCHWEITZER Si buscan el hospital, hay un desembarcadero, como de costumbre. farol en el MARIA (que ha ido a mirar por la puerta del fondo) No. Bonzo debió olvidarlo esta noche. Salgo a encenderlo... (toma una de las lámparas de la pieza y va a salir) EL PADRE CARLOS (deteniéndola) Dejad! Los que pasan la noche en el hospital os deben un trabajo: dejad para mi ese pequeño trabajo! (Le toma la lámpara de las manos y sale entre la noche. El canto, que constantemente se va acercando, cesará poco después.) SCHWEITZER (a Leblanc) También pasaréis la noche aquí, señor administrador? LEBLANC Gracias. Ciertamente que nó, esta noche! SCHWEITZER Pero llegaréis con el día... LEBLANC Como los acontecimientos! LIEUVIN Creéis en verdad, Leblanc, que esta vez...? LEBLANC Esta vez, sí. SCHWEITZER Los indígenas también! La selva entera está nerviosa... LIEUVIN Porque nosotros lo estamos un poco demasiado! (a Leblanc.) Vámonos juntos, Leblanc: el amanecer no nos encontrará idénticamente los mismos... Venid! LEBLANC No, Lieuvin: no tenemos del todo el mismo aspecto... (a Schweitzer.) Mañana os remitiré quinina y alcohol. O, mejor, os los traeré yo mismo. SCHWEITZER Vos mismo? Seguramente no! Ello no tiene tanta importancia! LEBLANC (mirando a María) Una muy grande importancia para mí. (con un gesto circular.) (sale.) Buenas Noches! SCHWEITZER Yo os acompaño. (Sale también. Lieuvin y María quedan solos. María vá rápidamente a la puerta de la derecha, pero Lieuvin la detiene.) LIEUVIN María! MARIA (a media voz) Mañana... LIEUVIN Yo no quiero saber vuestra decisión por Leblanc! Yo no amo ese juego de espejos! MARIA (escondiendo la cara con sus manos) Y yo quiero la paz! Yo quiero estar sola, estar sola! LIEUVIN (dulcemente, tras un silencio) Es la acción, es el día el que dá consejo, no la noche. Hasta mañana en la noche, María. SCHWEITZER (aparece en el umbral, la cabeza vuelta hacia la noche) aquí que vuelve el Padre Carlos. (a Lieuvin que sale.) He Yo cuento con vos si algún día... LIEUVIN Seguro! (Sale. Oyese gritar: 'Buenas noches, Ferrier!', después: 'De pié, hijos míos, partimos!'. El Padre Carlos aparece en el umbral un poco fatigado.) EL PADRE CARLOS Venid, Schweitzer! Son siete en una piragua. Hombres que deben venir de muy lejos: comprendo mal su lenguaje. (breve silencio.) Son monstruos, Schweitzer! MARIA Qué? EL PADRE CARLOS Cubiertos de tumores enormes. No tienen ya humana forma. Esta barca, en la noche, llena de animales con miradas de hombres, es algo horrible! SCHWEITZER (calmadamente) Es frecuente. He operado, aquí, tumores de veinte kilos. Africa es Europa vista a través de una lupa; el infierno es la vida vista a través de una lupa... MARIA (a media voz) El cielo también, pienso yo. SCHWEITZER Mañana, yo los operaré a todos. EL PADRE CARLOS Todos los siete?! Mañana?! SCHWEITZER No hay razón para que alguno de ellos sufra un día más que los otros. No me digáis que Dios lo quiere, Padre Carlos! Voy a recibirlos. Buenas noches. (sale.) MARIA (violentamente) Dios! Dios! Pero estos sufrimientos, estos horrores, pero la guerra, atestiguan contra Dios! Qué responde él? Qué respondéis vosotros? EL PADRE CARLOS Tendréis hijos un día. Ellos sufrirán de enfermedades ante vuestros ojos y estaréis desarmada. Entonces, ellos os mirarán como vos me miráis en este momento. Qué responderéis? MARIA Que dar la vida, es justamente ser tan loco como Dios! EL PADRE CARLOS Justamente ser tan loco como Dios... Que esta sea nuestra oración de la noche! Buenas noches, señorita María. MARIA Donde váis a dormir? EL PADRE CARLOS Allá, sobre el suelo, ante la bahía. Y la cara vuelta hacia las estrellas, como los pastores, como los magos! (María ha tomado la lámpara que estaba en la mesa del doctor. No queda sino una que ilumina singularmente al Padre. María se dirige hacia la derecha.) MARIA Navidad? (arranca maquinalmente una hoja del calendario mural y lée en voz alta:) 2 de agosto de 1914... la Navidad está lejana! EL PADRE CARLOS (fuertemente) No! Esa es la maravilla de Cristo!: puede uno salvarse, María, puede uno renacer en todo momento. Para los hombres cada día es Navidad! (En este momento estalla a lo lejos un tam-tam apremiante. El Padre Carlos y María se inmovilizan para escuchar, luego se miran en silencio. María hace un gesto de impotencia y se dirige hacia la derecha. El Padre Carlos hace un gran signo de la Cruz y se arrodilla dando la espalda al público, mientras que el telón baja lentamente) ACTO SEGUNDO El mismo decorado. La noche siguiente, hacia las once. Antes de que se alce el telón se oye un tam-tam lejano. ESCENA PRIMERA LEBLANC, MARIA MARIA (volviéndose hacia Leblanc) Queréis realmente que os responda? LEBLANC No: solamente saber por qué no me respondéis. MARIA Yo no quiero jugar a la isla desierta. LEBLANC Lo que quiere decir...? MARIA Que yo soy aquí la única mujer blanca. Sobre qué otra pondríais los ojos? LEBLANC Vos deseáis batiros! MARIA Ser elegida. Supongamos que yo sea orgullosa. (Leblanc sonríe.) LEBLANC (dulcemente) Pues si lo sois... MARIA (con vehemencia) Como lo sabríais vosotros? Qué sabéis de mí vosotros, todos? LEBLANC Todos? Me habláis a mí solo, María: a mí que acabo de hacer cinco horas de selva, aún hoy mismo, para veros sola. (Silencio. Dulcemente.) No existe el mundo entero, de un lado, y la señorita María, del otro... MARIA (sonriendo) Supongamos que yo sea egoísta! LEBLANC (grave) Lo sois. MARIA (grave) Orgullosa? Egoísta? Entonces yo encuentro que sois un hombre extraño para hacer cinco horas de selva para... LEBLANC (lentamente) Porque es a vos a quien yo amo: tal como sois, tal como soy... MARIA (con dureza) Tal como queréis parecer y tal como vos me creéis! LEBLANC (a media voz) Séd entonces sencilla! Nuestro tiempo quizá esté contado. MARIA (continuando) La enfermera de gran corazón, la mujer que ha renunciado a todo para venir a cuidar a los Negros, eso es bello, no es así? LEBLANC Es singular. MARIA Sospechoso? LEBLANC (tras un breve silencio) Sí, porque no parecéis dichosa. Los que cometen una gran locura permanecen alegres o apacibles. Si no... MARIA (a media voz) Si no? LEBLANC (mirándola a la cara) Quizá no era sino un gran cálculo. MARIA (con una sonrisa insegura) Así, yo, por ejemplo? LEBLANC Imaginemos que vos habéis sufrido una gran decepción en Europa: yo os creo demasiado sincera para hacer buena figura, pero demasiado orgullosa para no querer esquivar la cara! MARIA Yéndome al fin del mundo? LEBLANC Camuflando de vocación esa fuga. MARIA (con violencia, tras una pausa) Y aunque fuera así? LEBLANC (muy rápido) Yo no os amaría sino más! MARIA (irónica) Ya sé: en todo hombre hay un consolador que dormita! LEBLANC Consolaros? No! No sois de la raza que olvida, sino de la que borra. MARIA Siempre el orgullo! LEBLANC (amargo) Y es por eso que vale tanto a vuestros ojos el comandante Lieuvin: se puede regresar del brazo de tal hombre! MARIA (intentando interrumpirlo) Vos no... LEBLANC (continuando) Schweitzer ya era una coartada... Pero Lieuvin! MARIA (secamente) Vos no olvidáis sino esto: yo amo al comandante Lieuvin! LEBLANC (herido) Vamos! Vos lo admiráis! El os atrae! El hierro no ama el imán! (silencio.) Yo... yo os amo, María. Yo, yo dejo de escribir, miro la hora, y pienso: En este momento se dirige ella hacia el río... O bien: Su mano, su larga mano toca la frente de un enfermo (bajando la voz). Jamás, desde hace un año, he dejado pasar la hora de vuestro sueño sin cerrar los ojos, sin deciros buena noche. MARIA (conmovida) Pero... si no os amo yo! LEBLANC (muy aprisa) Yo no os pido que me améis! (lentamente) pero únicamente que despertéis. Vivís como una sonámbula entre grandes estatuas: Schweitzer, Ferrier, Lieuvin, y cuerpos gimientes. No sabéis ya lo que es un ser humano. Abrid los ojos! MARIA (ensayando bromear) Es este, sin embargo, el lugar más humano de Africa: todo el mundo lo sabe! LEBLANC Un lugar en el que no llamáis vos a nadie por su nombre, salvo a los sirvientes! Un sitio sin niños! MARIA (sonriendo y mostrando la puerta de la derecha) Sí, un pequeño enfermo, allá... LEBLANC Vos los amáis, María, los amáis! Entonces, tened cuidado: los grandes hombres no tienen hijos. Ellos aman, ellos también, lo que les hace mal y les sobrevive: pero son libros, leyes, construcciones. La señora Schweitzer y su hija cuéntan algo ante el hospital? MARIA Sois injusto! LEBLANC Si. Desde hace un minuto; y vos desde hace un año... MARIA (sonriente) Porque no os amo? LEBLANC Porque lo decís sonriendo! MARIA Pero... LEBLANC (continuando) Porque creéis que juego a la isla desierta viniendo aquí fielmente! (dulcemente) Pero, María, yo podría haber regresado a Francia hace meses. Francia no es una isla desierta! MARIA Escuchad... LEBLANC (imperioso) No, esta noche sois vos quien me escucháis! (más dulcemente.) Y yo os suplico que toméis vuestra decisión esta noche, antes de que los acontecimientos vengan a falsearlo todo con sus luces de teatro; antes de que todos nos convirtamos en actores cuyas palabras --cada una-- cuentan y cuyos gestos --cada uno-hacen una sombra. MARIA Vamos! qué importancia tiene nuestro problema frente a la guerra? LEBLANC Si. Qué es un árbol ante el incendio? (silencio.) Traigo conmigo un sobre lacrado para no abrirlo sino en caso de declaración de guerra. El hará de mí un árbol viviente o madera para quemar. MARIA Es que el comandante Lieuvin...? LEBLANC ... ha recibido también órdenes secretas? Sin duda, pero qué tienen ellas que hacer con vuestra decisión? (Silencio de María. Lentamente.) Pensáis: Por fin una verdad era rival: la guerra! Es eso? MARIA (vivamente) En absoluto! LEBLANC (tomándole la muñeca) Ah! no, María! Vos no! No en esa trampa! en esa trampa infantil. MARIA (inclinando la cabeza) Infantil, la guerra? LEBLANC Si. Una lámina de Epinal: colores demasiado violentos y que caen siempre al lado de los dibujos! La guerra desestabiliza todo. Nada sino héroes y traidores: qué melodrama! MARIA (irónica) Porque yo debo también desconfiar de los héroes? LEBLANC Sí, y aún de los que los admiran: ellos llaman héroes a quienes aceptan morir en lugar suyo. (Silencio. Con otro tono.) Os pongo en guardia contra todo lo que no está a la escala humana, María! contra todo lo que niega o huye la felicidad! MARIA (mirándolo bien a la cara) Creéis entonces en la felicidad? LEBLANC (tras un silencio, a media voz) Yo no lo sé. Yo he sido educado muy bien: han hecho todo para inspirarme repugnancia! Pero deseo ensayar, por lo menos una vez, y eso será con vos. (tendiéndole la mano.) Dádme vuestra mano! MARIA (tendiéndole la mano y sonriendo) Yo os la doy, pero no puedo prometérosla! (silencio.) Cuando el doctor Schweitzer y el Padre Carlos os pregunten por qué habéis vuelto esta noche, es eso lo que responderéis? Para persuadir a esta joven, en medio de una selva invivible y el día mismo en que quizá se declara la guerra, para persuadir a esta joven mujer que existe la felicidad? LEBLANC (cambiando de tono) No, María. Yo vengo a ofrecer una protección armada. MARIA Seréis bien recibido! LEBLANC Yo lo dudo! Es el peligro de tener muchos amigos: se cree que no hay enemigos. Schweitzer y el Padre olvidan que los grandes hechiceros reinaban en esta selva hasta su llegada. MARIA Qué! Esos ridículos animales con plumas! LEBLANC Pájaros de presa, sí! Y que olfatean la sangre aún no vertida. Habéis oído esos tam-tams y esos gritos todo el día? La guerra desencadena sus locuras antes de comenzar; es eso mismo lo que la hace al fin inevitable. MARIA A menos que no sea la protección armada (silencio.) Pero no lo penséis: toda la selva adora al Gran Doctor Blanco. Y el indígena enviado para abatir al Padre Carlos caería a sus rodillas suplicándole que le bendiga! LEBLANC Escuchad! En mi infancia, una vez, ví un perro rabioso. Un viejo compañero: la víspera aún yo lo acariciaba... me lamía la cara. Al día siguiente... (Se interrumpe. Silencio.) No lo he olvidado jamás! MARIA Le contaréis eso al doctor; pero yo dudo que el se deje... vacunar! (Schweitzer y el Padre Carlos entran por la derecha) ESCENA SEGUNDA MARIA, LEBLANC, SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS SCHWEITZER (yendo hacia Leblanc) Señor Administrador! Vuestra presencia aquí es tranquilizadora! MARIA (a media voz) No lo creáis! (Ella se sienta cerca del escritorio y clasifica papeles. Hablará poco y cada una de sus intervenciones sorprenderá.) SCHWEITZER (continuando) Es muy desagradable operar siete horas de seguido al són incesante de un tam-tam cuyo sentido no se comprende! LEBLANC Sin embargo es claro: Los blancos vinieron aquí para impedir que nos batamos. Y, ahora, van ellos a batirse entre sí!... SCHWEITZER A millares de kilómetros! EL PADRE CARLOS Poco importa! No os sorprendáis de que los niños --cuyos padres se hacen escenas como bien se dice!-disputen entre sí! MARIA El señor Leblanc nos propone hacer proteger el hospital por soldados. SCHWEITZER (estalla en risa, así como el Padre Carlos. Luego se domina y dice muy confundido:) Excusadme, pero la idea de soldados, arma al brazo, ante cada una de mis barracas... (silencio.) No había reído desde esta mañana! LEBLANC (muy seco) Muy feliz de haber atravesado la selva para traeros ese momento de reposo! SCHWEITZER (muy serio) Os he ofendido... Perdonádme, queréis? LEBLANC En serio, doctor Schweitzer, ofrecer la mejilla izquierda después de la derecha no es una máxima compatible con la ocupación colonial. SCHWEITZER (posando su mano sobre el brazo de Leblanc) Más en serio aún, señor Leblanc: centinelas guardando mi persona contra los indígenas... he ahí lo que es incompatible con toda mi vida! LEBLANC Lo comprendo muy bien. Pero si un puñado de fanáticos atacasen vuestro hospital (dirigiéndose hacia el Padre Carlos) o vuestra Ermita... SCHWEITZER (sonriente) Yo me defendería con mis propias armas! LEBLANC (alzándose de hombros) Vosotros sois pastores que no creéis en el lobo. Yo, yo soy el perro que ladra y vosotros lo hacéis callar. Tánto peor para vuestras ovejas! SCHWEITZER (sonriente) Entre perro y lobo, entre perro y lobo está el hombre! Tengo confianza en el hombre. EL PADRE CARLOS Mi ermita está abierta noche y día, desde hace dos años: abierta a las serpientes, a las bestias, a los hombres. Cuando se tiene la suerte de poseer a Dios, no se le mete bajo llave, señor Leblanc. (silencio.) Por otra parte... (no continúa.) MARIA (dulcemente) Por otra parte? EL PADRE CARLOS (confuso) Nada... LEBLANC (violento) Queréis que yo termine? Por otra parte, si los fanáticos atacasen el Santo Sacramento que yo guardo, yo me haría matar con alegría! Es esto? EL PADRE CARLOS (violento) Sí! LEBLANC (violento) Sólo que eso no resuelve nada! eso no sirve para nada, salvo para asegurar --pensáis vos-- vuestra salvación personal y vuestra gloria eterna! Nosotros... nosotros quedamos en la tierra con nuestros problemas y todo género de reproches, eternos también ellos! El desgraciado Judas, el desgraciado Pilatos, el Desgraciado Cauchon, dedicados por toda la eternidad a su tarea espantosa! A su papel de hacer valer! No hay mártires sin verdugos: pero la muerte, el remordimiento, la soledad de los verdugos, es un martirio también de otra manera temible! Pensáis en ello alguna vez? Son precisas bóvedas podridas y tenebrosas para servir de cimientos a vuestras catedrales que tocan el cielo! EL PADRE CARLOS (francamente) No, señor Leblanc: si el mártir no salva a su verdugo consigo, no está en el cielo, creédlo bien! (Silencio. Cambiando de tono.) Y, en cuanto a nuestra muerte, es la sola cosa importante que nos pertenece en propiedad.., dejádnosla! LEBLANC Ciertamente que no! SCHWEITZER (sonriente) Nuestra muerte pertenece al Estado, Padre Carlos, vámos! En el campo, cuando alguien se suicida, se llama a los gendarmes: como para un desertor! LEBLANC Y, en la ciudad, a los bomberos: como para un siniestro! Mal ejemplo! Prohibido acercarse! El Estado ama las muertes útiles, pero desconfía de las muertes ejemplares... MARIA Y vos? LEBLANC (volviéndose hacia ella) Yo? Oh! es siempre muy sencillo! Yo... yo detesto la muerte, a secas.. Util, utilizada, calculada, yo la encuentro humillante. Inútil, gratuita, voluntaria, la acepto mejor. Es quizá orgullo... EL PADRE CARLOS (simplemente) No lo dudéis! LEBLANC Y sin embargo no se debe hacer antes un negocio de su muerte? Ofrecerla, como hacen los cristianos, en cambio de tal o tal? EL PADRE CARLOS Señor Leblanc, realizáis vos muy exactamente esta palabra de los Evangelios: A aquel que nada tiene se le quitará hasta lo que tiene... (trae sus manos a su pecho.) Este soplo, esta vida, es realmente todo lo que yo poseo. Dejádme, si no suprimirla, al menos cambiarla! LEBLANC Contra la del doctor, por ejemplo? EL PADRE CARLOS (con sencillez) Ciertamente. SCHWEITZER (vivamente) Ciertamente no, Padre! No recomencemos esta discusión! Sois tan útil como yo. EL PADRE CARLOS De tal manera más fácil reemplazarme! De locos de mi especie rebosa la Iglesia; de locos de la vuestra, Schweitzer, la sociedad no abunda... LEBLANC Sois muy corteses, ambos! Pero, si finalmente, conserváis la vida el uno y el otro, sería aún más sencillo! Habéis reído vosotros de mi propuesta, ha poco; yo podría reír, también, de vuestros pequeños regateos con el cielo! SCHWEITZER Sois cristiano, señor Leblanc? LEBLANC En Francia se es cristiano como se tienen los cabellos; católico como se es moreno, es la mayoría; protestante, como se es rubio, y eso va por regiones. En Francia, quienes se convierten se hacen notar como las gentes que usan peluca o se tiñen los cabellos! SCHWEITZER (sonriente) Esa no es la respuesta que yo esperaba al preguntaros. LEBLANC Si yo soy cristiano? (hacia el Padre Carlos.) Lo suficiente para comprenderos, Padre; y bastante poco para no asustarme de esta suma de promesas, de prendas, de reclamaciones que representan las relaciones de cada uno de entre vosotros con Dios... Ese mercado a las buenas en que vosotros hacéis las dos voces! Ese número de ventrílocuo! (designando el cielo.) A él lo vestía de cólera o de indulgencia, según el tiempo... No, realmente, yo tendría vergüenza de jugar así, a las muñecas, con mi Dios! SCHWEITZER Hay algo de cierto en lo que decís. Sin embargo yo me encargo de expresarlo en términos... benévolos, y todo eso os parecerá natural y os conmoverá sin duda. LEBLANC Yo estoy por una religión de grandes muchachos: Cada uno para sí y Dios para todos! SCHWEITZER Pero si es justamente lo contrario! Cada uno para todos y Dios para sí. EL PADRE CARLOS (dulcemente) No, Schweitzer: cada uno para todos, y Dios para todos! LEBLANC (bruscamente, tras un silencio) Bien! Y si yo os trajese, ahora, la prueba de que Dios no existe! que la Biblia es una invención de poeta! y que Jesucristo no era sino un prestidigitador! La prueba irrefutable! Qué es lo que eso cambiaría en vuestras maneras de vivir? EL PADRE CARLOS (inmediatamente) Nada! SCHWEITZER (después de un momento) Nada. LEBLANC Entonces vosotros no sois honrados! EL PADRE CARLOS Es exactamente como si exigiéseis que yo caminase con la cabeza hacia abajo porque me traéis la prueba de que la tierra es redonda! Persuadid entonces a un recién nacido de que la leche no es lo que necesita! (silencio.) Sabéis vos por qué caminos he pasado yo, señor Leblanc... Yo sé ahora lo que es bueno para mí! LEBLANC Pero que os asegura que los otros?... SCHWEITZER Por lo demás, que Dios exista o no, la cara de un hombre que sufre es la misma y me oprime el corazón. El traje negro de un niño huérfano; los ojos hinchados de fatiga de un obrero que sale de la fábrica y echa su cuerpo agotado sobre la banca del tren, como un saco de herramientas; el anciano endomingado que, instintivamente, elige la silla más dura, se sienta en el borde y espera ser recibido... Oh! Leblanc, los seres sin defensa! me encuentran siempre indefenso... LEBLANC Es que veis a Cristo en ellos! EL PADRE CARLOS Aún si él no hubiera sido sino el mixtificador de que hablábais, basta con que le hayan golpeado, condenado, crucificado: yo lo tomo en mis brazos, a mi gran hermano desdichado... LEBLANC Vos no lo adoráis ya! EL PADRE CARLOS Yo no lo amo menos. SCHWEITZER (tras un silencio) En la época de mi niñez había un Judío que atravesaba Gunsbach en su carreta. Tenía siempre la cabeza gacha, como su asno. Y los gamines --entre ellos yo-lo perseguían gritando su nombre, que aún recuerdo: Moisés! Moisés! burlándose de él Una vez me le acerqué para tirar de su vestido o gritarle una tontería y ví su rostro, señor Leblanc. Es una herida aún viva... EL PADRE CARLOS Por eso estáis aquí, Schweitzer; por eso que cada uno de nosotros, bueno o malo, se encuentra donde está, cielo o infierno: porque un niñito con los ojos aún estupefactos lo empuja en la espalda! Es al Judío Moisés a quien curáis aquí... SCHWEITZER El Judío Moisés, y el negro de bronce al pie del monumento del almirante Bruat, y el caballo cojo que llevaban al matadero de Colmar... LEBLANC (casi gritando) No sanarán jamás! SCHWEITZER (más fuerte aún) Yo tampoco! EL PADRE CARLOS (a Leblanc) Creéis vos que cesará alguna vez en este país la esclavitud que abolimos nosotros? Vos la descubrís cada día y renace en otra forma! Y es que vos os desalentáis? LEBLANC (desconcertado) Yo cumplo únicamente mi deber de hombre. SCHWEITZER Pero esa parte de vuestro deber de hombre que consiste en hacer un poco más que vuestro deber de hombre, cómo la llamáis? de dónde viene ella? LEBLANC (sin responder) Renunciar a proseguir sería desanimar por anticipado a que los otros lo emprendan! MARIA (levantándose súbito) Y por qué no desanimarlos puesto que el judío, el negro y el caballo no sanarán jamás? SCHWEITZER (dulcemente) Señor Leblanc: vos lucháis contra la esclavitud y el desorden y la epidemia, cuando todo está siempre por recomenzar, porque sabéis que un día todo será justo y definitivo. Vos, también, esperáis el Reino... (silencio.) Es la prueba de la existencia de Dios que vos nos traéis, ahora, la prueba irrefutable! LEBLANC Yo os anuncio, al contrario, la inminencia de lo que más puede hacer dudar de Dios: la guerra! Un corredor está quizá en camino hacia nosotros en este mismo momento. Todavía una vez más, doctor: vuestro hospital puede encontrarse amenazado desde esta noche. SCHWEITZER (sonriente, pero firme) Sabéis muy bien que no hay nadie más obstinado en el mundo que un Alsaciano, si no es un protestante! LEBLANC (hace un gesto de impotencia y se vuelve hacia el Padre Carlos) En todo caso, Padre, vos no podéis quedar aislado: es preciso permanecer aquí algunos días. EL PADRE CARLOS No me ordenéis eso! LEBLANC Yo os lo recomiendo, solamente. EL PADRE CARLOS No. Yo he seguido siendo lo bastante militar para saber lo que merece un abandono del puesto... Retornaré a la ermita desde esta noche. LEBLANC Entonces, partamos juntos. Yo debo precisamente hacer el desvío de Bdou-Sala. EL PADRE CARLOS (con vacilación) Tenéis una escolta? LEBLANC Bien seguro! EL PADRE CARLOS (tras un momento) No, señor Leblanc. Sabéis cómo me han apodado los indígenas? MARIA (dulcemente) El hombre de las manos abiertas EL PADRE CARLOS No me verán ellos aquí entre hombres de armas. LEBLANC Como lo queráis, Padre! Atrincherad de todos modos vuestra puerta esta noche. Buena noche, doctor... Buena noche, señorita María... MARIA Yo os acompaño. (salen ambos por el fondo) ESCENA TERCERA SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS (ellos se quedan un instante, se miran sin una palabra, luego:) SCHWEITZER (con voz alterada) Padre, Padre! esta vez hénos al borde del abismo! EL PADRE CARLOS (calmadamente) Más bajo aún, Schweitzer: es ya el cuerpo a cuerpo, estoy seguro! SCHWEITZER (sorprendido) Pero Leblanc no... EL PADRE CARLOS (interrumpiéndolo) Yo he recibido el presentimiento mientras que él nos hablaba. A la vez una herida y un alivio: como el hombre a quien se abre un absceso. No lo dudéis, Schweitzer: es un hecho... SCHWEITZER (con fuerza) Padre: véis en el tiempo! Mañana, quizá... Sí, mañana! Pero no me digáis que los hombres con quienes yo he crecido y aquellos con quienes vos habéis crecido se matan uno a otro en este momento en que hablamos de Dios! EL PADRE CARLOS (siempre calmadamente) Sí, y quizás en su nombre. SCHWEITZER (después de un silencio) Oh! que Francia salga victoriosa! EL PADRE CARLOS Y, sobretodo, mejor! Me voy... (silencio.) SCHWEITZER (deteniéndolo, lentamente) Padre: habéis pensado que talvez se os llame de allá para... para comandar hombres? EL PADRE CARLOS Para mandar hombres Cómo no pensar? a que maten otros? SCHWEITZER Y cómo rehusar? EL PADRE CARLOS (calmadamente) Estoy tranquilo: Dios hallará la solución. Y sin duda ya está encontrada... SCHWEITZER Atención, Padre! Le damos la razón al señor Leblanc con esta manera de... girar cheques sobre el cielo! EL PADRE CARLOS El señor Leblanc no olvida sino una cosa: es que nuestros cheques jamás carecen de fondos. Todo se paga. De nuestro lado, por lo menos! Solo Dios puede dar... Y aún... (silencio.) SCHWEITZER El no presta sino a los ricos, pero dá a los pobres! EL PADRE CARLOS (sonriente) Entonces él me dará la manera de escapar, sin huir... (silencio.) Buena noche, Schweitzer. (va hacia la puerta del fondo y regresa.) Cómo me duele dejaros! Me parece que va a cesar algo importante... SCHWEITZER (con voz alterada) Quizá el último lugar, el último instante en que un Alsaciano y un Francés pueden hablarse fraternalmente... (silencio.) Partís, Padre. Yo me quedo con todas mis gentes, trescientos enfermos y sus familias y sin embargo me parece que me dejáis solo, que me abandonáis! EL PADRE CARLOS (a media voz) Dios está con toda su creación, millones de muertos y de vivos: sin embargo es El el más solo si no regreso inmediatamente a la ermita. (se escucha de repente un tumulto muy que se va a prolongar en las réplicas siguientes) SCHWEITZER Oís ese ruido? próximo y EL PADRE CARLOS (abriendo la puerta del fondo) Si, y muchos otros desde esta mañana! SCHWEITZER Pero este es más próximo. (escuchan un momento más) EL PADRE CARLOS (mirando afuera) No veo a la señorita María... SCHWEITZER Ha debido subir donde los operados: uno de ellos está perdido... EL PADRE CARLOS Cassa? SCHWEITZER Si, Cassa: no puedo hacer nada más por él. EL PADRE CARLOS (después de breve silencio.) La señorita María es maravillosamente atenta... SCHWEITZER (rectificando a media voz) Maravillosamente puntual. EL PADRE CARLOS (gravemente) Decidle, Schweitzer, que yo ruego...no! que yo pienso en ella, en su alma... (con cierta angustia.) Se lo diréis, no es así? Esta noche? (Schweitzer inclina la cabeza. El Padre Carlos hace un signo de adiós y sale) SCHWEITZER (marcha a grandes pasos hacia la puerta del fondo gritando) Ferrier! Ferrier! EL PADRE CARLOS (reapareciendo en el umbral) Es la primera vez que me llamáis por mi nombre de hombre. SCHWEITZER (muy emocionado) Abrazádme! (se abrazan largamente) EL PADRE CARLOS (en voz baja) Adiós! (Sale. Schweitzer queda inmóvil. La puerta de la derecha se abre bruscamente y María aparece sofocada. Las primeras respuestas se suceden muy rápidamente.) ESCENA CUARTA SCHWEITZER, MARIA MARIA (gritando) Doctor! SCHWEITZER (volviéndose) Sí? Ese ruido era en nuestra casa, no? MARIA Las familias de la barraca No.14 forzaron el almacén de provisiones y robaron el aceite de palma y la harina de mandioca! (Schweitzer se vuelve, casi corriendo, hacia la puerta de la derecha. María lo detiene con un gesto.) Inútil! José, Bonzo y los otros han restablecido el orden. SCHWEITZER Y que es lo que les ha dado? MARIA El enervamiento: esos tam-tams incesantes desde la noche pasada, rumores traídos por los últimos llegados. Están persuadidos de que los Blancos van a cerrar el hospital y abandonarlos allí mismo! SCHWEITZER Están locos! Voy... No! No voy a hablarles ahora...: estoy demasiado colérico. MARIA Son unos niños! SCHWEITZER (con amargura) Y yo, luego! Un viejo niño incorregible! He renunciado a la música, a la enseñanza, a todo lo que amaba; le he vuelto la espalda a la vida para llegar a esto: se roban ellos las provisiones del hospital. (silencio.) Oh! Gunsbach, la sombra de los tilos, el són de las campanas... Oh! mis amigos en las tardes... (bajando la voz.) Helena... Oh! mi hijita... MARIA (con una especie de dureza) Ellos pueden vivir allá sin vos: ellos saben esperar. (muestra la puerta de la derecha.) Pero para estos, sin vos, es la desesperación! SCHWEITZER Robar el hospital! MARIA Precisamente! Enloquecieron con el pensamiento de quedar solos. SCHWEITZER Quién de nosotros es el más solo, ya que yo alojo sus familias en el mismo hospital? (recorre la pieza hablando como para sí.) Abandonarlos? Pero es que he dejado a la casualidad un solo pilar de una sola edificación? Desesperado, recorriendo en piragua toda la región en la búsqueda de hojas de rafia para cubrir las salas! Y las fibras para fijar el techo, las hube de cortar a siete leguas de aquí, porque esas me parecían más sólidas --imbécil! Y cuando todo estuvo terminado... bien! He recomenzado todo más en grande, en otro sitio, para que el aire del río les llegue mejor... (bajando la voz) a esos ladrones! MARIA (a media voz) Doctor! SCHWEITZER Y ya sueño en agrandar el hospital más, aún, en este país ingrato en el que todo estará siempre por recomenzar! MARIA (a media voz) Es la tierra toda, ese país ingrato en el que todo estará siempre por recomenzar! SCHWEITZER (sin oirla) Mis plantaciones de mandioca y de maíz, sembradas en plena selva para que crezcan mejor: cuando se las ve después de quince días, la maleza ya ha recuperado buena parte! País ladrón! País asesino en el que un rayo de sol equivale a una hoja de espada! en el que el peligro cae de los árboles, sale de la tierra (hace el gesto de espantar un mosquito) vuela en el aire, invisible! Este país en el que una bestia no se vuelve vuestra familiar sin hacerse la enemiga de toda la selva! Este país inhumano... MARIA No lo es puesto que lo habitan habéis venido por ellos, no por el país... hombres: SCHWEITZER (deteniéndose) Si. Y hoy recibí la recompensa! MARIA Vuestra recompensa? Pero si la habéis recibido cien veces! Al despertar de cada operado, su grito: Ya no estoy enfermo! Su mano que busca la vuestra y que no la quiere soltar... SCHWEITZER Es cierto. (Silencio.) Pero... ante mi alegría de verlos curados, me reclaman un regalo! Y, para retenerlos en el hospital, entre las inyecciones es preciso que invente un medicamento rojo, que no es sino agua teñida! O también exigen la misma dosis que los más enfermos! Se frotan el cuerpo con la poción que les he prescrito y chupan todas las píldoras de la caja! MARIA (sonriente) La señora Schweitzer debe decir otro tánto de vuestra hijita, en Gunsbach. SCHWEITZER (desarmado) Mi hijita, por lo menos, acepta trabajar. MARIA (sonriendo) Sí, pero, cuando pasa un pajarillo o una ardilla, estoy segura de que se le pierde la mirada y que el lápiz cae de sus deditos! Y luego vos le enseñásteis a trabajar... (Con un gesto hacia la puerta de la derecha.) Pero a ellos quién les enseñaría cuando eran niños? SCHWEITZER (rencoroso) Quién les enseñó a robar? (Sacando un llavero con sus llaves de su bolsillo.) Sabéis bien que las lavadoras y las mujeres que hacen cocer el aceite de palma, debemos encerrarlas detrás de los enrejados para que el aceite y el jabón no desaparezcan! No, no! Yo... MARIA (interrumpiéndolo dulcemente) Doctor, quisiera tocar Bach, por favor?... Para mí! SCHWEITZER (titubea, luego se sienta al piano) Para Usted... y sobretodo para mí! Y también para luchar contra esta horrible música de los tam-tams: contra este corazón que late, desordenado! MARIA Que late de inquietud. SCHWEITZER (duramente) O de impaciencia! (Ataca con vigor. Al cabo de algunos instantes, atenúa su interpretación y, prosiguiendo, habla.) Señorita María, por qué los defendéis contra mí que los amo, vos que no los amáis? MARIA (estremeciéndose) Pero os aseguro... SCHWEITZER (que sigue tocando) Vos no los amáis, y es tanto más meritorio. Pero por qué los defendéis? MARIA (violentamente, tras un silencio) Y por qué yo estoy aquí? Tanto más meritorio? Vamos! es solamente tanto más lastimoso! SCHWEITZER (deja de tocar y, volviéndose hacia María, dice imperiosamente:) Los defendéis porque yo los ataco y que nada ni nadie, nunca, es enteramente justo o injusto; es la condición humana. Que lo hayáis deseado o no, nosotros formamos un equipo, señorita María: cuando yo dejo de amar, es usted quien lo hace en mi lugar. (se vuelve a tocar dulcemente) MARIA (a media voz) Es que yo amo? Y qué es amar? Cada uno de nosotros, aquí, tiene su definición! Cuál aceptar? SCHWEITZER (lentamente) La de los seres que hacen doblegar su vida ante su amor. MARIA (más bajo aún) Y debe tan solo aceptarse el amor de quien hace doblegar su vida ante su amor? (Schweitzer no responde y quizá no ha escuchado. Se pone a tocar más fuerte. La música reina sola por largo tiempo. De repente se ve aparecer a Lieuvin en el marco de la puerta del fondo. María hace un gesto; Lieuvin le impone silencio poniendo un dedo sobre sus labios. Schweitzer, que no lo ha visto, continúa tocando; pero de repente lo divisa, para y se levanta.) ESCENA QUINTA SCHWEITZER, MARIA, LIEUVIN SCHWEITZER (con angustia) Entonces? LIEUVIN Es un hecho, Schweitzer. SCHWEITZER (se desploma, abrumado, sobre la silla ante su piano) Y me dejábais tocar! LIEUVIN Si, os daba este minuto de prórroga y os miraba: es bello un hombre que no sabe aún que está en guerra y que el debe detestar una parte del mundo! SCHWEITZER (levantándose bruscamente) Jamás, comandante! jamás se me forzará a considerar que un hombre es mi enemigo! LIEUVIN Aún si, bajo sus órdenes, destruye el hospital? MARIA (más dulcemente) Aún si, bajo sus órdenes, destruye Gunsbach y sus habitantes? (Schweitzer baja la cabeza si responder y cierra el piano.) LIEUVIN No respondéis! (Silencio.) Como la guerra sabe mostrar bien a cada uno el rostro que la justifica a sus ojos: para los unos ella es la Libertad o la Igualdad ante la muerte. Para los otros, sólo la Fraternidad. Desde cuando ella es declarada, se escribe Guerra con mayúscula. Vos no escaparáis, doctor! SCHWEITZER Ella es sobre todo la revancha. No solamente la de un país sobre otro: la de cada hombre. El se venga de su mediocridad, de su mala suerte, de la suerte de los otros. LIEUVIN (amargo) Ni siquiera! De su patrón, de su mujer, del aburrimiento de ir a la misa del domingo y de las visitas de cada año! Para los peores, la guerra es una venganza; pero para los mejores, es una recreación: Encontrarse entre hombres, como en los buenos tiempos del servicio militar! Esto es lo que cada cual piensa. Y cuando él se encuentra cara a cara con la verdad, que es la muerte, no le queda más que portarse como un héroe o como un cobarde, según su temperamento: hacerse matar por los otros o fusilar por los suyos. SCHWEITZER (a media voz) Sois injusto, comandante! MARIA Y vos, doctor, indulgente. LIEUVIN Peor: cómplice! Ella ha encontrado vuestro punto débil, la guerra: esta piedad, esta maravillosa piedad. Pero la guerra, es la injusticia, doctor, es la violencia: contra ella, hay que ser injusto y violento! SCHWEITZER (firmemente) No, jamás! Contra nadie! (silencio.) Por lo demás, habéis hecho la guerra, comandante: en Tonkin, en Marruecos, aquí mismo. Hubo un tiempo en que el mundo entero estaba en paz salvo en donde os encontrábais y en donde dependía de vos que se depusieran las armas. LIEUVIN Si, yo he hecho la guerra, pero con la mano tendida, no el puño tendido: un mes de guerra para asegurar veinte años de paz. A quienes murieron bajo mis órdenes, yo no les hé edificado monumentos sino reinos; por cada cruz de madera, una población entera! Ruinas, placas de mármol y discursos, es todo lo que queda, de una y otra parte. SCHWEITZER Olvidáis, de un lado --pero de cuál?-- esta humillación insoportable: la vergüenza de los mayores, el desprecio de los jóvenes y ese gran deseo de revancha que hace que toda guerra esté perdida de antemano por quien la gane. LIEUVIN (violentamente) Ellos están locos! Es la más enorme bestialidad que el mundo haya hecho jamás! Todos los pueblos comprometidos perderán allí tarde o temprano sus colonias. La guerra entre Europeos, es la guerra civil! MARIA Los indígenas conocen la noticia? LIEUVIN Ellos la han sabido al mismo tiempo que yo y antes que Leblanc, que una estafeta busca aún en alguna parte de la selva! El correo llega cada tres semanas, con noticias de hace un mes? Pero las noticias de esta clase, es el viento, las semillas que vuelan, los relámpagos, los que las traen! La selva entera sabe ya que los Blancos de Europa han comenzado un gran debate (bajando la voz) y que la tribu del comandante se bate contra la del gran doctor! SCHWEITZER (tras un silencio) No se escucha más ningún tam-tam, ahora. MARIA (citando a media voz) En Africa lo que no se escucha es lo verdaderamente peligroso. LIEUVIN (bruscamente inquieto) Dónde está Ferrier? SCHWEITZER Regresó a su ermita. LIEUVIN Esta noche? SCHWEITZER Hace un momento. LIEUVIN Solo? Qué locura! (Schweitzer hace una señal afirmativa) MARIA El no ha querido unirse a la escolta del señor Leblanc. LIEUVIN (alzándose de hombros) He aquí los gestos que comienzan! Es ya la guerra. MARIA (a media voz) Habláis como el señor Leblanc! SCHWEITZER El me ofreció también hacer proteger el hospital por la tropa; yo me rehusé: llamad a eso un gesto? Pero es todo lo contrario: el Padre o yo protegidos contra el indígena por los soldados, he ahí lo inesperado, la locura: el gesto! LIEUVIN (imperiosamente) Si yo hubiera, por un instante, juzgado en peligro al hospital, actuaría sin su asentimiento, doctor. MARIA El Padre Carlos está por consiguiente en peligro? LIEUVIN Si, porque él está solo! La guerra desencadena primero a los cobardes; los héroes aparecen después. SCHWEITZER Por otra parte, el Padre no se defendería. LIEUVIN Sin embargo, yo lo he conocido combativo! En Saint -Cyr, un día en que me ví envuelto en un duelo ridículo, él quería a todo trance batirse en mi lugar! SCHWEITZER Era por fraternidad, no por violencia. LIEUVIN (muy sorprendido) Lo creéis? (Schweitzer hace una señal de que le parece evidente) Si... es muy probable. Yo lo había juzgado así, una vez por todas, con mis ojos de veinte años... Ferrier! (Con tanta cólera como angustia, de repente.) Ah! yo no puedo soportar el saberlo solo allá, esta noche! Le voy a enviar mis guardias. No! Sería humillado. Pasaré yo mismo! (Al acabar estas palabras estalla en la inmediata vecindad una melopea fúnebre. Schweitzer y María se miran.) SCHWEITZER Cassa! MARIA Cassa acaba de morir. SCHWEITZER (se vuelve hacia Lieuvin) Uno de mis operados de esta mañana. Estaba perdido. Iré en un momento: el dolor sin esperanza de los paganos me trastorna como el de los pequeñuelos! LIEUVIN Vuestros trescientos enfermos escuchan este canto fúnebre y el demonio piensa en ellos: Vamos, es él quien muere y no yo! Un día más ganado! Trescientos millones de seres humanos van a pensar eso cada día, en lo sucesivo. Es la guerra! MARIA (a media voz) Pobre Cassa! LIEUVIN Si, pobre Cassa que muere un día mas tarde! Todo está cambiado: su muerte ya no tiene el mismo peso. SCHWEITZER (vivamente) Oh! el mismo, comandante, exactamente el mismo! LIEUVIN Por Dios, sin duda! Pero para... SCHWEITZER Para todos aquellos dignos del nombre de hombre puesto que ellos tienen respeto la vida! LIEUVIN (con dulzura) Pero, doctor, en este mismo momento, los mejores ciudadanos de muchas grandes naciones reciben, bruñen y sopesan sonrientes todo lo que les puede servir para matar. Es la guerra... la guerra! SCHWEITZER Justamente! No tenemos mas en cuenta que las gentes o los principios suficientemente sólidos como para que la guerra no los altere en nada. Estáis obsesionado por la destrucción que se prepara; yo, por la reconstrucción que seguirá. Ella se hará sobre la base del respeto a la vida. Conservar, favorecer la vida, situarla en su más alto valor: he aquí el bien; destruir la vida, perjudicarla, someterla al sufrimiento: he aquí el mal. La responsabilidad de cada uno de nosotros hacia todo lo que vive es total, comandante! Se nos pedirá cuenta de un insecto aplastado por nuestro capricho así como de un regimiento aniquilado por nuestra imprudencia! LIEUVIN Sois un manso, doctor! Yo deseo creer que los mansos poseerán el reino de la tierra, pero no hoy! SCHWEITZER Yo no soy un manso! El mundo es un caballo caído que se debate en sus arneses. Hay que desatarlo, ayudarlo, pero también azotarlo, lo sé muy bien! (la melopea se acabó hace unos instantes) MARIA (presta atención y, luego de un breve silencio, dice dulcemente) Cassa ha cesado de forcejear, él! SCHWEITZER Yo quiero decirle adiós. (sale por la derecha) ESCENA SEXTA MARIA, LIEUVIN (ellos se miran un largo momento en silencio.) LIEUVIN Yo espero de vos, esta noche, una decisión. MARIA Y eres vos quien nos ha traído una noticia... decisiva! LIEUVIN (vivamente) Pero que no cambia nada! MARIA Eso depende, sin duda. LIEUVIN Y de qué? MARIA De un sobre: de esas órdenes secretas, y que no lo son más después de un momento. LIEUVIN Lo que sean esas órdenes, os dejan enteramente libre, Maria! MARIA Libre de dejaros libre, sí. (silencio.) Por tanto yo me pregunto si el doctor tiene razón... LIEUVIN Razón? MARIA Sí: si es fortaleza o debilidad hablar hoy como se hablaba ayer (bajando la voz), decidir hoy lo que se ha debido decidir ayer. LIEUVIN (luego de un silencio) Si me amárais, María, si yo os desposase; si mañana partiera para la guerra y si, al día siguiente, me mataran, lamentaríais vuestra decisión? MARIA (arisca) Nunca lamentar nada de lo que fue voluntario! pero maldecir el cielo para siempre! LIEUVIN (a media voz, muy emocionado) Me amáis, María! MARIA (lo mismo) Yo no soy cristiana! Yo no me resigno! Es tiempo de que lo sepáis. LIEUVIN (siempre muy emocionado) Yo sé ahora que me amáis y es bastante... MARIA Yo he esperado mucho... Cuando mi turno llegue, yo no lo cederé! LIEUVIN (dulcemente) Nosotros lo cederemos tal vez. MARIA (desconcertada, lo mira y dice con esfuerzo:) Puede ser. Ahora, decidme esas órdenes. (silencio.) LIEUVIN Me diréis en seguida vuestra decisión? MARIA Sin duda. LIEUVIN (sacando papeles de su bolsillo) Lo que se me ordena es singular y sabio: que permanezca, si la situación así lo exige; que regrese a Francia a recibir órdenes, si yo considero esta región pacificada. MARIA Así, sois libre de escoger? LIEUVIN No, no de escoger: de juzgar! MARIA Y... vuestra decisión? LIEUVIN (sin sonreir) La vuestra, ante todo! MARIA Ciertamente no. Que vuestro juicio sea puro! LIEUVIN (luego de un silencio) Y bien, dejemos eso! Yo creo conocer vuestros sentimientos... Y, en cuanto a mi juicio, está detenido: me quedo. MARIA (calurosamente) Os quedáis! LIEUVIN (casi violentamente) Si! Allá, es la aventura, la carrera, las estrellas... y me quedo! Esta guerra a la que nos preparan desde hace veinte años... pero me quedo! MARIA (dulcemente) La muerte en el alma? (Lieuvin la mira, vacila, luego asiente lentamente con la cabeza.) Entonces, por qué quedarse? LIEUVIN (con una especie de cólera) Porque ellos encontrarán diez mil jefes de batallón para conducir sus tropas al asalto de su quinto galón! Pero hombres capaces de sostener un imperio sin créditos y sin soldados, cuántos se presentarán? MARIA Sin soldados? Yo creía que las tropas estacionadas aquí... LIEUVIN (interrumpiéndola) ... Son numerosas, sí! pero yo las regresaré casi todas. Practicaré la política de la sonrisa: un edificio en construcción vale un batallón; una enfermería indígena vale un regimiento! Sin embargo, mis hombres se batirán allá, sin mi! Y yo los abasteceré con buques llenos de mercancías... MARIA Se os ordena? LIEUVIN (cambiando de tono) No. (casi tiernamente.) Un niño no espera órdenes para socorrer a su madre... MARIA Sois más realista que el rey! LIEUVIN Puede ser. Sin esta clase de gentes, la república no duraría mucho! MARIA (con esfuerzo, luego de un silencio) Pero habéis reflexionado bien...? LIEUVIN (muy vivamente) En todo! (con un tono suavizado.) Os pido creer que yo he reflexionado en todo antes de tomar la decisión de no batirme. MARIA O mas bien, no de esta manera! LIEUVIN (con amargura) La única, en lo sucesivo, que cuenta a los ojos de todos! MARIA (dulcemente) Pero es que los juicios cuentan todavía sobre los vuestros? LIEUVIN (después de un instante, simplemente) No, casi no. Es sin duda la definición del tirano… MARIA (sonriente) O la del gran hombre! El Señor Leblanc nos haría un bello discurso ahí! LIEUVIN Ciertamente hago caso omiso del juicio del Señor Leblanc! MARIA (gravemente) Desgraciadamente, es el único que habrá que tener en cuenta! (Lieuvin hace un gesto.) Escuchad! todo lo que os pueda contrariar a partir de aquí me horroriza. LIEUVIN (turbado) María! MARIA (prosiguiendo imperiosamente) Pero yo detesto aún más el equívoco, el pesar, el cambio brusco... Habéis pensado que no realizaríais nada de vuestros planes si el Señor Leblanc se opone? LIEUVIN (calmadamente) Todos mis planes! A mi modo! Porque (saca otro papel de su bolsillo) he aquí mis órdenes acerca del gobernador civil... MARIA El tiene conocimiento? LIEUVIN Ni él ni nadie mas que vos. (silencio.) Hablar mucho del Señor Leblanc! Hablar mucho de lo que no sois vos o yo! (gravemente.) Es a lo que me comprometo en esta guerra, o más bien a lo que renuncio, para hacerle frente yo cuento con vos, María... (silencio.) Es mi manera de decir que os amo!... Y ya nos separamos... MARIA (vivamente) Por qué? LIEUVIN Ferrier, solo... MARIA Es cierto. LIEUVIN Dadme pues una palabra que no me abandone! MARIA Pero... LIEUVIN Que me hechice y me encadene, como el anillo de oro... MARIA (tendiéndole la mano, dulcemente) El silencio es desde hace tanto tiempo nuestro reino... No salgamos de él todavía! Que es como nuestros esponsales, Hervé... LIEUVIN (en el colmo de la emoción) Vuestra voz para decir este nombre que no emplea nadie... Vuestra voz, esta noche... Y yo me doy cuenta, a la vez, que mi corazón estaba vacío y que ahora está pleno... MARIA (con angustia) Un instante, un solo instante de felicidad... Es acaso mucho? Es muy tarde? LIEUVIN Muy tarde? MARIA La máquina está en marcha, la mecha está encendida... Esta es la primera de las noches inhumanas. Cuántos hombres han muerto indebidamente hoy? Nuestro primer instante de felicidad está ya manchado de sangre. La felicidad será pues no pensar en los demás? LIEUVIN (tratando de bromear) Chitón! Que diría Schweitzer de esta palabra? MARIA Ya lo sé: me diría que uno no tiene derecho a la felicidad... LIEUVIN Y a qué tiene uno derecho sobre la tierra? Todo se roba! MARIA Todo se paga! LIEUVIN (alza los hombros con indiferencia o hastío. Luego, después de un silencio.) Tomad esta sortija! Es la primera vez que ella me abandona en veinte años... (el se la pone en el dedo.) Pero vuestra mano tiembla, María... Qué tenéis? MARIA (con voz alterada) Miedo! Por primera vez desde hace mucho tiempo, miedo por dos... (El está emocionado y va a tomarla entre sus brazos. En ese momento se abre bruscamente la puerta del fondo, y Leblanc aparece; está muy pálido.) ESCENA SEPTIMA MARIA, LIEUVIN, LEBLANC LEBLANC (gritando) Lieuvin! El Padre de Ferrier!... LIEUVIN (brevemente) Y bien? LEBLANC Asesinado! MARIA (cubriéndose el rostro con las manos) Dios mío... LIEUVIN (mismo ademán) Cuando? Por quién? Pronto! LEBLANC El no quiso unirse a mi escolta. Pasando cerca de su ermita, oí un tumulto, voces. Grité una orden. Una ráfaga. Llegué... Oh! Lieuvin. El Padre de rodillas, atado, que se derribaba, la cara contra la tierra, lentamente, como somnoliento... LIEUVIN Muerto? LEBLANC Una bala disparada detrás de la oreja y salida por el ojo izquierdo... MARIA (con vacilación) Desfigurado? LEBLANC No. Risueño... LIEUVIN (en un grito) Ferrier! Los asesinos? (retomando su tono breve.) LEBLANC Huyeron al acercarnos. Tres de mis hombres los persiguen en la noche, sin esperanza! LIEUVIN Huyeron hacia el sur? LEBLANC Sí. LIEUVIN Naturalmente! (con más desesperación que rabia.) Ah! Leblanc, como habéis podido dejarlo partir solo, esta noche! MARIA El no quería a ningún precio... LIEUVIN (interrumpiéndola violentamente) El no era el amo de su persona ni el amo de su muerte! El, vos y yo representamos a Francia aquí. Sus asesinos vinieron del sur: de las colonias alemanas. Ellos lo han escogido, mas bien que a vos, mas bien que a mí, porque el no estaba protegido, y por nuestra culpa! LEBLANC (dulcemente) Es un hecho diferente, Lieuvin, un doloroso hecho diferente; no hagáis un crimen político! LIEUVIN Ni lo uno ni lo otro: es un acto de guerra. Ferrier es quizás el primer muerto de ella (bajando la voz) y el era mi camarada... MARIA (violentamente) No, no! Diez contra uno y que no estaba armado: es un asesinato! No agreguéis su muerte a uno de vuestros grandes juegos: guerra o política! Un simple asesinato... (Silencio. Con voz alterada.) Ah! yo tengo vergüenza de vivir en un mundo en donde se asesine al Padre de Ferrier... LIEUVIN (después de un silencio) Pero por qué más bien no lo tomaron como rehén? Ellos habrían podido obtener todo de nosotros! LEBLANC (bajando la cabeza) Mi llegada ha debido precipitarlo todo: ellos se enloquecieron... uno de ellos disparó.. LIEUVIN (posando su mano sobre su brazo) Olvidad eso, Leblanc! Es un pensamiento con el cual no se puede vivir bien! (silencio.) El no está solo? MARIA (a media voz) El está muerto: el está solo! LEBLANC Yo he dejado dos soldados; y todos sus animales domesticados que gimen; y Negros más y más numerosos que se cuelan en silencio hasta la ermita y quedan consternados... Persuadidos sin embargo de que el gran doctor blanco va a despertarlo como el resucita a sus operados! (Silencio. A media voz.) Pero su sangre corre dulcemente sobre esta tierra saturada... (Lieuvin se vuelve bruscamente para esconder su rostro.) MARIA (después de un silencio) Yo voy a prevenir al doctor Schweitzer. LEBLANC (dulcemente) El va a tener tanta pena... MARIA (violentamente) Pena?... Vergüenza! sobrevivientes... la verguenza de los (Lieuvin se vuelve y la mira largamente. María sale por la derecha.) ESCENA OCTAVA LIEUVIN, LEBLANC LEBLANC (sacando de su bolsillo un carnet que él tiende a Lieuvin) El tenía su carnet en la mano.. LIEUVIN (abriendo el carnet, pasa algunas páginas y lee:) Vivir como si tu debieras morir mártir hoy... (Silencio. Luego de repente Lieuvin se dirige hacia la puerta del fondo.) LEBLANC Que vais a hacer? LIEUVIN Saludar a mi camarada. Rendir a Ferrier los honores militares. LEBLANC Dadme primero cinco minutos! Los vivos pasan antes que los muertos. (Lieuvin vacila.) No importa qué vivo ante no importa qué muerto... LIEUVIN (acercándosele) Es cierto. LEBLANC Habéis tenido conocimiento de las órdenes? LIEUVIN De las mías, sí. LEBLANC He recibido copia de una parte de ellas. Entonces vuestra elección está frenada? LIEUVIN (desviando la cabeza) Desde hace poco, si: yo parto... LEBLANC (estupefacto) Vos? LIEUVIN Y bien, qué tiene de asombroso? Es la guerra, yo soy militar: parto! LEBLANC (violentamente) No es el soldado, es el niño que habla por vos! El muchacho turbulento que jugaba a la guerra! Y sois millones en toda Europa! LIEUVIN (dulcemente, casi risueño) Os equivocáis, Leblanc: yo no jugaba al soldado, yo jugaba al País... Trazaba rutas y ríos, construía puentes. LEBLANC Ya! Es entonces un juego de la infancia, un juego de tiempos de paz, el País! LIEUVIN (vivamente) No! LEBLANC (mismo tono) Entonces por qué partís? LIEUVIN (lentamente, después de haberlo mirado en silencio) Y vos, por qué me retenéis? LEBLANC (embarazado) Pero... LIEUVIN Vos al fin solo amo de este reino y me retenéis! Qué es lo que ha cambiado después de la última noche? LEBLANC (después de haber vacilado) Simplemente esta frase: Yo no quiero jugar a la isla desierta!... LIEUVIN Esto qué significa? LEBLANC (con voz sorda) Yo no quiero encontrarme cara a cara con María... LIEUVIN (amargamente) Al fin solos! LEBLANC (con violencia) Sabéis bien que no! Sabéis bien que con las almas de esta clase los ausentes tienen siempre razón! LIEUVIN (después de un instante) He aquí todos los problemas que la guerra os plantea! LEBLANC Los otros, se encarga de resolverlos en mi lugar; y sin darme a escoger, como vos me los dáis! (silencio.) Por otra parte, debería echar a perder mi vida porque algunos hombres de Estado han decidido divertirse, una vez más, con el Juego de los Imperios? LIEUVIN (violentamente) Que os importa el imperio, en efecto, con tal que pudiérais continuar jugando vuestro pequeño juego personal! LEBLANC (secamente) No más lecciones! Si el imperio os importara, permaneceríais, Lieuvin! LIEUVIN Es en Lorena en donde se juega la suerte de Africa! LEBLANC Creéis que faltan, allá, jefes de batallón? (Silencio. Mas lentamente) Y después deberéis obedecer, obedecer a jefes menos válidos que vos, y esto os remorderá... LIEUVIN Lo que me remuerde, es la inacción! LEBLANC Pero la acción libre, inmediata, productiva, está aquí, a pesar de su guerra, lo sabéis bien! LIEUVIN (conciliante, casi suplicante) La conduciréis vos, esta acción! LEBLANC (lentamente, con ironía) Tenéis confianza en mí? Qué es lo que ha cambiado desde la última noche? LIEUVIN (después de un silencio) Nada. De otra parte, yo estaba resuelto a permanecer (bajando la voz) hasta ahora mismo... LEBLANC Hasta esta noticia que yo os he traído? (Lieuvin hace un gesto afirmativo.) Pero la muerte de Ferrier os obliga a permanecer! LIEUVIN (deteniéndolo con un gesto) Basta de elocuencia, Leblanc! Yo sé que es allá en donde reemplazo a Ferrier, no aquí... LEBLANC Deseáis vengarlo? Es por esto que las guerras son tan largas y nunca son decisivas! LIEUVIN (dulcemente) No, no la venganza, pero --María acaba de decirlo-la vergüenza de sobrevivir... (Silencio.) Vais a reír, Leblanc! Hace veinte años, Ferrier quiso batirse en mi lugar: yo le debo, hoy, batirme en el suyo! LEBLANC Y bien, es aquí su sitio! No dejéis esta región completamente huérfana... LIEUVIN Vamos, ella protege Schweitzer! LEBLANC (después de un instante) No. LIEUVIN (estupefacto) El doctor abandonará Africa? LEBLANC (con esfuezo) El doctor es Alsaciano, es decir súbdito alemán. El será detenido hoy antes de medianoche. LIEUVIN (gritando) Estáis loco, Leblanc! LEBLANC (sacando un papel de su bolsillo) Aquí está la orden. LIEUVIN No la vais a ejecutar, no es cierto? LEBLANC (bajando la cabeza) Sí, ciertamente. LIEUVIN (yendo hacia él) Yo os lo prohibo! LEBLANC (lentamente) Con qué derecho? LIEUVIN Del derecho... (Lleva la mano al bolsillo donde se le ha visto colocar su carta de mandato, luego se arrepiente. Silencio. El prosigue muy calmadamente.) Seréis desaprobado. El mundo entero... LEBLANC (interrumpiéndolo, mismo tono) El mundo entero está en guerra y se burla del doctor Schweitzer. LIEUVIN (imperioso, pero suplicante) Leblanc, destruid esta orden! Yo os cubriré... LEBLANC (mismo tono) Mañana, habréis partido. Hoy sois virrey; mañana un oscuro jefe de batallón... LIEUVIN (con voz sorda) Y si me quedara... LEBLANC (mirándolo a la cara) Os daría esta orden vos responderíais... para ejecutar, LIEUVIN (vivamente) Pero sabéis bien que yo no la ejecutaría! LEBLANC (a media voz) Tanto mejor! Lieuvin: LIEUVIN (con violencia) Entonces no seáis hipócrita! Pensad en Schweitzer! Pensad en María. (Leblanc niega con la cabeza..) (silencio. Con otro tono.) LEBLANC (amargamente) Sois vos quien me lo aconsejáis, ahora? LIEUVIN Ella os despreciará! LEBLANC Ella despreciará a quienes me han dado esta orden... LIEUVIN Si los respetáis, desobedecedles! LEBLANC (calmadamente) No, Lieuvin! Yo soy de la raza que no respeta, pero obedece. A mitad de camino entre la devoción y la rebelión: yo soy un hombre como los otros. Uno de aquellos gracias a los cuales podéis, vos y los vuestros, ser la excepción y, si vuestro golpe resulta, entrar en la Historia... (con amargura.) Yo soy un pedestal! De qué os quejáis? LIEUVIN (a media voz) María os despreciará... LEBLANC (sacudiendo la cabeza) Si ella es de vuestra raza, pero lo dudo. Yo la conozco mejor que vos, puesto que ella no me ama... (silencio.) Pero, yo, la amo lo suficiente para afrontar su desprecio... Ella no se equivocará siempre. LIEUVIN Y yo tengo suficiente confianza en ella para partir! (silencio.) Cuando regrese... LEBLANC (con violencia) Por qué vosotros estáis seguros de regresar, todos? La muerte, es buena para los demás, no es cierto? Y, cuando regreséis, pasaréis bajo el Arco del Triunfo, la vida será un perpetuo banquete, y --milagro!-ni vosotros ni vuestros amores habrán envejecido? Es la Bella Durmiente del Bosque, la guerra, quizás?... No, Lieuvin! Si regresáis, no encontraréis nada, ni nadie, intacto!... A su regreso, lo que espera a los héroes es una pila de esquelas y una carta del fisco reclamándole impuestos atrasados... Y, ese mismo año, pensaréis que eran buenos tiempos cuando vuestra única preocupación era la de matar hombres! Y los otros, en el mismo año, pensarán que los héroes no son aceptables sino a condición de morir en la guerra! LIEUVIN (dulcemente) Sin duda tenéis razón... Entonces es por caridad que deseáis retenerme? LEBLANC (con voz sorda) No. Ya os lo he dicho: os temo más ausente que presente! LIEUVIN Vamos, mi decisión está tomada, y Ferrier me espera! (va hacia el fondo, pero se regresa y, casi suplicando.) Cuidaréis esta región, Leblanc? LEBLANC (molesto) Aún no es la hora del testamento! Regresaréis esta misma noche. María conoce ya vuestra nueva decisión? LIEUVIN Si ella no duda ahora, seré yo quien dude de ella! Volveré mañana. Soportar la mirada del doctor Schweitzer ahora, no! supera mis fuerzas... Animo! (el sale) ESCENA NOVENA LEBLANC, MARIA (Al quedar solo, Leblanc permanece inmóvil y como abrumado, de espaldas al público. Luego voltea la cabeza, y con un gesto decidido, se dirige hacia la puerta de la derecha. Advierte entonces a María, que ha entrado por esa puerta precisamente cuando decía: "María conoce ya vuestra nueva decisión?" y ha permanecido inmóvil en la sombra.) LEBLANC (deteniéndose) María! Estábais allí!... MARIA (con voz alterada) El comandante Lieuvin va a partir, no es cierto? LEBLANC Si. (María permanece impasible.) Y no decís nada! Y tampoco lucharéis! (María sacude la cabeza.) Ya habéis pasado al campo adverso: con quienes sacrifican la felicidad, el presente, la Tierra contra grandes palabras y actitudes! Al campo de los monederos falsos, ya! (bajando la voz.) Es tan difícil permanecer humano? MARIA (dulcemente) El comandante Lieuvin y yo hemos cambiado de rostro en el mismo instante: al conocer la noticia que trajisteis! No hay nada más humano... LEBLANC (con una violencia contenida) Yo no admito que la muerte de un hombre pese sobre el destino de los vivos! MARIA (mismo tono) Que la decisión del comandante Lieuvin me sea extraña, odiosa, y que yo me oponga, es lo que pesará sobre nuestro destino!, esto solamente... LEBLANC (amargamente) Que confianza! MARIA Confianza, si... Tanta confianza en vos también que no pregunto por qué, contra toda lógica, tratáis de retener aquí al comandante... LEBLANC (vivamente) Simplemente porque... MARIA (interrumpiéndolo) Yo sé! Veo claro en vos. LEBLANC Es que nosotros somos de la misma raza, pero él no! MARIA (lentamente) Creéis que, si el pudiera permanecer en este país cazándoos, el lo haría? LEBLANC Seguramente. MARIA (con calma) Os equivocáis! Porque él tiene los medios y es él quien se va. LEBLANC Cuáles medios? MARIA (mismo tono) Una carta de mandato absoluto. (Leblanc hace un gesto de duda.) Yo la he visto. LEBLANC (después de un silencio) Esta generosidad me insulta! Entonces es que él no me teme en absoluto? MARIA Es que el tiene confianza, confianza absoluta en mi... LEBLANC Y esta confianza os encadena! Caeréis pues en todos los lazos? MARIA (dulcemente, mirando su anillo) Poco importa el lazo, con tal que el me retiene... (Silencio. Ella tiende hacia Leblanc la mano que lleva el anillo y dice sonriendo:) He aquí el primero, el más común... LEBLANC Su anillo! Y habéis tan sólo descifrado el sello? Es célebre... MARIA (mirando el anillo y leyendo:) La alegría de vivir consiste en la acción. LEBLANC La única alegría de vivir, es la acción. Os devorará, María!... (Ella hace un gesto de indiferencia. El continúa con voz alterada:) Vos y yo conocemos el precio del tiempo... Era nuestra última experiencia, María... Ah! No pronunciéis mas jamás la palabra Felicidad!... MARIA (gravemente) Yo pondré entonces mi alegría en otra parte, como él, como el doctor Schweitzer, y nadie me la arrebatará... LEBLANC (con un esfuerzo para hablar secamente) La alegría del doctor Schweitzer le va a ser arrebatada. Tengo la orden de hacerlo arrestar antes de medianoche como súbdito alemán. MARIA Qué? LEBLANC Despreciadme, pues! Que mi desesperación sea absoluta, esta noche! MARIA (tendiéndole la mano) Os compadezco solamente. (el posa su mirada sobre esa mano. Largo silencio.) LEBLANC (sincero) Si se cierra el Hospital y no pudiérais regresar a Europa tan pronto, qué sería de vos? MARIA (muy dulcemente) Dejad!... Dejádme prolongar este instante en que yo no pienso ante todo en mi. LEBLANC (violentamente) Pensáis en Lieuvin, que nada os impedirá más encontrar! MARIA (retirando su mano) No: en el doctor Schweitzer... LEBLANC (confundido) Pensad también en mí, que debo prevenirlo! (sale por el fondo) ESCENA DECIMA MARIA, EL PEQUEÑO NIÑO NEGRO (Al quedar sola, María se dirige a la puerta del fondo, que abre. Ella queda allá, inmóvil, de espaldas al público. Pero he aquí que se abre la puerta de la derecha y aparece tímidamente el pequeño niño negro del primer acto. El está en larga camisa de dormir, pies descalzos, y lleva un vendaje en su brazo enfermo. El avanza silenciosamente hasta el centro del escenario. En ese momento, María nombra en la noche, con una voz contenida pero desesperada.) MARIA Hervé!... Oh! Hervé... EL PEQUEÑO Mamá! (María se vuelve y corre hacia el pequeño que toma en sus brazos. Ella va a sentarse en una silla, de cara al público, y lo acerca a ella tiernamente.) MARIA Mi pequeño... Por qué has salido de tu cama? Por qué no duermes? EL PEQUEÑO Tengo miedo... MARIA Miedo? Pero de qué?... De ese tam-tam todo el día? (el niño niega con la cabeza.) (el niño asiente.) De este silencio, ahora? Pero no te debe asustar ni lo uno ni lo otro, mi querido! (Ella se pone a arrullarlo. El pequeño se va durmiendo poco a poco.) Hay el gran día y después la noche; el tumulto y después el silencio... Ayer, estabas mal, no es cierto? (el asiente.) (no.) Y hoy ya no tienes dolor? Y es siempre así, y eso será siempre así, hombrecito! La espera y, mañana, el pesar; la alegría y después, quizá, la desesperación. Es tu condición, nuestra condición de todos. Tú no comprendes lo que yo te digo! pero tú te calmas, tu vas a dormir... Y yo, para arrullarte, tengo el gesto de Dios: te llevo de un extremo al otro... Te dejarás caer en la trampa, tú también? Del orgullo a la desesperación y de la desesperación al orgullo, sin cesar? O bien tu sabrás escoger y andar derecho tu camino de hombre hacia la luz? Entonces recuerda siempre al Gran Doctor que te ha curado, y al Padre, todo blanco, que te abrazaba esta mañana... Los dos sonreían, hombrecito, sonreían hasta el último minuto... Quien ha encontrado su camino, con toda seguridad, él sonríe!... Tan sólo esto cuenta, mi almita: sonreír... sonreír... (Ella mira que el duerme; sonríe un largo rato, luego su sonrisa se hiela y ella debe esconder su rostro con la mano. En ese momento entran por el fondo el doctor Schweitzer, al que precede Leblanc. El doctor tiene la mirada fija, la boca entreabierta, el caminar de autómata del hombre que acaba de recibir brutalmente una muy mala noticia. Se agacha hacia María que hace buena cara y se inclina hacia el pequeño.) ESCENA UNDECIMA MARIA, SCHWEITZER, LEBLANC SCHWEITZER (mostrando al niño) Estaba mal? MARIA El tenía miedo. SCHWEITZER Eso es también un mal. (silencio.) Matarán a los niños en este país y nosotros no podremos hacer nada, ni el Padre ni yo... (empujando dulcemente a María hacia la derecha.) Ve! Que el duerma apaciblemente su última noche aquí! MARIA (con voz alterada) Doctor! (El doctor coloca un dedo sobre sus labios, acaricia el rostro del niño y después muestra la puerta de la derecha. María sale con su carga.) SCHWEITZER (volviéndose hacia Leblanc) Antes de medianoche, habéis dicho? (Leblanc afirma con la cabeza. El doctor mira su reloj. Suspiro. Silencio. De repente, muy lentamente, el dice:) Señor Leblanc, qué vais a hacer por ellos? LEBLANC (sordamente) Es la pregunta que también me han hecho el comandante Lieuvin y, de su boca inmóvil entreabierta, el Padre de Ferrier... Qué queréis que yo responda, doctor? SCHWEITZER (mismo tono) Responded: Todo lo que yo pueda! LEBLANC Pero qué puedo yo? SCHWEITZER Es una mala respuesta... (silencio.) Ah! mi ausencia va a complicar vuestra tarea, señor Leblanc. No es a mí a quien arrestáis: es la lepra, el sueño, la malaria lo que liberáis! LEBLANC Yo sé que la muerte va a recuperar terreno... SCHWEITZER El dolor, sobretodo! Y es un déspota más terrible que la muerte! LEBLANC Los Negros lo resienten menos intensamente que nosotros. SCHWEITZER (con vehemencia) Pero esto es falso, os lo juro! Y la ignorancia de lo que les va a pasar duplica su angustia... (calmándose, hasta obligándose a sonreír.) Creédme, señor Leblanc, ellos no tienen mas deseo de morir que vos! (María entra sin hacer ruido por la derecha) LEBLANC (sin convicción) Ellos se han pasado sin médicos durante siglos! MARIA (dulcemente, a Leblanc) Qué habría sucedido en vuestra familia si hubieran debido pasarse sin médico tan sólo diez años? SCHWEITZER (después de un silencio) Para qué discutir? Dónde están los adversarios? Estamos nosotros tres, de una parte; y, de otra, esta decisión sin rostro... De un lado: la irresponsabilidad; del otro: hombres que van a morir... Sí, esto es la guerra! (El consulta su reloj. Después, volviéndose hacia María.) No era la noche anterior cuando nosotros hablábamos del tiempo que pasa? He aquí tal vez la unidad de medida: los minutos que os quedan para vivir libres... La libertad también tiene sus agonías... (El va hacia la puerta del fondo, que abre hacia las tinieblas. El queda allá, volviendo la espalda al público. Se escucha que murmura) Africa... Africa, mi patria! (súbitamente él se vuelve y, cerrando los ojos, habla.) Pero no! Es como ciego que me hace aprender a amarla... (Silencio. Continúa con una voz singular,los ojos siempre cerrados.) Yo veo, sobre la vertiente, las flores blancas de los cafetos, las flores rojas de los tulipanes, vivas como miradas... Yo escucho el rechinar de los puerco espines y el grito de los grillos, los grillos innumerables... He aquí que la adversidad cesa de repente y la selva respira, profundamente, hasta las entrañas... Ribera de árboles, y el río tibio corre a sus pies. Yo veo una pequeña garza toda blanca, de pie, inmóvil bajo la luna... Al borde de la ciénaga, hay también un águila-pescador que duerme y toda una familia de golondrinas. Ellas me hablaban de Europa; allá, en lo sucesivo, me hablarán de Africa. El grito penetrante de los vencejos me herirá... (el lleva las manos ante sus ojos.) MARIA (emocionada) Doctor! SCHWEITZER (muy dulcemente) Hay un macizo de madera preciosa y otro aún mayor de okoumé. Entre los dos, la colina del cementerio... (silencio.) El cementerio: es todo lo que permanecerá reconocible cuando las termes hayan devorado mi hospital, cuando la selva haya borrado todo!... (el abre los ojos.) Escuchad!... (silencio.) Nada. Los parientes de Cassa han sucumbido al sueño... Todo duerme. Es el silencio feliz de los cuerpos saludables... Yo estoy en paz con todos aquellos que me han sido confiados y que están aquí, perfectamente en paz... Pero yo no puedo aceptar ninguno más! (a Leblanc.) Señor Leblanc, hay un farol en el desembarcadero: el guía hacia el hospital a los que vienen de lejos. Quisiérais ir a retirarlo? Os corresponde a vos apagar esta llama! LEBLANC (a media voz) Es cierto... (el sale por el fondo) SCHWEITZER Dios mío, yo pongo todo esto en vuestras manos: tres cientos enfermos curados, y también uno muerto, porque yo no soy más que un hombre... Yo debería aceptar y recurrir a vos confiado y me sofoca la amargura, me sofoca la inquietud, porque yo no soy más que un hombre… (se agacha hacia María.) Señorita María, entre tantas preocupaciones, no os tuve en cuenta: yo sé que el comandante Lieuvin parte para Europa, y yo creo que el comandante y vos.. (el no concluye.) MARIA Es cierto. SCHWEITZER (risueño) Os reuniréis con el pronto! MARIA (dulcemente) No. SCHWEITZER (sorprendido) Pero... MARIA (lo mismo) Yo me quedo en el hospital. SCHWEITZER (emocionado) Sin médico! Cómo podréis...? MARIA Yo mantendré... Yo trataré de mantener... Ah! no me desaniméis, doctor! (en un grito.) SCHWEITZER (tomándole la mano) Mi pequeña!... MARIA (retirando su mano) No me agradezcáis tampoco! SCHWEITZER Sí! En mi ruina, vos me dejáis alguien en quien pensar. Es lo esencial! MARIA (llevando su sortija a sus labios, dice a media voz:) Sí, lo esencial!... SCHWEITZER (después de un silencio, bruscamente) Creéis también que el pensamiento es más fuerte que la ausencia? MARIA (con voz sorda) Más fuerte que la misma presencia! A la fidelidad más exigente que el amor! SCHWEITZER Entonces escuchad las últimas palabras que yo recibí del Padre Carlos: Dile que yo pienso en su alma... Sobretodo, dile esta noche!... MARIA (con voz alterada) De quién hablaba él? SCHWEITZER (lentamente, mirándola) Vuestro corazón ya ha respondido. (María lleva la mano a su corazón y queda turbada. Schweitzer, sin agregar palabra, va al piano, se sienta y comienza a interpretar una pieza de Franck, desgarrador. Súbitamente aparece Leblanc en el marco de la puerta del fondo, con el farol encendido en la mano. Mira un largo rato a María, después baja la cabeza; y repentinamente se endereza, sopla vivamente la llama del farol y dice con voz fuerte: LEBLANC Es medianoche, doctor Schweitzer! (Schweitzer se detiene inmediatamente y se levanta, de espalda al público, mientras cae el telón.) Esta traducción fué realizada para el Grupo Escénico de la Radiodifusora Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano en 1954 y la editó la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, como Nº 19 de la Nueva Colección Rojo y Negro, en el mes de marzo de 1999. HENRI GHEON LA HIJA DEL SULTAN Y EL BUEN JARDINERO CUENTO, EN TRES CUADROS, BASADO EN UNA CANCION FLAMENCA CUADRO PRIMERO (una terraza que domina el jardín) ESCENA PRIMERA (El Sultán, recostado en un diván alto. Perla de Ambar, que entra, con una flor en la mano) EL SULTAN Estáis satisfecha, hija mía? PERLA DE AMBAR (sentándose) No, estoy fatigada. EL SULTAN Con menos lo estaríais. No os paráis desde esta mañana. PERLA DE AMBAR (sentándose) Tengo la intención de no detenerme jamás. EL SULTAN Eso es una locura. PERLA DE AMBAR Mientras yo no lo sepa todo, no me detendré. EL SULTAN No es posible saberlo todo; y la verdadera sabiduría consiste en tomar las cosas como son, para sacar de ellas todo el placer que nos brindan. Deseáis oír algún aire? Nada mejor que la música para engañar la curiosidad del espíritu. PERLA DE AMBAR Si lo queréis... (hace una seña el Sultán, y, entre bastidores, una guitarra modula un aire lánguido,que vuelve sobre sí mismo y no termina) EL SULTAN Ah! respiro mejor... Esa serpiente melódica ata, uno a uno, todos mis miembros, y, simultáneamente, fascina mis pensamientos con sus dulces ojos de jade y de terciopelo... PERLA DE AMBAR Basta! Ese aire me adormece. Tocad otro... EL SULTAN Sea! Sea! Otro aire, músico! PERLA DE AMBAR Vivo EL SULTAN Un aire vivo! PERLA DE AMBAR Y que me lleve consigo a alguna parte, en lugar de dejarme arrastrándome en este hueco de sombra. EL SULTAN La sombra es la mansión del hombre feliz... PERLA DE AMBAR No gusto de esa felicidad a ciegas... EL SULTAN Sea! sea! (esta vez óyese un aire vivo) PERLA DE AMBAR (casi inmediatamente) Basta! Y traédme el instrumento. (Un esclava le entrega el instrumento. Perla de Ambar arráncale las cuerdas y abre a la fuerza la caja sonora) EL SULTAN Qué hacéis? PERLA DE AMBAR Miro lo que haya déntro... EL SULTAN No hay nada dentro, hija mía... PERLA DE AMBAR No hay nada en nada nunca! Pero ahora ya sé como está hecha una guitarra: un vientre redondeado, de palo de rosa, llaves de ébano, cuerdas de metal. EL SULTAN Si, pero está muerta vuestra guitarra. PERLA DE AMBAR El obrero construirá otra. Cortará dos planchas de madera y las ajustará; tomará la medida de las cuerda, y, con las llaves, las pondrá tensas. Eso es todo. EL SULTAN Con ello adelantaréis mucho, Perla de Ambar. Cuando hayáis encontrado serrín en el cuerpo de vuestra muñeca; un resorte y ruedas dentadas en vuestro reloj; vidrios de aumento en vuestra linterna mágica... Cuando hayáis visitado, en detalle, como esta mañana, una zapatería, una papelería, una sombrerería, una farmacia, una cuchillería, una hiladora de metales, la industria del alambre, de los cuchillos, de los medicamentos, de los sombreros, del papel y todo el resto, no será más floreciente que antes; porque no tendréis, me imagino, la intención de abrir un almacén o de fundar una fábrica o un taller... PERLA DE AMBAR Lo que yo quiero es ver claro. Busco el porqué de las cosas. Admiro la manera como son hechas las cosas. Admiro a las gentes que las hacen. No soy una chiquilla tan juiciosa, tan tonta, tan obtusa, como para que se me arrulle con cuentos. Sabéis, tanto como yo, lo que los cuentos valen, padre mío. Os agradezco, por lo demás, el haberme evitado, en la medida de lo posible, los cursos de vuestros fakires, de vuestros santones y de vuestros rabinos. Mi profesor de religión me hacía la corte, en lugar de instruirme... EL SULTAN Oh! Vamos...! PERLA DE AMBAR Oh! no era peligroso. Pero cómo lo cambiaba, al buen hombre... Siempre con sus silfos, sus genios, sus demonios, sus magos. Con qué volverse imbécil, si no lo fuera desde antes, el buen hombre... EL SULTAN Vamos... Vamos... respetad un poco, Perla de Ambar, las viejas tradiciones de vuestro viejo país.Ya que ellas les son suficientes a mis súbditos, no corresponde a vos, ni a mí, disminuírlas... ni reír de ellas. PERLA DE AMBAR Harto me guardaré, mi querido padre, de clavarle el diente a ese indigesto pastel de insanias. Lo poco que de él conozco, me basta... EL SULTAN Convenid, sin embargo, en que no carecen de poesía. Cuando Azor, el dragón alado, planta su garra de oro en la extremidad de la trompa del sacro elefante Bulbul, y hace que de allí salga una princesa que lleva en sus manos un bouquet de pimientos y de flores de menta; cuando el Genio del Fuego limpia los aposentos de su madre pasando su lengua por las paredes, para borrar el secreto que grabaron allí los Sabios Apócrifos; cuando el Fecundo, después del baño, sacude su cabellera sobre la tierra, y de su cabellera se escapan diez mil peces que se transforman en corceles; o, simplemente, cuando la bella Airel -Gabal toca en su flauta de un solo agujero para hechizar al pastor de los rebaños solares, hay en todo ello materia para bellísimos sueños y, en cuanto a mí, estaría privado de ellos si no existiese la Mitología. PERLA DE AMBAR No amáis la verdad. EL SULTAN Claro que sí! Sin embargo, hija mía, os confieso que me aburre. El mundo, decís, y yo lo creo, es un anillo perfecto que gira con regularidad sobre sí mismo, y que nos presenta, en cada estación, las mismas pedrerías engastadas, en lugar inmutable; todo en él se encadena y se necesita; todo en él tiene su razón suficiente. Es un hecho, vamos! Pero, francamente, hija mía, qué placidez, qué monotonía! Pronto, un dragón absurdo que me lleve cabeza abajo! Ser, a vuestra edad, corazón mío, tan desesperadamente razonable! PERLA DE AMBAR La cabeza está hecha para llevarla en alto. EL SULTAN De acuerdo y yo soy un viejo loco. Pero os suplico, ya que tanto os ocupáis de a ciencia, ya que mi bondad paternal no os rehusa medio alguno de satisfacer vuestro gusto, mientras no hayáis agotado la lista de los por-qués que vuestra curiosidad multiplica, tratad de poner buena cara a vuestro padre y a vuestros servidores. O se dirá que la ciencia entristece, y, lo que sería blasfemo, que sus respuestas, debidamente motivadas, no os dan una completa satisfacción. (la princesa protesta. Pausa.) O, mejor... casáos! y aprenderéis la razón de esa avidez científica que os hace olvidar el principal deber de vuestro sexo, su por-qué evidente... quiero decir el amor. PERLA DE AMBAR Si alguna vez debo casarme, será con un artesano, padre mío, un fabricante, un mecánico, un inventor. Una idea! instituíd un concurso y amaré a aquel que presente ante el jurado el objeto más raro y más ingeniosamente facturado... Eso es! EL SULTAN Volveremos a hablar de ello... PERLA DE AMBAR Dejádme vivir a mi antojo! (Calla, y luego, maquinalmente, vuelve a tomar la flor, que al entrar había dejado sobre una mesa. La observa. Aspira su perfume. Luego, como hablándose a sí misma, lentamente:) El tejedor hace la tela para los trajes, el sastre, los trajes mismos. El curtidor prepara el cuero, y el zapatero hace los zapatos... (Mostrando la flor) Y esto? EL SULTAN Esto? Qué? PERLA DE AMBAR Esta flor... y todas las otras? Quién hace la flor? EL SULTAN Pues... pues... el jardinero. PERLA DE AMBAR El jardinero? Esta mañana, en efecto, al pasar por esta terraza, vi un hombre con un delantal azul, un enorme sombrero de paja y zuecos... Si es él, es el más hábil de los hombres. Yo no me explico por qué no le dáis el más alto cargo en la corte. Por qué no lo hacéis vuestro primer ministro? Me parece menos difícil gobernar un pueblo que fabricar una flor. Y si me casase con él? EL SULTAN Perla de Ambar! Perla de Ambar! PERLA DE AMBAR Tengo prisa de ver a tal artista! Jardinero! Jardinero! (se levanta y llama:) (el jardinero, a quien veíase ir y venir por el fondo, levanta la cabeza.) Venid pronto aquí! (viene lentamente, se quita el sombrero, y avanza) ESCENA SEGUNDA (los mismos. El jardinero) EL JARDINERO (saludando, aparte) Nuestra princesa! PERLA DE AMBAR Entrad! EL JARDINERO Me quito los zuecos... pero estoy sin calcetines... excusad. PERLA DE AMBAR Aquí tenéis babuchas de fino cuero. EL SULTAN Mis babuchas! PERLA DE AMBAR Os las doy. Debo calzaros yo misma? EL JARDINERO Oh, princesa! princesa! Esas cosas no se hacen... es demasiado bello para mí. PERLA DE AMBAR Son bellas, en efecto. Pero esto es aún más bello. (muestra la flor) EL JARDINERO Si queréis... PERLA DE AMBAR Conocéis esto? EL JARDINERO (riendo) Ja! ja! ja! ja! Claro que lo conozco, princesa, Rosa simplex, la rosa simple común de Chiraz. El arbusto es pequeño y nunca trepa. No es de mucho efecto en las platabandas, pero los químicos extraen su perfume. Es muy común. PERLA DE AMBAR Jardinero, sois muy modesto. Hacéis maravillas y no os dáis cuenta de ello. Sentáos. Ponéos cómodo. Escuchadme y respondedme francamente. EL JARDINERO (se sienta) Sea! Sea! PERLA DE AMBAR Cómo obtenéis este carmín tan vivo? este tejido suave y untuoso que deja pasar la luz y que respira? estas imperceptibles estrellas de oro posadas en el extremo de este hisopillo de hilos que son tanto de plata como de marfil? Cómo cortáis en esa seda, sin maltratarla, estos pétalos color de vino en la copa? Por medio de qué invisible engaste los fijáis en esta cápsula de esmeralda que hace un todo con el tallo que la sustenta y en el que --de adehala-- habéis plantado esas púas buídas como uñas de gato joven? En qué alambique habéis destilado su perfume volátil y tierno? Y cómo su perfume se insinúa entre las nervaturas de la flor y se convierte en vapor en torno de ella? Responded, jardinero; quiero saberlo todo. Conducidme al taller en donde habéis elaborado la obra maestra! EL JARDINERO Oh princesa nuestra... tan bien habláis que no comprendo todo lo que me decís. Veis en la flor tal cantidad de cosas pequeñas que yo nunca había advertido --sin duda-- en cuarenta años de jardinería. Una flor... es una flor... Para hacerla no se necesita de tánto. Con un poco de agua, y sol, y tierra, haré cuantas queráis. Mi taller es mi jardín. PERLA DE AMBAR Explicadme! explicadme! EL JARDINERO Oh! si es tan sencillo. Hay, primero, una semilla; se hace un agujero y allí se la introduce; se riega encima con el fin de que no muera de sed; y cuando ha bebido bastante, la semilla se abre. Produce un diminuto cabello, por debajo, y un diminuto dardo por encima, que rompe la corteza del suelo y crece con el tiempo. De él salen hojas pequeñuelas, pequeñas puntas, una yema de flor. La yema se convierte en botón y el botón, si se nutre, prospera. Cuando la flor se siente estrecha en su cárcel, desgarra el botón verde y despliega su veste a pleno sol. Sale del botón, como el tallo de la semilla, con todo lo que habéis dicho: los pétalos róseos, el copetillo y las estrellas de oro. El olor es el último en salir. Entonces, ya no falta nada: está hecha la flor. Bastó para ello el que yo hubiese tenido el cuidado de arrancar las hierbas nocivas en su redor y de regar la tierra --por las tardes--. Mi azada y mi regadera son todas mis herramientas, princesa. PERLA DE AMBAR Buen jardinero, no lo habéis dicho todo, aún. Quién planeó y quién construyó esa semilla de que habláis, tan bien proyectada como para que de ella surja, íntegra, toda la maravilla? responded pronto. La semilla hace la flor pero quién había hecho antes la semilla? EL JARDINERO Pues... la flor. PERLA DE AMBAR Cómo, la flor? EL JARDINERO La madre flor, princesa. Otra flor que existía antes que ésta, semejante a ésta, y a la que nadie cogió. Su traje se marchitó: no se puede ser siempre bella, no es así? Un fruto pequeño se endureció en el extremo del bastoncillo, y en el corazón de ese fruto maduró la semilla y ya no faltaba sino sembrarla. PERLA DE AMBAR Pero de dónde había salido la madre flor? EL JARDINERO De otra semilla. PERLA DE AMBAR Y esa otra semilla? EL JARDINERO De otra flor. PERLA DE AMBAR Y esa flor? EL JARDINERO De otra semilla, también. La flor sale siempre de la semilla, la semilla sale siempre de la flor. Eso es así. EL SULTAN (riendo) Ja! ja! ja! ja! PERLA DE AMBAR Permitidme, jardinero, habría de todos modos una primera semilla. EL SULTAN (divertido) O una primera flor. PERLA DE AMBAR Da lo mismo! EL JARDINERO Yo nada sé. PERLA DE AMBAR Quién hizo la primera semilla? quién hizo la primera flor? no fuisteis vos, jardinero? EL JARDINERO De ninguna manera, de ninguna manera, princesa. Quizá mi predecesor... aunque me sorprendería. PERLA DE AMBAR Quién, entonces? Quién, quién? EL JARDINERO Me pedís demasiado. PERLA DE AMBAR (exasperándose) Entonces cuidáis todos los días vuestras plantas sin inquietaros por saber quién las hace nacer? Y para qué os sirve la cabeza? Es inimaginable. Es incalificable. Enteramente asombroso como estupidez. EL JARDINERO Os agradezco. EL SULTAN No os exacerbéis, os lo ruego. La semilla... o bien la flor se haría a sí misma sola... eso es todo. PERLA DE AMBAR Eso no es posible, padre mío... Es como si dijérais que vuestras babuchas se hicieron ellas solas... o vuestro reloj... o mi canario, el músico... o la guitarra que acabo de romper. EL SULTAN Entonces fue un genio... o el elefante Bulbul... o el dragón Azor... quien la trajo a la tierra. Después de todo, por qué no? PERLA DE AMBAR No mezcléis vuestros cuentos a un problema científico que exige el más serio de los análisis. Cuando reflexiono, no creo ni una palabra de lo que este rústico ha referido. Una flor que hace la semilla! una semilla que hace la flor! (Al jardinero:) Está bien, idos a regar vuestras lechugas. No volveré a tener tranquilidad hasta saber la solución de todo esto. Andad, jardinero. EL JARDINERO Yo digo lo que sé, princesa. PERLA DE AMBAR Me oís? EL JARDINERO Me voy... me voy. Os saludo. (Sale. La princesa se deja caer sobre su asiento, sollozando) ESCENA TERCERA EL SULTAN En qué estado os ponéis, hija mía! Por una flor! PERLA DE AMBAR No podéis comprenderme; dejádme. EL SULTAN (levantándose) Perla de Ambar, no se os verá en el comedor? PERLA DE AMBAR No tengo apetito. EL SULTAN Un aire en la guitarra para calmaros? PERLA DE AMBAR Deseo silencio. EL SULTAN Bien... bien... Lo mejor es que os vayáis a la cama. PERLA DE AMBAR No tengo sueño. EL SULTAN Yo que no tengo tántas preocupaciones en la cabeza, voy, ahora mismo, a comer, y luego a dormir. No iréis a pasar toda la noche en esta terraza? PERLA DE AMBAR No lo sé. EL SULTAN Abrigáos, por lo menos. PERLA DE AMBAR Quiero morir. EL SULTAN Por una flor? PERLA DE AMBAR Por una flor. EL SULTAN Si eso puede traeros la paz, os prometo, hija mía, que desde mañana temprano haré buscar, hasta en las provincias más apartadas del sultanato que gobierno, al habilísimo hombre que buscáis si es que no ha muerto. PERLA DE AMBAR Ninguno otro será mi marido, lo prometo. EL SULTAN Oh! no exageréis. PERLA DE AMBAR Y si murió... EL SULTAN Os consolará su secreto. PERLA DE AMBAR Si no se lo llevó a la tumba. Y entonces me reuniré a él (desesperada:) EL SULTAN Es la mejor manera de no saber nada. Y renunciaríais a descubrir tántos otros misterios que --de todas partes-invitan a nuestra razón? PERLA DE AMBAR Fuera de la flor... nada más me interesa. EL SULTAN Os dejo entonces con la flor, está bien. (retirándose:) Maldita la Ciencia! y viva la Mitología, que de todo nos da cuenta sin fatigar jamás el espíritu y en la que las flores no son objetos desmontables! Bendita la flor del árbol de las Hadas, que no permite que nadie se le acerque y que desde lejos vierte el sueño y el olvido. (sale) CUADRO SEGUNDO (Una era en el jardín. Ha caído la tarde, la luna se eleva. Perla de Ambar deja la terraza, donde reposaba, y desciende al jardín; recorre una senda entre flores. Suspira) ESCENA PRIMERA (Perla de Ambar, sola) PERLA DE AMBAR (en voz baja) Y no solamente existe la rosa. También existe el tulipán. También el jacinto. Y la peonía. Existe el lirio real. Y el pensamiento que os mira cara a cara. Y el jazmín que no tiene sino su ojo blanco. Y el narciso --además-- como un pulido espejo. Y la campánula que suena. Amo, sobre todo, la rosa simple de Chiraz, porque es como una hermosa doncella con sangre en las mejillas y ríe siempre. También, ay!, soy hermosa, pero ya no sé reir... Oh jardinero misterioso, jardinero de verdad, que hacéis las flores con vuestras manos... qué delicadas manos las vuestras! Este otro tiene los dedos gruesos y las palmas encallecidas. No sabe sino de su azada y de su regadera. No sabe nada. Y cree penetrar en el secreto de las rosas. Es feo, es estúpido. Y yo que le tomé por inventor, que le tomé por un artífice de maravillas. A vos, verdadero jardinero, os veo tan blanco como vuestras manos; con vuestros finos cabellos en bucles y los ojos sapientes, y con el amor a vuestro oficio en el corazón, que palpita dulcemente como un tambor asordado. Y vuestra voz es melodiosa... Si la rosa es bella, más bello sois vos mismo. Porque el que crea la maravilla es superior a la maravilla; nadie da nunca mas de lo que tiene. (pausa) Dónde nacerá la próxima flor? Sin duda en este cuadradito de tierra rodeado de boj y que ha sido desherbado, escarbado, regado. Aquí estaré para verla nacer. El jardinero de mi padre se levanta temprano, me levantaré antes que él. O no me acostaré. Atisbaré toda la noche al que ha de venir y sin el cual no ocurrirá la maravilla. Si no viene, no habrá maravilla. (pausa) Por qué se esconde? Por qué nadie lo ha visto aquí? Quizá no le aman? Quizá están celosos de su ciencia? Quizá le odian? Pero por qué hace florecer el jardín de sus enemigos? Por qué se obstina en embelesar sus ojos, sus narices, su corazón ingrato? No es --entonces-- un hombre como los otros? (pausa) Quién le paga su trabajo? Trabajará gratuitamente? De qué vive, entonces? Será rico? Pero, si es rico, por qué trabaja? Pobre princesa, cuántas preguntas por una flor! Absolverás jamás todas las que la flor te propone? Como es de pobre tu ciencia... y quién te responderá? (pausa) Oh, bello jardinero de las flores, si por ventura no sois amado, os amo yo. No he amado nunca a nadie y nunca he soñado en el amor. he aquí que en mi corazón lo hacéis nacer. Oh, jardinero de las flores, sois también jardinero del amor? Siento mi corazón presto a abrirse. Os bastará soplar en él, como lo hacéis sobre la rosa. Por vuestra balsámica obra maestra, renuevo mi juramento. No tendré otro esposo que vos. Querráis tomarme por esposa? Estaba tan orgullosa de mí misma. He aquí que --ante vos-me siento como que no soy nada. Oh! comunicadme vuestro secreto, os lo ruego! Os prometo no revelarlo jamás! Si es preciso vendré todas las noches a miraros hacer, sin decir ni una palabra, sin dejarme ver siquiera, como la cervatilla --a través del follaje-contempla al ciervo de enorme cornamenta que pasa sin dignarse verla. Observaré detrás de estas zarzas; no llegaré hasta vos si no me llamáis. Os ayudaré en vuestro trabajo y seré vuestra sierva para siempre. (Mientras hablaba, fue a esconderse tras unas zarzas de la derecha de la pequeña era. Está ahora de rodillas y acecha. En este instante la más suave de las músicas pasa como una brisa sobre el jardín y aparece a lo lejos una sombra blanca. El buen jardinero marcha lentamente. Es semejante al otro, pero muy joven; su blusa es plateada, su delantal azúreo y su sombrero de paja dorada; su cabellera llega hasta sus hombros; al pasar se inclina sobre cada flor. Se detiene en frente de la pequeña era; posa un pie en ella y luego --curvándose completamente-- una mano.) EL BUEN JARDINERO Por el poder de mi padre y por el mío y por el amor que está en nosotros, pequeña semilla formada por nuestras manos, en el origen de los tiempos, entreabierta en flor, encerrada luego en el fruto y otra vez aprisionada en la semilla, siempre semejante a ti misma y a nuestra voluntad, reábrete y florece y que el eterno rocío que cae de los cielos te fecunde. (Toma la regadera de plata, y una lluvia invisible cae sobre el suelo. Deja la regadera a un lado, y en cuclillas, cerca de la pequeña planta que sale lentamente del suelo, parece modelarla con sus manos.) Hé aquí el leño, hé aquí las espinas, hé aquí el cáliz, hé aquí el vino --color de triunfo y de sangre vertida-y hé aquí el buen perfume de los merecimientos. Porque la gloria del Padre, la pasión del Hijo y la ternura del Espíritu están inscritas en todas las cosas. Y quien quiera leer, leerá.. Y quien leyere será escogido. (Cuando el Buen Jardinero se levanta, ya está allí la flor, en todo su esplendor, bañada por la luna: la música cesa. Perla de Ambar avanza y cae a los pies del Buen Jardinero.) PERLA DE AMBAR Oh queridísimo y bellísimo mancebo, sois --entonces-quien hace las flores? EL BUEN JARDINERO Ese soy. PERLA DE AMBAR Oh! Cuánta dicha! EL BUEN JARDINERO Parece que os placen mis flores. PERLA DE AMBAR Las adoro. EL BUEN JARDINERO No se permite adorar a las flores. PERLA DE AMBAR Y por qué no? EL BUEN JARDINERO Porque son pasajeras y se marchitan PERLA DE AMBAR Y qué no es pasajero? EL BUEN JARDINERO Quien hace las flores. PERLA DE AMBAR Es verdad, querido príncipe? EL BUEN JARDINERO Yo no soy un príncipe, soy un rey. PERLA DE AMBAR Un rey mucho más poderoso que mi padre y que todos los reyes que conozco, seguramente. Ellos no saben hacer flores. Pero si sois rey, por qué salís de vuestro reino y vais a los jardines, por la noche, a hacerlos florecer? EL BUEN JARDINERO Si yo no salgo. Yo soy el jardinero del mundo. Dondequiera que haya flores, estoy en mi casa. PERLA DE AMBAR No lo comprendo completamente. sin embargo, comprenderlo todo. Y ensayo, EL BUEN JARDINERO No lo lograréis. PERLA DE AMBAR Y eso por qué? EL BUEN JARDINERO Si lo comprendieseis todo no necesitaríais creer. PERLA DE AMBAR Pero yo creo lo que comprendo. EL BUEN JARDINERO Es más meritorio creer lo que no se comprende. PERLA DE AMBAR Realmente? EL BUEN JARDINERO Mucho más meritorio. PERLA DE AMBAR Pero cómo queréis que crea en los genios, en el sagrado elefante Bulbul, en el dragón Azor? EL BUEN JARDINERO Esas son fábulas forjadas por la imaginación de los hombres y por el espíritu del mal, para engañar a los creyentes e infatuar la razón de los incrédulos. Los que creen en ellas se equivocan; también los que en nada creen. PERLA DE AMBAR Pero la razón fue creada para comprender. EL BUEN JARDINERO Es que existe algo mejor que la razón. PERLA DE AMBAR Si lo decís... EL BUEN JARDINERO Y me creéis? PERLA DE AMBAR No pido nada mejor que creeros. EL BUEN JARDINERO Por qué, joven sapiente? PERLA DE AMBAR Pues sin duda porque sois vos. EL BUEN JARDINERO Entonces tenéis fé. Quería hacéroslo Tenéis la parte mejor, Perla de Ambar. decir. PERLA DE AMBAR Sabéis mi nombre? EL BUEN JARDINERO Todo lo sé. Todo lo comprendo. PERLA DE AMBAR Entonces no tenéis fé? EL BUEN JARDINERO No. PERLA DE AMBAR Qué desdicha! EL BUEN JARDINERO Hay algo, en mi reino, mejor todavía que la fé. PERLA DE AMBAR Qué, entonces? EL BUEN JARDINERO Lo sabréis cuando estéis conmigo. PERLA DE AMBAR Me llevarás con vos? EL BUEN JARDINERO Si aceptáis seguirme. PERLA DE AMBAR En este mismo instante, príncipe mío. Me enseñaréis el secreto de las flores. EL BUEN JARDINERO Amáis más a las flores que a quien las hace, lo lamento. PERLA DE AMBAR Oh! No... no! Oh, rey mío, vendadme los ojos. Ya no quiero ver nada... ya no quiero saber nada por mi misma. Me diréis: Hay esto o aquello... y creeré que existe esto o aquello. Soltaréis mi mano y me diréis: Estoy aquí y creeré que estáis allí. No necesito comprender nada... porque... EL BUEN JARDINERO Porque... PERLA DE AMBAR Porque... me parece que os amo. EL BUEN JARDINERO La fé es mejor que la razón, pero el amor es mejor que la fé. PERLA DE AMBAR Y qué hay después aún? EL BUEN JARDINERO Ver. PERLA DE AMBAR Y no os estoy viendo? EL BUEN JARDINERO Me estáis viendo menos bello de lo que soy en realidad, con el manto blanco y purpúreo de mi gloria, que vestiré, el día de nuestras bodas, allá arriba. Oh, mi prometida, mi esposa, por vos he venido, esta noche, a este jardín. No hay necesidad de mis manos para que despierten las flores: mi aliento cubre la tierra. Pero queríais ver, y yo amaba vuestra alma mucho tiempo antes de que me amárais. Bajád vuestra frente. Dádme la mano. (obedece) No habléis. Y dejaos conducir. (Se ponen en camino. Vuelve a sonar la música. En el momento de salir, El dice:) Es preciso arrojar esa flor. (ella vacila un instante, luego la deja caer. Salen.) CUADRO TERCERO (Un muro escueto. Una puerta de postigo enrejado. Un banco de madera. El amanecer. Perla de Ambar, conducida por el Buen Jardinero, aparece; éste deja su mano, posa un dedo en sus labio, y entra al convento, cuya puerta ábrese y ciérrase automáticamente.) ESCENA PRIMERA (Perla de Ambar, sola) PERLA DE AMBAR He soñado? Sería indigno de mí. Lo que veo, lo veo, sin embargo... Tengo vergüenza. Yo, que nunca creí en los sueños; yo, que nunca confié sino en mis ojos, he dejado mis libros y mis labores, he dejado mis jardines y he dejado a mi padre, para ir tras un príncipe de leyenda y seguirlo hasta el fondo de la noche. Llega el día y cesa el encanto. Estoy en un lugar desértico, sin un árbol, sin una planta, sin una flor... (pausa.) Y cómo arrojé mi flor? No había salido, yo, al claro de la luna, a sorprender en otra flor, precisamente, su mecanismo y su secreto desarrollarse? Esperaba que una mano sapiente desmontase todos sus rodajes y me descubriera el resorte que, desde el corazón de la semilla, por el fino tubo del tallo, tira de los hilos invisibles que hacen que el cáliz se abra y hacen que los pétalos se muevan sobre su pivote. Alguien, sin embargo, vino... alguien...? No sé nada más acerca de la flor. (pausa.) Por qué le seguí? Quién es ese rey? ... Lo que me ha referido es tan vago. Su reino está en todas partes, dice, pero, sin embargo, aquí no está. Su madre es una virgen, y, sin embargo, lo trajo al mundo... y El existía antes de que ella misma existiera. Con el rey su padre y con su común espíritu, se reparte la omnipotencia, es suya, no obstante, toda íntegra. Vivirá eternamente, pero murió, y nosotros lo matamos todos los días y no deja de vivir ni un segundo... Estoy disparatando, en verdad... Y de dónde viene el que todavía lo ame? (pausa.) Novia! Me he prometido a él! Pronto seré su esposa! Y me deja sola en frente a un hórrido muro, que es el muro de su palacio. (pausa. Escucha a la puerta) Ningún ruido: la casa está vacía. Me ha engañado; no volverá. O ya no existe. La pintura se resquebraja. El bloque imaginario cae en cenizas. (larga pausa. Llora.) Oh, padre mío querido, perdonadme por no haber seguido vuestros consejos. Sois un poco loco; pero vuestra hija no os va en zaga, seguramente. A fuerza de ejercitarla, vuestra hija perdió la razón. (levantándose:) Alertad a la policía, a la guardia negra, a los beduinos! Montad presto, a caballo! Salid por la puerta septentrional del jardín! Sobre el borde empradizado, en la intersección de los caminos, veréis una rosa marchita. Volad, en la dirección de la rosa, más y más lejos siempre! Cuando encontréis un desierto, sabréis, padre mío, que es allí donde vuestra hija os espera, llorando. Oh, mi palacio! Oh, tesoros míos! Oh, mis juguetes rotos!... (más alto:) Apresuráos, apresuráos, os digo! Os prometo no volver a preguntar por qué es esto... por qué es aquello... Os prometo creer en el elefante Bulbul, en el dragón Azor, en los genios... Con éstos no hay peligro de que se me lleve lejos de casa... He creído esta noche... (se interrumpe; luego grita:) Oh, padre mío... creo aún. (cae de rodillas y solloza, apoyada la cabeza en el banco. Luego se levanta despavorida.) Vamos, no perdamos tiempo. Mi novio se ha escapado tras ese muro. Me llevaréis en ancas y lo perseguiremos. Lo atraparemos. Tendrá que cumplir su promesa. Gritaré su nombre ante la puerta... acabará por abrirme! (golpea la puerta con el puño y grita:) Hermoso jardinero... hermoso jardinero... (una pausa.) Oh! ya no recuerdo su nombre! (torna a caer, abrumada, e inmediatamente el postigo se abre, la hermana tornera asoma la cara, luego abre la puerta, y aparece.) ESCENA SEGUNDA (La Hermana Tornera. Perla de Ambar) LA HERMANA TORNERA Sois vos la que golpea tan fuertemente? PERLA DE AMBAR Yo soy. LA HERMANA TORNERA No os equivocáis, Señora? PERLA DE AMBAR (rectificándola) Princesa. LA HERMANA TORNERA Sea. Princesa. Sois en efecto muy bella. Y cómo una persona de vuestra calidad, con tan brillante atuendo, viene a golpear a nuestra puerta? PERLA DE AMBAR Alguien me trajo aquí... excusadme. No conozco la región. No conozco la casa. LA HERMANA TORNERA Entonces que venís a hacer aquí? PERLA DE AMBAR A encontrar el rey. LA HERMANA TORNERA Cual rey? PERLA DE AMBAR El jardinero. LA HERMANA TORNERA Cuál jardinero? No tenemos sino un jardincillo y lo cultivamos nosotras. Por otra parte, jamás entra un hombre en nuestra casa; si buscáis un hombre aquí... PERLA DE AMBAR Oh! quizá es más que un hombre. No sé como decirlo. En fin, ha entrado y me ha pedido que lo espere: es lo que hago... Como se demoraba, pensé poder permitirme... (desfallece) LA HERMANA TORNERA No estáis bien, ya lo veo. Seguíais, sin duda, una partida de caza y os habéis extraviado. Os habéis puesto en camino a muy temprana hora, bella princesa, sin haber tenido la precaución de alimentaros, y la cabeza os da vueltas. Voy a buscar con qué reponeros, un poco de pan mojado en leche y algunas frutas. Sentaos. PERLA DE AMBAR No necesito nada, señora. Espero a aquel que entró aquí. No podéis decirle que su princesa lo reclama? LA HERMANA TORNERA Veamos... veamos... volved un poco a vuestro juicio. PERLA DE AMBAR Estoy loca, entonces? LA HERMANA TORNERA Yo no lo digo... se puede soñar, sin ser loca. Digo que habéis soñado en ese rey o en ese jardinero o en no sé qué personaje, y en que penetrara en nuestra casa. Yo vigilo la puerta. Y estoy segura, yo que nunca sueño, de no haberla abierto a nadie desde esta mañana. PERLA DE AMBAR Pero, señora... o señorita... LA HERMANA TORNERA (rectificándola, sonriente) Hermana mía... PERLA DE AMBAR Mi hermana?... Es una bella manera de decir... la palabra me place... Y bien, hermana mía, la persona de quien os hablo no ha tenido que acudir a vuestra amabilidad: la puerta se abrió ante El y tras El se cerró inmediatamente. LA HERMANA TORNERA Qué? ese hombre no llamó? no golpeó? y no le abrí yo? PERLA DE AMBAR Conocía el secreto de vuestra cerradura... como sabía el secreto de las flores. LA HERMANA TORNERA Vamos... vamos... también voy a perder la cabeza. Hay un hombre en nuestra casa? (enloquecida) Voy a hacer tocar alarma. Es imposible que la madre y las hermanas se encuentren con él en el prado! PERLA DE AMBAR Y por qué no? El es amable y bello. LA HERMANA TORNERA Con mayor razón si es amable! PERLA DE AMBAR No es bueno amar lo bello? LA HERMANA TORNERA Oh! Hermana mía, cómo sois de ingenua! No sabéis que la regla... PERLA DE AMBAR Cual regla? LA HERMANA TORNERA De nuestro convento... PERLA DE AMBAR Cual convento? LA HERMANA TORNERA No sabéis nada, entonces? PERLA DE AMBAR Al contrario... sé demasiadas cosas... pero no éstas precisamente. A qué llamáis convento, hermana mía? LA HERMANA TORNERA No tengo la definición en la punta de la lengua... Dejádme reflexionar. (busca las palabras.) Es un sitio... un sitio cerrado... donde se reza a Dios. PERLA DE AMBAR Se reza a Dios? Oh! qué divertido. Y qué es rezar? y cuál Dios? Quizá uno de los dioses de mi padre? el elefante Bulbul? el dragón Azor?... LA HERMANA TORNERA Hoa! hola! pero sois la hija del Diablo! PERLA DE AMBAR Qué es el Diablo? LA HERMANA TORNERA Un Angel malo... PERLA DE AMBAR Y qué es un Angel?... LA HERMANA TORNERA (concluyendo) Quien puede convertirse en elefante o en dragón... como los dioses del Señor vuestro padre... Esto es! Idos a buscarlos. PERLA DE AMBAR Pero si yo no creo en sus dioses. LA HERMANA TORNERA En cuáles creéis? PERLA DE AMBAR En ninguno. LA HERMANA TORNERA No creéis en nada, pobre hija mía? PERLA DE AMBAR Pues sí! pues sí! creo en mi jardinero, en mi rey, en aquel que ha penetrado, sin llamar, por esta puerta. El me dijo quién era su padre y lo he creído. Y el amor que hay entre el y su padre... y el nombre de su madre que es tan dulce y lo he creído. Yo había bajado al jardín a buscar el secreto de las flores, y El hizo una en mi presencia. Oh! a decir verdad, yo no la vi hacer. El posó su mano, dijo algunas palabras, y la flor brotó. Estuve tentada de objetarle que la flor había brotado sola o que otra persona --que no él-- había reunido y remontado el mecanismo; pero él me dijo: Yo soy aquél que hace las flores y yo le he creído: es la primera cosa que he creído y la más difícil de creer. Entonces me dijo que me amaba, y como yo lo amaba también, no hemos esperado más para convenir nuestros esponsales. Me tomó de la mano y caminamos largo rato. Y cuando llegamos ante esta puerta, me dijo: He aquí mi palacio; yo debo entrar primero con el fin de hacer preparar el festín de las bodas y yo le he creído. Y, hermana mía, lo creo aún... sois vos la que soñáis, permitidme decíroslo, cuando me habláis de un convento. Esta casa no es ni grande ni bella, pero no es vuestro convento, es su palacio y es aquí donde debemos casarnos. LA HERMANA TORNERA En verdad, hé aquí una fé como yo la desearía para muchos, hija mía. Es lástima que la otorguéis al primer venido. A cualquiera otro que os hubiera hablado, le hubiérais creído igualmente, supongo. PERLA DE AMBAR De ninguna manera, hermana mía. Jamás se me ha ocurrido creer a ningún hombre por su palabra; ni a mi padre, ni a mi madre, ni a ninguno de mis maestros, ni siquiera a mi profesor de religión: siempre quería ver. LA HERMANA TORNERA Pero a éste por qué le habéis creído? PERLA DE AMBAR Oh! todavía me lo pregunto... Porque... porque... no puedo hacer otra cosa... Porque toda su persona respondía de la verdad de sus dichos... Porque tenía... cómo expresároslo... manos... ojos... frente... boca de veracidad. Todo era verdad en él... El era la verdad misma... Y se le amaba... como a la verdad. LA HERMANA TORNERA Era bello, me decíais? PERLA DE AMBAR El más bello de los hijos de los hombres. LA HERMANA TORNERA Y dulce, quizá? PERLA DE AMBAR Dulce como la miel y como la seda, como el corderillo y como la confitura de rosas; dulce como ningún hombre puede serlo, excepto él. LA HERMANA TORNERA Y no sabéis su nombre? PERLA DE AMBAR Su nombre? (avergonzada:) Me lo susurro al oído, como el más precioso de sus secretos, como el más precioso de sus tesoros... He dudado un instante... mi memoria dejó perderlo. Ayudadme a recordarlo. LA HERMANA TORNERA Me será muy difícil... a menos... PERLA DE AMBAR A menos que? LA HERMANA TORNERA No habéis olvidado el nombre de su madre? PERLA DE AMBAR No. Era una virgen muy pura... que, no obstante, le dio a luz... María. LA HERMANA TORNERA María! Y el se llamaba entonces... Jesús... PERLA DE AMBAR (en un grito) Jesús, Jesús de Nazareth! Gracias! (cae en los brazos de la Hermana) LA HERMANA TORNERA Querida hija mía! (la abraza y seca su llanto.) Consolaos. Estáis perdonada. Es aquí donde él vive, en efecto. Es aquí donde se le desposa. Es aquí donde se le reza. Os enseñaremos a orar. Porque él es Dios, pero un Dios de bondad. Es él quien hace las flores. Es él quien hace las almas. Es él quien os hizo. Es él quien os rescató con su sangre. PERLA DE AMBAR A mí? Y por ello lo amo? LA HERMANA TORNERA Y por ello jamás debéis cesar de amarlo. PERLA DE AMBAR Que venga, entonces! LA HERMANA TORNERA Nosotros os llevaremos hacia él. Para vos abriré la puerta. Entraremos de rodillas a su palacio... Y de rodillas seguiremos su huella. Y mientras más rudo sea el camino, más pronto nos le reuniremos. PERLA DE AMBAR Abrid pronto, hermana mía. LA HERMANA TORNERA Antes, es necesario despojaros, bella princesa. Despojaros de ese turbante, de esos collares, de ese manto. Y de esas finas babuchas, también. PERLA DE AMBAR (despojándose) Obedezco. Sea! Pero qué Sí me reconocerá mi novio? fea voy a estar! LA HERMANA TORNERA Interiormente. PERLA DE AMBAR Se quejará de que no le haga mucho honor. LA HERMANA TORNERA Hé aquí la librea que lo honra... Poneos mi sayal de estameña... También habrá que segar esa hermosa cabellera. Pero él mismo se encargará de ello así como se encargará de las tres flores que hay en vuestra alma. PERLA DE AMBAR Sé que él las puso allí: el Lirio, la Rosa, el Jazmín? LA HERMANA TORNERA La fé, la Esperanza, la Caridad. PERLA DE AMBAR (en el umbral) Oh! mi bello Jardinero, Rey Todopoderoso, Omnipotente Dios, abridme las puertas de vuestro Imperio! Abandono ante vuestros umbrales todas mis vanidades, todas mis curiosidades, todas mis frivolidades, todas mis culpas. Yo no quiero saber sino de Vos, yo no quiero esperar sino de Vos, y no quiero amar sino a Vos. LA HERMANA TORNERA Eso es amarlo todo, esperarlo todo, saberlo todo. (La puerta se abre íntegramente y descubre al Buen Jardinero, de pies, los bazos en cruz, con rosas purpurinas en las manos y en el lugar del corazón. Perla de Ambar entra, seguida de la Hermana, y ambas se prosternan.) Traducción realizada para el Grupo Escénico de la Radiodifusora Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano y publicada en EL TIEMPO de Bogotá, el 21 I 1945. EDDY GHILAIN VALERIA PIEZA EN TRES ACTOS Esterenada en el Teatro de Paris el 22 de Noviembre de 1946 PERSONAJES VALERIE SAINT-CLAIR 37 años, si con la juventud y la belleza de una muy joven chica. Carácter extraño. Atráe como la esperanza y se esquiva como un recuerdo. Todo lo teme, hasta el amor, sobretodo el amor. CATHERINE HARCOURT 18 años, linda sin brillo. El alma de una Franciscana. Impónese la regla de esta orden: pobreza absoluta, vivir de limosnas y predicar a los pobres el Evangelio. JEAN LECUYER cuarentón. Especie de romántico retrasado (retardado). Mezcla aparente de fuerza y de encanto (atracción). Sinceridad y probidad insospechables. Y --no obstante-- carencia de carácter. EL TIO 75 años. Alegría, buen humor, malicia; abundancia de buen sentido (sentido común). RAGUET El notario campesino, 60 años EL MEDICO 50 años. Doctor tan honrado que en los casos delicados acude a un colega PRIMER ACTO Se alza el telón sobre una especie de alcoba-sala muy particular. Un lecho con baldaquín, grandes armarios cerrados con llave y una caja fuerte. Sillas, una mesa de juego, y, en un rincón, un reclinatorio ante un gran crucifijo con ramas de boj y camándulas suspendidas. Un teléfono. En el centro, levantada la alfombre y abierta una puerta sobre el piso (que dá a la bodega). Un fonógrafo puesto sobre la mesa de juego toca un disco de la Garde Republicaine (de una banda militar). La claridad entra por una ventana que dá directamente sobre el Loira. Una sola puerta de madera maciza con un equipo visible de cadenas de seguridad. Un sombrero puesto sobre el botón de la puerta, obstruye el hueco de la cerradura. La escena vacía. Por un tiempo largo gira el disco sobre el fonógrafo. Golpean a la puerta - Ninguna respuesta - Golpean más imperativamente - Emerge de la puerta que dá a la bodega la cabeza de Valeria. Escucha con inquietud. ESCENA PRIMERA UNA VOZ DESDE EL EXTERIOR Valeria, soy yo, tu tío. (Valeria sale prestamente de la especie de subsuelo en que estaba y, sin ruido, cierra la puerta, coloca la alfombra cuidadosamente y sitúa la mesa de juego en el sitio que ocupaba la excavación disimulada por la puerta). LA VOZ DEL EXTERIOR Está decidido, entonces, Valeria, que no quieres abrir? VALERIA (deteniendo el disco) Quién está ahí? LA VOZ Tu tío. VALERIA A ver, tío, a ver... (Quita el sombrero que ocultaba la cerradura (tapaba) la cerradura, lo coloca sobre un taburete al lado de la puerta, la descerroja y abre al fin. Entra el tío; está sentado en una silla mecánica cuyas ruedas hace funcionar con la mano) EL TIO No me oías? VALERIA Con el tiempo húmedo soy un poco sorda... EL TIO Hace un tiempo magnífico. Y además, sorda...? Me lo pregunto... Ciertos días adviértes el paso de un gato, y, otras veces hay que gritar para que oigas. Hace diez minutos que golpeo en la puerta. Cierto que con esa condenada música... VALERIA Amo las llamadas de caballería. EL TIO Hay gustos raros... (Valeria dá vuelta al disco y lo pone en marcha) Oh! No! Espera a que me vaya para que te regales con tu trompetería! Vine a conversar contigo. VALERIA Conversar? y de qué? EL TIO Podías darme los buenos días... VALERIA (beso rápido) Ya está... Y ahora? EL TIO Definitivamente no has cambiado. Sigues siendo la chiquilla que decía a la mamá: abrázame pronto que me voy a jugar... VALERIA Vienes a verme tan temprano para hacerme reproches? EL TIO Reproches? Nó! Bien sé que de nada servirían. Solamente que como hacías sonar el fonógrafo deduje que no habías muerto. Ya pasó tu crisis? (Valeria se alza de hombros, baraja las cartas y comienza a echar suertes) Me apresuro, lo ves, a aprovecharme de tus excelentes disposiciones. (Valeria ni pestañea) Me pareces de humor encantador esta mañana, acogedora endiabladamente. Además, he notado --desde hace tiempo-- que tus reclusiones voluntarias eran siempre seguidas de una caracterizada euforia. (Valeria le lanza una mirada acerada) (riendo:) Perdóname si te hago bromas. Pero desde hace ocho días que te encerraste en tu alta torre, esa distracción me fue rehusada, y ahora me desquito. VALERIA No seréis nunca serio? EL TIO Jamás. Romperé mi zancarrón bromeando. Pero no estoy para esas aún, pierde cuidado... Me siento tallado como para centenario. VALERIA Empiezo a creerlo. EL TIO (socarrón) Quizás VALERIA Entonces? EL TIO Esperarás mi herencia un poco, todavía. (Valeria se alza de hombros) Bah! Ya has recogido lo de tu padre, y mi difunto hermano no estaba precisamente en la miseria aunque nadie supo exactamente el número de sus millones. VALERIA El rumor público agrega fácilmente ceros a supuestas cifras. EL TIO (irónico) Pobre indigente! voy a compadecerte... VALERIA Es todo lo que tienes que decirme? EL TIO No. Tengo dos pequeñas noticias que anunciarte. La primera, es la llegada de Catalina Harcourt. VALERIA La hija del quebrado? EL TIO Y la hermana del difunto Pedro Harcourt, sí. También es ella tu prima hermana. VALERIA Y qué quiere? EL TIO Ensayar a vivir. Hay séres que atraen la desdicha, como el pararrayos la chispa. Tu prima es de esos. En tres años, dos suicidios en su familia, es mucho. VALERIA (hostil) Mi prima, mi prima, se dice pronto mi prima. Si fuera preciso recoger, albergar y alimentar a todos los vagos parientes muy bestias o muy perezosos para conservar su dinero, a dónde iríamos? EL TIO Quién te pide albergarla y alimentarla? VALERIA (sorprendida) Pero... EL TIO Todavía estoy aquí para ello. Y, por lo menos mientras yo viva, a esta chica no le faltará nada. VALERIA (ya serena) En ese caso... Qué edad tiene? EL TIO Diez y ocho años... No se si te gustará ella, pero a mi me gusta, hasta me gusta mucho. Será una mujer soberbia. (Valeria mira furtivamente a su tío, este lo advierte, y sigue) Su juventud es aún tensa como un botón listo a reventar, una carita resuelta, un cerebro joven hirviente de ideas, de cosas no aún cumplidas (realizadas) y maravillosas. VALERIA Veo que ya os conocéis... EL TIO Tu pasión por la reclusión y las trompetas de la Guardia nos han dejado la oportunidad. A su llegada, Catalina tenía la apariencia del pájaro caído del nido, pero ya empieza a aclimatarse. Le he hecho, como mejor he podido, los honores de nuestra buena villa de San Lorenzo. A ella le gustará. VALERIA Va a quedarse, entonces? EL TIO Naturalmente. VALERIA Donde habitará? EL TIO Aquí. VALERIA Conmigo? EL TIO (rectificando) Conmigo. VALERIA Es la misma cosa. EL TIO No exactamente. Si, en realidad, habitamos bajo el mismo techo, nuestra existencia es de hecho compartimentada, como lo has decidido. Entonces, si la promiscuidad de esta chica te fastidia (estorba), en algo que sea, tendrás siempre el recurso de refugiarte en tu torre. VALERIA (que observa a su tío con acuidad) Si. EL TIO Tu me abandonas, Valeria, y a mi edad se necesita sentir que aún despierta uno interés... VALERIA (idem) Si, si. EL TIO Había fundado muchas esperanzas en ti, tu las has hecho derrumbarse, entonces, comprenderás... VALERIA Muy bien, admirablemente. EL TIO Eres muy inteligente, Valeria. VALERIA Mucho, mucho más de lo que se crée. EL TIO Entonces me apruebas? VALERIA Completamente, tío, completamente. EL TIO (con suspiro de satisfacción) Vamos, tanto mejor. Por una parte, me hubiera mortificado contrariarte, y por otra... VALERIA Os hubiera disgustado ser mortificado. EL TIO Exactamente. Además, estoy convencido de que harás buenas migas con tu prima. Ahora la verás. Es, en cierto sentido, un ángel que se ensayara en las picardías femeninas, pero que tuviera sin embargo algo como inalterado, como absolutamente puro. VALERIA Siento ganas de detestarla. EL TIO Por qué? VALERIA No creo en los ángeles. EL TIO No crees en nada, sencillamente. VALERIA Que no! Creo. No creo en todo, pero creo en ciertas virtudes... en ciertas fuerzas. EL TIO Haces bien en decírmelo; yo no lo hubiera sospechado. En fin, tanto mejor. (Se establece un silencio. Valeria a la defensiva, su tío la observa con una sonrisa indefinible) Ah! A propósito, la pequeña Marchal se desposa con el chico Marenil, ya sabes: el que pidió tu mano el año pasado... VALERIA Y qué? EL TIO Contrae un matrimonio, que tu desdeñaste, te informo. VALERIA Pobre muchacha! EL TIO Por qué? VALERIA Ese cretino alcohólico no tomó mujer sino para brindar. EL TIO (sonriente) Si, Valeria, si... yo sé que huirías hasta el fin del mundo para esquivar uniones semejantes a las que se hacen en torno tuyo, y sin embargo... VALERIA Sin embargo? EL TIO Estoy perfectamente convencido de que experimentas ciertos celos al ver otras muchachas, muy por debajo de ti en cuanto a riqueza, casadas y felices. Acuérdate de la fábula (Valeria alza los hombros, desdeñosa) del Herón (Garzón) Valeria VALERIA (alzamiento de hombros) Estúpido! EL TIO (después de una pausa) Mi querida Valeria, he decidido, hoy, tratar de frente este espinoso asunto. (pausa) Por qué te obstinas en rechazar sistemáticamente todas las peticiones de mano? VALERIA El matrimonio es una empresa muy arriesgada. No se sabría mostrarse demasiado prudente en la elección de su suegra. EL TIO Valeria, césa de bromear. VALERIA Creía que habíamos concertado una tregua en relación con mis pretendientes... EL TIO La rompo! Cómo! Le hago avances a toda la gente viril del departamento. Me comprometo a fuerza de movilizarte todo un ejército de aspirantes y tu los pones en derrota al primer contacto! Ya has sido el tema (causa) de hartos resentimientos de parte de ciertas familias cuya alianza has rechazado. Y espero hacerte comprender, al fin, lo delicado de tu posición. (un silencio) Tienes treinta y siete años, sobrina mía, y ya hace quince años que deberías estar casada. VALERIA No me escucharé sino a mí en un negocio solo a mi me atañe. (asunto) que EL TIO Qué piensas de Luciano Grouet? VALERIA Está tocado de Narcisismo y no tiene sino un tema de conversación: El. Por lo demás es rubio y tengo en horror a los rubios. EL TIO El señor Dargence? Es moreno y buen mozo. VALERIA Si... pero afligido de un mal gusto sabiamente premeditado. EL TIO Y el vizconde de Bourgueil? VALERIA Un falso devoto que le mezclaría (deslizaría) hiel al agua bendita. EL TIO El señor Herbin? VALERIA Desafía a la caricatura... EL TIO Pero es rico. VALERIA Menos que yo. EL TIO Entonces, nadie te place? VALERIA Nadie. EL TIO (pausa) Queda el nuevo propietario de Sausay. VALERIA (temblorosa) Vendieron el castillo de Sausay? EL TIO Ayer. VALERIA Quién lo compró? EL TIO El nuevo propietario se llama Jean Lécuyer. Debe andar por la treintena. Monta a caballo, y se encuentra --sin buscarlo-- en todas partes. VALERIA Es todo? EL TIO Todo lo que yo sé. Ah!... olvidaba: es moreno. Si deseas conocerlo, yo me encargo... VALERIA No. EL TIO Entonces, qué decides? VALERIA No le daré mi mano sino a quien posea ciertas cualidades. EL TIO Entonces, descríbemelo; para anunciarlo en los periódicos. Cómo debe ser? VALERIA Debe gustarme.. EL TIO Gustarte!... Si contestas: pasión, cuando te digo: matrimonio, a dónde iremos a parar? Ten cuidado de caer un día sobre algún astuto que esconda --bajo las perfecciones que exiges-- defectos inconfesables... VALERIA Antes lo estudiaré. EL TIO Ts, ts, ts! (pausa) No has advertido las atenciones del señor Podensac? VALERIA Está lleno de deudas. EL TIO Tienes dinero para dos... VALERIA Eso es lo que piensa él. EL TIO Qué sabes tú? VALERIA Cayó en una de mis trampas. EL TIO (indignado) No has renunciado aún a la táctica de las trampas? VALERIA Es mi sistema para estudiar pretendientes. EL TIO Tú no los estudias: los espías. La menor broma es discriminada, verificada, analizada, disecada. Mides los silencios, atisbas las miradas, comentas las entonaciones, para --finalmente-- desechar los postulantes, por indignos. No olvides que tienes treinta y siete años. No triunfarás siempre de tu acta de nacimiento. VALERIA Yo sé que atacan mi riqueza. Defendiéndola, me preservo. EL TIO En fin, tendrás que decidirte algún día. Comienzas a pasar por una original... Y en provincia, no se permite ser extravagante. VALERIA Tengo por norma contar por nada a los imbéciles.. EL TIO Es necesario... VALERIA No puedo casarme con cualquiera. EL TIO Quién habla de que te cases con cualquiera? (pausa) Un ejemplo entre ciento: desesperaste a ese pobre André Vernet. VALERIA Me es difícil casarme con él... si murió... EL TIO Murió porque le negaste tu mano. Te amaba. Lo probó ya que no sobrevivió a tu rechazo. VALERIA Un pequeño chantaje al sentimiento, que falló. Nada más. EL TIO En suma, esa hipótesis te deja completamente fría? Decididamente, el corazón te palpita en la cabeza... VALERIA Ciertos tahures se levantan la tapa de los sesos por una mala jugada. EL TIO (con piedad) Pobre criatura extraviada! VALERIA No te inquietes por mi porvenir: está asegurado. EL TIO (renuncia) Bien... muy bien. VALERIA Basta que yo me ocupe de él. Y me ocupo. Tranquilízate. EL TIO Perfectamente. Entonces, nada más tenemos qué decirnos? (pausa) VALERIA Sobre este asunto? Nada. EL TIO (pausa) Comerás con nosotros? VALERIA Con nosotros? Quiénes? EL TIO Catalina y yo. VALERIA (agresiva) La había olvidado. EL TIO Tranquilízate; no te la impondré. No tengo ningún interés en que tú malées ese fruto nuevo con el ejemplo de tu chifladura. VALERIA (irónica) Cuida a tu ángel, tío. EL TIO Sí, un ángel. VALERIA (profética) El gusano busca penetrar en la pera. EL TIO (sorprendido) En la pera? VALERIA Y la pera eres tú. EL TIO La juzgas sin conocerla. VALERIA Habla? Respira? Vive? Es bastante para juzgarla. TIO No comprendo. VALERIA Ella te abraza? EL TIO Sí. VALERIA Te acaricia? TIO Naturalmente. VALERIA Lo encuentras natural? EL TIO (sorprendido) Pero...? VALERIA Es que no te has mirado? EL TIO Cómo...? VALERIA (dándole un espejo) Mírate sin indulgencia. Aparte de tu dinero, tienes algún atractivo? Los setenta y cinco años que arrastras en ese sillón son atrayentes? No conservas el recuerdo de un abuelo idéntico a ti, hoy, al que tus padres te animaban a mimar a pesar de la repugnancia que te inspiraba, y --todo ello--, para lograr una herencia? EL TIO Lo que dices es innoble. VALERIA Innoble porque es verdad. EL TIO Eres un ser... un ser... VALERIA A quien no se engatuza.. Y es esa muchacha, recogida en la plaza y recibida por caridad, quien... Desde cuándo está aquí? EL TIO Desde hace cinco días. VALERIA (con admiración) Cáspita! Y qué rápida va! Ya es tiempo de que me ocupe de ello. Ahora me explico tu insinuación matutina. Tienes deseos de verme casada, a fin de poderte consagrar a la educación de la muchacha. Educación de buen papá que apoya sus consejos con tocamientos equívocos o con arrullos seniles. EL TIO (escandalizado) Ooooh! VALERIA (irónica) Ooooh! EL TIO (indignado) Valeria! VALERIA No comprendes que es tu dinero lo que quiere? TIO Por qué no habría de ser sincera? VALERIA Porque eres rico y ella es pobre. Los jóvenes no aman a los viejos, y los pobres no aman a los ricos... como no haya una razón para ello. Lo que digo, es por ti. No me hace hablar el interés. Tu dinero no será para mí sino un poco más de agua en el río. Reconócelo. EL TIO Sí... VALERIA Pero lo que me acongoja es que te pongas en ridículo... y que los mismos a quienes hagas bien se burlen de ti. EL TIO Yo respondo por Catalina. Es un ser de selección. VALERIA Oh! Qué fuego! EL TIO Confío en ella. Es culpa suya si debe afrontar hoy un destino en el que ella no interviene para nada? Por qué no darle una oportunidad? VALERIA Si es tu gusto. Déjate roer... EL TIO (nervioso) Lo que más me irrita en ti, Valeria, es esa eterna desconfianza. VALERIA (repentinamente conciliadora) Pero, si yo no quiero desconfiar! Si esa pequeña es realmente lo que crees, estoy dispuesta a amarla. EL TIO Sinceramente? VALERIA Muy sinceramente. No desespero de encontrar, un día, el ser merecedor de mi confianza. EL TIO Entonces, no la vayas a desconcertar, demasiado. VALERIA Envíamela. Jugaré con ella. EL TIO Quieres verla a solas? VALERIA (riendo) Y qué temes? EL TIO (tímidamente) Que le inocules tu opinión acerca de mi viejo esqueleto. VALERIA (riendo) Qué coquetería! (cariñosa) Le diré que eres una vieja momia muy simpática. (lo abraza) EL TIO Me abrazas?... Vas a jugarme una mala partida... VALERIA Y, ahora, si quieres estar completamente irresistible, ve a rasurarte. Y, mientras tanto, envíame el ángel. EL TIO (desconfiado) Estás muy impaciente por conocerla. VALERIA Me has hecho de ella tal retrato... EL TIO Comienzo a lamentarlo. VALERIA Tienes miedo de dejarme sola con ella? EL TIO (tras una vacilación) No. Tú vas a engatuzármela en un dos por tres... Pero tengo curiosidad de verlo... (el Tío hace girar su sillón rodante y desaparece) (queda inmóvil Valeria, un segundo. Parece reflexionar; luego va a su arcón; lo abre; inspecciona rápidamente su interior,y lo deja entreabierto. Hecho esto, pone oídos hacia la puerta; luego va a esconderse en los pliegues de las cortinas del baldaquín. Breve pausa. Empujan la puerta de entrada. Catalina aparece en el umbral. Mira; busca, y no viendo a nadie, se resuelve y entra a la habitación. Breve silencio. Catalina, confusa, tose para anunciarse. Nada se mueve. Creyéndose sola, cobra valor. Las manos tras la espalda, gira en su sitio, observando la alcoba con curiosidad. Su mirada se detiene en el arcón de hierro entreabierto. Va hacia el, y siempre con las manos tras la espalda, desliza una mirada en su interior. Valeria,, que la observaba, sale de su escondite y a espaldas de Catalina...) VALERIA Busca alguna cosa? CATALINA Aaaah! VALERIA La asusté...? CATALINA Yo no esperaba que... Miraba... VALERIA (distraidamente) Es un arcón... Es usted Catalina? Había CATALINA Sí. olvidado cerrarlo. VALERIA Yo soy Valeria. Están hechas las presentaciones. (analizándola) Sí, sí... eso es. CATALINA Qué, señorita? VALERIA Como lo había supuesto. Quiero decir... es igual al tipo que me había creado con su nombre. Nunca le ha ocurrido poner... cómo decir? fisonomías a los nombres? CATALINA No; nunca. VALERIA A mí, sí. Y no me equivoco jamás, es usted tal y como la había imaginado, después de la conversación que tuve con mi tío. CATALINA Le habló de mí? VALERIA No habló sino de usted. Y sé muchas cosas... estará usted muy contenta en San Lorenzo. CATALINA Así lo creo. VALERIA Y yo estoy segura. Además, la No tiene más que diez y ocho años? ayudaremos. CATALINA Y ocho meses. Aparento más? VALERIA Un poco. Probablemente porque está usted muy desarreglada. Una verdadera mujer... simpática a primera vista, muy simpática. CATALINA (confusa) Señorita... VALERIA Llámeme Valeria... Espero que muy pronto nos tutearemos. No es así? CATALINA Por mí... Es usted muy buena. VALERIA No. Yo no soy buena. Por lo menos, no lo soy con todo el mundo. Ya se lo informarían... CATALINA No. VALERIA (incrédula) No? Está bien, muchas veces querría ser hasta injustamente buena. Pero... desconfío de mis simpatías... Acérquese. (dándole palmaditas en la mejilla) Es usted muy linda. (pausa) Quiere ver mi alcoba, no es cierto? Es bastante... rara... extraña.. Es mi lugar predilecto, mi refugio... Aquí lo hago todo: duermo, leo, pienso, recibo... Mi padre había arreglado esta alcoba, y a su muerte, hice traer aquí mi vieja cama... (dulce) Un bello lecho, no le parece? CATALINA Tendría miedo de dormir en él. VALERIA Es medrosa? CATALINA No. Sólo que... VALERIA No la atraen los lechos? Todavía no... Este es el rincón de las devociones. (riendo) No es usted cristiana...? CATALINA Sí. VALERIA Practicante? CATALINA Un poco. VALERIA Como la mayoría. Justamente lo preciso para mantener algunas relaciones para el futuro con Dios... Nunca se sabe! Y un poco de religión es una póliza de seguro contra el infierno. (Catalina no deja de mirar el arcón con mucha curiosidad) Un buen mueble, verdad? Al verlo en mi alcoba, podrían creerse muchas cosas... Que soy rica, por ejemplo. Es eso lo que ha pensado? CATALINA Como todo el mundo. VALERIA (con evidente satisfacción) Como todo el mundo. Importa menos poseer riqueza que hacer saber que se la posee, y esto aunque sea falso... Acérquese, mire. (levanta la tapa del arcón) Un paquete de acciones. No son muchas y, no obstante, representan cien mil francos. Es mi dote. Es muy poco, verdad? Por eso me dedico a hacer circular rumores de que soy rica. Es mi manera de llegar a serlo realmente, algún día. (bruscamente, llena de sospechas) Quizás hago mal en contarlo... Decididamente, mis simpatías súbitas me traicionarán... CATALINA Oh! señorita! Piensa usted que yo...? VALERIA Llámeme Valeria. No se atreve? CATALINA (tímida) Todavía no. VALERIA (poniéndole las acciones entre las manos) Tómelas, acarícielas y verá cómo a su contacto parecen que viven... Sí... Sí... los titulos bancarios viven, van y vienen, obran como personas. Qué digo? Mandan...! y hay qué obedecerles. Ya lo verá cuando herede. CATALINA (sorprendida) Heredar? A quién? VALERIA (con naturalidad) Cómo a quién? CATALINA Yo no tengo de quién... VALERIA Qué no? Pues... y su padrino? (espontánea) CATALINA (sorprendida) Mi padrino? VALERIA Mi tío, claro! CATALINA No tiene ningún motivo para dejarme nada... VALERIA Puede hacerlo. CATALINA Oh!... VALERIA No es de la familia? CATALINA Muy lejana... VALERIA No la quiere? CATALINA Apenas me conoce... VALERIA Hace cinco días. CATALINA Es poco. VALERIA El tiempo es lo de menos. Usted le gusta. CATALINA (dichosa) Sí? VALERIA E-nor-me-men-te. No lo había advertido? CATALINA (maligna) Un poco... VALERIA (insinuante) Sólo un poco? CATALINA Cómo me agrada! VALERIA La herencia? CATALINA No... El afecto. En fin, que le guste a mi padrino... VALERIA E-nor-me-men-te. CATALINA Se lo ha dicho? VALERIA En todos los tonos... CATALINA De verdad? VALERIA Es natural. Debe gustar a todo el mundo, puesto que me gusta a mí... CATALINA De veras? VALERIA De veras. CATALINA Gracias... La vida no ha sido buena conmigo. VALERIA (compasiva) Pobre chica! CATALINA Cuando se es muy joven y muy desdichada... parece siempre como una injusticia. Ese gesto de mi padrino al querer encargarse de mí... Esta hospitalidad que recibo y que no esperaba... Mi llegada aquí... Mi padrino que, sin conocerme, desde el primer momento, fue tan cariñoso... usted misma, que se interesa por mí... Así... tan espontáneamente... No, yo no puedo explicarlo bien... Es muy tonto lo que le cuento? VALERIA Pero no va usted a llorar... CATALINA (llorando) Soy tan feliz. VALERIA (dulce) Sí, seguramente produce un choque saber súbitamente que está una cerca de la fortuna... y cuando se realiza.. CATALINA Oh! No es precisamente eso... VALERIA No precisamente...? CATALINA No. El dinero, sabe usted... VALERIA Lo sé. CATALINA Hace mucho mal. VALERIA Cuando son los otros los que lo tienen. CATALINA Es raro eso que me dice... VALERIA Por qué? CATALINA ... Yo no sé... pero parece que usted quisiera que yo amara el dinero... VALERIA El dinero es necesario como la respiración.... CATALINA (convencida) Yo no lo creo. VALERIA Es evidente. CATALINA (soñadora) Depende de lo que se desee... VALERIA Se sabe alguna vez lo que se quiere? CATALINA Yo... yo si sé. VALERIA Ah! CATALINA En fin... Creo saber... Por lo menos lo que yo quisiera. VALERIA Y qué es...? CATALINA No, no me atrevo. No encontraría las palabras necesarias... para explicarme... después... VALERIA No tenga miedo... Espero comprenderla... CATALINA Es que... Nunca se lo he dicho a nadie. VALERIA Razón de más... CATALINA Yo soy una muchacha rara. Creo, por instantes, tener en mí el demonio del bien... Es como un vicio que ocultara... El no esperar en nada, los pobres, me atraen. Siento frente a ellos, una especie de humillación al saber que son más pobres que yo... En ocasiones aspiro a llegar a ser la más pobre... La única pobre. Merecer toda la compasión del mundo. VALERIA Efectivamente, es un vicio. CATALINA Todas las acciones buenas me conmueven. Por eso le estoy tan agradecida por acogerme, por olvidar lo pobre que soy... VALERIA (afable) Me gusta e-nor-me-men-te. muy buenas amigas. Si lo quiere, seremos CATALINA (impulsiva) Que si lo quiero! VALERIA No, mi pequeña, no hay que ser tan efusiva. Sobre todo aquí. CATALINA Aquí? VALERIA En esta casa. Yo también era como usted, tenía esa ingenuidad animal. Desgraciadamente, existía mi tío... CATALINA Mi padrino? VALERIA Oh! Es un hombre adorable y si no tuviese sus crisis... CATALINA (sorprendida) Sus crisis? VALERIA No lo sabía? Verdad es que, en cinco días... (confidencial) Es un poco maniático, eh?... a su edad... (tras una vacilación) En fin, sin conocerlo, por lo menos habrá oído hablar de él a sus padres? CATALINA Sí. VALERIA Entonces debe saber que está atacado por la enfermedad de la duda. CATALINA De la duda?... Duda de qué? VALERIA De todo. CATALINA (sorprerndida) Parece tan espontáneo, tan franco... Su buen corazón parece estallar... VALERIA Su buen corazón es una trampa. CATALINA (aturdidea) Una trampa? VALERIA Fácil de comprender, con malicia. Para probar los sentimientos de los presuntos herederos, les inspira confianza a base de caricias y mimos, ellos se confían y son más solícitos y cariñosos cuando saben por él que forman parte de su testamento. Una vez que lo ha comprobado sobreviene la crisis y todo ese amor demostrado se torna en hostilidad, rompe el testamento en que lo había incluído, así he contado veintitrés desheredados y es el enemigo fijo de sus propias obras, espía los menores movimientos, sufre ante la idea que él mismo creó y cuando desaparece el heredero, torna a la normalidad y prepara para el siguiente, un nuevo testamento. CATALINA (aturdida) Es posible? VALERIA Mis reclusiones periódicas son la prueba. Piensa que me encierro sin motivo? No... Sólo que, cuando siento venir la crisis, me refugio... CATALINA Y bien? VALERIA Desde hace algunos años, desbarato sus trampas... Necesita un nuevo conejo de laboratorio... Por eso la hizo venir... CATALINA (incrédula) Ooooh! VALERIA Estuvo expansivo? Le hizo confidencias? CATALINA Sí... VALERIA Tiene la impresión de haberlo conquistado? CATALINA Al parecer... VALERIA Le habló de vuestro porvenir? CATALINA Sí. VALERIA Le dijo que estaba segura, que él velaría por usted? Dentro de poco le dirá que es usted su heredera universal, por lógico agradecimiento redoblará usted sus atenciones, so pena de parecer ingrata. Al comprobarlo, la crisis que antes le dije... Pero qué cara es ésa... No tema nada. Antes de esto, habrá una verdadera persecución, pero no tenga miedo, se refugia usted en mi torre y quedará burlado. CATALINA Pero, y si se enfada? VALERIA Nunca hasta agotar su último recurso. CATALINA Y cómo sabré?... VALERIA Conceda usted poco a poco, con reservas, que él no advierta interés... CATALINA Pero si no lo tengo. VALERIA Hará como si lo creyera... Siendo atenta, tierna pero poco demostrativa. El por el momento se indignará, le pedirá explicaciones, con mimo rehúyalas. El juego debe ser hábil. Me lo promete? CATALINA Prometido. (se oye tocar una campana) VALERIA Decididamente, creo que nos entenderemos. (nueva campanada más imperativa) Quién puede llamar así? CATALINA Es la campana de la puerta. VALERIA No es ninguno de aquí. Las gentes de San Lorenzo entran por la puerta pequeña. (miran por la ventana) Quién es? CATALINA Un señor que ya se ha presentado dos veces desde que llegué. VALERIA Qué deseaba? CATALINA Dejó su tarjeta. (la puerta se abre y el tío aparece silenciosamente y viendo a Catalina cerca de Valeria habla) EL TIO Enhorabuena! VALERIA (hace como si se sobresaltara) Ah! Estabas allí? EL TIO Llego ahora. VALERIA Surges (rectificando) (a Catalina) sobre ruedas silenciosas... En realidad es encantadora esta pequeña. Por una vez has tenido una idea feliz. EL TIO (a Catalina) No te has roto nada? El diablo de mi sobrina no te ha sacudido demasiado? CATALINA Valeria ha sido muy bondadosa. EL TIO (silbido de admiración) Y la llamas ya Valeria? VALERIA (amable) Se lo pedí. EL TIO Encantado! Sorprendido, pero encantado. Felicitaciones, Catalina! El resultado es inesperado. CATALINA Qué resultado? VALERIA Su padrino la felicita por encontrarla con vida después de haber estado en la jaula de la fiera. (al Tío) No es así? EL TIO Yo sabía que mi ángel tenía alas para escapar de tus garras. VALERIA Está seguro: tu terreno ha sido respetado. No perseguimos la misma caza. (al Tío) (Catalina oye este torneo con sorpresa) Catalina es tu descubrimiento y te pertenece. EL TIO Gracias por dejármela. VALERIA Derecho de prioridad. EL TIO (riendo) Condenada picarona! (a Catalina) No le hagas caso. Peleamos en broma. (a Valeria) Verdad que es preciosa?... VALERIA También a mí me lo parece. EL TIO (a Catalina) Ven a besarme, hijita. (Catalina va de mala gana y al pasar frente a Valeria, cambia un guiño con esta. Luego abraza al Tío rápidamente, bajo la mirada satisfecha de Valeria) Oh! Oh! No es muy ardiente ese beso... VALERIA Y por qué todos esos besos intempestivos? Por qué no esperar, simplemente, a que ella desee caer en tus brazos? Perderás quizá en cantidad, pero ganarías en calidad. EL TIO (escruta con sorpresa la actitud de Catalina confusa y distante) Y eso qué quiere decir? VALERIA Que mis previsiones son siempre mejores que las tuyas. EL TIO Qué? VALERIA Tengo buen olfato. EL TIO Explica... VALERIA Que Catalina no desea esa constante demostración de afecto traducido en afectuosas y empalagosas caricias. EL TIO Ah! Esa, es obra tuya. VALERIA (satisfecha) Y no te parece buena? EL TIO (a Valeria) Bravo! Buen trabajo. Bien lo había previsto... Pero no imaginaba un resultado tan perfecto y tan rápido... (a Catalina) Qué te dijo? CATALINA (incómoda) Nada. EL TIO Mientes ya? CATALINA Nooo... EL TIO Sí; mientes con tu silencio. (Valeria tiene a Catalina bajo sus miradas) CATALINA (en suplicio) No tengo nada que decir, le aseguro... EL TIO Ahora ya no me tutéas? VALERIA No la atormentes, es pronto aún. Dime quién llamó hace un momento. EL TIO Qué? Ah, sí... olvidaba. Te buscaban. VALERIA A mí? Quién?... EL TIO Alguien que desea verte. Lo recibes? VALERIA No. EL TIO Bien. (a Catalina) Tú y yo tenemos que aclarar este cambio de temperatura. (sale) CATALINA Está enfadado. VALERIA Eso se arreglará. CATALINA Y si insiste, qué le debo decir? VALERIA Invoque usted nervios... vergüenza delante de mí... en fin, algo de ese género. También le queda otro recurso... CATALINA Cuál? VALERIA El volver a la primera actitud. CATALINA Después de lo que ya sé? Me da miedo. VALERIA (adorable) Niña! Me ocuparé de usted. Adelante... (golpean a la puerta) JUAN (saludando) Señorita... señoritas... Ustedes perdonen... VALERIA Quién es usted, señor? Y quién le ha autorizado? JUAN Mi nombre es Juan Lécuyer, y el señor Saint-Clair, su tío, me dijo que usted me esperaba. VALERIA Cómo? Quiere repetir... JUAN Mi nombre es Juan Lécuyer y fue el tío de usted quien VALERIA Quien qué? JUAN Quien me dijo que... En fin, quien me autorizó a... VALERIA A llegar hasta aquí? JUAN Sí... Y ante mi indecisión, él insistió. VALERIA Por qué? JUAN (desarmado) Pues por... VALERIA Yo no tengo la costumbre de hablar con desconocidos. JUAN Yo no soy, por lo menos yo no creía ser, para usted un desconocido. VALERIA Por qué? JUAN Porque somos vecinos. VALERIA Y eso es todo JUAN El título es insuficiente, ya lo sé, pero además, creía que mi nombre no le sería tan extraño, porque el otro día el farmacéutico me nombró delante de usted. Al día siguiente de esto, le dejé mi tarjeta como corresponde y autoriza la vecindad. Días después, volví y fui gentilmente recibido por su tío y esta señorita, pero sin lograr verla a usted. Y esta mañana por casualidad, pasaba a caballo y ... VALERIA Y por qué esa insistencia en conocerme? JUAN Nuestras propiedades son limítrofes, y ... VALERIA (examinándolo) ... mi buen tío le dijo que yo lo recibiría? JUAN Así fue. VALERIA Oh! Es un viejo bromista y mentiroso. JUAN Ya lo he visto, ya, acepte usted mis excusas y permítame retirarme. VALERIA Y ya para qué, entremos en conocimiento. Tiene usted una de sus tarjetas? JUAN (sorprendido) Sí VALERIA Démela. Gracias. Mis anteojos, Catalina... (Juan obedece) CATALINA (sorprendida) Sus anteojos?... VALERIA Sí, sobre la mesa. CATALINA Aquí están. VALERIA Gracia (se coloca los anteojos y examina la tarjeta muy de cerca) De modo que es usted el nuevo propietario de Sausay? JUAN Sí señorita. VALERIA Bello castillo. Si hubiera tenido manera de adquirirlo lo hubiera hecho. JUAN No es una simple galantería, señorita, pero hágame el honor de considerarlo como suyo. Y me sentiría honradísimo con que visitaran mi casa. VALERIA Es usted muy amable... JUAN No, precisamente, egoísmo más bien, ya que esta invitación encierra un interesado deseo de... VALERIA De buena vecindad, ya lo ha dicho. (un silencio embarazoso) Catalina, quiere tener la amabilidad de llevar un vaso de... no importa de qué, allí a la galería. JUAN Yo también se lo suplico señorita. VALERIA Hablemos claro. Mi tío está en complicidad con usted. JUAN Le ruego que me perdone. VALERIA (la mano en la oreja haciendo campana) Cómo dice? JUAN (en voz alta) Que me disculpe... VALERIA Ah! Sí! Perdón, pero a veces oigo mal... Le quiero probar a mi tío, que con respecto a bromas, yo las sé dar mejor. Catalina, le ruego que nos deje. (Catalina sale) No es esto lo que quería? Quedarse a solas conmigo. Lo comprendí. Quiere usted decirme algo? JUAN Sí, señorita. VALERIA (indicándole un asiento) Tome asiento. JUAN (avanzando hasta el centro de la alcoba y señalando la ventana) Tiene la casa una vista magnífica. VALERIA Sí? JUAN (sus respuestas son automáticas, se encuentra en situación muy incómoda) La ventana da al Loira... VALERIA (examinando a Juan) Sí... JUAN Tiene usted un tío encantador, muy alegre... VALERIA Desde luego, pero menos agradable de ver que Catalina... pero es simpático. (pausa) Porque Catalina le gusta, no es verdad? JUAN Quién? VALERIA Catalina. Es excepcional... rara en estos tiempos. JUAN (cortés) Es posible... Discúlpeme, estoy cohibido, idiota. VALERIA Es muy natural. JUAN Le parece? VALERIA Claro. JUAN Pero no siempre soy así. VALERIA Lo creo. JUAN Yo quisiera que comprendiera usted el motivo de mi insistencia por conocerla. VALERIA Lo comprendo... Desde su entrada, tuve la evidencia. JUAN (encantado) De veras? VALERIA Sí. Por eso hice que Catalina se retirara. Porque, si no me equivoco, ella ignora también el objeto de su visita. JUAN Sí. VALERIA (enternecida) Es muy linda! JUAN La señorita Catalina? Sí... y sobre todo muy joven. VALERIA (utilizando las palabras de su tío) No es mujer sino en promesa... pero qué promesa. Es un ser en flor. JUAN La quiere usted mucho? VALERIA Más que a mí misma. Siempre me atrajeron la belleza, la salud, y ella está tan admirablemente dotada... Un cuerpo lleno de una juventud palpitante, tensa como un botón que ya va a reventar... Será una soberbia mujer. No es así? JUAN Lo creo. VALERIA (riendo) Por lo demás... No veo por qué le digo esto... Usted lo sabe mejor que yo. JUAN Por qué? VALERIA Porque a un hombre como usted no pueden escapársele esos detalles. JUAN (mirando a Valeria, como si no la escuchara) Es posible... VALERIA Y rica, además. Unica heredera de su padrino. JUAN (que no le ha puesto atención) Cómo? VALERIA Digo que rica además. JUAN Ah sí! VALERIA Soy yo la sorda o es usted quien no oye? JUAN (sorprendido) Sorda? VALERIA Cuando hace calor del oído izquierdo. Venga a mi derecha. Siéntese. La querida pequeña! Estoy muy contenta con ella! JUAN (cortesmente, sin comprender) Ah! VALERIA Lo comprendí inmediatamente. JUAN Comprendió, qué? VALERIA Que está usted enamorado. Nadie mejor que una solterona para adivinar los secretos de los jóvenes. JUAN Solterona, usted? VALERIA Así es. JUAN (vehemente) Yo no puedo permitir... VALERIA Protesta usted por cortesía, pero eso no impide que sea una solterona... JUAN En absoluto. VALERIA Dejemos eso. Le ruego no me interrumpa porque mis ideas se embarullan muy fácilmente. JUAN Perdóneme. VALERIA (se pone los anteojos y... tomando la tarjeta) El señor de Sausay, desea casarse. JUAN Cómo lo ha adivinado usted? VALERIA Intuición. Ella apareció, sintió usted el flechazo como se dice en las novelas. Gritó: es ella! Y el corazón tumultuoso, al galope de un impetuoso corcel viene a depositar corazón y riqueza a los pies de la elegida. No es eso? JUAN (fogoso) Precisamente, eso. VALERIA Chist! No me interrumpa. Hay un pequeño inconveniente. Mi tío asegura que en los matrimonios debe haber igualdad en los bienes y la dote que ella recibirá... JUAN La dote? VALERIA La que mi tío me tenía señalada, pero qué puedo hacer con una dote, a mi edad? JUAN A su edad? VALERIA Tengo treinta y siete años, casi treinta y ocho, tengo dolencias, manías y aunque digan otra cosa las gentes de aquí, sólo tengo una pequeña renta vitalicia. (riendo) Pero a usted que puede importarle todo esto... JUAN Señorita, estamos en pleno malentendido... VALERIA Es posible? JUAN La señorita Catalina es encantadora, hasta posee ciertamente las cualidades que usted le atribuye y que, por mi parte, no había notado... es decir, no había notado todavía; pero... VALERIA (la mano en la oreja) Quiere hablar un poco más alto y más... claramente... perdón... pero mi oído... JUAN (lentamente) Decía que no amo a la señorita Catalina. VALERIA (la mano en la oreja) Cómo? JUAN (en voz alta) No amo a la señorita Catalina. VALERIA Oí bien, pero creí haber entendido mal. Por qué no la ama? JUAN Porque no puedo. VALERIA Entonces, por qué ha dejado usted que yo entendiese... JUAN No me ha dado tiempo de hablar. VALERIA No comprendo nada, absolutamente nada. No obstante, cuando hablé del flechazo, del deseo de contraer matrimonio...? JUAN Lo aprobé. VALERIA (estupefacta) Quiere casarse? JUAN Lo deseo con toda mi alma. VALERIA Pero con quién? JUAN (levantándose) Señorita, tengo el honor de pedir su mano. VALERIA Mi mano! JUAN Sí señorita: Quiere usted casarse conmigo? VALERIA Para qué? JUAN Cómo que para qué? VALERIA (estallando de risa) Esto sí que es cómico. JUAN El que quiera que se case conmigo? VALERIA Naturalmente. No tengo nada que seduzca a un hombre: ni riqueza... y ya, ni juventud. JUAN Señorita... VALERIA Esta es una nueva jugada de mi tío, quien seguramente está detrás de la puerta muerto de risa. Usted verá... (abre la puerta) (volviendo a Juan) No, nada, nadie! Entonces?... JUAN No entiendo su modo de proceder, señorita. No es culpa mía el sentimiento que desde el primer día experimenté. VALERIA Un sentimiento? JUAN Irresistible. VALERIA Sólo con verme? Y por qué? JUAN Porque, viéndola, ví el amor. VALERIA Qué lástima saber que miente. JUAN No! VALERIA (que lo espía) Entonces, le gusto? JUAN Sí. VALERIA Pero desde cuándo, dónde? JUAN Qué importa el tiempo ni el lugar. Mi único deseo es tenerla en mis brazos y poder decirle cerca, muy cerca, todas mis esperanzas e ilusiones. VALERIA (divertida) Dígalas. JUAN No estáis tan cerca como yo quisiera, y aún estándolo, no sabría decirlas... Todo lo olvidé. Ya no sé que era ayer, ignoro lo que será mañana. Estoy aquí junto a usted y empieza a hacerse realidad mi sueño. VALERIA (burlona) Estoy por creerlo. JUAN Debe usted creerlo. La amo. VALERIA Amarme? Cómo? Por qué? JUAN Desde que la ví no pienso sino en usted. Compré el castillo de Sausay sólo por estar cerca de usted. VALERIA (ríe) Delicioso. JUAN (dolido) Me he conducido como un imbécil. Nunca supe hablar a las mujeres. VALERIA (irónica) No opino lo mismo. JUAN Seguramente ha resultado absurda y ridícula mi petición. VALERIA No. Es original. Las peticiones originales valen mucho más. Son más sinceras. JUAN Aún burlándose es usted atrayente, bella, muy bella. VALERIA No lo crea. Míreme mejor. A los cuarenta y dos años. (poniéndose los anteojos) JUAN Treinta y siete dijo usted. VALERIA Por coquetería. Pero cuarenta y dos... Qué me queda ahora, si dejé huir mi juventud. JUAN Reténgala. VALERIA Y cómo retener la juventud? JUAN La juventud no es asunto de edad. En ocasiones la vida no se mueve durante días, meses, y luego bruscamente puede vivirse años en una hora o dos. VALERIA Sí... es posible. JUAN En toda edad puede vivirse la juventud. VALERIA (soñadora) Tal vez. JUAN (apremiante) Sólo que, cuando pasa uno de esos minutos hay que cogerlo... No ha experimentado alguna vez la sensación de que la vida es muy corta, que quizás no nos queda más que una hora o dos por vivir y que uno no lo sabe... No ha sentido usted nunca esa angustia? Como si sintiera que falta el tiempo para abrazar toda la exaltación, la aventura y el amor que contiene la existencia... VALERIA (conquistada) Sí... sí... JUAN (apremiante) Entonces? VALERIA Sí... Quizás... Cuando se presenta una ocasión así, sería locura no dejarla siquiera que se presente. JUAN (enajenado) Ah! Señorita!... Eso quiere decir... VALERIA No sé por qué hago lo que hago. JUAN No trate de averiguarlo. Llegue usted al momento sin pensarlo. VALERIA Para qué... (muy desamparada) Unicamente quisiera adivinar qué sentimiento lo guía! JUAN No lo piense... El acaso, la fatalidad, el destino, son mucho más fuertes que nosotros! Yo los ayudo... hago de ellos mis aliados. Por eso yo no los temo. Hay que hacer como yo, señorita, y tenga confianza en ellos. VALERIA Que vehemencia. Pero... esperemos indispensable para conocernos... el tiempo JUAN Pero, señorita... VALERIA Es indispensable. Hay que obrar según la razón. Y, sobre todo, que nadie sepa, lo entiende. Nadie, ni mi tío. Me lo promete? JUAN Prometido. VALERIA Para yo tener la seguridad de mis pensamientos, haga usted una cosa... JUAN Qué cosa? VALERIA La corte a Catalina. JUAN (estupefacto) Cómo? VALERIA (natural) Para despistar la atención. Y luego que ella es tan linda! La comparación no puede sino ayudarlo a ver claro, a que vuestros sentimientos elijan bien... JUAN (enajenado) Mis sentimientos ya han elegido. VALERIA De todos modos hay que ponerlos a prueba. (llaman a la puerta) JUAN Como usted quiera. VALERIA Así, así... Adelante. CATALINA Mi padrino espera. Ha hecho preparar un coctel en la galería. VALERIA Vaya usted. Me reuniré con ustedes al momento. JUAN (inclinándose) Como usted quiera, señorita. CATALINA Mi padrino está encantado con lo que sucede. (sale) VALERIA Y hay motivo. Sabe usted a lo que ha venido este señor? CATALINA No. VALERIA A pedir su mano. CATALINA (atontada) Mi mano? VALERIA La adora y es rico, muy rico. El príncipe encantado, o algo así. La suerte ha llegado. Corra y no la deje escapar, la felicidad está allí. (Catalina sale estupefacta. Valeria cierra la puerta. Escucha un momento. Luego vuelve, a pedir un número al teléfono) VALERIA Bueno... bueno... El señor Notario Raguet?... Valeria Saint-Clair. Muy bien, señor Notario y usted? Es para una investigación... Sí, rápida y confidencial... Anote. Necesito datos de un sujeto llamado Juan Lécuyer... Del Castillo de Sausay, sí... De dónde viene?... Quién es él?... Familia... Antecedentes... Como de costumbre... eso... Cuento con usted? ... Gracias, Raguet... Hasta pronto... (Cuelga el teléfono. Va a la mesa, donde quedó su bolso. Lo toma, lo abre, echa en él la tarjeta de visita de Juan, saca su polvera, se examina atentamente y después de una mueca satisfecha, guarda la polvera en su bolso que coloca bajo su brazo. Después de una última mirada a su arcón, se dirige hacia la puerta y sale mientras que cae el telón.) SEGUNDO ACTO En la misma casa. Saloncito contiguo a la alcoba de Valeria. A la izquierda primera, puerta que conduce a la antecámara y resto de la casa. Segunda izquierda chimenea de campana. Frente a esta una mesa de teléfono y recado de escribir, un alto sillón con taburete. A la derecha de la chimenea otro sillón de diferente estilo y un chaiselongue. Al fondo una gran ventana que da al Loira. Es un conjunto austero, pero extraño. El fuego arde en la chimenea. Muebles diseminados. Primera derecha arco por el cual se ve la alcoba de Valeria. Primeras horas de la tarde. En escena Valeria y Catalina. VALERIA No la creo. CATALINA Está usted equivocada. VALERIA Es extraño... CATALINA Por qué? VALERIA Porque había supuesto que usted amaba a mi marido, o por lo menos que Juan le interesaba. En fin, admitamos que me equivoqué. De todos modos... CATALINA Qué? VALERIA Bien podía confesármelo. En el corazón no se manda, pero al mismo tiempo puedo asegurar que aún, no hay nada entre ustedes. CATALINA Seguramente. VALERIA No lo afirme tan categóricamente. Puede que no sea amor, pero sí una inclinación, una simpatía... (pausa) Por qué calla? CATALINA Porque sería inútil cuanto dijera para convencerla. VALERIA Convencerme cuando he visto y complaciente que es con usted... lo solícito CATALINA Eso, es posible. VALERIA Mi marido está enamorado de usted, sin darse cuenta de ello tal vez, pero es de usted de quien está enamorado. CATALINA Y eso le complacería? VALERIA Me advertiría. CATALINA Yo la informaré. Juan... VALERIA (con persuasión malsana) Juan...? (duda) CATALINA Su marido parece interesarse por mí, y no se me acerca sino elegantemente vestido, sonríe como si anunciara una marca de dentífrico, me ofrece bombones, hace frases espirituales. VALERIA (con sádico placer) Lo reconoce. CATALINA Con alegría. Sólo que desde el momento en que estamos solos la sonrisa cesa, la espiritualidad desaparece y guarda en su bolsillo los bombones que me iba a ofrecer. Si eso es estar enamorado... VALERIA No le habla de amor? CATALINA Cuando usted interviene en la conversación. VALERIA En resumen... CATALINA Usted deduzca. VALERIA (irónica) No es difícil. Para usted sus atenciones. Para mí, el amor. CATALINA (con tono de incredulidad ingenua) Indudablemente. VALERIA Procedimiento curioso. CATALINA Yo soy la chispa que él utiliza para encender su fuego, Valeria... VALERIA Yo no tengo fuego. CATALINA Eso es verdad. Usted se consume, si no por alguien, por algo. VALERIA Qué quiere decir con eso? CATALINA Que de todos los que la conocen, yo soy la única que la ha comprendido. VALERIA Luego... No ama usted a Juan? CATALINA (suavemente) Lo detesto. VALERIA Entonces debe usted poner fin a ese... juego, llamémosle así, que a nada bueno puede llevar. CATALINA No es a mí, sino a su marido a quien se lo debe usted decir. (suena una campanilla) VALERIA Ahora mismo. Es él. CATALINA (que se ha asomado a la ventana) No, es el Notario Raguet. (Pausa en la que ambas se miran.. Valeria intrigada y perversa, Catalina ingenuamente diabólica. Entra la criada precediendo al Notario Raguet) RAGUET Buenas tardes, señora Lécuyer. VALERIA (con enfado) Nunca se me ha llamado tanto señora Lécuyer. Le tengo aversión a ese apellido. RAGUET Pero... VALERIA Mi nombre es Valeria, llámeme así. Qué le trae por acá. RAGUET Acabo de concluir un negocio con la buena señora Fleury, su vecina y he aprovechado para... VALERIA La señora Fleury? Esa vieja idiota? RAGUET Le ha hecho algo? VALERIA Mucho. Había unos pajarillos que venían a mi jardín, que cantaban para mí, pues ella se los ha llevado al suyo por el estiércol de su caballo. RAGUET Pues si usted hubiera reemplazado ese estiércol con migas de pan, seguramente los pajarillos hubieran seguido prefiriendo su jardín. VALERIA Pan?... Una cosa que cuesta dinero para animales que no son de una?... (una mirada de inteligencia entre el Notario y Valeria. Esta cambia de tono) Catalina, tiene la amabilidad de ir a la bodega y traer una botella de vino. CATALINA Deme usted la llave. VALERIA (de su bolsa extrae un puñado de llaves, busca una y se la entrega) Tome. Y también traiga un plato con dos o tres galletitas, ya sabe usted de cuáles. CATALINA Sí. Deme usted la llave de la alacena. (nueva búsqueda de Valeria quien al fin entrega otra llave. Con gran sorna) No se equivoque de llave. VALERIA (una pequeña reacción que le permite observar las que tiene en la mano) Por qué? CATALINA Por nada. (sale por la izquierda) RAGUET Por mi no se moleste... VALERIA Es para alejarla un momento... RAGUET Ah!... VALERIA (con el rostro iluminado por la curiosidad) Y ahora dígame: Qué ha encontrado con respecto a la herencia de mi difunto tío? RAGUET Nada. VALERIA (sin poder dominar su interés) Cómo? Murió ocho días después de mi matrimonio, de esto hace seis meses. Tiempo ha tenido usted para indagar donde fue a parar la herencia. RAGUET Por más que he buscado, nada. VALERIA Seguramente ha buscado mal. RAGUET Le aseguro... VALERIA (categórica) No. Estoy absolutamente convencida de que mi tío poseía dinero en efectivo. RAGUET No obstante, el día del acta de inventario se buscó por todas partes, todo se registró, se levantó, se tocó, se examinó... Recuerdo, ni el ebanista que vino de Paris especialista en muebles con escondrijos, encontró nada. VALERIA Razón de más para pensar que lo había y quizás en el sitio menos sospechoso. RAGUET En todo caso, si había dinero en efectivo, no estaba en la casa. Además, recuerde que a petición suya todo quedó debidamente sellado. VALERIA Sin duda demasiado tarde. Ya estaba dado el golpe. (Silencio) Y el resultado de vuestras averiguaciones en los bancos? RAGUET Nulas. VALERIA En fin, de todos modos, las operaciones de bolsa dejan huellas... RAGUET Generalmente. Pero hay una operación, una sóla, que no deja huellas. VALERIA Cuál? RAGUET Los valores al portador. Esos no dejan ninguna huella. VALERIA Y...? RAGUET Si así ha sido... corra usted tras ellos. VALERIA Entonces nada se puede hacer? RAGUET Nada. VALERIA Otro fracaso, Raguet. El primero, la falta de informes periódicos de mi marido y por ello cometí la locura de casarme. RAGUET Permítame usted, en lo que concierne a su marido, reconozco no haber podido descubrir a qué rama de los Lécuyer pertenece. Pero en parte es culpa suya señora, por no haber tenido paciencia. Yo soy un notario, no un detective profesional... VALERIA Sé, Raguet, que tengo mi parte de culpa como la tuvo mi difunto tío, quien me afirmó... (bruscamente se pone a escuchar) RAGUET Yo estoy... VALERIA Chist. (sin ruido va a abrir la puerta del primer plano y se dirige a alguien, invisible). Qué hacen allí... No me gusta que nadie se quede solo cuando no estoy allí para vigilar. Fuera... (cierra la puerta y retorna) RAGUET Quién era? VALERIA Mi criada de confianza. Pero, volvamos a la sucesión. RAGUET A este propósito, permítame una pregunta. Por qué se obstina en creer en la existencia de suma o valores fuera del testamento? VALERIA Porque el testamento era demasiado a mi favor para ser cierto. La verdad no es nunca tan sencilla. A más, si mis cálculos son exactos --y lo son--, mi tío debía poseer el doble de lo que me dejó. Entonces... qué se hicieron esos tres millones...? Porque se trata de tres millones. RAGUET Qué cree usted entonces...? VALERIA Creo en secretas disposiciones tomadas por mi difunto tío. RAGUET A favor de quién? VALERIA De Catalina. RAGUET (incrédulo) De ella...? VALERIA La virtud calcula mejor que el vicio. Y desde hace un año que está ella aquí, mi impresión se ha confirmado. Pero Chist… la oigo que sube de la bodega, que cierra la puerta... RAGUET (admirado) Qué oído tan fino tiene usted... VALERIA Cuando es necesario. RAGUET Yo creía que, al contrario... VALERIA Mi miopía y mi sordera me son muy útiles... Chist!... Aquí está. (Catalina entra con una gran fuente) En qué va el asunto Grampére? RAGUET Piden plazo... VALERIA No. Necesito recobrar mi dinero. RAGUET Proponen entregar una nueva letra. VALERIA Yo no colecciono autógrafos. RAGUET Dentro de algunas semanas podrán vender la cosecha y pagar para detener las diligencias de cobro judicial... VALERIA Demasiado tarde... RAGUET Es que... los pobres... VALERIA Yo hago negocios... Nada de sentimentalismo. (en voz baja) A propósito, tiene para una donación? papel sellado en blanco, RAGUET (en voz baja) Sí, ya lo creo. Va usted a hacer un donación? VALERIA (en voz baja) Eso no le importa, por el momento... (en voz alta) Pero debo darle también el legajo Perthuis. Venga un momento a mi habitación. Volveremos, Catalina. Pase, Raguet. Mis llaves, por favor. (saliendo) (a Catalina) (con indefinible sonrisa, Catalina se las entrega. Valeria advierte la sonrisa de Catalina). Le parece gracioso? CATALINA Mucho. (Valeria sale bruscamente. Sola Catalina, arregla las tazas en la gran fuente. Pausa larga. Bruscamente se abre la puerta que da al exterior. Aparece Juan, con botas todavía, pero ya su apariencia se acerca más a la del gentleman-hacendado que a la del dandy del primer acto) JUAN Buenos días, Catalina. Está usted sola? CATALINA Ya lo ve. Lo lamento. (silencio) JUAN Qué? CATALINA Estar sola. JUAN Me gusta siempre charlar con usted. CATALINA Pues bien, charlemos. (silencio) JUAN No está aquí Valeria? CATALINA Ya lo ve. A menos que esté debajo de la mesa. Creo que está en su alcoba. JUAN Está sola? CATALINA Casi. Está con el Notario. (pausa) JUAN Raguet. CATALINA Sí. A propósito, hablaba de usted con su esposa. (silencio) JUAN (encendiendo su pipa) De qué? CATALINA De un tema molesto. Valeria quiso hacerme confesar que nosotros estábamos enamorados. JUAN (sobresaltado) Cómo? CATALINA Tranquilícese. Ni me ama, ni le amo. Por lo demás, le dije la verdad a Valeria. JUAN Qué verdad? CATALINA Que esas inclinaciones que usted demostraba por mí, eran solamente provocaciones a sus celos, y con ellas atraerla hacia usted. JUAN Le ha dicho usted eso? CATALINA Ni más ni menos y ella opina que esta farsa debe terminar. Y yo soy la encargada de decírselo. JUAN No entiendo su actitud, Catalina, y quiero una explicación. CATALINA Por mi parte sólo una advertencia. JUAN La espero. CATALINA No juegue usted con fuego. JUAN Qué quiere usted decir? CATALINA Que las cosas que aquí pasan contienen tal carga explosiva que es peligroso jugar con ellas. JUAN Al contrario, sigamos, no tengo miedo. CATALINA (irónica) Es usted un héroe, lo sé. El haberse casado con Valeria es una prueba de heroísmo! JUAN Hable claramente. CATALINA No quiero retrasar por más tiempo, una noticia que le hará feliz. Valeria está celosa. JUAN Qué? CATALINA Estará usted loco de alegría, verdad? JUAN Pero, no comprendo bien, Catalina. Es usted quien me habla así? CATALINA Se cambia en un año, verdad...? Al principio, creí soñar... luego quise comprender y no equivocarme... Y he esperado... y, poco a poco he ido comprendiendo... Luego he querido saber más... He querido saberlo todo... y ahora ya sé! (pausa) He visto cosas increíbles... Usted se mostró gentil, muy gentil... En cuanto a ella... ella ha sido extraña... única. A tal punto que me inquietaba... por usted... Por un momento temí que fuera usted devorado por ella. JUAN Devorado? CATALINA Y, eso, no lo quería yo. JUAN Y por qué? CATALINA (con inquietante dulzura) Porque será necesario que encuentre ella algún día al hombre capaz de luchar con ella. He creído que usted podía serlo. JUAN A dónde quiere usted llegar? CATALINA A la batalla final. Sólo que yo me declaro neutral. JUAN (directo) Y si yo le dijera a Valeria... CATALINA No lo creo. Es más, lo desafío. (al ver la indecisión de Juan) Lo está viendo, no se atrevería por no causarle un disgusto. La pobre... JUAN (mirándola a los ojos) Tánto odia a Valeria? CATALINA No; la admiro enormemente. Hasta el mal puede ser admirado.. Sólo que, hasta ahora, lo esencial de sus medios ha quedado sin empleo... No ha luchado mas que con adversarios de segunda categoría... Mientras que ahora, con usted... tengo la impresión de que el choque será digno de los contendientes. JUAN Pero usted es... CATALINA Termine el pensamiento. Un monstruo. Es posible, o quizás... un ángel. Puedo ser una mezcla contradictoria entre el bien y el mal... Es necesario adelantarse a las apariencias para alcanzar las intenciones. JUAN (atónito) Pero, en fin, qué se propone? CATALINA Equilibrar las fuerzas. JUAN (exaltado) No encuentro palabras para decir lo que siento... Lo que pienso de usted. CATALINA Ni hace falta. Guarde para Valeria su fuerza de choque. JUAN (anonadado) Equivocarse hasta este punto sobre una persona es desconcertante... CATALINA En guardia! JUAN Qué? CATALINA Ahí viene... VOZ VALERIA Y bien, qué puedo hacer. RAGUET Me ha dado usted su palabra de esperar. VALERIA (entrando) Me ha obligado... (al ver a Juan su cara se ilumina por un segundo) Ah! Juan! Regresaste hace mucho? JUAN Hace un rato. Cómo está usted, señor Notario? (saludando a Raguet) RAGUET Muy bien, y usted? JUAN Muy mal, gracias. RAGUET (distraído) Tanto mejor. Me eclipso. Hasta pronto. VALERIA (empujándolo hacia la salida) Pero se va usted sin tomar un vaso de este excelente espumoso? RAGUET Gracias, muchas gracias. Yo bien quisiera, pero... VALERIA (abriendo la puerta) Una galletita entonces? RAGUET Gracias... no, no, no me acompañe. Sé el camino. CATALINA (interviniendo) Sí... Sí... Pase usted... El campo está libre. (se hace a un lado) (a Juan) (sale con el Notario) VALERIA (asombrada) El campo está libre...? Qué significa esa salida? JUAN El fin de su escena, porque, imagínate que acaba de hacerme una escena. VALERIA Con qué motivo? JUAN Me ha dicho cosas... cosas... y con un airecillo calmadamente nervioso, decidido... Ella me detesta, te lo juro! VALERIA Yo no creo en juramentos, sobre todo en ése. JUAN Y no hablemos mas de ella, quieres? Deseo hablar de ti. VALERIA De mí? Y eso? JUAN Abrázame! VALERIA No. JUAN Yo lo quiero. VALERIA No. A qué vienen esos abrazos intempestivos a toda hora del día? A mi edad resultan... JUAN Lo mismo, siempre. VALERIA Qué? JUAN Cuando dices mi edad, anuncias la apertura de las hostilidades. Pues, adelante! Saca tu pequeño descubrimiento cotidiano. Veamos, veamos lo que has imaginado para hoy. VALERIA Por fin descubrí la verdad. Tú no me amas? JUAN Bravo! Eso, por lo menos, es original. VALERIA En todo caso, verdad! JUAN Naturalmente que es verdad. (se dirige hacia ella y a pesar de su resistencia la toma de los hombros) No, amor mío, yo no te amo. No tengo en tí ninguna ilusión, hasta te odio en ciertos momentos, así lo ves, y esto proclamado, queda una bella aventura para que la vivamos, te lo juro. Y así hemos de estar siempre juntos, estrechamente juntos. VALERIA (soltándose furiosamente) Eso es precisamente lo que yo no quiero!Lo entiendes, no quiero. JUAN Que ya no quieres? VALERIA Te prohibo... JUAN (insistente) Me prohibes? VALERIA Te juro que me voy a enfadar. No es seguro. Yo vencí siempre. Y cuando yo no quiero... JUAN Pero esta vez tu cuerpo está contra ti... (avanza para atraparla) VALERIA Pues bien, sí, eso... Me siento arrastrada hacia yo no sé qué... y eso es lo que me irrita contra mí. No lo había previsto... Sobre todo yo no lo quería... a ningún precio. JUAN (sorprendido) Por qué? VALERIA (angustiada) Tengo miedo... Miedo de mí... de mi transformación. Tengo la impresión de descubrirme, de no ser la que yo creía... y es terrible... Para mí, es terriblemente inquietante sentir otra edad de mi vida... esa edad irreflexiva contra la cual no tengo armas... Esta horrible sensación de impotencia de prever lo que me espera. JUAN Entonces, rehusas vivir? VALERIA Yo no quiero sufrir. JUAN Es cobardía! Eres como esos pusilánimes que se dejan matar por miedo a tener que defenderse. VALERIA Defenderme?... Yo no quisiera tener que hacerlo... Me conozco bastante. JUAN Y a mí, no me conoces? VALERIA (mirándolo a los ojos) Por qué estás aquí? JUAN Ya te lo he dicho: porque te necesito, ya ves que es grave. Lo deseo, a pesar de mí, a pesar de ti, a pesar de todo. VALERIA Cuidado! vas a hacerme ruborizar... JUAN No me crees? VALERIA (sonriendo ambiguamente) Quiero no creerte. Porque al mirarme al espejo, me pregunto: Qué puede amar en mí?... Y no comprendo... JUAN Hasta ese punto, dudas de mí? VALERIA (casi a si misma) No puedo evitarlo. Siempre dudé. En mí, siempre sigue la duda a la certeza. Tengo necesidad de comprobarlo todo, de analizarlo todo. (con pesar) No tengo la suerte de atreverme a creer lo que anhelo, ni aún a saber lo que más temo... Las alegrías, como las penas, se me escapan siempre! JUAN De una cosa no debes dudar de mí. Que te amo. VALERIA Todos los que quisieron amarme no pudieron lograrlo... Luego, para que tú hayas vencido en lo que fracasaron otros, es preciso que... (bruscamente se detiene y le mira de soslayo) JUAN (riendo) Qué? VALERIA Nada. JUAN Escucha querida: juguemos francamente y en dinero contante, quieres? VALERIA Tienes expresiones muy justas. JUAN Te ofenden quizás? VALERIA No; las entiendo. JUAN Decididamente hay en tí alguien a quien jamás conoceré. Eres una mujer inquietante, Valeria. VALERIA De ello me felicito. JUAN Te has propuesto enfadarme? VALERIA Así, puede que digas las verdades que deseo... JUAN Pero... Mira, cambiemos de conversación, quieres? VALERIA No. Hoy yo quiero saber. JUAN Qué? VALERIA La razón inexplicable de tu pasión por mí. JUAN Eres decididamente, muy modesta. VALERIA Soy al contrario, muy vanidosa, amor mío. JUAN Cuidado! Te pones tierna! VALERIA Y si eso me divierte? JUAN La ducha helada, después. Bien. Diviértete en ser tierna. No me perdonaría si te privara de esa distracción. (la atrae cerca de si) Anda!, amorocita, ven acá! (Valeria obedece. Bruscamente cambia) VALERIA Sé franco, Juan. Desde que nos casamos no han cambiado tus sentimientos hacia mí? JUAN Han aumentado, más bien. VALERIA Entonces... me amas... tienes necesidad de mí. Repite. (silencio) JUAN Para que te burles más? No. (pausa) En primer lugar, ya no quieres que me acerque a ti... VALERIA Por qué dije eso?... Voy a pensar en voz alta. Quieres que juguemos a eso? JUAN Puede que sea divertido, probemos. VALERIA (silencio) Comenzaré mis reflexiones por un cálculo. Hace seis meses que nos casamos. JUAN Para ser precisos: seis meses y diez días. VALERIA Bien: Mi aniversario pasó, el día de mi santo también, y espero siempre una prueba de tu amor (gesto de Juan que Valeria reprime) pensando. (pausa) Chist! Déjame seguir Entre mis defectos, tengo uno insoportable, el de soñar en voz alta. JUAN (riendo) Exacto. VALERIA Igualmente sé que puesto que nos casamos bajo el régimen de separación de bienes... JUAN Ese sí no es un sueño. VALERIA Si exigí ese régimen, fue por delicadeza hacia ti. JUAN De acuerdo. VALERIA He querido permanecer pobre al lado de un marido propietario de un castillo. Debiste comprender esa prueba de desinterés. Pero... Volvamos a uno de mis defectos. JUAN El de soñar en voz alta? VALERIA Sí. Si. Y bien sé que he soñado con ese castillo. He soñado, soñado, hasta perder el sueño. Seguramente debí hablar de ello. JUAN Muy a menudo. VALERIA Ah! Ya lo ves... JUAN Pero cómo puedes saber lo que decías dormida? VALERIA Yo recuerdo siempre lo que sueño. (suspira) Los sueños son toda la fortuna de los desgraciados. JUAN Y bien? VALERIA No comprendes? Hoy me parece, observa que digo me parece. JUAN Te parece qué? VALERIA Que cuando se ama a su mujer, como tú lo pretendes, no se debe tener secretos para ella... Se debe hacerla partícipe de sus preocupaciones, y responsabilidades... de sus alegrías... penas... En fin, de todo lo que se posee. JUAN Pero... VALERIA Qué? No me crees capaz? Crees tú, entonces, que Raguet vendría a pedirme consejos, si no? JUAN Ah! Es a pedirte consejos a lo que viene? VALERIA Naturalmente, querido. Y... esa confianza que me tiene un extraño... En ti no la encuentro... Y confieso que... JUAN Cómo? Querrías ocuparte de mis negocios? VALERIA No es ése el papel de una esposa?... Además, todo el mundo está sorprendido de que... Hasta Raguet me hablaba de ello hace poco... JUAN Sorprendido de qué? VALERIA De que dejes a tu esposa en una situación de... inferioridad. JUAN Hablando claro... Significa que yo hubiera debido compartir mi propiedad contigo, no? VALERIA Y crees que habría aceptado? Definitivamente, tu me conoces muy mal... No, las gentes y yo misma, solamente estamos sorprendidos de que no hayas tenido un gesto únicamente simbólico... Un gesto que, probando tu confianza, me hubiera probado tus sentimientos... Y te hago el reproche yo, de no haberme dado la ocasión de no aceptar... JUAN Escucha, Valeria, eso es injusto... VALERIA No he querido molestarte. En el fondo, te supongo sincero, así... ya ves! No creo que hayas querido humillarme... JUAN Oh! Valeria... (silencio) (ella ríe forzadamente) VALERIA En el fondo, la culpa es mía. No debí casarme tan tarde (silencio) (bruscamente con alegría forzada) Vamos! Todo está dicho. Olvidemos eso... JUAN Podrás olvidarlo? VALERIA (con sonrisa triste) Ensayaré ser razonable. (silencio) JUAN Si te ayudara? VALERIA Cómo podrías? JUAN Donándote la propiedad. VALERIA Eso, nunca! Yo no quiero despojarte. JUAN Oh! No te daré gran cosa, puedes estar segura... VALERIA (casi con angustia) Me regalarías Sausay?... JUAN No quiero que se interponga entre los dos... y no creas que es una oferta simbólica. VALERIA Realmente, yo no he deseado tu castillo, pero... JUAN Termina la frase. VALERIA Pero ahora, que ya estás prevenido de que no aceptaré. JUAN Pues bien, vas a pedirme perdón por tus dudas, inmediatamente. VALERIA Cuidado, Juan! No juegues con eso... Sería capaz de aceptar tu oferta, aunque no fuera sino por ver tu reacción... JUAN Vas a verla. Voy a telefonear a Raguet para que venga a sentar el acta de donación. VALERIA Juan!... Lo harías? JUAN Vas a verlo! (marca el número en el teléfono, Valeria se acerca a su marido y abrazándolo, se aprieta a él) VALERIA (sordamente) No juegues con ello, Juan, no juegues... JUAN Bueno... Sí... El despacho del Notario Raguet? Con él mismo? Aquí, Juan Lécuyer... Es esto, señor Notario: quiere preparar urgentemente la donación de Sausay, a mi mujer... Sí, sí, eso es... La totalidad... Sí... (Valeria se estrecha más fuertemente a su marido y lo abraza. Su cara tiene una expresión indefinible) Exactamente... Sí... no, no, yo sé perfectamente a qué me comprometo... Es su deber prevenirme? (sin ser vista por Juan, Valeria se apoya sobre el gancho y corta la comunicación) Bueno... Bueno... Cortaron... VALERIA Volverá a llamar. Lo esencial es que haya un testigo... En fin que esté prevenido. (fingiendo bruscamente la duda) No sería que tú cortaste la comunicación? JUAN Yo? Por qué supones...? VALERIA Pues bien, pruébamelo. JUAN Voy a llamarlo nuevamente... VALERIA No. Simplemente firma este papel sellado en blanco, féchalo... Yo se lo haré llegar... JUAN Papel sellado? Y cómo es que está aquí...? VALERIA Lo dejaría Raguet, hace poco. Eso fue lo que me sugirió la idea de ponerte a prueba... Ah!, no quieres hacerlo! Lo ves... estaba seguro. JUAN (la mira, vacila un momento, la mira por segunda vez y rápidamente firma) No te comprendo bien... pero, ya está... VALERIA (atrapando la hoja al vuelo y haciéndola desaparecer entre su blusa) Ah! querido! (bruscamente se echa sobre su marido y lo estrecha hasta ahogarlo) Ah! Qué bueno es abrazar a su marido después de un disgusto! Marido mío! Lo ves, querido? Ya no somos sino una sola persona los dos! Devuelves la confianza a tu esposa: pero le devuelves la que te había dado yo: estamos en paz. Abrázame. Te adoro! (Juan no tiene tiempo de hacerlo) JUAN Estás contenta? Yo también... En el fondo, puedo confesártelo, estoy hasta encantado de esta solución. Yo no sabía cómo salir del paso con todas esas hipotecas. VALERIA (súbitamente en guardia) Cuáles hipotecas? JUAN (riendo) Ah! Es cierto. Tú no sabes... Pues bien, puesto que eso va a ser tuyo, es preciso que te diga... VALERIA (ocultando sus reacciones) Dí, querido, dí... JUAN Comencemos por el principio. Mi padre... VALERIA Eso es! Háblame de ese gran negociante. JUAN (riendo) En eso... debo confesarte que hermoseé la verdad... Mi padre no era sino un especiero en pequeño en Angers... VALERIA (recibiendo el choque) Un especiero en pequeño? JUAN Sí... dueño de una bella especiería con dos empleadas. VALERIA Es magnífico. JUAN No del todo mal... Pues yo perdí a mi madre a la edad de siete años. VALERIA Crece, te ruego que crezcas. JUAN Es fácil. De los siete hasta ahora, pocas cosas... VALERIA Y ahora? JUAN Te me apareciste, extraña, inaccesible, misteriosa... VALERIA (positiva) Sí... pero hablabas de tu padre... JUAN (sin advertir el cambio de expresión de su mujer) Mi padre murió algunas semanas antes de mi llegada a esta ciudad, dejándome... oh! una muy pequeña fortuna. VALERIA (pensando en la fortuna) Una pequeñísima fortuna!... Es una desgracia muy grande! JUAN Sí, porque yo adoraba a mi padre. Mi suerte fue que, fuera de la especiería, me dejó una deuda por cobrar... Una primera hipoteca tomada sobre Sausay. Siguiendo el consejo de mi notario, vine a San Lorenzo a hacer la liquidación... Pero al llegar te ví! Mi plan de conducta quedó trazado: renunciar al negocio, realizar todo lo que pudiera convertirme en tu vecino y arriesgar mi suerte y mi capital en la empresa de la conquista de la felicidad... Tu conquista! (Silencio. Durante esta relación ha caído un manto de hielo sobre Valeria) No dices nada? VALERIA (enigmática) Escucho... y luego? JUAN Sabes el resto. Esa pequeña herencia me procuró la manera de hacerme amar de ti. (silencio VALERIA Y de Sausay, qué queda? JUAN (riendo) Pues... no gran cosa... Tiene tres hipotecas. Un millón en total. Pero si ya es tuyo, tú te entenderás con los acreedores... Eso está por encima de mis capacidades. VALERIA Es un obsequio original. Entonces, eres pobre? (pausa) JUAN Sí... pero qué importancia tiene? Siempre he trabajado. Y, precisamente, tengo un proyecto... Se me ha ofrecido utilizar mis conocimientos de experto en caballos. No sabes? La remonta de caballería de Saumur... y bien... No me escuchas? VALERIA Sí. JUAN Pues bien... es muy interesante desde todo punto de vista. Ello me permitirá asumir la carga íntegra de la casa. Hasta estoy seguro que llegarás a hacer economías con mi sueldo. (detenido por una mirada de Valeria) Pero qué te pasa? VALERIA A mí? JUAN Sí. Me miras en una forma... VALERIA Me propongo admirarte! Tú no eres un imbécil, no. Hay que ser justos... Hasta tienes cierta osadía en la concepción de tus pequeñas combinaciones equívocas. Sólo que estás poco seguro de ti mismo. (cruel) Resultado: el pavo se despluma. Y un pavo desplumado!... (estallando en risa) No! Es demasiado cómico!... y yo que caí hasta el fondo!... Con pasos aterciopelados el señor se fue acercando a mis... ahorrillos. Pensabas no tener sino que estirar la mano y... listo! Yo me dejaba atrapar... y adiós Valeria! Se había engañado a esta querida idiota... y a jugar con sus millones! Porque soy rica, muy rica, como no te lo imaginas. (sarcástica) Palidece. Es hermoso ser fuerte... pero siempre impresiona equivocarse en una cifra. JUAN Y qué es lo que dices? Qué es lo que supones? VALERIA (riendo nerviosamente) Esa, entre las cosas sorprendentes que he visto intentar contra mi arcón, es la más notable. Y que estuvo más cerca del éxito. (con una exclamación) Todo lo comprendo. Mi buen tío estaba en el complot! JUAN Qué complot? VALERIA El se había constituído en tu fiador. Me afirmó que tu riqueza era neta, líquida. (sarcástica) Ah! Ah! Ahora veo por qué miraba riendo el día de la boda... Viejo canalla! Sabía la partida que me jugaba. JUAN Qué? Qué es lo que supones? Qué es lo que piensas? VALERIA Tú no has escuchado lo que me has dicho? JUAN No comprendo... Qué me reprochas? VALERIA La especiería! Cuidadosamente se la ocultaste? JUAN Ah! Eso? VALERIA Entre otras JUAN Pero cómo! Porque mi padre era tendero y porque heredé su negocio... VALERIA Heredé! No conoces el significado de las palabras... JUAN No comprendo... Hay algo que se me escapa. VALERIA Mi dinero! JUAN El dinero! El dinero! Diríase, lo juro, que no sabes sino esa palabra. VALERIA No es sólo una palabra. JUAN Es culpa mía que seas rica? Yo ni lo sabía. No me casé contigo por eso. VALERIA Seguramente, es una casualidad... una afortunada casualidad. JUAN No te amé sino por... VALERIA Por ampliar el negocio, fundar sucursales... JUAN Pero, por quién me tomas? VALERIA Arriesgaste tus capitales. La expresión es tuya. Ya no es amor... es una patraña. JUAN Te prohibo que dudes de mis sentimientos. VALERIA Yo los explico. La verdad surge! Has querido engañarme y resultaste engañado... Te tengo cogido con el contrato matrimonial. Saldrás de aquí desnudo como un gusano. Y también hasta lo que queda de Sausay, lo tendré. JUAN Lo crees? VALERIA Estoy segura, mi pequeño. Tengo el papel en blanco, firmado por ti. Parece que lo olvidas... JUAN (con sorpresa) Pero eres innoble! VALERIA El matrimonio no es un dueto sino un duelo! JUAN Eres entonces el ser más cruel que existe VALERIA Nada de elogios, eso no impresiona. JUAN (señalándola) Y es ésta la mujer que tenía dentro de mí! VALERIA (sarcástica) De eso estoy tranquila... Hubiera dejado huella en tu vida. JUAN (mirándola, horrorizado) Te compadezco! VALERIA Calma, que vas a llorar... JUAN No tengo lágrimas para ti. Pero teme las tuyas. Ya vendrán. Demasiado tarde, pero vendrán. VALERIA Gracias por tu profecía. Debías explotar ese talento al salir de aquí. Porque espero que recuerdes que, según nuestro contrato matrimonial, estás en mi casa. (Juan la mira sin contestar) Y bien... has oído? JUAN Sabía que no tenías corazón, Valeria. Ahora me pruebas que tampoco tienes alma. VALERIA Para lo que sirven, más vale. Te dejo. Y te dejo un cuarto de hora para abandonar la casa. (de la puerta) Ah! Inútil ensayar forzar los muebles. (sale) (Juan queda clavado en su sitio. Se entreabre la puerta del fondo y aparece Catalina) CATALINA (a su espalda) Y bien... fracasó. JUAN De dónde sale usted? CATALINA (mostrando la puerta) Es perfecta, esta puerta, no muy gruesa. Y esas cerraduras viejas son tan poco prácticas... JUAN No sabía que escuchara detrás de las puertas. CATALINA Solamente cuando es indispensable... JUAN Debe estar contenta. CATALINA No tengo por qué estarlo. Sólo he visto lo ingenuamente que cayó usted en la trampa del castillo de sus sueños, al confesar su verdadera situación. Pero yo puedo interponerme y arrancarlo de sus garras y de esa manera salvarlo. JUAN No necesito de esa salvación, y menos de usted. CATALINA No debe abandonar la partida con tan buen juego en la mano. JUAN Qué juego? CATALINA Ya lo sabrá oportunamente. Por ahora veamos el asunto principal. Acaba usted de ceder a su esposa una propiedad de la que no le corresponde más que la cuarta parte. Pero aún se debe por concepto de hipotecas novecientos mil francos, cuyas letras ya están vencidas y que usted tomó como préstamo sobre Sausay, para impresionar a Valeria y casarse con ella. JUAN Cómo sabe usted esas cosas? CATALINA Poco importa cómo, lo esencial es que lo sé. Las ideas de Valeria son bien claras. Le dije que el matrimonio es un duelo y ella empleará su dinero como arma. Y usted, con qué luchará? JUAN No la comprendo. CATALINA Es muy sencillo. Si quiere reconquistar a su mujer, siga mis consejos. El creerse engañada en lo que más ama en la vida la enfureció, pero una vez pasado ese momento, puede que acepte el que usted sea pobre y perdone, y logrado esto puede seguir enamorado de ella y ahora con más razón. JUAN Enamorado?... La odio. CATALINA Es natural que siendo pero ella perdonará. JUAN No oyó usted lo que me dijo? su marido la odie, CATALINA Que lo adoraba. Su decepción es a la vez una declaración. (transición) Juan, sería usted capaz de contestar una pregunta? JUAN Diga. CATALINA Fue amor, deseo o ambición de riqueza lo que le llevó a Valeria? JUAN La creía más pobre que yo. CATALINA Entonces... amor? JUAN Definir es difícil. Amor?... Atracción... o un desafío a la razón. No lo sé. Pero me inclino a creer que es... CATALINA Amor? (pausa) (ella mira friamente a Juan y este rehuye la mirada) Entonces debe usted saber la verdad. Valeria es una mujer para un solo amor, y cuando usted llegó, el sitio estaba ocupado. JUAN Por quién? CATALINA Por el dinero. Adora el dinero como se adora a Dios. Llegó usted muy tarde. Usted no imagina de lo que ella es capaz por el dinero. Basta sentir una de sus miradas para estar convencido. Pero es natural que para usted no haya tenido una de esas miradas. JUAN Siempre advertí en usted una alma extraña a pesar de su claridad hiriente como la luz. Se advierte en usted algo que siendo terrenal parece divino y sin embargo... CATALINA La mujer en ocasiones tiene algo de común con los ángeles al escoger los seres que sufren. Por eso yo tengo mis pobres y usted será uno de ellos. Los tengo pobres de dinero, de ilusiones y afectos, usted está entre éstos. Pero puede recuperar a Valeria. Las mujeres no amamos al hombre, sino a la idea que de él nos forjamos. Vuelva usted a ser el hombre que ella pensó y Valeria será suya. JUAN Imposible. Ella me creía rico. Ahora... CATALINA Séalo usted. JUAN Pero cómo? CATALINA (entregándole unos documentos) Así. Aquí tiene todos los documentos pagados y los que lo acreditan como propietario del castillo. JUAN Pero cómo los tiene usted? CATALINA Pagando. JUAN Usted...? pero... CATALINA Mi buen padrino antes de morir pensó en mí, eso es todo. Valeria lo ignora y es necesario que siga ignorándolo. JUAN Cada vez me explico menos su actitud. A todas luces se advertía su hostilidad por mí. CATALINA Quizás pretendía saber más de usted, de sus sentimientos, de su alma. JUAN (mostrando los documentos) Y ahora esta generosidad... CATALINA Analice usted. Una mujer se mezcla en su vida y no es por curiosidad, tampoco es por bondad. Queda una razón: Amor. JUAN Por mí? CATALINA Empieza a comprender. Pero entiéndame. No es una declaración, es una explicación. Hay en su vida dos mujeres. Valeria a la fuerza me deslizó en ella y usted al sentirme entre ustedes casi me odió. JUAN Quizás... CATALINA Pero ese odio y a pesar suyo traía consigo el amor. JUAN Por usted? CATALINA Continúa acertado. Sólo que de distinta manera que a Valeria. Ella por su parte lo único que desea de usted es el cuerpo y yo no quiero que se pierda su corazón y su alma. Eso que ella desdeña en usted, es lo que yo quiero. JUAN Calle usted, Catalina. No debía haber llegado a ese extremo. Deseo separarme de Valeria y sus actos son para unirme a ella aún a pesar de sus sentimientos. CATALINA No lo crea usted. Al parecer que los uno, pienso en separarlos. JUAN Piensa que soy un títere cuyas cuerdas pasan de mano en mano. CATALINA Pienso que usted siempre será el reflejo de una mujer. No tiene usted luz propia. No es usted de los que escogen, sino de los que son escogidos. JUAN Pero... CATALINA A usted le falta carácter. Valeria al darse cuenta lo escogió y al comprobarlo por mi parte, pensé lo mismo que Valeria. A mujeres como nosotras, son precisos hombres como usted. JUAN Pero yo no la amo, Catalina. Aún rebelándome conmigo mismo es a ella a quien quiero. CATALINA Por el momento eso no importa. Yo estaré cerca de usted. JUAN Quizás haya en usted un ángel, Catalina, pero es un ángel inquietante. CATALINA Hay ángeles exterminadores. VALERIA (entrando) Llego a tiempo de las despedidas...? Bravo... (ambos callan y la miran acercarse) juntos. (sarcástica) Espero que se irán Sabía que así habría de acabar. Linda pareja. Sobre todo Catalina que está más bella que el año pasado. CATALINA Usted no, Valeria. VALERIA Con belleza no se compra harina! (mirándolos) Están hechos el uno para el otro. Veo muy bien a Catalina vendiendo en la tienda las últimas habichuelas de la herencia paterna. Será ella, estoy segura, una especiera genial. CATALINA Pierde usted la forma, Valeria. Está usted nerviosa, enferma. VALERIA (irónica) Me alarma! CATALINA (irónica) Lea usted este papel y se alarmará más! VALERIA (toma el papel y lo mira maquinalmente) Y eso qué es? CATALINA La prueba de que ha matado la gallina de los huevos de oro. (Juan retrocede a un rincón. Mira fijamente a Valeria) VALERIA (leyendo el papel) Pero... pero... CATALINA No quiere sus anteojos? En este caso, ve y bien claro por cierto. VALERIA (después de leer, mira alternativamente a Catalina y Juan. Una expresión inquieta reemplaza su insolencia) Quisiera que se me explicase... CATALINA No ha comprendido que su adorado marido es sin duda su mejor discípulo? También él le ha representado la comedia de la pobreza, para desenmascarar vuestros sentimientos. VALERIA (inquieta) Cómo? CATALINA Llegó hasta el punto de hipotecar su propiedad por intermedio de una tercera persona. Usted ha querido escamotearle la propiedad, pero es él quien la tiene en sus manos, al conservar bajo un nombre prestado, las cuatro quintas partes de lo que le dio... Curioso, verdad? VALERIA (impenetrable) Eso es todo? CATALINA No, querida, como la propiedad para los intereses del negocio hubo de ser sobre-estimada, su parte no vale nada, porque valen más los intereses que debe usted pagar a su marido sobre la cantidad que se prestó a sí mismo. Admire, querida Valeria, la sutileza de la combinación --si acepta usted la donación-- hace de su esposo un acreedor que la esquilará buena cantidad de lana... Porque le ha probado que en estas batallas por el dinero, no hay ni relaciones, ni parentesco ni amor. Confiese que no está mal, para una tendera, haber descubierto este precioso papel? (pausa) Y ahora que los he puesto frente a frente, la enamorada especiera se retira a su tienda. VALERIA No tan pronto. Le falta decirnos cómo es que sabía tántas cosas. CATALINA Escucho tras las puertas. (sale bruscamente) VALERIA (sigue con la mirada la salida de Catalina. Luego se vuelve a Juan, quien inmóvil continúa mirándola fijamente) Mis felicitaciones... JUAN Las acepto. VALERIA Bien interpretada la comedia. Estuve a punto de creerte; sin Catalina hubiera caído... JUAN Es ahora cuando estás cayendo... VALERIA De veras? JUAN Es falso todo lo que acaba de decir Catalina. VALERIA Y por qué mintió entonces? JUAN Sin duda para divertirse. VALERIA No intentes negarlo; no te creo! Yo tenía razón... Estaban de acuerdo contra mí! JUAN Si alguien está contra ti, eres tú misma! (pausa) Esa era la verdad, y ahora brilla! Decir que me había imaginado que tu dureza disimulaba un corazón sensible... Error! La que dejaba ver era tu verdadera naturaleza. Sólo la avaricia y el egoísmo anidan en tu corazón... No fué un matrimonio, fué un negocio lo que hiciste! No te has casado con un hombre sino con su propiedad!... No me has abierto los brazos, no, no... has abierto tu arca. Tu rapacidad no tiene límites! VALERIA (agresiva) Bien... Y tú? JUAN Yo? VALERIA Cómo llamas tú al marido que trata de despojar a su esposa? Yo he sido dura, mala... Sea. Pero piensa en mi amor desengañado... herido... JUAN Tu amor! No hay sino tú en tu amor... VALERIA Trata de comprender... JUAN No. No arriesgaré otra vez mi corazón. VALERIA Ayúdame. JUAN Nadie puede ayudar a los otros. VALERIA Juan, estoy muy triste... JUAN Con cuánto esperas hacerme pagar tu tristeza? VALERIA Qué? JUAN Tu tristeza! La mides por varas o la pesas por quintales? Ah! Ah!... Comprendido... Buscas cambiar tus tristezas por ese lindo papel que Catalina cometió la imprudencia de dejar en tus manos. (se dirige hacia ella) Dámelo, que no es tuyo... ni mío tampoco. VALERIA (se lo entrega de mala gana) Juan, qué vas a pensar... JUAN (irónico) Me equivoco? VALERIA Te juro... JUAN (sarcástico) Harto sé que tus juramentos... VALERIA Insúltame... lo merezco. Ni siquiera me defenderé... JUAN Pues bien, vamos a reír! Voy a decirte la verdad... Todo lo que te he dicho es cierto. La propiedad está hipotecada hasta la última teja... No tengo ni un centavo, lo oyes?... Ni uno! Estoy arruinado... arruinado... VALERIA Mientes! JUAN Miento?... Mira: (febrilmente saca papeles de su bolsillo) He aquí copia del sumario, del embargo de los muebles... He aquí los mandatos... las notificaciones... los protestos... Ten, mira, mira más... Este es el estado de mi fortuna!... VALERIA No es verdad! JUAN No me crees? VALERIA (cambiando de tono) Pues bien, sí... sí te creo. Te creo hasta el punto de devolverte esos papeles sin examinarlos. JUAN No. Al contrario. Examina. Examina... Ocupará tu tiempo durante las formalidades del divorcio... VALERIA No quiero divorciarme, Juan, no quiero! JUAN Es posible, pero, ahora soy yo el que lo quiere... Adiós, Valeria! (se quita el anillo y lo pone sobre la mesa. Va hacia la puerta y la abre. Valeria no se mueve. Su rostro se crispa. Juan va a salir, entonces Valeria tiene un gesto instintivo, y le grita:) VALERIA Juan!... No te vas! (Juan se inmoviliza en el umbral, pero sin volverse) No me dejes en poder de mí misma... Tengo la absoluta consciencia de mi pérdida si te vas!... Sí! Todo lo que has dicho es cierto. La avaricia está en el fondo de mi corazón... Se apoderó de mí y ahora domina todos mis pensamientos y todos mis actos... Soy un monstruo... pero sufro!... Veo cerrarse la vida ante mí... Tengo miedo de dormir... mis sueños me espantarían... (Llora. Juan se vuelve hacia ella) Tú eres mi última esperanza. Es preciso que sepas... sí!, hasta hoy no he adorado sino el dinero, pero porque creía que era la única cosa en el mundo cuyo valor fuera cierto... Había perdido contacto con la vida... Me siento presa en una prisión sin salida... Yo no vivo, lo comprendes? Yo no vivo! Las cifras, los pleitos, los procesos... es que eso puede llamarse la vida? Y quisiera vivir al fin, vivir!... Conocer lo que he negado, rechazado durante veinte años... En el momento en que ibas a pasar por esa puerta, he sentido poder nacer súbitamente a la vida normal, si tú quisieras ayudarme... Creo que bruscamente se me puede salvar! Juan, no me rehuses la salvación! Defiéndeme de mí misma!... Ayúdame a libertarme de ese luto que llevo conmigo... Debe ser tan bueno vivir como todo el mundo!... JUAN (desarmado) Pobre!... VALERIA Sí! Sí! Pobre... Enriqueciéndome, me despojé de tántas cosas!... De tántas cosas que sólo tú puedes devolverme! Ayúdame Juan!... Ayúdame!... Sálvame de mí misma! tengo tánto miedo de mí!... (se agarra de Juan) Defiéndeme, Juan, tengo miedo, tengo miedo... tengo miedo... TERCER ACTO De nuevo la alcoba de Valeria. Corridas las cortinas del lecho. El médico está sentado y escribe un telegrama. Juan y Catalina a su lado.Todos hablan bajo como en la alcoba de un moribundo. EL MEDICO Envíe este telegrama. Lo entiende? JUAN (leyendo) Profesor Ameránt, Me permite, Doctor? 7, plaza Laborde, Paris. EL MEDICO No hay nada confidencial. JUAN (siguiendo la lectura) Caso particularmente curioso. Creo alienación mental. Le llamo en consulta. Firmado: Doctor Rémy. (pausa) Así que está loca? EL MEDICO Alienación mental no es sinónimo de locura. Todo desarreglo de las facultades intelectuales puede llamarse alienación mental. CATALINA Será necesario asilarla. EL MEDICO Probablemente si se desea que se cure. JUAN De dónde puede provenirle? Herencia? EL MEDICO (gesto vago) Nn... no. Lesión de las facultades intelectuales. En todo caso, los síntomas son categóricos: delirio parcial, melancolía, manía con agitación. (a Juan) En el primer año de su matrimonio no advirtió nada extraño en sus actos? JUAN Casi todos eran... extraños. EL MEDICO Desde cuándo están casados? JUAN Hace tres años. EL MEDICO Y la anomalía de sus reacciones se remonta a... JUAN A antes del matrimonio. Es decir, no, al principio hubo un período casi normal, aunque muy corto. Hasta puedo afirmar que ella hizo lo imposible por escapar de sí misma. No pudo, y he vivido en una compañía peor que la soledad. EL MEDICO (reflexionando) Sí, sí... Qué clase de mujer era antes? JUAN Ni yo mismo lo sé. EL MEDICO No... JUAN Sí. Teme tanto por su dinero que, para guardarlo mejor, usa de hechicerías aprendidas no sé dónde. EL MEDICO Sí... Sí... Eso confirma... Obsesiones... Ideas fijas... (pausa) JUAN De tiempo en tiempo se pone a beber, no para alegrarse, sino como si buscase disipar un sufrimiento secreto e inolvidable. (silencio) EL MEDICO Sí; eso es.. JUAN Es curable? EL MEDICO Ciertamente... Pero el corazón se gasta pronto en esos desarreglos mentales. Será largo, muy largo... JUAN Ah! EL MEDICO Es necesario pedir la incapacitación. JUAN La incapacitación...? EL MEDICO Las personas privadas del uso de su razón no deben conservar el ejercicio de sus derechos, ni la libertad de sus actos. Así la ley los declara en estado de incapacidad, no pueden ni administrar sus bienes, ni disponer de ellos por testamento. Cuando el alienado recobra la razón, es relevado de su estado de incapacidad y entra nuevamente en el goce y pleno ejercicio de sus derechos. CATALINA Y si no se cura? EL MEDICO Generalmente se conserva siempre una esperanza. JUAN Naturalmente. CATALINA Sí. (pausa) Y ese profesor que usted llama en consulta es un especialista. EL MEDICO Una eminencia. JUAN Podrá el doctor Ameránt venir inmediatamente? EL MEDICO Estará aquí mañana. CATALINA Y entonces, estaremos definitivamente seguros. EL MEDICO Sin duda alguna. JUAN Voy a telegrafiar. EL MEDICO Sí. (a Catalina) En cuanto a la enferma, déjenla reposar... Nada de contrariedades... ninguna conversación larga.. CATALINA (haciéndose a un lado) Pase usted, doctor... EL MEDICO (desde la puerta) Y no lo olvide: soledad y silencio. CATALINA Sí... sí... EL MEDICO Ah!... En caso de crisis, no vacilen en llamarme. (salen los tres) (Algunos segundos y la cortina del lecho se entreabre. La cara de Valeria aparece: un rostro inesperado, terriblemente envejecido; no subsiste en el ningún resto de femineidad. Ella se levanta como una sonámbula, se dirige hacia la puerta. Después de una vacilación, se inclina y mira por el hueco de la cerradura. Luego, con mano distraída, acaricia el fonógrafo que sonaba en el primer acto. Con el aire extraviado, sigue su paseo y se encuentra con el mueble donde está colocado el teléfono) VALERIA (descolgando el receptor murmura:) Raguet... El notario Raguet... Nadie... Se fue... Todo el mundo se fue... (coloca el receptor; su mirada se fija en el arcón. Se precipita a él y lo estrecha entre sus brazos) Arcón mío! Estás allí! A Dios gracias, tú no me abandonas... Me aislan... No quieren que yo sepa, pero yo sabré!... Siento que terminaré por saber... El diablo está conmigo! (su mirada se encuentra con el crucifijo. Ella se precipita de rodillas) Dios mío! Perdóname por haberlo llamado también en mi ayuda para defenderme.(implorante, sobre el reclinatorio) Tú no me abandonarás. Sálvame. Iré a misa el domingo y en la colecta daré un billete de veinte francos. Ya ves cuánto te amo. (La puerta se abre y entra Catalina. Desde este instante puede percibirse en Catalina la serenidad franciscana. Valeria vuelve lentamente su rostro hacia ella) VALERIA Quién está ahí? CATALINA Catalina. VALERIA Catalina? CATALINA Sí. VALERIA (con esfuerzo) Catalina, qué? CATALINA Catalina de Aragón. VALERIA Ah. CATALINA La primera esposa de Enrique VIII. No lo sabía? VALERIA (atontada) Ah... Sí... sí... Sois vos. Buenos días, Alteza! CATALINA Vamos, dádme la mano! Levantáos, es muy tarde para rezarle al buen Dios. (la conduce. Valeria sigue dócilmente) Venid a sentaros cerca de mí. Allí... Allí... Eso es. (Valeria se levanta rígida poseída de una idea fija. Parece buscar algo) El no está allí. VALERIA No está... quién no está? CATALINA Fué a telégrafos. VALERIA A telégrafos?... Ah!... Eh... CATALINA Estamos solas, completamente solas. (pausa) Déjeme verla... impotente, abatida, vencida por primera vez. (Valeria con aire total de incomprensión, juega con sus dedos) Pensar que, bajo la piel de este monstruo, otra criatura, una muchacha joven y seductora y bella vivió otra vez!... En qué se ha convertido la orgullosa que quería robarlo todo? Pero el amor es la única cosa que no se puede poseer ni cuando se le compra ni cuando se le roba. Acumuló riquezas que ahora se vengan quitándole el reposo... Porque no se atrevía a dormir de miedo a que durante el sueño le robaran la llave del arcón o la de ese sótano donde apila sus rapiñas. A pesar de tantos males causados inspira cierta lástima por loca. VALERIA (se incorpora rígida) No!... No!... Eso no es cierto... Yo no estoy loca... CATALINA Si lo está... Y la van a asilar. VALERIA Juan!... Juan!... Socorro! CATALINA Tampoco la perdonará su marido. No obstante, la amó profundamente, y si ya no la ama, es por su culpa. Está aquí sólo por deber, porque hoy ama a otra. Otra que sí lo merece. Y, cuando ya no esté aquí, serán felices juntos. VALERIA Juan! CATALINA (brutalmente) Quién le inculcó la idea de que el dinero es el único bien digno de ser codiciado en la vida?... Quién le hizo creer que podía robar amor, felicidad, estimación y respeto? VALERIA Déjeme. Quiero que me deje! CATALINA Conteste. VALERIA Yo no sé... no sé. CATALINA Todo ha terminado para usted, Valeria. El mundo se deshizo ante usted, la aplastó ese montón de dinero que acumuló con tanta codicia. VALERIA (gritando) Juan!... Juan!... CATALINA No vendrá. VALERIA Socorro...! CATALINA Nadie la defenderá. Está sola, Valeria, completamente sola.(presa del miedo,Valeria retrocede hacia la ventana y la abre) VALERIA (desde la ventana) Juan! Juan! Basta! Basta! No quiero oirla CATALINA Qué es lo que piensa hacer? Le faltaría el valor. Y es muy fácil... No es muy alto y allí abajo está el río... atrayente como una conclusión. Siempre será mejor que el manicomio. (Valeria se agarra con las dos manos a la barandilla, cuando se abre violentamente la puerta y aparece Juan con un ramo de rosas en la mano) JUAN Qué pasa? CATALINA Nada. JUAN Cómo que nada? (Valeria se echa a llorar sobre el pecho de su marido) Eso es! Llora, mi pobre vieja, llora! CATALINA Le toca el turno. Si se la debiera medir por el peso de las lágrimas que ha hecho derramar. JUAN (severo) Basta, Catalina! CATALINA Ahora se puede decir todo... Ella no comprende. JUAN (dándole las rosas a Valeria) Ten, son para ti... para ti sola... Tómalas... (Valeria obedece. Abrazando a Juan) VALERIA (contemplando las rosas) Son bellas estas flores... JUAN Muy bellas. VALERIA (aspirándolas) Es curioso... huelen a... JUAN A qué huelen? VALERIA A jazmín... Yo no sabía que las margaritas oliesen a jazmín. CATALINA Pusiste el telegrama? JUAN Sí. Tengo miedo.. CATALINA Miedo? Miedo de qué? JUAN De que no haya ninguna esperanza. El doctor Rémy cree que su estado pueda agravarse... CATALINA Ah! JUAN Una crisis cardíaca sería fatal. Pero puede curarse. (silencio) CATALINA No hay que creer en milagros... JUAN Sin embargo, es un hecho. CATALINA Que tú deseas? JUAN Es tan atroz verla en ese estado. CATALINA Ah! JUAN (va hacia Catalina y le toma las manos) No seas insensible, Cati. (Valeria lo mira fijamente. El siente la mirada, alza los ojos y va hacia ella) Qué quieres? Vaya un modo de mirarme!... Sé juiciosa... ríe... ríe... Eso es! Ni la muerte puede nada contra quien sabe reír. VALERIA (mostrando un pétalo de rosa) Apasionadamente... JUAN Qué? VALERIA Me amas apasionadamente. JUAN Sí, sí... VALERIA La margarita lo ha dicho... JUAN Tanto mejor, mi pequeña, tanto mejor! CATALINA (tranquilamente) Los puedo dejar sólos? (Juan se alza de hombros) Puedo saber qué es lo que te pasa? JUAN Pienso en la que amé. CATALINA La disculpas. JUAN No. La perdono. CATALINA Yo no. Ella pagará... JUAN Corresponde a Dios castigar. (Valeria rompe a reír nerviosamente) Qué es lo que sucede? CATALINA No sé. No la miremos. (Valeria toma un frasco de la mesa, lo destapa, lo huele y hace el ademán de beberse el contenido. Juan se precipita y se lo arrebata) JUAN Deja eso... Dámelo... Inmediatamente. (Valeria suelta el frasco) CATALINA Y eso qué es? JUAN Digitalina. No lo sabes? CATALINA Yo no lo he puesto a su alcance. JUAN No? CATALINA Qué sientes por ella en este momento? JUAN Compasión. CATALINA Tranquilízate. No le llegará nunca todo el mal que yo le deseo. JUAN A veces me pregunto si eres humana, Catalina... CATALINA Desde que ella está loca, todo me pareció claro. Comprendí que era justo todo lo que hacía. JUAN Estás segura de tener razón? No será una venganza únicamente? CATALINA Por qué lo crees así? JUAN Me es difícil comprenderte, Catalina. No será el interés... CATALINA No tocaremos los millones de Valeria sino para distribuirlos. JUAN Te importa mucho hablar de eso delante de ella? CATALINA Tienes miedo? JUAN Puede tener ella un momento de lucidez, y entonces... CATALINA Sabrá que te amo y que me amas. JUAN Oh! Catalina! Por qué rehusaste que huyéramos de esta casa? CATALINA Tú debías quedarte. JUAN Tu pasión por el sacrificio tiene algo que espanta. CATALINA Si tú no crees en mi verdad, por qué crees en mí? JUAN Porque reconocí en ti mi destino. Tú eres mi consuelo y mi fuerza. CATALINA No lamentas nada? JUAN No creo. CATALINA Podría suceder? JUAN Que yo no encontrara en ti, todo lo que en ti puse? CATALINA Comprendo. Tienes miedo de la mísera.Yo la necesito. Lo espero todo de ella, hasta la felicidad. Vivir para los demás, no poseer ningún bien que se nos pueda robar, ningún orgullo que pueda ser herido, ninguna ambición que pueda fracasar, ése es el secreto. Tú verás. VALERIA Imbéciles! JUAN Y CATALINA Qué? Cómo? VALERIA (riendo) Imbéciles... Los imbéciles! (se yergue lentamente y viene hacia ellos) Al fin les he arrancado su sucio secreto. (con alegría sádica) Ah! Ya los tengo!... Ya los tengo!... Me han creído loca... Afortunadamente yo estaba decidida a ver todo... a oirlo todo... a soportarlo todo... No, mi querido maridito, tu adorada mujer no está loca. (irónica) Son ustedes quienes lo están... locos de rabia porque todo les falló. (ríe histéricamente) Si pudieran verse las caras... Caras de terror... de espanto... Tenía razón de temerlo todo... hasta el sueño. Pero todo está cerrado con llave. La mujer de confianza es una ladrona... el marido... pero esa es otra cosa que arreglaremos a solas... (a Catalina) Fuera de aquí!.. (ni uno ni otro se mueven, la miran indecisos. Valeria va hasta la puerta que abre de par en par y con gesto imperativo ordena a Catalina) Fuera!... Antes de que llame a la policía... JUAN (se aproxima lentamente hacia Valeria y le ordena con tono imperativo) Vas a callar? VALERIA Callar?... Muchos meses llevo de callar para poderlos escuchar... para poder tenerlos... y ahora que los tengo, quieres que calle?... (irónica) No, amor mío, no... Es a mí a quien toca hablar... y hablaré bien claro... Destruiré en pocas palabras el ídolo que te has forjado o que te han forjado... Esa mujer... JUAN (amenazante) Te vas a callar?... CATALINA (deteniendo a Juan suavemente) Déjala que hable. Qué importa? VALERIA (a Catalina) A pesar de esa tranquilidad que demuestras, tienes miedo. CATALINA (sin cambiar de tono) De veras? VALERIA Miedo de que yo revele tu plan a tu cómplice... miedo de que él sepa que estás a punto de engañarlo... CATALINA Eso es interesante. VALERIA Y tú, pobre ingenua que te sentías capaz de entonar el himno de la pobreza... de la feliz miseria... Un lindo dúo que hubieras terminado sola... CATALINA (a Juan) Escucha lo que te va a decir... VALERIA (a Juan) No has comprendido que ella estaba contigo para apoderarse de mis millones? Que eran ellos a los que ella quería a través de ti? Ella hubiera aparentado dártelos para quitártelos después. Su caridad no era sino una estafa. JUAN (colérico) Cállate!... VALERIA Puesto que pago, puedo permitírmelo todo, hasta mandarlos a presidio. JUAN Pues bien. Ve. En vez de creerte te arrestarán. VALERIA (irónica) Cuando has visto un millonario preso? Eres ingenuamente imbécil. Cómo debe ella reirse de ti. La hermanita de los pobres... El ángel bueno... La providencia desinteresada... No es todo esto muy risible?...Yo no tuve tu corazón, y qué?... Me río de él... Yo no quería un corazón, sino un marido... es decir, un hombre... Y si mañana yo te echo a la calle, se presentarán cientos... listos a ofrecerme su amor... y se empeñarán tanto en hacérmelo creer, ya que estaré más fea y más vieja... pero seré más rica... JUAN Calla!... Calla!... VALERIA (a Catalina) Te puedo asegurar, Catalina, que es un marido ideal, a lo que de hombre se refiere. Te lo cedo, hastiada y asqueada. Imbéciles... Imbéciles... (un agudo dolor le obliga a llevarse las manos al pecho. Trata de respirar. Hay una pausa y lentamente como si nada hubiera pasado, Catalina se acerca a ella y dulcemente le toma la mano) CATALINA Ya pasó... ya pasó... VALERIA (con palabra entrecortada por el jadeo que le produce el dolor fisico. Trata de soltarse) Déjame... déjame... CATALINA (dulce y comprensiva) Sí... sí... la dejo... pero no esté de pié... siéntese... cálmese... VALERIA No quiero tus consejos... CATALINA (tranquila) Hay que evitar esta clase de crisis... VALERIA Yo no estoy enferma. CATALINA Cree no estarlo... Pero si el profesor Ameránt que debe venir mañana en consulta, hubiera presenciado esta escena... VALERIA Qué?... CATALINA (dulcemente) Demencia... hubiera diagnosticado... (imponiéndose al dolor, Valeria ríe estrepitosamente) No ría así... VALERIA Por qué?... CATALINA Es una risa que hace mal... una risa de loca... VALERIA Yo no estoy loca... CATALINA Y qué sabe usted?... Los locos nunca creen que lo están... VALERIA Quieren convencerme... CATALINA (con dulzura terrible) Que es hoy el vencimiento, sí, y recibirá usted la notificación de la desgracia... VALERIA Qué?... CATALINA Una desgracia que pacientemente, ha construído usted. Y mientras me pueda escuchar y comprender, voy a decirle la verdad. Es usted sorda y ciega como la fortuna, injusta y sin piedad como ella... y por eso la aborrezco. Al insultar mi pobreza, ha insultado a todos los pobres... y si he querido volverla pobre, es para que sufra las angustias de la miseria... VALERIA (triunfante) Pero falló!... Todavía tengo una renta de diez mil francos por hora, hasta cuando duermo. CATALINA No se puede tener piedad de usted. Y también tendré que decirle una verdad que la desengañará... VALERIA Y qué verdad es ésa? CATALINA Yo no soy la amante de su marido. (Valeria lanza una carcajada imponente) No, nuestro amor no es de cuerpos... es de otra índole... Y estando usted en su vida, jamás seré suya... VALERIA (irónica) Ya lo sé. Ustedes son almas... Siento que la risa puede matarme. (ríe) JUAN No, Valeria, termina de reír. Porque tu boca reúna palabras y porque gesticules, no creas ser un sér vivo. Tú ya estás muerta, Valeria... para estar en el infierno en que estás, tuviste antes que morir... VALERIA De veras?... JUAN El maldito amor al oro hizo su obra y te vació por dentro. No eres sino una envoltura deshabitada... viviste para nada. Sí, para nada... Porque todo lo perderás... VALERIA (brutalmente) Déjenme en paz... en paz… (corre a la ventana y grita) Ladrones... bandidos... asesinos... Socorro!... Gritaré hasta que vengan... y los llevarán presos... Y vendrán... vendrán... JUAN (se precipita a ella y trata de retirarla de la ventana) Para encerrarte, si continúas gritando como una loca... VALERIA Sabes que no lo estoy. CATALINA No puede usted probarlo. VALERIA Eso es lo que ustedes creen. CATALINA Si no está realmente loca?... ha fingido la locura de modo tan magistral, que nadie querrá creer lo contrario. VALERIA Ya lo explicaré... y verán que no estoy loca... CATALINA Los locos tienen momentos de lucidez, lo que no les impide estar locos... Y la idea de simular una locura, no se le puede ocurrir sino a un a loca... VALERIA (gritando) Fuera, bandidos!... Fuera... JUAN Estás sola, Valeria... Completamente sola como una maldita... VALERIA La soledad no es una maldición, es una fuerza... JUAN Prueba tu fuerza. Ven, Catalina... CATALINA La pobre, cree que no está loca... VALERIA (fuera de sí) Fuera... fuera!... (Juan y Catalina la miran un momento y salen) (apenas han desaparecido, Valeria se precipita a la puerta, la cierra con llave, corre el cerrojo y pone la cadena de seguridad. Febrilmente empuja los muebles hasta formar una muralla. Después queda extenuada, respira trabajosamente. A fuerza de voluntad, trata de dominar el dolor agudo que le oprime el pecho que sujeta con ambas manos) VALERIA Los miserables... los miserables quieren matarme... Me siento morir... pero ellos no lo sabrán nunca... nunca... No estoy loca... no lo estoy... (ha quedado frente a un espejo y se contempla, lanza un grito y horrorizada se cubre la cara con las manos. Lentamente va abriéndolas y a través de los dedos mira sus manos y cara) Qué vieja estoy... qué vieja... Lo he perdido todo... el reposo... el sueño... todo me lo han quitado... (solloza entrecortadamente. Reacciona rápida y su cara se ilumina) Todo, no. (va hacia el arcón y se abraza a él con amor inmenso) Todo, no... Mi dinero es mío... mío. El me defiende... soy su dueña... siempre estará a mi lado... cuando muera... (al decir esto cambia súbitamente y con terror repite) cuando muera... ya no estará conmigo... él también me dejará... me iré sóla... sóla (lanza un grito de desesperación y se oprime más aún al arcón) Ah!... No. Ellos lo cogerán... vivirán felices con él... Saldrá de entre sus manos como chorros de agua que llegará hasta mi tumba y quemarán mis huesos... ni muerta me dejarán reposo... Ah! No! Ellos no lo tendrán... no arrullarán sus amores con el tintineo de mi oro... Ay!... (el agudo dolor la oprime el pecho, se lo sujeta fuertemente, jadea, se tambalea. Con el dolor físico se incorpora desesperadamente. Hablándole al corazón) Aún, no, espera... no me ahogues... sólo has servido para matarme... espera... (abre el arcón y febrilmente saca unas bolsas y fajos de billetes, los acaricia, hunde su cara entre ellos y esta se transforma) Qué hermoso es sentirlos, acariciarlos y saberlos míos... míos... Mienten al decir que no lo quiero... sólo quién nunca lo tuvo, puede despreciarlo. (se aprieta más a las bolsas y a los fajos de billetes) Son míos... sólo míos... (otro agudo dolor nubla su vista y desfallece) Ay!... Corazón... sólo sirves para hacerme mal... sólo esperan que tú dejes de latir para despojarme... Ay! (se oyen pasos y voces interiores. Esto hace reaccionar a Valeria quien imponiéndose al dolor físico, presta atención. Golpean la puerta. Se oye la voz del médico), EL MEDICO Abra usted, señora... abra usted... VALERIA (precipitándose a la puerta) No... no... EL MEDICO No tema nada, soy yo, el doctor Rémy... VALERIA (con todo su cuerpo se pega a la barricada de frente al público) No... no quiero ver a nadie... son unos ladrones... y usted su cómplice... EL MEDICO No tema nada. Estoy con la policía. VALERIA (con la cara radiante de alegría) La policía!... EL MEDICO Sus gritos fueron oídos... Abra... VALERIA (hay un momento de vacilación en ella) No... no lo creo, no es la policía... son los del manicomio... (enloquecida) Yo no estoy loca!... (un dolor más agudo que los anteriores) Ay! Dios mío!... Me encerrarán... me matarán... (en una suprema reacción) Pero ellos no tendrán lo que es mío... (como una fiera perseguida se mueve por toda la habitación. Ve la ventana abierta y toma una suprema resolución. Mientras fuera se siguen oyendo los golpes y se va viendo que la puerta cede) Al río... antes que a ellos... al río... (en un supremo esfuerzo aún toma del arcón bolsas y paquetes de billetes y los arroja por la ventana. Todo febrilmente. Pero al lanzar el último paquete, un grito espantoso brota de su garganta que denota la desesperación por lo que ha hecho) Qué he hecho, Dios He arrojado mi dinero!... mío!... Mi dinero... (la emoción es tan violenta, que Valeria lleva sus manos al corazón, su rostro se crispa de espanto y dolor, sus fuerzas desfallecen. Va hasta el arcón y aún puede sacar más bolsas y fajos de billetes. En un supremo esfuerzo los acaricia mientras el último dolor le ahoga y cae de bruces entre los billetes desparramados y entre ellos muere. La puerta cede y entran el doctor, Catalina y Juan. El médico se precipita hacia Valeria, la ausculta y volviendo la cara hacia Catalina y Juan, les dice) EL MEDICO Esto se acabó. JUAN (sinceramente) La pobre... CATALINA (ingenuamente) La pobre... Esta traducción fue realizada para el Grupo Escénico de la Radiodifusora Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano. Es oportuno reproducir la siguiente carta dirigida a León de Greiff: México, 27 de julio de 1948. Muy Señor Mío: Mi hermana la señora María Tereza Montoya, me encomendó basada en la traducción que usted hizo de VALERIA una versión teatral respetando en toda su esencia dicha traducción, por haber necesidad en nuestro país de que todas las versiones extranjeras deben ser firmadas por autores nacionales y perteneciendo como pertenezco a la Sociedad General de Autores, fuí yo el encargado para su registro y fines consiguientes, pero para que todo quede en debida forma, es necesario que usted como se lo había ofrecido a mi hermana, me envíe una carta cediendo sus derechos y autorizando la versión que hice yo de su traducción. Dicha carta, debe encerrar para los trámites antes dichos venir dirigida a mí, por ser autor reconocido, con el consentimiento expreso de usted. En toda la publicidad se dará a usted el principal crédito por ser el traductor, pasando yo a ser un colaborador en la versión teatral. Mi hermana manifestó ante la Sociedad General de Autores, la cesión que usted había hecho de los derechos que pudieran corresponderle en las representaciones de dicha obra, cosa que debe usted hacer constar también en su carta, pero nuevamente insisto en que tiene que ser a mi nombre, por lo antes expuesto. Envío esta carta por intermedio del Representante de Autores en ésa, Señor ISMAEL ARENSBURG por desconocer su dirección, la cual le suplico me envíe, para mandarle los recortes de la prensa con motivo del estreno de VALERIA. Réstame sólo, ponerme a sus órdenes y suplicarle en la forma más atenta, se sirva dar rápida contestación para que quede todo legalizado. Me repito a sus órdenes, como su Ato. y S. S. FELIPE MONTOYA (Pestalozzi Nº 926 - Mexico D.F. Col. Valle). Fué registrada el día 29 VI 1948 en la Unión Nacional de Autores - México y remitida por la señora Carmen Hollmann en 1991. ANDRE GIDE SAUL Drama en cinco actos 1896 Primera traducción castellana de GASPARD DE LA NUIT PERSONAS DRAMATICAS: Saul - La Reina - Jonatan - El Sumo Sacerdote - Jonas el Barbero La sombra de Samuel - La Sibila de Endor - Primer Servidor Segundo Servidor -Demonio del desierto - Demonio de la Tienda Demonio de la Taberna - Demonios -Gentes del pueblo Mensajeros - Guardias ACTO PRIMERO El palacio del rey Una vasta sala, poco decorada; a la derecha, puertas que dan al interior del palacio; a la izquierda, aperturas cerradas con cortinajes. En frente un amplio espacio abierto; columnas sólidas reemplazan el muro, a derecha e izquierda; en el medio, el espacio entre las columnas lo cierra un enorme trono. La vista se prolonga, entre las columnas, sobre una terraza y luego sobre jardines; vense las cimas de los árboles. Es de noche. Al fondo de la terraza vese, iluminado por la luna, el rey Saúl, en oración. Cerca de él, su copero, dormido. ESCENA PRIMERA (Levantando los cortinajes, entran los demonios. Llegan otros por partes distintas) DEMONIOS El palacio del rey, si os place? PRIMER DEMONIO Aquí es. DEMONIOS Ah! Ah! Qué buena broma! Hemos venido juntos, y sois vosotros quienes nos recibís, ahora... Por dónde entrásteis? PRIMER DEMONIO Chit! Chit! Hablad más paso. El rey está allá (señala) TERCER DEMONIO Dónde? Ah! Y cerca de él? (lo ve) PRIMER DEMONIO Su copero. SEGUNDO DEMONIO Qué hace el rey? TERCER DEMONIO Duerme? PRIMER DEMONIO No. Está orando. Hábla más paso. TERCER DEMONIO Hablo muy paso; si lo distraigo, es que no reza en voz muy alta. CUARTO DEMONIO El hace lo que puede. PRIMER DEMONIO Dónde están los otros? SEGUNDO DEMONIO Ya llegan. PRIMER DEMONIO Vamos! Entrad! Entrad! Ya están todos? (entran otros) SEGUNDO DEMONIO Jamás se puede saber... Algunos hay retardados aún en el desierto. PRIMER DEMONIO Y ahora decid: es verdad que hizo matar a todos nuestros amos? VARIOS DEMONIOS Sí! A todos! A todos! QUINTO DEMONIO A todos no...Dejó a la Sibila de Endor. SEGUNDO DEMONIO Oh! Con ella no había demonios serios; tan sólo pequeñas ranas mudas. PRIMER DEMONIO Pero los hechiceros? QUINTO DEMONIO Todos muertos, todos! PRIMER DEMONIO Entonces, tanto peor para él! Ya que es él quien nos desaloja, habitaremos nosotros en el rey Saúl. CUARTO DEMONIO Pero por qué hizo matar a los hechiceros? SEGUNDO DEMONIO Majadero! Para ser el único en conocer el futuro! CUARTO DEMONIO Para ser el único en buscarlo, querrás decir. TERCER DEMONIO Tanto se le busca, que llega... SEXTO DEMONIO Cuál es el más oculto de los futuros? QUINTO DEMONIO Aquel que jamás debe ser. (todos ríen) PRIMER DEMONIO Hatajo de graciosos! Tratad de ser serios. Ocupémonos primero del alojamiento; después podréis reir. Repartamos equitativamente la tarea, según los medios de cada uno. Que cada uno diga lo que le convenga (alboroto) y únicamente cuando yo lo interrogue. Tú, el de allá, dí: qué eliges? Respónde! SEXTO DEMONIO Su copa. Yo me llamo cólera o demencia: me encontrará cuando busque la embriaguez. PRIMER DEMONIO Está bien. Y tú QUINTO DEMONIO Yo, su lecho - y yo me llamo lujuria; y seré yo quien esté allí cuando busque el sueño. PRIMER DEMONIO (a otro) Cómo te llamas tú? CUARTO DEMONIO El miedo - y yo me sentaré en su trono y desde allí haré temblar sus esperanzas como la llama de un cirio, con mi soplo; y me llamo también la duda, cuando le sople lo que él ha de tomar por consejos. PRIMER DEMONIO Y tú? TERCER DEMONIO Yo tomo su cetro. Pesado será para sus manos, y pesado sobre los hombros de los otros, cuando lo utilice para golpear; pero será frágil y trémulo como una caña cuando haya de servirse de él para apoyar su debilidad. Yo me llamaré dominación. OTRO DEMONIO (a una señal del primero) Y yo, su púrpura, y me llamo vanidad; porque estará íntegramente desnudo debajo de su púrpura; y cuando haga calor, me llamaré indecencia. PRIMER DEMONIO Yo... yo tomo su corona - y me llamo Legión. Y ahora, ah! caros amigos! podemos reir. Vamos, que me pasen mi corona! Que alcen mi púrpura que arrastra! Que me sostengan mi jabalina y que traigan ante mí la copa, para ver cómo un rey corre tras ella con toda su gloria! (se pone las vestiduras del rey, abandonadas en el trono; todos forman un cortejo grotesco) El rey se mueve! Atención! Llega el día! Presto! A nuestros puestos! Desaparezcámonos!!! (colocan las vestiduras del rey en el trono, y desaparecen como si penetrasen en el interior del trono. El rey Saúl avanza lentamente) ESCENA SEGUNDA SAUL Soy, sin embargo, el rey Saúl. Pero hay un punto, y de allí en adelante ya no consigo saber nada. Hubo un tiempo en que Dios me contestaba; pero es cierto que entonces yo lo interrogaba muy poco. Cada mañana el sacerdote me decía lo que yo debía hacer; eso era todo el futuro; y yo lo conocía. El futuro, era yo quien lo hacía. Los filisteos vinieron; me inquieté; quise interrogar yo mismo; y desde entonces Dios enmudeció. Cómo querría El que yo obrase? Para obrar bien, es necesario conocer el futuro. Principié por descubrirlo en los astros; durante veinte años he mirado pacientemente. Nada he visto relacionado con los filisteos... pero poco me importa! He descubierto algo, que me envejece: Jonatán, mi hijo Jonatán, no será quien me suceda en el trono... y conmigo acabará mi raza. Pero quién sea el que se apodere de mi trono no he logrado saberlo, y desde hace veinte noches interrogo; esta noche he acudido otra vez a las oraciones. En el estío son muy cortas las noches; hace tanto calor que nadie puede dormir en mi redor, salvo mi fatigado copero; necesito del sueño de los otros; constantemente se me incomoda. El ruido más leve, el más sutil perfume me reclama; mis sentidos están abiertos a lo externo y nada que sea grato pasa inadvertido para mí. Esta noche mis servidores, por orden mía, fueron a matar a los hechiceros... Ah! A todos los hechiceros de Israel! Es necesario que nadie sino yo conozca este secreto. Y cuando yo sea el único en conocer el futuro, creo que entonces podré modificarlo. Ya están muertos; lo sé; he sentido, hacia la media noche, hincharse súbitamente mi secreto, conocido únicamente por mí ahora, y ocupar en mi corazón un espacio mayor... y oprimirme... Yo lo poseo! Vamos! Hé aquí el día. Que todo se despierte en el palacio! Yo... yo voy a dormir un instante. He compuesto esta noche algunos cánticos que quiero llevarle al Sumo Sacerdote. Que los cante y los haga cantar por todo el Reino. (vístese con la púrpura; colócase la corona en la cabeza; toma el cetro, y sale diciendo): Vamos! Todavía soy Saúl... y tengo numerosos servidores. ESCENA TERCERA (Dos servidores - Llegan con escobas al hombro) PRIMER SERVIDOR Y bien! Lo has visto? SEGUNDO SERVIDOR (Joel) A quien? PRIMER SERVIDOR Al rey. SEGUNDO SERVIDOR (Joel) Al rey? PRIMER SERVIDOR Eh, sí! Hace tres noches que nos lo encontramos, y que se escapa cuando llegamos a la terraza. Yo no sé lo que haga, pero tan flaco como se halla, no será orar, seguramente. (barren la sala. Levanta luego una vasta cortina de la izquierda. Entra la externa claridad) SEGUNDO SERVIDOR (Joel) (advierte al copero dormido) Ah, es Saki! Eh, copero! No es éste el sitio para dormir. Vamos! Hola! Qué es lo que haces ahí, muchacho? SAKI (despertando) El rey... PRIMER SERVIDOR (hace como que barre) El rey! Soy yo: el rey de los barrenderos! (Saki levántase). Sí! Hablemos del rey. Una brava fiesta la que viene a celebrar en la terraza! No? SEGUNDO SERVIDOR (Joel) Cállate, imbécil! Díme, pequeño, el rey pasó la noche aquí? SAKI Sí. JOEL Toda la noche? SAKI Sí. JOEL Toda la noche - y todas las noches? SAKI Desde hace más de diez días. JOEL Y tú? Qué es lo que haces tú? SAKI Le escancio de beber. PRIMER SERVIDOR Y él, qué es lo que hace? SAKI Bebe PRIMER SERVIDOR Es repugnante, en un rey, el embriagarse... SAKI Saúl no se embriaga. PRIMER SERVIDOR (irónico) Es que no le sirves como se debe? JOEL Cállate, imbécil! Entonces, qué? pequeño; habla. Qué es lo que hace el rey, aquí, toda la noche? SAKI El dice que quisiera embriagarse, pero que no puede, y que el vino no es suficientemente fuerte. Entonces, mira al cielo y habla como si estuviera solo. JOEL Y qué es lo que dice? SAKI Yo no sé: se ve únicamente muy torturado. Algunas veces se postra de rodillas como para orar, pero entonces no dice nada, absolutamente nada. Ayer me preguntó si yo sabía orar; yo le dije que sí; entonces me dijo que orase por los profetas; yo creí que bromeaba y le dije que eran los profetas los que debían orar por nosotros; entonces dijo él que era preciso orara antes de ser profeta, porque después ya no se podría hacerlo, y luego otras cosas que no he comprendido bien, pero que lo hacían reir y llorar. JOEL Y después? SAKI Me dijo que yo debía estar fatigado y que era preciso que yo durmiese. JOEL Y dormiste? SAKI Y dormí. (pausa) JOEL Amas al rey, pequeño? SAKI Sí. Amo al rey. Mucho. JOEL Tanto peor. SAKI Por qué tanto peor? JOEL Tanto peor, tanto peor! SAKI Sí! Amo al rey. Es muy bondadoso conmigo. Quiere que beba un poco en su copa y sonríe dulcemente cuando encuentro que el vino es muy fuerte. Me habla; me dice que no se siente feliz sino en la noche, pero que hasta en la noche lo atormentan las preocupaciones del día. Dice que era feliz cuando joven y dice que no siempre fue rey. PRIMER SERVIDOR Pardiez! SAKI Es verdad que no siempre fue rey? PRIMER SERVIDOR Ha pastoreado cabras, como nosotros. SAKI Entonces es verdad lo que me refiere. Que una vez corrió hasta muy lejos en el desierto, veinte días y veinte noches, en busca de las asnillas que se habían extraviado; yo creía que bromeaba, porque decía que nunca había sido tan feliz como cuando buscaba sus asnillas en el desierto, pero que a esas asnillas jamás las encontró. Dice también que, cuando era joven, era muy bello, el más bello de los hijos de Israel, como el me dice... Todavía es muy bello el rey Saúl, no es así? PRIMER SERVIDOR Un poco ajado, el rey Saúl - si continúa así, embriagándose todas las noches bajo las estrellas... JOEL Cállate, imbécil! Ve a acostarte, pequeño. Después de noches semejantes, la mañana no es buena sino para dormir. (aparte) Nada qué hacer con este chico. (Saki va a alejarse. El primer servidor le arrebata el cántaro de las manos) PRIMER SERVIDOR Eh! Déja eso! Tu no irás a dormir con el cántaro! (Saki espera) Vámos! Adios! Adios! ESCENA CUARTA (los dos servidores) PRIMER SERVIDOR (bebe) Está loco. JOEL Quién? PRIMER SERVIDOR El rey. Está loco! (bebe) Está loco! Ve: me parece muy bien quedarse toda la noche bebiendo de este vino; o bien, orando, si algo que no pasa se tiene en el corazón...; o bien estarse mirando al cielo para saber qué tiempo hará mañana... pero todo eso a la vez !!! (bebe) Está loco! (bebe) JOEL (absorto) Cállate, imbécil! (aparte) Es muy joven y muy ingenuo - con él nada se podrá saber. PRIMER SERVIDOR Hola! El Sumo Sacerdote! Cuando el rey va a acostarse es cuando él se levanta. ESCENA QUINTA (los dos Servidores, el Sumo sacerdote, luego la Reina) EL SUMO SACERDOTE (al primer servidor) Ve a barrer más lejos. (el primer servidor sale) Y bien, Joel! Has visto al rey? Ha hablado de sí? Qué sabes? Cuenta. Vine desde el alba porque era necesario, antes de que él volviese a ver a los mensajeros, saber a qué atenerse y poder hacer frente a nuevas resoluciones. Los mensajeros ya están de regreso: está cumplida su obra abominable; y los clamores del pueblo han despertado al rey, si era que dormía aún. JOEL No todavía, sino ya. Todas estas noches, desde hace largo tiempo, vela el rey en la terraza EL SUMO SACERDOTE Bajo de las estrellas? Vámos! Vámos! Y solo? JOEL Si... No...: con el copero. EL SUMO SACERDOTE El pequeño... Y habla él? Vámos, dí: qué sabes? JOEL Preguntáis muy aprisa; y, luego, yo nada sé. EL SUMO SACERDOTE Qué dice el pequeño? JOEL Nada que valga. EL SUMO SACERDOTE Es muy joven. Se embriaga el rey? JOEL Dice que no logra embriagarse. EL SUMO SACERDOTE Buscaremos entonces otra cosa. JOEL La Reina! (la reina entra) EL SUMO SACERDOTE (hacia ella) Nada todavía, Señora, siempre nada. (silencio; luego:) LA REINA (al servidor) Le habla él al copero? JOEL No; se habla a sí mismo. LA REINA Y... lo que él dice? JOEL El pequeño no sabe repetirlo. EL SUMO SACERDOTE Es lo que yo temía, Señora; es demasiado joven. LA REINA Habrá que encontrar otro... (el servidor hace ademanes de salir. El Sumo Sacerdote lo llama) EL SUMO SACERDOTE Joel!... todavía... Qué dice Saki del rey? JOEL Dice que lo ama. EL SUMO SACERDOTE (Hacia la Reina) Además, ved: ha conseguido su adhesión. (sale Joel) ESCENA SEXTA (el Sumo Sacerdote y la Reina) EL SUMO SACERDOTE Sin duda alguna, Señora: el rey tiene un secreto. Trata de leer en los astros. Y si hace matar a los hechiceros, es, pienso yo, porque habiendo leído, quiere ser el único en saber... La reina sabe sin duda que Saúl pasa ahora las noches en la terraza? LA REINA Eh! Nabal!, cómo iba a saberlo? (el Sumo Sacerdote sonríe). Oh! hace ya tanto que Saúl se ha retirado. Nabal! Hoy mi inquietud se acrece, y te hablaré más largamente. Nabal! Saúl no me ha amado nunca. Aparenté, cuando húbome desposado, inclinar hacia mí, parcialmente, su llama: pero so no fue sino un compromiso muy poco duradero... y tu no tienes idea, Nabal, de la frialdad de sus abrazos! Cesaron desde que estuve encinta. Temí, un instante, estar celosa; pero temía sin motivo: no era nada. Yo sé, yo sé que tuvo concubinas; pero en la actualidad a todas las ha repudiado y, luego, Nabal, te lo diré? Jonatán, Jonatán, únicamente, es suyo. Cayó de mi seno antes de tiempo y como un fruto verde aún y que se agostará sin madurar. La vergüenza de haber dado la vida a un tan canijo heredero no se adormeció en mí sino muy lentamente. Tan pronto como pasó la lactancia, quise confiar su debilidad únicamente a cuidados masculinos, pensando mucho tiempo que, viviendo en medio de guerreros, se exaltaría un poco su valor... A duras penas me conoce, Jonatán. Yo soy la reina y no su madre. Me teme, pero no me ama. He necesitado de tiempo, te lo confieso, para ahogar los impulsos de mi corazón, antes de ocuparme, hoy, totalmente, en los difíciles problemas del reino. Saúl está feliz no ayudándome en nada; su negligencia es increíble; sin embargo, siempre está preocupado. Nabal! Nabal! cómo sufrí en un principio al ver en la frente de su débil hijo su misma preocupación. Yo le seguía, errante a veces por los jardines, por los sombríos corredores del palacio; jamás le ví sonreir; y mi cólera se revolvía contra Saúl por haber engendrado en mí una tan lamentable posteridad, a su horrorosa semejanza. EL SUMO SACERDOTE Sin embargo, Saúl era muy bello. LA REINA Jonatán es muy bello también. Yo sé. Yo sé, su debilidad no carece de gracia; pero odio su debilidad, Nabal; lo odio; lo odio! lo odio! Pero, es para hablarte de él para lo que te he distraído de tu culto? Oye: no es que la inquietud del rey me atormente: me place saberlo ocupado. Las torturas del amor son más duras, gastan más, que las del reino: estas me despreocupan de aquellas. Amo también sentir mi poderío; por otra parte el rey nada reclamaba. Todo iba bien: el Dios de Israel libertado prosperaba también a mis órdenes. Y ahora, Nabal... EL SUMO SACERDOTE Y ahora? LA REINA Lo teníamos tan bien, Nabal... EL SUMO SACERDOTE Sí, pero desde hace un mes se nos escapó completamente. LA REINA Me parece que nada puedo mientras ignore lo que piensa. Los filisteos están allí y esperan. Unicamente Saúl puede dar una orden; pero yo mandaba en su voluntad. Yo lo podía todo a través de él. Por lo menos, él escuchaba lo que yo le decía por tu boca... Pero ahora, como tu dices, se escapó; y mientras que a nuestras puertas, sin avanzar ni retroceder, se divierten los filisteos con la inercia de nuestros hombres, él los ve desde lo alto de las terrazas y parece ocuparse en otra cosa. EL SUMO SACERDOTE Los filisteos se divierten, es cierto: y aún, para reír más de nosotros, han inventado algo. Un hombre horrible, llamado Goliat, que aventaja de la cabeza a los más grandes. Desde hace cuatro días, óyese por la mañana una fanfarria de trompeta; es un pequeño soldado que precede al grande y que se pasea a lo largo de las filas de nuestro ejército. Goliat reta en desafío a quienquiera pelear con él, y propone decidir la batalla por medio de ese combate singular. Nuestro ejército lo mira, calla, y ninguno se ofrece, de modo que cada mañana es mayor la arrogancia del Gigante, su desafío más burlón y más ultrajante el consiguiente insulto. Pronto se tendrá como ya victorioso: una victoria sin combate, una amigable victoria! Nuestros mismos soldados no se toman en serio: esta guerra no es sino un juego; todos ríen; entre los dos pueblos se ha establecido un comercio, y tan pronto como pasa el desafío matinal, rompen los límites de los campamentos, se visitan y se fusionan, intercambian instrumentos, dioses, amores, mercaderías. Saúl continúa en su silencio y el duro Israel se deja penetrar poco a poco. LA REINA Ese gigante... cómo dices que se llama? EL SUMO SACERDOTE Goliat! LA REINA No conoces a nadie capaz de ir contra él? EL SUMO SACERDOTE A nadie, aún. LA REINA Y para reemplazar al copero? EL SUMO SACERDOTE De ello se ocupa el barbero. Pero por qué reemplazarlo? Algo sospecharía el rey... Se ha encariñado con el chico...Es necesario crear un nuevo empleo: un cantor, un tañedor de guitarra, que sé yo? LA REINA Pero quien se encarga de que él lo acepte? Saúl desconfía de nosotros y no admitirá otro extraño en su presencia... Es preciso que Jonás el barbero lo convenza; él sabe cómo tratar a Saúl; lo prepara y el rey le permite ser oído. EL SUMO SACERDOTE Y vendrá? LA REINA Muy pronto, con Saúl. EL SUMO SACERDOTE Helos ahí. ESCENA SEPTIMA (los precedentes. Saúl y el barbero Después Jonatán. Más tarde, los mensajeros) Jonás. Guardias. LA REINA (acuciosa) Señor Saúl, cómo habéis pasado la noche? Muy pálido estáis; como si el brillo de la luna estuviese aún en vuestra frente. Creédme, mal hacéis en permanecer toda la noche en la terraza. (Saúl hace un gesto) Se dice que la luna llena del estío es perniciosa para nuestros pensamientos. Desde que así veláis, parece que las preocupaciones habitasen en vuestra frente. SAUL Oh! Dejádme, Señora! Velo así desde que las preocupaciones habitan en mi frente. (han entrado guardias) (a los guardias) Y bien, esos mensajeros? PRIMER GUARDIA Esperan a que el rey los llame. SAUL Dónde están? PRIMER GUARDIA En el patio. SAUL Con el pueblo! Debí haberlo hecho secretamente. (aparte) LA REINA (se acerca) Señor Saúl: es cierto lo que se dice en el palacio? Habréis ordenado dar muerte a los profetas? SAUL No a los profetas, Señora; a los hechiceros. Bien sabéis que Dios no los tolera. LA REINA Entonces... quién nos dirá ahora el porvenir? SAUL (gritando) El rey!! Vámos! que los llamen! (al guardia) (sale el guardia por la izquierda. Jonatán llega por la derecha) SAUL (advirtiendo su presencia) Eso! Príncipe Jonatán. Buenos días. Me siento dichoso al veros cerca de nosotros en este momento. Veréis cómo se debe gobernar. Es ya tiempo de que lo aprendáis. Veníd acá. (Jonatán a la izquierda del rey. La reina a su derecha) LA REINA (inclinándose) De nuevo tres canas, mi Señor! - Barbero: cuidáis mal al rey. Volveréis a peinarlo después de la sesión. Sus facciones se ven fatigadas y su barba imperfecta... (diciendo esto se acerca al barbero. El guardia entra) GUARDIA Señor, allí están los mensajeros. SAUL Que entren. (mientras entran los mensajeros, cerca al barbero:) la reina, en voz baja, LA REINA Y bien? BARBERO Y bien! Señora, he encontrado... Es... LA REINA Hábla pronto! (sus voces no se oyen) SAUL Elifas: es a ti a quien he confiado la lista. ELIFAS (uno de los mensajeros) Héla aquí. (se la entrega, y mientras el rey la examina:) LA REINA David, dices? BARBERO David, bethlemita... SAUL (leyendo) Dos en Rama; en Keila, el evocador; tres en el monte de Betel y cuatro en el de Gilboé; en la cisterna de Secú, un intérprete de sueños; en Micmash... (continúa leyendo en voz baja. La reina se aproxima al Sumo Sacerdote y cuando baja la voz del rey, óyese la de la reina) LA REINA (al Sumo Sacerdote, como si continuase:) David. EL SUMO SACERDOTE David? LA REINA Hijo de Isaías, si, de Bethlem. Ve aprisa y házlo buscar en el campamento. (sale el Sumo Sacerdote) SAUL Ahora, decíd: es cierto; los habéis herido por la espalda, o, si de frente, porque estaban dormidos? No han podido veros, entonces. Nada han dicho? (Jonatán vacila) Pero Jonatán... Y qué? Vaciláis? JONATAN Oh! no!, padre mío. Gobernamos. SAUL Apoyáos en mí; vaya! Sé fuerte... Y yo no puedo pedirlo a todos: (estoy muy fatigado esta mañana) no han dicho nada? Ah! os había dicho que a cada uno le arrancárais la lengua... ELIFAS Las tenemos con nosotros. SAUL (a Jonatán) Los hay que hablan después de muertos... (Jonatán se desmaya) (gesto de rabia) Vámos! Véd cómo desfallece! Ah! Señora, lleváoslo! Bah! es como una mujer. Y el es el motivo para que yo los interrogue tan mal... Entonces, comprendido, no es así? (Decididamente estoy muy cansado) Todos muertos. Todos... Y no habló ninguno. Si alguno de vosotros, casualmente, que se guarde... Pero, en verdad, cada uno de vosotros, mis fieles servidores, tendrá su recompensa. (mientras habla el rey pasa repetidas veces las manos por su frente, de la que retira la corona. Se levanta y se dirige hacia la puerta. Los servidores y mensajeros salen. El primer guardia y el barbero han quedado solos un instante) EL GUARDIA Pero, qué tiene el rey? Está enfermo? BARBERO Déja, déja; voy a cuidarlo. EL GUARDIA Pero... (entra el rey. Viendo que han salido los mensajeros hace una seña al guardia, y, misteriosamente:) SAUL Harás matar a esos mensajeros... (el guardia se aleja) ESCENA OCTAVA (el barbero. Saúl. Luego, la reina) BARBERO (al rey que se aparta) Que vuestra Majestad me permita... Un simple refresco... Una fricción... Oh! Oh!, desde lejos ya advertía esa arruga... Dos caricias con este ungüento y desaparecerá... (diciendo esto, saca sus instrumentos de su bolsa e instala al rey en una silla a la derecha.) Y aquí están las canas que la reina mostraba hace poco. Ah! es cierto que son de una bella blancura; pero los otros cabellos son de un bello negror; y vuestra Majestad no tiene edad... Su Majestad es una maravilla de conservación! (gesto de Saúl) A pesar de todas las preocupaciones del reino (nuevo gesto; el barbero le aplica col bajo los ojos) atención! Conservar su belleza... No importa! Se ha fatigado un poco en los últimos tiempos. SAUL Yo no me... BARBERO No! no! no mováis los labios... he cometido un pequeño error en la barba... Ah! yo quería prevenir a vuestra Alteza; he logrado preparar --es un invento-una nueva clase de sorbetes... con anís... si, con anís! que es muy particularmente refrescante, y que embriaga! Ah!... Cuando la sed de vuestra Majestad me hará el favor de ordenar... Y yo iba a olvidar!... Qué distracción! (la reina entra silenciosamente por atrás) El cantorcillo que habías anunciado... SAUL Nada habías anunciado. BARBERO No había anunciado nada?... Dónde tenía entonces la cabeza? Un maravilloso cantor, Señor... que canta acompañándose él mismo con el arpa... SAUL Y bien? BARBERO Y bien, lo he encontrado!! Allí está. (insinuante) SAUL Pero quién te ha pedido...? BARBERO Pues vuestra Alteza. Vuestra Alteza... el otro día, al salir del baño, gritó: Ah! si solamente un poco de música...! Pero ahora está vuestra Alteza muy fatigado... - Ya no recuerda... SAUL Eh! Déjame tranquilo con tu tañedor de arpa! --No quiero a nadie, entiendes, a nadie, cerca de mí--. Tráe únicamente tus sorbetes, porque tengo sed. LA REINA (que se ha acercado) Por qué no lo escucháis, caro esposo? Un gentil tañedor de guitarra! Caro esposo de mi corazón; un tañedor de lira para alegrar un poco vuestro fastidio. SAUL Ah! La Señora Reina! Desde el momento en que es ella quien me lo propone, es que ello ha de serme maléfico... LA REINA Ya he notado que la música, y hasta las fanfarrias guerreras, producen el mejor efecto en vuestras debilitadas facultades... SAUL (aparte) Esta mujer me detesta... LA REINA A veces el espíritu, distraído de su inquietud, después de oír un trozo de arpa, se abandona fácilmente al sueño... SAUL (aparte) Yo la odio (se levanta) LA REINA O, liberándose de lo impuro que hay en él, revela con palabras distraídas lo que... SAUL Calláos! Calláos, Señora! Os he oído suficientemente. (sale) ESCENA NOVENA (la reina. El barbero) LA REINA Y bien, barbero? BARBERO Qué queréis, Señora, es necesario renunciar. LA REINA Qué? Te acobardas? Bah! Ensayemos otra y otra vez; el rey no sabe nunca qué es lo que quiere... Esperemos a que lo haya visto. BARBERO Hélo aquí. (llegan conversando David y el Sumo Sacerdote) ESCENA DECIMA (los precedentes. Luego el Sumo Sacerdote y David) LA REINA Es muy hermoso! EL SUMO SACERDOTE (a los de fuera) Combatir con Goliat! Qué broma! Creeríais, Señora, que este niño quería... LA REINA Le oigo... Pero es demasiado joven. BARBERO Es él. (entran) LA REINA Cállate. (sale el barbero) Sois vos, David? David de Bethlem? Daúd, como hay quienes digan? DAVID (intencionadamente) David - si, Señora. LA REINA Yo os buscaba, David. DAVID Yo os buscaba, Señora. LA REINA (colérica) David! - Y por qué, David, me buscábais? DAVID Para pediros que me dejéis combatir. LA REINA Con el gigante? Es en serio, entonces? DAVID Qué, Señora? El desafío del gigante? LA REINA El vuestro, David. DAVID Lo dudáis? LA REINA (lo mira detenidamente) No. Pero sois un niño, David. Un verdadero niño! De qué edad? DAVID Tengo diez y siete años. LA REINA Diez y siete años! Y conoces el oficio de las armas? DAVID No. He vivido hasta ahora en las montañas.Soy pastor. Pero si no con los hombres, he combatido con los osos cuando atacaban mi rebaño; con los osos y algunas veces con los leones. LA REINA (al Sumo Sacerdote) En realidad tiene aspecto de ser fuerte. Sin embargo es en el campamento donde se os ha encontrado, si? Como es que has dejado a Bethlem? DAVID Oh! desde hace pocos días y por poco tiempo. Venía tan sólo por ver a mis hermanos y para traerles --de parte de mi padre-- pasteles de miel que él preparó para ellos. Soy más joven que ellos. Ellos están en vuestro ejército; pero, en vuestro ejército no hay nadie que quiera combatir. Todos tienen miedo. Y todos reían de mí cuando hablé de ir contra Goliat. No han querido permitírmelo (colérico) y hasta mis hermanos me insultaron. Es por esto por lo que he querido encontraros. LA REINA Yo no río de ti, noble David. DAVID Y me permitiréis? LA REINA Espera aún. EL SUMO SACERDOTE Cómo! queréis, Señora...? LA REINA Ensayemos. El me place, Nabal. Tendríamos una armadura? EL SUMO SACERDOTE (sonriendo) La del rey, Señora. Ahora no sirve de nada... LA REINA El príncipe Jonatán no logra ponérsela. EL SUMO SACERDOTE Realmente; pero David es más fornido. LA REINA Hazla buscar. (siguiendo con la mirada al servidor que sale:) Quién es ese que acaba de pasar por la terraza? No es el príncipe Jonatán? Llamádle. ESCENA UNDECIMA (los precedentes. Jonatán) LA REINA (a David) Es Jonatán, el hijo mío, a quien vas a amar como a un hermano. No es así, Jonatán? Vámos, niños, abrazáos. (al Sumo Sacerdote) Véd cómo son de encantadores así. Qué, príncipe Jonatán, sonreís? No os había visto nunca sonreír... JONATAN Es a David a quien sonrío, Señora. LA REINA Bien lo sé. Va a combatir... JONATAN Con Goliat! Es verdad, David? (traen la armadura) LA REINA Y aquí está la armadura del rey. DAVID (toma el casco y lo coloca por un instante en su cabeza. Sopesa la armadura) No! Combatiré como estoy! LA REINA Pero es una locura, David. DAVID Excusádme, Señora: todo ese peso, antes que protegerme, sería un embarazo para mi valor. Yo nada temo, si sé que el Dios de Israel me protege. Iré tal como estoy: con mi honda, de la que me sé servir hábilmente. (el servidor, que había traído las armas, y que esperaba, se las lleva. La reina y el Sumo Sacerdote se miran) EL SUMO SACERDOTE Señora, dejémosle. Parece muy valeroso. (se alejan lentamente sin salir todavía. David y Jonatán están en la delantera de la escena) JONATAN David, tomád mi honda, queréis? DAVID (la toma, la examina y la devuelve) Estoy acostumbrado a la mía. Es mejor. JONATAN Entonces, tomád estos guijarros. DAVID (el mismo juego) No son bastante agudos. LA REINA (en el fondo de la escena) Vámos, Sumo Sacerdote, veníd! Que se entiendan ellos. Dejémosles. Son unos niños. (salen) JONATAN David: entonces qué os daré? Porque yo quisiera... DAVID Príncipe! JONATAN Ah! No me digáis así: Príncipe! Llamádme simplemente Jonatán. Nadie me llama así... Aquí todos me dicen siempre: Príncipe Jonatán! Y hasta mi padre y mi madre. Estoy cansado... DAVID Mi padre y mi madre, en Bethlem, me llaman Daúd... y, al contrario, no hay sino ellos que así me llamen... JONATAN Entonces, cómo os nombraré yo? DAVID Como ellos: Daúd, también. Lo deseáis así, Jonatán? JONATAN Id a vencer, Daúd! Desde lo alto de la terraza os miraré. ACTO SEGUNDO ESCENA PRIMERA La misma decoración del primer acto, pero a plena luz. Todos los cortinajes de la izquierda han sido levantados. Circula gente formando grupos animados. Joel entra con el barbero, por la derecha. (los mismos - Grupos de hombres) HOMBRE PRIMERO Te digo que por ver a sus hermanos. HOMBRE SEGUNDO No. Es para combatir con los filisteos. HOMBRE TERCERO Vámos! Eah! Cómo iba a saberlo, en Bethlem? Es la reina quien lo envía a combatir. HOMBRE CUARTO Sí. Cuando ella lo vió; pero eso no explica cómo entró al palacio. HOMBRE SEGUNDO Entró al palacio? HOMBRE CUARTO Ni cómo habló con la reina. HOMBRE PRIMERO Habló con la reina! (llega otro) HOMBRE QUINTO Cesád! No hubiera venido cerca al rey, si la reina no hubiera buscado un tañedor de arpa... (llega otro) HOMBRE SEXTO No hubiera venido al lado de la reina si el rey no hubiera tenido su secreto. HOMBRE SEGUNDO Ah! El secreto del rey! Tu quieres saber el secreto del rey? (se inclina hacia el hombre primero y le habla al oído) HOMBRE PRIMERO (a carcajadas, - al hombre tercero) Tu quieres saber el secreto del rey? (le habla al oído, y el tercero ríe a carcajadas) Quién quiere saber el secreto del rey? HOMBRE TERCERO Diez dracmas por el secreto del rey! (otro se ha ido aproximando durante las últimas palabras) HOMBRE SEPTIMO Y bien, yo, yo tengo un secreto, como el rey! (se agrupan en su redor) Es que, antes de morir, el gran Samuel estuvo en Bethlem; hizo ir al pequeño David a su vera, y en un pequeño patio donde no lo vió casi nadie, tomó aceite y lo ungió como lo había hecho con Saúl... Vale treinta dracmas. (Joel y el barbero se han acercado) JOEL Un secreto que podía valer más, viejo indiscreto. HOMBRE SEPTIMO Cómo? Cuánto? JOEL Tu cabeza, especie de zopenco! Ten cuidado de que nadie... (unos y otros se apartan y desaparecen) HOMBRE SEPTIMO Ah! qué mal se recompensa la buena fé! ESCENA SEGUNDA (Joel y el barbero) JOEL El rey lo sabe? BARBERO Ciertamente que no. Y la reina? JOEL (amenazante) Barbero! estés atento... BARBERO (igualmente) Joel! ten cuidado... JOEL (cambiando de opinión y como presa de súbita simpatía) Este querido barbero! BARBERO (igualmente) Este excelente Joel! (se toman del brazo para salir. Gritos fuera) Pero, esos gritos... JOEL Es la escolta de David que pasa. (otros, con ellos se precipitan. Oyese crecer la grita bajo la terraza) BARBERO Descendamos aprisa. (Jonatán y Saki se dirigen hacia la terraza) ESCENA TERCERA (Jonatán y Saki) SAKI No, príncipe - por aquí - veréis mejor. JONATAN Entonces, Saki, cuénta de nuevo... completamente solo? apenas con su honda? Y tú lo viste bien? ah! qué aire tan glorioso tenía! Es mi amigo, lo sabes...? Pero ven, ahí viene mi padre... (aparece Saúl) (la escena queda vacía) ESCENA CUARTA SAUL (la escena, a la entrada de Saúl, está vacía) Obtengo la soledad! pero porque se huye de mí! Vamos! Ese conquistador... que me lo traigan. Estoy irritado con él! Estoy muy irritado con todos! Ese pueblo chillón me importuna. Tales aclamaciones --que me las roban-- por un triunfo accidental! No me las hacían después de mis difíciles victorias... Ah! Mi Señora la Reina: escogéis a vuestras gentes! Un niño, se me ha dicho... qué? para tranquilizarme? Y quién le confirió el derecho de vencer?! Vos, quizás! Yo, no... (habla mientras camina y sigue paseando durante el comienzo de la escena siguiente. Aparecen guardias por la puerta de la izquierda) ESCENA QUINTA (Saúl. David. Guardias) SAUL Vamos! que me lo traigan. Eh! pero si es un pastor ese conquistador! Es cierto que es muy joven. Ah! es que es terriblemente bello! (estas tres frases son dichas con voz cada vez más baja. Saúl, que recorre la escena, no ve al principio, sino de espaldas, a David. Se acerca. Con voz alta y colérica:) Y está completamente manchado de sangre! Pero que lo purifiquen antes!... Vosotros, guardias, no podíais haberle advertido? Nada sangriento debe entrar aquí! (David hace el ademán de salir) No! que él se quede! Pequeño matador del gigante, yo estoy muy irritado con vos. (camina a grandes pasos. Después de un corto silencio) DAVID Por qué estáis disgustado conmigo, rey Saúl? He logrado vencer, es verdad - pero no fue contra vos. SAUL Pero quién os lo permitía? DAVID La reina me... SAUL La reina - si. Sabéd que no hay reina en Israel. No hay sino la mujer del rey DAVID (tras un silencio) Por qué irritaros, Señor? Es de vos de quien soy devoto... SAUL (aparte) Ah! Su voz cae sobre mí como el agua del cielo sobre la polvareda solevantada!... (con voz alta) Que se me deje solo... (David va a salir) con él. (salen los guardias) ESCENA SEXTA (David y el rey Saúl) SAUL (que continúa paseándose) Tengo aspecto de muy irritado, no es así? (David calla) Vámos, hábla! Tu nombre? Cómo te llamas! DAVID David. SAUL David... David... Los moabitas, ellos, dicen: Daúd. Quieres que yo te llame Daúd? DAVID No. SAUL No! Por qué? Déjame llamarte... yo quiero llamarte Daúd. DAVID Alguien ya me nombra así; prometí que únicamente... SAUL Alguien? Quién? (David calla) SAUL Pastorcillo, quiero saber. Yo soy tu rey. DAVID Vuestro derecho no va más allá que vuestro poder. SAUL Que mi poder! Qué es lo que haces tú cuando una cabra de tu rebaño rehusa obedecer? DAVID Yo la golpeo. SAUL Continúas rehusando? DAVID Golpeádme. SAUL (alza su jabalina; luego, conteniéndose) Amas a Dios? DAVID Mi amor a él constituye mi fuerza. SAUL Eres tan fuerte, David? DAVID El es muy fuerte. SAUL (tras un silencio) Y ahora, qué vas a hacer? DAVID Regreso a Bethlem, mi patria. SAUL No, David. Oye: yo quiero tenerte a mi lado... La reina había hablado de un tañedor de arpa, para mí; yo no quiero el suyo, sino... DAVID Era yo. SAUL (inquieto. Luego reaccionando) Ah! Entonces sabéis tocar... Pero ahí viene la reina. Os buscaba, sin duda. Os dejo. Pienso que tendréis algo qué hablar. (hace ademán de salir, pero se esconde tras una columna) ESCENA SEPTIMA (la reina. David. Saul, oculto) (la reina llega por la derecha, conversando con el Sumo Sacerdote. Al ver a David:) LA REINA (al Sumo Sacerdote) Dejádnos. (sale el Sumo Sacerdote) Hélo aquí. Ah! David! Os encuentro, al fin, y vive Dios! cubierto de gloria. Al principio, y ya delicioso, no veía en vos sino un pastor, pero, más bello aún por vuestro triunfo, ya no os quiero ver sino como vencedor. De dónde proviene vuestra inquietud, David?... porque tenéis aspecto preocupado. Sé que el rey os hablaba duramente hace poco. Es por eso? DAVID No, Señora; el rey, poco a poco calmó la aspereza de sus primeras palabras y bien pronto me habló muy dulcemente. LA REINA Y muy largamente, también? Vosotros os quedáisteis solos, no es así? DAVID Sí, algún tiempo. SAUL (oculto) Están muy lejos. No oigo nada. LA REINA En realidad os equivocaríais, David, preocupándoos por esas cosas. El mal humor del rey no debe ofenderos; no tiene mayor importancia; es intratable y a veces hostil sin motivo; varía incesantemente. DAVID Pero si no estoy preocupado, Señora. El rey se ha mostrado bueno conmigo. LA REINA Encantada, David. Verdad es que vuestra belleza no puede menos de agradar, pero la bondad del rey, de que habláis, ayudará mucho a nuestros asuntos. Porque yo deseo vuestro bien, David; vuestro valor de hace poco merece otra recompensa y no las ovaciones de un pueblo estúpido, exaltado... Ya veo que sabréis hablar al rey, puesto que, hablando con vos, su humor mohino ha cambiado y... pero, antes, David, entendédlo: no olvidéis que es a mí a quien debéis este honor!... DAVID Y qué honor, Señora? LA REINA El de ser cantor cerca del rey. DAVID Excusádme, Señora, si yo sabía ya... LA REINA Ah! El Sumo Sacerdote os lo había dicho? DAVID No. LA REINA El barbero? DAVID ... Además, el rey mismo me ha pedido... LA REINA Ah! DAVID Parecéis enojada... LA REINA Y enojada por qué? David, no es, al contrario, para mejor, que en vos coincidan nuestros deseos? Y vos, qué habéis contestado? (se aproximan al rey) DAVID Fue entonces cuando entrásteis, y el rey se fue antes de que yo hubiera podido responderle (se aproximan más) LA REINA Entonces... ahora... respondéd. DAVID Pero si el rey ya no está aquí, Señora. SAUL (oculto) Bravo! valeroso David! LA REINA David, vuestra juventud necesita que se la instruya. El rey Saúl no tiene la autoridad que creéis... SAUL (oculto) Ah! Ah! LA REINA Antes, lo sé, era un rey pleno de sabiduría y de valor; pero hoy su voluntad está fatigada; necesita ser dirigida, y yo soy quien a menudo elige sus decisiones. Así, la idea de tener un cantor cerca de sí, es mía; él la aceptó: y tánto mejor puesto que el cantor lo seréis vos. Pero comprendéd también, David, que el rey, fatigado por perversos pensamientos, necesita que yo lo vigile sin cesar. SAUL (oculto) Desconfiád, Señora... LA REINA Pero él me habla poco; y casi nunca estoy cerca de él... Sus más insignificantes palabras, sus gestos más triviales, todo lo que venga de él y que dé luces sobre su estado enfermizo, puede hacer que mis cuidados sean más hábiles. De todo, entonces, debo estar informada. DAVID Señora! LA REINA David, no podéis tomar a mal mis palabras. Sin mis cuidados, qué valdría vuestro rey? Me ayudaréis. Y entre los dos podremos a veces ensayar agotar sus tristezas. Vos las sabréis antes que yo, y me las diréis...- y los dos... Pero no decís nada... Respondédme... Ah! para ser un conquistador, parecéis harto temeroso! y bajáis los ojos cuando soy yo quien los alzo hacia vos - David - más delicioso así... (le toca la mejilla con su mano) DAVID Ah! Señora! el rey... (Saúl salta desde su escondite. David huye) ESCENA OCTAVA (Saúl. La reina) SAUL Daúd!! Basta! Señora, basta! Bien véis que éste niño... Pero no huyáis, David! Yo no te persigo, David, y míra: no es a ti a quien golpéo. (ha cogido a la reina de los vestidos y de los cabellos y la arrastra por tierra) LA REINA Celoso, talvez? Vos! SAUL Ah! no bromeéis, Señora... Terriblemente celoso! (la hiere repetidas veces con su jabalina) LA REINA Detestable Saúl! Yo, imprudente, no te aborrecí lo bastante! Que todo el peso de tu corona recaiga ahora sobre ti solo! Escónde, ocúlta tu preocupación! Protégela! Peligroso rey Saúl, sé --en adelante-peligroso para ti mismo! Tu secreto, ya veré si serás capaz de ocultarlo a los muertos... Yo no lo creía tan temible. (muere) SAUL (inclinado sobre la reina) Os engañáis, Señora. El secreto que buscáis es otro... ESCENA NOVENA La escena representa la alcoba de Saúl. Mal alumbrada por una sola lámpara humeante. Sin muebles. A la derecha un lecho. A la izquierda una ventana. Casi en el centro una especie de trono, prolongado, a derecha e izquierda, por bancos, o lo que se desée, que permita sentarse a los lados del trono. El rey Saúl, revestido como precedentemente con su manto de púrpura. Lleva puesta la corona. SAUL (va hasta la puerta y la cierra cuidadosamente) Ah! yo esperaba la noche... (tira una cortina por frente a la puerta, se vuelve y mira en redor suyo) Y ahora que estoy solo... (va a sentarse) EL CORO DE LOS DEMONIOS (apareciendo e instantáneamente sentándose en el suelo, en círculo delante de Saúl. Su voz se mezcla a la del rey, para decir:) Deliberemos! SAUL (sin verles, aún) Se está aquí más tranquilo que en la terraza. Y Saki me ha pedido quedarse esta tarde con Jonatán... UN DEMONIO (terminando la frase) ... y con David. SAUL Si. Por otra parte yo prefería estar solo... Los perfumes me estorbaban, allá; y ya nada tengo que ver en los astros; nada veo. PRIMER DEMONIO Si empieza a hablar solo, ya sabéis que esto no va a ser divertido! (bosteza. Otros se desperezan) SAUL (continúa) Los hechiceros... SEGUNDO DEMONIO Sigue, como si no estuviéramos aquí... SAUL Ellos quizá si veían algo. TERCER DEMONIO Pronto va a ser necesario que intervengamos. SAUL Qué sabían? Debería haberme reservado algunos... CUARTO DEMONIO No nos deja decir ni una palabra. PRIMER DEMONIO Paciencia! SAUL (mira fijamente a los demonios, sin verlos) Porque mi pensamiento aquí se detiene y se fija, sin que yo sepa en qué punto... QUINTO DEMONIO Se podrían intentar algunas proposiciones de ensayo... SAUL Parece que pongo mucha atención, pero no sé a qué sea... SEXTO DEMONIO Entonces es a David. SAUL Ellos desean conocer mi secreto; pero..., es que yo mismo lo conozco? Tengo varios... PRIMER DEMONIO Con nosotros, tu lo sabes, no vale la pena de que te preocupes. SAUL Comprendo ahora por qué amaba tan poco a la reina. Con mucha facilidad practiqué la castidad en mi juventud. He practicado muchas virtudes... Ah! yo quisiera felicitarme por haberme desembarazado de la reina, estudiar las ventajas... SEPTIMO DEMONIO También se podría... SAUL Lo que yo me decía... suprimir igualmente al Sumo Sacerdote... Hay más interrogantes en Israel que posibilidades de respuestas suyas.Cuando yo interrogo, ya no es a él. Hay más respuestas en el cielo que preguntas en los labios de los hombres. SEPTIMO DEMONIO Pero... SAUL ... respuestas hay que se hacen esperar. TERCER DEMONIO (simultáneamente con el cuarto) O que no se ven. CUARTO DEMONIO Se hacen... (los dos demonios se arrojan el uno sobre el otro y se baten -un instante tan sólo- y nada se altera en el curso de la escena) PRIMER DEMONIO Ah! Veámos, rey Saúl! conversa con nosotros! SAUL El pretende amar a Dios y que su fuerza no viene sino de Dios. Yo quiero amar a Dios; yo lo amaba --pero él se ha apartado de mí--, por qué? PRIMER DEMONIO Para que nosotros pudiéramos acercarnos. (ríen) SAUL Se cierran mis ojos, de cansancio y de miseria. QUINTO DEMONIO Necesitas beber un poco. SAUL Lo creéis? No. --todavía no-- y Saki no está aquí. SEGUNDO DEMONIO Pero, nosotros, nosotros estamos aquí. SAUL Ah! Fieles. SEGUNDO DEMONIO Ah! bien! veámos! viejo Saúl! eso es lo de menos. TERCER DEMONIO Rey Saúl, tenemos sed. SAUL Si, cierto es - voy a buscar la copa. QUINTO DEMONIO Eh! no! mi buen rey! - espéra a que te la traigan. PRIMER DEMONIO Pero déjalo... Eso lo entretiene... (se baten. El rey Saúl se ha levantado. El actor debe representar como si continuase un monólogo. Saúl parece vacilante de indecisión) SAUL (porque aumenta el ruido de la lucha) No tánto estruendo, pequeños! Ya no me oigo. SEGUNDO DEMONIO Pero si no dices nada... (se retuercen de risa. Saúl no puede contenerse y ríe a pesar suyo) SAUL (ha tomado la copa, asido la cántara de vino; bebe un trago pequeño) ... Y la cántara. Ah! ésta corona me estorba... (desde lejos la arroja sobre el lecho y torna a sentarse: su púrpura cae un poco de sus hombros. En el momento de sentarse bebe otro trago; luego, viendo:) ... Pero, mis amiguitos, debéis estar incómodos en el suelo! Sentáos aquí, cerca de mí. (se levantan y van a sentarse junto a Saúl, mientras este se sienta) PRIMER DEMONIO Oh! tú sabes, --no es por nosotros--, es por ti. (Saúl sonríe) SEGUNDO DEMONIO (como si tomase la sonrisa de Saúl por una invitación) Más cerca? SAUL (un poco sofocado) Me asfixiáis un poco, así. CUARTO DEMONIO Pues no! pues no! es que necesitas beber. QUINTO DEMONIO Te escancio? Apresúrate; la noche acabará pronto. (Saúl acerca la copa: el demonio la llena. Saúl la vacía) Más? (Saúl vuelve a acercar la copa. El demonio la llena. Cuando Saúl la aproxima a sus labios:) VARIOS DEMONIOS Y bien! y nosotros? (Saúl baja la copa un poco. Los demonios se amontonan contra Saúl y cada cual quiere coger la copa, que se vierte) SAUL (se levanta bruscamente y echa a rodar por tierra a los demonios - donde permanecen; deja caer la copa, y en voz muy alta:) Ah! mi traje está completamente manchado! (ahora camina, ya se detiene, inmóvil; la lámpara va apagándose y el claror del alba empieza a blanquear la ventana de la izquierda. Pero la escena está aún en sombras. Largo silencio) SEGUNDO DEMONIO (con un tono de voz muy diferente) Saúl! Saúl! Hé aquí la hora en que los pastores de cabras hacen salir los rebaños de los establos. TERCER DEMONIO Saúl! Podríamos subir a la torre ahora, a ver aproximarse el alba. CUARTO DEMONIO O, en la colina embalsamada, en la pureza del aire matutino, cantar, cantar, un himno. QUINTO DEMONIO Hay allí hierbas bañadas de rocío... SEXTO DEMONIO En el palacio hay baños ya preparados. PRIMER DEMONIO Oh! a mí lo que mayor placer me haría, tras una noche sin sueño, es un sorbete de anís y de licor... SEPTIMO DEMONIO A mí, oír cantar a David. (todos ríen) SAUL (se coge la cabeza con las manos) Estar solo! Estar solo! (abre la ventana por donde llega un poco del alba y cae de rodillas, extendiendo sus manos hacia el aire. Poco a poco han ido eclipsándose los demonios) Dios de David! Socorrédme! ACTO TERCERO ESCENA PRIMERA La escena es la misma del acto primero, con la diferencia de que los cortinajes de la izquierda, que separan la sala de la terraza, han sido bajados. Joel entra por la izquierda y se prepara a atravezar la escena. El Barbero, levantando la cortina: BARBERO Psit! Joel! JOEL Ah! eres tú, barbero... BARBERO Has visto a David? JOEL Es a tí a quien corresponde hablar. Yo no lo conozco. BARBERO (recusándose) Yo lo conozco tan poco...! JOEL No importa; a ti toca. Hay que examinar, barbero; examína. BARBERO Examinemos, Joel! Examinemos! (silencio. El barbero empieza a llorar) La reina también examinaba....! JOEL Ella examinó muy a fondo... BARBERO (llorando) La pobre señora! Todo iba tan bien con ella (silencio) JOEL Asombroso, el pequeño David; le ha bastado aparecer. BARBERO Para limpiar el campo. JOEL Para hacerlo limpiar, querrás decir. BARBERO Prefiero ayudar a limpiar, antes que... JOEL Si... pero entiénde que es Saúl quien hace la limpieza. BARBERO Los intereses son compuestos... compuestos. A quién servir! Gran Dios! A quién? Yo no pido sino saber a quién servir devotamente! Hay qué examinar! JOEL Examinémos, barbero, examinémos! Pero de dónde diablos has sacado que el rey carecía de voluntad? BARBERO Ah! Perdón! Yo no he dicho eso: yo he dicho que su voluntad está enferma; que obra a saltos. JOEL Ten cuidado de que no salte sobre nosotros! No? Más temible que nunca es así. Sus decisiones parecen inmotivadas. Examína al rey, barbero. BARBERO Si tu crees que es tan fácil. El Sumo Sacerdote... JOEL Y qué? BARBERO Pues... Ahora, cuando habla al rey, castañetea de miedo... JOEL Cómo? Castañetea de miedo? BARBERO Quiero decir: castañetea con los dientes, de miedo al rey. (Joel se alza de hombros) Además, Saúl no permite que se le acerquen sino dificilmente. Por otra parte, todo el mundo se vá, cuando él se aproxima. Es él quien espía, ahora; y se esconde --no se le siente acercarse-- y, luego, se le sorprende, detrás de un cortinaje, en acecho, o, al contrario uno es el sorprendido; y cada cual huye sin ruido, de sala en sala, en el palacio, en el que circula el rey, en silencio... JOEL Diablos! (durante la última frase fue hasta el cortinaje abajado de la izquierda y con un movimiento brusco lo levantó) BARBERO (a quien sobresaltó el ruido) Ah! Cómo me has asustado! Y yo, sin espada... JOEL No importa, barbero; tu le hablarás al rey; y lo que tu sepas... BARBERO (mirando la espada de Joel) Es maravilloso, Joel, cómo se hace de más en más profunda nuestra amistad! JOEL Todo ayuda a... (termina con el ademán de unir algo) BARBERO (continuando el ademán de Joel) ...hacerla más estrecha. Ah! Ahí viene David! Véte aprisa! Déjanos (David cruza por la terraza. Sale Joel) ESCENA SEGUNDA (David y el barbero) BARBERO (misteriosamente) Príncipe David! Príncipe David! DAVID Qué quieres, barbero? BARBERO (como acezando) Hace cuatro días que corro tras de vos sin conseguir encontraros solo un instante, príncipe David! DAVID Yo no soy príncipe, barbero. BARBERO Sí, Señor, pero... DAVID (más y más severo) Ni Señor. BARBERO Es que yo no sé cómo llamar al vencedor glorioso que... DAVID No he vencido sino con la ayuda de Dios, barbero! yo no soy ni siquiera jefe de ejército. BARBERO Pero vuestro valor... DAVID No es más grande que mi fé. BARBERO Precisamente: la fé... Pero vuestra esperanza... DAVID No espero sino que, tras de haberme llamado para matar a Goliat, el Dios de Israel, satisfecho, me deje volver a Bethlem, al lado de mi padre, a guardar cabras, como antes. BARBERO Oh! Cabras! Hombres, hombres es a quienes el Señor David debería aspirar a guardar... y hé aquí precisamente lo que yo quería decirle, y pronto porque ahora mismo pueden llegar...: y es que el rey Saúl está fatigado, que Jonatán es débil como una avecilla rara; que ni el uno ni el otro gozan del favor popular, y que, si mi príncipe lo quisiera, yo, barbero del rey y su médico, que estoy cerca de él todos los días, yo podría. DAVID Entonces, puesto que me has contado todo tu secreto, barbero, escúcha lo que yo voy a decirte. Es que yo amo a Saúl como a mi rey y a Jonatán más que a mí mismo; que yo temo a Dios, barbero, y que tú deberías cuidarte, en tus palabras, de lo que en ellas hay ofensivo hacia Su elegido. Tu me llamabas príncipe, hace poco; lo que significa, entonces, que deseas que yo te mande, barbero: retírate. (sale el barbero) Jonatán! Jonatán! pueda el Eterno afirmar, sobre tu frente tan frágil, una tan vacilante realeza! (entran Saúl y Jonatán) ESCENA TERCERA (Saúl. Jonatán. David) Saúl sencillamente vestido; Jonatán revestido con todas las insignias de la realeza. David ha retrocedido hasta el ángulo de la izquierda; sin verle, Saúl y Jonatán avanzan hacia el trono. Saúl cae en la cuenta de que el cortinaje ha sido levantado, y, muy especialmente, lo hace caer de nuevo. SAUL Es así como yo quiero veros, Jonatán! Eah! tomád esta tarde mi puesto en este trono. Es ya tiempo --aunque sea en una sala desierta-- de que os ejercitéis en el reinar. La sensación de la realeza se fortifica mucho con el hábito de sus insignias. Aprendéd a soportarlas. El otro día, cuando vinieron los mensajeros, a pesar del sobrepeso de la corona, yo no creo que os hubiérais desvanecido, en el trono real, sostenido por el cetro y con la conciencia de la púrpura, de la que hoy estáis revestido. JONATAN Oh! padre, dejádme; estoy tan fatigado! Si supiérais cómo es de pesada esta corona! SAUL Ah! Creéis entonces que yo no lo sé?... Pero esa es una razón para que os vayáis acostumbrando. Soy ya viejo; y a medida que la corona se sostiene menos sólidamente en mi cabeza, conviene afirmarla más y más sobre la vuestra. JONATAN Padre! Basta! me duele la cabeza... Recobrád vuestra realeza! SAUL No! No! os la dejo hasta ésta noche... Naturalmente, la recobraré para dormir... Pero, ahora, permanecéd así, en la dignidad real, y mientras no llegue nadie, figuráos que domináis sobre muchos. (David se mueve) SAUL (volviéndose hacia Jonatán) Ah! decididamente reináis! (a David) Yo no os esperaba sino un poco más tarde, David... Pero no importa; quedáos. Si, es que ensayo al joven rey. Yo pensaba que ésta tarde no reinaría sobre nadie, pero héos aquí. Adiós, entonces; os dejo con su realeza. (se esquiva por la derecha. - Aparte:) Me siento feliz de que me haya visto sin corona, ella lo cohibía en demasía. (David y Jonatán, inmóviles, esperan a que salga Saúl) ESCENA CUARTA (Jonatán, David, luego Saúl, escondido) JONATAN Daúd!! DAVID Oh! mi joven rey triunfante! Cómo os véis de bello bajo la gloria! Que vos no seáis Saúl y que no sea por vos llamado, que entonces cantaría para vos más y más admirables cánticos!... o, cerca de vos, me quedaría contemplándoos sin decir nada! o me prosternaría, como véis que lo hago, a vuestros pies... (luego se levanta, ríe, se lanza hacia Jonatán, y lo abraza) SAUL (levantando los cortinajes de la izquierda) Dulcemente! Moderadamente! JONATAN Por qué ríes tú, David, cuando estoy yo horriblemente pálido, y cuando ves que voy a llorar? Poco falta para que, de fatiga, no sea yo quien caiga pronto a tus pies. DAVID (ha retrocedido) Jonatán! JONATAN (se levanta y avanza) Pésa esta corona. Cuánto pesa, dí? SAUL (escondido) El sitio es bueno... Oh! JONATAN (le pasa la corona a David) Ha maltratado mi frente. - David!, estoy enfermo... No es cierto que es pesada...? Oh! póntela, te digo... (la coloca en la cabeza de David) SAUL Oh! Yo no habría debido ver esto... JONATAN Qué bien te vá! Pero, díme: no es cierto que es pesada? SAUL Oh! David! Cómo? tu serías... DAVID Mi pobre Jonatán! yo quisiera encontrarla más pesada; pero..., qué débil tienes que ser...! JONATAN Es verdad que parece que no pesara, sobre tu frente... Daúd! SAUL Y tendrías que ser tú! Jonatán! (cae de rodillas y solloza, envuelto a medias en el cortinaje) DAVID Pero tú sufres, díme, Jonatán? Estás pálido y sudoroso. JONATAN Esta púrpura me ahoga... Este cinturón... esta espada me pesa; conservo el recuerdo del peso de la corona sobre mi frente. Ah! Daúd! Quisiera dejar caer al suelo estas insignias de la realeza. Quisiera tenderme sobre la tierra y dormir... Ah! por qué no seré yo, como tú, pastor de cabras, desnudo bajo una piel de ovejuela, al aire libre. Qué bello eres, David! Quisiera pasearme contigo por las montañas. De mi sendero apartarías cada piedra; a mediodía, bañaríamos nuestros pies cansados en agua fresca y luego nos acostaríamos en los viñedos. Tú cantarías... Yo te extremaría mi amor. SAUL (que ha seguido todo lo anterior como si lo dijera él mismo) Si JONATAN Llegaría la tarde; tú, que eres fuerte... tén: tóma la espada; tu me defenderías de las bestias. Yo quisiera reposar, cerca de tu fuerza! Ah! me ahogo! Tén: tóma la púrpura. Desabrocha este manto... (ayuda a David a que le despoje) SAUL Ah! yo no debiera ver. JONATAN Tu hombro parece más blanco... Y mi cinturón... SAUL Ah! Yo no... Yo me torturo... JONATAN No sé si es, o de alegría, o de frío, o de angustia febril, o de amor, que -védlo- tiemblo ahora bajo mi única túnica de lino... SAUL Cómo es de bello con la púrpura! Daúd! (como si le llamase en voz baja) DAVID Jonatán! Héte más bello en tu blanca túnica que con tus ornamentos reales. Yo no conocía tu elegancia, ni la gracia que a tu cuerpo le da tu debilidad. SAUL Ah! DAVID Jonatán!, es por ti por quien descendí de las montañas, donde tu frágil flor --bajo el sol muy ardiente-se marchitaría. Llóras? También yo voy a llorar de ternura? Tiémblas? Vacílas? Consuéla tu debilidad entre mis brazos... SAUL Ah! Eso si no, eso no... JONATAN (desfalleciente) Daúd! SAUL (arrastrándose como loco. En voz alta) Y Saúl, entonces? Y Saúl? JONATAN (aterrorizado) Escápate, David, escápate. (David, desde que Saúl se dejó ver, abandonando dolorosamente a Jonatán, huyó, no muy rápidamente, arrojando con horror tras de sí los ornamentos reales. Jonatán cae, desmayado) DAVID Desdichado! Desdichado! Desdichado! SAUL Y Saúl? (mirándolo huír estupefacto, sin decir nada, se acerca a Jonatán, se arrodilla cerca de él, le toma del brazo) Está muy delgado! ... Vámos, Jonatán!... háblame. Soy yo, eah! Te he asustado, lo sé, pero yo no te detesto... (con asco, soltando el brazo que sostenía) Ah! Es más débil que una mujer! (inclinándose hacia él) Es el amor a David lo que te empalidece? (corre hacia la derecha, y llama:) David! Sigue huyendo. Como si fuera él quien debiera tener miedo! (corre a la izquierda, y levanta la cortina) Hola! Alguien! (llamando) (telón) ESCENA QUINTA (la alcoba de Saúl) SAUL (entra, hablando con el Sumo Sacerdote) Entonces, ni uno sólo; ni el más insignificante hechicero? EL SUMO SACERDOTE Su Majestad sabe muy bien que los han suprimido --a todos-- según sus órdenes. SAUL Yo no te pregunto eso! Yo te pregunto si, talvez, hayan olvidado a alguno pequeño... EL SUMO SACERDOTE Ni a uno solo. SAUL No es para castigar, compréndeme... Al contrario... Yo quisiera que hubieran olvidado... Yo busco uno... Yo. Tánto peor. Véte. (el Sumo Sacerdote calla) (el Sumo Sacerdote se retira) Qué hacer? Nada! Nada! El más pequeño adivino sabría más... (corre súbitamente hacia la puerta) Ah! Sumo Sacerdote! Sumo Sacerdote! (este reaparece) Y tu Dios? Tu Dios calla siempre? EL SUMO SACERDOTE Siempre. SAUL Sin embargo, es demasiado! Qué le he hecho yo? Vámos, hábla, sacerdote! Por qué calla Dios ahora? Sería preciso que nos explicáramos, al fin... Ah! yo quisiera justificarme ante El. Yo soy el reo; tú, mi Juez: interróga! EL SUMO SACERDOTE (durante la escena, completamente estupefacto de terror) Qué? SAUL (Cómo es de estúpido!) ... Es que yo puedo saber? Yo? Pregúntame si he vivido con mujeres extranjeras... EL SUMO SACERDOTE Si. SAUL Qué: sí? Yo te digo que me preguntes si he tomado para mi mujeres extranjeras. (súbitamente calmado) Preguntarás? Infeliz, yo te... (blande su jabalina) EL SUMO SACERDOTE (tembloroso) Te pregunto yo si has vivido con mujeres extranjeras? SAUL (furioso) No: yo no he vivido con mujeres extranjeras! Lo oyes? Tu muy bien sabes que no he vivido con mujeres extranjeras. (calmado súbitamente) Vámos! Aprisa! Pregúnta aún! EL SUMO SACERDOTE Aún, qué? SAUL Pregúntame... En fin, tu debes saberlo! Hay pequeños mandamientos... EL SUMO SACERDOTE Existen los Mandamientos. SAUL Y bien! dílos, tus Mandamientos. Qué esperas? Vámos. EL SUMO SACERDOTE (recitando) Yo soy el Eterno, tu Dios, que te he hecho salir del país de Egipto, de la casa de servidumbre... SAUL Y despáchate aprisa, porque espero al barbero. EL SUMO SACERDOTE No tendrás otro Dios delante de mi faz... SAUL No. Así no. Interróga. EL SUMO SACERDOTE Te has hecho imágenes talladas o representaciones de las cosas que están arriba en los cielos, que están aquí, abajo, sobre la tierra, o en las aguas más bajas que la tierra? (Saúl alza los hombros, impaciente) No te has prosternado ante ellas, y no las has adorado? Porque yo soy el Eterno, tu Dios, un Dios fuerte y celoso (Saúl bosteza) que castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian, y que... SAUL (aliviado) Ah! Hé aquí al barbero. Continuarás con ello en otra ocasión. (sale el Sumo Sacerdote) ESCENA SEXTA (Saúl. El barbero) SAUL Héte aquí, barbero de mi corazón! Enciénde las antorchas. No se ve. (el barbero arregla las antorchas y sus instrumentos) SAUL (aparte) Quisiera saber --y tánto!-- que no es a David a quien debo temer! Yo no puedo... Yo no puedo detestarlo! Yo deseo agradarle. (el barbero indica que está listo) Te he hecho llamar para que me cortes la barba. BARBERO (en el colmo del estupor) Cortar la barba! SAUL Sí, la barba. Decididamente me envejece. Ya es tiempo de que tome un aire un poco más juvenil... Porque eso me rejuvenecerá, no es así? BARBERO Incontestablemente! Pero pareceréis menos respetable. SAUL No aspiro a parecer muy respetable. Vámos! Estás listo? Te estoy esperando! BARBERO No! Pero realmente es en serio lo que dice el rey? SAUL Ah! Te parece, entonces, que tengo cara de bromear? (ríe) Si, pero ya verás cómo bromearé mejor sin mi barba... Vámos! en serio, córtala. BARBERO (comienza la operación) Una barba tan bella, no obstante! Es lástima! SAUL Bah! Ella me ocultaba. Hay que saber tomar las decisiones bruscamente. Cómo me encuentras, dí, barbero? BARBERO Fatigado. SAUL Ah! BARBERO Se ve que su Majestad trabaja mucho. SAUL Si; he tenido que trabajar toda la noche, aún. BARBERO Ahora que la reina ya no existe, su Majestad debe ocuparse mucho más de los negocios importantes del reino. SAUL Hay asuntos más importantes que los del reino y que no atañen sino a mi. BARBERO Oh! Sí! SAUL Qué? BARBERO Yo digo: oh! sí! Yo quisiera decir: oh! si..., es decir: seguramente que ellos no atañen sino al rey, y que es por eso mismo que está tan fatigado: por estar forzado siempre a guardarlo todo para sí; quizá también su Majestad se preocupa demasiado por ciertas cosas... Cierto es que si los filisteos... SAUL (interrogante) Los filisteos? BARBERO (terminando) ... regresan. SAUL Ah! Regresan! BARBERO Bien sabe el rey que se dice que vuelven. SAUL Lo sabe. Lo sabe: pero... BARBERO Pero... si yo osara hablar... El rey busca un hechicero? SAUL Ah! Tu sabes... BARBERO Siiii... SAUL Y cómo? BARBERO Qué importa? SAUL Tu conoces... BARBERO Chit! Oh!, mis tijeras (las deja caer) Chit! un momento! Ved! Ved! In - co - no - ci - ble! Rejuvenezco al rey en diez años! SAUL (ansioso) Hábla! Pero hábla! Tu conoces... BARBERO Siiii... SAUL Algún hechicero? BARBERO No: una bruja. SAUL Dónde? BARBERO En Endor. SAUL Ah! la pitonisa! Cómo la había olvidado yo? BARBERO Qué? Vos también la conocéis? SAUL La que habla con los muertos, si; yo la vi, hace tiempos. Lo había olvidado. Pero ella me conoce. No dices tu que estoy inconocible? BARBERO Que el rey tome un espejo: he terminado. SAUL Si - no quedo mal así!... Oh! ésta arruga! BARBERO La barba la ocultaba un poco... Debo ensayar?... SAUL No. Déja. Déjame. (sale el barbero) Inconocible! mi pasión sirve a mi interés en esta ocasión. Iré (va a la ventana. La abre) El cielo está nublado. Una tempestad terrible se prepara. Toda la arena del desierto está suspensa. No importa. (se retira de la ventana. Se quita la púrpura y se cubre con un manto viejo) Inconocible, realmente! (como repasando una lección) Debo desconfiar de alguien. (de rodillas) Dios mío, haz que no sea de David! Yo no puedo... No puedo... (se levanta) Bah! hace ya mucho que no rezo. Y cuando rezaba, era lo mismo. Lucharemos. Y no soy yo quien va a volver. El fue el primero en apartarse. Quisiera saber -y tánto! que no sea de él. Ah! el (el viento, desde la ventana sopla contra las antorchas) viento! Vámos! Vámos! (Sale Saúl) ESCENA SEPTIMA (la Sibila, luego el rey Saúl) La escena representa el interior de una gruta no muy vasta; en el fondo, a la izquierda, la entrada; hacia la derecha, un hogar, que ilumina débilmente la gruta. LA SIBILA DE ENDOR Todavía estos cuatro panes, estas raíces, y después, maga de Endor, última previsora de Israel, como una llama enferma, agotada, extínguete!Aquellos a quienes les mendigo se dicen buenos conmigo porque no me denuncian al rey. Callan, pero no me dan de comer. Rey Saúl: por qué habernos suprimido, a todos? Un día, no obstante, lo recuérdas? Hijo de Kis, aún sin corona, viniste a mí, pastor de los rebaños de tu padre; buscabas en vano en el desierto unas asnillas extraviadas; fue entonces cuando yo, la primera, te predijo la realeza. Y desde ese día, rey Saúl, se pretende que tú profetizas! Qué refieren tus profecías? Es que tus labios también tiemblan y no pueden cerrarse bajo la horrible presión del futuro? Qué futuro transpira a través de ti, que así quieres ser el único en conocerlo? puesto que haces matar a los hechiceros. Vámos! que cállen en el sepulcro! Pero tú, rey Saúl, te cállas tú? En cuanto a mí..., yo me voy, ya exhausta; como sobre el reborde de una cisterna, sedientos de lo ignoto, los hombres se agachaban sobre mis labios, de donde se extravasaba la profecía. Y los hombres no me amaban, porque hubiesen querido que predijese siempre sucesos afortunados, y porque yo predecía más allá de la ventura. Y ahora pienso que no está bien que el hombre conozca el futuro, porque ninguna alegría del hombre es más duradera que el tiempo que se emplea en decir: yo soy feliz, y que hay que apresurarse a decirlo, porque para decir: yo era feliz, se dispone de todo el tiempo restante, y que la felicidad del hombre es ciega.. Tengo frío. Qué horrible tiempo! Todos los sapos de los alrededores vinieron a refugiarse en mi gruta; la lluvia se desborda y el viento sopla tan helado, que --afuera-pensé que me extinguía aún antes de morir de hambre. Jamás me había sentido tan desfalleciente. En un tiempo como éste, quién, entonces, tan atormentado por el futuro, habrá podido ponerse en camino? Tres veces ha vacilado, pero por cuatro veces la llama ha repetido su señal: alguien viene. Yo me creía, sin embargo, harto ignorada. Preparémosnos a recibirle! Vámos! postrera antorcha de Israel! lancémos, para el extranjero que se aproxima, una última lumbrada expirante, y, después, que caiga el telón, alzado por una última vez; que se tornen a cerrar sobre su secreto las bocas entreabiertas de los muertos, para siempre... para siempre! Ah! Ah! se acerca... (en este momento la hechicera, de rodillas, se inclina sobre el caldero de donde parecen salir vapores; agita su cabeza y su torso, y habla de una manera cada vez más anhelosa y exaltada. Parece que viera en el agua del caldero como en un espejo, todo lo que su monólogo relata) Se acerca, el extranjero --que conoce la ruta--, ni siquiera una tea trae en la mano... Siento caer sobre mí, ah!, la fatiga de su marcha por la montaña! Ah! de su marcha; resbala en el sendero lleno de agua, de la montaña: el viento que sopla --sopla en su manto--; la fatiga, Ah! creo que ya voy a morir! mísera, una pobre mujer, vieja como las angustias del mundo, quisiera morir sin ser incomodada... Se acerca! se acerca el extranjero! Ah! cómo lo desgarran las zarzas! Desnuda su cabeza; tiene el aspecto tan mortalmente fatigado como yo, --mísero, ah! mísero como yo--. Cae de rodillas. Ah! está orando! No; se levanta; corre, corre por el sendero de la gruta; tiene una jabalina en la mano, piedad de mí! estoy sin fuerza alguna; oigo ya sus pasos; aquí! aquí! (más y más feroz, la maga levanta la cabeza. En el momento en que dice: aquí!, mira en torno suyo, de manera de hacer comprender que los dos focos de la visión --real e imaginaria-- se han reunido) Voy a morir? Piedad Saúl!!! (con voz cada vez más alta y terminando con un grito) para mí! piedad! piedad! (Saúl aparece) SAUL (en el umbral de la gruta, vestido con un grosero manto de estameña, desgarrado;el aire espantable; los cabellos, húmedos por la lluvia, sobre la frente.) (desolado:) Ah! me reconoces? No tengo --sin embargo-el aspecto de un rey! LA SIBILA (la cara contra la tierra) Piedad, Saúl! compasión para mí, tan mísera! SAUL Soy yo menos mísero que tú? LA SIBILA Piedad, Saúl! para mí, que voy a morir... SAUL No tengas miedo de mí, pitonisa! Yo no he venido a amedrentarte. He venido a implorarte y no a que me implores tu... (se coge la cabeza entre las manos) Es intolerable mi infortunio! LA SIBILA Y es el rey Saúl quien así habla? SAUL Si. Saúl es. No, no es el rey. Ah! por qué, por qué, pitonisa, haberme predicho un día la realeza? Si recuerdas cuán bello era yo sin corona? El más insignificante pastor de la montaña (y ese era yo!) tiene más majestad en su apariencia que la que me haya dado toda mi púrpura coronada! A uno conozco que, desde que avanza, domina... En cuanto a mí... (cae sobre una piedra) estoy fatigado. LA SIBILA (alzándose) Saúl (como por condolencia y sin saber qué decir) con éste tiempo, duro estaba el camino. SAUL Este tiempo? Ah! es que llovía? (toca su manto calado) Sí! tengo frío! Acércate; tengo necesidad de ser consolado. LA SIBILA (toca con gran ternura la frente de Saúl) Saúl! SAUL Qué? LA SIBILA Nada. Tengo piedad de ti, rey Saúl. SAUL Ah! compasión?... Es cierto que soy compadecible... pitonisa! Hace tántas noches que... (parece que va a caerse de la silla) Ah! Desfallezco! Noches y noches buscando y en las que desgasto mi alma buscando... LA SIBILA Buscando qué? El porvenir, Saúl? SAUL (profético) Incomparables tormentos de mi alma!... (conteniéndose) No estoy siempre tan débil como ahora; ciertos días parezco razonable, todavía; pero la ruta para venir hasta aquí me ha matado. Nada había querido comer esta tarde. LA SIBILA Tengo unos panes... quiéres? SAUL No. Aún no; mi alma tiene más hambre que mi carne. Pero, habla, pitonisa; puedes hacer venir un muerto? LA SIBILA (afligida) Un muerto... quiéres? Pero quién? SAUL Quién? Samuel? LA SIBILA (espantada) Ese es muy grande! SAUL Soy yo Saúl? LA SIBILA Obedezco. Todavía dominas. (se acerca al hogar y hace los gestos y muecas apropiados para lograr que un muerto venga) Ve! Ya la llama se agita! Apártate! SAUL (de pies; su mano delante de su rostro, pero de modo que sólo la apariciónle quede oculta; no de manera que los espectadores no lo puedan ver). Samuel! Samuel! Samuel! Héme aquí. Llamo y temo tu terrible aparición. Háblame! Que una palabra tuya me aplaste, me aplaste o me tranquilice; estoy en el límite de mi incertidumbre y mi inquietud es más dura que no importa qué palabra tuya. Pitonisa! Pitonisa! Qué ves tú? LA SIBILA Todavía nada. SAUL Yo no oso mirar... Mi alma, en mi, parece saltarina y liviana como si yo fuera a cantar. Desfallezco. Pitonisa! Pitonisa! Qué ves tú? LA SIBILA Nada... Ah! ah! ah! Veo un Dios que sube de la tierra. SAUL Qué figura tiene? LA SIBILA Es un anciano que sube; está envuelto en un manto. SAUL (se prosterna) Samuel! LA SOMBRA DE SAMUEL Por qué me has turbado en mi sueño? SAUL Estoy en una grande angustia. Los filisteos me hacen la guerra, y Dios se ha retirado de mí. LA SOMBRA DE SAMUEL Y tú por qué me consultas, si el Eterno se ha retirado de ti, y si se ha convertido en tu enemigo? SAUL A quién entonces, si no a ti, consultaría? El no me ha respondido, ni por intermedio de los sacerdotes ni con los sueños. Quién me dirá qué es lo que debo hacer ahora? LA SOMBRA DE SAMUEL Saúl! Saúl! por qué mientes siempre delante de Dios? Sabes muy bien que del fondo de tu corazón se levanta otro pensamiento; no son los filisteos quienes te inquietan, y no es eso lo que venías a preguntarme. SAUL Habla entonces, Samuel; tú, que conoces mi secreto mejor que yo mismo. Por todas partes el terror asaltó mi alma; ya no oso ni mirar mi pensamiento. Cuál es mi pensamiento? LA SOMBRA DE SAMUEL Saúl! Saúl! Hay otros enemigos, fuera de los filisteos, por someter...; pero lo que te dilacera es acogido por ti. SAUL Someteré... LA SOMBRA DE SAMUEL Ya es muy tarde, Saúl; ahora es a tu enemigo a quien protege Dios. Antes de que fuese concebido en el seno de su madre, Dios ya lo había escogido. Si tu lo acoges es para prepararte. SAUL Y cuál era mi falta, entonces? LA SOMBRA DE SAMUEL Acogerlo. SAUL Pero puesto que Dios lo había escogido... LA SOMBRA DE SAMUEL Crées tu que Dios, para castigarte, no haya conocido desde lejos las últimas vacilaciones de tu alma? El ha situado a tus enemigos ante tu puerta; ellos tienen tu castigo en sus manos; detrás de tu puerta mal cerrada, esperan; pero fueron invitados desde hace tiempo. Sientes muy bien, en tu corazón, la impaciencia de ésta espera: lo que tu llamas temor, tu muy bien sabes que es deseo. Hé aquí: ahora los filisteos de que hablabas, ya se preparan. Dios abandonará a todo Israel en sus manos. (Saúl, cual largo es, cae por tierra) La realeza será para ti como una púrpura que se desgarra, como agua que huye entre los dedos mal cerrados de tu mano... SAUL (suspirando) Y Jonatán? LA SOMBRA DE SAMUEL Jonatán no tendrá ni una gota para beber, ni un trozo de púrpura para cubrirse... Ah! desdichado Saúl! qué hará de ti el futuro, si su sólo anuncio te anonada? SAUL Eterno Dios de los Ejércitos! Mi porvenir está en vuestras manos poderosas... (cae sin conocimiento) LA SOMBRA DE SAMUEL Si, desdichado Saúl! que matas a los videntes y suprimes a aquellos que explican los sueños, piénsas tú matar el porvenir? Ve: tu futuro ya se puso en marcha; tiene una espada en la mano. Tu puedes matar a quienes lo miran, pero tu no le impedirás avanzar. Y él avanza, Saúl; avanza; es ya tan grande que tu no puedes impedir a nadie el verlo. Por qué, si tu no puedes oírme, haberme pedido aparecer? Mis palabras, provocadas ahora, continuarán: en adelante no cesarán de oirse; si tu suprimieras ahora a los profetas, las cosas mismas tomarían una voz; y si tu rehusaras oírla, tú mismo profetizarías. Dentro de tres días los filisteos te librarán batalla y lo más escogido de Israel sucumbirá. Ve: ya no está en tu cabeza la corona. Dios la ha colocado en la de David.Ve: Jonatán mismo ya se la coloca... Adiós, Saúl! tu hijo, y tú --ambos-muy pronto vendréis a reuniros a mí... (la sombra desaparece) LA SIBILA (débilmente) Y yo más pronto aún, Samuel. (silencio) SAUL (como despertando) Tengo hambre... LA SIBILA (se ha arrodillado cerca de Saúl yacente) Saúl! SAUL (levantándose) Soy yo. Tengo hambre. Vámos, mujer; tu ves que hay que tener compasión del rey. Está enfermo. Dále alguna cosa qué comer... LA SIBILA Pobre Saúl. Había guardado éstos panes. Tómalos. SAUL (inconsciente) Díme: quién hablaba aquí hace poco? (se emociona) Con quién hablabas, vieja? Veámos! qué vine a hacer aquí, yo? Respóndeme aprisa; no eres tú la Sibila de Endor?... LA SIBILA Pobre Saúl! SAUL La sibila! No! No! Todos los hechiceros murieron! Saúl hizo matar a todos los hechiceros! La Sibila de Endor está muerta... (enderezándose) o vá a morir. LA SIBILA (siempre de rodillas) Ah! Sin que tu la hieras, Saúl; ella morirá pronto. Déjala... SAUL (completamente despierto y con una creciente agitación) Con quién hablabas? No era con... Quién te permitió llamar a Samuel?... LA SIBILA Desdichado! SAUL Ah! Yo suprimiré lo que él dijo... Lo que él dijo yo lo quiero suprimir en tus oídos. Yo mismo ya no recuerdo casi nada. LA SIBILA Desdichado! SAUL Pero... yo no lo oí todo... (se vuelve furiosamente contra la Sibila) Ah! desdichada! vas a hablar!... Ahora lo recuerdo todo! Hé caído. Qué dijo él? Qué dijo él? Qué dijo él? LA SIBILA Desdichado! SAUL Ah! ah! tu hablarás, bruja! Ha nombrado? Dí... hábla... ha nombrado a alguno? LA SIBILA Piedad! SAUL A otro... LA SIBILA Piedad! Saúl! SAUL ... que no yo... LA SIBILA Piedad de mí! SAUL O Jonatán, para... LA SIBILA No! SAUL Vámos! ya lo sabes todo! ... para sucederme en el trono? LA SIBILA No! SAUL Mientes!... tu mientes!... Alguno --te lo ha dicho-a quien yo amo?... LA SIBILA Saúl! SAUL Sí? Lo sabes todo... David? LA SIBILA Por qué lo has nombrado? SAUL No! No! No lo digas! No! No! (hiere a la Sibila con la punta de su jabalina) LA SIBILA Me has herido. SAUL No! No! que no! Veamos, no fue sino un golpecito con la jabalina; --hábla, termina-- díme que no era él. LA SIBILA (apoyada en un brazo. Saúl agachado) Saúl! me has herido mortalmente. Saúl! ya iba a morir! por qué no me has dejado? Míra: mi sangre pálida corre sobre tu manto... SAUL No! No! Yo no te he hecho mal alguno. Veamos! Hábla! Puedes esperar un instante para morir... (suplicante) Ah! respóndeme! LA SIBILA Déja que mi alma, ah! se aduerma –tranquila--, ya está calmada. SAUL No - todavía no. LA SIBILA Rey Saúl... SAUL Qué? LA SIBILA Rey deplorablemente dispuesto a la acogida - ciérra tus puertas! SAUL Ah! Respóndeme: él te ha nombrado...? LA SIBILA Déja que mi alma, dulcemente se hunda... SAUL (cogiéndose la cabeza entre las manos) Ah! LA SIBILA Rey Saúl! SAUL (con una última luz de esperanza) Qué? LA SIBILA (agonizante) Ciérra tu puerta! Ciérra tus ojos! Tápa tus oídos! y que el perfume del amor... SAUL (sobresaltado) Qué? LA SIBILA (con esfuerzo) ... no encuentre más el acceso a tu corazón. Todo lo que te es encantador te es hostil... Libérate! Saúl! Saúl! (muere) SAUL (se ha ido inclinando más y más a medida que su voz se extingue, como si esperase siempre una nueva revelación) Qué?... Está muerta. (mira alrededor suyo. El hogar se ha extinguido. La gruta háse tornado más sombría) Entonces, en adelante, yo voy a agitarme solo en las tinieblas. (quiere salir y titubea) ESCENA OCTAVA La gran sala del primer acto. Los cortinajes de ambos lados completamente bajados. Saúl, de rey, sentado en el trono (púrpura, corona y jabalina). David, no lejos, sobre un escabel, toca el arpa ante el rey. DAVID ... En torno tuyo los hombres píos aplauden Los enemigos del rey fueron puestos en fuga. El Eterno protege al rey. Y he aquí el nuevo cántico que compuse para Saúl: ... Palabras llenas de encanto, corred, desbordad de mi corazón. Yo canto. Mi canto es para el rey. Que sea como el de un hábil escritor. (pausa) Despiértate, mi laúd! Despertáos, mi laúd y mi arpa! Que mi canto despierte a la aurora... (pausa) Rey Saúl, mónta en tu carro, defiénde la verdad, la dulzura, la justicia! Mónta en tu carro, rey Saúl! (pausa) Todos los guerreros están en la espera... En la espera, los filisteos se regocijan: Saúl duerme; no aparece Saúl! ... (pausa) Mónta en tu carro, rey valiente, de miedo de que no triunfen los enemigos de Dios, de miedo de que no se regocijen. (pausa) Saúl! Saúl! despiértate! Mi laúd resonante te acompaña. Por tus nuevas hazañas se distinga tu diestra. (pausa) Valeroso guerrero! Cíñe tu espada, tu atavío y tu gloria. Sí - tu gloria! SAUL (un poco embarazado al principio, luego bostezando, hace una seña, para que David cese:) Tú no sabes alguna cosa más alegre? DAVID Más alegre? SAUL Si. Te asombras... es que malconoces quién soy yo... Vámos! Déja tu arpa, David! Conversemos. Díme! de qué tengo el aire yo, David? DAVID De un rey. SAUL No; tu no comprendes mi pregunta. Quiero decir: qué es lo que encuentras particularmente notable en mí? DAVID La majestad. SAUL (molesto; luego, reaccionando) Ah!... hasta sin barbas? DAVID Sin barbas, un poco menos. SAUL Porque se me ve mejor, parezco menos rey... Si. Por eso hice que me cortaran las barbas; yo me sentía menos rey de lo que aparentaba... Mientras que ahora... Díme que me prefieres así. DAVID Yo prefiero al rey. SAUL No, David: ahora que te parezco más joven --y lo soy!--, nada que podía gustarme esa barba real, envejeciéndome a tus ojos... Por causa tuya, David, yo la hice cortar... (David, molesto, se pone de nuevo a tocar el arpa. Saúl, furioso, listo a herirlo) David!! (gesto de David) No te vas! Bromeaba. Yo quiero... Conversemos más, David! Díme: tú le rezas a Dios, en ocasiones? DAVID Sí, rey Saúl; a menudo. SAUL Por qué? Jamás acoge favorablemente las oraciones. DAVID Y qué puede pedir el rey, para no ser nunca acogido? Qué puede pedir un rey? SAUL (vacilando acerca de lo que va a contestar; luego, bruscamente:) Y tú? Qué es lo que le pides tú? DAVID (confusamente) No llegar a ser nunca rey. SAUL (furioso al principio, salta sobre David, que no se inmuta; luego, inclinado hacia él, con voz más baja:) David! David! Quiéres tu que nos unamos contra Dios? David, si fuera yo quien te diera la corona... (mira fijamente a David, luego, turbado por su triste asombro, por su terror, toma el partido de estallar en risotadas) Ah! Ah! Ah! Ves cómo puede bromear un rey sin barba! (torna a subir al trono y se sienta; furiosamente:) Basta! yo no quiero ser el único que bromea! Por el Eterno! me has tomado en serio, realmente lo creo... La corona! David! Querías la corona? Ah! Ah! fiii... Y Jonatán? Tú no piensas entonces en el débil Jonatán? (David, fatigado, quiere irse) Vámos! Hélo que ahora quiere irse... Pájaro salvaje! Nada, entonces, te puede domesticar? Cánta, entonces! Vamos, David! Algo que sea alegre! (gesto de David) No! Nada de alegre: tú no sabes nada alegre! Ah! Eso! Tú no bromeas jamás, David! con tu Jonatán? nunca!! Entonces toca, solamente: tu canto, por otra parte, distrae mi pensamiento. No se puede estar siempre divertido... (David comienza a tocar el arpa y toca hasta el fin de la escena.) Ah! Ah! Ese canto de arpa fluye sobre mi pensamiento. Yo también he sabido alabar a Dios, David. Para él he entonado cánticos; para él, en otro tiempo, mi boca estaba siempre abierta y mi lengua agitada inmoderadamente; pero, de miedo a hablar, mis labios se han cerrado sobre mi secreto, y mi secreto, viviente en mí, grita en mí con todas sus fuerzas. (Saúl se exalta y comienza a hablar como en delirio) Yo me desgasto permaneciendo silencioso. Desde que calle, mi alma se consume; como un fuego vigilante, su secreto la agota día y noche. (pausa con una breve detención de la música) Horror! Horror! Ellos quieren saber mi secreto, y yo mismo no lo sé! Se forma lentamente en mi corazón... Pero la música lo subleva... Como un pájaro topa con los barrotes de su jaula, se ha subido hasta mis dientes; hacia mis labios salta, salta y quiere lanzarse afuera...! David, mi alma está incomparablemente torturada! Labios míos! a quién nombráis? Apretáos, labios de Saúl! ciérra tu manto real, Saúl! todo te asedia, en torno tuyo. Tapóna tus oídos a su voz! Todo lo que viene a mí, me es hostil!! Cerráos vosotras, puertas de mis ojos! Todo lo que me es delicioso, me es hostil. Delicioso! delicioso! por qué no estoy yo con él, cerca de los arroyuelos, guardián de cabras? Lo vería todo el día. Por qué no me extravié en el ardor del desierto, como antaño, ay!, buscador de asnillas? En el calor del aire, yo ardería! Sentiría entonces menos quemante mi alma --que el canto activa--, y que se lanza --desde mis labios-- hacia ti, delicioso, Daúd. (David arroja el arpa, que se rompe, al suelo. Saúl parece despertar) Dónde estoy? David! David! Pero quédate... DAVID Adiós, Saúl! Ya no para ti solo es intolerable --desde ahora-- tu secreto. (sale) ACTO CUARTO De noche, pero no muy obscura. La escena, muy estrecha, representa un jardín en el que termina bruscamente una colina; corre una fuente a la izquierda, rodeada de cipreses plantados con regularidad ESCENA PRIMERA (Jonatán. Saki. Luego, David) JONATAN Estás bien seguro de que es aquí? Sí. Hé aquí la fuente y los cipreses. Saki! Qué bella aparece la noche! Ah!, si yo hubiera conocido este jardín, ya habría venido a menudo... Y para subir a esa planicie? SAKI Habrá que hacer un largo rodeo. JONATAN Oh! Oh! Así es realmente... Así es! SAKI Qué, príncipe? Qué buscáis? JONATAN Un pajarillo, pequeño; por eso traje mi arco; hánme dicho que todas las noches vuela sobre esta fuente y se posa allá... Lo ves? Lo ves? SAKI No. JONATAN Míra! míra como vuela! Gira, dá vueltas como si ya fuera a posarse. SAKI Pero yo no veo nada absolutamente. JONATAN Atención! Ya está en tierra... Chit! Cómo? No ves nada? Allá, cerca de esa piedra blanca. Sígue hasta donde va a volar mi flecha. Tocado! Corre aprisa! aprisa! y tráeme o mi flecha o el pajarillo. (tan pronto como Saki se aleja, sale David de un boscaje) DAVID Jonatán! JONATAN Ah! David! Pensé morir de inquietud. Hábla aprisa! No disponemos sino de un instante. Saki va a regresar. Y por qué en este jardín? Para vernos, no estábamos mejor en el palacio? DAVID No, Jonatán. Aquí yo no debo ser visto por nadie. Parto. Esta noche es un adiós lo que te digo. JONATAN Ah! Daúd... un adiós! Y qué? partirás? (se sienta sin fuerzas al borde de la fuente) DAVID Ah! Jonatán! Mi fuerza no me basta para dejarte; se necesita también de la tuya. No te acobardes. Irguete! JONATAN Lejos de ti, todo placer me abandona. Te irás? DAVID Debo partir... Saúl... (vacilante) JONATAN Hábla. Mi padre... DAVID Ya no tolera mi presencia. Me ha... JONATAN Te ha herido! DAVID Si... herido!... herido... Conoces su genio irritable. Ah! Jonatán! Levántate. Te volveré a ver, Jonatán. JONATAN A dónde vas? Lejos de ti, carezco de fuerza... DAVID (indeciso al principio) A dónde voy... ahora? Donde los filisteos. JONATAN Los filisteos! DAVID Compréndeme rápidamente. Saki vuelve ya; no quiero que me sorprenda... Si tu padre lo supiera!... pero falta por decir lo importante. Escúcha: los filisteos se preparan de nuevo. Tu padre está inquieto; no sé qué lo conturba, pero su espíritu no está preparado para la guerra, y si los filisteos atacan, la derrota de Saúl es segura. Los filisteos atacarán, sin duda, y por eso yo quiero ponerme a su cabeza; parecerá que avanzo contra ti..., pero, si le arrebato la corona a Saúl, es para devolvértela. JONATAN (como si nada hubiera oído) Los filisteos! Daúd! Tú con los filisteos! DAVID Ah! Compréndeme!... Nunca! si yo pensara en que tu padre pudiera vencer; pero tu sabes que una obsesión lo ocupa; nada de ella lo distrae, y la confusión de su alma repercute en su ejército. Sus soldados no le obedecen; él es incapaz de ponerse a su cabeza. JONATAN Y yo? DAVID Tú, Jonatán... Sucumbiríais ambos. Ah! Déjame que venza y por vosotros. Pero escucha, y sigue cuidadosamente lo que voy a decirte. Si tu ves, en la tarde del segundo día, al otro ejército acampado en lo alto de la colina --la que está en frente de la ciudad--, la colina de Gilboá, no temas nada. Hé aquí lo que debes hacer. JONATAN Hábla: lo que tu digas, eso haré. DAVID En el fondo de este jardín, oculta por naranjos y zarzas, está la entrada de una gruta muy vasta; esperaré allí toda la noche; nada temas; ve allí, sin antorchas que te delaten; el cielo es puro y esa noche alumbrará la luna llena. No es una gruta, precisamente, sino una especie de caverna entreabierta, desde la que se vuelve a ver el cielo apenas franqueado el mal paso. Te esperaré; guiaré tus pasos en la obscuridad... Hablaremos. Diremos cómo deberemos... (óyese cantar a Saki) JONATAN Ah! Qué? Hábla! DAVID Saki ya vuelve, Jonatán! Hermano mío! Mi alma ha sollozado de amor... Adiós! No olvides... (se aleja. Y volviéndose:)... Más que mi alma, ah! Jonatán! más que mi alma.. JONATAN Básta, David, básta! o te vas a llevar mi vida. SAKI Príncipe! El pajarillo voló; no pude encontrar sino la flecha. JONATAN Ven. (salen) ESCENA SEGUNDA (Saúl, un demonio negro) Un desierto. Una árida llanura de arena, vagamente ondulada. Sol ardiente. A la izquierda, echado sobre una duna, el demonio vestido con un enorme manto obscuro que arrastra y se extiende por la arena. SAUL (entra por la derecha. La cabeza descubierta, un nudoso bastón en la mano; sin el manto real) Atención! Es bajo un sol semejante como se evapora la sabiduría de los reyes! Qué es lo que yo venía a buscar aquí? Ah! unas asnillas... todo rastro se pierde como el agua en la arena... (se inclina sobre la tierra, y, luego, saltando:) Brr! Una serpiente! EL DEMONIO (inmóvil) No te hará ningún mal... SAUL (no muy sorprendido) Qué? EL DEMONIO Digo que no te hará mal, a ti... Oh! Vámos! no irás a tener miedo de las serpientes ahora, viejo monarca! SAUL Este pequeño inválido me falta al respeto... (se le acerca para golpearlo) EL DEMONIO Hay qué confesar, rey Saúl, que, sin barba, no eres tan respetable. (el rey lo golpea y lo excita con el bastón)... Ah! No! No! No me hagas cosquillas, me harías reír demasiado! (se contorsiona de risa. El rey también) Rey Saúl, dónde dejaste la corona? Se la dejaste a David? SAUL (se lleva la mano a la cabeza) He saltado un poco por el desierto. Se habrá caído. EL DEMONIO Ténle miedo al sol del desierto; no tienes tánto pelo, para permanecer así, sin corona. Tóma mi sombrero. (le pasa su toca, que el rey se pone) Dónde has dejado tu manto, rey Saúl? Tu bello manto de púrpura, rey Saúl? Lo dejaste a David? SAUL Tenía mucho calor... Hace mucho calor en el desierto. EL DEMONIO Si. Pero, por la noche, hace mucho frío en el desierto. Tóma mi capa. SAUL Y tú? EL DEMONIO Estoy acostumbrado al desierto. SAUL (lo despoja) Hola! No me habías dicho que eras tan bello. EL DEMONIO (completamente desnudo) Oh! Un poco negro quizá... SAUL Pues no, pues no. EL DEMONIO Eso depende de los gustos. (Saúl se ha cubierto con el enorme manto que arrastra tras de sí) Y dónde has dejado tu cetro, díme? SAUL (maquinalmente) Se lo dejé a David. Era muy pesado. Este bastón sirve más en el desierto. EL DEMONIO (alarga la mano) Muéstra! muéstra! Pero, rey Saúl! si es una serpiente! SAUL Charlatancillo! (ríe) una serpiente! una serpiente! Ah! noo que no! Nada de bromas! (el bastón, convertido en serpiente, se escapa) Córre tras él! (el rey se pone en cuatro patas) EL DEMONIO (erguido sobre el montículo) Hay que confesar que no tienes mucho aspecto de rey, así... (ríe. Saúl regresa) Sabes por qué te reconocí, rey Saúl? Por tu belleza. SAUL (admirable con su manto de loco; ansiosamente) Ah! de veras lo dices? Parezco aún... EL DEMONIO Cuánto tiempo que no te veía! Joven Saúl, viniste aquí, otra vez, lo recuerdas? Y fue buscando unas asnillas. SAUL (suspirando) Ah! mis asnillas! EL DEMONIO Rey Saúl! dónde dejaste las asnillas? SAUL Tú sabes dónde, dí? - tu sabes dónde, tú? EL DEMONIO (tirándole de una punta del manto) Vén, quiéres? Las buscaremos juntos. (se alejan tras de la duna. Oyese:) Oh! dí, rey Saúl! Estoy cansado; llévame. SAUL (acariciante) Chiquillo! chiquillo! ESCENA TERCERA (la muchedumbre. Luego, Saúl y Jonatán) El salón del palacio, como en el primer acto. El pueblo se aglomera para mirar, pero deja un pasaje libre, desde la entrada de la derecha hasta el trono, por donde el rey ha de venir. A un lado (derecho) el barbero y Joel observan la multitud y conversan en voz baja. La mayor parte del tiempo vuelven la espalda al público. HOMBRE PRIMERO Y luégo? HOMBRE SEGUNDO Pues lo han traído al palacio. HOMBRE PRIMERO Seguía cantando? HOMBRE SEGUNDO Ya lo creo que cantaba! y que danzaba, también! no podían contenerlo. HOMBRE TERCERO El príncipe hubiera querido que le pusieran sus vestiduras y su corona, pero él saltaba de tal guisa que no se le sostenía en la cabeza. (ríen) HOMBRE CUARTO No deja de ser contrariante! por una vez que uno mismo elige su rey... HOMBRE QUINTO David --él-- se eligió a sí mismo. HOMBRE TERCERO Pero no se dice que no quiere ser rey? HOMBRE QUINTO Qué vá! quién es el que no quisiera ser rey? HOMBRE SEGUNDO Quisiéras serlo tú? HOMBRE PRIMERO Qué es lo que harías tú, si fueras rey? HOMBRE QUINTO Empezaría por poner a David en la puerta. HOMBRE SEXTO (que se acerca, hostil) Quién es el que habla mal de David? TERCERO, CUARTO Y QUINTO HOMBRES Nadie dice nada malo de David. (ríen) HOMBRE SEXTO Esperad tan sólo a que regrese, y veréis si es a él a quien pongan en la calle... o a Saúl. VARIOS Oh! Saúl!... - Saúl!... (con aire de decir que no vale gran cosa; pero sin afirmarlo) UN JUDIO VIEJO (que se ha acercado, al Hombre segundo) Y qué es lo que decía Saúl? HOMBRE SEGUNDO Es que alguien lo sabe? Gritaba sin saber qué. HOMBRE TERCERO El no sabe ni lo que dice. EL JUDIO VIEJO Hay qué escuchar siempre a los profetas. CUARTO Y QUINTO HOMBRES Pero Saúl no es un profeta. (el grupo crece y crece) HOMBRE SEPTIMO Si! Si! Saúl es un profeta; yo estaba allí cuando danzó ante Samuel. HOMBRE OCTAVO Es cierto que Samuel, antes de morir, bendijo a David? UN NIÑO Es verdad que el rey Saúl se hizo cortar la barba? (todos ríen. El grupo se disuelve o, mejor, se espacia. Cambia de sitio la conversación) NOVENO, SEGUNDO Y TERCER HOMBRES Pues si, es verdad. HOMBRE PRIMERO Y OTROS Qué bufonada! Quién lo ha visto? Cómo! toda la barba? HOMBRE DECIMO A mi no me parece nada bien, un rey sin barba. HOMBRE CUARTO Pero David no tiene barba. HOMBRE DECIMO Todavía no tiene barba... HOMBRE QUINTO Y, además, David es bello. HOMBRE CUARTO (al décimo) Y Jonatán? VARIOS Oh! Jonatán! El! Cuándo la tendrá... OTROS (de la derecha. Rumor) Chit! Chit! Viene el rey. UNO (con voz muy alta) Por qué chit?! RUMORES Es cierto! es cierto que ya no tiene barba! HOMBRE PRIMERO (a un grupo) No gritéis así! UNO DEL GRUPO (se vuelve hacia el primero) Oh! desde el otro día, no oye nada de lo que se le dice. HOMBRE QUINTO U OTRO Verdad que tiene aspecto enfermizo! HOMBRE SEXTO Y Jonatán también! HOMBRE QUINTO Y OTROS Oh! El! El! UNO DE LA PRIMERA FILA (por consiguiente lejos del público) No empujéis! No empujéis! UN NIÑO Jacob! Jacob! Alzame! Yo quiero ver al rey sin barba! (todos ríen; un retroceso anuncia la llegada de Saúl; la multitud se separa estrechándose, a ambos lados del trono, de modo que los espectadores puedan ver avanzar al rey. Durante toda esta parte de la escena, se comprende que el rey se acerca y que los actores pueden verle, pero está aún oculto a los espectadores) HOMBRE PRIMERO Por qué entra solo, así? Yo creía que traía guardias consigo... HOMBRE TERCERO Oh! Ahora! ya nadie le hace caso: cuando llama, todos se van. (Saúl avanza, vacilante, como un ebrio, o mejor como alguien a quien rodea una turba burlona y hostil. Tiene la mirada de un loco, a veces rabiosa, a veces inquieta; se apoyaen Jonatán, que desfallece, y cuya mirada avergonzada y triste implora al pueblo. Ante las últimas palabras, Saúl blande ridiculamente su jabalina; movimiento de retroceso en la turba) HOMBRE TERCERO Pero no tengáis miedo: es una jabalina sin hierro en la punta. HOMBRE PRIMERO Es cierto que ya no le permiten portar armas? HOMBRE SEGUNDO Tienen potísima razón. HOMBRE QUINTO Parece que quiso matar a David... (se advierte que Jonatán sufre horriblemente con todas estas palabras; a las últimas, uno de la turba arroja una fruta pasada que se aplasta contra el dorso de Saúl) ALGUNO (con odio agresivo) Atrápala! (otros se vuelven, indignados. Empujones. Tumulto. El rey asciende al trono; cerca de él, Jonatán, de pies, las manos en la cabeza. Saúl gesticula como alguien que quisiera hablar) GRITOS Silencio! Silencio! SAUL (de pies) Caros hebreos! (contorsiónanse de risa) OTROS Qué es lo que dice? - Qué es lo que dice? SAUL Caro pueblo hebreo! (aumentan las contorsiones. Inquietud visible del rey. Habla con lentitud y dificultad, buscando las palabras) La víspera de librar una importante batalla... (cubre su voz un rumor que va agrandándose y que viene de la izquierda. Apretujones. Vése que las gentes se interrogan. La atención se dirige hacia los recién llegados. En el creciente tumulto, en el que acaba por perderse la voz del rey, distínguense estas palabras:) Sí! en la colina de Gilboá... OTROS Qué? Qué? LOS PRIMEROS El ejército de David... Los filisteos, si... Se les puede ver desde aquí... OTROS Dónde? Dónde? (una voz fuerte domina en este instante a las demás y grita solemnemente:) Rey Saúl! El ejército de David ha acampado en el monte de Gilboá! TODOS Vámos a ver! Vámos a ver! (tumulto. Desbandada) UNAS CHIQUILLAS Aprisa! Aprisa! JONATAN (levanta la cabeza que hasta el momento tenía oculta entre las manos; parece salir de un sueño; mira en torno suyo: mira a Saúl - se le oye decir:) La tarde del segundo día - Ah! David! David! (parte como en un rapto de alegría o de inquietud, en dirección opuesta a la que tomó el pueblo. Y durante esta escena:) SAUL (que se encoleriza y grita como un maestro de escuela a sus discípulos) Pero querréis quedaros? Quedáos... cuando yo hablo... pero querréis...! (hace el ademán de correr tras ellos; luego arroja inhábilmente la jabalina; en seguida va lastimosamente a recogerla. La escena ahora, vacía. En las gradas del trono, un niño solloza; es Saki. El rey torna) ESCENA CUARTA (el rey. Saki) SAUL Tú!, Saki. (se le aproxima, y muy tiernamente:) Lloras por causa mía?... Pobre Saki... (Saki sigue llorando. El rey se detiene, confuso, a cada frase:) No hay que tener lástima de mí... Tú me amas, luego? SAKI (sollozando) Todos os han abandonado... - Todos... SAUL Y es por eso por lo que lloras! pequeño Saki. Pero eso no es en serio, tú lo comprendes... (Oh! Yo quisiera poder consolar a este niño!) Tú me amas, entonces, un poco, Saki? SAKI Oh! Mucho! mucho! SAUL Váya! Y por qué? SAKI Sóis bueno conmigo. SAUL Yo! - bueno? SAKI Sí; en la terraza me hacíais beber... SAUL (con asco de si mismo) Ah!... Si... Vino... SAKI Y, además... además... SAUL Qué? SAKI Estáis solo. SAUL (con una emoción nueva, poco a poco) Pero tú ves bien que no, mi saki: héte conmigo. Ah! yo no sabía que entristecía a alguien.Cómo hacer? (entran varios oficiales, precedidos del Sumo Sacerdote, aturdido) EL SUMO SACERDOTE (como si tuviese que decir algo muy importante) Rey Saúl... SAUL (interrumpiéndolo) Dejádme! Bien véis que no estoy en disposición de conversar… (los otros salen con gesto de renunciación) SAUL (por juego) Te divertiría ser rey, Saki? SAKI Oh! No! SAUL Cómo! Tú no quisieras ser el rey? SAKI Yo no lo sé. SAUL Yo no lo sé... Quieres probarte mi corona? (Saúl la ha cogido, la acerca a la cabeza de Saki) SAKI (rechazándola) No... SAUL (renunciando por un momento) Díme, Saki: por qué no has seguido a David? SAKI Yo no lo sé... SAUL (más y más fastidiado) Yo no lo sé... No amas entonces a David? SAKI Oh! si... Pero... SAUL Pero...? SAKI Prefiero quedarme con vos. SAUL Pues yo creía, Saki, que tú me dejabas por Jonatán... Estas últimas noches, en la terraza, me dejabas... SAKI Por Jonatán, si... SAUL Y bien! David y Jonatán... - están juntos, no es así? SAKI A menudo, sí. SAUL Y son ellos más divertidos que un rey viejo. SAKI Oh! vos no sois viejo, rey Saúl! SAUL (que no ha vuelto a ponerse la corona, pero que la tiene sobre sus rodillas, intenta, de tiempo en tiempo, colocarlasobre la cabeza de Saki, pero se contiene, tan pronto como éste, que está sentado a sus pies, alza la cabeza) Te parece? Y crees que yo sé bromear aún? SAKI David y Jonatán no bromean jamás. SAUL Ah! y qué es lo que hacen ellos? SAKI Nada. SAUL Ah! y qué es lo que ellos dicen? SAKI Nada. SAUL Hablan? SAKI Si. SAUL Y qué es lo que dicen? SAKI Yo no lo sé. (baja la cabeza más y más, como confuso, de modo que Saúl, bruscamente, le encasqueta la corona, que le cae sobre los ojos) SAUL (por broma forzada) Ah! tu no lo sabes!... Cuic! La corona! SAKI (atemorizado) Oh! esto qué es? SAUL Es la corona. SAKI Cae sobre mis ojos... no veo nada! SAUL (a carcajadas) No veo nada!! Ah! Ah! Ah! Ah! SAKI Me hace mucho daño... Oh! quitádmela, rey Saúl! SAUL (la mantiene y la hunde con ambas manos) Qué es lo que dice David? SAKI (sollozando) Pues nada... os lo aseguro! Oh! quitádmela! SAUL (golpea las manos de Saki que se agita vivamente) Déja! déja!... Es para reír. Y Jonatán qué es lo que dice? SAKI Nada, rey Saúl! Os lo juro. SAUL Nada, nada - Y qué? SAKI El le llama Daúd. SAUL Ya lo sabía - pero qué? SAKI (desesperado) Pues nada! pues nada! pues nada! rey Saúl! (Saúl, trágico, alza la corona) SAKI (la mano en la frente) Védlo, sangro. SAUL (casi triunfante) Ah! ya veis cómo no soy bueno? (y luego, bruscamente, se inclina con gran ternura:) Te he hecho mal, Saki? (Saki, cuyo espanto perdura, se liberta de Saúl, se levanta y va a salir lentamente, retrocediendo, mientras Saúl:) Qué fue lo que dijeron cuando me atraparon? Que estaba loco? Díme... (intimamente) Díme. Sabías que me había escapado? Dí? Pero ahora ya no me dejan salir sin corona... Es Jonatán quien la quiere... (parece advertir, apenas ahora, que Saki quiere escapar, y en el momento en que éste se vuelve la última vez, antes de huír:) Oh Saki, te vas? (tristemente). Decías que me amabas, Saki?... (Saki, conmovido, vuelve junto al rey, quien se inclina, confidencialmente:) Escúcha: mis asnillas! tú bien lo sabes, mis asnillas... Pues... yo sé dónde están!! Quieres?Vamos a buscarlas juntos!... Nos escaparemos! Nos escaparemos! (salen) ESCENA QUINTA Una gruta, o mejor, una caverna, cuya cúpula -a la izquierdadesfondada, deja entrar la claridad de la luna llena por entre matojos y lianas. Bloques roqueños a la izquierda; a la derecha, la parte prolongada por la cúpula, queda en la obscuridad; un sendero pendiente lleva al fondo; por allí desciende Saúl, tanteando con el pié. SAUL Hóla! un manantial... Resbalo. Casi caigo. La tierra está húmeda. - A dónde me traes? EL DEMONIO (calla) SAUL Es aquí? Pero, vámos, responde? Siempre la misma cosa! No hay que creer que me traes a donde quieras, para no encontrar nada de lo que busco. (avanza hacia la izquierda) Es muy curioso por aquí! No. No está mal para conversar... En el fondo, tú lo sabes, no me intereso tánto, tánto, por mis asnillas... Sólo que, a mi edad, me haces caminar demasiado! Puedo estar fatigado ya, tú lo comprendes! (ha buscado dónde sentarse y regresa a la derecha; se sienta en una especie de banco natural, en la parte obscura de la gruta.) Siéntate allá! (indica vagamente en frente suyo. El demonio hace que se sienta.) No! No te sientes en el suelo: está empapado. (le pasa la corona.) (el demonio se sienta en la corona.) Póntela debajo. Primero, me vas a contar... (estornuda, como quien se acatarra:) Solamente si no ha sido por las asnillas, para qué me has hecho venir aquí? (estornuda.) EL DEMONIO Os bendiga! SAUL Qué dices? EL DEMONIO Ji! ji! ji! SAUL Ah! no me gusta que rían cuando no estoy de broma. EL DEMONIO Ji! rey Saúl! es tan cómico! Sabes a quién vas a ver aquí? SAUL Ah! Saki! estoy tan poco dispuesto a reír ahora! Hábla: a quién vamos a ver? (se levanta y va hacia el demonio) EL DEMONIO Chit! Chit! Escúcha, tan sólo. (ruido de pasos y de voces que se acercan por la izquierda.) SAUL Ah! Jonatán! EL DEMONIO Y...? SAUL (murmurando) David! EL DEMONIO Dí: gracias! DAVID (aparece con Jonatán, iluminados por la luna) ... Tres veces! Por tres veces haré sonar la trompa. Desde la primera, apréstate! Será poco antes del alba. Convénce a Saúl. A la tercera, ya no podré responder de nada. Es preciso que los dos os hayáis refugiado aquí, antes de que llegue el día. SAUL (hace el ademán de avanzar hacia ellos; el demonio le tira del manto) Oh! Oh!, pero si lo que le aconseja es la traición! EL DEMONIO Si te dejas ver, huirán. JONATAN Adiós, David! DAVID (posa su frente en el hombro de Jonatán) Ah! Jonatán! EL DEMONIO (hace retroceder a Saúl) Vén! Vén! Acostémonos! Déjalos que se acerquen. Aparenta dormir. Verás de más cerca. (Saúl acuéstase donde antes estaba sentado. El demonio desaparece) DAVID (alzando el rostro) Adiós. Véte ahora. Déjame solo un momento. Necesito rezar aún. JONATAN Y qué es lo que pides a Dios? DAVID No lo sabes, Jonatán? Ah! que aparte de mí esta corona. SAUL (aparte, burlándose) Qué sencillo! EL DEMONIO Chit! JONATAN Adiós! (David se arrodilla entre las rocas, volviendo casi la espalda al público. Jonatán se retira a la derecha. Ve a Saúl y regresa precipitadamente hacia David.) David! David! mi padre está allí! (David, absorto en su oración, no se mueve. Jonatán, desesperado) Mi padre está allí, David! DAVID (siempre en oración) Es que aún no he terminado de rezar. Déja! JONATAN (se aparta nuevamente y mira hacia Saúl) (a David.) Duerme... (la claridad de la luna que, durante la escena se desplaza lentamente hacia la derecha, da ahora en la corona de Saúl, que quedó en tierra.) Ah! su corona ha rodado por tierra... DAVID Es que aún no he rezado lo bastante. Déja! (silencio. Inmovilidad) SAUL Es que él no se va a acercar. (David se levanta) JONATAN Qué harás tú? DAVID Ve. (recoge la corona y la deposita al lado de la frente de Saúl) Tú se lo dirás, Jonatán. Es preciso persuadirlo SAUL (aparte) Cómo tiemblo! El va a comprender... JONATAN El no me creerá. DAVID (volviendo, con una idea súbita) Ah! (saca su espada y corta en el manto real un gran trozo de púrpura, que se lleva.) Que sepa que soy yo; y que al tomarle este trozo del manto, podía haberle tomado la vida. Atención! se despierta! Ven, huyamos! (salen por la izquierda) SAUL (se endereza, avanza hacia la claridad de la luna, se mira, mal vestido, como indecente, con el manto despedazado; luego, sarcástico) Cómo son de buenos conmigo...! ACTO QUINTO De noche. La escena representa un lugar vago, montañoso, muy indistinto. Hacia la derecha, la tienda de Saúl. ESCENA PRIMERA (Joel. El barbero) (ante la tienda) EL BARBERO Siempre sin órdenes? JOEL Ordenes! ordenes! oh! sí, muchas órdenes, pero ninguna dirección EL BARBERO Es cierto que los hebreos están divididos? JOEL Divididos? Nada de eso; todos están por David EL BARBERO Diablos! promete ser curiosa esta batalla! (un poco sarcástico) Y Saúl? Es que también está por David? JOEL (cada vez más grave) Cállate, barbero; Saúl está vacilante como un anciano. Y ese combate no es sino como un simulacro de batalla: la derrota ya está consumada en su corazón. EL BARBERO Entonces, qué harás tú, Joel? JOEL Qué harás tú, barbero? Es un consejo lo que de mí deseas? Desde cuando me ocupo de guiar tus pensamientos? Apártate: hé aquí a Saúl. (entran Saúl y Jonatán. Antorchas iluminan el interior de la tienda) ESCENA SEGUNDA (Saúl. Jonatán. Otros aún, entre ellos, Saki) SAUL (a Jonatán) Tú ves mis manos... cómo tiemblan! JONATAN Pobre padre! SAUL Qué será lo que mayor bien me haga? Crées que será beber vino? o no beberlo?... Yo... yo creo que será beberlo... Ve, Saki. (sale Saki) Hoy, para matar, así fuese a un enemigo,no encontraría fuerza en mí. Es ya tiempo de que me acerque a Dios... (con voz más alta) Ahora, dejádme. Pronto acabará la noche y necesito estar solo, para reflexionar.. Tú, Jonatán: quisiera hablarte todavía. (los otros salen. Saúl marcha a grandes pasos un rato, sin hablar) JONATAN Padre: no dispongo sino de pocos instantes. SAUL (estornuda) Baja esa cortina. (estornuda) Héme acatarrado, el otro día, en una gruta... En realidad, tú quizá la conoces; no está lejos de aquí... David el merodeador debe conocerla. JONATAN (más y más molesto por la insistencia de Saúl) Por favor, padre mío, apresurémosnos. Sólo esta noche nos separa de la lucha; es preciso prepararnos... o dormir. SAUL (sentencioso) Prepararnos, hijo mío. Esta noche toda mi alma se prepara. JONATAN Padre: prepararnos a actuar. De qué me queréis hablar? SAUL Ah! precisamente de eso, Jonatán. Cuando yo actuaba, no comprendía eso. Hay un tiempo de obrar, y un tiempo de arrepentirse de haber obrado. Hijo mío, comprénde que hay cosas más importantes para el alma que las victorias de un ejército... JONATAN Y cuándo habéis actuado tánto, padre mío? SAUL Yo sé; yo sé; sobre todo he deseado. Pero de eso también, hijo mío, el tiempo viene en que quisiera arrepentirme. (Jonatán cada vez más desolado se apresta a partir) Qué! Te vas? JONATAN Sí! El tiempo huye! Tengo que verlo todo... Padre, dentro de un instante regresaré. SAUL Jonatán! Jonatán! cuando mi corazón tiembla, me abandonas! No puedes quedarte a conversar un instante conmigo?... Hijo mío, yo soy más tierno que antes, te lo aseguro. JONATAN Helas! He aquí a Saki... Padre mío, dejádme. SAUL (a Jonatán y a Saki a la vez) Ah! dejádme vosotros! Estoy loco al buscar un apoyo en vosotros!... Saki, llévate ese vino. Haré mejor no bebiendo. Véte. Véte. (Saki se queda, inadvertido, en un rincón de la tienda. Jonatán sale) JONATAN (saliendo) Padre! cuando regrese, me seguiréis? SAUL Quizá. (llamándolo) Un instante, Jonatán! Jonatán, no te entristezcas. Dentro de un corto instante, regrésa: te seguiré... Pero déjame rezar un poco. ESCENA TERCERA (Saúl. Saki, inadvertido al principio. El Demonio, desde afuera) SAUL (que se cree solo) Ah! ah! reconcentrémonos. Qué soy yo? EL DEMONIO (desde afuera, oculto) Saúl! SAUL (yendo a la puerta) Jonatán! No. Estoy solo. Dios mío! qué soy yo ante vos... (mira) (se arrodilla) EL DEMONIO (oculto) Saúl! SAUL ... para que vos me abrumarais de deseos? Cuando busco dónde apoyarme, eso cede... No tengo nada de sólido en mí... (distraído) Lo que amo en él, ante todo, es su fuerza. La elasticidad de sus músculos es admirable! Le ví cuando descendía de la montaña; parece siempre listo a saltar... (como exaltado) Básta, labios míos! (se levanta) EL DEMONIO (quejumbrosamente) Saúl! SAUL Estoy distraído. EL DEMONIO Saúl! SAUL Hola! me llaman. (va hacia la puerta de la tienda) SAKI (queriendo impedirle abrir) No abráis, rey Saúl! SAUL Qué! Eres tú, Saki! Qué haces allí? SAKI Temo por vos. SAUL Me llamabas? SAKI No. SAUL Ah! es desde afuera. SAKI No! No abráis!... Todo está afuera... La noche está llena. EL DEMONIO Saúl! SAKI No acojáis... SAUL Oh! corazoncito cerrado! tu no oyes que me llaman? (Saúl sale con una antorcha) EL DEMONIO (cada vez más quejumbroso) Saúl! SAUL (se acerca - se inclina) Pequeño! Ah! cómo tiembla! Es de frío? (le toca) Pues si está completamente helado el pobre chico! Vén! tendremos más calor en mi tienda. Vámos! vén; yo te calentaré. (el demonio no se mueve) Oh! pero, sin embargo, no puedo llevarte, pequeño! (lo alza) (lo lleva) (Saki se va) Es que es terriblemente pesado! Saki se va. Menos estorbos...! Dejó el vino. Beberás. Uf! Vámos, acurrúcate en mi manto. (deja su carga) (se sienta) EL DEMONIO (enrollándose a medias en el manto) Está desgarrado. SAUL (sonriendo) Sí - de este lado ya David tomó un pedazo. EL DEMONIO (burlando) Ah! ah! ah! SAUL Qué? EL DEMONIO Nada. SAUL Muy cómico? EL DEMONIO Sí. Tengo sed. SAUL (tendiéndole la cántara) Bébe. Estás mejor? Aquí, contra mí. Ahora tranquilo: tengo mucho en qué pensar. JONATAN (desde afuera) Padre mío! SAUL (avergonzado) Vámos! Ah! Jonatán!... No entres... Escóndete! (al demonio) JONATAN Seguídme, padre mío. Veníd ya; es ya tiempo. SAUL (embarazado) Ya me levanto... Un instante tan sólo... Ve, ya te sigo (el demonio se deja ver; mira, sarcástico,a Jonatán) JONATAN Ah! qué es eso? SAUL Es un chiquillo que temblaba de frío, a quien he acogido bajo mi tienda. JONATAN (profundamente triste) Ah? SAUL (vergonzosamente) Si. JONATAN (más y más desesperado) Padre mío! Ahora... que se vaya! Veníd! SAUL (inmóvil y como imbécil) Si. JONATAN Oh padre mío! padre mío! es que no me amáis un poco más que a ese chico? SAUL (casi sollozando) Cállate, Jonatán!... Jonatán! Te suplico! Tú no sabes qué difícil es! JONATAN Difícil, qué? Pobre padre... qué torturado estáis! SAUL Jonatán... eres muy joven para comprender: siento que me torno muy sorprendente! Mi valor, mi importancia, reside en mi complicación. Escucha, te quiero contar secretos: crées que dormía la otra noche... en la gruta? JONATAN (fingiendo no comprender) La gruta? SAUL Si - tu sabes - Cuando David... JONATAN David? SAUL (irritándose) Si, David... organizaba contigo mi derrota... y cortaba el trozo de mi manto para enseñarte a traicionarme. Ah! ah! vuestra alianza es perfecta... Cuántos cuidados para mí! Le darás las gracias en mi nombre! Le agradecerás --díme-- Jonatán? (el demonio ríe) Le agradecerás de mi parte. El me crée harto caído! (oyese un toque de trompetas) JONATAN Ah! SAUL Ah! la señal! JONATAN Venid, padre mío! Ah! por piedad por vos! SAUL Lloras! Jonatán! Jonatán, hijo mío! Dime: comprendes, por lo menos, que yo sufro - que yo por hacerte llorar? Escúcha --aún-- éste proverbio --es mío--:(acompañándolo a la salida de la tienda, sentencioso:) Con qué se consolará el hombre de una caída... si no es con lo que lo ha hecho caer? (despidiéndolo) Ve! Párte! Huye aprisa!... A la gruta! Córre! yo me reuniré a ti en el instante. (oyense y vénse pasar grupos de soldados. Jonatán se aleja) ESCENA CUARTA (Saúl. El Demonio) SAUL (olvidado del demonio) Ah! Qué espero ahora para levantarme y obrar? Mi voluntad! mi voluntad! la llamo ahora como un marino abandonado le grita a la barca que huye a lo lejos y que ve desaparecer!... desaparecer... A todo lo envalentono contra mí. (se dá cuenta de la presencia del demonio, que bebe) Vámos! Déjame ahora! Adiós... Véte. Necesito descansar. (el demonio no se ha movido) EL DEMONIO Tu ya no reposarás, rey Saúl. SAUL Yo no reposaré! Oh! por qué me dices eso, pequeño? EL DEMONIO Porque yo no te abandonaré ya, rey Saúl. SAUL Nunca! EL DEMONIO Nunca jamás! SAUL Cómo? No me abandonarás? Y por qué? EL DEMONIO Porque tú me has cuidado. SAUL Cuidado...? Qué te he hecho yo, miserable? Sólo te tendí la punta de mi manto - tiritábas! EL DEMONIO Si. Pero me he recalentado enormemente. Tóca un poco. Siénte cómo está mi piel quemante! SAUL No! Déja. No quiero. Véte. Te lo ruego, tén piedad de mí, que la tuve de ti! EL DEMONIO Piedad! Oh! veámos, Saúl: no hay que decirme que, si me hiciste venir, ello no te placía a ti mismo... dí? tenerme en el pliegue de tu manto? Qué? Saúl Saúl! vamos! veámos! házme reir un poco, Saúl! estamos tristes. Te he hecho algún mal, dí? Por qué me odias? SAUL (que quiere asegurarse) Quiero rezar. EL DEMONIO (sin oir) Y luego... tu sabes... si quisieras tener piedad... yo no estoy solo; hay muchos otros, afuera. SAUL (a pesar suyo - engolosinado) Ah! Hay otros? Y dónde? EL DEMONIO Pues allá - tras de la puerta. (Saúl va hasta la puerta de la tienda y la levanta. Los demonios entran atropellándose) ESCENA QUINTA (Saúl y los Demonios) SAUL Oh qué numerosos son! Vámos! entrád! Temería --si a uno solo rehuse morada-- que ese fuera el más encantador o quizá el más mísero. (ciérrase la puerta. Un bordoneo confuso, incesante, reina ahora en la tienda. Los demonios se agitan) DEMONIO PRIMERO (a los otros) El rey dijo hace poco algo tan cómico!... (confusión. Habla al oído de los otros. Rien... Oyese un segundo toque de trompetas) SAUL Ah! ah! la noche se acaba... Apresurémosnos! (llega Jonatán) JONATAN (desde afuera) Padre mío! SAUL (salta hasta la entrada de la tienda y extiende su manto para velar la escena interior) No entres! JONATAN (desolado) Ah! venid! SAUL (urgiéndolo) Por el amor del Dios de David, húye, Jonatán! Córre aprisa! Ya te sigo! (Jonatán sale. Guerreros que suben más y más tumultuosamente a la escena. - Ruidos afuera - tumulto de los demonios en la tienda. - Va naciendo el día poco a poco. - Pero el interior de la tienda continúa en sombras, iluminado tan sólo por antorchas) SAUL (avanza por la rampa hacia los espectadores. Su voz domina todo el ruido) Yo quisiera, antes de partir, resumirme en pocas palabras. (aumenta el tumulto de los demonios.) Pero calláos, escandalosos! Bien véis que le hablo al público! (a los espectadores) Con qué se consolará el hombre... LOS DEMONIOS Pero si eso ya lo has dicho... Ya lo has dicho... Ah! ah! ah! (tumulto. El murmullo creciente de los demonios se obtiene con una música bien elegida). SAUL (vuelto hacia y contra los demonios) Y bien, qué? Veámos! Si queréis tomar mi puesto... tocádnos alguna música por lo menos, demostrád lo que sabéis hacer vosotros. (los demonios se paran en la cabeza. Tumulto organizado. Saúl mira, tolerante, gravemente) SAUL (con asco) Eso no es bello... LOS DEMONIOS Pero, Saúl, tu no nos enseñaste nada. SAUL Básta! Básta! (empujado, Saúl cae de rodillas; se aprovecha para decir:) Quiero rezar. (ruidos afuera) SAUL (retrocediendo un poco hacia la puerta, de rodillas, los empujones de los demonios lo arrinconan poco a poco) (En oración) Encontraré yo --fuera de en su satisfacción-- algún remedio a mi deseo? (retrocede aún más) Yo me resumo! Yo me resumo! (como loco) Ah! Pequeños! no me dejáis espacio suficiente... (más bajo) Estoy completamente suprimido. (nace el día. Se oye un tercer toque de trompeta. Saúl, semienderezado, arranca el cortinaje de la tienda. Los demonios desaparecen ante la oleada del día. La música cesó) ESCENA SEXTA (varios) SAUL (con voz muy alta, en el silencio) Es demasiado tarde! He aquí el día. (avanza, fuera de la tienda, hacia la izquierda, se arrodilla o se sienta a medias por tierra, las manos en la hierba) Ah! cómo me refresca ésta frescura!... Hé aquí la hora en que los pastores de cabras hacen salir sus rebaños de los establos. Hierbas hay bañadas de rocío... (ha entrado Joel con otros guerreros del ejército de David) JOEL (viendo a Saúl) Cómo! - Rezando... SAUL (absorto - sin verlos) Estoy tentado. UN GUERRERO (a los demás) Gentes de David, corréd! Advertid al rey que Saúl está aquí desarmado. Corréd!David no quiere que lo maten. (vánse. Quédase Joel) SAUL (siempre absorto) ... bañadas de rocío... JOEL (se acerca al rey, luego bruscamente se endereza tras él, con la mano levantada) SAUL Oh! Oh! Oh! esta es una tentación muy cobarde; viene a saltarme por detrás. (Joel lo hiere. Saúl cae. Joel le arranca la corona y va a llevársela a David, que llega escoltado por muchos otros. A una orden de David, se apoderan de Joel. - Conmoción. Completamente de día) DAVID Desdichado! Desdichado! Vámos! lleváos a ese hombre! Matádle y dádle a las bestias del campo su cadáver. Vergüenza para él, que alzó la mano contra el elegido de mi Señor! Hizo caer, con todo su peso, esta corona sobre mi cabeza. (se inclina hacia Saúl y toma la corona --que antes había hecho colocar cerca de Saúl-- y la posa sobre su cabeza) (Muy inclinado, y en voz muy baja) Yo no te detestaba, rey Saúl. (erguido) Y Jonatán también, decías? Desdichado! Desdichado! Que lo traigan acá. Que lo tiendan cerca de Saúl y que la muerte los reúna. Qué son esos gritos? esas lamentaciones, afuera? El dolor habita mi alma. (un cortejo trae el cuerpo de Jonatán) Montes de Gilboá!: que no hay ya sobre vosotros miel ni rocío! (se inclina hacia Jonatán) Hice lo que pude, Jonatán! Hice lo que pude, Jonatán, hermano mío!... (erguido) Ahora, vámosnos! que lleven al palacio los cuerpos de Saúl y del príncipe. Que los posen sobre una litera real. Que todo el pueblo forme cortejo. Que el pueblo acompañe mi dolor con sus sollozos y sus lamentos. Vosotros, músicos! que una música fúnebre resuéne. (salen en numeroso cortejo a los sónes de una marcha fúnebre) (Esta traducción fue publicada en EL TIEMPO, Bogotá, 22 IV 1945) AUTOR DESCONOCIDO CIERTO GENERAL BONAPARTE ESCENA I (el Criado - luego El Aprendiz) Al levantarse el telón, el Criado pone en orden los papeles esparcidos sobre la mesa-escritorio. Oyese fuera el grito de un reempajador de sillas. Suenan las 10 en una iglesia. EL CRIADO (solo) Nó! ese desorden en su escritorio! Si no estuviese yo por alinear todo eso, colocar los objetos por orden de tamaño... El Monitor... El Diario de los Debates... Sí, este es el de hoy. Con el de ayer hice fuego... Las cartas, en pila muy recta, en medio del vade. (llaman a la puerta) Alguien! Otra vez! Qué desfile! A ver! A ver! Ya voy! (sale y va a abrir la puerta del descansillo) VOZ DEL APRENDIZ Un encargo... de parte del óptico de la esquina de la calle Vieja-del-Temple. CRIADO Entrad. Qué es lo que tráeis? (entran) APRENDIZ Unas gafas con la fórmula y la cuenta. 3 francos céntimos. No es caro. Están montadas en carey. 75 CRIADO Os equivocáis, sin duda. APRENDIZ Yo? Por qué? CRIADO El señor no usa gafas... APRENDIZ Bien. Todo tiene su principio. No es éste el plaza Real? Nº 6, CRIADO Si. APRENDIZ La casa del señor Victor Hugo? CRIADO Si. Aquí es. El señor ha salido, al frente, donde el peluquero. Ordinariamente se afeita él mismo. Pero, tenía muy largos los cabellos, esta mañana... No me dejó dinero. APRENDIZ No es necesario. Mi patrón lo conoce. El señor Hugo pasará a pagar. Ya había venido yo el mes pasado a traerle unos anteojos de teatro. CRIADO Soy nuevo en la casa. No estoy aún al corriente... Conocéis al señor? APRENDIZ (orgulloso) Un poco! CRIADO Me podéis informar, quizá... APRENDIZ Con gusto. Y acerca de quién? CRIADO Del señor... APRENDIZ Bromista! (Picarón!) CRIADO Bien. Si. Qué hace él, precisamente? APRENDIZ (estupefacto) Qué es lo que hace? Quién? Victor Hugo? CRIADO Si. Su profesión. APRENDIZ Vámos! Es que os burláis de mí? CRIADO Yo no soy de aquí. Yo soy de Besançon. No hace sino ocho días que estoy en Paris... APRENDIZ No es una broma? No conoces el nombre de Victor Hugo? CRIADO Es imposible conocer a todo el mundo... APRENDIZ No te interesas por las letras? CRIADO Las letras? Las cartas? Si... Las pongo sobre su escritorio... y cuántas recibe! Es peor que un portero! Y lo que leo por encima me intriga mucho... APRENDIZ Cómo? Te atreves a leerlas? CRIADO Es preciso! El nombre... la dirección... APRENDIZ Ah!... si... CRIADO Y es de no comprender nada... Se le trata con todos los nombres. APRENDIZ Con todos los nombres? CRIADO Si. Ved. (toma varias cartas, al azar) Señor V. Hugo, hombre de letras... Señor Victor Hugo, autor dramático... Señor Hugo, de la Cámara de los Pares... Señor Victor Hugo, de la Academia Francesa...: Tratad de entender todo eso! ¿Qué es eso de la Academia Francesa? APRENDIZ ¡No es chico el melón! CRIADO Por qué me decís eso? El seór no vive como un burgés. Garrapatea parte de la noche. No recita el Bendito... Recibe autores sin barba... Frecuenta astrólogos... APRENDIZ Qué? CRIADO Perfectamente... un tal llamado señor El aguador me dijo que es un astrólogo. Aragó. APRENDIZ Un astrónomo! Eh! Flor de nabo! Aragó, que diablos! es alguien! Un sabio! Uno de los grandes mandones del Gobierno Provisional. CRIADO (desdeñoso) Bah! provisional un reemplazo! A mí, es el señor quien me interesa. ¿Cuál es su profesión, exacta? APRENDIZ Tu, zopenco, me tapas un hueco! Cómo se vé que apenas llegas de tu pueblo! CRIADO Besançon no es un pueblo. APRENDIZ Con todo, no debías ignorar en casa de quien tienes el honor de servir. Pero si el señor Hugo es un autor célebre! CRIADO De veras? APRENDIZ Un poeta casi nacional! CRIADO Un poeta? APRENDIZ Si. Tu no sabes qué es eso? CRIADO Si... ¿no es el que compone canciones? (faltan varias páginas) VICTOR HUGO ... dos van muy bien el uno con el otro. Se yuxtaponen y se completan. Mi obra lírica es social, puesta íntegramente al servicio de la causa de la humanidad, y enderezada a la felicidad del pueblo. Vos... sois vos la Poesía Pura. LAMARTINE Razón de más para venir hombro a hombro conmigo, conmigo que soy demócrata como vos. Desde que hago parte de la Asamblea, desde hace 16 años, mi programa jamás ha cambiado. En el curso de la última entrevista que tuve con Thiers, hace 4 años, yo le decía: A vos os sigue una parte del Parlamento; a mí, toda la Nación. Y he comprobado el 26 de febrero de este año, lo que anticipaba entonces... VICTOR HUGO Si. Habéis salvado el pabellón tricolor. LAMARTINE Sabéis qué reformas se imponen. Vuestro papel es ayudarnos, colaborar con nosotros. Nosotros somos misioneros, Hugo. Creédme. Yo tengo el instinto de las masas... VICTOR HUGO Desconfiad de la miltitud, Lamartine. La multitud es la eterna marea, con su flujo y su reflujo. Es ella ondeante, versátil y son temibles sus caprichos. No tiene corazón la multitud. Tiene apenas sentidos... LAMARTINE No me pesará mi esfuerzo, si sucumbo con la consciencia de haber cumplido con mi deber. Y voy a convenceros con vuestras propias armas. Hay en Los Rayos y las Sombras versos que quiero recordaros: Dios lo quiere: en los tiempos adversos cada uno medite y sirva cada uno. Baldón para quien diga a sus hermanos: yo torno a mi desierto. Baldón a aquel que tome sus sandalias cuando las cóleras y los escándalos atormenten al pueblo conturbado! Verguenza al pensador que se mutila y que --inútil cantor-- se desliza por las puertas de la ciudad. Renegáis de esos bellos versos? La carroza con la insignia tricolor está a vuestra puerta. Vamos, Hugo! Un buen impulso... VICTOR HUGO Concededme media hora. LAMARTINE Por qué? VICTOR HUGO Creéis en los aparecidos? LAMARTINE En política se debe creer siempre en ellos, para prevenirse de sorpresas... VICTOR HUGO Yo espero la visita de un fantasma. Leéd esta tarjeta. LAMARTINE Bonaparte? Qué quiere decir esto? La broma es de pésimo gusto... VICTOR HUGO De acuerdo, pero yo no soy el autor de la broma. Sentáos. Cuando se tiene imaginación --y me atrevo a decir que a los dos no nos falta!-- se puede hermosear la Historia. Es así como se crea la Leyenda. Y bien, antes de que el Northumberland pusiera la proa rumbo a Santa Elena ya se le había buscado un sustituto, un doble al gran cautivo de Inglaterra. LAMARTINE Es el equivalente al caso Naudorf, al caso de Luis XVII salvado de la prisión del Temple. VICTOR HUGO Exactamente. El día del Retorno de las Cenizas, el cortejo triunfal desfilaba por los Campos Elíseos. Un anciano de barbilla blanca apoyado contra un castaño contempla, llorando, el espectáculo. Un viejo veterano de la Guardia, conmovido también, claro está, creyendo ver un compañero de armas, se acerca a él y lo interpela: Qué? camarada? cuando se conoció, como nosotros, al calvito que hacía temblar a toda Europa, eso dá una emoción del demonio! A mi sobre todo, replicó el viejo: Yo asisto a mi apoteósis! El Emperador Napoleón soy yo! LAMARTINE Muy bonito! Puro romanticismo. VICTOR HUGO Yo no tomo en consideración esa fantasía. Napoleón está muerto, bien muerto. Entonces... desenmascaremos al impostor. Divirtámosnos en confundirlo entrambos. (llaman) Eh! Vamos! Debe ser él. LAMARTINE Recibidle primero vos, solo. Desearía revisar algunos papeles de mi cartera... Puedo pasar a la otra alcoba? VICTOR HUGO Claro que sí. LAMARTINE Llamádme cuando lo juzguéis oportuno. (abre la puerta) ESCENA VI (Victor Hugo - Lamartine - el Criado) EL CRIADO (misterioso) Señor... Es... VICTOR HUGO ¿Es él? EL CRIADO Si... LAMARTINE Bien. Os dejo VICTOR HUGO Si. Hazlo seguir, Remigio. (sale Lamartine) EL CRIADO El señor general Bonaparte! (desaparece y cierra la puerta) ESCENA VII (Victor Hugo - El General) El visitante tal como ha sido descrito. Se inclina ante el poeta, que se levanta, cortés, pero que, a la defensiva, no le extiende la mano. Un corto silencio GENERAL Señor Hugo... VICTOR HUGO (señalándole un asiento ante el escritorio) Sentáos, por favor. (se sientan - silencio embarazoso) Os escucho (silencio) No entendí claramente la tarjeta... (la muestra) GENERAL Vuestra sorpresa se concibe, caro maestro. Yo no soy un bromista de mal gusto. Y sería aún menos disculpable ya que os admiro sin reservas, que sois Par de Francia y Miembro de la Academia, y que vengo como solicitante. VICTOR HUGO Señor. Comprendo cada vez menos... GENERAL Yo soy Jerónimo Bonaparte, ex-rey de Westfalia y general de división. VICTOR HUGO (levantándose) El rey Jerónimo! GENERAL Hermano del Emperador! Desterrado desde el regreso de los Borbones, he vivido aparte de todo mientras perduraron los Reyes: retorno a Francia con la libertad. Yo no soy ya rey de Westfalia, pero sigo siendo general y me llamo por siempre Bonaparte. VICTOR HUGO (conmovido) Perdonadme... Pero no había pensado que fuérais vos... y no sé por el momento que título daros: señor? monseñor? majestad? o príncipe? o alteza? o general? GENERAL No aspiro sino a vuestra simpatía e imploro vuestra protección. VICTOR HUGO Y en qué puede ella seros útil? (se sientan) GENERAL La Providencia tiene sus ocultos designios y la Fortuna da extrañas vueltas. No fué Schopenhauer quien dijo "El destino baraja las cartas y nosotros somos los que jugamos"? Debemos ayudarle a la suerte... VICTOR HUGO (bajando la cabeza) Oh! Oh! Designios ocultos... Vueltas de la fortuna... El Destino. Nosotros somos los que jugamos... He ahí frases de doble sentido... Esta vez, temo comprender demasiado. GENERAL No! No! señor Victor Hugo. Yo no vengo como pretendiente. No soy ni digno ni capaz. Y, por lo demás, me siento muy viejo. Francia ha tenido dos reyes seniles: Luis XVIII y después Carlos X. Y son dos de más, no es así? Alimento una ambición más simple y que parte de un sentimiento piadoso. (Hugo lo mira) Si: mi ternura hacia mi hermano y mi culto por su memoria. Tengo el honor de solicitar de los poderes de la República un puesto para el cual tengo todos los títulos. VICTOR HUGO Y cuál es? GENERAL El de --no riáis!-- el de gobernador de los Inválidos. Velar sobre la tumba del Emperador, tal es el anhelo del menor de sus hermanos. VICTOR HUGO Yo os contestaré con una frase del Emperador. No hay que colocar al hombre en el puesto que a el le convenga sino buscar el hombre que le convenga al puesto. Y es indiscutible que vos le convenís. Pero el nombramiento no depende de mí. Yo no hago parte del gobierno. GENERAL Con una palabra de Victor Hugo... VICTOR HUGO Si... Si... Quizás (pausa) Mucho me conmueve, general, que hayáis venido espontáneamente a mí, aunque mis opiniones juveniles hubiesen sido legitimistas. Influencia materna, primera educación... Después viví y reflexioné. El pensamiento es el derecho de la vida. Mi razón mató --en duelo-- mi realismo. Muy temprana fué mi evolución. Desde 1827, en la Oda a la Columna... Siempre admiré al Emperador, con una admiración deslumbrada. Su genio militar, su espíritu de jefe y de organizador continúa siendo sin pares en la Historia. GENERAL "El hombre de Estado debe tener su corazón en la cabeza" VICTOR HUGO Si. Otro pensamiento suyo. Por lo demás, he escrito, en su gloria, un cierto número de poemas que algún día publicaré. He aquí lo que podemos hacer: no os oculto que en el Gobierno Provisional se me atiende... Lamartine es uno de mis amigos. También nuestro gran Aragó. Supongo que los Inválidos dependen del departamento de la guerra y no del del interior. Será entonces del resorte de Aragó. Pero Lamartine obtendrá lo que desée. Dirijámosnos a Lamartine. Si tuviéramos aquí una Hada con su varita mágica! No tendría ella sino decir: Lamartine! y Lamartine aparecería (y como Hugo ha levantado la voz, surge Lamartine) ESCENA VIII (Victor Hugo - Lamartine - El general Bonaparte) VICTOR HUGO General, tenéis ante vos al señor Alfonso de Lamartine, el poeta más grande de este siglo. LAMARTINE (rïendo) He aquí a Hugo que exagera! Nuestro poeta más grande sois vos, Hugo! VICTOR HUGO (riendo también) No exageréis vos tampoco! Pongamos, si lo queréis, que lo seamos ambos. LAMARTINE Y si no hay sino uno... VICTOR HUGO Pues lo seremos los dos! Ninguna competencia posible. Ni de Vigny ni de Musset tomarán parte en la votación! LAMARTINE Victor Hugo bromea siempre! VICTOR HUGO Lamartine nunca bromea! (texto incompleto) RENÉ THÉVENIN EL REINO DE OFIR (de LOS PAÍSES LEGENDARIOS ANTE LA CIENCIA) La primera mención de El Reino de Ofir encuéntrase en El Libro de los Reyes (I, 9, 26/8), donde se dice: El Rey Salomón construyó navíos en Etsjon-Géber, cerca de Eloth, en las costas del Mar Rojo, del país de Edom. E Hiram envió en esos navíos a sus propios servidores, marineros que conocían el mar, a reunirse con los servidores de Salomón. Fueron ellos a Ofir donde tomaron oro --cuatrocientos veinte talentos-que le trajeron a Salomón. La personalidad de Salomón no necesita ser comentada. En ese momento, después del año 1000, es decir hacia el año 960, está el rey en la cúspide de su poderío: extiende su dominio desde el Eufrates hasta Egipto, ya terminó la reconstrucción del templo de Jerusalén y todavía no ha sido visitado por la reina de Saba. También se sabe quien es Hiram, rey de Tiro. No hay que confundirlo con su homónimo, contemporáneo y compatriota, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un varón de Tiro que trabajaba el bronce. Los marineros conocedores del mar son los tan mencionados Fenicios que si llegados tardíamente al teatro marítimo bien pronto van a asumir brillante superioridad. Mientras que sus competidores los Egipcios y Griegos y Judíos insisten en no aventurarse sino hasta corta distancia de las costas los Fenicios más osados atrévense por fuera de los límites del mundo conocido, hasta océanos fabulosos cuya existencia ni se aceptaba por todos. El renombre de Salomón ya llegó hasta los oídos de la reina de Saba; la hermosa morena no descansará, no tendrá paz ni reposo, si no ve a Salomón, a ese personaje de prodigio, si no le dice todo lo tiene en su corazón. Pónese en camino hacia Jerusalén, con un séquito muy numeroso, y con camellos portadores de perfumes, oro en muy grande cantidad y piedras preciosas. No debe causar asombro el que todo el mundo no esté absolutamente de acuerdo acerca de la situación exacta del reino de Saba; algunos llegan hasta situarlo en Etiopía; es generalmente aceptado que las ruinas de su capital se encuentran hoy en el extremo sud-occidental de la Arabia (en Mareb) al este del Yemen y al norte de Hadramaut, cuya costa era accesible a las caravanas; de allí era fácil atravesar el Mar Rojo en su parte más angosta y llegar a Africa. Lo que no era necesario para obtener los perfumes, mirra, incienso, bálsamo, cinamomo, ofrecidos como presentes a Salomón, ya que la región produce las plantas que los suministran. La reputación de los perfumes de Arabia no es de ayer. Quizá el almizcle de mofeta procedía no obstante de la Abisinia, siempre la mejor productora, aunque el animalejo que secreta esa substancia existe en Asia también. No era extraído el oro del suelo de la región. Pero, a más de su importación por medio de navíos, los Sabeos lo recibían en gran parte de mercaderes extranjeros amantes de suaves perfumes, y todos los autores de la antigüedad presentan a los Sabeos como el pueblo más rico de todo el Oriente. Y las piedras preciosas? El término es vago. De qué pedrería preciosa se trata? Cuando el texto bíblico añade (Reyes, I, X, 11/2): los navíos de Hiram que trajeron oro aportaron también piedras preciosas, no informa mucho acerca de la situación geográfica de la región si no agregase a su cargamento madera de sándalo. La palabra es de origen árabe, pero designa diversas esencias vegetales que, fuera de la Oceanía, pertenecen también a la región índica, lo que nos aleja súbitamente de las riberas que habíamos costeado hasta el momento. Jamás, continúa el versículo, vino tánta madera de sándalo, ni se ha visto tánta después. Sería Ofir, entonces, un puerto o una región de la península indostana?No tiene nada de inverosímil la hipótesis, si se ha demostrado que los Fenicios osaron un día perder de vista las costas y cruzar el mar de Omán. Sitúase generalmente la antigua ciudad de Abira en la desembocadura del Indo. Y la Oceanía o por lo menos la Insulindia no estaban fuera de su ruta, porque hánse encontrado testimonios de su paso, en forma de inscripciones, viejas ya de cuatro mil años. Por qué buscar más lejos? Abira, Ofir..., no son nombres que se confunden? Si no fuera porque en los navíos de Hiram, a más de oro y piedras preciosas y perfumes y de marfil, trajeron también plata, simios y pavos. No proceden de Arabia ni marfil, ni simios ni pavos. Lo que confirma la certidumbre de vamos en buen camino hacia las Indias. Los simios son allí comunes. Los elefantes... ya se sabe. Y los pavos son, incontestablemente, huéspedes del Indostán. Pero, si la palabra hebrea Zukijim (los pavos) ha sido leída y transcrita erradamente en lugar de Sukijim, que significa esclavos... Habría que volver al Africa... Para calmar nuestra desilusión, aprovechemos el ocio de la travesía para divertirnos un poco y escuchar a los fantasistas: el maestro del género es un linguista --o pseudo-- que resuelve el problema con la más elegante facilidad: El Ofir, dice, es la costa americana, en la vertiente del Pacífico, ni más ni menos! Porque no es sino invertir el orden de las sílabas que componen el nombre Ophir: y se tiene Phiro. Y Firo o Phiro no es exactamente lo mismo que Perú? Ofir es el Perú. El Perú, es Ofir. Para qué ir a buscar más lejos la verdad?. RENÉ THÉVENIN EL PARAÍSO TERRESTRE Y LAS ISLAS AFORTUNADAS (de LOS PAÍSES LEGENDARIOS) Destino de la Edad Media fué olvidar la antigüedad y su herencia científica. Largas centurias de miseria bajo la opresión bárbara, necesidad de encontrar en sí mismo el refugio que la vida material no podía suministrarles, habían desviado los espíritus de la ruta natural que seguían antes de la prueba. Privados del recurso de la rebúsqueda positiva, se extraviaban en la especulación metafísica, único medio, por otra parte, que les permitía escapar, sublimándose, del abismo en que el exceso de desdichas habíalos sumergido. Separados de la realidad, no les quedaba, para ejercitar una actividad tánto más impaciente por ser contenida, que correr tras las quimeras. Por una singular fortuna, esta engañosa persecución debía conducirlos no obstante --sólo que con un pequeño retraso-- a las metas que hubieran logrado por otro camino. Hermetistas que descubrían la química, nigromantes que descubrían la cirugía, magos que descubrían la astronomía, llegaron a restablecer las leyes del universo, al tratar de libertarse de ellas.Y a fuerza de buscar mundos imaginarios bajo cielos inexistentes, los soñadores que se iban, tropezando, a la aventura, terminaban por caer --un bello día-sin haberlo hecho adrede, en un mundo real. En esta búsqueda a ciegas, los vagos recuerdos de las edades del paganismo se confundían, fácilmente, con las enseñanzas de la religión. Esta, en todas las circunstancias, recordaba las delicias del Paraíso terrenal, certificaba su existencia, sin insistir más de lo conveniente en precisar su posición geográfica. Sin duda, el edénico jardín estaba guardado por un arcángel armado con una espada flamígera y no se podía penetrar en él. ¿Pero era realmente imposible acercarse a distancia visual aunque no fuera sino para avivar, en el penitente sincero, el arrepentimiento eterno por la falta de Adán? No se carecía de nociones acerca de su posible ubicación. Muchos viajeros habían vagado por sus parajes, no sólo antaño, en los tiempos heróicos de los santos o de los caballeros andantes, sino en los días actuales. Y los mas escrupulosos historiadores hablaban familiarmente de él, como de una verdad evidente por si misma. Es así como, al iniciarse el siglo XIV, escribía el honesto señor de Joinville: Nos conviene en primer término hablar del río que viene por Egipto y del Paraíso terrenal... Antes de que el río entre a Egipto, las gentes a ello acostumbradas lanzan sus redes extendidas en el río, por la noche, y cuando tornan a la madrugada encuentran en sus redes ese haber de peso que se trae a esa tierra, es a saber: jengibre, ruibarbo, madera de alóe y canela. Y se dice que esas cosas vienen del Paraíso terrenal, que el viento abate los árboles del Paraíso... Y, revelando uno de esos hechos de experiencia exacta oculta bajo la ilusión ingenua a que hacíamos referencia poco ha el dulce coronista precisa este encantador detalle milagroso, debido --como se sabe-al empleo muy popular de las alcarrazas: El agua del río es de tal naturaleza que cuando la suspendemos de las cuerdas de nuestras todas --en esas blancas vacijas de barro hechas en la región-- se pone (en el calor del mediodía) tan fría como agua de manantial. Un testimonio tan impresionante no puede menos que invitar a llevar más lejos la investigación. Se sabe que no es cosa fácil. El mismo Sultán de Babilonia no pudo llevarla a término. En un momento dado el río es obstruído por un gigantesco muro vertical al que nadie tiene poder de subir. Y lo que se entrevé más allá no es muy tranquilizador. Porque los Mensajes del Sultán decían que habían encontrado maravilla de diversas bestias salvajes y de diversas clases: leones, serpientes, olifantes, que venían a mirarlos desde las orillas --de lo alto-cuando iban aguas arriba. De todos modos si el acceso al Paraíso es dificultoso, se sabe aproximadamente donde está, lo que ya es algo. El reino de Egipto, al que sirve de prolongación, no es un país imaginario. Se tienen de él numerosas descripciones. Han estado en él viajeros contemporáneos que vieron allí unicornios y otros animalejos así de sorprendentes. Se pusieron en relación con los árabes, casi los únicos herederos de la ciencia antigua, a la que agregaron su propia ciencia, lo que vino a dar resultados maravillosos. En lo referente al Paraíso no hay que fiarse mucho en esos descreídos. Pero ellos leyeron a los historiadores y geógrafos clásicos. Saben que hay por allá regiones en las que hombres sin cabeza no tienen sino un ojo en mitad del pecho, otros tienen largas colas y otros, enanos, guerrean con el pueblo de las Gruyas, y en las que hay hormigas del tamaño de una zorra. A la suma de conocimientos que ya poseía Aristóteles y que todavía hoy nos maravillan (no menciona él Taprobana, que es Ceylán, y Febol, que es Madagascar?) agregan ellos lo que aprendieron de los países de las Mil y Una Noches, de los cuales no todo lo que se dice es fabuloso. Porque, cuando ellos evocan el formidable Pájaro Roc --por ejemplo-- capaz de llevarse un elefante en sus garras, no inventan por gusto el monstruo. Sino que estiman su talla por la de sus huevos, esos huevos, --en realidad de Epiornis fósiles-- que vieran en las islas Mascareignes y que, por su volúmen, son al huevo del avestruz lo que el huevo del avestruz al del gorrión. Sin embargo el Paraíso de que se trata, para todo el mundo no está situado más allá del Africa desconocida. La opinión general hasta lo situaba donde situará la ciencia oficial en nuestros días la cuna de la humanidad: en Asia, entre los valles del Tigris y del Eufrates. En el mismo tiempo otros autores igualmente documentados, aportan las mejores pruebas de que se le encuentra en el extremo oeste. Como conciliar tales contradicciones? Es menos difícil de lo que se supone. Aún en los tiempos del realismo clásico, la orientación geográfica deja mucho qué desear. Como la tierra es una superficie plana se ubican como se puede esos países cuyo sólo nombre se ha oído y se les clasifica donde están como objetos en un archivador sin mayor preocupación por sus respectivas situaciones. Las islas, sobre todo, derivan con notable facilidad por el océano circular y se encuentran con un mismo nombre en todas las latitudes indiferentemente. Uno de los mapas (cartas geográficas) mejores y más expresivos de esas épocas, el del geógrafo árabe Al-Edirsi, sitúa a Marruecos en la latitud de Mongolia, alarga el sur de Africa para colocarlo en frente de las Indias, alinea a Borneo con los montes orales y en dificultades --sin duda-- por todas las determinaciones discordantes de las islas atlánticas, las enfila anónimamente, en rosario irregular, del Norte al Oeste del océano. Se habla mucho de esas islas. Además como se sabe que no se matan como se quiere las viejas supersticiones y que, a pesar de las voces oídas, el gran Pan no ha muerto, se anexa el Dogma en provecho suyo a antiguas tradiciones, edifica capillas sobre las ruinas de los templos, da a sus santos poderes de que despoja a las hadas o a las ninfas, substituye los milagros a los prodigios, ofrece al Dios único el cetro de los dioses derribados. Cuando, finalmente, la antigua creencia es muy notoria y cuando el renombre de sus divulgadores permanece vivo, hace de estos profetas iluminados por el don de la verdad y la clarividencia, en medio de las tinieblas y los errores del mundo pagano. Ahora, varios de esos profetas oyeron hablar del Paraíso, recogieron los ecos y percibieron los rumores. Determinaron su posición --más o menos--; ensayaron --más o menos-- describirlos, con los falsos nombres que se les atribuyera: Campos Elíseos, Jardines encantados, Tierras de dichosa fortuna, Islas afortunadas, Hesperias y tantos otros. Rigurosamente, si no han probado que tales países sean el Edén bíblico, por lo menos se trata seguramente de bienaventuradas y ortodoxas residencias tierras santas de repromisión accesibles a los justos en circunstancias excepcionales, como lo comprobaron diversos hechos históricos y, entre otros, la milagrosa aventura de San Brandan. Cuando una pregunta es difícil de contestar, es cómodo simplificarla suprimiéndola. Con el pretexto de que no ha existido santo alguno llamado San Brandan --lo que parece exacto-- se ha negado la realidad de los viajes efectuados en el siglo VI por un monje irlandés llamado Brennan o Brennain y se ha afirmado que la tierra en que desembarcó no era sino el reflejo de una isla por nubes especulares. No obstante, la relación de su primer viaje dá --por lo menos-- al lado de detalles maravillosos, precisiones geográficas en manera alguna nebulosas. El hecho de que no se tenga de esa relación sino una transcripción latina --de tres siglos después-- no destruye ni infirma en mucho su valor documental. En el caso peor se trataría de un relato del siglo IX, relato que corresponde a un acontecimiento marítimo importante, cuya autenticidad no podría ser puesta en duda, hoy, sin ánimo predispuesto. Brennain Mac Finnlonga, fundador de la Abadía de Cluainfert, inspirado por el cielo, se embarcó un día, con algunos de sus monjes, los más atrevidos, y se hizo a la vela rumbo al Norte. Al cabo de cierto tiempo de navegación a través de brumas cada día más frías, la tripulación topó con aguas casi congeladas, en que no penetraban los remos sino muy trabajosamente. Y poco tiempo después --en una corta noche de luna-- se produjo el milagro. Apareció una iglesia flotante: parecía hecha de cristal, con arcadas translúcidas en las que jugueteaban luares de arco-iris. Sus cimientos desaparecían en las glaucas profundidades marinas. El santo –dejémosle su aureola-- midió uno de sus costados y contó mil ochocientos codos. Mientras los monjes la contemplaban, la prodigiosa Catedral --o, si se prefiere, el Ice-berg-- continuó a la deriva y terminó por esfumarse en el horizonte. Nada, hasta aquí, como para ofuscar nuestra confianza. Reconozcamos, eso sí, que el episodio siguiente, es un poco menos digerible. Los tripulantes llegaron frente a un islote. Pusieron la planta en él y prendieron fuego. Pero, sin duda por causa de la hoguera, he aquí que el islote tiembla, se agita, húndese y emprende viaje... Admitamos que el monje transcriptor descendía de un abuelo nacido en la región emplazamiento de la futura Tarascón, y no insistamos. El resto del documento vuelve a ser serio. Durante semanas, los navegantes sólo encontraron escollos que, desde lejos, parecían cubiertos de nieve. Pero, cuando se acercaban, la nieve tomaba vida y volaba en forma de millones de aves, de gritos discordantes. Además, vieron vagar en torno suyo enormes peces más grandes que su navío y cuyo resoplar les metía espanto. Sin embargo, prosiguieron, sostenidos por su fé. Será su fé premiada? Llegarán, al fin, al Paraíso? Nada parecía prometerles tal recompensa a sus penas, porque el mar se tornaba cada vez más fosco y el sol cada vez más raro. Finalmente, un día la tierra está a la vista. Pero, lejos de ser el Paraíso se diría ser el Infierno. Tierra en que el suelo no está cubierto de hielo sino calcinado, formado por lava en fusión. De la cima de una doble cordillera nevada surgen llamas rugientes y densas humaredas. Y el Diablo en persona debe de estar emboscado en sus parajes, porque a la vista del estandarte porta cruz que enarbolan los monjes aterrados, hace llover sobre ellos un diluvio de escorias ardientes. Terminan presurosos su vuelta a la isla, que yergue por doquier un muro vertical inaccesible, color de carbón. No es dudoso que los detalles que así resumimos, comprendido entre ellos --como parte de la tartarinada el encuentro con algún gigantesco cetáceo polar--, concuerden en probar que San Brandan avanzó mucho por los Mares del Norte, muy más allá del círculo ártico, hasta el 72º o 73º y que casi seguramente descubrió la isla de Jan Mayen en el momento preciso de una erupción. La descripción que dejó corresponde a la realidad. Nuestras fotografías del Beerenberg y del muro, confirma Jean Charcot, tomadas antes de conocer el documento, parecen hechas para ilustrar el relato del monje. Pero llegar al pórtico del Infierno cuando se busca el Paraíso, es poco edificante de parte de un hombre santo. Le hacía falta el desquite. Viajó en realidad o se le atribuyó un segundo viaje, esta vez imaginario, en dirección de esa Insula Deliciosa, de la que ya había hablado el monje Berinte y que habitaba una pía cofradía? Difícil decidirse. Que el vagabundo abad emprendiera un nuevo crucero, parece muy probable, a juzgar por los detalles dados de su embarcación, que parece muy bien inspirada en el kayak o mejor en el gran uniak esquimal, difícilmente inventados por un profano. Pero, a bordo de esa nao y con diez y siete compañeros, si llegaría hasta esa gran isla pavimentada de piedras preciosas, de árboles cargados de frutos de oro e iluminada por un sol que las nubes no logran obscurecer? Los comentaristas, los menos desconfiados, piensan que Brandan llegó a alguna isla de las Canarias o de Madera. Nada permite negar o confirmar tales suposiciones. Poco a poco, sin embargo, las Islas Afortunadas tomaron cuerpo y, de año en año, de siglo en siglo, los navegantes que osaban aventurarse fuera de la vista de las costas o aquellos a quienes un temporal arrastrara, tornaban portadores de historias maravillosas que concordaban, más o menos estrechamente con los antiguos textos, y que entonces se hacía por conocerlos mejor cada vez. Nos quedan muchos nombres de esas islas lontanas: Antilia, Brasil (que figura en todos los mapas y con todas las grafías: Brazylle, Brazir, o Brasile). Nombres transmitidos a tierras reales, descubiertas más tarde, y no relacionadas con aquellas que se creía identificar. Otros nombres naufragaron en la nada, se evaporaron como puros espejismos que eran:Satanaxio, Cholumbi, la Salvaje... Otras quizá existieron, luego encontradas pero no reconocidas: Stocafixa por ejemplo, que corresponde a Stocfish, que designa el bacalao, perseguido desde épocas inmemoriales y hasta los extremos lindes occidentales por los Bascos, que parece que descubrieron, desde el siglo VII, a Terra -Nova y (texto incompleto) JEAN CASSOU LA LITERATURA HISPANO AMERICANA EN EUROPA - MITOLOGÍA AMERICANA Hé aquí dos libros que hubiese amado D.H. Lawrence: Leyendas de Guatemala (1) y Cantos Negros de Cuba (2), ambos traducidos por Francis de Miomandre, cuya curiosidad por todo lo extranjero es conocida, por todo lo extranjero y a la vez alado y profundo. El primero de estos dos libros de poemas, poemas míticos, venidos del fondo de las tierras y de las edades, y transcritos, si no tornados a crear por dos poetas auténticos, es del guatemalteco Miguel Angel Asturias, cuya singular figura física denuncia principescos orígenes mayas. El segundo, de una muchacha, Lydia Cabrera, --y se sabe, por las novelas de Larbaud, o por la lectura de las deliciosas Memorias de Teresa de la Parra, de qué modo las muchachas hispano-americanas pueden ser exquisitas, y de qué paraísos preciosos, odorantes, inocentes y azucarados, suelen ser nunciatrices. Lydia Cabrera ha sido educada en los secretos que guardan entre sí los pobres negros de Cuba. Le ha sido dado oír las maravillas de su folk-lore y de ser partícipe de su gusto frenético por la música y la danza. Y, a través de los informes que nos suministra, se adivina toda la miseria y toda la resignación de la existencia de esas gentes. Una amargura se desliza por entre esas historias ingenuas y que parece que no quisieran decir nada: amargura que aparece en el cuento del tiránico Toro, que canta: Yo, yo, yo... O en aquel de la tortuga Hicotea en quien despierta la ambición de la tierra. Y, en suma, en la profunda inmoralidad de esas historias, en su ausencia total de intención didáctica, en su ignorancia de la distinción del bien y del mal. Una extraordinaria facultad de olvido, una pueril indiferencia, hacen que el lector, en el curso de su ruta, deje caer su reivindicación y descuide su venganza. El más sagaz es quien gana, al azar de la historia. La razón y la justicia se desbaratan en la noche. El tema del buen salvaje, nacido en esas regiones y que, desde Montaigne y el Padre Las Casas, hasta Bernardin de Saint-Pierre y Rousseau, ha ayudado al nacimiento del espíritu moderno, toma un distinto aspecto, pierde su enternecido didactismo. Ya no creemos en que el hombre sea naturalmente bueno y en que nos sea preciso retornar al estado de la naturaleza. Pero necesitamos, para mejor comprendernos a nosotros mismos y tomar consciencia de todos nuestros recursos profundos, sentirnos perpetuamente acompañados por la presencia de las razas desdichadas, mal comprendidas, mal amadas. Nos importa buscar el significado de sus ritmos, de sus creencias, de los medios obscuros con los cuales se aseguran un primer contacto con el mundo, una primera conquista de los elementos, del destino, de la salud. Conocemos mal la América, su literatura y su alma. Las traducciones escogidas sin discernimiento, han desviado de ella la atención pública; también es preciso agregar que, muy rápidamente y fácilmente europeizada, cierta literatura americana no nos deja tomar en serio la cultura intelectual de esas regiones de tan rico porvenir. Pero la verdadera cultura americana, la poesía, el lirismo original y profundo de la América se manifiestan, en la actualidad, en esos libros en que la lengua española se colora con languideces negras o con violencias indias. Que después de los Cuentos de Cuba, no se deje de leer las Leyendas guatemaltecas de Asturias: se será deslumbrado con esa reversión prodigiosa de imágenes, de metáforas, de extrañezas que no se asemejan a nada, y que nos llevan totalmente a lo desacostumbrado. Es una verdadera embriaguez, de la que se declara encantado Valéry en su carta -prefacio. El hombre aparece mezclado a los elementos; estamos aún en el reino de lo indistinto, el pájaro es todavía un poco árbol y el árbol un poco tigre, y las metamorfosis se experimentan realmente. Hay que estar agradecido de Miomandre, que fué, un día, el poeta de la samsara universal, por habernos revelado esos poemas míticos, repletos de universo, esa fábulas emocionantes, esos bellos tejidos, magníficos y sombríos. 2 V 1936 (1) Ed. des Cahiers du Sud (2) Ed. Gallimard H. SULBLÉ De LA HISTORIA SUCINTA DEL CHARLATANISMO HASTA EL SIGLO XVII Un curioso escrito del siglo XVII, El Charlatán desenmascarado, impreso en Toulouse en 1687, pretende situar en el Paraíso terrenal al primer charlatán en figura de... la serpiente que tentó a Adán y Eva, y encuentra en este ilustre antecesor todos los rasgos de semejanza reproducidos en su descendencia: el disfraz que oculta su verdadera personalidad, su ubicación en el Arbol de la Ciencia, imitada por los charlatanes que se suben a un tinglado a espetar sus arengas y, finalmente y sobretodo, sus discursos que prometen toda clase de bienes terrenos y de adehala la eternidad con la única condición de comer de la manzana: una como esas manzanas de olor con que los charlatanes entretienen a las mujeres y a los cándidos. Sin llegar hasta tan lejos, y con mayor verosimilitud, se puede afirmar que el charlatán dejó sus huellas en toda la historia médica de los pueblos. En la Antigüedad no se ocupaban de la farmacéutica únicamente los médicos... Los patriarcas, los profetas, los príncipes y los reyes eran muy versados en esa ciencia. En las épocas de Abraham y de Jacob circulaban mercaderes israelitas, verdaderos boticarios ambulantes que interrogaban a los enfermos acerca de lo que sentían y les vendían perfumes, gomas, ámbar, bálsamos y mirra. Hipócrates ya se quejaba de esa plaga de la medicina y nos habla de esas gentes que practican la medicina sin razón, sin experiencia y sin probidad. El geógrafo Estrabón parla de los charlatanes de las Galias: eran hombres que vivían en comunidad, como los gitanos; los acompañaba siempre un asno llamado La Fortuna y hacían mil trucos de juglaría. Se les denominaba Agyrtes porque reunían al pueblo en torno suyo, pedían limosna y paseaban un ídolo de Cibeles al són de tamboriles. Un poeta del siglo XIII, Rutebeuf, se divierte poniendo en verso una arenga charlatanesca, lo que prueba que la plaga infestaba la Edad Media. Lejos de hallar en príncipes y señores un obstáculo a su comercio, los charlatanes fueron siempre sus protegidos, y los mismos reyes --poco preocupados por apoyar las facultades que habían creado-sostenían, pagaban, recompensaban generosamente a los más audaces mixtificadores, a los poseedores de las recetas y fórmulas más extraordinarias, a los vendedores de orvietán que siempre encontraron en la Corte y cerca de los grandes, el crédito y la confianza que el pueblo no les concedía siempre tan aprisa. En el año 1292 había en Paris treinta y ocho personas --hombres y mujeres-- que ejercían ilegalmente la medicina sin haber hecho estudios. En 1332 la Facultad conocía veinticinco de esos individuos e inició contra ellos y sus semejantes una guerra encarnizada, en el curso de la que no siempre llevó la Facultad la mejor parte. Henri de Mondonville, cirujano de Felipe el Bello, protestó con suma energía contra los charlatanes, brujos, adivinos, alquimistas, cortesanos, viejas, Judíos conversos, Sarracenos, etc, que, habiendo malbaratado todos sus bienes, cubren con el manto de la medicina su miseria y su perfidia engañosa. Guy de Chauliac, médico famoso de Montpellier en 1363, se queja de la debilidad de los gobiernos que dejan el ejercicio del arte de la medicina en manos de gendarmes o caballeros teutones u otros guerreros, los que, por medio de sortilegios y bebedizos, aceites, lana y hojas de col curan todas las llagas, basándose en que Dios concedió tal virtud curatoria a las palabras, las hierbas y las piedras. No obstante, de tarde en tarde, los reyes y emperadores ensayaron contener el progreso del charlatanismo por medio de decretos y de leyes que prohibían el ejercicio de la medicina a quien no tuviera la aprobación de los médicos y de las Facultades. El ejercicio de la medicina y de la cirugía no suministraban a los charlatanes recursos suficientes, de manera que estos le agregaban siempre la venta de medicamentos. El Puente Nuevo, en Paris, fué durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVIII, el teatro de ese negocio ilícito. Era allí donde se instalaba una mesa cubierta con un tapiz abigarrado, en torno de la que se amontonaba la muchedumbre, atraída por las arengas, los trucos sabios, las peroraciones, a favor de las cuales el charlatán vendía por pocos centavos verdaderos medicamentos con los nombres de bálsamos, ungüentos, emplastos y aceites. Tabarin, que ejerció este productivo oficio en el siglo XVI, ha quedado como el tipo por excelencia de esta especie de charlatanes; su aturdidora verbosidad y sus bufonadas lo hicieron célebre (mucho más que sus bálsamos soberanos contra la jaqueca y los vértigos o su electuario contra el dolor de muelas. Más peligrosos que Tabarín y sus pares --para los médicos y los enfermos-- son los llamados por Sonnet de Courval alquimistas, espagíricos, iatromagos, destiladores de oro potable, maestros del elixir de la gran obra y paracelsistas. Este último epíteto, que tan frecuentemente se encuentra en todas las sátiras escritas contra los charlatanes, se explica por la ostentación que ellos hacían de las teorías del famoso médico del siglo XVI, Paracelso. Este había sido el jefe de una escuela que introdujo en terapéutica los remedios minerales, cuando aún no se conocían en farmacia sino substancias de origen vegetal. Este fue el punto de partida de la medicina química y espagírica. Paracelso fue tratado de charlatán por sus contemporáneos a causa de su creencia en las virtudes de la magia y de la alquimia. En efecto, Paracelso no excluía de la ciencia médica lo sobrenatural, y les pedía recetas a los barberos, comadronas, magos, astrólogos, como a los médicos más sabios. Las doctrinas de Paracelso tuvieron numerosos adeptos; sus discípulos extremaron su admiración hasta el fanatismo y le atribuyeron el conocimiento del secreto de prolongar la vida humana. De su curiosa mezcla de ciencia verdadera y de superstición, los charlatanes no retuvieron sino este hecho: Paracelso quemó, en 1527, los libros de medicina de su tiempo, y declaró que únicamente eran útiles las fórmulas de los hechiceros. Qué mejor apoyo para los charlatanes que el ejemplo del médico más célebre del Renacimiento? Apoderáronse de sus teorías --que constituyeron su único bagaje-- y las explotaron con una audacia que no tuvo par sino en la candidez y en la credulidad entonces dominante, porque si los sentimientos religiosos alcanzaron del siglo XVI al XVII su mayor brillo, la brujería y las prácticas diabólicas, la magia, negra o blanca, eran aceptadas no sólo por el pueblo, sino también por los más poderosos cerebros, ya que el mismo Bossuet creía firmemente en los maleficios de los brujos y sobretodo en los de las brujas. Las brujas, por lo demás, unían todas a sus sortilegios la práctica de la medicina y la farmacia. Al lado de los brujos y de los magos, los alquimistas buscaban la piedra filosofal cuyo contacto debía convertir los otros metales en oro, o buscaban el medio de hacer líquido el oro, en frío, para obtener una panacea universal cuyo empleo restituiría la salud y la fuerza, daría robustez a los ancianos, quitaría la palidez a las doncellas y curaría la peste y todas las enfermedades. Cómo no se iba a desarrollar la charlatanería en un medio tan bien preparado para aceptar las supersticiones más descabelladas? LUCIEN WILTER PARIS IMPREVISTO A menudo me he preguntado en qué consiste el encanto de Paris, ese encanto que atrae y aprehende tan profundamente, y que, en la memoria de todos aquellos que pasaran, aunque no fuera sino algunos días, entre Neully y Vincennes, Clichy y Montmartre, deja un recuerdo semejante al de un gran amor: algo hecho para no borrarse jamás. Para no hablar sino de las capitales, se sabe de más vastas, de más sublimemente antiguas, también de más modernas, de más cuidadosas de su presentación como de más sucias, de más lujosas, hasta en el triunfante mal gusto, de más disciplinadas como de más caprichosas, de más hipertensas y de más dulcemente adormecidas, casi muertas. Pero, mirándolas bien a todas, se advierte pronto que en ellas se impone siempre un rasgo dominante que le da un carácter excesivo que no se acomoda a todos los temperamentos. La aclimatación es, por esto, difícil y larga cuando no imposible. Por el contrario, Paris aparece como un elemento urbano completo. Conviene a todas las naturalezas y cada visitante desde su arribo se encuentra cómodo y como en su casa. En efecto, todo lo que una ciudad puede ofrecer de esencial ha sido, por así decirlo, cultivado allí, en el transcurso de las edades, y en medidas iguales.. Sin detención, y esto es de extrema importancia sin un instante de ausencia de vida, la Historia ha mezclado y remezclado armoniosamente esta ciudad que tuvo la fortuna de no sufrir jamás un máximo desastre y ha sabido crecer regularmente y sin sacudidas, destruirse ella misma según sus necesidades y recrearse perpetuamente, anexarse sus satélites y llenar sus vacíos, todo ello con tanta sana independencia como instinto conservador. Allí está el milagro. Paris es una ciudad de substancia ricamente nutrida que se ha renovado constantemente, que no sintió nunca la necesidad de conservar todos los testimonios de sus especuladores sucesivos ni de especializarse intensamente para afirmar su presencia en el mundo. Qué de sorprendente, entonces, que la bibliografía de Paris sea sin duda la más numerosa de cuantas una ciudad haya podido engendrar, para su propia consideración y para su propia gloria? Cada acontecimiento de Paris encontró su historiador, cada episodio sus memorialistas, cada suceso efímero sus cronistas, cada anécdota, aún la mínima, sus narradores, cada documento sus archiveros, cada evolución sus exégetas, cada cambio sus críticos, cada aspecto sus pintores, cada celebridad, hasta la ínfima, sus biógrafos, cada época sus cantores, cada momento, hasta el más breve, sus poetas, y el conjunto de las obras así reunidas sus compiladores incesantes. Sin embargo, yo sé y lo sabemos todos, que se está lejos de haberse dicho todo acerca de este enciclopédico y fabuloso tema que, cada día, continúa fabricando Historia. Me alabo entonces que esta reseña sea, a su manera, una especie de novedad. Es, por lo demás, la obra de un hijo de Paris y de un parisiense. Ciertamente que el "parisiense que no es de Paris" ama mi ciudad natal hasta el punto de no poder jamás pasarse sin ella. Pero es, por ésto, más próximo pariente del hijo de Paris? Muy joven sintió, al llegar de su provincia, el deslumbramiento de la Capital. Porque es bella la ciudad en traje de noche y porque espiritual de nacimiento, ha sentado siempre cátedra de ingenio, en la forma más natural. El provinciano hace todo por hacerse notar de ella y por conquistarla. Enamorado brillante, lo encanta ella con lo que posee de más escintilante y artificial. Lo seduce con su mundo, sus modas y sus caprichos. Para ser exacto, también le place en "negligé" y hasta desabrochada, según su sensibilidad artística o sus sentimientos políticos, con más frecuencia según el gusto del momento. Se aprovechará de ella en sus comienzos; en su edad madura, le hará homenaje a todos los frutos de su talento; en su ocaso, será para ella el viejo amigo fiel, amable rumiador de sus recuerdos. Esta clase de amistad amorosa no le disgusta a Paris, que ha concedido siempre fácilmente sus sonrisas y su mano izquierda. Quién podría reprochárselo? No sucede lo mismo con el hijo de Paris. El, es de la tierra, se considera de la familia. No descubre la metrópoli un bello día, súbitamente. Nació en ella y en ella morirá probablemente.. Le basta, para ser feliz, vivir en su regazo y pensar unísono con ella. Lo que conoce del mundo y de la naturaleza, lo conoce a través de ella. Su horizonte y su calendario son los suyos. Espontáneamente desposa sus apasionamientos exagerados y sus cóleras. Para decirlo todo, es él quien hace aquí el papel de provinciano. El cuidadoso hijo de Paris reconoce siempre sus reliquias. Sabe detenerse y situarse en el punto preciso para contemplar sus más característicos aspectos. Le ofrecen ellas, entonces, el más refinado, el más delicado de los placeres. Casas rurales olvidadas, ruinas, palacios trasplantados, fuentes errantes, jardines abandonados, pasajes desiertos, edificios administrativos, estaciones de ferrocarril, dormidos campanarios, callejuelas entre dos muros, techos, balcones... qué se yo? He aquí los elementos con que se compuso esta reseña fotográfica. Paris es un vasto y rico repertorio de arquitecturas magistrales y una ciudad de trabajo honesto. También es una ciudad de placer, no por sus establecimientos de la especie internacional y por sus "sitios de perdición" --que los hay en todas las ciudades-- sino por el refinamiento que caracteriza las distracciones propuestas a sus habitantes y a sus huéspedes. Es, en conclusión, una ciudad moderna, viva, animada, en la que el lujo y el gusto se manifiestan por todas partes y de mil maneras. Mi ambición profunda sería la de que estas imágenes tuviesen un poder revelador efectivo. Quisiera que enseñasen el arte de ver. Que acicateasen la atención y educasen la mirada. En efecto, saber refrescar su visión, saber descubrir, es quizá el más grande secreto para saber comprender, y sin cansarse jamás, saber amar, sobre todo cuando se trata de una ciudad como Paris. Publicado en la Revista El Libertador Nº 4 (Junio-Julio 1952 - Bogotá) INDICE GENERAL Tomo I PROSAS DE GASPAR (Cuarto Mamotreto) ................................. 3 PROSAS DE GASPAR (Segunda época) ...................................... 125 EXTRAVAGANCIA Y CAPRICHO ............................................... 163 COLUMNA DE LEO ..................................................................... 300 LA COLUMNA DE LEO ............................................................... 632 COLUMNILLA DE LEO ............................................................... 661 BARBARA CHARANGA - BAJO EL SIGNO DE LEO (Sexto Mamotreto) .........................................................................720 Tomo II BAJO EL SIGNO DE LEO .......................................................3-2089 Tomo III ESCRITOS SOBRE MUSICA ....................................................... 3 CORREO DE ESTOCOLMO ....................................................... 765 Tomo IV ALGUNAS CARTAS ENVIADAS ................................................ 3 VARIA ......................................................................................... 319 TRADUCCIONES: GILBERT CESBRON: Es media noche, Doctor Schweitzer ........ 375 HENRI GHEON: La hija del Sultán y el buen jardinero ............. 521 EDDY GHILAIN: Valeria ............................................................ 562 ANDRE GIDE: Saul .................................................................... 708 AUTOR DESCONOCIDO: Cierto General Bonaparte ................ 849 RENE THEVENIN: El reino de Ofir ............................................ 864 RENE THEVENIN: El paraíso terrestre y las islas afortunadas.. 869 JEAN CASSOU: La literatura hispano americana en Europa / Mitología americana 880 H. SULBLE: La historia sucinta del charlatanismo hasta el siglo / XVII .. 883 LUCIEN WILTER: Paris imprevisto .......................................... 890