El Inamovible - Hemeroteca Digital

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27 DE AGOSTO DE 1892. Director: 81NES1O DELGADO EL INAMOVIBLE Tenemos, á Dios gracias, un alcalde que nos viene á salir casi de balde! NÚH. 497- MADRID CÓMICO SUMARIO TEXTO: De todo un poco, por Luis TaboacU.—Sistemas de hacer comedias, III, por Fernando Manzano.—Paisaje y paisanaje, por Eduardo Bustillo.—La oración del matador, por José Estremera.—Un sueño raro, por Juan Pérez Ziíñiga.—La lucha por la existencia, por Antonio Montalbán.—Ellas, por Sinesio Delgado.—Las tontunas de Fermín, por Manuel Corral y Mairá.—Chismes y cuentos.—Correspondencia particular.—Anuncios. surables,"1) me dedican conciertos los comerciantes de Fig ueira j me disparan cohetes de colores y me dan serenatas que agr adezco de todo corazón, aunque no las merezco. Resulta, pues, el literato de Mérida mucho más papista que el Papa. Me censura porque ridiculizo las cosas de Portugal, y Iosportugueses, más razonables que el preinserto literato, me dan las gracias públicamente. Ate el Sr. Roger esta mosca por el rabo. GRABADOS: El inamovible.—Cartas.—Anuncios, por Cilla. *% Dicho todo lo cual—y ustedes dispensen que haya invertido en asunto tan baladí un tiempo precioso,—paso á decirles que lia llegado á esta población una excelente compañía de zarzuela española, de la que forman parte las tiples señoritas Petrolani y Yidaurreta, el tenor Sr. Tamargo. el baritono.Sr. Lafita y el bajo señor Lloret. Como director figura D. Ángel González, uno de los tenores cómicos más discretos que he conocido. Ya le quiaier ayo en Madrid para los días de fiesta, y lo mismo digo de los demás artistas que forman el quinteto de que me ocupo. La compañía inauguró la temporada con excelente éxito y obtuvo muchos y merecidos aplausos, y eso que nunca faltan espíritus superiores para quienes no hay nada bueno bajo la capa del sol. —¿Qué le parece á usted la compañía?—pregunto á un sujetocon cara de fiscal suplente. —¡Pchst!—responde haciendo un gesto de displicencia. Figueira. —Noto que es usted descontentadizo. —Es que yo he visto mucho. Un Sr. Roger, vecino de Mérida, cree, desdólas columnas de —¿Dónde? La Voz, que yo puedo ser un obstáculo para la unión de España y — En Jllescas. Portugal, y añade que mÍB chistes, «más ó meaos ingeniosos1) El amor á la patria llega á producir perturbaciones aun en la» (¡cruel!), resultan intempestivos y censurables. Si lie de decir verdad, yo no me opongo á que nossajuntemos,» personas mejor constituidas. Hay sujeto que oye cantar á la Nevada y dice con cierto acento ni lia entrado nunca en mis propósitos el do contrariar al Sr. Rodespreciativo: ger eu sus nobles aspiraciones. —No cauta mal, pero ya quisiera parecerse á la Merluza tti. Él supone que hay síntomas favorables á la unión ibérica desde el momento en que los meninos portugueses convidan á los meninos españoles & un baile en la plaza de Figueira. Podrá ser, y — Una tiple es fot/ata que cauto en mi pueblo el año pasado. bien sabe Dios que, si en mi mano estuviera, mañana mismo se Aquélla sí que tenía voz. En Isx Traciata dio una nota tan fuerte • firmaba el anhelado contrato fraternal, y en prueba de ello he que le rompió los anteojos al director da orquesta. Muchas nomandado á mi chico que so asee y se disponga á asistir á todos ches se ponía á cantar en la cama, y la oíamos en todo el pueblo, los bailes infantiles, con la dulce esperanza de que llegue un día tanto que ti alcalde tuvo que reprenderla, porque no dejaba desdiciéndome: cansar á los vecinos. —Papá, entre los chicos de la plaza hemos hecho la unión ibéMuchas personas creen que lo que han visto en su pueblo es lo rica á precios reducidos, sólo para dar gusto al Sr. Roger. mejor del mundo, y no transigen con que en Madrid haya tiples, Yo no puedo hacer más en pro de la idea salvadora «que ha de ni lombardas, ni cajetillas superiores á las suyas. —¿Por qué no va usted á oir á Tamargo? Es un tenor de lo pococonvertirnos en el pueblo más grande de la tierra,» y conste que no hago causa común con los Bragauzas y Borbones, dedicados, que hay. —Hombre, no me venga usted con músicas. En Villarronzal, según el Sr. Roger, á «mantener eternamente divididos pueblos por la feria, tenemos siempre compañía y estamos hartos de oir que ansian, con ansias infinitas, mezclarse y confundirse.» No ine relaciono con ninguna do ambas familias, y hago esta á los mejores cantantes. Tuvimos un tenor el año pasado que r declaración para que no crea el Sr. Roger que recibo inspiracio- además de cantar, sacaba muelas sin dolor con un sable y vendíaun específico para echar la solitaria. ¿Qué me va usted á decir á nes Buyas ó que ellas me escriben los artículos. mí que yo no haya visto en Villarronzal? Por no ser, ni siquiera soy monárquico. Á este, como á otros muchos bañistas que conozco, les vendrían, De modo que caen por su base las suposiciones de mi censor. No quiero vivir abrumado por la enorme pesadumbre de sus in- perfectamente las dos últimas sílabas del pueblo de referencia. culpaciones, porque en España hay gente que lo cree todo, y es Luis TABOADA. muy posible que alguien supusiera que, si no se hace la unión de España y Portugal, es porque yo me opongo. SISTEMAS DE HACER COMEDIAS —Pero, hombre—diría alguno,—¿ha visto usted esa Taboada? —¿Qué tiene? III —Que por culpa suya no se hace la unión ibérica. cuanto hay que tener, descanso, . Debo hacer constar primero, —¿Y á él qué le importa? y acariciando esta idea para que ustedes lo sepan, —¡Vaya usted á saber! Puede que quiera erigirse dictador que yo siempre he sido el hombre se pasan días y días sin escribir una letra, más holgazán de la tierra, aprovechándose del veraneo. pues así como hay quien goza por falta de asuntos, Después de todo, el Sr. Roger atribuye á mis chistes «más ó y6 bien bien por falta de fuerzas, mientras que trabaja y crea, menos ingeniosos» un alcance que no tienen. ¿Croe acaso que su el dar con uno mediano yogozo al pensar que puedo articulo, serio como colchón y estirado como un cuello postizo, tanto trabajo me cuesta trabajar en cuanto quiera. Pasan semanas y meses, va á despertar en los pechos lusitanos la noble aspiración de la que se me pasan los meses que me ocurra una idea. y los amigos empiezan unidad ibérica? ¿Cree que con sus frases poéticas han de sentirse sin Por fin tropiezo con una A pincharme y á decirme: halagados I03 hijos de Portugal? Pues se equivoca lastimosamen- que es mala, mediana ó bnena^ —¿Te has retirado? te el Sr. Roger. Á los simpáticos descendientes de Vasco de Gama pero que á mí me parece —¿No estrenas?: digna de tenerse en cuenta, —¿En qué piensa usted? les tiene sin cuidado el artículo de La Voz, y lo mismo piensan entonces me siento el hombre —¿Te has ellos en uniones ibéricas que pienso yo en ponerme el capello car- ymás dichoso de la tierra. —¿Te has cortado la coleta? denalicio. —¡Tengo un asuntol me digo,. V, herido en el amor propio, Y en cambio, á mí, con todos mis defectos y mis «chistes cen- y como si ya tuviera doy desarrollo á la idea - \JM POCQJJF ¿•••' MADRID CÓMICO trabajando en todas partes: en Apolo, en la Zarzuela, en los cafés, tn paseo, en la cama y t n la mesa; y hago el plan tan detallado que igual la cuento á cualquiera, . después de acabarla, que antes me cSaberás decomo la rramoaa seba á casa Con el igo il TÍO pascaalpn, porque iceqae tu no la esqnirbes donque íuites al ser bicio.» leche i portador de la presante es un mosca que se ero.pefi» en que le dé para ti una recomendación. Se la dov P«ra quitármele de encima, pero me tiene sin cuidado •tpw 1* eches con cajas ^»=<•«•">niadnn...? MADRID CÓMICO Así es que en la sacristía al hortelano esparjtó, — Muchas gracias. porque el pobre ho contó Después me encontré al ama que me crió. La pobre mujer iba muy poco dinero entraba, porque nadie se casaba con un huésped como aquel. llorando de. alegría. y porque nadie nacía. Y aunque era insignificante —¿Qué es eso?—le pregunté. Y ti sacristán del Batán el putblecillo, es lo cierto —Que me ha tocado un espeso marofico. no supo qué tra peor, que para arrasar el huerto — ¿Quién es? hubo en el pueblo bastante. si ti hact-r de enterrador, —-IÍI arzobispo de Toledo. Y plantas, hojas y matas ó el hacer de sacristán. — Yaya, pues que sea enhorabuena. el huésped fue conquistando Pero un día coteruplaba Y poco á poco fui encontrándome parejas verdaderamente exy poco á poco ocupando que era grande el campo santo, trañas. el lugar de ¡as patatas. El sereno de mi calle conducía del brazo á D." Kmilia Pardo y calculando que lanío para tan poco sobraba, liazán. Al fin torció de camino vio en ello su sruvación con el hambre satK>ii cha... 1£1 doctor Tolosa Laíour á una confitera de Yiti^udino, muy y se le ocurrió aqu<;l >iía ri coMa de una cosecha chata. la rareza. 6 la tnanúi, de tomate y de pepino. Mi planchadora iba con Canilla dando?;' 1ono. Mi padre me participó que mi madrastra era una linda horcha- de qne ya se hLo mención. I.a cual manía tra abrir tera de Alicante. Cuando lodo se calmó y vieion días risueños Julián Hornea me presentó á su nueva esposa, que era nada un huerto en aquel terreno, <¡ue por lo baldío y bueno los contados lagareííos menos que Sor Dominica de la V¡\\/. religiosa descalza. que el cólera respetó, A mi amigo Cosme Tafilete, que caminaba per la calle de Al- tendría que producir. el sacristán sonreía, calá mollino y malhumorado, le pregunté qué ie sucedía. Y poco á poco plantó porque todo lo perdido —Nada, hijo —me contestó. — One acabo ¡le caer... ('con quién lo que la época exigía, Cn el huerto, fue cogido dirás.? y el hortelano cogía de sobra en la saciisti'a. lo que el chupa-cinos r.o, —¡Qué sé yo! Y bendiciendo la ciencia, logrando de cala manera — ¡Con mi mujer!... ¡Con la misma de siempre! que por tan extraño modo la dicha de la morada, -Paciencia, chico. le dio resuelta del todo por tener asegurada Diri&íme á la peluquería y hallé al maestro dándose á los demonios. ¡Le había unido la suerte con una conocida señorita de la la cotidiana puchera. la lucha por la existencia, Y en paz vivía el maniático, calle de Jardines! el sacristán del Batán Ya de regreso en mi casa, me detuvo la portera para comuni- haciendo vida tjemplar, exclamó: Yo siempre gano: cuando llegó á su lugar carme su satisfacción. ¿Que no hay cólera? Hortelano. ¿Que hay cólera? Sacristán. —¿Con quién ha emparejado usted.'-le pregunté. el cólera morbo aMábco. — Con Porta!, el famoso pelotari. El huésped aqiiL-i, cruel, ANTONIO MONTALBAN. —'Vamos, usted está destinada á ser siempre señora de portal. —Tiene usted razón. —Pues me alegro muellísimo. ELLAS —Gracias, señorito. —No, lo á\'¿o porque asi dejará usted la portería y todos viviAl llegar á los postres de una comida remos muy felices. delante de tres hembras-como tres soles, Tarea interminable sería la enumeración de los encuentros que entre dos caballeros de la partida tuve y las noticias que recibí. surgió una pelotera de tres bemoles. Y á todo esto yo no sabía de cierto con quién había caído, pues Federico, que tiene fama de tuno precisamente faltaban datos respecto al sorteo efectuado en mi con puntas y ribetes de escepticismo, zona. y que, habiendo bebido más que ninguno, .Ello es que hubo no .sé qué confusión de nombres y se dudó si era capaz de armarla consigo mismo, mi criada Teresa (joven y guapa ella) me había correspondido á sostenía, gritando como una fiera, mí por casualidad, ó le había tocado en suerte al ministro de la que todas las mujeres son unas tales Guerra. Pero éste se adelantó á tomar posesión de Teresa, y yo, y se debe tratarlas de tal manera amoscado, traté de arrebatársela á puñetazo limpio. Gracias á que nunca las envidien los animales; que el ministro me tenía mucho miedo y ve achantó por la buena; que eugaíiarlas es gracia más que otra cosa, pero el caso es que yo me quedé sin saber de cierto quién era mi que quererlas de veras es desatinó señora. m MÁI.OOO FINAL Yo (dormido corno un ceporro)-—¡Pero Dios mío! ¿Quién será la mujer que me ha tocado en suerte?... ¿Será Teresa?... ¿Será la buñolera de la esquina?... ¿Será alguna domadora de serpientes?... ¿Será la duquesa de ¡a Torre? La criada (golpeando con los nudWos la puerta de, mi alcoba).— Tras, tras. Yo (soñando).— ¿Quién demonios será mi esposa? La criada (desde el pasillo)—Soy yo, señorito. Yo (comenzando á despertar).— ¡Qué oigo! ¡Teresa! ¿De verás eres tú la mujer que me ha tocado? TAI criada (ruborizándose svperjicialnu-nte).— ¡Señorito, por Dios! ¿Tocarle yo á usted? ¡Si no he pasado de la puerta!... Yo (completamente despierto).— Tienes mucha razón- Pero, calla, ¿dónde está la señorita? No la he sentido levantarse. La criada.—Pues está en ti comedor, con un ojo hinchado de resultas de un puñetazo de usted. Yo (incorporándome)-—¿Qué me dices? La criada.—Que aquello ya no es un ojo, es una pelota de Modesto Sáinz, de Pamplona. Yo (gimiendo). — ¡Pobre esposa mía! ¡La habré lastimado cuando el ministro de la Guerra te arrebataba de mis brazos! La criada. —¡Ave María purísima! ¿Pero está usted loco? Yo (poniéndome el calcetín izquierdo).— Be me figura que sí. JUAN PÉREZ ZC'ÑIGA. y que siempre valdría 1?. más hermosa nu nos que una botella del peor vino. Y Sinforoso, un joven fino y galante, usando en la disputa frases prudentes, guardando mil respetos al contrincante, defendió á las muchachas allí presentes. Enalteció los goces del amor santo, dijo cosas muy buenas de las señoras, y juró que servirlas era un encanto y un deber defenderlas á todas horas... Pero de tal manera subió de punto la cuestión suscitada delante de ellas, que al cabo intervinieron en el asunto los cuchillos, los platos y las botellas. Y al final de la broma se arregló un duelo; se salieron al campo de madrugada, y el pobre Sinforoso quedó en el suelo medianamente herido de una estocada. Al saber á otro día las tres testigos el lance de que fueron causa inconsciente, se fueron á las casas de los amigos para hacer comentarios extensamente. — Sinforoso (decían), ¡qué generoso! ¡qué atento! ¡qué galante! ¡qué guapo chico! En fin, se hicieron lenguas de Sinforoso... ¡pero fueron amantes de Federico! SINESIO DELGADO. i LA LUCHA POR LA EXISTENCIA LAS TONTUNAS DE FERMÍN CUENTO El sacristán del Batán (u n pueblo de lo peor) er a un tiempo enterrador á la vez que sacristán, y dio en la extraña manía de tomar el cementerio un poco menos en serio qu e tomársele debía. Es verdad que la» gabelas en la iglesia no abundaban y escasamente le daban de comer al rapa-velas. Y es más cierto y más verdad que era el pueblo tan pequeño que el morirse un lugareño tra una casualidad. Al bueno de don Severo (párroco de Albarracín) le robó el tonto Fermín un magnífico carnero. Mucho el cura se enfadó al averiguar la hazaña, y quiso saber con maña quién fue el que se lo robó. Sin que nadie sospechara el móvil que pretendía, mandó á su feligresía que al panto se confesara. Y como en aquel lagar respetaban al buen cara, no quedó una criatura que no fuese á confesar. MADRID CÓMICO A todos la absolución les dio el párroco ladino, pues no encontró ni un vecino que resultase ladrón. Así es que no pudo al fin indagar quién le robó, porque á todos confesó menos al tonto Fermín. Pero á éste, como era bobo, no lo quiso confesar, pues no pudo imaginar que fuese el autor del robo. No obstante, llamólo un día y el tonto fue diligente, y confesó lo siguiente al cura en la sacristía: —Padre, para principiar, ¿qué es lo que tengo que hacer? —Muy sencillo: responder á lo que he de preguntar. ¿Díme, hijo mío, á tu madre al respeto le has faltado? —¿Y usted?—Yo nunca, ¡menguado! —Yo entonces tampoco, padre. —¿Hiciste alguna locura con las moias del lugar? —¡Y usted?—Yo... no puedo hablar. —Yo tampoco, señor cura. —Vamos á ver, pon cuidado y contesta la verdad; díme con sinceridad si alguna cosa has robado. —¿Y usted? —Hombre... te diré: cuando mozo, por mi mal, entré un día en un corral y un carnero me llevé. Pero aquello se arregló porque yo me arrepentí, el carnero devolví y el confesor me absolvió. —¡Por Barrabás, buena acción! Pues si usted robó un carnero, me voy de aquí, que no quiero confesar con un ladrón... MANUEL CORRAL Y MAIRÁ. CHISMES Y CUENTOS El programa de los festejos acordados por el Ayuntamiento ha obtenido un éxito tan feliz que, alarmadas justamente la opinión y la prensa, han puesto el grito en el cielo, y los señores concejales se han visto obligados á volverse atrás. Se ha hablado de la redacción del programa, de la supresión de festejos... de todo menjs de la dimisión. Al fin y al cabo, parece que se prescindirá de algunas de las partidas consignadas en el presupuesto que más escandalosas han parecido á todo el mundo y quo subsistirán otras, con las cuales nadie se ha metido. Entre estas últimas ;oh dolor! está la referente á la tirada de carteles anunciadores, y sobre ella voy á decir yo cuatro palabritas. Verán ustedes. Se trata de hacer una tirada de 6.000 carteles grandes y 3.000 pequeños del proyecto premiado, y 3.000 del que ha obtenido el accéssit. El Ayuntamiento ha destinado á este objeto, que bien puede llamarse benéfico... para el contratista, la cantidad de 46.000 pesetas. Ni un céntimo menos. Ks decir, que quiere que cada cartel le cueste á cuatro pesetas, próximamente, chico con grande. Y... vamos á echar cuentas. Supongamos que los carteles grandes son tan grandes que cada uno lleva tres pliegos; supongamos que el papel es tan superior que cuesta diez duros cada resma de quinientos pliegos; supongamos que los carteles pequeSos tienen un pliego cada uno del mismo papel, y que los del accéssit son también pequeños y, por consiguiente, salen á pliego por cartel ó á cartel por pliego. Resultará que hacen falta: para la tirada de los 6.000 grandes 36 resmas, para la de 3.000 pequeños 6 resmas, y para la de los 3.000 del accéssit otras 6. Total, 48 resmas á diez duros (y cueata que es mucho poner, porque con cinco habría bastante) importan 2.400 pesetas. Ya tenemos el papel. Vamos á suponer ahora, gastando como príncipes rusos, que las tiradas de todos los carteles se hacen en diez colores, lo cual es el summum de la calaverada, y que el litógrafo lleva, por ser para el Ayuntamiento, 7,50 pesetas por resma y color; y digo por ser para el Ayuntamiento porque ya me lo harían á mí por cinco pesetas; resaltará entonces una tirada efectiva de 480 resmas, á siete pesetas cincuenta céntimos, que importará 3.600 pesetas justas y cabales. Resumen, para no cansar: Importe del papel, tirando de largo Importe de las tiradas, ídem de ídem TOTAL'. . . 2.400 3.600 Pesetas. 6.000 Y como el Ayuntamiento ha consignado 46.000 pesetas y no entra en la cuenta el pago de los dibujos originales, resultará que quedan para los dibujantes coloristas, propinas de mozos de la litografía, etc., etc., 40.000 pesetas. ¡Que es quedar! Entre las ruinas de un templo de Zaragoza se ha encontrado un cráneo atravesado por una bayoneta. ' Y dice un periódico: «El recuerdo ha resucitado en los zaragozanos aquella página de color patrio que simboliza la figura de Palafox envuelta en nubes de pólvora.» jEn qué quedamos? ¿La página de color patrio simboliza la figura de Palafox, ó la figura simboliza la página, ó las nubes simbolizan el cráneo atravesado, ó cuál es aquí el símbolo? Lléveme o dtmo si entiendo una palabra. La Gacela acaba de publicar un real decreto poniendo en circulación las nuevas monedas de oro de veinte pesetas con el basto de Alfonso XIII. Ya ven ustedes que la misma Gacela manda que circulen. Pues ¿cuánto vamos á apostar á que no circulan? Hablando del viaje de Zola al santuario de Lourdes, dice un corresponsal tt'egráfico: «Hasta ahora nadie le ha reconocido, pero se teme qae alguno se ap ;rciba de su personalidad, y entonces la cuestión podría tener un desenlace funesto...» Y más abajo: «El literato se distingue de los demás peregrinos en que lleva en el ojal el distintivo de la cruz roja.» Pues más claro... agua. No parece sino que usted y él andan buscando el desenlace funesto. Quisiera que fueses muda, yo sordo como una tapia, y estar besándote luego hasta oirtc- decir:—¡Basta! j . RODAO. Por si á alguno se le ocurriera negarla importancia del descubrimiento de América, copio á continuación un suelto de un periódico mejicano. Dice así: «Mañana deberá unirse con las cadenas de oro del matrimonio en la ciudad y puerto de Progreso nuestro ilustrado amigo el dulce, el inspirado poeta C. R. con la cariñosa enamorada de su alma soñadora, con la simpática y bella C. A. Que la encendida estrella de la ansiada felicidad alumbre la senda de los enamorados esposos.» Esto es miel hiblea, y lo demás es conversación. ¡Benditas sean las carabelas! Libros: Atmmaqiu civil de librepensadores, para 1893, publicado por El Porvenir Editorial, con la colaboración de distinguidos escritores, é ilustrado con infinidad de dibujos. Precio: 1,50 pesetas. Entre doctores, juguete cómico en un acto y en prosa, original de don Joaquín Abati, estrenado con gran éxito en el Teatro de Lara á fines de la temporada anterior. •ilt!» CORRESPONDENCIA PARTICULAR Cambrino.—Pues mire usted, cuando haya un concurso para premiar el peor soneto, envíe usted ése. ¡Y no habrá quien le ponga el pie delante! Paysardo.—Todo lo cual será auténtico efectivamente, pero no tiene nada de particular, como usted comprende. Un chiflado.—Los dos botones que me manda para muestra son bastante medianos. Y error no se escribe con h. Palitos y palotes.—Tampoco puedo aprovechar ningún cantar de esos. Sr. D. A. B.—Vaya, por complacerle publicaré el principio: <í Cielo azul blanca la estrella que me guía sin saber mi destino; mi camino he empezado ha recorrer...» Pero ¡ay' no puedo publicar más. A\ ro.—Tampoco hemos dado en el clavo esta vez. Sr. D. J. G.—Sevilla.—El sitio adonde hay que dirigirse para pedir el catálogo, se indica al final del mismo anuncio en letra cursiva. La Romera.—Sí podrá nsted enviar otras más largas; lo que dudo es que pueda usted enviarlas peores y con menos ortografía. Un aragonés.— Fundamento y fundamento son demasiado consonantes entre sí. Aparte de eso, el epigrama tiene poca miga. Sr. D. R. M. B.—También paredes y paredes adolecen del mismo defecto, ítem más. No creo que se llame nadie Azcaredts de apellido... pero no me atrevo á jurarlo, porque la semana pasada dije que Pro no se llamaba nadie, y el interesado, que por lo visto es hombre de gracia, me ha remitido la lista de una Guia en que figuran varios Pro, vivos y sanos; cosa que me ha llenado de asombro. K. D. Te.—Sí; encaja, y se publicará, Dios mediante. D. Cintas.—Resultan demasiado inocentes ambas. Mondragón.—H ésa también; con el aditamento de qae la versificación no se recomienda por sí sola. El moro Tarfe.—¿De veras cree usted que hablando pestes de la suegra al final ya resulta festiva la composición? ¿De veras cree usted que beso se escribe con v? ¡Pues Alá el poderoso le saque á usted de entrambos errores! Mamarrachero.—El principio no está mal, en mi humilde parecer. ¡Qué lástima de final, qae lo echa todo á perder! Pepita Piporro, —Vuelva usted á remitir con su firma la primera y última humoradas, y se publicarán inmediatamente. Falipilo.—Tendría gracia si no estuviera tan dilaído el asunto. Hay los números que usted quiera. MADRID, 189».—Tipografía de MANUBL G. HKBNANDEZ, impretor déla Real Can. Libertad, >6 duplicado, bajo. MADRID CÓMICO Lit Madrid Cómico, Jesús del Valle, 36 ANUNCiOS ¿Qué tendrá el cognac fino de Moguer, que a todM las ñoras se deja beber? Sobrinos de Guinea, Carreta», 27. Yo me mareo, ¡Cuestan los abonos A afeitarme voy me siento mal... cincuenta pesetas casa de Tomás, ¡Dadme anisado porque no hay salón y se atraca uno de El Iniparciaí oue me guste mas de ricas chuletas! Las Tulltrias.—MatuU, 6. VktnU Loba.—Zaragata. Alcalá. 40. El amigo Torregrosa se ha comprado un pantalón inglés de Pesquera. ¡Cosa que excita la admiración! Magdalena, SO. ¡Este Tino es un tesoro! Ful á su casa cuatro días, y me ha puesto las encías como los chorros del Oro. Mayor, 73. Las camisas de esta casa son de une dase tan buena que por ».qul nadie pasa sin comprar una docena. Martínez—-San Sebastián, 2. GRANDES DESTILERÍAS MALAGUEÑAS COGNACS SUPERFINOS ¿9. REGISTRADA ¡Huid, engendros ruines de mente acalorada, fantasmas y vestiglos de forma singular! ¡Huid, que vuestras iras no se me importan nada, pues tengo una camita comprada en el Bazar! Flota de la Cebada, 1. JIMÉNEZ Y- LAMOTHE MÁLAGA-MANZANAUBS - CHOCOLATES Y CAFÉS i DK LA í COMPAÑÍA COLONIAL IÜIMCIB - TAPIOCA, TÉS seis meses y en «' oxtranjero por menos de un afiu. Pago adelantado, en libranzas del Giro mutuo, letras de fac>' cobro ó sellos de franqueo, con exclusión de ios timbres móvil**' PRECIOS DI VEIT1 Un numero corriente, 15 céntimos.—Idam atrasado, 5 0 . A corresponsales y vendedores, 1 0 céntimos número. "" SIDACOIÓN 7 ABMfflXSTBACIÓK; PwiníuUr, 4., primero áerseb*' Teléfono núm. 2.160. DESPACHO: TODOS LOS DÍAS DE UlKZ A ODATEO