Transcript
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AMOR AMÉRICA Cantata para
soprano, barítono, coro
mixto y orquesta, en seis movimientos con dos partes cada uno, basada en la v ersión libre del Canto General de Pablo Neruda compuesta por Roberto Aguerre Ravizza
Música escrita, arreglada y dirigida por el Maestro Martín Palmeri
Libreto y dirección artística Roberto Aguerre Ravizza
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En el 2013 Amor América ha sido premiada por el Programa
de
Fomento
de
las
Músicas
Iberoamericanas IBERMÚSICAS. El estreno de Amor América, derivante de tal galardón,
tendrá lugar en la ciudad de Cuenca
(Ecuador) en los días 10 y 11 de julio del 2014. La interpretación de la obra estará a cargo de la orquesta
sinfónica
de
dicha
ciudad
bajo
la
dirección del Maestro Medardo Caisabanda. La imágen que abre el presente volúmen será un mural a óleo de gran formato que integrará la escenografía del estreno de Amor América en Cuenca (10-11 julio 2014). Posteriormente, dicho mural formará parte de un espacio expositivo público ecuatoriano.
© Roberto Aguerre Ravizza , 2014 E-Mail:
[email protected] Móvil (+39) 320 18 46 222 - www.aguerre-art.net
E-Mail Martin Palmeri:
[email protected] Móvil: (+54911) 5638 1280 - www.martinpalmeri.com.ar
Las imágenes aquí visualizadas son obras a óleo de Roberto Aguerre Ravizza.
3 Índice EL PROYECTO................................................................................4 LA MÚSICA................................................................................... 5
OUVERTURE - PRIMER MOVIMIENTO.........................................6 Un hombre, una mujer................................................................. 7 Orígenes....................................................................................... 9 SEGUNDO MOVIMIENTO............................................................. 10 Árboles y raíces............................................................................ 11 Vidas palpitantes.......................................................................... 13 TERCER MOVIMIENTO................................................................. 15 Destellan las alas.......................................................................... 16 Estrellas, mares y cadenas............................................................ 19 CUARTO MOVIMIENTO................................................................ 22 Sangre fluvial............................................................................... 23 Pueblos de la memoria................................................................. 27 QUINTO MOVIMIENTO................................................................ 32 Oceánidas..................................................................................... 33 Templos inmaculados................................................................... 35 SEXTO MOVIMIENTO................................................................... 37 Canción de cuna, melodía de amor.............................................. 38 Amanecer de ojos.........................................................................42 LOS AUTORES.............................................................................. 50 SELECCIÓN DE LAS PARTIDURAS.................................................. 55
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EL PROYECTO Antes del Canto General de Pablo Neruda no existía un corpus literario latinoamericano en el que se conjugara de forma tan acabada un auténtico respiro épico
con
la
más
límpida
poesía.
Verdadero
monumento de la lengua española contemporánea y a la vez un clásico.
Palabra que descubre, nombra y
funda. Un sendero a través de la geografía, la flora, la fauna, la historia y los hombres de la joven América que Neruda tanto amó. Teniendo presente lo anterior, componer el presente texto
con el objeto de transformarlo en un libreto
para una obra musical que luego será un film, ha sido antes que nada un ejercicio de libertad espiritual. Un acto creativo en el cual cada una de las palabras de Pablo las iba sintiendo como mías. Y fue a su espíritu de amor vital,
palabra que nombrando crea, al que
busqué mantenerme siempre fiel. Así fue que esta versión libre del Canto General, hecha con el objeto mencionado, fue aceptada sin cortapisas por la Fundación Neruda de Santiago de Chile, quien cursó la correspondiente autorización. Canto devuelto al canto para que lo entonen los pueblos.
Roberto Aguerre Ravizza
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LA MÚSICA Luego de las experiencias de la Misa a Buenos Aires (Misatango) y Oratorio de Navi da d, Amor Améri ca, esta nueva obra de respiro latinoamericano, se coloca en un contexto que va más allá de mi propio país de origen, musicalmente hablando. La propuesta, cantata para
soprano, barítono, coro
mixto y orquesta, en seis movimientos con dos partes cada uno, representa la creación de un universo sonoro que precisamente exprese toda América Latina, como nos indica Pablo Neruda con su Canto General.
Martín Palmeri
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OUVERTURE Primer movimiento
Un hombre, una mujer Orígenes
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Un hombre, una mujer
Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos caídos en la selva, devorados por lianas y escarabajos, y la barba dorada de mi padre saliendo hacia la majestad de los ferrocarriles.
Mi casa, las paredes cuya madera fresca, recién cortada, huele aún: destartalada casa a
de
la
frontera,
que
crujía
cada paso...
Alba
oscura
de
la
tierra,
¿hacia qué perdidos archipiélagos, en se
sus
trenes
deslizó
que mi
Desde entonces, llevo a un
amor
doloroso...
aullaban, padre?
cuestas
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Compré
bondad,
estuve en el respiré las
mercado de la
codicia,
aguas más sordas de la envidia,
la inhumana hostilidad de máscaras y seres...
Así nació
este canto, empuñado
sobre la soledad como un castigo...
Corrí de mano en mano, al aislamiento de
cada
ser,
inmensidades
y en
las fangosas
encontré
la
muerte.
La muerte abriendo puertas y caminos.
La muerte deslizándose en los muros…
Pero Nació
también encontré el en
la
amor.
arena,
creció sin voz, tocó los pedernales de la dureza y resistió a la muerte.
Fue un golpe de madreselvas en la boca. Unas trenzas...
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Orígenes Antes de la peluca y la casaca fueron los fueron el
ríos las
arteriales: cordilleras,
trueno sin nombre todavía,
las
pampas
planetarias.
El hombre tierra fue, vasija. Tierno y sangriento fue.
Tierra mía sin nombre, sin América, tu aroma me trepó por las hasta aún
la no
raíces
más
delgada
palabra
nacida
de
boca.
mi
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Segundo movimiento
Árboles y raíces Vidas palpitantes
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Árboles y raíces
En la fertilidad crecía
El
jacarandá
el tiempo.
elevaba
espuma
hecha de resplandores transmarinos, la era
araucaria la
el
de
lanzas
magnitud
contra la nieve,
primordial
desde
su
y
al
el
árbol
copa sur
erizadas
árbol
caoba
destilaba
de
los
trueno,
sangre, alerces,
el árbol
rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre, el ceibo bermellón, el árbol caucho, eran eran
volumen
terrenal,
territoriales
sonido, existencias.
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Como una lanza terminada en fuego apareció el maíz, diseminó su harina, tuvo muertos
bajo sus
raíces.
Este es el árbol de los libres. El árbol tierra, el árbol nube. El árbol pan, el árbol flecha. El árbol puño, el árbol fuego.
América
arboleda,
zarza salvaje entre los mares, de polo a polo balanceabas, tesoro verde, tu
espesura.
Una rama nació como una isla. Una flor fue forma de la espada. Una flor fue relámpago y medusa. Un racimo redondeó su resumen. Una raíz descendió a las tinieblas.
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Vidas palpitantes
Era el crepúsculo de la iguana, el hormiguero monacal pisaba con melodioso pie la
selva,
mientras la llama abría cándidos ojos
en
del
mundo
la
delicadeza
lleno de
rocío.
Los monos trenzaban un hilo interminablemente
erótico.
Es la noche de los caimanes, la noche pura
y pululante.
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El
jaguar
toca
las hojas
con su ausencia fosforescente, el puma corre en el ramaje, como
el
fuego devorador,
mientras arden en él los ojos alcohólicos
de
la
selva.
Y en el fondo del agua magna, está
la
cubierta
gigante de
devoradora
anaconda
barros rituales, y
religiosa.
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Tercer movimiento
Destellan las alas Estrellas, mares y cadenas
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Destellan las alas Todo era vuelo en nuestra tierra. Como gotas de sangre y plumas los
cardenales
el
amanecer...
El
tucán
caja
de
desangraban
era una adorable frutas
barnizadas,
el colibrí guardó las chispas originales
del
relámpago.
Los ilustres loros llenaban la
profundidad del follaje,
y de sus ojos
circulares
miraba una argolla amarilla, vieja como los minerales.
Todas las águilas del cielo nutrían su estirpe sangrienta y sobre las plumas carnívoras volaba el
encima del mundo
cóndor, rey
fraile
solitario
asesino, del
cielo.
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La ingeniería del
hornero
hacía del barro primordial pequeños teatros donde El
sonoros
aparecía
cantando.
atajacaminos
iba
dando su grito humedecido a la orilla de los cenotes.
La torcaza araucana hacía ásperos nidos
matorrales,
donde dejaba el real regalo de sus huevos empavonados. La loica del Sur, fragante, mostraba su pecho estrellado al
austral
chingolo.
Mas, húmedo como un
nenúfar,
el flamenco abría las
puertas
de y lejos
la
sonrosada
volaba del
como
la
catedral, aurora,
bosque bochornoso.
Vuela una montaña marina hacia las islas, una luna de aves que van hacia el Sur.
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Allí, en el final del iracundo mar, surgen las alas del albatros estableciendo en el orden de
las
el silencio, soledades.
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Estrellas, mares y cadenas
Mientras que como lámparas letárgicas, dormían
las
estrellas
segregadas,
el mar llenó de sal y mordeduras su magnitud, pobló de
llamaradas
y movimientos la extensión del día, y en sus orillas se fundó la sangre.
Así
la copa de
las vidas tuvo
su turbulento aroma,
De
pronto
sus
raíces.
surgieron
bocas como una línea que cortaba, relámpagos de plata sumergida, peces de luto, peces
ojivales,
peces cuyos lunares resplandecen, peces que cruzan como escalofríos, bocas
ovales de la carnicería
y
aumento.
el
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Trepidó la población pesquera.
Del océano vinieron
los navíos
esbeltos:
finos instrumentos del mar, peces de trapo.
Otras naves cargaron razas encadenadas, ojos cautivos que agrietaron con lágrimas la
pesada
madera
del
bastimento.
Amarguras amontonadas como frutos malheridos, dolores desollados
como
ciervos:
cabezas
que desde los diamantes del verano, cayeron a
los
abismos
de
la
desolación
por obra de los infames traficantes de almas.
Naves
balleneras,
erizadas
de corazones duros como arpones.
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Barcas
desmanteladas
cruzaron
de tumbo en tumbo el furor marino, con el hombre agarrado a sus recuerdos y a los andrajos últimos del buque.
¿Qué hila el crustáceo entre sus patas de oro? El ¿Qué
mar
lo
espera
sabe. la
transparente?
El
tiempo espera.
medusa
en
su
campana
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Cuarto movimiento
Sangre fluvial Pueblos de la memoria
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Sangre fluvial
América,
amada
de
los
ríos,
como un árbol de venas es tu espectro.
Trepidaba el agua en tu cintura.
Eras
de manantiales construida...
Te brillaban lagos en la frente...
Orinoco
de
agua
escarlata,
déjame hundir las manos que regresan a tu maternidad, a tu
transcurso,
tu ancho rumor, viene de donde vengo, de las pobres y altivas
soledades.
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Amazonas, eternidad secreta de las fecundaciones, te caen ríos color Llegas
de
incendio.
cargado con esperma verde
como un árbol nupcial,
plateado
por
salvaje,
la
enrojecido
primavera de
maderas,
lento como un camino del planeta.
Háblame Bío-Bío, son tus palabras en mi boca las que resbalan, tú me diste el lenguaje, el canto nocturno mezclado con lluvia y follaje.
Tú, sin que nadie mirara a un niño, me de la
contaste tierra.
el
amanecer
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América
profunda,
sumergida
madre de los metales.
Te quemaron, te
mordieron,
te
corroyeron,
te martirizaron, te
pudrieron
más tarde...
¿Cómo podías, Colombia oral, saber que tus piedras descalzas ocultaban una de
oro
¿cómo,
tormenta iracundo,
patria
de
la
esmeralda,
ibas a ver que la alhaja de muerte y mar, escalaría de
los
las
gargantas invasores?
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La luna amasó a los caribes.
Anduvo el hombre de las islas tejiendo ramos y guirnaldas...
Con sangre y pedernales creó el fuego, mientras
el universo iba naciendo...
Centro América hollada por los búhos, considérame
fibra de
tu
ala
madera
combatida.
de
tu
nave,
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Pueblos de la memoria
Como faisanes deslumbrantes descendían de las
La
los
sacerdotes
escaleras
pirámide
aztecas.
augusta,
guardaba como una almendra un
corazón
sacrificado.
Pero muchedumbres de pueblos tejían la
fibra,
el porvenir de
guardaban las cosechas,
trenzaban el fulgor de la pluma, y
en
enredaderas
textiles
expresaban la luz del mundo.
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Los Mayas habían derribado el árbol del conocimiento.
Chichén, tus rumores crecían en el amanecer de la selva.
México, de mar a mar respiras tu férreo color trepando montes.
De tierra el
a
barro
tierra
voy
americano,
tocando
mi estatura.
Bahía, donde hoy la nueva esclavitud - el hambre, el viven
harapo, como
la antes
condición en
la misma
doliente tierra.
Allí, una vez, las mujeres del barrio dolorido del
antiguo
mercado
de
esclavos,
me dieron unas palabras tiernas y unas flores.
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Brasil, para
cuánto
amor
extenderme
en
Acecharte, Brasil, sacerdotales
quisiera tu
desde
que
regazo. los
te
ríos
nutren,
y repartirme por tus inhabitados territorios.
Sur, de a
tango
rayar
el
a
tango,
si
dominio,
las
alcanzaras praderas,
si yo escuchara en las llanuras un trueno de caballos, una furiosa tempestad de patas pasar sobre mis dedos enterrados, besaría sin labios la
semilla
y amarraría a ella los vestigios de mis ojos para
ver
el
galope que amó mi turbulencia:
tango, milonga, vidalita, samba,
Chile, vuelvo hacia ti la sangre.
chacarera...
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Pero te pido, como a la madre el
niño
acoge y
colmo de
llanto:
esta guitarra
ciega,
esta
frente
perdida.
Chile, agua alta y ceñida como agua hoguera, presión
y
sueño
y
uñas
de
zafiro,
terremoto de sal y leones.
Vertiente, origen,
costa del planeta,
tus párpados abren el mediodía de la tierra atacando el azul de las estrellas.
La sal y el movimiento se desprenden de ti y reparten océano a las grutas del hombre, hasta
más
allá
de
las
islas.
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Quiero
dormir
en
tu
substancia.
En tu clara noche de penetrantes tu noche de
navío, tu estatura
cuerdas, estrellada.
Quiero poner el brazo en tu cintura exigua.
Detener
el trigo
y
mirarlo
Dulce raza, hija de las sierras, estirpe
de color
ciérrame antes
de
los
turquesa,
ojos
irnos
al
ahora, mar
de donde vienen los dolores.
por
dentro.
32
Quinto movimiento
Oceánidas Templos inmaculados
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Oceánidas
Si de tus dones y de tus destrucciones, Océano, a mis manos pudiera una
fruta,
un
destinar una medida,
fermento,
escogería tu reposo distante, las
líneas
de
tu
acero.
No es la última ola con su salado peso la
que tritura costas y
produce
la paz de arena que rodea el mundo: es el central volumen de la fuerza, la potencia extendida de las aguas.
Del brazo sumergido que levanta una gota no queda sino un beso de sal.
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De los cuerpos del hombre en tus orillas una húmeda fragancia de flor mojada
Tu
energía parece resbalar
parece regresar
La
ola
a
que
sin
permanece.
ser
su reposo.
desprendes,
cuando se despeñó fue sólo espuma, y regresó a nacer sin consumirse.
Toda Sólo
tu fuerza vuelve a ser origen. entregas
despojos
triturados,
lo que expulsó la acción de la abundancia, todo
lo
que
dejó
de
ser racimo.
Colmas la curvatura del silencio. Tus pétalos palpitan contra el mundo.
gastada,
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Templos inmaculados
Antártica,
corona austral, racimo
desprendido de la nave
piel
terrenal,
desbocada sobre la catedral
de
la
blancura,
soledad sin tierra y sin
pobreza.
Reino del mediodía más severo, arpa
de
hielo
susurrada.
Todas las resistencias del
Océano
concentraron en ti su transparencia, y la sal te pobló con sus castillos.
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El hielo hizo ciudades elevadas sobre una aguja de cristal, el viento recorrió
tu
salado
paroxismo
como un tigre quemado por la nieve.
Tus cúpulas parieron el
peligro
desde la nave de los ventisqueros, y en tu dorsal desierto está la vida como una viña bajo el mar, ardiendo sin consumirse, reservando el fuego para la primavera de la
nieve.
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Sexto movimiento
Canción de cuna, melodía de amor Amanecer de ojos
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Canción de cuna, melodía de amor
Los hombres oceánicos despertaron, cantaban las
aguas en las
islas...
Canoas balanceadas en el día desierto, puras como la sonoras como descubrieron de
las
miel desordenada, sábanas del la
dulzura caderas.
Suelta el trompo bajo tu trompa. Duerme el negrito. Dormita el trompo...
cielo, azul
39
No
temas,
esperemos
desnudos, que
no
te
que
caiga
divise
el
la
lluvia,
pescador
ni
el cántaro.
De noche sueño que tú y yo somos dos plantas que se elevaron juntas, con raíces enredadas, y que tú conoces la tierra y la lluvia como mi boca, porque de tierra y
lluvia
estamos
Eres como una isla: tu amor confuso, tu amor asombrado, escondido en la cavidad de los sueños, es como el movimiento del mar que nos
rodea.
hechos.
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Guardas
la
dormida
en
tus
y
agua
y
sueño
de
tu
tempestad
pecho
Quiero
tener
abrirla
en
en
Ir
una
estambres tiemblan acosado
tu frente
mi
todas tus
como
alarmados, en
de
las copas vertientes.
simultánea,
interior para
nacer
orillas…
ahora
con
todos
los secretos respirados,
al mar de cada día, a los combates que en cada puerta - amores y amenazas viven
dormidos.
abeja
41
Entraré
en
la ciudad
con tantos ojos
como los tuyos, sostendré con que me hasta
el
música y
para
la
vestidura
visitaste, y que me toquen
agua para
total los
los
que no se que que
mide:
duermen despiertan...
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Amanecer de ojos
En la escala de la tierra subo hasta
ti,
Macchu
Picchu.
Madre de piedra, espuma de los cóndores. Alto arrecife de la aurora humana. Pala perdida en la primera arena.
Esta fue la morada, éste es el
sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron y bajaron de nuevo como granizo
rojo.
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Una
permanencia
de
piedra
y
de palabra:
la ciudad como un vaso se levantó en las manos de todos, vivos, muertos, callados, sostenidos de tanta muerte, un muro, de tanta vida, un golpe de pétalos de piedra: la rosa permanente, la morada: este de
arrecife colonias
andino glaciales.
Cuando la mano de color
arcilla
se convirtió en arcilla, cuando los pequeños párpados se cerraron llenos de ásperos muros, cuando en
todo
el
hombre
se
enredó
su agujero,
quedó
la
exactitud
enarbolada:
44
el
alto sitio
de
la
aurora
humana:
la
más alta vasija que contuvo el silencio:
una vida de piedra después de tantas vidas.
Sube conmigo, amor americano.
Besa conmigo las piedras secretas.
La plata torrencial del Urubamba hace volar el polen a su copa amarilla.
Ven
minúscula
Aguila
sideral,
vida...
viña
de bruma.
Bastión perdido, cimitarra
ciega.
Cinturón estrellado, pan solemne. Escala torrencial, párpado inmenso.
45
Nave enterrada, manantial de piedra. Caballo de luna, luz de
piedra.
Escuadra equinoccial, vapor de piedra. Geometría final,
libro
Madrépora del Muralla
por
de piedra.
tiempo sumergido. los dedos suavizada.
Piedra en la piedra, el hombre, dónde estuvo? Aire en el aire, el hombre,
dónde estuvo?
Tiempo en el tiempo, el hombre, dónde estuvo?
Fuiste
también
el
pedacito
roto
del hombre inconcluso, del águila vacía que por las calles de hoy, que por las huellas, que
por
las
hojas
del
otoño muerto
va machacando el alma hasta la La
pobre mano,
tumba?
el pie, la pobre vida...
46
Macchu
Picchu,
pusiste
piedra en la piedra, y en la base, harapo? Carbón sobre carbón, y en él temblando, el
rojo
goterón
de
la
sangre?
Devuélveme el esclavo que enterraste. Sacude de las tierras el pan duro del miserable, muéstrame los vestidos del
siervo
Dime
cómo
Dime
si
y
su
durmió fue
ventana. cuando
vivía.
su
sueño
ronco, entreabierto, como un hoyo
negro
hecho
el
muro.
sobre su
sueño
por la
fatiga
El muro, el muro. Si
sobre
gravitó cada piso de piedra, y si cayó bajo ella como
bajo
una
luna,
con
el
sueño.
47
Antigua novia
América, sumergida,
también tú, América enterrada, guardaste en lo más bajo, en el amargo intestino, como
un águila, el hambre?
Juan Cortapiedras, hijo de Wiracocha, Juan Comefrío, hijo de la estrella verde, Juan Piesdescalzos, hijo de la turquesa, sube
a nacer
conmigo,
hermano.
Mírame desde el fondo de la tierra, labrador, tejedor, pastor callado: domador de guanacos albañil del andamio
tutelares: desafiado:
aguador de las lágrimas andinas: joyero de los dedos machacados:
48
agricultor temblando en la semilla: alfarero en tu greda derramado.
Traigan a la copa de esta nueva vida Los
viejos
Muestren
esa
digan:
aquí
dolores sangre fui
enterrados. y
el surco, castigado,
porque la joya no brilló o la
tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano.
Señalen la piedra y
la
en
que
cayeron
madera en que los crucificaron.
Enciendan
los
viejos
pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados a través de los siglos en las llagas y las hachas de brillo ensangrentado.
49
A
través
los
de
la
tierra junten
silenciosos
labios
todos
derramados
y desde el fondo háblenme toda esta larga noche cuéntenme eslabón
todo, a
cadena
eslabón,
y
a
paso
cadena, a
paso.
Afilen los cuchillos que guardaron, pónganlos en mi pecho y en mi mano, como un río de como
rayos
amarillos,
un río de tigres enterrados,
y déjenme llorar, horas, días, años, edades ciegas,
siglos
estelares.
Concédanme el silencio, el agua, la esperanza. Concédanme la lucha, el hierro, los volcanes. Apeguen junto a mí los cuerpos como imanes. Acudan
a
Hablen
por
mis mis
venas
y
a mi
boca.
palabras y mi sangre.
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Los autores Roberto Aguerre Ravizza nació en Montevideo. Al concluir sus estudios en la Facultad de Humanidades
del
Uruguay,
se
dedica
a
la
investigación histórica hasta el año 1971, en que se traslada a Italia, donde se afinca en forma estable. Durante los últimos cinco años del período uruguayo
desempeña
también
una
labor
periodística con frecuentes viajes por América Latina, donde toma contacto con la problemática socio política de la región, con particular interés en temas culturales, objeto de múltiples artículos publicados en la prensa montevideana. Apenas
llegado
a
Florencia,
proveniente
de
Montevideo, dirige un seminario de un año en el Consiglio Nazionale delle Ricerche sobre el tema “Historia de los países latinoamericanos” , en el que participan, en calidad de investigadores, un calificado
grupo
de
estudiosos
italianos.
Sucesivamente pasa a enseñar “ Semiótica de la Arquitectura y de las Artes Visuales“ en la Facultad de Arquitectura de Florencia .
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Habiendo madurado su vocación artística, decide abandonar la docencia en el año 1976, para dedicarse al cine y a la televisión, alternando esta actividad con la de pintor escultor y diseñador gráfico. En efecto, realiza en Murano, Italia, realiza una línea específica de esculturas, en las cuales gemas de origen sudamericano se integran en cristal elaborados en los hornos venecianos. Todos sus trabajos cinematográficos los realiza en calidad de director y autor de los guiones correspondientes. Al cabo de un buen número de cortometrajes de carácter documental y de ficción, en el año 1984 realiza en Florencia su primer largometraje de ficción “Elogio de la locura“ con Marcel Marceau, libremente inspirado en la obra de Erasmo de Rotterdam, ambientado en la Villa de Lorenzo dei Medici, en Poggio a Caiano. A este trabajo se suma luego “El halo de la luna llena“,
en
el
que
también
participa
Marcel
Marceau, una película, ésta última, esencialmente musical.
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En siete
1993
hace
la
serie
documental
en
episodios “ Uruguay: historia, naturaleza,
arte y cultura ” realizada en coproducción con la RAI. El TV Movie “ Ojos de Amatista”, data de 1996. En Octubre de 2013 termina el largometraje “Sueños y Pesadillas”, del cual es autor, con protagonista Gabriele Lavia y con la participación extraordinaria
de
Leopondo
Trieste .
Dicha
película será próximamente presentada al público uruguayo. Actualmente prepara la presente obra Amor América cantada dedicada al América Latina. Vive y trabaja entre Roma y Montevideo.
53
Martín Palmeri, nace en julio de 1965, Buenos Aires. Estudió composición con los maestros Daniel Montes, Marcelo Chevalier, Rodolfo Mederos, Virtú Maragno y Edgar Grana (Nueva York); dirección coral con Antonio Russo y Nestor Zadoff; dirección orquestal con Mario Benzecry; canto con Amalia Estévez y José Crea y piano con Eduardo Páez y Orlando Trípodi.
Premios El Fondo Nacional de las Artes le otorga el 1er Premio en el género Obra Sinfónica del Concurso de Composición Juan Carlos Paz 2003, por su obra CONCIERTO DE DANZAS PARA CELLO Y ORQUESTA; Primer Premio Concurso de arreglos corales de la Universidad Nacional de Rosario por la versión coral de la obra Naranjo en Flor de los hermanos Expósito.
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Composiciones
Es autor de las siguientes obras sinfónico-corales y óperas: “MISATANGO (MISA A BUENOS AIRES)”, estrenada por la Sinfónica Nacional de Cuba (1996); la Ópera “MATEO” Avellaneda
estrenada (1999);
en
el
Teatro
“FANTASÍA
Roma
de
TANGUERA”
estrenada en San Petersburg, Rusia (2000);
el
Concierto para Cello “PRESAGIOS”, estrenado en Matera, Italia, (2001); “ORATORIO DE NAVIDAD” estrenado en la Facultad de Derecho UBA (2003); “CONCIERTO PARA BANDONEÓN” interpretado en su estreno por Pablo Mainetti en el Teatro Roma de Avellaneda (2004) y diversas piezas de música de cámara. El 29 de octubre 2013 Misa Tango inaugur a el Festival Internacional de Música y Arte Sacro, dedicado este año a Papa Francisco. Participan el Coro de la Catedral de Colonia y miembros de la Gürzenich-Orchester Köln.
*
55
Selección de las partiduras
56
57
58
59
60