Gallopin_los Indicadores De Desarrollo

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Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL TABLA DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN .......................................................................................... 3 ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL PARADIGMA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE ..... 3 SOSTENIBILIDAD Y DESARROLLO SOSTENIBLE ........................................... 7 EL SUJETO DE LA SOSTENIBILIDAD ........................................................................ 8 Sostenibilidad del sistema humano únicamente............................................ 9 Sostenibilidad del sistema ecológico. .......................................................... 9 Sostenibilidad del sistema socioecológico total ............................................. 9 ¿SOSTENIBLE O SUSTENTABLE? ......................................................................... 10 LAS DIMENSIONES BÁSICAS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE .......................................... 11 INDICADORES ........................................................................................... 11 INDICADORES Y CONCEPTOS RELACIONADOS........................................................... 14 CARACTERÍSTICAS DE LOS INDICADORES ............................................................... 15 Indicadores cualitativos y cuantitativos ..................................................... 15 Indicadores a diferentes escalas .............................................................. 16 Los indicadores pueden ser escalares o vectoriales ..................................... 16 La necesidad de considerar eslabonamientos ............................................. 18 La necesidad de indicadores de propiedades fundamentales del sistema total . 18 Los indicadores no están restringido a los que cambian en el tiempo ............. 19 Los juicios de valor pueden aparecer en los indicadores a diferentes niveles ... 19 MARCOS ORDENADORES DE INDICADORES DE DESARROLLO SOSTENIBLE 20 PER......................................................................................................... 21 OTROS MARCOS ........................................................................................... 21 EL MARCO DE LA COMISIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE (CDS) DE LAS NACIONES UNIDAS .. 22 MARCOS SISTÉMICOS ..................................................................................... 22 Grupo Balaton ....................................................................................... 22 Bossel .................................................................................................. 23 Modelo Monet (Suiza)............................................................................. 24 El sistema socio-ecológico....................................................................... 25 LOS INDICADORES DE DESARROLLO SOSTENIBLE DEL SISTEMA ESALC ..... 28 ADOPCIÓN POR PAÍSES ................................................................................... 31 CONCLUSIONES: MENSAJES CONCEPTUALES A INCORPORAR EN LOS CURSOS ................................................................................................................. 32 REFERENCIAS............................................................................................ 33 Editora Biblioteca Virtual: Ana María Cavalerie. Editado por: María José Casanueva 2 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Introducción En este documento se revisan los conceptos de desarrollo sostenible y de indicadores desde una perspectiva sistémica, para luego entrar en la discusión de las propiedades fundamentales de los indicadores de desarrollo sostenible. Se revisan brevemente los principales marcos ordenadores que se han utilizado para los indicadores de desarrollo sostenible, concentrando la atención en los (escasos) marcos de índole sistémica que han sido propuestos. Se presenta el marco ordenador basado en el sistema socio-ecológico, y se identifican los indicadores específicos propuestos, ilustrando su aplicación con el caso de un país. Finalmente, se extraen los principales mensajes que se consideran de utilidad para su incorporación en los cursos de indicadores de desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. Origen y Evolución del Paradigma del Desarrollo Sostenible El tema de la relación entre desarrollo y ambiente (a menudo limitado realmente a crecimiento -que no es sinónimo de desarrollo- y recursos naturales -que no son sinónimo de ambiente) ha estado plagado de controversias por largo tiempo, desde las predicciones de Malthus a fines del siglo XVIII en el sentido que la población humana tendía a crecer exponencialmente mientras que el crecimiento de los medios de subsistencia (ej. los alimentos) lo hace sólo en forma aritmética, lo que inexorablemente lleva a hambrunas, guerras y enfermedades salvo que se ejerza un estricto control del crecimiento demográfico, y la respuesta de sus detractores, que en su forma extrema mantienen que el ingenio humano y el desarrollo tecnológico permitirán un crecimiento indefinido de la economía y el consumo humanos. Las predicciones maltusianas no se confirmaron históricamente. En tiempos modernos la polémica se ha mantenido. En los años 70’, el Club de Roma publicó el libro Los Límites al Crecimiento (Meadows et al., 1972), basado en un modelo de simulación matemática que predecía consecuencias extremas para la humanidad para principios de los años 2000, salvo que se detuviera urgentemente el crecimiento de la población y se estabilizara la producción industrial per capita. La tesis del Club de Roma era que los límites básicos al crecimiento de la humanidad eran de naturaleza física (y, por lo tanto, supuestamente inflexibles). Este informe generó una gran controversia mundial. Algunos de los críticos del informe eran optimistas tecnológicos a ultranza, negando la existencia de límites físicos, pero otros basaron su respuesta en análisis más profundo de las premisas y estructura del modelo. Entre éstos se cuenta el grupo de la Fundación Bariloche de Argentina que construyó y publicó el Modelo Mundial Latinoamericano (Herrera et al. 1975, 2004). El MML aceptaba la existencia de límites físicos en principio, pero mostraba que, en el horizonte de tiempo considerado y a las escalas globales o regionales, los 3 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL límites operacionales a la humanidad eran sociopolíticos y no físicos -y por lo tanto ampliables por la voluntad humana-, y describía y proponía una sociedad equitativa e intrínsecamente compatible con el medio ambiente. La controversia alcanzó ribetes pintorescos en la década de los 80s, con la famosa apuesta entre Julian Simon y Paul Ehrlich. Simon, economista y demógrafo, insistía que la escasez (en sentido económico) es imposible, que desafíos como el agotamiento del petróleo o el crecimiento demográfico motivan a la gente a inventar soluciones que aumentan el bienestar humano. Paul Ehrlich, ornitólogo y demógrafo, autor de La Bomba Poblacional, era conocido por sus repetidas predicciones de hambrunas y colapsos. Simon apostó en 1980 que los precios de recursos naturales (un indicador de su escasez) bajarían en vez de subir. Ehrlich y sus colegas aceptaron la apuesta seleccionando cinco metales para el período 19801990. Los precios bajaron en más del 50%, y Ehrlich pagó la apuesta. Sin embargo, la controversia entre ambos no se detuvo. En tiempos todavía mas recientes, Bjorn Lomborg, un politólogo danés, publicó en el 2001 el libro El Ambientalista Escéptico (Lomborg 2001), previamente publicado en danés en 1998, donde sostenía la tesis que la mayoría de los problemas ambientales (como la lluvia ácida, el calentamiento climático, la contaminación atmosférica, etc.) o no existían o estaban groseramente exagerados, y que la calidad ambiental estaba realmente mejorando, no empeorando. El libro ha sido duramente atacado por su falta de calidad científica por prácticamente todos los expertos prestigiosos en el tema ambiental, pero sin embargo Lomborg se hizo extremadamente popular. La aparente antinomia entre desarrollo y medio ambiente estuvo presente en la primera conferencia mundial sobre medio ambiente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente Humano realizada en Estocolmo en 1972, aunque finalmente la Conferencia reconoció que ambiente y desarrollo no eran inherentemente incompatibles, pero que era necesario crear un nuevo sendero de desarrollo alternativo que fuera social y ambientalmente compatible. Esta estrategia de desarrollo alternativa fue denotada como “ecodesarrollo”, un término acuñado por Maurice Strong, el Secretario de la Conferencia y primer Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El ecodesarrollo estaba basado en tres pilares (autonomía en la toma de decisiones autodependencia-, equidad, y prudencia ecológica), y promovía un crecimiento cualitativo dirigido a armonizar los objetivos sociales y ecológicos con una gestión ecológicamente apropiada. La expresión “ecodesarrollo” fue posteriormente reemplaza por el término “desarrollo sostenible”, originalmente usado en la Estrategia Mundial para la Conservación de la Naturaleza, lanzada en 1980 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, pero que tuvo amplia difusión política con el lanzamiento del “Informe Brundtland” en 1987. 4 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Las Naciones Unidas definen el desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades (http://www.un.org/issues/m-susdev.html). Este concepto, aparentemente sencillo, es en realidad bastante complejo, al combinar el término “desarrollo”, que implica un cambio direccional y progresivo (un progreso cuantitativo pero sobre todo cualitativo) con el término “sostenible” que tiene que ver con la permanencia en el tiempo; desarrollo sostenible implica, entonces, un proceso de cambio (mejoramiento) que se puede mantener en el tiempo. En primera impresión, este concepto de “mantenimiento del cambio” puede parecer paradójico, pero es justamente aquí donde radica la diferencia entre los conceptos de desarrollo sostenible y de sostenibilidad. Sostenibilidad es un término que denota la capacidad de mantenimiento en el tiempo de una situación o condición, como por ejemplo cuando hablamos de la explotación sostenible de un bosque, o de una ciudad sostenible. Pero el concepto de desarrollo implica precisamente el cambio de situación o condición, no su mantenimiento. Un proceso de cambio puede ser sostenible o no sostenible; por ejemplo, un proceso de crecimiento continuado del consumo material no es sostenible a largo plazo en un mundo finito, pero un proceso de desarrollo definido en términos del mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos puede ser sostenible si se centra en el despliegue de las potencialidades humanas sociales, culturales, y psicológicas (una vez alcanzado un umbral aceptable de consumo material). Desde que se introdujo, el concepto de desarrollo sostenible ha sugerido la posibilidad de una síntesis entre desarrollo económico y preservación del medio ambiente. La necesidad de esta clase de síntesis deriva en gran parte del hecho de que la permanente disminución del acervo ecológico no puede sustentar indefinidamente niveles crecientes (o quizá incluso constantes al nivel global actual) de transflujo (throughput) de materiales y energía. El concepto de desarrollo sostenible ha sido definido de muchas maneras, reflejando distintos puntos de vista. La Tabla I muestra algunos de los principales enfoques utilizados. 5 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Tabla I. Puntos de vista teóricos sobre el desarrollo sostenible Teoría Neoclásicaequilibrio Neoaustríacatemporal Ecológicoevolutiva Tecnológicoevolutiva Físicoeconómica Biofísicoenergética Sistémicoecológica Ingeniería ecológica Ecología humana Socio-biológica Caracterización del desarrollo sostenible Bienestar no decreciente (antropocéntrico); crecimiento sostenible basado en tecnología y substitución; optimiza las externalidades ambientales; mantiene el acervo agregado de capital natural y económico; los objetivos individuales prevalecen sobre las metas sociales; la política se aplica cuando los objetivos individuales entran en conflicto; la política de largo plazo se basa en soluciones de mercado. Secuencia teleológica de adaptación consciente y orientada al logro de las metas; previene los patrones irreversibles; mantiene el nivel de organización (negentropía) del sistema económico; optimiza los procesos dinámicos de extracción, producción, consumo, reciclaje y tratamiento de desechos. Mantiene la resiliencia de los sistemas naturales, contemplando márgenes para fluctuaciones y ciclos (destrucción periódica); aprende de la incertidumbre de los procesos naturales; no dominio de las cadenas alimentarias por los seres humanos; fomento de la diversidad genética/biótica/ecosistémica; flujo equilibrado de nutrientes en los ecosistemas. Mantiene la capacidad de adaptación co-evolutiva en términos de conocimientos y tecnología para reaccionar a la incertidumbre; fomenta la diversidad económica de actores, sectores y tecnologías. Restringe los flujos de materiales y energía hacia y desde la economía; metabolismo industrial basado en política de cadena materiales-producto: integración de tratamiento de desechos, mitigación, reciclado, y desarrollo de productos. Estado estacionario con transflujo de materiales y energía mínimo; mantiene el acervo físico y biológico y la biodiversidad; transición a sistemas energéticos que producen un mínimo de efectos contaminantes. Control de los efectos humanos directos e indirectos sobre los ecosistemas; equilibrio entre los insumos y productos materiales de los sistemas humanos; minimización de los factores de perturbación de los ecosistemas, tanto locales como globales. Integración de las ventajas humanas y de la calidad y funciones ambientales mediante el manejo de los ecosistemas; diseño y mejoramiento de las soluciones ingenieriles en la frontera entre la economía, la tecnología y los ecosistemas; aprovechamiento de la resiliencia, la auto-organización, la autorregulación y las funciones de los sistemas naturales para fines humanos. Permanencia dentro de la capacidad de carga (crecimiento logístico); escala limitada de la economía y la población; consumo orientado a la satisfacción de las necesidades básicas; ocupación de un lugar modesto en la red alimentaria del ecosistema y la biosfera; tiene siempre en cuenta los efectos multiplicadores de la acción humana en el tiempo y el espacio. Conservación del sistema cultural y social de interacciones con los ecosistemas; respeto por la naturaleza integrado en la cultura; importancia de la supervivencia del grupo. 6 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Históricoinstitucional Éticoutópica Igual atención a los intereses de la naturaleza, los sectores y las generaciones futuras; integración de los arreglos institucionales en las políticas económicas y ambientales; creación de apoyo institucional de largo plazo a los intereses de la naturaleza; soluciones holísticas y no parciales, basadas en una jerarquía de valores. Nuevos sistemas individuales de valor (respeto por la naturaleza y las generaciones futuras, satisfacción de las necesidades básicas) y nuevos objetivos sociales (estado estacionario); atención equilibrada a la eficiencia, distribución y escala; fomento de actividades en pequeña escala y control de los efectos secundarios (“lo pequeño es hermoso”); política de largo plazo basada en valores cambiantes y estimulante del comportamiento ciudadano (altruista) en contraposición al comportamiento individualista (egoísta). Fuente: Berg and Jeroen (1996) Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible Utilizando un marco sistémico general, la sostenibilidad puede definirse en términos elementales (Gallopín, 2003) como: V ( S t +1 ) ≥ V ( S t ) Donde V es la función de valuación del estado o condición (S) del sistema (esto es, un sistema es sostenible cuando el “valor” neto del sistema o de su producto –no necesariamente en términos económicos – no disminuye en el tiempo -t-). Toda asignación de valor entraña un fuerte componente subjetivo y, en consecuencia, la especificación de la función de V (y la elección de las variables de salida que son de interés) pueden variar ampliamente y reflejar la gama de percepciones y puntos de vista respecto de las relaciones entre la naturaleza y la sociedad, algunos de los cuales aparecen en la Tabla I. Para algunos, S no es más es que el acervo total de capital y V una medida monetaria de ese capital. Para otros, V es algún tipo de función agregada de bienestar, y S es diferenciado en capital natural, manufacturado y social. O bien, V puede ser una función de valuación que incluya algunas prioridades éticas para la conservación de todas las especies vivas, y estar expresada en unidades no monetarias. Muchas de las discrepancias respecto del significado concreto de la sostenibilidad y el desarrollo sostenible se manifiestan precisamente en la especificación explícita o implícita de la función y los razonamientos que la sustentan. A veces, lo que interesa es la sostenibilidad del sistema como tal (por ejemplo, la conservación de un ecosistema natural); en este caso, las variables de salida son iguales a las variables de estado (en otros términos, lo que se persigue es conservar 7 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL el sistema en sí). Cuando las variables de salida son distintas de las variables de estado, hablamos de la sostenibilidad de la salida (s) o producto (s) del sistema (por ejemplo, el rendimiento de un ecosistema agrícola), y no necesariamente de la sostenibilidad del sistema mismo. Al hablar de sostenibilidad de un sistema hay que dejar en claro de qué sostenibilidad se trata, porque las implicancias pueden variar mucho según el caso. Es posible que a veces nos interese sostener parte del producto, pero cambiar el sistema. El desarrollo sostenible implica cambio; a veces queremos mejorar o transformar el sistema mismo, en cambio otras, queremos cambiar el sistema para mejorar algunos de sus productos. Sostenibilidad no es lo mismo que inmovilidad. Aunque a veces se la define como el mantenimiento de un estado del sistema en un valor fijo, ello no es científicamente correcto. En efecto, hasta los ecosistemas vírgenes están en permanente variación, lo que involucra la renovación y destrucción de sus componentes, adaptándose a los cambios de sus ambientes y coevolucionaando junto con ellos. Numerosos casos relacionados con pesquerías, gestión de bosques y flora y fauna silvestre, así como otras formas de ordenación de los recursos ecológicos, demuestran que los intentos de “congelar” las variables del sistema para lograr un “desempeño óptimo” a menudo han conducido a una pérdida de la resiliencia del sistema e incluso a su colapso. Todos los sistemas vivos son cambiantes y lo fundamental no es eliminar los cambios sino evitar la destrucción de las fuentes de renovación, a partir de las cuales el sistema puede recuperarse de las inevitables tensiones y perturbaciones a que está expuesto debido a su condición de sistema abierto. El concepto de desarrollo sostenible es muy distinto del de sostenibilidad, en el sentido de que la palabra “desarrollo” apunta claramente a la idea de cambio, cambio gradual y direccional. Por otra parte, desarrollo no significa necesariamente crecimiento cuantitativo, ya que se asemeja más bien al concepto de despliegue cualitativo de potencialidades de complejidad creciente (que, según el caso concreto, puede o no incluir o requerir crecimiento cuantitativo). Aquí, lo que se sostiene, o debe hacerse sostenible, es el proceso de mejoramiento de la condición humana (o mejor, del sistema socio-ecológico en el que participan los seres humanos), proceso que no necesariamente requiere del crecimiento indefinido del consumo de energía y materiales. El sujeto de la sostenibilidad. El análisis anterior ayuda a esclarecer algunas de las diferencias que subyacen en las discusiones acerca de la sostenibilidad y el desarrollo sostenible. En los extremos se ubican, por una parte, los que sólo prestan atención a la sostenibilidad del sistema social o socioeconómico y, por la otra, quienes privilegian únicamente la sostenibilidad de la naturaleza. De manera simplificada, los puntos de vista alternativos pueden caracterizarse de la siguiente manera: 8 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Sostenibilidad del sistema humano únicamente. Llevado al extremo, si los recursos naturales y los servicios pudieran sustituirse íntegramente, este punto de vista podría llevar a que la Tierra se convirtiera en un planeta totalmente artificial. Por ejemplo, de acuerdo con la concepción economicista clásica, el sistema que importa es la economía, y la naturaleza se relega a la función de proveedora de recursos y servicios naturales y a sumidero de los desechos producidos por la actividad humana. Esto es consistente con el concepto de “sostenibilidad muy débil”. De acuerdo con este enfoque, el capital natural y el manufacturado pueden sustituirse perfectamente entre sí. La sustitución de los distintos tipos de capital implica que lo fundamental es conservar un nivel agregado de capital natural más capital manufacturado, y no preservar el capital natural en particular. Sostenibilidad del sistema ecológico. Principalmente, aunque signifique eliminar o desplazar el componente humano. Quienes afirman que el valor supremo es la sostenibilidad ecológica, y no equiparan ni subordinan ésta a la sostenibilidad económica y social, representan una posición “verde a ultranza”, en contraposición a la antropocéntrica extrema. Esta perspectiva es consistente con el concepto de “sostenibilidad muy fuerte”. De acuerdo con esta posición, los recursos naturales no pueden ser sustituidos por capital elaborado por el hombre. En consecuencia, no pueden agotarse sin que se produzca una pérdida irreversible de bienestar social. La sostenibilidad muy fuerte propugna una solidaridad ecológica más fundamentalista con la Tierra y todas las formas de vida. Este punto de vista es más compatible con una economía de estado estacionario. En este caso, el prerrequisito ético de la sostenibilidad es la preservación del ambiente –un punto de vista biocéntrico. Para la mayoría de nosotros resulta inaceptable perseguir la sostenibilidad ecológica mermando el interés por los aspectos sociales y económicos, al punto de excluir a los seres humanos o aumentar la pobreza. Sostenibilidad del sistema socioecológico total. A largo plazo, la única opción que tiene sentido es procurar alcanzar la sostenibilidad del sistema socioecológico completo. Las razones que justifican tener en cuenta el sistema como un todo es la existencia de importantes vinculaciones dinámicas entre sociedad y naturaleza. Se entiende por sistema socioecológico (Gallopín et al. 1989) un sistema formado por un componente (subsistema) societal (o humano) en interacción con un componente ecológico (o biofísico). Puede ser urbano o rural y puede definirse a diferentes escalas, desde lo local a lo global. Esta perspectiva es compatible con, aunque diferente de, la idea de “sostenibilidad fuerte”. De acuerdo con ella, los distintos tipos de capital no son necesariamente sustituibles, de tal modo que habría que conservar independientemente, en términos físico/biológicos reales, cantidades mínimas de una serie de tipos de capital diferentes (económicas, ecológicas, sociales). La razón principal de esta insistencia deriva del reconocimiento de que muchos recursos naturales son insumos esenciales de la producción económica, del consumo o del bienestar, que no pueden sustituirse por capital físico o humano. Se considera que hay componentes ambientales de carácter único y que algunos procesos ambientales pueden ser irreversibles (en los horizontes de tiempo relevantes). En consecuencia, que la sostenibilidad sea fuerte significa que hay que mantener el agregado total del capital natural esencialmente en sus niveles 9 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL actuales. De acuerdo con este concepto, toda trayectoria de desarrollo que conduzca a una reducción general del acervo de capital humano (o, en especial, a una disminución por debajo del mínimo) deja de ser sostenible aunque aumenten otras formas de capital. La sostenibilidad del sistema socioecológico total puede también ser compatible con la idea de “sostenibilidad débil”. Ésta hace hincapié en el valor de proteger procesos ecológicos y bioquímicos que, una vez perdidos, son irrecuperables. Estos procesos y su conjunto asociado de especies, se conocen como capital natural crítico. La sustitución de éste no debería permitirse, pero fuera de ello, capital manufacturado de igual valor puede ocupar el lugar del capital natural. Considerando los argumentos sobre la inconmensurabilidad del capital ecológico y manufacturado, uno de los problemas importantes que se plantea es la elección de criterios para asignar un valor a los activos ecológicos. ¿Sostenible o sustentable? El adjetivo “sustainable” utilizado como adjetivo calificativo del desarrollo en idioma inglés es único, pero en español se usa a veces “sostenible” y a veces “sustentable”. Según el diccionario de la Real Academia (www.rae.es), “sostenible” se dice de un proceso que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, por ejemplo, un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes, mientras que “sustentable” indica que se puede sustentar o defender con razones. El verbo “sostener” es sustentar, mantener firme algo (en el sentido que interesa en esta discusión) y el verbo “sustentar” significa sostener algo para que no se caiga o se tuerza. Como lo plantea Márquez Rodríguez (2000), gramaticalmente el uso de ambos adjetivos como calificativos de sustantivo “desarrollo” es válido, y semánticamente (desde el punto de vista del significado) son sinónimos casi perfectos. Para algunos (http://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollo_sostenible) desarrollo sostenible es una inapropiada traducción del inglés; la traducción correcta sería “desarrollo perdurable”, ya que el desarrollo no se sostiene, perdura en el tiempo (nótese que esta terminología se asemeja al traducción francófona como “développement durable”). Otros buscan diferenciar los conceptos de desarrollo sostenible y sustentable, sobre la base de discutibles refinamientos. Por ejemplo, Coen Anitúa (2006) aplica lo que él mismo denomina “un truco semántico” para argumentar que “sostenible” se refiere al aspecto endoestructural del sistema de que se trate, lo que ha de permanecer firmemente establecido, fijo, inalterable, inamovible, y que “sustentable” sería lo supra- o superestructural de ese mismo sistema, lo que requiere que se lo esté alimentando, proporcionándole los medios de sobrevivencia y de persistencia, a fin de que pueda extender su acción, no sólo en su ámbito (espacio) sino también en el tiempo. 10 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Sin embargo, para la inmensa mayoría de los autores los términos “sostenible” y “sustentable” cuando son aplicados en el discurso del desarrollo, son perfectamente intercambiables. En este documento se utilizará la palabra “sostenible” en ese sentido, dado que no parece justificable ni útil hacer una diferenciación entre ambos. Las dimensiones básicas del desarrollo sostenible Está ampliamente aceptado que las dimensiones fundamentales del desarrollo sostenible son la ambiental, la económica y la social (esta última concebida ampliamente, incluyendo lo cultural, las relaciones sociales, lo político, lo demográfico, lo institucional). Sin embargo, en muchos casos (como por ejemplo para la Comisión de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas) se destaca separadamente la dimensión institucional, lo que tiene sentido desde el punto de vista operativo, dado que está última contiene las estructuras y procesos que permiten a una sociedad regular sus acciones en pos de sus objetivos. Esto muestra que el desarrollo sostenible, entonces, es un concepto de tipo sistémico, no de índole sectorial. Son las cuatro dimensiones las que deben mejorar, y ello en forma sostenible, para que se pueda hablar del mismo. Una sociedad hipotética que buscara preservar sus recursos naturales a costa de aumentar el nivel de pobreza de su población podría eventualmente ser calificada como sostenible ambientalmente, pero de ninguna manera se podría hablar de desarrollo sostenible en este caso, e incluso podría llegar a hacerse socialmente insostenible. Indicadores Los indicadores son componentes esenciales en la evaluación del progreso hacia el desarrollo sostenible. El concepto de indicador en la literatura aparece como muy confuso; diferentes autores usan definiciones diferentes y a veces incompatibles. Estas ambigüedades no se limitan al tema de indicadores de desarrollo sostenible, o indicadores ambientales, sino que se aplican al concepto de indicador en general. Como ejemplo, algunas de las definiciones de indicador incluyen: una variable hipotéticamente vinculada a la variable bajo estudio, la que no puede ser observada directamente (Chevalier et al., 1992); una medida que resume información relevante a un fenómeno en particular, o un “proxy” razonable de tal medida (McQueen and Noak, 1988); un parámetro, o un valor derivado a partir de parámetros, que apunta a/provee información acerca de/describe el estado de un fenómeno/ambiente/área y que tiene un significado que se extiende mas allá del directamente asociado con el valor del parámetro (OECD, 1993); una medida del comportamiento del sistema en términos de atributos significativos y perceptibles (Holling et al. 1978, p. 106). 11 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL En el campo específico de indicadores ambientales los significados asignados al concepto son aún más variados. Un indicador ha sido definido como una variable (Chevalier et al., 1992, Holling et al., 1978, p. 53), un parámetro (OECD, 1993; Bakkes et al.,1994), una medida (McQueen and Noak, 1988; World Bank, 1995 p. 80, Dever 1979, Holling et al. 1978 p. 106); una medida estadística (Tunstall 1992); un proxy para una medida (McQueen and Noak,1988), un valor (OECD, 1993; Bakkes et al., 1994), un metro o instrumento de medida (implicado por Adriaanse, 1993. p.7); una fracción que compara una cantidad (el numerados) con una medida seleccionada científicamente o arbitrariamente (el denominador) (Adriaanse, 1993); un índice (implicado por Hammond et al 1995, p. 8); un subíndice o componente de un índice (Ott 1978, p.8; implicado por Adriaanse, 1993; implicado por Hammond et al. 1995, p.16); “algo” (Hammond et al. 1995); una pieza de información (Bakkes et al. 1994); una cantidad única derivada de una variable y utilizada para reflejar algún atributo (Ott 1978, p. 8); un modelo empírico de la realidad (Hammond et al. 1995); un signo (Marcus, 1983). Un análisis en profundidad del concepto (Gallopín, 1996, 1997) muestra que en su sentido más general, un indicador es un signo. En Semiótica (la ciencia general de los signos), un signo es todo lo que se refiere a otra cosa (referente) y que sirve para comunicar. A un nivel mas operativo, los indicadores son variables (no “valores” como a veces se los define). Una variable es una representación operativa de un atributo (calidad, característica, propiedad) de un sistema. Representa nuestra imagen de un atributo del sistema definida en términos de un procedimiento específico de medición u observación. Cada variable está asociada a un conjunto particular de entidades a través de las cuales se manifiesta. Estas entidades usualmente son llamadas estados (o valores1) de la variable. La interpretación pragmática como indicador de una variable dada se hace generalmente sobre la base de que tal variable contribuye información (importante para la toma de decisiones a algún nivel) sobre la condición y/o tendencia de un atributo (o atributos) del sistema considerado. En un sentido general, toda variable “indica” un atributo, en cuanto no es el atributo real de un objeto real, sino una imagen o abstracción del atributo. El grado de fidelidad con que la variable refleja al atributo, y cuan significativo y relevante para la toma de decisiones es el atributo seleccionado, son temas relativos a la experiencia y capacidad del investigador/profesional, y al propósito y restricciones de la operación. En este contexto, toda variable (y por lo tanto todo indicador, sea “descriptivo” o “normativo”) tiene un significado que va mas allá de su valor nominal, o mas allá de 1 El significado de “valor” en este caso, es diferente del concepto valorativo usado, por ejemplo, en la frase “juicio de valor”. 12 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL los que se obtiene directamente de las observaciones. El significado de la variable, o de sus valores específicos, surge a partir de la interpretación que se les hace, que asigna un significado a las variables. Obviamente, una variable que está asociada a un atributo de interés fundamental para la toma de decisiones, o a un conjunto de tales atributos, o que simplifica o resume una cantidad de propiedades importantes, es más útil como indicador que una variable asociada a una característica superficial o aislada del sistema de interés. Pero esto es una distinción pragmática2 más que semántica3. Por otra parte, este aspecto pragmático es precisamente la razón de ser de la búsqueda de indicadores y lo que define su utilidad. El aspecto más importante de los indicadores en comparación con otras formas de información es su relevancia para la toma de decisiones (políticas, empresarias, personales). Para ser relevantes en este sentido, los atributos representados por los indicadores deben ser considerados importantes por los tomadores de decisión y/o por el público. Los indicadores deseables son variables que resumen o de alguna manera simplifican información relevante, vuelven visibles o perceptibles fenómenos de interés, y cuantifican, miden, y comunican información relevante. Además, algunos indicadores pueden ser utilizados para evaluar una condición o fenómeno (por ejemplo los indicadores de calidad ambiental, o calidad estética del paisaje). Como se verá mas adelante, algunas de esas propiedades no constituyen requisitos universales (por ejemplo, en algunas situaciones se pueden utilizar indicadores cualitativos), sino una elección de conveniencia. Las principales funciones de los indicadores (modificado de Tunstall, 1992, 1994) son: • • • • • Apreciar condiciones y tendencias Comparar entre lugares y situaciones Evaluar condiciones y tendencias en relación a metas y objetivos Permitir una alerta temprana Anticipar condiciones y tendencias futuras Los atributos más importantes de los indicadores son: • Relevancia (qué envergadura, importancia, trascendencia, o significación tiene para el tomador de decisiones) • Credibilidad (cuán verosímil o posible es considerado el indicador por los expertos y usuarios) • Legitimidad (cuan sesgado hacia los intereses de alguno de los grupos involucrados es percibido por los usuarios) • Factibilidad (aptitud, facilidad, posibilidad o viabilidad de construir el indicador dependiendo de la disponibilidad de datos, costos, etc.-) 2 Involucrando las relaciones de los signos con cosas que no son signos a través de las cuales se adscribe algún uso a los signos. 3 Involucrando las relaciones de los signos con cosas que no son signos a través de las cuales se adscribe algún significado a los signos (i.e. palabras, variables) pero sin referencia a su utilidad. 13 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Indicadores y conceptos relacionados Como se discutió anteriormente, los indicadores son variables. Los datos son mediciones (o, en el caso de las variables cualitativas, observaciones) de los valores adoptados por la variable en tiempos diferentes, lugares diferentes, poblaciones (en sentido genérico, como por ejemplo países, grupos sociales, lugares geográficos) diferentes, o combinaciones de las tres categorías. El término estadística se usa para denotar un elemento individual de una colección de datos cuantitativos, y también para nombrar una cantidad (ej. promedio o desviación estándar) calculada a partir de una muestra. A un determinado nivel de agregación o de percepción (local, global, etc.), se pueden definir indicadores que son variables individuales o bien que son una función de otras variables. Esta función puede ser tan sencilla como un cociente o razón (como el caso de un número índice, que mide los cambios en los valores de una variable relativos a algún valor base), un índice (un número que es una función simple de dos o mas variables, a menudo una suma ponderada de dos o mas variables o subíndices, una multiplicación, o una operación de máximo o mínimo (Ott, 1978), o tan compleja como el resultado del cálculo de un complejo modelo de simulación (ej. el indicador de temperatura promedio del planeta bajo calentamiento climático) Los valores de los indicadores a veces pueden ser observados o medidos directamente al nivel de agregación requerido para la toma de decisiones (por ejemplo, a nivel global, usando imágenes de satélite, o midiendo los cambios milenarios en la concentración de dióxido de carbono atmosférico en las muestras testigo del hielo antártico y extrapolándolos al planeta). Sin embargo, en la mayor parte de los casos los indicadores se obtienen a partir del procesamiento de datos primarios, que son procesados (ej. promediados, sumados, etc.) y analizados para estimar los valores de variables mas agregadas que son entonces utilizadas como indicadores. Un indicador de la contaminación del aire de una ciudad está basado en un número de mediciones individuales que son promediadas y sumadas, y normalmente también corregidas por inconsistencias y vacíos; no es medido directamente a la escala de la ciudad. Así, en la mayoría de los casos, los indicadores son variables que representan funciones más o menos complicadas de los datos primarios. Los índices son funciones simples de variables de menor nivel (a veces denominadas subíndices). Un proxy (o variable sustituta) en el contexto de los indicadores puede ser definida como una variable que se supone correlacionada (o asociada de alguna manera) a algún atributo del sistema que no es directamente observable (o, por alguna razón, como por ejemplo su costo, no es observado). Por ejemplo, se puede lograr una aproximación indirecta a la emisión de efluentes industriales contaminantes de un país usando el perfil industrial nacional y aplicándole coeficientes calculados de emisión (Ortiz Malavassi et al. 2005). 14 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Los indicadores pueden adoptar diferentes estados o valores. Algunos de estos valores reciben una significación especial, y a menudo tienen un componente de juicio de valor subjetivo (o intersubjetivo). Ellos incluyen los términos umbral, estándar, norma, meta, y valor de referencia. Aunque cada uno de estos términos puede tener diferentes significados, no son intercambiables. Hasta cierto punto, en el contexto de los indicadores de desarrollo sostenible, estándares y normas son bastante similares; en lo fundamental, se refieren a cualquier valor o estado establecido como deseable por decisión de la autoridad o de la sociedad. A veces, el término estándar se usa en un sentido menos normativo, como un valor técnico de referencia para la medida de cantidad, peso, calidad (ej. el metro patrón). En este segundo sentido, un estándar es similar a un valor de referencia. Las metas, por otra parte, aluden explícitamente a intenciones, representando un valor (o conjunto de valores) a ser alcanzados. La meta se establece en el contexto de un proceso de toma de decisiones y se entiende que es alcanzable. El progreso hacia la meta deber ser medible u observable. Algunos usan meta y objetivo en forma intercambiable, pero tanto en el uso general como en el uso en el contexto de las teorías de las organizaciones, los objetivos son términos mas bien cualitativos que indican una dirección general más que un estado específico, el fin que marca la dirección de los esfuerzos. Por ejemplo, el objetivo 1 de entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por las Naciones Unidas es “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”, que contiene dos metas específicas: “Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día” y “Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre”. Los umbrales, finalmente, son de naturaleza más técnica. Representan valores o conjuntos de valores “por encima de los cuales algo es cierto o algo ocurre y debajo de los cuales no es cierto o no ocurre”. Por ejemplo, un umbral puede ser la concentración de un contaminante por encima de la cual se pueden medir los efectos perjudiciales para la salud. Características de los indicadores Indicadores cualitativos y cuantitativos La mayoría de las definiciones d indicadores de desarrollo sostenible e indicadores ambientales descartan la posibilidad de indicadores cualitativos, al restringir, explícita o implícitamente, el concepto de indicadores a variables numéricas (OECD, 1993; Adriaanse, 1993; Hammond et al., 1995; World Bank, 1995; Ott, 1978; Holling et al., 1978; Bakkes et al., 1994; Winograd, 1995). Más aún, se mantiene que una de las funciones esenciales de los indicadores es cuantificar. Sin embargo, en principio un indicador puede ser una variable cualitativa (nominal), una variable de rango (ordinal), o una variable cuantitativa (cardinal). Un indicador 15 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL cualitativo clásico es la “especie indicadora” (Braun Blanquet, 1932) que ha sido muy usada en ecología, y que denota una especie tan estrechamente asociada a una condición ambiental particular (ej. suelos salinos) que su presencia indica la existencia de esa condición. Gallopín (1996) definió el concepto de “indicadores situacionales” y mostró que, aunque de naturaleza cualitativa, son indicadores lógicamente rigurosos. Los indicadores cualitativos pueden ser preferible a los indicadores cuantitativos en por lo menos tres casos: cuando no hay disponibilidad de información cuantitativa; cuando el atributo de interés es inherentemente no cuantificable (como ocurre con muchas variables de tipo cultural o político); y cuando las consideraciones de costos se vuelven determinantes. Indicadores a diferentes escalas Algunos autores sostienen que los indicadores se desarrollan necesariamente a través de la agregación de datos o variables de nivel inferior (Ott, 1978; Hammond et al. 1995; World Bank, 1995). Aunque es cierto que este procedimiento es usado frecuentemente, no es correcto convertirlo en un requerimiento general; ello representaría una restricción innecesaria que eliminaría de la consideración a indicadores potencialmente importantes. A diferentes escalas, diferentes indicadores puede pasar a ser relevantes o dejar de serlo. Un indicador definido para una escala determinada puede no tener sentido a otras escalas superiores o inferiores. Las teorías de sistemas jerárquicos muestran que en general, a diferentes niveles en la jerarquía del sistema (así como a diferentes niveles en la jerarquía de usuarios) se requieren diferentes indicadores del desempeño de los sistemas, y la agregación de los indicadores a través de niveles no siempre es posible o tiene sentido. A medida que las tecnologías de censores remotos y sistemas de información geográfica siguen progresando, más y más indicadores serán generados directamente a la escala de interés. Los indicadores pueden ser escalares o vectoriales Un “perfil de calidad ambiental” (ver Figura 1) ha sido definido por Ott (1978, p.8) como un conjunto de indicadores presentados simultáneamente (pero no agregados en un único indicador). Un perfil así definido (sea de calidad ambiental, ambiental, o de sostenibilidad) es un vector. El concepto de vector es una generalización natural del concepto de variable. Por el contrario, un índice es un escalar (un número individual generado por la agregación de dos o mas valores). La diferencia entre índices y perfiles es también aparente cuando se la mira desde el punto de vista de los usuarios. Esto es la llamada “dicotomía clásica” de puntos de 16 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL vista acerca de los índices: algunos usuarios prefieren recibir los datos en la forma mas completa posible (perfil) pero deben estar dispuestos a aceptar la consecuente complejidad explícita del indicador; otros usuarios prefieren ver los datos en la forma mas simple posible (índices) pero deben estar dispuestos a aceptar las distorsiones introducidas por el proceso de simplificación. WATER AIR RIVER MILES NOT MEETING STANDARDS IMPROVING SEVERITY OF VIOLATION OF STANDARDS IMPROVING DAYS OF STANDARDS VIOLATIONS IMPROVING SEVERITY OF POLLUTION IN DAYS IN WHICH STANDARDS VIOLATED IMPROVING RADIATION NEAR - TERM EXPOSURE NO CHANGE PESTICIDES CONCENTRATION IN FOOD, WATER, AIR IMPROVING SOLID WASTE PERCENT POPULATION SERVED BY SANITARY LAND FILLS IMPROVING NOISE NUMBER OF PERSONS EXPOSED TO UNACCEPTABLE NOISE LEVELS WORSENING Region X Envir onm ent al Qual it y Pr of il e (Ot t 1978) SATISFATORY CONDITION AREAS OF CONCERN MORE ACTION NEEDED SERIOUS PROBLEM Figura 1. Un perfil ambiental (Ott 1978) Nótese que el perfil es en sí un indicador, una variable que es un vector. Las variables individuales que lo componen están ordenadas, a menudo linealmente o radialmente (ver Figura 2). De este modo, un perfil provee información no sólo acerca de los valores de los valores de las variables individuales incluidas, sino también una vista gestáltica del todo. Esta SITUATION 1988 función holística de los perfiles plantea una pregunta de investigación relacionada a la percepción humana que debe ser tomada en cuenta: ¿Cuál es la mejor estructura de un perfil en términos de la mejor aprehensión del patrón total? Una ventaja de interpretar los perfiles como vectores es que entonces las herramientas matemáticas del álgebra y el análisis vectorial pueden ser utilizadas para lograr comparaciones e inferencias más holísticas. Habour Porpoise Bottienose Dolphin Common Seal Phaeocysti Total Algae Sea Lettuce Sandwich Tern Dunlin Channel Wrack Kelp Avocet Oystercatcher Sea Grasses Eider Salt Marshes Brent Goose Coskle beds (undisturbed) Guillemot Wild Mussel beds Fulmar Petrel Baltic Tellin Plalce Sand Gaper Sturgeon Shrimp Common Dog Whelk Rays Cod Herring Lobster Sea Potato Plumose Anemone Reference Present Figura 2. Un indicador vectorial radial: la “ameba” The distance from the center to the circle represents the reference numbers (example: 4000-9000 seals). The present numbers have been placed. To optain a visual impression, the species are connected by a line. The circle is the reference, the amoeba like figure the present numbers. 17 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL La necesidad de considerar eslabonamientos Los problemas complejos e interrelacionados típicos de la problemática del desarrollo sostenible requieren enfoques y soluciones integradas. Es necesario avanzar más allá de las listas usuales, más o menos exhaustivas, de indicadores individuales, hacia indicadores integrados o conjuntos de indicadores interrelacionados. También es necesario avanzar en la dirección de generar indicadores de interrelaciones o eslabonamientos sistémicos (que no deben confundirse con los indicadores interrelacionados mencionados mas arriba) Las interrelaciones en los sistemas socio-ecológicos pueden ser flujos físicos (de materia o energía) o influencias causales (flujos de información) no medibles adecuadamente en términos de flujos energético o materiales. Los eslabonamientos sistémicos existen entre variables dentro de los subsistemas, entre diferentes subsistemas (por ejemplo, el subsistema económico y el ecológico), y entre sistemas (por ejemplo entre países). Desde otro ángulo, pueden existir eslabonamientos entre sistemas o subsistemas de aproximadamente el mismo nivel jerárquico o de agregación (eslabonamientos “horizontales”). Asimismo, los eslabonamientos “verticales” o inter-niveles son aquellos que existen entre sistemas que pertenecen a diferentes niveles de organización (tales como local, nacional, global) o entre subsistemas que pertenecen a diferentes niveles dentro del sistema, si éste es considerado como un sistema jerárquico (Gallopín,, 1994). El reconocimiento de la existencia de interrelaciones significativas en los sistemas (particularmente en los sistemas socio-ecológicos) pone en evidencia las limitaciones de los procedimientos usuales (a menudo tan simples como sumar o promediar) para agregar indicadores en un único índice. Estos pueden ser de utilidad para evaluar progreso, pero difícilmente sirvan para comprender, proveer alertas tempranas o para anticipar. La necesidad de indicadores de propiedades fundamentales del sistema total La naturaleza sistémica de muchos aspectos del desarrollo sostenible plantea la importancia de la búsqueda de atributos importantes del sistema en tanto totalidad, a partir de los cuales se puedan diseñar indicadores relevantes. Tales indicadores serían holísticos en sí mismos, representando en forma mas o menos directa alguna propiedades subyacentes básicas del nivel del sistema total (no sólo de sus elementos, ni sólo de sus inter-relaciones). Esta búsqueda requiere más investigación científica básica sobre el comportamiento de los complejos sistemas socio-ecológicos, para identificar los atributos básicos, mecanismos, y mediciones necesarias. Las propiedades de vulnerabilidad, resiliencia, salud ecosistémica, son ejemplos de atributos del sistema total que son críticos para la sostenibilidad; algunos de ellos son hoy motivo de intensa investigación en el contexto del cambio global. 18 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Los indicadores no están restringido a los que cambian en el tiempo Aunque es claro que en la mayoría de los casos el interés principal radica en el seguimiento de cambios en el tiempo (por ejemplo tendencias y condiciones futuras), los indicadores que se utilizan para estudios transversales entre países y otros tipos de comparaciones sincrónicas utilizan el espacio (como en el caso de indicadores de tipo de suelo en un paisaje) o una población de datos (tales como los indicadores estáticos como superficie total, o la relación costas a superficie) en vez del tiempo, como una propiedad para distinguir los diferentes valores de la variable. Estos indicadores son ciertamente variables, que adoptan diferentes valores o estados no a lo largo del tiempo, sino que varían en el espacio o entre poblaciones, y son muy útiles para ciertos propósitos en el diseño y evaluación de políticas, algunos análisis económicos, etc. Por lo tanto, la exigencia que los indicadores deben mostrar tendencias temporales es un requerimiento conveniente para algunos fines, pero no universal para los indicadores ambientales o socio-económicos. Obviamente, los indicadores de desarrollo sostenible sí deben tener un componente temporal, debido a la dimensión tiempo inherente al concepto. Los juicios de valor pueden aparecer en los indicadores a diferentes niveles El término “valor” tiene dos significados comunes relevantes en las discusiones sobre indicadores: el primero es el de “virtud, utilidad, o importancia” (la definición axiológica usada en “juicio de valor”). El segundo se refiere al estado de una variable en el contexto de la Teoría General de Sistemas. El estado (que puede ser una cantidad numérica o una cualidad no-numérica) se determina a través de la observación, medición, cálculo, o inferencia. En última instancia, todos los indicadores son utilizados normativamente, en tanto son seleccionados para servir el propósito de la toma de decisiones. Lo importante es si el juicio de valor asociado está internalizado en el indicador o es externo al mismo. Aquí se podría identificar una segunda “dicotomía clásica” en las perspectivas acerca de los indicadores: un punto de vista prefiere tener los juicios de valor internalizados, reduciendo la toma de decisiones a comparaciones cuantitativas de una medida única como por ejemplo la relación costo-beneficio, y el otro punto de vista prefiere los indicadores del estado del sistema expuestos y hacer su propia evaluación del mismo (en términos de valor o utilidad) explícitamente. Los juicios de valor pueden aparecer explícitamente en los indicadores en las siguientes maneras: • Directamente durante el proceso de observación o medición (como en el caso de los indicadores de preferencias, o los del valor estético del paisaje). • Agregados a la condición observada o medida, como cuando se asigna un valor de calidad de agua a cada concentración de un contaminante, o cuando el valor deseado (meta, estándar, etc.) es combinado con el indicador para definir un nuevo indicador como por ejemplo la distancia entre la condición actual y la meta. 19 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL • Como coeficientes de ponderación en una función de agregación que combina varios indicadores (o subíndices); dos ejemplos comunes son la suma ponderada y el producto ponderado. La adjudicación de un coeficiente de ponderación a cada subíndice introduce un juicio de valor que se refleja (aunque no en forma transparente) en el índice total. No necesariamente los juicios de valor deben estar incluidos en el cálculo del indicador. La otra alternativa es mantener los juicios de valor confinados a las metas, normas o estándares, y compararlos con la condición actual (valor o estado) del indicador para evaluar el desempeño. La distinción entre indicadores “descriptivos” y de “desempeño de políticas” (Adriaanse, 1993) no es por lo tanto una diferenciación esencial, sino pragmática. Los juicios de valor pueden ser explícitos o implícitos. Los juicios de valor explícitos, hechos concientemente, forman parte de las bases de creación de indicadores, pero los juicios de valor implícitos también toman parte en el proceso. Los juicios de valor implícitos se apoyan en factores que no son revelados fácilmente, siendo en muchos casos subconscientes y relacionados con características personales y sociales, tales como la experiencia de vida, la cultura, las interacciones sociales, y el ambiente. Aunque a menudo es difícil distinguir la influencia de los juicios de valor implícitos en la selección de un conjunto de indicadores, los mismos afectan directamente algunas de sus características, como por ejemplo qué indicadores son seleccionados concretamente, las escalas geográficas y temporales consideradas de importancia, y los temas de atención. Hay que reconocer por lo tanto que es inevitable que todo conjunto de indicadores esté sesgado en algún grado. Marcos Ordenadores de Indicadores de Desarrollo Sostenible Es ampliamente reconocido que los indicadores son mucho más útiles si están organizados en un marco coherente que si son seleccionados individualmente como una colección de elementos desorganizados. Los marcos ordenadores son especialmente importantes en el caso de los indicadores de desarrollo sostenible, ya que éste abarca muchos temas y dimensiones. Los marcos ayudan (UNEP-DPCSD 1995) a: • • • • • • • Organizar los indicadores en forma coherente Compatibilizar los indicadores Guiar la recolección de información Comunicar una síntesis a los tomadores de decisión Sugerir agrupamientos lógicos para integrar información relacionada Identificar huecos de información Distribuir la carga de generación de informes Se han utilizado diferentes marcos para identificar, desarrollar, y comunicar indicadores ambientales, incluyendo la aproximación “por medios” (aire, agua, 20 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL tierra, y biota); la aproximación “por objetivos” utilizada para seleccionar indicadores de acuerdo a mandatos legales y administrativos (ej. de acuerdo al Programa 21 de las Naciones Unidas), y la aproximación “por sectores” que examina los indicadores de impacto industrial según el punto de vista de los sectores económicos (transporte, industria, urbanización, agricultura, etc.). Aquí no se discutirán los marcos ordenadores utilizados para indicadores ambientales, ya tratados en muchos trabajos (véase para América Latina a Quiroga -2001), sino sólo los marcos utilizados específicamente para indicadores de desarrollo sostenible. PER Un marco que fue inicialmente utilizado (y luego descartado) por la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas es el de Presión-EstadoRespuesta, originalmente utilizado para indicadores ambientales. En este marco, “presión” se refiere a las actividades humanas que ejercen una presión sobre el ambiente; “estado” se refiere a la condición del ambiente (particularmente la cantidad y calidad de los recursos naturales). El marco supone que la sociedad responde a los cambios en el estado (la “respuesta”) a través de medidas regulatorias y de otro tipo. Este marco contiene implícito un concepto de causalidad simple y lineal (presión afecta estado-estado genera respuesta-respuesta modifica presión). Otras variaciones de este marco has sido también usadas, como por ejemplo Fuerzas impulsoras- Presión-Estado-Impacto-Respuesta, o Presión-EstadoImpacto-Respuesta. El marco P-E-R y sus variantes tiene dos problemas graves: uno se aplica a todos los indicadores, ambientales o de desarrollo sostenible, y el otro a los indicadores de desarrollo sostenible solamente. El primer problema radica en el esquema de causalidad linear embebido en el marco, que ignora las complejidades de las relaciones sociedad-naturaleza y las causalidades múltiples y no lineales que las caracterizan que llevan a que la identificación de cadenas de causa y efecto en sistemas socio-ecológicos sin realizar estudios en profundidad sea generalmente muy difícil, y consecuentemente se hace difícil asignar unívocamente un indicador a una de las categorías. El segundo problema se refiere a su aplicación como marco para los indicadores de desarrollo sostenible. En la concepción amplia de desarrollo sostenible adoptada por las Naciones Unidas, que incluye las dimensiones ambientales, económicas, sociales e institucionales, tanto el estado del ambiente como el estado del componente humano son componentes internos al sistema total (global, nacional, o local) y por lo tanto la dinámica no se puede reducir a una presión de las actividades humanas sobre el ambiente y a una respuesta de la sociedad a los cambios ambientales. Otros Marcos Otros marcos ordenadores han sido utilizados por diferentes instituciones y países, involucrando el ordenamiento de los indicadores de acuerdo a diferentes pilares, ejes, o dimensiones de interés para el desarrollo sostenible (Hass et al. 2002, Quiroga 2001). Algunos ejemplos incluyen: económico, ambiental, y social (o 21 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL cultural) (muchos países); económico, ambiental, social, e institucional (Comisión de Desarrollo Sostenible y varios países); eficiencia, contribución a la igualdad, adaptabilidad, y valores y recursos para las generaciones venideras (Suecia); crecimiento económico, acervos críticos de capital, interfase local/global, necesidades actuales, y necesidades futuras (Francia); factores socio-culturales, financiero-económicos, y ecológico-ambientales referidos al “aquí y ahora”, “aquí y luego”, y “en otra parte, ahora y luego” (Holanda); capital manufacturado, capital natural, y capital humano (Canadá). El marco de la Comisión de desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas Como se mencionó anteriormente, la CDS adoptó inicialmente el marco P-E-R, pero los abandonó a favor de un marco consistente en 4 dimensiones (social, ambiental, económica, e institucional), dentro de los cuales se organizaban un total de 58 indicadores básicos en 15 temas y 18 subtemas (UN 2001). El marco de la CDS representa un avance sobre otros marcos, en que considera explícitamente las dimensiones ambientales y humanas del desarrollo sostenible, no implica causalidades discutibles, y explicita la colección con acuerdos políticos fundamentales como el Programa 21 y otros. Sin embargo, aunque reconoce que “un marco exitoso debería reflejar las conexiones entre dimensiones, temas, y subtemas” el marco no llega a reflejar estos aspectos ni a generar un marco realmente sistémico. Recientemente (DDS 2006) la actual División de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas ha revisado sus indicadores y, extrañamente, ha abandonado la ordenación de los indicadores de acuerdo a los cuatro pilares o dimensiones básicas (económico, ambiental, social, institucional) con el objetivo de “enfatizar la naturaleza multi-dimensional del desarrollo sostenible y resaltar los vínculos entre temas”. No es fácil comprender cómo la disolución de los pilares favorece ese objetivo. Marcos sistémicos El concepto de desarrollo sostenible denota un proceso que debe ser sostenible conjuntamente en las diferentes dimensiones sociales, económicas, ambientales, culturales, institucionales, etc. La naturaleza multidimensional del concepto requiere usar un marco conceptual integrado y sistémico, en vez de uno sectorial y lineal. Grupo Balaton El “Grupo Balaton” (Meadows 1998), propuso uno de los primeros marcos realmente sistémicos para los indicadores de desarrollo sostenible, basados en el “Triángulo de Daly” que relaciona la riqueza natural con el propósito último de los humanos a través de la tecnología, economía, política, y ética (Figura 3). De acuerdo a este marco, las tres medidas agregadas más básicas del desarrollo sostenible son: la suficiencia con que las metas últimas son logradas para todos; la eficiencia con que 22 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL los medios últimos se traducen en metas últimas; y la sostenibilidad del uso de los medios últimos. Figura 3. El triángulo de Daly Bossel Otro marco sistémico fue generado por H. Bossel (1999), basado en seis subsistemas, agregados en los tres subsistemas principales definidos como el sistema humano, el sistema de soporte y el sistema natural (Figura 4). 23 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Figura 4. Los seis subsistemas de Bossel Los indicadores de desarrollo sostenible de un sistema son elegidos con los requerimientos de responder a dos preguntas: 1) ¿cuál es el estado y la viabilidad del sistema o subsistema? y 2) ¿cómo contribuye el subsistema a la viabilidad de los otros subsistemas? El enfoque de Bossel está basado en su teoría de “Orientores”, que representan las necesidades esenciales del sistema, que deben ser satisfechas para asegurar la viabilidad y desarrollo sostenible del sistema. El marco ha sido aplicado por el autor a sistemas de diferente escala. Flow/Stock Level (L) Modelo Monet (Suiza) Figura 5. El modelo Monet 24 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL Este marco representa uno de los muy pocos casos de utilización por un país de un marco sistémico para los indicadores de desarrollo sostenible. Se trata de un modelo de acervos y flujos (SFSO et al. 2001) utilizado para clasificar los indicadores de desarrollo sostenible (Figura 5). El modelo contiene niveles (L, el grado en que las necesidades de las personas y la sociedad son satisfechas), capitales (C, el status y potencial de los recursos ambientales, económicos y sociales disponibles para satisfacer las necesidades, flujos de entrada/salida (Δ, que se originan a partir del capital), criterios definitorios (D, referidos a la evaluación de las entradas/salidas relativas a las eficiencias económicas, sociales y ambientales y a la disparidad en la satisfacción de las necesidades o en la provisión de capital), y respuestas (R, representando las medidas sociales y políticas dirigidas a influir sobre las entradas/salidas). El sistema socio-ecológico Bajo la coordinación del autor de este documento, a División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL ha desarrollado el proyecto ESALC (Evaluación de la Sostenibilidad en América Latina y el Caribe). El objetivo es apoyar la definición de políticas públicas por los países de la región y los organismos regionales e internacionales a través de una evaluación sistemática e integrada de los avances en materia de sostenibilidad del desarrollo, utilizando en forma combinada indicadores ambientales, sociales, económicos, e institucionales, organizados en un marco sistémico. ESALC desarrolló un marco integrado para la medición y evaluación del progreso de los países de la región hacia el desarrollo sostenible, basado en el concepto de sistema socio-ecológico, en el entendimiento que la resolución de los problemas de la sostenibilidad del desarrollo requiere considerar el sistema total conformado por la naturaleza y la sociedad, incluyendo los subsistemas relevantes así como los vínculos entre los mismos. Tal “sistema socio-ecológico” puede considerarse la unidad básica de análisis para la problemática del desarrollo sostenible (Gallopín et al. 2001); se trata de la sostenibilidad del desarrollo del sistema socio-ecológico total, sea a escala de país, de provincia, de localidad, o del mundo. Por ello el marco conceptual utilizado por el proyecto ESALC se basa en el concepto del sistema socio-ecológico, distinguiendo cuatro subsistemas principales: el social, el económico, el institucional, y el ambiental. Estos subsistemas se corresponden con las cuatro categorías básicas planteadas por la Comisión de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (UNCSD, 1995; UN, 2001) como las dimensiones del desarrollo sostenible. El criterio normativo subyacente a este marco conceptual es el de la mejora sostenible de la calidad de vida de la población. El primer subsistema es el social, definido en sentido amplio como incluyendo las variables de la calidad de la vida (satisfacción de las necesidades materiales y no materiales del ser humano), de la renta y de su distribución, y de los aspectos 25 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL demográficos. El subsistema económico incluye la producción y el consumo de bienes y servicios, el comercio, el estado general de la economía, la infraestructura y los asentamientos humanos (el ambiente construido) y los desechos generados por el consumo y la producción4. El subsistema institucional contiene las instituciones formales e informales de la sociedad, las leyes y las regulaciones, y las políticas, y también incluye las estructuras y los procesos societales principales (agentes sociopolíticos, procesos políticos, estructuras de poder, etc.) y el conocimiento y los valores de la sociedad. El subsistema ambiental incluye el ambiente natural en sus aspectos de recursos naturales, procesos ecológicos, condiciones de soporte vital, y la biodiversidad. Los flujos, interrelaciones o acoplamientos funcionales principales entre los subsistemas de un sistema socio-ecológico a la escala nacional se pueden representar como en la Figura 6. Las dos flechas cortas de y hacia la caja grande que representa el sistema total representan interacciones entre el sistema y su mundo externo (por ejemplo el comercio internacional, las entradas y salidas de energía y materiales, etc.) INSTITUCIONAL SOCIAL ECONÓMICO AMBIENTAL Figura 6. Una representación del sistema socio-ecológico Las interrelaciones se han seleccionado para ser tan neutras y tan universales como fuera posible. Ellas pertenecen a dos tipos básicos: por un lado, los flujos de materia y/o energía entre algunos de los subsistemas (por ejemplo los desechos 4 Es claro que los procesos del consumo podrían también haber sido incluidos, siguiendo otro criterio, en el subsistema social; aquí se optó por incluirlos en el subsistema económico por razones de simplicidad gráfica. 26 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL que salen de la economía o los recursos naturales que entran a ella). Por otra parte, la información, las señales de control, y/o las acciones que generan cambios en las variables y la organización de los subsistemas receptores también fluyen entre los subsistemas (por ejemplo los flujos financieros, las regulaciones e impuestos, el establecimiento de áreas naturales protegidas). Las flechas entre los subsistemas económico e institucional representan interrelaciones tales como políticas, instrumentos económicos, fijación de precios, en un sentido, y flujos monetarios (como el pago de impuestos) en el otro. Las flechas entre el subsistema económico y el ambiental incluyen, entre otras, los flujos de bienes y servicios ambientales (como los recursos naturales) hacia la producción económica o hacia el consumo directo, y en el otro sentido, la basura generada por el consumo y la producción, que fluye hacia el medio ambiente. Las flechas entre el subsistema económico y el social incluyen los efectos del consumo sobre la calidad de vida, la oferta y demanda de empleo, los impactos del ambiente urbano sobre la calidad de vida. Las flechas del subsistema ambiental al social incluyen interrelaciones como los impactos de la calidad del ambiente natural sobre la salud humana. Las flechas entre el subsistema institucional y el social incluyen los efectos del subsistema institucional sobre el ambiente social de las personas (educación, seguridad, sistemas de valores) y el impacto de la calidad de vida sobre las instituciones (influencia del crecimiento de la pobreza sobre las reivindicaciones sociales). Finalmente, las flechas entre el subsistema institucional y el ambiental incluyen fenómenos como los impactos institucionales y políticos directos sobre el subsistema ambiental (áreas protegidas, impactos ambientales de acciones militares y terroristas). La mayoría de las flechas entre subsistemas representan influencias recíprocas entre los mismos, y por lo tanto son bidireccionales. Dos de las flechas representadas son unidireccionales; es el caso de las interrelaciones entre los subsistemas institucional y social con el ambiental. El subsistema institucional tiene un efecto directo sobre el ambiental, pero la recíproca no es cierta: el esquema supone que los cambios en el subsistema ambiental sólo influyen sobre el subsistema institucional a través de sus repercusiones sobre el subsistema social (por ejemplo impacto de la contaminación sobre la salud humana) o sobre el subsistema económico (por ejemplo impactos de la degradación de suelos sobre la agricultura). En el caso de subsistema social, se enfatizan los efectos del subsistema ambiental sobre el social, pero no se plantean efectos directos en la dirección inversa, ya que 27 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL se supone que las influencias del subsistema social sobre el ambiental se canalizan a través de los procesos de consumo, incluidos en el subsistema económico. Además de la relevancia de la información provista por cada indicador individualmente, el conjunto de los mismos permite una visión panorámica de la trayectoria del sistema socio-ecológico nacional, en sus dimensiones más importantes. Los indicadores de desarrollo sostenible miden, colectivamente, la deseabilidad de la trayectoria (el componente “desarrollo”) y la sostenibilidad de la misma. Por ejemplo, la mirada simultánea a los indicadores de los subsistemas permite detectar si el desarrollo del sistema nacional (o regional, o local, según la escala a que se esté aplicando) se da armoniosamente en sus dimensiones sociales, económicas, ambientales e institucionales, o si parece efectuarse a expensas de, o acompañado por, el deterioro de algunos de los subsistemas. El examen de la interrelaciones entre subsistemas puede evidenciar, por ejemplo, que la producción de energía se hace cada vez más insuficiente para cubrir el consumo nacional, o que el volumen de pesca marina está cayendo, dando señales de posibles fuentes de insostenibilidad (o al menos apuntando a problemas de abastecimiento) de algún subsistema, como por ejemplo el económico. En otras palabras, los indicadores de desarrollo sostenible, considerados bajo el marco ordenador del sistema socio-ecológico, pueden ayudar a proveer una visión holística de la sostenibilidad del desarrollo del sistema socio-ecológico nacional, y la de sus varios subsistemas, identificando además algunas de las interrelaciones que se están haciendo problemáticas. Los indicadores de desarrollo Sostenible del Sistema ESALC Dado que el término “desarrollo sostenible” incluye dos conceptos distintos, el de desarrollo y el de sostenibilidad, no es fácil identificar un indicador que, individualmente, informe sobre las dos caras del desarrollo sostenible. Dada esa situación, es más apropiado tratar de identificar un sistema de indicadores que, colectivamente, provean la información requerida. Esta es la estrategia que se siguió en el proyecto ESALC, donde, para cada subsistema se definieron indicadores de dos tipos: • • De Desarrollo o Desempeño (ej. esperanza de vida al nacer, tasa de crecimiento del PIB, dotación de recursos naturales), y De Sostenibilidad (ej. déficit fiscal como % del PIB, relación de dependencia demográfica, cambio en superficie boscosa/superficie total de bosques) Esta diferenciación es importante, ya que se suelen dar casos en los que el desarrollo es aparentemente exitoso, pero se hace erosionando las bases ambientales o sociales del mismo (lo que lo hace insostenible), o se manifiestan 28 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL otras combinaciones de desempeño y sostenibilidad. Muchos de los sistemas de indicadores de desarrollo sostenible utilizados, no distinguen entre ambas categorías, lo que hace más difícil la interpretación de las tendencias y la identificación de las implicancias para las políticas. Las variaciones en los valores de los indicadores de desarrollo representan un progreso (o un retroceso) que es claro en términos valóricos, pero no necesariamente informan acerca de la sostenibilidad. Por ejemplo, una reducción en el indicador de pobreza es claramente deseable, es una mejora, pero no dice nada sobre la sostenibilidad de esa reducción; es un indicador del componente “desarrollo” del desarrollo sostenible, pero no del componente “sostenibilidad”. En cambio, el indicador “emisiones totales de dióxido de carbono” no tiene una dirección de cambio inherentemente deseable, pero provee importante información acerca de la contribución del país (o región, o ciudad, según el caso considerado) a la sostenibilidad global. Un indicador de sostenibilidad debe decir algo acerca de la posibilidad de mantenerse en el tiempo, o del riesgo de caer en situaciones irreversibles, del factor o proceso que está representando. Excepcionalmente, algunos indicadores pueden ser utilizados para mostrar tendencias en ambos componentes del desarrollo sostenible. Uno de esos pocos es el indicador de desigualdad de ingresos de una sociedad (índice de Gini u otros) cuyo aumento indica riesgo de crecientes conflictos y tensiones sociales y por ende de la sostenibilidad de la sociedad, pero que es también inherentemente indeseable. Avanzando con la perspectiva sistémica, además de los indicadores de subsistemas, se identificó un número mínimo de indicadores que informan sobre flujos o interrelaciones entre subsistemas, como por ejemplo la generación residuos peligrosos (flujo de lo económico a lo ambiental), o la producción madera (flujo de lo ambiental a lo económico) los los de de Finalmente, se identificaron indicadores de Intensidad o Eficiencia (algunos de los cuales corresponden a los llamados indicadores de “desacople”), básicamente de dos tipos: de intensidad económica (por unidad de PIB) como por ejemplo la intensidad energética de la economía, medida como el consumo de energía (joules/PIB/año), y de intensidad energética demográfica (o per capita), como el consumo de energía (joules/persona/año). En el caso del proyecto ESALC, la información provista por el conjunto de indicadores incluye: • • • • Evolución Evolución Evolución Evolución del Desempeño en cada subsistema de la Sostenibilidad de cada subsistema de los Flujos importantes físicos y de información entre subsistemas de Eficiencias 29 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL La Figura 7 muestra los indicadores propuestos por ESALC, mapeados sobre el marco del sistema socio-ecológico. -consumo de substancias dañinas del ozono IDS -emisiones totales de CO2 -balanza en cuenta corriente -deuda externa total/PIB INSTITUCIONAL -eficacia recaudatoria del IVA Desarrollo: -% de usuarios Internet -líneas de teléfono por 1000 personas Sostenibilidad: -gasto en I+D como %PIB -índice de percepción de corrupción +índice de gobernabilidad -gasto público social (%PIB) SOCIAL ECONOMICO -demanda de mano de obra (tasa de desempleo-urbano-) Desarrollo: -PIB/persona -tasa de crecimiento anual del PIB -PIB total -Productividad del trabajo (PIB/PEA) Sostenibilidad: -formación bruta de capital -déficit fiscal como % PIB -uso de fertilizantes -uso de pesticidas -superficie bajo plantaciones -población -ingreso per capita -fracción de energía renovable en la oferta energética -consumo/producción de energía total Desarrollo: -índice de felicidad -fracción de la población bajo la línea de pobreza -tasa de mortalidad de menores de cinco años -esperanza de vida al nacer -fracción de la población con servicios sanitarios -fracción de la población con acceso a agua potable -persistencia en el 5 grado o niños con educación primaria grado 5 -proporción de salario medio femenino a masculino -tasa de analfabetismo de la población adulta -fuerza de trabajo con educación secundaria Sostenibilidad: -relación entre ingresos del 20% (ó 10%) superior al 20% (ó 10%) inferior -tasa de crecimiento demográfico -Relación de dependencia demográfica -Indice de concentración de Gini -producción de madera industrial -producción de leña -volumen anual de pesca marina -extracción anual total de agua -crecimiento industrias contaminantes -número de vehículos automotores en uso -mortalidad por enfermedades respiratorias -emisiones de contaminantes orgánicos al agua AMBIENTAL Desarrollo: INTENSIDADES O EFICIENCIAS Sostenibilidad: -área de bosque/área total -cambio superficie boscosa/superficie total de bosques -extracción de agua como porcentaje del total de rcursos hídricos internos Económicas: -energía (joules/PIB/año) -CO2 (tons/PIB/año) Demográficas: -energía (joules/persona/año) -CO2 (tons/persona/año) -consumo ($/persona/año) -recursos hídricos renovables (m3/persona/año) -tierra arable y bajo cultivos permanentes (Ha/persona/año) -áreas protegidas como % del área total 2-2-06 Figura 7. Los IDS de ESALC 30 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL La Figura 8 presenta una visualización holística de las tendencias, desde 1990 hasta el año más reciente para el que se tienen datos, de un subconjunto básico de indicadores de desarrollo sostenible utilizando Honduras como ejemplo (Gallopín, 2006). Rojo indica deterioro, verde mejora, y amarillo mantenimiento. Figura 8. Tendencias de la sostenibilidad del desarrollo en Honduras Se puede apreciar que las principales áreas problemáticas tienen que ver con la sostenibilidad más que con el desempeño o desarrollo, y que se concentran principalmente en los subsistemas ambientales y el institucional. Obviamente que este es un análisis simplificado, basado en un número pequeño de indicadores, pero el objetivo de este enfoque es proveer una visión holística más que un análisis exhaustivo. Adopción por países El marco conceptual y el sistema de indicadores de desarrollo sostenible de ESALC fueron adoptados oficialmente por el gobierno de Argentina y ajustado a las condiciones específicas del país, utilizando fuentes nacionales de información. El Sistema de Indicadores de Desarrollo Sostenible para la República Argentina (SIDSA) fue el resultado de una experiencia innovadora de trabajo interinstitucional y de un esfuerzo conjunto realizado por 28 organismos del Estado Nacional, iniciado en el 2004, y publicado en el 2005. La versión en línea está disponible en Internet en el sitio de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina 31 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL (http://www.medioambiente.gov.ar). Actualmente se está completando la actualización de los indicadores de desarrollo sostenible para 2006. El enfoque fue posteriormente adoptado por las provincias, que, después de un proceso donde se capacitó a la totalidad de las provincias argentinas en la construcción de indicadores de desarrollo sostenible, están preparando sus propios indicadores a escala provincial. (ver la página http://www.medioambiente.gov.ar/?idseccion=60). Otros países de la región han expresado interés en el enfoque. Conclusiones: Mensajes Conceptuales a Incorporar en los Cursos Aquí se resumen las principales conclusiones obtenidas del análisis presentado, en términos de un conjunto de mensajes que debieran ser planteados en los cursos de indicadores de desarrollo sostenible. Naturalmente, estos deben ser complementados por otros mensajes importantes, como por ejemplo otros de tipo metodológico (documentación de los indicadores y construcción de las hojas metodológicas, interpretación de los indicadores, y otros), de tipo político y logístico (qué hacer y qué evitar, etc.) 1. Cuando se estudia la sostenibilidad, para evitar confusiones y ambigüedad es indispensable especificar claramente el sistema (o las salidas del sistema) a que se está aplicando el concepto (¿Qué sistema? ¿Cómo es definido? ¿A qué escala? ¿Qué salidas?). 2. Muchas polémicas respecto del sentido preciso de la sostenibilidad y sus implicancias se relacionan con el hecho de que se utilizan criterios de valor (o funciones del valuación) diferentes (por ejemplo, la ponderación relativa que se atribuya al capital natural y al capital manufacturado). Por lo tanto, es crítico especificar claramente cuáles son los criterios adoptados. 3. La sostenibilidad es un atributo de los sistemas abiertos a interacciones con su mundo externo. No es un estado fijo de constancia, sino la preservación dinámica de la identidad esencial del sistema en medio de cambios permanentes. 4. El desarrollo sostenible no es una propiedad sino un proceso de cambio direccional, mediante el cual el sistema mejora de manera sostenible a través del tiempo. 5. No debe confundirse desarrollo con crecimiento económico. El desarrollo es un proceso cualitativo de concretización de potencialidades que puede o no entrañar crecimiento económico (incremento cuantitativo de la riqueza). 6. Hay que separar el crecimiento económico del transflujo material o energético: crecimiento económico no es necesariamente sinónimo de crecimiento económico material. 7. La sostenibilidad es una propiedad o atributo de un sistema en un ambiente o contexto dado, a diferencia del desarrollo sostenible, que es un proceso de cambio. Ambos son claramente conceptos diferentes del de ambiente, o medio ambiente, que es una entidad 32 Biblioteca Virtual Ponencias FODEPAL complementaria a un sistema (el ambiente de un sistema cualquiera está formado por los sistemas o factores externos con los cuales el sistema interactúa). 8. Los indicadores ambientales pueden ser elegidos de forma que representen el estado o condición del ambiente (por ejemplo la concentración de contaminantes en el agua, la cantidad de bosques, etc.). De hecho, la mayoría de los indicadores ambientales son de ese tipo. 9. Los indicadores de sostenibilidad están sometidos a mayores exigencias: requieren mostrar un cambio temporal en la capacidad de mantenimiento del factor considerado (por ejemplo, el tiempo de existencia de un yacimiento de petróleo a tasas determinadas de extracción). 10. Finalmente, los indicadores de desarrollo sostenible requieren representar un progreso (o retroceso, según el caso) en 1) el desempeño del sistema (ej. disminución de la pobreza), y 2) en la sostenibilidad del mismo. 11. Debido a la multidimensionalidad y conectividad de los sistemas socio-ecológicos que son el sujeto del desarrollo, es importante elegir marcos ordenadores integrados para seleccionar, ordenar e interpretar los indicadores de desarrollo sostenible. REFERENCIAS Adriaanse, A. (1993) Environmental Policy Performance Indicators. SDV Publishers, The Hague. Bakkes, J.A., van den Born, G.J., Helder, J.C., Swart, R. J., Hope, C.W., and Parker, J.D.E. (1994) An Overview of Environmental Indicators: State of the Art and Perspectives. UNEP/EATR.94-01; RIVM/402001001. Environmental Assessment Sub-Programme; UNEP, Nairobi. Bergh, van den, y C.J.M. 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