Cristobal Del Castillo, ¿arquitecto O Maestro Cantero Del Siglo Xvi? El Ejemplo De La Portada De La Parroquia De San Miguel De Jaén.

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CRISTÓBAL DEL CASTILLO, ¿ARQUITECTO O MAESTRO CANTERO DEL SIGLO XVI? EL EJEMPLO DE LA PORTADA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE JAÉN. CRISTÓBAL DEL CASTILLO, ARCHITEC OR MASON TEACHER OF THE 16 TH. CENTURY? THE EXAMPLE OF THE PARISH SAINT MICHAEL´S COVER IN JAÉN Trabajo inédito. Fecha de entrega: Octubre 2011 Fecha de aceptación: Noviembre 2011. BIBLID: [1886-9904(2011);5;47-51]. Palabras clave: Vandelvira, del Castillo Arte del Renacimiento. Keywords: Valdelvira, del Castillo,Renaissance’s Art . Identificadores: Arquitectura, Renacimiento. Topónimos: Jaén (España) Período: Siglo XVI. DR PABLO JESÚS LORITE CRUZ Doctor en Iconografía por la Universidad de Jaén y Experto Universitario en Gestión del Patrimonio por la UNIA. No pertenece a la Asociación. Resumen. Este artículo habla de un supuesto arquitecto del siglo XVI (Cristóbal del Castillo) que trabajó en la diócesis de Baeza-Jaén, posiblemente a la sombra de Andrés de Vandelvira. Concretamente trataremos la portada de la parroquia de San Miguel de Jaén. Abstract. This article talks about an alleged architect of the sixteenth century (Cristóbal del Castillo) who worked in the Baeza-Jaén´s diocese, in the sadow of Andrés de Vandelvira possibly. We´ll cover the San Miguel´s church in Jaén´s town specifically. 46 Claustro de las Artes, J., 5; 2011, Claustro de las Artes, J., 5; 2011, 47-51 47 LORITE CRUZ, PABLO JESÚS CRISTÓBAL DEL CASTILLO, ¿ARQUITECTO O MAESTRO CANTERO DEL SIGLO XVI? EL EJEMPLO DE LA PORTADA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE JAÉN. CRISTÓBAL DEL CASTILLO, ¿ARQUITECTO O MAESTRO CANTERO DEL SIGLO XVI? EL EJEMPLO DE LA PORTADA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE JAÉN. En 1536 “el viejo” pierde el favor de Vandelvira6 que por aquellos momentos todavía no era un arquitecto verdaderamente consagrado. En principio podría parecer un dato irrelevante, pues siempre se ha considerado que los Castillo estuvieron a la sombra del maestro de Alcaraz. El problema se basa en que personalmente consideramos que ha existido una centralización muy fuerte hacia dicha figura en la arquitectura del siglo XVI en la diócesis de Baeza-Jaén. Es cierto y lógico, pues él era el maestro mayor de las dos catedrales, quien diseñó la catedral de Jaén y reestructuró totalmente la de Baeza, realizó la famosa capilla de los Benavides en esta ciudad, así como la sacra capilla de El Salvador, el hospital de Santiago y los palacios de Vázquez de Molina y Vela de los Cobos en Úbeda. Es una producción difícilmente superable, pero en todas las obras menores que igualmente se le atribuyen o incluso se afirman que son suyas, ¿es verdaderamente cierto o habría que estudiarlas o investigarlas más detenidamente? Ésta quizás sea la idea principal por la cual nos hemos fijado en Cristóbal del Castillo, pues cabe la posibilidad de que una de las que se han considerado de las principales obras del genial arquitecto posiblemente no sea suya. Nos referimos a la portada de la parroquia de San Miguel de Jaén. Se trata de una obra que ha sufrido muchos avatares, pues en principio al igual que pudiera pasar en San Ildefonso es una portada renacentista añadida a un templo gótico que por su planta se convertiría en la fachada principal, en este caso ubicada en el lateral del evangelio. Por diversos avatares que no es necesario contar, el templo se suprime y es abandonado, convirtiéndose en una ruina hasta la actualidad. La portada fue desmontada y trasladada de éste en 1916 para presidir un patio techado que se considera como la sala principal del museo provincial de Jaén. Está instalada justamente detrás de donde actualmente se exponen los restos del santuario ibérico del Pajarillo. La primera pregunta que deberíamos hacernos es por qué se produjo este traslado. En principio, el arquitecto Florez Urdapilleta estaba enamorado de la obra (más adelante daremos su opinión sobre la misma), cuando estaba construyendo el edificio del museo. La puerta en aquellos momentos seguía encontrándose en la derruida iglesia, quizás porque su belleza había disuadido a los demoledores a terminar con ella. Daba entrada al solar en que se había convertido la nave, que por aquellas fechas era propiedad de Antonio de Alcázar Martínez, quien se lo había comprado a Bernardino Maroto, que a su vez lo había adquirido en subasta. José del Prado y Palacio le pide que la puerta forme parte del nuevo museo. Éste accede desinteresadamente y Florez Urdapilleta la desmonta e instala en el patio central de la galería, que estaba en construcción.7 Por ello en la actualidad la obra parece encontrarse en su lugar original. La portada, coronada por San Miguel, siempre ha estado en gran estima. De hecho, en la revista Don Lope de Sosa se conserva la noticia de la apertura de expediente para ser declarada monumento artístico: A propuesta del ilustroso y celoso concejal D. Inocente Fé Jiménez, el Ayuntamiento de Jaén aclaró mover el expediente para que sea declarado monumento artístico la portada de la derruida iglesia de San Miguel, de Jaén, primorosa joya del Renacimiento que mandó edificar el obispo D. Diego de los Cobos y de la que se supone, fundamentadamente, que sea autor Andrés de Vandelvira. De este modo siendo aquel solar y aquella portada de propiedad particular, no podrá enajenarse la obra artística sin que se ejerza el derecho de tanteo por el Estado, la Provincia o el Municipio. Felicitamos al Sr. Fé por este nuevo acto suyo en pró de cuanto sea progresivo y beneficioso.8 Como podemos ya a principios del siglo XX se supone que es de Vandelvira, pero no se afirma. Es mucho lo que se ha escrito sobre ella. Por ejemplo, una interesante descripción la encontramos de nuevo en la citada revista en 1913: En lo más alto de la portada está la estatua de San Miguel amenazando con la espada en alto al ángel de las tinieblas, y es tan simple y propio este remate, que corona de una manera completa el efecto del conjunto. No hay en toda la portada cosa que revele descuido; todo está finamente decorado, y es tal la delicadeza de cada flor, de cada hoja, de cada tallo en los intradós y paramentos del arco, que parece raro no las mueva el más templado soplo de la brisa.9 Otra interesante opinión en la citada revista, obra de Florez Urdapilleta, es la siguiente: Por la armonía que existe entre la traza, el ornato y la escultura, esta portada es quizás el trozo de más unidad arquitectónica que hay en Jaén. El que lo concibió y ejecutó era, sin duda alguna un arquitectoescultor á (sic) la manera como lo fueron todos aquellos hombres del Renacimiento que, sintiendo en su corazón el aliento de una raza que llegó a las cumbres del poderío y del arte, estudian y reproducen las formas que aquél (sic) arte tuvo, dándole algo del espíritu de la nueva sociedad en que se desarrolla, acomodando esas formas a la religión y a las costumbres y creando por fin un arte que es sublime por el genio de centenares de artistas entre los que destacan las colosales figuras de Leonardo, Rafael y Miguel Ángel. (...) La portada de que nos ocupamos suele clasificarse aquellas obras de arte en que existe un gran respeto á las formas romanas (...) Como se ve es un sistema mixto de arquitectura alquitravada y abovedada (...) Las ideas de composición que se emplean en esta portada, son la copia servil de que los romanos hicieron en los arcos de triunfo y en los arcos análogos (...) (Vandelvira) sintió más las reglas y preceptos dados por Vignola y así produjo esta obra, que repitiendo lo que digo al empezar, es un trozo de arquitectura de gran corrección y de armonia en la traza, el ornato y la escultura. ¿El cuerpo superior es de la misma época?¿Es posterior? Creo que sí.10 Respecto a la fecha de finalización de la portada, bascula entre 1560 y 1561, puesto que los únicos libros de fábrica conservados de este templo comienzan en dicha fecha. Los pagos finales de la obra se hacen de una manera muy fraccionada y consecutiva, como son claramente indicados, siendo los de los últimos meses de 15000 maravedís.11 Todos los pagos tienen una estructura igual, que comienza: Portada: Ytem se le descargan quince mill maravedis que dio e pago a los dichos Cristóbal del castillo e sus compañeros siga en quenta de la dicha portada (...). Tan sólo varía el último con la siguiente aclaración: hasta acabar la dicha portada como paresce en libro de gastos. Como se puede observar, son pagos no realizados a Andrés de Vandelvira, sino a este maestro cantero que posiblemente estuviese bajo las directrices de Vandelvira. Es muy extraño esta gran cantidad de dinero que recibe y el hecho de que se nombre a sus compañeros, como si mandara sobre un equipo, de donde se deduciría que se trataba de un gran maestro cantero, de los que eran bien pagados, y que Vandelvira trazó como maestro de la catedral que era, pero que la mano ejecutora fue Cristóbal del Castillo. Por ello, cabría preguntarnos: ¿Quién es el verdadero diseñador? ¿Quién ideó la forma, Vandelvira o del Castillo? En principio, debemos de pensar que la maestría del diseño, claramente basado en el Renacimiento, debía de salir de una persona tan culta en arquitectura como era Vandelvira. Creemos que nadie se ha atrevido a certificar con absoluta seguridad la puerta. El doctor Galera Andreu duda diciendo: Obra vandelviriana, piensa Chueca, debe ser la portada de San Miguel de Jaén.12 Sin embargo no hay duda de que las trazas son vandelvirescas. En otra importante obra nos dice este historiador: Las columnas de orden corintio, siempre cortas, muestran los característicos bastones alternantes. Otro detalle muy vandelviriano son los dados geométricos que rematan los ejes columnarios.13 Quizás la única atribución afirmativa sea la del deán Martínez Mazas en el siglo XVIII, aunque algo debió de dudar: Las Iglesias de Parroquias se hallan todavía en aquel sobre estado de la fundación, excepto alguna portadita arreglada que se añadió después como la de San Miguel por mano, ó dirección de Vandelvira.14 Está formada por dos cuerpos; en el inferior un arco de medio punto daba acceso al templo; a los lados dos podium levantan dos columnas pareadas de orden corintio con su respectiva pilastra interior del mismo orden, que en los intercolumnios presenta dos hornacinas superpuestas. Claramente, es una solución de Vandelvira, que se puede observar, por ejemplo, en la portada principal de Es común que dentro del mundo del arte constructivo siempre nos fijemos en los grandes arquitectos que han pasado a la historia e incluso en muchas ocasiones les atribuyamos obras en las que no queda tan clara su autoría, pero siempre han quedado en segundo plano nombres muy poco conocidos que con el paso del tiempo van saliendo a la luz de una manera verdaderamente sutil. Este es el caso de Cristóbal del Castillo, no sabemos prácticamente nada de su biografía pues aparece en contadas ocasiones en algunos documentos marginales. En realidad no conocemos si fue tan solo un maestro cantero o en realidad se trató de un arquitecto a la sombra de otros en la diócesis de Baeza-Jaén en la primera mitad del siglo XVI, donde despuntaron por su brillantez tanto Andrés de Vandelvira como en un segundo lugar Francisco del Castillo “el viejo.” Posiblemente Cristóbal fuese pariente de Francisco, en principio no lo podríamos afirmar, puesto que no aparece en su testamento como hermano,1 pero posteriormente podremos comprobar su parentesco. Una breve noticia sobre el mismo nos la proporciona la doctora Lázaro Damas, quien nos indica que Cristóbal del Castillo junto a Simón Carreño es un estrecho colaborador de Francisco del Castillo2 (recordamos que en su escritura de última voluntad no aparece como uno de sus ayudantes) y que posiblemente participara en la construcción del pósito de la ciudad de Jaén, del cual en la actualidad conservamos la portada, la cual en puede ser contemplada como el acceso principal del museo provincial. Es una obra con una gramática muy afín a Francisco del Castillo, en esas columnas levantadas sobre un largo y estrecho pedestal, la utilización de tres ligeras platabandas en el comienzo de un friso considerablemente alargado, además de la costumbre de colocar sobre éste una serie de seres (tenantes de escudos, entes alados,…). Se repite en sus obras, la portada del pósito es apta para realizar un parangón con la portada del evangelio de la parroquia de San Ildefonso de la misma ciudad, donde Francisco ha sustituido las columnas por estípites rematados en medios cuerpos masculinos o sobre el friso en vez de utilizar el blasón oficial hace uso de un relieve mariano del descenso de la patrona a la ciudad (Virgen de la Capilla). Portada del Pósito. Fuente: http://campusvirtual.unex.es/cala/epistemowikia/index.php?title=Museos_de_Espa%C3%B1a (consultado el 29/10/2011). Resonamos que esta obra por tradición siempre fue atribuida a Andrés de Vandelvira, sobre todo por el hecho de según su testamento encontrarse enterrado en la capilla de la patrona con el hábito de la hermandad de la Vera Cruz.3 La clave sobre el parentesco de Cristóbal con Francisco nos la dará la construcción del claustro de Santa Clara, donde el historiador Ruiz Calvente especifica que éste es primo de Francisco del Castillo “el mozo”, por tanto tío del “viejo” (como indica en su testamento se trataría de uno de sus “sobrinicos,” muy posiblemente hijo de su hermano Lope del Castillo) que trabajaría junto a su tío en primer lugar y posteriormente con su primo, por ejemplo el 20 de febrero de 1576 aparece concertando la elaboración en el citado convento de un paño en el claustro de siete arcos altos y seis bajos, así como cinco columnas en cada piso.4 Con este encargo (bien pagado, 295 ducados en seis meses) nos surge la duda de si Cristóbal era sólo un maestro cantero a la sombra de su primo o en realidad se trataba de algo más, un posible arquitecto un tanto ensombrecido. Prosigue Ruiz Calvente indicando que en 1549 lo tenemos trabajando en las carnicerías de la ciudad junto a su tío y con su primo en la famosa fuente de los Caños del barrio de San Pedro y en la misma portada del evangelio de San Ildefonso a la que anteriormente nos referíamos.5 Portada lateral de San Ildefonso. Fuente: propia. 48 Claustro de las Artes, J., 5; 2011, 47-51 Claustro de las Artes, J., 5; 2011, 47-51 49 LORITE CRUZ, PABLO JESÚS CRISTÓBAL DEL CASTILLO, ¿ARQUITECTO O MAESTRO CANTERO DEL SIGLO XVI? EL EJEMPLO DE LA PORTADA DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE JAÉN. El Salvador, donde existen en el primer cuerpo esta clase de columnas proporcionadas mediante el podium y esas hornacinas, que no estaban pensadas para albergar ninguna figura. Es la misma idea de Diego de Siloé en la puerta lateral de la catedral de Granada (del Perdón). Las enjutas con dos figuras recostadas que sostienen frutos de abundancia son meramente decorativas, sin más valor iconológico. Un friso decorado separa este cuerpo del ático, en donde aparece San Miguel, dentro de una hornacina, como la única imagen identificable de la portada, que muestra claramente a quien está dedicado el templo. La concavidad de gran clasicismo presenta dos pilastras a los lados de orden jónico (muy estropeado el capitel derecho) y un remate en un frontón muy poco marcado con un medallón interior sin ningún motivo iconográfico. De mayor y fantasiosa riqueza es la decoración del resto del ático, con dos aletones a los lados de la hornacina, que rompen la brusquedad en la diferencia de anchura entre la puerta y ésta, y que tienen la peculiaridad de encontrarse rematados con dos putti, que en elegante torsión aparecen de cuclillas en sentido contrario a la hornacina, girando su cuerpo para observar la acción del arcángel, mientras que la vitorean con las flores que ambos levantan en la mano diestra (el estado del derecho es lamentable, al no conservarse su cabeza). Dos pináculos, a los lados, con decoraciones geométricas como rombos y rectángulos. Entre los aletones y éstos existen dos extraños motivos decorativos formados por un cuadrilátero que circunscribe un medallón en profundidad, formado mediante una serie de círculos concéntricos. Para la fecha en que se hace la fachada, hacía menos de treinta años desde que se dejó de fabricar el gótico isabelino tan defendido por el obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce en dicha diócesis. Por lo tanto, es una muestra auténtica del Renacimiento. Por esta serie de motivos se atribuye a Vandelvira, el análisis artístico muestra perfectamente su gramática personal. Ahora bien, ¿trabajó Cristóbal del Castillo para Vandelvira? No tenemos constancia de que así fuera. La segunda pregunta es clara, ¿trabajaría para el eterno rival de las manos pertenecientes a su propia sangre que le estaban dando de comer? La lógica nos lleva a pensar que no. En nuestra tesis doctoral deducimos que el ejecutor de la obra había sido Cristóbal, mientras que el diseñador fue Vandelvira. En la actualidad debemos de volver a dudar de esta hipótesis, ¿es posible que la portada sea de alguno de los Castillo en vez de Vandelvira? ¿Podría haber sido diseñada por ellos y entregada a Cristóbal posteriormente para su realización? Son preguntas a la que habría que añadir la más difícil, ¿es posible que la obra sea diseño y ejecución únicamente de Cristóbal del Castillo? Cuestiones que nos debemos de hacer, pero que verdaderamente se nos quedan en el aire, pues de lo único que podemos estar seguros es que los pagos por la realización de la portada a pié de obra los recibió Cristóbal, pero, ¿quién la diseñó? A pesar de ese recuerdo que la portada nos refiere hacia el Salvador de Úbeda, la gramática de los Castillo tampoco es extraña a la obra. Las proporciones de las columnas, ese friso grueso comenzado en las tres platabandas o el remate superior con la hornacina del santo en un espacio ligeramente abierto. En otros puntos es contradictorio, pues las dobles columnas en primer plano acompañadas de pilastras interiores son típicas de Vandelvira como podemos por ejemplo observar en la sacristía de la catedral de Jaén. Los óculos cerrados de la parte superior no son comunes en Vandelvira, sin embargo sí los encontramos en la parroquia de Huelma, obra de los Castillo. Si rastreamos un poco las fechas podemos observar que mientras dicha portada se está terminando, es ese mismo año cuando Vandelvira viaja a Cuenca llamado por este obispado para ser maestro mayor de la catedral manchega. Es un momento de gran producción en el genial arquitecto, un año antes se había consagrado El Salvador en el cual llevaba trabajando desde 1536. En 1561 casi de vuelta de Cuenca lo tenemos en el palacio Vela de los Cobos de Úbeda, un año después en el Vázquez de Molina y al siguiente en la capilla franciscana de los Benavides en Baeza. En este sentido los años sesenta del siglo XVI es el momento de su mayor producción en la zona de la Loma, es más ya desde 1552 era maestro mayor de las catedrales. ¿Con esa cantidad de complejísimos encargos iba a prestar su atención a una única portada? Por su cargo diocesano es muy posible que sí, pero de igual modo podemos pensar que la delegara. ¿Es posible que el encargo callera en manos de los Castillo? Lo es. Podría haber dos respuestas, esa disposición de hornacinas puede ser un diseño de Vandelvira ligeramente cambiado por los Castillo o incluso se podría pensar en que éstos utilizaran dicha solución por el impacto que debió de producir el Salvador en aquellos momentos con su consagración. Como conclusión, la pretensión de este breve artículo no es ni afirmar ni negar una obra de Vandelvira, sino abrir campos de duda para nuevas investigaciones de huecos donde se encuentran estos desconocidos nombres que creemos que fueron de segundo orden, pero como sorpresa en este concretísimo caso de Cristóbal del Castillo en nueva documentación lo encontramos trabajando en una obra que había sido atribuida por siglos a Vandelvira. Bibliografía - AAVV. Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término. IEG. Jaén, 1985. -AAVV. Fondos documentales del archivo histórico diocesano de Jaén. Diócesis de Jaén, 1999. - AAVV. Guía de Úbeda y Baeza. Universidad de Jaén, Jaén, 2000. - AAVV. Historia del arte de Andalucía. Ediciones Gever. S.L. Sevilla, 1990. - CHICHARRO CHAMORRO, José Luis. El museo provincial de Jaén.(1846-1984) IEG. Jaén, 1999. - GALERA ANDREU, Pedro Antonio. Andrés de Vandelvira. Akal, Madrid, 2000. ---. “Arte del Renacimiento.” Historia de Jaén. 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RUIZ CALVENTE, Miguel. “Trazas y condiciones de Francisco del Castillo “el Mozo” para el claustro del convento de Santa Clara de Jaén.” Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Diputación provincial de Jaén, Jaén, 2001. N.º 179, pp. 182-183. Ibídem, p. 184. Op. Cit. Nota 2, p. 136. CHICHARRO CHAMORRO, José Luis. El museo provincial de Jaén.(1846-1984) IEG. Jaén, 1999, p. 604. AAVV. Don Lope de Sosa. Noticiero. Pues sabrás Inés, hermana. Año 1912, p. 286. Ibídem. Año 1913, p. 15. FLÓREZ URDAPILLETA, Antonio. “Portada de la iglesia de San Miguel.” Don Lope de Sosa. Año 1913, pp. 188, 189 y 190. Archivo Histórico Diocesano de Jaén (catedral de Jaén). San Miguel. Libro de fábrica del siglo XVI. Fol. 44 y 44 v. GALERA ANDREU, Pedro Antonio. “Arte del Renacimiento.” Historia de Jaén. Diputación de Jaén y colegio universitario. Jaén, 1982, p. 610. GALERA ANDREU, Pedro Antonio. Andrés de Vandelvira. Akal, Madrid, año 2000, pp. 125-126. MARTINEZ DE MAZAS, José. 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