Alrededores De Curitiba Curitiba, La Capital Del Estado De Paraná

   EMBED

Share

Preview only show first 6 pages with water mark for full document please download

Transcript

Alrededores de Curitiba Curitiba, la capital del estado de Paraná, está situada a unos 900 m de altitud y disfruta de un clima templado cálido, sin extremos de calor ni de frío, con lluvias abundantes todo el año y con humedad atmosférica elevada. Las cercanías de la ciudad, de un millón y medio de habitantes, han sufrido una intensa influencia humana, pero en ellas todavía se conservan extensiones importantes de selva aproximadamente natural. Los conocedores del país se lamentan de las perturbaciones que producen los excursionistas y visitantes de los domingos. Sin embargo, si se compara la situación con ¿a de las tierras de la Europa meridional, es necesario reconocer que en Curitiba la naturaleza está mucho mejor conservada. Hay que rendir homenaje a las autoridades y al pueblo que se esfuerzan para mantener en buen estado un paisaje de valor incalculable. Vegetación forestal. Según todos los indicios la climax de los llanos de Curitiba es una selva mesófila, formada por gran número de especies arbóreas de caracteres muy variados: árboles laurifolios, árboles de follaje persistente mesomorfo, árboles de hoja compuesta (tipo acacia), árboles que pierden el follaje en invierno (aproximadamente el 20 % del total). La existencia de caducifolios determina que mientras la selva en verano es muy sombría, en invierno lo sea algo menos. En todos los bosques observados la vegetación epifitica es muy abundante y compuesta de numerosas especies: Polypodium sp.pl., bromeliáceas sp.pl., Rhipsalis, etc. Araucaria angustifolia, árbol de copa plana, como Pinuspinea de la región Mediterránea, pero mucho más robusto (20-35 m de altura) es, como indica su misma forma, un árbol heliófilo que nace en el bosque secundario, poco homogéneo, o en las comunidades arbustivas del manto marginal. Su larga vida y sus dimensiones, que le permiten mantener su follaje muy por encima del estrato arbóreo continuo, son causa de que no le afecte el desarrollo, a sus pies, de la selva densa. Es frecuente pues que constituya, casi sin mezcla de otras especies, un estrato arbóreo superior laxo y discontinuo, debajo del cual, a 20 m del suelo, se sitúa el estrato arbóreo medio, muy denso y de composición compleja. La hoja de Araucaria, plana y gruesa, se aproxima más al tipo esclerofilo que al aciculifolio. Actualmente Araucaria es un elemento típico del paisaje de los planaltos, pero sería un error interpretar este territorio como un área de coniferas de montaña. A nivel mundial la fisionomía de la vegetación climácica es la de una selva pluvial (o, quizá mejor, de una selva mesófila). La cuestión de la climax de los planaltos es objeto de discusión y volveremos sobre ella. Naturalmente unos pocos días de trabajo no permiten asegurar una opinión, pero los indicios parecen claros en el sentido que indicamos. La selva de Araucaria y Ocotea puberula. Como se ha dicho, consta de dos estratos: estrato de Araucaria, que puede faltar, a 25-30 m; estrato arbóreo denso, de 15-20 m. Los estratos arbustivo y herbáceo suelen ser poco abundantes, pero en algunos lugares un tapiz herbáceo de Panicum y Oplismenus puede cubrir gran parte del suelo (bosque alterado por el hombre y los animales). Las lianas son poco importantes en el interior de la selva densa. En cambio los epífitos son muy abundantes; como mínimo hay que distinguir dos comunidades distintas: una, en que predomina Tillandsia usneoides, se localiza en las altas copas de Araucaria; la especie dominante forma trenzas colgantes expuestas a la radiación solar casi plena y al viento. En el estrato arbóreo denso, en condiciones de sombra, abundan las Aechmea, los Polypodium, Rhipsalis, etc. Poseemos dos inventarios de este bosque: Inv. 30 (29). Capao da Universidade (Educacáo Física). Inv. 31 (23). Capao da Imbuia. Suelo con nivel freático alto.