1989 Catedra Amor Y Pedagogía - Gredos

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,i PEDROM. CATEDRA AMOR Y PEDAGOGÍAEN LA EDAD MEDIA (Estudiosde doctrina amorosay práctica literuria) UNIVERSIDADDE SALAMANCA SECRETARIADO DE PUBLICACIONES SALAMANCA, 1989 3.í. )6 3 ,O"tt th { ACTA SALMANTICENSIA ESTUDIOS FILOLOGICOS ? 212 \$\ 1." edición, mayo 1989 O Ediciones Universidad de Salamanca Parapedidos,informacióne intercambiosdirigirse a: Secretariadode publicaciones Apartado 325 37080SALAMANCA (España) ISBN: 84_7481-526_6 Depósito Legal: S. 260 - lg1g l::lrc'.itrn r Encuademación ( ' : . 1 i : . r \C e r r a n t e S . S. A. R : . : ¡ J c ' S a n c r i - S p í r i t u 9s _ . ll. :- ¡ . S.'l.imanca .'tg p.ubl,':u.'91 nueqeserreproducida, roralo parcialmente, ):::l:^t1'j:-!: en manelaalgunani'por ningúnmedio,,in p".-i* :',?,1',:l:i:.:,::.nsmitida "Qui a le cuer, cil a ie cors> (CHnÉrr¡N DE TRoyES,C¿ge-r) < (Cancionerode Herbera des Essafis) <>. (B¡n¡¡n¡o tl o parcialmente, edio, sin permiso DE GoRDoNro) r- iiiÍft":i,rii irlll.I rii; ,il'l ]: INTRODUCCION Nos las habemoscon aspectosde la teoríaamorosade los siglosxIV-X\¡, aspectosrezumadosen tradicionesmayormenteuniversitariasy escolares. ambientesen los que el amor es,cómo no, objeto de disquisiciónprofesoral. pero también punto de partida para la creaciónliteraria,creaciónliteraria que se configuracomo parodiade génerosseriosy que, por supuesto,alcanza otros ámbitos,como los cortesanos. Pero no por esedistanciamientolas obras resultantes(contt'afactade estructurasv contenidos escolásticos,ficción autobiográfica,comediahumanística,etc.) van a perder esefondo, ese esqueleto deI arte de amorescon sus adminículos,de forma y de sentido. Del convencimientode que forma y manera,ambientey trasfondose mantienen, modificándose,en las arteriasde la actividadlitenria peninsular del siglo xv salela presenterevisión. Porque es necesariopracticaren esto de la filologíala exploraciónespeleológicatanto como el remonteideológico.intentaremosen la medida de nuestraspocas fuerzas recolectar el jugo deI ttaturalismo amoroso de esa época. Pero a ningún lector quiere defraudar el título de este libro. Ni tampocose deseaescamotear a nadie su espinadorsal;y, por ahí, se ostenta también la metodología que a 1o largo de esta investigaci'ónse ha venido utilizando.La níz de buenaparte de lo que siguefue la búsquedaa que nos obligaronlas obras de tema amorosode Alfonso Fernándezde Madrigal,el Tostado.Este, cuando menos,es el centro al que de vez en cuando se valr dirigiendonuestrosdardos,no siemprecon el tino exigible,es verdad.Pero no es, claro está,un centro artificialmenteseñalado.Su misma producción se ostenta como un punto de referenciasiempre mediato y, de forma a nuestro parecer indiscutible,necesariopara seguir desentrañandomucho de lo que de nuestra cultura del siglo ¡v queda aún por aclarar. Seránecesarioadvertir también que con nuestro uso de la palabranaturalísmo,un tanto reiterativo,queremosremitir al lector al trasfondo filosófico que se explica el amor 1' su misma existenciaen términos palpablesr. dentro de la configuracióndel mundo en el que impera la ley natural (con tlll 12 IN'IRoDL'CCIo¡- Algunasmonografías han dado cuentadel asunto otr'(rsnrirric(r.i:.1: .rlrrrlo)1. r'1.r. it:..i'::r,-r\:c\cr-rt(s en el cuerpo de est¿robra. Pues con el términc> ,; '.:, al realismo -: J.iu .rdvertidoque no nos referimosprecisamente j:' -i: -, - I:.r,,.Sicilianoseñalaen estemundo en el que nos vamosa :-'-: . -,\\,. L'scelementonatLlralqLleparticip¿en el mundo intelectual .:: .., rrl¡cl medíacobra su sentidoliterario,en el que aquí vamos --: -'.:,' cLrando y alquitaraen distintosodresy distintos se trasvasa directa, . : .,,. illre. por ejemplo,la parodia no es, precisamente, '. :r()cs poco- el resr¡ltadode un procesode subversiónintelec. :-.::i( cle presr-rpuestos seriosY de formas seriamenteffatadasque '---:.:.r.1.., la tenomenología amorosadesdela laderanaturalista.Cierto, -.:-.,,r.rngeneralque se interponeen todos los textosque tratanel (como Alberto Magno y . .: , i.rnr()cle los maestrosde la escolástica - - ..in¡o en otros escritoresque exponenesafenomenoiogíaamorosa .:r :runro de vista mecánico,como Dante (1'antesse incorporaen el -' ..' ,lc l¿tFin'atnorsde algunostrovadores).De hecho, las raícesdel ':, .:)tr ¿morosoespañoldel cuatrocientos son las mismasraícesfilosófi,::rr: nrlturálismos alnorososelrropeos;nos parece,sin embargo,cier. . '. maricespropios del salmantinoson tan innegables, como lo es su ' .. :r medios laicos de la España en los del cuatrocientos. i'acepración : ¡:¡r: r¿rícesfilosóficasv en el conflicto que se ve permear en los -..i::ricr-rros erotológicosnaturalistasdesempeñó,acasosiempre,un pa. :'::.irrn'rin¡lnte un viejo conflictoentre dos modelosde comportamiento :'-(): el que predominaen la documentaciónhistóricade la alta edad - :.. . .()n provecciónjuríclicay moral. el amor como mera pasión sexual; - ::.i,,, . basac'lo en la reciprocidaderóticaentre ambossexos,coadyuvante :-::r'.:rr v el sentimiento.Es cierto que en la basedel primero estátanto , - :rlcniL'nciirsocial,como, desdela perspectivaeclesiástica 1,pastoral,el . -.:.r. i:r ucncrrl. Riidige¡ Scltx¡:t-t.,C¡us¡ ¿urn'is.Libesleon:eptionund Liebescl¡rstellung in der i- : : Lt,i| || r. Berna-Stllttgart:Francke \¡erlag, 1985. :.. \. .1.,\\.(t. Lrt¡t/('()t!\'t/lon et les t/:intc's poéti.ltes Ju IIoten,4ge, París: Librairie A.-G. r.rc. l-Ji r .igs. El jLreg.r.¡rre el términcr l¿lttr¡/isxto ha .l¿cloen los ambientesligados a ' ' - ' : : : . : : . r. i . l , r u r ¡ n c l c .c u r l r r J t , i r . t s a m ops ( ) f l á r e l i s i ó n d e . u n a c o n c e p c i ó np a n i c u l a rd e l t o d o . ^ - ,: s . - : r r v i s i r r nq L l ( .f . ¡ t ¡ f o r t r r n . ln u e s t r a n , o h a s i d o n e c e s a r i ap,u e se s o r r o e l t e m p e r a ' - : : r ' . . , . i . . , , . . n r . h ¡ n s i . l or ' í c t i m i resn e s t el i b r o . ' r . i : . . : - . ( . r , , I ) D J t l t \ I l \ ( t i L R .. . P r ¡ u ru n e h i s t o i r ed e I ' a m o u r a u m o y e n á g e > ,L e M o y e n : ..: . . : i : l \ . \ o s i c n r p r e .s i n e m b a r g o . e s t a m o sd e a c u e r d o c o n e l m e c á n i c op l a n t e a - ineludible m¿rnd afectatanto V m¿ durante los sigio intelectual más cl estánen la base consideracioncs terialidadr.\later en su íntegro cles En Ia mism¡ I va a expresilrsll que en una obra todo lo referente posiblesorprenc nes teóricasa le sino como el resL pensadoen esa I 4mor- I \' -\\ a 10 Nr',estroco-¡ va a dar la sensa probableque sea ble ni pertinente, fica occidental.E naturalismoamor en los cuatro prj consideradosmás temas anteriorm intereses. Por un lado, s desdeel moment torios de los rer sensulato) el pen que los contenid I La repercusióndt llado por P. DlLzrxs¡cl p á g s ,1 8 5 - 2 0 8 e. n e s p e que también el amor vit más espirituales,de un Lrcr¡nce, Monks dnd nton¿ci e i/ ntatriotottio. ..Pour L DILZENBACHER, l^'1'RODUCCIÓN ineludible mandato divino. Pero no menos en la base del segundc..qLr. afectatanto y mása las parejasmatrimoniadasv a las solteras.El desarrollo durante los siglosXII y XIII de una teologíaque adopta una perspectivrr intelectualmás desdela criaturaque desdeel Creadorva a llevar a los quc estánen la base del nuevo método escolásticoa ampliar el ámbito de sus puesla variedaddel mundo es tan ineludiblecomo su maconsideraciones, terialidad+.Materialidad la de las convencionessociales,una de ellasel amor en su íntegro desarrolloy con todas sus circunstancias. muchosañosdespués,un individuo como el Tostado En la mismaTínea, escolástico va a expresarsu pensamientointegrador.Tan integradoramente que en una obra como el Breutloquiode amor.t'a,nteietaintentaráaunar todo lo referenteal amor humano y divino. Aún más, tan íntegradorque es posible sorprenderen el cuerpo de susrazonamientosextrañasinterpolaciones teóricas a 7a hora de hablar de amor que no pueden ser interpretadas sino como el resultadode una fusión natural de lo heredado,lo sentido y lo pensado en esa España de los siglos XIV -en el fbndo, el Libro de buen amor- y XV a los que dedicamosprincipalrnenteaquí nuestra atención. Nuestro compromiso de historiador de la literatura más que de las ideas va a dar la sensaciónde que en ocasionessimplificamosingenuamente.Es probableque seaalgo más que la mera impresión,pero no siemprees posible ni pertinente extenderse,continuándola,por la línea de la historia filosófica occidental. Es así que los aspectosque creemosesencialesde nuestro naturalismoamorosode los siglosxrrr v xv (y aun del xvl) los desarollamos en los cuatro primeros capítulos de este libro. Los restantespueden ser consideradosmás literarios y quieren dar cuenta de la formulación de los temas anteriormenterecorridos en otros continentesliterarios y con otros intereses. el pensamientonaturalistay aristotélico Por un lado, seva exclaustrando que se fragua en las a.ulasuniversitariasy en los escridesdeel momento en torios de los reverendosmaestros.En manos estudiantiles(estudiantiles, sensulato) el pensamientose conviertesencillamenteen literatura. Es cierto que los contenidospersisten.Sin embargo,la parodia de esesaber -paro- r La repercusióndel tema amorosoen la literaturateológicaes evidente,cono puede versedesar¡ollado por P, DIrz¿Na¡cHen, .Uber die Entdeckung der Liebe im Hochmittelaher',.!as¡a/a¡7,,12(1981), págs. 185-208,en especialpÁgs.192-200.No referimos sólo una parte de la filosofía del momento, sino que también el amor viene por vez primera a ser un modo de directa relación con Dios en los ámbitos más espirituales,de un san Bernardo, de los integrantesde la escuelade San Víctor, etc. (véaseJean Lncl-¡nce, Monks and Loue in 12th Centun Frttnce, Oxfbrd: Univelsit¡' Press, 1979; del mismo. I monaci e il matrimonio. Un'tndaginesul XII secolo,Turín: Societá Editrice Internazionale, 198.{:r P . P, o u ru n e h i s t o i r ed e l ' a m o u r ¿ u N f o v e nÁ g e - . p á g s . 2 3 0 - 2 3 8 r . D I L Z E N B A C H E>7), t Una aproximación a la bibliografía del Tostado puede verseen IsaíasRoDRlcuEZ,> casosse podrá hablar de revisión)recuperamosahora trabajosque, de no haber procedido su alltor de ese modo, andaríanseguramenteperdidos en el prolijo bosque del que más escribieÍa, tr^tándosecomo se trata a veces de trabajoso ejerciciosemanadosde la docenciauniversítaria. Pero de esto no tendremosmás remedio que hacer argllmentoenseguida. 5 Dejando de lado ei hecho de que lcrsinteresadospor las cuestit¡nesmit.rlógicas.a alguno de los cualeshacemosreferenciamás abajo, no eran siempre reverendosmaesrros,recuérdese,por ejemplo, el perítaje impecable que el Tostado ejerce para Fernando de la Torre en su Llbro tle /ds t'etnte cart¿se qüístiones(Antonio P¡z v MÉl-t¡, ed., Fernando de la Torre, Cdncionerr.¡ t obr¡s en prosa.Dresden, 1907 [Gesellschaftfür romanische Literalut, 16], páC 20; Nfaría ,lesús Dllz G.rm¡t-rs. L¿ obnt li¡er¿ri¿ de Fernandode la Torre, Valladolid: Universidad, 198i, pág. 126t. e Aparte el trasfbndo cultural, muchos de cuvos aspectossobresa.lientes han sido estudiadospor Ottavio Dt C*'tIl-lo, El humdnisno cdstellanodel s,glo,{l/, Valencia:Antonio Torres, editor, 19l6,hav que considerar las propias afirmacionesdel Tostado sobre el esfuerzo creativo recogidasv estudiadas por Karl Konut, Beitrag cler Theologie zum Literarurbegriff in der Zeit luan II. r'on Kastilieno, "Der ya citado. Pero ese esfuerzo,desde luego, no puede justilicar una afirmación como la de que. cuando escribesobre cuestionescomo el amor v la amistad,*el Tostado se interesamás por la expresiónliteraria que por el desarrollodoctrinal del tema, carentede trascendenciarr, afirmación que tlebemosa T'omásy Joaquín C¡R¡¡us v ART.{u,Htstorid de h likxolía espafiola,II, Nladrid: Real Academia de Ciencias Exactas,Físicasy Naturales, 194j, págs. 512-558. l0 Se nota¡á que cito un caso de maestroen teologíade primera clasepara sus contemporáneos.El estudio de su personalidad literaria de \t/olf-D. L.rlct, Ei lraile trobalor. Zeit, Leben und \Verk des Diego le \/olenu¿ Je León (1Jt().)-1112?),Fr¿nkturt ¿. N{.: V. K.lostermann.1971 tA¡ulecta Romantca, 28), y el de alguno de sus aspectosmás doctrinalesque literarios de Isaac\¡.izel'Ez JANEIRo,Tral¿dos cdsle/lanossobre la predesttnacióat' sobre l¿ Trlnid¿d ¡' /tt Encarnación,de/ naestro Frat Drcgo de \lolencia OFM (siglo X\/). ldentific¡ción tle su autorit t' e,liaón crítlc¡, Madrid: C.S.I.C,, 198.1.muest¡an bien a las claras la ausenciade ]abor in¡electualpor parte de estosprolesionales,que en pocos casosdejaron EL TOSTADO Y SU "BRE\¡ILOOUIO DE ANIOR,, l!) Por otra parte,cuandoobservamosque el Tostadosetraducea sí mismo v pone al alcancede romancistasalguno de los opúsculosa qlre nos rel-eri mos, inclusosin modificaciones sensibles en la nuevaversión,podemospensar que no estamosmuy lejos del mismo procedimientopara la difusión en traduccionesde textos latinos o italianos de carácter clásico o humanista, traduccionescLrvonúmero va aumentandopor entoncesy que, como es sabido,son bastantecomunesen la corte de Juan II, compartiendointerés v espa.ciode recepción con las obras del nuestro o de un Enrique de Villenatl. Ambito, es claro,culturalmentemacizoe intensivo.Pero el del Tostado seráel único casoen Castillade pura expansióndirecta extra-universitaria de las actividadespropias de la facultadde Artes, como bien pudieranser las materiasrelacionadas con la cátedrade poetriaque, como sabemos,poseyó el de Madrigall2. Así, su extensay prolija exposiciónde los Ctínonesde Eusebio de Cesarea seráutilizadamuv pronto como una suertede magnaenciciopediade la cultura antigua, y acaso tenía ya desde su concepción ese mismo sentido. Puesla sensibilidaddel comentaristaera, entonces,poco selectiva,enciclopédica, al menos en España,como podemos comprobar con el caso de Enrique de Viliena, cuyo trabajo sobre los tres primeros libros de la Eneida es, entre otras cosas,un speculutnuite bumanal). Pero pocos textos del Abulense recabaronen los ambientesromancistas tanto interéscomo susobras,o a él atribuidas,sobreel amor, ya castellanos práctica.Así, el tratamientoexegéseande disquisiciónteóricao de exégesis tico de Venus y Cupido en unas a modo de selectasgenealogiedeorun, Sobrelas diez qiiestioaesuulgares.es utilizado nada menos que por el Con- una obra ni siquiera mínimamentecomparablea algunasde las seccionesdel Abulense.Algún día habrá que estudiar de forma monográfica l¿ verdadera aportación científica de quienes bríllaron más como poetasque como pertenecientesa su profesión teológica,filosófica o escriturística. rr Pensamosen casoscomo los de Pier Candido Decembrio, Gianozzo Manetti. Leonardo Bruni, etc., etc. La coeristenciade algunos cle estos textos v los del Tostado ha sido erpuesta en la recienre tesis de Guillermo SrR¡s, Ld lraduccíón porci,t/ de la .lltada,, tlel siglo X\/. Estudíos l textos complementdrlos, tesisdoctoral inédita, Bellaterra:UniversidadAutónoma de Barcelona,1987.En esemismo senri.1o.r'éaseJeremvN. H. L¡verNcE, Lltt tatdda Je Alonso de Carfagenasobre l¿ educdc'ióu t lctsestultos llterort'os,Bellaterra (Barcelona):Publicacionesdel Seminario de Lite¡atura Medieval y Humanística iUniversidad Autónon.ra),1979; . 1986. C i ¡ ¿ ¡ e n r o ]so s ¡ e x ¡ o s¿ h í c o n ¡ e n i d o sp o r e s t ae d i c i ó n .i n d i c a n d op á g i n av l í n e a . EL TOSTADO Y SU "BREVILOQUIO DE A,NIOR,, 21 de amor y amistad,y seguramenteotros muchos con ellos relacionados,nos interesanahora de la obra del Tostado los fragmentosexclusivamentededicadosal <>, al amor pasionallt. Antes de analizaresosfragmentosy justificar la atención que le dedicamos, habremos de hacer algunasprecisionescronológicasy estructurales, vale decir genéricas,sobre el Breuiloquío. :' En rigor, el Breuiloquiode amor amigigiaha recabadola atención de algunoscríticos. como la ¡ de Olegario GARcÍADE I-¡ FurNtr, ..Dos obras castellanasde Alfonso Tostado inédítas', La Ciudad de Dtos. 168 r 1955), págs.297 -3ll, valiosotrabajo pero con prescindiblesjuicios sobre la obra. En bastantes .irsos ésta v el Trdtddo de cómo al bombre es necesarioamm han sido confundidos. Esperamos conrar ¡r(rnto con la edición sinóptica del Breuloquio, textos latino ¡' castellano,que actualmentepreparaJaime I)¡ch. mient¡astanto nos hemos referido a sus manuscritosen nuestraedición frasmentaria(Del Tost¿Jo ''rt ti it|tor. Dass. t-)). l?. I fi 22 C¡\PITI-'LO PRI\IERO I ElBreuiloquio de anor | {tnieiQafue primero redacradoen latín a instar. cias del rey Juan II, segúnnos entera característicamente e] colofón de esr. primera versiónró: Ad gloriosissimum cesarem, ac nagnificumtriunphatorem senperauguttt,, illustnssimum Castelle acLegíonísregeftlpotentissíttura princtpen,miut,,. seruulc¡runz s/loru//?Alpbonside Madrigaliin artibusmagistriBreuiloqtrtr,' de amoreet amtgtgta ln quodaruanphorístico qualeo,,,. Platonisdocumento que responsiuunexplicitfeliciter. Y el propio autor traduce al castellanoia obr¿rno porque el rey fuer. inhábil latino, sino porque así podrían beneficiarsemuchos orros de su 1., bor, segúnse dice en el prólogo de estamisma versiónr7. tó Dos manuscritos han sobrevivido de esta versión: uno en la Biblio¡eca P¡ovincial de Cáce:, procedentede la ríca biblioteca del monasteriode Guadalupe (l Hermenegildo Z¡nrom. .Verd¡d ¡ \ttd¿, )l t19731.pág. 291); otro para en la biblioteca d. Catedral de Burgo de Osma lf Timoteo Roto Onc,rlo, .Los códicesde la catedralde Burso de Osn:.,. B M H , 9 1 l " l 9 2 9 l , p í ¡ $ 7 $ i 8 1 J . L a v e r s i ó nc a s t e l l a n d a e l f r a g m e n t oa c o n ¡ i n u a c i ó nc i t a d o : . A l n : glorioso Qésaret magnífTicoet vengedorsiempre augusro,muv esclarresqido re1,de Castilla et León. n: poderoso príncipe, del menor de todos sus sien'os Alfonso de Madrisal, maesrroen Artes. Brevilo,¡.. d e a r n o re t r m i g i g i es o b r e u n b r e v ed i c h o p l a r ó n i c oa l g L r nr a n r o r " r p o n d i . n , . , c o n t e l i c i d a . ls e c o n c l , ' Deo gragiaso(fbl. 7,lri. Transcribe el colofón en su versión castellanaJoaquín Br-ÁzquuzHeRN.ixL,, (fol.9v). CAPÍTULO PRINIERO sr)breel matrimonio.Sin embargo,la materiasedesarrollamuy oportunamentc en la segundade las dos repetitionescitadas,elaboradaya en forma de rrarado. Así, en De optima polítia?2,segunday tercera conclusión,se üata, primero, que ..ad perfectampolitiam volentem ordinari, generanditempora y, etr segundolugar, que i tacereproles,gignentiumoportet spectareoccupationes>ll, entreotras. Con sólo estosdatos y atendiendoa las títulacionesde los colofonesde las obras del Tostado,no podemosllegar a más precisióncronológica,sino decir que antesde 1437y despuésde 1432,pero despuésde haber redactado De optimapolitia, habrá escrito el Abulense nuesro Breuiloquiode amor t' amiEiEia,que puede considerarseva un maduro espécimende la dedicación de un sesudo<(artista>). Sin embargo,no quedaríamosexentosde falta de rigor si no advertimos que nos asaltaun problema para la fechannte quetft.De hecho, el Tostado no sólo cita en el Breuiloquio una única obra suya anterior, sino que hasta tres vecesmenciona eI Ltbro de las ctncoparadoxas.Éste fue primeramente redactadoen castellanopara la reina María de Castillay, con posterioridad, su propio autor 1overtió allatín, dedicándoloentoncesal reyJuan ILBIázquez ya señaló que en el Libro de las cinco paradoxasel Tostado se ritula maestroen artesy bachiller en teología,ademásde que se cita concretamente la fecha de 14372aen el cuerpo de la obra. Si ésta es posterior a la fecha mencionada,habrá que datar también despuésde 1137el Breuiloquio. Estos datos,en efecto,descabalanla ordenacióncronológicade las obras que aquí hemosido mencionando,y, entre otras cosas,nos obliga a cuestionarnos sobre la razón por la que, siendo ya bachiller en teología cuando compone el Breuiloqueo,el Tostado no lo menciona en ningún sitio. Nos quedan, sin embargo,algunasposibilidadesde concordartodo esto en la laberínticarelaciónde la obra del Abulense.La primera es la de admitir que en sucesivosretoques el Tostado fuera incorporando nuevos datos. Pero por la misma razón esperaríamostambién una reforma de los que otrora utilizara sobre su propio cumiculum. Sin embargo,Tauttlizaciónde los títu- :: Véase la edición que citamos más abajo v la traducción de J. CaNorr.r, El polltid" "D¿ optimtt ,it Alionso tle |vIa,lrigal,el Tostado,Murcia: Universidad, 1954, págs. .l.l-.15. " De optítra polrtia, en Alphonsi Tosl¿ti... Opera, Yenecia: Nicolaus Pezzana, 1717, vol. LX\¡. ¡ágs. 6E v sigs.Citaremos las obras latinas del Tostado por esta edición, señalandoel tomo y el lugar. -.1.BlÁzQu¡z HEru*ANo¡z,.El Tostado, alumno graduado v profesor en la Universidad de Sala, nr¡nc¿>. páp..422 (transcribe el texto latino). También se halla la misma fecha de 7137 en el texto :!)mrn.c. presumiblementeanterior a aquél: <.Cacomo aya mill e quatrogientose treynta e siere años J , : e ( l n u e \ t r o R e d e m p r o r n a s q i ód e l a V i r g e n " ( B i b l i o ¡ e c aU n i v e r s i t a r i ad e S a l a m a n c aM , s.2178. ., \1. lo dt m sl( cil lat la SC m a) lo, pr L;d, tel I IO¿ eS ab mt el br Ál los Bib en vfi de lím tlza los fla EL TOSTADO Y SU , Salntanticensis, I 119571,págs.3-)31. l6 CAPÍTULO PRI]\IERO abajo'en la más renombradosdel siglo.Sin embargo,y como veremosmás que son los que obra se incorporan matériales quizá anteriores,materiales los fragmás interesan pa.a nuestro razonamientode hoy, que constituyen la base de serían tiempo' el que' andando mentos ,obre el amor profano posterlores' cierto naturalismo amorosopresenteen obras EL TOSTADO Y SU "BR,E\¡ILOOUIO DE A\,ÍOR,' 2l II En cualquier caso,tan pesadasapreciacionescronológicascomo las anteriores no son del todo impertinentes,sobre todo si echamosde ver que ei fragmentosobre el amor que nos interesapodría haber sido obra exenta antesde incorporarsea\ Breuiloquio,piezaque arrancaríade la misma actividad universitariadel Tostado que venimos ya conociendo.No es caso,sin embargo,de adelantarnos a nuestropropio razonamiento. Examinemosahora las circunstancias de su composiciónv publicación. Declara su autor en el prólogo: Del magníficorey en nlandamiento resEibísobreun dicho de Platónen stilo progeder,el título del qual era éste:quandotovieresamigo,cumple que seasamigodel amigodei mismo,maspor estonon cumpleque seas enemigode su enemigoQr). Es, efectivamente,un espejismoel que nos hacía pensar que en fecha tan tempranapodríamosencontrarun tratado españolsobreel amor basado en Platón. Pues tal no 1o puede ser menos, según el estadoen el que Io recibe don Alfonso. Proviene de los Bocadosde oro o de un texto directamente relacionado con éste y enclavadoen la laberíntica tradición de los textos sapienciales españolesde la edad media2t.Se lee así en los Bocados:<> y :'.,:!.c .rrnocerbien algunode los diálogosplatónicosr0. >i:r en.rbargo, salvadoel caráctermásbien circunstancial de estacita, ella ':: :'-iiicienrepara convencernosaún más del defectuosoconocimientoque :cir.r el Tosradode la obra del discípulode Sócrates; desconocimienro que no :cpresenrauna excepciónen el desoladorpanoramaespañoldel tiempo diseñado por Round. Pues en otras ocasionesel Tostado no tiene empachoen seguirutilizandoél mismo fuenresapócrifas,como son las sapienciales, o indirectaspara suscitasplatónicas,al lado de algunaotra directarr. , Así, nos parecediscernir un conocimientode Platón más bien de segun-ota da mano, principalmenre a partir de Agustín y de Aristóteles, en la repetitio anterior a 1437, De statu anitnarumpost banc uítam, que, después de retocada, pasaríaa formar parte del Ltbro de las clnco paradoxas,'cuya ve¡sión castellanano merece seguir inéditil2. Pero hemos de detenernos aquí porque no es la nuesrrade ho¡' labor de investigaciónsobre platón y su presenciaen la obra del Tostado. No desdice,sin embargo, el documentumpratónícoque da pie para comq_olerelBreuiloquzbde los andamiajeseruditos de las coetánelsrepetíttones. Volviendo al pie de la letra, el Tostado determina con los filósofás morales r" Puede decirse que el proverbio que suscitael t¡a¡ado del Tos¡ado conriene una lectura política mul oportuna para el momento de la composición de la obra. Es cuestión que, por ahora, deja}os de laclo. 'r' \¡éase Nicholas G. RouNo, .The Shadou'of a Philosopher: Medieval CasrilianImagesof plato,. pág. 28 Nótese, sin embargo, cluelas repetitiozesque manejarn<¡s son más tempranasde io que Round sostiene Pero' en cualquiet caso.el Tostado disponía ya en 1-{.10v en la Biblioteca clel Colegio de San Barrolonréde un Boecíusde unit,tte et pldto in timeo cum ¿//¿,¡s tg.ñ.p., Ms, Esp. )2,1, fol. 5_lv). 'i En una ocasión, dice el Tos¡ado; ..Quia ego Platoni meo vehemencerassenrior,qui in minimis quoque rebus dixjt divinum auxilium invocandum>,(cit. por J. BLAzeUEZHERNANDEZ, ,pág.50); l ( ) c l u e s e c o r r e s p o n d e d e n u e v o c o n u n a s e n t ed ne c iBao c ¿ d o{se d . c i r . ,p á g . T i l . U t i l i z a c i ó n i n d i r e c t a d e ir opinión de Plarón sobre la necesariaexpulsión de los poetas de la ciriad se da en la exposición del ( i é n e s i s .a ¡ r a r ' é sd e V a l e r i o M á x i m o , : \'éase Opera,XXY, págs 31-48 Dov la razón a Round cuantlo se pienseen obras posteriores . del T¡s¡¡clc' como es eléctivamenteel Libro de /as cincoparadoxas,al que principal-..,* r. refierela fuenre ':ci hisp'rnistacornuallés.Para la relación del Líbro ie hs cincopaia,lo-xas con la repeticróncirada,véase iL,rr.rs!.ltrrquín CIR-n¡ms' Anr.lu, Historia Je la filosolía ,rp,u¡o¡u,II, págs.S>i-i;t¡ EL TOSTADO Y SU (3r); y fundándoseen < . Ésta, que se correspondecon lo que SénecaTlamaamor, es propia de las cosasinanimadas o sin ánimaracionaly tiene como objeto el bien del amante.La amigiEia, sin embargo, no es egoístay tiene como objeto el bien de lo amado. La <,mienffas que la amistad se asemejaal hábito, según quiere también Aristóteles en el libro octavo dela Etica a Nícómaco. En el capítulo tercero de su obra, distingue el nuestro la diferencia que hay entre amistad y amor desde el punto de vista de Sénecaen la epístola 35 a Lucilio, que comenta:< (3r). Sénecaargumentaallí mismo que <>, lo que se debe, como expone Aristóteles,a que se produce <>, pues <>. Deja ahora de recordar don Alfonso los ejemplosmodernos sabidosde todos (que más que los offos nos hubieran interesado),con lo que amagasu intención de fondo que es más pedagógicaque moral y literaria. Partirán, efectivamente,los literatos de entoncesde la casuísticaantigua para llegar hasta los tiempos modernos, a vecesconsiderandosólo un caso sintético y representativo,tal el de Macías,como proceden por el mismo estiloJuan de Mena, Juan de Flores, Pere Torroella y los autoresde <r;tal el de Oliver, según lo recuerdael autor de 7a Triste deleytagión o FrancescMoner en el opúsculoque dedicaa esratragedi*).En tantísimas otras ocasionesen el cancioneroespañoldel siglo xv se olvidan los modernos amores en estasenumeracionesacumulativascon fines demostrativos, como en los textos congéneresdelDezir cofttrael amor del mundo, al parecer mal atribuido aJuan Rodríguezdel Padrónra.Es procedimiento tópico ésteno sólo por razoneshistoriográficas,de cercaníahistórica,sino también rr Véasepara esteúltimo asuntoMartín de fuqu¡n, ed., Alain Chanier, La belledamesansmerci.Amb ld tnducció catalanadel segleXV defra FrunceschOliuer,Barcelona: Quaderns Crema, 198J,págs.XXIX-XL. 11 Para este texto de tan discutible autoría, véaseBrian DurroN, et al., Catálogo-índicede la poesld c¿ncioneil del síglo XV, Madison, ¡ülisconsin:Hispanic Seminaryof Medieval Studies, 1981, n.'' 1.151. )0 CAPITULO PRII\IERO por el hecho de que los modernos,aunque impresionen, no serán objeto suficientementeejemplar. Por esoel Tostadose explayacon los casosantiguos.Destacarálos resultados del amor loco entre los hijos de Seth y las hijas de Caín, a consecuencia del cual Dios envió el diluvio. Destaca también con tintes propios el casode Semíramis,cuya ..grandelocura de amorn la llevó hastael punto de publicar leyesque sancionarany apadrinaransu nefando pecado.Y <(4r)... Se habrá notado ya, pero no hay más remedio que resaltarla circunstancia de que aquí el Tostado está hablando del amor en general,pero tiene una tendenciainsobornablea hablar del amor mundano y pasional. Trata el capítulo cuarto del amor o amagíón,sin llegar a declararninguna de sus especies,a pesarde que se dice que las hay. Se reiteraahora que el amor es pasión o actopasional.Propio de las bestiasfíeras,éstasse enfrentarán al cuchillo por el amor de sushijos. Y ya que ésteexisteen los animales, es evidenteque el amor es unapassio.pues éstosno tienendeseossi no son los pasionales,Y como dice Aristóteles en el libro segundo de la Ettc,t, todas las cosasque estánen el ánima <. non se llamará el amor natural, Se demuestra en el capítulo quinto de la obra ..que el amor es más exgellenteenffe todas las passionese cómo amamos naturalmente a Dios con amor passionaL,(4v-5r)Jt.Ninguna pasiónes,como el amor, ..tandelectable a la naturalezanin conveniente>'-nótese, para después,la fusión de la delectacióny la convenienciaen su ámbito de natura-. Desde luego, enre las fuerzasconcupisciblee irascible será la más excelentela primera, porque el amor lo es más que la ira, según que su objeto propio es el bien, mientras que el de la ira es el mal, y ésta es pasión más tríste. Pues la ..ira se mueve por injuria e menospregioa nos fecho [e] el amor mueve a folgar en la delectagiónluego como fuere ella cognosEida.Enpero en todos los movimientos non ay alguno más perfecto nin más amigo de la naturaleza que el movimiento de folgar en la cosa delectable,como todas las cosasse muevanpor folgar en el deleyte,pues manifiestoes el amor seermovimiento mucho convenientea la natutaleza.Oftosí, la passiónque es amor non trae consigoalgunatristura o enojo, segúnsí por sí es movimiento para folgar en el deleyte et non ha movimiento más alegreen todos los movimientos que éste. Et si algunasvezescon el amor vengan enojos e pesares,esto non es de rayz del amor, mas porque con el amor se mesclaira o grande furia. Et esto quando algúnd embargo hay de poder alcangarla cosa amada[e] muchos por conseguiruna cosa amadatrabajan,entonqenasqengrandesangustias, non porque amamos,ca el amor solamentefaze folgat en la cosadeleytosa, mas porque nos movemosen ira contra aquellosque aman lo que nós amamos,persiguiendo pira destruir a los que nos resisteno nos quitan lo que amamos.En el amor, tftadastodas las otras passiones,paresqenon aver alguna tristura, ca quando alguno tiene lo que ama, non le embarganteotro alguno, deléytessee está en aquel deleyte;enpero si el [que] ama non posee " ff rambién Opera,XIX, págs. 181 y sigs ( .{PITLLO PRIIIERO er ama.ca luenga.esperanqa "\ ..,r'r.. lo atormenta,ora desperaqión de averra 'rrs¿ ¿tmadafaze mu' desconsolados a los u-áo*r. ñI.r-pur.rq" que er lm()r seer más perfecto que todas ras otras passionese más convenir a la n¿ruraleza.E esto non fabrandospeEiarm.r; ;.--rrgú"i'p""i.rrar amor, mas en unjversab,(4v_5r). Se nos excusarála extensiónde ra cita anterior si consideramosque ahí esráel meollo de la fenomenologíaamorosa d.r Abur.nr.,^]u.ru.r¿u con ra a'uda de Aristóteles,sénecau, *id"nr.-ente, con la incárporación de jui_ clo¡ {ef Aquinate,ente orros.De hecho,I, d¿;;;¿ irlríir¿ consusran_ cial del amor y el intento de aisrarroi. ,r, derivacionesmás mareriares, manteniendola unidad de todos los sentimie ¿, )*o, (en t¿¡minosdio_ nisianos,reunión de erosy ágape\,son también "r", r"r-p;;;i* l. h, posturas filosóficasde carácter.r"opruioni.o, d"rJ" Dionisio É""; H;. de san Víc_ tor, pasandopor san Agustínr', \.en fin vamos a vedo mantenido en el capítulo correspondienteal amor'humano y natural d.elBreuiloquio.y, al tiempo, no serádifícil reconoceren esta exposiciónsobre la sustanciarbon_ dad del amor ecosdel planteamientode H,rgo de san v¿.; ,,, opúr..,Io De substantiadilectionis,de amplia circulac"ión, y ." a."J. "n i. .nunri.n. ru bondad objetiva del amor, mien*as que el -aÍ ; ;;;; mal, no en amar precisamente,que es el camino hacia "rtá la divinidad .r, unu suerte de carreJade deseoJT, en cuya materialidadhabía insistido Dante en er conui_ uio' Pero por lo que al Tostado se refiere, es escorástica,sin embargo, ra incorporación de las,referenciasa las pasiones, necesariaen la cons*ucción aristotélicadel Breuttoqurc. Siguiendo el hilo,.én el capítulo sexro se muesrraque <.elamor es más impetuosoque todaslas otras passiones'y se *ata aquí de su fuerzairresis_ tible' se continúa despuéshasia el fr.g-"nto ya por nosorroseditado, examinando por.lo general.elargumenroáer amo. de los hijos a ros padres,en línea aristotélicacon salpicaJurasbásicas de sanro i;;; lJ.o-o ,. h. venido procediendo hasraaquí. 16 véase'al respecro, A Nvcn¡-x, E¡oi e (tgdpe. La nozionecristianatlell,amoree le suetrasformazioni' Bolonia:Il Mulino, r97r, págs.589-593; rrili¿n, pi.."" Rouss¡r-o po* uri"hir,o¡n ¿u probléme de l'amour au Mo,-enlp". Niün"rr"., itr,Oe.'Briiriilr'r))-C"rrh¡rbt" t, tler philosophieund Theologtetles Mittehlters,ó)¡nicrt 35.-ysigs.;también A&,lxr. Imagorabtrosrt. 15r.".¡1'refr,.o a. Marco';^r:'i;ó:';;; Mito t, t{tegoridnei "Dialosbi d'dnore,,di r,eoneEbr"o, Ro^i Brlr.ri, ls8a, Han de renerse p¡esen¡es' sin embargo,otro¡ clmo De IV gntdtbus,,"ur,ir"iiii,iál ni.ur¿o ¿. sun lratados 1r \'íctor (fi.l Lr'crccg' I monaci e ir marrirtonio. rJtt'intrigitte surxil secoro,págs.65-71). ' \¡éasesu edrciónen pL, 176.cols.11 1g;,na..iion italiana, vi."nro Lrcc¡no,ed.. H de san \'íctor, Ditl¿scaltconI tloni aan p,.))r"-ií*a. "...rible ", L,essenza dell,amore. Discorsoin lotle tlel .litrn,l¿,46¡r,. Nlilán:Rusconi,19g7,págs.Z,:i ZeSá O.*o aludido,en pzigs.26J-261t. EL TOSTADO Y SU >,pata continuar desdeaquí y sin más con una extensa enumeraciónde las nueve propiedadesdel amor que distingueel Tostado también en el Breuíloauio.A saber: [1] .>L72,3 - 78, I3l; [2] <.secundaproprietas, inter ceteras passionesnulla impetuosiorem esse amore, quo ad libidinem provocamur, nec in hoc aliquid nobis a ceteris animalibusdiscretumesu [79, 1 - 82, 10]; ' \'c:aseen Operd,XIII, págs. 1)1-136. Vcase P. Nf. CÁr¡.nru, ed., Del Tostadosobrc el amor, pág.95, n. 8. En adelante,las relerenci¡rs !1csrc rc\ro las indicamossin más entre corchetes. CAPITULO PRINlERO libidinem majorem in hominibus, quam in bestiis forer> [J] "furentem [82, 10 - 86, i9]; hac considerationesit quod licet in viris fortis amor sit, forttor [4] "in tamen est cum datur competitor in amato>,L87, 1 - 91, I9); licet amor ad libidinem impetuosussit, impetuosiortamen [5J "quia est cum magis amantur illicita> L92, I - 104, 1,21; ad libidinem valde fore indomitum> [105, 1 - fi},2); [6] < [110, ) - lI4, 19): [8] "quod libidinosusamor saeper'íros magnosignominiosedejecit" lrr5,9 r82,r4); [9] > 1123,3.127,r5). En nuestro texto se traducen también las autoridadescitadas. Pero lo que más nos confirma en la opinión que hemos formuiado ya sobre la independencia del fragmento latino del que hablamos no es sólo su carácter exento en el cuerpo de la exégesis,sino también su participación más natural que la forma en capítulosde su versión romance del Breuiloquío. La utilízación del mismo fragmento en dos ocasioneses clara muestra del insistenteinterés del Tostado sobre el tema, así como también señalde su técnicade trabajo. La exposiciónsobre el Libro de los Reyesse elaboraúaa lo largo de los añosde la actividadde biblistadel Tostado,por tanto con posterioúdadala composicióndelBreuíloquzb. Segúneso,alguienpodríapensarque el fragmento de amorehabríapasadode éstea la obra exegética con los cambiosnecesarios, en un andamiajeestructuralmás escolástico y acordecon el nuevo contexto. Sin embargo,puede ser que la forma en la que el fragmento sobre amor apareceen la exposiciónlatina coincidacon los primerosintentosde estructurar escolásticamente el pensamientodel Tostado en materiaamorosa.Pues debió de moldearlo en varias ocasiones,como cuando en De optima politia demuestratambiénla enorme fuerzadel amor en líneaprácticamenteioincidente, aunque con algunacita de otra autoridad que no apareceen el Breuiloquio,y con una ciertafinura en su desarrolloa0. Llama la atención,por ejemplo,7a cita, antesdel concreto ftagmentode amore,de Peffarcaal, y, ya en materia,de ..JohannesBoccacciusde Certaldo tt' Vease en Opera. L\V, págs. 72-73. Se corresponde con nuestro texro, v por este orden: pág, I l t - . I í n . 1 2 a p á g . 1 1 8 ,l í n . 9 ; p á g . 1 0 7 ,l í n . . l a p á g . 1 1 0 ,l i n . 2 ; p Á g . 1 1 6 ,l í n . I a l í n . 1 8 ; p á g . 1 1 8 ,l í n . l0 a pág, 119, lín. l, Pero ha1'que indicar qr:e existen algunasdiferencias. 'r .Sicut refert FranciscusPerarcha de quodam rege in libro de prospera fonuna, qui 600 iilios senuit. IXX\¡. pág.72). Es cita ésta que coincide con la primera efen'escenciacastellanade Petrarca EL TOSTADO Y SU .BREVILOOUIO DE .d\{OR,, )5 por entoncestambién de reciente in libro De casu et ruina principuum>>, Con posterioridada estaversión,aún enconffareinffoducción en Castilla12. mos remodeladosu pensamientosobre amor enlas Diez qüestionesuulgares, con aprovechamientode determinados nuevos aspectoserotológicos que inspiran al Tostado o éste toma directamentede las Genealogiede Boccaccio, que parecehaber conocidomás tarde. Parece razonablepensar que el fragmento que venimos examinando y del que conservamosversión latina y romance y que es evidente que no incorpora determinadosmaterialeso autoridadesmás actuales,cuando cabría esperarlo así, habida cuenta de que aparece en una obra exegética posteriora otfos textosde tema amorosoya más enriquecidos;parecerazonable pensar -decimos- que pudiera no ser texto coetáneoala composición del Breuiloquio,que parecedatable con posterioridada la de la repetición De optima polítia, en donde se incrusta esa enriquecida exposición sobre amor. Hemos referido ya la diferencia que los separadel resto de la obra, diferencia de la que sólo nos podemos hacer una idea cuando leemos el texto completo. El fragmento latino de la exposición del Libro de los Reyes,con sus nueve conclusionesque van demostrándoseuna tras otra es, por otro lado, redondo desdeel punto de vista estructural.Pero esaestructuranos recuerda demasiadola de las otras repeticionesdel propio Tostado. Porque con sólo anteponerquod a cadauno de los distintos párrafos que enumeranlas nueve propiedadesdel amor (naturalmente,remodelandola sintaxis),teno quaesÍionescomo en los tratados dríamos una secuenciaáe concl¿tsiones que adoptan la estructurade la conferenciaescolar.Es más, imaginandoasí el texto, su aptitud estructuraly argumentativaes perfecta. Y estamospor pensarqlle seguramenteel texto vivió así antes,en forma de repetición. B7ázquezse cuestionabasobre la actividad docente del joven t/. Nan D. Dry¡R¡totlo, The Petrarchan Sources ol "La Celestina", 2.o ed., con .>), según se ve en el inventario de esa fecha (fol. 7r'): es el actual Ms. 148J de la Biblioteca Universitaria,descrito por Devermond en su obra citada, pág. 1-{0. t2 No podríamos asegurarsi lo que maneja el Abulense es la versión castellanade la obra del certaldés,lo cual es perf'ectamenteposible (más tarde, y en ambientessalmantinos,pasa a engrosarlos materiales de Ia Repetición de antores de Lucena, según ha demostrado Busell B. THotrtpso¡*, "Another Source for Lucena's Repeticibnde dmores'>,Hispanic Reuietu,15 119771,págs.337-J45). l6 CAPITULO PRINÍERO maestroallá por los añosde l$2 ó I$4 en la facultadde Artes, en la que va desde entoncesejercíacomo profesor. Y pertenecíana los artistaslas cátedrasde Filosofía Natural, FilosofíaMoral, Retórica,Lógica, Gramática. El mencionadoinvestigadorpensabaque el Tostadohabúa enseñadoFilosofía Moral, teniendo en cuenta las consideracionesde T. Careras y Artau{1, pues la constituciónXIII de las del papa Martir V (1422)para Salamanca t',y lo eran las citadasmás arriba. Es natural pensar,claro está,que don Alfonso fuera afecto,como tantos otros universitarios,al género dela repetitzbobligadav reglamentadapor las Constitucionessalmantinasrs. La repeticiónasí preceptuadaera uno de los dos géneros pedagógicosque en la universid¿d medieval tenían carácter extraordinario, la repetitio y la disputatio.Dvante el siglo xIII estabaespecialmente ligada a la enseñanzade la facultad de Cánones,pero posteriormente se extendió a las restantes.Aunque en sus orígenesvenían a ser leccionescomplementariasa cargo de profesoresde menor rangor(',desde rr Tomás C¡R¡¡ruts Ant¡u, ..Las repeticionessalm¿ntinasde Alfonso de Madngalr', págs.2Il-D6. 11 H¡rul.iNotz, .El Tostado, alumno graclr.rado v profesor en la Universidad de SalaI. BLÁZQUEZ manca>>, 1>ág.111. En la nota siguientetranscribimosel texto de la constitución que nos va a inleresar ahota v en adelante, " En las Conslitucionesde Benedic¡oXIII (1111) y en las de l\ia¡tín V l1,122rse preceptúa qr:e se dicten repeticionessolernnemente.He aquí el correspondientearrículo de las segundas:<>r2. y tiene también don Alfonso una prof'undapreocupaciónepistemológica-harro interesanre para el momento- en una de sus cuestioies de fitoiofia moral, sobre <.sila filosofía moral es más útil y provechosaque la fiiosofíá nrtrr.ulorr, en la que 'r Para la complicada estructura de la repetición de los juristas durante el siglo xrrt, r.,éase C. H. BEzrrtr'n' Les Répétirir'tnsde.Jocques de Réuign, págs. 61 y sigs. Ni en las reperictnes elaboradasdel Tostado que conseri'amos,ni tampoco en las de oi.o. ."nonirtá, españolesdeisiglo x\,, como pedro cle osma, podemos enconrrar una tan complicada estructu¡a, po. lo que, para nu.r,.o ,.o, habrá que marizar la propuesta de Bezemer. Manuscrits scientifiques métliéuaux de I'Ltniuersité de Salamanqueet de ses " ü Gry BEALTTOUAN, 'Col,'gtos Ma,-oresr,Burdeos: Féret et fils, 1962. págs. 2j-2g. Se han cirado como obras del rostado trnos comentariosal corpttsa¡istotélicode atimaltbus {f Hermenegildo Z¡ttoru, .Un opúsc¡lo bíblico del Tt-stadodesconocidor. yerdaJ ,- \rida.31 t1973J. págs. zsz_zrli¡, pero en realidad los conrenidosen ese manuscrilo con otras obras del nuestro son los comenrariosde Beinardo de Brolio, como deja claro cI erpltcit. " \'éase su-edición por Adolfo de C¡srRo, ed., Alfonso de Madrigal, Cueslioues,lefilosdía rtoral, t-n ohr¿s escogtdtsde.filósolos,BAAEE, 65, Madrid: Atlas, 1951, págs. r49-r52. Véase,por orro ladrr, L'tureanoRosLES, estudiode laE.trc¿en España(Dei siglo xrr Repertoriode H¡torút tle l¿s -ponrificia "El ( :,'¡,t¿: E<'lesníslrcds "l^ix),r, "n ¿n Espon¿,7.sa.lamanca: universidad de salamanca,1979,págs.J00-101. EL TOSTADO Y SU "BREVILOQUIO DE AT,IOR" 3c) la filosofíanatural es mejor e más noble e de mayor digniconcluye:a) <t{.El papel que en estasituaciónde desigualdadtuvieranlos colegiales de San Bartoloméhabrá de ser investigadomás profundamente. De hecho, otros materialesliterarios que se manejan con soltura en el fragmento del Breuiloquio que nos interesaserántambién resultadode actividad docente,preparaciónintelectualen última instancia.Por ejemplo,parece que el Abulense enseñópoetria (tenía mucho más tarde la cátedrade la mañana,siendo ya maestrescuela,por tanto despuésde 1446)t5,y es más que probable que ya antestambién pudiera haber enseñadoretórica o poesia, a la que era adicto, a juzgar por el tono y por las autoridadesbien concordadasdel Breuiloquioen la parte que venimosexaminando.Actividad la de la enseñanzade la retórica también de la facultad de Artes, con lo que nada extrañaú lo hasta ahora dicho. Sin embargo de todo esto,nos interesarecalcarpor ahora, concluyendo, que el Tostado, siendo jovencísimo,escribió y quién sabesi habló públicamente de amore, y parece haber razones suficientespara pensar que los fragmentoslatinos que luego se taraceanen el Breuiloquío (y ahí se dejan aislar de modo tan evidente) pudieran ser resto de esa temprana actividad en forma de una festival repetitio. O adopción de la estructura típica de ésta,en el ambientede los estudiosde la facultad de Artes y más en concreto de la enseñanzade la filosofía natural, en la que, por supuesto,el naturalismo amoroso sobre el que vamos a ir insistiendo cobra todo su sentido vectorial en el pensamientoerotológicode Alfonso de Madrigal, pensamiento que creemosresultado de un ejercicio pedagógicoen contexto tan concreto como el de la universidadde Salamanca,bien activa entoncesen casi todas sus materias,como consecuenciade las reformas de los dos primeros deceniosdel siglo xv. 5r Anthony R. D. P¡cor,x, Diffusion of Aristotle's Moral Philosophy in Spain, ca. 1-100-c¿ "The T raditio, 1 | ( 1975), pág. 308. 1600>>, " Pata esras cuesriones,véase Vicenre BELTRÁNor Hen¡ol¡, Cartulario de /a Unit'ersil¿J J, 5,;!,¡ manca(1218-1600),Salamanca:Universidad, 1970-197),I, pág. 175, en donde se matiza a J BL¡zr.,Lt. .El Tostado. alumno graduadov profesor de la Universidadde Salamanca".págs.{-lll'{1-' HERNÁNDEZ, ii i. CAPITULO SEGUNDO De amor y pedagogía: La encrucijadade San Bartolomé <t. Comienza ahora el Tostado a tÍatar el tema del amor humano, la parte deI Breuiloquio que especialmentenos interesaahora.El amor -sostiene- es algo causadopor la naturaleza,es una pasión natural,pues, con el hombre, todos los animalesparticipande él y por él son afectados.No seráel amor más que una ..inclinagiónnatural para engendrara nos cosasemejante>) y estemovimientono se rige por la ruzón lpág.72,7íns.II-201, pues es inherentea todoslos animales,<Lpág.7),líns. 16-17].Estaconservación de los individuos es en tanto que se conservanen ser y en tanto que se multiplican,es decir: ..por mantenimientode comer et beven>lpág.74, líns. I2-I31, io que se deseapor naturalez^;y < de los individuos <. Para esto último, Dios <r, que es el amor, el cual -lo que ..sedeclarapor sentenqiade Aristóteleset de Sénecaet de los otros sabidores>>-es <60,eue darían pie a los lectores para un juicio o una sonrisa,segúnfuera su nivel cultural. Las coplas 7I-73 del Libro de buen amor tienen el mismo argumento que el fragmento del Breuiloquio que aquí estamosexaminando.Sín embargo, si hacemos caso de Rico, el razonamiento de Juan Ruiz se concentra sobre el alma vegetativa,presenteen las plantas,animalesy hombres, pues la referencia al <>61 es ineludible LTI|-¿1, y serán competenciadel alma vegetativa,como Aristóteles quiere, las funciones de engendrary de alimentarse,en suma la perduración, la mantenenciadel Arcipreste o la conseruagión de Madrigal. <<'Elmundo', entonces'por dos cosastrabaja':en un primer escalónen el ámbito del primer grado de la vida, en el dominio del alma sólo vegetativa, tabala por la pelcluracióndel individuo e -inseparablemente- de la 'Trabaja por aver mantenencia'r>62. especie. Pero el personaje del Libro, al aludir en el munclode la reproducciónnatural afenbra plazentera,saltade las puras funciones del alma vegetativaa las del alma sensitiva,común sólo a animalesy hombre, y ahí se <>. tE \¡éase F. fuco, ,,, Co,npardtiueLiterature,36 (198.1),págs. "The 220-D7, en especialpágs.23)-D7, pá9. b4. te Discutiendo con nuestro colegaAlan Deyermond estospuntos, expresaba duda sobre segusu la ridad de que el Lucidario se compusiera fuera de la universidad. digo -sosriene Deyermond en "No carta personal- que el Lucidario seaobra universitaria,pero sí digo que es posible que lo sea.Es verdad qtre Kinkade [Richard P. KlxxroE, ed., los "Lucid¿rios" españoles,Madrid: Gredos, 1968, pág.62] se refiere a'las más avanzadasescuelascatedralicias',pero esto tiene que ver con el origen del Elucidanutt. Cuando se escribió el Lucidario castellano,las cosashabían cambiado bastanre,,. Ú F. Rrco, < 6: F. Rrco. <, DE AMOR Y PEDAGOGÍA sesentay cuatro rcforzabanla anterior donación del fundador del Coiegio (Diego de Anaya,muerto en 1437)y nos parecesegurala mismaprocedencia para ambas partidas66.Así, el códice J, copiado por un criado de don Diego de Anaya, perteneció a éste antes de entrar en la biblioteca colegial. Ahí lo pudo leer el Tostado, o se pudo acendrarpor entoncesel interéspor por más que pudo ser una obra que interesabaa otros en Salamanca6T, antes,mientraslo copiaraParadinaso graciasa susrelacionescon el patrón. En todo caso, de mantenernosen la hipótesis de base más positivista, hemos ido viendo cómo ciertas lecturas del Tostado atestiguadasen obras escritasc. t440 son las que vemos presentesen la biblioteca de SanBartolomé por esosaños,al lado de otras verdaderamentesignificativaspara percibir el cambio intelectual que por los años treinta se estabaproduciendo en Castilla, cambio del que, como hemos venido y seguiremosdiciendo, es buen exponentela producción romancistadel Tostado6s. Pero son precisamentela seguridaddel razonamientoen el Breuiloquio, los paraleloscon el Libro de buen amor y eseamagarde las autoridadesdel Tostado lo que principalmenteapuntalaráestasaprensionesque aquí vamos mostrando sobre la lectura de la obra de Juan Ruiz. Hablábamos antesde resquiciosa propósito del naturalismopropuesto para Juan Ruiz porque la fidelidad a Aristóteles era un compromiso casi imposible para un universitario, al que tantísimasveces se le escapabael árbol por verlo en su bosque de interpretacionesmás o menos condicionadas. O, casi siempre, cuando la doctrina de ..nuestroAristóteles>>, como 1o llama el Tostado al par que los más furibundos partidarios parisinosy cualquier intelectual de la edad media, se ve moderada o emparedadapor un pongamospor casode santoTomás comento o una modificación escolástica, entre tantasotras. 6 No es de la misma opinión G. BEALToUAN, quien sugiere que .les 6.1 nouveaux volumes qui apparaissentainsi semblent avoir été, pour la plupart, achetéschez un libraire, áurremenrdire que leur origine reste inconnuer' \Manusolts scienttfiquesmédiéuaux de I'Uníuersité de Salamanqueet de ses> Ciertamente,no nos las habemosaquí con un salto tan violento como se ha pensadoque es el de Juan Ruiz, pero, desdeluego, estabaprevisto en los propios de éste,y preocupaal teólogoen otras ocaambientesintelectuales son malas siones,como cuando se para a considerarsi todas las delectatiozes por sí U'II", q,34, a.1], implicandohastaa la propia ánimaracional. 'simplificación' que se adviertetamNatural correlato de todo esto es la bién en otros contextosliterarios, como el del Roman de la Rosede Meun7o, o en un lugar que nos interesaú más por sus parecidos v contrastescon Juan Ruiz. En concreto, cuando Matfré Ermengaud encabezala sección ab femen, el Perilhostractdtd'amorsde su Breuíari sobre el amor de <,RomaniscbeForschungen,20'1^907),págs.284-32.1.Véase ¡htrr¿ lo eypuesto por Carlos Alr'¡R, ed., Guillaume de Lortis, Le Romon de la Rose (El ltlbro de /¿ R,,.i,;,.Ba¡celona:El Festín de Esopo - Quaderns Crema, 1985, págs.26-29. DE AMOR Y PEDAGOGfA 1- L27270) sabchatzcert que non es res als mas talens et affeccios qu'es entre femese masclos de se carnalmenajustar per lur natura cosservar, 1272751 lo qual recep de natura tota sentenscreatura e'l secper I'azordenamen de Dieu lo pair' omnipoten, quar Dieus, quant hac creat lo mon 1272801 e las creaturasque.i son, a las creaturas,sabchatz, digs: , como ha sabido con tino poner de manifiestoCesareSegret6,sino que estaparte de| Breuiari se justifica desde una particularconcepcióncaritativadel orden universal. Profesa Matfté, como principio de su enorme obra, que Dios creó a Naturaleza,la cual gobiernasobretodaslas criaturas.De éstanacierondos híjos: dregzde naturay dregzde gens.Tiene cada uno de éstosdos retoños: las del primero sonamor de masclee defeme y amor de son enfan.Estasdos son comunespara todas las criaturas sensibles.Las hijas del segundoson: amor deDieu e de prueimey amor de bestemporals.Estas,sin embargo,son propiassólo del hombreiT. La representacióniconográficade todo esto es la de un árbol, que contienetodo el mundo, expresadográficamenteafuerzade divisionesv subdivisiones.Desde esaperspectiva,el Breuiaríd'amor es un espejouniversal,en |a línea de las grandescosmovisionesde los siglosXII y xIII, pero en deuda de las relacionesde Dios con suscriatucon una concepciónbonaventuriana participapoco del trasfondoque que sentido en tal ras78.Y bien es verdad va a dar lugar pronto al Líbro de buen amor o que subyaceal Tostado. Sin ;a Véase Roger Boase, The Onlgin and Meantng of Coutlt Lote. A Critical S¡ud,- of European Scltolanbtp,Manchester:ManchesterUniversitv Press. 1977. Para dos postur¿senf¡entadirsv polénticas que tienen en cuenta el contexto españoltardío, adelantamosva los libros de Keith \X/ulNxou. La poesía ttmatoriacancioneri/en /a épocade los Re¡esCatólicos.Durham: University of Durham, 1981: v Alexander A. P¡nx¡n, La t'ilosofíadel amor en la literaturd espdúoLt(1180-1680),Nfadrid: Cátedra, 1986. en especialpágs. 25-60. 7t Así, siguiendo sus concretosintereses,Alicia C. de FEnr"u¡sl, De amor I poesídefi L't Españanedíe' ul: prólogoa Juan Rut¡',Nféxico:El Colegio de México, 1976. págs.252v sigs.;1'Anthonl'' N. Z.lu¡n¡¡s, Tbe Art of luan Rui:. Archpriestof Híta,Ma&id: Estudiosde LireraturaEspañola,1965,págs.18ó-188. ;o Cesare StcR¡, ..Le fi¡rme e le tradizioni didattiche.. en Grundriss der rcmdnlschenLíterttttren desMitteldlters, \¡I-1. Heidelberg: Carl \X/ínter, 1986, pág. 115. ;; Véanse las ve¡sionesoccitana, catalana castellanadel prólogo en prosa del Bteuiari e, n H i s p a n i cS t u d l e si n H o n o u r o f J o s e p hM a n s o n .O r f b r d : O . U . P . . I 9 l 2 ' p á g s . 2 2 7 - 2 5 ) . E n concrero,me refiero aquí a lo expuesto en pág. 228 de este artículo. EI tex¡o completo del Breui¿ri hav que leerlo todavía en la edición de Georges Az¡ls, le Bret'i¿ri d'amor de Matfré EmtengauJ,sttiri de s¿ !ettre i sa soeur,2 vols., Bézie¡s-París,1862-1881(reimpresión:Ginebra: Slatkine, i97ol. -' Sobre las característicasde la filosofía bonaventurianadel amor, r'éase,por ejemplo Etienne Grr.sos. L¿ filosofí¡ de S¿nBuenouentura,BuenosAires: Ediciones Descléede Brouu'er, 198'{. DE AMOR Y PEDAGOGÍA embargo,la obra de Matfré Ermengaudes testimonio de una tendenciaque confluirá en todas estasotras. Es por todo esto por lo que se ha relativizadomucho el sentido de una enciclopediacomo ésta.Pero la participación de una doctrina naturalistay jurídica al mismo tiempo en la explicación de los orígenesdel amor y de la propia fenomenologíaamorosaes la misma que hallaremosen la raíz de 7a doctrina de los averroístasitalianos, de los médicos prácticos de Montpellier, en la obra del Tostado, y la que efectivamentesirve a Juan Ruiz para bromear su poquito. Pues lo que se halla bien desarrolladoen el Breuiari y que hará fortuna al paso del siglo XIV serála fusión sin fisuras del matimonio en una representación contemplativa y cortesanadel amor. Aparte sostenerla postura canónica de que el único amor recomendablees <> 121)35-2716) -nótese: lo dice un continuador de la tradición tovadoresca-, eliminando así del ámbito amoroso el adulteriocortés,disponeque, si no se es casado,bien se puede ser amante, enamoratz,par^ alcanzarluego a la amadapor medio del matrimonio, siempre que seadueña sin marido o doncella L27340-27341). De hecho, esta tesis de Ermengaud expuestaa laicos de principios del siglo XIV no era otra cosa que el pensamientode los teólogos,canonistasy místicos del ámbito monástico y escolardesde el siglo xtt. Pues, como ha señaladoun estudiosodel asunto, ..desdemucho tiempo antesexistíaen el occidente cristiano una tradición del amor en el matrimonio. Estabafundada sobre la antigua noción del afecto conyugalTe,reforzaday enriquecida por la de la caritas.Comportaba por diversasrazoneshistóricas,a causade diversas influencias culturales, ambigüedad y oscuridad. En el siglo xII, plantea a la concienciade los fieles,y en consecuenciaa la de sus pastores, más problemasque en el pasado.Értos reciben ahora,de parte de los teólogos y de los canonistas,algunassolucionesde principio que, a su vez, son objeto de elaboraciones,de explicacionesen el cuerpo de la literatura espiritual, de proyección idealizadaen los modelos hagiográficos,v se reflejan en la literatura destinadaa hacer penetrar todas estasconquistasen el conjunto del pueblon80. En pocos casos,sin embargo,la transposicióndel pensamientoamorosoy matrimonial se fue verificando sin fisuras por parte de ;e Se refiere al ffictus mdritalis, ffictio conjugalis, o a las variantes dela uxoris affectio por pane del marido o affectus uxorius, desde el punto de vista de la esposa,que se halla en el corpus jurídico del derecho romano o que apareceen parte en algunospadres antiguoso en teólogosmás modernos,como san Be¡nirrdo. 80 J. LEcLERCe,I nzonacie il matrimonio. Un'indagínesul XII secolo,pág. 1.}4. 50 CAPITULO SEC]U^VDO los reóricctsnt¿lso menos seriosde los ambientesromancistas;en ningún c,rso.descleluego. conro lo verifica Ermengaud,quien, en cierto modo, hacejusricia¿ esosteóricosmonásticosy escolares y, también,a una realidad porque habla desdela misma laderade seriedadque soci¡l'r. Segr-rramente susmodelosf ilosóficos,desdeel punto de vistaintelectual,v enciclopédicos, dcsdc cl es¡ructural.Otros, como Andrés el Capelláno comoJuan Ruiz, se situab¡n v situaránen la laderade la parodia.Da, desdeluego,la sensación síempre,r' con independenciade la teoríasensualv antimatrimonial cle .1r,re clers¡os autoresy de tantosotros posteriores,1oque importa es el juego de l¡ subi'ersiónde los modelosculturales,pues en realidadies ímpeiíaa otras que, de hecho,estabanpresentestambiénen los lctitudes promatrimoniales modelosliterarios82. Y podría decirseque la amplia difusiónpeninsularen ambientesprincipalmentelaicosy señorialesde la obra de Ermengaud-por mencionarun solo caso castellano,el del Marqués de Santillana,quien poseía un bello manuscrito8r- contribuyóa ir creandoestasituacióna la que luego habremos de referirnos con más detalle6r. 'r El mismo J. Lrclrncq, revisandoalgunospocos aspectosde la ¡eoría amorosáprofána del siglo -\II v reaccionandocon razón contra el falso monopolio de] amor por parte de la literarura profana, se ha preguntado sobre. en realidad v en la realidad social. cuál serí¿ considerado el anro¡ normal. el conyugalo el extraconyugalbb. cit., pág. 130t, Para esteerudito, desde el punto de vista de la comunidad cristiana v tanrbién del pensamiento.v práctíca real qr.resubyirceo se genera en esa sociedad,la respuestaestá clara. s: Véase,a este respecto!Henr-vAnsgar KtLLt', Lo¿,eand Marriage in the Ape o{Ch¡ucer, Ithaca Londres: Cornell Universitv Press, 1975. Et No ingresóésteen la BíbliotecaNacional con los otros que procedentesde la biblioreca de Íñigo López de Nlendozase compraron a los Dr-rquesde Osuna (ha1'otroscasosir'éasenuestro artícult¡.Sob¡e la biblioteca del lúarqués de Santillana:\a Illada y Pier Candido Decembrioo, Hispanic R¿uietc.iI [198]1, pág. 23, n. I), pero en esa casalo había visto.foséArtrooR DELos RÍos, ed., Obras del ivf,trquís de Santill¿ua,M¿drid: el autor, 1852, págs.599-60t1.Tengo Ia impresión de que este códice podrí,r ser el actual Hisp. F. V. XI\¡, n." 1, de la Biblioteca Pública de Leningrado, copia de un J. de Aviñcin ¡ealizadaen Lérida, Oto manuscri¡ose consen'a en la Biblioteca de El Escori¡] (r'éasesu descripción por P, Rrcxerrs, Le oBretiari d dmor, tle Matfré Erruengdu,l,pág. l; y Arturo G-lRcI¡ o¡ I-.1Fu¡xrc. E/ .Bret'ldri J'¿¡nor" tle ld Bt'b/iotec'.tde Sdn Loren:ct ,le El Escori,tl. Descripciót y nol¿s.El Escorial: Impren¡¡ del .N{onasteri.¡. 1912). '' La influencía de Ermengaud sobre la literatura española,efectilamente.está aún por delimitar con claridad. Los siete ntanuscritosde la versión catalanainr.entariadosen Bibltetgntpbrl C)lJ Cataltn f¿¡¡.r de Beatrice.J.CoNcurr¡, N{adison,\X/isc.:Hispanic Seminarvof N{edievalS¡udies.198í. números ;ll-7+9. son testimonio de la amplia tradición de la obra por el larlo onental cle la península.a lo qrre habría que añadir que nienudeanlas ¡eferenciasen inventariosantiguosde bibliotecas.Aparte lo dicho en l¡ nota anterior. hav qr.reconsignarque exisre una versión castellanadescritahace mucho tiempo por [:. Rool.rl. "The Chicagt¡ Manuscript of the CasrilianBr,t'i¿rtlorlt, antor', lvbJ¿n P/:t'lolog.r. ]5 (1917l q - l \ . p r i g s . 1 5 - 2 2 . ' " m á s r e c i e n t e m e n t ep o r R o b e r t G , B l . l c r , S p a n i s hN { a n u s c r i p t si n r h e "Earll ( ir¡e.tct¡.\¡e¡.. 1-,¡Corónic¿,7 11978-1919).pág. 5,5.La versión castellan¡ es solirmentede unos 26000 DL .\.\IOR I PEDACiO(}I,\ )l Pcr,. r'oh'icndoal pasajedeJuan Ruiz objeto aquí de nuestrasconsidera.lrrlci. podría creerseque en estalínea el Arcipresteescribíaen clavedel .rlm¡ sensiblev racional,dando por supuestaslas fuerzasanímicasde la ¡rnc vegetativa,que se incluvenen las otras.Al menos,así se deja leer el i(\r(.) en el manuscrito5, marcadova con una rúbrica harto esclarecedora: .\quí dize de cómosegundndturalos onlese las otrasaninaliasquieren avercompaniacon las fenbras. El rubrícadorde.l salvaaquí con inadvertenciael tnundode7lb, pasando por aito su amplia significación,'todo lo creado,hombres,aves,animales'.Sin embargo,no sabríamossi mantenerquentundotengaaquí un sentido tan amplio, o ya estabasemánticamente limitado, por supuestono en términostan estrechoscomo los que algunoshan sostenidost. NIás abajo, sin embargo, al leer que a toda cosase m¿teua,invoca el ámbito del alma racional, pues hay ahí intrínsecauna referenciaa la voluntad, potenciasólo propia del alma racionais6, todo ello en directa relación con el prólogo en prosa v en contra de la otra lectura posible (que toda cosa que's tnuetla),que cenraría la atención del lector en las potenciasdel alma vegetativay, discutiblemente,sensitiva,si se refiere al movimiento del mundo sublunar.(De todos modos, y pues de amor hablamos,el ligamenttrm rationísde que habla el escolásticocomo parricipanteen el enamoramienro, condiciona al nivel más sensíbleque racional de este proceso psicológico: también aquí Juan Ruiz habla del enamoradoprotagonista,y el Tostado vería ahí la evidenciade que la pasiónamorosasobrepujaen el hombre por la participaciónde ia imaginaciónv la memoria). Estamos por sostenerque el autor del Bret,iloquiode amor y anttEiga entendíacomo su colegaParadinasel terto delLtbro tJebuenamctr.Incluso, hastapodría concederseque los de San Bartolomé,tan dadosa la especuiación naturalista,moderabanla heterodoxiao picardía del Arcipreste.Al menos,del Arcipresteque leemoscon la gLlíaantesplanteadade Rico. Estaríamosmuv cercade adherirnosa ia pfopuestade que AlfonsoParadinas <[II^ II", q. l4l, a. r I \. Así que en el grado de superioridadde la uis generatiuase se comprenderá naturalmenteque el varón quiera <, porque, como interpreta el Tostado, nos movemosanimalesy hombres espoleadospor el '. Pensamos,como hemos expuesto, que con seguridad el Tostado tiene presenteen su argumento la misma fuente del Libro de buen amor, y acaso también el propio Libro. Es también posible agotaralgún otro paralelo que ciña aún más la doctrína.Juan Ruiz, por ejemplo, se refiere en su copla 76 a la experienciapersonal,con nuevajugarretacómicay con referenciaimplícita a san Pablo ()eo,pero cerrándoseen banda ante la posible censurapor error voluntarioso,ante el loco amor. Alfonso de Madrigal también modera esta copla juanruiciana:<.Lacausade estascosas entiendo seermanifiestaa cadauno de los ombres, aunquenunca aya experimentado algúnd acto carnal,por sola especulaqión.En estascosasla razón non padesEemás se dever declaran>fpág. 78, 9-151. En buenasmanosestabael códiceS...en manosde quien sabereconocer el peligrosoargumento del Libro de buen amor en esascoplas capitales;en manos que son hábiles para tañer libro y cienciaen otro sentidobien distinto, por lo generaly no por lo particular, 1o individual, que es precisamente lo que hace de la obra de Juan Ruiz una producción lite¡aria genial. 8s Este lugar ha sido recordado por Cesáreo B¡Norn¡, , Publtcatíons of Modem LanguageAssociation,88 ( l97l), pág. 502. 8' La dignídad de la us generatruatambién la tenemos en el Tostado, Bra,iloquio, pág. 75, líns. 1-15: , p á g . 8 6 . DE AMOR Y PEDAGOGÍA ) i Pero aún hay o*os caminos.caso de admitir por compreto la rigurosa tesis de FranciscoRico, h¿brá que pensar que la lectura del códice salmantino habría despisradoar Tostado, .ono.Édo. ;;;i;";-; otros efectos. .oto plo-f"sionalque era, del aristotelismoheterodoxonr. La delectacióftes un movimiento der que participan animalesy hombres, según la ortodoxa formulación de Aristóteles. En los animaleshabrá un movimiento natural e.instintivo,que sóroinre¡esa y afectau,r urmuvegetativa, <>e2, y que forma parte principal de toda ia fenomenolojíu u-o.oru medievaldesdeAndrés eI capellán, pasandooor Guido cavarcinti (*ven t.r u-o., t, pasiónr da veduta fbrmaches'intende>)t, ha .i c.r.irr* j;l;il;ira te>>,por trotar entre poetas últimamente. y excelen_ Pensamos por todo esroque cuandoJuanRuiz habradefenbra prazentera estarásobrentendido el procesovisraide ro, t"¿.i.á., ;rí;" pracentera tanto como delectabileel,con lo,_quecautamente puede sostenerseque acaso no convengadar un pasomás allá por las bajuras de la abstraccióngeométri_ ca del alma, resrandÁ.on ra tradición ,¿.rrr.u y riterariaen su parte sensible (segúnpensamospara el *atamiento der asunto en er Libro i, bu"n oror, sin menoscabode Ia ironía de Ruiz). Juan Pues un aristotelismo,ortoáoxo' (vale tanto como averroísta)tal cual el de cavalcanti y del médico, su comenraáo¡, Dino der Garboe;, fi;" bi.n "l el Véase sólo la enume¡ación de ros e*ores de A¡istótelesen opera,vII, ,"1, v, .l; xrr,1.cf. sr**" ii""i"gi*,'i:'i-, 27,a.J. er Í,r:,IX, n En págs. 270-275. la canciónDonna.míy.rega,p", dt'n|roglio ,!i", qu. ha hechocorrer ríos de tinta, ahora desdemuy antíguo{véaselohn chaires'xaaro,u, 1, Á?r,),iy nce Theon of Lo,e. TbeContexto;/Gnrdano Bruno'soEroicifurctres',ñueva York - Londres, coiu.uiu unnersítvpress,19ó-1:, págs.)1-44,267270) P¡eferimosrpor su exac.titud,las glosas ¿"i."N.rno,, Daale , lo rul)o medíeuale,Bari: Laterza,798i, págs.22-)6:del.ir.o, .i,r,,1"...ir-. +l prm6 o,rrro di Danteo,StudiDanteschi,2i (1940),págs.4J-'19'tambiénen Ddn/ee ra curtura,r),r*t", págs.gl-107. clorrr-opu.r,u, a1ascle JamesEustaceSut*" Gurdoc,tudrcanti'srh"",.,- ;iL;;;, r'oron¡o: universirypress,rg4g. " Cf ' por el contrario,A. Z.rs.rn¡¡s,rhi Árt o¡jrun nrir. i*ipr)rr)'"7'i;.'pagr. 186_r88: .{,. C. de FrRmn¡sr,De anor t poesíaen lu Espttña,rr¿¡rriot, prologotl JuanRuiz, pág. 252. et como exponeB. ñ¡*r, *ir cavalcantif, quer,ottimo lirosofo'natururedrcur parrr Boccaccio "".r.*,. ", questothmofilosofonaturale... ;;;..;;;;;a, protessava cioéla tipicadortrna a'err.isri_ ca,cheformae perfezione dell,uomo¿ l,r.,l.u ,"nriJ;;,; * l,intellettoo (D¿ntee la culturdncdic,tt¡,tr. pág 106l Parael texto del comentario de D. del cu.Éo r la canciónde cavalcanri,r,éase c)¡ro B¡n' 54 cApiTULOsEGUNDo ámbito del amor en el alma sensible,única que los averroísras consideran cobijo clepasiones.Cc'rmo Ruiz Tostado, quien v el demuesrra la irracioJuan nalidacldel ¿mor como principio (de donde su carácrerde pasiónnaturai). Por otro l¿do el determinismoastroiógicode los aristotélicos averroístas desemF,eña Lrngran papel en los procesosamorosos.Pero Juan Ruiz v el Tostado también razonanen el mismo senrido,precisamente porque el generador de la pasiónamorosaes la imaginaciónque estásometidaefectivamen¡ea la int'luenciacelestial(véasemás abajo). Pero el.TuanRuiz de .l moderadopor Paradinas,con el voluntarismoya retérido de la copla 73d, y el Tostado del Breuiloquio modifican bastantela letra de Aristóteles.El madrigalens€sostieneque ..los que se muevenpor vista o imaginaciónde la figura algunapropiamenterienenmovimientode amor o son propiamenteamadores>[pág. 84, líns. 6-10]. Y ello oporqueel bien congebido que es la figura vista Nfigtra exgellentela llama también] e non la gentellade dentro [deseo, aguijón de delectaqióz]los mueve> [pág. 8-{, líns. 10-13). (Con omas palabras,v ya cle la mano del Boccacciode Geuettlogiedeoruntgentiliutn, explicaráen el mismo sentido: .,No entendieron otra cosapor Cupido todos los que dél fablaronsalvoun desseoque en nos nascede gozar de los carnalesdelevrescon aqr-rellas figuras qlle en nuestropensamientofermosasfueron iuzgadasrr'"'). Es por estopor lo que es mucho más fuerte el amor en los hombresque c-nlas bestias.Aunque su sedepropia es la tantasía,la mal-ordignidad del rmor de los hombresse debe también a Ia participacióndel conocimienro tinadmisibleen el aristotelismoaverroísta,sino sólo en tanro que parricipa h r't:rtusa'stirrttttiua,de la que sí esr¿ídotada el alma sensible). Así. los hombres<,.sarebbe per lo meno ambiguo, qualora la memoria fosseper. lui nella parte intelletrira comc in quella sensitivao(B. N-rnor. Dtnte t /d ctt/turdn¡edieu¿/e,r,áe.90). )) DE AX,IORY PEDAGOGIA Más aún, por lpág.85,Iíns. 4-111.Y es precisamenre estareiteracióndel pensamientopor lo que los hombrespuedencaer,estando en esealto linaje de dmor, en la .A no ser que se trate de otra pista, acasosea esteTr¿/ddosobrerunor un texto en relacióncon Bernardo de GoRooNio. v, así, el fragmento del que da cuenta lWelther procederá del Liliun medicine,en donde se expresaen el contexto de la enf-ermedadde amor: lr'éaseel texto de Gon¡oNlo en su versión castellanapublicado como apéndice 5, a p,rrtir de la edición en prensa de Brian DurroN, que iremos citando en adelante).Este verso suele ltp¿trcceren una serie como ésta: amat cen'am, cen'am putat esseNlinen'am; / quisquis amat "Quisquis riln¿m. ranam putat esseDianam: / quamvis fedatur, cuivis placet id, quod amaturrr. 5,inta Egltsia. Dte Geschichteder Vter grossenldteintschen Kirchenlehrer, in einet a/ten rpa,ttscht,t Übt\'tncen: ton Beauuais,Halle: Max Nieme¡ter,1897,pág. 162. Nótese aquí la exageraciónde r(t:ut:,1 )tLt(1. este m(rr¡lista. a \a zaga de lo dicho. a propósito del tema del amor de prostituta v su signiticación dentrr¡ del conte\to teórico, por J. L¡ct-¡.ncQ,I monaci e iL motrimonio. Un indaginesal XIl secoio.págs. 16;-19t. : ' \'é¿se \1. R. Ift \'.lt.cH, ed., Arnau de Vilanova, De amore heroico, pág. 1J. Para la erplicación fisiológicar psicokigicade estaenfermeclad,r'éanselas páginasqr:e le dedica Massimo Ct¡r'oLELL¡, L¿ .]vIal¿/tt'¿J ¿x¡oreuJ¿// ,lurlchtti ¿l Medieuo.Roma: Bulzoni. l976.Es clásicoel artículo de J. L. Lon'rs. .The Loveres trlaladveoi He¡eos,'. lvlotlernPhilologt, 11 \l9l)-1924), págs. 191-516. .AEGRITL]DOAXIOzuS,,\' DETERUI¡.IS\IO )(/ figura muv fermosae allegara ellant0".En consecuencia v por la primera causa,a la hora de hacer relaciónde los mediospara evitar la enfermedad, nlrestromédico propondrá .>10s. Como glosa Ciavolella,..I'amore é un deslderio che nasce quando nell'uomo vi é una sovrabbondanzadi umorí e di pneuma -soprattutto sangue- quando cioé I'organismoumano si trova in una condizionecalda ed umida. Il sangue infani produce il seme generativo dell'uomo ed una quantitánotevoledi sangueprovocanecessariamente un incrementonotavole de seme,cioé una complexiouefieret, un desiderio cogenteresponsabile dell'unione tra uomo e donna. IvIa anche una sovrabbondanzadi umori negli organi generativiacresceil desideriosessuale, umori che dovono essere evacuati perché potrebbero a lungo andare danneggiarela costituzione dell'organismo>rtt''. .. En esto coinciden Bernardo de Gordonio y Arnau de \Ii.lanova,hastael punto de que se convirtióen uno de los tópicos de la doctrina de Montpellierrro. De estaidea no participael Tostado,aunqueparecehaber sido lector de GordoniorrLmás que de Vilanova,pues,excepciónhechade la doble causa, consideracon éstosal amor bereosno como una variantede la melancolíao de la locura, sino como un agenteque las causall2. ..Es de considerar-dice el Tostadoen otra ocasión- que los gentiles pusierona Cupido por dios, e él no es dios, mas es una grandeenf-ermedad no de nuesffa carne,mas de nuesffa ánima,la qual nós dulcementecreamos, no curando sanardella. No entendieronotra cosapor Cupido todos los que de él fablaron salvo un desseoque en nós nasce de gozar de los carnales deleytescon aquellasfiguras que en nuestro pensamientofermosasfueron juzgadas.Este desseoparte se cría en nós por naturaleza,avudandoa ello la común e naturalinclinacióne la fuerEade nuestraedad,parte por la prosperidad de fuera, aviendolargo mantenimientoe alegríae ociosidadll¡,de las quales cosasno sólo nasceel desseonatural, mas aun el infinle llamado I la. sodomítico>> Decíamosantesque no eranpara el Tostadoválidasias solucionesseruales para combatir el amor hereos,en tanto que sí lo eran para los médicos prácticos que dependíande una tradición como la dell/iatícutn. de lo cual rr0 N{, R. IvIcVAUGH,ed., A¡nau de Vilanova, De dmore hercico, pág. lJ. \'éase r.rmbién .rhí la continuidad de la idea en los ambien¡esde descendenciamontepesulana. llr Precisamente,consen'amosun manuscrito castellano,actualmenteen la Bibliotec¿ Univcrsitaria de Salamanca,que peneneció al Colegio de San Bartolomé (cl. Guy Br¡utoLr.ll. .Ifanrrscrirs m¿dicaur du Moyen Age conservésen Espagne>,, Mélangesde la Casade \telázque;,S t19721.pág. 1i8,. r12 VéaseM. CI¡voLrLL¡, L¿ d'amore, dall'Antichiti al Mediet,o.págs. 83,E5. "Malahía rI Para esta idea extendidísimaen los ¡¡atadosmédicosy en la literatura,r'éase\1. Ct.rvrrrrLL¡. L¿ .M¿laltia d'amore, dall'Antichitri al Medieuo,pág. 103. Por citar un casoespañol,la inclure r¿mbién en su fenomenología amorosa Pere Tonno¡LI-Á, en su Carta en rcsposllld Fr¿nceschFc,ff(r sohr. ,jt¿ c:sgrJt, .lVorks en Pere B¡cH v Rtr¡, Túe of Pere Torroella,Nueva York: Las Américas. 193tt. págs. lil-27c): también en Maríano B¡s¡Lc¡ v R'ruÍn¡2, El Cancíonerocatalán de la U ntt,ersddr! Je Z¿r¿p,t:,i. Zart goza: Cecilio Gasca, 1896, págs. 206-212. :L¡ Diez qiiestionesuu/garcs,fbl. ,{XIXr. Aquí véanse t¿mbién otras razones: "El eftccto rlue se sigue de Cupido. que es amor carnal, ca sienpre se sigue de é1effecto de quemamienro.agora obcdescamos a los movimientos de Cupido, agc)rano. Si no obedescemosal su molimiento É\eclltrrndo los carnalesavunt¿mientossigue cresciendo de ardor que consume las humedades tiernrrso el curdadrr cerca de esto atflige e desecae enmagrescee síguensealgunasvezesgrandesenfermedadesen i'1.special si cae el ¡madctr en la passiónllamada por los médicos amor hereos.ca trae ésraa los hombres ,r punrtr de se perder" tltJent,fol. XXXVI r-v). .AEGRITUDO AMOzuS" Y DETERMINISMO (¡1 -citando precisamente a Rasis- da cuentahastael propio Ficinorrt.Podría pensarseque reaccionabael nuestro como moralistaque era, o, mejor, como un filósofo natural antes que médico, pues unos y otrps entendíandiversamente los mecanismospsicológicosde la enfermedad.De hecho, la contaminación de la nzón, el ligarnentum rationís de los éscolásticos,constituía para el Tostado el final de un proceso que acababamucho antes para los médicos, quienesllegan hasta la explicación física de afeccionescerebrales provocadaspor un desequilibriohumoral, una desecacióndel cerebro causa de la locura. Cuando la enfermedadde amor es proceso de desviaciónextema en el necesariomandato de la perpetuaciónde la especie,perpetuaciónen la que cuando se explica la enfermedaddescoadyuvael ; de esa postura naturalistay desde tan arclba,parecieranecesariotambién elevar el grado de las afecciones. SantoTomás de Aquino razonabageneralmentetodo ello dentro de una teoría de las pasionesmás amplia. Al tiempo, muestralafuerza incomportable del amor y de la ira con medios menos físicosque el Tostado, su seguidor sin embargo.Este, buen artista, utliza segúnhemos visto a Aristóteles, pero su demostraciónde la impetuosidad de esta pasión amorosa recaba razonesmás experimentales,hasta médicasincluso, y se ayuda exponiendo una casuísticade tipo literario. En este sentido, la independencia,en la que tanto hemos insistido, de estoscapítulosdel Breuiloquiodedicadosal amor de hombre y mujer resalta 1r5 Para Ficino, véaseCommentarium...in contiuíum Platonis, VI, ix (en Raymond M¡ncll-, ed., Marsilio Ficino, Commentairesur le Banquet de Platon, págs.211-2151.Una radición enclavadaen los más añejosplanteamientosmédicos y naturalistas.Véase,por ejemplo, cómo Lucrecio planteael asunto: <>. No se paran ahí, sino que recetanun remedio,que sepropina al paciente,el de la presencia de tresbellasdamasque, además,son diestrasen la música(adviértase el tono 'meloterapia'). orientalde la Sin embargo,el remediono surteel menorefecto. Qutsqutsdillü rdftam...En literatura,por lo menos,asíera. En cualquiercaso,la terapia sexualindiscriminadaera desaconsejable para nuestrosteóricos.El coito coadyuvabaen algunoscasosa la mayor :r; .{dolto BoxtLL.r t S¡¡i M.ln'rÍN, ed., La htstoria de los atn¿doresFlores t, Blanc¿llor. \Íac1r\>rr". Hay aquí indudablementeun pesimismode raícesnaturalistascomo el del mismo Cavalcanti,al que más abajonos referimos,y seráéstede Guevara uno de los casosespañolesmás evidentes127. Pero también henos aquí ante la incrustacióndel planteamientonaturálista,que acabarenovandodesde la misma perspectivadel pensamientouniversitariodel momento aspectos esencialesdel contenido de la poesíacortesana. Perspectivauniversitaria,salmantinaincluso, que vemos también plasmada en un importante pasaje de Celestina,en donde, entre otras cosas, queda suficientementeexplicadala recaracterización, de la que estamosconvencidos, del personaje Calisto en la Tragicomedia.Rojas remodela a su I26 K. lV¡tlxNost, La poesfu ¿matoria cancionerí1,pág. )2. )2i Es cierto que, en ocasiones,la representaciónpesimistade la sintomatología de la enfermedad de amo¡ no desconsaen un planteamientoriguroso desde el punto de vista anímico, sino que queda relativizadaen un tratamiento generalizadoro, símplemente,humorísrico. Así, en F/attenct¿se define la enfermedad de amor como propia del espíritu, en la que no panicipa ningún tipo de instinto natur¿l: ..Arnors es plaia d'esperit / en que.s de.leitonli lirit / tan que de garir non han cura, / per que no.s s'entrame¡ Natura. / E qui d'Amor es bien ieri¡z / mout deu esser escoloritz...r>. Por esta razón es enfermedad incurable, al menos ningún médico podrá curarla, y buen ejemplo de ello encontramosen el caso del amor de Apolo por Dafne: siendo a<¡uélel primero v más sabio de los médicos no pud.. encontrár remedio para sí mismo (véase_le¿n'CharlesHucntt, ed.. Flamenc¿.Roman occit¡n du XIII siécle, París: Union Générale d'Editions, 1988, rv. )027-J03IJ, a lo que daba pie, naruralmente. l¡ propia afirmación del Dios sobre sus nulos poderes para el caso, a pesar de ser el invenror de l¡ medicina, que cuenta Orroto. lv4elhantorphoseon, I. 521-521. 68 CAPÍTULO TERCERO protagonistade nuevo, con lo que ha suscitadola consiguienteperplejidad de la cr'ítica.Así, cr-rando en el acto XIV Calistosufrer-rncambiopsicológico v devieneuna figura más compleja,< (Mario RoeuES, ed., Le romansde Chrétien de Tro¡^es,IY:Le Cheu¿lierdu Lion (Yuain), París: Honoré Champion, 1978,págs. 1-2). rr'r VéaseAlan D. Der"eRr,lol'lo, Text-Book trfishandled:Andreas Capellanusand the Opening "The Scene of La Celestinarr,Neophilologus,15 (1961), págs. 218-221. Emilio de Mlcult-, en su libro en prensa sobre Celestínd,cu¡raconsulta debo a su amabilidad,señalaque ese inicio es típicamenteteatral. y en el contexto dramático no se echa nada de menos; en tal sentido,piensa nuestro colega.seríaocioso todo preámbulo introductorio, no falta nada. rrr Douglas G. Tnorrln eds., Ld Couedia Thebaifu, Londres: Tamesis, 1968. ¡' Keith \X/HrNr'or'1, en especialpágs. 189 y sigs. lrt Muy valiosasson las opiniones al respectode D. \ü. McPumrrns, expresadasen st .,La tlulce tmaginación de Calisto", en Actds del Sexto CongresoInternacional de Hispantstas(1917). Toronro: University-Departamentof Spanishand Portuguese,1980,págs.199-)01; también en Estudioshnn¡n|s ticos sobre oL¿ Celesttna",Potomac, Marvland: Scripta Humanistica, 1985, págs.62-70. I16 Razonesen contra v mu¡' matizadasha expuesto,sin embargo,Domingo YNDUtult\, ,,Un aspccro de La Celestina'r, Estudios sobre el Siglo de Oro. Homenaje a FranciscctYnduráin, Madrid: Ecliro¡.r Nacional, 198.1,págs. 521-510. 70 CAPÍTULO TERCERO II Habiar de d.eterminismoaestaal¡ura del libro podría resultar a primera vista postizo si echamosde ver que en eI Breuiloquz¿se evita un enfoqr',e astrológico del fenómeno amoroso como el que estamosacostumbradosa ver en otros lugares,tal como enelLibro de buenamor.Sehabrá notado ya nuestra desviación.Pero. al conrario. en textos universitarioscomo el del Tostado o el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar, que luego analizamos,o en la misma Ce/estinabrilla por su ausenciala astrologíacomo causa de afinidad electiva en esto del amor. No ocure, sin embargo, lo mismo en otros textos de Alfonso de Madrigal que podemos espigaren su gruesaproducción. Pero, precisamente,se ha notado el modo tan particular que el autor del Libro de buen amor tiene de prescindir del libre albedrío humano en el cuerpo de un razonamientosobre el papel de la astrologíaen los amores: ese modo de concenrar en dos poderes externosal hombre su propio destino, Dios y los astros.A él no le quedamás que la penitenciay ia humillación ante la divinidad para librarsede esedeterminismosuperiorlrT. Ya Félix Lecoy adobabaaJuan Ruiz resaltandoque en suspasajessobre sino que astrologíay amor no dependía de un ortodoxo escolasdcismorr8, popular del más bien hacía argumento con la ayuda de una concepción asunto.En tanto, Américo Castro mantieneque no tal, sino que el autor del Libro de buen amor se beneficiade un fondo intelectualhispano-judíoDe. Por su parte, Alicia Ferraresiterciaen el asuntorecordandootros paralelos, como ciertos fragmentos del Poema de Alfonso XI, en el que por :r .Thus be concentrateson two powers external to man and never offers anv of the traditional solutions based on man's ef-fort,successfulonll' u'ith the help of God, to compat inclinations such as those n'hich drive man ¡o love> tA. N. Z.ru.tn¡¡s, T/re Art of Juan Ruiz, Archprie:t of Hita, págs. 195-196). Ir'c Félix Lrcor'. Recberchessur /e oLibro de buen ano> de luon Ruiz, drcbiprélrede Httt, con un suplementode Alan Deye¡mond, Farnborough: Gregg International, 197-1,págs. 188-19.1. 1re Anérico C-lsrno, España en su historia. Cristionos, moros N judíos, Barcelona: Crítica. 198.1r. p á g .3 8 9 , n o t a 5 0 . .AEGzuTUDO ATIORIS' Y DETER,\,IINISJIIO medio de una suertede determinismoastrológicose caÍacteÍizaese<>. Ahora el que nos de quiere convencernosno es el autor, sino ei mismo metamorfoseadoamante, 'determi<, en G. B. GvssoN Moxlprxxr'. ed., de buen dmo> Studtes,Londres: Tamesis. 1')l'. "Libro p á g s ,i 9 0 - 1 9 1 ) . Itr A. C. de FrRunesl, De ¡nor t poesíden Lt Españanzedieu¿l. Prólogctd lturt Rtri:. pág lr; 1r2 Yéasesu BuenosAi¡et: EL:.1.i-., Juan Ruiz.Seleccíóndel oLíbro de buen amor" I estudiosc¡¡'l¿izrs, 197), pás. 18. 72 CAPÍTULO TERCERO diferentes.Esta distinción diferenciabanb,íbitov pdsióncomo cualitativamente puedeversemás arriba con \a guíadel Tostado,pero tiene tanto o m¿isinterés porqueespiedraangularparacaracterizar precisamente comopasiónal amor. Pensamosque la 'heterodoxia'de Juan Ruiz, o la que el autor del Líbro ,{e btter artor imprime en la descabaladamente de su personajeenamorado, puede ser también un agudo recurso para retrarar la falsa lucidez de su criatura.Los puentesintelectuales obligatoriosentre aquél y éstanos incomodan v, sobre todo, nos despístansobremaneraal querer individuar a ambos (¿pediremosa Ruiz la seguridady habilidad de un Don Manuel Bueno?).La perversiónde la lectura ortodoxa de Aristóteleses el modo peculiar que Juan Ruiz tiene pan barrer hacia el lector. Didactismo, dicen aigunos. Y acasopor eso no dejó de impresionaral Tostado,al que ahoravolvemos. Que sepamos,el pensamientode éste sobre amor y astrología,amor determinadoo posible entre dos personasnacidasen peculiaresparecidas condicionesastrológicas,tiene un par de formulacionesdistintasen fondo y forma. La más antiguaes quizá la contenida en la exposición del Libro de los Jueces,fragmentoque publicamosen apéndice.Otra, que consideramos posterior, es la que se lee en lasDiez qüeslionesuulg,tres,en el cuerpo de la exégesisdel mito de Cupido. En la primera de las fbrmulaciones ya hemos visto cómo Alfonso de Madrigal intenta explicarel comportamientode Sansóny las razonesde su enfermedadamorosa.Sansón,como es sabido, representatradicionalmente uno de los casos desgraciadosque ejemplifícan los malos resultados del amor pasional.Sansón,se dice, se movía hacia las filisteasa causade la bellezade éstas,no tras de otros fines más honestoscomo el matrimonio, sino ..ad cognoscendumfornicarie>.Así que eseamor de Sansónes pasional y pecaminoso,y en absolutono procede de Dios, como de hecho procedería por su intermediaria,la naturaleza,un amor suscitadopor el mandatonatural de la conservaciónde la especie,por más que se pudiera dar el casode que éste tuviera designiosespecialesy arcanospara provocar en Sansónesa preferenciallr.El lector pudiera aquí despeñarse por peligrosossenderosde que le evita nuestroteólogo (no Juan Ruiz). la predestinación, Como hemos dicho, la vista de la bellezamovía a Sansón,<.cumiuvenis essetet f'en'ensmovebaturin pulchrítudinem>> [líns. 18-19].El héroe tenía ..per quredampassioquam medici amoremhereosvocant, captadasu alma r¡r Véanse las líneas 9'11 del fiagmento qr-republicamos como apéndice 1. En adelante,citamos estasentfe corchetes. .AECRI'|UDO AT,fORIS" \' DETER\IINIS]\IC) secundum quam aliquis fertur tam inmenso amoris in aliquam ut pereundum sit sibi morte certissimaatque veloci nisi amore suo potiatu> [líns. 22-241.Es ahora cuando el Tostado da razón del caráctermental más que fisiológico de esta enfermedad,a lo que ya antesnos hemos referido, pero añadeque <.Aquí la generalizacióndel problema, con la mención de sóloamory personas, es modo de escondercon ciertadiscreciónque nos las habemoscon un asuntode faldas,segúnse echa de ver por el catálogode amoresmalhadadosque va a elaborarinmediatamenteVillenatrs.Desfilan ahí Júpiter con Europa, el mismo con Ganimedes,Daphne y Apolo, Amón v Tamar, Orco y Proserpina,Canacey Macareo,Dido y Eneas,Teseo y Ariadna, Fedra e Hipólito. Son éstosejemplosque refrescanla memoriadel justadory que en cierro modo justificanque,.>. Que sepamos,es ésteel único casode estaliteraturade amor en el que el teóricoinvita a pensaren los casospor venir. Villena haceaquí galade su if E n l ¿ e d i c i ó nd e C i e r o l dH I l n ' . i \ l a d r i d : R e a lA c a d e m i aE s p a r i o l a 1 . 9 5 - 1p, á g s . l 5 + , 1 5 5 . rrb En sus .t¡a./¡is ou tbe nC¡tcionerrt de B¡eno,, Chapel Hill: The Universin' oi North Carolina P r e s s ,1 9 7 ( r p . á g s .c ) l - l 1 6 . rr Prrblic,rda pL)r Derek C. C.lm, Epístol¿ t¡ue enbió don Enrrique de Villenq o Suero de "Ltt Quiñonesv l¡ fech¿ de la Cñuic,t s¿rr¡cin¡ tle Pedro del Corralo, en Henn LIvER\toRr, ed., Llnimsttt of Britlsl, Colttrtbl¿ Ht:p,tuit J¡¿¡¿lzes, Londres: Támesis, 197.{,págs, 1-18. rrf P¿ra una opinitin no coincidentecon la nuestra,r'éaseD. C. C¡n¡.. en su edición, príg.7, nota 23. "'{EcRlrL'DoA'\loRI's' }- DErER\uNrsxro {e¡errnin' , $$l,iffiüff-iffi*$3iL, i","',',T,f *h*l*iill;*{frffl:T,ffi rn'.i:=.i*ttrr t*Tx'; :,',,* t' Jj',{;':?uúP*1kfftr:Tjx'n#n r,?i, u:,:r: r,:n f: non J,ffi.:;j:l'ñ_o "n,.n il^J: na sornetidr ::1ffi *lq$ #*üffi*:.íffi;**¡*:¡:; gr*ffi f":+d,,{xiltrffr.;f,,:[* *t;:ll{'*li:ffii=*$É,*il'iti:ffi ',fjf *dff :,fll#fi'lambi ,6::í*Hfi$ff#iqffffi fitr¡,u fr,i*i,:j:"i['ffi ;ryn: , Hfu ::,;:T'h: i:frií*::;¡;ffi ::,*I;*,h t::¿:::" fui1ffi l6 CAPITULO TERCERO gala en tantas otras ocasiones,queda, empero, salvadopor las peculiares literato del siglo xv propone. solucionesque este Cesconcertante En efecto, concibe que el hombre ha de depu¡arsecon el conocimiento l', precisamente, una de las columnasbásicasdel saberhumano,como medio para comprendery dominar mejor el entorno,es la del conocimientoastrológico. Así, en su exégesismitológicade los rabajos de Hércuiespone en último lugar el de la ayuda que el semidiós prestó a Atlas, trabajo que representaen cierto modo la coronación de la actividad del superhombre. Este trabajo de Atlas, como se cuida de aclamrdon Enrique, simboliza,en realidad, la cognición astrológica,que permite también al contemplativo abarcar buena parte de la labor del Creador, por tanto también alguna parte de la esenciade éste.Sabery contemplacióncelestese aúnanen una suertede misticismoaveroístarenovadortr. Pero seráprecisamente eseconocimientoel que va a permitir contrarrestar la influencia astral en esasafinidadeselectivasamorosas,o en 1o general del alma humana. Por eso Villena recomienda a su consultor varios remedios, <>,que dice don Enriquers2. O bien, Sueropodría beneficiarsede cierta hie¡ba que <>, los modernos o deste tienpo, que algo de esto esperimentaron,deve ser cogida cuando está el sol a diez e siete grados de Aries>. O bien cabe la posibilidad de utilizar piedras o partes de animales,en una suerte de participación total de los cuatro elementos. O bien los astrospodrán ser domeñadospor medio de procedi- rrr Agradeceráel lector avisadoque no citemosaquí el pasajeen cuestiónsegúnla versión castellana conocidade la obra (ed. de lVlargheritaMoRRI¡l-r, Madrid: Re¿lAcademiaEspañola,19581,sino segúnla versiónoriginal catalana:*En les parts de Líbia, en temps del rey Athalante,per grosseriadels hómensque eren donatsa vicis, la sciénciade I'astrologiaperia cascunjorn. E lo dit rey en son rempsfeu inquisiciódels movimentsv scriví libres molt notablesper sr:srentació d'aquella sciéncia,peró no.u poch acabaren son temps.E lehent-sevell, envii per Hércules,del qual havia ovt que erá molt scientv virtuós. Y pregal que e)Jlolgués continuar v complir en la dita sciénciago que aquell avia comengat.Hé¡cules molt volenters pres'ne carrechv doni compliment a les dites cosesmolt millor v pus aptamentque per Athalante foren comenqades. Y axí les aprováe radillcá que ma.vapréssón poschudesvenir a menys.En tant que diuen los vstorialst¡ue si Hérculesaquestesobres no fera en corroboracióde la astrologia.aquellahu1'lbra delida 1. tilli¡ia demostr¿tivament. \¡ersemblantmentconcep de la divina conexenea... Aquest treball fbn lstoriat en lahor r nlemitri¡ de Hércules,a mostr¿rlres coses:la primera, que no stech jamésen oci...; la segona.a (Lesdot:e mostrirrqlre de les sciéncieshumanesla astrologiaté lo sobirágrau procehintdemos¡¡ativament.... treb¿llsi¿ Hr;ratlt's.\'¡lenciar Cristóba.lKofnran, 1511,fol. sign.Drr'-Dur.Agradecemosa los poseedoresdel ejemplarúnico de es¡aobra el habernospermitido manejarlov citarlo). rtt \', en etecto, hav abr¡ndan¡esmodos de proceder a ello en elPicdtrix (véaseDavid PI¡-cn¡r., ed., Picdtrix. The Lafin \terston of t/¡e Al-Hakín", Londres: The \Y/arburg Institute. Univ. of Lon"Gháy¿t don, 1986, índice. s.t'. ¿ntor) ..AEGRITUDOANfOzuS'Y DETERI\IINISNÍO (como con la ..virtud de los salmosrr, mientoscabalísticos dice).Y, en cualquier caso,hasta el saberliterario puede ser también útil para hurtarse a la mala fortuna, así que >,como enseñael consoladorSéneca. Con tan múltiple y trascendenteconcepcióndel saberno será extraño que algunasposturasortodoxaschoquende plano con éste,aunquees cierto que, andandoel tiempo, en contextosde restringidorazonamientoamoroso, como es el de Juan de Flores en su Triunfo de amor, pueda reconocerseel mismo razonamientoque Enrique de Villena hacíaa Suerode Quiñonesl5rPero es seguramenteinevitableel choque de 1oanteriormentemantenido por Enrique de Villena con ciertasposturasortodoxas,como las de Alfonso Martínez de Toledo o Juan de Menal5r. El Tostado, al contrario, estima admisiblesalgunosde los postuladosnaturalistas,segúnvamos viendo, tales como la influencia de las estrellassobre la fantasíahumana, de donde por la mayor parte proviene la enfermedadde amor. Pero bien es verdad que el Tostado restingirá toda la influencia al ámbito del mundo sensibletal como comúnmenteharán oros teóricos coetáneos. Independientementede esta primera formulación, don Alfonso matizará mástarde su pensamiento,pensamosque derivandoen tonalidadesmásliterarias que científicas,a 7azagade las modas de la corte castellanay, nos tememos, que de espaldasa un pensamientocomo el hastaaquí revisado,aunque esencialmente sabeincrustaren su esquemalos postuladosrenovadores. Así, en la parte de las Diez qüestionesuulgaresde que hemos venido haciendo mérito, se explica también en clave astrológicala tendenciosidad erótica de los hombres, tomando razonesy datos del Boccacciode las Genealogie deorumgentiliumlst.He aquí los pasajesde la fuente y de la correspondiente facturacióndel madrigalense: Irl Me hace esta importante obsen'aciónlr'faríaEugenia Lacarra,quien textualmentemantiene:.La de Villena parece una argumentaciónsimilar a la de Flores en su Triunfo, en el sentido de que los infonunios particularesson menores que el que l¿ causaremota pierda sus efectos,porque entoncesel resultadoes el de una catástrofeuniversal.La diierencia estriba en que Flores lo ilustra con unr historia, la del dios Amor, causa remota de los amores de los amadores,el cual al perder su fuego causa,en efecto, una gran catástrofeuniversalrr. rs¡ Véasela declaraciónsin paliativosexpuestaen el prólogo en contra de las explicacionesdeterministas,luego desarrolladaen toda la cuarta parte del Aryiprestede Ta/auertt,que se justifica ,(cir. por R. Kllnaxsxy et ¡/., ob. cit., pág. 178t. 165 Fraker da por supues¡aesahumillación defacto, lo que pensamosque no represenrael verdadero resultadofinal de esta disputa. "AEGRITUDO ANIORIS. Y DET ERj\fl¡llSNlO bl Polido en trobar, mirat lo que fundo por astrologíade vos bien amada, que Venus beldat da, Jo segundo enEiendeluxuria rnásdesordenada; Saturno influye maldat acabada, danospestilengias de su condigión, pero a vuestrosdichos de sanaentingión va mi voluntad vos he obligada. Fablar de escripturasquando contesqiere, vo non contradigocon lenguasepista, nin vo menoscaboal que bien dixere, quantoquierque seapequeñolegista: pero si me fabla remonluiista, sofrir non me cunple sus dichos Eiuiles, loar non se deue de iindos astiles quien pule sus rayoscomo I'amat[ista]. Con ello descarga a la especulación -,v, por tanto, a la intepretaciónastrológica de su valor más pragmático y más independiente166.Es inverosímil que un universitario bien formado, como seguramente sería el franciscano, creyera entonces sólo eso. En todo caso, lo que a éstc le interesa es eliminar una posible participación de la astrología en grado excesivo que permita o justifique a los muchos dedicarse a cuestiones de categoría intelectual superior, como era precisamente el problema de la predestinación, en el que Lando tenía qué decir, no siendo deólogo mucbo fundado. Pero Lando no cede en su terreno y, enmendando la plana a fray Lope, le contesta: La diessaVenus en grado jocundo por esperaclara se nueve templada, e quando su rrostro está rrobrucundo es lunbre que toma bien como prestada; pero fortifica su flecha enconada, ca infunde en los cuerpos extaña pasión el duro Saturno por costelaEión enfría e deseala carne animanda. El poeta segiar recomienda, en consecuencia, el autodominio en el sabio, y viene a decir que es consciente de las calidades planetarias simples que le r¿6 Es posible reconoceren frav Lope un¿láctitud desconfiadao senci]lamentemoralízantea la hora de enfrentarsecon la astrología,lo que indigna a Lando, cluela toma como metáforay con conocimienr,, de causa. 82 clpÍlulo TERCERo recuerdael maestro,pero que, habidacuenrade la conjunciónque le afecta, serádifícil sustraerse a una tendenciacomo la influida. Pero, en cualquiercaso,es inequír.'oco el mundo de la eróticairstrológica en el que se mueveLando,puesesehoróscopoes el mismo de Flores¡' Blan caflor,según1olee Boccaccioen el Filocolo,en deudacon lasinterpretaciones que los astrólogos modernoshacende lo relacionadocon SarurnoL";: Ció siacosachedurissimo siaresistere alleforzede' superíori corpi,arvegna chepossibile; Venuseranell'auge del suoepiciclo,e nellasommitádel differentenel celestiale Toro, non molto lor.rtana al sole,quandoella f.r donna,sanzaalcunaresistenza d'opposizione o d'aspetto o di congiunzione corporale o per orbed'altropianeto.delloascendenre dellaloro r.rativitá; il saturninocielo,non che gli altri, piovevaamoreil giornoche elli nacquero. Es muy posibleque Lando conocierael Filocolo168. Y, lo que nos importa ahota, tendríamos que leer esos versos como un planteamiento de la cuestiónsobre el determinismoerótico, ademásde la capacitaciónintelectual, impropia de un laico según el parecer del teólogo prof'esional.En tal sentido se defiendeel poera y, recordandoa un David vencido v pecador -el fraile 1ohabíamencionadoanres-, alientaal sabiopara que se defienda de los embatesventrsinos. Acaso desde esaladera resulte más significativala referenciadel fraile a Ramón Llull en términostan irritados.Se ha pensadoque la cita responde a la vísión desencajada de Llull en la Castillade entonces.Sin embargo.tal cita se podría entendercon otros sentidos.Uno, relatir¡amente poco plausible, es el de una aremetida por parte del conventualconrralos idealesde reforma.Para éste.como para otros escritoresdel siglo xr', como el autor de la llamadallouelan¡ord/de Graciántn',Llull encarnabacieftosidealesde refbrma que hacen suvoslas faccionesmás avanzadas v reformistasde los tranciscanos. opuestosa la obtenciónde gradosuniversitariosv parridarios de la resurrecciónde los idealesde sanFrancisco.En tal sentido.ramoniulisla en boca de fray Lope será.sencillamente, un insulto,un menosprecio. : - A n ¡ o r r i oE n z o . i l o c a l o , l l i l á n : X l o n c l a r i o r il.c X r 7 .p r i g s .) t Q U r c r t o , e d . . G i o v a n n i B o c c a c c i oF j9: cit. t¡nrbién por el misno A. E. Pad¿a: Qu.lclro en su monograiía Scien:t ¿.nlto ne/ Bo¿'c¡ccto. L i v r a n ¡ E d r t r i c e .l ! ) 6 7 . p á g . ) . ú l c f . p á g .2 2 5 t . l l t d l i a , . S p , ; ¿ t t dT.r r r í n : F r a t e l l iB o c c a .1 9 2 9 .p á e . 2 3 8 ) . . á g s ,1 6 5 - 2 1 02r 5 { 1 9 8 1 - 1 9 8 1p) á x \ ' ) . . E s l ¡ r ¿ l ¡L o tst ! : ¡ n o s , 2 +( 1 9 8 0 ) p . g s . 8 3 - 1 6 5 : 2 6{ 1 9 8 6 r p , á g s .1 6 5 , 2 5 1 : 2 7 t 1 9 6 1t . p i r s . E l - 1 1 ) 82. 1 5 - l - + 0 . .AEGRITLDO .\X,IORIS.\' DETER\IIN]SIIO sin embargo,aun peligrandode quebrarnuestrohilcr Podríamosarriesgar, por lo sutil,que fray Lope ¡endríapresentemásbien al Llull científico,el auror v el inspiradorde determinadaciencianaturalal servidel Tratadode astro/ogía que se enseñaba cio de la conternplación en la escuela. Podemosasegurar. de paso,que el Trdtadode Llull era conocidoen castellanoen fechatan temprána hallamoscon el texto de Lando, como la de 1416v que algunasequivalencias como.por ejemplo,la defensadel poder de Saturnosobrelasespecies fantásridel tratamientode Venusl;". cas,o bien algunosaspectos En fin, se ventílabantambién los problemasde la investigaciónde las caus¿rs del amor en un ambienteen ei que triunfará el Tostado.Teóricos posteriores,como el autor del fragmentosobreel amor profano atribuido a excluiráncon pedanteortoJuan de Mena, reaccionariopor tantosaspectos, doxia la causaastral,el determinismoastrológico,que formaba parte en mavor o en menor grado, mantenidoen su totalidado moderadamente, de las posturascientíficasde los naturalistasmedievaleslTl. Otros continuaránen la brecha,puesde la investigación fenomenológica del amor se trataba.Volvemosa encontrarnoscon ello en el ambientede la corte poéticade Juan II de Aragón,tan predispuestoal pensamientonaturalista. Y ahí tenemoslas cartasde Pere Torroella sobre Qué és grat v sobre las Leyesde amor,dirigida a Hugo de Urríes,y los poemasde ésteincluidos en el Cancionerode Vindel, en todos los cualestextos, aparte presentarseen varios casoscomo epístolasde arte atnandí,se recuperacomo una de las causasde amor la de la posiciónde Venus en el nacimiento,no sin cierto rilr Se nos consen'a un n':¡nuscritode la versión castellanadeltTr¡t¿do le dstrologíade Llull en la Biblioteca de la Ca¡edrai de Segovia,del clue actualnlentepreparamosuna edición. Entre tanto que se p u b l i c a l a e d i c i ó Ád e X l i c h e l ¿P p n E t u p r o m e t r d i rv q u e c o n s r i t u i r áe l v o l . X V I I d e l a s e r i ed e o b ¡ ¿ sd e Llull incluida en el Cetpus Cbristl¿torun. Turnhout: Brepols, en prensa tr'éasetambién de la misma ¡utora ..Ricercheintorno al Tr¿ct¡ltts ttortts Je ¿slronomtetdi Raimondc¡Ltllorr, tletlirtet,o.211976). págs.169-226t.puede verseel texro c¿¡al,in.qLrese conservaen bastanremal estadopor cierto, publicado por Lola B-l¡l¡ v Jordi G-lrr, ..Ramon Llull. Tractat d'Astrononia (segonsel n¡.s.Add. 16.1J1 del British trluseuml,'. en -lrran VERNE1 . ec7.,Tc'rltts t c,slttJiosso!,re ¿slrcnonti espaiola en tl stg/o XIII, B a r c e l o n a :U n i v e r s i r l a dA u t ó n o m ¿ - C . S . L C . . 1 9 E 1 .p á g s . 2 0 5 - 3 2 J .E n e s p e c i a l v, é a n s ep á g s . 2 2 - l v 229-2)0. r ; 1 C o m o t t n C e c c od ' A s c o l i ,q u e c u a n d os u sc o n c i u t l ¿ d ¡ n o lse i n t e r r o g r ns o b ¡ el a s r a z o n e sp o r l a s .¡ue ur.rnoble se enamora de una mujer no muv hermosa ¡- de bajo linaje v hace de ella su esposa. prefiriéndola a otra bella. noble v simpática.él con¡estaqr:e cuando los astros se posicionan de tbrma los de t:na persona con otra. el amor entre ésrasno pr:ede deshacersesi n,r es especialrelacic.nándose por meciio de la muerte (P. G. BoFFtto, ed.. 1/ Coutnento di Ceccotl'Ascolt ¿/l'Alcabi:zo. Florenci¡. t 9 0 5 , p á g s .l 1 - j 6 : c i t . p o r L v n n T u o n x o l x E . A H / s t a ^ ' o f i v í , r g irct n J E r p e r i u e n t ¿ l S c í e u cJeu n t t . ! : i ' F t l s t T h i r t e e nC t n t u n e so f o u r E r ¿ , I ] , N u e v a Y o r k : C o l u m b i aU n i v e r s i n ' P r e s ss. . a .[ 1 . ' e d . 1 9 2 3 ] .p . i s . . q57-958).No era ése,a juzgar pc,r los resultados.el hado de Lusanna, tal cor.nonos ha reconstnri.l,i .:l historia Gene BRLCKER, Gictt'¿tuti¡nJ Lus'inl,¡ Lot'e ¿tttl jú¿tt¿qe in Ren¡i,ssaucc Flor¿ncr,.Be¡kcl.. U n i v e r s i t vo f C r l i f b r n i ¿P r e s s .1 9 E 6 . 84 CAPÍTULO TERCERO despuntepolémico en el casode Urríes. Y en la caÍr^ ^ éstedirigida que se contiene en el Cancionerode Herberaydes Essartsseñalalas causasparu la producciónamorosaen estostérminos: OtrasvezesproEedeaquesta fuerEade los Eielos,aquestopor Ia conformidat que las casasde los planetase gradosde los signoslas creaturas regiben a aquellos(e) con semblante naEidos quando costelaqión e percreados se veen,por aquellanaturalimpresiónon atraidos[a] amarse,e máso menosseguntmavoro menores fallada. Este teórico, que creemosToroella172,gue yaha matizadola importancia de la belleza percibida por la vista, advierte la grave penitencia que conlleva este determinismo, tan férreamenteplanteado por los tratadistas sus antecesores-recuérdese; quisquis amat ranaftx...-, y matiza con su puntico de ironía: <.Las mismas salvedadesque hará Luis de Lucena, revestidocon su toga académica,en la Repetíciónde antorescuando acusa: ..el hombre enarnoradodeve mucho culpar a sí mesmo y no a la fuerzade las estrellas,o al predistincto orden de las cosasque han de venír, o a la disposición de los objectos, donde nasce el plazer y deleyte como hazen algunos>>17r. Ortodoxia cortesana,escolásticaamorosaun punto irónica, y simpatíaamorosa: ¡Mal año para don Camilote y mal año paru \a sentil Maimonda! r72 Véase la edición en Ch. V. Aunnun, ed., Le Chansonnier espagnold'Herberay des Essarts(X\'" siécld. Édition précéeléed'une érude bistorique, págs.24-26. r;r Jacob ORxstuN, ed,, Luis de Lucena, Repettciónde amores,Chapel Hill: Universitl'of Norrh Carolina Press, 1951.pág. 68. Sobre estetexto y su caráctereminentementeacadémicoy burlesco,véase más adelan¡e.capítulo quinto. CAPÍTULO CUARTO Amor y magia tota uis magice in Amore cottsistit Dando de lado a extremososplanteamientoscomo los de un Ceccod'Ascoli, Cavalcanti y, en ocasiones,de un Boccaccio,podrá inquirirse sobre hasta qué punto es este capítulo obligado en un libro cuvo autor se ha puesto sus anteojos paru abarcarun único campo de los varios posiblesen el tema que va desarrollando,el de algunos aspectosde Ia teoría amorosa españoladel siglo xv y sus implicacionesnaturalistas.Desde luego, aunque sólo fuera por el ruido que ha hecho entre los críticoscelestinescos .vaestaría suficientementeiustificado este capítulo. Aún más, no sólo porque el de la magiaes tema . | otros estudios,Barcelona:Ariel, 1978, págs.24l-276. Este trabajo rompió sin ambagesel nudo gordiano de la crítica celestinescacon relación a la magia, de modo que despuésde él ha.v que justificar cualquier postura crítica con mucho detalle. Son muy útiles también las consideracionesde Michael J. RuccERlo, The Euolution of tbe Go-Betueen in Spanish Literature through the Sixteentb Century, Berkeley - Los Ángeles: University of Califbrnia Press, 1966, en especial págs. 44-63,consideracionesespecíficasa las que remitimos al lector. Más generalmente,puede verseel libro de R. E. L, M¡sreRs, Eros and Euil:The SexualPsychopatbologtof Vitchcray', Nueva York: TheJulian Press, 1962; materialesvaliososen Henn 'Witchcrut't, ed. de Arthur C. Horvl.rNo, Nueva York-LonCharles Lr¡, Materials towaú al Histon of dres: Thomas Yoseloff, 1957 \1.^ ed. 1919),3 vols.; I. P. CouruNo, Ercs and Magic in the Rendissanct. por más que su enfoque no es el nuestro. rrt La cita proviene delComnentdrium... in Cont,ixiumPl¡tonis, VI, x (en R. M¡ncrl, ed.,lvfa¡silio Ficino, Commentaircsur /e Banquetde Platon, pág.220), y ha sido glosadaen su contexto pneunt,ilit,' t' págs. 87 y sigs., estudio al qL:. fantástico por I. P. CouLt.qNIo,Eros and Magic ín lhe Renaissance, habremos de remitir para ese enfoque del problema. t85l 86 C A P I T T ' L ( I( . 1 ' , { F T O ciir en la philocaptioen el ambienteque nos interesa,mucho más concretov menosteóricoque el otrort6. Es lo cierto que determinadosaspectoserotoiógicosse derivan de la < mism¿icor-rcepción del mundo -strtcto et suentiftcoscnsu- que tienen nuestrosescritoresmedievalesli;.Ya sea la magia natural,¡'a sea la magia .negra>>se imbricar-ren la tópica arnorosa.En el primer caso,con planteamientos platónicosy de tradiciónhermética,si es cie¡to que es posible llegal a mantenertan cerradaposturacomo l¿rde Ceccod'Ascoli basándose en la creenciaabsolutade la inf-luencia astral,no es menoscierto que por la r'ía de la magianatural,aproveehanesainfluenciapuede canalizarse do los mediostalismánicosapropiados,con el objeto de deshacerla relación de dos amantesdeterminadosastralmenteo, al conffario, de intentar el acercamientoentre dos personas.La magianatural,pues,folma parte integral tambiénde nuestrolibro sobre ámor v pedagogía. También, claro está,la magia demonológica,con la que se relacionan especialmente las accionesamorosas,al sentir de muchos de los ilustrados la de edad media, como los juristas v teólogos del Malleus maleficanrmy otros como el Tostado.Permítasenos recordarde nuevo el pensamientode Enrique de Villena, reveladortambién aquí.En su basehrrvr:n natlrralismo que, en ocasiones,aparentaquerer moderardeterminadasposturassuperficialeso heterodoxas,v reconocemos en la raíz de éstasplanteamientos cienoErceitíficos de añejatradición herméticao neoplatónica.En Ias Glosasa la darr, don Enrique explica la gestaciónde todo el saber humano que deriva de la mente divina -y que se divide en cten [szt] ciencias,cincuentalícitas 1' por falta de preparaciónpara arrostrarlas otras tantasuedadas(seguramente sin caer bajo la influenciade Lucifer, pensarádon Enriqr-re).Como para Hugo de San Víctor, también para éstela magiaes la cabezade todas las cienciasvedadasl78. Lá tercerade las subdivisionesde ésta es el ntaleficio. P!)r miis que Ficino hablara de procedimientosmágicos para la ploduccicin del ar.nor.aunque eqLrip.tr,in.lt,los ¿ L)trosmétodos lv otros resultados.el de la transfbrm¿cióndel amante. de sí nrismo v ¡ls l¡r que le rocle,rr:.\'iri eos eloquentiaeviribus e¡ carminum modulis, quasi quihusdarnincantationib u s . . l . l i n i u n t s i b i g u e c o n c i l i a n t .C u l t u p r e t e r e ae t m u n e r i b u sn o n a l i t e r q u a m v e r r e f i c i i sp l a c a n t e t ( l p r t ) r ) t( ) 1 . ' l ) t L ' ¡ r e n re m l n id L : b i u nel s rq r r i na m o r . i t m a p L :es u m e f t ( ) r r\ ; s m i l g i c ei n . r m ¡ ' r ec ' ) n s i ( r a t e t a m t r r i so p u s f a s c i n a t i o n i b uisn c a n t a t i o n i b uvse n e f i c i i se r p l e a t u r " l . l d e x t .p á g .2 2 I ) . I Un lil.ro rcciente st¡bre la magia en l¿ lireratura medieval españolano entril siempre en detrlles para acotar estc rsLl:r¡orr'é¿seAn¡onio G.rR¡osr Rrstxf.,\fagrrr .\'supü!lición cn /¿ l1Ícr¿1ur¿ c¡slell¡n¡ ntediet'¿1 V.a l l a d o l i d :U n i v e r s i d a d .1 9 8 7 ) . r;¡ Contanroscr¡n tlos valiososestudiossobre esta peculirrrdiulsío scienÍl¡ruz, de Cari¿ De Ntc;rus. ..La classiiicazioncdelle scienzenella Eu¿iJ¿ ro,t¡¡nf¿l,r di Enrique cle Villena'. Ann¡li lell¿ F¡colt,i '\IIOR \' .\IAGIA ¡¡ E t¡ t ¡ l I ) h I ¡ para cuyaprácticaimporta en especialla a1'udadel demonio,!, precisamente, una de sus formas, una de las cincuentascibilidadesvedadasera la que él llama amatoriarie,eue, en consecuencia, requeriríaa\ sentir de Villena una pragmáticay una credibiiidad < o <>.La expresión de don Enrique es bastanteaséptica,pero, en cualquiercaso,enfoca muv bien el lugar razonablemente serioqlre ocupanlas prácticasdelaphilo c(tptioentnelos hombres de cienciav no sólo entre los moralistasque denuncian los hábitos incrustadosen el pueblo180. Ello interesamás por cuanto estamosconvencidosde que el trasfbndo de uso de la magia en Celestina coincide también con un determinadopensamientode índole científicay universitaria. Por ejemplo,podría acorarseel terreno en ámbitosmédicosy, por más señassalmantinos,recordandode nuevo que el Dr. Villalobos en el Sumario de l,t medícinamodificaalgo los preceptosavicénicossobrela enfermedadde amor y sus remedios.Avicena,como Bernardode Gordonio (r'éaseel texto castellanoen apéndice)siguiendoa éste,recomiendaque es buen remedio para curar al enfermo de amor, si otros rnáslícitos f-allan,el traer viejasante el convaleciente para que denigrena la personaamada(en algúncasotambién se aplicael procedimientoen lireratura),Sin embargo,llegadoel momentode tratar la cura del amor bereos,Villalobosrecomiendaque al amantersr después vejezuelas le deuentraer zrquele desliguen, quebien sabendello. La ambigr-iedad estáclara,pues parecemodificarseel preceptotradicional e inciuirseentrelos procedimientospara liberar al amantede su padecimiento el de la magia,desligándolo,es decir, liberándolo de las [ig)tura v suspensiones de tantos tratadosmágicosde la edad media182, ¡' ello por la tli Lettere e Filosofi¿dell'Untuersrtci ú |,dpoli,2l \1918-1919),págs. 169-198;y .La classificazionedelle (19811.págs,289-298. arti magichedi Enric¡uede \rillena". Qtra,ierniIspdno-A,uencdr¡i );' Véase Pedro NI. CÁTEDRI.ed., Enric¡ue de \¡lLLex¡, Trdluq'ión t' glosasde l¿ "Eneida", L Sal¿nranca:Diputación Provinci¿I, 1989 IBiblrctt¿c¿ Espttnoludel Srglofl', II-IIII, glosa n.,'23. r'' \'¡éanselos c¿rsos revisadospor P. Russtt-1. .La magia,tema integral de Ld Celestin¡>>, passiut. rsL trÍ.'T. HERIIR\. ed.. FranciscoLópez de \¡illalobos, ed.. Suu¿rio de l,t nedicir¿, ed. cit., coph 1 1 , p á g , . 1 1 .H e m o s h e c h o r e f e r e n c i a¿ ls u c o n r e r r o m á s a r r i b a . r'r VéaseLvr.rnTuoRsotxt. A Hts¡ort'ol llagtt anJ Experintent¿lScience Duringthe First Thirteen Centttrie¡of Our Er¿,Ii r III. reed. de ¡.-uer'¿York: Columbia Universirv Press,s.a.,pa-rrzrz.Sobre las ligadurashav prohibiciones canónic¡s en toclaEuroprr v en los corres¡rondientes tr¿t¿dossobre supersticiones v hechicerías.como en el de Castañaga,que citamos más abajo (véaseP, RLrssELL, .La magi,r. tema integral de L¡ Le/eslind,,.pág. 255). Parécenos,sin embargo, que des/igdrpodría ser interpretaclo sólo con el sen¡ido de .,curart,,ar:nquela referenciamirliciosaa las vejezuelasdejaríade tener razon c1c ser si no es en el con¡exto propio de éstas(Alfonso de C.rsrno. De iustd lttereticoruxtpuni/ione,salttm,tn c a : . J r r a n - J u n t la5.{ 7 . e r r p l e ae l r é r n t i u r ¡i n c q u í u ) c a n t e n r[el b l . - 1 7r : .c o l . a ] L i É a I 88 CAPÍTULO CUARTO sencillarazón de que el procesopara evitar la pbilocaptzbes el contrario, el desligamientoen el que son expertaslas víejas,tantasvecesbrujas. Cuando Villalobos interpreta,modificándolas,sus fuentesmédicas,no será casualia utilización de la magíapara provocar una situaciónsin recuperación posible en \a Comediade Rojas,éste contemporáneoy, como se ha sugerido,quién sabe si contertulio de Villalobos, con el que comparte ciertas preocupacioneslite¡arias y temas de los que va hemos dado muestra en más de una ocasiónen esteffabaio. Ahora bien, no es lo expuestola única ruzónparu dedicarun capítuloa amor y magiaen el cuerpo de este libro dedicado, en parte, aI naturalismo amorosouniversitaro,Ni ésta ni tampoco oüas como la que nos prestará fray Martín de Castañagacuando traiga también uno de los casosde pbilocaptt'o que cita el Tostado y que luego veremos. Pues, como es sabido, Castañagaafirma que <>18r. Cierto, el mismo ambientedel comercio celestinesco. Pero es que mucho más concretamente que en 1oque acabamos de referir también figura el asunto en ia obra del Tostado, como figuraba antes la astrologíay el problema del determinismoen el curriculum del naturalismo amorosodel que vamos intentando dar cuenta.En efecto,exponiendoÉxodo, 22, 18 (véaseApéndice segundo),llega la hora de explicar el término malefici.Como para tantos otros, tambíénpara el Tostado nalefici son todos aquellosque usanlas malas¿rtes...sivearuspices. siveincanratores. siveaperitores, sive necromantiaaut geomantia,pyronesaut aliquassuperstitiosas observationesaliquid agunt aut agere se promittunt>>.Estos maleficiosson condenablesporque apafiande Dios a quieneslos practicany a quieneslos han solicitado,pero son también dañososporque <.damnamulta proximis inferuntur et precipue in causaamatoria>>. En efecto,precipue in causaamatoria, principalmenteen la causade amor; y ello -continúa el Tostado<>. Y ello era usado por los gentiles para provocar el amor, o mejor dicho para conducir ala loc¿tracon la ayuda r'rr Agtrstín (-. Dt. A.\fEZú4,ed., Frav N{artín de Castañaga,Trdtado >,etc. Para Circe 1'su carácterde hechiceraamorosa,vé¿selvf, H¡lLtsst', \'exomousWortdn. Fearof the Femalein Literalure, págs.61-79. r85 Esa es, en la raí2, la cuestión entre los moralistas:véase,por ejemplo, una de las exttuiNdgat?Íes cle.luan )LXII <>. se la philocaptt'o:<>. atestiglraclo Es notableque el primer tipo de philoccrptlo, como los otros en la Biblia, es el resultadode la mera visión de la mr-rjerbella de la que nace la concupiscencia: naturalmente,el mismo procedimientodel inicio del ámor, que a casi ninguno de sus teóricosse le ocurriría equiparara la philocaptiodemoníaca.Como es el segundotipo, en el que va co¿rdvuva significativos son el cleAmón )' famar )'los directament..1 p"¡trrio (casc¡s de una porción de Padresdel vermo tentadosde lujuria): i', por supuesto, el tercero,la pbilocaptiopropia er-rla que intervienela magia. habíasuscitadoell su cuestiónei Perezoso, Esta es la que, naturalmentc-, y a ella da su interlocutorcumplida respuestaa continuación,erponiendo, como Pedro de Palude, <>. Son cinco los modos que se distinguen.El primero consisteen impedir l¿ movilidad de los cuerpos:el segundo,> modos, en Melibea).El Demonio, así, para Lrnteólogocomo Nider puede Los otros modos tienenmás relaalcanzaren estostérnrinosla irnaginación. ción con el problema de la interrupción de la potenciagenerativaque con la sr-rsciración del amor. No vale la pena continlr¿lrya con la rer.isióndei pensamientobien dilundido cie Nider, pero sí convienc recalcara estas alturas que, para éste,el índice de participacióndel demonio en esto del preludialo demoníacola misrnapercepciónde la cosa amor es alto, inch,rso amada,y cornc tal, se trata de un procedimientode phílocaptioque escapa al control del protagonistaque es quien lo ejerce.De hecho,esainmoderada visión de la beilezade 1o amado es también \a razónde la enfermedadde amor -1o veíamosen el capítuloanterior-, a causade su conversión,-'n fant(lsillavisivo. Acaso, y las referenciasbfolicasa ello apuntan,eso es lt.' que está definiendo cL)moprinrera causilposible de phihcaptzT; el macsrr,' domínico alemán,con 1o cual se conr¡-tletrr el r-l-lismo ciclo del Tostrrclr. - 92 CAPÍTULO CUARTO Y voh'iendo al maestro salmantino, quiere explicarse con la cita del famoso pasajede Virgilio, <r8e, deBucólicas,VIII, 6-1109,en donde se namalo que ahoranos interesa.Pero no conformecon eserestimoniodel que, siendopoético como es, podría ser puestaen duda su credibiiidad,trae oros más convenientes de los que no se podrá dudar, que demuesÚan.>. Y, despuésde citar el caso de Circe según Boecio y Ovidio, va a los Padres,quienesle permiten hablar de dos tipos de posesión,uno el que logra por medio de la invocación demoníacatransponar a la amadahasta la persona que ha invocado; otro, el acontecidoa un joven en tiempos de san Hilarión, quien, no contento con ciertos placeresque obtenía de su amada,<r.Vuelto a su ciudad, procedió al encantamiento<{cit. por A. G.{RxosARrstxr, M.zgrri,-supersticiónen la lite¡atura c¿sÍellanamedieual, páe. 201 ). ANIOR Y ]tfAGIA cosa bien diferente serála general alusión a la intervención voluntaria del demonio, cuyo cometido es naturalmenteel de tentar a los humanos en las circunstanciasmás propicias paru é1 en uno u offo momento de la vida amorosade personajesliterarios. Así, por ejemplo, el papel de la música en el Libro de Apolonio. Es intermediaria para provocar el amor bereostan típico de Luciana (>), mente en otras versionesde la leyendarer.No es el momento de extendernos sobre la relación entre magia y música y la probable implicación de éstaen el Libro de Apoloniole2,pues no hay práctíca mágicavoluntariamenteexpuesta. Tampoco la magiapareceutilizarseexplícitamenteen otro de los enamoramientos más trascendentesde la literatura y de la historia fantásticade España.Tal el de Rodrigo y la Cava,segúnlo cuentaPedro de Corral en su Crónicasarracinate3. Vale la pena citar el pasajepor extenso: Un día el rey se fue a los palaciosdel miradorque avíahechoy anduvo por la salasolo sobrelas huertasy vio a Ia Cava,hija del Conde don y ellasno Julián,queestavaen lashuertasburlandocon algunasdonzellas, sabíanpartedel rey,ca bien secuidavanque dormía.Y comola Cavaera la máshermosadonzellade su casay la másamorosaen todossushechos el rey le avíabuenavoluntad,assícomo la vio echólos ojos en ella. Y jugavanalgólasfaldaspensando queno la veía comoellay otrasdonzellas ningunoy mostró yaquantode las piernas,y teníalasblancascomo la nievey assílisasqueno espersonadel mundoquede ellano seenamorasse.Y comoya eru dadala sentencia conffael rey que en su vida fuesse destruidaEspañay el diablo uvo de buscarcomiengopara que uviesse lugar la destruigióny andavatodavíagercadel rey, quantomáslo viesse lel Véase la Historia de Apolonío y la versión incluida en la versión castellana de la Confessío lmantis. En el primer texto, el enamoramientosucededespuésde que Apolonio ha tocado inmejorablemente la vihuela y Luciana lo ha r.'istoy, sobre todo, oye las cosasbuenas que dicen los cortesanosdel advenedizo; en la obra de Gov¡er, el enamoramiento ocurre tras días de relación docente entre ambos. Véanse los textos publicados por Alan D. DEvpnr'toNo, ed., Apollonius of Tt,re, Tuo Fifteenth-Century SpanishProse Ror/,tnces: de Apolonío" and del Amante>. Apolon'-o de Tlro,Exeter: "HJstorid "Confis,-ón University Press, 1973, págs.26 y 27. te2 Véase, desde luego, Daniel Dst¡oto, *Dos notas sobre el Libro de Apolonior,,8H,74 11972), págs.291-)30. ler Véase su Coñnica del rey don Rodrigo con la destruyción de España, Alcalá: Juan Gutiérrez Ursino, 1587, fols. 82v-8Jr. Cito por esta edición que tengo a mano, pero será necesariocuanto antes disponer de una buena edición crítica de la obra, que necesitamosescandalosamente. Alguno de estos pasajesa los que aquí nos referimos han sido recordados, al paso del argumento, por A. GanRosa RtsrN,r, Magü y superstición en la literdtura caslellana medieual, pág. 46\ y por Francisco J. Florcs AnRoyu¡r-o, El diablo en Espaíia,Madrid: Alianza Editorial, 1985, pág. 21. 9-.I I.-{PITULO CUARTO a los estradospor le meter en ellosde tal gtrisaque oviesseiug,rrde acabar lo que codiciava,ca la natr.lradel diablo nLres para fizer bien, anreses para de un mal hazer ciento v del bien tol'nar en ¡lrl, r' como halla la personamudable más unos tiem¡rq5cllle otros, estápfesto para llevar su camino.Y assícomo espg¡¿votiempo que el rev se encendresse en cosas que a él plazía1>ara se las poner en coraEón,nuncade cabeé1se partía.Y como lo vio que se en¿lmorava de la Cava,púsole en el coraqónpara 1o reafirmarmás en el mal que estuviesse en lugar que pudiessebien mirar lo que las donzellashazían.Y encubrióseIo mejor que pudo el rev v no se quiso ecl.rara dormir, \' estrl\'oesperandoqué fin ar,ránlos juegosdesta donzelJa.Y como la huerta era muv guardadav cercadade muv grandes tapiasv allí donde ellasandavanno las podían ver sino de la cámaradel re\ \' r1ose guardaran. nles h,rzíenio qLreen plazerles verríaa:sí como si fuessenen sus cámaras.Y creció porfia entre ellas,clesqueuna \¡ezgran pieEauvieron jugado, de quién tenía más gentil cuerpo, r' uviéronsede desnudar'1' quedar en pelotes apretadosque teníar.rde fina escarlata,r' parecíansele los pecl-ros v lo más de las tetillas.Y como el rev la mirava, cadavegadale parecíamejor. r' dezíaque no avíaen todo el mundo donzellaningr-rna. ni dueñac¡ueiguarlarsepudiessea la su hern'rosura ni gracia. Y el Enemigono esperavaotfa cosasino esto v r,'ioque el rev era encendido de su amor. andávaletodar'íaa la oreja que llna vegadacumpliessesu voluntad con ella. Y entró tal inraginagiónen el rev que al no codiciava tanto como averlaa voluntad )' no p¿lra\¡a ojo a la grarrmaldad que hazía a Dios ni contra su mLlgerni la deshonrraque a la dc'nzellav a su padre v a su madre hazia por estarazón.Y aunquea las lezes pensavael gran verro en que tocavar. en la maldad que su coragónar'íacometido,tanro era el amor que teníaque lo oh'idabatodo. Y estoacarrea\¡a la rnalar-rdanga que avía de venir v la destruigiónde Españaque ar,íade aver comienqo para se hazer.Y quiérovosdezir que su costelaciónno podía escussafqlle esto no pasasseassí,r' va Dios lo ar'íadexado en su discreción,r' él por cossaque fuesseno se podía arredrarqlre lro topasseen e1lo. El re1' acabará diciendo de su pasión a la muchacha en Lrna tierna \, 'cortesana' escena en la que la amada va limpiando con delícadeza. por supuesto, las manos de su soberano, plagadas de aradores de la sarna. No sabríamos decir muy claramente si esa detefn'linación astrológica se reiiere al enamoramiento (cuestión viva cllando se escribe la Crónica súrftlci/7are1), como más arriba hemos apur-rtado,o solamente al carácter de agente rlr Nótese que |tt Crónic¡ stttttLiuttes telto coeláneoa les polémicai (l reterenciascortesanas anteriornente aludid¿s.de \rillena. de Ferrán trIanuel Lando. etc. 1r'éase. para un¡ fecha concret¿de Ia obr¿ de Pedro del Corral, lo que expone D. C. C:nx. >1e('. O, más explícitamente,con la participaciónde una vieja alcahueta, cuando en el Balandrodel sabioMerlfu inicia la tentaciónel diablo Onquiveces,tentaciónque por supuestoestáen la basede la trama de estaobiat''t. No es el caso de agotar el venero,o más bien los torrentes,del tema. Pero, en cuaiquiercaso,la transformaciónv furia de Rodrigo despuésde haber caídoen las redesde la pasión,intervengao no la magiapor persona interpuesta,tiene como resultadouna enajenacióno locura extrema,la que llaman los técnicoslttptnosttas,a la que se puede llegar cuando la enfermedad de amor se enraízaen el individr,rode tendenciamelancólica.Por ia re5 También como Lrna¡entacitin signiticativapara la tbrmación de un caballero,mezcladacon un proceso de posesión en forma de súcubo por parte del demonio, puede interpretarseel maravilloso pasajede la D¡tt¿ tlel ldgo del Cif¿r. Una cla¡a treclición judeo-cristiana.la de Ia existenciade reroños mixtos de las dos criaturas preferidas de Dios. los ár-rgeles malos v los hombres, esrátambién presenrc en ese episodio; no se oh'icie que del matrinonio del Di¿blc¡con el hijo de Cifar n¿ce Alberto Di¿hlr,. duro v travieso caballeropero con sr,rlado bueno. Dejamos. sin embargo.fuera de nuestro trabajo estt, tema empárentadonaturalmentecon el principal que aqr,ríinreresa. t"o \X/alterMrrru¡xx. Canttgdsde S¡nt¿ f,,Idn¡.I. Coimbra: Universidad, 1959, págs. 19-51 r''r VéasePedro Botltc;¡s. ec!..El bal¡ndro Jel s¡bio Merlln segtirt tex/o el de /¡ etltciónde Btry,, .., 1 1 9 8 ,I . B a r c e l o n a S : e l e c c i o n eBs i b l i ó f i l a s .1 9 5 7 .c a p í r u l op r i m e r o . \ ¡ é a s el o q u e d i c e N L E . R r c t , t : . . , al propósito lThe Euolution ol'the Go Beltueenin SpdntshLtter¿turetbroryh the SixteentJCentttr.;.i..tt' 15-16). 96 CAPÍTULO CUARTO vitaiidad del tema en la novela caballerescano debe de extrañarnossu utilización aquíl't, pero sí conviene resaltarlaen un contexto como éste en el que nos mo\¡emos:trataríasede una secuenciacompletaidéndca a otros personajesliterarios que han sufrido philocaptiopor cualquierade las causas distinguidas. Pero podemos afirmar que algún orro rexro 'literario' del siglo xv se p¡esentamás explícito por lo que se refiere a amor v magia. Nos referimos al Llbro de los exenplospor a,b.c.de Clemente Sánchezde Vercialtee,cuyo ejemplo 23 nos presentauna versión de ot¡o bien representadoen variadas compilaciones,incluso españolas,como la raducción castellanadel Speculum lalcorunt, el Espéculode los legos200. como ha señaladoJean Leclercq, <2'l.Así, que en los ejemplariosmedievalesseacomienteadmitir el papel de la magia no es nada extraño, habida cuenra de los aspecrosdoctrinalesy jurídicos a los que antesnos referíamosy de la circunstanciade que el arraigo de estas prácticasen casi todos los esrratosde la sociedadmedievalobligabaa los predicadoresa hacer acopio de referenciaso experienciasal objeto de retratar el pecado y, si posible, convertir a los pecadores.Entre los medios con los que cuentan estánlos ejemplos. No será nada extraordina¡io, pues, enconrar hojeando compilaciones de sermonesde los siglosXtv v XV invectivascontra prácticasmágicas,pero en especialcontra las de la magia amatoria2}2. Así, Vicente Ferrer, predicando en Salamancadurante su periplo castellano,truena contra quienesacuden a hechiceraspara pro\¡ocar el amor de terceros.Y eso -denuncia el 1e8 Véase,por eiemplo, Ma¡ina B¡tn. Romanzt di cauallerid.Il oFurioso, e iL rcmanzc¡italiano del printo cirtquecenlo,Roma: Bulzoni editore, 1987, págs. 8l-108, en especial el patágtafo rrDal]'dnor bereos alla luptnositayr,págs. 83-94. rw Véase John Es¡er K¡lt-¡R, ed., Clemente Sánchezde Vercial, Ltbro de kts exenplospor a.b.c., M a d r i d : C . S . L C . .1 9 6 1 ,p á g s .4 1 - 4 6 . 2ú Para ello, véaseFrede¡ick C. Tus¡cH, lndex Exemplorum.A Handbook of Medtet:al Religious T¿l¿s,Helsinki: Academia ScientiarumFennica, 1981,n.,,)566. 20r Dom.|ean LEcLERCe,I nonocí e ntalrtttonio. íl Lln'intlaginesul XII ¡ecok¡,pág. 110. 202 Véase,ademásde los ejemplos citados en la nota anterior, las relerenciasdel mismo Tus¡cu, n.. 1091. Y sobre sermonesconcretossobre la magia, incluida también la amatoria,véaseLouis Bounc¡t¡-, La Chaitefransaíseat Xll, siécled'aprésles n¡anuscifs,París, 1879 (reimpr, de Ginebra: Slatkine. l97l). p r í g s .3 1 3 v s i g s . AN{OR Y NÍAGIA 9,- santo valenciano- es bien común >lde Castilla, se entiendel'o', Sin embargo,sobte la definición y descripciónque de estasprácticas realizan predicadores famosos nos referiremos a la hora de concretar en torno a Celestina,más abajo. Pero hay que poner de manifiestoque ya en los más antiguosejemplarios la referenci a a la práctica amatoriatiene un tratamientoque nos interesa especialmente,pues nos convencede la creenciareal en el procedimientoy en la existenciareal del problema. En algún caso,incluso más. Los Mtracula de la Virgen de Guillermo de Malmesbury datan del siglo xtl y sirvieron de fuente para muchas oras compilacioneslatinas y romances.Uno de los ejemplosrata de un clérigo que, lejos de ocuparsede sus estudios,atiende a las artes prohibidas, la magia,que utiliza para ataerse a todas las mujeres con su sola mirada. Pero una se le resite,castacomo era. El clérigo convoca al demonio, que le exige,para cumplir susmandatos,renegarde Cristo y de la Virgen, cosa que no quiere hacer. Pero el diablo actúa sobre la doncella y amenazacon el suicidio si no es enregada al clérigo. Como ella es noble y el otro no lo es, un obispo amigo interviene cerca de los padres de la doncella y releva de los votos al clérigo, con el objeto de que puedan contraer maffimonio2oa. En este exemplumllama la atención que al autor no se le ocuma al final deshacerel proceso de philocaptio.EIlo, evidentemente,no quiere significar que se trate al demonio como un genio benéfico, un intermediario de Dios y de la Virgen para salvaguardarla castidadde una y la tendencialujuriosa del otro. Más bien los coetáneosdel monje asistíana un casode imposibilidad para eliminar la causainmediatade todo el suceso,la pasión amorosa suscitadapor la magia y el demonio, que se salvaen algo, graciasa la intervención de la Virgen, agradecidaal no haber sido negada por su devoto. Con el tiempo, vendría a simplificarsela situación.Y, así,en la versión que del mismo milagro encontramosen las Cantigasde Alfonso X desapareceen buena medida el elementomágico (ya no es un cultivador de lamagia amatoria el protagonista,sino solamentepecadory enamorado),asícomo también se invierten en parte los papeles de la devoción a la Virgen. Sin embar- rl)1 Hemos dedicado atención al periplo castellanov hablamos de las fuentes para acceder a los sermoneso resúmenesconsen'adosde esas andanzasen nuestro .La predicación castellanade san V i c e n t eF e r r e r " . B R A B L B . l 9 ( l 9 8 l - 1 9 8 , { ) ,p á g s .2 3 5 - 3 0 9 :rr Véase P. N. C¡Rrsn. An Edition of Vtlliam of Malmesbury's Tredtise on tbe Miracles on the \tugin Man*, tesis inédita de la Universidad de Oxford, 1959, págs. 194-198y 118.181 (citando porJ. LeclrncQ, I mon¿cie il tnaninonío. Un'mdaginesu/ Xil secolo,pág.112, cuyo resumenutilizamosaquí). i 98 cuARro cAPÍruLo go, se mantiene el procedimiento de Ia phtlocapttocon directa intervención del demonio,descritocon más detalle,si cabe20t: E o den.rotornoutoste I e feze-alog' enfermar, e enaenfermidade| {ez-laen tal guisar.nal'ar que seupadree samadreI a querianporeÍItrlatar; lla tollia. mai-locrerigodasmáosI muit'agvnna Muyt'émayoro ben-fazer... E entonatanfremosoI o crerigolle pareceu que a poucasd'amordele I logossenon enssandeceu, ca o demo,de mal chao,I en tal guisaa encendeu quediss'enton a seupadre I quelogossecasaria. Los autoresde los ejemplariosse andancon cuidadoa la hora de tratar los predica' el tema. Y veremoscómo los que utilizan estascompilaciones, dores,tambiénse ocupany tratan desdeel punto de vista doctrinal,canónico 1z¡noru1el asunto, Pero mencionábamosantesun ejemplo recogido por Sánchezde Vercial en su Libro de los exeuplospor a.b.c., cuya versión, frente a otras de ejemplariosconocidos,es bastanteoriginal en su desamollo, lo que parecedebido, más que a la fuente que utiliza, al tratamientoliterario que el Arcedianode Valderasimprime a su trabajo.Ya sabemos,en efecto, que el Libro de los exemplor<>; su autor parece estar más preocupadopor la elaboraciónliteraria v por la propia rama del clrento que por la edificación Y, en efecto,mientras que en la versión de los de sus lectoreso usuarios2ot'. aparece Gestaromanorufilo en la del Speculantlcicoruuno en\/itas pdtrum2o'el ejemplo simpiificado al máximo e insistiendosólo en el mero pacto colr el demonio2u8, en la versiónde Sánchezde Vercial entra un intermediario, que es Lrn<,G\ taaléficodel Tostado y de tantos otros), que encaminahacia el demonio al muchachoque quiere lograr el amor de pacto diabólicoconduce una doncellanoble, hifa de su amo.El consiguiente a la joven hasta la locura de amor, que pide el matrimonio sin recatarse (como una Luciana más), para acabarcon la inten'ención de san Basilio, r 1 ) 5 V ' . l V f ¡ r r u ¡ x x . C a n t i g a st l e S ¿ n t dM d r i a , I I . C o i m b r a : U n i v e r s i d a d .1 9 6 i . p á g s .6 8 - 6 9 . E s I a c a n t i g a1 2 5 . 106 Son acerradasconsideracionesde Tug¡cu, lndex exemplotutn.pÁg.)22. r¡: \'éase en NilcxE, P¿¿¡rologid l¿Ill'ild,7). col. )02. Para el Speculu,z,la versión española(-1.N{.' I\fi.rttpo¡No. ed.. Espétulode los legos,N{adrid: C.S.I.C., 195-1.págs. 127-128). r"" Es sob¡e lo que principaL.nenrellama la atenciónA- G¡ruros¡ RtstNl. ,\,fagrat, supersticiónen ld I t I:c r ¡| tt n t , n e , / e i t ' ¡I c ¡sI cI l ¿no , p á q s .I 1 6 - l 1 7 . ANIOR Y i\lAGIA quien arrebatala cafia de compromisoal diablo v la rompe, liberando así ,rl joven.Ademásde estasincorporaciones, Sánchezde Vercial animamuchísimo con diálogosal seco andamiajenamativode sus modelos.Eran siglos. sin embargo,los que fahabanpara que un doctor Fausto salierade aquí. Nos pareceevidenteque ésteintroduceal intermediariobrujo para enriquecerliterariamentela facturacióndel pacto diabólico,1omismo qr-reenriquecesu cuentoa basede retratarnospausadamente la insaniade la donce11a.Su andadurademuesra bien a las clarasel adagiocon el que Sánchez de Vercial encabezael ejemplo, sobre el consabidopoder de amor (<.Amore vehemenciusnil furorisn); demuestraesto probabiementemás que otras cuestionesde índole edificante. En la intervención ¿meramenteanecdótica?del demonio en la Crónica sarracina,en la moderada participaciór-rdel hechicero en el Libro de los por a.b.c.nos pareceadvertiruna especiede'censuraprevia'en el exernplos tratamiento del tema de la magia cuando éste se realízaen Lln contexto probablementecortesanoy con fines más bien literarios. Esa 'censurapre'moralina' o a considerarcomo via' que, en ocasiones,obliga a teñir de mera supersticiónlo que en manosde expertosmaestrosnaturalistaspuede en un contexto de razones,de convertirseen algo explicabie precisan'rente causasy efectosnatLlrales. Este campo en el qr-reel Tostado se mueve, en el que se mueven otros y extranjeros,paraleloal campojurídico o, si se sesudosmaestrosespañoles nos permite emplear estostérminos, doctrinal e inquisitorial, es campo más abierto. Pues la peligrosídadque conllevael poner de manifiestolos procedimientosde maleficioes mayor, entre otras cosas,porque en esosasuntos intervienedirectamenteel demonio y se cometecomúnmenteherejíagravísima, la adoraciónde éste.Ello obliga a silenciaro a difuminar el tema en ambientesno doctrinaies,a no ser que se persigan fines de edificación u otros ejemplares, en cuyo ámbito podría ser apropiadoun uso del argumento de la magia. Pero en ambientesmás bien literarioso cortesanosse puede llegar a negarprocedimientos,al parecer,de magiaamatoria.Hasta cierto punto, se hacepatentela duda en eI ArEipreste de Talauera.Conocidas,por otro lado, son las coplas del Laberinto de Fortnna, de Juande Mena, en las que Provi' dencia niega la validez de ciertos medios para lograr la philocapt¿o.Recuérdesela CX2oe' 20" VéaseMiguel Angel PÉn¡z Pnreco, ed.,Juan de Mena, Laberinto tle Fctrtun¡. Poen¿s t¡¡r,'tor, l v l ¿ d ¡ i d :E d i t o r a N a c i o n a l .1 9 7 6 .p á s s . 1 0 0 - 1 0 1 . r00 CAPÍTULO CUARTO Respusoriendola mi compañera: <.Nicausan ni guardansin tregua amores, lastelasdel fijo que parela yegua, ni menosagujasfincadasen cera, ni filos de alambre,ni el aguaprimera del mavobevidacon vasode vedra, ni fuerEade yervas,ni virtud de piedra, ni vanaspalabras de la encantaderao. La copla de Mena, como ya pusierade manifiestosu primer comentador, Hernán Núñez, es remedo, por lo que a su sentido se refiere, de un pasaje del Ars artatoria2lj.También Hernán Núñez nos advierreque < el mismo Hernán Núñez dice, de Ovidio >(fol. lxxi'). No será desdeñable,desde luego, la imparcialidaddel maestrosalmantino.En cualquiercaso,esosorros poetaspresentesen el bagajede éste(por supuesto,Virgilio, Horacio, acaso Propercio) son buenos testimoniosde la defensade una magiaamorosa2rr, buenos testimonios y, con seguridad, también menos contradictorios que los de un Ovidio. Éste su Ars amatoriaadiesrra:<> soluciónque no excluyepara Ovidio el hecho de que <<7a magiaamorosaes a la vez peligrosa,van e inmoral>>212. Como paraJuan de Mena. Para éstey paraquienespromuevenla más añeja recepciónde Ovidio en lenguaromance,quienesnecesariamente moderan aquellosaspectossospechososo dignos de desconfianzade la obra de ésre, como se puede leer en algunade las adaptacionesmás antiguas,la del incógnito maestro Elía, por ejemplo, o, coronando un ciclo de uso literario más que técnico,la explícitacondenaciónde Rodrigo Cota2rr. :rrr \/éase Juan de Mrv,l, Las .CCC. del /anosíssinzo poeta luan de Men¿ cott glosa lde Hernán Núñezl. Sevilla: Tres Compañeros Alemanes. 1499, fol. lxxi'. Véase, manteniendo la misma opinión, Nlaría Rosa LIo¡o¿ Mar-xIrl, ludn de NIena,poeta del Prerenacit¿ienloespañol,lvféxico:El Colegio de N1éxico,1950. pág. 51. :rr Véase,para todo esto,Anne-Marie Tupt¡, Lu magiedans poésie la latíne,I. Des ort:ginesi la fin du régued'Auguste.París: Les Belles Lettres. 1976, págs.2t-J18. Para Horacio, Sah.atoreSergio Ixc,t. LI-IN¡, Or¿:¡o e la maga (Sat. l8; Epodi 5 e 17).Palerno: Palumbo, 197'1. 2r2 A.-l\{ Tvpyt, oh. cit., pág. )81. :rr Así, en ac¡ueltexto del siglo xrt: <.Ciles¡ decéuz entreset/ qui por amor charmoie et fet; / por retenir amor veraie,/ ne porte herbe ne charmoie, / Ch¿rmesest oevre de deable, / molt sonr desloial er corpable / qui les maintienent et les croient, / ge criem molt que dampnéz ne soienr. / Ce te lo ge bien et ensaing,/ se mon conseil n'as en desdaing,,/ que tu ne faces sorcerie,/ qrre pechiez est et ATÍOR \' ]\,ÍAGIA lt) 1 Lo cierto, sin embargo, es que podría ser interpretado como un tanto superficial el juicio de Juan de Mena cuando, desdela laden del lector del Ars amatoria,da de lado a toda la otra radición más acendradadurante la edad media que nos presentade hecho la doble faceracultural de índole docta y de índole popular, que en el caso de un Alfonso de Madrigal se presentacon la objetividad científicapropia del técnico en cuestionesnaturales. El autor, más viejo que el Comendador Griego, del Tratado de amor atribuido a Juan de Mena, acasoteniendo en cuenta las coplas del poeta cordobés,o utilizando un comentariode éstas,niega en redondo estosmeDesde nuesdios que ..por artefigiode mágicosobiectosse tientan faze>>214. tro punto de vista, sin embargo,es posible, como expondremosmás adelante, dudar del caráctereminentementedoctinal de estetexto, circunscribiéndolo a un limitado ámbito literario. Andando por otros caminos,Juan de Mena sí hará argumento literario de la verdad de una de las variantesde la magia maléfica,la necromancia, en el conocido pasajede las coplas CCXLV y siguientesdel Laberinto de Fortuna, en el que, como todo el mundo sabe,la magade Valladolid resucita a un muerto mediante un conjuro dirigido a Plutón, al Demonio, con el objeto de obtener cierta información del futuro de don Álvato de Luna. Extraña que esta variante de Ia magia se trate aquí con seriedad.Tanto la presunta alusión a 7a amatoría, como ésta a la neuomanczT,tienen sus antecedentesliterarios2rs,de modo que no es posible entender una como cita literaria y otra como rigurosa representaciónde un hecho histórico, segúnhan mantenido algunos. vilennie. / Se querre ruels amors durable, / molt te couvient estre amiablen (Maestro EIia, Ot,ide de arte, w.717-790, en A. M. FINoI-I,ed., >, Bulletin Htspantque,50 ( 1984), págs.)3)-341: así como las razonesde M.' R. LIo¡ ¡E Xl.llt tl : . Juan de Mena, poeta del Prerrenacimiento espaiiol, págs. 155-156, 2 r 5 L a c r í t i c a l o h a p u e s t o d e m a n i f i e s r oe;n e s p e c i a l v, f . ' R . L l ¡ ¡ o E M ¡ L x t r l , . l u d n d e I [ ¿ , t , ¡ : , , , : . del Prenenacimientoespañol,págs. 79-83. Un análisisde este pasajepuede verse también en cl lr'¡:' citado de A. GARRoSA R¡srN¡, págs.4)0-135. 102 cAPÍruLo cuARro Habrá que resolverel probiema derivadodel distinto tratamientoque Juan de NIenahace de dos tipos de magiapor otrasvías.Así, por lo que se refiere a las interrelacionesde amor y magia durante el siglo X\¡. cabría mantenerque existendos posturasencontradas, la de aquellosque no creen y relación que en la de causa efectov la de los sí creen,tengano no tengan unos modelosliterariospara piasmarsobreei papel suspropias creencias. La cuestiónes más técnica de lo que a nosoros pueda parecer.De hecho,es evidenteque si nos remitimosa la prácticainquisitorial,dispuesta por los canonistascatólicos,como Eimeric, sus autoridadesy slls comentadores,asícomo tambiéna los manualesde los calificadores del SantoOficio; o si nos remitimosa los tratadistas,como elM¡tlleusma/eJ'icarunz,lasDisquisítíonesmagica de Martín del Río, o cualquieraotro de los técnicoso divulgadores,por ejemploCiruelo o Castañaga, advertimosenseguidaque el propráctica blema no es tanto la en sí, con sus compiernentossupersticiosos (como los calificaelDirectorium deI dominico catalán),cuantoel índice de participacióndirectadel demonio. Es por esopor lo que, en el casode Mena, es posibleesaaparentedoble verdad en el cuerpo del Laberíntotle Fortuna.Los mediosfarmacológicos,o propios de una lista de mediossupersticiosos, que se puedenemplearpara pro\¡ocarel amor (o paraeliminarlo,comose extiendeei anónimodelTratado de atnor atribuido al cordobés),puedenser efectivoso no, va de opiniones (como señalanuestromaestrosalmantinoHernán Núñez).Inclusose pueden incluir en la nóminalas bienquerenclas, que dice Alfbnso Martínezde Toledo, prácticasfarmacológicas atenuadas diabólicas216. o moderadamente Ahora bien, cuando sobrevieneun intermediario,la bruja de Valladolid por ejemplo, que Mena trae a escena,y procede a una púctica mágica conjr-rrandoal Demonio para que beneficíeen una apropiada situación con el obieto de qr"reresuciteun cadár,er(necromancia, en última instancia); cuando eso ocurre, IlIena no deja resquicioala duda sobrela eficaciade la magra.Y para que no quedenada obscurolo que piensa,Mena planta en el cuerpo del Laberinlo un conjuro, una invocación al Maligno. (Y no puede olr,idarseque, a la hora de calificar el delito, a ambos casosde necrornancia r- pbllocdptioincluso los más críticos de los canonist¿rs dan el mismo nivel de herejía.Alfonso de Castro insisteen que ni ei Demonio puede sustituir al Creador en sus ¿rtributos-no puede resucitar,pues, si no es con falsa apariencia-, ni puede dominar la voluntad,ni obligar a amar,como creen bi'). algunosidtotde.Estosson herejespor creerlo216 :r¡r Véase NL.l. RLcclruo, Tbe Et'olution o/ tbe Go-Betuen in SpaníshLiter¡twc, throngL tl e Sixleenth Centun. pág. l). :rnh'' Alfonso de C-lsrno. Dt, íust¿ h¿ereticoutnpuuttione, fbls. .{)r v 49v. A\IOR }' NIAGIA No existe,pues,ninguna conradicción por parte de Juan de Mena. D. hecho,los tratadistasinsistenen que nada valen,si no es por su extensidr.l naturalo médica,los filtros o pócimasamorosas. Así se expresaEimeric2l;: questionum, quamfecitin cor-rclusio Idem Oldradusin compilirtione 210 questione, qua querituran Ioannesde Poliaco,qui deditpoculaamatoria questionis mulieri,sit suspectus de heresivehemerrter, in responsione dicit sic: Nunc ergo videndumest an dare poculaamatoriamuiieri heresim sapiatmanifeste. Et videturquod sortilegiasimpliciavel etiampoculaamatoria...heresimnon sapiantmanifeste... Imagines verofaceread amorem procurandum, mulierurn magisvidetursuperstitiosum quanrha:reticum. Es, pues, lógica la condenaciónde cualquierpersonarazonable,como Mena, al referirsea estascuestiones. Otra cosaes cuandoen asuntosamorososparticipade modo directo el Maligno,porque ya no se trata de prácticas supersticiosas, sino de seriasactividadesheréticas.Eimeric, sin embargo, señalagrados dif'erentesen esasmismasrelacionescon el Demonio: pudicitiammuliens,tunc qura Si verodemones invocentur ad tentandum invocaturad illud, quod est propriumeis,scilicettentare(.,.),licet hoc faceresit turpe,foedumet mortalepeccatum, tamennon censentur heresimsaperemanifeste. Si invocatioproceditper modumimperii,non adorationis.Si enimadorarehereticum, esth€reticum,vel sapitheresimmanifeste,et hoc non estpropterpersonam, sedproptervitium,ergoubi erit maiusvitiurn,sicutestin adoratione Diaboli,maiuserit peccatum... No era, sin embargo,tan claro el pensamientoinquisitorial,matizadoen sucesivosmanuales de calificadoresdel Santo Oficio, uno de los cuales, aunque tardío, nos serviráde punto de referenciamás abajo.Y la prueba de ello es que cuando Peña comentaelDirectoriuru tnqutst'lorttmperfila ya más exactamentela cuestión,como tantosoüos autoresde derechocanónicoen los que se apova Eimeric y sus continuadoresen oficío tan necesariocuanto digno. Así, Peña, aprovechándosede las conclusionesde especialistas como Paulo Grillando y Alfonso de Castro, señalabaal pie de la letra de la primera de nuestrascitasanterioresque es costumbregravey propia de sustiempos"8 el propinar pócimas amatoriaspara quitar la voiuntad v obligar a amar, prácticaque más lleva a enfermarqlle a amar, como señalabaorrora Ovidio, y que en sí es más supersticiosa e inútil que herética. :t: Direcloriun in¿l/.t¡silorilftt... cun/ cottilt¿'ltt.lttisFranci-rciPegt¡¿r,Roma: In.lEdibus Populi Rontanr. 1 5 8 7 ,p á g , 1 . 1 0 1l a c i t a p o s t e r i o rd e l c t ¡ m e n r ¡ d o r p , á g s .3 { . 1 - i 1 5 . 2 r f P e ñ a e s c ¡ i b ee n l a s e g u n d am i t a c ld r ' l s i g l ox v r . p e r o s u s¡ u ¡ o r i d a d e ss o n a n r e r i o r e sA. q u í u t i l i z . r a Paulo Grillando. 104 CAPITULO CUARTO Cuestión muy distinta, con repercusionesprocesalesy penalesmás graves, es la que salta cuando interviene el Diablo, cuando se le invoca con el fin de que colabore en el proceso de pbilocaptio (o de necromancia,como la bruja de Mena): Hac estalteradifficultasetiamvaldefrequens:s€peenimamantisstimulis libidinis agitati demonesinvocant,ut illi flectantanimum illius quam amantin amoremturpem.Et communisoppinio est taleminvocationem non saperemanifestam heresim,quia demontunc invocaturad id quod sibi competit,quod esttentare..,Verumplurimunrefertintelligerequibus verbisfiat hecinvocatio, an imperativis. ur iubeo,precipio,impero.constringo et similibus;an vero deprecati.zis, ut precor,oro, obsecro,obtestor et aliis huiusmodi,ut ex Oldrado indicathic Eymericus.Nam si primo modo fiat, nulla heresisintervenitmanifesta;secussi secundoper verba que adorationem deprecativa. includunt... Secuses, en efecto, pues se deriva de las palabrasde la invocación un culto de latría al Demonio, lo que es evidentementemuy grave para el inquisidor. Según eso, pues, para muchos no es suficiente con la invocación para emitir un juicio, sino que es necesariodilucidar 7a categoríade aquélla. Tal actitud no era desde luego la única con respectoa la práctica de la magia amorosa.Como expresabaPeña más abajo,acabaimportando poco el índice herético de la invocación, pues sea como sea, y de acuerdo con oros juristas tan antiguos,cualquier invocaciónal Demonio es herética. Herética y efectiva.Así lo consideranotros manualespara inquisidores, como el de Pietro Alberghini, quien establece,con otros autoresanreriores, dos clasesde maleficio,el primero de los cualeses el amatorío,efectivocon la intervencióndel Demonio,puespor lo que se refiere<21e. Alberghini, planteándose el mismoproblemadel índiceheréticode una invocación,concluye claramenteque es ridículo establecerdiferencias,y que en efecto existe pacto con el Diablo, lo que es abiertamenteheréticoen cualquiercaso220. Alberghini,por supuesto,estámás cerca delMartillo de las brujas,teñido de una pa\¡orosae ingenuamala sangre,que de la circunspecciónjurídica de Eimeric, susfuentesv suscomentadores, Peñao Castrcpor trotar con españoles. 2re Giovanni AI-¡tncutNl, Manudle qualificatorurt Sancte Inquísitionis...,Zaragoza:Agustín Vergés, 1671,(Ia primera edición es de 16,{2),pág.76. Véase,por el contrario, la opinión de Alfonso de Castro, más arriba referida. 220 Véaseen la misma obra citada en la nota anterior, págs. 80-81, en donde se puede norar también la extensión que tiene el problema de la participación del Diablo en estasprácticasde phtlocaptio.Por A]\fOR 1'I\IAGIA I tlj Para el Tostado y otros autoresmás o menos relacionadoscon estas de pltilocuestiones,los participantesen una relación mágicacondenable22t captio sonél amante,el intermediario que profiere la invocacióndemoníaca, el destinatariode éstay, en fin, la víctima del demonio.Los adminículosde unos y otros son elementosque de por sí no significannada, a no ser que o el laboratoríocelestinesco). sean instrumento(por ejemplo, el "hilado" Cuando éstosconcurren,nos las habemoscon algo punible. Como es punible el mismo procedimiento destinado a la adír'inacíónnecromántica.Pero no por todo esto,por los cambiantestérminos de los inquisidores,podemos dar de lado a la intervencióngratuita por parte del demonio, sin medios humanos, como pueda constituir la bruja, en los procesosde pbílocaptio. Nider habla de algunasmulieresque realizansortilegiossobre objetos materiales, como habaso testículosde gallo, para interferir en cuestionesamatorias, y advierte que talessortilegiostienen fueruano por la materia, sino por independientementede la decisión la intervención directa del demonio222, rondará siempre el Maligno. de cualquier Celestina,cerca de la cual Juan de Mena, pues,no se muestraescépticocon relacióna unos procesos mágicos,mientrasque autorizaoros,. sino que, como el Tostado y sus engañifas coetáneos,distinguebien entre magia y prácticassupersticiosas. alineadascon lo demoníacopero que no se identifican con éste o forman parte del mismo círculo. Su creenciaes del mismo tenor que la de Alfonso de Madrigal, de Clemente Sánchezde Vercial, de Pedro del Conal, de Hernán Núñez, etc., etc., hastade Fernandode Rojas.No puede perderse de vista, sin embargo, que Juan de Mena se erige en abanderado de la renovación social; y uno de los crisoles más significativosde la evídente difracción entre la cultura popular y la docta a fines de la edad media - con represivaactuaciónpor parte de ésta en contra de aquélla- va a ser la magia, y hasta podría decirse, taraceandodel Tostado, precipue tln causis antatoriis.Las superioresrazonesmoralesdeJuan de Mena son equiparables otro lado, en la época de Alberghini se acentúa de nuevo ll persecucióncontra las brujas. adormecida durante los años de atención a otras herejíasmás covunturales¡t coincidiendo con una reaccicincontra las posturasde los críticos,como Spéey otros (r'éaselulio C.rno B.lRol¡, L¿r hrujast su muntlo,Madrid: A l i a n z a .l 9 7 l r ) . 221 En el caso que el Tostado proponía para ilustrar la magia amatoria,debe notarseque participa abiertamenteun experto desligador,al objeto de elirninar al Maligno de un determinado lugar o de una determinada persona!de acuerdo con la t¡adición patística v jurídica posterior. Lc¡ mismtr que ocrrrrc en el ejemplo reelaboradopor Sánchezde Vercial. 222 Liber insignis de naleficiis et eorum deceptionibus,singu/ari studio ex ipsius Fonnic¿n:o.. selt¿:" pág.495. 106 CAPITULO CUARTO a las de los conservadores de la moral con minúsculay, sobretodo, de la fe, como los predicadoreso como los inquisidores(véasemás arriba)22i. Con estebagaje,parecerazonablellegarnoshastaCelestina.Acabamosde ver que Ia censurade ias prácticasque concurrenen un procesode philocaptio estaba,en los mediosinquisitoriales, condicionada a vecespor el índicedemonológicode las mismasprácticasinvocatorias, por más que oüos testimonios, inclusode comentadores por lo que a esteasuntose del moderadoy escéptico reiiere Nicolás Eimeric o de clásicosde la literaturademonológica,comoJuan Nider, planteabanla condenaciónde casi todas las prácticas,calificándolas lJ.anay absolutamentede herejes.Pero lo cierto es que, mientrasque unos entiendencomo meramentesupersticiosas actividades, determinadas tal la preparaciónde filtros amorososo de imágeneso figurasde cera,otros entienden como heréticasy condenablesaquellasen las que intervienendirectamentelos cuatroelementosbásicos:Diablo, magoo maga,como incitadoresdel rnaleficio, v el destinatario o receptorde éste. Para el Tostado,y paraotros -lo veíamos-,la magiaes principalmente útil en cuestionesamatorias.Es más, \a magiaes un agenteextraordinario para los cambios de ánimo, en especialcon repercusiónen \a fantasía.Y veíamosque en la fantasíaradicabaprecisamenteel padecimientoamoroso. Concretandoen la obra de Rojas,hav quienespiensanque Celestinatiene uno de susejesargumentales en la magia;quienespiensanque se trata de una cuestiónmeramenteornamental;quienesmantienenla existenciade un doble vector de acción:la magiacomo efectivaen el propio pensamientode la tercera. la magiav la supersticióncomo elementomeramentecaracteúzadorde la intermediaria.El problema de la críticaha sido siempreel de justificar con detallev de forma palmariasusafirmacionesal respectoy la posturaadoptada. Es, sin embargo,cierto que los primerosv los tercerosse han visto obligados a desarrollarmás sus argumentos,en un¿rsuertede ejercicioerudito tendente a reconstruirel pensamientosobre el asuntoque manteníanlos coetáneosde Rojasr2r. Así, el tantasvecescitado Peter Russellha abiertoel patrón crítico sobreel que, en ciertomodo, queremospespuntearaquí. Tenemos ya mentada una serie de materialesy se ha evaluadoel papel de amor r. magia en contextosbien familiaresa Rojas,familiaressi 1ovemos como lector v como usufructuadorde una educaciónerotolóeicauniversita- :rr No será ocioso recurrir aquí, con la cautela necesariaante planteaniientosde indole agónico. a las excelenteslíneasde Carlo GIxzRunc, El queso ,- Ios gusanos.E/ costuos,segúnun molineto de/ siglo X\?. Barcelona:trluchnik Edítores. 1986, especialmenrepágs.24-27 v 181-185. 221 \'éase, para una rer,isiónbibliográfica, Joseph T. SNo$', .Celeilrttt> bl Fern¿ndode Rojas:An Annoldled Bibliogrdphr of World lnlerest 19J0-1985.N{aCison:Seminarvof Medieval Hispanic Srudies. 19 8 5 . AIIOR \' IfAGiA 1r ria. No podrá negarse, al menos,que en estode la importanciade la magiaen Celestinapodremosrecabarinformaciónno sólo en el ámbito especializado coetáneoa su autor.De hecho,enlaComediade Rojassedan esosingredientes básicosa los que antesnos referíamospara un procesode philocaptiocon Ia interr.'ención del demonio(origen,Calisto;destinatario, Melibea;intermediario, Celestina). Peroesque,además,la propiautilizaciónde la magiaesuna opción que no carecede importancia,puestoque es evidenteque el génerono la exigía,ni a Rojasni a nadie: de haber queridoplantearen términosmeramente idílicosel comerciode dos enamorados , teníaa su disposiciónel modelode la Histortade duobusa¡nantibus:v no sóloestosmaterialei,sino tambiénsu modelo máscercano,el Aucto 1, ademásde otrostextosprobablemente anteriores a la obra de Rojasque sebeneficiande patronescomunes,como la Repeticiónde d?ltores de Lucenao el recientemente exhumadoTrtttadode amores. Sin necesidad de desarrollaresteúltimo asDecto. comosi de un arsumento de silenciose tratara.es.sin embargo.cuestiónbásicapara cualquieráe] examen de las características de hechicera,de bruja con el que Celestinase nos presenta;el análisisde la clasede sus reiacionescon el demonio,para llegar a algún puerto en esto.Puesveíamoshastaqué punto era necesariofijar estas últimas desdeel punto de vista jurídico de la prácticainquisitorialpara llegar a la distinciónentrelo que es una modalidadde pecaminosidad supersticiosa levementepunibie v entre una actividadque irnplicarapacto diabólíco,de magia negra, grave hasta la condena a muerte. Las referenciasa resultados penalesque se puedenespigaren la mismaobra de Rojasno puedenser más claras:la propia maestrade Celestina, la madrede Pármer-ro, sufreciertamente las penaspropiasde las prácticashechiceriles; Celestina,también. Cuando el género se sedimenta concretándoseen la forma que Rojas imprime a la comediahumanísticav la superstición,más que la magia,se convíerteen tema obligado,los continuadoressac¿rn partido de esteaspecto pero no van m¿ísallá: se trata del uso de del carácterde las intermediarias, un superficialmotivo. Varios testimoniosde esto podrían aportarse22t, pero uno nuevo aunque tardío, inch-ridoen un¿lreaparecidacomedia celestinesca manuscrita,Ia Tragicomediade Poli¿loro), Casandrina22o, nos lega la mejor genealogíay su contexto de la trotaconventosdel género.Escribe su anónimo autor que Corneja,la medianera, 22' Aunque Pierre HEUG¡Srenur.lcia ¿biertamentea seguirla línea.sí empiezaa hacerjuslcia a quienes han estudiadoel asunto(r'éaseol¡ Céléstine"el s¡ clescendtuc,' ¿/¡7r¿l¿. Burdeos:Institut d'Etr-rdes Ibériqr,res e t I b é r o - A m é r i c a i n edse l ' U n i v e r s i t é d e B o r d e a u x ,1 9 7 3 .p r í g s .5 J 5 - 5 J 8 t\./ é a s ep. o r s u p u e s r ol \. f . ' 1 .R L c ; c ¡ nto. fl:e Etohtlon o.{tbe Go'Bctu'cn tn Sptrrsl:Litt'r¡ttt,' tl:rough tl:,' Slxttcttl: C¿ttttn, págs.6.t,il. 216 Esta obra ha sido exhumada por Stefano Aratrr, de los fondos manuscritosde la Biblioteca cle Paiacio,quien la data en el reinado de Felipe II (véase,ahora, StefanoARtr:, ,.Celestínes¿¿, 12 [19E8]. págs. -15-50). 108 CAPITLTLOCUARTO en donde,en tiempode los ReyesCatólicos,se es naturalde Salamanca, leyanicromancia y diabólicafacultad,la qualpor losbienaventurados Reyes fue desterrada) masno pudo erradicarque comosimienteno dexaserastro puestocaso de sí por muchaspartes,principalmente en libianasmugeres, queel métodoquedóen la antiguaClaudina, queDiosava.A éstasuscedió que comoI'ngeniosa la famosaCelestina, dio tal qüentade sí en el officio, quetuvieraClaudinamásrazónde matallaquetuvo Hipócratesde matara que no Galeno.Traséstafue Elicia,que dizenque es madrede Salustico, a susantecesoras, que,dexandoel luto, sedio tal mañaquedexó degeneró tal memoriade sí que la lloraronestudiantes )' moEosd'espuelas, 1'lasdel colegiode la cadenillaecharonmenossusdocumentos. Llama la atención, en efecto, el contexto genealógicoque plantea el autor -con tanta ironía, claro-, contexto que coincidecon el de Rojas, naturalmente,pero tambiénotras circunstancias indirectamentealudidasestán ahí presentes.Parece clara la referenciaa la justicia inquisitorial de los tiempos de Isabel y Fernando,con la otra a disposicionessobre la enseñanza en Salamancay la censurade libros. No es tiempo de detenerseen este asunto.Pero nos llama más la atenciónel tino del autor al apuntar a una vida extra-académica salmantina,en cuyasaulases cierto que, al menos,se hablaba o se creía de y en Tafuerzade la magia,pracipue in causisamatoriis, como decía el Tostado. Es, sin embargo, a todas luces bastantesignificativopor lo ornamental la utllización de la magia en las continuacionescelestinescas; tan significativo como la inexistencia de la philocaptzoen los congéneresde Celestína rigurosamentecontemporáneos.Pero, ciertamentelas circunstanciasde estas obras son, a nuestro parecer, bien distintas del modelo. Incluso, como mantenemos,el propio modelo había resueltoel problema de la integración de la magia dentro de sus presupuestosdidácticos cuando se conr¡ierteen Tragicomediay rebasalos límites éticos y estéticosde la reprobatioamoris destinadaa un individuo en concreto, el destinatario dela Comedia,el amigo. Por eso no es extraño que en la más cercana expresión del género, cronológicamentehablando, la CotnediaTbebaída,se prefiere no plantear ya la cuestión, a pesar de que la enjundia universitaria de esta obra nos pareceinnegable. El autor de ésta, que va tras de otros presupuestoséticos y requiere otros fines, con otros tipos de personajes,mantiene algunoselementosdel naturalismoamoroso-alguno ),aaludido-, pero modificaostensiblemente otros, descargandode didactismo a la obra (en esencia,eliminando la reprobación del amor pasional por la vía de convertir a éste en marimonial, como en el Tratado de cómo al hombre es necesaríoamar y en otros textos referidos).Por ello eliminacomo de un plumazolos tonos negrosque con- A.\'IOR Y N,ÍAGIA ltr' lleva la participación de una intermediaria, como Celestina,Sin embargo. cuando el pedante de Berintho recibe la clarificadota cantade Cantaflua,en la que le comunicaque estápor é1,comenta22T: Mira, hermanaFranquila, ¿Qu'esposibleque estacartaseade mi señora? qu'el espíritumalvadoessuti-l;mira la astuciade que seaprovechó conra la mugerreligiosaen el concibimiento del sabioMerlín; mira no seacosa de arte mágica¿No te acuerdas averleídode aquellanigromantesa Circe, que con suspalabrastrasformólos compañeros de Ulixes? El recuerdo en tal lugar como éste de aspectosde la magia amatoria y de la existenciade los íncubos (también recordadospor Alfonso de Madrigal y por legión de tratadistas)no deja de ser significarivo,a pesar de la ironía de Franquila (>; también pecan ..los que creen que esto se pueda hazer con arte del diablo>. La censuradel predicador coetáneoa Fernando de Rojas nos declara que esto, fuera o no efectivamenteútil -Montesino parecemostrarseescépticoen la materia,como otros francisy posteriores,como Castro-, era algo comúnmentecreído. canoscoetáneos Nos falta, sin embargo,esenexo bien sancionadoque nos permita asociar a la pasiónamorosacon el demoniopor medio de la magia.Otros testimonios del sigloxv v aun anteriores,tambiénde predicadores o de seriasexponos permiten que presencia siciones doctrinales. mantener la de una intermediaria, vieja por más señas,es )¡a para un lector normal indicio e incluso pruebade la existenciade una prácticademoníaca. Así, el autor del Speculum doctrinaleatribuido a Vincent de Beauvaisrelatalos varios generadoresde la lujuria, entre ellos aparecenlas <>22e. Llega a sostenerque que los mismosdemoen esto del amor son más eficaces.,ad subvertendum>> nios. Es cierto que en la basede todo esto hay una asociacióntropológica entre la capacidadsuasoriade las medianeras y la propia capacidaddel diablo, como se demuestraen la raíz del pecado,la tentaciónde Eva, lo cual se demuestraen el Speculumcon autoridadescomprobadas,como la de Beda. Sin embargo,late también ahí la invectivacontra una realidad social que se percibemás viva en textosmás cercanosa esarealidad2r0. Por supuesto,el tema es objeto tambiénde otros compendiosde vicios y virtudes, como el de Guillermo Peraldo, pero nos interesala representatividad de éste cuando sobrepasalos límites del quehacerdel confesor y alcanzael grado de invectiva en los medios amplios en los que se mueve el predicador.Como apareceen la popular colecciónde sermonesVígesalutis, atribuiblesal fraile menor Miguel de Hungría (t c, 1480),en donde,siguiendo estrechamenteel Speculumdoctrinale,se reproducela invectiva,más concentrada1'aen los aspectosdemonológicos2r1: 2)'' Specullnt tloctrintt/e.\/enecia:Hermann de Liechtenstein,1191,fbls. 237v-2)8r. Cita¡emossiempre por esta eclicicin. :3ir La larga enumeraciónde maldadesque achacael autor del Spearlum doctinale no es sólo un íntento de prolongar un símbolo, sino la denuncia abierta de quienes son consideradaspeores que los judíos c1r,re crucificaron a Cristo, peores que Herodes que asesinóa t¿nto inocente!peores que Judas. peoresque el mismo infierno. peoresque Busiris,etc. Son también instrumentosdel diablo. del anticristo, .os inmundissimum dvaboli qui separantanimam preciosam a Christo et coniungunt ea dvabolo". < que señalasanJacobo (..primo, mulierum habitatio; secundo, corearum ductio; tertium, muiierum inspectio>r),Rojas -también la conciencia de sus 2)' Véase Renato Llot, ed., S. Iacobus de Nfarchia,Sermone¡ dominicdles,I, Falconara:Biblioteca F r a n c e s c a n a1,9 7 8 .p á g s .. 1 0 9 - 1 1 0 . :rr Véasetambién, para su gran difusión. F. C. TuercFI, Inder Exemplorun. A HdndboohoJ irtdie. ual Re/igiousTales,n." 5161; Daniel Dtvoto. Introduccíón¿l estudiode don .ludnN{ante/ t'eil pdtttcrlL;t de oEl Conde Lucdno>, N{adrid: Castalia,1972, páss.,1,10-.1.+i. - t12 CAPÍTULO CUARTO contemporáneos- seleccionaaquella circunstancialen la que no interviene sólo el par de enamorados, La más condenablepor los manualesde pbcados y por los predicadores,la que más cercanamenterecuerdala dírecta participación del demonio, o de la vieja, que lo mismo vale para ciertasmentalidaoes. En cierto modo, nos pareceevidenteque en el pensamientodel autor de Celestinase superponentanto el mandato caracterizadorde los personajes de determinadosgéneros2!cuanto el mandato de un fin didáctico declarado enla Comedia;y, últimamente,la cómoda opción del personajecaracterizado popularmenteen términos tan negativosy que, en otra esferamás técnica y científica,la universitaria,facilita la integraciónde la magiay de la philo captio, como cómodo recurso didáctico, un tanto dramático, y quién sabe en qué medida burlesco2rt. Si nos atenemosa esto y a la creenciatestimoniadaen las páginasanteriores, el papel de la magia en Celestinaqueda claro, incluso queda claro el posible índice de credulidad de su autor. Este queda aisladoen su propia y genial obra, sin embargo la realidad social coincide con su panoramaerótico. Así lo podemos ver por la informacióz sobre un escándaloamoroso acaecidoen Loja durante los primeros añosdel siglo XVI (véasemás adelante, pág. 171). Acaso más monografíasde caráctermicrohistórico, como la que nos da cuentade esehecho, nos permitan acercarnoscon más confianza y sin resabiosdecimonónicosal 'realismo' de Celestina.Pero aquí, y por ahora, habrá que distinguir bien entre el pensamientoque Rojastiene sobre la magia,como hombre de universidady como hombre de su tiempo, y la utilización literaria que hace del asunto,al serviciode ciertos intereses:doctrina amorosa y práctica Titeraúa,cuyas relaciones,por fortuna, fueron y seránfructíferasen esto de la creación. :'t Peter RussEI-tlanza ahora la hipótesisde que Rojas tuvie¡a un modelo de carne v hueso para la configuraciónde su personaje.Carne y hueso,humanidad, condenablepor supuestopor quienesdetentan la responsabitidadde la conversióny penitenciade la cristiandad. 215 Unas cuantasconclusionesal respecto,que afectan al n.rundode Rojas y, en última instancia,a todos los problemas estructuralesde Celesttnahemos mantenido en nuesro r2ie. Ni tanto,ni tan poco, segúniremosviendo, ]r' Hemos publicado una nuevil edición en el cuerpo de nuestro Del Tctst¿Jr,sohre el anor, págs. 9-68. Seguiremosremitiendo a esta edición, indicando página r, línea en el mismo cuerpo del texro. Er¿ corriente manejar el texto en Antonio P¡z l Nl¿t-t¡, ed., ()ptíscu/os/iteruriosde los stglosX1\/ ¿1I1{. Nfadrid: Sociedadde Bibliófilos Españoles.1892. págs. 221-211. :" .losé \¡¡eu t' CL¡r'tlo pedía pomposamenrea sus coetáneosquc. p¿ra comprender Ia humanidad clel Tostadr¡.sólo le-veran..su excelentetratado del amor v amistad,dedicado a la Re¡,nade Castilla,er.l que probaba: cóno dl honbre le es necestrio¿n¿r: .\,al leerle,desgraciadodel pecho frío que no conciba un respetuosocariño a la memoria del Tostado" \Eloglo de Don A/onso Tost¡do. obiqrt Jt .4rtl¿. en por l,t Real Actdenta Esp,uicth.Pttrt( prinerLl Col¿¿ción,l¿ l¡s ohras de eloctenct¿ t de poesit prc'ntiLtd(ts ()br¿s tle efoareuct¿,irfadrid: Viud¿ de lbarr¿. 1799.pág.205). Es evidenteque Vrera no s(ilL)coutnnde el BrcL'11o,¡rtrrt v eI Trdt¡Jo, sino qr,rela obra dedicada a la Reina de Castilla es l¿ r'ersión castellanade L¡s ciucopLuLtJoxLts, de la que actualmenteprepara edición Carmen Parrilla. ff. O. Grnr.t.r ot L.r Fl'r.rr t . . D o s o b r i ¡ sc a s t e l l a n arsl e A l f o n s o T o s t a d oi n é d i ¡ a s >p. r i g s . 3 0 0 - 3 0 1 . ri¡ Tbr'\otels o./ Iun tle F/ores,¡ntl theit EuropeanDdfuslon: A Studt'tn Conpardtuc'It!tr¡tt¡c,. Nueva York: Institut of French Studies, 1931,,págs.23-25. 2te El httndntsn¡o aistel/dnotlcl sig/o I\/, \¡alencia: Antonio Tomes, editor. 1976. pág. t1i. Clara e s t á .s i n e m b a r g o .l a d e u d a d e l o s e s t u d i o s o sd e l s i g l o x v p a r a c o n D i C n m i l l o e n r r r n r o sa s p e c r o sd e l estudio de l¿ ética v de otr¿s manitesraciones culturales. .DE CO\IO AL HOI\{BREES NECESAzuOANIAR. Porque pensamosque no hay que buscaren el Tratadouna seriedadquc no le comp€te en los límites literarios en los que estrictamente,de entr,¡da. hay que estudiarlo. Pues ¿qué es en realidadestaobrita? En uno de los manuscritos,una mano posterior a la que lo copia ha apostillaáo: Carta del Tostado a su bernano sobreatnor. Efectivamente,se trata de una epístolaalgo extensaen la que una personano muy joven (al final de la obra, lo dice el propio autor, con Ovidio: <[págs.67,Iín. t7-68,Iín. 3]) contestadando explicacíones sobre su enamoramientoa un corresponsalmás mozo lcf. pá5. 10, lín. 15], de edad tierna, quien había reprendido al mayor precisamentepor haber caído en los lazos del amor y habersedejado sorprender por la pasión. Ni más ni menos,éstaes una piezamásenclavadaen la tradiciónde la autobiografía amorosaque adopta Ia forma epistolar2+o. Así pues,buena parte de 1o que en el Tratadose dice habrá que circuns'estrecho' cribirlo en el límite de la retórica.Es de presumir que el joven amigo había disparado al otro su plomo de acusacióncon los mismos moldes epistolares(o se finge, al menos).Por más señas,ésta que envíael mozo mojigato seríauna epístolainuectiua2at, reprehensiua, mientrasque la contestación que conservamosadopta la andadura de la epístola expurgatiuao excusatoria. Pues en tal género como éste la ficción literaria estágarantizaday hasta puede se decir que es prácticamenteobligatoria. Se tata de un ejercicio muy parecido, por varias razones,al Lazarillo, con otros presupuestosy para otros tiempos,pero quién sabesi con parecidosresultados,como después tendremosla ocasiónde insistir. 2ta Para la relación autobiográficaen forma de carta, véanselas consideracionesde Fr¿ncisco Rlr:o, .,Nuer,os apunres sobre la carta de Lázarc de Tormeso, en Serta Philologica F. Ldz.aroCarreter |idtalem Diem SexagesimuC n e l e b r d n tD i i c d t ¿ , I I , M a d r i d : C á t e d r ¿ ,1 9 8 ) , p á g . 1 1 5 . ?{1 Utilrzamosla terminologíade FrancescoNtcxt, Opusculumsribendi epistolas,Burgos: Fadrique de Basilea.l-{9-1.Las citas que siguen proceden del capírulo 1.1.Es cie¡to que la primera edición de este texto data de 1488 y que su difusión españolaempiezacon es¡aedición burgalesav la del mismo año de Ba¡celona1r'éase.f . L¡nuNCl, .Nuer,os lectcrresv nuevos géneros:apuntessobre Ia epistolografíacasrellana en el primer renacimiento español,,. en las ,4cl¿s de l¡ VII Acadertid Lilerari¿ Renacentíst¿.Salamanca: Universidad, 1988, págs. 8i-99: u¡ilizamos,sin embargo, la nueva versión de ese trabajo, .Nuevos lecto¡es y nue\¡osgéneros:la epistolografíaen los albores del renacimientoliterario en España'. n. 16), siendo acasoel manual de Niccoló P¡Rorrt, Rudtnzerta,más apropiado como punro de reférencl¿ pata nuestrasconsideraciones, pues se difunde ya desde 1.177en Barcelona.Pensamos,sin embargo.qu< la docrina sobte los áspefios que aquí ¡ratamos variaba en puntos no esencialesde unos manlral(s .1 'género' otos. El mismo L.lnn¡Nc¡ ha demostrado 'fpág. 10, lín. 1--l], curnpliendo desdeluego con la condíción de que <] quod nobis vitio ascribituor. id f-ecisse Una vez agotada la primera parte, que se ha enriquecido con varios tópicos propios del exordio, como el extenso tratamiento del relativo al pxtersenex[pág. 10, lín. 10 - pág. lI,lín I4], se van a desarrollarde forma argumentativados conclusiones:en primer lugar, que es necesarioque el hombre ame; en segundo, que cuando ama se turba, va a enloquecer o enfermar. Pensamosque el interés de quien escribe esta carta es más egocéntrico que teórico -remitido, incluso,a la impersonalesferaliteraria-, pues, de llegar a conducir con bien la argumentaciónpropuesta,el protagonistaresultará exoneradode la acusacióninterpuesta,la de habersedejado sorprender y cautivara sus años por la pasión amorosa:<> lpág.9, t, - r.r llns. /-r-t t. La terceraparte de la epístola[págs.57-68] representauna justificación y alabanzadel amor en términos matrimonialesbastanteestrictos.Se va a hablar, ahora,desdela ladera de la libertad pasional,mientrasque la casuísdca del bloque argumentativo[págs. I6-56J,pesadaenumeraciónde casos de amor famosos,era la propia de la tópica medieval,pero en el Tratado,es No se trata de enjuiciarde forma negativa cierto,hábilmentemanipulada2r2. humanistasitalianoso,elaborandoa lo largo del siglo <(unateoría dela epistulafamili¡ris en términos que bien podría aplicarsea la práctica de Fernando de la Torre v sus conremporáneos>i¿¡l. cit., pág. 19\. :rr Véase más adelante e.l tratamiento de unas citas de Segundo.I\luchas de las citas del Tratado 'femínistas'. Podrían encontrarse anónimo se enclavanen la polémica que se da entre los misóginosl los las del anónimo s¿lmantinoen muchos lugarestpor ejemplo, véaseel Tratadoen de"fensa de las utrtuosas ,nujeres de n.rosénDiego de V¡leru,r, que tiene como /hena precisamente uno de los dichos de Séneca presentetambién en tuestro Tratado(vé¿seNfario Prxx¡, ed., Prosislasc¿stelhnosdel sigloX\', I, N{adrid: Arlas. l9j9 IBAAEE, CXVII, págs. 5ó v sigs.: también N[.' Angeles Strz Rutz. ed,. Díego de Valera, Tr¿ttlo en deJ:ensa de l¡tsuírtuosasnujeres, Nladrid: EI Archipiélago,1981,págs.2i-22 ¡ Í0 I' sigs.). AL HONIBREES NECESARIOA\'IAR" "DE CÓNIO a tantosy tantosenamorados,quienesno son culpablesde suserrores.\' no se trata de juzgarlos,con actitud de moralista,puesto que la exculpación que de ellos se hace recaesobre la primera personaque redactala obra. De juzgarlos, ésta saldría malparada: en una carta exculpatoria, no cabe ia autoacusación, sino sólo la disculpa2+r. Nada más que por no haber advertido-o no quereradvertir- el punto de vista de ia carta,BarbaraMatulka la llegó a consideraruna liberal defensa aducidahay defensa de las mujeresy del amor, por más que en la casuística también de los hombres que sufrieron el embate de la pasión amorosa.Nos en la que el indulgente las habemos,por el contrario,con una autodefensa juicio para con el que la redacta,el acusado,condicionael emitido sobre los amoresmás famososde otros. También aquí aprendíanMelibea v otros la técnicade la exculpación. Nuestro anónimo no tiene ahora a un Agustín que, como al Petrarcadel porSecretum2aa,le aldaboneeen sus partesmás espirituales.Seguramente, que no quiere ser aldaboneado,pues -como más tarde Lázaro Gonzá\ez Pérez-- él se va a considerar en su buena fortuna desde la ladera de su 'amor' matrimonial,una suertede amor mixto y benúltima experienciade decido. Pero en esto insistiremosmás ade-lante. Desde esta perspectivaestructuraly retórica,la de la epístolaamorosa autobiográfica,puede cambiar bastantela interpretacióndel texto. Desde luego, la epístolaexculpatoriay autoapologéticaparticipa del genusiudiciale retórico, pero aquí se percibe no menos claramenteel andamiajedela dispupues el Tratado se deja leer con tal corséformal. tatio escolástica, Primero, nuestro autor planteala cuestión,ostendit[págs. 9-12). Luego, diuidit in partes duas, nuestrasdos conclusiones [págs. 13-56], enlas que in prima deterruínatlpágs. 19-24),e in secundadetenninatlpágs.25-56l.Para concluir, en fin, de modo relativamenteortodoxo y sin amagarla andadura final de la autodefensa.Como se ve, se trata de un mestizajede procedimientos expresivosmuy propios y a la medida del mundillo universitarioen el que se difundió el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar y en eI que nos venimos moviendo. 21) De la culpa, en efécto, a la disculpa, a la autoconsolaciónculpable. Como cuando Melibea -fingiendo una razón para ser acusada- poco antes de suicidarsearrebata la pluma a Petrarca v le toma sus ejemplosde De remedits utriusquefortune. 2rr Nuestra cita no quiere ser gratuita, pues hasta es posible que el autor del Trdta¿loconocierael Seuetum. Pot ejemplo, se nota cierta cercaníacuando se recreael tópico de la defensadel amor pasional alegandola calidad del objeto que se ámd lvéaseSecretum,ed. de Enrico Carrera, en Guido Nf¡nrtllol 'tt. s :i c c a r d oR i c c i a ¡ d i , 1 9 5 5 .p á g s .l ) 2 - l ) 1 t . . 'filán-NápoleR ¡ , c o l s . ,e d s . ,F r a n c e s c o P e t r a l c aP. r ¿ s ¿N 118 cAPÍruLo eurNro Veíamosque había que relativizar,de entrada,la fiabilidad de la opinión del yo enamorado.Y ala zagade esto,habrá que preguntarsetambiénpor la fiabilidad de la misma argumentación.Pues nuestro corresponsalestablece una proposición categóricauniversal,la primera conclusión,sobre .r. Y justifica esta proposición con la natural cobdigia,cupiditasde la naturalezahumana. Podrá notarseya desdeaquí -pensamos en la atribucióndelTratado al madrigalense- la primera diferencia terminológica del Breuiloquioy otras obras del Tostado, en las que se prefiere el término castellanodeseo.Perc también sorprenderemosaquí la primera ironía del anónimo, quien, al utilizar cupiditas,estaríamanejandola acepciónno natural de la concupiscencia, como podía saberentoncescualquiermediano filósofo ("delectabilisconcupiscenciadicitur non naturalis,et soletmagisdici cupiditasr,como exponía santo Tomás2a5) con lo que se recargamás la ironía en esta parte doctrinal, pues se achacaa la naturalezaaquelloque realmenteno le compete,en clara formulación naturalista que interesadamenteno estableceningún tipo de distingo. Según pensamos,se ha tenido en cuenta lo que decía el viejo maestro Tostado cuando se incorporan esostonos naturalistasdel razonamientopara definir el problema de la fenomenologíaamorosa.Aunque se trata de un razonamientorecargadopara-llegata ciertos extremosclaramentedesdeñados por don Alfonso cuando habla seria y profesionalmentede amor. Só1o espigaremos algún caso. Por ejemplo, expone el autor del Tratadoen una ocasiónque ..lasmaneras [de la cobdiEialson diversas,mas non curando de las espirituales,que del ánima ragionalproEeden,porque caresEede nuestro propósito, trabtaré de la cobdigiao amor de la sensualidad humana lpág. 13,Lín.1,3- pág. 14, lín. 61. Se mantiene ahí una actitud bastanteortodoxa desde ei punto de vista aristotélico,reduciendoal alma sensitivael amor instintivo, en términos más estrictosque en el Tostadoy también más absolutos. Pero también el aristotelismoen línea con especialistascomo Boccaccio puede reconocerseen el Tratado,cuando se concretaen la ..experiencia"y en La ,cazón>>el reconocimiento del sumo poder del amor. Aún más, es posible abocar la doctrina con arguciasdialécticashastallegar casi a una posturapesimista,como la de ciertosaverroístas, Dino del Garbo, por ejemplo (véasemás ariba), segúnel cual -empleando palabrasdel anónimo<.elamor non consienteen el arbitrio humano, mas nesgesidadnos apremia :r' Sumna Theologic¿,I",II*. q. )Q, a. 3 ..DE CÓIIO AL HONIBREES NECESARIC) A\IAR,, ] ]' ^ amaÍla mugerr,fpág.2I,Iíns.2-41,con lo que sedejainoperantela capacidacl raciocinativa antesdel mismoenamoramiento, comoen el casode Juan Ruiz. Son suficientesestosbotonesde muestra,a nuestroparecer,para advertir que el autor del Tratado llega, con la a1,'r-rda del Tostado, mucho más lejos en sus planteamientosnaturalistasde 1o que éste hubiera estado dispuesto a conceder. Aún podría equipararsea este último razonamientoostentoso alguno qlre otro de parecidalaya,como el de Boccaccioen un muy debatidopasaje del Decameron.Pues no en vano la independenciade \a ruzón instintiva, que se defiende con la a1'udadel famoso cuentecilloprobatorio incrustado en el proemio de la jornadacuarta,ha sido vistacomo una de las señalesde esanuevaposturanaturalista,a todaslucesdistintade la del Tostado,pero no tanto de la del anónimo.Dignifica Boccaccioel amor humano,el deseo delectable,como un mor,imientonatural e imparable,tanto más fuerte cuanto que independientees la ruzón del individuo. Aldo Scaglionevienea demostrarla robustatradiciónde esecuento,con sus múltiples versionesdesde su forma primera de exemplumhasta la que y defiendeque el uso por parte de Boccacciono nos ofreceLa Fontaine2an, respondea un <>, rral,sino que su uso se integradentro de ..Lrnprogramaconsciente,intelectualmenteformuladoy presentadoen tonos polémicos,agresivos, como explícita reaccióncontra los prejuiciosmedievalesrr2tt. Y continúaluego: ..La 'derechos actitud de una conscientedefensade los de natura' en un arte al tiempo intelectualv erudito...hay que distinguirladel mero gusto por lo realista,o por el detallepintoresco,característico del arte medievaltardíon. Boccacciovendríaa constituir,así,nada más v nada menosque la novedad en una radición guadianaque arrancaríade fbrmulacionescomo las incluidas en De planctu llatura de Alain de Lille2rsy del Roman de la Rose de Meun o del Bret'íari de Ermengaud,tertos a los que ya nos hemos referido anteriormente.<.La novedad de la posición de Boccaccio-continúa 'ley Scaglione- descansa en su robustae inequívocaproclamaciónde la de natura'...como explícitaréplica a las objecionesde una cultura oficiaLranquilosada,en el camino va del nuevo racionalismodel Renacimiento2ae. }ó Añádase que la tradición popular lo ha manteniclo¡ambién en España.Véasela anécdotasobre que asno fue quien nL¡ncaestu\'o enanrorado que traen Lo¡enzo Pa.lmirent, Mateo Alemán, (irrsprr l,ucas Hidalgo. etc., espiglclav clasificadapor N{axime Ctt¡t.tLt¡,R. ed., Cuentecillostr¿dt¿'ion¿bt,1, !,, Españadel Siglo de Oro, N1aclricl: Gredos. 197). págs. 58-6t). :r: Aldo Sc¡cl-tosE, \a/trrc'¿tttl Lot'e tn tl:eL¿le ivlulllt .4g,:, Bcrkele¡,-LosÁngeles,Universirr .,: California Press, 19ó1, pág. 10{. :{8 ff A. ScacrtoNE, Natue ¿nd Loue in the L¿te Middle Ages.capítulo L :te A. Sc¡cLIO\.'E, N¿/trle ¡nd Loue ln tl:e L¡te Nlicldle Ages, pÁg, 126. f t ¡ T t 120 CAPITULO QUII.TO No es nuestraintenciónla de terciar en una polémicaque nos interesa sólo en parte2tO,ni menos entender como localizableen los albores de un nuevo racionalismoalgo que es consustancialala erotologíamedieval-según vamosviendo-, pero sí nos sin'e su entorno crítico para apuntarque, en buena parte, el Tratadoestáen una parecidalinea de pensamiento.Tampoco es ahora el momento de discutir las posteriorespalinodiasde Boccaccio ala zag de Petrarca,ni cómo llega a serelJobannestranquílitatum, que dice su protector Acciaiuoli. Pero nos parece necesarioconsignarque la doctrina naturalista del Tratadode cómoal hombre es necesarioamar estáen el mismo contexto de discursoexpurgativo que utiliza Boccaccio. Atacaban algunoscanes,como dice Petrarcaen las Seniles,al joven amigo por 7a ligerezao frivolidad imprimida en las tes primeras jornadas del Decamerorc.Boccaccio se defiende al principiar la cuarta con violencia y conduciéndoseinmisericordemente con los maldicientes.Ademásde cuestión personal,de temperamento,es todo ello propio del géneroexpurgativo. Una sorpresanos asaltaen tan duro y, al parecer,serio razonarilas destinatariasde eseproemio son las mujeres.Nos da que ahí se quieredescalificar en cierto modo todo el razonamiento,incrustando una ligera ironía. La misma que Diego de SanPedro desplegaráantelas damasde la reina Isabel cuando les predique de amore,también con tonos naturalistas,por cierto, o las mismasdestinatariasde Luis de Lucena en su Repeticiónde amores(véase más adelante).Y es que, en cualquiercaso,nos movemosen el campo de la literatura, en el que los exuemismosfilosóficosno sólo son bienvenidos, sino que también son necesariosen estos géneros,en los que su índice de 'literariedad'-hágasenos graciapor el paiabro- es proporcionalal índice 'contrafacción', del en los que la parodia es la sal. Ni que decir tiene que es también el círculo en el que se mueve nuestro anónimo enamorado,que defiende actitudesnaturalistasen primera persona, como el certaldense.Pero, si éstereduce a lo particular e7 nzonamiento enviándolo sólo a un reducido grupo de receptores-)- no el más cualificado, por cierto-, aquél se acotamás aún en el estrechoámbito del yo que se jusrifica ante un tú, todos anónimos.Es ahí donde pensámosque reside su ironía y su gracia literaria; a ello se debe también su fortuna posrerior. Pero, entrando ya en un nuevo tercio, por si fuera poco el autor del Tratado se mueve ademásen el ámbito de la falaciadialéctica conscienre, desde la misma formulación de la primera de las conclusiones. :t0 Véase,por ejempkr,Vittore Brul¡-c.t, ed., Giovanni Boccaccio,Dectneron,enTut/e le opere,IY, Milán: Atnoldo Mondadori. 1976, págs. 1199 v sigs.:y cf L G. GLUIB. > fpág.22,líns.2-8]. Cierto,menosfalaceseran las cosascuandoun teórico razonabacon seriedad,como el Tostado delBreuiloquio. La anfibología en el Tratadoes otra clavemás de susexclusivosintereses literarios, que explica también su éxito enre estudiantes,que se solazaban componiendo repeticionesburlescaso provocando figuras científicamente risiblescon la ayuda de la trama de una comediahumanística.Pero sobre eso habremosde extendernosmás adelante. Por tanto, 1o que segúnrazónera sólo el enormepoder de amor, defendido por todas las tradicionesf-enomenológicas, es ahora necesidadsin excepciones,sobre el género humano en su integridad. Pero, no restandoahí las cosas,se llega a defenderuna segundaconclusión,la consecuencia hipotética de que el que ama se turba, de donde cabrá deducir que, si todos aman,todos habrán de turbarse,enloquecer.¡Mundo éstede enloquecidos amantes!Al cabo,el mundo de la literatura. Claro está que leemos no en las líneas qwe traza la pluma del teórico, 'Pues sino la del enamoradocensuradoagriamente. no iba a ser yo la excepción', conclu¡reimplícitamentev sonriéndose.Se trata de la misma falacia de Boccaccioy de otros amadoresque se justifican a sí mismos con el inventariode la casuísticadel absoluto poder de amor, desde Boccaccio. 2tt No se olvide que hasta los médicos establecenc¡ueel mandato natural. el instinto. dt.-crr d 1,.,s individuos segúnsu temperamento.Así lo expresaráGordor.rio(véasenuestro apénclice)t. \' n,' dig.rnr,,. va de los moralistas,para quien el control psicológicov penitencial aíslade estos problcnr,rs.Resah.rn. por eso, los términos de la lógica risible de nuestro anónimo enamorado. 122 {-lprTf rt .) lll ,TNTO pasandopor Petrarca,hastanuestrospoetascancioneriles. Justo el procedilos para quienes miento inverso de moralistas, tal relación no es más que la palmaria demostraciónde ia enorme peligrosidadde amor, o al menos, como en el caso del Breuiloquio,de las excepcionesa una regla más serena de convivencia. Pero los teóricos serios, naturalmente.salvan esa peligrosa generalizapropiamentese fallan las condición. Así, el Tostado estipulabaque < [pág. 85, líns. +- L) t. i, 1.u. acotación que subrayamoselimina de su ámbito todo posible argumentode generalidadv de necesidad,que tampoco se halla en otras formulacionesdel Abulense, como en la Qüestiónde Cupido, seguramente una de las últimas formulacionesdel pensamientoe¡ótico de don Alfonso2t2. De modo que lo que nuestroanónimoenamoradoestáhaciendoes manipular la doctrina de su fuente, el Breuiloquzo, en donde es posibie mantener que, como máxímo,sepuclieraestarformulandoun reconocimíento literario del amor cortés, conside¡ándolo..a rational desire b1' desexualizingits obcomo se ha descrito el amor de Cavalcanti,del Dolce Stilnuovo, en su 1'ect>>, ambientemeramentecortésy, desdeluego, no averroísta,segúnhemosexpuestomás arriba2tr. En el Tratado, el razonamientode necesidadatenazatambién a la conclusión segunda,segúnla cual todo el que ama habrá de turbarse,de enloquecer. Un cierto pesimismo,como el que Nardi sorprendíaen Cavalcanti, se derivaráde tal postulado,puesla sumapotenciadel amor es insoslayable e, incluso,como dice Salomón,el amor es tan fuerte como la muerte,lo que acotanuesffoanónimo< [pág. 25,1ín.9 - pág. 26,lín. i], recordándonoscon esto esaenfermedady nruertemoral propia del pesimismocavalcantiano2!. Otros eiementosdesmarcanel Tratadodel ambienteen el que las rúbricas de aigunosmanuscritosle sitúan.Podríamosecharr¡n vistazoa algunos :t: ..(Jnde enrre tocl¿sl¡s passionese deseosa los qualeses drrro ¡esistirno priso Chris¡t¡ scr ¡lÉlrin desseoal qual con ranta difllcukad resistirpuedan e que tan especialgraci;rava me¡ester pari le resistir, ca sin especialdon de Dios no prredealguno vivir castamenteapartadode todos los r,enéreosilctos,sah'L) si fue¡e na¡ur¡lnrente imporente por causilde frialdad" \Die: qiiesttonestulgart's,fol. l7vi. : t r \ ¡ é a s eL . G . G L L S ¡ . a n d t h e B o u n d a r i e so f L o v e ' , p : í g . 1 9 1 . "Boccaccio rtt Véase F. N.rnnl. D¿ntc' e Lt atl/ur¿ nedieml¿,.páss, 102-101. ..DE CO\IO 1L HO\IBRE ES NECESARIOA\IAR,, l: relievesde su tono retórico, llamando la atención sobre el uso de sententt¿t'. Podría ser ésteargumentop¿1ra negarde nuer,ola atribuciónal Tostado.si el propio andamiajede la obrita, que vamos recorriendo,no repelieratal aribución, por su fin y por su forma. Así, señalábamosantes que el fragmento de antore del Breuiloquio nos hacíapensar en que remontabaa una forma anterior de repetitto.Más aún, llamabala atenciónla presenciade autoridadesclásicasextensamente tratadas con rigurosaexactitud textual. En relación con susfuentes,ei fragmento del Breuiloquio parece ser un comentario del Sénecatrágico y de Ovidio. Sin embargo, el mavor peso de las autoridadesdel Tratado descansasobre el Sénecaapócrifby otras complicaciones sapienciales españolas, europeasy medievales. Y todo ello no sólo porque la epístolade este tipo contabaentre sus exigenciascon la del estilomediano(de donde sussentencias de ascendencia principalmenteromance)2tt,sino tambiénporque los interesesdel anónimo se circunscribena lo festivouníversitario,restandodignidadal razonamiento con un alardecasiparemiológico.La misma sensibilidadromancísticaserá recurso humorístico del Lucena de la Repeticiónde úmores,o del primer acto de Celestina. En el Tratadose manejanun grupo de sentenciarios,pues se yuxtaponen citas del pser:do-Séneca(De legalibusinstitutis) en versión de Alonso de Cartagena,que se puedenleer tambiénen la última seccióndelaFlorestade filósofos2i6.En otras ocasionesel anónimo autor pareceutilizar un compendio cercano a los Bocadosde oro, aI Libro de los buenosprouerbios,o al Libro de Segundofilósofo, pero sorprendiéndonos¿rvecescon tantasvariantes como para poner en duda ei uso directo.Se ha señaladola circunstancia de que nuestro anónimo <>2t7, con correspondenciascon el Libro de los buenosprouerbios.Por su parte, también se ha ayudado alalocalización de los préstamos de Bocados258. r)t Véase,a tal respecto. L.ltr'*rrr:E, ..Nuevos lectoresv nuevos séneros:la epistolografiaen los J. alboresdel renacimientoliterario en España>.cit. 2-" La Florestuha sido editada por Ravmond Fout-cHr-D¿l-soSC,en Re¿r¿eHisp,tnique.11 {190.{). págs.4-154, ¡r se ha elaborado a basecle otras compilaciones,como. por ejemplo, la versión del pseudo( ¿oclrin.isbechapor Alionso de Cartagenacitada, texto que se utiliza Séneca,Libro de ¿monesÍ¡u¡tenlos en el Tr¡tado extensamente (r'éaseKar] Alfied Blüu¡n, Sénlpág.35,Iíns. 8-111. 2t') Véase su descripción pormenorizadapor J. K. lW,lLSlt,>. págs. 99-116:Jacob onss'r¿tn-,.i\fisoginv and pro-Feminir, bo.¡-.nrr,, Mol"r, LanguagesQuarterh', ) \1912), págs.22I-231; *La misoginia el proiérninismo en la literarura castellai na>, Ret'itrt de F.illlogí1Hisp,ínic,t,I r19.11),págs.219-2)2. El diligenreedi¡or de la Repeticrónjustifica. además,la seriedaddel texto partiendo de presupuestoscastristas.lo que le aboca a una nterpretacrón un sí es rro-.es_atorntentada: por ejemplo: ..La Repett¿.tó, ,le ¿uores no pareceríalibro mu¡r.urr.llu.o, ,a acercaal Cotbdccioitaliano, pues el autor no se refiena en nacla,v en sll ataque las a mujeres lJegano pocas Vecesa lo groseroo.. <>27r. Pero en LosEstatutoshechospor la Uuiuersidadde Salamanc¿de 1518 se sancionala costumbreextendida ya a los licenciamientos,a la cual se dedica un extenso título que por su detalle y extensión contrasta con el que ahí másarriba refemismo reglamentala repeticiónmagistralde los catedráticos rot \'éase,por ejemplo,BussellB. Tuorlpsot, .Ano¡her Sourcefor Lucena'sRepettttónde dn¡ores,,, quien se pregunta, a la vista del sistemade.vuxtaposiciónde Hispanic Rt"-ieu, 15 (1977),págs,,7)15, fragmentosromados de aquí v de allá sin el menor engarcerazonable.si *u'as the Repeticióna nalíve, shoddy anthology.or q,ould the reader have recognizedenough piecesin it to have read it as parodr'?' \pág. )151. Desde luego, pensamos que al menos un rpo de lector ¡' ccrlegaestudiantil de Lucena advertiría todo ello a la perfección. Pero las propias circunstanciasde composición v estructura en las que nos detenemosmís abajo eran .vasuficientespar¿ la descontlanzade cualquier lector. ::f Véanselas palabrasde Nl¡rcelinc,lrft.xr:.iorz Pr.r.rlo, Orígenesde l¿ norcl¿,I, Iladrid: NBAAEE. 1905, pág. cCCLL\t. Desde otra ladera lingüística,pero sin disimular su fastidio, NlargheritaNlom¡-tl calillca a la Repeticiónde .opera rnediocredr mediocree poco noto scri¡tore. v no escondeel fastidioque le causacuando expone certeramenteque *lo scritto di Luis de Lucena viene ad esse¡eun'antologiadi illustr¡ eccellentenren¡c lc luoghi cc.nrmuni,uniti, ma non fusi. in distinti periodari, la cui etereogene'itá aspirazioni,le incertezzeed il travagliolinguistico del Quattocento spagnuoloo,ademásde que "s,rrelrbc interesantesaperequanti di questie de molti altri testi che cita il Lucenaconoscedirettamentc.ed in quanri casi invece si valessedi florileggi e compilazioni" t."La R¿pettcirjnde anoreJ di Luis de Lucerra:rlcuni págs. 17E'179r. aspettidella prosa spagnoladel Quattrocentor,,QudderntIbero-omer¡c¡ni, J 11955-19561. 2tt V. Bnrrulx ott Htn¡¡t,r, Bulario de l¿ Unluersidadde Salau¿ncit,II, páe. 189. 128 CAPITULO QUINTO Pero, en cualquier caso, la extensión de la práctica de la repetitrc rida212. para la obtenciónde diversosgradosnos permiteímaginarla abundanciade cuyo alcancesuntuariose percibe por las expresas estosactosacadémicos, prohibicionesque al respectose leen en la mencionadareglarnentaciónuniversitariade la primera mitad del siglo xvl27i. Actos académicos,los que acogenla drcputatiov repetttio,que tienden a homolagarse:7r.En los Estatutos de 1518 se regula en estos términos el que u'u'ierede hazer acto de repetición para recibir el ceremonial:<> lo haga en días lectivosfaunque,si fuera necesario, se ordena más adelante,hágasetras de las leccionesde prima, excusando de su asistenciaa los catedráticosque a esa hora tuvieren lecciones]; estaráobligado <>;despuésde pronunciada la repetición, el padrino tomará juramentoal candidatode que no estánacordadasprevíamente las dudas de los arguyentes,miembros de la comunidad universitaria, quienescuando menos en número de tres habrán de exponer no más de cuatro argumentoscada uno, aunque la dispr.rtapuede ampliarse cadavez que uno de éstos tenga\a palabra. Sin embargo, nos podría dar la impresión de que la riqueza estatutaria anterior, por el contrastecon la fútil referenciaen esosmismos estatutosa las repeticionesde los catedráticos,atestiguala decadenciade éstasv el 2;r Véanse publícados por E. EslErulne v Anrn.lc¡, Hísloria pragntitica e t:nternrtde la Unit;ersiddd de las repeticionesopuede leerseen págs. l(r5-167, edición de Sdlananc¿,I, págs. 139-214.El "xxxviij. por la que citamos.Recientemente,ha sido estudiadala práctica según los Est0tiltosv las fuentes documentales de la universidad (r'éasePílar V¡l-tRo G.rRcl.r, L¿ Unnersdad de \ld/atnanc¿en l,t época dt . 9 8 8 ,p á g s . 1 7 1 - 1 7 .v1 p á g s . 1 7 8 v s i g s . t . C a i l o s\ ' , S a l a m a n c aU; n i v e r s t d a d 1 2;r Por ejemplo, se responsabilizaa la administraciónde la universidadcle todo el adorno de los localesen los que se va a desarrollarel acto. prohibiendo expresamente.el que va repetir fi]evarl directe ni indirecte ninguna cosa ni avudarsede sus criados ni por via de colacion ni de merienda ni por otra manera ninguna" (pág. 166); >278: el otro, Nebrija,en su no\¡enaRepetttto de numens (I5I2), defenderápor la misma razón su costumbrede leer las repeticiones, que luego da a la luz impresas,interpretandoen tal sentidolas y ayudándose, viejasconstituciones pararidiculizara más de un colega,de la anécdotadel rectorCamargo,que hubo de sufrir la reprimendadel PapaNicolás V cuando ésteadvertíaIa nula difusión de las 'lecturas'académicas de los las monografías españoles, o ponenciascientíficas de entoncesr;". :;5 Es el .Tit. h'. de las repeticionesque an de hazer los doctores catred¡ticosde propiedad', que, habida cuenta de su extensión,podemos transcljbir aqrrí: <\'tem esta¡uimosv ordenamosque los carredaticos de propiedaciconforne a la constitr-rcionrepitan para ganar los diez florines antes de sant juan v el claLrstropleno v drputados no puedan dar liccr.tci¿pirra que las talesrepe'ticionesse hagan después de sant 1uanv los bedelesacompañena vda v venida a los doctores que repílieren hasta su casacon sus p a g r - rcea d a v n o m e d i o d u c a d o " { p á g . 1 9 3 ) . m a z a sv s i n o l o a c o m p a ñ a r e n :'o Véase \¡. BElrrux ot H¡Rer¡l¡, C¿rtul¡no de l¡ Unitlsidad de S¡/¿tnanca(1218-1600),I,57. Los libros de claustrosestánllenos de reclamaciones,amenaz¿sl prórrogaspara pronunciar las obligato, rias a conspicuosm¿esrros,r'érseF. itl.lR,,págs. 12(,-131. >- nos hace pensaren el contexto de determinadas tradicionesestudiantiles salmanrinas, como los pallos,losdiscursosburlescos :'" Dc' ¿ulntl¿. habría que ver en los preJiminaresde Ia Rtpttictótl. en ese poema centonísricode Franciscode Quirós una seriede ironías apropiadasal caso,más que ur-rpanegíricotn l¡utlen repett/tcutts tJuiill de ¿n¡oribuscompostil eloc¡uentissirnus Lucan¡. A la vista de que Lr:cenano intenta esconderp,rra nada que trabaja con textos tomados de aquí v de allí. ¿cómo interpretar lo que dice Quirós: ,como señal¡ Au¡ora Ecno, ,rDe ludo uit¡ntlo. Gallos áulicosen la Universidad de Salamanc¿o,El Crotalón.Anuauo de FilologíaEspoñola.1 (198.1).págs.609'6-{8.quien ha editadr. el G¿llo Benito que ctlntó en el tedlro Je Sa/am¿tcaal antanecerde un r¿tr¡ de/ so/ de su es¿'ue/¿. hilo de Benardo, que comíenzaasí: .Al suvir vtr aquí, estashermosísimasseñorasme mandaron que la plática deste día luese en su bulgar idioma castellano; que si vien muchas de srrsseñoriasreconocenen sí tiempo v avilidad para saver latin, con todcr esso, av algunasde tan pocos v tiernos años que no les á dado lugar para semejantee-ercicio" (pág. 627). Al rrabalo de Aurora Egido y a otros que. con el mismo temil. promete remitimos, 28e Epístolas,arengas,proposiciones,panegíricos,repeticiones,etc. VéaseAlan DtyrRrtoxo. "'Pal¡ bras y hojas secasel viento se las lieva': Some Literarv Ephemeraof the Reign oiJuan II". en |vledi,itt,;. ¿tndRen¿issance Studieson Spaiu ,tnl Portugal iu Hctnour of P. E. Russell.Oxfbrd: The Sociervti r rir. S t u d ¡ to f M e d i a e v r lL a n g u a g e isi n d L i t e r a t u r e .1 9 8 1 .p á g s .l - 1 . { : J . L ¡ n ' m s c E , . N u e v o s l e c r , r ¡ c ls n L r . , , . géneros:apuntes sobre la epistolografíacastellanaen el primer renacimientoespañolo,págs. El r.:¡. del mismo, Un episodiode/ proto-htrnanisno espaíict/lres opúsculosde Nuño de Gu:n,i,t r (,i.;,: rM a n e t t i . S a l a m a n c aD: i p u t a c i ó n P r o v i n c i a l 1 . 9 8 9l B i h / i c t t e u E s p d r T c t l a ,S! ri 'gl / o f \ ' . 1 t . e r r p r c r r \ . r! . r : . : lo primero. i 134 ¡.ADíTI!I ñ ñITINITII generabala actividadacadémicao humanistaprofesional,como lo visto sobre el Tratadode cóno al hombrees necesario dm(try, acaso,pueda remontarsea siglosen el propio contextodel tratado de amor en el que va hemos insistido2eo. Pues, en tanto que género,la de Lucena es una repeticiónde legista, como enseguidavamos a ver; pero incorpora otros materialespercibidos y aI vez practicadosobligatoriamenteen el mundo escolarque pueden devenir burlescos.Lo cierto es que tambiénpara los estudiantesque ni siquiera estuvieranen estado de merecergrados se abría la posibilidad de practicar estos esfuerzosde ingenio, tanto la disputatictcomo la repetitio, con tonos menosseriosen algunasocasiones2el. Pero -v es otro de los filtros paródicos externos- este tipo de ejercicios se ordenaba también paru 7a práctica de la lengua latina en el ámbito de los colegios,clryo poco uso universitario,como es sabido, es denunciado una J/ otra vezze2. Es cierto, sín embargo,que la utilizacióndel romanceen la facultadde Cánonesno sólo no estabacondenada,sino que inclusoalgunos expertos repetidores,como Juan Alfbnso de Benavente,recomiendan que la lectura de los docentes<>,en Letteuturd utn¿nistic¿te lr¿dizictnec/assica.Per Alessdil¿ro Pensd. Roma: Bulzoni, 1 9 8 5 .p á 1 s . 2 5 - e 3 ) . rer En los Estdtltos de 1538 se da cuenta en estos térmínos: ..Cada tercer sábado todos los que tienen a cargo los Colegiosse junten en un generalde las escuelasmenoresdonde destamaneraexerciten sus discípulos:la primera vez los discípulosdel primero colegio salgana recitar algo declarlando sobre alguna cosa a porfía a manera de opositoresde cátedra por manera que cada Llno se esfuerzepor llevar la mejor parte... donde despuésde aver orado puedan los regentesde los otros colegios pregunrar v pedir uzón de lo que quisieren cerca de lo que sea dicho argu_"-r y disputar ctnrra ello; 1'luego el otro ¡e¡cero sábado adelan¡e algún discípulo del dicho colegio traerá v dirá públicamente algunos lugares obscuros señaladosv notables de lo que en aquellos días se uviere leldo, 1o qual eraminen v arguvan sobr'ello los que tienen a cargo los otros colegiosrr.Éstas podrían tener un tono más festir,oen determinadastlestas,como las Pascuasde Navidad, de Resunección)' de Pen¡ecostés, r'en Carnaval(E. Esprm, nÉ t'ARrE¡c.r. His¡oria pragtnáticae interna de Lt Uniuersidadde Salamanca.pág.2$). :tr Así se lee en los Est0tutosque venimos manejando:>, según 'su' señalael repetidor localizándolo en corpus jurídico amoroso, como si de una disposiciónjurídica delas extrauagantes se tratara (líns. 150-151). 'interpolación' Viene despuésuna extensa de carácter autobiográfico, realizadasobre el modelo de la Historia de duobus atnantibus en Eneas SilvicrPiccolomini. Es, desde luego, el equivalentea la casuspositio, que forma parte de la exposicióndel texto en sus aspectosexternos.Naturalmente, en una repetición seria los razonamientostend¡ían que ver con problemas o casosde derecho susceptiblesde debate.En el caso de una Repetición de amores,es evidentela broma de Lucena, quien no sólo presentasu propio casodesdeel punto de vista de la 'ley' de Torellas, sino que, además, lo hacebeneficiándose de materiadramáticafamiliara los propios escolares y también sujetaa parodiaen talesambientes,la comediahumanística. Merece la pena detenernosun poco en esto. Al fin y al cabo, Lucena está escribiendoun arte de amores dedicado a \a amada.Dero a sí mismo :qr Pensanos en el caso,por ejemplo, de la Repetitio in cap. frnali ¿( presciptiontb¿¡sde Gonzalo García de Villadiego (véaseS. G¡nci¡ Cnuz.r¡r¡, Gon:dlo G¿rcí¡ cJeVilladtego, c,t,lottistdsalmdntitrt ,i¿l siglo X\', págs. 159-206.la introducción en págs. 159-160). García de Villadiego pronunció esrarep(rición cuando era bachiller, Y no será impertinente encontrar en ambos c¿lsosun rasgo de pedanterí.r proemial cuando ambos jór'enesrepetidores,éste v Lucena, envuelvensus observacionessobre h prc..dencia del honor o de la virtud con el mísmo tópico: .Quod cum ipse íntrir pectoris mei claustraditr .ri d i u t a c i t u s r e u o l u i s s e m . . . trl,l e t n , p á g . 1 5 9 ) : < h a l l á n d o m eu n d í a s o l o n a v e g a n d op o r l a s c . n t l . r . . i . . o r o t r o l a d o , a b u n d a n e s t a sr e p e t i c i t ' n . . . i . d i v e ¡ s o sp e n s a m i e n t o s . . .t"e d . J . O r . N s r l l ^ - .p á g . - 1 2 1 P bachillereso licenciadosen referenci¿sal ¿uditorío v adolecenen ocasionesde un excesodr rcr,,ncr.n:,, en el exordio. .b. l t36 ¡-rpitl r ar nt'f\iral dirigido. Y va señalaba,casia beneficiode inventario,Pedro ManueiJiménez de Urrea antes de 1514, en su Penitenciade antor, dedicándolanada menos que a su madre: ..Esta arte de amoresestá ya mu1' usadaen esta manerapor cartasy por Eenasque dize el Terencio,y naturalmentees estvlo De hecho. el Tratado de del Terencio lo que hablan en ayuntamiento>>2"j. (tmoresrecientementeeditado patentizl-bien la fusión aludída por Urreare", que para los ol,enteso lectoresde Lucena sería de lo m¿iscomún, hasta el punto de que v^ya a ser posiblemuy poco despuésque, partiendode esos Rojas remonte el mismo andamiajedel género.Por mismos presupuestos, ello habría que advertir que la fusión de génerosaludida por Urrea se da de hecho,la incorporaciónde estosmatambién en ambientesacadémicos; por parte del repetidorhay que explicárselos teri¿rles en eseámbitozei. Pero, por otro lado, no podemosoividar que el carnavaldel humanista se había expresadodesde antiguo fundamentándoseen la parodia en el contexto comédico.En estesentidoaquí no nos puede pasardesapercibida la obra de Ugolino Pisani.lvfásque la Pbílogentlr,que pudo ser conocidaen los ambientesde Fernando de Rojas y Luis de Lucerra,es de recordar aquí la Repetitio Zanini coqui2"8,que llegó a ser representadaen Pavía, durante el juevesla¡dero de 1435,,.in scholispublicis". Ciertamente-podráse decon nuestrarepetición,si no el cir- tiene poco que ver argumentalmente hecho de que la del cocínerotambién es una parodia del género -y abundan bien poco, a juzgarpor lo conservado-, al tiempo que burla del munLa ambrciónrídícula deZanino do universitarioy de la cultura académica2ee. de considerarsetan gran cocinero que mereceun grado académicoes la y parece misma de Lucena o del repetidor al que prestasus r¿lzonamientos merecerun doctorado en amores...,o el matrimonio.En este sentido,los I lr I { t :it Ra.vmondFoulcuÉ-Dllsosc, ed.. Iredro NfanuelJinénez de Urrea. Penilenci¿de dmor (Burgos, l j l J ) , B a r c e l o n ¿ - N { a d r iB d :i b l i o t h e c aH i s p a n i c a ,1 9 ( 1 2p, á g . J . \ ' é a s e .t a m b i é n .l a i n t e r p r e t r r c i ódne e s t e Celestind as pasaje.a la zaga de orro de Juan Rodríguezdel Padrón, que hace Eds'in J. \\'ss¡pR, "The a n a r t e d e d n o / e s > >M, o d e r n P h i l o l o g r '5, ) ( 1 9 5 8 1p, á g s . 1 - i 5 - 1 5 3 . :''" Carmen P¡RIIl-t-¡, nEl TnttatJo,le ¿norcs. Nuevo relaco senrimental clel siglo x:'", E/ (.rot¿/óu Para lo que aquí r'amos erponiendo es muv Anu¡río de Fllología Espanola,2 \1985J, págs. .173-.186. en la narrativa sentimentaLr.Boletín tle l¡ valioso el estudio de la misma auto¡a. *El Tr¿tddode (t/r'/ores Brbllotec¿NIenéude:PeL¡'o, 61 ( 19881.págs. 109-128. lq; .De cada colegio cada año se representaráuna comedia de Plauto o Terencio o tragicomedia' \Iden,pág.203t, segLrnpárrafo de los Estdtutosva utilizado por otros. :cs Véase el texto depurado de Paoio Yrlü, Dne ¿'ont,uecll¿u¡¡¡at¡¡¡llch¿'pot.'st:. .lLiil16 S¿cerdosu. oRepetítiomagistri Zanint c'oqú", Padua: Antenore, 1982. :\re Paolo VtlI, *Specttacolo e parodia nela Repetitio ntdgistriZantni co,lui c1iUgolino Pisani>,,en Spettacoli conuit'tttli J¿l/'¿ntit'ht¡ci classt'c,t¿lle LOrli i/dlidn.' de/ ^100.Atri del \/II Convegno di Studio ( V i t e r b o .2 7 - 1 0 ,l v f a g g i o1 9 8 2 r .\ ¡ i t e r b o : A m m i n i s t r a z i o n eP r o v i n c i a l e .1 9 8 3 .p á g s .2 $ - 2 5 9 . "DE I]O\IO AL HOIItsRT ES NECESAzuOATIAR" li presupuestosburlescosde Lucena no deshacenel autobiografismo,como en el Tratadode córuoal bombre es necesarioatnar, por 1o que no podemos menos que reconocer ese nuevo filffo ya más interno que nos impone el repetidor y que sigue aislandoen lo estrictamentehumorísticosu pensamiento sobreel amor. 'seriamente',quiere Pues cuando, conciuir en esta exposicióndel texto recalcandooei poder y fuerza del desseode la concupiscenciacarnal, significado por el dios Cupido de los gentiles,y cómo é1llaga a los enamorados y aun a los no enamorados,forzándolos a amar>>(pág. 68), en realidad Lucena estáhablandode sí mismo, aunquecreehaber generalizado el projustificado blema. No se puede perder de vista que ha su texto con un sucesoamorosoque se beneficiade los moldes de la ficción sentimental(no otra cosallevabaaparejadoel autobiografismo; y acasotambiéncon expreso deseode subvertir el género,como hace Diego de San Pedro con su Sermón o el autor del mencionadoTratado),el comerciocon la alcahuetay el fracaso de la recuesta,incorporandodespuésun extensoexcursoque quiere mostrar, por un lado, la general fuerza del amor (incorporando un extenso fragmento del Tratado) y sus condiciones(apro'n'echando la icono graÍíade Cupido que expiica el Tosrado en sus Diez qtiestionesa la zagade Boccaccioroo).Por tanto no nos podemos dejar sorprender-velevar a tratado misógino una obra que se justifica desde la propia experiencia...experiencia r. fingida,naturalmentero Y ahora sigue.vaLucena con el <>; avidos estosprincipios, por no apartarme del orden que llevan los que repifen, noto primeramentedel texto su principio, que es el de la copla de Torrellasescogida:'Quien bien amandoprosigueli,persigue?l / donas,a sí mesrno destruye'>,(pág. 68). Es evidente ahí la alusión aI ordo legendi, por un lado, y el aislamientode los notabilia, las ..reglasgeneralesde derecho que se encuentranen estaley y que puedenservircomo argumento>>'o', qre, r0(r Nueva tuente puesta al descubiertopor D. W. McPuntllns, .Influencias del Tostacloen Sala 'Inten'ención' manca a fines del siglo xtr,. en el curso del \TI Congreso Internacional de Hispanistas. Venecia.recogida en las Actas del Séptitto CongresoIntent¡ciot¿l tle Htspitnistas,Roma: Bulzoni. 1981. I I . p á g s ,1 0 9 1 - 1 0 9 2 . r0r Elena Grst:ctx \¡ER.\es del parecer de tomar más en serio la cuestión cuando qurere qrrc -.. origen de estos ataquesprovenía, por lo general, de resultas del despechoque sentíanlos poer.r.',.,.: h a b e r s i d o r e c h a z a d oes n s u s p r e t e n s i o n e¡5n r o r ( r l e s " .r ' c o n s i c l e r ac o m o L u re j e m p i ol a R c p L ! t t r , , t ;, . 1 . , ambigtiedaden el concepto del amor v de la mujer en la prosa cas¡ellanadel siglo xt'".,8ol¿¡¡-,:.;, .. I', AcodemtdEspañoLt,59 ll9i9), págs. 119-15): nuestra cita. en pág. 1.22t. rLr: C. H. Bt-:zt.ut,n.Les Répí/llr'ortsde Jt Rérigtt. pág. 69. lacc¡ues $ s g r)8 CAPITULO QUINTO en principio, pueden ser las nota simplicesa las que alude Benavente,las máselementales, aunqueLucenatampocosedetienéen excesopara cumplimentar totalmentelos posíblesnivelesde lecturadel texto, del más superficial al más profundo, que no expone en extensosino sólo a partir de lo que él consideranotabilia. Nuestroburlescorepetidorsiguedespuéscuestionándose sobrequé opinan los demás,con el objeto de ir evacuandootras note mássutiles,como ahora la disquisiciónsobre el libre albedríodel hombre, puesroen duda oor su sen'idumbree/eninada.El preguntarse sobre.¿eué persuadenlo, o.niores,qué pruevanlos philósofbs,qué demuestran (pág.6g1r0r los theólogos...?> no es otra cosaque el equivalenteaIa enumeracióndelosstm¿ha o texroscon peso de lev qr-refacilitaún el razonamientoo la solución delas questtoftes, que sevan a ir proponiendov resolviendoa basede un juegodialécticoen el que entran naturalmentelasoppositionesque se quiera autoproponerel repetidor; todo ello en las repeticiones serias.Discutiándosobreel iibre albedrío, se planteaque el hombre puedeescogerentrela virtud y el vicio,y se revisan las virtudes y su alcancecomo base para el obrar honestodel individuo, haciendode vez en cuando algunasoppositíones, y ello no sólo en la macroestructuradel razonamiento sobrelasvirtudes,sino tambiénen cadauna de las microestructuraso argumentosmenoresreferidosa cadauna de las virtudes. como si de una caja chinase rrarara.Por ejemplo: Acompaña después a aquesta'irtudla vergüenza. Empero,cor¡oAristótelesdemuestra en el quarrodela Ethica,la'ergüenza no es'irtud, sinoun loable effecto del ánimo ma)¡ofmente a los mozos convenien¡e... En dos bloquesse desarrollaluego la investigaciónsobrecómo se compone el hombre virruoso: según las virtudes que al hombre absolutamente convienen; según las que le pertenecencomo < que es. Para concluir con la explicacióndel sulnum bonum en el hombre como resultado de una concordia,..la qual ente los mortalesse haila pocas vezes,es a saber:la bellezacorporal,castedar, ),constanciade entendiLiento>>(pág.72). Sin embargo,la presenciaen el primer bloque del razonamientoreferido al seso basándoseen la ley natural, de caúz aristotélicoj'r, nos crea una rfr Qtte tanto nos recuerdala nrismautilización del tópico introdr¡ctorio del discursocle Sempronio a Calisto: *Lee los vstoriales,estudia los filósofos, mira los poerds...>> (D. S. S¡r,rzux, ed., Fernando de Rojas' fa celestina,pág. 9ó), precisamentepara inrroducir el mismo tema nrisógino. r('r Véase sobre esta cuestión Denis P. SEst¡r. *Introduc¡ion ro Natual Lari' in Didactic, Scíentific, and Legai Tre¿risesin NfedievajIberiao. en Harold J..fohnson. ed., The LIedi¿ua/Trotlition ol |l¿tur¿/ .DE CO\IO AL HONIBREES NECESARIOATIAR,, I )') cierta duda sobre la seriedad de todo el, razonamiento,máxime cuando. fuera ya de la definición de los fines éticos del hombre y encaminandoel razonamiento en torno al amor libidinoso, el recuerdo del otro mandato natural (<>) nos abocaa la condenadel amor libidinoso, caracferizadocomo enfermedad,y a ofrecer ciertos remediosp^t^ ^partarsede élrot.Y, por si esto fuera insuficiente,se trae a colaciónla propia experienciade quien repite (<>lpág. 721))06.Los remedios propuesros son, sin embargo,discursivosy tienden abiertamentea desprestigiartodo lo relacionado con el amor, por eso se habla mal de éste y mal de la mujer @ágl 73-86), al estilo de Boccaccio,con el objeto de facilitar un vademéque si aquestascosascon diligenciapensacum con un único destino: <(pág. 86; nótese la referencia ala libertas conseguidaa parrir del autodominio y de la virtud, que es uno de los puntos básicosdel razonamientohumanísticosobre la dignidad del hombre). Esa libertad es precisamentelo que permite enlazarcon el razonamiento básico de la repetición, que no es naturalmente7a andanadamisógina,que, insistimos, se trae sólo como remedio teórico para que cada uno de los apasionadosalcancela liberación, sino el de caracterizaren su faceta ética al individuo. Por eso Lucena habla ya de la mujer buena y se cierra sobre la conclusióndel texto, una gran quastio sobre cuál es mejor para los amores, el hombre de ciencia o el de armas, viejo tema del debate medieval del clérigo y del caballerocuando, como aquí, se incardina en un razonamiento amoroso, pero que en realidad ahora se elabora aprovechandoel tema humanistade la precedenciade las armassobrelas letras. Lau,Kalamazoo, Michigan: Medieval Institute Publications,\X/esternMichigan University, 1,987\Stu¿ies in Medieudl Culture,XXII), págs. 161-178, ii5 Lo cierto, sin embargo,es que los límites de los preceptosnaturalesaristotélicosno son concretos como los expone aquí Lucena. Véase,por ejemplo, lo que expone en sus justos límites Martín de Viciana cuando traduce y glosa el tratado de Aristóteles (Antoni F¡Rmr*oo, ed., Mar¡í de Viciana. Comentarid l'"Económicd" d'Aristótil, Barcelona:Edicions del N{all, 1982, págs. 13-15). 106 Lo que evidentementenos recuerda otros tratados de amor con carácter poco serio, como el Trdtado de cómo ¿l honbre es ilecesdnotlmdl, y, en clena medida, el atribuido a Juan de Mena. según va se ha señalado. 1.10 CAPÍTULO QUINTO En esta conclusión se van a evacuar las quetiones ueritatis o las nota suprerua que decía Benavente,que aquí consistenen ia defensade que el máximum de las virtudes puede concentrarseen el hombre esforzado,con lo cual se retomael principio en el que se loaba a la castidad,la virtud v, su la gloria.Cierto, a primera vista,parececomo si Lucenavuxconsecuencia, tapusierasin ton ni son materiales;é1,sin embargo,mantienela precedencia de las armasen ruzón de su discurso sobre la virtud, cuvo hilo se sostiene desde el principio. Lo ridículo se deriva tanto de la servidumbrea que le obliga la yuxtaposiciónde textoscuyasoldadurano es siemprebuena,cuanto, en estecaso,de la opción por el hombre de armas,opción que implícitamente lo reconoce como más apropiado para ser servido o servir a damas, lo que, claro es, va en contra del propio repetidor v provoca a sus colegas universitarios, letrados,que lo escuchano leenr07. Ni estaúltima quastio sobrelas armasy las letras,ni algunaotra anterio¡mente desarrollada,sobre todo la introductoria relacionadacon la virtud, seránambiguas.De hecho, Benaventeadvefiía,de acuerdocon Cicerón, que era convenientecolocar al principio I' al final las cuestionesmenosdudosas. Sin embargo,la comprensiónen su conjunto de la Repeticiónde amoresde Luis de Lucena,el estudiode su estructuray de su marcoliterario,nos obligan a considerarlaobra como un nuevo arte de amoresburlesco,relativizado de nuevo por la referenciaautobiográfica), por la parodia de génerospropios Así, nuestroautor ha dado hastala saciedadlas clavesexteriode lasescuelas. res e interiores para que reconozcamosqué es lo que le importa, qué es lo ornamentaly en qué se parece su obra a otras como el Tratadode cónzoal hombrees necesariodm(tr, cuyacita extensamenteen un ambienteuniversitario hacelos mismosefectosque en Celestind:nos obliga a relativizar,obligaba a suslectorespreparadosa relatil'izarlo que sobre el asuntose diga. Un punto más,sin embargo,nos permiteemparentarel texto de Lucena y el anónimo. En ambos casosla estructura escolásticadeja filtrarse la del ars amandi; se trata de utilizar tanto texto como las antologíasy florilegios facilitenpara desecarsu enseñanza en un sentidoconcreto.Ptrespor encinra "'t Danos vueltas a la cabeza el problema de la datación del texto v de las circunstanciasde su composíción.B, M,lrulx¡, tomándolo eu serio como uno más de los de la querella de las mujeres del (,Bu/letin of Hispanic Studies, 57 (1980), págs. 28J-297: Literary Emancipation of Juan Rodríguez del Padrón: from the Fictional "The Cartasro the Sieruolibre de dmonr. Speculuu,55 (1980), págs.)05J16. Para una recienteedición de las cartas originales de Rodríguez del Pad¡ón, véaseTomás GoxzÁl-¡z Rot-.ix y Pilar S¡eu¡no SuÁnrz. ,>, como ha qr,reridoun moderno estlrdiosodel Sieruolibre de amof lt. sino la de conducirloscon el corséde una estructurasuperiortremendamente efectivaen la tradición literaria:la epístolaautobiográficaerótica.Pues los mestizajes literariosdurantela edad media tienen siempreuna justificación estructuralsuperior,que conduceesosproduffos v, en cierto modo, les da nuevo valor, sin necesidadpor ello de sentarprecedentesrrt. irr 'Poética' en el sentido de recoger l¿ tradición tal cono nos la lega la poesíacr)rtesanadel srglo xv v transform¿¡laen deba¡e abierto. conro si de la prolongaciónnarra¡ivad,e tint¡c-¿ut'ijno un ,1ec¡)dc amor se trat¿r¿. Véase, a este respecto, los trabajos más adelante citados cle E. lv{. Gerli v de D. Ynduráin. r1r Carmelo S¡rtos,t. <.Peruna interpretazione del Sterurtlibre t/e ¿non,. Strdi Ispanict, \ 11962). p á g s .1 9 5 - 1 9 6 s, u p e r i o re j e r c i c i oc r í t i c o q u e t a n t a sc o s a ss u g i e r e . rLr César H¡RrÁxolz ALoNSo, ed...luan RodríguezCel Padrón, Obrds cornpletas,N{adrid: Editora Nacional. 1982,pLíg.55. Desde otra perspectiva,desdelL:ego.consideraríamoscomo inrportantesatisbos estasopiniones del crítico. 1 1 5 P i é n s e s ep. o r e j e m p l o ,e n l a m u l t i p l i c i d a d .e n t o d o s s u s s e n t i d o s ,d e l L l h r o d e b t t e n¡ n o r . y t 1 e qué modo se deja abarcar cuando rec,rlanrosen el origen c¡r'idianode su tipo autcrbiográfico. .SIERVO LIBRE DE AMOR> l.+t Porque, de hecho, el Sieruolibre de amor es una extensaepístola.Por lo general,7a crítica ha consideradoque el envío inicial a Gonzalo de Medina es una <>r16. Era, sin embargo, evidente el parentescoy hasta el léxico común de esa carta con otros ejemplosde la que llamamoscarta de relación,como se ha subrayadorlT, acercandola de Juan Rodrígueza 7ade Lázaro de Tormes. Pero esa cercaníapuede extendersemucho más si consideramosa todo eI Síeruolibre de amor como una epístolaa Gonzalo de Medina, redactada 'libertad desde un estado de amorosa',el mismo estado,pero con muy diversosmatices,desde el que escribeel anónimo autor del Tratado de cómo al hombre es necesarioamar. Pero en esto nos pararemosluego. Indudablemente, entorpece y aun confunde el alegorismodel de Padrón; pero que la epístolase desarrolladesde principio a fin de la obra se declaraen las últimas líneasdel texto (para nosotroscompleto, en razón de lo que aquí se va exponiendo)rr8: La qual fSyndéresis] muv reziobogandodeEendióa la riberaenversode mí; e luego,despuésde la salva,r'ino en demandade mis aventuras; e yo essomesmoen recuentade aquéllas. Interpretando el fondo filosófico y aun psicológicoen un solo sentido, se ha consideradoa Synderesiscomo <>, que a su vez <rre. De acuerdo en principio con estejuicio, puede, sin embargo,matizarsey pormenorizarsela significación de Sindéresisy su presenciaaquí, debida a algo más que un modo de hablar alegórico. Juan Rodríguezdel Padrón finge escribir desdela desesperanza;cuenta lo que le acaeciócon su alta enamorada,su desengañoy su abandono, 116 C. Hr-nNÁuo¡z Aloxso, ed., Juan Rodríguezdel Padrón, Obras completas,pág.27. ¡)Por e¡emplo, \¡ícror G¡nci¡ ¡e L¡ Coxcu¡, Nueua lectura del Madrid: Castalia, "Lazarillo,, 1981. pág. 49. También, FranqoiseVtclER, .Fiction épistolaireer nouelaseuttmentalen Espagneaux Xv" et xvle siécles>,Mélangt'sde la Casade Velázquez,20(1984), págs.2)5-86. r18 Como también piensanotros, como Antonio Pmrto (aunque con matices:,.Se entiende, pues, que estimo el Sieno como una obra cerrada, perfecta y acordementeconcluida en el riempo narratil'o en el que sucedela novelao [en la ed. que prologa: Sieruolibre ,]e amot, ed. FranciscoSEn¡¡No Purnr¡, Madrid: Castalia, 1976, pág..101),o como Juan FeRNA¡toEZGIi\'tÉ^'EZ, el cual resume el estado de la cuestión en su r,CuadernosHispano-Americanos, )88 (1982), págs. 178-190.La cita que sigue, en la edición de C. Hsn¡.¡AxoEZALoNSo, ed., Obras de luan Rodríguez del Padrón, pág. 2O8. t't Son palabrasde C. HrRx¡Noez AloNso, ob. cit., pág.58, que, natu¡almentetienen su juego v su justifícación a lo largo de todo el libro. Sin embargo, la crítica ha interpretado de forma vari.rcl¿ 146 CAPÍTULO SEXTO casi hast¿lllegar al punto del suicidio. En el momento clave se desanimay decide no tomar tan drástica solución. Ve venir entonces a lo lejos una grande urc(t que transporta desde un inabarcablemar a \a dama Sindéresis. La presenciade la alegoríapenitenciales aquí innegable,segúnnos parece. El mar, desdelos más viejos alegorizadoresde Virgilio, como Fulgencio, BernardoSilvestreo EscotoEriúgena,pasandopor Enrique de Villena,puede significar tanto el arrebatadotorbellino de los l'icios, como las lágrimas En un mundo cercanoal de Rodríguezdel Padrón, del arrepentimientor2o. <>, Así que el sentido que vamos postulandose encuentrasancionadopor la tadición alegóricapenitencial. En esemismo hilo alegóricohay que explicarsela probable significación el acicateincluso,de que el de la dama Sindéresis,que es la responsable, enamoradovuelva hasta cierto punto a la libertad, libertad perdida en aras de la pasiónamorosa.Entre otras,dos posturasdiversasexplicansu ser, la intelectualistade santo Tomás y la voluntaristade san Buenaventura.El primero la atribuye exclusivamentea la inteligenciay la identifica con el babitus de los primeros principios morales,fundamentalmentede los juicios de la concienciamoral. Es un poder natural que la razón tiene para juzgar, pero determinadopor un hábito inherente.La síndéresises el conocimiento habitual de los princípios de derechonatural enla nz6n púcríca (el equivaiente al babitusprimorurt pnnciptorum de las verdadesteóricasde la razón La sindéresis especulativa). es el medio por elque el hombre guardasiempre la concienciade su vocaciónmoral, el punto de partída de una conversión que restasiempreposiblecon la ayudade la gracia.Entre los condenados, incluso, la sindéresissiempresubsistecomo fuente de sentimientode culpa- págs. 187- 188). a la S¡rndéresis de Rodríguezdel Padrón (véaseel arr. citado de .J.F¡nN.rxor.zJIIuÉNEZ, r20 Véase,a estepropósrto,Edouard.l¡¡utlE.tu, -Le symbolismede Ia mer chezJeanScot Erigéneo, en Le Néoplatonisme,París. 1971, págs. J85-J94: para Enrique de Villena, el extenso desarrollo que hace a lo largo de Ias glosasa los ¡res primeros lib¡os de la Eneídt (en P. N{. CÁTEDRI.ed., Enrique de Yíllena,Trat)ucción,-glosasde la r'ols. I v II, Sal¿manca:Diputación Provincial, 1989 lBiblio"Eneida", teca Españolatle/ síglo XV,2-))). i : 1 P i e r r e B r R S U m ¡ , R c p e r t o r i uumo r a l e , p a r t es e g u n d a , s . ¿(,c. i t o p o r l a e d i c i ó n d e \ ¡ e n e c i a :G a s p a r Bindonr:m, 1589).Más exrensostes¡imoniospneden verseen el clásicorepertorio de Gerónimo Llon¡r, St'luaallegoridrum,Colonia: Iohannes Gvmnicum, 1630,pág. 663. "SIER\¡O LIBRE DE AI'IOR,, bilidad y de susremordimientosr22. Así que la sindéresises la concienciade las necesidadesuniversalesque se imponen a la voluntad libre bajo la forma de obligación moral, o ley natural. Sus principios constituvenlas obligaciones moralesprimeras,fuentey fundamentode todos nuestrosdeberes(nos instiga ..ad bonum et murmurare de malo, inquantum per prima principia procedimusad inveniendum,et iudicamusinventa>>r2r). En concordanciacon el voluntarismo franciscanodel que san Buenaventura es padre, se distingue la sindéresisde la concienciay se atribuye a la voluntad. Es como un poder distinto dela razón y superior a ella, un poder habitualperteneciente exclusivamente a la voluntad,un hábito de Ia volunque inclina hombre moral, pero es poder también indepentad, al al bien diente de la concienciahabitual, Sindéresis, que nos parece simbolizar la recuperación por parte del enamoradoliterario de una fuerza perdida, que a su vez le abre otros caminosde reforma. La imagende esa gtan ulca que alcanzala ribera en donde se halla el protagonista,comandadapor una ancianavestidade negro, que tiene a su serviciosiete doncellasvestidasdel mismo paño, y otas compañíasque se dejan distinguir desdela ribe¡a a simple vista, entre las que destacala Syndéresis es, hastacierto punto, ambiguai28; Vinía señoramastresauna dueña angiana,vestida de negro, y siete donzellas de aquella devisa, repartidas por aquestafigura. La antigua dueña, cubierta de duelo, era a la popa en alto estrado del triste color de sus vestiduras,ordenando sus hijas en esta reguarda...por no fazer muestras que todas fuesen so sota cubierta, salvo la muy avisadaS1'ndéresis, que i26 Lo cierto es que la distinción confusa,con aparentesatisbosfilológicos,se va a mantener entre los tratadistasespañoles,como, por ejemplo,Rodrigo FeR¡.ÁNo¡znr S¡Nr-lELLl, quien en su Trutadode la itmotalidad del átima, escrito con la forma de diálogo catequismalenre un maestrov un discípulo, aquél ilustra a éste en estostérminos: la sindéresis.es un h,ibito natural del entendimientohumano con que conoce e procura las cosasque deve obrar. E para que mejor lo entiendashas de saber que Dios natu¡almente puso en nosotros el conocinriento de los principios especulativosmediantes los quales procedemos razonando el conocimiento de las conclusionescomo del conoscimientoque el todo es mayor que su paÍe (...) v el conoscimientode estos naturalesprincipios atribuyó Aristótel no a alguna inte.llec¡ivapotencia, sino a un hábito que llamó en el VI de la Ethíu entendimienrode los principios. por el qual natural hábiro de Dios en el ánima influido naturalmenteconocemoslos dichos principios de conoscer.E assíav otros principios naturalesde obrar, como que el bien es de seguir v el mal de huir, el bien común se deve anteponer a.l palticular, Y el natural conocimien¡o déstos no peÍenece a alguna especialpotencia intellectiva,sino ¿run especialhábito natural que comúnmentellaman nuestros doctores sinderesi,aunque según su derivación del griego se ha de escrivir e pronunciar sinteresi,con f en la segundasílaba e sin h, porque desciendede sinte¡eo,r'erbo greco que significa consen'ar.E assí singificasinteresiatencióno conservación,porque por los principios práticos de bien obrar que consen'a iaze atento a seguir el bien e huir el mal...' (ed. de Sevilla:Polono-Cronberger,1503, fbls. xviii'-xix'). r2t Cohorte acaso muv mermada: Alan Deyernrond nos entera de que ahora contamos con una propuesta de fuente directa para la alegoríapenitencial deI Sieruolibre de dnor, hecha por E. Michael G¡ntt en el curso de la -llst Kenruck¡' Foreign Language Conference de 1988 con su comunicación ,óien'o libre de atr¿orand the Penitential Tradi¡ionr. en donde se reconoce la relacitin di¡ecta de la obra de Rodríguez del Padrón con el Pélérindgede ld uie humaire de Guillaume de Dilgueville; seguramente estaspáginasnuestrasmejorarían con la lectura del trabajo de Gerli (sobre la versión castellanade este texto v su significación, véase N{ary¡ane Dux¡'-\X¡ooo, ..GuÍl.laume de Dilgueville's El pelegrinaie de lu uida hunana: New Interest in a Forgotten Work", L¿ Coñnica, 15 [1986-1987], págs.259-26t. '28 VéaseC. HERNÁNDEZ ALoNSo,ed.,Iuan Rodríguezdel Padrón, Obrascctmpletas, págs.207-208. ..SIERVOLIBRE DE AIÍOR,, l l éntraseen el esquife a gercartierrafirme,por algunosreparos,reirescos,afferes,en ardit y deffensade susenemigos. En un sostenidotono ético del ratado de Rodríguez delPadrón, podríamos explicarnosla alegoríaahí inclusa como una representaciónde la nave del ingenio y de su entornol2e,la rymba ingenii, de Propercio, Boccaccioy tantosotros, como Dante. Precisamente, cuandoésteinvita a quienesbogan <> para que sigansu gran <.legno>>, comandadopor Minerva y Apolo, con la guía de las nuevemusas(Paradíso,II,1-8),un glosador conocidoen España-Villena y Santillanaposeíancopiasy 1o utilizaron-, Iacopo della Lana, identifica la barca con el Entendimiento y los perscnajes mitológicos con la Sabiduría'0. De modo que en la agrupaciónalegóricade Juan Rodríguezdel Padrón destila una cierta pedanteríauniversitariamuy propia, en donde el entendimiento es la barca ornada de las siete virtudes y otras compañíasentre las que destacala sindéresis. Y que tras tal formulaciónlate un escolasticismo franciscanomás que dominico se percibe especialmentepor el hecho de que también la doctrina franciscanade la sindéresisconstituyeel punto de partida de la concepcióndel fundamento de las virtudes, que en la epístola 'Siervo del libre de amor' son presididasen el gran barco que viene de alta mar por la dama Syndéresis. Así pues, segúnpensamos,no seráéstala representación de la ,.discrecióru>que se ayudade las sieteartesliberalesen la gran barca de la sabiduría -ni otros símbolosmás impertinentesrrl-, sino que se acotacon más cuidado en el campo psicológico,pues Juan Rodríguezpersiguecon ello una i2e Véase, muy restringidamente,Ernst Robert Cunrtus, Literdtur¡ europedy ed¿d media /atind, M é x i c o : F o n d o d e C u l t u r a E c o n ó m i c a , 1 9 5 5p , á g s .1 8 9 - 1 9 3 . r10 Luciano Scarurnlllr, ed., Conmedia dí Ddnte degli Allagherii col ¿'r.¡nnenlodi Jdcopodi Gio"-anni dalla L¿na bolognese,Milán: Carlo Moretti, 1861-1865,pág. )23. 13t Es llamatir,ala opinión de Martin GILo¡ruvt¡x para quien la dama Sindéresises el , Spe'culun.5t [1980], págs. 7)-1ó'1). 1lr Recientemente.Alan Deyermond nos adelantael contenido de un ingenioso artículo en el que plantea que precisamenteIa tercera parte de Ia obra consisteen ponersea escríbirla,con lo cual nuestr,r .SIER\IO LIBRE DE ,A.\IOR" It I olvidarse que el enamoradotoma la pluma al final de la obra para relatar a uergongadg,con Gonzalo de Medina su experiencia.Y dice que escribe<r. la pena [entíéndase - -Tampoco convienedeiar pasardesapercibidoel principio segúnel cual .¡,.;r.á ;r;;; tvéasetambién.luan Arcrru.r, <.Humanismo Petrarquismo', en Nebrilo v 1L.ir,r",ir.ruí,');;';;r;;;;)rrto e.ttEspuña Actas ¿e Lt III Ac¿len¡t¿ 'a KendcentistLt. Lj¡erd_ Saramanca:-uni'ersidad,_19gJ, o¡g iio, rambién,para i"_l'¿. ü p.sión de amor las cadenas resuelras en la tradición 1, románica, Í,ra'ncisco-&co, \,i¿!d "l u ob¡a ,re petrarca, r, Lectura ,rer <>, Chapel Hill: Uni'ersity .f N..i¡t"-jl"rl'ürr, pág. rie Por 251. noras). ejemplo' los citados c HERNÁND;;-Áiñr.,.¡. pruero; 1.,antes,José Luis v¡R¡r¡, >.en La transJiguración lireran¿,]vlad¡id: Ediciones Iberoa m e r l c a n a si ,9 7 0 , p á g s . 1 _ 1 5 e , n r r eo t r o s , 152 C.{PÍTUT-OSEXTC) ffi':'JJ:il:',:,1',?;. i1{if-':'rff::' SeráJuan Barba, sin embargo,el encargadode llamar a capítulo al uicio-ro poeta, recordándole ciertos mandatosnaturales de Dios que afectan al amor v polemizando con é1,defendiendo unos postulados cortesesno sin ciertaambigüedad. Pues en elSieruo librc de atilor se ventila una postura precisamentecontraria a la de ota epístolaexpurgativaque ya hemos analizado,el Tratado de cómo al hombre es necesariodmar, en donde también se escribe desde una seguralibertad amorosa.Las actitudesson enfrentadasporque la concepción del amor de Rodríguez del Padrón es de muy otra laya. Ambos enamoradosescribendesdela libertad, ambos profesano han prof-esadoen la religión del amor, pero mientrasque en un casose mantienela posibilidad de una liberación efectiva por la vía matrimonial -es cierto que con su poquito de socarronería-, en el caso del Sieruolibre de dmor se mantiene la posibilidad relativade eliminar la pasióny de ser libre dentro de la misma servidumbre'8. En tal sentido, la interpretación del título de la obra por parte de un nutrido grupo de críticos'e con indicador de la voluntad de servidumbrede un enamoradosólo la matizamoscomo la expresiónalquitarada de una servidumbre o reconocimiento del amor con mayúsculas,la pasión,inclusodesdela libertad. Por el contrario, solución distinta es la que propone el autor del Tratado de cómoal bombre es necesariodmar y otros partidariosescolásticoso reprobadores de la pasión, que llegan a la solución matrimonial. El autor universitario seguramentesalmantinoque pergeñasuTratado centoneandode aquí y de allá, partiendo de posturasnaturalistas,transfbrma la sen'idumbre en r'8 Ni que decir tiene que la liberación del amor no será un tema innovador planteado abstractamente. Es ovidiano (véaseAmores, I, ii, l0 v sigs.)y de ahí tuvo su repercusiónen textos triunfantes, como el Triumpl:us de Cupidine, de Jeroni Pau (d. Maía Angela VIr-.tLLosc.l. ed., Jeroni Pau, Olres, Barcelona: Cu¡jal, 1986, II, págs. 154-I55), entre otros (r'éasetambién Juan AI-ctxr, .Humanjsmo y Petrarquismoo, en Nebrijd t: /a introducción de/ Renacimiento en España.Actds tle ld III Academia Liter¡ria Ren¿centista.Salamanca:Universidad, 198j, pág. 1,{6;tambíén, para el tema de la prisión de amor v las cadenas¡esueltasen la t¡adición románica, Francisco Rtco,Vídtt u obrtt Je Pefuarctt,l. Lectura del Chapel Hiü: University of North Carolina, 1971, pág.251, notas). "Secretum>, rre Por ejemplo, los citados C. HrnN.lsorz ALoNSo. A. PRTETo:v. anres, José Luis V¡R¡L¡, .La nolela sen¡imentaly el idealismo cortesano>>, enLa trunsfigurociónliter¡ritt, Nladrid: Ediciones Iberoa m e r i c a n a s1, 9 7 0 ,p á g s .1 - 1 5 ,e n t r e o r o s . ![¿ t\ "S]ER\¡O LIBRE DE AIVIOR,, t5) una deuda natural, en un servicioa la naturaleza,por la vía del amor mixto, que da utilidal social al problema erótico (la misma utilidad que quenía un "V Juan Barba por la misma época, por supuesto la misma utilidad de los moralistasy de los juristas, como el Ermengaud de un siglo antesrao). Es lo mismo que sufrirá Romeu Llull, quien, tras contar en Lo desapropiament d'Arnor las razones naturales de la existenciade amor, e iniciar despuésun proceso de enamoramiento,hastala pérdida total de 7aconciencia y, por supuesto,la inutilización de 7a ruzón, desengañadoluego de un de inútil servicio a \a amada,pasa a tomar por procurador a la <r,acabandopor contraer matrimoniorat.La presentaciónde Llull no deja de ser atractiva, no sólo porque reconocemosahí la misma actitud palinódica de Petrarca,sino también porque nos presentael ciclo completo como nuestrc Tratado, en primera persona y convirtiendo la descripción fenomenológicaen una autobiografía amorosa,que acaba en matrimonio, rr" Nótese, sin embargo, que la reclamaciónde un fruto de amor, que en los planteamientosnaturalistas es justamen¡eel de los hijos por la vía matrimonial, no sólo se halla en Ermengaud, sino también entre Ia misna vida trovadorescata¡díat por ejemplo, a ello se da pie en las lels d'arnors ly el amor matrimonial era precisamenteel común denominador del tema en otras literaturas:I .|osephCopptN, Anour et mariagedans la líttératurefratsaise du Nord du Molen Age, París: Librairie d'Argence, 1961). Gracias,sin embargo, a una escolastizacióndel ars dmandi es posible encontrar en la secuenciaovidiana de la edad media el matrimonio como uno de los capítulos,no siempre el último, de la relación amorosa (aunque con un punto de vista bastante irónico, el.Art d'dntoursde Guiart funde el conejo cortés y la 'natural' con un último paso: si la que era antesdoncella lo merece,es posibie desposarla violación más [A. M. Frrvor-r,ed., Artes antanrJí,págs.231-t6)), y, así, en los tratados de fuchard de Fournival Puissanced'amoury Conseild'amour dasecabida al matrin.ronio,en el primero de los tratadoscomo uno de los fines de la existenciadel amor (r'éase,por ejemplo, C. Secn¡. .Le forme e le tradizione didattiEste enfoque que cheo, en Grundriss tler RomdnischenLíteraturcn des Mtlttelalters, VI-1, págs. lli-lI4). se va alimenrando con ei tiempo está ya naturalmente admitido en textos con fondo teó¡ico como nvesfro Tratado y otras epístolas de arle atnandi, como la de Pere Torroella. Por otro lado, una cierta confluenciadel amor matrimonial, con fruto, .v el meramentesentimentallitera¡io se advierte cada vez más clara en la literatura cortesanaespañoladel siglo x\', v es evidentetambién en la novela sentimental (¿causada.tambíén, por la cada vez más amplia difusión de los relatos breves del trpo Patís t'Viana, Pietes de Prouenza1 la Linda Magalona, Flores t Bl¿ncd.florolaHistorid de Oliueros j- Artús de Algarbel). No es el caso ahora de recordar lo escrito sobre el tratamiento del amor conyugalen la poesíaespañola del siglo xv (cl Ch. J. WHtrnounN, The oArciprestede Talaueta,and the Literature o/ Loue, págs. 15-17; R. Bo¡s¡.. The Trobadour Reubal. A Stuh of Social Cbange and Tradítion¿Listnín late Medieual Spain. pág.1691v otros casos,como el de Gómez Manrique y su esposa),pero es una perla en ese sentido un poema del Cancíonero d'Herberat des Essarts, en el que se defiende el amor matrimonial desde l¡ amistad con el convencimientode que es mejor que la pasión v, lo más importante, que la sustituvc (véase Ch. V, Ausnux, Le Chansonnier espagnol d'Herbera'- des Essarts (XV'siécle). Editton pr¿:c¿:,i,', d'une étude bistorique,págs. 46-49). Itt Véase Ramón Mtqurl Y PLANAS,ed., Norelari catali dels seglesXIV a XVIil, III. Barcelon.r: B i b l i o t e c aC a t a . l a n a1, 9 0 8 - 1 9 1 6n, . ' 8 1 t a m b i é n e n A r s e n i o P A C I . t E c oe,d . , N o t ' e l l e t e ss e n t t , t i t t i ! , ; !.,i . . : d i c i o n s6 2 , 1 9 7 0 , p á e s . 6 4 - 7 1 . s e p l e sX I V ¿ X V , B a r c e l o n aE 111 CAPÍTLILOSEXTO como no era imposibleen quien piensaque <>. Perfectomodo de centar en el ámbíto naturalista i-rn proceso que había comenzado como remedo cortesano y pasional¡'r. Pero .|uan Rodríguezdel Padrón no llega a efectuarel paso.Su ideología poétíca cortesanaes tan polémica como pesimista;al contrario,la actitud 'universita¡ia' áel Tratalo es optimista y va ganando cadavez más adeptos desdesusorígenes,con las razonablesfisuras.Frente a frente desdeel punto de vista ideológico,estasdos obras,sin embargo,caminanen paralelodesde el punto de vista de su género y estructura,el de la epístolaautobiográfica explrrgativa.Por más que en la de Rodríguezdel Padrón se incorpora una andaduraformal que quiere superarla heroida ovidiana,como antesseñalábamos de la mano de la crítica, aunqueacasoseaposible sostenerque tal polémicas,más superaciónes directamenteproporcionala sus necesidades que a las supuestasnecesidades artísticasdel procesoliterario. Empero prueba del ovidianismode la epístoladel de Padrón es la incorporación de un accesus al principio, equivalentea los necesariosque encabezanlas epístolasdel Bursariocomo guía interpretativade lecturaiar,en donde se declara la intención del autor, procurando estableceruna aséptica separaciónentre éste y su protagonista (que la crítica se ha empeñado en desdibujarrat,dando sólo importancia al desarrollo sentimentaldel texto), con la íntenciónde dar sentidotrascendente a lo que toma forma Ce experiencia individuali{t. Y tales paralelos formales, que deben responder necesariamentea la boga del género epistolary al subgénerode la epístolaerótica en ambientes culturales cada vez menos restringídos,son también notables en el mismo desarrollode ambascartas.I-,acasuísticaargumentativadei Tratadode cómo al honbre es necesarioamar quiere apoya¡ las dos conclusionesbásicas,de 1{: Véanse,además,los últimos párrafbs que cierran el último capítulo de estelibro, en donde nos referimos como contrapunto de la burla matrimonial a alguna de las manifestacionespoéticas de la defensadel amor matrimonial. rrj Véase Pílar S¡euERo SuÁn¡z.SoltoNrr y Tomás GoNz¡t-Ez RorÁN, eds.,.luan Rodríguez clel Padrón, Bursario.Madrid: UniversídadComplutense, 198.{;para el dccessus, r'éansepágs. 31 y sigs. !' Véase,para tales cuestiones,no sólo el excurso bien conocido de E. R. Cunrtus, sino también 'lheon, en el contexto del dccessus,loque dice A. I. MINNIS,Medieual of Arthorslzp, Londres: Scholar Press,I98-{, especialmentepágs.939. 1rt Es. indudablemenle.una excusaproemial el afirmar que un determinado estilo se adopta por la erquisita sensibilidadliteraria del destinatario. "SIER\¡O LIBRE DE ATIOR" 1tt donde la enumeraciónde casosdesastrados de amor.Juan Rodríguez,por el mismo tenor, aporta un doble ejemplora6de doble cara con su historia de Ardanlier y Liessa,caso propio de un mundo más co¡tesanoy romancista (de lectores de ficción en lengua romance) que universitario. A nuestro modo de ver, sin embargo,el tratamientoético delaEstoria es más estético que penitencial,en el mismo sentido que se usa en una obra como el Trata/o, circunscribiendoel bloque ejemplara los particularesinteresesque afectan al individuo, marcado por una visión del mundo y del amor más bien pesimistay egocéntrica17. La consumaciónde los amorespor la vía matrimonialque nos presenta el anónimosalmantino,en el entramadode superioresrazonestan naturales como las que blandeRomeu Llull o Pleberio!8,puede solucionarel problema del amor. Mientrasque la misma consumaciónde los amoresde Ardanlier y Liessa lleva a la tragedia. El propio autor del Sieruo libre de amor expone al principio de su tratado que el*amor con complimiento<>rtt. Parece, por ahí, como si lo conservadofuera sólo fragmento de algo más extenso, como un tratado de amor y amistad parecido a\ Breuíloqu¿odel Tostado. Sin embargo, advertimosmuy pronto que el autor habla desde la propia experienciaautobiográfica: Vengamos, pues,al amorno líqitoe insanoe digamosquálesson aquellas cosasque provocane aquexanlos coraqones de los mortalesa bien querer e amar,e dilatemose fagamosestecapítulomásgrandeque los otrospor contemplaqión del amor. Falleel amorma.yorgractaen mi esoipturaque 1,ohefalladoea él (pág.%). carta de amores <>, enHomenaje a EugenioAsensict,Madrid: Gredos. 1988,pág. .lc).l). r'2 VéaseV. BELTRiNoE HEREoI¡, Bulario de la Uniuersidadde Salamanc¿,7,págs.512-513. rt] N{. L. Gurremrz A&{us, Tratado de dnor atnlbuídoa Judn de }vIena,pág.91. (SIERVO LIBRE DE AMOR'' 1t; El texto a Mena atribuido, naturalmente,puede ser leído como cualquiera de los textos literarios que hasta ahora hemos ido examinando,en este casocomo una reprobatioamorísdesdela personalexperienciaautobiográiica de un enamorado.Si se quiere,un texto más de ficción sentimentalque inunda el cuatrocientosespañoPtr. Parecierarazonablepensar,situándonosen tal lugar con una perspectiva amplia, que el tono de la exposiciónerótica doctrinal tiene más lugar en el tratadismo amoroso del siglo x\¡ que el mismísimo análisisde las pasiones individuales,que generalmentese ha visto como el fin básico de la novela sentimentalespañola. Como si dijéramos que una teoría amorosa se cuenta a sí misma de forma dialéctica,como parecíanquererlohacer quienesescribíantalestextos como los hasta ahora examinados.Todos esperamos,sin embargo,poder apreciar más profundamenteun estudio de la ficción sentimentalque desala posibilidad de considerarlaun experrolle uno de susaspectosesenciales, rimento narrativo en el que los tonos, los motivos, etc., son los mismos del cancioneropoéticort5.No puede olvidarse,sin embargo,que la prosa se va haciendo materialmentesitio en los mismos volúmenesde cancionerosen forma de epístolas,algunasautobiográficasy eróticas.La convivenciamaterial de la epístolaamorosao del tratado de amorecon forma epistolaren los mismoscancioneroscolectivos-de menossignificaciónen los particularesde la segundamitad del siglo xv y de principios del siglo xvl es un dato básico para calibrar la configuracióndel género sentimentalen la mente de los lectoresde otrora y también para que la crítica actual pueda delimitar el mapa aún sólo esbozadode esegénero.Pensamos,claro es, en las epístolas ovidianasde Juan Rodríguezdel Padrón o las doctinales que figuran en el rt¡ Y otro caso más puede ser recordado, en el que en un intercambio epistolar dos interesados enfrentan su propio problema v su propia experiencia,con una intención de plantear casosen el ámbito del tratadismo aurobiográfico. Son la Carta cle buen¿ notd y la Respuestade Gómez Mantrque que ha dado a luz Carmen PanzuLr-l,<) ¡t en la poesíaprovenzal. rtt El estudio esperadoes el de Michael Gerli, y lo resumió brevementeK. lVntNruort, The Spdnisl: Sen¡imentdlRomance,pág. 23. Independientemente,otros han iniciado ya el camino, referido va. por ejemplo, Domingo YNDUR{iN,.Sobre el Procesode cartasde amores\Yenecia,1551)deJuan de Segr:ra'. en Homenale ¿ Manuel Aluar, Madrid: Gredos, 1986, págs.585-600. 158 CAPITULO SEXTO Cancionero de Herberay des Essar'tuo como las polémicas al estilo de la de Gómez Manrique de la Biblioteca Carta de buena nota y su Respue-sta 'razonable'armonía piezas Colombina, o las sentimentalesque conviven en en la misceláneade la Trivulzianart6. Pero tal convivenciano permíte, según nos parece,estableceruna rigurosa diferenciaciónbasadasólo en la actitud teórica de quienesmantienen posturasnaturalistasy aquellosotros que insistenen una vía que llamamos cortés.Dejado de lado el hecho de que tal diferenciaciónno es tan radical, que incluso no se puede establecerhabida cuenta de lo imposible que va resultandodefender la invariabilidad de esateoría del amor cortés:deiando de lado ello, podemossobrepasar los contenidosde nuevo e ir a las formas. Estos tratados universitariosy los con ellos relacionadosson tan pedantes como la mayoúa de los textos canónicosde la ficción sentimental.Hasta la C,írcelde amor ha sido analizadacomo una oratio con su exordio, proposila sensiciones,pruebas,refutación,etc., etc.ltTA nadiepasadesapercibida 'judicial' bilidad de Juan de Flores y su manía por plantear cuestioneso tesis que son hábilmente desarrolladassegúnmétodos a vecestan sofísticos como los del salmantinoTratadode cómoal hombreesnecesarioamar.Incluso la Triste deleytagiónplantea también el casode sus parejasprotagonistas, que apuntaal amor institucionalizadort8, que es en sí el envésdel sentimental. Como en el casoáelSrcruo libre de ltlftor. en tantasoiezasdel eénerolos padecimientosconcretosde los enamoradosconstituuen,n que "xe,iplrm que, en realidad,estádirigida funcionacomo alimentode la argumentación, por su desarrolloy su forma hacia otra dirección. En tal sentido, es posible agrupar en buena le¡' piezastan disparescomo el Triunfo de omor y Grisel y Mirabella, mientrasque la adecuacióndel género a otras necesidadespuede decantarel interésno tanto por el casocuanfopor el padecimientoejemplar. r5ó Giovanni C¡rult¡ccr, ed., ]v[isce//ane¿ spagnoladella "Triuul:ian¿., Florencia: Olschki, 197ó. )1j Véase -fosephF. CuonpENxtxc, .Rhetoric and Feminism in rhe Cárcel de dmo>', Bullettn of H i s p a n t cS t u d i e s , 5 4( 1 9 7 7 ) ,p á g s .1 - 8 . rtE Es, cierto, dificil seguir el ser.rtidode estaobra porque las vocesson muchas hav que enclavarI' las en la polémica de tema amoroso que se quiere suscitar a costa del hilo narrativo. Así, la señora \¡oluntad de la Triste deleúttetónrecupera las enseñanzasde Andrés el Capellán con respecto al amor en general y, más concretanlenre,con el rechazo del marrimonial tcf. Inés CRrxpu Vto.ll-Qurofors, ed., Andrés el Capellán, Tr¿tadosobre el amor. Barcelona:El Festín de Esopo, 1985, pág. 52. J62, con el famoso veredicto de la Condesade Champaña,págs.179-203),aunque otras vocesposterioresdirijan ;r ese amor a los mismos proragonistasf RegulaRoulrxD or L¡¡csEHN. ed.,'friste delettaqión.Nouela le F. A. tl. C., outor anóninto del siglo X\l lvforón lArgentina]: Universidad de Nfcrrón,198i, pág, 19: E. NL Grnu, Triste delettrteíon.An Anonr^mousFifteenth Centun C,tstíltan Rom¿nce,\X/ashington: Georgctoq'n Universi¡v Press, 1982. pág. 1J). Parar.trc lugar habrá que dejar la discusión sobre el amor nr¿trimonialen la ficción sentiment¿lv los problenrasqr:e plantea, por ejemplo. en Á.rnd/teI LucentLt. DE A]\,IOR,, "SIER\¡O LIBRE 159 Cierto, ninguna de las facetas de la vida literaria cortesana(véaseel capítulo siguiente)se puede dejar escaparalahora de caracterizaralguno de ellos. Podríamosdecir que los génerosdel momento establecenun diálogo abierto sobre las cuestionesque interesan(ejemplo,el coloquio que pudiéramos sorprender entre el Sieruo libre de úmor y el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar o algo a éste parecido). Diálogo que requiere el mismo lenguaje pedante, esasformas discursivasacendradasen la cultura universitariay laica más espectacular,y, por supuesto,que se extiende sobre los mismostemas. En rigor, vamos viendo en esta selvade teoría amorosay práctica literaria cómo determinadasideas erotológicasvan cobrando una independencia conflictiva cuando se trasvasana esosodres puramenteliterarios,sometidos a las convencionesretóricasy, sobre todo, condicionadospor una actitud polémica y paródica. Es que no debe olvidarse que el tono de la epístola -por volver al género que más nos ha enretenido- en la Españadel siglo xV no siemprees precisamenteserio.Pero, en cualquier caso,los ejemplares de literatura de amoreque hemosexaminadoen éstey en el capítulo anterior nos permiten ver cómo, por un lado, se especializala epístolaautobiográfica en una suertede tratadismo amoroso,cómo se desarolla de la mano de ese tratadismo precisamenteun género nuevo. Por otro lado, cómo es posible reconocerun hilo conductor de carácterteórico en los planteamientosamorosos; hilo teórico que subyacey significa mucho en la facturación de esa literatura, por aceptacióno por rechazo;hilo teórico que recogeen sí otos compromisosu otras actitudes. CAPITULOSEPTIMO De amor y pedagogíaen los ambientescortesanos Enlazando de nuevo con uno de los muchos cabos sueltosdel capítulo de los límites universiquinto, convieneextender nuestrabúsqueda más aL1.á tarios. Es cierto que en esto del amor el argumento naturalistaestabapresentefuera de esoslímites,por más que la circunscripcióna ellos,por cercanía o lejania.estabatiñendo el razonamientoteórico de quienesdesde una vaúada perspectivaaristotélicadefinían el amor y sus orígenes,cualquiera que fuera el fin que se proponían. Fin que en tantasocasionesera paródico. Como tiene fin paródico el uso del argumento naturalistaen uno de los por excelencia,el sermón,en concretoen algunosespagénerosescolásticos ñoles de tema amoroso anterioresa 1500. Contamos con notablesestudios de conjunto dedicados al sermón paródico. En algunos casos,desde una perspectivaamplia, temáticay cronológicamentehablandorte.En oüos, se atiendemás concretamentea la parcdia, de modo generalo en un contexto carnavalescor6o; mientas que algunos, han estudiado el sermón paródico, más exactamenteel sermonJoy€ux, como monólogo dramático, señalando sus funcionesa todos los efectosr6t. No puede decirse,ante este selectopanoramabibliográfico, que el caso de España o de la penínsulaibérica haya sido desatendido,pues contamos r5e Sander L. Gtt-v¡N, The Pdrodic Sermon in Earopean Perspectfue.Aspects of Liturgical Pdrodl: 'r¡¡m the Mlddle Ages to the Twentietb Centan, Wiesbaden: Franz Steiner Yerlag, 1971. ro0 Fuera ¡ra del libro clásico de Lehman, hay que tener en cuenta ahora el de Piero C¡ltponesl. L¿ q¿scberadi Bertoldo. G. C. Ctoce e la letterdtura carneualesca,Turín: Einaudi, 1976. rór Véase Jean-ClaudeAunatrLv, Le Monologue, le dialogue et la sottíe. Essaísur quelquesgenres )rdmatíques de la fin du tno,-e¡táge et da début du XVI' siécle, Patís: Honoré Champion, 1976. Desde iuego, no se puede deiar de lado el histó¡ico trabaio de Emile Ptcor, Le Monologuedramalique dans . ¡tcien théátret'ranSais.Ginebra: Slatkine, 1970 (reimpresión de la serie de articulos publicados en l',tmdnía,vols. 15-17), que es más un inventario que un estudio, pero que sigue siendo utilísimo aún. Hav que tener en cuenta, por supuesto,los trabajos de J. Kooeltaus, en¡re ellos Quatre serntonsjoveux .\t¿-Xyl¿ s¡ecles),Ginebra: Droz, 1984; Recueilde sermonsiot,eux, Ginebra: Droz, 1988, con una tica -ibliografía sobre el tema. I 1611 t62 CAPI'|ULO SEPIIIIO con rabajos muy notablesdedicadosa los sermonesen lenguacastellana de Gil Vicente)62,así como t¿lmbiéna otros sermonesde amor en verso y en prosa de finales del siglo ¡v y de la prímera mitad del siguienter6i.Por supuesto,alguno de los sermonesde amor a los que aquí vamos a atender en el estrecho límite que nos hemos propuesto han sido estudiadosen el cuerpo de monografíasdedicadasal sermón durante la edad media españo1*61. Se notará que, principalmente,damosde lado a las manifestaciones que siendo de carácterparódico no tienen como contenidola teoría amorosa. Tampocopasamoslos límitesdel cuat¡ocientos. Hay que notar tambiénque en las páginasque siguenno hacemosdistinción entre el sermón en \¡erso), el sermón en prosa. Y todo ello por el hecho de que perseguimosmás que otra cosala utilizaciónde un razonamientofilosófico naturalistaen el cuerpo de algunasde esaspiezas;así como tambiénporque vamostras el reconocimiento de un tratadismode amore oralmenteexpresado,razonamientov ratadismo que se empa¡entacon ot¡os parecidosde la predicaciónseria.Y, por otro lado, mantenemosque desde el punto de vista de su difusión primera (en ambientescortesanos)o del marco restringido de destinatarios (las mujeres,en el casodel sermónde Diego de SanPedro) puede sostenerse una cierta homogeneidadde nuestraspiezasen verso y en prosa de finales del siglo xv y de la primera mitad del siglo xrn. Es a los más antiguos,desdeluego, a los que atendemos.En concreto, al Serntóde amor de FrancescAlegre, en prosa,y al > que F¡ancesc Moner incluye en el cuerpo de st Misa de difuntos por la muerte enamorada del propio autor, ambos textos de finales del siglo xv. Conviene,pues, que les prestemosatención. "'t H"y que partir del trabajo de Joaquim de C¡nr'.¡l¡to, Os senñes de Gil \/iccute e ¿ dtte de pregar, Lisboa: EdiEáo da RevisraOccidente,1918. trabajo que fue discutido en su ir,rstamedida por L S. RÉr'¡H, Le¡ Scrmons de Gtl \licente. Eu nnrge ,l'ut opuscledr professer.trloaquiu de Carualho,Lisboa, 19.19.Más recientemente,debemos a Blanca PERIñÁNmuv valiosasconsideracionessobre las piezasde \¡icente, en su ..Una lectura del Sermampregadoem Abruntes", Quademí portoghesi,9-10( 1981),págs. 55'581 así como tambíén en los trabajos citados en la nota siguiente. 16r Los dedicadosal Sermónde anores de Diego de San Pedro (véaseKeith \X/slNNotvt,ed., Diego de San Pedro, Obrus conplelas,L Tractadode anores Je Arnalte l Lucendat'Sernón, Madrid: Castalia, 1973, págs.6.{-69;del mismo Drego ¿Je5¿n Pedro. Nuer.a York: Tu'avne, 197.1,págs. 88-95) o los que estudian la manifestaciónde los sernronesen verso del siglo xvl. a cargo de Blanca Pr.nrñ¡N, .Sobre el sermón bu¡lesco en verso>>,en Philologica Hisponiensia. In l:onc¡retn L4. Abor, III, Madrid: Gredos, 1987. págs. J393fi; de amores nueudnenle conpuestopor e/ menor Aunés. A los galanest "Sermón danasde la corteuS , t u d i l s p d n ¡ c i . 1 9 8 6p. á g s .1 8 1 - 1 9 9 . rs Francisco Puco, Pred.ícación t literuturd en la Espdña medteud/,Cádiz: U.N.E.D., 1977, págs. 20-21; Alan D. Dr,vsnrto¡¡o. ,.The Sermon and its Uses in Medieval Castilian Literature>r,I-a Corítnra. 8 ( 1 9 7 9 - 1 9 8 0p) ,á g .D 5 . ANIOR Y PEDAGOGÍA E¡' LA CORTE t63 El Sermó de amor, scrit per xzanament del rel, don Joan, de immortal memória de FrancescAlegre se conservaen el cuerpo del cancionerode la Biblioteca Universitariade Barcelona,conocido como lardinet d'oratsr6t.Tal. como se halla ahora la investigaciónsobre la identidad de FrancescAlegre, es difícil sabersi esta obra se puede aribuir al padre o al hijo, homónimos, aunquehabida cuentade que el autor dedica su trabajo a Juan II de Aragón acasopudiera pensarseque se fiatatz del padre. Bien es verdad, sin embargo>que la documentaciónque pudiera afectara uno o a otro se entrelazade Un FrancescAletal modo que es muv difícil distinguirambaspersonasr¿'6. gre fue tesoreroreal en Palermo,en 1460;el mismo,posiblemente,que era . De hecho, uno de los dos firma cónsul de los catalanesen Sicilia en 1479)6'su versión catalanade los Commentaria tría de primo bello punico del Aretino en I472. Otra producción litera¡ia más tardía,como la versión comentada de las Metamorfoszsde Ovidio, está dedicada ala que iba a ser llamada Juanala Loca, cuandoaún era infante,v fue impresaen abril de 1494)''8.Lo cierto es que parece innegable la relación de esta traducción con nuestro Sermó,por la coíncidencialiteral de pasajesdelas Genealogiade Boccaccio traducidosen una y otra obra, pero esarelacióntampocopuede demostrar nada sobre la paternidad del hijo, teniendo en cuenta ademásque el Alegre padre alcanzalos primeros años del siglo xvt. Pero, en cualquiercaso,el copista del.lardinetd'orats,el notario barcelonés Narcís Gual, acabósu trabajoen el año de 1486.Ahora bien, si atendemos a la rúbrica antesÍanscrita, Alegre escribíasu Sermóde amor antesde la muerte de Juan II de Aragón y de Navarra, es decir, antesdel dieciocho de enero áe 1479 (la rúb¡ica, evidentemente,es adición posterior). Difícil rót Al que de cancioueros 1'a nos hemos referido con más detención en nuestro Poett¿ts¿',tstellanos barceloneses, Exeter: Exeter Universitt'Press,1983,págs.X-XIL EI sermón bilingües! otros n/(/nuscritos ocupa los folios 117r al 122t,,t'su ¡ítulo ha sido levementeretocado con ei objeto tle eliminar la palabra sermón. Una copia de parte de este cancionero.debida a la mano de A. Bulbena i Tosell. se consen'¿l en la Biblioteca cie Cataluña.Entre corchetes,citamos a continuación el texto del Serzrdsegún nuestra edición, incluida en el cuerpo de este volumen como apéndice.{. 16 Nos ha facilitado algunasaclaracionesPere Quer, que prepara ahora un libro sobre Aleg¡e. jo; ..Liter,rturr Noticias que debemos a Jaime Vicens \¡ives v que resumeJorge RUBIó BALAGUER, catalanar',en Historio Genera/de Lts/íterdtur¿sHtsp,ínicas,III, B¿¡celona:Vergara, 1968,págs.El2-¡l-1 Véase también Manín de Rtou¿R, H¡s¡dr¡i de l¿ liter¡turu culdl¿na.III, Barcelona:Arie[. 198t1].n.r*. 219-250. r ¡ r ¡ \ ¡ é a s e L o l a B ¡ o t ¡ , < P e r l a p r e s é n c i ad ' O v i d i a I ' E d a t M i t j a n a c a t a l a n aa m b n o t . s . , " ¡ r c 1 . . t r a d r r c c i o n s d e l e s H e r o i d e s i d e l e s M e t ¿ m o r / o s ¡vrual lg a r " , e n S t u ¿ / i ¿ r l n / : o n o r e , ¡ t p n l . \-[i . R . : . . : ' . , I I . B a r c e l o n aQ : u a d e r n sC r e m a , 1 9 8 6 ,p á g s .8 7 - 9 1 . l t64 CAPÍTULO SÉPTIN,IO será precisarmás, pues lo cierto es que los ocios literariosv venáticosde Juan II se extendieronhastamuy pocos días antesde su muerte.Por otro lado, ciertas referenciasa Pere Torroella que se hallan en el cuerpo del Serttó, a quien se trata de >, de no ser irónicas,nos remitirían a los tiempos en que éste estaba en buenas relacionescon el rey aragonés,mucho despuésde la muertedel Príncipede Viana,a quien sirvió. Y no sólo buenas relaciones,sino que también seríanmuv distinguidas, como son las que tenía el camareroreai Pere Torroella por los añosde 1473 a 7175)"e. Acaso eI Sermó de amor de Alegre se escribió entre los años de 1473 ó 1475y, claro es, 1479, coincidiendocon una etapade su producción literaria de índole epistolar y sentimental,como el Sotnni...recitant lo procésde una qüestió anemorade,el Rabonament entre FrancescAlegre y Sperangao la Requestade antor recitant una altercacióentre /a Voluntat y la Rabót'-0.Pero lo cierto es que más nos interesa la propia pieza literaria que la historia externa de la misma, aunque no se¡á totalmentedesdeñablecualquier dato sobre nuesro laico predicador, como el de su probable residenciaitaliana, lo que justifica en más de un extremo el andamiajey las autoridadesque manel'aen el cuerpo de su 'doctrina'. El Sermóde amor de Alegre es, con todo, el más antiguo de los conservados en su clasey, de entrada, podemos enclavarloen plena vida cortesana de los Trastámaruaragonesesen momentos en los que susrelacionespeninsulareseran muy amplias, como se demuestrapor las mismas citas de la obrita de Alesre. Ért. to-u .omo tbemdTl un fragmentode Cicerón,precisamente de De (.>), texto que compendiaa la perfecciónlas razonesque para la existenciadel amor natural dan algunosde los teóricossobre los que venímosllamando la atención.Síguesedespuésuna introduccióno protbemaque conducehasta r6e M. de RlQu¡n, Htslórid de la literutura catalana,III. pág. 184. r;0 Inédita aún, como nuestro sermón. la última pieza. que entre otras razonesno merece estarlo por las estrechasrelacionesque puedan establecerseentre .la Re.Taeslay obras en castellanocomo la Trhte deleúdció2.Las otras dos fueron ya publicadaspor R. Mtqutlv PLAN.{s,ed..Nouelai catdli.III, fascículos6 y 7. 1tr No parece pertinente volver a explicar la doctrina de| ars pradicanl¡ escolásticoque utiliza AJegre,como tantos otros predicadoresburlescos v serios de su época. Aparte los trabajos de fuco, Drl'¡Rr,lo¡*o y PrnrñÁN citados,con bibliograiía clásica,r'éaseahora la versiónespañoladel libro general de Jamnes J. Munpuv, La retóríca en la edad medíd. Historid de l,t teoría de la retóric¡ desdesan Agustín hast¿el Ren¡cimíento.México: Fondo de Cultura Económica. 1986. Dáss.275-361. A\IOR Y PEDAGOGÍA E^' LA CORTE l6) la oración dedicada nada menos que a l{atur¿, sustituta aquí de la Virgen (líns. 19-21).Antes, sin embargo,la subversióndoctrinal que impera en el fondo teórico de todo estesermónha hecho convergerla doctina ciceroniana con los tópicos mandatos bfulicos que generalmentepueden tener la función precisamentecontraria a la que aquí tienen. Pues el mandato sobre que el hombre abandonarápadre y madre a causade la mujer que leemos en Génesis2, 24, y por Alegre referido, tiene en tantos otros lugares una buena carga de misoginia.Así, estelaico predicadornos va a imponer las líneasbásicasde su parodia,si parodia puede llamarsea estapieza (véase más abajo), que consistenen la utilización relativa de las formulacionesteóricas del namralismo amorosoaplicándolasa Lrnajustificaciónde las relaciones amorosasextra-matrimoniales,en el ámbito del servicio cortés. Por eso de inmediatose percibendos puntos básicosen la consiguiente diuísio del thema: (líns. 26-28).De hecho, Alegre sabe bien -como lo saben todos los teóricoshastaahorareferidos- que la consideración del instinto naturalde y la conservaciónde la especiees general común a todos los animales,de modo que difícil será centrar la cuestión de los orígenesdel amor en ese punto. Por ello -introduciendo el desarrollo de las dos partes de \a diuisioexcluye de antemano el problema y concentra la atención en hombres y mujeres,moviendo paródicamenteuna questio(con estructurasimplificada, pero formalmentetípica) sobre si este apetito r, dice Alegre [lín. ]51). Mientras que, luego, se razona que en la mujer reside exclusivamente el >r7r. Y ello se rt2 Véase Katherine N{. RocERS,The TroublesomeHelpntdte. A Htstott of Misoginr tn Litc'r.:::,r,. Seattle& London: Universit.voi\Washington Press, 1966,págs. 3.{-37,libro un tanro anticuaclo\r. ¡ (líns. 44-15);y, por otro lado, la aptitud para recibir placereses más femenilr¿r que masculina,por tanto el deseoamorosoes más propio de la mujer que del hombre (<> llíns. 15-471. Atendiendoa la primera conclusiónsobreel hombre,nuestroimprovisado predicador se autoplanteauna dificulrad y niega que el hombre tienda más a la concupiscencia que la mujer, dejandocomo probada la segunda, que <> donde precisamentese olvida la representaciónde la mujer como uasreprodtrctionis,recordandola docrina de los médicoscontra los autoresde filosofía natura7,.,(\íns.53-5il, con lo que el único asideronatural que restaba para oponersea la segundaconclusiónqueda eliminado y se impone la idea de que el appetit enantordtreside especialmenteen la mujer. La subversiónde las razonesnaturalesse ha efectuadopor los medios más exquisitos-para nosotros,esquinados- del desarrollode 7aquestio escolástica,que ha permitido centrar el interés del sermón. Pero han coadyuvado también tópicos comunesde la teoría amorosaque un Alegre y sus contemporáneospodrían manejar,como los incluidos en el Ars amatoriade Ovidio (I,275-278), que se puede acercaral fondo del razonamientosobre la fingida vergüenzafemenina que cierra la argumentaciónpresenfey que nos abocaal desarroliodel cuerpo principal del sermón(líns.62 y sigs.). Es ahorael momento,concentradala arenciónen la muier. de iniciar la exposiciónde la primera de las dos partesde la anterior diuisio.Para lo cual desarrollaráAlegre la doctrina escolásticasobre el deseoy su imbricación en el ánima sensible,doctrina a 7a zaga del planteamiento agustinianode r;{ El apo¡roes del ¡ta en¡oncesdiiundidísimo Mdldeztr de Mugeres,c. IXa./: (P. B¡cu l Rrr-r, Tbe \Y/orkso.f Pere Torroell¿, pág 211). Para la rete¡encia arisrotélica,r'éase.por ejemplo, Htstorid ¿ninta/iunt,X, '1. Se halla también, en otro senlido interpretada.en el R¿ionLtrTliento eu ,lcl'ensiónde las donds del mismo Torroella: ..c1ueel cuerpo suvo sea compuesrode aquellos mesmosquatro humores e qualidadesqu'el de los hombres, no es duda ninguna, salvo que la lrior e molleza es más apropiada a las dueñas e más la robustezae calor a los hombreso lltJen, pág. 2971. ATIOR Y PEDAGOGÍA E^' LA COR'TE 16 que la concupiscenciaes el resultadoy ia consecuencia del pecadooriginalrit. En la propia presentaciónde la doctrina la imaginería del Aduersus En este ámbito, Iouinianumestá presente,acasotomada de un manualrT6. dos son los modos para Ia actuacióndel apetito concupiscibleque sólo atiende al placer; uno se impone a la voluntad y llega al asalto finai de la razón, habiendo persuadido antes a la voluntad -el apetito concupiscible, dice Alegre, < (líns.80-81)- y viene a significar la suspensiónde la actividad intelectual, el ligamentum rationis que dice santo Tomás. De oro modo, <,L93-97).Las para consiguientesreferenciasa pasajesde Peffarca, <>, dar apoyo a \a afftmaciónde que .,la amor té tant poder, que [ésl excessiu, qui és un veement arrepamenten contemplacióde la cosa amada:realment transportatot lo amant en ellarr,tópico de tan esquinadahistoriarTT; las referenciasa Petrarca-decimos- conducena la revisiónde las propiedades de amor, que se reconocencon la exégesismitográfica de cada uno de Ios atributos de Cupido (líns. 105 y sigs.), para acabar con una serie de opósitostan tradicionalesen la definición de amor, desdela popularizada de Juan de Garlandíahastala de nuestroManriquerTs. r;t Véasela reciente monografl¿de G. BEScHIN,S. Agostino. ll significatotlell'amore.Ur¿ intro,lndl/a nCitti dí Dio"zioae a/ pensierc agostiniaao -dai in un confronto con l¡.lilosr,tl.; "Dlaloghi" contempotutned, Roma, 1983; así conro también A. Nycnrx, Eros e agape...,págs. 510 y sigs. Pare i.r. referenciasa santo Tomás. véasela exposición generalen Summa theologica,I", q. 81-82: las reterrnei.r. agustinianascumplidamente aplicadasen Swtut¿ tbeo/ogico,I' II'", xxxic, .an. 1 \cl. C. S. Lr r':I:. -. alegotiarlel amor. Es/udio de la tradictón mediet',t1. Buenos Aires: Eudeba, 1969. págs. 13-11r. r;6 Así: *Per quinque sensus,quasi per quasdam fenestras,vitiorum ad animam introi¡us c¡i. \ .:' pctest ante metropolis et arx mentis capi, nisr per prrnas irruerit hotilis exercitusr'lAtlrtrstt: 1,11' ;.;, e n M r c N r , P L , 2 J , c o ] l ,3 1 0 ¡ . r;; Véase F. Rl<:c¡,\/tda u obr¿ de Petr¿tc¿.L Leclur¿ d¿'l .S¿'cretum,, pzig. 29t1. ] ; s V é a s eP . N f n I g R , . U n e d é i i n i t i o n d e I ' a m o n r r , R r ¡ t n a u i ¿ . 1 ( 1 8 7 . { )p, á g s . lE2 161 168 CAPITULO SEPTIMO De hecho, estasconsideracionesapuntan al carácternegativo del amor pasional v ello no sólo en razón de una cierta recuperaciónpor momentos del tono sermonísticode un predicador auténtico cuando se expresasobre estascuestiones(véasemás abajo),sino también a causade la concepción negativadel amor en el tono deterministaal estilo de sus fuentes italianas. Pues,de inmediato,se rae la explicaciónde Boccaccio,literalmentesacada de las Genealogie"t, que a su vez remonta al mundo averroístaal que ya hemos aludido anteriormente.Hay que decir, sin embargo, que Alegre elimina la referencia a las autoridadesexpresamentecitadas por Boccaccio, como la astrológicade Andaló, aunquesí mantienela doctrina y no por ello obvía los elementosde definición de esteamor, con los orígenesastrológicos incluso.Modo de procedercomo el del TostadodelaQüestión de Cupido. En la manerade Alegre no sólo se reconocela paratácticasuperposición de elementossueltosy autoridadesque requierela parodia del sermónescolástico, sino que también hay un intento de reclamartodos los tópicos de la fenomenologíaamorosanaturalista.De hecho, a eseprimer punto de definición teórica, en el que sutilmentese ha definido amor en suslímites naturales (r.Aquestaamor -concluye Alegre en estaprimera parte del sermón-, per acabar,és endressadaala fi del procrear. Perqué, consideradesles condicions del anamorat ajustament,si naturalment no.y sentiem delit qui.ns tirás a tal acte,ya fóra perduda la humana spécia,qui fins a huy per ul camí és conservada>>). Sigue el segundopunto, de contenido eminentementepráctico, en donde se enumeran los seruiciosque el amante ha de rendir a \a amada, con clarasreminiscenciasde la ffadición del arte de amores,con paralelosconcretos de De amore de Andrés el Capellán y de Ars amatoria de Ovidio. A estasalturas, es evidente el interés en mantener una cierta organizacióndel ars amandi a costa de la estructura que brinda el ars pradicandi. Se produce de nuevo, como en orros casosexaminadosanteriormente, un trasvasegenérico. En éste, como en el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar, también se conduce el arte de amor por la carrera de la parodia a dos bandas:estructural,por el uso tendenciosode formas seriasa vecesmal empleadas;temática,por la subversiónque se deriva del anterior y conscientemal empleo. Pero ahora nos las habemoscon la cortesanadel sermón escolástico.De hecho, la parodia se desarrollaen varios niveles a lo largo de nuestro sermón. La más externa es la que se desprendedel uso de una esffucturav de ';" VéaseIX, 4 (ed. \¡. Rolt¡No, I, págs.152-1fi) A\IOR Y PEDACOGIA EN LA CORTE r69 la subversiónde las recomendacionesdel ars predícandi, recomendaciones externassobre el ámbito propio de actuacióndel predicador, sobre el contenido, sobre el uso del tbena; exterior también cuando las autoridadesesgrimidas son de ambiente no precisamenteeclesiástico, sino cortesanoy en vuigar (por más que estascitaspaganaso de tema amorosono eran desusadas en la predicación italianadel tiempo, especialmentenapolitanar8o). i Así, sutilidad es la subversiónsemánticade| thema. Pues el aristotéfico principio de la apetenciahumana de conservarsu propia especie(appetitus procreandi cansa,en palabras de Cicerón) es desplazado por Alegre con falsasarguciasargumentativasy la conscienteutilización ambiguadel término amor, haciendode paso a la mujer oscuroobjeto del deseo,protagonista del mismo. Alegre, desdeluego, es descarnadamente materialistay con su sermón,como offos predicadoresprofanos,se unce,por el camínodel mandato natural, al mismo carro que un Guiart, en el que la simulación en el servicioy también en el amor es arte práctica y, desdeluego, útil. Cierto, es ése el sentido de la denuncia del doctor Villalobos, cuando habla de los amantesque se fingen tales, y era ya, desde luego, algo que preocupabaa los teóricos desde los mismos principios de la literatura amorosaromance, como Chrétiende Troyes(véasemás arriba,págs.68-69).En el fondo, para dar una nueva ¡,'íaintegradora del naturalismo y de la concepción cortés alguien continuó el Roman de la Rose. Desde luego, la burla de un género serio no es óbice para que Alegre incorporeaparentemente ideasque apadrinaúanpredicadoen su contrdfactum res serios:la misoginiasin ambageses tema diríamosintegralen la predicación medievalr8t.Pero acasoel nredio camino entre la invectiva y ia adoración que conllevael servicioseatambién un modo de hacerjusticiapor la vía de la de tanto reverendomaestro.Lo cierto es que la prorisa de las aseveraciones puestade Alegre alcanzano ya al amor cortesano,sino que nos parecereconocer ahí en efecto p-arodiadel tema homilético marimonial. Es, sin embargo, '8'r Téngaseen cuenta, por ejempio, las amenidadesque gusta incluir en sus sermonesun Gabriel de B¡nlErt¡, con buena presenciade autoresclásicosv otros elementos(1. Fractuosíssimiatque am,'nis' simi sermonesF. G¿bríelisBdrelete,París: Claude Chevallon, 1516). 181 \¡éase,a título de invenrario,los casoscitadospor nosotrosen .La mujer en el sermón medieval (a trar'és de tertos españoles)r',en L¿ condicicjnde ld nu.ier en l¿ eda,l meditt (Actds del colotluio celebrrlr' en l¡ Cdsa de Velázquez,,te/ i ,t/ | de nouiembrede 1981), Madrid: Casa de Veláz<¡uez-Universidad Complutense, 1986, págs. -19-50.Por el contra¡io, ha de tenerseen cuenta que en el otoño medier',rlsr realzael tema carnavalescodel mundo al revés.uno de cuvoscapítuloscato a las cortes ser,íla .invc¡si,. ne simbolica del ribaltamente festoso delle gerarchi e delle convenzioni sociali nell mondo postt' .r1l,r rovesciada Fillide che cavalcaAristotelet d¿ll¿ donna che porta le b¡ache e sel-lagli uomini' lS,rhrr¡.¡rs '100 '500. e Bari: Laterza. lr)xl. o.ig. S. Ntcno, Le bruche di san Grifióne. i¡iouellistica e prcdicdzione lra 1 5 ) - r 5 7J . 170 CAPITULO SEPTINIO evidente que la de Alegre no produce sus efectospor la vía del descarnamiento vulgar, la obscenidado bien la crapulosaosadíade tanto falso predicador ofuscadopor el vino que tomarala palabraen las bodas,si es que ése fue uno de los posibles orígenesdel sermón paródico de tema amoroso, segúnse ha mantenido. Muy de otro modo, Alegre parodia el sermón de nuptiis porque sus argumentos para la defensa del amor son naturalistasv aristotélicos,no institucionalesni sacramentales \De matrimot¡ioel eiusreuerenliaet utrlttle, titula Jacobo de la Marca una excelentey modélica pieza382), v en tal sentido el mismo uso del serio razonamientoaristotélicoes una parodia (la costumbre era ya vieja: Juan Ruiz, el autor del Tratado de cónto al hombre es necesarioamar). Alegre parodia el sermón sobre el matrimonio porque, ade-.más,conclu)'e del mandato natural la necesidadde mantener tn seruict'o Es, por ejemamorosoque es condenadopor tantospredicadorescoetáneos. plo, fray Ambrosio Montesino quien nos permite concretarel índice de pecaminosidadde las relacionesamorosasde tipo cortesano,entre las que se hallan algunosde esosseruiciosque recomiendanlos otos predicadores por todo literarios.Así en el sermónque incluye en susEpístolasy euangelios el año paru la fiesta de la Pu¡ificación de la Virgen señala,en cuanto se refiere a la segundaparte del sermónrsi: havéysde saber para [v]uestra inlbrmación que a enxemplo de la gloriosa virgen María devemospurificar y alimpiar nuestro coraqón de malos pensamientosy de amor deshonesto.Mas aquí se pregunta: ¿cómo puede alguno pecar y en cuántasmaneraspor amor illícito v deshonesto?Y respóndese que en diez maneras.La primera es quando el hombre ama más la criatura que al criador... Lo segundo,peca el hombre en amor desonesto pensandoy delewándoseen su ymaginaciónen deleytescarnales...Lo tercero, viendo alguno a su enamoradacon delevtey mala concupiscencia1' dissoluto apetito... Lo quarto, hablando, assí como quando alguno por palabrashalaguerasy dulces atrahe alguna personaa algunaconcupiscencia v acto illícito...Lo quinto, palpandoy jugando con intención mala ,v peruersa,porque si se hiziessepor burla sin comupta intención entonces seríapecadovenial...Lo sextoes arreándose mucho 1,procurandoy componiendo el cabelloy pintándoseel rosro y ataviándosemucho los vestidos y los chapinesy las cintasy todaslascosassemejantes, ca estascosasquando rs: Renato LIot, ed., S. Iacobus de Marchia. Sernonestloninicdles,1978. III, págs. 167-181. rdr Epístolas por todo e! uno con susdoctin¿s I sernoiles,Zaragoza:.forgeCoci, r. 1515, 1'euangelios tbl. 193r'. ATIOR Y PEDAGOCÍA EN LA CORTE t71 y paraatrahera otrosson sehazencon malaintenciónensobervesciéndose los qlle en díasde mucho mirar pecadosmortales.Estascosasdevrían y muchas vezes su figuraen el fiestasecomponenmuchoel cabello miran presente quando por algún alguno amor deshonesto da espejo.Lo seteno, persona a algún acto con intenciónde atraerla o algún don a alguna quando peca mortalrnente. Lo octavo, tal [¿]bhominable-v ma1o,ca el hazercon hechizosv causaralgúnamor algunoquieresupersticiosamente personas; y tambiénlos qtte creenque estose entre algunas deshonesto quandoaigunopor amordeshoLo nono, puedahazercon artedel diablo. quando aquellapersonaque amaseaparta)/ se nestollora v se enrisieEe persona sin él o quandohablaamigableabsentadél o quandoamaa otra honestov se también quando contrahe n.ratrimonio mentecon alguno.O por persona respecto a laspersonas maldize honestav este casacon alguna que han entrevenidoen el tal matrimonio.Lo décimo,los que escri\¡en letrasde amoresy aunlos quelasiievan,sabiendosertales.Y tambiénlos deshonestos. que permiter-r hazeren suscasasavuntamientos (Ciertamente-y aun a sabiendas de que salimosde los límitesdoctrinales que nos hemosimpuesto-, ni estaspalabrasde Montesinoni el ínvolucrado sentido burlesco de Alegre v otros nos pueden hacer olvidar la realidad social que subyace;sabemoscon seguridadde la pertinenciade las denunciasdel predicadorfranciscanoy que éstasno tienenuna mera reducción literaria aséptica;su punto de mira va más allá. Angus Mackay nos sorprende con una impresionanteinformacióz sobre los líos amorososy los que ocurrieron en la ciudad de Loja a principios escándalosconsiguientes >, v también se dirige a las mujeres). El mester de Alegre, como seráel mesterde Moner, y de todos aquellos predicadoreslaicos de amore lo definió bien el adusto Álvaro Brito Pestana388: Estudiantespreguadores metem sanctasescreturas em sermoóes, diriuados em amores fazen de falssasfeguras tentaEoóes. Ese programa implica, evidentemente, mucho más que la directa parodia del fisiológico sermon joyeux carnavalesco de la farsa tradicional, máquina de risa'8e. El ars amandi se viste de nuevo y la subversión erótica no se plantea directamente, sino como un juego dialéctico con claves y desarrollos universitarios o propios de la gente de iglesia, estudiantes universitarios como los salmantinos a los que más arriba nos hemos referido. rst Alben LEcoy os I-¡ M¡Rcur. La Chatre franEaise¿u Moyen Áge. Spiaalcntent ¿u XIII" sticle d'aprésles manusctitscontemporaines, París, 1886 (reimpresiónde Ginebra: Slatkine, 1971), pág.129. )8" Euangelíosr epístolasttordlizad¿spor todo el año, Zamora, 1490, fols. 56-60 ("Evangelio del domingo primero. De las bodas'). r8; Véase la antología de Carla C¡s¡crur¡'nn, ed., Predicbe alle,lonne del secolo XIIL Testi di Unberto dd Romans, Gilberto da Tournai, Stefano di Borbone, Milán: Bompiani, 1978. r88 Álvaro da Costa PlrlpÁo - Aida Fernanda Dt¡s, eds., C¿ncioneíroGera/ dc Gdrcia de Resende, Coimbra, 1973,I, pág.90 icit. por I. S. R¡r'¡ii, Les Serntons, Nueua Reuístade Filología Htspáníca, 11 "La (1960). págs. )22-)25; Antonio AL¡roRrs, *Algunas notas sobre la Misa de amores>>, Nueua Retisttttle FilologíaHispánica,14 ( 1960),págs.)25'328; BlancaP¡nrñÁx, <,Madrid: Alhambra, 1977, págs.j05J06. Como señalaS¡t-v¡oon, es diticil sabe¡ si .l fragmento que se consen'aen el Cancionerode Estúñiga (r'éaseNicasio S¡l-r'¡ooR Mlc;r'¡1. ed.. (.;,;,: n e r o d e E s t u i t g a ,M a d r i d : A l h a m b r a , 1 9 8 7 ,p á g . 1 8 2 ) a r r i b u i d oa J u a n d e T a p i a e s u n f r a g m e n r o . l . . : nueva misa de amoreso la versión de una pane de la misma, en concreto el Sanctus. rer Peter CocOzzEI-LA,FrancescNfone¡, OAr¿sattalanes,pag,.35. , Ú4 CAPITULO SEPTIIIIO El theruaes invención de Moner, más conservadoraquí que sus colegas, por lo que se refiere a respetarlos mandatosdel ¿rspredicandi, pero, como el de Alegre, abundatambién en el mandato natural parula conservaciónde la especiecomo causadel amor como lo explica su autor: Natura, a fin que recÍezca las obras de quien es sierva natural, no dexa el hombre peresca, en el fijo le conserva. Por lo qua1, pedernal quiere la yesca; enciendepor el cañón del sentimientoal sensible razonable y dales inclinatión necessariay convenible, deleitable para su generaciónlw. 49-621. Natural es la causa del amor, pero la belleza 1o realza, en ocasiones la belleza es la que ve sólo el enamorado (quisquis amat ranam...). De ahí vienen los amores positíuos, auténticos, yTos ciuiles,los groseros y materialistas. Irónica parece la división establecida por Moner de un amor puro y de otro impuro (los primeros, dice, enamorados <>).También causa el amor la ociosidad. La intervención de la ..noble voluntad>>tergiversa la capacidad discursiva dela razón y dictamina siempre sobre la bondad de amor. Al parecer, se trata de la misma transposición que veíamos en la psicología amorosa de Juan Ruiz y que se presta al juego y a la ironía, si es que se quiere extremar la funcionalidad del argumento naturalista del nacimíento y del desarrollo del amor. Aquí subyace también la falacia del estudiante del Tratado de cómo al bombre es necesario úmar, refotzada por el salto imprevisto en la geometría aristotélíca del alma. Todo lo cual está compendiado en el thema declarado por Moner: Humanal inclinatión por la discretaacordanga de natura en el gentil coragón oyrá amor con esperanqa de folgura tras el bien de su intentión. ANÍOR )'PEDAGOGIA LN LA CORTE t7t Esta primera parte del sermón, declaratiuadel tetna, se completa con otra segundaque expone moralmente el contenido esencialmentemisógino del evangelio de la Misa (r>, principio al par bíblico y de matices aristotélicos,manteniendo sobre ese sólo >+o8. Es, ciertamente,mucho más lo que retieneAlegre, lo que mantieneMoner de ese principio filosófico, pues sobre él descansauna definición de amor y una investigaciónfenomenológicaen línea con la que en parecido brote paródico mantieneaquel estudianteautor del Tratadode cómoal bom- rf,; Véase Hans Robert 1 (1970), Jauss, "Littérature médiér'aleet théorie des genres'r,Poétique, (1978), Esto, págs. 75-82. l0 Langue;t'ronEoise, .Le texte-fragment>>, Paul ZururrnoR, págs. 79-101; v paru el sermon.iot-eux,enJ. Koolr,nNs, Recueilde sertnons.foleux,págs 26-28' .tE Véase J.-C. Aus¡l-Lr', Le Monologue,le dialogueet la soltíe. Essaísur tluelqttesgentesdramalt t¡uesde ld fix du mo,-en ige et du déhut du X\rI' siicle' pág '13. AIÍOR Y PEDAGOGIA EN LA CORTE 17e bre es necesarioamdr y quienes siguen la línea festiva de éste, como un Lucenao un Fernandode Rojas,todo con doctrinainspiradaen el Breuiloquio del Tostado, quien a su vez tenía presentenada menos que el Libro de buen amor, todo en una línea ininterrumpida que nos llevaría de nuevo a definir el sermón-prólosodel libro de TuanRuiz. La prueba, sin embargo,de que el argumentonaturalistaera básicoen cualquierade los razonamientosque hemos visto hasta aquí, la tenemos cuandonos damoscuentade que en el propio ambienteen que se difunden los sermonesde Alegrev de Moner se produjo una reaccióncontraria,reacción materialízadaen algún poema como el que de Hugo de Urríes actualmente nos conservael CancioneroVindel, cuvo contenido expresabien la rúbrica: MossénUgo d'LTrríasen laor de las muyeresfazeestaobra1,com/enEa por amonestaEión a ssudamaaoe. Urríes parecereaccionarprecisa), endréQala mente conffa actitudesmisóginassuperficiales,pero también conra las que fundamentansu razón de ser en verdadesfilosóficasindiscutibles,como las utilizadaspor Alegre o por el autor del Tratadot{e cómoal bombre es necesario amar...,aunque seanexpresadascum grano salis.Y para ello utiliza en su defensade la mujer el mismo argumentonatural, definiendo previamente el amor como pasión: Quando la potencia recibe'l objecto lel aquél se presentaen la fantassía, e luego se mueve la grant ermonía de nuestrasentranvasad algún efecto, el qual mouimvento eEdicha passyón, porque desordenael ser natural; mas qr-randos'areglacon lo racional la tal ordenanEale da perfecc¡,ónh'v,9-161. r"u Véase la edición de Rafael \\/. RrlrÍn¡z or An¡rL¡xo y Lr''Ncu, La poesíacortestlttttdel s/g1,,.\\. t el nCancionero de Vlndel,, contribución a/ es/udio de la lemprana lírica españoh. Es/udio pr,.lt'tit,;.;, etltcíóncrítícade los textos tinicos del Cdncionero,Barcelona: Editorial Vosgos, 197ó. págs.6i-it L.rc i t a sq u e s i g u e np r o c e d e nd e e s t ae d i c i ó n ,a u n q u ee n a l g ú r nl u g a r n o s p e r m i t i m o sa l g ú n r e r o q r r cu. r : . . . señalacnr¡e corchetes,v l'¡ modificaciór.rt1ela puntuación. 180 CAPÍTULO SEPTIMO SigueUríes proponiendo el justo medio en esto de las pasionesy ensalzando la virtud, siemprepreferible. El amor, sostendrá,existe v se produce naturalmente: ca yo uosquerersin toda medida razóne naturalo puedenmandar. Natura,por uos sermuchofermosa en todaslaspartesde vuestrapresencia: e razón,por uos tenerIa sentencia entrelasmugeres de muv virtuosa. Los cielos,por uos hauerconformado en nostrascostumbres e inclinaciones, deuenseradmesos en estasrazones, ca ellosdisponende lo procreado[w. 58-60]. Pero, fuera dela razón astrológica,es ciertamentelabeTlezalo que excita, pues no hay <> [w. 58-60]. Cuando ello ocurre, v ayuda el objeto -insiste Urríes- <,se dice al final) y abunda en tópicos de causaamoris, como los astrológicos. Aún más, el texto que sigue a Leyesde amor en e\ Cancionerode Herberay des Essarts es el Razonamiento de Pere Torroella en deffensión de las donas contra maldezientes,que también parece aprovechar Umíes en una parte importante de su poema anteriormentedescrito.Por otro lado, nos parece reconoceren las Leyesde dntor idénticos razonamientosque los incluidos en una epístolade amore, oSobrequé és grat> de Pere Torroellaltt, pieza que por razonesde contenido -y de forma- se incorpora también al entramado de los textos de ambiente cortesanoque dan cuenta de una teoría amorosacon implicacionesnaturalistas, entre otras.Es por todo esto por lo que acasopodríamos atribuir el fragmento Leyesde amor al propio Pere Torroella, alineando esta epístola con oüas suyasde tema amoroso, como las que integran la serie intercambiadacon Pedro de Urrea. El envésde la doctrina matrimonial que percibíamosen los sermonesde amor no sólo tiene que ser debido a los imperativosde un género paródico que tiene que subvertir suspresuntosmodelos serios,los sermonesde matrímonio. Más arriba nos hemos entretenido en recordar, al hilo de la lectura del Tratado de cómo al bombre es necesarioamar (pensandoa lo lejos en la revalorizacióndel amor matimonial en textos de teoría amorosacomo el de Matfré Ermengaud), o al hilo de palinodias como la de Romeu Llull, la aceptaciónsin gravesdificultades del matrimonio como uno de los medios que para alcanzarla libertad de las pasionestiene el enamoradoapasionado. Precisamente,uno de los textos más interesantesde la facturaciónliteraria de este tema se halla también en el Cancíonerode Herberay des Essarts, poema para el que, junto con otros anónimosahí conservados,el editor del cancionero arriesgabala paternidad de Hugo de Umíes, a quien por esa razón también se sugería como el compilador del cancionero, sugerencia poco seguray, por tanto, no siemprebien acogidapor la crítica{12. +r0 Ch. V. AUBRUN,Le Cbansonnteresp,tgno/d'Herbera,-des Essarts(XV'si?cle). Éditron prr't,;.i,. d'une étude historíque, págs. 21-26. rrr En la edición de P. B¡cs v fur¡, ID¿ Worlesof Pere Torroelld, págs.271-279, rr2 Véase Ch. V. AUBRLIN,Le Chdnsonnierespagnold'Herbera,-des Essdrts(X\/'sticlet E,;::; précédéed'une étude historique,págs.XIV, XXXIX, XL-XLVL De por otro r r r C o n r c rh ¿ p u e s t od e m a n i f i e s t o - l a n e YvonneTtt-l-t¡n,.The Devou¡Lover in the C¿uct,":,,. Herberut'"L , ¿ C o ñ n t c ¿ , 1 2 ( 1 9 8 1 - 1 9 8 . 1p) .á g s .2 6 5 - 2 7 1 . rrr N o u o s p a r e c en e c e s a r ilor ¿ c e r l l . r ¡ u n r e c . ¡ r i d o p o r u n c a m i n oq r ¡ e¿ c a : os e . r< q r i r . ' . . . : l o v a m o st r a z a n d on o s o t r o sm i s m o sa l a n d a r .p e r o n ó t e s e ,p o r e j e m p l o .l a i n s i s t e n c i e n e Jg . , 2 , , : 1 . r . . tero que se man¡iene a lo largo de todo el poema, desde el principio: . Et est sensusquod cum sol fuerit in alicujus nativitateubi fuerit luna in nativitati alterius et fuerit luna in nativitateprima ubi fuerit sol in nativitate secunda,fueritque ascendensunius in sextiliaspectuascendentis alteriusvel in trino, firmabitur inter illos dilecrio et sigr.rumobediensalterius erit fortioris dilectioniset inclinationis,id est. diliget magis alium quam diligatur ab eo, ut ait Alv Aben Razel.Ita ergo accidet ex figura cgli aliquernad amandum moveri alitluem insane,licet e conversonon sit motus, et quia non est concordiailla ad aliasformas,quamquam pulchras,non afficieturiste vir sic ad aliasmulieres.sicut ad istam,licet pulchrioressint. Unde vere dixit ille qui disit: >. Tunc beatus Hilarion: , ait, . . varem eam>>, in tius in eum qui te mittebat ingressuses?>.r,respondit, < (primo Officiorum). 15 Natura discreta, senyor molt excel.lent, ab degut orde ordena les coses y proveix a les contingents;que si a sos actescontemplam,veuneccessáries rem tota és ordenada a endregano sols del viure natural nostre, mes de ben viure, per qui lo sobrenaturaly sensfi se aconsegueix.Y entre les altrescoses a qué per conservacióde nostre sser ha provehit, veent, segonsés determenada senténciadel Phildsof, .>. E aEd ha volgut dir aquella font de eloquénciaen lo primer dels [117v] Officis ab les paraulesdel tema, dient: : 'a tots els animalsés hun comú appetit de procrear e una specialcura de les cosesprocreades'. De agí ab les forses de natura se cria y nodreix lo amor. Per hon, mogur a desig de explicar ab ma débil lengua les forEes grans de aquesranarura creadorade amor, a qui millor puch demanar ajuda que a ella, de qui parlar entenchl Per qué ab clara veu li dic de tal manera: Alrna parens,dirige linguam rnentenquetrementen ressoneut digne ualeamlaudesattingeretuatj qul regasinfinita secula.Amen. En el manuscrito,sermo aparecetachado, escrito encima p/alzca Mettória aparece enmendado en record. El manuscrito 1raeconpuilcliot¡¡¡'. enmendado posteriormente. t2051 CUARTO APÉ¡.DICE 206 l0 15 I 55 cdu,,Communisontnium ani,nancium esfconiuncfionisappeltlusproÜeandi lloco ubt supra)' sd et quedatflcuru eorumque pro7eatL,sunb> satísfá'en Pér be.t testar, invictí"i-'"tt1'ot, 1o que al pler de vostre altesa será hun primer Lo puncts' dos 1o dit del orador notará uort.. .*.el'léncia inmediat de aquelles, acost lo és en nosaltres,per qui lo stimar ;;,;;;i;pp.tit cura singular una sera segon Lo etc. ;;;;;;q ¿; nostre vida, qrii com*unzs, etc' sen'ir-les.quia et quedamcura. de --;^p;r;;'J.run,'d. parlar del comun appetit qui als animalssenls]ibles en qui aquest natural upo.,u a tal acte, ueia- lo que ha sguard als iacionals' prim investigador algun Demanará t:tgnu' forq., appetif ab majors .'--un loch en les dones més té si comú que's diu appátit del. secretsá. u-o. uq,-r.r, que en los hómens. axí procehint: E argüint,per una part, se diu que [118r] en los hómens' són més les qui més-téd. .rut,tru,mes áesi¡aIe' io"' naturals;en los hómens E per naturals. i*i", á. ,rruru, do.,chs ab meiors desigsappetexenles coses mes participa' aquella uiu, qui més se alegrede la ffi e més en los béns de segons quals, 1os "it.. en fills, la desija. É és arí que"la fi del pro*ear són los propri és a ell Io dir dels naturals,té maior part lo pare; donchs' més ;;"; appetit del engendrar' enamorat De la altre part, podem' axí argüint, affermar que lo appetit appecausa,de és privació que p.ifonu-tnt reposamés en 1., don.r, prenent mossén magnífich del special tit; e com la dona, r.gon, diffiniigeneral, 1'.en altre' appeteix lo iár.o.ll^, sía animal ñaturalment fánlt ae calor més que tot abtesaen rebre disposició té més si qui en -v cosa que li manca;e més, aquella en reebre delits ujtr., -é, Ia desiia, e axí més disiosició y abtesaté la dona appetir, de á.t Éo_. [que] por lo conrrari. Donchs, més propri li és 1ocomun qui '-' parlam. forqesté de É ..rponent al primer argument,quant se diu que qui maiors dit' desitg és como .ru,*u,-á¿, desija les coses"natural','e ttega,,perqué' més del per alegrar-se que' presupon mancament.Ne lo segonconclou pár dir per tengue se com major' t¿ttr á. la fi del procrear lo pare' sia en ell lo desig passiva com activa bé axí lo, -.ag., .orr,.á lo, naturali que la mare concorra per lo derrer argument, ." t,u.,! de engendrar.E axíés ab veritat, com és clos del home que per lo delits rebre en dona que més dispo"sicioy abtesaté la lo éssertots temps Dich escusen vergonya .irrt.uri, la q,rtl cosá e[es ab ficta la qual ínterromatrona, digna d'.rná [118v] qué fa la resposta ;;;;;r;';r;a que volien ésser comú' pler fos lo com dottt', 1., o..urió detenia ;;á;ó.; dispositenguessen hores totes hómens los que si respós ;.*;; I pr.gud.r, pus Ia gana que' rnes requestfo]sl; elles pt' ,.r'i.,-t per -.n1', no tal acte cíó 1o, u. u lunes, és rehó v despenguenles rehons 1' pregáries' 1 Ms.: requestes DE AMOfu, "SER.\,{Ó 70 75 80 85 90 9' r00 I 201 E venint al primer punct, per veure com apetít es un cap de la ánima sencitivanostra, per qui appetim ies cosespiasents,y per aquest acte és dit concupissible,e lo mateix, avorrint les nohibles,és nomenat iracible. Aquesta és la part inferior en nosalrres;aquesrsensitiuapperir féu los primers parenrs desobeyra Déu; aquestféu al primer germá sullar les mans en la sanchde son frare; aquestféu a Nembrot tant gran presumpciól aquestféu a Ysahú vendra Ios drets de primogenitura; aquest féu a Joseff ésserlunvat del pare; aquesr féu al nostre Redemptor, per presumir de contradir a la sua sanctay ferma voluntat, suar de la sua sanch.Aquesta és la ley de qué parla sant Pau, quant legem in membris meis repugnantemlegi mentis mee>. E finaldiu: <,e altres semblants rehons, a les quals sens tenir prevenció dels senvalsenamorats, apenesse pot bé satist-ersinó més acasant-se.E per Eó és gran e principal serveylo enamoratmosfar ensanimentde pensaper fugir el nom de parencer, qui és tant Ieja taca de la viril multitud. pro/acio,que poch vakia al enamorattenir lo penLo segonserve,vés uoctls samenttant 1722r)clos e sacreta la amor, e per Eó lo segonserveyés prolació de veu. Pus ha vist e coneix elia de son amor tenir duptosa creenga,deu ab la lengua perlant levar-lade tal dupta, qercanthora disposta,ab les més apacionadesrahons que pot ni sab dir. Dir-li ha quant sesvirtuts e valer lo obliguen, donant-li rehó de tant haver tardat en dir-lo-y; amesclade agó rahonant-li les secretesdemostracionsque, no podent amagarlo engésfoch en passat,li ha fetes, no stranyent-lamolt per los primers affror-rtes, ans mosrrar conrentar-se de poch; li deu dir que sols ser content que crega que rehons poden dir veritat e que no vol les admeta fins que més largue experincia li.nhaja dada certa prova. Lo terc¿ sen'e¡'és laudum acumulacio,loant-lessenscansar:si molt gentils són, sobrelo que tenen sensdupte, podefu]12carregaraltre tant, que ab molt pler ho portaran; si'n són un poch, los podeu dar lo extrem grau de perfecció en gentilesa;a les que no'n són gens, poden loar de amesuradagentilesa, ajustant-losgráciav avisanrent,que totes senscontrastacullenen mil altres perfeccionsextimadesque los discrets ab pocha práticha en sa extima comDendran. Ms,: seguints Ms: poder. ..SER,\IÓDE AI,IOfu' 220 225 2J0 235 240 2r1 Lo quart serve¡.'és perseuerdilsuisitacio,és visitar-les sovint, seguint los lochs a hon acostumenésser,per fer-lesseguresdel dupte que tenen de ferm¿ment ésseramades. Lo sinqué sen'ev és donorumfrequentacio,perqué ja entre nosaltresno's calla dádivesrompen parets, e naturalment a les dones abrassatant famejant avarícia,que per diners de nanguna cosa no dupten. Y per bé que moltes [122v] riques acustumendar al qui a sosenamoratsplaerscomplidamentsatisfá, volen totes conéxer en ell gran liberalitat en 1o dar, peró a ellesse vol conciderar y trobar tal manera que no pensen desig de satisfaccióvos enpengua en dar; e assóha de ésserremésa discreciódel enamorat,perqué són ellesde mil variablescondicions,les quals ignorant és impossiblepoder bé aconsellar. lo que més plau a les Lo siséserveyés honoris exhíbicio.Assenyaiadament dones és que naturalment són obligadesa sen'itud e per Ed, quant la sort los dóna senyoriade alguna cosa, ab tirania la fan durar. No canseu,donchs, si d'elies desijau ésseramats,honrar-lesen tantes manerescom conaxeu los satisfá. Lo seté e derrer servey que de nosaltres ab gran voluntat accepten és earumfame continua deffencio.Totes naturalment conexen que tenen moltes cosesdignesde reprehencióe temen ser mal pariades,e per qó en gran compte nos prenen si llur fama deffensam,per hon deu lo qui ama squivar molt lo mal dir, e en los qui'l usen reprendre,no cansant-se de continuu loar a totes, disminuint 1osmals e augmentantlos béns, speciald'aquellesa qui tenen fet presenrde llur voluntat. E, axí, seguint aquestosconsellsv ab senceraintenció continuant los mencionats servevs,no dupteu enamoratsque en aquest món d'elles haureu plasent satisfaccióv, aprés la mort, per molts seglesinmortal fama conservarlo vostrenom. Finis. Deo gracies APÉNDICE5 Del amor que se dize hereos 10 l) 20 t0 Amor que hereos se dize es solicitud melancónica,por causade amor de mugeres. Causas. Desta passiónes corrompimiento determinadopor la forma e la figura que fuertementeestá aprehensionada,en tal manera que quando algún enamoradoestáen amor de alguna muger, e assíconcibe la forma e la figura e el modo, que cree e tiene opinión que aquélla es la mejor e la más fermosa e la más castae la más honrrada e la más especiosa,e la mejor enseñadaen las cosasnaturalese morales que alguna otra, e por essomuy ardientemente la cobdicia sin modo e sin medida, teniendo opinión que, si la pudiessealcanEar, que ella seríasu felicidad e su bienaventuranga.E tanto está corrompido el juizio e Ia ruzón, que conrínuamentepiensaen ella e dexa todas sus obras, en tal manera que si alguno fabla con él non lo entiende,porque es en conrinuo pensamiento.Esta solicitud melancónicase llama, e por essodixo Virgilio: <¡O Dios, en quántascosasse desvaríael coragóndel amadorlr>.E dízese hereosporque los ricos e los nobles, por los muchos plazeresque han, acostumbran de caer o incurrir en estapassión,que como díze el Beático,que assí como la felicidad es último escogimiento,assíhereoses último deleire,e por essoen tanto es su cobdicia que se tornan locos, acercade aquello que dize Ovidio: .,De la viga alta se decuelga la catga triste>>,e el juizio d'essos es corrupto. E por essodize el versificador:<. E por essola virtud estimativa,que es la más alta entre todas las virtudes sensibles,manda a la imaginativa,e la imaginativamanda a la cobdiciable,e la cobdiciable manda a la virtud airada,e la virtud airada manda a Ia movedora de los lacertos.E entonEesmueventodo el cuerpo, despernandola orden de la raz6n. E por esto se mueve e anda de día e de noche, despreqiando lluvia e nieve e calor e frío, e todo peligro de qualquier condición que sea. porque no puede el su cuerpo folgar. E la virtud cobdiciable non queda as. mando que las cosastristesson comparadasa las mejores,e más que si fuessen deleitables.E maguer que naturalmentela trisreza sea de fuir, por esso non 12lJl 214 )5 40 APENDICE QUINTO fir-rca que aquí en estecasoque el enamoradoassíestáciegoque por una poca de vil delectación,cuida e le semejaque el tristableseadelectable.E tan bier-r lo fazenlos ribaldos semejantedesto, que por deleite de jugar los dados e de \a taverna,andanen el inviernodesnudose duermenen tierra,e por essonon finca que bien conoscenellos si es deleite o tristeza,e quieren escoierrlavormente la tristezapor un paso de deleite,e así 1o fazen estosenamorados. Señales. Son que pierden el sueñoe el comer e el bever, e se enmagresce todo su cuerpo,salvolos ojos,e tienenpensamientos escondidose fondoscon sospiros llorosos. E si oven cantaresde aptirtamientode amores. luego comienean a llorar e se enfrisrefer, e s.i oven de avLlntamientode amores, luego comienqana reír e car\tar.E el pulso dellos es diverso e non ordenado. pero es veloz e freqüentadoe alto si la muger que ama viniere a é1,o la nombraren,o passaredelanted'é1.E por aquestamaneraconoscióGalieno la passión de un mancebo doliente, que estavaechado en una cama mlrv tnste e enmagreEido,e el pulso era escondidoe non ordenado e no lo quería dezir a Galieno. Entonqes acontesciópor fortuna que aquella muger que amava passó deiante d'el, e entoncesel pulso muy fuertemente e súbitamentefue despertado.E como la muger ovo passado,luego el pulso fue tornado a su natura primera. E entorrEes conoscióGalieno que estavaenamorado.E dixo e el enfermo fue al enfermo: ), maravilladocómo conoscióla passióne la persona.E por essosi algunoquisiere saber el non.rbrede la muger que ama, nómbrele muchasmugeres,e como nombrare a aquella que ama, luego e1 pulso se despierta. Pues aqr-réllaes, dígaleque se parta della. Pronosticación. La pronosticaciónes tal que si los hereos non son curados, caen en manía o se mueren. Cura. O este enfermo está obediente a la razón o no. Si es obediente, quítenlo de aquella falsa opinión o imaginación algún varón sabio de quien mosrándole con palabrase amonestaciones, tema e de quien ava '"'ergüenga, juizio paraíso. E si a la peligros mundo e gozos del los del los e del día de razón no es obediente e es mancebo, seá cástigadoen tal manera que sea agotado fuertemente e muchas vezes,fasta que comienEea feder, e después nómbrenle cosasmucho tristes,porque la mavor tristeza faze olvídar la menor tristeza.O nómbrenle cosasmucho altase muy alegres,como faziéndolesaber que es fecho senescaldel rey o alguazil,o que le han dado un grande beneficio, e assíse mudará,porque las honrrasmudan las costumbres,e despuéssea ocupado en algunas cosasnecessariasque faga. Según dize Ovidio: ..Da al vazío de la memoria algún afán que lo detenga>r.E despuésllévenlo a lr.rengas regiones porque vea cosas varias e diversas, como dize Ovidio: oVe por lugaresfermososresplandescientes e fallarásmill colores de las cosaso,E después fazle que ame a muchas mugeres, por que olvide el amor de la una, como dize Ovidio: <.Fermosacosa es tener dos amigas,pero más fuerte es si pudiere tener muchas>.Provechosacosaes mudar el regimiento,e estar entre "LILIU\I TIEDICINE' 75 80 85 90 95 2ti amigos e conoscidos,e llér'elo por lugaresde fuentes e de montes de buenos olores e de fermososacatamientos,e de fermosostañeresde avese de instrumentos de música, como dize Avicena, que algunos se mueven al amor por alsunos instrumentos. E si fuere ahí alguna materia allegada,sea limpiada segúnes dicho en el capítulo de manía e melancolía,que verdaderamenteesta paslones una especleOemelancolla. E finalmente, sí olo conseio no tuviéremos, fagamos el conseio de las viejas,porque e1lasla disfamene la desonesrenen quanro pudieren, que ellas tienen arte sagazpara estascosasmás que los ombres, E dize Avicena que algunos son q;e se gozan en oír las cosasfediondas e las que no son lícitas. Pór ende búsqueseuna vieja de rnuv feo acatamiento,con grandesdientes e b a r v a s . c o n f " u e v i l v e s r i J u r ae. r r a v ad e b a x od e s í u n p a ñ o u n t a d oc o n e l menstruo de la muger, e venga al enamorado e comienqea dezit mal de su enamorada,diziéndole que es tiñosa e borracha, e que se mea en Ia cama,e que es epiléntica e fiere de pie e de mano, e que es corrompida, e que en su cuerpo tiene torondos, especialmenteen su natura, e que le fiede el fuelgo e es suzia,e diga oras muchas fealdades,Ias qualessabenlas viejasdezir, e son para ello mosladas. E si por aquestasfealdadesnon |a quisiere dexar, saque él paRo de la sangrede su cosrumbredebaxo de sí, e muéstregelosúbitamente delante su cara, e déle grandes bozes diziendo: >,E si con todo esso non la quisiere dexar, ya no es omne salvodiablo encarnadoenloquecido,e dende adelantepiérdasecon su locura. clarificación. Devedes de entender que el coito demasiadodeseca,e el tal no convienea los hereoso enamoradosni a los tristesni a los melancólicos; pero a los que es permissoel coito bien conviene,si templadamentese fiziere, 100 iegún Avicéna. E según e1templamiento es fecho segúnGalieno' que se faga por tantos intervalos que el cuerpo se sienta aleviado,e que coma meior e árr.r-u mejor. Pues aquel coito es templado que alegra e escalientae faze buena digestión.Bien convienea los que 1otienen permisso,quiere dezir a 1os que tienen licencia para lo fazer,en tal manera que lo fagan templadamente. Segundo devedes de notar que el vino alegra e humedege si se tomare t05 con templamiento,por quanto esfuerEala digestión,e por essobien conviene. E conviene que el vino no se tome en poca quantidad, ni en tanta que se emborrache, pero bévalo en tal quantidad que alegre e quite los cuidados. Donde tenemos un verso que dize: .,La embriaguezseaninguna, o tanta que 1 1 0 los cuidados de la ánima te quite>. E por esso dize el Beático:<. Tercero devedesde mirar que en esta cura convienebaño, por quanto humedeEee alegra si el cuerpo estuvierelimpio. Quarto devedesde saber que el amor que hereosse dize es propria passióndel celebro,e es por causade la 1 1 5 .o..trp.ión de la imaginativa. Los testículospueden ser causa, quanto 11lit causa coniunta, pero el fígado quanro a la causa antecedente.Quinto es clc notar que esta passiónmás viene a 1osvaronesque a las mugeres,por quarlttr los varonesSOnmáScalientese las mugeresmás frias, e aquestoparesceP()r 21.6 APEhIDICE QUINTO los machos de las animaliasbrutas, que con furia e ímpetu se mueven a com1.20 plir el coito. E por essolos varones,porque son más calientes,mucho más se deleitan en el coito, e las mugeresmucho más se deleitan en la espermadel varón e en la suva propria. Lo postrimero devedesde entender que esta passión más fermosamentese puede diffinir assí:el amor es locura de la voluntad porque el coraqón fuelga por las vanidades,mezclando algunasalegríascon 125 grandesdoloresy pocos gozos. 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INDICE ONOMASTICO Accr¡ruor-r, Niccoló 120 A c u s i Í N , S a n2 5 n , 2 8 , 3 2 , 1 1 7 AduersusIouinianum 167 y n AI-¡ron-R¡, Antonio I t-3n,217 AI-sEncI.rINI,Giovanni 101 v n,217 AI-¡¡m-o M¡cr..o, San 12 Ar-suNr¡s¡n De ntagnis coniunctionibus 80 AlclN¡, Iuan 752n,217 ALEGRT,Francesc Sermód'amor 20, 62, t-8,162-112,175, 1 7 7 ,r 7 9 , 1 8 7 ,1 8 8 N'l.e tamorfosis(rrad.) 161 De bello punico (trad.) 76) Sonni 161 Rahonament161 Altercació entre Ia \loluntat i la Rabó 761 Yn Al¡l¡NpRo DE VILLEDIEUDoctrinale 731n ALENIÁN, Mateo 119n Alelr¡Nv, Rafael 17n, 2,1-l Alroxso X, Rey de Castilla Partidas 92 Cantigasde Santa María 95, 97 -98 AlÍ A¡ÉN Rrc¡l Libro de los iudizios de las estrellas74 v n Aluor¡cro, Josefde 217 AloNso, Dámaso 217 Alot¡so Ronnfcunz, Bernardo )6n, 129n, l ) I n , 1 3 1 n ,2 1 7 An'.tR, Carlos46n, 217 Atrt¡ooR DE Los RÍos, José 50n, 217 Axt¿ro, yéase \lida de san Aruaro A¡róN ll, 74, 91 Arv¡r'¡, Diego de 27n, 15 y n ANoruqCFruCx, Gregory P. 150n. 155n, 217 Aruon¡,sEL CAPELLÁN De ttmorehbri tres 11,r,69,157n, 158n 168 Apolo 67n, 7,1 Apolonio, Ltlbro de. véase Ltbro de Apolonio Atpn, L 116n,217 An¡cóx, Enrique de, véaseVtrlrN¡, Enrique de A n q c o r ¡ , E l i s a 1 0 1 ,2 1 7 Arulr¡, Stetanol0 t-n, 217 Anr¡oN¡ 74 Azu¡NI,Marco l2n, 55n,217 A r u s r o r r r E s2 8 . 2 9 . 3 0 , 1 1 , ) 2 . 3 3 , 4 1 ,6 1 D e a n i m a3 8 , 1 2 . 1 6 ,5 0 , 6 , 7 1 Eltcds / I-/¿ Historiaaninaliun 766n Ascor-t,Ceccod' 8ln. 85, 86 As¡,r,-sIo, Eugenio15 AsxrNs, Arthu¡ L-Ir. 11n.217 ATLAS 76 Aus¡II-Lv,Jean-Claude l6ln, l7Q, 1t-t-n. 178n,21i A u s n u x ,C h a r l e Y s . 6 2 n , 8 4 n ,1 0 1 n ,1 8 1 n , 218 AuxÉs,Menor I 1 . ^ Jerryonde amrtresl(t2n. 174n, 176n Av¡u-E ARcE,Juan Bautista61n,218 Avrcrx¡ 65 Ar¡lñór,-,Juan de 50 Aypn¡¡-CH¡ux, Reinaldo 2 18 AzÁc¡r¡, J. N'f.' 79n, 218 Azats, Georges.18n,218 AzCo¡-¡,,Tarsicio li ln, 218 B¡cn v Rrr¡, Pere 60n. 166n. 18ln. 218 12351 2J6 INDICE ONONlÁSTICO B¡curti.l, Mijail 12n B¡ot¡, Lola 15, 8-ln, 161n, 188, 218,221 Balatlro del Sabio it[erlín 95 B¡Nrrrul, Cesáreo52, 218 B¡ru¡, Juan 66, 152, 15) B¡RLEtl¡, Gabriel 169n. 218 B¡nRrcr, NIac Eugene 218 B¡s¡l-c¡ \' RAlrÍRrz, Mariano 60n, 218 B¡sI¡-, Bernardo De artibus magicis (ic lnagorutn tnaleficiis 90,2r8 B¡t.,uLLor.*,Marcel 2 18 BEaL'¡ouaN, Gu1'38n, 4'ln, 45n, 60n. 218 Braut¡¡ts, Vincenr de, véase VrcExrE oE BE¡ur'¡rs Br,o¡110 Br¡R,Marina96n,218 B¡t-tzuii'" DEHEREDL{, Vicente)6n, )7n, i9n, l2jn.|'29n.156n,218 BENAT'E¡-TL, JuanAlfonsode D2n Ars et doctriuastud¿'ndiet doceudi)6n, ) i n . 1 2 9 , 1 ) 1 , 1 3v1n , 1 1 5 1, 1 8 1, 1 0 BeN¡otcroXIII, Papa16n B¡NroN,JohnF. 218 B r R c ¡ u Í s . . J o s2é1 9 Br,rul¡Rro.Sanlln, ,19n BEru.*¡RDo oe Bnolro 18 Brrul¡n-ooDEGoRDoNro Lilium medicine 9, 58 v n, 59-60,65, 87, 121n,187-188 B¡,R.¡¡nooStLt¡srn¡ Commetttumiu Virgtlii Eneúlos116 B¡Rsutn-¿, Pierre,r'éaseP¡oRoB¡RsutR¡ BEnNor,ErnaRuth219 B ¡ s c n r sG . . 167n,219 Brt'srlRverpl.Anrhonvvan219 Br.zrrteR, C. H. )7n, -18n.11ln, D7n, 219 Brcu,t, Gn 16). 180 Sap146 Btrur,Otto 5)n,219 BI-¡r.x,Robe¡tG. 50n,219 BrAzevzzH¡ru,*.i:rolz,loaquín22n,23 ¡-n, 2 1 , 2 8 n).5 ) 6 y n , ) 8 , 3 9 n , 2 1 9 Bliss Lueui¡xs,F. lón, 219 Brüu¡R,Karl Ahied |Tn,219 BoasE.Roger48n,56n, 153n,219 Bocados de oro 2t--28,15n,12) Bocc¿ccro.Giovanni31 )5, 119 Genealogiae deorumgentilium35,51,1), , 6 1 .1 6 8 7 t -7 8 . 8 5 ,1 1 8 ,1 1 7 1 rtlocolo ó¿ DecamerónII9 120, 121, D) Borclc.r,A. M. Selerino Consolatrc Philosophie 28n, 92 Borrrro, P. G.83n,219 Bonrc¡s, Pere 95. 219 Box¡ rlr, Guido 7], 75,8U Boxrll¡ \' SANMARrÍI.-,Adolfb 6, 219 BouRc¡lx, Louis 9(rn,219 Brul¡ica, Vittore 120n, 1:47n,220 Brandtín, véase\liajes de San Brandán Bnouo, Be¡nardo de, r'éase BeRx¡ruc-roE BRouo Bnou'x, C. 125n,21,9 BRon'x, Robert D. 6ln.219 BRucx¡R,Gene Sln. 219 Bnu¡¡r,Leona¡do 19n, 161 BuEs.ct¡pxruR{,San v n. l5l In Iltt,n Senleuliant',tl-+O-117 Bul¡ex¡ I Tossgr-r-,A. 16ln Busrzus 110n de 15 Busros,Eugenio C.{ÍN l0 C¡trt¡Rco, Rector 129 C¡,r.tpos¡Rr,Piero 1ó1n, 177n, 220 C¡l¡c¡ 7-1 Cancionero de Herberay des Essarts 9, 62, 8 - 1 ,1 5 1 n ,1 5 8 , 1 8 0 - 1 8 1 Cancionero de Vtndel 81, 178 180, 182, 182 C¡¡'o¡r-¡, J. 21n, 220 Canon Episcopi 89 C¡navAGGI,Giovanni 158n,220 C¡nros, Príncipe de Viana 16'1 C¡Ro B¡nol¡, Julio 105n,220 Carta a Mosén Hugo (Letes de antor), véase TomoELL¡, Pere (art¿ de huettauola 157n, 158 C A R I A G E N A l. o n s od e 1 2 ) r n . I 2 J n C¡nr'¿n, P. N. 97n, 220 C¡Rv¡r-uo, Joaquirnde 162n,220 Derek C. 7'1n,91n,220 C¡n-n., C¡n¡.¡u. Enrico 117n 237 INDICE ONOT,IASTICO l9n,28n, 220 C¡R¡rR¡sAnr¡u, _Toaquín C¡n¡rnrs Anr¡u, Tomás18n,28n,36 v n. ) t - n),8 , 2 2 0 C¡s¡cuNnr,, Carla172n,220 C¡sr¡ñ¡c¡. Martín de Tratatlode lttssuperstíciones t' hecbicerías 87n.88n Casnll¡, Juande Repetitiode penis 130 131 Cesrulrlo, C¡istóbalde Sermónde amor (de Farsal/amadaCc¡nstanza)7i7 C¡srRo,Adolfo de -18n,64n, 68n,220 C¡srr,o,Alfonsode 101 punitíone87n, 102, De iustabareticorum 101,220 C¡srno,Américo70 v n,220 CÁ'rpon¡G¡ncÍ¡, PedroManuel 19n,20n, l l n , 5 0 n ,6 4 n ,6 6 n . 7 5 n8, 7 n , 9 7 n1, 1 2 n , , 69n,220-221 1 1 . { n1, , 1 6 n1,5 1 n 1 , 6 1 n1 C¡Lr¡¡caNr, Guido Donnamí prega,pel cb'b uogliodire 535 1 ,6 7 , 6 8 ,i 8 , 8 5 , r 2 2 CERv¡xrts,Miguelde 1,1-1 Ct¡voLel-L¡, Massimo 58n,)9 r'n,60n,221 Ctc¡zu,Marcella77n, 221 Ctc¡nóN,MarcoTulio De officiis 164-169 Cifar, véaseLibro del caualleroCifar Cnc¡ 89n,92 Cocoz¡rr¡, Peter171n,1t-{n,18t-, 221 Conoñen.Carmen15 ContediaThebaida 69, 108-109 CoNcu¡,pr,BeauiceJ. 50n,221 Coruxollv, JaneE. 182n Corusr¡xlxo ELAFzucANo Liber de coitu 47n \ltaticum58, 60 Constituttones Uniuersitatis Salmantinae (1422))6, 727.vn Constitutiones Uniuersitatis Salmantinae ( 1 4 1 1l 6) n Coppr¡-,Joseph15in, 221 Pedrodel CoRRAI-, Crónicasaracina78-79n,%95, 99, I05, 221 CossÍo,JoséMaríade 126n.221 Cosr¡s RornÍcuez,Ienarc 730n,221 Cora. Rodrigo Ditílogodel Antor r un uielo 700,l 0 1 n CcruLl¡lo,IoanP. 61n,85,221 Cn¡xrr-l Vllal-Quaorus, Inés 158n. 221 CRorrrs¡cH, Merchild2l n, 221 LLÍPIDO IJ) CuRltLrs. ErnstR. 149n,151n,221 Cn¡nrt¡n, Aiain La belleDamesausMerci 29n Cgei'.rLtER, Maxime 119n,221 Cttonpcxxtxc, JosephF. 158n,221 C¡rrÉrrrNDETRoyES 9,69,169 DAFNE 7.] D.rt-v,Lloyd Vtiliiam 125n,221 D¡xm Alrcr¡r¡Rr 12 LONUIL'IO )Z Dfutnacomediat-5.79, l1I. 149 D¡vro 82 De Arut¡s, Frederick221 D¡ NIczus,Caila 86-87n,221 D¡c¡rtsRro,Pier Candido19n Drvolo, Daniel9-ln,111n,222 D¿r'r.nrtoxn, Alan D. 1), l5n, $n, 15n,69 v n, 70, 9ln, 1lln, 1.11v n, 1'18n,150n, 7 6 2 n t, 6 4 n , 2 2 2 , 2 2 6 Dezircontrael atnordel nundo 29 Dr C¡irurLo,Ottavio18n,114,222 DÍ¡s, AidaFernanda 172n,2J0 Dmo 74 DÍ¡z G¡nn¡r¡s, Ma¡íaJesús18n,222 Dtcunrr-¡. Guiilaume de 1,18n DrLz¡r.rs¡cHeR, P. I2n, 13n,222 DroNrsloA¡nop¡cri¡ J2 Doctrind Philosophctrumin uulgari. véase Bocados de oro Duc,qlttN.lean 12n.222 Durñ¡s,Juande ivusd Ae amof t/)tl DuHErt,Pierre75n,222 Dui.'N-Wooo,Nlarvjane118n,222 Duttox, B¡iani5, 29n,58n,188,222 E¡ru-¡,PeterG. 221 EaeRw'et¡*. Ele¡a 22J EcoNoltou,Georges D. 223 D8 INDICE ONO]UASTICO Ectoo. Aurora1)3n.223 Entpruc,Nicolau Directoriuminquísítorum89 v n, 102, r 0 3 ,1 0 6 , 2 2 3 ELI¡, Maestro Outldede arte 100y n Er.-EAS 7.1 ExruQu¡IV, Revde Casrillaó6 En¡suo, Desidericr Colloquta61, 65 Enr,lsrvc¡uo,Matfré Breuíarid'atztor46-19,55, 119,153, 181 Escoru¡1,El Biblio¡eca del \lonasterio M s .S . I . l Escoro,Juan,véase Juax Escoro Espéculode los legos96 y n Y ARTEAGA, ESPEMBÉ Enrique )7n, 128n. l)4n,22J EstatuÍoshechospor la Uniuersidadde Salamanca(1538)127-128,l31n Eunop¡ 7.1 Eusr,stoDECESAREA Commentariain Exodum 88 91, 105. 106, 187,véaseTratadode cómoal hombre es necesarioamar FpnNÁxo¡,2DE SANTAELLA, Rodrigo Tratado de la inntortalidad del alna 118n, ?)\ FEnNÁxu¿z GrrtÉx¡2, Juan 1,15n, 1.16n, 119n,22) Fen,*ÁNo¡zV¡r-r-IN¡, Emiliano 15, I7 n, 223 Ferux¡NooDE ANTEeUERA, Infante de Castilla 79 F¿nir'aNooV, Re1,deCastilla v Aragón 108 Frm¡Noo, Antoni 139n, 223 F e R t r n ¡ s l .A l i c i a C . d e 4 8 n , 5 ) n . 7 0 - 71 t n . FIctxo, Marsilio Cotnruentarium in Conuiuium Platonis 55n,61y n. 85,86 FtNcu, PatríciaS. 22) FrNor-I,A. M. 101n, 1.53n,22) Flamenca,Roman ,le 67n Floire et Blanchefleur, Histoire de 65 FI-oRrs,Juan de Latlones I/n, l') I ritnJo de amor 29,77 y n. 158 Er¡¡ 110 Grisel 1:Mirabella 158 FI-on¡,sAnnoyur,Lo, FranciscoJ . 93, 22) Flores t Blancaflor, Hístonla de, véaseHistoF¡nrN¡l-l-I,Arturo 82, 223 ria... Fauln¡¡en, Cha¡les15,.1.1n Floresta de filósofos 123 Fsunq10, 74 Fosrpn, D. W. 22) Fro, Nlichele131n,223 FourcuÉ-D¡r-Bosc, Ra]'mond 123n. 136n, F¡Rx¡Nor.s, Maríade LurdesCorreia221 z¿t F¿anÁxo¡2,Sergio223 FouRrlr.¡r-, Ilichard de Frr.r.*Áwotz D¡,M¡onrc¡1. Alfonso,el TosraPuissance d'amoury Conseild'amour I53n d o 1 1 ,1 2 ,1 7 - 2 0 , 2 2 3 Frulrr.R.Charles F. 71, 78 83, 223 Breuíloquio de amort, amiqigia13,22-39, F'n¡r,-crscoo¡ AsÍs, San 82 , 1 9 t, 2 1 ,1 2 2 ,1 8 , 1 7 8 1131 , 1 71 , 181 Sobrelas diez qüestiones uulgares19,)5, 5 4 ,6 0 . 7 2 - t =747, - 7 81, 2 2 ,1 3 7 ,1 6 8 De statuanimdrumposthan uitatn2)-24, 28,37 De optina politia 23-24,25, 28, )1, )5, 3 7 ,3 8 Libro de lascincoparadoxas 21 25,28 Commentaria in Genesim25n Commentarla ln II Reguttj)-35 Cuestiones defilosofíamoral )8 Latnmenlana ut ludices,7. t2-71, 187 Fur-c¡xcro Continentíauirgiliana746 G¡r-r-acsr,n, Patrick66n,22) G¡l-l-¡¡tro, Bartolomé J. 175n Gan¡o,Dino del 53,78, II8 G¡ncÍ¡ Bl¡rco, Manuel41n,221 GancÍ,1CRuz¡oo,Sen'ando13In, 135n,221 G¡ncÍ¡ DELA CoNCH¡,Víctor 121n.I45n. )1 | G¡ncÍ¡ DELA FuENrE,A¡turo 50n,221 G¡ncrr or r¡ Fuexts, Olegario21, 111n,221 INDICE ONOIIASTICO G¡ncf¿¡E Vlr-raueco, GonzalolJln Repetitioin cap.finali de prescriptionibus ú5yn G¡ncf¡ v G¡ncÍ¡, Antonio 15, 17n,221 GanÍN,Eugenio7)n, 221 GeRr¡NoI¡, Juan de, véaseJueruDE GARLANDIA G¡nnos¿ R¡srN¿,Antonio 86n, 92n, 98n, l}ln, 109n,224 G¡scóNV¡n¡, Elena137n.224 GavA,Jordi 83n,221 148n, Grnu, E, Michael 55n, 77n, 1,1.1n, 157n,158n,221 Gestaromanorum 98 Gtlo¡,nrtaN,Martin 149n,221 Gtrn¡x, SanderL. 161,221 GnruN, Stephen126n,221 GIlsoN,Etienne18n,221 Glvz¡uRc, Carlo 105n,224 Gr-u¡a,L. G. 120n,122n,224 Go¡rur, J. \1. 99 Gó¡¡rz DEZAr{oRA,Diego 132n Góxtzz,Jesús15 GoNzArEzDE AMEZUA,Agustín 88, 224 GouzÁr¡zDELA CALLE, Urbano221 Tomás14Jn,151n,225, GoNzArpzRot-Áru, ¿J¿ GoNzAlvEz, Ramón 224 Gon¡oNto, Bernardo de, véase B¡nN,lmo DE GORDOI,VIO Govr,n,John amantis93n Confessio GR¡cl¡¡-o Decretum92 Gneoo,Juande llln Gn¡¡N,Otis H. 57n,225 Gn¡rx, RichardH.22, Gnru¡N¡o, Pablo 103i' n Gu¡l-, Narcís161 ? GUEVARA, Sepultura del amor66, 151152,173 Esparsa a su aniga, estandocon ella en /a catna66-67,68,69 Gul¡nr, ? Art d'amours153n,169 Gunl¡nrro DEMALMESBURY Míracula Virginis Maie 9 tGunlpmro PsR¡r-oo Summade uitiis et uirtutíbusI70 2)r) GurtÉnn¡zAn¿us,María Luz 101n,1i6n. 225 Gv¡na, Joe 15 Gvssox Mo¡-r'perxv,G. B. 7ln Flalltssv, Margaret64n, 89n,225 H¡t n. AlbertG. i9n, 225 HrtpLE, Daniel 225 H¡nÁclno l1 HÉRCULES76 HerurÁx¡¡z AloNso, César14.1v n. 145n, 148n1 , 5 2 n I, J 5 n , 2 2 J H ¡ n N Á x o ¡ 2F, r a n c i s cJo. 5 l v n , 2 2 5 HeRoors110n H¡m¡R¡, MaríaTeresa59n,6in, 87n,225, 2)) H¡n-n¡no,Javier150n,225 H¡uc¡s, Pierre107n,22) Htl¡nró¡-, San92 Hrrrv, Gerold71n,22J Hpóuro 74 Historiade Floresy Blancaflor65, lfin Historia de Oliuerosde C¿stilla¡- Arnis de Algarbe I) )n Historia de París t \/iana 753n Hotrlc¡t-¡, Antonio In Genesitn 25n Hon¡cro, Quinto 100 HowLaruo, Anhur C. 85n Hu¡RrE EcHExreue, Amalio 221 HucH¡r, Jean-Charles6 t-n, 225 Huco oc SANVÍCTOR'5 De substantia dilectionis )2 Didascalicon 86 HUNGRÍA, Miguel de, véase MIcu¡l- o¡ HuNcnÍ¡ I¡copo Drll¡ L¡Na Comnentum in Dantent 1)9 v n IltpERl¡L, Micer Francisco79 Iurrv, Olga T. I$ v n, 225 II.\GALLINA, Salvato¡eSergio 100n, 225 Inuentanlos del Colegio de San B¡rtolo,t¿ ( B . N . P . ,M s . E s p . 5 2 4 )2 5 n , 2 i n Is¡sEI- I, Reina de Castilla 108, 120 Jacono r¡ i-¡ NI¡Rc¡, San J e r n ¡ o n eIsl l r n . I 7 0 240 O\O\IASTICO INDICE, .latdiuetd'oruts76) v n. 187 J¡sóNl0 J¡t,'ss,HansRobert178n,22) J¡¡u¡-¡¡u, Édouu¡dr16n,225 Jr,noxltuo,San1.17 Jnrcxrz DE URREA,Pedro N{anuel Pt't¡il¿nci¿de atnor 736 Jo¡t¡-sor, Ha¡old .J. 1l8n Ion. Monique 23I .los¡s, R. O. 225 Ju.cr'rr¡ G¡nr¡Nrt¡ 167 JuaN Escoro 1.16 J u a N I I , R e v d e C a s t i l l a1 8 , 1 9 . 2 0 , 2 1 , 2 8 , L ¡ , o t . F e l i x7 0 r n . 2 2 7 L¡.coy or LA N{ARCHE,Alberr 172n, 227 Llu¡.t¡x, Paul 1ó1n L¡xrNc;nllo BibliotecaPública M s .H i s p .F . V . X I V . n . " 1 , 5 0 n L r n ' r sC . . S. 167n.22i Letesde ¡tnor, véaseTOzutorLLA, Pere L¿t 5 d Liluor' L) )r7 Lther gettenlogteChristi 15n Libro de Apolonio %, 98 Libro de los buenosprouerbios 12) Lihro de Segundofilósofo 12) Libro del caballeroCifar 13.95n 5r. 79 Llc.c.¡xo,Vicenzo J2n, 22 tJuax II, Re.vde Aragón8J. 16. 161 Llo¡ or N{¡lrtlr, lt{aríaRosa71 r'n, 100n, Juax, Príncipedon 1,{0n 1 0 1 n .1 0 9v n , 2 2 i Ju,cxXXII, Papa89n ,fuaxa,Infantade Castillav Aragón,La Loca Lr-r-E,Alain de De planctu Natura II9 r63 LIot, Renato 111n, I70n,227 .luo¡s 110n Lópzzop.Mrxooz¡, Íñigc.,Marquésde SanJuuren 74 tillana,50 v n., 82n, 1-19 Kelcurrgv,RonaldG. It-n.226 L o p p zn r S r r r r r r r c . r f r a n K¡u-¿R,.|ohn Esten96n.226 Erutrgclios.r'epistolarntor¿li¿¿,los l;2. 22i KELL\',Henn'Ansgar11n,50n,226 LtllrEZOE|lLt ¡t¡Btr., Frrncisco Krxr¡,oE,RichardP. 1)n,226 de la nteCicina62 61,87 88 S¿uz¿ario KLteaNsrr',Ravmond6ln, 8Qn,226 sobrela "Comedia de Anfitriót" Set¡tencids Kouur, Karl 17n,18n,226 61. 65, 68, 169 Kooprt¡xs,J. 177n,178n,226 (luillaume de Lo1¡915, Knlirt¡R, Heinrich 90 (r'éaseMalleus tz¡a/eRrtui,tutle ld Rose16n r' , -r^ JIL'ArUm), zz".t Lon rs, .1.L. 58n. 227 L¡c¡n¡¡, María Eugenia 75,77t-t LL:r,¡sre Hro¡lcr¡, Gaspar 119n L¡c¡R¡¡, N1aríaJesús 121n,226 Luc¿r'¡, Juan de L.lxa, Iacopo della. véase I¡copo D¡lr¡ De t,tta beata 126 Lu<-Ex¡,Luis de LAl..A L¡xno, Ferrantiúanuel Repetíctlóttde atnores 11, 20, )5n, )7n. Preguntacontrael maestrofrat' Lope del 81, 107, rÁ, r20, 121, 123, 125n, Monte y Replicacióncontra el dícho 1 2 6 - 1 1 r ,1 7 5 , 1 7 8 Lucidanos 13 mdestro 71, 78, 78-83.91n Lut-R¡r.ro,Tito L¡¡'c¡. \X/olf-D.1,8n,226 L¡p¡s¡, Rafael68 v n,226 De reruruNature, 14, 61n L¡ucurRr, Friederich58n,226 Lux¡. Alr,arode 25. 101 L¡rx'RaNc¡, JeremvN. H. lt. 19n,4)n,52n, L l x x , C a r o l 7 n , 1 2 8 n ,L ) ] n . 2 2 7 115n,123n,I3)n, 155n,226 Lazarillo de Tormes115.117,114, 1,15 Le¡, Henn' Charies85n,226 Lecr-rncq, DomJean1)n. )2n,,191'n, 50n, 5 8 n .9 6 ,9 7 n . 2 2 7 Llonrr, Jerónimo 116n, 22i Lrull, Ramon 82 Tractatustouus de dsfrologi(t8l 8'+, 180 L L U L LR , o m e uI 5 J - 1 5 1 , 1 t 5 .1 8 i INDICE O1\'OIfÁSTICC) N'f¡c¡n¡o 7.{ MACIAS29 nCafiuo de ntinha tristura> 68 N{¡cr.l¡t',Augus 112, 171,22tM¡o¡ru¡c¡, Salr.adorde 109n.227 211 lv1r,xl,.fuande 2c).7j (r,éase también Tratado t:leanor) Ldbenntode Fortundgg102.101, l}i. 22g N{exooz,rN¡cRrLlo. J. i9,22g N'lL,¡-ÉxorzPtÁrz,.lesús 5jn, 22g X,{¡ozuo A,{¡.'rxotz Pr,L.lt'ct,lvfa¡celino I2i n. 175 n, Biblioteca Nacional i81.228 M s .J 8 8 61 7 7 n Nlnxnxlrz Pro¡1, Ramón .{..1v n, 22E N f s .1 0 0 5 1 59n \lelc¡. Bernat Ms. 12672115 Lil¡re lt Fortrna c Prutlé¡tctal19rt It{¡oruc¡l-, Allbnso de. el Tostado,r,éase Ilgrls.trx. \\lalrer 95n, 9gn. 22g FER\.iNDEZ DE X,{ADRIG,\L,Alfonso Nlerrx.Jcan de trl,illatts t¡al¿:ftcarunt 90 t, n Ilortl¿1¡ ¡1,'l¡ Rr¡sc16. 119, 169 \ l r l r l : s r n t \ X ' i l l i a m d e , r . e a s cC u l r I l o l o r\lp-rÍ.r,Hernán 17.1 DE ]!IAI]UESBL]RY I I ¡ r ' ¡ n . P a u l . 1 7 n ,1 6 7 n , 2 2 g \l.lx¡lll. Gianozzo 7c)rt I I ¡ i . l l - l e l , I a n 7 1 n ,2 2 8 X,{.r:iruque,Góntez 75)n IIlr;r,'rL DE HLTNGRI.{ Re.rptc,rtaa la C¿t¡ de btteu¿ nol¿ 157n. QruJrrgt'sintdleI'tge sa/ntis 110t. n,225 1_58 r\ltc;t.,eL,Emilio de (r9n r\llNrueLrE,.for-ge167 l { r x s l s , A . . 1 . 1 1 . 1 n2, 2 g A,I¡xrr¿1,Don Juan XIIeUELy PL¡x¡s, Ramón l5ln, 16:n, 22g E/ Cct¡tCe, Luc¡ror lll t\lonEDA\O,José Nlaría 9gn, 125n,22g Xf¡nc¡, .lacobo de la véase Nloxen. Francesc Jlr_oeo or l,r ll,rRc¡, San Senucjupctr/u nuerle ¿/eltuttot.(de su ,trI¿_ t\I¡Rcer, Ravnond 5)n, 61n, g)n, 227 jtt de dluor) 29. 162. 172-17t. N{¡nr.r¡lrs. l,figuel 68n, 227 177. 179, 187,228 Nlrncos RooRrcuEz, Florencio 25n. )6n, t\foxEn, .Jtrac¡uín lvlanuel de 17)n, 22g 129n, 1_i0n,I3)n, 227 ñ'loxrc. Frav Lope del Nl¡nt¡, Reina de Castilla 2.{ Respttc,std conlru Ferr¡utt],[uutteljl.7g, .N{¡2x¡o, Lucio J7n, lJ0 19_8) Repetítn tle uerboJ'ero I30 lúctxlnu¡r'oR, .lorge de Nl,rRu'rrorrr, Guido Il7n, 22i Did¡t¿t 61n Itl¡trilx, .lurreH. 57n, 68n. 22i N{oxrrRo C,urrnrln, Enrique |In, 66n,22g A,I¡nrir \¡, Papa )6, 127 yéaseCoustitutiottes N{oxresrxo, Ambrosio N{ARri).rEZ DE ToLEDo, Alfonso Epístrtlast'et'ange/iospor todo e/ ario Arcipresfe rle Talauera77. 19, 99, 102 1 0 9 .1 7 0 _ 1 7 11,7 5 , 2 2 8 NLlnrtrcll, Joanot lvicrnrtrs,N1aría121n. 125n.22g 'ftra¡tt lo Blatch I19n Morurr.lle . N{argherita76n, 127n, 22g X.I¡nrrrs, Mário 227 Nfonr.os.Bienvenido 15 Nl¡srrns, R. E. L. 85n.22i N'llrttpur',JamesJ. 161, 22g Nf.rrulx¡. Barbara 111. 117, I2ln, 125n. 126n. 110n,227 N¡nu, BrrrnoTn. 122,229 NlcClruir'. William C. 227 NESRIT¡. Elio Antonio de 129. 110. 1l-+ NIcGRtc;on,.lamesIJ. 228 Repetitio de tnensuris128n, ll0 r, n, 115 l\lcPulrlurs, D. \V. (r9n. B7n,22g Repttilto de utt¡ttr.ris129 N{c\'¡Lt;lr. }1. R. 56n, 5gn. 59 Repetitio de htspanorun quortut,l.t,ut,,, 1.n, ó0n, 228 rruptis literttu tn t,ctcibttslj ln X,IEDE.\. l0 Repetitio de peregrittdrutt,/ict,;r;,;:,,. X,lgur.r. Gonzalo de 1..1.1. ¿cce¡tltt7J1 14i, li| '\ 11 INDIC,E ONONIASTiCO NEGRI, Francesco scribendiepistoltts115 r' n, Opttsculurn 229 N¡rso:r-, .lohnCh. 53n,229 Nrn'¡r', F. X. 219 NIcorÁsY. Papa1.29 Ntlen, .luan Fornicdrius 90 91, 10t, 106,229 NlcRo,Salvatore S. 169n,176n,229 Nouelamoralde Graci¿ín 82 Nuñrz, Hernán Glosatt lasTrescientas 100-101,rc5,228 NúñEZ.Nicolás P¡r'r¡, Mario N, 229 P¡z y MÉt-r¡,Antonio 18n,1.11n, 229 P¡oRoB¡nsurRr Repertctrtun nora/e 116n,279 PEnRoo¡ P¡r-uon91 PennoHtsp¡Ncr .)ilm/1ll/lLlA- l¿ I Ptñ¡, Francisco 89, 102n,101,101 P¡xN¡, Mario 116n,210 P¡nu-oo, Guillermo,véaseGurt-l¡ruvoP¡R{LDO P¡nrrnc,Michela83n,230 PÉ,n¡z r¡ GuzuÁx, Fernán79n PÉnrzPnrtco. MiguelAngel99n,230 ivllSA Llc' 4tilOr | / )n PERIñÁN, Blanca162n, 161n,li3n, 175n, N v c R ¡ x ,A . ) 2 n , 1 6 7 n , 2 2 9 176.vn, 2)0 Prnorrt, Niccold115n 29 OI-ttER,Francesc PERnr'. Ben E. 125n,23Q Orlr¡uo. FélixG. 129.229 Pnsr¡x¡, Ah'aroBrr¡o 172 Oñ¡rE, N{aríadel Ptlar229 Ptlru¡nc¡, Francesco 31, 122 Onco 74 De renediisufriu:qutt'ortunae 35n.lITn On¡st¡rrl,.Jacob 8,1n,L26n,135n,110n,229 De uita solit¡tria 35n Osrt¡,,Pedrode )7n, )8n, 129 Jecreluilt II/, I)J Ovroro 11,12) Epístolas seniles I20 100,101,101,166,168 Ars antatr.tria I ruOilJt ttJ I RenttJi¿atnuris6J, IJTn Picatrix 76 y n Metanorpboseon libri 30.67n,92, 16) Ptccor-olttxt, Eneas Silvio Heroilas115,113 Amor(s I)¿n ntJlona de duobus a,4anttbus lu/, l r) PIcclrs,Jules 173n,230 On'sr, G. R. 229 Ptcor, Eniile 16ln, 210 Pierresde Prouenzay la linda Magalona 75)n P¡crr¡co, Arsenio153n,229 PrirtpÁo,Alvaro da Cosra 172n,2)0 P¡coElr,AnthonvR. D. l9 y n.229 Plt'¡cRm, David 76n, 210 P¡Lsr'-CI¡,Alfonsode 17n PIsaxt, Ugolino Paliltn¡No, Lorenzo119n Pbilogenia 136 P¡r-uog,Pedrode, r'éasePpoRooE P¡LLros RepetitioZanini Coqut 136 y n \ P.rxo¡Sxr', Eru'inó1n,80n,226 Pr-¡róx 27, 28, 55 P¡ruqotr.*¡s, Alfonsode -14 Poctt, Jaime 15,2ln, P¡n¡, Gerard46n,229 Poena de Allonso XI 70-71 P¡nÍs PolrzI¡xo, Angelo 117 v n BibliothéqueNationale PoRruc¡l-, Pedro de, Condestable20 N { s .E s p .5 2 12 5 n , 2 7 n , 2 8 n),5 n , 1 4 Pnr¡ro, Antonio 1,15n,151n, 1i2n, 155n. yn 230 París y Yittna véase Historia... PnopeRcro 100, 149 P¡nxrR,AlexanderA. 48n,229 PRos¡RptN¡7,1 Pamru-¡, Carmen 15, 107, 114n, 116n, Proloirrso, Claudio 157n,229 Centiloquio 7), 71 P¡scu¡l-.JoseAnronio15 PuÉRror¡s, S. 58,7), 122 Pau,Jeroni152n Ptrlc¡n, Fernando del 17n IND]CE ONONÍÁSTICO Q u a c r t o ,A . E n z o7 8 v n , 8 2 n , 2 3 0 QuER,Pere15,161n,188 Q u r ñ o N mS. u e r od e i 1 , 7 5 , t - 7 Qurnós,Franciscode l)2n 21i Rouc¡lroNr, Dénisde 211 R o u x o ,N i c h o l aG s . 2 7 n , 2 8v n , 2 ) l RoussnI-ol,Pie¡re32n,232 Ru¡ró B¡l¡curR, Jorge 163,T2 RuccERro, MichaelJ. 85n,95n,102n,107n. )\) RqcEI-,Alí Abén véaseArÍ A¡Éx R¡c¡lRutz,Juan,Arciprestede Hita Rrusur, Franz2)0 y LrNcs.Rafael179n, Libro de buet amorú, 25, 1I-1r-(coplas R¡"vÍru2DEARELLANo 2)O LXXI-LXXVI), 51-16\dem), 70-7) (coplasCLXVI-CLX\,TI),74, 79, 119, RA,SIS 58, 61 132,114n,170,171,178 Ra*ra,Juande llln Russ¡l-l-,Peter 85 I' n, 87n, 89. 90, 106, Rr,q'Io¡ LA Rr\¡A,César12,2)0 112n,232 R¡nu¿R¡r, KlausI7n, 210 RÉt¡Au, I. S. 1ó2n,172n,2)Q S¡LanaNc¡ RÉrrcxv,Jacquesde BibliotecaUniversitaria Repetitiones13l Rrv-Fl,cuo,B. Il2n, DQ Ms. 1711ó0n Ms. 1761124v n fus¡RA,Suerode I V u S AA e A t n o r r | ) n Ms. 186627n M s .2 1 7 82 2 n , 2 1 n , Rrc¡.ruo DEsANVfcroR Dequattuorgradibus carit¿tis M;26$ 12-16 uiolent¿e )2n S¡rv¡ooR Mlcu¡r-, Nicasio15, 126n,173n, RrcHr¡n,Reinhih17n,2Jl 181n,232 Rrcurno¡EN,Erich von 77n SAN{oNÁ, Rrcr¡trs, PeterT. 47n, 18n,50n,237 Carmelo114.vn,232 Rlco, Francisco15,42-16,)1-)6, 115v n, S¡N P¡¡no, Diegode 1 1 7 ,1 ) 0 , 1 5 2 n 1, 6 2 n 1 , 6 1 n1 . 67n,237 Sermónde anores 120, úJ, 13;, ltr2, r 7 2 .t 7 r . t i 6 , t i t . Rreu¡,n, Manínde 29n,I6)n, 164n,218, DI RostN,L. 55n,81 Ctírcelde atnor 158 Ro¡lrs, Laureano, Arnalte ), Lucendal58n )9n, 2)7 Rour, E. 50n,231 S¡x Vfcron, Hugo de, véaseHuco r¡ s¡r.VÍcron Ro¡nlcu¡z DELPADRóN, Juan136 Sieruolibre de amor 29, 125, 143-156, S¡N VÍcron, Ricardode, r'éaseRlc¡Roooe rr7,159 SANVÍCTOR SÁ¡.CHEZ DEVERCIAL, Bursario143,154,157 Clemente por a.b.c.96-9r-, RornÍcu¡2, Isaías 77n, 23 7 Libro de los exenplos RornÍcurz-MoñINo, Antonio 66n, 23 1 98 99, 105 RocERs,Katherine M. 165n, T1 S ¡ N s o x) 0 , 5 7 ,5 8 , 7 2 Ronr-¡xo DE LAN-cBEHN, Regula 158n, 176n, S¡Nrnco-OrERo,Horacio l7n, 2)0 S¡xtrlr¡N¡. Marquésde r'éaseLopEzoE T1 Rol¡s, Fernandode Mexooza,Iñigo 14,15,20,571'n,ó7-70(Aucto Saqueno SuÁn¡z-Solror--r¡,Pilar 1-{ln. Celestitta 154n,224, xIV), 70, 85-86,87 88, 9r, 105-109, 232 111,117,121,123,121,126n,136- S¡ron-n¡Gnau,JoséJoaquín82n, 42 S¡runNo,esrella79-81 1 3 7 , ] J 8 .r 5 5 , r 7 8 Rolo Onc¡to.Timoteo22n,231 S¡rr, Fritz 61n.80n.226 S c ¡ c r - r o x ¡A, l d o 1 1 9v n , 2 3 2 Rolt¡¡'o, Vicenzo77n, 168n,2)1 Roeu¡s,Nlario69n,237 Sc¿n¡s¡t-t-1, Luciano149n,232 KOLBALTD,5\'h'raZJI Scn¡ru-r, RudolphIlJn, 2J2 244 INDICE ONO\IÁSTICO ScHt¡voNE,Mario 55n,2)2 Sc¡lx¡r¡-,Rüdiger12n,232 Scorps,Emma15 Sroeño,Juan Coloquios de amor\, bienauenturanza 61 Sr.cot,t¡ Biblioteca de la Caredral 8ln SrcRr,Cesare48, 15Jn,D2 S¡cuxoo, Filósofo176n,124;véase Libro,le Segundofílósofo TsorrpsoN,Bussell B. J5n,12t-n.1. 0n,T) Tson¡¡uxr, Lvnn J7n, 8Jn,8in,2)j Tresmsl0 Ttr-rrrR,J. Y. 182n,183n,23) ToirtÁso¡ Aqurxo, Santo SummaTheologtca )2, 15, 16,52, 61.89, 1 1 8 ,1 1 6 - 1 1 71.5 1 ,1 6 7 De uentate116-147 ToRo-G¡Rt¡r'*¡,Fernando2-3 J Tom¡,, Fernandode la SEIÍiR,{IÍIS ]O Libro de /asueintecdrt(lse qüestiones 78n SÉs¡c¡, Lucio Anneo 29, )0, 32, 11,77, 116, Ton¡o¡lr-¡, Guillem de 123 F¿utla119n SÉNec¡, Ps. ToltnrrELL¡,Pere29 (Lthro de dmoltest¿tDe lega/tlbusx:nshtutxs Cdftdeil respostd a Francesch Ferrersobre mientos e doctrinas)12), l25n . ¡ u ee sg r a t6 0 n .0 2 .8 1 . 1 t l , 1 8 0 S¡xlrr, Denis P. D8n,232 Cartaa MoséaHugo(Let'esde amoi 62, S¡nrs, Guille¡mo 19n, 2)2 81,81,181 Serx¡ónde antores{s. XVII) 176n Maldezirde muferes130,135.164,166t, Sermonjo1'eux defrére Guillebert 177r.r,178n n, 111 Sermonjoyeux pour rire 178 Razonamiento en defensiónde las datnas SERRq,r.-o PUENI¡. Francisco 1'l5n 166n,180 SETH]O Tost¡no, El, véaseFeru.*Áxorz DE MADzu. S¡t¡ru¡, Dorothl' 68n, 138n,232 GaL,Alfonso SHav,,JamesE. fin,232 Tragicornedia de Polidorot, CasandrinaI)iSrcrr-r¡No,kalo 12. 2)2 108 Sllr,r.srRr. Bernardo, véase BEnx¡Rto Stl, Traladode an¿or(ar¡ibuidoa Juande Mena) VESTRT 8 1 , 1 0 1_ vn , 1 0 2 ,1 3 9 n 1, 5 6 - l 5 i Sxou', Joe 106n,2)2 Tratadc.t de anores lB.C.. 5 J-2Ol l)i, 136 Sócnlr¡s 28 Sozu¡ Olrr¡¡o, And¡és 55n. 23) Speculumlaicorum 96, 98 SpR¡.Ncr,R, Jakob 90 (véaseMalleus naleficarun),229 Sroccut, N{anlíoPastore117n,220 Srnrlr, Fiorence 2J_l SucHl¡R,\X/ahher 125n Suz Rurz. Nfaría Ángeles II6n, D) T¡lt¡n ll, 7¡1,91 Tarta, Juan de 173n T¡R¡¡-t,t, Velasco de, r'éase \¡rL¡sco ¡r T¡ruq¡¡r¡ T¡r8,,RobertB. 17n,23J T¡yLon,Barrr.15.27n.123n,23i Tr¡ao,l, FranciscoElíasde 2jJ TESEO 7.1 Thebatda,CotztediavéaseComedtaThebaida Yn Trata,to de cótno al hontbre ¿s ttecesario ¿mar 11,20,62,701 , 0 8 ,1 1 3 _ 1 2152, 6 ,D 7 . 140-1.+1, 150,152155,157n,158.159, 1 6 8 .i 7 0 , 1 1 1 ,I t - 5 ,1 7 8 ,1 8 1 Tristedele¡Íacion 29, I58 v n, 16,1n TRorrrn, DouglasC. 69n, 109n.B) TRoyes,Chrériende, r'éaseCunÉrr¡x or TnoyEs Tus.{cH,Frederick C. 96n,98n,11Ln,Tj TlrpEr,AnneN{arie100n,2ll UN¡rtuxo, Miguelde 72 Um¡¡, Pedrode 180 UnRE¡, Pedro Manuel r'éaseJlirrÉsrzor Unn¡a, PedrolVlanuel Unni¡s,Hugo de ó2,8J, 81, 181 En laorde lasrnugeres 179-180 Ii\-DICE ONOIIASTICO V¡t-¡wct¡, Diego de 18 V¡r-rnt, Diego de 116n V¡rERo G¡ncÍ¡, Pllar 128n, 2)3 V¡N Ho¡cx¡., \X/illv 2ll V¡n¡r¡, JoséLuis 152n,23) V A Z ( ? L LDZF B t \ l r o . C o n c e p c i ú n5 9 n .l 1 l YÁzeurz JastrRo, Isaac18n. 19n,2)J Vr,r-¡sco DE TARANTA67 V E N U Se,s t r e l l a/ ) , / ' , - ó ) V¡ruruvcx, P. 176n Vpru,*tl,Juan8)n.221 \liajes de Sar Brandtin 719n Vrc¡Nt¿ DE BEAUvAIS 58 Spectrlumtloctrinale 110 ¡' n, 218 Gil 162 r'n VICET,*TE, Tragicomediade Don Duardos 81 ,Serttón ,l¿ amor \del Auta t/asludasl ).r-2, t77 Vtcr¿,x¡, Martín de Comentari a l'oEconóníca" d'Aristótil 1)9n \'ída de san Anaro I19n Vr¡nc v CLA\trJo,JoséIl{n. 2)) \lige salutis, r'éaseMIcu¡L DF.HUNGRÍA VrcIER,Frangoise115n, 23) Vl-¡t-r-oxc¡, N{ariángela152n. 234 VlLa¡'ot¡A, A¡nau de De atnoreherotco56n. t8, 59 60 De parte operatíua59n, 2)1 Vl-L¡Losos, Francisco de, r'éaseLóPEZDE Vl-l-¡l-osos, Francisco VIlr-Epl¡u, Alejandro de, r'éaseAlrJ¡NoRc,r DE VILLEDIEU VILLnN¡.Enrique de 92. 119 Glosas¿ la Enetda 19, 86-87. 1-16 Epístola¿ Suerode Qutioues 7l-,7 , : 79,91n Els dotzetreballsde Hércules76 v n. 2l-1 \Ir-r-osl.rn¡, Bachiller 112n, 1-{1 Vrncrlro, Publio Bucólicas89n, 92, 100 Eneida 116 Yitds Patrum 98 V l l , P a o l o1 ) 6 n . 2 ) 4 \X/¡cr, Marv F. 21.1 \X/¡lsu, John K. 12)n, I21n,2Jl \X/EBBER, Edrvin.T.1.36n,231 $,'gLx¿tHUt's¿--,Andries 2Jl rX/¡l-rneR.Hans 57n, 58n, 2)1 \X/¿sr,Geofl¡ev 21.1 \Y/utNxoilt,Keith'18n, 57n, 67n, 69n, 109n. 1 ' 1 1 n1, 5 7 n .1 6 2 n ,1 7 5 ,T 1 \\¡urr¡oun¡r, Ch¡istineJ.77n. 15)n, T1 YNDURÁIN,Domingo 15, ó9n, 144n, 155n. 157n,2J1 Z¡u¡Rr¡s. Anthonv N. -18n,5ln. 5ln, 70, ¿)1 22n.)8n, 2)l Z¡irroR¡,Hermenegildo ZoNr¡, Giuseppe 55n,D1 ZurrucrR.Paul178n.2l'{ ifilt\tNN\\\\\U\ttttttttttt ÍNorcp cENERAL lrctroducción 11-15 Capítulo primero ALFONSO FERNANDEZDE MADzuGAL Y SU BREI{LOQUrO DE AMOR Y AMTQTQIA IvII L t -- J 9 Capítulosegundo DE AMOR\' PEDAGOGÍ¡,L,qENCRLICI.IADA DE SANBARI'OLOME 1r-56 Capítulo tercero Y DETERMINISMO ASTROLÓGICO EGRITLIDOAMORIS IvII 5 7- 8 1 Capítulo cualto AMORY MAGIA 85 - r12 Capítulo quinto AMAR EL TMTADO DE CÓMOAL HOMBREESNECE.',4RIO PARÓDICOS UNIVERSITAzuOS Y OTROSTEXTOS 1r3 11r Capítulosexto LOS PzuMEROSPASOSDE LA FICCIÓN SENTIMENTAL A PROPÓSITODEL SIERyO LIBREDE AMOR r 1 ). r 5 9 218 INDICE Capítulo séptimo DE AMOR Y PEDAGOGÍ¡,T,X IOS AMBIENTESCORTESANOS 161- 18,+ Apéndices Nota preliminar 1 8 7 -1 8 8 APÉNDICE1 QuomodoSampsonsemperamabatmulieresphiltstinas 1 8 9 -1 9 0 APÉNDICE 2 Qui maleficidicantur r91 - 193 APÉNDICE ] Fn¡Nc¡,scMoxen Sermónde amores 195- 201 APÉNDICE 4 Fn¡Nc¡sc AI-¡,cru, Sermóde amor 205-211 APÉNDICE' BERN¡n¡oor GonooNIo Liliun medicine 2ú - 216 BIBLIOGRAFÍA 2fi 2)1 ÍxoIce ONOMASTICO 2i5 - 215