1 - Raco

   EMBED

Share

Preview only show first 6 pages with water mark for full document please download

Transcript

D o s cuevas preliistóricss de Ti-visa (provincia de Tarragona) Por S. VILASECA A la memoria de ABDÓNBARCELÓCI El término de Tivisa, conocido por sus estaciones de a r t e rupestre y por el poblado ibérico, en curso de excavación, .del Castellet de Baííolas, notable por su tesoro, así como por los hallazgos d e época romana efectuados en las inmediaciones de l a población, la antigua TIRTSI, segfin estampillas que exhiben los vasos descubiertos, e s de los más extensos de la provincia de Tarragona y se halla situado entre el río Ebro y el Bajo Priorato, en l a región de los Ilercavones. Como hemos notado en otra parte (l),resaltan en la provincia de Tarragona tres grandes fajas culturales bien individualizadas y caracterizadas por lo siguiente. L a oriental, que comprende las cuencas de los ríos Gaya y Brugent, afluente del Francolí, y lax elevaciones situadas inmediatamente al N. y O. del Campo de Tarragona, ofrrce un conjunto riquísimo de cuevas (Salomh, Cartaííá, Arboli, Escornalbou) pertenecientes al Eneolitico p a los primeros períodos del Bronce. La segunda faja, central, se extiende principalmente por las cuencas d e los ríos Montsant y Ciiiraiia, y fné asiento cle una tupida red de talleres de sílex, ~mplazariosen abrigos o a1 aire libre, cuyos habitantes aprovecharon l a primera materia procedente de las margas yesíferas oligocéniras del Montsant y sierra de la Llena, desde el Musteriense y Aiiriííaciense y por evolución ulterior de éste, hasta un epiauri- (1) ''Lo industria del silex, etc.", Ííaciense rnicrolítico inuy tardío (i,capsiotardenoiuie~~se?) ; pasando luego por un Eneolítico influido por las culturas nlmeriense y de las cuevas y extinguiéndose en edades posteriores. 1,a tercera zona, situada en las proximidades del Ebro y cn relación con poblados interiortbs de l a provincia de Léritla y con los del Rajo Aragón, se caracteriza por cuevas, poblados y necrópolis hallstátticos g ]~osthall,athtticos,a6n inéditos. Las 110s cuevas que nos ocupan pertenecen a este grupo y radican airibas en el término de Tivisa. Son l a Ciieva (le1 Janet y l a Cuevnlrtns dr nrenisca (le 1st Cueva ii;ro ( 1 : 1'6) LAM YIJIII -- LAM. XIX vería, que d a nombre a la sierra, cuenta con 110 1ial)itantcs y forma parte (le1 tlistrito muniripal de Tivisa, 7 relieve a~lrededordel cuello del vaso, con o sin a s a vertical. Er general se t r a t a de recipientes de no grandes dimensiones, comc el que rc?prodiice la lámina IV, níim. 2, el cual mide 320 mm. d4 altura, y 170 d e diámetro en su anchura máxima. Pero no faltar los grandes vasos o tinajas, de panza abombada, con el cordór único y asas entre éste y el borde biical. E n segundo lugar, por orden de complicación ornamen tal, exis ten los grandes ejemplares con cordones circulzlres disrjuestos E distintas alturas, perteneciendo a este rrupo el f ragmerito de 12 lkmina VI, núm. 2. Otras veces los mismos relieves se reúnen en fajas paralelas, como muestran los fragmentos reproducidos en l a lámina VII, núm. 2, ángulo inferior derecho. La misma tendencia a l a combinación de los elementos decorativos se observa en el segundo fragmento de la propia figura y en el de l a lámina V I I I , número li.Por excepción, tenemos un adorno en forma de circunferencia en el fragmento de l a parte inferior izquierda, de l a liimi. n a V I I , fig. 2. E l borde bucal w presenta a veces en forma de bisel, cortad( de fuera adentro y de arriba abajo; otras veces exhibe hoyuelos (Lám. VI, núm. 3) o incisiones, y otras, un ancho surco para recibir l a tapadera o quizá, más probablemente, para evitar, colm,hdolo d e agua, l a penetración de insectos en el recipiente. Como interesante ejemplo de esta especie, tenemos el ejemplar núm. : de l a láinina V I I I . Tres tinajas del mismo grupo esthn reproducidas por l a lárni. n a VII, núm. 1;lám. VI, núm. 2, y lám. IX. La primera es de forma cilíndrica y d e cuello liso y estrangulado; presenta cordones cir. culares; en l a s zonas intermedias, cordones verticales y en zig zag y entre los más inferiores de los últimos, pezones deprimidos. La segunda es de cuello estrecho y panza abombada; s u ornamenta. ci6n consiste en cordones circulares y un cordón ondulado en 12 parte superior. E l gran ejemplar de l a lámina IX, cuya altura a l canzaría unos 80 cm., presenta el borde cortado en bisel y el cuellc estrangulado e inclinado hacia afuera. Su rica decoración con. siste en lo siguiente: una línea d e hoyuelos inmediatamente por debajo del cuello, una zona con las asas verticales adornadas con triple cordón, un cordón circular, un zig zag también de triple cordón, y hasta l a base, otros siete circulares, limitando seis zonas o fajas paralelas con tiras verticales o con zig zags, arcos u ondulaiciones serpentiformes. Dos w e v a s prehistórica.^ de T i v i . ~ a 167 La arcilla de estos vasos CR relativamente fina y en general rle color rojizo. 811 confección, ;)parte (le su complicación decorativa, alcanza un grado d e perfección técnica muy superior a l que presenta l a cerRmica (lenominada "de las ciievas". La especie incina es l a mfts escasa en la cueva del Janet. Los fragmentos representantes de l a misma se reducen a los reproducidos en l a 1Iámina 111, niíms. 6 y 7. El primero es (le arcilla graniilosa y color obsciiro y exhibe una línea sinuosa profundamente incis:~alredcrlor del ciiello. E l st~giindo,perteneciente a un cuenco (le linos 18 cm. de dikmetro, cs de arcilla arenosa y color rojo; su decoracicn consiste en amplias incisiones trazadas con poca reg-ulai.ida(1 alredeclor de l a boca. 8ecci6n aparte merece l a (*erhmicaadornada con surcos ncanalados. tanto por sil ahiindancia como por siis variados tipos, de . los ciiales e s el mha comíin el vayo bitroncocónico de ciiello inclinado hacia afuera. Sii pasta r s siempre fina y negruzca, carbonosa, y s11 superficie, finamente piilimentada, cle iin liiatre a veces metftlico. liicliiímos en el mismo grupo los ejemplares qiie careciendo d r decomciím acanalada corresponden por sil perfil a tipos adornados con siircos y cstAn confeccionados con la misma clase de pasta y cocidos lsegiin l a rriisma técnica qiie Gstos, a iin fiiego reductor (Lhm. X, niím. 2). E l acanalado se limita y localiza, en los casos mhs sencillos, a surcos oblícuos, casi siempre dirigidos de arriba abajo y de derecha a izquierda, sobre el canto íle iinií~ndc loa dos conos, tal como se aprecia en el fragmento níím. 5 de l a lhmina X y en el vasito de l a lámina SI, níim. 1, ciiyo iliRmetro mAximo miar 73 mrn. Otras veces se ofrece (ln siircos circiilares sitiiatloi en In parte más inferior del vaso (LAm. X I I , níím. S), continiindo con círciilos conc6ntricos rn l a base (L6m. X I I , niím. 3) ; en algiinos casos, estos surcos presentan distinta ancliiira (LRm. X I I , niírn. 5 ) . Jlhs excepcionalmente, la ornamentaciím sr localiza excliisivamente en el asa, en forma de acanalados verticales (Liím. X, niím. 6). Pero l a parte comiinmentr adorna(1a es la que corresponde al tronco de cono ~ u p e r i o ry l a decoracií)n mhs corriente y asimismo mRs sencilla es l a de iina serie de acanalados circiilares o paralelos, en níímrro variable. E1 prototipo de esta modalidad e s el vasito de l a lAmina XI, níím. S, cuyas dimensiones son: altura, G9 mm.; difimetro bucal, 83; ilihmetro de l a b a ~ r ,48; dikmetro m5x:mo, 110. La magoría de los ejemplares van provistos de asa, . cuya base de implantación está a veces limitada, :i cada lado, por lino o nihs siircos verticales, como se observa en el de l a 18min;i S I , riúin. 3. Rxistei~variilntes en las ciiales l a serie de siircos c i r c ~ i l a r ~se~ srlescompone en (los o tres fajas de (los, tres o más surcos, vomo ociirrc en los fragmentos 10 y 13 de In lámina X, tlando lilgar ;i zonas lisas intermedias. Pero son mks niimeroaos aquellos ejemplares en los ciiales estas zonas se presc~ntan adornadas con variadas combinacionrs tle acan:ilados, adoptando las disposiciones sigiiientes: 1." Fkries de siircos oblíciios. 2." Series d e surcos formando zig zag, limitando esj)acios triangiilaww. 3." e r i e continiia de siircos oblícuos. 4." Con los espacios triangiilares rellenos de siircos inclinados. 5." Siirctr~,inclina(1os en (listintos sentidos. De todos ellos tenenios ejemplos en las Ihminas X, S 1 1 y XIII. I3n ciertos casos, l a faja ailoriiatl,~presenta iin abombamiento qiie contribiiye notablemente a aiimcnitar la belleza (le1 va*o (Lám. X, núms. 9, 12 y 14). Los elemcritc~stlccorativos eniinit:rados se reúnen a veces, dando liigar ;I varint1;ix comhinsciories, como resiilta en los ejemplares 1 y 4 ilc la Ihrriina XII y 6 de la lhmina X I I I . E l primero presenta asitiiismo, iiii interesante clibujo de base, en forma de esv!~stica. I'or excepciOn hallamos surcos curviline~sen el ejemplar 2 de la lh~iiiriaX I I I , y lioyiielos cupiiliformes en el 1.5 de l a 1Amina X. El v:ixo núm. 2 de l a lhrninn XIV, es una urna bicónica que rnitlc -020 rnni. de altiira, 110 dc diámetro bucal, 2:!5 de diámetro nihsimo y 60 (le di!lnietro en la base. Su cuello se inclina hacia nfiickra J' por debajo tlcl mismo siguen una serie de seis surcos rirciilarcxs, iina fajti tlc siircos oblícuos, con abombamiento de l a 1)ar.~tl,c*iiatro S I I ~ C O Sl~orizontales,grupos oblícuo~de S I I ~ C O Sforinanrlo fleco, y los siircos ol~líc~ios sobre el canto de iinibn, m8s aiiclios inclinaclos que los anteriores. FAUNA. Los .restos 6sros de mamíferos m clasifican entre las especie^ sigiiientc?~:Una man(líbii1a ilr Canis v ~ ~ l p e aun ; maxilar wuperior de Canis sp.; iin colmillo rlcl iin joven Rus y otros dos de jabalí adiilto; varios molares siiperioreu de Cervics capreolns; iina punta de n ~ t acle un peqrieño CPMUR;un trozo de aata grande y un molar irifcrior de Ooia arie.~. También apareció iina valva de pectúnculo. Dos czhevas preh&vtóricas de Z'ivisa denomi nación I3e Cueva clel Janet, significaría cueva del 60.brujo. Tarito en Cataluña y Baleares, como e n otras regiones1, Joan I(Juan), ,Jan, J a n r t , Joana, J a n ¿1, etc., eguivalen a lo r n iirno. ~ Ciieva cle "d oan)' de Os de Balaguer, '(Bon J an7> , << Joan peti t que ball:a", ('don Joan de 8 a Bufera", el1 "Joane t7' de Pra- - - -des, erc., etc., son tantos otros ejemplos bien conocidos por '-etnógi , . . L ~ > .?~, - IVA DEL MARCO En el extremo ~ \ o r r ea e la muela de Perelló o del Mas de Capsir, en el término de Tivisa, se halla situada la Cueva del Marcó, explorada por \ T c A ~primera en 1929, por nuestro amigo y colaborador don Manuel Mata, de Reus, a quien se deben los prj. meros ha1lazgi ol6gicos rfectiiados en ella. Diata uno^ &metrosd e Capsanes, cuya pobla ción ser.via - ., de base para los trabajos de excavación emprendidos el ala 'r de febrero del citado año. La p r imera ppiarte del itinerario seguido, era el camino de l a F o u ; se bordeaba 1 luego l a riera de l a Val1 por su margen izquierda y se continuat)a por el camino de l a Font Gran y del Coll del Teixar o de la. Portellana, situado a 680 m. sobre el nivel del mar, entre el Coll dels Vells a1 N. y el Montalt al S. SE., punto d e separaciím natural de los términos ae Capsanes y Tivisa. Poco antes de la Portellana se encuentra a la derecha del camino y jiinto a éste, la Cueva de las Dos Bocas, cuya excavación, efectuada en octubre de 1928, di6 resultado negativo. Desde el mismo Coll se desciende rápidamente hacia el Mas de Castellnou por la ladera del Montalt, que se deja a la izquierda. Desde dicho Mas, en cuya8 inmediaciones 'se halla l a fuente de la Roca Foradada, se atraviesa el barranco de Mussefra, el cual, aguas abajo, cruza por Sierra de Almors y después de reunirse con el riachuelo Asmh desemboca en el Ebro. Se asciende seguidamente por l a vertiente izquierda del Recó del Covás, por un camino de herradura, que tras constante zig zag conduce a la cumbre de l a 31iiela de Perelló, o por el canal d e l a Vizcaina, menos recomendable por sil fuerte y accidentada pendiente. La Cueva del Marcó se abre en l a parte superior de! este cal?al y en el extremo Xorte de un escarpe de calizas jurásic :as que :ro- - dea l a altiplanicie de l a Miiela. De Norte a Poniente, se extiende el Bosc Segre (Lhm. S V , núm. 1). Desde el camino del Recó, se toma el tlel Mas (le la Mafla y antes de llegar a este liigar, se abandona el camino para bordear e1 escarpe hasta la misma ciieva. El Mas de La Mafla (lista 2 kilíhmetros de l a cavidad. 1)csde l a ciieva, se descubre un vasto panorama sobre l a cuenca (le1 Ebro y el trozo comprendido entre los kilúmetros 18 y 19 de la carretera de Mora a Hospitalet, entre Tivisa y e1 collado de Tl'atges. Lqa cueva tiene dos aberturas. L a situada freii:e al Sorte se abiv en el, mismo escarpe, a unos tres metros por (1rl)ajo de la me~ e t (le : ~la Miiela y es de difícil acceso. La que da cnni:i a1 SIS. (Lhmina XV, S) es la situada sobre e1 canal d e l a Vizcaína y cs fhcilmente asequible: forma un espacioso vestibiilo (lidastomatlns en estas 111andí1)iilas: iiIa - -. . bicondílea . . . . . . . . An~httrahi~oníaca Id. Id. hicoronoidea . . . . . . . Anchura de la barbilla . . . . . . . . . Anchura de la rama . '. . Altura de la rama . . . . . . Ciierda gonio-sinfiaia. . Id. cóndilo-coronoidea . . . . . Diámetro transversal del c6ndiIo . , Altura sinfisia 1 '---2 3 102 128 94 42 33 33 77 93 38 30 29 58 74 25 71 80 35 22 95 43 30 75 Los húmeros forman cuatro pares de adiilto g iin par de niño. un trozo de Iiiieso izquierdo, iina epifisis inferior del iiiismo lado :hos y una de izy dos extreniid: eriores (le húmei quierdo : Níitn. de los htímeros .- f . . 2 3 . . 4 . . 5 . . . . . . . . . . . . . . . 6 . . . . . . 1 Longititd 255 Talla - -- 309 50 297 60 l "" Los radios se agrupan en cuatro pares, iin liiieso drrrclio y otro del lado opuesto: Niím. d e los radios 1 Los ciibitos se reúnen en cuatro pares, qiictlanclo 1111 Iiiieso ixquierdo y dos extremidades iiiferioiaes de hiirsos derf~cliosy iin fragmento de diilfisis : E l :fragmento de diáfisis merece una descripción aparte, por presentar una fractura consolidada. E l fragmento de hueso mide 110 mrn. d e longitud. A nivel del agujero nutricio, el íli!~metro Antero-posterior mide 13 mm.; el difimetro transversal, 14 mm., y l a circiinferencia, 43 mm. E l callo est6 xituado a 50 mm. por debajo (11e dicho agujero ; es fusiforme, ligeramente aplanado de delante atr!is. E l dihmetro hntero-posterior del callo rnicle 18 mm.; el tranisversal, 15, y el perímetro, 54. L a fractura estB firmemente consolirlada, con iin pequeño desplazamiento de los fragmentos: el resullaclo es, pr!lcticamentc, excelente. La radiografía (Lám. XX) tia idea perfccta de la posición de las dos porciones del hiieao y de l a forma de consolidación de la fractura. Existe iin claro acabalgamieiito de fragmentos, debido sin diida, a l a fuerza de retraccihn del lignmrnto interhseo, a causa de lo cual e1 fragmento inferioi. del Iiiieso siiele desviarse hacia afuera y arriba. L a exhuberancia del callo se dehe princip~lmentea esta falta de coaptacihn de fragmentos y qiiizá, tambié~i,a l a reacción periímtica pro- Dos cuevas prehist6ricrns de Tivi-~a cliicida por el movimiento cle los inismos en el caso de inmov ilización insiificiente del miembro. Sii~ioniendoque el trauma ti^mo óseo afectase únicamente a l rfibito (con exclusión del radio), se podría t r a t a r de u n caso de fractura transversal del hueso a nivel tlc l a unión clel tercio medio con el tercio inferior, ocasionada, según el mecanismo más frecuente, por u n gol$? directo sobre el antebrazo cle l a víctima, estando el miembro lesionado en pro]nación o actitud de defensa. Los fémiires se rediiren a dos hi~esosizquirrdos y a un fr:%mento de d(1rclcho que qiiizk forma par con el 1 PY íimero 1 de los fémiires Longit . . . . . . . . (la 1 Diáme tro ant. 432 426 26 28 92 27 28 96 1'64 pición post. en línea áspera . . . . transversal Indice . . . -- .- Ditíme ost. en la cresta . ersal . . . . . Indice Talla. Salieron dos Llulas eriieras ual mentos del mismo lado y un lsuu Longitud de las tibias 3c / 1'f .. derecho, dos pequenos rrarrto de tibia izqui \ Ntím. 1 - 1 3 . D i ~ m e t r o ant. post. a nivel ael agujero . Diámetro trr . . . . Indice s nutricio . cl n , . . . . . Talla calculs Se recogierull de los primeri 1'63 m. 32 25 uu - ~ a de r p e r o l ~v ~u11 ~ lrnulriciiiu. ila 350 mi!u., correspondienite a un iuliglLiin de . 175 . . . .. ,, . , .. . .. . .. .. , . . . ..,. . . .i! 8. VILASECA " ' < , , , ~. . I ." 1 1 . . ! . l . I . / . ,'. -111. F:S'FUDZO COMPARATIVO , . \ . . , * . ., .l 1 ' E l m':ikrial arqueol6gico de las dos ciieras de Tivisa forma un co njiinto relativamente iiniforlne, qiie se piiede atril)iiir globalme ntc? a una #poca compi.enditla entre la srgiin(1a niitacl tle la Etlad del Rronce y los pi.imeros periodos dp la prim'era Edad del ,Hierro. IAR alrhmica de ri.lirves, ciiyos tipos han sido c1a~ificadosal estudiar 10s ejemplares procedentes (le cada ciieva, piiedc asimilarse a la llamada por Rosch y A. del C a ~ t i l l o"c!~r&micadc las ciievas'', por ser característica (le las riievas neo-enolíticas de'la P(:nínsula, priilripiilmcnte las septentrionales y en particular de las cuevas IM!LR interiores de la provincia de Lérida. Pero e8 evidente que In (le las (los estaciones tivisenses ofrece iina tCcnica mucho inhs pc~i.f'cctay Iiast:~iina siiperior riqueza en la ornamrntación, representando iin grado evoliitivo más avanzado, y a sra dentro de los últimos pcrío(1os del Rroncc o en la Edad del Hierro, qiie por comparaciivn con l a de los poblados mita antigixos del Rxjo Aragón (Roqiiizal del Riillo, Calaceite, Maziileón, etc.), y otros aíiri in6ditos del Bajo Priorato, piiede atribiiirsc, por lo rricnos en buena parte, a los principios cle esta edad. La gran tinaja ovoide de l a l ( L h . IX), tiene iin gran parecido con los pithoi kueva d ~ Janet almaccries de Cnossos, tanto por su forma como por los mode los lecorativos y distribiici0n de bstos, salvo su mayor tosqiletivos ( dad. Peiw prcqcintlicntlo (le posibles infliiencias orientaltas diirantd bna feclia que coincide con l a qiie suponemos mhs antigua de l a ocup~ciOncle las dos ciievas estildiadas, o sea 1700-1400 a. J. C., repctii-remos qiie l a ccr!tmica plhstica de ambas localidades tiene iin prcv*c~rlcnteprOximo en l a llamada "1920 por Campardou, entre cuyo material, coiiservado en rl Miiseo de Narbona, figiira un pequeiío vaso exactairieiitc igiial al de la láminia XI, núm. 2, de l a cueva del J a n e t ; los de l a cueva del Herm, en el Ariege, del Museo de Toulouse, y los efectiiados en algunas de las estaciones estudiadas por Joulin. Las do8 fechas extremas a que ha eido atribuída por Bosch eIi otros tantos momentos de sus trabajos de sistematiza- (1) Junta de Excavacime~ y Antigüedades. Madrid, 1929. (2) N A R T ALMACRO. ~N E! problema de la invasión cé'tico, se,qtín los ti/![- mos descul~rimientos. Investigación y Progreso. Año I X , junio de 1935. ción, han sido, en un principio, el siglo VII para la cerámica de Sena y el siglo X I después, con Kraft, para datar l a llegada a l Soreste de Espalia de la ciiltiira de los "Urnenfelder') o "campos tle urnas'). Segíiii estos autores, las necrópolis catalanas tendrían sius vertladeros orígenes en el territorio d e Hallstatt y su aportación sería debida :i una inmigración céltica, notando especialmente las cl~trechasrelaciones que existen entre los campos de urnas catalanes y l a cultura de la Edad del Bronce de los altos valles del ltóclano. en los cuales fijan dichos autores la cuna de l a civilizaci6n céltica. Antes (le determinar la cronología relativa de nuestros hallazgos vamos a ensayar una breve sistematización de las culturas que conocemos en la provincia de Tarragona desde el Eneolitico. El Eneolítico inicial lo caracterizamos por las primeras nianifestaciones de la cerámica llamacla cardial, acompaliada de sílex geométricos (trihngulos y trapecios), ciichillos de sílex, punzones de hueso, hachas tinas y granos de callaís y a veces de grandes vasos en forma de botella (cuevas de Falset y Pradell). El Eneolítico pleno es el período del vaso campaniforme, tan bien representado en Ehlomó y en la cueva del Cartañá; las influencias almerienses de este mismo período corresponden a l grado de Campos (sepulcro de las Quimeras, de Falset, elementos eneolíticos de la covacha de San Gregorio, también de Falset). El Eneolítico final es ti^ bien dociimentado en las ricas cuevas sepulcrales de la comarca de Valls. Caracterizan el primer período de la Edad del Bronce las hachas planas de cobre (dos ejemplares de la cueva M de Arbolí), cerámica del vaso campaniforme evolucionad a (de l a misma cueva y otras localiclades), etc. Inmediatamente después tendríamos lo argárico, con cerhniica perfectamente individualizada en la cueva del Cartaííá, y además numerosos vasos de tipo argárico por su forma o perfil, pero adornados con incisiones a base de los temas decorativos propios de l a familia del vaso campaniforme y otros más específicos, como guirnaldas, signos solares, etc., (cuevas B y C de Arboli, Escornalbou, Pontils y otras). Más raros y problemáticos son los hallazgos propios de la segunda mitad de l a Edad del Bronce; no obstante, hemos referido a esta época un interesante vaso de tipo aún argárico, de pared cónica muy baja y ancha y base esférica d e l a cueva de las (iralles, en la cuenca del Brugent, el cual presenta una faja de cinco surcos acanalados en zig &ag. En l a mi..;ma cueva descubrimos variados fragmentos de vasos campaniformea y iin vasito de tipo arghrico sumamente cararteríaticos, ron exc1usií)n de l a cerámica hallstáttica. En otras localiclades (le la provincia han sido halladas hachas tiibulares. El vaso de l a Ciicva tle las Crralles indicarla el uso en nuestra regihn de los siirros acanalados en la técnica ílecorativa antes de la Edad del Hichrro, o sea antes de l a 1leg:ada de los "campos de iirnas" y antes tlr toda ilimigraciSn céltica. Creenios, piies, posible que una parte de l a cerhmica acanalada de Araghn y Cataluña, considcraila Iiastn nqiií toda ella hallstáttica, sea de una época algo anterior. Los orígenes de esta cerámica hay que biiscarlos en los principios ilc la Edad del Bronce jr en la cultura (le Aunjetitz y sil derivntla de Liisacia, culturas tlesarrolladas por piicblos, según Kossinna, ilíricos, cuyas mhs remotas raírc~s(1400-1200. Bronce 111) se hallan en l a cuenca superior del T)aniibio, Aiistria, Raviera y Tirol, principalmente en el mismo círriilo d e l a cultiira de Liisacia, de l a riial, l a de los U r n e n f ~ l d c rno seria otra cosa que iina expansión h:icia el Otlxte por el Rliin y a través de Suiza. La cei*hmica liisaciana, segfin Hubert, es también frecuente en Francia (1). Cree Hubert que llegí) a Francia llevada por gentes procedentes hacia el a50 1000 por la rpgiíjn de Bstsilen y su gran apogeo tuvo liigar en la cuenca siiperior t l ~ lRhin, desde 1000 a,800, tiempo en que la substituye la ciiltiira hallstfittica d e Giindling, raracteríatica de la etapa inicial de la primera Edad Ir) J . M . NAVARRO. k e w tltc pcofilc of thc Rlionc rulturr CE Primer Congreso de Prehistoria, etc. Londre!;, 1932. ( 2 ) UW bni w a invck ó n chlficn e+c España ltacio go'o a. dc 1. C . roliiproOada por la Arqueolo gia Inz~tsti3)aci6n y Pvngreso. t2ño VII. diciem hre de 1933. del Hiervo y que forma uno (le los griipos célticos. l'otlo ello dih lugar a movimientos de pueblos hacia el Oeste; por IZelfort y a través dtb I3:isilea-l3clfort-Hes:~n~on,prileti*í) en Fraiicin la civjlizaciOn di? los "cainpos (le iirii:is)'. Por las vías tlcl 8 u r Ilegaroi hasta nuestra I'eiiíusula y por las del Centro y Sortc liasta lo tlt1partanieritos dc.1 Nievre y el ,Allier. E n l a Alemania meridional los "campos de iiriias" siibstitu~eii l a civilizaciOn de los thmulos