Estudio “análisis De La Participación Política De Los Jóvenes” 1998

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Estudio “Análisis de la participación política de los jóvenes” Realizado por CIDE, para el Instituto Nacional de la Juventud. 1998 1 Estudio “Análisis de la participación política de los jóvenes” Indice 1.- Presentación 4 2.- Datos generales del estudio 4 3.- Comentarios acerca del problema 5 Capítulo 1 “Los jóvenes chilenos y la política: su participación electoral entre 1950 y 1997” 7 1.- Introducción 7 2.- La inscripción electoral 2.1 Subperíodo 1950-1973 2.2 Subperíodo 1988-1997 9 9 11 3.- La participación electoral 3.1 Subperíodo 1950-1973 3.2 Subperíodo 1988-1997 14 14 15 4.- Las preferencias políticas 4.1 Subperíodo 1950-1973 4.2 Subperíodo 1988-1997 17 17 18 Capítulo 2 “Participación Política de los Jóvenes: Análisis de Prensa” 20 1.- Introducción 20 2.- Antecedentes Metodológicos 2.1 Elaboración del instrumento de análisis 22 22 3.- Algunos criterio de las noticias 25 4.- Resultados del Análisis 4.1 Contexto 4.2 Participación política de los jóvenes 27 27 30 5.- Conclusiones 48 Capítulo 3 “El discurso de los jóvenes acerca de su propia participación 2 política” 51 1.- Síntesis de los grupos urbanos 1.1 Descripción general de los grupos urbanos 1.2 Sobre las representaciones en torno al concepto de política 1.3 Análisis por categorías 51 51 51 54 2.- Síntesis de grupos rurales 2.1 Descripción general de los grupos rurales 2.2 Sobre las representaciones en torno al concepto de política 2.3 Análisis por categorías 63 63 63 67 3.- Matices discursivos a partir de los cuatro criterios de conformación de los grupos focales 76 4.- Conclusiones 82 Capítulo 4 “El discurso de los actores políticos en relación a la participación política de los jóvenes” 95 1.- Antecedentes Metodológicos 1.1 Trabajo de campo 95 96 2.- Categorías de análisis que fueron consultadas 96 3.- Resultados del análisis 3.1 Síntesis de los discursos por categorías de análisis 3.2 Matices discursivos según partidos políticos 97 97 122 4.- Conclusiones 126 Capítulo 5 “Análisis integrado de los resultados y conclusiones finales” 130 1.- Presentación 130 2.- Imágenes que cada actor tiene frente al otro 131 3.- Elementos del contexto que cruzan los discursos 136 4.- Expectativas que cada actor se forma frente al otro 139 5.- Imágenes sobre los espacios de participación y formas de asociatividad juvenil 141 6.- Forma de concebir la política y la participación 141 3 7.- El voto como forma de participación política 144 8.- Ofertas a la juventud y propuestas 147 9.- Forma de construir discurso 147 Anexo 1 Listado de grupos focales realizados 150 Anexo 2 Listado de políticos entrevistados 151 4 Estudio “Análisis de la participación política de los jóvenes” Informe Final 1. Presentación El informe que se presenta a continuación corresponde al último dentro del estudio “Análisis de la participación política de los jóvenes”, y pretende hacer una síntesis final, retomando los cuatro productos parciales que fueron alcanzados y las conclusiones a las que se llega a partir de un análisis integrado de los mismos. El estudio fue llevado a cabo por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), por encargo del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), entre los meses de enero y agosto del año 1999. 2. Datos generales del estudio El estudio tuvo una duración de seis meses (con una suspención durante el mes de mayo a causa de las dificultades que significó para el trabajo en terreno la realización de las Elecciones Primarias de la Concertación de Partidos por la Democracia). El estudio se planteó como objetivo general “describir y analizar desde la óptica de los jóvenes y de los diferentes actores políticos de la vida nacional, la interpretación que se hace del concepto participación política y los modos en que éste es llevado a la práctica”. Metodología general El trabajo correspondió a una investigación exploratoria con carácter cualitativo e interpretativo, asumiendo que la realidad de los jóvenes está determinada, por una parte, por el conjunto de condiciones materiales en las que éstos se desenvuelven, y por otra parte, por un plano de subjetividades que provienen de ellos mismos y de diferentes actores de la sociedad. El estudio estuvo centrado en dos actores: los jóvenes y los políticos. a) Los jóvenes Durante la primera parte, el estudio buscó recoger el discurso de los jóvenes mediante la realización de 12 grupos focales en 6 localidades (3 de ellas con características rurales y las otras 3 con características urbanas). Los jóvenes que fueron invitados a participar en los grupos tenían edades entre 15 y 29 años y fueron agrupados en dos rangos: jóvenes adolescentes de 15 a 17 años (sin derecho a voto) y jóvenes entre 18 y 29 años (con derecho a voto). Es necesario agregar que todas las localidades 5 seleccionadas tienen un nivel socio económico medio bajo, y que por lo tanto los resultados deben ser leídos dentro de ese contexto. b) Los políticos La segunda etapa estuvo centrada en recoger el discurso de los actores políticos y para esto se trabajaron 15 entrevistas en profundidad a los presidentes nacionales de 8 partidos políticos y los presidentes de la juventud respectiva. A esto se agregaron 2 entrevistas a informantes claves de instituciones ligadas al tema de la participación política de los jóvenes (INJUV, directora nacional y Ministerio el Interior, jefa de comunicaciones y conocedora de la campaña pro inscripción de los jóvenes en los registros electorales). Del análisis de cada uno de estos discursos se obtuvo un producto parcial, del cual se retomarán los resultados principales en los capítulos que se presentan a continuación. Paralelamente, se trabajó en dos productos que servirían como complemento a la información proveniente del análisis de discursos de los dos actores mencionados: a) El primero de estos productos complementarios corresponde a una análisis histórico de corte cuantitativo, que recoge datos acerca de la participación política de los jóvenes entre los años 1950 y 1997, haciendo distinciones acerca de lo que se refiere a inscripción electoral, participación electoral y preferencias políticas. b) El segundo producto complementario corresponde a un análisis de prensa escrita, realizado sobre un corpus correspondiente al periodo de tiempo en que se realizó la primera campaña pro inscripción en los registros electorales de los jóvenes (mayo a agosto de 1997), la que fue denominada “La elección es tuya”. 3. Comentarios acerca del problema de estudio El problema de estudio inicialmente fue definido del siguiente modo: El proyecto surge ante un tiempo de cambio cultural, en donde una de sus expresiones está en el ámbito socio-político, específicamente en la forma en que se estructura la relación entre Estado, partidos políticos y sociedad civil. En Chile, el fenómeno se visualiza al analizar la evolución de la participación electoral, en donde las cifras muestran que a partir de 1989 ésta ha ido cayendo paulatinamente. Frente a esta situación es particularmente preocupante lo que ocurre con los jóvenes en torno al tema de la participación política. En términos generales podemos observar que, aún cuando éstos manifiestan gran interés por participar en distintos tipos de organizaciones, las actividades 6 que menos realizan son aquellas que implican un posicionamiento en la esfera pública (lo que puede ser corroborado con los estudios del INJUV de 1994 y 1997). Una característica particular de lo anterior es que hoy los jóvenes expresan una relación crítica con las organizaciones políticas tradicionales. Esto no es necesariamente un problema de los jóvenes sino de la poco estimulante oferta que los partidos políticos les hacen. Frente a lo anterior, el estudio busca conocer la subjetividad juvenil en relación a la participación política en las diferentes formas que ésta se expresa, así como la oferta que realizan los diferentes referentes políticos a los jóvenes y la representación social que existe de los jóvenes entre los actores políticos. Frente al problema definido de ese modo fueron planteadas además cuatro hipótesis de trabajo, las cuales fueron trabajadas detalladamente en los informes parciales respectivos: i. Estamos frente al surgimiento de una nueva cultura juvenil, que desborda lo estrictamente político, en donde aparecen desdibujados los límites tradicionales entre lo público y lo privado. ii. El desarrollo y transmisión de valores asociados a la libertad, pluralismo, tolerancia y respeto de derechos, son asumidos no desde un discurso político sino a partir de nuevas formas de asociatividad más cercanas y adecuadas a los problemas cotidianos de los jóvenes. iii. El cambio en la matriz sociopolítica nacional, caracterizada entre otras cosas por un decreciente interés y credibilidad de la sociedad frente a la acción política, influye -por extensión- de manera directa en el desinterés de los jóvenes por estos temas. iv. Las actuales formas de asociatividad de los jóvenes, pueden constituirse en formas de participación política implícitas, que necesitan de un marco de reconocimiento y estimulación formal, gatillando en el interior de ellas procesos de ejercicio de ciudadanía juvenil. 7 Capítulo 1: “Los jóvenes chilenos y la política: su participación electoral entre 1950 y 1997”1 1. Introducción Abordar el tema de la participación política de los jóvenes chilenos entre los 15 y los 29 años de edad y, específicamente, su accionar en las coyunturas electorales, es una tarea bastante más complicada de lo que podría pensarse en un principio. En primer lugar, hay que señalar que el voto es secreto, por lo cual es prácticamente imposible conocer con certeza cuáles han sido las preferencias de los jóvenes al momento de concurrir a las urnas. Más aún, desde la puesta en vigencia de la cédula electoral única (1958), las posibilidades de cohecho y falsificaciones de sufragios se tornaron mínimas, lo cual permitió a la población votar con la confianza necesaria de que su voto permanecería efectivamente en secreto. Por otra parte, en los servicios públicos como el INE o las Oficinas de Registro Electoral no existen estadísticas o sondeos de opinión que nos permitan aproximarnos al comportamiento electoral de los jóvenes. Los partidos políticos, en tanto, tienen alguna información sobre las votaciones obtenidas en diferentes comicios, pero sin desglosarla por tramos de edad. Nos encontramos, entonces, con fuentes informativas muy limitadas para el período señalado, lo cual dificulta sobremanera cualquier tipo de análisis que se pretenda realizar en torno a este tema. Al referirnos a la participación electoral de los jóvenes lo haremos en torno a tres indicadores: la inscripción en los registros electorales, la concurrencia a los actos eleccionarios y las preferencias políticas. Dadas las limitaciones de las fuentes ya señaladas, la evaluación del proceder de los jóvenes en base a estos tres índices es incompleta y las conclusiones deben ser consideradas principalmente como hipótesis de trabajo, apoyadas en evidencias fragmentadas. Centraremos nuestro análisis en dos subperíodos. El primer subperiodo será el comprendido entre 1950 y 1973, dentro del cual se llevaron a cabo dieciseis comicios entre elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. Se trata de una época marcada por dos fenómenos nuevos en la historia electoral chilena: la creciente participación de la mujer en las votaciones (gracias a la obtención del pleno derecho a voto en 1949); y la extensión del sufragio a los mayores de 18 años, ocurrida en 1970, la que posibilitó a aquellos jóvenes que tenían entre 18 y 20 años votar a partir de las elecciones municipales de 1971. Después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 vino una etapa durante la cual no se realizó ningún tipo de elección y se mantuvieron cerrados 1 Este análisis estuvo a cargo de los historiadores Pedro Milos y Daniel Palma, quienes forman parte del equipo CIDE para el presente estudio. 8 los registros electorales hasta el año 1987. Por este motivo, el periodo del gobierno militar quedó fuera del presente estudio. El segundo subperíodo que examinaremos entonces es aquel que se extiende entre el plebiscito del 5 de octubre de 1988 y las elecciones parlamentarias de 1997. Para estos años se dispone de información estadística bastante completa, de manera que se puede realizar un examen más fino de la participación electoral de los jóvenes. En cuanto a las fuentes utilizadas, éstas han sido fundamentalmente cuantitativas. En primer lugar, para determinar el universo de la población joven entre 15 y 29 años, y dentro de ella a los potenciales votantes, se revisaron los censos de los años 1952, 1960, 1970, 1982 y 1992. Los censos permitieron establecer el porcentaje de jóvenes en relación a la población total nacional en cinco momentos, además de distinguir entre hombres y mujeres y entre jóvenes urbanos y rurales. Luego, se consultaron datos manejados por el Servicio Electoral con el fin de averiguar cuántos jóvenes se inscribían año a año para votar. Lamentablemente, para el período 1950-1973 dicha información no se encuentra registrada por tramos de edades y sólo se obtuvo el número total de inscritos para estos años, desglosados en hombres y mujeres. Ya desde 1988, el Servicio Electoral cuenta con estadísticas por grupos etáreos, lo que permitió seguir detalladamente la inscripción de los jóvenes hasta 1997. Las publicaciones especializadas sobre nuestro tema de estudio, como por ejemplo algunas existentes en FLACSO o en SUR Profesionales, se sustentan en las mismas cifras que proporciona el Servicio Electoral y, en general, no aportan nuevos antecedentes cuantitativos. La preocupación de sociólogos y cientistas políticos ha estado centrada principalmente en lo ocurrido con los jóvenes desde los años ‘80, lo que se ha traducido más que nada en interpretaciones basadas en experiencias parciales o ensayos en torno a los problemas que ha presentado la participación política de los jóvenes en los últimos años. Sin embargo, existen publicaciones que aportaron información de gran utilidad para la elaboración del presente informe, como la Encuesta de Opinión Juventud y política, realizada por el Instituto Nacional de la Juventud en 1996; el trabajo de FLACSO, Mujeres latinoamericanas en cifras (documento sin pie de imprenta); y los documentos del Servicio Electoral Abstención elección parlamentaria 1997, editado en 1998 y Partidos Políticos, Chile 1998 del mismo año 98. Antes de iniciar la descripción de los resultados de nuestro estudio, es importante destacar que la población que aquí hemos englobado bajo el término “jóvenes” ha constituido en los últimos cincuenta años el grupo más numeroso de la sociedad, con índices que fluctúan entre el 25 y el 30 % del total de los chilenos y chilenas, tal como se observa en el siguiente cuadro: 9 CUADRO Nº 1 Porcentaje de jóvenes dentro de la población total según los censos realizados entre 1952 y 1992 Año Población total 1952 1960 1970 1982 1992 5.932.995 7.374.115 8.884.768 11.329.736 13.348.401 Jóvenes entre 15 y 29 años2 1.591.378 1.850.211 2.308.493 3.403.821 3.649.078 Porcentaje de jóvenes 26,8 % 25,1 % 26,0 % 30,0 % 27,3 % FUENTE: Censos, INE. Se trata, entonces, de un sujeto social de primer orden con la potencialidad de incidir decisivamente en los resultados electorales. Veamos si realmente ha sucedido así. 2. La inscripción electoral 2.1. Subperíodo 1950-1973: Tal como fue señaló en la Introducción, las cifras oficiales existentes para estos años corresponden únicamente al total de los inscritos en los registros electorales, subdivididos en hombres, mujeres y extranjeros. No se dispone del detalle de los inscritos por tramos de edades, por lo que no podemos saber si en la inscripción de los jóvenes hubo alguna tendencia específica o diferenciada de la de otros grupos etáreos. CUADRO Nº 2: Descripción de la población inscrita para las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, entre los años 1950 y 1973 Año 1950 1952 1953 1956 1957 1958 1960 1961 1963 1964 Tipo y fecha de elección Municipal, 2 de abril Presidencial, 4 de sept. Parlamentaria, 1 de marzo Municipal, 1 de abril Parlamentaria, 3 de marzo Presidencial, 4 de sept. Municipal, ¿? de abril Parlamentaria, 5 de marzo Municipal, 7 de abril Presidencial, 4 de sept. Total inscritos 833.460 1.105.029 1.106.079 1.184.882 1.284.159 1.497.902 1.769.681 1.858.980 2.570.409 2.915.121 Hombres 636.499 776.625 771.719 814.275 872.875 989.236 1.139.851 1.186.291 1.447.282 1.582.307 Mujeres 191.283 328.404 328.308 362.697 411.284 508.666 618.694 672.989 1.097.984 1.332.814 Extranjeros 5.678 6.682 7.910 11.136 25.143 2 Este rango de edad corresponde a aquel que se utilizará a lo largo de todo el estudio “Participación Política de los Jóvenes”, en el cual se inserta este informe acerca de la participación electoral. Sin embargo, es necesario recordar que los jóvenes entre 15 y 17 (para el periodo de tiempo desde 1971 en adelante) o los que se encuentran entre 15 y 20 (para el periodo anterior a 1971) no forman parte de la población joven con derecho a sufragio. 10 1965 1967 1969 1970 1971 1973 Parlamentaria, 7 de marzo Municipal, 2 de abril Parlamentaria, 2 de marzo Presidencial, 4 de sept. Municipal, 4 de abril Parlamentaria, 4 de marzo 2.920.615 3.073.992 3.250.172 3.539.747 3.792.682 4.510.060 1.581.639 1.625.837 1.732.681 1.873.859 1.990.687 2.364.697 1.338.976 1.420.309 1.512.211 1.665.888 1.771.896 2.144.862 27.846 5.280 30.099 501 FUENTE: Centro de Documentación del Servicio Electoral de Chile. Del cuadro anterior dos cosas llaman la atención. En primer lugar, se puede observar el creciente protagonismo electoral de la mujer, expresado en el aumento de la inscripción en los registros. Según el trabajo de FLACSO, Mujeres latinoamericanas en cifras, en 1952 apenas un 19,5 % de las chilenas en edad de votar estaban efectivamente inscritas. Este porcentaje fue incrementándose rápidamente, lo que se puede observar al comparar el porcentaje de mujeres inscritas para las elecciones presidenciales entre los años 52 y 70: CUADRO Nº 3: Porcentaje de mujeres inscritas para elecciones presidenciales entre 1952 y 1970 Año 1952 1958 1964 1970 Porcentaje de mujeres inscritas 19,5 % 27,2 % 62,7 % 69,4 % FUENTE: FLACSO, Mujeres latinoamericanas en cifras (sin pie de imprenta). Podemos plantear hipotéticamente que la mujer joven se mantuvo dentro de esta misma tendencia, aunque es algo que no se puede probar con la información disponible. De todas formas, de acuerdo a los datos arrojados por los censos respectivos, mientras en 1952 había 467.429 mujeres jóvenes entre 21 y 29 años, en 1970 su número ascendía a 634.975 y es muy probable que el porcentaje de inscritas se haya incrementado en una proporción importante. Por otra parte, de representar un 23 % de los votantes en 1950, en 1973 las mujeres comprendían un 47,5 % del electorado, es decir, llegaron a componer casi la mitad de los potenciales votantes. El otro fenómeno a destacar lo constituye el notable incremento de los inscritos entre 1970 y 1973. Este aumento seguramente está relacionado con la ley dictada en 1970 y que extendió el derecho a voto a los mayores de 18 años3, analfabetos y ciegos, quienes ejercieron por primera vez este derecho en las elecciones municipales de 1971. Respecto a este tema cabe agregar que del censo de 1970 se desprende que sobre 500 mil personas entre 18 y 20 años quedaron en condiciones de inscribirse para votar, aumentando en más de un tercio el potencial electorado joven. Es muy factible que de estos jóvenes un número apreciable haya concurrido efectivamente a las oficinas de Registro Electoral, considerando sobre todo el alto número de inscritos en 1973. De esa 3 Hasta esa fecha la edad mínima para votar eran los 21 años. 11 manera, los jóvenes de aquella época (o quizás algún sector dentro de ellos) demostraron una mayor preocupación por participar del sistema electoral. 2.2. Subperíodo 1988-1997: El segundo período objeto de este análisis ofrece el siguiente panorama: CUADRO Nº 4: Cantidad y porcentaje de jóvenes inscritos para las elecciones realizadas entre 1988 y 1997 Año Tipo y fecha de elección 1988 1989 1989 1992 1993 1996 1997 Plebiscito, 5 de octubre Plebiscito, 30 de julio Pres. y parlam., 14 de dic. Municipal, 28 de junio Pres. y parlam., 11 de dic. Municipal, 27 de octubre Parlamentaria, 11 de dic. Total inscritos 7.435.913 7.556.613 7.557.537 7.840.008 8.085.439 8.073.368 8.069.624 Hombres Mujeres 3.609454 3.665.682 3.664.852 3.791.364 3.903.135 3.882.561 3.877.665 3.826.459 3.890.931 3.892.685 4.048.644 4.182.358 4.190.807 4.191.959 Jóvenes inscritos 2.676.185 2.610.054 2.527.240 2.347.298 2.310.818 1.797.131 1.604.241 % de jóvenes 35,99 34,54 33,44 29,94 28,58 22,26 19,88 FUENTE: Centro de Documentación del Servicio Electoral de Chile. En cuanto a estas cifras se observan también dos tendencias. Primero, el alto porcentaje de inscritos en relación a los potenciales electores entre 1988 y 1989. De más está decir que tras quince años de régimen militar, durante el cual se mantuvieron cerrados los registros electorales, hubo un gran interés por ejercer el derecho a voto a partir del plebiscito del 5 de octubre de 1988. Con motivo de este evento se registró el índice más elevado de participación en la historia electoral de nuestro país, lo que queda reflejado en el número de inscritos. Como se observa en el Cuadro Nº 4, los jóvenes se integraron de buena gana en este proceso, representando el porcentaje más alto de los inscritos (35,99 %), en comparación con otros grupos etáreos. Sin embargo, de 1990 en adelante comenzó a perfilarse otro fenómeno, cual es la alarmante disminución del interés de los jóvenes por inscribirse en los registros electorales, hecho sintetizado en la expresión “no estoy ni ahí”. Sobre este punto el Servicio Electoral señala en una reciente publicación titulada Abstención elección parlamentaria 1997: “...si bien es cierto que en la última elección de 1997, [aumentó] la abstención real o efectiva, conformada por aquellos ciudadanos que estando debidamente inscritos en los registros electorales pertinentes, no concurrieron a sufragar por diferentes causas, justificables o no, con ocasión del citado acto electoral se ha podido constatar también, una creciente y radical forma de expresar la intención de abstenerse de participar, manifestada por los segmentos más jóvenes de potenciales nuevos electores, los cuales estando en condiciones de votar, por contar con la aptitud para ello, no lo hicieron por la vía de no inscribirse en los registros electorales correspondientes, y en consecuencia no sufragó, cuando lo podría haber hecho, aproximadamente un 12 % del actual padrón electoral, de haber cumplido oportunamente con los requisitos pertinentes para ello” (pp. 6). 12 Concretamente, estas son las cifras sobre los jóvenes entre 18 y 29 años que se han inscrito en los registros electorales en los últimos años: CUADRO Nº 5: Evolución de la cantidad de jóvenes inscritos entre 1989 y 1997 Fecha Jóvenes inscritos al 10 de julio de 1989 Jóvenes inscritos al 8 de noviembre de 1989 Jóvenes inscritos al 8 de noviembre de 1990 Jóvenes inscritos al 15 de mayo de 1992 Jóvenes inscritos al 30 de diciembre de 1993 Jóvenes inscritos al 31 de diciembre de 1994 Jóvenes inscritos al 31 de diciembre de 1995 Jóvenes inscritos al 20 de agosto de 1996 Jóvenes inscritos al 11 de diciembre de 1997 Nº de inscritos 2.609.655 2.526.872 2.348.974 2.349.376 2.286.195 1.985.486 1.766.465 1.798.813 1.605.232 FUENTE: Basado en las estadísticas incluidas en el Apéndice 2. Como se puede observar, sobre un millón de jóvenes entre 18 y 29 años ha renunciado a su derecho de participar en la elección de autoridades. El año 1992, por ejemplo, de acuerdo al censo existían en Chile 2.935.640 jóvenes en edad de votar, de los cuales 586.264 no se habían inscrito. Esta apatía es particularmente notoria en los tramos que comprenden a los jóvenes entre 18 y 19 años y a los que se ubican entre 20 y 24 años, tal como se muestra a continuación: CUADRO Nº 6: Porcentaje de jóvenes en relación al total de inscritos Elección 18 a 19 años Plebiscito, 5/10/88 5,50 % Plebiscito, 30/07/89 4,03 % Presidencial y 2,96 % parlamentaria, 14/12/89 Municipal, 28/06/92 2,69 % Presidencial y 3,02 % parlamentaria, 11/12/93 Municipal, 27/10/96 1,22 % Parlamentaria, 11/12/97 1,06 % 20 a 24 años 15,66 % 15,48 % 15,31 % 24 a 29 años 14,83 % 15,03 % 15,17 % Total 35,99 % 34,54 % 33,44 % 12,19 % 10,99 % 15,06 % 14,57 % 29,94 % 28,58 % 7,91 % 6,75 % 13,13 % 12,07 % 22,26 % 19,88 % FUENTE: Centro de Documentación del Servicio Electoral de Chile. El decreciente ritmo en las inscripciones de los jóvenes es un fenómeno que atraviesa todas las regiones del país y afecta en mayor medida a las mujeres. Los años más críticos han sido 1995, seguido de 1994 y 1990. A modo de ejemplo, en la juventud entre 18 y 19 años de las regiones con mayor potencial electoral, vale decir, la quinta, octava y metropolitana, la situación se ha presentado como sigue: 13 CUADRO Nº 7: Número y porcentaje de inscritos entre 18 y 19 años entre 1989 y 1997 Fecha 10/07/1989 08/11/1989 08/11/1990 15/05/1992 30/12/1993 31/12/1994 31/12/1995 20/08/1996 11/12/1997 Total inscritos Hombres Mujeres 163.588 141.011 122.596 100.920 47.520 34.092 115.949 95.882 124.053 104.194 40.239 31.756 11.374 6.755 58.433 40.568 51.623 33.963 V Región Hombres Mujeres 16.454 (10,05%) 14.515 (10,29%) 12.278 (10,01%) 10.595 (10,49%) 4.933 (10,38%) 3.822 (11,21%) 12.986 (11,19%) 10.940 (11,40%) 13.056 (10,52%) 11.597 (11,13%) 4.318 (10,73%) 3.839 (12,08%) 1.201 (10,55%) 947 (14,01%) 6.553 (11,21%) 4.393 (10,82%) 5.278 (10,22%) 3.602 (10,60%) VIII Región Hombres Mujeres 22.260 (13,60%) 19.430 (13,77%) 16.605 (13,54%) 13.616 (13,49%) 6.562 (13,80%) 4.460 (13,08%) 17.282 (14,90%) 13.599 (14,18%) 19.312 (15,56%) 15.387 (14,76%) 6.962 (17,30%) 4.785 (15,06%) 2.443 (21,47%) 1.266 (18,74%) 8.590 (14,70%) 7.001 (17,25%) 7.448 (14,42%) 5.648 (16,62%) Región Metropolitana Hombres Mujeres 57.558 (35,18%) 54.631 (38,74%) 44.173 (36,03%) 39.836 (39,47%) 17.223 (36,24%) 13.036 (38,23%) 36.026 (31,07%) 33.058 (34,47%) 35.843 (28,89%) 33.458 (32,11%) 11.534 (28,66%) 9.443 (29,73%) 1.907 (16,76%) 1.028 (15,21%) 11.832 (20,24%) 9.089 (22,40%) 10.562 (20,45%) 9.011 (26,53%) FUENTE: Centro de Documentación del Servicio Electoral de Chile. Los números son bastante elocuentes para graficar el problema de la no inscripción juvenil. Para formarse una opinión de conjunto se puede consultar los Apéndices 1 y 2, donde se especifica la composición de los inscritos por tramos de edad, sexo y región, lo que permite evaluar cómo este proceso se ha presentado en otros grupos etáreos (de 20 a 24 y de 25 a 29 años) y zonas geográficas. Las razones de este desinterés, en especial en aquellos que recién cumplen los 18 años, hay que buscarlas, a nuestro modo de ver, en el descrédito que han sufrido la política y sus exponentes: los políticos. Existe la sensación de que las inquietudes de los jóvenes no son escuchadas y que las expectativas forjadas no se han materializado como se esperaba. Así mismo, los partidos no han logrado canalizar las demandas de muchos jóvenes, los cuales no comparten sus principios. Al respecto, la encuesta Juventud y política, realizada por el Instituto Nacional de la Juventud en 1996, revela que los jóvenes no se sienten representados por los partidos (16,75 % de los encuestados), argumentando que éstos sólo ven su propio interés (28,68 %) o que la política no les interesa (31,35 %). Estas son algunas opiniones recogidas con respecto de este tema, que aparecen publicadas en el texto Educación Cívica. Enseñanza Media, 19974: Cada partido presenta un proyecto que considera único y excluyente, cerrándose muchas veces a los aportes y complementos de los otros. La clase 4 Sandoval, M.F., E. Basurra y H. Nogueira. “Educación Cívica, Enseñanza Media”, Editorial Santillana, Santiago, 1997. Capítulo “Los jóvenes y la política”, pp. 98-99. 14 política discute siempre en su realidad “generacional”, alejándose de la realidad que hay fuera de sus oficinas (Ricardo, 18 años). A los políticos les creo poco lo que dicen, me guío por lo que hacen, cómo lo hacen y para qué lo hacen. No tengo ninguna preferencia política; en realidad la política no es algo que me motive, pero es imprescindible. La política es un mal necesario (Sebastián, 16 años). Los políticos creo que muchas veces olvidan que representan a personas, siendo más leales a sus partidos que a las personas que los eligieron. Muchas veces veo a los políticos más interesados de defender sus intereses, quedar bien en su partido o frente a los medios de comunicación (Paulina, 17 años). Otras manifestaciones de este desinterés por la política, fuera de la negativa a inscribirse en los registros electorales, es la no participación en juventudes políticas, en organizaciones sociales como los sindicatos o en las elecciones de centros de alumnos y federaciones estudiantiles. 3. La participación electoral 3.1. Subperíodo 1950-1973: Al igual que en el punto anterior, la información proveniente de fuentes primarias disponible no nos permite establecer con certeza el desenvolvimiento de la participación de los jóvenes en los actos electorales. Al no contar con datos relativos a ellos, nos centraremos en describir la situación en general. Aparte de un número nada despreciable de personas que no participaban de los comicios por no estar inscritas (entre un 20 % y un 40 % de los potenciales votantes), la abstención fue la forma más empleada en estos años. En efecto, durante el período 1950-1973, los porcentajes de abstención, y por lo tanto de indiferencia o protesta frente al sistema, fueron muy elevados. El cuadro se presenta de la siguiente manera: 15 CUADRO Nº 8: Indice de abstención en elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, entre los años 1950 y 1973 Año 1950 1952 1953 1956 1957 1958 1960 1961 1963 1964 1965 1967 1969 1970 1971 1973 Tipo de elección Municipal Presidencial Parlamentaria Municipal Parlamentaria Presidencial Municipal Parlamentaria Municipal Presidencial Parlamentaria Municipal Parlamentaria Presidencial Municipal Parlamentaria Índice abstención 25,7 % 13,4 % 31,4 % 41,7 % 29,5 % 16,5 % 30,5 % 25,5 % 19,6 % 13,2 % 19,4 % 23,8 % 25,8 % 16,6 % 25,2 % 18,2 % FUENTE: Servicio Electoral, Abstención elección parlamentaria 1997, pp.19-20. Las elecciones de regidores y alcaldes eran las que suscitaban el menor entusiasmo de la ciudadanía, seguidas de las parlamentarias y, finalmente, las presidenciales. Por otra parte, las altas cifras de abstención indican que históricamente un elevado número de chilenos y chilenas se ha resistido a sufragar en las elecciones, tendencia a la que probablemente tampoco escapaban los jóvenes en edad de votar. Lamentablemente, del año 1973 hacia atrás es imposible establecer con certeza en qué tramos de edad o sectores de la población la abstención fue más marcada. 3.2. Subperíodo 1988-1997: Al igual que la inscripción, la participación electoral en estos años ha sufrido sus altos y bajos. Mientras las estadísticas revelan que entre 1988 y 1989 sobre el 90 % de los inscritos concurrió efectivamente a votar, a partir de 1992 el índice de abstención ha ido aumentando, fenómeno que hay que sumar a la masiva no inscripción en los registros electorales. 16 CUADRO Nº 9: Porcentaje de abstención entre 1989 y 1997 Año 1989 1992 1993 1996 1997 Tipo de elección Presidencial y parlamentaria Municipal Presidencial y parlamentaria Municipal Parlamentaria Índice abstención 5,3 % 10,2 % 8,7 % 12,2 % 12,7 % FUENTE: Servicio Electoral, Abstención elección parlamentaria 1997, pp.19-20. Además, en el ya citado documento Abstención elección parlamentaria 1997, se indica que más allá de la no inscripción en los registros electorales (“abstención apática”), se han incrementado otras formas de abstención como el elevado número de votos nulos (“abstención política”) y votos en blanco (“abstención cívica”)5. De acuerdo con los comentarios de muchos jóvenes de hoy en día, no parece aventurado suponer que en la elección parlamentaria de 1997, gran parte de los votos nulos (13,51 %) y blancos (4,24 %) hayan sido emitidos precisamente por jóvenes desilusionados del sistema que nos rige y que acuden a votar por obligación. Finalmente, el cada vez más alto porcentaje de jóvenes que se margina de las elecciones a través de cualquiera de los tipos de abstención, distorsiona los resultados finales, siendo muchos candidatos elegidos con un porcentaje de votos superior al que se hubiera requerido en elecciones anteriores. Al mismo tiempo, si en 1988 la juventud representaba cerca de un 36 % de los electores, hoy no alcanza siquiera al 20 % y ha disminuido notablemente su peso en los cómputos electorales. 5 De acuerdo al Diccionario Electoral del Centro Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL), la abstención apática es “motivada por la pereza, la ley del mínimo esfuerzo unida a la falsa convicción de la escasa importancia del voto individual”; la abstención política, “es la expresión de una determinada voluntad política de rechazo del sistema político o de la convocatoria electoral en concreto o bien no identificación con ninguno de los líderes o programas políticos en competencia electoral, convirtiéndose la abstención que podríamos denominar activa en un acto de desobediencia cívica”; y la abstención cívica se produciría cuando “el elector participa en el acto electoral, pero sin pronunciarse a favor de ninguna de las opciones políticas en pugna, para lo que emite el voto en blanco”. Citado en Servicio Electoral, Abstención elección parlamentaria 1997, Santiago, 1998, págs.8-9. 17 CUADRO Nº 10: Participación en elecciones entre 1989 y 1997, según tramos de edades Tramos 18 a 29 años 30 a 39 años 40 a 49 años 50 a 59 años 60 a 69 años 70 años y más 1989*** 35,99 % 22,62 % 16,15 % 11,74 % 8,08 % 5,42 % 1993 28,58 % 25,66 % 17,70 % 12,28 % 9,10 % 6,68 % 1997 19,89 % 27,90 % 20,26 % 14,11 % 9,86 % 7,98 % FUENTE: Documento Abstención elección parlamentaria 1997. ***) En el documento Abstención elección parlamentaria 1997 figura el año 1989, pero al revisar las cifras en el Servicio Electoral se puede determinar que éstos corresponden al plebiscito del 5 de octubre de 1988. 4. Las preferencias políticas 4.1. Subperíodo 1950-1973: Dada la naturaleza secreta del voto, es muy poco lo que se puede concluir en torno a las inclinaciones políticas de los jóvenes en las coyunturas electorales. Para el lapso 1950 y 1970 no hay nada que se pueda afirmar en base a las fuentes consultadas. Sí estamos en condiciones de formular una hipótesis para el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973), teniendo como antecedente la promulgación de la ley que autorizó a votar a los mayores de 18 años, a los analfabetos y a los ciegos. En efecto, mientras en la elección presidencial de 1970 –donde aún no pudieron sufragar los menores de 21 años- el candidato Salvador Allende obtuvo un 36,2 % de las preferencias, en los comicios municipales de 1971 – con participación de los mayores de 18 años- la votación de la UP alcanzó un 49,7 % y en las parlamentarias de 1973 un 43 %. Ello nos induce a pensar que un porcentaje mayoritario de los votos emitidos por los jóvenes recayó en candidatos de izquierda, y concretamente de la Unidad Popular, antes que en los candidatos de centro y de derecha que disminuyeron su votación. Si bien no se puede afirmar a ciencia cierta que el repunte de la UP se debió exclusivamente a los jóvenes que votaban por primera vez, es muy probable que parte del significativo aumento que experimentó la coalición gobernante se haya debido al apoyo recibido por la juventud de la época. De hecho, los inscritos en los registros electorales se incrementaron notoriamente en estos años y lo lógico es pensar que en su mayoría se trataba de jóvenes entre 18 y 20 años. 18 CUADRO Nº 11: Número de inscritos entre 1970 y 1973, según hombres, mujeres y extranjeros Año 1970 1971 1973 Tipo y fecha de elección Presidencial, 4 de sept. Municipal, 4 de abril Parlamentaria, 4 de marzo Total inscritos 3.539.747 3.792.682 4.510.060 Hombres 1.873.859 1.990.687 2.364.697 Mujeres 1.665.888 1.771.896 2.144.862 Extranjeros 30.099 501 FUENTE: Servicio Electoral Como se observa, gran parte de los votos posiblemente recayó en el gobierno de aquel entonces, presidido por Salvador Allende. En consecuencia, nos parece factible postular que, al menos desde la década de 1970, se observa una ligera preferencia juvenil por los partidos de izquierda, preferencia que no necesariamente se limita al ámbito electoral. 4.2. Subperíodo 1988-1997: El prolongado régimen militar generó una masiva oposición que comenzó a expresarse visiblemente a partir de las protestas del año 1983. Muchos jóvenes, particularmente de los estratos sociales más bajos, se incorporaron desde entonces a las manifestaciones contra el gobierno de Pinochet, imprimiendo un sello juvenil a la oposición de centro y de izquierda. Las juventudes políticas engrosaron sus filas, al tiempo que las elecciones de centros de alumnos y federaciones universitarias eran escenario de arduas disputas, sobre todo entre partidarios del izquierdista Movimiento Democrático Popular (MDP) y la Alianza Democrática, hegemonizada por la Democracia Cristiana. Los partidos de derecha, en tanto, parecían tener un influjo menor en la juventud. Esta preferencia de la mayoría de los jóvenes por partidos políticos de izquierda o de centro se mantuvo en el tiempo. Así por ejemplo, la ya mencionada encuesta del Instituto Nacional de la Juventud, reveló que un 31,48 % de los jóvenes se situaba políticamente en la izquierda, un 29,59 % lo hacía en el centro y un 19,13 % en la derecha. Alrededor de un 30 % no respondió o se inclinó por otras opciones políticas. Este fenómeno se ve en cierta medida corroborado al examinar el documento Partidos Políticos, Chile 1998 del Servicio Electoral. Hemos sintetizado los datos en el siguiente gráfico: 19 CUADRO Nº 12: Participación juvenil en partidos políticos de Chile, año 1998 Partido político Renovación Nacional Democracia Cristiana Partido por la Democracia Socialista Comunista Unión Demócrata Independiente Radical Social-Demócrata Unión de Centro Centro Militantes 18 a 19 años 0,04 % 0,04 % 0,06 % 0,03 % 0,01 % 0,01 % 0,01 % Militantes 20 a 24 años 1,29 % 1,76 % 2,23 % 2,78 % 1,20 % 0,76 % 0,38 % 0,17 % Militantes 24 a 29 años 6,59 % 7,60 % 10,13 % 11,67 % 10,36 % 7,99 % 6,24 % 7,23 % Total 7,92 % 9,40 % 12,42 % 14,48 % 11,56 % 8,76 % 6,63 % 7,41 % Suponemos que el bajo porcentaje de militantes en los tramos 18-19 años y 2024 años se debe al hecho que las colectividades que figuran en el cuadro mantienen juventudes políticas, cuyos integrantes no necesariamente están inscritos en el partido. Ello explicaría, por ejemplo, por qué el Partido Comunista aparece sin miembros que tengan entre 18 y 19 años, cuando en realidad sí los tiene en las Juventudes Comunistas. Desgraciadamente, el documento citado no se preocupa de los militantes de las juventudes, aunque al parecer no están contabilizados en estas cifras. En conjunto, el gráfico muestra que los partidos de izquierda (PPD, PS y PC) poseen un mayor contingente de militantes jóvenes, seguidos por la DC y luego por los partidos de derecha o centro-derecha (UDI, RN y UCC). Vemos como la ligera predilección por la izquierda ha perdurado desde la década de 1970, tendencia que por lo demás se ha expresado también en las elecciones de la FECh, FEUSACh y FEUC de los últimos cuatro años. En síntesis, y considerando las limitaciones de las fuentes, creemos que las preferencias políticas de los jóvenes (fundamentalmente de aquellos activos políticamente), se ubican en la izquierda, cosa que de todos modos habría que seguir explorando en el marco de esta u otras investigaciones futuras. 20 Capítulo 2: Participación Política de los Jóvenes Análisis de Prensa6 “Cruzando el río Mapocho y abriéndose paso por uno de los barrios más populares entre los jóvenes de Santiago, hay un reloj que marca los segundos que faltan para llegar al 2000. Para muchos esta es una bomba de tiempo que nos tortura y nos recuerda que el siglo 21 se acerca peligrosamente mientras sentimos vivir una sociedad que a sólo nos da más de lo mismo...”. Un joven desencantado 1. Introducción La tendencia a la baja en el número de jóvenes que se inscriben en los registros electorales viene presentándose desde 1988, año del plebiscito que marcó el comienzo del fin del gobierno militar. En ese tiempo, el director del Servicio Electoral, Juan Ignacio García, informaba que un 20 por ciento de jóvenes entre 18 y 24 años de edad había efectuado el simple trámite de inscripción. Sin embargo, la cifra se redujo a la mitad al cabo de nueve años y que hoy no supera el ocho por ciento. En 1997, al momento de iniciarse el período de inscripción electoral para las elecciones parlamentarias realizadas en diciembre de ese año, fijado entre el 15 de mayo y el 12 de agosto, el gobierno –a través del Ministerio del Interiorresolvió efectuar una campaña publicitaria denominada “La elección es tuya”, para intentar convencer a los renuentes de asumir su papel cívico. El resultado de la publicidad, que se prolongó por cerca de 70 días y cuyo costo ascendió a unos 150 millones de pesos, era en cierta forma predecible, pues todos los sectores auguraban pocos logros a una campaña tan tardía. Además, no era necesario ser especialista como para adelantar que para un grupo que ha mostrado indiferencia y/o desagrado por la actividad política, se requería algo más fuerte y efectivo. Los alcances finales no fueron más alentadores, pues después de esperarse que un millón de jóvenes acudiera al llamado efectuado por el gobierno, sólo unos 87 mil respondieron a la inscripción, según se desprende de datos proporcionados por la prensa al terminar la campaña. Conscientes de ello y próximos a la realización de una nueva elección presidencial en diciembre de este año, el gobierno dio curso a una nueva 6 Este análisis estuvo a cargo de la periodista Gladys Acuña, quien forma parte del equipo CIDE para el presente estudio. 21 campaña que –según se ha anunciado- cambiaría la estrategia empleada en la anterior, siendo ésta más personalizada y dirigida a la base social. El nuevo plan denominado “Jóvenes al 2000, con Todo Derecho” tiene una meta bastante más reducida que la versión anterior, cual es igualar el número de inscritos logrados para las elecciones presidenciales de 1993. Entonces fueron registrados cerca de 300 mil jóvenes. La campaña estará a cargo de una comisión interinstitucional integrada por el Servicio Electoral, el Registro Civil, La División de Organizaciones Sociales y el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). A continuación se da cuenta de los resultados de un análisis de mensajes de prensa escrita sobre el tema de participación política, de los jóvenes. Esto, considerando la importancia de los medios en la determinación del diálogo social dentro del sistema democrático. La revisión efectuada concluyó con dos análisis: uno cuantitativo para determinar qué presencia tuvo el tema en los medios seleccionados y uno cualitativo para conocer el discurso difundido en el corpus seleccionado. 22 2. Antecedentes Metodológicos El corpus del análisis está constituido por los cuatro meses en los que los medios trataron la campaña denominada “La elección es tuya", que el Ministerio de Interior llevó a cabo entre el 15 de mayo y el 12 de agosto de 1997, para intentar convencer a un millón de jóvenes no inscritos. Considerando que el tema “jóvenes” no constituye una fuente noticiosa fija, se optó por trabajar con este corpus, en el supuesto de que la campaña provocaría una mayor cobertura de lo que se relaciona con este grupo de la población. Para la selección de los periódicos fueron considerados los medios de circulación nacional, no temáticos, descartando con esto diarios como Estrategia y El Diario, ambos del área económica. Así también quedaron fuera del análisis los vespertinos La Hora y La Segunda, el primero por no existir en la época de revisión y ambos porque su distribución no tiene cobertura nacional. Con esto, los periódicos para revisión fueron: La Tercera, El Mercurio, La Nación, Las Ultimas Noticias, La Cuarta y La Epoca –que aún no desaparecía-. De las unidades de análisis sólo se descartaron las fotografías, por su escaso aporte al objetivo del trabajo. De esta forma fueron revisadas, tanto las notas, crónicas y reportajes, como los textos de opinión. En cuanto a las unidades redaccionales, fueron revisados titulares, bajadas, epígrafes y textos. Las notas seleccionadas para el análisis fueron aquellas directamente relacionadas con la campaña realizada por el Ministerio del Interior, conjuntamente con el Servicio Electoral y las que incluyeran los acontecimientos políticos y de entorno especialmente relevantes para los jóvenes. 2.1 Elaboración del instrumento de análisis 2.1.1 Análisis Cuantitativo Para la primera parte del análisis se empleó el siguiente instrumento de medición en los medios seleccionados, que tuvo como objetivo determinar la presencia del tema estudiado y fundamentar así el análisis cualitativo de discurso que se realizó posteriormente. El cuadro considera 3 variables, que se explican a continuación. Fecha Titular Los jóvenes son los invitados a inscribirse 25.05. 97 Variable A Medio d Variable B Cobertura c Variable C Sección b 23 (A) Variable Medio a) b) c) d) e) f) El Mercurio (EM) La Cuarta (LC) La Epoca (LE) La Nación (LN) La Tercera (LT) Las Ultimas Noticias (LUN) (B) Variable Tipo de Cobertura a) b) c) d) e) f) g) h) i) Nota informativa Crónica Reportaje Entrevista Editorial Artículo Aviso Publicitario Lectura de foto Cartas al director Para esta parte del análisis fueron definidos los tipos de cobertura de la siguiente forma: Nota informativa: Relato que transmite uno o más hechos, estructurados a través de lo que en periodismo se denomina “lead”7 y pirámide invertida. El periodista refuerza la información a través de las citas y la especificación de las fuentes. Crónica Periodística: Información interpretativa y valorativa de los hechos noticiosos, actuales o actualizados, donde se narra algo –en forma cronológica por lo generaltomando gran importancia datos relacionados con la atmósfera percibida por el periodista. Reportaje: Relato periodístico libre en cuanto al tema, redactado en un estilo variado y flexible, y en el que se da cuenta de un suceso de interés actual o humano. Lenguaje más vivo y variado que la noticia y otra disposición estructural del texto, más complejo y dilatado. Entrevista: Conferencia de dos o más personas. En ella se alternan palabras textuales del personaje interrogado (citas), con descripciones y narraciones a cargo del periodista. La entrevista se utiliza generalmente para resaltar la personalidad o ciertas ideas de un personaje destacado en el ámbito nacional o internacional. 7 Lead: Párrafo que encabeza cada una de las noticias del periodismo informativo. La información contenida en este párrafo –que también puede distribuirse en dos- debe responder a las preguntas qué, quién, cómo, cuándo y por qué. 24 Editorial: Página o sección de opinión del periódico respecto de las noticias que publica para interpretar su sentido, manifestar su ideología y orientar al lector. Por lo general lo escribe el director o el propietario del medio, pero queda eliminado el yo personal del autor. Quien escribe el editorial no es un periodista determinado, sino el periódico. Artículo: Es un texto interpretativo, orientador, enjuiciativo y valorativo con finalidad muy parecida a la del editorial. Se diferencia porque está firmado y sólo compromete al autor del texto. Estos artículos pueden ser políticos, de crítica, de humor y hechos de actualidad. Aviso Publicitario: Texto o dibujo publicado previa cancelación del espacio. Lectura de foto: Texto colocado bajo una foto, por lo general explicativo. (C) Variable Sección en que aparece la noticia a) b) c) d) e) f) g) Portada Crónica Política Espectáculos Suplemento Juvenil Suplemento Reportajes Página editorial o de opinión 2.1.2 Análisis Cualitativo Para el análisis cualitativo se trabajó con la siguiente plantilla: Medio Fecha Hito Ideas Fuerza Actores Fuentes Destinatario Cita Los conceptos incorporados en la plantilla de análisis fueron definidos de la siguiente forma: Medio: Es decir, a cuál de los periódicos corresponde la noticia procesada. Fecha: Día en que fue publicada la noticia analizada. 25 Hito: Aspectos más relevantes y que sirven de referente. No necesariamente están dispuestos en un orden cronológico. Ideas Fuerza: Temas integrados a un hito. Actores: Personaje o personajes que figuran como protagonistas de la noticia, quienes por sus acciones o comentarios generan la información. Fuentes: Personajes o instituciones a los que el periodista recurre para elaborar la noticia. Destinatario: Personajes o instituciones a quienes está dirigida la noticia, aún cuando según los resultados podrá apreciarse que las notas son escritas para un público muy amplio y poco definido, sin contemplarse en gran medida mensajes sectorizados a círculos determinados. Cita: Transcripción textual de las declaraciones efectuadas por el actor, la fuente o el diario (cuando es relevante). Los temas analizados fueron separados en dos grupos: uno relacionado con la campaña realizada por el Ministerio del Interior, conjuntamente con el Servicio Electoral y otro para los acontecimientos políticos y entorno especialmente relevante a los jóvenes. A partir de estos dos grupos de material se trabajó comparando el tratamiento y discurso manejado por cada uno de los medios. 3. Algunos criterios de las noticias Dentro de los aspectos que deben considerarse al momento de evaluar la cobertura de prensa respecto de algún tema –más aún si es político- están incluidos los de noticiabilidad, puesto que la ausencia de ciertos hechos en los medios, o bien de cierto discurso, a veces parece indicar que éstos no ocurrieron. Esto porque pese a las críticas, el papel de los medios en la construcción del diálogo social en el sistema democrático ha crecido notablemente y se debe en gran parte al descrédito atribuido a partidos políticos y otras colectividades. Consecuentemente, la falta de liderazgo atribuida a estas instituciones ha terminado colocando –se quiera o no- a los medios como fuertes influyentes de la agenda pública. Y si bien se reconoce que no son capaces de condicionar al público sobre cómo opinar, sí pueden orientar respecto de qué temas deben pensar y tener tal vez una opinión. 26 Ya en 1922, Walter Lippman destacaba el papel que pueden tener los periódicos al orientar la atención de los lectores hacia unos temas de interés colectivo, al mismo tiempo que desprecian o infravaloran otras cuestiones que potencialmente podrían tener igual atención por parte de la sociedad. Algo más contemporánea es la opinión del periodista norteamericano John Dinges, quien asegura “que el principal objetivo del periodismo cívico es reforzar el compromiso con la democracia, cambiando los métodos de los periodistas para llegar al ciudadano y a la agenda pública”8. Hay quienes afirman que el establecimiento de la agenda temática conlleva al peligro de la parcialidad, del sectarismo y del subjetivismo, y como dice Alberto Martínez, puede suceder que los periodistas “puedan inventar la realidad, cuestión bastante diferente a inventar noticias”9 “La elaboración de una agenda temática pensando en una sociedad plural, democrática y abierta parece constituirse en el gran reto de los medios ante la inminente sociedad de las autopistas de la información. ¿De qué servirá transmitir cien veces más información si ésta conlleva un vicio de origen, el vicio de la tematización reprochable?”10. Ahora bien, cuál sería entonces la agenda del público, ¿qué les interesa? Es fácil suponer que individualmente se quiera ver en los medios aquellas cuestiones del entorno que les preocupan, jerarquizadas en función de sus propios intereses. En tanto, en el nivel de las expectativas de sociedad querrán que se le atribuya mayor importancia a aquellos temas que son tratados en sus relaciones sociales e interpersonales. Por último, dentro de las que se consideran de opinión pública estarán todas aquellas informaciones que creemos que los demás piensan acerca de algo y la intermediación de los medios es tan fuerte que podría sugerirse que son los propios medios los que terminan modelando esta idea de opinión pública. La trascendencia del efecto de la agenda lleva a comprender la influencia de los criterios periodísticos de visibilidad o tematización, pues situar un tema significará colocarlo en el orden del día para la atención del público, concederle la importancia adecuada, entre otras cosas. 2 Pablo Talamoni. "El efecto agenda y la Agenda de los Medios. Criterios de Noticiabilidad”, Cuaderno Nº 8 de Análisis Jurídicos. “Ciudadanía e Interés Público. Enfoques desde el Derecho, la Ciencia Política y la Sociología”. Facultad de Derecho. Universidad Diego Portales, 1998, pág 102-115. 9 Ibid, pág 102-115. 10 Manuel López. “Cómo se fabrican las noticias”, Paidos. Barcelona. 1989, pág. 79. 27 4. Resultados del Análisis A continuación se presenta un panorama nacional, que debe considerarse como contexto de la campaña política del año 1997 y que curiosamente no parece muy distinto del escenario actual. 4.1 Contexto El establecimiento de los temas contingentes revela cómo los medios de comunicación toman ciertos temas de acontecer nacional, los producen y los entregan al público. Estos tópicos se transformaron en lo que entonces era importante, de lo cual se debía conversar y estar enterado. Los siguientes fueron los sucesos que mayor cobertura lograron en la época -casi todos políticos- , la que fue tal que terminó siendo proporcional el énfasis de información, con la relevancia atribuida finalmente a cada hecho. Llama la atención que en este panorama noticioso el único tema que dice relación con los jóvenes que logró estar al mismo nivel de los demás (en cuanto a cobertura) fue el de la movilización universitaria. a. Elecciones en la DC El 04 de mayo de 1997 Enrique Krauss –diputado electo en las Parlamentarias 97- ganaba la segunda vuelta de las elecciones internas de la Democracia Cristiana (DC) al obtener el 50, 6 por ciento de los votos e imponerse por 1,2 por ciento a la lista del hoy presidente de la Cámara de Diputados, Gutenberg Martínez. La derrota de Gutenberg Martínez dejaba fuera de la cúpula de la colectividad a la denominada “megatendencia”, representada por los principales sectores del partido: aylwinistas, freístas y chascones. El triunfo de Krauss fue entonces interpretado como el ascenso de los sectores disidentes, ajenos a las maquinarias de poder tradicionales de la DC. b. Desconfianza en el Poder Judicial En la misma época, se produjo el mayor enfrentamiento entre la Concertación y el Poder Judicial producto de la primera operación contra el lavado de dinero: La detención del hoy fallecido Mario Silva Leiva y el desmantelamiento de sus negocios fue presentada a la opinión pública como una exitosa operación policial. Sin embargo, cuando el Consejo de Defensa del Estado (CDE) -que llevaba el tema judicial y administrativo- presentó antecedentes que involucraban a funcionarios del Poder Judicial, la detención de Silva Leiva quedó relegada a un segundo plano. El desarrollo del caso llevó a los diputados de la UDI Carlos Bombal y Pablo Longueira a presentar una acusación constitucional contra Servando Jordán por notable abandono de deberes, al haber impedido o bloqueado la investigación de ciertos delitos de narcotráfico y lavado de dinero. A ella se 28 sumó la del bloque PS-PPD contra Jordán y los ministros Marcos Aburto, Enrique Zurita y Osvaldo Faúndez. Finalmente sería el parlamento que determinaría la permanencia del ministro Jordán en su cargo. El 26 de julio sé realizó la votación: el empate de 52 votos a favor y 52 en contra, en la Cámara de Diputados -donde la abstención del entonces presidente del partido Socialista Camilo Escalona fue decidor y todo quedó en nada. El caso terminó sólo con la aprobación rápida de las reformas judiciales a través de un acuerdo entre el gobierno y la oposición. c. El drama de las casas de nylon A fines de mes, el año que recién llegaba a la mitad ingresaba como uno de los más lluviosos de la década: el gobierno cuantificaba en más de 45 mil el número de damnificados en todo el país. La publicitada política de vivienda del gobierno y el protagonismo que logró el titular de esa cartera tuvieron un duro revés durante los temporales de junio. Las catástrofes en regiones quedaron desplazadas rápidamente por las imágenes de viviendas sociales de Santiago, anegadas y cubiertas con nylon para evitar que la lluvia traspasara sus paredes. Los principales protagonistas del enfrentamiento fueron el secretario de Estado de Vivienda y el dueño de la empresa Copeva, Francisco Pérez Yoma, que lideraba las licitaciones de viviendas sociales. Esto es, cerca de 400 mil casas edificadas en 1996 y que construyó la Villa El Volcán de Puente Alto y San José I y II, las más afectadas. Al principio, las discusiones giraban en torno a las responsabilidades. Sin embargo, poco después el debate superó lo meramente técnico pasando al campo político al iniciarse un fuego cruzado entre Francisco Pérez Yoma – hermano del ministro de Defensa de la época- y Edmundo Hermosilla. La situación explotó el 21 de julio. Al cuestionamiento de la labor de un funcionario de gobierno se sumaron antecedentes que le vinculaban a Pérez Yoma. Una periodista de Canal 13 le preguntó al ministro qué había de cierto en un par de caballos que se le habrían regalado por parte de Pérez Yoma. Después de varias explicaciones Hermosilla aceptó la acusación y poco después presentó su renuncia. d. El bullado caso de dumping En junio, la optimista política de “fomento de las exportaciones” que pretendía aumentar los ingresos del país por la venta de productos no tradicionales tuvo un duro revés. Los satisfactorios resultados que mostraban al negocio forestal y salmonero – con exportaciones de US$ 177 millones y US$ 233 millones respectivamentequedaban paralizados cuando entraron en acción drásticas medidas proteccionistas en los Estados Unidos. El 12 de junio, la jueza federal de 29 California, Claudia Wilken, emitió una orden que limitaba las importaciones de troncos y otros productos de madera sin elaborar a Estados Unidos porque podían llevar pestes destructivas. En esos días, los salmoneros estadounidenses formalizaron la acusación de subsidio (dumping) a sus similares chilenos ante el Departamento de Comercio de ese país y la Comisión Internacional de Comercio. Los productores de Washington, New Hampshire y Meine exigieron cobrar un arancel compensatorio al salmón chileno. e. Juicio a la tentación En tanto, la discusión respecto de la posibilidad de los chilenos de acceder a la película La Ultima Tentación de Cristo –estrenada mundialmente en 1988quedó zanjada en la Corte Suprema. El recurso de protección presentado por la agrupación El Porvenir de Chile en noviembre de 1996 fue acogido por la Corte de Apelaciones y confirmado por el máximo tribunal. De esta forma, por votación unánime, la Tercera Sala de la Corte Suprema consideró que la película ofendía y agraviaba a quienes basan su fe en la persona de Cristo. f. Crisis en las universidades En momentos en que se cuestionaba la apatía juvenil y su desinterés por inscribirse en los registros electorales, estudiantes universitarios de todo el país se movilizaron demandando cambios en la educación superior. Cuatro mil estudiantes de la Universidad de Chile se trasladaron de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo hasta la casa central exigiendo la renuncia del entonces rector del plantel, Jaime Lavados, y mayor presupuesto para mejorar el rol académico y cultural de dicha casa de estudios. g. Ambiente tóxico En julio, las mediciones ambientales arrojaron indicadores inéditos de material particulado en el aire de la capital. Por primera vez se decretó la pre emergencia durante seis días consecutivos, lo que quiere decir que la población estuvo casi una semana expuesta a índices superiores al nivel 300, considerando que sobre el nivel 100 se considera nocivo para la salud. La escena de un Santiago cubierto de smog, hospitales abarrotados de niños con problemas respiratorios y protestas de sectores ambientalistas y de la salud obligaron al gobierno a adoptar una calificación previa a la “pre emergencia”, denominada “alerta”. La decisión permitió que las autoridades pudieran decretar restricción vehicular adicional cuando la calidad del aire supere el nivel 200. 30 h. Primeros allanamientos a Colonia Dignidad Desde la designación en marzo de 1996 de Hernán González como ministro en visita para investigar las denuncias de abusos deshonestos, el proceso contra la ex Colonia Dignidad fue transformándose en una bola de nieve. La noticia no es nueva. Desde la década de los 60, el enclave germano ya era un flanco de críticas y denuncias. Sin embargo, el 26 de julio emergió un nuevo antecedente: los jóvenes Tobías Müller (24) y Gonzalo (“Zalo”) Luna (18) habían burlado las sofisticadas medidas de seguridad de la ex colonia de 13 mil hectáreas para entregar a la justicia chilena y alemana antecedentes que incriminaban al líder de Villa Baviera. Sus declaraciones permitieron corroborar las ocho querellas interpuestas por las familias de nueve menores y las más de 20 denuncias que acusaban a Schaefer de abusos deshonestos o violación sodomítica. Con el apoyo de la embajada Alemana y la permanente custodia de la Policía de Investigaciones, Zalo Luna y Tobías Müller declararon ante el ministro en visita en Parral y, una semana después de la fuga, abordaron un avión comercial rumbo a Alemania. i. El sucesor de Einstein en Chile Seis años demoró el científico Stephen Hawking en concretar una invitación pendiente a Chile. Considerado el sucesor de Albert Einstein y conocido por profundizar la investigación de los agujeros negros, la enfermedad que padece Hawking –una esclerosis amiotrófica lateral que sólo le permite mover los ojos y dos de sus dedos- no fue impedimento para trasladarse hasta la Antártica. Con la ayuda de su sofisticado computador “Equalizer”, además pudo dictar una conferencia en la Estación Mapocho frente a mil 500 personas, sostener encuentros con estudiantes, inaugurar el seminario “Agujeros Negros y Estructuras del Universo” y asistir a una recepción en La Moneda con el Presidente Eduardo Frei. 4.2 Participación política de los jóvenes 4.2.1 Resultados Cuantitativos Fueron encontrados 447 textos relacionados con jóvenes. De ellos, ocho correspondieron a avisos publicados y cinco cartas al director, con lo que las noticias para el análisis cualitativo alcanzaron 434. La mayor parte constituyó notas informativas (el 74%), seguidas por las editoriales que analizaban en su mayoría el tema de la inscripción electoral y la crisis en las universidades. Su distribución fue la siguiente: 31 Tipo de Cobertura Nota informativa Crónica Reportajes Entrevistas Editoriales Artículos Aviso Publicitario Lectura de Foto Cartas al director Total Frecuencia 328 18 24 11 30 18 8 5 5 447 TIPO DE COBERTURA Nota Informativa 74% Cartas 1% Lectura de Foto 1% Avisos 2% Editoriales 7% Entrevistas Artículos 2% 4% Crónicas 4% Reportajes 5% El corpus estuvo constituido por los meses de campaña (mayo, junio, julio y agosto) –que en total sumaban 123 días-, que los ejemplares en revisión fueron seis y que en promedio la aparición relacionada con el tema de estudio fue sólo una vez por periódico. En base a estos datos, es posible determinar que de los 738 ejemplares totales revisados, se registraron en promedio 3,6 notas diarias para los seis medios, cuya temática estaba vinculada a los jóvenes. Esta cifra parece aún más pequeña si se toma en cuenta que era un período en el que los jóvenes marcaron cierta presencia periódica y seguimiento de los acontecimientos, a raíz de las movilizaciones universitarias. Si tomamos en cuenta sólo las notas informativas, tenemos que el promedio diario de aparición en los seis medios se reduce a 2,6 apariciones; 0,146 para el caso de los reportajes; 0,19 para las entrevistas y 0,3 para cobertura en editoriales y artículos. Es necesario destacar que la mayor parte de las notas informativas se desprenden de una pauta que diariamente es emitida por las agencias de noticias. En ella se incluyen todas las actividades oficiales, conferencias de prensa, anuncios e inauguraciones. Esta pauta es elaborada con material 32 proporcionado por las propias instituciones convocantes, interesadas en obtener cobertura de prensa. Cada mañana, el editor se reúne con sus periodistas y revisan los temas de esta pauta. En esta reunión, se revisan los temas presentes en la agenda pública y se “cruzan” con la agenda informativa. El resultado determina la labor periodística del día. De esta forma, las actividades que efectivamente fueron incluidas en los periódicos –en este caso 447 informaciones con temas relacionados con jóvenes- debieron “competir” con la publicación de otras referidas a otros temas (como las enumeradas en el punto referido al contexto). La elaboración de reportajes está menos sometida a la pauta informativa, pero no a la agenda temática. De esta forma, podemos decir que los 24 reportajes elaborados en torno a la temática juvenil, de alguna manera “trascendieron” las actividades diarias. De acuerdo a la sección en la que aparecieron cada una de las informaciones, es posible concluir que la mayor parte ellas estuvo concentrada en la sección crónica (79%), seguida por la página de opiniones y editoriales (11%). Cabe destacar que la diferencia entre el número de notas totales y las apariciones en cada sección se debe a la presencia en portada de un titular o de un enunciado de la nota en el interior. Su distribución fue la siguiente: Sección Crónica Política Espectáculos Suplemento Juvenil Suplemento de Reportajes Página Editorial y de Opinión Portada Total Frecuencias 351 24 3 2 17 50 28 475 SECCIONES Crónica 73,8% Política 3,57% Espectáculo 0,6% Portada 5,8% Página de Opinión 10,5% Suplemento de Reportajes 5,05% Suplemento Juvenil 0,4% 33 4.2.2 Resultados Cualitativos Los resultados del análisis de mensajes emitidos en la selección de noticias están dispuestos a continuación en orden temático, según los hitos determinados en una primera revisión del material a través de la plantilla. De ellos se han seleccionado los más significativos –según el número de apariciones y las repercusiones que provocó para la agenda del resto de los días, con más reacciones frente al mismo tema, por ejemplo- extrayendo la idea general del tema, el medio en el que apareció, los actores involucrados y la cita más reveladora. La primera clasificación (A) incluye todas aquellas noticias que de alguna forma revelaban participación política de los jóvenes o contenían información relevante sobre el grupo o en torno a él. Los hitos clasificados son: a. b. c. Conductas y hábitos juveniles Movilizaciones Universitarias Conflicto INJ La segunda clasificación (B) incluye las informaciones relacionadas con la campaña que realizó el gobierno para entusiasmar a los jóvenes a inscribirse en los registros. Aquí los hitos determinados son: a. b. c. d. Lanzamiento de la Campaña por prensa, radio y televisión Campaña se compone sobre la marcha Escaso Éxito Preliminar Evaluación Final Originalmente se compararía el tratamiento y uso de fuentes utilizado por cada uno de los medios. Sin embargo, en la práctica no tuvo mucho sentido, pues la gran mayoría de las notas provinieron de conferencias de prensa, es decir de una instancia organizada por un grupo o institución que prepara con anticipación, generalmente, una reunión con los medios de prensa para dar a conocer cierto hecho o noticia, por lo que la forma en que aparece en cada medio es muy similar. Es habitual que en ese encuentro un vocero –dirigente político, parlamentario o de gobierno- dé a conocer un comunicado de prensa, tras lo cual se realiza la sesión de preguntas de parte de los periodistas. Es necesario destacar que por este motivo, la mayor parte de las fuentes seleccionadas correspondieron a las de tipo formal, siendo éstas miembros o representantes del gobierno, de instituciones o partidos políticos, y en muy pocas oportunidades correspondieron a grupos bases juveniles. 34 Por lo mismo, predominaron los jóvenes como actores, no así como fuentes de la noticia. (A) Primera clasificación a. Conductas y hábitos juveniles Pelo Largo. La Cuarta: Como una violación a las garantías constitucionales y a la igualdad ante la ley se fundamentó el recurso de protección presentado por abogados a favor de los alumnos del Colegio Gabriela Mistral, de la comuna de Independencia, a quienes se les prohibió el ingreso al establecimiento por usar pelo largo y aros. “Los argumentos de la autoridad para negar el ingreso a los alumnos no fue válido. El pelo largo no tiene por qué afectar el rendimiento personal o escolar”. María Inés Horvitz, abogada que presentó recurso en la Corte de Apelaciones de Santiago. (02.05.97) Las Ultimas Noticias: Alumnos perdieron su primera batalla luego que la Segunda Sala de la Corte rechazara por unanimidad el recurso, pese al argumento presentado. Ultima posibilidad de apelación: Corte Suprema. “El recurso fue declarado inadmisible por extemporáneo “. Magistrados de la Corte. (07.05.97) Derechos Juveniles La Cuarta: Para terminar con la discriminación hacia los jóvenes y trabajar por el mejoramiento de sus oportunidades, estudiantes y autoridades se reunieron para firmar el primer protocolo de derechos juveniles, promovido por el Instituto Nacional de la Juventud. La declaración fue firmada por el director del entonces INJ, el ministro de Planificación, Roberto Pizarro; la ministra de SERNAM, Josefina Bilbao; el subsecretario de Educación, Jaime Pérez de Arce, y el director de Investigaciones, Nelson Mery. “Que ahora no se consideren los derechos de los jóvenes es sólo por falta de información. Por eso ahora se pretende darles mayor promoción realizando actividades públicas para dar a conocer el contenido del documento”, director del INJ, Leonardo González. (14.05.97) Cabe destacar que en esta nota no se mencionaron siquiera los temas que incluye el documento. Grupos Exaltados La Tercera: Aunque ningún grupo ha reconocido públicamente su participación en los enfrentamientos entre supuestos infiltrados y carabineros en la manifestación de los mineros, se especulaba que los exaltados provenían de grupos anarquistas juveniles. Sus integrantes muestran, según declaraciones de este medio “una gran capacidad para generar vandalismo y saben cómo escabullirse de los brazos de la policía, por lo cual vuelven a estar en la línea de batalla a cada momento”. Algunos de los grupos citados son La Zurda, Ultima Página, los Guachunei, Motor Rebelde y Etha (10.05.97) 35 Conductas juveniles La Nación: Actividad sexual de los alumnos de enseñanza media y educación superior aumentó un 25 por ciento entre 1991 y 1996, siendo mayor el crecimiento en las mujeres. Principal fuente de conocimiento es la televisión (47,3 por ciento), los profesores (13,4%) y los padres (7,1%). Fundación Nacional contra el SIDA (03.05.97) La Nación: Dirigentes de alrededor de 10 centros de alumnos de colegios municipalizados y subvencionados de la Región Metropolitana, discutieron sobre el llamado “acoso sexual a estudiantes”. La totalidad de los jóvenes no cree que la solución adecuada para combatir este tipo de problemas sea la expulsión de los alumnos, sino, por el contrario, el apoyo psicológico para los estudiantes involucrados y sus familiares. (08.05.97) La Nación: Una realidad chilena que revela que un alto porcentaje de sus habitantes acepta el maltrato infantil como algo natural empujó a los presidentes de las juventudes de los partidos Socialista, PPD, Radical Socialdemócrata y Democracia Cristiana a proponer cinco medidas que contribuirían a la erradicación del maltrato infantil. La primera acción que se propone a las autoridades es la creación de una Fiscalía Especial de los Derechos del Niño (12.05.97) Servicio militar La Cuarta: Universitarios reclamaron por una modernización del servicio militar, ante denuncias por malos tratos recibidos por un joven, al interior de una unidad de la Fuerza Aérea de Chile. Dirigentes insistieron en peticiones formuladas por jóvenes, en torno a que el Ministerio de Defensa y el gobierno faculten la objeción de conciencia para no hacer el servicio militar y se cree un comisionado para defender los derechos de los conscriptos. “Respetamos a las Fuerzas Armadas, pero el servicio militar es diferente y no puede constituirse en una experiencia traumática. Nosotros no tenemos la capacidad para defender a quienes reciben estos malos tratos, pero hacemos un llamado a los parlamentarios y el ministro de Defensa para que investiguen éste y otros casos, proporcionando el espacio legal para presentarlos sin presiones”, Danilo Núñez, vice presidente de la FECH (13.07.97). Vida nocturna La Tercera. El ritmo de la noche. “La noche capitalina abre una enorme boca y traga sin morder. Santiago succiona sus noctámbulos y los que buscan el furioso beso de la noche pueden volver a casa sólo con un langüetazo en la cara”. Joven de 22 años. (04.05.97) 36 Manifestaciones de protesta Las Ultimas Noticias: Exhibir el “carapálida” se convirtió en este tiempo en una recurrida forma de manifestar descontento. La hasta hace poco clandestina forma de irreverencia de los jóvenes comenzó a ser pública. En varias oportunidades alumnos universitarios se bajaron los pantalones frente a las autoridades y dejaron al aire unos blanquecinos glúteos: “Son excesos propios de la juventud”, Antonio Pacheco, secretario Regional Ministerial de la Región Metropolitana. (10.05.97) Droga La Tercera: Un estudio realizado por la Comisión Nacional de Control de Estupefacientes (CONACE) demostró que el consumo de neoprén no es menos grave que el relativo a otras clases de drogas. De una muestra conformada por 6.186.528 sujetos, 51.003 reconocieron haber aspirado neoprén en el último mes. Tras una medición técnica, se estableció que el 10,81 por ciento son adictos. “Niños de ente 12 y 18 años, de estratos medios y bajos son más adictos al neoprén que a cualquier otra cosa, porque es más accesible y barata y una de las que roba más inteligencia” Vicepresidenta de Integra, María Cecilia Acuña. (10.05.97) Espacios de Participación La Tercera: Difusión a la participación ciudadana. Presentación de iniciativa legal que “propone construir una línea especial de relación con los centros de alumnos de la Enseñanza Media". Periodista. (22.08.97) b. Movilizaciones Universitarias Cronología : • Rechazo a elección de autoridades sin participación de la comunidad universitaria • Federaciones estudian propuesta del Gobierno. Se prepara plan de movilizaciones: Reunión de la Confech en La Serena • Mineduc inicia reuniones con estudiantes: Ministro Arellano se reúne con estudiantes Jaime Pérez de Arce le sigue. • Quiebre en las conversaciones: Desalojo de la Chile, 108 detenidos • Fin del Conflicto en la Universidad de Chile • Marcha al Congreso: Graves incidentes en Valparaíso, donde participaron más de 9 mil jóvenes • Nuevas reuniones con el gobierno: Comienzan huelgas de hambre de parte los estudiantes • Análisis de nuevas políticas para la Enseñanza Superior • Proyecto de Ley Marco ingresa al Senado 37 Conflicto por elección de autoridades El Mercurio: Unos mil 500 alumnos de la Universidad Católica del Norte se tomaron el campus universitario para oponerse al procedimiento para elegir a cuatro decanos. Diez estudiantes resultaron heridos: “Para elegir a las nuevas autoridades de la UCN, en cuatro de sus cinco facultades, es necesaria la participación de los estamentos de personal no académico y alumnos”, Federación de Estudiantes. (08.05.97) La postura de la Federación había sido entregada el rector mediante una carta con fecha 29 de abril, y en la que se solicitó la suspensión de las elecciones hasta que no existiese la certeza de que toda la comunidad universitaria participara del proceso. (08.05.97) La Nación: Sin validez quedaron los acuerdos tomados por el Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, en torno a la fecha en que se realizarán las elecciones: “El autoconvocado consejo de facultad de la escuela y sus acuerdos son ilegales y no tienen validez”, decano (s) Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Roberto Nahum. (08.05.97) “Yo podría designar al decano titular a dedo, pero no voy a ejercer esa facultad. Habrá elecciones, pero antes, la escuela debe volver a funcionar normalmente”, Jaime Lavados, rector de la Universidad de Chile. (08.05.97) El Mercurio: El rector de la Universidad de Concepción, Augusto Parra, denunció la violación de la autonomía del plantel por efectivos de Carabineros, a quienes acusó de actuar con violencia inusitada e injustificada cuando reprimieron una manifestación de apoyo a los mineros de Lota realizada hacía tres días por la FEC. Argumentó que el hecho de que la manifestación convocada por la FEC no estuviera autorizada no justificaba la aplicación de Carabineros “de una represión tan violenta“, pues en un estado democrático se permiten este tipo de expresiones, para lo cual se requiere la aplicación del buen criterio de parte de las fuerzas de orden. (10.05.97) La Tercera: Dirigentes de la CONFECH acordaron flexibilizar su postura frente a la propuesta del gobierno para poner fin a la crisis universitaria y demandaron igual voluntad política del Ejecutivo. Además consolidaron a la CONFECH como la única interlocutora válida para exigir los cambios al actual sistema de apoyo a la educación superior. (15.07.97) “Ha quedado establecido que la Confech es la voz única y representantes de los estudiantes, independientemente que existan diferentes puntos de vista en las federaciones que la componen”, Marcelo Olivares, presidente de la Confech (15.07.97) El Mercurio: En referencia a las tomas efectuadas por estudiantes que exigen una mayor participación una editorial menciona que las más fuertes se habrían producido ya hace 30 años por motivos similares –el cambio de rectores por 38 académicos elegidos con participación juvenil universitaria y funcionaria: “El co gobierno transmitido a otros planteles universitarios, con lamentables resultados, concluyó en septiembre de 1973, a raíz de la intervención militar. “Con la recuperación del régimen democrático en 1990, los claustros comenzaron a experimentar tensiones políticas, sin perjuicio de acciones terroristas anteriores en ciertas corporaciones como la Universidad Metropolitana” (18.05.97) La Tercera: Uno de los dirigentes que frecuentemente apareció en los medios fue Rodrigo Roco, quien centró su trabajo en impulsar iniciativas y poner en la agenda ”lo mal administrado que estaba la U y los cambios que necesita” (17.05.97) La Epoca: Pacífica y multitudinaria marcha de alumnos de la Universidad. Cerca de mil estudiantes de la Universidad de Chile marcharon a su casa central para demostrar su descontento por la crisis universitaria. Se dirigieron a La Moneda, para hacer llegar al presidente Frei una carta en la que rechazan el autofinanciamiento “que se ha traducido en déficits serios de infraestructura y de académicos y aranceles altamente restrictivos para todos los estudiantes”. (17.05.97). El Mercurio: FECH rechaza acusaciones relacionadas con la búsqueda de cogobierno: “Solicitamos no el cogobierno, sino la posibilidad de tener más participación en materia de decisión universitaria”. Dirigente comunista Rodrigo Roco. (23.05.97) Aumentan marchas estudiantiles La Tercera: Dirigentes universitarios denuncian excesos de las fuerzas policiales de Concepción y Antofagasta: “Los disturbios producidos en las regiones Segunda y Octava tienen un impacto público por la crudeza con la que han actuado las fuerzas policiales con los estudiantes, ya que adoptan una postura de represión desmedida... los estudiantes no desean enfrentamientos”, Rafael Pizarro, secretario general de la FEUSACH. “Nosotros somos organizaciones estudiantiles, no somos organizaciones terroristas”, Rodrigo Roco, presidente de la FECH. (11.05.97) Comisión del Proyecto Institucional En agosto de 1997 debía componerse la Comisión del Proyecto Institucional de la Universidad de Chile, compuesta en el ámbito académico por 16 miembros uno por Facultad e Instituto- y ocho estudiantes. Esta instancia debía organizar un encuentro de académicos, estudiantes y funcionarios para abordar los nuevos estatutos orgánicos y planes de desarrollo del plantel. Las Ultimas Noticias: El prorrector de la Universidad de Chile, Alfredo Lashen, expresó su preocupación por la baja participación del alumnado en las 39 elecciones para integrar la Comisión de proyecto Institucional: “¡Sorprende la escasa motivación estudiantil!”, sostuvo. (15.05.97) c. Conflicto INJ La Epoca: Desde mayo, la Contraloría General de la República desarrolla un sumario administrativo al interior del INJ porque se “detectaron desórdenes administrativos en algunos servicios”. “Se llegó al sumario porque, a pesar de que se hicieron las advertencias correspondientes, no se tomaron inmediatamente las medidas para corregir la situación”, Director de INJ, Leonardo González. (10.07.97) La Nación: Con la designación de la siquiatra Lilian Urrutia como nueva directora del Instituto Nacional de la Juventud y la petición de renuncia de cuatro ejecutivos, el gobierno dio nuevos pasos orientados a reestructurar este organismo con el fin de despejar las anomalías que allí se han producido (22.08.97) (B) Segunda clasificación a. Lanzamiento de la campaña publicitaria en medios por prensa, radio y televisión, además de una pegatina de afiches. Presentación de la campaña La Tercera: Ministro del Interior, Carlos Figueroa, junto al director del Servicio Electoral, Juan Ignacio García presentan campaña del gobierno y recalcan disminución electoral, la inversión hecha al realizar esta campaña y la difusión de la conciencia cívica. “Es muy seria la situación electoral”, aludiendo al número cercano al millón de ciudadanos de entre 18 y 24 años que no se han inscrito... jóvenes que estaría en condiciones de decidir el futuro del país, dado su peso en términos potenciales”. Ministro del Interior, Carlos Figueroa. (16.05.97) La Tercera: Periódico –a través de su editorial- califica como positiva la iniciativa del gobierno de lanzar una campaña por la inscripción, pero sugiere inscripción automática y eximir la obligatoriedad: “La obligatoriedad parece conspirar contra la majestad de nuestro ordenamiento jurídico porque resulta inadmisible sancionar a todos los que infringen el deber de sufragar y gatilla una sensación de impunidad que en ningún ámbito es conveniente en el país”, N. del Editor. (16.05.97) El Mercurio: Avisos de campaña a jóvenes no inscritos (18.05.97). La Tercera: Avisos de campaña a jóvenes no inscritos (18.05.97). La Nación: Recitales rockeros en que la adrenalina golpee las vísceras de los asistentes disparando la temperatura, cuya entrada será el certificado de 40 inscripción electoral, es otro de los mecanismos de persuasión amistosa que pondrá en práctica el Instituto nacional de la Juventud. “El costo rendimiento podría ser muy bueno, ya que 40 mil jóvenes en el estadio La Tortuga de Talcahuano son más de 10 días de campaña”, director del INJ, Leonardo González. (25.05.97) La Nación: “De la información que proporcionada por la Encuesta realizada por el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile no se puede deducir que a los jóvenes no les interesa la política”, sociólogo e historiador Manuel Antonio Garretón. Agrega que los datos no son distintos de los del mundo adulto “Esta información confirma una tendencia general que no es particular de los jóvenes, sino del conjunto de la sociedad”. (25.05.97) La Nación: “Una forma efectiva para incentivar a los jóvenes a que se inscriban es que los propios parlamentarios se acerquen hasta los muchachos para que les planteen abiertamente los propósitos y para explicarles lo importante que es ejercer el derecho a votar por una autoridad” Sandra, estudiante de Diseño Gráfico. (25.05.97) La Tercera: Dentro de la campaña para promover la inscripción de los jóvenes en los registros electorales se publicó un afiche con una serie de nombres de figuras públicas de este siglo (...) Lamentablemente no quedaron todos bien nombrados: Carlos Caszely quedó escrito como Casely; monseñor José María Escrivá de Balaguer como Jose María Escribá de Balaguer; Yuri Gagarin quedó como Juri Gagarin. La presentación decía además “los líderes del próximo siglo... los elijes tú”. (17.06.97) b. Campaña se compone sobre la marcha Instituciones cuestionadas La Tercera: Entrevistas revelan escaso interés de parte de ciertos líderes juveniles (musicales principalmente) por participar en una campaña para promover la campaña inscriptora, lo que haría más difícil aún la realización de algún encuentro artístico para incentivar a otros jóvenes. Muchos de ellos declaran no interesarse por la inscripción siquiera. (03.07.97) Otros llamados a inscripción El Mercurio: Dirigentes de Renovación Nacional (RN) y de la Unión Demócrata Independiente (UDI) se manifiestan preocupados por el escaso número de jóvenes inscritos en los registros electorales. Califican la automarginación juvenil como un cheque en blanco para la Concertación que se traduce en un “envejecimiento de las decisiones políticas”. Juan Antonio Coloma, parlamentario UDI. (18.05.97) 41 Atribuyen desinterés a la ausencia de canales idóneos de participación, a las promesas incumplidas por la Concertación, al desprestigio de la clase política, a la indiferencia de los partidos oficialistas frente a los problemas reales y a la corrupción: “Los jóvenes no tienen interés en inscribirse porque creen que su voto no cambiará el actual estado de las cosas, generando desconfianza en el sistema político y en la democracia”. Jacinto Gorosabel, dirigente juvenil de la UDI. (18.05.97) Desacreditan credibilidad de las instituciones convocantes de la campaña: Califican al Instituto Nacional de la Juventud como inoperante. El ministro del Interior “demostró que ni siquiera sabe votar correctamente, mintiendo frente al país entero”. Jovino Novoa, al referirse a la votación de Carlos Figueroa portando su licencia de conducir y no su cédula de identidad en las elecciones anteriores. (18.05.97) Reconocen dificultades en el horario de atención de los Registros Electorales por coincidir con el de asistencia a clases. (18.05.97) La Tercera: Asociación de Concejales Jóvenes de la Región Metropolitana (agrupación que sólo fue reconocida y válida en esta época) realizó un llamado independiente a la inscripción y solicitan flexibilizar horario. (13.06.97) La Tercera: Presidente de la Juventud de Renovación Nacional realiza llamado a inscripción electoral (15.06.97) Las Ultimas Noticias: El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, y el secretario general de las Juventudes Comunistas, Rodrigo Roco y Daniel Núñez, respectivamente llamaron a la inscripción para “votar por una democracia de verdad y protestar votando por los candidatos de izquierda”. (20.07.97) c. Escaso éxito preliminar Cifras Preliminares La Tercera: Hasta el 31 de mayo, 21 mil 525 personas se habían inscrito en los registros electorales para votar en las elecciones parlamentarias de diciembre. Las cifras del Servicio Electoral muestran un índice normal de inscripciones, que podría aumentar en los próximos meses en la medida que se acerque la elección (24.06.97) La Tercera: Candidatos a parlamentarios de Renovación Nacional (RN), Democracia Cristiana (DC) y Partido Por la Democracia (PPD) solicitan derogación de obligatoriedad del voto y sugieren sistema automático de inscripción: “Sería necesario automatizar el proceso al cumplir cada persona los requisitos. Consecuentemente la emisión del voto sería voluntaria, no sujeta a multas. Hoy día la gente tiene derecho a inscribirse y no derecho a votar”, Patricio Hales del PPD (07.07.97). 42 No existe motivación para inscribirse. “Este año se invirtieron 150 millones de pesos en la campaña de inscripción y sólo han ingresado a los registros unos 8 mil electores diarios, por lo que en promedio significa que la inscripción por persona supera los 6 mil pesos, lo que es sumamente caro”, diputada Lily Pérez (07.07.97) La Nación: Cifras no oficiales revelan escasa inscripción: “Unos 60 mil jóvenes se habrían inscrito durante julio, de los cuales un 60 % -es decir unos 36 mil- correspondieron a inscripciones nuevas y 40 por ciento a cambios de domicilio”, N. del P. (04.08.97) Sugieren extender cierre de inscripción. “Esta baja cifra ha motivado a diversos sectores a solicitar que el cierre de los registros, programado para el 12 de agosto, sea extendido al menos en 15 días” N. Del P. (04.08.97) Critican campaña del gobierno: “La meta de lograr que cerca de un millón de jóvenes se inscriban y voten en las próximas elecciones está lejos de lograrse. La crítica más reiterada dentro de este proceso fue contra la campaña impulsada por el gobierno, que fue calificada de ‘fome’ o demasiado institucional, debido al uso del logo del Ministerio del Interior y que tiende a ser una invitación a no inscribirse”, N del P. (04.08.97) “Debe generarse un cambio de la imagen pública que existe sobre el mundo juvenil, donde en medio de la supuesta apatía consideran que somos tontos y nada nos interesa, afirmación falsa si se revisa la alta participación durante la movilización universitaria que fue capaz de impulsar cambios”, Danilo Núñez, vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. (04.08.97) Desconfianza La Epoca: “Existe también un quiebre generacional en términos de representación. En la política no parece haber espacio para los jóvenes. En la década de los 20 y los 30 los jóvenes jugaron papeles centrales en la política. Más tarde en los 60 y 70 había numerosos parlamentarios jóvenes. Lo cierto es que hoy el título de “cámara joven” que antes recibía la Cámara de Diputados no tiene hoy día mucho sentido (13.06.97) Las Ultimas Noticias: “¿Cómo no van a desconfiar los jóvenes de la inscripción electoral si las campañas se intensifican justo antes de las elecciones?”... Una de las últimas encuestas del INJ arrojó el siguiente resultado: el 39,71% de los jóvenes no piensa inscribirse en los registros, el 29,62% sí, el 8,89 no sabe, y el 21,78 no responde. Ese mismo sondeo demostró la imagen deteriorada de la política, tanto en la militancia partidista como en la legislativa. El 28,68 ve a los políticos sólo preocupados de sus intereses: “ La no inscripción de los jóvenes tiene que ver con que los temas que a ellos tocan más de cerca, no están en la política tradicional”, Carolina Tohá, candidata a diputada por Santiago, ex dirigente estudiantil. (01.08.97). 43 d. Evaluaciones finales Fracaso de la campaña del gobierno. Solicitud de cambios electorales. La Tercera. A una semana del cierre de los registros electorales, en todo el país se han inscrito ciento siete mil personas: “Con un poco de suerte, en agosto debiéramos poder llegar a 150 mil jóvenes, porque éstos últimos días se caracterizan por una inscripción muy alta. Si se logra eso, espléndido, si se superan los cien mil también es bueno”, Juan Ignacio García, director del Servicio Electoral. A su juicio, conseguir la inscripción de un millón de jóvenes – expectativa gubernamental- requiere de una estrategia mucho más profunda que una campaña comunicacional. (05.08.97) “El tema ya no es un problema de incentivar o no a los jóvenes, sino que hay que enfocar el problema global de la juventud. O se modifica el sistema de inscripción a una inscripción automática o se busca otro mecanismo de incentivo”, Juan Ignacio García. El director es partidario –más que de una campaña- de trabajar persona a persona en la base social, en la familia, en los liceos. (05.08.97) La Cuarta: En 1988, un 5,5 por ciento de los inscritos correspondió a jóvenes entre 18 y 19 años; el 89 la cifra bajó a 4,03; en las municipales del 92 a 2,69; y el 96 se fueron a pique con 1,22.: “Hasta 1973 la inscripción era obligatoria, pero como dejó de serla se ha ido produciendo esta baja permanente”, director del Servicio Electoral. La Tercera: Cifras revelan escasa participación. Gobierno, Servicio Electoral y partidos políticos reconocen la necesidad de definir un mecanismo legal que evite el envejecimiento del padrón electoral y garantice mayor participación ciudadana: “Inconvenientes técnicos como el domicilio legal del elector debieran resolverse en el Registro Civil”, Juan Ignacio García, director del Servicio Electoral. (18.08.97) “Tras el nuevo fracaso de la campaña gubernamental para incentivar a los jóvenes a inscribirse... sectores políticos concuerdan en la necesidad de definir un nuevo mecanismo legal... en ese contexto surge la necesidad de reponer la inscripción automática”. N. del P. (18.08.97) “La proyección del Servicio Electoral no supera los 200 mil inscritos... De esa cifra sólo el 50 % correspondería a jóvenes de entre 18 y 25 años”, N. del P. (18.08.97) “El gobierno –en voz de los subsecretarios de la Presidencia, Sergio Galilea y del Interior, Belisario Velasco – reconoce que el tema debe ser tratado a la brevedad, pero debe ser madurado por todos los sectores involucrados” (18.08.97) 44 “No se puede obligar a la gente a emitir una opinión. Lo que se puede hacer es ayudar a que tengan la herramienta de decisión”, Mario Acuña, jefe de la Bancada DC. (18.08.97) “No hay cosa más grave para una democracia que obligar a las personas a participar... Esta es la consecuencia de 17 años de dictadura sin conciencia cívica: no había centros de alumnos, federaciones estudiantiles, ni ningún tipo de organización que mantuviera el concepto de ciudadanía”. Jefe de bancada PS, Felipe Valenzuela. La Tercera: El balance del gobierno no es bueno. El ministro del Interior de la época, Carlos Figueroa, reconocía un especial esfuerzo del gobierno y de su cartera por interesar a un millón de jóvenes no inscritos a través de una campaña especial que no funcionó como se esperaba: “Yo francamente no entiendo la lógica de tener el poder de un millón de votos y no ejercerlo”, ministro del Interior, Carlos Figueroa. (12.08.97) Como balance final de este criticado proceso de inscripción, Juan Ignacio García observaba: “La principal enseñanza de este proceso es que ha quedado demostrado que la inscripción no resulta. Pero la gente no puede olvidar que este es un proceso acumulativo que viene desde el año 1988, por lo que resulta obvio que las inscripciones sean menos que en años anteriores” (12.08.97). “Cada día que pasa, la gente en nuestro país es menos ideologizada y politizada, lo cual mueve a elegir a las personas por sobre los partidos. Este cambio se está produciendo y cuando la juventud compruebe que los políticos se están dedicando a resolver temas prácticos que interesan a la gente, inmediatamente se decidirán a participar en los procesos electorales”, alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. (12.08.97) Las Ultimas Noticias: A un día de concluir el plazo para inscribirse en los registros electorales, dirigentes de las juventudes políticas de la Concertación coincidieron en que la campaña del gobierno no era la única culpable del resultado de inscriptores: “La apatía de los 850 mil jóvenes que no se han inscrito para participar en las elecciones se debe a la falta de respuestas a sus problemas”, dirigentes juveniles. “El rechazo de los jóvenes a votar refleja la crisis de representación democrática que afecta a la política chilena... La plata que se invierta en publicidad va a ser proporcional a la gente que se va a inscribir. Sin embargo, las razones de los jóvenes no tiene relación con estar o no informados, sino con un profundo descontento y una falta de credibilidad del sistema político”, Daniel Núñez, dirigente de la Juventud Comunista (11.08.97), Estimaciones Erradas La Tercera: Menor incluso que las previsiones más conservadoras fue la inscripción en los registros electorales, según las proyecciones que contaba el Servicio Electoral al día del cierre. (14.08.97) 45 Espacios cerrados La Tercera: A siete días del cierre de las inscripciones electorales, 850 mil jóvenes no habían formado su registro electoral. Una de las causas es atribuida a la lista de parlamentarios. “De 450 postulantes de la Cámara, apenas unos 30 pueden considerarse en el grupo de los jóvenes, rango que incluye a los candidatos hasta los 35 años. Es decir, un escuálido seis por ciento del total de los aspirantes al Congreso”. (05.08.97) La Democracia Cristiana competía con 56 candidatos a diputados y cuatro postulantes jóvenes: Antonella Sciaraffia, 30 años, candidata por Iquique; Patricio Walker, 28, que postula por Coquimbo; Nolberto Díaz, 30, que va por Punta Arenas, y Ricardo Rincón, 31 años, por Rengo. (05.08.97) “No hay parlamentarios que interpreten a los jóvenes, por algo existe un millón de ellos que no están inscritos”, Ricardo Rincón. (05.08.97) “A muchos jóvenes nos han cerrado los espacios de participación por el solo hecho de que los políticos jóvenes de los años ´70 no pudieron ejercer su votación por más de 20 años”, Patricio Walker. (05.08.97) Cuatro jóvenes postulaban el partido Socialista (PS): Carolina Tohá, 32 años, candidata independiente por Santiago Centro, Leonardo González, 32, por Maipú; Fidel Espinoza, 27 años, por Puerto Varas, y Julio Alvarez, 33 años, que compite en Ancud. (05.08.97) El Partido Por la Democracia (PPD) apuntaba en gran parte de su campaña a captar el voto juvenil, pero sólo presentó dos candidatos jóvenes: el actual diputado por Iquique Jorge Soria, 27 años, y Jaime Quintana, de 29, que es candidato por Victoria. Ernesto Velasco, de 33 años, postula por La Serena, y es el único candidato joven del Partido Radical Social Demócrata. Renovación Nacional (RN) llevaba cuatro candidatos a diputado con perfil juvenil y tenía uno de los más jóvenes: Rodrigo Eitel, de 21 años, quien iba por Pudahuel. Además Alejandro Pinto, que compite en Coronel; Felipe Guevara, 32, que va por Rengo; Marco Rivero, 32, que se presentó por San Antonio, y Salustio Prieto, 32 años, por San Miguel. “Hacer actividad política juvenil no significa echar a un viejo por la ventana. Se trata de oxigenar el trabajo parlamentario.... pero hay la idea de foguearnos colocándonos como candidatos en distritos no ganables”, Salustio Pinto. En la Unión Demócrata Independiente (UDI), el panorama es parecido. Cuatro jóvenes están en la lista de postulantes a diputados. El presidente de la Juventud UDI, Jacinto Gorosabel, que va por La Reina; Andrés Ugarte, que va por La Florida; Pablo Santiago, que postula por Providencia, y Gonzalo Arenas, que compite en la Pintana. 46 “Las campañas de los candidatos jóvenes deben ser sin complejo... en el bajo porcentaje de inscritos influyen factores como la falta de confianza de los partidos, la comodidad de los mismos jóvenes y la existencia de cierta marginación”, Jacinto Gorosabel. La Unión de Centro Centro Progresista (UCCP) llevaba entonces un solo postulante bajo los 35 años. Osvaldo Ferrada, candidato por San Fernando, de 29 años. El Partido Comunista tenía siete postulantes jóvenes: Alicia Torres, que compite por Calama; Gonzalo Fernández, que va por Conchalí; Daniel Núñez, secretario general de la Juventud Comunista, que compite en Santiago Centro; Enzo Lazzaro, que va por Talagante; Esteban Sanhueza, que postula por Cabrero; América Painemal, que va por Carahue, y Ana Brevia, que va por Puerto Montt. El Partido Humanista es la gran excepción. El promedio de edad de sus candidatos es de 35 años. Entre los más jóvenes está Minerva Vargas, 22 años, quien postula por Villarrica; Hernán Gacitúa, 25 años, compite por Illapel y Claudio Media, que se presenta por Arauco. (05.08.97) Gobierno llama a “madurar” el tema El Mercurio: Las cifras no inquietan a quien vive las inscripciones por dentro: “a mí me preocupa que haya un segmento de la población tan claro y determinado que no quiera participar, porque eso afecta la representatividad. Es claramente un grupo que no está representado”, Juan Ignacio García, director del Servicio Electoral. (16.08.97) Hasta el momento las cifras sólo indican que hay un tramo de edad (18 a 24), donde la gente no se inscribe, pero después podría constatarse que sí lo hacen “en ese caso ya no se podría hablar de una generación que está fuera de la política, sino de una decisión postergada. Si efectivamente ya no hay inscripción después de los 30 años, entonces podríamos asegurar la presencia de un fenómeno de desinterés generacional”, Manuel Antonio Garretón, sociólogo. (16.08.97) “Estamos frente a un fenómeno que es la automarginación total, porque son hombres y mujeres de todas las clases sociales”, Manuel Antonio Garretón, sociólogo. (16.08.97) “La gente joven tuvo un período con muy poca percepción de lo que es el Parlamento y eso, de alguna manera, lo asimiló la cultura política. Hubo falta de vida cívica. .. Hasta el año 73, usted iba a cobrar un cheque al banco y le pedían la cédula electoral. Había una obligatoriedad de estar inscrito. Era un requisito de ciudadanía. La Constitución decía que eran ciudadanos los mayores de 18 años que estuvieran inscritos en los registros electorales. Ahora ni es requisito de ciudadanía, ni es obligatorio”, Juan Ignacio García (16.08.97) 47 La Tercera: “No basta para revertir tan negativa tendencia estimular la inscripción de jóvenes a través de ‘regalos’ ni con hacerla automática cuando éstos cumplan los 18 años de edad. Eso ayudaría eventualmente a resolver el inconveniente, pero no es una respuesta contundente para remontar sus causas de fondo. Estas encuentran su origen en la desafección que buena parte de la población expresa hacia la actividad política, en los recelos que exhibe a su respecto y en la distancia que percibe entre ella y sus intereses cotidianos” Editor (29.07.97) Apocalípticos presagios debido a la apatía política La Nación: Ante el escaso éxito de la campaña destinada a incentivar la inscripción electoral, a una semana del cierre de los registros, el diario La Nación publica una amarga editorial: “Puede ser muy pernicioso para nuestra vida cívica el que se consolide en las nuevas generaciones un amplio sector refractario a la política, al que todo le dé lo mismo, y que ni siquiera perciba la diferencia entre el autoritarismo y la democracia”. (04.08.97) La Nación: Al cierre del plazo ara inscribirse en los registros electorales, el subsecretario del Interior, Belisario Velasco, dijo que era “hora de pensar y discutir la presentación de un proyecto de ley” que obligue a la ciudadanía a cumplir con ese trámite. El ministro secretario general de Gobierno, José Joaquín Brunner, sostuvo que el principal culpable del bajo interés de los jóvenes por participar en política es el régimen militar porque “perjudicó fuertemente la cultura cívica de la población, que se impartió escasamente en los establecimientos educacionales del país”. Agregó que haber suprimido durante 17 años de gobierno de Pinochet materias de educación cívica, tanto en la enseñanza básica, como en la media dañó en profundidad el espíritu crítico que debe existir y desarrollarse al interior de las escuelas. (13.08.97) 48 5. Conclusiones La propuesta de investigación sobre la participación juvenil contempla supuestos que indicarían que los temas y espacios que hoy convocan a los jóvenes poco tienen que ver con la política, sobre los cuales se indaga, y a los que este análisis de prensa pretende colaborar. Esto, considerando que son los medios de comunicación quienes, a través de su producción, nos ofrecen una visión global de lo que sucede a nuestro alrededor. Pese a que la influencia de los medios de comunicación es reconocida, pocas veces se asume lo que esto significa en términos efectivos. En algunas ocasiones bien podría convertirse en una pauta para ver y enfrentar al mundo. Cada vez que vemos televisión, leemos los diarios o escuchamos radio recibimos una parte de la realidad. Son los medios los que, al elaborar la pauta diaria noticiosa, presentarán definiciones o estereotipos que posteriormente podrían ser utilizados para referirnos a un tema o hecho determinado. Y así como los medios presentan ciertas realidades juveniles, también pueden mostrar otros acontecimientos que podrían incidir en lo que la sociedad piensa de ellos. Concentrándose en los efectos que los medios producen en la audiencia, una de las influencias más conocidas y aceptadas es la función establecedora de agenda de comunicación. Esto se resume en una frase conocida: “los medios no pueden decirnos qué pensar, pero tienen un sorprendente éxito en cuanto a decirnos en qué pensar”. Existen ciertos indicadores que es necesario considerar al momento de comentar los resultados, aun con las limitaciones propias de una encuesta: sobre un aspecto tan general como el proceso de retorno a la democracia en Chile, la encuesta Qué Pasa-Feed Back presentada a comienzos de este año, constató que expresiones negativas como ‘sentirse poco satisfecho’ (45 por ciento) y ‘no estar satisfecho’ (26,2 por ciento) concentraban mayoritariamente entre quienes las elegían como respuestas a jóvenes menores de 35 años (70 por ciento del total de respuestas de cada una de las dos alternativas mencionadas). Las características predominantes del período de revisión pueden confirmar este panorama, proyectándose fuertemente por cierto en la política. Cabe destacar que las notas seleccionadas -todas aquellas que tuvieran alguna relación o incluyeran antecedentes relevantes acerca de los jóvenescontempló los temas de discriminación, diversión nocturna, resultados sobre estudios y análisis relativos al consumo de drogas y desempleo, conflictos universitarios y ciertos análisis al desencanto juvenil. 49 Palabras como promesas incumplidas, desprestigio de la clase política indiferencia de parte de los partidos a los problemas reales y corrupción son sólo una muestra del discurso manejado por los jóvenes respecto de la clase política, en esa época y en la actual: "Los jóvenes no tienen interés en inscribirse porque creen que su voto no cambiará el actual estado de las cosas, generando desconfianza en el sistema político y en la democracia", sostiene uno de los jóvenes citados. Dentro de los hallazgos efectuados durante este trabajo, parece atinado comentar la lluvia de comentarios que recayeron en la tarea del Ministerio del Interior - la institución encargada de la campaña para motivar a jóvenes a inscribirse en los registros electorales, junto al Servio Electoral- que contrató a cierta empresa publicitaria para la elaboración de material para difundir en medios de prensa, televisión, radio y en calles en paletas publicitarias y afiches. Ante el conocido resultado de esta campaña, la respuesta en el Departamento de Comunicaciones de la cartera ministerial fue que hoy no podría catalogarse como una campaña la realizada en ese año, pese a que en 1997 fue anunciada como tal. “La elección es tuya” rezaba el eslogan de la promoción iniciada la primera quincena de mayo, para tratar de motivar a los jóvenes a inscribirse y que ponía acento en lo decidor que podía ser tener un millón de votos sin dueño para inclinar el resultado de la elección: algo así como “el poder de la multitud”. El esfuerzo por motivar la participación de los jóvenes en la “elección de sus líderes” contrastó con el ánimo de muchos de los directivos universitarios, que se opusieron fuertemente a cualquier “participación” de parte de sus estudiantes en la “elección de sus autoridades”, ánimo que fue calificado como co gobierno, pese a que estaba motivado por la situación de crisis que afectaba a diversos planteles y que terminó dando origen a lo que hoy se denomina proyecto de ley Marco de Universidades. Una de las memorables anécdotas fue el lanzamiento del afiche de la promoción, con una cantidad impresionante de faltas de ortografía -ninguna de ellas deliberada, por cierto. Otro de los comentarios efectuados aludía a la institucionalidad que caracterizaba a la "no campaña". Los sectores políticos de derecha no descansaban en recordar que había sido precisamente el titular de ese ministerio quien había votado con un documento que no correspondía en las últimas elecciones, por lo que consideraban poco apropiado -por decir lo menos- que figurara encabezando una campaña llamando a la inscripción. Así mismo, existe poca claridad –siempre considerando la lectura de prensa, y lo que en definitiva leen los ciudadanos- en cuanto a quiénes efectivamente estuvieron involucrados en la campaña, puesto que aunque oficialmente aparecía el Ministerio del Interior dirigiéndola, en algunos medios además incluían la participación del Instituto Nacional de la Juventud en un primer momento. 50 Paulatinamente desapareció todo papel del Instituto Nacional de la Juventud, entonces INJ. Esto porque originalmente –al parecer- trabajarían las tres instituciones (Ministerio, Registro Electoral e INJ) en la campaña, pero se presume que a raíz de los problemas que por entonces pasaba el INJ por un déficit presupuestario que terminó con el cambio en la dirección de esa entidad, no continuó en esta línea. Con todo, la mayoría decidió ‘no decidir’ y continuar marginado del sistema político... y al basurero se fueron los cientos de llamativos afiches que adornaron las calles y las estaciones del metro. Igual suerte corrieron los avisos de radio y televisión dejando para el recuerdo los 150 millones de pesos que el gobierno invirtió en la campaña. 51 Capítulo 3: “El discurso de los jóvenes acerca de su propia participación política” 1. Síntesis de los grupos urbanos 1.1. Descripción general de los grupos urbanos En esta parte del informe se da cuenta de una síntesis del material que fue recogido por medio de la realización de 6 grupos focales en 3 localidades urbanas diferentes. En cada una de las localidades se realizaron 2 grupos, uno para menores de 18 años y otro para mayores de 18 años. Las localidades en las que se trabajó corresponden a Las Condes (sector Colón Oriente), El Bosque y Melipilla. 1.2. Sobre las representaciones en torno al concepto de política En cuanto a las representaciones que manejan los jóvenes en torno al concepto “política”, podemos distinguir varios grupos de ideas a las cuales éste se asocia: • • • • Idea de organización, ordenamiento, administración y gobierno del país Idea de representatividad y delegación de autoridad Idea de mejoramiento y desarrollo equitativo del país Idea de expresión de formas de pensamiento y pluralismo A continuación, cómo se manifiestan cada una de estas ideas en relación al concepto de política a lo largo del discurso. a) Idea de organización, ordenamiento, administración y gobierno del país: Aunque expresada de diferentes formas, ésta es la idea que más se reitera en relación al concepto de política. Los jóvenes reconocen en la política un modo de organización, que es necesaria tanto en Chile como en cualquier otro país del mundo para que todo marche “de la mejor manera posible” (El Bosque, mayores de 18 años). Junto con esto, los jóvenes reconocen la necesidad de contar con dirigentes y autoridades, particularmente con un presidente de la república. “es la organización de la vida política” (Las Condes, menores de 18 años); “para administrar el país de la mejor manera posible, lo que pasa es que después los problemas son otros” (El Bosque, mayores de 18 años); “porque igual sin política andaría la cuestión al lote”; “... pero piensa cómo estaría el país con una persona que no tuviera la cabeza bien puesta, piensa cómo estaría el país” (Las Condes, mayores de 18 años). 52 Como un modo de ejemplificar la idea de política como orden, los jóvenes hacen el símil entre la organización y jerarquía que existe al interior de un hogar con la que debe existir en un país a través de su gobierno. “política como una forma o régimen de organización, (...) de llegar a un acuerdo, por decir un gobierno, en una misma casa hay diferentes políticas, la dueña de casa administra la casa” (Melipilla, mayores de 18 años). b) Idea de representatividad y delegación de autoridad: Siguiendo en la línea anterior, también está presente la idea de que la política tiene que ver con la elección de autoridades y de personas que actuarán como representantes de nuestros intereses. “se supone que la política es un sistema de gobierno destinado a llevar ideas y todo el cuento a ciertas votaciones y que al final la aprueba el presidente” (Melipilla, mayores de 18 años). Esta idea de política se expresa directamente (como en las ya mencionadas alusiones a la necesidad de contar con un presidente de la república, a quien además se le reconoce expresamente la responsabilidad de representar al país y ser su cara visible hacia el extranjero), pero sobre todo se desprende de las opiniones de los jóvenes en relación al acto de votar. “es llevar el nombre del país, por ejemplo el presidente Frei, supuestamente ahí va el nombre de Chile, si lo que él hace no resulta Chile queda mal, entonces para mí la política es la cara que representa al país” (Melipilla, menores de 18 años). Llama la atención que, pese a que los jóvenes reconocen la necesidad de contar con representantes, sientan malestar ante el hecho de que éstos son los que toman las decisiones y no ellos como pobladores directamente. En el trasfondo está la idea de una democracia con mucha consulta e interacción con “las bases”. “dentro de todas las cosas existe una jerarquía y lamentablemente eso es así, así como el pescado más grande se come al más chico (...) Nosotros, las personas que somos las bases, somos las que tenemos la capacidad de decisión, pero nosotros no somos capaces de decidir porque ellos deciden por nosotros. Porque la política está básicamente focalizada no a las decisiones de las bases, sino que a las decisiones que ellos toman” (El Bosque, mayores de 18 años). c) Idea de mejoría y desarrollo equitativo del país: Casi con la misma intensidad que la idea anterior, aparece el tema de que la política está relacionada con mejorar las condiciones generales del país y de todos sus habitantes. Para conseguir este objetivo evalúan como urgente el dar un trato prioritario y urgente a los sectores más postergados. Con especial 53 énfasis aparece el tema económico y laboral, y en segundo término aparece muy reiterada la preocupación por la educación. Los jóvenes participantes en los grupos urbanos, quienes se autoidentifican como pobres, construyen su discurso en torno a la política como instrumento para la solución de problemas tomando como principales referentes sus experiencias personales y comunitarias de deprivaciones y necesidades no satisfechas apropiadamente. Aunque los jóvenes no lo expresan con estos términos, en sus opiniones está presente la idea de que la política tiene relación con los problemas macro o nacionales (como la inflación, el nivel de los salarios, la creación de fuentes de empleo) y de problemas micro o comunitarios (como la delincuencia en las poblaciones, la drogadicción en los jóvenes). “(la política debiera servir para) ver un problema que hay en una comunidad”; “preocuparse de la sociedad en general” (Melipilla, mayores de 18 años); “traer progreso”, “ayudar a la gente”; “estar al servicio de las personas” (Melipilla, menores de 18 años); “para ayudar al país, a los más pobres” (El Bosque, menores de 18 años). d) Idea de expresión de formas de pensamiento y pluralismo: Finalmente y con menor frecuencia está presente la concepción de política como forma de pensar y, en tal sentido, como algo que es propio y presente en todas las personas. Dentro de las opiniones de los jóvenes no se utiliza el concepto de “pluralismo”, sin embargo sí se da a entender que existen muchas formas de pensamiento y todas válidas. “es una manera de pensar, la manera de pensar la gente en su conjunto” (Melipilla, menores de 18 años); “las ideas te sirven para ver cuál es tu grupo de preferencias, si no hubiera política una no sabría cuál es la norma de tal cosa, qué es lo que es comunismo, igual te sirve de algo” (Las Condes, mayores de 18 años). En relación a las representaciones asociadas a la política, es muy claro que para los jóvenes urbanos la forma en que ellos definen “política” está muy fuertemente ligada a lo que ellos observan cotidianamente en el actuar de los políticos. Se percibe mucha dificultad para abstraer el concepto. Esto pareciera ser más fuerte en los grupos de los menores de 18 años. “o sea, nosotros tendemos a comparar la política con los viejos que están metidos en el congreso, eso para mí es la política. Los que dirigen el país, esos son los políticos” (Melipilla, menores de 18 años). Pese a lo anterior, algunos jóvenes (no todos) son capaces de percibir efectos concretos de la política, o en este caso del actuar de los políticos, en sus vidas los que, ciertamente, realzan nuevamente los temas de empleo y educación. En el caso de la forma en que los jóvenes perciben que la política influye en sus vidas, aparecen nuevamente las cuatro ideas mencionadas con anterioridad: 54 “son ellos los que organizan todas las fuentes de trabajo, económico de un país, y con plata de nosotros obviamente, pero esa es la función que están cumpliendo” (El Bosque, mayores de 18 años); “yo encuentro que sí (me afecta la política), porque aunque a veces hay decisiones que a uno no le gustan, igual tiene que cumplirlas” (Las Condes, mayores de 18 años). 1.3. Análisis por categorías i) Imagen de los políticos Dentro de esta categoría se recogió información que daba cuenta del discurso juvenil en relación principalmente al concepto de política, a la percepción de las funciones que debiera cumplir un política y características de tiene y debiera tener un político. También se rescató información acerca de la percepción que los jóvenes tienen en relación al actuar efectivo de los políticos, contrastándolo frecuentemente con la imagen que ellos manejan del deber ser de la política y de la función y características ideales de los políticos. i.1) El “deber ser” de los políticos: qué funciones debieran cumplir y qué cualidades debieran tener i.1.1.) Funciones que debieran cumplir los políticos Tal como fue señalado, para los jóvenes no es evidente la diferencia entre la política y los políticos. En este sentido, es comprensible que al momento de definir las funciones que debieran cumplir los actores políticos reaparezcan nuevamente las ideas ya mencionadas en relación a “la política”. De este modo, los políticos debieran: a) Organizar y dirigir al país. Se agrega en este caso explícitamente la función de legislar y velar por el ejercicio de derechos y deberes. “(los políticos son) un grupo que trata de arreglar el país, como de encausarlo” (Melipilla, menores de 18 años). b) Representar los intereses de las personas al momento de tomar decisiones. “(los políticos) son la representación mal que mal de todos, porque todos eligen a una persona porque quieren que ellos los representen, es igual que un presidente de curso o un representante de cualquier parte, de la iglesia, o de otro lado” (El Bosque, menores de 18 años); “ellos parten por la parte grande, deberían partir por la parte más baja, por las poblaciones”; “debieran adecuarse a las bases” (El Bosque, mayores de 18 años). 55 c) Encargarse de solucionar los problemas del país, particularmente los de los más pobres. “los políticos debieran ocuparse de los problemas que tienen los demás, y no siempre van a ser problemas económicos”; “además debieran ocuparse de la cesantía”; “de mantener la comuna bien” (El Bosque, menores de 18 años); “debieran preocuparse más de equilibrar más la balanza, no de enriquecer más a los ricos, nunca van a acabar la delincuencia, la drogadicción si no abarca el tema de la pobreza” (Las Condes, mayores de 18 años). Dentro de todas estas funciones es la última la que se reitera con más fuerza. En opinión de los jóvenes, los políticos debieran hacerse responsables de erradicar la pobreza de nuestro país y solucionar así todos los problemas que ésta acarrea. Llama la atención la forma en que los jóvenes han incorporado en su discurso algunos términos económicos (como inflación, tasas de interés, IPC), los cuales utilizan para describir a modo de cadena causal sus problemas de pobreza, bajos salarios o cesantía. "a mí me afecta la política directamente en la forma de vivir, todo está relacionado. Si hay inflación me va a estar afectando porque yo voy a estar pagando más y si hay alza en el IPC se siente en el bolsillo"; “Pero igual nos afecta por el hecho que la empresa no puede importar, van a despedir a más gente y va a haber más cesantía” (El Bosque, mayores de 18 años). Se menciona también bastante la idea de asegurar la igualdad de oportunidades de acceso y calidad (por ejemplo en materia de trabajo y estudios), y particularmente todo aquello que signifique mejor calidad de vida para los mismos jóvenes. i.1.2) Cualidades que debieran tener los políticos Ya sea de modo explícito o por oposición a la imagen negativa u opuesta a aquella que utilizan los jóvenes para describir el "ser" de los políticos, se mencionan una serie de cualidades que éstos debieran tener. a) Ser humildes y sencillos: “Comprender a la gente humilde”; “Sencillo, porque andan en el medio auto” (El Bosque, menores de 18 años). b) Ser honrados y dar buen uso a los recursos que administran: “Más sincero, más honrado” (Melipilla, mayores de 18 años); “Honrados, (...) aunque habría que darles una paliza para que lo fueran” (El Bosque, menores de 18 años). 56 c) Cumplir lo que prometen y materializar los cambios: “Ver cambios en la población”; “No tanto bla bla y más acción” (El Bosque, mayores de 18 años); “Que no te ayude hasta la mitad no más, deja el trabajo inconcluso, que no esté picando en todos lados, carteleándose”; “Que fuera más honesto con la gente”; “Que cumpla lo que dice” (Melipilla, mayores de 18 años). d) Ocuparse de los problemas de todas las personas, especialmente los más pobres, sin discriminaciones: “Lo importante es que el político te ayude aunque tú no estés ni ahí con la forma de política que él lleva” (El Bosque, menores de 18 años); “(debieran ocuparse de) El bienestar de las personas (...) en todos los sentidos, salud, trabajo, en la condición de vida. No tanto preocuparse mandemos fruta pa' allá y plata pa' acá”; “Ahora le dan mucho color, porque dicen que la crisis, se preocupan más de unas cosas y no tanto de otras” (Las Condes, mayores de 18 años). e) Ser accequibles y estar en contacto con la comunidad: “Estar con la comunidad, ir a visitarla. El político de hoy en día dice muchas cosas por televisión...”; “Interactuar con la comunidad que representa” (Melipilla, mayores de 18 años); “Yo pienso que integrarse a la sociedad, no estar dentro de un partido político y desde ahí mirar todo para afuera, o sea debería integrarse a la sociedad y ver de cerca los problemas”; “Tendría que ser una persona que conociera de cerca los problemas, porque los políticos han venido como por generaciones, entonces qué sabe un gallo de la política si nunca la ha vivido, qué sabe de salud si siempre ha tenido para pagarla. Tendría que ser una persona que hubiera vivido de cerca, no una persona que viniera de su linaje siempre alto, o sea qué sabe no sabe de pobreza” (Las Condes, mayores de 18 años). f) Llevarse bien entre ellos y educar con el ejemplo: “Debería haber un solo partido, luchar por un mismo ideal, luchar por una misma causa, así como hay un solo Dios”; “Juntamos a los socialistas con otro partido de derecha, tienen distintos pensamientos y a lo mejor de los dos pueden sacar algo bueno, pero siempre se quedan separados”; “Todos pensamos diferente, pero todos también pensamos que se acabe la pobreza, la delincuencia, las drogas, el alcoholismo”; “Hasta los mismos políticos pelean entre ellos a combos, ¿cómo te vas a sentir representado?, te da rabia. Qué solución nos van a dar si la solución es agarrarse a combos, entonces nosotros hacemos lo mismo, porque esas son las reglas de ellos, entonces nosotros también nos agarramos a combos” (El Bosque, mayores de 18 años). 57 g) Ser jóvenes y representar los intereses de los jóvenes: “Tendría que ser un compadre que saliera del mismo montón de los jóvenes y que piense como ellos, que halla vivido todo lo que ha vivido la gente”; “Que sea decidido, que represente bien a los jóvenes” (Melipilla, mayores de 18 años); “Que le diera oportunidad a los jóvenes, que en el fondo a los jóvenes los miran para los puros deportes, este gallo tiene habilidad para esto, pero para nada más, tú lo ves en los diarios, puros gallos jóvenes destacados en deporte, en lo demás nada, en la política nunca ha salido un joven, no lo destacan” (Las Condes, mayores de 18 años). h) Ser pobres o al menos conocer la pobreza: “Estar en la papa misma, estar donde subsiste el problema, estar con la juventud, con los adultos mayores, estar ahí, ser de ahí, de que nazca un verdadero político” (Melipilla, mayores de 18 años); “Los políticos podrían ser pobres pero con mucha educación para que esté a la altura de los demás políticos, porque de lo contrario los pasarían a llevar, lo discriminarían” (El Bosque, menores de 18 años). i.2) El “ser” de los políticos: características tienen qué funciones cumplen y qué En términos generales, puede decirse que para los jóvenes urbanos existe una gran distancia entre aquello que, según ellos, los políticos debieran hacer y lo que, nuevamente según su percepción, realmente realizan. Las opiniones son diversas, desde aquellos (los menos) que reconocen algunos aspectos de la actividad política bien logrados hasta aquellos que opinan que “los políticos no sirven para nada” (Las Condes, menores de 18 años). De cualquier modo, predomina fuertemente la connotación negativa acerca de los políticos, tanto sobre su accionar como de algunas de sus características personales. En relación a lo primero, se reitera en todos los grupos la idea de que los políticos ofrecen pero no cumplen, lo cual se combina con la idea de que su relación y forma de acercarse a la comunidad es muy diferente durante los tiempos de campaña política y cuando éstos ya están electos en los cargos públicos. A grosso modo, las imágenes más reiteradas acerca del accionar de los políticos son las siguientes: a) Son incumplidores y mentirosos: "nunca cumplen lo que dicen" (Las Condes, menores de 18 años), "mucho bla bla y poca acción" (El Bosque, mayores de 18 años), "el político sinceramente no es honrado" (Melipilla, mayores de 18 años); “Por ejemplo, la política a mí no me sirve nada, porque se han dicho muchas cosas, pero las cosas que se prometen nunca son favorables al más necesitado, tiene que ser mucho” (...) 58 b) No mantienen contacto con la comunidad y no atienden los problemas de los pobres: "no están ni ahí con la gente pobre" (El Bosque, menores de 18 años), "(los políticos debieran) interactuar con la comunidad que representan (...) estar en la papa misma, estar donde subsiste el problema" (Melipilla, mayores de 18 años); “Por ejemplo, la política a mí no me sirve nada, porque se han dicho muchas cosas, pero las cosas que se prometen nunca son favorables al más necesitado, tiene que ser mucho” (El Bosque, mayores de 18 años). c) Hacen primar sus intereses particulares y sacan provecho personal de los cargos que ocupan: "les importa más competir que hacer algo" (Las Condes, menores de 18 años), "(la política sirve para que los políticas puedan) hacerse propaganda, solamente para verse en la tele y ser más famosos" (Las Condes, mayores de 18 años), "(la política) sirve para el grupo de ellos (los políticos)" (El Bosque, mayores de 18 años), "(la política sirve) para ganar más plata" (El Bosque, menores de 18 años). "siempre los políticos se quedan con algo" (El Bosque, menores de 18 años), "(la política sirve) para robar" (Melipilla, menores de 18 años); “los políticos se supone que están para prestarnos un servicio a nosotros y siempre piden algo a cambio” (El Bosque, mayores de 18 años). Por su parte, cuando se hacen alusiones a características más personales de los personajes políticos, son principalmente dos los rasgos que se destacan negativamente: a) Son viejos: "(me gustaría que) los políticos no fueran tan viejos" (Melipilla, menores de 18 años), "los políticos ya están pasaditos de edad, no hay políticos jóvenes" (Melipilla, mayores de 18 años), "hay puros políticos antiguos no más, viejos" (Las Condes, mayores de 18 años). b) Son de un origen social “alto”: "por qué en vez de haber un presidente que se llame Frei, no puede haber uno que se llame González (...) porque en Chile todo lo europeo es lo máximo, si tienes ojos verdes y pelo rubio es lo máximo, te ponen de presidente" (Melipilla, menores de 18 años), "yo vivo en mi casa, paso las mismas necesidades, tengo que trabajar para surgir (...) ellos tienen comodidades, dinero, facilidades" (El Bosque, mayores de 18 años), "los políticos han venido como por generaciones, entonces qué sabe un gallo de la política si nunca la ha vivido (...) Tendría que ser una persona que hubiera vivido desde cerca, no una persona que viniera de su linaje siempre alto" (Las Condes, mayores de 18 años). 59 Los jóvenes en general no se sienten representados por esta imagen de político que perciben. Esto se ve agudizado por el hecho de que para ellos los políticos se pelean constantemente, no llegan a acuerdo y por lo tanto no facilitan la solución a los problemas. ii) Imagen del voto ii.1) El “deber ser” del voto: qué funciones debiera cumplir No son muchas ni muy claras las imágenes que den cuenta de la opinión de los jóvenes acerca de la función que debiera cumplir el voto. La más clara es aquella que dice que éste debiera ser un mecanismo efectivo de expresión, cosa que en la práctica no ocurre: "si pudieras decir que te dan un papel para escribir tu opinión yo lo hago, pero a mí no se me ha dado esa oportunidad" (El Bosque, mayores de 18 años). La otra imagen, que no se anuncia directamente sino que se desprende de las imágenes opuestas a aquellas características o sentidos negativos que los jóvenes observan en el “ser” del voto, es el que éste no debiera ser una obligación. Pareciera que los jóvenes aluden más a las presiones que provienen de la práctica de votar (que en algún momento lo plantean como un requisito para postular a trabajos o dentro del Servicio Militar) y no tanto del procedimiento formal. De cualquier modo, esta imagen no está elaborada al punto de poder explicitar si lo que los jóvenes quisieran es terminar con la votación obligatoria para aquellos que están inscritos (en cuanto a procedimiento formal). ii.2) El “ser” del voto: qué funciones cumple y qué características tiene En relación al voto, son varias las imágenes con las que se le asocia. a) El voto como derecho (una vez inscrito en los Registros Electorales): "ella (otra participante del grupo) me dice a mí: 'mira cómo dejaron las calles', entonces yo le digo: 'no estoy ni ahí porque no no estoy inscrito, no tengo pito que tocar" (El Bosque, mayores de 18 años), "es que los políticos no toman en cuenta a los jóvenes que tienen menos de 18 años (...) Estos son cabros chicos, no saben nada (...), no son adultos, no tienen voto" (El Bosque, menores de 18 años). b) El voto como deber (que se asume voluntariamente y de buena gana): "yo pienso que la política igual sirve pero todo depende de nosotros también", "el problema es que este país está dirigido por viejos, o sea el joven dice 'no estoy ni ahí porque no me siento representado', pero cómo vamos a cambiar todo esto si no se inscriben, si están todos haciéndose a un lado" (El Bosque, mayores de 18 años). 60 c) El voto como obligación impuesta (que no se asume voluntariamente ni se le encuentra sentido): "cuando uno cumple 18 y no está ni ahí igual tiene que inscribirse porque en muchos trabajos piden el 'coso' electoral (o padrón electoral)" (El Bosque, menores de 18 años), "y ahora mismo como que uno tiene que ir obligadamente a votar", "a mí me obligaron a inscribirme (en los Registros Electorales) en el Servicio (Militar), me obligaron" (Melipilla, mayors de 18 años), "alguna vez en tu vida vas a tener que votar" (Melipilla, menores de18 años). d) El voto como mecanismo de cambio social: "si yo quiero que haya cambio en esta sociedad, en lo que es la política, democracia, yo tengo que interesarme también para que ese cambio pase" (El Bosque, mayores de 18 años), "es una forma de cambiar el país, la gente es libre de votar por quien quiera" (Melipilla, menores de 18 años). e) El voto como instrumento de beneficio personal (tanto para los jóvenes como para los políticos): "yo votaría por el Tío Lavín (...) porque él ha hecho harto por Las Condes, nada que ver que le demos la espalda cuando él lo necesita" (Las Condes, menores de 18 años), "el voto no sirve porque los políticos después no ayudan" (El Bosque, menores de 18 años; “Por ejemplo, la política a mí no me sirve nada, porque se han dicho muchas cosas, pero las cosas que se prometen nunca son favorables al más necesitado, tiene que ser mucho” (Melipilla, mayores de 18 años). f) El voto como canal ineficiente de expresión: "yo no estoy ni ahí con la política, nunca me he inscrito, nunca he votado, pero igual voto porque a finales me desahogo, no lo haces anotando en un papel pero lo dices de repente a cualquier persona" (El Bosque, mayores de 18 años), "(votar es) hacer una raya" (El Bosque, mayores de 18 años), "qué saca uno, ahí está haciendo una raya y lo único que puede es decir sí o no, nada más. Uno no puede decir sí por esto y no por este otro" (Melipilla, menores de 18 años). g) El voto individual como mecanismo insuficiente: "pero qué saca uno con un voto, no hace nada" (El Bosque, menores de 18 años). h) El voto como mecanismo de votación engorroso: "hay que levantarse muy temprano para votar", "el sistema es muy incómodo, porque tienes que hacer las tremendas colas para votar, o sea es la lata, en el fondo es el sistema de votación" (Las Condes, 61 mayores de 18 años), "se anota cualquier nombre, no se toma en serio. Quiero salir luego porque hay medias colas, no estoy ni ahí" (El Bosque, mayores de 18 años), "estar parado toda la mañana" (Melipilla, menores de 18 años). iii) Espacios de participación iii.1) Criterios que otorgan la connotación de político a los espacios de participación y formas de expresión juvenil Es necesario decir que para los jóvenes, el término “político” tiene como primera asociación una imagen negativa, la que viene dada producto del conjunto de características negativas que se le adjudican a las figuras de los políticos que ya han sido mencionadas en el punto anterior. En este sentido, son pocos los espacios de participación y/o formas de expresión juvenil a las que ellos espontánea y explícitamente le dan la connotación de político. Indirectamente en cambio, se desprende del discurso de los jóvenes aquellos criterios que para ellos otorgan la connotación de político a un acontecimiento cualquiera, no necesariamente juvenil. Al respecto, podemos mencionar dos que son asociaciones muy directas: a) Lo político como aquello que es patrocinado por personajes políticos o partidos políticos: “en la Corporación no porque el padre es el coordinador de todo eso y él pide ayuda a todos lados, gerentes, a un diputado se le pide ayuda” (Melipilla, mayores de 18 años), “Lavín está metido en todo eso así que es política” (Las Condes, menores de 18 años). b) Lo político como aquello que tiene como tema central “la política”: “en el grupo de mamás no (...) porque nadie conversa de política, por lo menos yo no la encuentro política”, “ahora que estamos hablando de política, ahora nos pusimos políticos” (Melipilla, mayores de 18 años). Además, aparecen otras connotaciones de “lo político” que son más indirectas y elaboradas: c) Lo político como aquello que tiene relación con lo social y comunitario: “(nosotros podríamos participar políticamente) formando grupos en las mismas comunidades y ayudando siempre”, “una forma es en la misma comunidad, en la misma población. Es una política buena para mí estar con los chiquillos, estar en la papa misma” (Melipilla, mayores de 18 años). d) Lo político como aquello que tiene relación con la organización: “solos no se pueden hacer cosas obviamente, para hacer cambios se necesita de cierta organización y las organizaciones empiezan de lo más bajo” (El Bosque, mayores de 18 años). e) Lo político como aquello que actúa como canalizador de ideas y formas de pensar: “falta en cierta forma una educación política, una forma de 62 entender por lo menos saber de qué se trata y luego intentar dar una opinión” (El Bosque, mayores de 18 años), “yo no hablo de política, hablo de expresión, la política para mí es como tener el nombre encima de lo que se llama expresión. Esa fuerza es la que hace que nosotros podamos ir teniendo logros (...) La gente que está arriba también está expresando su forma de sentir, la forma de vivir, como se mueve la gente, como interpreta. El problema es que en eso radica que hayan distintos tipos de decisiones y distintos tipos de mentalidades y tú tienes que optar por la que más te convenga y la que más te haga sentir bien a ti” (El Bosque, mayores de 18 años). iii.2) Formas de participación y expresión juvenil Entre las formas en que los jóvenes mencionan como mecanismos de expresión están “las fiestas”, “la música”, “la forma de vestirse” (Las Condes, mayores de 18 años). También mencionan actividades como “talleres literarios” o “actividades de ayuda a la comunidad” (Las Condes, menores de 18 años), “grupo de mamás” (Melipilla, mayores de 18 años). Por otra parte, se mencionan espacios informales de encuentro, “los grupos de amigos”, “la calle”. Todos estos espacios e instancias no tienen según los jóvenes una connotación política. Aunque aparece mencionado en un solo grupo (Melipilla, menores de 18 años), se reconoce como un espacio de participación con carácter político al “Parlamento Juvenil”. También son mencionadas instancias como los “Centros de Alumnos” de los establecimientos educacionales. Sin embargo, a ninguna de estas dos instancias se le reconoce el llegar a ser efectivamente un espacio de participación para los jóvenes. Desde los jóvenes que conciben la política como “expresión de formas de pensar” la participación de los jóvenes en el “grupo de misioneros” de la iglesia sí tiene carácter político, ya que se promueve que las personas se expresen y se escuchen (Melipilla, menores de 18 años). Por otra parte, también aparece mencionado con connotación política la Junta de Vecinos (Melipilla, mayores de 18 años). Entre los mismos jóvenes que son militantes de partidos políticos (que son solamente 2 del total de grupos) se menciona al “partido político” como un espacio de participación y de expresión para los jóvenes (El Bosque, mayores de 18 años). Aunque no aparece mencionado muy espontáneamente, los jóvenes hacen una distinción especial dentro de la música para el rap: “a mí no me gusta el rap, pero encuentro que el rap es como la única música que te deja un mensaje sobre el SIDA, el aborto, cosas que 63 realmente interesan, porque lo demás que habla de amor, amor, amor, en cambio el rap le da un golpe a la sociedad, tienen cosas que a lo mejor la gente lo percibe” (Las Condes, mayores de 18 años). En este caso, la connotación política del rap vendría dada por su contenido y por el hecho de ésta tenga efectos sociales y no sólo individuales. 2. Síntesis de grupos rurales 2.1. Descripción general de los grupos rurales En este parte del informe se da cuenta de una síntesis del material que fue recogido por medio de la realización de 6 grupos focales en 3 localidades rurales diferentes. En cada una de las localidades se realizaron 2 grupos, una para menores de 18 años y otro para mayores de 18 años. Las localidades en las que se trabajó corresponden a Rengo, San Felipe y Buin. 2.2. Sobre las representaciones en torno al concepto de política En cuanto a las representaciones que manejan los jóvenes en torno al concepto “política”, podemos distinguir varios grupos de ideas a las cuales éste se asocia: • • • • • Idea de un orden necesario Idea de desarrollo efectivo del país sobre una base igualitaria y altruista Idea de acción y cambio social Idea de la tolerancia y el respeto a las ideas Idea del poder legítimo y la representación de intereses A continuación revisaremos como se presentan cada una de estas ideas a lo largo del discurso de los jóvenes. a) Idea de un orden necesario: La base del concepto es la representación de la estructura organizacional y administrativa del país, de la sociedad, de la economía y de todos los aspectos relativos al progreso del entorno mediato e inmediato de los participantes. No deja de notarse la alusión al orden y la autoridad como base fundamental de estos enunciados. La connotación que adquiere una afirmación como “tiene que haber alguien que mande (...) porque sino nunca va a haber un orden” muestra claramente el precepto que está detrás de cualquier representación posterior que ellos hagan sobre los políticos: si no hay orden, es malo, poco eficaz, poco confiable, etc. “(la política tiene que existir) para que las personas puedan expresarse (...) para tratar de organizar el país (...) tratar de mejorarlo (...) tratar de unir al país (...) si no existiera la política no existirían ideales, las personas no podrían expresarse, no tendríamos organizaciones y el país andaría al lote” (Rengo, menores de 18 años). 64 “siempre tiene que haber alguien que mande, porque si no hay alguien que mande nunca va a haber el orden necesario en la agrupación que ellos necesitan” (Buin, menores de 18 años). “es importante porque, de repente hay cosas que nadie organiza...si esas personas no están no se puede hacer nada que no tenga el permiso de la autoridad más grande, se necesita siempre la política y está todos los días entre nosotros” (Buin, menores de 18 años). “Es para manejar el país, o sea, en todo los sentidos, ya sea en trabajo, exportaciones, pesca, todo lo que tenga que ver con cobre, minería, todo eso (...) Para mi es el juego en que todos estamos metidos, pero aunque no queramos nunca nos podremos salir (...) Política ahora, para hablar hay que ser un político, por qué? Porque nadie te entiende sino te manifiestas (...) la política es para poner reglas, o sea, se supone que es para poner reglas dentro de ... para llevar un orden ... Claro un orden en la humanidad, sobre todo en la humanidad. Para reorganizar el país y además, crear leyes normas que los seres humanos debemos seguir” (San Felipe, mayores de 18 años). b) Idea de desarrollo efectivo del país sobre una base igualitaria y altruista: Lo primero que se destaca en estas afirmaciones, es que el concepto de política debe asegurar una participación sin diferencias sociales, o sea, debe propender hacia la igualdad socio-económica como base para todos los ciudadanos. También queda claro, que este concepto se construye desde elementos comunitarios, contrarios a una visión individualista del deber ser de la política, en donde se esperaría que los beneficios de la práctica de esta actividad fueran para el sujeto antes que para el colectivo. Por lo general no son referentes individuales los que se utilizan y el énfasis discursivo no está puesto en lo que esperan para sí mismos, sino en lo que es importante para el pueblo, para la totalidad de la población. “Se supone que la política tiene que arreglar el país, supuestamente...es necesaria para avanzar, lentamente pero avanzar...uno espera que mejoren más que nada el trabajo, ayuda económica, educación...la política es entender los derechos del país, de las personas” (Buin, mayores de 18 años). “Trabajo, trabajo comprometido, la verdadera política es no pensar en ti mismo...para con el pueblo, para con la gente, para quien te elige...la integridad, el poder llegar a integrar a todos los estratos, a todo tipo de personas, y lamentablemente tu sabís po!, no hay integridad” (San Felipe, mayores de 18 años). La importancia de la política en términos sociales, tiene que ver con la tranquilidad económica de la sociedad, con el equilibrio necesario para 65 asegurar la estabilidad laboral y familiar de las personas y con la regulación de la seguridad social. Los jóvenes muestran especial preocupación por la cesantía, ya que ellos mismos establecen una relación causal entre ésta y la delincuencia o el perjudicial consumo de alcohol y de drogas. “dando trabajo...si hay trabajo, va haber plata, y va haber estudio, se acaba la pobreza va haber más estudio”; “ la política influye en la vida, o sea por los mismos políticos son los que ayudan a estudiar...influye para el futuro del trabajo” (Rengo, menores de 18 años). “mantener el precio fijo siempre...que no suban las cosas repentinamente, porque si hay cesantía empiezan más robos, los jóvenes se van a la droga, al alcohol, roban para tener sus cosas porque no hay trabajo” (San Felipe, menores de 18 años). c) Idea de acción y cambio social: En la misma línea de lo anterior, la percepción que los jóvenes tienen de la política, es que ésta se materializa a través de cambios que ellos puedan observar, es decir, la política ha de ser capaz de transformar positivamente el entorno inmediato de la sociedad. Sólo en esa medida se podrá tener un referente claro y concreto de los resultados esperados de la política, como forma de organización social y como fuente de desarrollo del país en su conjunto. “yo no he visto ningún cambio acá...que se vean por ahí donde vive uno, viendo que se puede hacer para ayudar a la comunidad...que se vean luchar, que entiendan y que salgan” (San Felipe, menores de 18 años). “la gente espera de la política, no se, grandes cambios, pero es que a veces el cambio se da pero no se dan para todos, ...tenemos las mismas capacidades y las opciones no son las mismas, si hablamos de educación tenemos educación de clase, tenemos educación buena y educación mala...nos damos cuenta que el 80% o más de los que entraron a la universidad son los que provienen de colegios de arriba de colegios particulares....estamos hablando de oportunidades” (Buin, mayores de 18 años). d) Idea de la tolerancia y el respeto a las ideas: Esta afirmación confirma toda creencia en la capacidad de los jóvenes de tender hacia la convivencia social, hacia la tolerancia y hacia la necesidad de conciliar posturas, conductas y actitudes diferentes, con el fin de lograr acuerdos respecto de lo que ellos consideran realmente importante para la sociedad y el país. "pero ellos se pisotean unos a otros... como tienen distinta forma de pensar al final no terminan haciendo nada... están divididos por sectores y los partidos se empiezan a gritar y pucha! esto...ellos tienen que dar idea (ejemplo) nos tienen que decir pucha! si nosotros nos respetamos, 66 ustedes también respeten... no se respetan entre ellos, cómo quieren que nosotros confiemos en ellos” (Rengo, menores de 18 años). “se dividen en los mismo partidos entonces yo encuentro más que la divide (la sociedad)”; “para formar una rivalidad... nos están separando, deberían ser más unidos entre ellos mismos, ya que son autoridad, para que nosotros veamos el ejemplo” (Buin, menores de 18 años). e) Idea del poder legítimo y la representación de intereses El concepto de política, lleva implícito la capacidad de representación comunitaria, legitimidad, libertad, sólo sí, se ampara en la escucha del habla social, o sea, sí y sólo sí, representa la voz de quienes son los perjudicados, los necesitados, sin distinciones. Por otra parte, ésta “escucha” debe ser permanente, voluntaria, y consensual. Esto último, tiene una connotación especial, cuando se leen frases como “somos nosotros los que necesitamos que nos escuchen, somos nosotros los que debiéramos tomar decisiones y no ellos” o cuando dicen “por eso es importante que tomen las decisiones de todo el país”, o sea la necesidad de que la política como actividad refleje el contenido simbólico que representa colectivamente, el cual es una fuente de poder que busca el progreso social para todas las personas, sin distinción. “la política como nosotros la entendemos debiera ser más masiva, debería ser popular, debería ser algo, o sea sí tú tienes un candidato, una persona que tú eliges libremente, voluntariamente te gustaría saber que por lo menos esa persona tiene interés en tú comuna”; ” que no busquen solamente un objetivo que les sirva a ellos para vivir mejor, sino que a todos nos sirva, por eso es importante que tomen las opiniones de todo el país...pero ellos tienen todo el manejo del poder, deberían hacer plebiscitos para que la gente opinara sobre las grandes decisiones del país”(San Felipe, mayores de 18 años). Por último, éstos referentes muestran una concepción fundamentalmente democrática de la política, en base a representaciones, o sea imágenes y lenguaje, que determinan y simbolizan situaciones que parecieran ser naturales y comunes para los adolescentes. La estructura social y la percepción de la organización social, se construye sobre un contexto de valores, nociones y reglas que responden de manera sucesiva a un flujo de asociaciones solidarias, equitativas, tolerantes y confiables, además de intencionadas hacia cambios que produzcan el progreso y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, con especial énfasis en los más necesitados. “la política es el trabajo con las personas, es buscar el bienestar, con y para las personas...(debiera) servir de nexo entre el pueblo y el gobierno, buscar la comunidad, trabajo en conjunto, con la gente” (San Felipe, mayores de 18 años). 67 2.3. Análisis por categorías i) Imagen de los políticos i.1) El "deber ser" de los políticos: qué funciones debieran cumplir y qué cualidades debieran tener En general no se han encontrado diferencias según tramo de edad en las opiniones de los jóvenes que han participado en los grupos focales respecto de la categoría imagen de los políticos. Contrario a esto, llama la atención que los comentarios, las críticas y las sugerencias son las mismas, aún cuando algunos jóvenes marcan ciertos factores más que otros, lo que en definitiva, al parecer, corresponde al tipo de temas que ellos consideran que es necesario destacar. Por ejemplo, los jóvenes de San Felipe hablaron de "mantener el precio del mercado fijo”, preocupación que suponemos surge a partir de que sus principales fuentes de ingreso son trabajos esporádicos como temporeros. Podríamos sintetizar las representaciones de los jóvenes, en cuanto al deber ser de los políticos, diferenciando respecto de sus funciones y de sus cualidades. i.1.1.) Funciones que debieran cumplir los políticos a) Administrar el poder a través y desde su posición. Se explícitamente la función de legislar. menciona “hacer buenas leyes” (San Felipe, mayores de 18 años); “que fuera más rápido el proceso de la ley, hay cuestiones que deberían estar y las han tenido 5 años tramitándolas” (Buin, mayores de 18 años); “yo creo que el rol del político es tener una buena planificación”; “hacer una buena administración de su desempeño” (Rengo, menores de 18 años). b) Representar los intereses de la población. Servir de nexo entre el gobierno y la sociedad civil. “que se dieran cuenta de las necesidades básicas que tenemos acá nosotros” (Buin, mayores de 18 años); “que nos dieran educación a los que no la tenemos, que nos falta, que se preocupen de los niños, de la juventud, y que tuviéramos siempre actividades”; “que estuvieran aquí con nosotros, aquí, que nos ayudaran a hacer proyectos, organizar todas esas cosas” (San Felipe, menores de 18 años); “servir de nexo entre el pueblo y el gobierno, buscar ser comunidad, trabajo en conjunto, con la gente” (Rengo, mayores de 18 años); “ocuparse por las personas”; “un acercamiento con los políticos, que se acerquen a la región” (Buin, menores de 18 años); “para hablar de los problemas de la gente primero tienen que hablar con la gente” (Rengo, menores de 18 años). 68 c) Encargarse de solucionar los problemas del país, especialmente los de los más pobres “mejorar el pueblo, la calidad de vida de todos los sectores” (Buin, menores de 18 años); “a mí me interesa el político que me solucione el problema de la población, de la gente que vive ahí, yo no estoy pidiendo solución para mí, sino para la gente que está acá” ( Rengo, mayores de 18 años); “de lo que tienen que empezar es de la pobreza, de la educación”; “dando trabajo, eso, si hay trabajo, va a haber plata y va a haber estudio. Se acaba la pobreza va a haber más estudio. Es una cadena que si falta un eslabón...” (Rengo, menores de 18 años); “la violencia” (Buin, mayores de 18 años); “mantener el precio del mercado fijo siempre(...) que no suban las cosas repentinamente”; “el político perfeccionista (...) que lo haga todo bien (...) de los jóvenes...porque son el futuro del país” (San Felipe, menores de 18 años); “los políticos debieran encargarse de no vender las tierras al extranjero, porque las tierras son chilenas y ellos (los mapuches) también son chilenos, al final todos son mapuches” (Rengo, menores de 18 años); “de las viviendas, las están haciendo muy mal últimamente, deberían ponerle más ojo a eso, más fiscalización y poner un poco más de plata” (Buin, menores de 18 años); “de la salud, de los adultos” (Buin, mayores de 18 años). i.1.2) Cualidades que debieran tener los políticos a) Cumplir lo que prometen "que hablen con la verdad, que sean más derechos” (Buin, mayores de 18 años); "que hablen con la verdad, que sean más derechos para sus cosas” (San Felipe, mayores de 18 años); “tratar de no prometer cosas”; “de hacer cosas y no prometer tanto”; “actuar” (Rengo, menores de 18 años); “decir lo que pueden cumplir ...y tampoco decirlo sino que hacerlo”; “mejor el hecho y no tanto bla-bla, sino el hecho” (Rengo, mayores de 18 años). b) Acercarse y saber escuchar a los que los necesitan, sin discriminar “saber escuchar a los pobres, que no pregunten de qué partido es, que qué partido te gusta o no te gusta” (Buin, mayores de 18 años); “saber escuchar a los pobres” (San Felipe, mayores de 18 años); “a mí me gustaría que ellos trataran de motivarnos a nosotros los mismos jóvenes a participar más y que no lo hacen” (Buin, menores de 18 años); “para hablar de los problemas de la gente primero tienen que hablar con la gente” (San Felipe, menores de 18 años). c) Saber escucharse entre ellos “Generalmente el político está peleando mucho, mucho, eso me molesta, cómo es posible que con los problemas que hay en un país, no poder sentarse en el Senado y llegar a un acuerdo a discutir en forma interna, pero no mostrarles al país lo mal que están ellos" (Buin, mayores de 18 69 años); “dar el ejemplo(...) deberían ser más unidos entre ellos mismos, que ya son autoridad, para que nosotros veamos el ejemplo” (Rengo, menores de 18 años y Buin, menores de 18 años). d) Ser honrados y dar buen uso a los recursos que administran “Honradez, simpleza, carisma, lealtad, cumplir, compromiso” (San Felipe, mayores de 18 años); “no ser tan corrupto (...) igual como era antes de ser político, derecho, porque antes de ser político siempre a uno lo llevan por su pasado, o sea, siempre tiene que ser recto, no irse por el mal camino” (Rengo, mayores de 18 años). i.2) El "ser" de los características tienen a) políticos: qué funciones cumplen y qué No cumplen lo que prometen ni mantienen contacto con el pueblo “los políticos prometen pero cuando llegan arriba, se olvidan del pueblo”; “de lo que se preocupan es solamente de eventos” (Buin, menores de 18 años); “la política me humilla, son mentiras, son todos mentirosos, uno no le cree en lo que prometen, entonces no valen nada, la política son unos aprovechadores” (Buin, mayores de 18 años); “a uno no lo escuchan, o sea, ellos no están ni ahí con venir a saber qué es lo que yo pienso” (San Felipe, menores de 18 años); “de su trono de ahí no salen, generalmente ubicar a un político después que tú lo elegiste es imposible” (San Felipe, mayores de 18 años). b) No buscan el beneficio del país sino el suyo personal “no se preocupan por la organización, ni por la calidad de vida de los ciudadanos (...) hacen uso de la gente para sus fines propios”; “ y algunos no andan buscando el bien económico tampoco, algunos porque tiene dinero (...) pero algunos buscan más que eso que es poder..., más por el poder, llegar a la presidencia, para sentirse bien”; “ (...) el poder les permite crearles a su favor, para su empresa, para su sector y el poder es eso, para que el gobierno esté en sus manos” (Rengo, mayores de 18 años); “lo que les preocupa son solamente las elecciones, cuando tú vay a dar el voto no más, pero de ahí en adelante ellos no están ni ahí con la sociedad, o sea, dependen de la sociedad, pero mientras consigan el objetivo”; “los políticos debieran preocuparse en general del empleo, cosa que no están haciendo para nada, se están preocupando de ganar más plata ellos, hacer que los elijan alcaldes, de que los elijan consejales, que se yo, cosa que a ellos les llegue su sueldo, pero no están generando empleos que es lo que la gente necesita” (San Felipe, mayores de 18 años). c) No hay seriedad, ni se respetan entre ellos “ellos se pasan la pelota unos a otros, no hay seriedad (...) siempre se disculpan y le echan la culpa a otro” (Rengo, menores de 18 años); “yo 70 fui al Congreso y quedé totalmente defraudada, porque pucha, está dividido por sectores y los partidos, de los partidos se empiezan a gritar”; “ellos se pisotean uno a otros, al final en la política” (Rengo, menores de 18 años). d) No cumplen con su función de legislar “entonces yo digo hacen las leyes pero no las cumplen” “muchas leyes que dicen que van a salir y nunca salen ... al final la comunidad siempre queda pendiente”; “nunca han sido capaces de sujetar a esa gente(delincuentes) o de mantenerlos...y ellos se preocupan de cualquier tontera, menos de arreglar lo malo que hay aquí en Chile”; “ellos se dedican a ver leyes, estudiar las que les convienen a cada partido” (Buin, mayores de 18 años). Tal como los jóvenes se expresan, los políticos se han convertido en un grupo de personas, ansiosas de poder para beneficios no públicos sino privados, ya sea a nivel político en tanto cuotas de poder en el gobierno, como también personal, en cuanto sensación de logro individual. ii) Imagen del voto ii.1) El "deber ser" del voto: qué funciones debiera cumplir Este aspecto en particular, es un punto que los jóvenes y los adolescentes supieron manifestar con mucha claridad. Ambos tramos de edad, conciben el sufragio principalmente como un acto cívico, de participación ciudadana y de manifestación del sentir acerca de lo que acontece, así como también es una forme de evaluación de la ocupación del cargo de los políticos. Sin embargo, esto va atravesado por distintos matices, que tienen que ver con la obligatoriedad del voto y la falta de credibilidad en los políticos. Por tanto, en el voto como medio de concreción o materialización de lo que representa: elección y participación social e individual en los asuntos socio-políticos del país, a través del apoyo que se le confiere a una persona en la cual se cree, en la cual se confía como representante de las demandas de quienes lo han elegido. a) El voto como forma de participación e integración social “no hay otro mecanismo que sea capaz de reunir a todos los chilenos, aparte de los censos y que te reúna, y que sea capaz de juntar a la gente, no creo que haya otro canal más representativo que los votos” (San Felipe, mayores de 18 años); “.uno tiene que participar (...) porque es la única forma de ser escuchado (...) de que tu vos valga”; “votar aunque a veces no se sienta identificada con las personas”; “ellos si no han realizado bien su trabajo la gente los rechaza y están mal ahí, para eso sirve el voto para ver si ellos están bien o mal” (San Felipe, mayores de 18 años); “el pueblo elige”; “voy a elegir lo que quiero para mí país, porque si uno va y no vota, está perdiendo la oportunidad de elegir lo que yo quiero para mí país”; “hay que votar para criticar...con que moral 71 vai a criticar (...) porque uno va a tener derecho a criticar” (San Felipe, menores de 18 años). b) El voto como forma de representatividad “uno participa políticamente eligiendo pero si a uno no lo representa después, entonces es como un voto perdido y eso a uno no le dan más ganas de votar”; “uno está mandando un representante político” (Buin, mayores de 18 años); “o sea, es un medio temporal, porque yo puedo estar de acuerdo con un candidato por las ideas que desarrolla un tiempo y después puede cambiar” (Rengo, mayores de 18 años). El voto, para los jóvenes de ambos tramos de edad, viene a ser una vía de elección, y de libre albedrío que no debe estar condicionada, dado que en éste caso pasa a convertirse en una obligación que se establece sobre bases que no son necesariamente compartidas. La relación que se establece entre el sujeto que da el voto y el sujeto que lo recibe, está fundada en la confianza y la credibilidad que se le confiere al actor político. Ahora bien, si esta base de relaciones no se constituye sustentada en estos preceptos, se subentiende entonces que la relación no debe asentarse sobre éstas bases. Las reglas del juego deben cambiar si el juego ya no es el mismo, desde la visión sobre todo de quien está dando el voto. ii.2) El "ser" del voto: qué funciones cumple y qué características tiene a) El voto como canal ineficiente de participación y expresión “porque solamente creo que en parte uno expresa lo que siente, no totalmente...no siento que me han expresado lo que yo pienso de política (...)”; “no me inscribiría no me gustaría votar” (Buin, menores de 18 años); “de participar sí de expresar no, porque uno o sea, marca una ralla”; “a mí me gustaría que lo que yo opino lo hagan” (San Felipe, menores de 18 años). Este acto cívico de votar, no es suficiente ni basta para que los jóvenes se sientan satisfechos. El voto sí es una forma de estar integrado al sistema de participaciones sociales, el voto es elección, es obligación ciudadana, es parte de estar integrado, pero sólo es un acto puntual y limitado que no involucra una acción mayor y permanente por parte del sujeto. El voto no lo involucra al sujeto como sujeto, no considera sus actividades, sus opiniones, sus deseos y esperanzas. b) El voto como canal poco efectivo de cambio social “porque si uno vota muchas veces, vota en blanco, o vota porque tiene que votar, no es porque realmente le importa esa persona, porque muchas veces los mismos jóvenes, ahora piensan, para qué voy a votar, de qué me va a servir, en qué me beneficia, en nada, la mayoría de las veces no nos pescan a los jóvenes, por eso no me inscribo, qué saco y además el hecho de ir a votar, ya estar haciendo la cola, por lo menos a 72 los jóvenes eso ya chorea, da lata (todos repiten) sí da lata” (Buin, mayores de 18 años); “uno participan políticamente eligiendo pero si a uno no lo representa después es como un voto perdido y eso a uno no le dan más ganas de votar” (Buin, menores de 18 años); “yo no quiero inscribirme (...) porque no quiero que puchas! me van a prometer algo que no van a cumplir”,” no quiero que me defrauden”; “voy a dar el voto para que ellos ganen no para que los demás ganen”; “el ejemplo es malo el que nos han dado” (Rengo, menores de 18 años). Esto manifiesta, un interés en estar dentro de una actividad que los involucre como partes de un todo, en donde ellos sientan su pertenencia. Además, el voto no incluye una acción directa de los actores políticos hacia ellos, no se convierte en un beneficio directo o manifiesto, materializado o concreto que ellos sean capaces de percibir directamente. Por otro lado, el voto es un deber, que surge cuando hay interés, el cual surge cuando hay identificación, el cual proviene de la credibilidad. Esta es una cadena interminable y lógica desde la visión de sociedad de los participantes en los grupos. Esta cadena no está configurada al azar, sino desde cuestiones fundamentales en las cuales ellos creen, y que son socialmente compartidas. La imagen del voto es la de un acto cívico, necesario para ser parte (“tener derecho a criticar”, “si no con qué moral criticai”), pero también se cruza con el requerimiento de la confianza en que va a ser realmente un medio concreto y permanente de cambios que corresponden a lo esperado por quien “delega su confianza” a través del voto. c) El voto como mecanismo rígido y engorroso “pararse toda la mañana para ir a rallar un papel me da lata, da lata inscribirse” (San Felipe, menores de 18 años); “después estás obligado para siempre”; “si no fuera obligatorio sí” (Rengo, menores de 18 años); “qué saco y además el hecho de ir a votar, ya estar haciendo la cola, por lo menos a los jóvenes eso ya chorea, da lata (todos repiten) sí da lata” (Buin, mayores de 18 años). El hecho de que al inscribirse en los registros electorales, esta actitud de voto se convierta en una obligación, es algo que no gusta ni convence a los adolescentes. Ellos manifiestan querer participar y no quedarse fuera del sistema de relaciones socio-político, sin embargo, las condiciones electorales se establecen de antemano, a partir de éste precepto. Es posible afirmar, que para éste tramo de edad, sería mucho más atractivo el actual sistema de participación política, siempre y cuando la inscripción/votación estuviera dentro de cánones más flexibles, que respetaran la voluntariedad del sujeto. En el caso de los jóvenes, o sea, del tramo 18-29, la situación es muy similar, sólo que es analizada desde una visión más suspicaz. “es tradicional porque es obligatorio, porque pasa por el hecho que si tú no votas, igual te citan al juzgado, te pasan multa”...”pero esa es la pillería, al final es como el gancho, te tiran la carnada, si tú querís 73 participar, tenis que inscribirte, no tenis otra alternativa, la cosa es bien simple” (San Felipe, mayores de 18 años). iii) Espacios de participación En general, los adolescentes y jóvenes coinciden cuando tratan de identificar espacios de participación, tanto políticos como no políticos, en y con los cuales se sientan identificados e interesados en participar. Los jóvenes de ambos grupos etáreos mencionan la existencia de un cierto vacío que se produce al tratar de nombrar las organizaciones que conocen. De hecho, el silencio fue parte permanente durante esta fase de la conversación de los grupos, y hubo que ayudar a identificar, nombrando distintas organizaciones para que los participantes pudieran asociar éstos a las que ellos identificaran en la comuna que habitaban, o simplemente para que nombraran las que ellos conocían por nombre. En todo caso como se verá mas adelante (en el punto 3.3.3) de éste capítulo, los espacios políticos como no políticos, que identifican ambos tramos de edad son los mismos, y corresponden a organizaciones funcionales. iii.1) Criterios que otorgan la connotación de político a los espacios de participación y formas de expresión juvenil Los criterios son básicamente de sentido común. La connotación política que se le da a un espacio pasa por cuestiones manifiestas, o sea, por ser una organización o espacio reconocido como político (tales como los partidos políticos propiamente tales), en donde el símbolo y el ícono asociado identifica rápidamente la pertenencia y el objetivo. En este sentido, un espacio es reconocido como político cuando: a) El tema central es la política “es política al estar conversando de la política directamente” (San Felipe, mayores de 18 años). b) Hay un patrocinio político “no estamos ligados a ningún partido político, la organización no está ligada a ningún partido político, no se inició con partidos políticos” (Buin, mayores de 18 años); “no encontramos que haiga apoyo de los partidos políticos” (San Felipe, menores de 18 años). Por otra parte, también hay otros elementos, no tan evidentes, que otorgan connotación política a los espacios de participación y formas de expresión. Desde este punto de vista, existe connotación política cuando: c) Hay un beneficio económico “la diferencia entre un político que busca su bienestar económico (...) pero se quedan muy pegados en la parte suya, lo económico”; “el político busca su parte económica y un dirigente quizá de una junta de 74 vecinos, o un monitor que lleva un grupo, es por la parte humana” (San Felipe, mayores de 18 años). iii.2) Formas de participación y expresión juvenil En base a estas afirmaciones, los jóvenes delimitan los espacios de asociación u organización que logran identificar y a los cuales hacen referencia. En otro ámbito de acción, se encuentran los espacios que, aún cuando tienen una estructura organizacional similar (en términos de por ejemplo, elección de directivas, votaciones internas, etc.), son visualizados como asociaciones comunitarias, que no tienen una connotación política en el sentido estricto, o sea, a un nivel partidista. A partir de éstos criterios, los jóvenes consideran que se encuentran en una posición distinta a los espacios de expresión política. “ahí nosotros conversamos (...) expresamos lo que sentimos (...) y demostramos nuestras ideas” (Rengo, menores de 18 años); “no sale más allá, queda ahí dentro”( Rengo, menores de 18 años); “es que uno lo hace por salir a divertirse, o sea, por estar en algo, no estar inactivo” (Buin, mayores de 18 años); “no es remunerado, de hecho las personas que ejercen la labor social, ya sea presidente de un club deportivo, juntas de vecinos, centro de madres, lo que tú creas, lo haces sin un interés económico, entonces ahí, puta! Yo creo que los valores los cambiai rotundamente, veis la diferencia entre un político que busca su bienestar económico que por los demás, no se lo critico, es un trabajo igual que otro, pero a veces se quedan muy pegados en la parte suya, en lo económico” (San Felipe, mayores de 18 años); “trabajamos por un cambio social, cultural y organizacional (...) es por nuestro beneficio (...) es distinto porque tú no estay buscando un color político” (Rengo, mayores de 18 años); “porque nosotros no estamos sólo para juntarnos, sino por hacer algo por la comunidad y hablar de la comunidad, tratar de hacer un progreso” (San Felipe, menores de 18 años). Lo que se puede apreciar, es que los espacios se identifican respecto de los criterios que se constituyen a partir de referentes simbólicos, tales como, el trabajo comunitario v/s el trabajo en beneficio privado (ya sea personal o partidista); la búsqueda de un reconocimiento social v/s la búsqueda de soluciones para la comunidad y del quehacer cotidiano; y el ámbito de la conversación, o sea , se habla de política o se habla de eso y otros temas. Este punto, se refiere a los espacios que los jóvenes identifican y en los cuales participan, los cuales están en directa relación con el tipo de organizaciones que están en el sector, y con los intereses de los jóvenes, de acuerdo a los criterios tratados en el punto anterior. Ninguna de estas organizaciones tendría un componente político que sea reconocido explícitamente como tal por los jóvenes. • • • • Scouts Eje (iglesia católica) Talleres juveniles (FOSIS) Clubes deportivos 75 • • • Grupos y asociaciones juveniles Juntas de vecinos Talleres laborales 76 3. Matices discursivos a partir de los cuatro criterios de conformación de los grupos focales a) Matices discursivos a partir del criterio territorio (localidades rurales y urbanas) Durante la realización de los grupos focales en los sectores rurales, hubo situaciones que directamente marcaron diferencias con los sectores urbanos. Estas diferencias tienen que ver, por una parte con la recepción que dieron los jóvenes hacia los investigadores y la voluntad que tuvieron para participar en el estudio, integrándose a las conversaciones durante la realización de los grupos. Por otra parte, se observan diferencias en cuanto a algunos de referencia con los cuales funcionan los adolescentes (menores de 18 años) y jóvenes (mayores de 18 años) entrevistados. En relación a la receptividad de los jóvenes, en los sectores rurales (a saber, Rengo, Buin, y San Felipe) existió una acogida que tuvo importantes efectos positivos sobre la posibilidad de constituir los grupos, puesto que existió una buena disponibilidad no sólo para estar presentes11, sino también para generar las condiciones necesarias para que la conversación se desarrollara exitosamente. Al respecto, es importante considerar que el buen éxito de los grupos no depende sólo de cuestiones metodológicas (en este caso, de asegurar cierto nivel de homogeneidad ente los participantes que facilitara el diálogo, lo cual fue logrado integrando jóvenes que pertenecían a un mismo estrato social, cultural y económico, y a un mismo rango etáreo) sino también de la disponibilidad de cada sujeto para hablar sinceramente respecto de los temas que se le plantean. En este sentido, es notable que durante las sesiones realizadas se dieron conversaciones fluidas (con excepción quizá del grupo de menores de 18 años de la comuna de Las Condes, en donde costó mucho que los jóvenes expresaran sus opiniones con soltura) y en donde la moderación sólo debió delimitar los espacios de la conversación, de manera de evitar que ésta se centrara en otros aspectos no relevantes para el estudio. Tanto en grupos urbanos como rurales hubo en algunos momentos la tendencia a centrar la conversación en temas contingentes (como el caso Pinochet) y/o en la evaluación de la gestión de algunos personajes públicos específicos (como el Alcalde de Las Condes). La mayor diferencia entre los grupos rurales y urbanos tiene que ver con que en los sectores del área Metropolitana los jóvenes accedían a participar en los grupos, pero no muy convencidos de lo que se estaban haciendo, partiendo con una distancia que demostraba cierto grado de desconfianza hacia los investigadores y hacia la tarea o estudio. Hubo en los sectores rurales una mayor disposición a la confianza, a la entrega de información y a la posibilidad de la conversación con otros y para “un otro” (en este caso los investigadores, Los jóvenes reclutados para participar en los grupos focales en las localidades urbanas (Las Condes y El Bosque) mostraron en primera instancia una menor disposición que los de las localidades rurales. 77 que para ellos eran desconocidos). Por el contrario, la reacción de los jóvenes fue el estar dispuestos a conversar, deseando que los resultados llegaran de alguna forma a oídos de los políticos. No obstante la desconfianza inicial de algunos, al terminar las conversaciones grupales los participantes de todos los grupos, incluidos los urbanos, se mostraban mucho más cómodos. En las comunas del área Metropolitana (es decir El Bosque y Las Condes), en cierto sentido se logró ganar la confianza de los participantes. Incluso, es importante señalar que en casi todas las localidades hubo jóvenes que expresaron su deseo de que los investigadores volvieran más adelante para repetir esta experiencia de "conversar sobre política". El segundo aspecto en torno al cual se presentaron diferencias entre los grupos urbanos y rurales fueron los marcos de referencia. En general, los participantes de grupos rurales, sin necesidad de hacer muchas diferencias según tramo etáreo, conocían con mayor frecuencia los nombres de sus alcaldes, diputados y senadores, no sólo de los que estaban actualmente en los cargos, sino también de los que se habían presentado como candidatos y que no habían salido electos. Se puede suponer, en base a las observaciones de campo, que en estos sectores el conocimiento de sentido común, y dentro de lo mismo, las representaciones sociales que se constituyen desde éstos, contienen una información acerca de los actores políticos, y de los temas relativos a la administración del poder en cada localidad, que es mayor a la de los sectores urbanos. Pareciera que, de alguna manera, los sectores más pequeños son capaces de acceder a un ámbito de conversación pública en donde los temas relativos a la localidad son más conocidos por el común de los habitantes. b) Matices discursivos a partir del criterio edad para votar (menores de 18 años y mayores de 18 años): Es necesario aclarar que existen aspectos generales del concepto de política (como el comprenderla en tanto actividad necesaria para organizar al país), que todos los participantes mencionaron, sin mayores diferencias según el tramo de edad ni según el sector urbano o rural. Sin embargo, surgen ciertos matices conceptuales entre los dos tramos de edad que es bueno destacar para comprender cómo las diferencias que esta variable conlleva en el sentido de la participación del sujeto dentro de la estructura social (en tanto responsabilidades, obligaciones y toma de conciencia del valor social de sus tendencias asociativas, o de sus experiencias vitales y tal vez epocales), ejercen influencia sobre las representaciones y significaciones que los sujetos atribuyen a los temas tratados en el estudio. El concepto de política que manejan ambos grupos (es decir tanto los adolescentes menores de 18 años, como los jóvenes mayores de 18 años), atraviesa lugares comunes, referidos a los derechos civiles de igualdad de oportunidades, particularmente respecto de la educación y el trabajo, así como también el derecho a ser escuchado y respetado como ciudadano. 78 Por otra parte, el joven se siente representado y otorga confianza a los políticos en la medida que se identifica con los valores que a su parecer debieran estar presentes en el modo de ser y de operar de éstos personajes públicos. Entre otros, aparecen referencias a valores como la honradez, el respeto y la solidaridad. Otro aspecto en común, son las expectativas que los adolescentes y jóvenes tienen de la política, de los partidos y de los actores políticos. Ambos grupos etáreos esperan de estos actores e instituciones cambios reales en beneficio y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, de toda la sociedad, al amparo de un equilibrio entre los más necesitados y los menos necesitados de recursos materiales y culturales. Aparece la idea de surgir y ser más a un nivel individual, pero también a un nivel social. Es decir, las preocupaciones no se limitan al sujeto o individuo, al ser aislado y pragmático, sino que por el contrario, existe una fuerte preocupación por “el otro” o “los otros” que necesitan oportunidades, estímulos y atención especial por parte de estas supuestas formas de transformación social. Este intento de definición de un concepto de política subyacente a los discursos formulados por los jóvenes participantes en los grupos, llega a reconocer un fin similar, el cual es servir al progreso personal y social, en base a la igualdad, la solidaridad, el respeto y la tolerancia entre las diferentes formas de expresión que subyacen en los pensamientos políticos, todo esto en base a valores y representaciones, que desde el lenguaje juvenil definen y delimitan “lo que debe ser” y “lo que no debe ser”. Podríamos decir que subyace la valoración de una política que debe ser democrática, que se articula desde proposiciones y enunciados que incluyen al sujeto, en tanto comunidad y en tanto actor social, y lo impulsan hacia un deseo de una política participativa y representativa, que se ampara en la legitimidad que “el pueblo” le otorga a través del voto y a través de la confianza en ciertas responsabilidades que se supone que los actores y partidos políticos asumen cuando realizan su labor. Los distanciamientos discursivos entre ambos grupos etáreos se producen cuando la argumentación se centra en la experiencia (los mayores de 18 años) o en la suposición (los menores de 18 años), poniendo a una o la otra como elementos con los cuales poder defender, entender y fundar las proposiciones que se hacen. Los adolescentes, por lo general, no se consideran parte todavía del sistema político y se sienten dentro de un momento vital en el cual no está muy claro exactamente cómo, cuándo o por qué la política tiene presencia y afecta sus vidas. Sí tienen claro que “en el futuro” cercano la política tendrá más influencia, o al menos que los efectos de la política serán más claros y observables en su desempeño social, familiar, laboral y subjetivo. Al mismo tiempo, sienten que no han sido invitados a conversar alrededor de una “escucha” que los considere como interlocutores válidos, más bien sienten 79 que su lugar en la conversación política, a nivel familiar o social, no está todavía considerándolos ni incluyéndolos, y por esta razón, entonces, el acercamiento que tienen hacia estos temas, sólo se produce al momento de la conversación grupal con motivo de la realización de éste estudio. En todos los grupos con adolescentes, al comenzar la sesión éstos plantean no saber nada de política, no entenderla, no haber conversado antes con seriedad ni con intención de sacar algo en limpio (por lo tanto, su participación en los grupos focales puede ser considerado como una experiencia inédita, salvo quizá para los pocos jóvenes que militan en partidos políticos). Sin embargo, al terminar las sesiones, ellos declaran haber participado en algo que les interesa. Lo que se produce es una “profecía auto cumplida”. Los jóvenes sienten que no son tomados en serio por el mundo adulto y que éstos les excluyen bajo el supuesto que “no están ni ahí”, que son indiferentes a todo aquello que no sea pasarlo bien. Ante esto los jóvenes perciben que no deben preocuparse por temas que no les incumben directamente, al menos hasta que tengan edad para votar y como consecuencia terminan efectivamente alejados y marginados de una participación activa en el sistema político. Esta situación es general, excepto en aquellos adolescentes, que de alguna manera han sido guiados o involucrados, por familiares directos (como hermanos o padres) que sí tienen una formación cívica y de alguna manera ideológica. Sin embargo, aún en estos jóvenes no se da una reflexión permanente en torno a estos temas. Por su parte, los jóvenes (mayores de 18 años), elaboran su discurso sobre la base de la memoria histórica (rememorando hechos de la historia política del país), acudiendo a sus experiencias personales o directamente a sus creencias y posiciones hacia el ordenamiento político y social. El trabajo, las responsabilidades maternales o paternales, también influyen en los matices que este tramo le asigna a la importancia de la política en sus vidas. Cuando los adolescentes se refieren a cómo les afecta a ellos la política, casi ninguno lo refiere a su mundo inmediato y actual, sino que lo proyectan a futuro, incluso en casos de aquellos que ya son padres o ya trabajan. Mientras se sientan fuera del sistema político (no por inconsciencia o por falta de interés, sino como se dijo anteriormente, por la percepción que ellos tienen de no estar siendo reconocidos por los adultos como interlocutores válidos), no tendrán la intención de asignarle un valor o connotación especial en sus vidas, aun cuando sepan a ciencia cierta, que inevitablemente la política está presente en su existencia social. Consecuentemente, existe más interés por parte de los jóvenes mayores de 18 años que de los adolescentes por participar en política, y esto está dado por la madurez, la concepción de responsabilidad y por los intereses respecto al futuro, los cuales al parecer son más perceptibles después de los 18 años. Antes de los 18 años, se está más que nada viviendo al día y hay temas de los cuales no es urgente preocuparse, sin que esto signifique una apatía o una indiferencia por las cuestiones vitales. Después de los 18 años, están los 80 estudios y/o el trabajo, la paternidad/maternidad, la construcción de futuro que en definitiva empieza a despertar mayor interés por aquellas cuestiones que van de alguna manera a influir en sus vidas. c) Matices discursivos a partir del criterio sexo (hombres y mujeres) Durante la realización de los grupos focales se observa que las mujeres hablan menos que los hombres, vale decir, de cuatro mujeres que hay en cada grupo son 1 o 2 las que intervienen más veces y de modo más espontáneo. El resto de las participantes intervienen sólo cuando se les pide directamente que lo hagan. La excepción quizá está entre las mujeres que son militantes en partidos políticos, madres y estudiantes. Estas, por contraste al resto, toman la palabra más frecuentemente y emiten opiniones más extensas y mejor articuladas. Es importante hacer notar que en el discurso de los jóvenes participantes de todos los grupos, tanto entre hombres y mujeres, no aparecen referencias a un enfoque de género de los temas planteados. Las jóvenes, se identifican más con su condición de "jóvenes" que con la de "mujeres" o “varones”. Al mismo tiempo, dentro de la dinámica de los grupos los jóvenes no establecen diferencias entre las opiniones que provienen de varones y aquellas que son emitidas por mujeres. La variable “sexo” en este sentido no fue asumida por parte de los mismos jóvenes como algo que otorgara mayor o menor validez a determinados juicios y opiniones. d) Matices discursivos a partir del criterio tipo de inserción social (estudiantes, trabajadores, cesantes e inactivos) Se puede observar que los jóvenes que tienen un discurso más elaborado, estructurado y profundo son los que pertenecen a las categorías de trabajadores y de estudiantes. Estos últimos muestran una mayor capacidad de abstracción frente a los temas planteados, particularmente a la hora de intentar definir qué se entiende por “política”. Los jóvenes inactivos en cambio son los que tienen más dificultades para elaborar sus ideas y sostener argumentos frente a los juicios que ellos mismos emiten. Entre los que pertenecen a esta categoría, pueden hacerse algunas diferencias. Los inactivos urbanos tienen una participación en la conversación desde una posición bastante defensiva y a ratos agresiva. Los jóvenes inactivos rurales en cambio tienen una actitud más pasiva que el resto, pero en todo caso más abierta que la de los jóvenes inactivos urbanos. Esto último puede tener relación tal vez con el hecho de que estos jóvenes rurales son inactivos solo "temporalmente", puesto que con anterioridad y también a futuro según sus expectativas podrán integrarse a trabajar. Su condición de inactivos entonces puede ser concebida como más circunstancial y menos permanente que la autopercibida por los jóvenes urbanos. 81 Los jóvenes de todos los sectores en los que se trabajó se autoidentifican como pobres. Esta situación, mezclada con el modo como fue definida la variable “tipo de inserción social” (lo que se hizo principalmente considerando el tipo de relación o que los jóvenes tienen respecto a lo laboral), puede estar incidiendo fuertemente en la recurrencia con que aparecen alusiones al tema del trabajo y la educación como responsabilidades directas de los actores políticos. 82 4. Conclusiones A propósito de las conclusiones finales de este informe hemos elaborado un cuadro sintético preliminar (que se adjunta inmediatamente después de la explicación del mismo), el que será retomado en las conclusiones finales del estudio en su conjunto. A través de él se intentan interpretar los principales códigos que surgen de los discursos producidos desde los grupos focales. Este cuadro se construye con el objetivo de develar cómo se organizan los sentidos y los significados que desde las representaciones del imaginario juvenil, aparecen en tanto resultados del estudio. • Los valores y las expectativas: Estos conceptos, son los que articulan el tejido de significaciones, desde donde se comprenden las representaciones de la política y las expectativas que los jóvenes tienen de los actores políticos. En este sentido, las funciones y las cualidades que los jóvenes atribuyen a los actores políticos, se convierten en el eje regulador desde dónde los califican. Es a partir de este eje, que se construye “el deber ser” y el “ser” de los políticos. • Los signos (+/-). Estos identifican la carga valórica que se le atribuye a los constructos del ser y del deber ser de los políticos y de los jóvenes. O sea, en el ser político, su práctica, está cargada negativamente, en tanto no cumple con la definición del cargo, en términos de lo esperado y observado por los jóvenes, lo cual los lleva a marcar negativamente los roles que cumplen, como autoridades y representantes de sus electores. En el deber ser político, se califican las funciones y cualidades que éstos adquieren, en tanto ocupan un lugar determinado en la estructura social. Las cargas positivas están dadas a partir de las expectativas y los valores atribuidos, desde la definición de política que se sustrae del imaginario juvenil, producido por medio de los discursos extraídos del estudio. Por otro lado, el ser y deber ser de los jóvenes, se construye en base a las responsabilidades que les caben a ellos, en reacción y oposición al ser de los políticos. Dado que las acciones que los políticos realizan no corresponden a las expectativas de los jóvenes, lo que se produce es una carga negativa entendida como una disminución de lo que se espera de los jóvenes en el proceso de participaciones en el ámbito del sistema político. En este sentido, los jóvenes no estarían aceptando por ejemplo, la obligación de inscripciones en los Registros Electorales, dado que el voto aún cuando es una medio de participación política (y su fin último es la elección de representantes), no se cumple de acuerdo a las expectativas definidas. En la misma lógica, dado que los políticos no se acercan a la comunidad, no se preocupan por los problemas definidos respecto de sus funciones, los jóvenes no se sienten representados y por tanto no visualizan la canalización de sus intereses a través de ellos. Lo mismo ocurre, en la definición de lo que debieran hacer los jóvenes para afrontar estos desencuentros valóricos entre el ser y el deber ser de los políticos. Los jóvenes asumen con ambigüedad y sin horizontes muy claros las salidas 83 que pudieran construirse. Estas varían según la responsabilidad social que sientan que tienen, la que está condicionada por la edad, la madurez emocional (que se nota más claramente en los padres/madres), pero también está condicionada por el nivel de información, formación y conocimiento, respecto de soluciones colectivas y/o políticas en las cuales pueden participar. • Las relaciones entre constructos (Flechas). El ser político, al estar cargado negativamente, impacta sobre el ser de los jóvenes. La articulación de las actitudes y acciones de éstos, surge entonces de la relación entre las expectativas y las acciones que se atribuyen a los políticos, respecto de lo que esperan de ellos definido en el deber ser político. De acuerdo a ésta lógica, el deber ser de los jóvenes, se construye a partir de cuestiones que dependen de lo que no está dado en las acciones que los políticos desarrollan. A su vez, este constructo identifica las diferentes formas de imaginar los deberes de los jóvenes, respecto de sus acciones cotidianas inmediatas pero también futuras. Las diferencias se matizan a partir de la edad de los jóvenes. En el tramo menor, los adolescentes visualizan en el futuro los impactos que tiene la política y las acciones de sus agentes sobre la construcción de su subjetividad, lo cual es coherente con no sentirse completamente integrados al sistema social y de participaciones política todavía. Distinto es el caso de los más adultos, los cuales sí se sienten directamente afectados por las acciones del ser político en el presente, al identificarse colectivamente respecto de estos efectos. Otra diferencia surge a partir de la misma lógica, en la construcción del sí mismo de los jóvenes, respecto de los efectos del ser de los políticos. En los adolescentes, esta situación no sienten que les afecta en términos de su constitución subjetiva, salvo en lo que se relaciona con los estudios y el trabajo, pero no en lo que respecta a sus intereses inmediatos en tanto mundo de vida. Esto cambia, desde la perspectiva de los más adultos, dado que sienten que sus espacios vitales están siendo inmediatamente dañados por las acciones negativas de los políticos, o sea, no es en el futuro cuando les afecta el ser de lo políticos, como podría suponerse en los más jóvenes, sino en el presente. Respecto de estas relaciones, la intensidad de las acciones que deben realizar los jóvenes, se resuelve a través de sus participaciones, opiniones y acciones entre sus pares, y desde los espacios locales en los cuales algunos de ellos forman parte, dejando abiertas las posibilidades de su acción, siempre y cuando no se trate de organizaciones o asociaciones políticas, dadas las cargas negativas que subyacen a este concepto. • El contexto. Ahora bien, estas representaciones surgen, como se dijo en los capítulos anteriores, de las construcciones que los sujetos hacen de la realidad externa, pero en relación con el contexto en el cual están inmersos. Este contexto, está mediatizado por las redes sociales, familiares y laborales en que se encuentran insertos los jóvenes participantes de este estudio. Por otro lado, la actual sociedad nacional, se encuentra en medio 84 de graves conflictos con la memoria histórica que se arrastran desde la dictadura hasta nuestros días. Los jóvenes no dejan de lado este punto, ni dejan de considerarlo a la hora de reflexionar sobre éstos temas. Cabe entonces incorporar estas representaciones al ámbito de los acontecimientos políticos coyunturales que afectan actualmente la conversación pública sobre la política y sus agentes, a la hora de entender ciertos matices discursivos de los jóvenes, como el desprestigio prolongado del cual fueron parte los políticos durante la dictadura militar, y el efecto que tiene actualmente sobre las imágenes que pesan sobre el acontecer actual y las connotaciones que estos actores adquieren. Por último, es importante resaltar la responsabilidad que les cabe a los medios de comunicación respecto de la información que entregan. Todos los participantes declaran informarse principalmente a través de la televisión y los diarios. Ver las noticias es estar informado del acontecer diario, y es en parte, en base a estas imágenes definidas por los medios de comunicación, que se construye la opinión pública. No es raro suponer entonces, que las preocupaciones del ámbito social, y la presencia de los políticos y de sus acciones se califiquen a partir de la información que éstos medios transmiten al público, y por lo tanto cabe suponer que el contexto desde donde se informan los jóvenes para formular sus opiniones y definir sus acciones, tenga como referente lo que éstos medios transmiten. Podemos citar como ejemplo, la referencia de los jóvenes a la actual crisis asiática, y el efecto que esto tiene sobre sus posibilidades de trabajo o cesantía, y sobre los precios de las bienes de consumo básico. Otro ejemplo, es hablar de problemas de delincuencia y droga, en lugares como El Recurso en Buin, en donde declaran tener miedo que éstos males sociales se introduzcan en sus espacios cotidianos, y dañen a sus pares o a sus hijos, aún cuando ésta localidad sea tan pequeña que todos se ubican, y por tanto cualquier desconocido o cualquier alteración en la conducta de algún coterráneo, sería inevitablemente un punto de alerta para todos. • El punto de entrada del discurso: Es en efecto, desde el ser de los políticos que los jóvenes comienzan a estructurar y articular los significados que marcan sus discursos acerca del tema de la política y de los políticos. No cabe duda que la reflexión que ellos realizan se inicia desde lo que observan, lo que escuchan, lo cual evalúan a partir de lo que esperan y no ven que pasa o acontece: “no veo los cambios”, “no se ven (los políticos) por acá”, “no cumplen lo que prometen”. Los jóvenes, construyen sus representaciones acerca de estas figuras sobre la base de que los cambios que provengan o sean apoyados desde el exterior tienen una carga positiva, sobre todo por la valoración del hacer político en tanto posibilidades concretas de progreso social y mejoramiento de la calidad de vida. Sin embargo, indican que este cambio debe ser sin mediación de condicionantes instrumentales, como lo pueden ser las preferencias o pertenencias políticas, o la exigencia del apoyo por medio del voto. 85 Las salidas del discurso, ya algo se ha mencionado más arriba, no están claras porque están determinadas o condicionadas por factores distintos. En todo caso, cabría suponer que éstas salidas del discurso, aparecen desdibujadas en el ser de los jóvenes, porque aún cuando expresan literalmente un “no estoy ni ahí, no me interesa la política, no me gusta hablar de política”, esto no puede ser leído literalmente, dado que durante la conversación éstas afirmaciones se argumentan y se canalizan hacia lo que ellos realmente quieren decir y desde dónde lo dicen y porqué lo dicen. Por otro lado, al finalizar las conversaciones con todos los jóvenes, ellos dicen abiertamente desear que éste tipo de situaciones se repita, y ojalá que las instituciones de gobierno y política lean y reflexionen los resultados del actual estudio, “ que esto que están haciendo ustedes lo hicieran más, como de costumbre así como reunir varia gente, un grupo de personas así como reunir varia gente, un grupo de personas y opinar, y que estuvieran ahí los políticos, que estuvieran ellos, que escucharan, no como ustedes que le van a llevar un papel y que ellos van a leer, quizás no le tomen mucha importancia, quizás sí”. 86 Contexto: • • • Redes sociales /familiares /laborales Memoria histórica Medios de comunicación de masas Punto de entrada a la construcción del discurso que hacen los jóvenes - - Justicia social Participación Equidad Solidaridad Responsabilidad Orden/estabilidad Valores SER POLÍTICO (- -) - Incumplidores y mentirosos - No se preocupan por las necesidades de quienes los eligen - No se acercan a la comunidad - No buscan el beneficio social sino el suyo personal - No se respetan entre ellos - Son viejos - Son ricos SER JÓVENES (+ ) - No sé de política - No me interesa - No participo - No me inscribo DEBER SER POLÍTICO (++) Expectativas Funciones - Dirigir y organizar - Representar - Comunicar gobierno y sociedad civil - Solucionar/Gestionar (Problemas: Pobreza) LA POLITICA - Orden /Autoridad - Representabilidad / Credibilidad - Legitimidad - Progreso y Equidad - Pluralismo/Tolerancia - Cambio Social Cualidades - Humildad, Honradez - Compromiso, Presencia - Accesibilidad (cercanía) - Representar los intereses de los jóvenes - Respeto mutuo DEBER SER JÓVENES (+ -) - No actuar individualmente - Preocuparse por los otros 87 A continuación, queremos hacer una lectura general de la información a la luz de las cuatro hipótesis de trabajo que fueron planteadas al inicio del estudio. Hipótesis de trabajo i: “estamos frente al surgimiento de una nueva cultura juvenil que desborda lo estrictamente político, en donde aparecen desdibujados los límites tradicionales entre lo público y lo privado”. Del discurso construido por los jóvenes participantes en los grupos focales, podemos desprender que el tema de los límites entre lo público y lo privado (así como también los límites entre lo individual y lo colectivo) es concebido de un modo diferente, dependiendo del tramo de edad en que su ubiquen los hablantes y del grado en que éstos se sientan formando parte de un todo social. En concreto, lo que se observa es que en el tramo de los mayores de 18 años, el hecho de que los jóvenes tengan ya asumidas algunas responsabilidades que podríamos considerar "sociales" en el sentido que sobrepasan su actuar individual (como el ser trabajadores o el padres/madres), los lleva a sentirse parte del colectivo social. Y que en esa medida, los temas del orden político y social pertenecen e inciden en lo colectivo y al mismo tiempo les importan y afectan al nivel individual. En definitiva, para este tramo etáreo, los límites entre lo público y lo privado, y entre lo individual y lo colectivo, son poco claros. Es más frecuente encontrar en el discurso de estos jóvenes el reconocimiento de que la política afecta en el presente tanto la vida del país en su conjunto como la de ellos en tanto individuos que forman parte de este colectivo, más allá de que se sientan o no representados con el tipo de decisiones tomadas por los políticos. Entre los jóvenes del tramo 15 a 17 años, en cambio, estos límites y polaridades se establecen con un poco más de claridad. Por una parte, los adolescentes se sienten más lejanos del colectivo social en tanto “mundo adulto” que no los integra ni los reconoce como interlocutores válidos para temas como la política. Esto no quiere decir que sean sujetos sin referentes colectivos, pues de hecho se identifican formando parte de "los jóvenes" y también de "lo pobres". En la medida que no se sienten considerados para temas como la política, tampoco sienten ni asumen tan fuertemente como el grupo de los mayores de 18 años lo que podríamos llamar “responsabilidades sociales”. Al mismo tiempo, los temas políticos, en tanto sociales y públicos, no les motivan mayormente ni les afectan en sus vidas a nivel de la construcción de su identidad individual. A diferencia de los mayores, aquí los jóvenes reconocen la existencia de efectos de la política a nivel del colectivo, sin embargo los efectos a nivel de sus vidas personales no existen en el presente, pero sí podrían aparecer en un futuro (quizá cuando cumplan 18 años y formen parte del grupo del cual se ocupan los políticos). 88 Los adolescentes se cuestionan menos que los mayores de 18 años qué responsabilidad les cabe en el cambio social y de qué modo se pueden concretar acciones que permitan materializar las expectativas que ellos mismos tienen respecto al “deber ser” de los políticos. Hipótesis de trabajo ii: “el desarrollo y transmisión de valores asociados a la libertad, pluralismo, tolerancia y respeto de derechos, son asumidos no desde un discurso político sino a partir de nuevas formas de asociatividad más cercanas y adecuadas a los problemas cotidianos de los jóvenes”. Durante la revisión del discurso elaborado es posible constatar que en éste subyacen una serie de valores, los cuales permean fuertemente la imagen que los jóvenes construyen en torno a la política y, particularmente, al “deber ser” de los políticos. Esta serie de valores sin embargo, (entre los cuales logramos identificar claramente los de justicia social, participación, equidad, solidaridad, responsabilidad, orden y estabilidad) no es única ni exclusivamente asimilable a aquello que tenga connotación política. Por el contrario, son estos valores que los jóvenes esperan que estén presentes en el “ser” de los políticos los mismos que ellos buscan en los más diversos ámbitos de sus propias vidas y las de los demás. En relación a las “nuevas formas de asociatividad”, prima el fondo (los valores) por sobre la forma (la asociación formal). De hecho, los espacios que ellos reconocen como propios y con los cuales se sienten representados, son justamente aquellos en donde puedan ser escuchados, útiles, solidarios, etc. En la práctica, estos espacios no siempre corresponden a organizaciones formales, sino que son también el grupo de amigos o el grupo que se junta en la calle. Es decir, aún cuando es evidente que el término “política” o “político” tiene una connotación negativa (y por lo tanto los jóvenes evitan el estar siendo asociados con el mismo), no ocurre lo mismo con el tema de los valores, los cuales muy por el contrario son buscados. La realización del “deber ser” de los políticos en términos prácticos es percibida por los jóvenes como algo lejano. Al respecto, no hay claridad sobre cual sería la salida para romper esta inconsistencia entre el “ser” y el “deber ser” de los políticos, sin embargo pareciera estar muy presente la necesidad de un cambio valórico por parte de estos personajes. Ambos grupos etáreos sienten que existen pocos espacios donde puedan expresar opiniones y ser escuchados efectivamente. Los menores de 18 años se sienten marginados “porque no tienen derecho a voto”, por lo tanto su opinión no es relevante para los temas políticos. Los mayores de 18 sienten que los canales de expresión son pocos e inefectivos, puesto que las veces que ellos los han ocupados para expresar lo que piensan se han sentido 89 censurados. Estos elementos del discurso sin embargo cruzan lo generacional, pero al mismo tiempo reflejan otros elementos contextuales como la identidad de los jóvenes como “pobres” o “pueblo”. Una cuestión importante de destacar, es la solidaridad y conciencia social que manifiestan los jóvenes que han participado en los grupos focales. Las preocupaciones atraviesan sus vidas personales, y por lo general hablan de las necesidades del pueblo, de la gente, de los que necesitan más oportunidades y no exclusiva ni principalmente de sus vidas privadas o de lo que ellos subjetivamente desean o esperan a nivel individual. Hay elementos de identidad local que tal vez estén presentes en la conciencia de los participante y que se manifiesta no a un nivel cultural sino a nivel comunitario. Hipótesis de trabajo iii: “el cambio de la matriz sociopolítica caracterizada por un creciente desinterés de la sociedad por la acción política, influye –por extensiónde manera directa en el desinterés de los jóvenes por estos temas”. La afirmación de que los jóvenes no están interesados por la política (que incluso aparece mencionada por los mismos jóvenes) debe ser relativizada. En primer lugar, el tema del interés puede ser entendido como un continuo, en donde su máxima expresión son aquellos sujetos que son capaces de emprender acciones y orientar algunas decisiones de sus vidas en torno justamente a esto que les interesa o motiva. En el otro extremo estarían aquellos sujetos para los cuales determinados temas o hechos les son absolutamente indiferentes, a tal punto que ni siquiera tienen una opinión sobre los mismos. En un punto intermedio de este continuo podríamos decir que hay sujetos que, aun cuando no lleguen a movilizarse en relación a ciertos tópicos, sí tienen una opinión al respecto y son capaces de tener expectativas sobre los mismos. Creemos que la situación de los jóvenes en relación a la política es justamente más cercana a este punto que a cualquiera de los dos extremos. Por tanto, podemos decir que los jóvenes en relación a la política articulan un discurso en donde aparecen claramente una serie de expectativas (detrás de las cuales están los ya mencionados valores), y que en tanto tienen expectativas están demostrando su nivel de interés hacia el tema. También podría decirse que este nivel de interés no llega en muchos casos al punto de movilizarlos para integrarse a formas de participación política tradicional, tales como la inscripción en los registros electorales para ejercer el derecho a voto o la militancia política. Por otra parte, es necesario recordar que los discursos que los jóvenes elaborar y las representaciones sociales que hay en éstos están siendo reflejo no sólo de lo que los mismos jóvenes han construido individualmente, sino que lo que ha resultado de la inter-transubjetividad (explicada en las consideraciones metodológicas). Al respecto, es necesario reconocer como parte del contexto en que se forma este discurso el hecho de que en nuestro 90 país no existen instancias en donde se refuerce la educación cívica o ciudadana, ni tampoco existe la costumbre ni las instancias para conversar públicamente acerca de temas políticos. En este sentido ocurren dos cosas. La primera es que los discursos de los jóvenes son nuevos y en los que no ha mediado una reflexión previa. En segundo lugar, el que los jóvenes digan “no me interesa la política” o “no estoy ni ahí con la política” debe entenderse como un discurso que aparece como reacción ante el desencanto de constatar que lo que ellos esperan de los políticos está muy lejos de lo que éstos son en la práctica. En este contexto, el decir “no me interesa” no quiere decir que efectivamente no les interese la política, sino que prefieren desentenderse de algo con lo cual no están satisfechos tal y como se da. Hipótesis de trabajo iv: “las actuales formas de asociatividad de los jóvenes, pueden constituirse en formas de participación política implícitas, que necesitan de un marco de reconocimiento y estimulación formal, gatillando en el interior de ellas procesos de ejercicio de ciudadanía juvenil”. Es claro que para los jóvenes el concepto de “política” tiene una connotación negativa y que por lo tanto es evitada. Los jóvenes no buscan un reconocimiento de ellos mismos como políticos ni tampoco están esperando un reconocimiento por parte de los políticos para encontrarle sentido a lo que ellos hacen. Esto no quiere decir que los jóvenes no tengan expectativas puestas en los políticos (las que de hecho existen y son muy altas), sino más bien que en los móviles de sus acciones está más patente y ejerciendo una influencia mayor el “ser” de los políticos, el cual es visualizado como negativo y hace que en definitiva los jóvenes sientan que en el presente los logros dependen de los esfuerzos que ellos mismos puedan realizar (ya sea a nivel individual o grupal) y no del accionar de los políticos. En general, sienten que la política es un “mal necesario” que ha existido siempre y que seguirá existiendo, porque sin ella la sociedad y el país no funcionan. Sin embargo, no están seguros de que la política los vaya a beneficiar en el corto o mediano plazo, dado que según sus expresiones los políticos se preocupan sólo de ellos cuando tienen que conseguir votos y adeptos a sus candidaturas. El resto del tiempo, la política está fuera de sus vidas, de manera directa. No tienen una percepción de la política como fuente de cambios sociales reales. En este sentido, es difícil que alguien manifieste sentirse representado políticamente, por algún partido o por algún político (aún cuando hay algunos que sí mencionan personas, pero no partidos). Esto último porque en realidad los partidos políticos hacen y discuten cuestiones que en realidad ellos no conocen ni sienten que sean socialmente relevantes, sobre todo cuando se trata de dar soluciones a problemas cotidianos o más profundos como lo es la salud, la delincuencia, las leyes, la vivienda o la educación. 91 Sin embargo, cuando uno profundiza en el discurso y entiende el contexto en que aparece la reacción de “no me gusta la política” o “la política no me interesa”, es posible descubrir que entre sus propias formas de expresión y participación hay elementos políticos, los que tendrían que ver con “expresión de formas de pensar”, “organizarse”, “trabajar por los demás”. Desde esta perspectiva, sí podría decirse que hay espacios en donde pueda haber una connotación política implícita, pero no explícita. En síntesis y retomando todo lo anterior en torno a las 3 categorías que fueron estudiadas, podemos decir lo siguiente. a) Imagen de los políticos: Los participantes, en general, construyen sus representaciones de los actores políticos, desde las siguientes imágenes: Falta de credibilidad: “es que prometen pero nunca cumplen”; “sólo se acercan a la gente para conseguir votos”; “pelean entre ellos por cuestiones que sólo a ellos les interesa”; “no se preocupan del pueblo”; “no resuelven los problemas fundamentales como la pobreza, la delincuencia, la economía, el acceso a la educación, la cesantía, las oportunidades”. Estas imágenes se construyen bajo el supuesto que ellos manejan que es que los políticos deben: preocuparse de resolver los conflictos que alteran la equidad, la justicia y la solidaridad, valores que los participantes manifiestan como bases fundamentales de la actividad política, sobre todo cuando, definen esta actividad sobre la necesidad de “arreglar el país” , “organizarlo” , “administrarlo bien”, “ayudar a los que más lo necesitan”, “ preocuparse por los más necesitados”, “escuchar alas demandas de la gente”. Falta de representatividad: “acercarse más a la gente”, “estar preocupado de la gente”, “que fueran de la zona”, “que conocieran sus necesidades más individuales”; “que fuera más parecido a ellos”. Esto desde el supuesto que la representatividad se construye en base a la identidad o identificación de referentes comunes a ellos, como jóvenes, como personas que aspiran a una democracia participativa, y como ciudadanos. Sobre todo, cuando se trata de explicar cuáles son los elementos que más alejan a los adolescentes de los actores políticos, lo que más se nota es la falta de interés que el mundo adulto tiene hacia ellos, argumentando que no poseen experiencia suficiente como para opinar, o que en realidad sus opiniones no cuentan porque están fuera de la población objetivo del mundo político (los cuales son los que están en edad de votar). Otra cuestión que pesa también en los grupos analizados, se refiere a la imagen de que en realidad los actores políticos (aun cuando ellos mismos no pretenden generalizar porque conocen casos distintos), sólo se preocupan de “su propio ego” más que de su actividad política. Pese a que el concepto de poder no sale salvo excepcionalmente en algún grupo (sobre todo de los 92 mayores), inductiva o intuitivamente, los participantes tienden a resaltar el hecho de que los actores políticos sólo se preocupan de mantener este poder que han alcanzado a través del voto que “el pueblo les da”, pero sólo para un beneficio privado. Claramente, la imagen que los jóvenes tienen en relación a los políticos está cargada de una alta connotación negativa, la cual se observa por extensión en el concepto más general de política. Lo anterior guarda estrecha relación con la fuerte ruptura y distanciamiento que los jóvenes observan entre lo que los políticos son y hacen actualmente (lo que hemos llamado “ser”), y aquello que, dentro de sus expectativas, los políticos debieran ser y hacer (o lo que hemos llamado “deber ser”). Entre las características con las que los jóvenes describen a los políticos, como ya se ha señalado en parte, están: incumplidores, mentirosos, no se preocupan por las necesidades de quienes los eligen, no se acercan a la comunidad, no buscan el beneficio de las personas sino el suyo propio, no se respetan entre ellos, son viejos y “ricos” (es decir, no conocen realmente los problemas de los pobres). Lo anterior aparece con mucha claridad en los discursos de los jóvenes de ambos tramos etáreos, con tal intensidad que tiene efectos sobre las representaciones que hacen referencia a los propios jóvenes. En la medida que éstos observan que los políticos no cumplen con sus expectativas (las cuales están construidas sobre una serie de valores como la solidaridad, la tolerancia y el respeto mutuo), ellos mismos no sienten que deban hacerse grandes autoexigencias, tanto en su “ser” como en su “deber ser” de jóvenes. Este distanciamiento entre el ser y el deber ser de los políticos se traduce también, sobre todo en el grupo de los menores de 18 años, un discurso reactivo el cual tiene como contenido explícito el “no estoy ni ahí con la política”. Tal como ya ha sido explicado, esta afirmación no puede ser entendida literalmente como una falta de interés en estos temas, sino por el contrario, como una actitud de querer tomar distancia de aquello con lo cual no se sienten cómodos ni representados tal y como se da. Por otra parte, los jóvenes son capaces de reconocer una serie de funciones de los políticos, muchas de las cuales corresponden a su rol efectivo y tradicional. Tales funciones son reforzadas discursivamente con los preceptos que subyacen a su modo de entender la política, entre los cuales hemos distinguido: orden, autoridad, representatividad, credibilidad, legitimidad, progreso, equidad, pluralismo, tolerancia y cambio social. No puede afirmarse con radicalidad que los jóvenes distingan con claridad un camino de salida a esta ruptura entre lo que lo políticos son y lo que ellos esperan que sean. Sin embargo, pareciera que en el discurso construido se presenta con mayor intensidad la idea de que el término de tal distanciamiento pasa por un cambio en el “ser”, el cual debe estar sustentado en los valores sobre los cuales los jóvenes han construido el “deber ser”. 93 b) Imagen del voto: Los jóvenes reconocen en el voto un medio de participación y expresión, aún cuando éste en la práctica lo consideren poco efectivo. Principalmente ellos conciben el sufragio como un acto cívico, de participación ciudadana, sin embargo este acto no es suficiente ni basta para quedarse satisfechos. El voto sí es una forma de estar integrado al sistema de participaciones sociales, el voto es elección, es obligación ciudadana, pero sólo es un puntual acto que no involucra una actitud ni una acción permanente por parte del sujeto. No lo involucra como sujeto, no considera sus actividades, sus opiniones, sus deseos y ni sus esperanzas. Además, el voto no incluye una acción directa de los actores políticos hacia ellos, no se convierte en un beneficio directo o manifiesto, materializado o concreto que ellos sean capaces de percibir directamente. Por otro lado, el voto es un deber, que surge cuando hay interés, el cual a su vez surge cuando hay identificación, la cual proviene de la credibilidad. Esta es una cadena interminable y lógica desde la visión de sociedad de los participantes en los grupos. Esta cadena no está configurada al azar, sino desde cuestiones fundamentales en las cuales ellos creen. Existe un interés, el cual es más claro entre los jóvenes mayores de 18 años que de los adolescentes, por participar en política, y esto está dado particularmente por la percepción de los efectos presentes de la política, tanto en ellos como individuos como en la sociedad en su conjunto. En el caso de los menores de 18 años, la percepción de falta de efectividad del voto sumado a la alta carga negativa que tienen los políticos, lleva a muchos de ellos a alejarse de la opción de inscribirse en los Registros Electorales y hacer uso de este mecanismo. Por su parte, en los mayores de 18 años, más aún en los que están inscritos en los Registros Electorales, la no efectividad del voto como mecanismo de participación y expresión refuerza en ellos la imagen de obligatoriedad con carga negativa. Existe un matiz discursivo entre aquellos jóvenes que son militantes de partidos políticos, en quienes existe una mayor tendencia a reconocer al voto como un mecanismo de cambio social. Una de las formas recurrentes que utilizan los jóvenes para señalar que el voto no tiene sentido, es mencionando el hecho de que los políticos que salen elegidos finalmente no representan ni cumplen con lo prometido durante el periodo de captación de votos. c) Espacios de participación: Frente a esta categoría hubo una clara escasez de información, la que contrasta bastante con las dos categorías anteriores. Llama la atención la dificultad que tuvieron los jóvenes participantes en los grupos para reconocer 94 espacios de participación y expresión que les son propios y con los cuales se sienten identificados. Los más recurridos fueron aquellos ligados a la iglesia católica (misiones, EJE) y otros como los Scouts y los talleres juveniles. Estas instancias de participación se describen desde categorías propias de lo generacional. La flexibilidad versus la obligación, lo lúdico complementado con lo comunitario, y aquello que comunica con los pares. Estas formas de participación tienen connotaciones tanto espirituales como materiales, o sea, van desde la relación con los pares para relacionarse con cuestiones propias de la edad (juegos, actividades culturales y solidarias), hasta cuestiones más concretas, (como lo son ayudar a otros sin una búsqueda de reconocimiento como lo hacen los políticos, sino en base a la generosidad propia). Las razones que los mueven a participar y/o organizarse son fundamentalmente, la necesidad de estar involucrados en algo, “no estar inactivo”, la necesidad de hacer algo que les guste y los mantenga entretenidos con sus pares. Sin embargo, se hace notar la falta de espacios donde participar, ya sea porque las sedes sociales no las pueden ocupar, o porque les hace falta una orientación acerca de cómo canalizar sus intereses, sus energías y sus intenciones comunitarias, para trasformar eso en un eje de organización mayor. Aparte de que los espacios existentes sean realmente muy pocos, esta escasez de información también pudiera estar influenciada por la dinámica que siguió la conversación. Es posible que los jóvenes hayan mantenido inconscientemente la carga de negatividad con que venían hablando de los políticos y del voto, y que esto los haya bloqueado en alguna medida para hablar de algo que les es más propio y cercano. De cualquier modo, los espacios que reconocen nuevamente están relacionados con los valores antes mencionados. En cuanto a la connotación política de estos espacios, la reacción natural es a negarla. Sin embargo, implícitamente podemos reconocer algunos elementos que los jóvenes consideran como características de lo que pudiera entenderse como político: ligado a la comunidad, con organización, trabajo solidario. 95 Capítulo 4: “El discurso de los actores políticos en relación a la participación política de los jóvenes” 1. Antecedentes metodológicos En esta fase del estudio, se realizaron entrevistas en profundidad a los presidentes nacionales de 8 partidos políticos (salvo en tres casos que hubo que reemplazar al presidente por el vicepresidente o por la persona que éste hubiera determinado) y a los presidentes de las juventudes respectivas. A esto se agregaron dos entrevistas a representantes de instituciones ligadas al tema (Gabinete Ministerio del Interior e Instituto Nacional de la Juventud) que se consideraron importantes para el análisis de las representaciones acerca de la participación política de jóvenes que tienen los agentes políticos e institucionales. En definitiva, los entrevistados fueron los siguientes (ordenados alfabéticamente según el nombre del partido o la institución a la que representan): Partido Político Nombre Cargo 1. PC Jorge Insunza Daniel Núñez Tesorero Presidente Juventud 2. DC Gutenberg Martínez Osvaldo Badenier Presidente Partido Presidente Juventud 3. PH Tomás Hirsh Vice Presidente 4. PPD Guido Girardi Cristián Bossay Vice Presidente Presidente Juventud 5. PRSD Anselmo Sule Mauricio Andrews Presidente Partido Presidente Juventud 6. RN Alberto Espina Paul Kromer Presidente Partido Presidente Juventud 7. PS Ricardo Núñez Genaro Cuadro Presidente Partido Presidente Juventud 8. UDI Juan Antonio Coloma Felipe Ward Secretario General Presidente Juventud 9. INJUV Lilian Urrutia Directora Nacional 10. Ministerio del Interior Ximena Gattas Jefa de Comunicaciones Entrevistas institucionales 96 1.1 Trabajo de campo La recolección de datos, se realizó durante los meses de abril, mayo y junio. Este procedimiento fue bastante demoroso producto de la contingencia política, especialmente las Elecciones Primarias de la Concertación, realizadas en mayo. Otras dificultades del proceso de realización de entrevistas tuvieron que ver con el acceso a algunos dirigentes. En el caso del PC, la enfermedad de la sra. Gladys Marín y sus múltiples actividades como candidata presidencial impidieron que ésta pudiera ser entrevistada y en su reemplazo se consideró al sr. Jorge Insunza. En el caso del PPD, el sr. Sergio Vitar estaba de viaje y él designó como reemplazante al sr. Guido Girardi. Lo mismo ocurrió con la UDI, pues el sr. Pablo Longueira estaba de viaje en Londres y designó como reemplazante para la entrevista al sr. Juan Antonio Coloma. Un caso especial, fue la entrevista al presidente de la DC. Previo a las Primarias de la Concertación el sr. Enrique Krauss había entregado una fecha de entrevista que se extendía hasta después de dicho proceso eleccionario. Sin embargo, el personero renunció a la presidencia del partido al conocer el resultado final de las Elecciones Primarias. El puesto estuvo ocupado temporalmente por el sr. Roberto León, quien en su calidad de interino declinó responder a la entrevista solicitada. Finalmente, el resultado de las elecciones internas de la DC nombraron al sr. Gutenberg Martínez como presidente del partido, quien ya había sido entrevistado como primer responsable del Parlamento Juvenil. La entrevista fue integrada al análisis, aún cuando no contenía información específica acerca de la oferta del partido DC a la juventud. Por lo general, las entrevistas se realizaron en las oficinas de los partidos o de las instituciones mencionadas y tuvieron una duración promedio de 50 minutos (las transcripciones respectivas han sido adjuntadas en un anexo separado de este documento). 2. Categorías de análisis que fueron consultadas A) Contexto histórico- social-cultural: Esta categoría busca rescatar la percepción que el entrevistado tiene del entorno en el cual él y el resto de la sociedad están insertos, tomando en cuenta además las referencias históricas a las que se hace mención durante la conversación. En este sentido, la categoría responde a la mirada del entrevistado acerca del contexto político y social desde donde se ubica para responder al resto de las categorías. 97 B) Imagen de los jóvenes: Esta categoría se entendió como el perfil del joven que manejaba el entrevistado, en tanto imágenes asociadas, lecturas de las conductas de los jóvenes, percepción de las actitudes de los jóvenes, etc. En algunos casos también se rescataron características que el entrevistado considera propias del mundo juvenil, y que lo diferencias de otros grupos de la sociedad. C) Formas de asociativismo juvenil: Esta categoría significó profundizar en la percepción que cada entrevistado tenía de las formas de agrupamiento o de organización de los jóvenes. Cual era su apreciación, qué tipo de valoración le asignaban desde la perspectiva de los contenidos políticos de éstas, qué tipo de proyección hacía respecto del impacto generacional que tienen, etc. Dentro de esta categoría se distinguieron organizaciones con y sin connotación política, de acuerdo a la forma en que lo definían los entrevistados. D) Percepción acerca de la imagen que los jóvenes tienen de los partidos políticos y del gobierno: Esta categoría, intentó rescatar cual es la imagen que los entrevistados creen que los jóvenes tienen de ellos como personajes políticos o como gobierno, no en el ámbito personal, sino como representantes de estas instituciones. Es decir, cómo se imaginan que los jóvenes los perciben, cuáles son las razones de estas imágenes, etc. E) Ofertas de los partidos a la juventud y propuestas: Esta dimensión estuvo dirigida a conocer cuál es el contenido de la invitación que hacen los partidos políticos a los jóvenes, cuál es la oferta política del partido, qué propuestas hacen y bajo qué premisas. También aquí se incluyeron preguntas acerca de las formas de convocatoria y estrategias de acercamiento a los jóvenes. 3. Resultados del análisis 3.1 Síntesis de los discursos por categorías de análisis A) Contexto histórico-social-cultural En general, los entrevistados coinciden bastante en el diagnóstico que hacen del contexto en el que actualmente se desenvuelve la sociedad chilena, considerando dentro de ésta a los jóvenes y al sistema político en su conjunto (vale decir tanto al gobierno como a los partidos políticos). Entre los factores en los cuales coinciden, aparecen recurrentemente referencias a un cambio de época, marcado por fuertes contrastes entre las décadas del ‘70-’80 y la de los años ’90. Este cambio habría generado transformaciones en lo cultural, lo ideológico y lo social. 98 En relación a lo cultural se menciona el fenómeno de globalización y el aceleramiento de los cambios cotidianos producto de permanentes innovaciones tecnológicas. A lo anterior se agrega una crisis en los órganos tradicionales de socialización (familia y escuela) y paralelamente la fuerte influencia de los medios de comunicación en la formación de las personas. Gran parte de los entrevistados mencionan el advenimiento de un modelo más individualista y pragmático, sin referentes colectivos claros, y con énfasis en lo económico por sobre lo social. En cuanto a lo ideológico, se alude a una ruptura de los esquemas políticos que representaban las diferencias y las posiciones más radicales de los partidos (comunismo, socialismo / militares, partidos de derecha en general). Una sumatoria de factores como los ya mencionados serían los responsables de las transformaciones sociales que afectaron por un lado, la conformación estructural de los partidos y su relación con la sociedad civil, y por otro lado, las formas de participación y la toma de posición a nivel individual y colectivo. Se hace notar por parte de los entrevistados, el hecho de que la política hoy ya no juega el mismo papel que antes. En otros palabras, se da a entender que en otro momento la política partidista abarcaba muchas esferas. Hoy en cambio, la política ve restringido su campo de acción pues ya no tiene poder de control sobre temas como la economía. Los cambios propios de esta época también han impactado negativamente a la sociedad civil, respecto de su relación con el sistema político, llevándola a un alejamiento importante de éste. Tal situación ha sido interpretada por algunos como una falta de interés generalizado hacia la política tradicional (el sufragio y la militancia) ante lo cual hay que preocuparse. En relación a lo anterior, uno de los factores que refuerzan este alejamiento de la política al que hacen alusión gran parte de los entrevistados, corresponde al constante desprestigio que a partir del régimen militar se hizo de la actividad política y pública, principalmente desde los medios de comunicación. Además, otro factor importante tendría que ver con la falta de representatividad que las estructuras partidarias brindarían a la sociedad civil y la capacidad que éstas estarían teniendo para promover los cambios a nivel de las grandes estructuras. Frente a este punto se verán algunos matices entre los entrevistados, aunque en general todos coinciden en que los partidos políticos se han distanciado de la sociedad civil, a partir de la falta sintonía con sus intereses, necesidades y estilos de participación. A.1) No se promueve la participación a ningún nivel. El Estado es tecnocrático y temeroso de las implicancias que, en cuanto a transformaciones sociales, podría tener la movilización de actores como los jóvenes (Girardi PPD, Hirsh PH, Urrutia INJUV). 99 “Hoy día no existen los mecanismos, las herramientas ni el interés de quienes están en la estructura del poder de permitir incentivar y motivar la participación política de los jóvenes. Por el contrario, hoy día la sociedad busca quitar, restringir, eliminar toda posibilidad de participación, no sólo a los jóvenes tengo que decirte, sino que en general de los sectores. Pero en particular de los sectores que son más capaces de producir transformaciones que son los jóvenes, los trabajadores y las mujeres” (Hirsh PH). Lo anterior se manifiesta también en la existencia de una sociedad civil débil y desarticulada, sin constituir entonces un actor protagónico (Girardi PPD, Urrutia INJUV). “...tampoco hay una sociedad civil organizada, fuerte, representativa,…no hay en este país por ejemplo grandes movimientos ciudadanos, no hay movimientos de los consumidores afectados de no se que, no hay una cultura en reclamos, no hay una cultura de protagonismo” (Urrutia INJUV). A.2) Los mecanismos políticos y sus instancias tradicionales como los partidos, no se han renovado y con esto se han quedado fuera de los grandes cambios que se están produciendo en Chile y el mundo, en cuanto a lo social y cultural (Bossay JPPD, Espina RN, Gattas Min. Interior, Girardi PPD, Hirsh PH, Martínez PDC) “... yo creo que las estructuras partidarias de Chile, los partidos políticos son estructuras sobrepasadas.... Lo que pasa es que el mundo ha cambiado y las ideologías han sido superadas....Todo se ha transformado, pero de repente tú tienes que ver que las estructuras partidarias son lo mismo que eran hace 25 años” (Gattas Min. Interior). “Primero estructuras anticuadas frente a una sociedad moderna, y en segundo lugar una carencia muy fuerte de recursos que les permitan modernizarse” (Espina RN). A.3) Las grandes transformaciones a las que se hizo referencia han redefinido los límites entre lo público y lo privado, lo cual necesariamente conlleva un cambio en la forma de entender la política. La política ha perdido el “monopolio” de las distintas esferas del país. En este sentido, por ejemplo la economía actualmente funciona con independencia de lo que ocurra en el plano político (Coloma UDI, Cuadro JPS, Hirsh PH, Martínez PDC). Paralelamente, ha cambiado también el modo de relacionarse con la política. Ahora la relación es menos estática y más mutable (Bossay JPPD). “Hoy día la economía está autonomizada, la pintura está autonomizada, la tecnología está autonomizada, la política ha perdido centralidad. Desde ese punto de vista ya no todo es política. Eso es así" (Martínez PDC). 100 “Yo creo que nunca van a haber los niveles de participación que hubo en este país en el año 70’, en donde era inimaginable que el mundo político no monopolizara la acción participativa” (Coloma UDI). A.4) El nuevo modelo hace primar los intereses individuales por sobre los colectivos, otorgando a las personas mayor autonomía. Algunos hablan de individualismo (Bossay JPPD, Cuadro JPS, Martínez PDC) y hay quien opina que el individualismo es una idea falsa que se está tratando de instalar en la sociedad (Insunza PC). “...cuando el cambio de roles de importancia entre lo público y lo privado hoy día corre a favor de lo privado y no de lo público” (Martínez PDC). “Porque hoy día lo que aparece como más potente es precisamente el individuo y no el colectivo” (Cuadro JPS). A.5) La dictadura o gobierno militar interrumpió los procesos democráticos en nuestro país y desarticuló los movimientos sociales. Esto trae repercusiones hasta el día de hoy que se manifiestan por ejemplo en los bajos niveles de participación de la población en general. Recién en este momento se estaría produciendo una rearticulación de los movimientos (Badenier JDC, Bossay JPPD, Cuadro JPS, Martínez PDC). “Yo creo, que nadie se escapa de la marea porque es un proceso, el gobierno militar no sólo interrumpió durante 16, 17 años el ejercicio de la democracia en este país, sino que no permitió madurar a la sociedad como tal, entonces la sociedad del 73 y la sociedad del 89 es muy distinta pero sin embargo las formas de actuar políticas son similares” (Bossay JPPD). “Yo creo que hoy día está entrando a modificarse ya sea por cansancio, agotamiento de un cierto discurso del no estar ni allí, a un cierto discurso de mayor reivindicación de las cosas que la gente quiere, llámese caso mapuche, llámese estudiantes, profesores” (Cuadro JPS). En relación a este efecto de la dictadura, algunos opinan que éste afecta especialmente a los adultos y no tanto a los jóvenes, ya que estos últimos están más alejados idiosincrática y cronológicamente de tal acontecimiento (Cuadro JPS, Martínez PDC). Por lo mismo, los jóvenes tendrían una imagen de la democracia más realista y menos idealista. Los adultos en cambio habrían generado expectativas que no se han cumplido y que los han llevado a la frustración (Martínez PDC, Urrutia INJUV). “Parte de los problemas de participación juvenil se pudieran explicar en cuanto a que las generaciones anteriores de algún modo están marcadas, por la dictadura y por los temas anteriores y posteriores a la dictadura (..). Y que esta generación (...) en su propia formación como personas han estado pero muy distantes cronológicamente a la 101 dictadura e idiosincráticamente también (..) Y que por tanto no han tenido estos dos tiempos para idealizar la democracia que venía sino que ésta es la que ellos conocen. Y que desde ese punto de vista alguien podría decir que tienen una visión mas objetiva con los puntos a favor y en contra que esto tiene, o menos subjetiva" (Martínez PDC). A.6) Por otra parte, otro efecto de la dictadura es el desprestigio al quehacer político que se ha venido realizando sistemáticamente desde poderes fácticos como las fuerzas armadas y los medios de comunicación (Coloma UDI, Espina RN, Gattas Min. Interior, R. Núñez PS, Urrutia INJUV, Ward JUDI), así como también desde la educación que actualmente se imparte (R. Núñez PS, Urrutia INJUV), la que está vaciada de contenidos valóricos como la tolerancia y la diversidad (Girardi PPD, Hirsh PH, Urrutia INJUV). “La mayoría me refiero, son víctimas de este proceso de politización, de incriminación de la política, de desprestigio de la política, en que están comprometidos los poderes fácticos de Chile, con medios de información incluidos. Están las Fuerzas Armadas, que fueron parte muy importante de la sociedad chilena y al cual no lo contrarrestan muy fácilmente y que en el pasado contrarrestaban y que eran las universidades y el sistema educacional” (R. Núñez PS). “Esa visión despreciativa de la política le hizo un grave daño a la democracia chilena” (Espina RN). “Hay un juego ahí, que la dictadura cortó y es un tema real, era casi mal visto. Pero en términos de lo que yo entiendo en educación cívica, que es participar, para que sirve el congreso, todo eso esta inserto en este cuento también, y los medios tampoco ayudan en eso” (Gattas Min. Interior). A.7) Pese a las consecuencias desarticuladoras de la dictadura que fueron mencionadas, ésta no hizo perder la tradición de los partidos políticos. Estos, a diferencia de lo que ocurre en otros países, han tenido y siguen teniendo un gran peso en nuestra sociedad (Cuadro JPS, R. Núñez PS). “Con Pinochet parece que se hubiese borrado, pero no se borró ni un centímetro, existe una tradición política tremenda y está vinculada a los partidos políticos” (Cuadro JPS). Con respecto a este punto, existen algunos matices en relación al rol que juegan actualmente los partidos políticos como agentes de cambio. Algunos entrevistados opinan que los partidos políticos no han sido reemplazados por otro tipo de organización en su capacidad de generar y canalizar cambios (Cuadro JPS), mientras que otros reconocen al partido como el mejor agente de cambio pero no el único que existe (Martínez PDC, R. Núñez PS), menos aún ahora que están tan mal legitimados (Espina RN). “Yo tengo la percepción de que las grandes transformaciones que requiere la política solo se logra desde los partidos políticos porque la 102 tradición política de este país solo se logra así. Si estuvieses en otra parte del mundo no sería así. Pero en Chile el motor de la sociedad civil son los partidos políticos, así estén en la precariedad absoluta” (Cuadro JPS). “La gente tampoco ve en los partidos políticos un vehículo indispensable para defender su proyecto de sociedad, entonces eso hace que los partidos políticos tampoco despierten en la gente el interés en la participación” (Espina RN). Una tercera posición corresponde a la opinión de que el cambio no pasa por los partidos políticos ni por el gobierno, sino por la ciudadanía (Girardi PPD). “Y quieran o no es un cambio político, gubernamentales esos cambios se van a hacer y se van a construir desde la ciudad. El medio ambiente nunca se va a construir desde el gobierno ni desde un partido, es un proceso desde la sociedad, la libertad, la lucha por los derechos se van a ser desde la ciudadanía” (Girardi PPD). A.8) El concepto de participación política va más allá de la militancia en algún partido (Badenier JDC, Bossay JPPD, Cuadro JPS, R. Núñez PS, Urrutia INJUV, Ward JUDI). La búsqueda de valores como la solidaridad se puede hacer por otras vías distintas a la militancia en un partido político (Cuadro JPS). La excesiva politización de las organizaciones fue producida a raíz de la dictadura militar (Badenier JDC). “En democracia participación política no es sólo ir a votar. Existen diferentes canales que garantiza el sistema democrático. Es ser actor comunitario en cada una de las instancias que a nosotros nos mueven, en la junta vecinos, en el centro de alumnos del colegio o la universidad, en el sindicato, en la agrupación de profesionales, etc.” (Badenier JDC). “Para mi participación políticamente es todo, casi. Generalmente se entiende como participación política solo dentro de aparatos u organizaciones políticas, ya sean políticas partidistas o de partidos políticos, o políticas de organizaciones más estructuradas, ya sea federaciones, sindicatos, etc. Todo es participación en la medida en que la participación es involucramiento con tu entorno y las personas de tu entorno” (Cuadro JPS). B) Imagen de los jóvenes Las opiniones de los entrevistados respecto de los jóvenes tienen matices diversos pero en general convergen hacia elementos comunes. Uno de los puntos claves tiene que ver con el reconocimiento de la diversidad existente entre los jóvenes de la actual generación, entre los cuales se visualizan varios “estilos de ser joven”. Siendo un grupo heterogéneo, los entrevistados evitan hacer generalizaciones en relación, por ejemplo, a sus formas de participar. 103 En cuanto a lo político, estos estilos de ser del joven recorren una amplia gama, que va desde el snobismo, la militancia tradicional, hasta el desinterés total por el entorno social o colectivo. Parte de esta diversidad viene dada por la irrupción del modelo de desarrollo social que se ha puesto en práctica en el país desde régimen militar hasta nuestros días, contexto al cual se hizo alusión en el punto anterior. Otro elemento bastante mencionado es la representación que se hace del joven, en tanto adolescente o sujeto en transición hacia su ser adulto. Desde aquí se construye la imagen del rebelde, el soñador, el irreverente, el desconfiado, el incorruptible, el inmediatista, el espontáneo, etc. Puesto que ellos mismos están en transformación, los jóvenes están más dispuestos y más abiertos a asumir cambios externos, al mismo tiempo que son capaces de incorporar tales cambios con mayor facilidad y rapidez que los adultos. La misma capacidad de mutar rápidamente, es considerada por algunos entrevistados como una desventaja respecto a la validez de los jóvenes como interlocutores en lo político, social y cultural. Esto último, en el sentido de que, aún cuando los jóvenes son adeptos y fieles a la defensa de cuestiones relativas al medio ambiente, la solidaridad social o los temas espirituales, estos intereses no logran constituirse “seriamente”, ya sea en un movimiento social a largo plazo, en un proyecto político, en objetivos de acción o en propuestas concretas de cambio estructural. Las actividades que los jóvenes emprenden, son evaluadas como positivas pero no suficientes. Los entrevistados, aún cuando con algunos matices diferentes, mantienen expectativas mayores respecto de cualquier conducta o actividad que los jóvenes emprendan, del peso de la movilización que logren, del tipo de compromiso que adquieran, de los objetivos que sean capaces de asumir y de la relación que sus manifestaciones tengan con lo colectivo y lo institucional. Reconocen la influencia que sobre los jóvenes ejerce el modelo y los medios de socialización, en términos de la constitución de seres preocupados de alcanzar logros concretos, de corto plazo, y en relación directa con el presente inmediato. Esto se relaciona con estilos de vida juvenil que no logran conectarse directamente con la política, ya que ésta no representa en realidad un interés vital para el joven (ni siquiera para aquel que milita en un partido político), trasladando sus energías hacia espacios y acciones con objetivos más individuales que colectivos. Para los entrevistados, los jóvenes se unen a organizaciones de pares, que están desprovistas de un contenido político y que no siempre son reconocidas y valoradas por el sistema político. 104 De este modo, las expectativas de algunos de los entrevistados pasan por mayores y mejores organizaciones juveniles, reunidas en un gran movimiento con un discurso generacional, logrando así un peso político que los lleve a ser mucho más que “una simple asociación espontánea y circunstancial”. Por último, las expectativas de los entrevistados definen un marco de acción de los jóvenes que debe estar encaminado hacia la ocupación de los espacios de transformación y/o cambio social. Se espera de ellos, que integren espacios de poder político, que supuestamente los partidos deberían estar dispuestos a compartir. Se espera que los jóvenes tomen conciencia del poder real que tienen, por ejemplo para definir el resultado de una elección. Por último, se espera que ellos se conviertan en ciudadanos modelos, con una vasta formación cívica, con un sentido del compromiso y de la responsabilidad social, que los impulse hacia la transformación de su entorno presente y futuro, con un estilo de vida que incorpore valores hasta hoy un poco descuidados. B.1) Los jóvenes son responsables de construir un mundo mejor y tienen la capacidad y habilidad para producir cambios, y la responsabilidad de defender algunos valores. Son capaces de soñar, idealistas, vitales, tienen libertad para expresarse y mayor autonomía que los adultos. Se revelan frente a lo que les incomoda y son reacios a participar en algo que no les motiva (Badenier JDC, Cuadro JPS, Girardi PPD, Hirsh PH, Urrutia INJUV, Ward JUDI). “Yo creo que los jóvenes tienen una responsabilidad por el derecho de ser jóvenes, por el hecho de tener más autonomía, tener mas libertad, en esta sociedad nuestra tu vas perdiendo grados de libertad hasta el final no tener ninguna, no tener ningún rol con la vejez, yo creo que el joven tiene que ser un actor de defensa, de principio y valores, y yo creo que tiene que ser mas protagonista de su tiempo” (Girardi PPD). Por otra parte, los jóvenes tienen la capacidad de reaccionar con mayor rapidez y espontaneidad y con menos prejuicios que los adultos ante el cambio (Bossay JPPD, Girardi PPD). Los jóvenes son espontáneos e impulsivos, dicen las cosas en forma directa (Sule PRSD) y desconfían de promesas que no se concreten en los hechos. En este sentido tal vez son más prácticos y más inmediatistas (Espina RN). “El joven es mas desconfiado, cree menos en las promesas, es mas inmediatista, le gustan mas los resultados. Por lo tanto tiene mas capacidad de criticar abiertamente sin complejos las deficiencias del sistema político” (Espina RN). Sin embargo, paralelamente hay entrevistados que opinan que los jóvenes actuales no tienen grandes ideales y se encuentran desencantados (Hirsh PH, 105 Urrutia INJUV), aún cuando este aparente desencanto podría ser interpretado como rechazo a un modelo que no les acomoda (Hirsh PH, Kramer JRN). “Yo diría que grandes ideales no hay, los jóvenes están mucho más volcados a su vida privada, a sus relaciones más directas, no hay una trascendencia hacia valores mas... a ideologías más universales, no se ve como un movimiento esotérico, ni religioso” (Urrutia INJUV). “Yo creo que hay una diversidad enorme, lo que pasa es que cuando generalmente dicen que los jóvenes son apáticos no entienden que los jóvenes participan en cosas distintas a las que los políticos quieren que participen” (Kramer JRN). “En otras palabras, no esta ni ahí con ciertas estructuras de la sociedad y si esta ahí con cierto modelo que de algún modo lo esta propiciando” (Hirsh PH). B.2) Por otra parte, en los jóvenes también estaría la responsabilidad de ser protagonistas y renovar el poder, el que actualmente tiene líderes cada vez mayores (Cuadro JPS, Hirsh PH, Martínez PDC, D. Núñez JJCC). En la misma línea, también se habla de la responsabilidad de dinamizar el sistema (Urrutia INJUV) y de recuperar el sentido de servicio público que tiene la actividad política (Badenier JDC). "En términos de una cuestión globalizada en Chile, no cabe ninguna duda que uno de los desafíos es su renovación. Y para los efectos de su renovación el hecho que haya gente joven que se involucre, en los asuntos, que se involucre, en los temas públicos, gente joven que se involucre en la política sería una necesidad para cumplir con esta necesaria renovación. Yo creo que hoy día hay un rol en la renovación de la política muy trascendente que ojalá puedan asumir muchos jóvenes" (Martínez PDC). Algunos entrevistados rescatan la idea de que el derecho a criticar el sistema debe ir acompañado de asumir la responsabilidad de participar políticamente de manera formal y permanente, principalmente por medio de ejercer su derecho a voto (Gattas Min. Interior, Girardi PPD, Martínez PDC, Sule PRSD, Ward JUDI). “....la responsabilidad es una obligación también.... No tiene derecho un joven a los 18 años de criticar ni demandar nada si no esta dispuesto a elegir y a ser elegido” (Sule PRSD). B.3) El reconocimiento de que los jóvenes tienen la capacidad de producir cambios en la política, los hace aparecer ante algunos políticos como una amenaza, y esto lleva a entorpecer las vías para que ellos participen y se integren más a lo público (Cuadro JPS, Hirsh PH). Producto de esto, existiría una desconfianza mutua entre los partidos y los ciudadanos (Girardi PPD). 106 “... y por eso son vistos por la clase política como sospechosos, son descalificados, son degradados, son vistos como amenazantes efectivamente. Es decir, no se les reconoce en ellos una nueva forma de expresión, de motivación, de lucha, de movilización….” (Hirsh PH). B.4) Algunos entrevistados opinan que los jóvenes no son responsables de la debilidad de sus organizaciones, sino el gobierno y la sociedad en su conjunto (Badenier JDC). “A nivel general de país la gran consigna es la organización (ya que durante la dictadura se desmovilizó el país), que haya cultura cívica y se aprenda a criticar las propuestas con fondo, y ahí hay un rol que no es de los jóvenes, es del gobierno, de la sociedad. Como ejemplo está la ley asociacionismo juvenil, que lleva como 8 años el proyecto parado” (Badenier JDC). Otros en cambio son de la opinión de que los propios jóvenes son los que deben luchar por ganar espacios de protagonismo social y político. Son los jóvenes los que deben hacerse escuchar y dar a conocer sus necesidades (Cuadro JPS, Hirsh PH, Urrutia INJUV). “El problema no es que las super estructuras te escuchen, ese no es tu dilema, tu dilema es hacerte escuchar, ese es tu único dilema y tú tienes o no tienes la fuerza para hacerte escuchar, y el punto es, o participas y te involucras y te ganas la posibilidad de que te escuchen o nadie te va a escuchar” (Cuadro JPS). B.5) En otro orden de cosas, también está presente la idea de que la juventud hoy es vista como un valor social preciado, que no se restringe al tema de la edad. En la formación de esta imagen han tenido gran influencia los medios de comunicación (Bossay JPPD, R. Núñez PS). “Hoy el mundo es cada vez más joven, desde el punto de sus imágenes y de los símbolos que se utilizan. La televisión sigue siendo un mecanismo de estructuración de simbología básicamente vinculada con los jóvenes en todo orden de cosas, hay que ser delgado, no hay que tener canas, tener un rostro lo más estirado posible, ser muy ágil, muy atlético, etc. Esas son las imágenes y en otros países es muy dramático porque eso provoca una finalización de los viejos, un mundo donde los viejos no caben, a diferencia de lo que ocurre en Europa” (R. Núñez PS). C) Formas de asociatividad juvenil En general, los entrevistados perciben a las asociaciones como espacios de socialización o de sociabilidad connatural a los seres sociales. La asociación es en estos términos un referente común de los pares para interactuar en torno a aquello que los identifica, que los une y que también los diferencia. Puesto que, como ya fue señalado, los jóvenes son un grupo heterogéneo, las diferencias que existen entre ellos darán curso a distintos tipos de agrupaciones juveniles. 107 Ahora bien, todas las agrupaciones tienen un componente de participación. Esto sin embargo, no significa que ellas sean en sí modos de participación política, en los términos de las representaciones de los entrevistados. En una lectura amplia del concepto, podrían ser entendidas como políticas en tanto agrupan a personas en torno a un objetivo común. Mas no son políticas en un sentido estricto, en tanto la mayor parte de las veces estas asociaciones no se constituyen en torno a objetivos y proyectos de transformación de aspectos sociales, económicos o culturales. En general, los entrevistados coinciden en el hecho de que las asociaciones juveniles son parte de un estilo nuevo de agrupación u organización, que viene a dar respuesta a aquellas falencias o vacíos que dejaron los partidos políticos, satisfaciendo las necesidades e intereses reales e inmediatos de los jóvenes. Algunas de las explicaciones acerca de por qué el partido político como institución ya no es capaz de dar respuesta a las necesidades e intereses de los jóvenes, han sido tocadas en la descripción que hacen los entrevistados del contexto histórico, social y cultural. Para los entrevistados, las formas de asociación de los jóvenes son positivas, dado que posibilitan que ellos se involucren con el espacio público. Sin embargo, estas formas no son ni las más correctas ni las más efectivas a la hora de visualizar en ellas una suerte de nuevo ordenamiento de la acción política. Las razones que los entrevistados dan para fundamentar esta afirmación son variadas. En primer lugar, se dice que no son orgánicas y que por lo mismo tienen poca efectividad y capacidad de logro de objetivos que vayan más allá de la convivencia o cotidianeidad; en este sentido no trascienden la barrera de lo contingente. Por otra parte, estas nuevas asociaciones tampoco contienen un proyecto de cambio ni una visión de conjunto, que les permita avanzar hacia una sociedad distinta y expandir su acción hacia cuestiones que los involucren directamente con “el poder”. Considerando los dos puntos anteriores, los entrevistados opinan que en definitiva estas asociaciones contienen un bajo o nulo nivel de “conciencia política”. Agregan que para que pudieran alcanzar un grado de injerencia importante, debieran constituirse al amparo de una conducción política mayor, que los agrupe y organice en torno a un proyecto de cambio. Lo que es real para los entrevistados, es que estas formas de asociación deben ser fortalecidas y apoyadas, dado que ellas sí son parte de la realidad juvenil y en esa medida son también representativas de los intereses de la gente, lo que no logran ser en esto momento otras organizaciones como los partidos políticos. 108 C.1) El acto de organizarse es algo propio y natural de los seres humanos (Coloma UDI, Sule PRSD). Por esto, es fácil reconocer formas de agruparse en los jóvenes, aún cuando no todas ellas tengan una estructura formal. Lo que lleva a los jóvenes a organizarse es diferente en cada caso, pudiendo tratarse del simple deseo de pasarlo bien y compartir, una búsqueda de referentes, una búsqueda de soluciones a problemas concretos, una opción valórica de servicio y búsqueda espiritual, como también un gesto de rebeldía o de esnobismo. “Yo creo que como es consustancial al ser humano en la naturaleza de participar y hacer muchos de los esfuerzos que antiguamente se desplegaban respecto a la asociación política, hoy día se reemplaza en el mundo espiritual en los grupos religiosos, o en grupos musicales...” (Coloma UDI) C.2) En términos de lo político, los jóvenes –y la población en general- no se sienten representados ni atraídos por organizaciones tradicionales como los partidos políticos. Frente a esto, los jóvenes buscan otros espacios que adquieren formas diversas, respondiendo a sus intereses y necesidades. Puesto que los jóvenes son un grupo heterogéneo, podemos encontrarlos participando en organizaciones funcionales tradicionales (de carácter deportivo, recreativo, cultural, religioso) o en otras más incipientes (como grupos ecologistas), como también pueden estar participando a través de grupos de pares conformados espontáneamente sin mayor estructura ni formalidad (Andrews JPRSD, Coloma UDI, Espina RN, D. Núñez JJCC, Ward JUDI). “Ellos lo que quieren es que se le den los espacios para participar libremente pero tienen primero una critica bastante fuerte a todo lo establecido, a todo lo que sea el estado, el poder y los partidos políticos son parte de ellos” (Andrews JPRSD). “...producto de que la gente a sentir una desilusión por el tema político buscan por otro lado una satisfacción de sus intereses” (Coloma UDI). C.3) Dentro de las formas que adquieren las organizaciones juveniles y que tienen connotación política destaca como la más organizada y masiva los movimientos estudiantiles (Urrutia INJUV, Badenier JDC). Sin embargo, algunos también agregan que no siempre existe conciencia que el unirse al movimiento estudiantil y su lucha implica tomar opciones políticas (Martínez PDC). “Yo diría que salvo lo que es el movimiento estudiantil, que es como el mas organizado, el con mas trascendencia social, el resto se ve con una trascendencia mucho más personal para las personas que constituyen los grupos que social. ...Lo que son grupos de amigos, grupo de esquina, a lo mejor algún grupo que tenga que ver con alguna actividad 109 específica, alguna cosa artística, que sean raperos, no sé. Que el grupo presta mas una función de identidad para ellos, como de refuerzos, de vínculos, de refugio muchas veces en un entorno más hostil que una vocación de transformación de algo. No están echo para cambiar el mundo sino que están hechos para pasarlo mejor, para estar mejor, para sentirse mejor” (Urrutia INJUV). Por su parte, otros entrevistados opinan que el movimiento estudiantil actual ha perdido la visión de globalidad y está trabajando por acciones muy fragmentadas (Cuadro JPS). A esto se agrega la opinión de que los movimientos estudiantiles han perdido el sentido de referencia y modelo de lo que es participar políticamente, tal como era asumido en los años 60 (R. Núñez PS). “Yo encuentro que tienen poco, en la dimensión en que yo lo veo, un tipo político con tradición política, con historia política para atrás. Y los veo como poco políticos. Yo me recuerdo ser estudiante secundario y haber ligado cada una de las peleas que tenía ya sea por el pizarrón y la tiza de color a la política, y haber percibido que en eso hacía parte de una pelea mayor. Por ejemplo, un grupo de rap de la población de La Pintana no entiende que el tema de la censura es un tema que no solo le afecta a él, es un problema de este país completo, y si el y el otro perico de allá y el de mas acá no se juntan en contra de la censura seguirá habiendo censura” (Cuadro JPS). C.4) Los jóvenes están teniendo una creciente participación política, en una concepción amplia y no tradicional de la misma (Martínez PDC, R. Núñez PS). Sin embargo, su presencia en lo público sigue siendo baja. A esto se suma que las organizaciones juveniles no logran tener impacto a nivel nacional (Martínez PDC, Cuadro JPS). “Curiosamente son cada vez más en la política por los cambios estructurales de carácter demográfico que se están observando, hay muchos jóvenes que están participando en política. Mi impresión es de que no son expresiones necesariamente de movimiento juvenil arrollador que copa todas las instancias de participación política y entre ellos los partidos políticos, pero hay muchos jóvenes participando en política. Pero vuelvo a decir, no necesariamente en los partidos, creo que hay muchas otros modos que han surgido de participación política” (R. Núñez PS). C.5) El problema no está en la falta de participación política de los jóvenes, sino en que las formas mediante las cuales ellos actualmente se están organizando y manifestando no son reconocidas ni validadas (Bossay JPPD, Hirsh PH). “Lo que decía antes, o sea el problema no está en que el joven no quiera participar tiempo completo en un partido el problema esta en que tu desaproveches esa hora que quiera participar al año en un partido político o en un interés político no en un partido político olvidemos el 110 tema del partido político en un interés político. Si queremos lograr que, por ejemplo, no sé por decirte hoy día como tienen la Alameda lleno de graffitis algunas esquinas, el error no está en que estos cabros no sigan haciéndolo para otros barrios sino no aprovecharlo para que expresen su interés, algunos lo definirán arte algunos lo definieran ocio” (Bossay JPPD). C.6) No existe mucho consenso entre los entrevistados acerca de qué es lo que da o no connotación política a una organización. Algunos de ellos no logran expresarlo con claridad y para otros todo podría llegar a tener esta connotación, dependiendo de cómo se mire. Entre los elementos que aparecen en las entrevistas los más mencionados y consensuados fueron dos: a) Búsqueda del cambio, transformación y satisfacción de necesidades (Hirsh PH, R. Núñez PS, Sule PRSD, Urrutia INJUV). “….movimientos sociales, grupos etáreos, grupos organizaciones poblacionales, organizaciones estudiantiles, organizaciones del lugar del trabajo, organizaciones reivindicatorias de temas específicos, en torno a temas ambientales, me parece que son temas fundamentales, temas étnicos, me parece que hay muchas formas de organización y de participación que no corresponden a las de un partido político..... son políticas en la medida en que apunta a transformaciones de la estructura de la sociedad, política, económicas, culturales, étnicas, etc. Desde ese punto de vista claro que son políticas entendiendo la política como la mecánica o las herramientas de transformación social” (Hirsh PH). b) Interés y preocupación por lo público (Andrews JPRSD, Ward JUDI). “Todo lo que tenga que ver con lo público en base a la primera definición que te da tiene mucho que ver con la política...son todas formas de expresión política aunque la gente no lo sienta así. Yo creo que toda la gente esta haciendo política cuando hace este tipo de participación” (Andrews JPRSD). Retomando otras opiniones de los entrevistados, se puede decir que la connotación política de las organizaciones juveniles también vendría dada por: c) No por el tipo de organización sino por quien la dirige (Badenier JDC). d) No basta con mantener relación con políticos para tener connotación política (Badenier JDC). e) Manifestarse contestatariamente frente al Estado o el sistema en general, como es el caso de pandillas juveniles, grupos punk, o grupos ecologistas (Andrews JPRSD, R. Núñez PS). f) Es un contenido que se hereda y no que se adquiera, viene dada por tradición (Cuadro JPS). g) Más allá de lo organizacional se distingue por la búsqueda de ciertos valores más humanos, más afectivos (Girardi PPD). 111 D) Percepción acerca de la imagen que los jóvenes tienen de los partidos políticos y del gobierno Todos los entrevistados coinciden respecto de cual creen que es la imagen que los jóvenes tienen de ellos, en tanto representantes de los partidos políticos y en tanto gobierno. Esta es una imagen negativa, que se produce por razones que convergen en aspectos relativos al desencuentro, particularmente por parte de los partidos políticos, con los intereses de los jóvenes. En este sentido, reconocen no estar siendo motivadores ni las alternativas más cercanas a los jóvenes, asumiendo en algunos casos autocríticamente el alejamiento que éstos han tenido de la política y la falta de figuras que sirvan de modelos de probidad y servicio público. Como fue mencionado en un punto anterior, los entrevistados además coinciden en señalar que gran parte de las imágenes negativas que tanto los jóvenes como el resto de la sociedad tienen de la política, están fuertemente influenciadas por el desprestigio que se ha hecho de esta actividad durante y después del régimen militar. Mencionan con especial énfasis el tratamiento sesgado, parcial y sensacionalista que se hace del ejercicio político en los medios de comunicación, como la televisión. Con igual fuerza, se critica la forma de socialización que entrega el actual sistema educativo, dando como resultado jóvenes sin prácticamente ninguna formación cívica. Algunos de los entrevistados señalan que existe muy poca información acerca de las funciones y competencias de los distintos cargos políticos y públicos, y esto incide en que al momento de hacer evaluaciones los jóvenes no sean capaces de hacer diferencias, dejando dentro de una misma categoría a los senadores, diputados, alcaldes, concejales y ministros. Pese a lo anterior, también se dice que la distinción entre la evaluación que se haga de los partidos políticos y del gobierno, está en la posibilidad que tiene éste último de disponer de recursos para atender problemas reales y cotidianos. En este sentido, los entrevistados consideran que para los jóvenes los partidos políticos tienen una peor imagen que el gobierno porque se mantienen en lo abstracto ideológico y no logran dar soluciones concretas a las necesidades de las personas. D.1) Se percibe que los partidos políticos están en la abstracción y el gobierno en lo concreto. Esto hace que frente a los primeros exista una imagen más estática, mientras que frente al gobierno exista una imagen más cambiante (Badenier JDC, Bossay JPPD). Esto remite nuevamente a la idea de que en esta sociedad está primando lo individual, lo concreto, lo inmediato, y se está dejando de lado lo altruísta y lo utópico (Espina RN). “En relación al gobierno, se entiende poco. En términos generales depende mucho de las coyunturas que se vivan. Por último el gobierno hace cosas concretas (como entregar títulos de dominio) en cambio los partidos nunca van a hacer eso. Siempre los partidos políticos están con 112 la paja y el gobierno está en la concreción de las cosas, por eso hay una mejor evaluación de éstos últimos” (Badenier JDC). “Si hay una diferenciación en términos que la abstracción dentro de la clase política visualizada partidos políticos es más general por lo tanto inmutable más permanente, en cambio la visualización del Ejecutivo es más evolutiva, el proceso es más dinámico” (Bossay JPPD). “Yo creo que los jóvenes tienen una pésima imagen de la política. A mi juicio incentivada por dos factores. Primero por esta especie de tradición de desprestigiar a la política. Y segundo lugar por que objetivamente una sociedad materialista es mas cosista y es menos utópica, es menos altruista” (Espina RN). D.2) Los jóvenes no se sienten representados por el sistema político. Lo percibe distante de sus problemas, necesidades e intereses, además de poco acogedor (Badenier JDC, Hirsh PH, Girardi PPD, Martínez PDC, D. Núñez JJCC, R. Núñez PS). Algunos entrevistados son más radicales y dicen que los jóvenes perciben a los partidos y al gobierno como inútiles, que no hacen nada (Cuadro JPS). "Yo creo que ellos tienen una visión crítica. Lo encuentran como primeras entidades poco acogedoras, los partidos hoy día no acogen, en vez de tener esa vieja acepción de procelitismo, de bienvenido a los jóvenes, hay como una reacción que se ha dado. Primero no se sienten acogidos y en segundo lugar son presionados -por lo que ellos me dicen- al entrar a esto donde entran a incursionar, a militar, a conocer ese tipo de reuniones, los veo muy influidos por la lucha de poder al interior de los mismos, eso es como un segundo hecho que ellos conversan y como que más les golpea” (Martínez PDC). “La política es una cosa chata, un mundo del arreglín y del consenso y esto hace que el cabro se quede y no participe. Además, está como fuera de onda del mundo juvenil, participar en política es contra la corriente, yo no estoy inscrito y el que está inscrito es un nerd” (Badenier JDC). En definitiva, la imagen que los jóvenes tendrían de los políticos, según la opinión de éstos últimos, es negativa. En esto influye mucho la frivolidad de los medios de comunicación, especialmente la televisión, que a través de las imágenes crea expectativas en los jóvenes que después el sistema no es capaz de cumplir. Desde este punto de vista, la imagen negativa responde a la frustración (R. Núñez PS). “El tipo y la manera, la forma en que la juventud se acerca a lo social, se acerca a lo político, se acerca a lo cultural, es una manera muy distinta, muy diferente y nosotros no sabemos como aprovecharla o contrarrestarla. Cómo contrarrestamos la frivolidad de la televisión, qué partido está en condiciones de ..., salvo aquellos partidos que manejan a 113 esas personajes que son la UDI o Renovación Nacional, que manejan bastante de estos personajes” (R. Núñez PS). D.3) Según los entrevistados, esta evaluación negativa se relaciona además con que los jóvenes no perciben que el actuar de los políticos sea ejemplar. Existe desconfianza hacia los políticos, pues ellos evitan comprometerse, son poco transparentes, se mueven por intereses personales, tienen ansias de poder y han perdido la vocación de servicio público (Badenier JDC, Andrews JPRSD, Cuadro JPS, Martínez PDC). El actual sería un estilo de hacer política de los consensos y los “arreglines”, lo que es muy mal visto por los jóvenes (Badenier JDC, Insunza PC, D. Núñez JJCC). “Esa generación le cree poco a la política, porque los políticos creen que el problema es no incomodar, es no decir nada, entonces lo que quiere la gente es que los pericos tomen partido por algo, así sea un salvavidas de plomo y terminen votados en el fondo de un lago, pero que ellos puedan decir que este tipo me representa porque dice exactamente lo que piensa y no mas menos lo que anda ahí manejándose” (Cuadro JPS). “...los jóvenes en general sienten que los partidos se están preocupados de tener cuotas de poder para los propios partidos y para quienes podamos estar en los distintos tipos de conducción del mismo…..….no somos las instancias morales donde se este pensando el bienestar para el país, desde el punto de vista de los jóvenes.....la política de los consensos que ha implicado que muchas veces tengamos que estar mas de acuerdo con nuestros partidos aliados que con el sentir de la gente que puede o no adherir o puede o no esperar que nosotros representemos ciertas banderas o reivindicaciones de ellos” (Andrews JPRSD). Según uno de los entrevistados, a los jóvenes les molesta la forma en que los políticos y los partidos se relacionan con la prensa (Badenier JDC). “Los partidos son percibidos por los jóvenes muy mal. Muchas veces los partidos ventilan cosas que no debieran ventilarse por prensa. Ese estilo de hacer política por prensa es muy mal visto por el mundo juvenil, quizá no por el mundo adulto” (Badenier JDC). D.4) La imagen negativa no significa que los jóvenes consideren que la política no es algo necesario e importante (Martínez PDC). "Y llegó el momento de una decisión política y dijimos que este cabro que fue el más duro, excepcionalmente el chiquillo hizo una cuestión sorprendente. Yo todo lo que en la primera intervención lo ratifico, pero yo quiero decirle a su vez que yo me doy cuenta que la política es importante, yo me doy cuenta que tiene que haber política, yo me doy cuenta que significa más o menos lo que es el Estado. Y quiero ser más franco, a mi me encantaría entrar a la política, pero sabe usted 114 cual es el problema, y en el juicio fue el descueramiento más duro de todas las cosas había dicho el chiquillo, que a nosotros nos falta ver testimonios que podamos seguir” (Martínez PDC, aludiendo a una experiencia con el Parlamento Juvenil) . D.5) Los jóvenes están poco informados sobre las funciones y competencia que tienen los distintos actores políticos, como alcaldes, senadores, diputados o dirigentes de partidos. Por esto no hacen mayores distinciones entre unos y otros al momento de evaluar. La sociedad civil tampoco tiene claro su rol (Badenier JDC, Cuadro JPS). Para algunos, el no hacer distinciones ocurre porque efectivamente no las hay (Insunza PC, Cuadro JPS). Hay también quien opina que los jóvenes se han formado una imagen acerca de los partidos y del gobierno pero sin haber reflexionado antes sobre el asunto, y en ese sentido sería una opinión liviana (Sule PRSD). “Todavía no se logra constituir como un lugar común en la gente y es que el presidente o el gobierno no es el encargado de resolver todos los problemas, no tiene como. Y además aunque se lo propusiera y tuviera como hacerlo, es al contrario, es la sociedad civil la que está a cargo de plantearle al gobierno de mil maneras, desde la movilización hasta la organización, o las proposiciones concretas cuáles son las prioridades, cual es lo que viene primero y cual viene después, qué es urgente, qué es lo que hay que hacer. Este país tiene un dejo muy autoritario en ese sentido, y espera mucho que el presidente haga” (Cuadro JPS). “Yo creo que en general tienen la percepción que a través de los medios de comunicación que es bastante negativa y crecientemente negativa. Yo creo hoy en día están cada vez mas metidos en un saco, creo que los que tienen alguna ventaja objetiva del gobierno en capacidad de hacer algunas cosas concretas, pero en general dentro de los partidos por ejemplo me parece que es nada que ver” (Coloma UDI). D.6) La imagen de distanciamiento que los jóvenes tienen de la política es producto de que el sistema no ha integrado a los jóvenes ni ha sido capaz de diseñar políticas efectivas para ellos (Hirsh PH, D. Núñez JJCC, R. Núñez PS). “Bueno de los partidos como que esta vinculado a lo que dije antes, y del gobierno yo creo que se ve como algo distante, lejano de los problemas juveniles y creo que es evidente que el gobierno no tiene propuestas de cómo enfrentar las demandas e intereses de los jóvenes y yo creo que la política social del gobierno fracaso y eso es algo evidente, reconocible, fácil de percibir, los acentos represivos que ha tenido la propuesta del gobierno, la ley del control de estupefacientes, la ley de violencia en los estadios, lo que a nuestro juicio es una brutalidad.... o sea, los jóvenes son responsables penalmente pero no son responsables para decidir por el futuro del país” (D. Núñez JJCC). 115 “Creo que la clase política y el sistema político económico les ha dado motivo mas que suficiente a los jóvenes para tener ese tipo de sentimientos hacia esta clase política, es decir, aquí hay una responsabilidad, una irresponsabilidad gigantesca justamente del mundo político, económico, social que les esta quitando el poder” (Hirsh PH). E) Oferta de los partidos políticos a los jóvenes y propuestas Cuando se les pregunta cuál es la oferta que el partido respectivo tiene para los jóvenes, todos los entrevistados coinciden en responder que no existe un discurso especial y que tampoco es política del partido el tener estrategias ni ofertas específicas para ellos. Por el contrario, la forma en que se dirigen a la juventud es la misma con que se dirigen al resto de la sociedad. De este modo, la convocatoria que hacen a los jóvenes para acercarse a los partidos es tan amplia como decir que los invitan a “vivir los principios del partido”, “soñar” y “trabajar en la búsqueda de un mundo mejor”. Sólo uno de los entrevistados, que es dirigente de una juventud política, dice que el partido convoca a los jóvenes para crear espacios en donde ellos puedan discutir los temas que les interesan. De hecho, no fue posible complementar la información de las entrevistas con algún documento del partido de donde se pudiera desprender la oferta específicamente dirigida a los jóvenes, pues, según lo declararon los propios entrevistados, tales documentos no existen. En cuanto a la estrategia de acercamiento, se mencionan genéricamente las organizaciones de jóvenes, pero en particular se muestra interés por llegar a las organizaciones de estudiantes secundarios y universitarios, que corresponden con aquellas que los mismos entrevistados reconocieron como fuertes en lo político. En algunos casos mencionan estrategias más específicas como formación (capacitación, grupos de reflexión) y/o trabajo comunitario (de solidaridad, trabajo social). Los entrevistados muestran con matices diferentes el interés por engrosar la cantidad de jóvenes militantes. Por lo general, dicen no estar preocupados por este punto en particular, sino más bien por incentivar a la juventud a tomar parte activa en la forma en que marcha el país. Aunque algunos manifiestan que la participación política no es sinónimo de militancia, para otros la incorporación en algún partido político es la única y mejor forma para conseguir grandes transformaciones. De igual modo, existen diferentes posiciones con respecto al voto: mientras algunos insisten en que éste es el mecanismo que formaliza la participación política y que por lo tanto es necesario trabajar en convencer a los jóvenes para que se inscriban, otros opinan que la no inscripción es una manifestación de descontento y una forma particular de participar que no necesariamente debe ser entendida como falta de interés o anomia. 116 En relación a las propuestas, los entrevistados coinciden en reconocer que faltan políticas públicas focalizadas en los jóvenes, que sean efectivas para atender sus necesidades e intereses. Además, coinciden en reconocer la falta de incentivos y apoyos concretos que permitan fortalecer las organizaciones juveniles. En este sentido, asumen como un desafío el lograr renovar las estructuras, partiendo por los mismos partidos políticos. En algunos casos se agrega el tema de trabajar abiertamente los conflictos, particularmente los miedos y temores generados desde el régimen militar, y abrir los términos de la conversación, considerando que hoy estamos en un contexto histórico y social diferente. Oferta de los partidos políticos a los jóvenes: E.1) No existen propuestas que vayan dirigidas específicamente al segmento juvenil, sino que los jóvenes quedan circunscritos a lo que los partidos proponen para el común de la sociedad (Badenier JDC, Cuadro JPS, Girardi PPD, Hirsh PH, R. Núñez PS). El tener un discurso específico sería discriminatorio (Hirsh PH). “Como partido nosotros no tenemos propuestas específicas, lo que hace la JDC como partido es trabajar el tema juvenil y ahí el llamado es básicamente a vivir la política de una manera distinta. Nuestra doctrina e ideología es básicamente la de la encíclica de la Iglesia Católica. Aunque parezca ciútico, se invita a construir un país distinto y una sociedad humanista cristiana distinta” (Badenier JDC). Por otra parte, hay quien opina que la existencia de un discurso específico para los jóvenes no necesariamente significaría un mayor acercamiento por parte de estos a la política (Cuadro JPS). “No creo que si hubiese un discurso especial ellos se involucrarían (...) Nunca lo ha habido, los partidos políticos nunca han tenido interlocución hacia los jóvenes ni en el momento más álgido. De hecho en la generación del 80 y en toda la disputa con Pinochet siendo los jóvenes quienes son el material humano más vital para la disputa contra Pinochet no participaron jamás de la construcción política de la disputa contra Pinochet que tenían los adultos. No tenían nada que ver una cosa con la otra. No había un discurso de los adultos hacia los jóvenes, los jóvenes que independientemente le dijeron los viejos hacían lo que ellos querían hacer. Por lo demás es así como funciona este cuento” (Cuadro JPS). E.2) La estrategia de acercamiento es a través de las organizaciones juveniles, particularmente las estudiantiles (Badenier JDC, Cuadro JPS, Hirsh PH) y las comunitarias (Hirsh PH). 117 “Nosotros apuntamos a la organización estudiantil, a la organización territorial, a la formación de líderes humanistas cristianos, a la formación de profesionales que puedan construir algo distinto” (Badenier JDC). En este sentido, para algunos lo principal es hacer una invitación para trabajar en asuntos concretos, a partir de la realidad y las necesidades de los jóvenes y las comunidades (Coloma UDI, Kramer JRH, Ward JUDI). “Nosotros los convocamos a trabajar, no convocamos a hacer lo abstracto, algo que este fuera de los intereses concretos de las personas (...) Vamos a una comuna pobre, llevamos médicos, abogados, peluqueros, todo tipo de gama de profesionales para ayudar a las personas, ropa, le llevamos medicamentos. Eso hacemos todas las semanas. Vamos a hospitales a ofrecer ayuda, para estar ahí para la gente que lo necesita” (Ward JUDI). Otro tipo de acercamiento es a través de lo formativo, capacitando líderes y entregando herramientas para la inserción social (Bossay JPPD). “La idea capacitación de nuestra militancia no va en términos ideológicos” . “Nuestra militancia, nuestros militantes por ejemplo hoy día más que leerse el marxismo, (...)mira esta es la instrucción de principios pero sabis que toma, esto es como tú puedes constituir una organización social y funcional, esto es como tú puedes organizar una organización territorial, esta es la forma de presentar y elaborar proyectos sociales” (Bossay JPPD). También está la idea de que el acercamiento a los jóvenes debe ser a través de una agenda que les sea propia, ojalá autogestionada, que atienda efectivamente sus intereses. Debe ser además una participación voluntaria y que resulte grata para los jóvenes (Insunza PC, Kramer JRN, Sule PRSD). “Yo creo que hay que tener una agenda absolutamente propia y llevada realmente con una gran responsabilidad, muy jugada en eso” (Kramer JRN). “...lo importante es que la participación sea grata, que no sea una imposición. Y eso es lo que tiene el joven que se preocupa de los problemas juveniles porque son sus problemas” (Sule PRSD). E.3) La invitación que hacen desde los diferentes partidos políticos apunta a: a) Vivir de acuerdo a los valores del partido, sean estos llamados valores cristianos, democráticos o socialistas, según corresponda (Badenier JDC, Andrews JPRSD, R. Núñez PS,) b) Ser protagonistas de una revolución sin violencia, organizarse y cambiar las estructuras para lograr la sociedad que desean. Valorar la diversidad (Andrews JPRSD, Girardi PPD, Hirsh PH). 118 c) Generar espacios para tratar los temas que a los jóvenes les interesan (Bossay JPPD), fortalecer sus organizaciones (Espina RN) y organizar un movimiento juvenil que tenga un rol protagónico (D. Núñez JJCC). Propuestas (desafíos): E.4) Necesidad de reconocer a nivel nacional la diversidad de intereses y expresiones propias del mundo juvenil: “La idea capacitación de nuestra militancia no va en términos ideológicos” . “Nuestra militancia, nuestros militantes por ejemplo hoy día más que leerse el marxismo, (...)mira esta es la instrucción de principios pero sabis que toma, esto es como tú puedes constituir una organización social y funcional, esto es como tú puedes organizar una organización territorial, esta es la forma de presentar y elaborar proyectos sociales” (Bossay JPPD). E.5) Necesidad de mejorar las acciones multisectoriales promovidas desde el Estado para alcanzar una real integración de los jóvenes: “Es importante revisar como el Estado asume hoy día por ejemplo a los jóvenes cesantes, a los jóvenes trabajadores. Cómo el Estado se plantea frente a ellos, como el Estado se plantea frente a las parejas que no tienen casa, etc. Toda una política del Estado hacia el mundo juvenil. Qué le vas a pedir a un compadre que se vaya a inscribir si no tiene plata ni nada. El mundo juvenil nunca ha sido prioridad y nosotros queremos que sea prioridad” (Badenier JDC). E.6) Modificar el sistema electoral, facilitar el acceso y representación de grupos diferentes en el Congreso: “Cuando estamos hablando del cambio del sistema electoral no estamos hablando del cambio del sistema electoral simplemente por decir que cada partido pese lo que pese sino que la sociedad efectivamente tenga un representante y la válvula de representación y de escape sea el congreso. (...) Los temas de los grupos de interés y entre ellos el joven son tan potente hoy día que la forma de expresar sus intereses no es el congreso son marchas enfrente de la Moneda, cuando su nivel de representación debería ser el congreso entonces aquí pasa por cambiar el eje de la representación política a través de la facilitación del acceso pero también de la facilitación en la representación y de los canales adecuados para su representación y eso pasa por el tema del cambio del sistema electoral que permite hoy día a grupos de interés temporales, fragmentado, contingente que tenga su representación en el congreso” (Bossay JPPD). 119 E.7) Instalar un sistema de inscripción automática y voto voluntario: “Como es decisión también inscribirse o no inscribirse, ellos toman la decisión de no inscribirse. Entonces el tema para mi hoy día es que la inscripción a los registros electorales es un tema que obstaculiza la percepción de fondo de la problemática, para eso es una solución simple: inscripción automática y voto voluntario” (Bossay JPPD). E.8) Crear instancias que sean canalizadoras de los temas y necesidades que afectan a los jóvenes. Los jóvenes están optando por no inscribirse, y esto no ocurre por falta de información sino porque ellos no están percibiendo al voto como un mecanismo efectivo para canalizar sus intereses. “Yo creo que hay una cierta visión un poco descarnada por parte de los jóvenes de que yo creo que el principal tema de la inscripción tiene que ver con que la gente que ha votado no ha percibido que es sustantivo respecto de lo que son los deseos de una sociedad mas justa y mas comprometida con los ciudadanos. Y creo que eso ha sido responsabilidad colectiva por parte de la dictadura, y otra que la concertación hizo de los consensos de sus políticas y estuvo dispuesto a transar sus principios y valores conformándose una visión tremendamente conservadora y derechista” (Girardi PPD). El hecho de no votar es una opción válida siempre y cuando sea consciente (Martínez PDC). "Yo creo que es enteramente respetable si un joven por su maduración personal toma la determinación de no participar, y eso es producto de su discernimiento. Yo respeto aquello y no creo que sea traumático ni para el ni para la sociedad. No veo por qué el resto deba juzgar aquello como una situación asocial, ni al revés tampoco. Porque a su vez sabemos que cuando se requiere desde el punto de vista de país o de un punto de vista focal, de un hecho que toca las membranas de cualquier persona de buena voluntad los jóvenes reaccionan, y aún aquel que dice que no quiere estar en nada en ese momento" (Martínez PDC). E.9) Necesidad de mejorar el sistema de descentralización de los partidos políticos, ya que esto ayudaría a acercar a las personas a la política y a los partidos: “La descentralización es un proceso moderno entre comillas en Chile, es un proceso de no más de 30 años. Los partidos no se han descentralizado en la toma de decisión, sino que no se han descentralizado en entender que hay niveles en los cuales sí quieren ser partidos, si quieren ser entes que estipulen y aleguen los intereses, que eso tienen que hacerlo a nivel regional, tienen que hacerlo en el minuto final y también en el nivel local más cotidiano. Ahora eso es fácil hablar de ello pero es mucho más difícil practicarlo" (Martínez PDC). 120 E.10) No concentrar la discusión en los “enclaves autoritarios”, sino más bien ampliarla a temas relacionados con la participación ciudadana: "Aquí nosotros en Chile nos hemos anquilosado en una discusión respecto a los enclaves autoritarios dejados por la dictadura y todas las discusiones son como entre comillas democratizamos aquellos. Lo que pasa es que está bien, eso es correcto, pero han pasado muchas otras cosas en la sociedad que no se solucionan solamente con el tema de los enclaves autoritarios. Algo que tiene que replantearse es como participa la gente en el tema educacional y en la educación de sus hijos. Como participa la gente en el tema de la salud” (Martínez PDC). E.11) Buscar nuevas formas de participación y organización del componente político: “A mi juicio los partidos políticos tal como están no sirven y es como estructuras, y eso se puede cambiar” (Cuadro JPS). Buscar nuevas formas que favorezcan la participación y organización en general, particularmente entre los jóvenes: “Y lo tercero, debiéramos tener un rol fuerte en lo que es el estimulo de la asociacionismo juvenil, yo creo que el instituto debiera o estudiar una reforma legislativa o poner en la discusión en la agenda más pública el tema de las necesidades de un apoyo más directo a las organizaciones juveniles porque eso es lo que nos va a permitir el día de mañana la expresión, en algunos casos será política, en otros casos será cultural, en otros casos será religioso, no se” (Urrutia INJUV). E.12) Favorecer y evidenciar los conflictos para así ayudar a resolverlos. Superar los temores generados por el régimen militar: “Primero que nada favoreciendo todos los conflictos habidos y por haber en toda la sociedad donde nosotros participamos, ya sea el problema mapuche, la cuestión universitaria, entre las distintas comunas los dramas que tengan ahí cada uno. Estamos por potenciar los conflictos y no porque dejen de existir, sino que existan, sean evidentes y resolverlos” (Cuadro JPS). “Entonces este país no puede ser Chile mientras siga atrapado en sus temores que son parte de él, que él tendrá que asumir y hacerse cargo. Y en ese sentido yo creo que hay una generación nueva que yo creo que a diferencia de la generación del 80 representan con mayor fidelidad lo que eso significa” (Cuadro JPS). 121 E.13) Fortalecer lazos entre los jóvenes y construir un movimiento con un discurso como generación. “Bueno, la propuesta política es avanzar justamente en la creación de este movimiento juvenil y que para nosotros retoma la idea del protagonismo de los jóvenes y decir que ellos pueden construir desde si mismos organización y acción política, y que eso es un factor fundamental para la expresión de la democracia de este país y por lo tanto para la superación de los principales problemas que pensamos que existen a nivel político, social, económico e incluso cultural” (D. Núñez JJCC). 122 3.2 Matices discursivos según partidos políticos En general, se presentan pocos matices. Aludiremos a los principales, retomando el énfasis central puesto durante el desarrollo de cada entrevista. La información se presenta ordenada alfabéticamente según el nombre de cada uno de los partidos considerados en el estudio. Partido Comunista Plantean una visión crítica a los gobiernos concertacionistas en el sentido de que éstos no han sido capaces de absorver las demandas juveniles. Visualizan a los jóvenes como portadores de valores muy positivos para la vida en sociedad, como son el altruísmo y colectivismo. Al mismo tiempo, reconocen cierta anomia y rebeldía por parte de los jóvenes ante un sistema que no les satisface ni identifica. Reconocen formas de asociación juvenil incipientes y más claras que en la década anterior, sin embargo también se les reconoce como cortoplazistas y con capacidad insuficiente para generar verdaderos cambios. A su parecer, la imagen que los jóvenes tienen del gobierno y de los políticos es muy negativa. Partido Democracia Cristiana Se hace referencia a un cambio de contexto, en donde la política ha perdido la centralidad y poder monopólico que tuvo en otro momento sobre esferas diferentes (como la economía). La dictadura habría influido mucho en la forma y nivel en que las personas participan, así como también en la formación de una imagen sesgada de la política. Sin embargo, pareciera que los efectos post dictadura no afectan tanto a los jóvenes de la actual generación como a los adultos, lo cual es lógico ya que éstos no vivieron esa época ni tienen punto de comparación que los lleve a formarse otra expectativa de la vida en democracia. Consideran que la generación actual está participando más en política que la anterior, aunque esto no necesariamente se canalice a través de la militancia en algún partido. El desafío es fortalecer las organizaciones y promover todo tipo de participación. Se deposita también en los jóvenes la responsabilidad de involucrarse en lo que ocurre en su país, y en esta medida se menciona que el votar por sus representantes es un deber más allá del grupo etáreo al que se pertenezca. 123 Partido Humanista Éste es el único partido que no tiene una rama juvenil, pues considera que el hecho de tenerla sería una acción discriminatoria y no integradora. Se refiere a los jóvenes como los responsables de construir un mundo mejor, en donde primen valores como la diversidad y la tolerancia. Y en esa línea va la oferta que le hacen a los jóvenes como partido: una revolución sin violencia por alcanzar la sociedad que desean. Sin embargo, señala que en estos momentos éstos se encuentran desencantados del sistema, lo que los lleva a alejarse de las organizaciones tradicionales y buscar nuevos canales a través de los cuales poder expresarse y ser escuchados. El sistema ha contribuido a este alejamiento de los jóvenes y a este desencanto pues no ha sido capaz de integrarlos efectivamente. Considera que no existe interés real por fortalecer la participación de los jóvenes ni de ningún otros grupo de la sociedad en general, lo que se traduce en una falta de mecanismos expeditos. Entiende la participación política como el ser protagonista del presente y futuro social, estando involucrado en las decisiones en todos los ámbitos sociales. En tal sentido, las organizaciones tienen una connotación política en la medida que buscan transformaciones económicas, culturales o sociales. Partido Por la Democracia Consideran y enfatizan que estamos en medio de un proceso de cambios radical y global, que ha influido en modificar los patrones sociales y culturales tradicionales. A nivel de lo político, esto se expresa en un cambio en el rol de la política y de los partidos en tanto organizaciones. Los jóvenes no se sentirían atraídos por los partidos políticos, lo que es comprensible ya que éstos se han quedado fuera del cambio global. Existiría además una desconfianza mutua entre los ciudadanos y los partidos políticos. La imagen que tienen de los jóvenes se vincula al ejercicio de la libertad y de la capacidad de adelantarse a los cambios. Reconocen cierta estigmatización de la sociedad hacia los jóvenes. En cuanto a las formas de asociación juvenil, reconocen que éstas son diversas y que en su organización “caótica” tienen un gran potencial para conectarse a la sociedad de un modo diferente. 124 Partido Radical Socialdemócrata La sociedad actual ha dejado un gran número de personas sin acceso a muchas ofertas de la propia modernidad. Se trata de un modelo económico que se impone sobre lo social, y que produce desencanto ante expectativas que no son cumplidas. Esto repercute enormemente en los niveles de participación, a lo que se suma la falta de referentes y banderas de lucha claras. Reconocen a los jóvenes como idealistas, soñadores, espontáneos y sencibles, al mismo tiempo que reactivos y críticos del sistema. No todo tipo de participación es política. Esta última guarda relación con lo público y puede darse en diferentes niveles, que van desde la suscripción a una determinada idea hasta la inscripción militante en algún partido. Partido Renovación Nacional Los partidos políticos estarían pasando por una fuerte crisis, la que se debe a la falta de renovación de las estructuras partidarias y a la falta de financiamiento. Durante el régimen militar habría habido un fuerte desprestigio de la actividad política desde las instituciones militares, lo que afectó directamente en la imagen pública del quehacer político. Este régimen además cortó ciertos procesos políticos. El alejamiento que han tenido los jóvenes de la política se relaciona además con el fuerte individualismo del modelo imperante. En tal sentido, la invitación que ellos hacen a los jóvenes rescata su interés por cosas concretas, que vinculen los intereses que éstos tienen con los intereses políticos. Interesa que los jóvenes se integren a la tarea de modernizar la política, y esto implica que como partido y como sociedad se asuma el desafío de darle a los jóvenes más espacios de decisión en las instancias correspondientes. Partido Socialista Conciben a los partidos políticos como una organización muy fuerte en nuestro país debido a una tradición histórica, y ven en ellos un canal para producir cambios estructurales que no ha podido ser reemplazado por otros mecanismos no tradicionales. En las formas de participación tiene una fuerte incidencia el golpe militar y la dictadura, acontecimientos que dejaron a la sociedad chilena con procesos truncos que repercuten hasta el día de hoy. 125 Insisten en el rol que juegan los medios de comunicación (particularmente la televisión) en el desprestigio del quehacer político, así como también en la formación de falsas expectativas en los jóvenes. Ven a éstos como motor de cambio y como responsables de renovar la forma de hacer política. Partido Unión Demócrata Independiente Reconocen en los jóvenes una fuerte tendencia a participar en asuntos sociales, movidos por valores como la solidaridad y el altruísmo. Sin embargo, las acciones que realizan son faltas de un real compromiso político, el que sólo podría darse por medio de una participación formal tradicional. En este sentido, el voto y la militancia corresponden a deberes y compromisos que los jóvenes debieran asumir. La oferta a la juventud debe ser muy concreta y no abstracta, lo que en el caso de la UDI se materializa a través de trabajo social en poblaciones o centros comunitarios. 126 4. Conclusiones Luego de haber revisado el material recogido por medio de las entrevistas, es interesante hacer una nueva lectura a la luz de las hipótesis que fueron planteadas en el diseño de este estudio. Tal como se verá a continuación, al realizar este ejercicio los resultados muestran la estrecha relación y en gran medida la confirmación de las hipótesis de trabajo planteadas a priori para el estudio. En algún caso también se ve la necesidad de replantear la hipótesis inicial o separar la misma en dos hipótesis distintas. Hipótesis de trabajo i: “Estamos frente al surgimiento de una nueva cultura juvenil que desborda lo estrictamente político, en donde aparecen desdibujados los límites tradicionales entre lo público y lo privado”. Esta primera hipótesis tiene dos elementos y ambos son confirmados. En relación al primero, según lo planteado por los entrevistados (especialmente cuando éstos hacen referencia al contexto histórico, social y cultural actual), queda claro que efectivamente nos encontramos en medio de una época de cambios radicales a nivel nacional y mundial. Tales cambios afectan a la sociedad en su conjunto, no sólo a los jóvenes, y ciertamente los efectos van mucho más allá de lo estrictamente político, aún cuando en esta esfera se marcan grandes diferencias en relación a épocas pasadas. Dentro de los elementos mencionados por los entrevistados, la instalación de patrones económicos y sociales, que ponen a lo individual por sobre lo colectivo, han sido cruciales en el estilo de esta nueva cultura. Tales patrones son reforzados a diario, particularmente por medio de la televisión, la que se ha convertido en un potente medio de socialización. En este escenario, lo político ha perdido protagonismo, poder de influencia sobre otras esferas de acción y atractivo para la sociedad en su conjunto y en particular para los jóvenes, que han sido criados en esta cultura sin tener otra referencia. El segundo elemento de la hipótesis está referido a la poca claridad que hoy tendrían los límites entre lo público y lo privado. Efectivamente, los cambios culturales y sociales mencionados en los párrafos anteriores han producido cambios en las formas de relacionarse y de convivir con lo público. Comunicaciones cada vez más rápidas y ampliadas, permanentes avances tecnológicos y un contexto de globalización y vigencia de un modelo de corte liberal que hace primar al individuo por sobre el colectivo, contribuyen a que esto ocurra. Los límites de lo público se diluyen cuando vemos como grandes empresas del Estado se han ido privatizando, o cuando, como declaran los entrevistados, quienes ocupan cargos públicos pierden su sentido de servicio y convierten sus puestos en espacios para el manejo de intereses personales o privados. 127 Al mismo tiempo, los límites de lo privado son puestos en jaque cuando las nuevas tecnologías permiten acceder a espacios que en otro tiempo eran de estricto dominio de las familias, o cuando la televisión actúa en cada hogar entregando imágenes que hacen prevalecer determinados valores y llevan a la creación de expectativas, que se traducen en exigencias a las que el Estado no puede responder o, en ocasiones, no corresponde que responda. No es necesario salir a la calle para participar de lo público, ni el ocupar un espacio público significa dejar de actuar por intereses privados. La confirmación de la hipótesis apunta a que lo público y lo privado se encuentran simultáneamente dentro de espacios de participación social que ya no necesariamente deben ser asumidos desde las organizaciones tradicionales de la política, o sea, los partidos políticos. Los entrevistados insisten en señalar que los partidos políticos como instituciones se han quedado fuera de estos procesos de cambio, lo que sumado a lo que ellos llaman un sistemático desprestigio de la actividad política (tanto por agentes externos como las Fuerzas Armadas o la televisión, como por algunos políticos que hacen mal uso del poder que les otorga el cargo que ocupan), se ha traducido en que ya no tienen la misma legitimidad que antes tenían como únicos encargados de resolver los asuntos públicos de la sociedad. Esto no quiere decir que han perdido su total legitimidad social o que ya no tengan razón de existir, de hecho hacer esta afirmación sería un error. Lo que se quiere expresar, es que los resultados del análisis de entrevistas apuntan a afirmar que hoy día, tanto los políticos como la sociedad civil, reconocen otras formas igualmente legítimas para canalizar sus demandas e intereses, respecto de los asuntos públicos, los que en todo caso no siempre coinciden con intereses políticos. Hipótesis de trabajo ii: “El desarrollo y transmisión de valores asociados a la libertad, pluralismo, tolerancia y respeto de derechos, son asumidos no desde un discurso político sino a partir de nuevas formas de asociatividad más cercanas y adecuadas a los problemas cotidianos de los jóvenes”. Para evitar reiteraciones y por su cercanía en el análisis, tomaremos esta segunda hipótesis en conjunto con la cuarta, que dice lo siguiente: “Las actuales formas de asociatividad de los jóvenes, pueden constituirse en formas de participación política implícitas, que necesitan de un marco de reconocimiento y estimulación formal, gatillando en el interior de ellas procesos de ejercicio de ciudadanía juvenil”. Los resultados del análisis de los discursos de los entrevistados, muestran la confirmación de estas hipótesis. Esto en razón del reconocimiento de las asociaciones juveniles, como formas originales de canalizar los intereses 128 generacionales, y de formar sus propias estructuras, con sus particulares estilos y símbolos, distintos a generaciones anteriores. En este sentido, los contenidos referidos a pluralismo, libertad, tolerancia y derechos civiles en general están reconocidos como valores y principios que guían indistintamente, desde distintas instituciones, a quienes se organizan alrededor de ellos. Es decir, el desarrollo y transmisión de tales valores no es algo que sea de dominio exclusivo de las organizaciones políticas. Sin embargo, es necesario hacer notar un cierto de grado de inconsistencia en los discursos de los entrevistados en relación a la validez que tengan estas nuevas formas de organización juvenil. Los entrevistados coinciden en reconocer que los partidos políticos no forman parte de los intereses de los jóvenes (lo que no es sinónimo de decir que no les interese lo político o la política en general). Por otra parte, también coinciden en reconocer que frente a esta situación buscan nuevos canales para sus necesidades y motivaciones. Los matices de los discursos aparecen en relación a aceptar que estas nuevas formas de organizarse sean o no los canales adecuados para producir cambios de fondo en las estructuras del sistema. En este sentido, para algunos entrevistados, más allá de los valores que las muevan, estas organizaciones no tienen peso político, sino que sólo tienen un valor circunstancial o contingente que se limita a darle un espacio y un sentido a las acciones propias de los adolescentes. Hipótesis de trabajo iii: “El cambio de la matriz sociopolítica caracterizada por un creciente desinterés de la sociedad por la acción política, influye –por extensiónde manera directa en el desinterés de los jóvenes por estos temas”. Para hacer comentarios sobre esta tercera hipótesis es interesante revisar los argumentos que, asociados a ésta, se mencionaron en la propuesta original. A continuación de la hipótesis, el texto original dice lo siguiente: “Si nos preguntamos acerca de cuál es la contribución del sistema político en la formación cívica de los jóvenes y en la promoción de los valores democráticos, en tanto ejercicio de involucramiento, discusión y decisión respecto de los asuntos públicos, tendientes a la formación de una ciudadanía juvenil u otros esfuerzos sistemáticos que reviertan de alguna manera el discurso prevaleciente durante el régimen autoritario de descalificación de la política, podemos inferir que ha sido un aspecto deficitario que puede explicar en parte la falta de seducción hacia la participación política como espacio integrador de la identidad de los jóvenes de hoy”. Esta hipótesis no es confirmada, tal como se verá a continuación. Claramente, el discurso de los políticos entrevistados reafirma enfáticamente los puntos 129 relacionados con la falta de educación cívica de la juventud actual (tanto a través del sistema de educación formal como a través de otras formas de socialización) y el discurso descalificador de la actividad política. Ambos aspectos, según señalan los entrevistados, han contribuido en parte al alejamiento que han tenido los jóvenes y el resto de la sociedad de actividades políticas tradicionales como la militancia y el ejercicio del derecho a sufragio. Sin embargo, estos resultados no son suficientes para confirmar que el alejamiento de las formas de participación política tradicional sea por falta de interés de los jóvenes en los temas políticos. Por otra parte, los entrevistados aseguran que la diversidad generacional es muy amplia, y que entre los jóvenes se pueden identificar distintas opciones y posiciones, desde los que no están involucrados o comprometidos, los que canalizan sus intereses por otras vías, y los que siguen dentro de las estructuras tradicionales, o militan dentro de ellas. Es interesante el planteamiento que tienen algunos entrevistados (Hirsh, Girardi, Martínez) sobre el entender que el alejamiento de tales instituciones representa un acto de rechazo de los jóvenes frente a lo que les incomoda, y no debe ser interpretado como apatía o anomia. Tal como aparece en las entrevistas, el problema no está en la falta de participación política de los jóvenes, sino en la falta de capacidad para reconocer y aceptar formas diferentes de hacerlo (Bossay, Hirsh). La diversidad juvenil da lugar a que existan dentro de este “continuo” una amplia gama de respuestas, de actitudes y de reacciones, que pueden partir desde la crítica o la desconfianza hacia aquello que se manifieste como poco claro o poco transparente. Claramente, según lo ratifican los propios entrevistados, los partidos políticos están siendo generadores de rechazo y desconfianza para un gran número de jóvenes. 130 Capítulo 5: “Análisis integrado de los resultados y conclusiones finales” 1 Presentación A través de este estudio hemos buscado recuperar el discurso que tienen tanto los políticos como los jóvenes acerca de la participación política de éstos últimos. En este momento, intentaremos hacer un análisis que integre los resultados obtenidos a través de cada uno de los cuatro productos descritos en los puntos anteriores, particularmente los de los capítulos 3 y 4. La lógica seguida a lo largo del estudio consideró los 3 siguientes elementos: Los jóvenes: Puesto que el tema de estudio es la participación política de los jóvenes, una de las variables consideradas fue rescatar la imagen que se tiene acerca de este actor. En la construcción de la imagen de los jóvenes fueron rescatados elementos de los discursos alusivos a las características y pautas de comportamiento de este grupo etáreo, así como también la percepción del rol que ellos juegan o debieran jugar en la política. La política tradicional: En segundo término, era necesario incorporar variables que dieran cuenta de la oferta que la política tradicional hace a los jóvenes, y la forma en que los jóvenes la reciben. De este modo, para poder comprender mejor la actitud de los jóvenes hacia la política fue necesario previamente construir la imagen que los jóvenes tienen de los actores políticos y de los mecanismos de la política tradicional, particularmente el voto. Las nuevas formas de participación política: En tercer lugar, interesaba conocer el tipo de participación que tienen los jóvenes actuales y las formas de asociarse, teniendo como finalidad llegar a reconocer alguna nueva forma de hacer política distinta a la tradicional. Como se puede observar al revisar tales capítulos que contienen los discursos de los jóvenes y de los políticos, las variables que fueron consideradas para el análisis tienen relación con: la imagen que cada actor tiene acerca de sí mismo y del otro; con los espacios de participación y formas de asociatividad juvenil y con los mecanismos de participación política tradicional (voto y militancia). A esto, particularmente en el caso de los políticos, se agregó una variable que llamamos contexto, que da cuenta de algunos elementos que estarían influenciando los discursos respectivos. 131 Antes de hacer una síntesis final tomando ambos análisis discursivos en forma integrada, queremos señalar que, de las opiniones de ambos actores para cada una de las variables, hemos relevado a lo menos tres elementos: a) un sujeto, del cual el discurso da cuenta (que en este contexto son los jóvenes o los políticos) b) un objetivo buscado por el sujeto (que en este caso tiene que ver con la participación política) c) un conjunto de acciones, emprendidas por el sujeto para el logro del objetivo buscado Por otra parte, se han tenido las siguientes consideraciones: • Reconocemos la existencia de dos discursos que se construyen desde los sujetos estudiados (jóvenes y políticos) dentro de un determinado contexto histórico, social y cultural. • En ambos discursos se hacen alusiones acerca del actor que es dueño del discurso como del otro actor que está siendo estudiado. Es decir, en el discurso de los jóvenes aparecen referencias a ellos como sujetos y también a los políticos como sujetos. Lo mismo ocurre con el discurso de los políticos. • Tanto los jóvenes como los políticos reconocen en ellos mismos y en el otro un objetivo en cuanto al tema central (que es la participación política), y una determinada forma de acción que, según el actor dueño del discurso, es la utilizada para el logro de tal objetivo. Lo anterior lo hemos graficado utilizando el esquema que se presenta a continuación, el cual ha sido incorporado a lo largo del análisis para reforzar algunos puntos específicos. Sujeto Objetivo (en torno a la participación política) Acciones 2 Imágenes que cada actor tiene frente al otro 2.1 Imágenes sobre los políticos En primer lugar, tomaremos aquello que dice relación con la imagen que los jóvenes tienen de los políticos y la percepción que los políticos tienen sobre dicha imagen. El análisis de ambos discursos sobre este punto es bastante coincidente. Los jóvenes señalan tener una imagen muy desmejorada acerca de los políticos y 132 su forma de actuar. Los actores políticos por su parte dicen percibir que para los jóvenes la actividad política está bastante desprestigiada y que por lo tanto la evaluación que se hace de ellos no es para nada positiva. Los jóvenes construyen la imagen que tienen de los políticos basándose principalmente en el testimonio que estos últimos entregan y que es accedible para ellos ya sea en forma directa (principalmente en comunidades rurales) o por medio de la televisión. En la imagen ideal que los jóvenes construyen del político éstos debieran ser ejemplo de probidad y servicio público. Muy por el contrario, la imagen que los jóvenes tienen en la práctica da cuenta de personas que, movidas por sus intereses personales, son poco creíbles y no representan a los intereses que este grupo maneja. Los políticos por su parte piensan que la imagen negativa que manejan los jóvenes frente a los políticos está fuertemente influenciada por elementos que no son manejados ni por ellos ni por los jóvenes, traspasando de este modo gran parte de la responsabilidad a terceros o al contexto (como el desprestigio que se ha hecho de la actividad política desde instituciones como las Fuerzas Armadas, la debilidad del modelo educacional en la formación cívica y la gran influencia de los medios de comunicación en la formación de opiniones de los jóvenes con respecto a la preocupación por asuntos públicos). Según lo anterior, vemos que la imagen que tienen ambos actores consultados es coincidente, pero que los jóvenes ponen a los políticos como responsables de su propio desprestigio, mientras que los políticos ponen en gran medida fuera de sí dicha responsabilidad. En el caso de aquellos políticos entrevistados que hablan del mal actuar de "los políticos", la forma de hacerlo es siempre en tercera persona y sin individualizaciones. Por otra parte, el discurso de los jóvenes acerca de los políticos es un discurso genérico, es decir no hace mayores distinciones entre senadores, diputados, alcaldes, concejales o personeros de gobierno. Uno de los pequeños matices que pudimos hacer fue que los jóvenes de grupos rurales parecían tener una relación más cercana con sus autoridades que los jóvenes de localidades urbanas, y que en este sentido los primeros eran capaces de distinguir de la evaluación genérica a algunos personajes en particular. Sobre este punto, los políticos señalan que a su parecer el discurso de los jóvenes muchas veces es poco informado, situación que se traduciría justamente en esta falta de distinciones al momento de hacer evaluaciones sobre ellos y su modo de actuar. La información entregada por los grupos focales no es suficiente para concluir acerca del nivel de conocimiento que los jóvenes tienen efectivamente sobre las atribuciones que le caben a una autoridad o a otra. Sin embargo, éstos sí son capaces de mencionar funciones generales que debiera cumplir un político, como legislar. Además, los políticos señalan que a su parecer la evaluación que tienen los jóvenes (y la población en general) de los partidos políticos es más crítica que 133 la que se hace del gobierno, por cuanto los primeros son instituciones que se quedan en el plano de lo abstracto y no llegan al plano de las soluciones prácticas. El gobierno en cambio contaría con recursos y atribuciones que les permiten responder a necesidades prácticas y materiales de las personas, y por lo tanto su acción es más visible y evaluable. Aunque no lo plantean exactamente de este modo, y aunque las alusiones que los jóvenes hacen del gobierno no parecen ser más positivas que las que hacen de los partidos políticos, este grupo es áltamente crítico ante la falta de efectividad que tienen los políticos frente a la solución de problemas que les afectan a ellos, sus familias y sus comunidades. Dado que para los jóvenes uno de los elementos que tiene fuerza en la concepción que ellos hacen de la política es el tema del desarrollo y crecimiento del país (el que debe traducirse en un progreso visible y material), es claro que al no visualizar logros en esta materia sientan que la política es "inútil". 2.2. Imágenes sobre los jóvenes Un segundo aspecto frente al cual se puede hacer un análisis integrado es acerca de la imagen que los jóvenes tienen de sí mismos y la imagen que sobre éstos tienen los políticos. Si bien es cierto en el análisis del discurso de los jóvenes no se incluyó una variable que se llamara "imagen de los jóvenes", sí es posible hacer comentarios sobre este punto a partir de la información que entrega todo el resto de las categorías. Así por ejemplo, se puede observar que los jóvenes se perciben a sí mismos como poco conocedores de los temas políticos y que, para algunos de ellos, esto les quita autoridad para sostener conversaciones como las que se les planteó al momento de realizar los grupos focales. Sobre este tema, los jóvenes sienten haber tenido pocas oportunidades de sostener conversaciones en donde el tema central fuera la política, y agregan a esto la poca posibilidad que se les dio en sus colegios para recibir formación cívica. Esto es perfectamente consistente con la información que entregan los políticos acerca del débil rol que juega el actual sistema educacional como formador de jóvenes ciudadanos. Por otra parte, los jóvenes se conciben a sí mismos como sujetos que, comparativamente con los políticos, son más consecuentes con los valores que ellos dicen buscar. En particular, llama la atención el discurso que tienen los jóvenes que participan en comunidades de iglesia en relación al rechazo que les provoca el que los políticos tengan acercamientos a la comunidad por el sólo afán de figurar en la televisión o buscar votos. Ellos en cambio sostienen 134 que su forma de hacer trabajo comunitario tiene una verdadera vocación de servicio. Los políticos por su parte visualizan a los jóvenes como espontáneos y críticos ante lo que no les agrada. Quizá el punto donde el discurso de los políticos es más coincidente acerca de la imagen de los jóvenes es sobre su potencialidad de producir y para asumir los cambios. En particular sobre el tema político, se dice que los jóvenes son la posibilidad de renovación y reactivación de esta actividad. Esta capacidad de cambio que los políticos le adjudican a los jóvenes no es asumida como propia por los jóvenes. Estos no están preocupados de cambiar las cosas, o al menos no lo manifiestan de forma explícita, lo cual no es sinónimo de que no haya cosas con las que no se sienten conformes. En este sentido, aunque no se pueden hacer generalizaciones, la acción sancionadora de los jóvenes frente a la política es de confrontar a través del rechazo directo o del alejamiento. En síntesis podemos decir lo siguiente. a) Discurso de los jóvenes sobre ellos mismos: En el discurso de los jóvenes, ellos aparecen como sujetos interesados en la búsqueda de objetivos que tienen que ver con la democracia, la solidaridad, el bienestar común y la equidad. En este discurso el concepto “política” tiene una muy mala connotación, y por lo tanto el objetivo mencionado no es reconocido por ellos como político propiamente tal. En la búsqueda de este objetivo los jóvenes utilizan formas de asociación con sus pares y con otros, que no son las organizaciones y mecanismos tradicionales de participación política (militancia y sufragio), puesto que éstos últimos no representan sus intereses ni valores. Sujeto: Jóvenes Objetivo: democracia, solidaridad, bienestar común, equidad (no reconocido como objetivo político) Acciones: canalización de sus intereses por medio de organizaciones y mecanismos diferentes a los de la política tradicional (voto y militancia). b) Discurso de los jóvenes sobre los políticos: En este mismo discurso, los políticos son vistos como sujetos que se movilizan en torno a la búsqueda de objetivos personales, que tienen que ver con el éxito privado más que con el bienestar público. 135 Según esta visión que tienen los jóvenes, las acciones que realizan los políticos ponen a la participación política como un medio que facilita el acceso a puestos de poder desde donde es posible alcanzar su éxito personal. Sujeto: Políticos Objetivo: búsqueda del éxito personal (reconocido como una mala forma de ejercer la política) Acciones: usufructuar del poder que les otorga el ocupar ciertos cargos públicos, usando la política como medio para el logro de sus objetivos privados. c) Discurso de los políticos sobre ellos mismos: En el discurso de los políticos, ellos aparecen como sujetos que por medio de la participación política y el compromiso con lo público buscan el bienestar del país y el orden. Este objetivo lo alcanzarían por medio de acciones como la de ser figuras públicas, asumir responsabilidades en cargos públicos y ser activistas de los ideales de sus partidos políticos. Sujeto: Políticos Objetivo: búsqueda del orden y del bienestar del país en su conjunto; elaboración y concreción de un proyecto país (reconocido como participación política en un nivel óptimo) Acciones: asumir cargos públicos, militancia en partidos políticos, activismo en pro de la participación política de la sociedad en su conjunto. 136 d) Discurso de los políticos sobre los jóvenes: En este mismo discurso de los políticos, los jóvenes son vistos como sujetos que tienen objetivos de corto plazo y que muchas veces actúan movidos por intereses de carácter individualista. En este sentido, los jóvenes no tendrían como objetivo la elaboración de un proyecto país ni la búsqueda de transformaciones sociales de carácter global y permanente, por lo tanto no tendrían un objetivo político. Según esta visión, los jóvenes trabajarían por el logro de sus objetivos por medio de organizaciones que les son propias y que atienden sus intereses, pero que no son las adecuadas para participar políticamente, en tanto son espontáneas, poco formales, transitorias e inmediatistas. Sujeto: Jóvenes Objetivo: búsqueda de logros personales e inmediatos. (no reconocido como objetivo político) Acciones: Formación de espacios de encuentro con sus pares para la canalización de sus intereses, pero sin la construcción de un proyecto de país ni la búsqueda de transformaciones macro. 3. Elementos del contexto que cruzan los discursos Los esquemas anteriores pueden ser enriquecidos si consideramos el contexto en el que surgen los respectivos discursos. Sobre este punto, debemos decir que las alusiones al contexto son mucho más claras y explícitas en las entrevistas realizadas a los políticos que en las conversaciones grupales sostenidas con los jóvenes, salvo en un par de puntos que se señalarán a continuación. Los elementos contextuales a los cuales se alude tienen diferentes magnitudes y fuerzas. Los que se mencionan más marcadamente son los siguientes. a) Cambio de época: Este punto se menciona con gran fuerza en el discurso de los políticos, pero no así en el de los jóvenes, situación que es fácilmente comprensible si pensamos que los políticos, particularmente los adultos, han sido formados en un tiempo anterior frente al cual pueden establecer comparaciones. Los jóvenes en cambio, han sido criados en medio de los elementos considerados centrales en esta nueva época, particularmente la tecnología y la revolución en las comunicaciones. 137 Cuando se menciona el cambio de época también se hace referencia a fenómenos como la globalización y el surgimiento de comunidades integradas (como es el caso de la Unión Europea), que han cambiado los patrones para relacionarse con lo público y para entender la política. De acuerdo a lo que señalan los políticos, los jóvenes y sus formas de asociarse habrían nacido en este nuevo escenario, mientras que los políticos adultos y sus organizaciones (los partidos) no habrían logrado aún adaptarse a estos cambios, situación que tendría gran importancia al momento de reconocer causas en el desencuentro de los jóvenes con la política. b) Modelo económico liberal: Guarda estrecha relación con el punto anterior, pero enfatiza el tema de hacer primar intereses individuales por sobre los intereses sociales y colectivos. Este elemento se menciona explícitamente en el discurso de los políticos, y en parte también se desprende del discurso de los jóvenes, especialmente cuando describen cierto malestar ante la preocupación de los políticos por las materias netamente económicas en desmedro de lo social. Es interesante señalar que este estudio fue realizado en medio de un contexto nacional bastante particular en aspectos como la política y la economía. En cuanto a lo primero, el ambiente de preparación de las elecciones presidenciales de diciembre de 1999 ha repercutido no sólo en algunas dificultades en el trabajo de entrevistar a los personajes políticos, sino también en una actitud bastante más sensible con respecto a la evaluación de la gestión del actual gobierno, como también de las ofertas que los distintos candidatos presidenciales dan a conocer en sus respectivas campañas. Para algunos de los jóvenes entrevistados, es inexplicable que haya políticos que estén más preocupados de atender a los intereses de los empresarios o de inversionistas extranjeros en lugar de ocuparse de los sectores marginados social y económicamente. Ciertamente, entre los temas que los jóvenes consideran que debieran ser atendidos por los políticos se mencionan una serie de políticas sociales, pero con especial énfasis las políticas educativas y de empleo, todas las cuales en alguna medida sienten que han sido dejadas de lado por cuidar otro tipo de intereses. En cuanto a lo económico, el actual ha sido un año particularmente complicado producto de una fuerte crisis que se ha traducido en depresión económica y aumento de la cesantía. Este factor, que en los meses de verano (cuando se realizaron los grupos focales) no era tan crítico como lo ha sido durante el segundo semestre, apareció de un modo muy peculiar en las conversaciones con los jóvenes. Al respecto, no dejó de llamarnos la atención la utilización por parte de estos (especialmente los jóvenes mayores de 18 años) de términos netamente económicos como 138 "productividad", "tasas de crecimiento", "nivel de precios" o "inflación", para hacer referencia a las relaciones de causalidad existentes entre la conocida "crisis asiática" y la necesidad de cuidar sus actuales puestos de trabajo. Muy relacionado con lo anterior, los jóvenes también dicen que otros de los aspectos que debiera atender la política son los equilibrios macro y microeconómicos, y la promoción de políticas que promuevan la equidad social de toda la población. c) Periodo de régimen militar: Del discurso de ambos actores se concluye que el quehacer político es una actividad que en este momento no tiene una alta legitimidad ni prestigio entre la población. Sin embargo, en el discurso de los políticos tal desprestigio es el resultado de una “campaña de deslegitimación de la política” realizada a partir del régimen militar por parte de actores como las Fuerzas Armadas o los medios de comunicación, siendo estos en gran parte los responsables de la mala imagen de que goza la actividad política actualmente. En el caso de los jóvenes en cambio la deslegitimación sería consecuencia del modo en que los políticos actúan, y en tal sentido serían ellos los propios responsables de tal imagen. Según señalan varios de los políticos entrevistados representantes de líneas de pensamiento tan diversas como RN o PS, a partir del régimen militar (gobierno para unos, o dictadura para otros), la actividad política habría sido caricaturizada y manipulada, perdiendo el carácter de servicio público. Por otra parte, se habría producido una polítización de las organizaciones, lo que junto con un desmembramiento de los movimientos sociales estaría incidiendo hasta el día de hoy en los bajos niveles de participación de la población. d) Falta de educación cívica: Aunque con diferentes énfasis, este elemento aparece en ambos discursos. En el caso de los políticos, se habla de un estilo de educación formal que entrega una visión sesgada y parcial de la política, y que refuerza la deslegitimación de la misma. En el caso de los jóvenes, éstos se quejan de la falta de espacios en donde poder conversar sobre “política” y las escasas o nulas herramientas que entrega la escuela para la formación de opiniones al respecto de estos temas. Según algunos de los políticos entrevistados, a la crisis de la educación se agrega también la de otros órganos socializadores como la familia o los mismos partidos políticos, quienes no estarían apoyando la formación de ciudadanos jóvenes. 139 e) Rol de los medios de comunicación (particularmente la televisión) en la formación de opiniones y expectativas: Este elemento es especialmente reforzado en el discurso de los políticos, en el sentido de reconocer que la televisión tiene un fuerte poder en la transmisión de imágenes que refuerzan valores individualistas y que llevan a que los jóvenes se formen expectativas que finalmente no podrán cumplir. Frente a este punto es importante rescatar una idea que fue mencionada en el análisis de prensa realizado en el marco de este estudio, que dice que los medios de comunicación tienen la capacidad de poner temas en la opinión pública y de dar relevancias diferentes según la forma en que presentan la información. Al incorporar los elementos del contexto, observamos que los políticos justifican la forma en que actúan los jóvenes diciendo que estos han sido socializados (ya sea por la escuela, los medios de comunicación u otros agentes) de un modo que promueve el desprestigio de la actividad política y que además, están inmersos en un modelo que favorece las conductas individualistas. Por otra parte, reconocen que las instancias políticas no han sido capaces de renovarse y que por lo tanto no resultan atractivas para los jóvenes. Dentro de este contexto los jóvenes no son del todo responsables del alejamiento que ellos mismos han tenido de la participación política tradicional. Por otra parte, los políticos dicen estar conscientes de la mala imagen que ellos tienen entre los jóvenes (la que es real, si se observa el discurso de estos últimos), sin embargo esta imagen nuevamente para ellos es comprensible y esperable, considerando los elementos del contexto de socialización y desprestigio del quehacer político en el que los jóvenes han sido formados. 4. Expectativas que cada actor se forma frente al otro Otro elemento que se puede rescatar de los discursos y que es muy complementario a lo ya mencionado acerca de las imágenes, es el tema de las expectativas. a) Expectativas de los jóvenes sobre los políticos: A partir del discurso de los jóvenes, podemos desprender la imagen que éstos tienen de los políticos y las expectativas que se forman frente a los mismos. En este sentido, inmediatamente podemos acotar que lo que los jóvenes esperarían que fuera un político es bastante exigente y contrasta con la imagen demasiado negativa que tienen de éstos, la que se forma como respuesta a lo que observan del quehacer de estos personajes en la práctica. Los jóvenes esperarían que los políticos fueran verdaderos servidores públicos, que se pusieran a disposición de la comunidad y que tuvieran la capacidad de 140 atender todos sus problemas. Para el logro de estas expectativas, sería necesario que los políticos modificaran la forma en que actualmente están ejerciendo la actividad política, saneando de este modo la mala imagen que de ellos tienen actualmente los jóvenes en el sentido de sacar provecho personal de los cargos que ocupan. Actor: Políticos Expectativas de los jóvenes: que los políticos sean personas cercanas a la comunidad, con capacidad de resolver sus problemas sin hacer discriminaciones. Cambio necesario: recuperar vocación de servidores públicos, demostrando eficiencia y probidad en el ejercicio de sus cargos. b) Expectativas de los políticos sobre los jóvenes: Por su parte, desde el discurso de los políticos se desprende que en las expectativas que éstos tienen de los jóvenes hay una idea de ciudadanos plenos, que sean responsables y activos en el ejercicio de sus deberes y derechos y, sobre todo, con un fuerte compromiso por lo público manifestado en la participación política. En este caso, es interesante observar que los cambios que debieran realizarse para que se cumplan las expectativas que los políticos tienen acerca de los jóvenes no dependen exclusivamente de estos últimos. Esto es coherente con lo que señalamos anteriormente acerca de que los políticos no responsabilizan a los jóvenes de su actual alejamiento de la política. Actor: Jóvenes Expectativas de los políticos: que los jóvenes sean ciudadanos responsables, capaces de organizarse y provocar cambios conducentes a construir un país mejor. Cambio necesario: asumir deberes y derechos que les corresponden, ocupándose activamente de los asuntos públicos a través de su participación política. 141 5. Imágenes sobre asociatividad juvenil los espacios de participación y formas de Otro aspecto frente al cual se puede hacer este análisis integrado es el referido a los espacios de participación y formas de asociatividad juvenil. Frente a este aspecto, también pueden hacerse observaciones sobre aquello que tiene o no connotación política. Lo primero que llamó la atención al hacer el análisis del discurso de los jóvenes fue la poca información que se entregaba sobre este tema. De hecho, el discurso que tienen los políticos sobre este punto da una imagen de un nivel de participación y organización juvenil bastante más alto que lo que dan a entender los propios jóvenes. De cualquier modo, del discurso de los políticos también se desprende que muchos de los tipos de asociación juvenil tienen un carácter informal y espontáneo. Esto quizá sea lo que hace que los jóvenes no reconozcan a espacios de participación informal (como la reunión con su grupo de pares) como formas de organización. Un caso particular quizá sea el de los grupos del sector Colón Oriente en la comuna de Las Condes. En este caso, una de las características más connotadas del sector es justamente la existencia de grupos de jóvenes con una dinámica de funcionamiento que algunos han asimilado a las pandillas. Este es el ejemplo más claro que se pudo observar de un estilo de organización informal, en donde la mística y las reglas de funcionamiento son tan fuertes como si estuvieran normadas legalmente. En el discurso de los políticos en un par de oportunidades de hace alusión a organizaciones de este tipo, señalando que incluso que éstas pueden llegar a estar muy cercanas a organizaciones bandálicas. Acerca de las organizaciones con connotación política, los jóvenes son enfáticos en declarar que sus estilos de participación y organización no son mi pretenden ser políticos. Muy por el contrario, les desagrada la idea de tener elementos comunes con este tipo de acción. Los políticos a su vez estiman que las formas de participación y organización juvenil no tiene connotación política, en tanto no obedecen a un proyecto de cambio de la sociedad y sus estructuras. El tema puede ser profundizado revisando la forma en que se está concibiendo la participación política. 6. Formas de concebir la política y la participación: Uno de los aspectos que resulta interesante de observar a partir de este estudio es la forma en que cada uno de los actores (o grupos de sujetos para cada uno de los actores) conciben la política y la participación. 142 En relación al primer concepto, los matices se mueven entre la forma de asegurar el orden y la estabilidad necesarias para la gobernabilidad del país (ejercicio del poder, representatividad de la autoridad, legitimidad, respeto a las normas, establecimiento de instituciones adecuadas, etc.) y la búsqueda del cambio social (crecimiento económico con equidad, manifestación de pensamientos diversos, pluralismo y tolerancia, etc.). POLÍTICA Orden y Estabilidad / / Jóvenes Cambio social Políticos Aun cuando estas formas de entender la política o “lo político” pueden ser vistas como polos de un continuo que va desde lo más estático y permanente a lo más dinámico y mutante, en los discursos de ambos actores los elementos ligados al concepto aparecen bastante equilibrados entre un extremo y el otro. Sin embargo, haciendo algunos matices, quizá el discurso de los políticos esté mas cerca a la idea de cambio, mientras que el de los jóvenes ocupa un lugar más central. De hecho, esto se ratifica fuertemente cuando los políticos dicen que las organizaciones juveniles no tienen connotación política porque no son portadoras de un proyecto de cambio (el punto es retomado más adelante). En relación al concepto de participación, éste es entendido como cualquier acto espontáneo en asociación con otro (y dentro de esto, es participación la formación de un grupo de pares) o como un acto consciente y voluntario que tiene cierta formalidad e institucionalidad (y dentro de esto, es participación la que se realiza a través de organizaciones y mecanismos formalmente establecidos). PARTICIPACIÓN Espontaneidad Inmediatez / Jóvenes / P Formalidad Permanencia Políticos De acuerdo a este eje, podríamos decir que para los políticos la participación puede adquirir ambas formas, pero claramente aquella que tiene una formalidad y permanencia es más eficiente. Según los políticos, los jóvenes estarían más cercanos a la participación espontánea e inmediatista. Desde el punto de vista de los jóvenes, nuevamente observamos que ambos aspectos están presentes, pero que, a diferencia de los políticos, las 143 organizaciones informales son tan válidas como las formales para el logro de objetivos como el sentido de pertenencia, la diversión, etc. Un análisis interesante aparece cuando ambos conceptos son combinados para dar contenido a lo que se llama “participación política”. De acuerdo al análisis de los discursos, la forma tradicional de concebir la participación política está en el extremo de la participación formal y permanente, que se orienta tanto a la transformación social como a la legitimación del poder y el orden vigente (que a su vez son los dos polos reconocidos para el concepto de política). Esto deja claro que las formas de asociatividad que son propias de los jóvenes no responden a un concepto tradicional de participación política y al mismo tiempo están bastante lejanas de las expectativas que tienen los políticos en relación a la participación política de este grupo etáreo. Sobre este último punto, es posible hacer algunos matices en relación al discurso de los representantes de diferentes partidos políticos, tal como se grafica a continuación. Opinión de los políticos sobre las organizaciones juveniles Informales y espontáneas Sí tienen connotación política No tienen connotación política UDI PH PPD PC RN DC PRSD PS El cuadro pretende representar una de las pocas diferencias que fue posible detectar entre los representantes de los 8 partidos políticos incluidos en el estudio. Si hubiera que hacer distinciones, la sensación general es que el discurso de los políticos de todas las tendencias tiene elementos que son muy uniformes, y que quizá los únicos que se apartan más marcadamente del resto son los que corresponden a los representantes del PH y de la UDI. Mientras que en general los discursos tienden a converger hacia los mismos puntos, en el caso del PH (que dice que las organizaciones juveniles sí pueden tener connotación política más allá de su forma y estructura) y de la UDI (que dice que las organizaciones de los jóvenes no son políticas mientras no tengan estructura y proyecto social) las opiniones expresadas son más radicales y más alejadas que todo el resto de una tendencia que, en el sentido amplio del concepto, podríamos llamar “concertacionista”. 144 Una posición también bastante radical, pero que para este tema de las organizaciones juveniles es más moderada que la del PH es la del PC. Observamos que entrevistados como Tomás Hirsh (PH) y Guido Girardi (PPD)12 incorporaron con mucha fuerza dos ideas que no tuvieron la misma resonancia en el resto de los entrevistados: una de ellas es un concepto de política ligado a un estilo de vida particular, con un fuerte componente ecologista y valórico. La segunda idea es la que se muestra en el cuadro anterior, que tiene que ver con el reconocimiento de formas de hacer política que rompen con los patrones tradicionales de institucionalidad y formalidad, entre las cuales se encontrarían algunas de las manifestaciones juveniles. Una opinión similar mostró un representante del partido comunista (Jorge Insunza). El resto de los entrevistados reconocieron la existencia de nuevas formas de participar entre los jóvenes, pero fueron mucho más conservadores a la hora de decir que las mismas son igualmente legítimas y efectivas que las formas tradicionales (particularmente los partidos políticos y el voto) para lograr objetivos políticos. Quizá sea interesante señalar que nos llamó la atención que dentro de este grupo de entrevistados, los que correspondían a los presidentes de las juventudes políticas resultaron ser un poco más conservadores que sus copartidarios adultos. 7. El voto como forma de participación política De los discursos de ambos actores se desprende que también existen diferentes formas de concebir al voto. Las opiniones van desde quienes reconocen que el ejercicio del derecho a sufragio es el mecanismo más efectivo para obtener algunos resultados, hasta otros que en cambio consideran que para el logro de los mismos resultados el voto es un canal ineficiente. En esta línea, quienes tienen una valoración positiva del voto lo consideran como una forma de participación política que permite manifestar opiniones acerca del grado de acuerdo o desacuerdo con respecto a la forma que se maneja el poder en la sociedad. El voto entonces es la forma mediante la cual uno delega en otro el derecho de representación de los propios intereses, y en la medida que esta persona o autoridad que ha recibido el voto responde o no a las expectativas del votante, el mismo mecanismo sirve también para ratificarlo y darle legitimidad, o por el contrario para manifestar el desacuerdo eligiendo una alternativa que sea diferente y produzca cambios. 12 Según lo declara el mismo entrevistado, Guido Girardi se define antes que político como ecologista. 145 Sin embargo, quienes tienen una valoración negativa del voto, particularmente los jóvenes, consideran que éste no es una forma real de participación ya que el acto de votar sólo significa opinar acerca de alternativas (en este caso candidatos) que han sido definidas por otros. En algunos casos, la imagen negativa del voto aparece contrapuesta a la idea de una consulta directa, abriendo el debate teórico sobre democracia directa o representativa. Por otra parte existen dudas acerca del grado de efecto que tiene el voto individual como mecanismo de cambio. En este sentido, el gesto de votar es más bien simbólico que efectivo. En último término, hay quienes opinan que son los candidatos electos los que hacen dudar de lo positivo del voto como mecanismo de participación política. Un buen número de jóvenes manifiestan que los políticos sólo se acercan a las comunidades en periodo de elecciones, y que por lo tanto la captación de votos es el mecanismo que ellos utilizan para acceder al poder y, una vez allí, atender a sus intereses personales. Desde este punto de vista, el gesto de votar significaría dar legitimidad a una persona que no está actuando como representante de la comunidad sino de sí mismo. Un matiz fue observado en el caso del discurso de los jóvenes militantes de algún partido político y de algunos jóvenes mayores de 18 años, en quienes estuvo presente la idea de que el voto es un deber ciudadano y que además es el argumento para poder pedir cuentas acerca de la forma de gobernar y legislar. El voto es una forma de opinar, pero también es una especie de mecanismo de control. En síntesis, las dimensiones que aparecen de los discursos con respecto al voto son las siguientes. Mecanismo que permite: Mecanismo que no permite: 146 • Generar cambios • Generar cambios (los candidatos hacen promesas que nunca cumplen, todo sigue igual) • Representatividad • Representatividad (no hay candidatos jóvenes ni pobres13) • Legitimidad • Legitimidad (los candidatos se corrompen una vez que llegan al poder) • Expresión de opiniones • Expresión de opiniones (las opciones por las que se vota son definidas por otros, no hay consulta sobre opiniones propias) Dentro de los matices discursivos, es claro que el discurso de los jóvenes es más cercano a esta segunda posición y que por lo tanto una de las formas de manifestar este aspecto es optar por no inscribirse en los Registros Electorales. Este último punto es uno de los que más desconcierta al gobierno, y justamente por eso fue interesante hacer un seguimiento a través de la prensa escrita de lo que fue la primera campaña oficial que buscó promover la inscripción de los jóvenes. Los resultados de esta revisión de prensa fueron claros en mostrar que los cerca de 87 mil jóvenes que se inscribieron antes de las elecciones parlamentarias de 1997, estuvieron muy lejos de igualar al total de jóvenes entre 18 y 24 años que debían ser motivados por medio de una campaña de 150 millones de pesos invertidos por el gobierno. Una situación similar ocurrió con la recién finalizada campaña previa a las elecciones presidenciales de este año, llamada “Jóvenes al 2000, con Todo Derecho”, después de la cual las cifras preliminares indicaban que se inscribieron no más 85 mil jóvenes de un total que sobrepasa al millón 400 mil jóvenes sin inscribirse. Sin embargo, frente a este tema caben varias lecturas diferentes, las cuales son avaladas a lo largo del estudio. Por una parte, el desprestigio de la política y la poca validación que entre los jóvenes tiene el voto como mecanismo de cambio y participación, explican la falta de interés por inscribirse en los Registros Electorales. 13 Este segundo elemento debe ser entendido considerando que el estudio estuvo focalizado en jóvenes de estrato socioeconómico medio bajo. 147 Por otra parte, es difícil hacer una afirmación radical, pero tal como lo afirman algunos de los entrevistados, pareciera que el problema de la falta de información está bastante superado y que en este momento el no inscribirse es una opción que los jóvenes toman tanto por falta de motivación, como por desagravio. En definitiva, es claro que para los jóvenes la campaña no es una buena estrategia de enganche. Si lo que se busca es que ellos tengan un acercamiento más estrecho con la actividad política tradicional, es necesario introducir cambios permanentes en los mecanismos e instituciones respectivas, que den cuenta de una real apertura e incorporación de los intereses y necesidades que este grupo presenta. 8. Oferta a la juventud y propuestas Según lo señalado a lo largo de los puntos anteriores, es claro que, más allá de que sea o no un problema de falta de interés, los jóvenes no se sienten representados ni atraídos por las organizaciones de la política tradicional, como los partidos. Al mismo tiempo, los propios representantes de los partidos políticos reconocen estar conscientes de no estar siendo efectivos en convocar a la población hacia sus organizaciones, ni están siendo capaces de renovar sus estructuras para hacerlas más atrayentes. Los políticos, junto con reconocer lo anterior, hacen notar que el discurso que ellos utilizan desde sus organizaciones partidistas no incorpora de forma especial a los jóvenes, ni tampoco contiene una oferta particular a la cual convocarlos. Para ellos los jóvenes son parte de una población general a la cual se le dirige un discurso homogéneo. El punto no deja de llamar la atención si consideramos que son los mismos políticos los que dicen que la población es heterogénea, y que sectores sociales como los jóvenes (grupo que a su vez también es heterogéneo en su conformación) requieren de propuestas específicas y dirigidas a atender sus intereses y necesidades particulares. La observación anterior acerca de la necesidad de plantear estrategias focalizadas en los jóvenes aparece en los discursos de los políticos haciendo alusión a los organismos del Estado y las líneas programáticas que de éstos se desprenden. Sin embargo, bien podría pensarse que el mismo requerimiento es aplicable a nivel de los partidos políticos, más aún si según los propios dirigentes entrevistados, las posibilidades de renovación de la actividad política pasan en gran medida por la incorporación de jóvenes líderes a las estructuras. 9. Forma de construir cada discurso Luego de haber hecho una mirada general a los distintos aspectos y matices de los discursos que fueron analizados, nos damos cuenta que la estructura que tienen y la forma en que se construyen varían entre uno y otro. Estas 148 diferencias se constatan en aspectos como los que se resumen en el cuadro y se explican a continuación del mismo. Es necesario tener presente que el ánimo de hacer este paralelo no es el de enjuiciar a los discursos de cada uno de los actores estudiados, ni menos aún el establecer que uno sea más válido o mejor que el otro. Discurso de los jóvenes Discurso de los políticos a) Es un discurso “reactivo” a) Es un discurso “justificatorio” b) Está construido desde la experiencia b) Está construido desde la experiencia y la teoría c) Está centrado en el presente inmediato c) Está centrado en el presente, pero haciendo alusiones al pasado (contexto) d) El discurso pareciera estar siendo construido a medida que va siendo exteriorizado d) El discurso pareciera haber sido elaborado previamente a) Efectivamente, tal como ha sido señalado en la recapitulación de los hallazgos centrales del análisis de los grupos focales, el discurso de los jóvenes en relación a la participación política es un discurso cuyos contenidos surgen como una reacción de desagrado ante la forma en que se hace política actualmente. Los jóvenes sienten que la política y lo político no los representa ni les atrae y por lo tanto su reacción es alejarse de todo lo que tenga este sello. Un ejemplo muy claro de este tipo de discurso es la frase “no estoy ni ahí con la política”, la que, como ya ha sido señalado, no puede ser entendida como desinterés sino como rechazo. El discurso de los políticos en cambio tiene un fuerte componente de buscar causas y justificaciones al actual desprestigio y falta de legitimidad de que sufre la actividad política en nuestra sociedad. Decimos entonces que el de los políticos es un discurso “justificatorio”. b) Por otra parte, la forma en que los jóvenes ejemplifican las ideas que quieren expresar es recurriendo casi exclusivamente a sus experiencias personales o a las que han vivido personas cercanas. De este modo, el discurso de los jóvenes tiene muchas alusiones a sus lugares de trabajo, a su trabajo con la comunidad y a la interacción que establecen con sus pares y sus familias, así como también a aquella información que reciben por medio de la televisión. 149 Los políticos en cambio combinan en sus discursos contenidos que aluden a sus experiencias como dirigentes y otros que dan cuenta de un conocimiento teórico sobre la política y la sociedad. De hecho, algunos de los entrevistados aluden a determinados autores o determinadas corrientes de pensamiento con la que se sienten representados. c) Así también, el discurso de los jóvenes está centrado en el momento presente, sin hacer mayores alusiones al pasado (salvo algunas excepciones que mencionan tangencialmente el tema de la dictadura militar) ni al futuro. El discurso de los políticos en cambio parte del momento presente, pero hace permanentes alusiones a la historia nacional y a acontecimientos mundiales, lo que les permite a ellos mismos contextualizar los acontecimientos y situaciones a las que están aludiendo. En este sentido, la mirada que se desprende del discurso de los políticos es una mirada más global que la de los jóvenes. d) Por último, durante la recuperación de los discursos fue posible observar que las conversaciones con los jóvenes fueron difíciles de iniciar y que en un comienzo fue recurrente el escuchar opiniones como “no sé”, ante los temas que se les proponían. Este tipo de comentarios de los jóvenes durante la realización de los grupos focales y otros como “nosotros no tenemos espacios para conversar estos temas” nos llevan a afirmar que muchos de estos muchachos nunca antes habían hablado de temas como lo que es la participación política y que, por lo tanto, sus opiniones iban siendo ordenadas como discurso al mismo tiempo que lo iban pronunciando. En este sentido, el de los jóvenes es un discurso bastante espontáneo y nuevo para ellos mismos. El caso de los políticos es muy distinto. Por una parte, todos los políticos entrevistados ocupan altos cargos de dirigencia pública, lo que los hace tener práctica como oradores. A esto se suma el hecho de ser militantes de partidos políticos, lo que los hace tener no sólo un cercanía inmediata con el tema sino también un necesario cuestionamiento previo acerca de los temas propuestos durante la entrevista. Todo lo anterior nos lleva afirmar que el discurso de los políticos tenía un mayor grado de estructuración conceptual y un menor grado de improvisación. 150 Anexo Nº 1 Listado de grupos focales realizados LOCALIDAD Las Condes ORIGEN LUGAR DE APLICACIÓN Urbano Grupo 15-17 años: Sector Colón Oriente Grupo 18-29 años: Sector Colón Oriente Melipilla Urbano Grupo 15-17 años: Sector Villa EMOS Grupo 18-29 años: Sector Villa EMOS El Bosque Urbano Grupo 15-17 años: Grupo 18-29 años: San Felipe Rural Grupo 15-17 años: Sector El Algarrobal Grupo 18-29 años: Sector Tierras Blancas Buin Rural Grupo 15-17 años: El Recurso Grupo 18-29 años: El Recurso Rengo Rural Grupo 15-17 años: Sectores Aledaños Grupo 18-29 años: 151 Anexo Nº 2 Listado de políticos entrevistados En definitiva, los entrevistados fueron (ordenados alfabéticamente según el nombre del partido o la institución a la que representan): Partido Político Nombre Cargo 1. PC Jorge Insunza Daniel Núñez Tesorero Presidente Juventud 2. DC Gutenberg Martínez Osvaldo Badenier Presidente Partido Presidente Juventud 3. PH Tomás Hirsh Vice Presidente 4. PPD Guido Girardi Cristián Bossay Vice Presidente Presidente Juventud 5. PRSD Anselmo Sule Mauricio Andrews Presidente Partido Presidente Juventud 6. RN Alberto Espina Paul Kromer Presidente Partido Presidente Juventud 7. PS Ricardo Núñez Genaro Cuadro Presidente Partido Presidente Juventud 8. UDI Juan Antonio Coloma Felipe Ward Secretario General Presidente Juventud 9. INJUV Lilian Urrutia Directora Nacional 10. Ministerio del Interior Ximena Gattas Jefa de Comunicaciones Entrevistas institucionales 152