Con Discapacidad

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María López González Mujeres con discapacidad Mitos y realidades en las relaciones de pareja y en la maternidad Dados Internacionais de Catalogação na Publicação (CIP) (Câmara Brasileira do Livro, SP, Brasil) López González, María Mujeres con discapacidad : mitos y realidades en las relaciones de pareja y en la maternidad / María López González. -- São Paulo : Cortez ; Madri : Narcea, 2016. ISBN 978-85-249-2488-0 (Cortez) ISBN 978-84-277-1582-0 (Narcea) 1. Maternidade 2. Mulheres - Relações familiares 3. Pessoas com deficiência - Relações familiares 4. Vida familiar I. Título. CDD-306.8743 16-06337 Índices para catálogo sistemático: 1. Mulheres com deficiência : Maternidade : Sociologia 306.8743 ’›Ž’˜œȱŽȱ’–™›Žœœ¨˜ȱ—˜ȱ›Šœ’•ȱȯȱ˜›Ž£ȱ’˜›Š Rua Monte Alegre, 1074 – Perdizes 05014-001 – São Paulo – SP Tels.: (55 11) 3864-0111 / 3611-9616 [email protected] www.cortezeditora.com.br Nenhuma parte desta obra pode ser reproduzida ou duplicada sem autorização expressa da autora e do editor. © NARCEA, S. A. DE EDICIONES, 2008 Paseo Imperial, 53-55 28005 Madrid (España) www.narceaediciones.es Cubierta: Francisco Ramos Edição original ISBN: 978-84-277-1582-0 (Narcea) Impresso no Brasil — agosto de 2016 ––––––––––––– Índice ––––––––––––– Prólogo, de Claudia Zafra Mengual.......................................... 7 Introducción......................................................................... 11 I. MUJERES CON DISCAPACIDAD: MARCO PERSONAL Y SOCIAL E INVESTIGACIÓN ACADÉMICA 1. Investigación sobre la discapacidad y la experiencia de las mujeres con discapacidad ................................. 17 2. Relaciones de pareja..................................................... El aspecto físico como valor: mitos sobre la discapacidad y los roles tradicionales de las mujeres. Obstáculos materiales e inaccesibilidad al medio social. Actuación del medio familiar. Otros aspectos: aspiraciones y preferencias, estabilidad y tensiones. 25 3. Maternidad .................................................................... Ser madre: ¿una opción posible? Embarazo y parto: políticas sociales, prácticas profesionales y cuestiones éticas. El papel de madre, cuestionado por la cultura popular y por parte de la investigación científica. Madres capaces y com- 37 © narcea, s. a. de ediciones 6 Índice petentes. Influencia de la discapacidad materna en los hijos e hijas. II. REALIDAD VITAL DE LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD EN SUS RELACIONES DE PAREJA Y EN LA MATERNIDAD 4. Planteamiento de la investigación .............................. 5. Experiencia de las mujeres adultas: relaciones de pareja y maternidad ..................................................... Mujeres adultas con discapacidad física. Mujeres adultas con discapacidad visual. Mujeres adultas con discapacidad auditiva. 6. Experiencia de las mujeres jóvenes: relaciones de pareja y maternidad ..................................................... Mujeres jóvenes con discapacidad física. Mujeres jóvenes con discapacidad visual. Mujeres jóvenes con discapacidad auditiva. 51 57 85 7. El factor generacional en la experiencia de mujeres con discapacidad........................................................... 103 Mujeres adultas. Mujeres jóvenes. 8. Reflexiones sobre algunos aspectos relevantes .......... 107 Imagen corporal e imagen social: repercusiones en las relaciones de pareja. Mujeres con discapacidad y maternidad. Aportaciones específicas de las mujeres jóvenes con discapacidad. Consideraciones finales. 9. Bibliografía y referencias ............................................. 141 © narcea, s. a. de ediciones 002_08 Aju 000.qxd 15/7/09 13:17 Página 7 ––––—–——— Prólogo ––––—–——— El problema de la mujer ya está resuelto. Ahora se da por sentado que las mujeres pueden hacer todo lo que hacen los hombres. Cualquiera que intente impedírselo estará infringiendo la ley 1. Esta afirmación, no dejando de ser verdad desde el aspecto formal legislativo, choca con la realidad o realidades discriminatorias en las que viven muchas mujeres por diferentes circunstancias sociales y personales. El interés de este libro, ganador del Premio de Investigación Cátedra de Estudios de las Mujeres «Leonor de Guzmán», de la Diputación Provincial de Córdoba y la Universidad de Córdoba, radica en mostrar los mitos y realidades de la experiencia de las mujeres con discapacidad en sus relaciones de pareja y la maternidad. Mujer y discapacidad: dos términos globales que se entrecruzan en esta investigación, con el objetivo de proyectar una visión de la realidad que a veces se escapa al ser enfocada desde propuestas lineales simplistas, al mismo tiempo que enriquece el abordaje transversal de la perspectiva de género, que necesita adentrarse en experiencias vitales diferentes y abordar espacios que completen el infinito universo de las vidas de las mujeres. Nos recuerda la autora que en el conjunto de personas con discapacidad, las mujeres son mayoría, 1 Greer, Germanie (2000). La mujer completa. Barcelona: Kairós. © narcea, s. a. de ediciones 002_08 Aju 000.qxd 8 15/7/09 13:17 Página 8 Claudia Zafra Mengual siete puntos por encima de la media (58,3%) de la población general y, sin embargo, la discapacidad ha taponado la visión de la experiencia vital de este colectivo desde el feminismo. En este trabajo se pretende romper el marco de los conceptos construidos para definir globalmente la realidad y aceptar la diversidad multidimensional en que se nos ofrece el mundo. El proceso de empoderamiento colectivo que está viviendo la implantación de la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres, sitúa la visualización de las semejanzas y diferencias entre las mujeres como uno de sus objetivos actuales. La prioridad otorgada, hace décadas, a la posición estratégica del término «mujer» como elemento diferenciado del «hombre» genérico universal, ha dado lugar a un segundo paso del proceso de empoderamiento que visualizará a las mujeres en su diversidad.Y es cierto, la sociedad está compuesta por un amplio abanico de personas diferentes, con similitudes o semejanzas que las agrupan en determinados espacios, y con diferencias que las hacen únicas y exclusivas. Generar derechos sociales siempre es posible desde la normalización de unas mínimas similitudes, pero el conocimiento de las infinitas diferencias es lo que ofrece los múltiples caminos para abordar el cambio social. Desarrollar derechos desde la IGUALDAD y mejorarlos desde la DIFERENCIA es el reto de cada momento. Avanzar en el conocimiento de la realidad vital de las mujeres con discapacidad puede propiciar un paso más en el empoderamiento colectivo, en el cambio social, cultural y personal que se vislumbra necesario para la convivencia demandada por una sociedad con vocación democrática y solidaria, donde la diferencia no supone una pérdida de derechos sociales, sino una oportunidad para la mejora social. La discapacidad puede abordarse como un asunto fundamental para la sociedad, o puede entenderse como un problema individual que afecta a unas pocas personas, miradas que intenta trasladar la autora, señalando, al mismo tiempo, el compromiso social de cualquier trabajo de investiga© narcea, s. a. de ediciones 002_08 Aju 000.qxd 15/7/09 Prólogo 13:17 Página 9 9 ción. Insiste en aclarar que la diversidad sexual y la diversidad funcional se ven influenciadas por las creencias arraigadas de forma estereotipada y por los roles impuestos desde el alejamiento de la normalidad y cómo, a pesar de que actualmente no se admite la inferioridad natural o biológica, se sigue defendiendo la necesidad de normalización e inclusión social, lo que supone un cierto pronunciamiento acerca de la supuesta inferioridad de la diferencia. «En el fondo se les sigue considerando como inferiores, necesitadas, dependientes, y se piensa que representan una carga». Las situaciones discriminatorias, abiertas o sutiles, que soportan las personas con discapacidad se ven agravadas en las mujeres con discapacidad, por las discriminaciones asociadas al hecho de ser mujeres. La doble discriminación es uno de los ejes centrales del enfoque metodológico de investigación feminista y, por ello, cobra especial relevancia el acercamiento que la autora nos muestra. Son muchas las similitudes y sorprende que el encuentro entre mujer y discapacidad sea escaso. La sujeción a tutelas externas, la adscripción a posiciones socialmente dependientes, la dificultad de la familia para aceptar la autonomía personal, y tantas desventajas impuestas desde etiquetas subjetivas, que tienen que ver más con los miedos de los otros que con la autovaloración de las capacidades y competencias de las propias mujeres.Todas las presiones sociales que soportan las mujeres por su adscripción sexual, se multiplican en el caso de las que tienen una discapacidad. Un ejemplo de ello es la imposición de una estética basada en dar una importancia extrema al atractivo social, especialmente al atractivo físico en las relaciones interpersonales. Las mujeres con discapacidad no están excusadas de presentarse con una belleza y estética inducida desde patrones exógenos y, al mostrar diversas desventajas sociales en su apariencia, se las tiende a olvidar o retirar socialmente de los espacios públicos. Cuesta trabajo otorgar el estatuto de independencia necesario para un desarrollo vital no tutelado. Los derechos sociales garantizan la me© narcea, s. a. de ediciones 002_08 Aju 000.qxd 10 15/7/09 13:17 Página 10 Claudia Zafra Mengual jora de las condiciones de vida de la ciudadanía, pero requieren la posición activa de la misma en la reclamación y exigencia en su cumplimiento, porque ya no sólo son grandes palabras o principios fundamentales, son actuaciones o propuestas de acción concretas y exigibles. Las mujeres con discapacidad y la sociedad en su conjunto debemos tomar conciencia de que son parte diferenciada en el derecho a su singularidad, y ejemplo de normalización en su derecho a la ciudadanía plena. La mujeres con discapacidad no deben ser relegadas al ámbito doméstico, encerradas y olvidadas socialmente con un trato establecido políticamente correcto, pero distanciadas socialmente, sino contar con la complicidad de género suficiente para fortalecerse como mujeres, y avanzar conjuntamente en la defensa de sus aspiraciones afectivas y de la ocupación del espacio público, ya que en el caso de la mujer con discapacidad la doble moral aparece con demasiada frecuencia en muchos momentos de la vida. Debemos rescatar, para todas, pero especialmente para las mujeres con discapacidad, la consideración de ser mujeres con sexo, la autonomía suficiente para ser adultas y crecer en independencia personal, la ausencia de marginación fruto de la diferencia, la aceptación con dignidad de los cuerpos diferenciados y el respeto a la diversidad. Parte de estas razones se recogen en la interesante investigación que ha sido objeto del premio de la Cátedra de Estudios de las Mujeres «Leonor de Guzmán» de la Diputación Provincial de Córdoba y la Universidad, y que una iniciativa debida a la amistad de mujeres que llevan años produciendo y creando en Córdoba un espacio de feminismo envidiable por su frescura, valentía y compromiso, además de por su inteligencia, me ha permitido prologar. Gracias y disfruten con su lectura. CLAUDIA ZAFRA MENGUAL Adjunta al Defensor del Pueblo Andaluz © narcea, s. a. de ediciones ——––––— Introducción ——––––— En España, las mujeres representan el 51,03% del censo nacional. En la población de personas con discapacidad, el porcentaje se eleva al 58,3% (García Díaz, 2003). Sin embargo, durante mucho tiempo, la experiencia de las mujeres con discapacidad ha estado ausente de las preocupaciones del feminismo y de la investigación en general, e incluso, dentro del movimiento de las personas con discapacidad, el tema se ha tratado de forma muy reducida y sin relevancia (Jenny Morris, 1997; Rosemarie Garland Thomson, 2002). Habiendo constatado esta situación de relegación científica y social, decido emprender una investigación, con la intención de acercarme a la realidad vital de las mujeres con discapacidad. Nada humano nos es ajeno, pero cuando, además, personalmente se comparten determinados aspectos de la propia identidad o de la experiencia vital con el grupo o población que se estudia, y cuando los resultados reflejan facetas de una realidad menos conocida, e incluso pueden revertir ciertas creencias sociales o asunciones «científicas» tradicionales, parece incrementarse el interés por dar a conocer los resultados de un trabajo cuyo conocimiento puede ayudar a promover algunos cambios o mejoras. Ciertamente el cambio social es paulatino y parece desproporcionado aspirar a lograrlo individualmente, pero el cambio social deriva, fundamentalmente, de un cambio cultural y de actitud personal que puede ser propiciado por las aproximaciones a la realidad, que es lo que proporcionan los resultados de la investigación. © narcea, s. a. de ediciones 12 María López González Creo conveniente indicar que la elección del tema de este libro no ha sido casual. Mi relación con el ámbito de la discapacidad constituye una constante, desde hace años, en mi trayectoria formativa y profesional, y también en mi vida personal. Mi formación académica y mi trabajo profesional se han centrado, principalmente, en el campo de la intervención educativa, la formación de profesorado y la orientación psicopedagógica para la atención de alumnado con necesidades educativas especiales. Pero la experiencia de la discapacidad no se limita a la etapa educativa, ni se circunscribe al ámbito escolar, siendo otros ámbitos de la vida de las personas con discapacidad, por mí menos conocidos (familiar, relacional, laboral, etc.), objeto de mi interés y curiosidad epistémica. Por otra parte, mi participación en las actividades de la Cátedra de Estudios de las Mujeres, de la Universidad de Córdoba, supuso la oportunidad de reflexionar acerca de la diferencia sexual y otras diferencias, y la constatación de que la realidad de las mujeres con discapacidad en nuestro contexto, hasta el momento, había sido desconsiderada, tanto por los estudios y el movimiento social en el campo de la discapacidad, como por la investigación y el activismo feminista.Todo ello me llevó al acercamiento a este ámbito, a finales de los años noventa, a la realización de la investigación y, como parte del compromiso establecido con las mujeres que han participado en la misma, a la preocupación por la difusión de sus resultados. El contenido de este libro forma parte de una investigación más amplia, la cual, además de los dos temas aquí abordados, las relaciones de pareja y la maternidad, comprende otras seis dimensiones (que, a su vez, incluyen diversos temas) pretendiendo, en su conjunto, abarcar los ámbitos más relevantes de las trayectorias vitales de las mujeres con discapacidad participantes. Dada la excesiva amplitud del informe resultante y las limitaciones de extensión, que inevitablemente han de marcarse en los trabajos que concurren a un premio y en la publicación de un libro, consideré apropiada la selección de los temas aquí abordados. Quisiera también hacer una advertencia en relación con la terminología empleada en este libro. En el ámbito de la discapacidad las © narcea, s. a. de ediciones Introducción 13 cuestiones lingüísticas siempre han sido, y son, controvertidas. Los términos usados a lo largo de la historia para referirse a las personas con capacidades diferentes han ido evolucionando y siempre han planteado polémicas, tanto en el sector académico como a nivel social en general. No pretendo hacer aquí una disertación sobre las cuestiones lingüísticas y las implicaciones psicosociales; únicamente creo conveniente advertir que utilizo la expresión «persona con discapacidad» (o «mujer con discapacidad», «joven con discapacidad», etc.) por ser la expresión considerada como más apropiada y la más usual en la actualidad en nuestro contexto (en España, el Real Patronato sobre Discapacidad, desde hace años, viene publicando manuales de estilo donde se justifica lo adecuado de esta denominación, de carácter no esencializante). No obstante, el término «deficiencia» es, en ocasiones, también utilizado en este libro, al referir la diferencia individual (la alteración corporal) que condiciona la situación de discapacidad de una persona, o bien cuando incorporo citas textuales de otros autores o autoras, que utilizan este término, «deficiencia», o bien las expresiones «persona discapacitada», «persona sorda», «ciega» (usadas, por ejemplo, en el ámbito anglosajón y en el contexto de la cultura de la discapacidad por entender que enfatizan los aspectos de identidad compartida, teniendo también un sentido de denuncia y de reivindicación de estatus personal y social). Compartir el conocimiento logrado a través de la realización de esta investigación con personas especialmente sensibles e interesadas por conocer y por mejorar la realidad de las mujeres es uno de los objetivos de la misma, y la razón que me ha llevado a su publicación, considerando su potencial difusión. Las apreciaciones de Carol Thomas, refiriéndose a la perspectiva feminista en el ámbito de la discapacidad, sintetizan el sentido de mis propósitos y las potencialidades del trabajo: El relato del día a día de un individuo [hombre o mujer], de su pasado y su presente, nos cuenta enormes cantidades de cosas, sobre su discapacidad y sobre la sociedad en general [...] Los relatos de la historia personal © narcea, s. a. de ediciones 14 María López González son una evidencia de que el nivel «micro» forma parte del nivel «macro». Las narraciones de las experiencias nos ofrecen una vía para entender la estructura social. Si aprovechamos la experiencia para entender los contextos materiales, ideológicos y discursivos en los que la vida se desarrolla, el estudio de la experiencia constituye una poderosa herramienta llena de posibilidades para comprender el mundo y, a menudo, una condición previa para cambiarlo (Thomas, 1999: 78,79). © narcea, s. a. de ediciones I MUJERES CON DISCAPACIDAD: MARCO PERSONAL Y SOCIAL E INVESTIGACIÓN ACADÉMICA © narcea, s. a. de ediciones 16 María López González © narcea, s. a. de ediciones Investigación sobre la discapacidad 17 1. Investigación sobre la discapacidad y la experiencia de las mujeres ––––—–– con discapacidad ––––—–– La investigación y el progreso científico en el campo de las humanidades, o en cualquier otro campo, no representan, simplemente, una parcela del quehacer académico que se incrementa con la aportación personal o colectiva, pero que permanece aislada del influjo cultural y social. De hecho, las ideologías y políticas dominantes en cada época histórica y en una determinada sociedad mantienen una relación dialéctica con las interpretaciones acerca de las diferencias humanas y las correspondientes prácticas o tratamientos dirigidos a los grupos sociales que conforman estas personas. La génesis y construcción del conocimiento científico se sitúa en unas coordenadas espacio-temporales determinadas y está condicionado por las ideologías que, a su vez, son interdependientes con relación a la producción científica. Existen dos tipos de diferencias personales que forman parte de la diversidad humana: el sexo y la discapacidad o diversidad funcional, y los colectivos que las componen, cuya presencia es universal, las mujeres y las personas con discapacidad, han compartido algunos aspectos de una historia de devaluación y opresión en la mayoría de los pueblos y civilizaciones, que ha sido apoyada en buena parte por la investigación y el conocimiento científico establecido. En ambos casos ha permanecido muy arraigada la creencia en una inferioridad natural o biológica, tradicionalmente se ha categorizado y conferido un estatus inferior a las personas que conforman estos colectivos, en © narcea, s. a. de ediciones 18 María López González función de la asignación de unos estereotipos que suponen contravalores, y, habitualmente, el desarrollo personal, la posición y los roles desempeñados en la comunidad han estado supeditados al poder y decisiones de otros. En el caso de las mujeres, la lucha feminista y el avance social han logrado en muchos aspectos una importante transformación de la tradicional organización patriarcal y la conquista de mayores niveles de equidad. En la actualidad, al menos en nuestra sociedad y contexto cultural, no se admite como antes la supuesta «natural inferioridad» de capacidades personales de la mujer, ni hay una predeterminación de papeles sociales, aunque en el terreno práctico queden aún muchas batallas por ganar para conseguir la equidad, y pese a que las conquistas tengan con frecuencia un elevado costo para las mujeres. También es evidente el importante cambio social ocurrido respecto a las personas con discapacidad.Vivimos en una época en la que se proclama la integración o inclusión y normalización. Niños, niñas y personas adultas con discapacidad participan en muchos ámbitos de la comunidad: vida familiar, educación, ocio, trabajo, etc. Sin embargo, aunque se acepta su presencia e integración, a menudo la consideración de esta participación no responde a un convencimiento de su igualdad, real y de derecho, ni al reconocimiento del valor personal y la contribución positiva a la sociedad, como la de cualquier otro ciudadano o ciudadana. Aunque sean personas adultas y muestren independencia, competencia y desempeño de numerosas actividades, en el fondo se las sigue considerando como inferiores, necesitadas, dependientes, y se piensa que representan una carga para la familia y para la sociedad de sujetos capacitados o «normales». Esta visión negativa, esencialista y estigmatizadora, generalizadora o totalizadora de la discapacidad (una característica que, entre otras, tiene una persona, se considera definitoria de lo que es esa persona), así como la consideración de la discapacidad como asunto individual (de quienes han tenido la mala fortuna de nacer o adquirir una deficiencia) y problemático para la sociedad en general (que debe hacerle frente, sea por compasión, humanidad altruista o solidaridad con los © narcea, s. a. de ediciones Investigación sobre la discapacidad 19 desfavorecidos) es el resultado de una larga historia donde ha prevalecido la incomprensión, la marginación y la opresión. En el devenir histórico es preciso reconocer que el desarrollo científico y el interés por la discapacidad, desde distintas disciplinas, han aportado importantes avances y mejoras en el tratamiento de las personas con discapacidad, pero en general ha permanecido la visión negativa y la actuación discriminatoria. Hasta hace poco tiempo la discapacidad era considerada como un problema individual, de nacimiento o adquirido, que presentaban ciertos sujetos, cuyo estudio y decisiones sobre el tratamiento correspondía a especialistas del área médica o psicológica (con orientación psico-patológica, correctora o rehabilitadora), al tratarse de situaciones caracterizadas por la anormalidad, la carencia (el déficit) o la desviación. Los grandes cambios sociales, culturales y científicos ocurridos en el siglo XX han puesto en cuestión muchas de las asunciones sobre la ciencia en general y sobre la discapacidad en particular, que han motivado la aparición de nuevos enfoques en la concepción de lo que es la discapacidad y, consiguientemente, en la orientación de la investigación y la intervención en relación con las personas con discapacidad Así, desde la segunda mitad del siglo XX, los análisis sociocríticos y políticos realizados desde diversas corrientes de pensamiento (interaccionismo simbólico, funcionalismo estructural, materialismo dialéctico) han aportado otras formas de entender la discapacidad. La discapacidad es considerada como una «construcción» social, destacando el papel del estereotipo y el prejuicio en las relaciones interpersonales, y como creación o resultado de un determinado orden social que se fundamenta en la economía de mercado, la productividad y competitividad de los trabajadores, y la estandarización e inaccesibilidad de los servicios de la comunidad, estando el medio material y social construido sin tener en cuenta las diferencias (Victor Finkelstein, 1980; Mike Oliver, 1990). Estas nuevas maneras de entender la discapacidad han ido conformando lo que se viene denominando «Modelo Social de Discapacidad». © narcea, s. a. de ediciones 20 María López González Progresivamente el modelo social de discapacidad ha ido siendo aceptado por la comunidad científica como apropiado para comprender la realidad de la discapacidad. No obstante, también dentro de este modelo teórico y de intervención práctica, se han producido debates que van dado lugar a nuevos desarrollos de la construcción teórica, la investigación y la acción política, de acuerdo con las críticas y aportaciones hechas. Así, entre los retos y desarrollos del modelo social de discapacidad, hay que señalar la influencia de dos corrientes de pensamiento y de acción social. Por una parte, los planteamientos posmodernistas vienen a cuestionar y transformar las ideas asentadas sobre el valor universal de las teorías y su capacidad para abarcar, comprender y sistematizar la realidad. Se considera que la experiencia humana es demasiado compleja y diversa como para que quepa en cualquier explicación única, la heterogeneidad poblacional y diversidad casuística invalidan la pretendida extrapolación o generalización de resultados y cualquier metanarración resulta opresora. En consecuencia, la discapacidad debe reconceptualizarse desde la interpretación contextual e individual. Por otra parte, la consideración de las similitudes de la tradicional situación de desventaja de las mujeres y las personas con discapacidad, las grandes coincidencias entre los dilemas y desafíos que afrontan el movimiento feminista y el de la discapacidad, así como la valoración de la más amplia experiencia de investigación en el sentido señalado y de activismo social del feminismo, han llevado a la aplicación del enfoque feminista al campo de la discapacidad. Las aportaciones de estas corrientes críticas han conducido al desarrollo de varias líneas de estudio (María López González, 2006a). Una importante línea de investigación se dirige al estudio de la discapacidad a partir de la experiencia personal. Desde esta posición se tienen en cuenta diversos factores diferenciales, como edad, raza, clase social, tipo de discapacidad, etc., que pueden tener implicaciones importantes en las identidades personales y ser significativos en las experiencias de personas con discapacidad. Es preciso advertir que la aceptación de este enfoque en los estudios de discapacidad más re© narcea, s. a. de ediciones Investigación sobre la discapacidad 21 cientes no ha estado exenta de polémica. El temor de hacer resurgir el énfasis en lo individual como desviación y tragedia (el tradicional modelo médico o psicopatológico), desconsiderando el papel del medio, ha sido un motivo fundamental en este retraso del reconocimiento de las diferencias que existen dentro de la realidad de la discapacidad. Dicho reconocimiento y la integración de sus aportaciones ha representado un importante reto para el modelo social y el movimiento de las personas con discapacidad (Tom Shakespeare y Nick Watson 1996; David T. Mitchell y Sharon L. Snyder, 2001). No obstante, como se ha dicho, los estudios de discapacidad incorporan cada vez más esta orientación del estudio de la diversidad, tomando el enfoque metodológico y las herramientas de investigación feministas (Carol Thomas, 1999). Como afirma Tom Shakespeare: Elementos como clase, género, raza y sexualidad introducen diferencias a considerar. Por ejemplo, habrá diferencias, debidas a la edad de aparición, entre personas con deficiencias congénitas, personas con deficiencias adquiridas y personas con deficiencias debidas al envejecimiento. También el impacto o naturaleza del déficit motórico, sensorial o de aprendizaje darán lugar a diferentes experiencias que es preciso contemplar (Shakespeare, 2000:162). Sin embargo, a pesar de la consideración de distintos factores de diversidad y de la incorporación de la perspectiva feminista en los estudios de la discapacidad, resulta paradójico el «olvido» o escasez de investigaciones sobre la realidad de las mujeres con discapacidad, grupo que aparece relegado tanto en los estudios de discapacidad (por los motivos anteriormente indicados) como en la investigación feminista. Al indagar sobre las razones de este tipo de exclusión por parte del feminismo, se pueden reconocer al menos tres temas en los que la discapacidad (en concreto la particular situación de las mujeres con discapacidad) ha supuesto confrontación con las ideas o posiciones defendidas por el feminismo, motivando la ausencia de estas mu© narcea, s. a. de ediciones 22 María López González jeres en los análisis y reivindicaciones político-sociales feministas hasta hace muy poco tiempo: • La imagen social de la discapacidad en contraste con el modelo de mujer en la perspectiva feminista (ya que durante mucho tiempo también el feminismo ha mantenido los estereotipos sociales de la discapacidad como limitación individual, inferioridad, debilidad e incompetencia). • El desacuerdo en aspectos relativos a libertad reproductiva y prevención (temas que aún hoy son objeto de debate en el ámbito bioético). • La integración social y atención de la discapacidad en la comunidad (desaprobada al interpretar que justifica social y políticamente el papel tradicional de la mujer como cuidadora, y tema también de vigente actualidad en España, con motivo de la publicación de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia, en diciembre de 2006). Además, con frecuencia ha sucedido que cuando el feminismo ha tomado la experiencia de las mujeres como foco de investigación ha presentado una visión negativa del tema, lo que ha conllevado la disconformidad del colectivo de mujeres feministas y activistas con discapacidad. A pesar de estos desencuentros, en la actualidad, en muchos sentidos de la investigación y la acción, se camina en orientaciones confluyentes por parte de las dos corrientes de análisis teórico y activismo político implicadas: feminismo y movimiento de la discapacidad. Precisamente ha sido el hecho de que haya personas que participan, como académicas y como activistas prácticas, en ambas corrientes y movimientos, y que se vean implicadas personalmente en las cuestiones en debate (como mujeres y como discapacitadas muchas de ellas), lo que está llevando a desarrollar nuevos enfoques de investigación y nuevas interpretaciones al abordar y reflejar la compleja y © narcea, s. a. de ediciones