Revista Fds - Número 005

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El contenido de este archivo corresponde al número 5 de la Revista Fuera de Series, que fue publicado el 03/06/2014. Debido a las limitaciones del formato, algunos elementos no podían ser visualizados correctamente y han sido eliminados. Para ver el contenido completo, entra en la siguiente dirección: www.fueradeseries.com/revista/numero-5-junio-2014 Como suscriptor/a de la Revista, tienes libertad absoluta para enviar este archivo a cualquier persona que pueda interesarle. Si no eres suscriptor, te ha gustado el contenido y quieres ayudarnos a que la Revista siga editándose, puedes suscribirte en la siguiente dirección: www.fueradeseries.com/suscribete Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com EDITORIAL POR JORGE NAVAS ALEJO Pocos eventos generan tanta cantidad de noticias como un festival o una entrega de premios. El runrun arranca semanas o meses antes con los pronósticos y las quinielas tanto de la prensa especializada como del público de a pie. Finalmente, llega el momento de la ceremonia o entrega de premios en sí, donde todo el mundo está expectante para ver la reacción de los premiados (bueno, a decir verdad, en realidad nos gusta más ver la cara que ponen los perdedores). Durante ese rato, por alguna razón que debe tener una explicación razonable a nivel sociológico y/o psicológico, hacemos piña y nos alegramos cuando alguna de nuestras series, películas, directores o intérpretes favoritos  se lleva un galardón. Sin embargo, cuando el premiado es otro de los nominados, nos ponemos como energúmenos y por nuestra mente se cruza el siguiente pensamiento: ¿A esa mierda le han dado el premio? Venga, por favor, menudo tongo. Curiosamente, a pesar de que hay un buen puñado de festivales y premios cada año, apenas conocemos nada sobre ellos más allá de la información que nos sirve la prensa especializada a modo de reseñas y entrevistas, así que pensamos que sería interesante dedicarle este segundo número especial a esta temática en concreto. Hasta la fecha, el nivel de envidia que sentíamos hacia Patricia Puentes era bastante elevado, pero cuando nos enteramos de que lleva años sin faltar a su cita con la Comic-Con de San Diego, no os hacéis una idea de la cota que alcanzó el mencionado sentimiento. Bromas a parte, es un lujazo increíble poder contar con ella y que nos cuente con todo lujo de detalles en su artículo Comic-Con: la típica convención para fans, frikis y prensa especializada, cómo se prepara y cómo vive una periodista un evento al que, con casi toda seguridad, varios millones de seriéfilos soñamos con algún día asistir. Desde el mismo día en el que presentamos la Revista, a  Raúl Cornejo  le encargamos la tarea de contarnos cómo vive él esos días en los que se desplaza a la localidad de Sitges para disfrutar del archiconocido Festival Internacional de Cine Fantástico que allí se celebra desde nada más y nada menos que el año 1968. Si alguna vez tienes pensado ir, dudamos mucho de que exista una mejor guía sobre cómo  (Sobre)vivir en el festival de Sitges  que la que nos cuenta  el locutor y escritor de Vivir Rodando. Hace un par de meses tuvimos la suerte de charlar con Javier Aguayo, un actor alicantino que formó parte del equipo de Aquel no era Yo, el multipremiado corto documental sobre los niños-soldado que llegó a ser proyectado en la sede de la ONU y fue la única producción que representó a la industria española en la última gala de los Oscar al ser nominado en  la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción. Hablamos con él en el programa FDS S07E29: Caja de galletas…!, pero como 3 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com nos supo a poco, le pedimos que nos redactara 20 preguntas y respuestas sobre la ceremonia de los Oscar, ya que nadie mejor que él nos puede contar qué ocurre antes, durante y después de la alfombra roja más cotizada y con más glamour del mundo. Jordi Sánchez-Navarro no lo sabe (bueno, ahora igual ya sí), pero la familia Navas al completo asistimos hace casi dos décadas a una de las ediciones del Salón del Cómic de Barcelona que él mismo dirigió, por lo que fue algo muy especial conseguir que escribiera un artículo para nosotros. Festivales, una cuestión de programa es uno de esos artículos que merece la pena leer y releer una y otra vez, ya que el haber sido subdirector del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y programador de Imagina't, la sección de  animación del mencionado festival, convierte al autor en uno de los referentes nacionales dentro del sector de la programación cultural y una de sus voces más autorizadas. Para terminar, tenemos uno de los artículos más especiales que hemos publicado hasta la fecha. Beatriz González, con una narrativa que te enamora desde la primera frase, nos cuenta  en  Ruta 66: Sentimientos e inquietudes americanas de una adicta a las series el viaje que realizó el año pasado por la mítica red de carreteras  que une Chicago con Los Ángeles, pero con una variante que hace que su relato encaje a la perfección en este número: pararon en muchísimas  localizaciones que se han utilizado en series de televisión y, además, hicieron coincidir el final del viaje con el día en que se entregaron los premios Emmy. Llevamos mucho tiempo pensando en este número especial y esperamos que disfrutéis leyendo los artículos tanto como nosotros preparándolos. Aunque ya nos los sabemos casi de memoria, podéis dar por hecho que vamos a volver a leerlos una vez más... Y luego otra, y otra, y otra... P.D: Como regalo de mitad mes, hemos publicado un nuevo artículo. En Festival de Series (o similar), Alberto Rey nos habla de por qué  hasta la fecha no hay grandes festivales de series de televisión y qué haría falta para que los hubiera. No os lo podéis perder. 4 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com COMIC-CON: LA TÍPICA CONVENCIÓN PARA FANS, FRIKIS Y PRENSA ESPECIALIZADA POR PATRICIA PUENTES Damos las gracias a Mezquita Viajes por patrocinar el artículo gratuito de este mes. Mezquita Viajes te brinda la oportunidad única de realizar un viaje de ensueño de 5 días a Dubrovnik y Split donde, de la mano de guías especializados, no solo podrás descubrir estas dos ciudades de Croacia, sino que también visitarás las principales localizaciones donde se graba la serie Juego de Tronos. Para ver el itinerario completo y el resto de información sobre el viaje, entra en el siguiente enlace: Viaje "Juego de Tronos" a Dubrovnik y Split Calzado cómodo, camiseta vintage de Star Wars, chaqueta extra para el aire acondicionado traicionero, cargador del móvil, cargador del portátil, pilas, grabadora, botella de agua, frutos secos (imprescindibles porque entre ruedas de 5 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com prensa y entrevistas que se solapan unas con otras nunca se sabe cuándo va a haber tiempo de comprarse algo para comer), protección solar, libreta para tomar notas y mucha energía. Esto es lo que llevo ya seis años metiendo en la mochila cada mes de julio para mi visita anual a la Comic-Con (aunque, en realidad, juraría  que en los dos primeros pequé de novata y me dejé los frutos secos). Comic-Con, la convención de cultura popular y orgullo friki que se celebra cada verano en San Diego, hace años que fue tomada por Hollywood y, en realidad, la presentación de películas de gran presupuesto o de la última serie de género fantástico acaban dominando sobre el mundo del cómic. Pese a ello y pese a sus 130,000 asistentes anuales, sus organizadores han conseguido preservar el espíritu fan de ediciones anteriores y su carácter único y alternativo. Experimentarlo únicamente como fan tiene que ser una pasada, aunque nunca ha sido mi caso. Hacerlo como prensa tiene muchas ventajas y algún que otro inconveniente. Os cuento a continuación... Lo bueno - ¿Recordáis el capítulo de The Big Bang Theory de este año donde la troupe se dedica a darle al botón de actualizar del teclado repetidamente, a cuatro bandas, y a pesar de ello los chicos se quedan sin entradas para Comic-Con? Conseguir tickets no es nada sencillo. Cada año se suele colgar la página oficial de la convención en la fecha que las entradas se ponen a la venta y siempre se acaban fulminantemente. Hacerse con un pase de prensa tampoco es fácil, pero pasado el proceso de selección pertinente y demostrando que te dedicas a esto, es posible conseguir uno sin demasiados problemas informáticos ni necesidad de llamar a Howard Wolowitz y compañía. Solo por el hecho de poder asistir bien merece la pena lo de tener que trabajar durante la convención. 6 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Una instantánea del interior del recinto de la Comic-Con © 2013 SDCC - El ambiente. La cosa suele empezar ya en el tren que hace el recorrido desde Los Ángeles a San Diego, donde es posible ver a la gente perfectamente ataviada de soldado imperial, Spider-Man, Harry Potter, Poison Ivy o Khaleesi (algo que se alarga durante los cuatro días que dura la convención). Si hay algo que caracteriza a los asistentes de Comic-Con es su pasión por la cultura popular, su buen rollo y lo muy en serio que se toman el tema del vestuario (ya sea en forma de camiseta sacada del armario de Sheldon Cooper o en forma de disfraz muy currado de ídolo de Sheldon Cooper). - San Diego. En esta ciudad del sur californiano, el sol y las buenas temperaturas están asegurados. El centro de convenciones donde se celebra la Comic-Con hace años que se ha quedado pequeño e incluso se rumoreó que podría trasladarse a otra ciudad con una infraestructura mayor (Los Ángeles, Anaheim y Las Vegas llamaron con insistencia a la puerta de los organizadores de la convención). Por suerte, por el momento la Comic-Con sigue abonada a San Diego, por lo que no tendremos que prescindir del encantador paseo por el histórico Gaslamp Quarter para llegar al recinto del  festival mientras te impregnas del carácter tan jovial  y alegre de su gente. 7 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Los exteriores del recinto donde se celebra la Comic-Con © 2013 SDCC Lo no tan bueno - Aquí todo vale. Llevo ya varios años haciendo el chiste (malo) de que el año que viene Meryl Streep presentará su próxima película en la Comic-Con y, pese a que no creo que llegue a pasar, uno nunca sabe. Las vinculaciones con el mundo del cómic son cada vez más inexistentes (y visto lo visto, totalmente innecesarias) para legitimar y justificar la presentación de un proyecto en esta convención. Está claro que algo como The Walking Dead, la misma The Big Bang Theory o True Blood son el tipo de series perfectas para esta audiencia, así como la última peli de Marvel, la siguiente de  Hobbit, la próxima adaptación de una serie de novelas fantásticas para jóvenes adolescentes (véanse Crepúsculo, Divergente  , ...) o incluso películas como El juego de Ender (lo cual trae de la mano la presencia de Harrison Ford, que no está nada mal)... Pero es que en ediciones anteriores de la Comic-Con he hecho entrevistas o asistido a ruedas de prensa para cosas tan inverosímiles para unas jornadas a priori centradas en el mundo del cómic como Sherlock, Bates Motel, Weeds, Bones, Dexter o Burn Notice. Excepto series muy muy sesudas y/o que se toman a sí mismas muy en serio (como Mad Men o True Detective, por ejemplo), casi todo es carne comic-conera en el apartado televisivo de la convención. Ahora que lo pienso, también alguna que otra serie que se tomaba a sí misma muy en serio ha pasado por aquí, porque de hecho Showtime presentó aquí a  Homeland en la edición de 2011 antes de que se estrenara su primera temporada. La conclusión que se extrae es que no tiene que existir una vinculación mínima con el género fantástico, de terror o de ciencia ficción, sino que para que un estudio decida presentar aquí su serie basta con tener una serie con un fan base lo suficientemente grande y sedienta por ver a sus ídolos en directo. 8 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com En el tema cinematográfico, las distribuidoras seleccionan un poco más y no es habitual que las películas a presentar no tengan una relación más o menos directa con el género fantástico, de terror o de ciencia ficción. Eso sí, también hay excepciones, como por ejemplo las películas de animación sean de la temática que sean o, simplemente, ser la típica peli de acción y explosiones como  Sherlock Holmes o Los mercenarios. En realidad, los dramas serios o el cine independiente son lo único que queda excluido... Aunque yo estoy convencida de que cualquier año vemos a la Streep presentando su proyecto. En resumen, la  Comic-Con se ha convertido en una especie de festival de cultura popular donde la dependencia del mundo del cómic es completamente innecesaria y Hollywood dicta las normas. Su objetivo: cautivar a la audiencia del codiciado Hall H, con capacidad para 6.000 fans. En él se presentan clips exclusivos de películas (también y cada vez más, series potentes como Juego de Tronos). Los fans asisten a una sesión de preguntas y respuestas con los creadores y actores de este tipo de títulos e incluso se les permite hacer sus propias preguntas. Por supuesto, el objetivo a conseguir es conseguir que obre el milagro del boca a boca, se consiga ser trending topic y, de esa manera, comenzar a promocionar tu película o serie a lo grande muchos meses antes del estreno. Presentación de El Juego de Ender, con Harrison Ford © 2013 SDCC - Tener la sensación de que no estás en la Comic-Con cuando en realidad llevas todo el día metido en la dichosa convención. Es un poco frustrante tener que leer Deadline Hollywood para enterarte de qué ha pasado en el Hall H o el Ballroom 20 (de dimensiones un poco más reducidas que el Hall H y hasta hace poco consagrado exclusivamente a las series de televisión). Hay dos razones por las 9 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com que a veces me planteo dejar de acercarme a los centros neurálgicos de la ComicCon a pesar de que con toda seguridad ahí van a estar sin duda los titulares del día. En primero lugar, las colas para entrar a ver a la gente de Game of Thrones, el último título de Quentin Tarantino o la presentación de Peter Jackson suelen ser interminables. La única manera de evitarlas es dormir en la calle o levantarse a las tres de la madrugada para ir a hacer cola pronto... Y yo ya no tengo edad. En segundo lugar (y esto tiene que ver bastante menos con mi pereza y mucho más con la envidia), a la misma hora que los fans se lo están pasando en grande dentro del Hall H, las actividades para prensa no cesan. De hecho, son tantas que ni siquiera cabemos ya en el centro de convenciones y desde hace años nos han mudado a un hotel adyacente. El solapamiento de entrevistas y ruedas de prensa es tal que, a no ser que seas Tatiana Maslany y tengas un clone club particular, es imposible hacerlo todo y estar en todas partes. A menudo hay que verse obligado incluso a cancelar entrevistas en el último momento o llegar tarde (algo que es completamente inadmisible durante el resto del año pero que aquí todo el mundo acepta con resignación porque sabe que es lo que hay). La saturación de pasarte todo el día de evento tras evento es tal que he visto a colegas dirigiéndose a Frank Miller creyendo que era Alan Moore. Yo misma he tenido que aguantar el tipo en entrevistas de una serie de televisión de cual no había visto ni un solo capítulo o en las que me tocaba adivinar si el entrevistado que tenía delante (y del que ningún publicista había pensado en darme su nombre y apellido) era un actor semidesconocido de una serie nueva o su productor. La regla de oro para estos casos suele ser la siguiente: Si el entrevistado es joven y tirando a guapo según los cánones estándar de belleza actual en Hollywood, suele ser un actor. Si el entrevistado es menos joven y no se le adivinan unas abdominales perfectas debajo de la camiseta friki que lleva puesta, suele ser un productor o guionista. - Las aglomeraciones. No es solo que haya que dormir en la calle para entrar al Hall H, sino que la odisea personal de mucha gente no termina precisamente ahí. Las colas en Starbucks para el desayuno de la mañana o para comprar un bocadillo caro y bastante insulso a mediodía son de aúpa, pero nada comparables con las que se dan a última hora del día cuando llega el momento de volver a un hotel (que casi siempre está en la otra punta de la ciudad) y al que solo se puede llegar gracias a una línea de autobuses siempre llenos (pero gratis, eso sí) ofrecidos por la organización. Cierto es que también puedes ir conduciendo con tu coche, pero conseguir una plaza de parking es casi imposible y es tan caro que mejor ni planteárselo. Hay que decir que por lo menos todo el mundo es muy educado y nunca he visto a nadie intentando colarse. Más bien, la gente aprovecha para socializarse y hacer amigos nuevos en la cola, contándose las batallitas del día y enseñando lo que han comprado en la sección de merchandising de la convención. 10 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Foto de la cola para entrar en el Hall H Lo más Pero está claro que el motivo por el que seguir yendo año tras año religiosamente a Comic-Con no es ni el masoquismo ni el buscando de sol (viviendo entre San Francisco y Los Ángeles, lo tengo asegurado igualmente), sino el tipo de cosas que solo pueden pasar allí: - El desayuno zombie. La gente de The Walking Dead hace años que organiza un desayuno para prensa internacional con el equipo de la serie. Lo montan en la terraza de uno de los hoteles del centro de la ciudad y, además de alimentar al personal, tienen detalles la mar de divertidos. El año pasado nos metieron a un zombie (muy civilizado, todo sea dicho de paso) en el ascensor que nos subía hasta el sarao. Una vez allí,  desayunamos con los actores y productores de la serie, pudiendo preguntándoles ahí mismo por la nueva temporada. 11 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com El "simpático" zombie que nos escoltaba en el ascensor al desayuno con el equipo de The Walking Dead   - Tropezarse con George R.R. Martin por la calle. Lo de pasear por ComicCon como si tal cosa no es lo más aconsejable del mundo si te llamas Norman Reedus y eres el único personaje que todo el mundo sabe que no se pueden cargar en The Walking Dead. Hay muchas posibilidades de que te asalte una muchedumbre de fans entusiasmados (como le pasó a Reedus el año pasado, que incluso tuvo que ser rescatado por un equipo de los hombres de negro encargados de la seguridad en el evento). Si eres un escritor o un guionista lo de pasear por Comic-Con se hace bastante más fácil y no tiene tantos peligros, pero puedes dar por hecho que si eres el escritor de Canción de Hielo y Fuego y vas ataviado con tu gorrita y sus tirantes tan característicos, te van a reconocer sí o sí. 12 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Bryan Cranston se disfrazó de Heisenberg (con máscara y todo) y pasó completamente desapercibido en la Comic-Con 2013 © 2013 SDCC - El merchandising. Las posibilidades para hacerse con souvenirs de series y películas son infinitas en este festival. Con los años he ido recolectando desde un pie humano (comestible y que luego hubo que tirar) que me regaló la gente de Resident Evil 5, hasta un llavero de Bates Motel que utilizo para las llaves de casa, pasando por el sombrero de Observador con el que hice las entrevistas de la última temporada de Fringe, el gel desinfectante que protege del virus simio que ha infectado a los humanos en El amanecer del planeta de los simios o la toalla de playa supuestamente manchada de sangre tras la eliminación de un caminante de The Walking Dead en ella. 13 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com El Pie Humano comestible de Resident Evil 5   - Ver cómo Sir Ian McKellen le tira los trastos a Michael Fassbender. Uno de los mejores momentos de la edición del año pasado fue la rueda de prensa con el equipo de X-Men: Días del futuro pasado. Eran tantos que no nos cabían en la foto y los periodistas estábamos más en plan fanboy que no se puede creer su suerte por estar ahí que profesionales serios que tienen que trabajar. Entre los asistentes: Hugh Jackman, McKellen, Patrick Stewart, James McAvoy, Fassbender, Jennifer Lawrence, Peter Dinklage, Ellen Page, Halle Berry... y me dejo nombres. Lo mejor fue el flirteo juguetón de McKellen hacia Fassbender (en el film, ambos actores interpretan a Magneto en diferentes momentos de su vida). McKellen bromeó sobre la idea de poder trabajar en una película que le permitía acabar convirtiéndose en alguien como Fassbender y en el panel posterior de presentación de la peli se atrevería incluso a insinuarle al protagonista de Shame que andaba en busca de marido. 14 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com El equipo de X-Men: Días del futuro pasado al completo   - De charla con Steven Moffat y Mark Gatiss. Otro de los momentos memorables de la última edición fue la entrevista con los creadores de Sherlock, Steven Moffat y Mark Gatiss, que compartieron el secreto de la calidad de su serie: pocos capítulos y bastante espaciados en el tiempo. Los protagonistas de Sherlock, Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, no pudieron asistir a las entrevistas pero no los echamos demasiado de menos. Sinceramente, siempre acaba siendo más satisfactorio poder hablar de tele con dos creadores televisivos (que además son muy fans del medio) que con los intérpretes. Steven Moffat y Mark Gatiss   15 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com - Momento Peter Jackson número 1. En la edición de 2009, Jackson acudía como productor de District 9 (que luego se convertiría en film revelación). Conversar con el neozelandés sobre cine fue una pasada, a pesar de que cuando llegó a la entrevista apenas le reconocí: estaba tan delgado que parecía más uno de los hobbits de sus películas que el director de barriga redondeada y mejillas generosas que estábamos acostumbrados a ver. - Momento Peter Jackson número 2. En 2011, ya con un peso que lo hacía más reconocible a simple vista, Jackson se vino con Steven Spielberg a hablar de Las aventuras de Tintín. Yo entonces no tenía idea de que la película no me iba a gustar. Lo único que sabía era que Spielberg y Jackson iban a hablar de su versión cinematográfica sobre mi reportero belga favorito. - Momento Peter Jackson número 3. En la edición de 2012 le pregunté a Peter (después de tantos encuentros ya te puedes dirigir a él por su nombre de pila) si era fan de Sherlock. Durante la presentación de la primera de las tres películas de El Hobbit quise saber si era ése el motivo por el que el cineasta había escogido a Freeman para el papel protagonista de su nueva trilogía... y la respuesta fue evidentemente afirmativa. - Momento Guillermo del Toro. Del Toro es uno de esos directores con los que no querrías que las ruedas de prensa terminaran nunca. Con él, la buena conversación, las anécdotas continuas y el sentido del humor están siempre garantizados. Daba igual que el mexicano tuviera sentado a su lado al bollicao Charlie Hunnam para hablar de Pacific Rim: la prensa sólo tenía ojos y oídos para Del Toro. Por si quedaba alguna duda, este año vuelvo y con un poco de suerte viviré el Momento Peter Jackson número 4. Ya tengo la mochila lista. PATRICIA PUENTES Periodista y escritora expatriada en California. Se enamoró del cine con El padrino II y de la televisión con Doctor en Alaska. Entrevista a profesionales del medio además de escribir sobre pelis, series y lo que le dejen en las revistas Acción y Cinemanía. Autora del blog Versión Extendida. Twitter: @PatriciaPuentes 16 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com (SOBRE)VIVIR EN EL FESTIVAL DE SITGES POR RAÚL CORNEJO En una escena de la película Summertime (2012, Norberto Ramos del Val), Alba Messa y Ana Rujas discuten sobre en qué festivales se verá la película que están rodando. Una de ellas cree que la película estará en los festivales más importantes del mundo mientras que la otra le espeta: “como mucho estaremos en el Festival de Sitges”. Uno podría creer que ese comentario es una burla hacia el ya mítico certamen fantástico cuando es todo lo contrario. El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges se ha ido convirtiendo en una especie de contenedor de lujo donde casi todo cabe. Aunque algunos piensan que esto ha sido contraproducente para el evento, otros creemos que el festival ha ganado en cuanto a la posibilidad de poder descubrir autores que generalmente son invisibles. El hecho es que en el Festival de Sitges se proyecta una ingente cantidad de películas en diez días: son casi veinticuatro horas ininterrumpidas de proyecciones, carreras y caos que hace que factores como la resistencia física y mental sean vitales para salir ‘con vida’. Por cuarto año consecutivo viajé al Festival de Sitges para poder cubrirlo y pude volver sano y salvo para contarlo. 17 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Domingo 13 de Octubre: Bienvenidos a Sitges http://www.youtube.com/watch?v=GiWrXDWVDqs Mi llegada a Sitges se produce cuando la edición de 2013 tiene ya dos días de vida. Los ecos de esas jornadas todavía resuenan. El buen sabor de boca dejado por la película inaugural Grand Piano del alicantino Eugenio Mira o cómo ha descolocado al personal Upstream color, la segunda película de Shane Carruth. También siguen resonando los vampiros de Neil Jordan (Byzantium), la interpretación de Juno Temple en Magic, Magic, la visita de Terry Gilliam con su The Zero Theorem, la nostalgia setentera de Eli roth en The green inferno o la personal visión de Disneyworld de Randy Moore en Escape from tomorrow. Eso sin olvidar al maestro Sion Sono y su cinéfila Why don’t you play in hell. Todo eso (y bastante más) habiendo pasado sólo dos días. Mucha información para procesar teniendo que dejar hueco en la cabeza para la que viene. Además de todo eso, a la misma hora que pongo un pie en Sitges se inicia la primera proyección de La tumba de Bruce Lee del grupo Canódromo Abandonado. Una auténtica señal ya que es una película que me acompañará durante todo el certamen y será mi película ‘protegida’. El centro neurálgico del Festival de Sitges se sitúa en el Hotel Meliá. Zona de prensa, sitio para comprar entradas, la Sala Tramuntana para eventos y, principalmente, el Auditori, donde se puede disfrutar de las películas ‘a lo grande’. Como buen hotel que es sirve de hospedaje para invitados, periodistas y gente de la organización. Un gran hotel. Un caro hotel. Por ello, un ‘periodista de guerrilla’ como el que escribe debe buscar otras soluciones, ya que en estos ocho días de cine cada euro que salga de mi cartera cuenta. La solución al hospedaje llegó el primer año al encontrar un hotel de precio razonable y trato exquisito al cual he acudido fielmente cada año y se ha convertido en una segunda casa. Además, resulta ser un lugar con gran posición estratégica, ya que se encuentra a escasos metros de los otros dos cines donde se proyectan películas en Sitges (Retiro y Prado). Estrategia es una palabra clave, porque el Festival de Sitges tiene mucho de batalla donde se pone a prueba tu resistencia física y mental. Por eso, cada metro que ganes será un metro que tus piernas sientan menos. Después de llegar al hotel y establecerse, es hora de ir al Hotel Meliá a recoger la acreditación. Desde el centro de Sitges donde se encuentra mi hotel hasta el Meliá hay más de un kilómetro de distancia que te lleva a recorrer casi todo el pueblo. Si a eso le sumamos que es casi todo en cuesta, no podemos hablar precisamente de un paseo... Y la cosa no termina ahí, puesto que esa distancia tiene que ser recorrida varias veces en un mismo día (muchas de ellas sin comer o habiendo dormido pocas horas) y, generalmente, en una carrera loca para poder llegar a tiempo a la proyección siguiente que te toca. Pero estamos a domingo y en el horizonte sólo una película. Eso sí, qué película. Nada menos y nada más que The World’s End de Edgar Wright con la que el director británico cierra la brillante y divertida Trilogía del Cornetto tras Shaun of the dead y Hot Stuff. Una vez recogida la acreditación, teniendo el primer desencuentro organizativo y habiendo disfrutado 18 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com del reencuentro con la playa de San Sebastián, uno ya podía disponerse a vivir una nueva edición del Festival de Sitges. El primer día iba a saltarme una regla (bastante laxa) que tengo como es no ver películas en la última franja de la noche. Las razones son muchas, pero la principal es que ya que renuncias a comer con cierta normalidad durante una semana, no parece muy conveniente hacerlo también con la cena. Además, es preferible pegarse un maratón de películas cuando hay sol que cuando se pone la noche. Pero esta regla algo arbitraria se puede saltar cuando lo que te espera es pasar un rato con alguien que nunca te falla como Edgar Wright. La noche puede merecer la pena si a eso le sumamos como aperitivo un documental sobre Jesús Franco que se pone horas antes en la Sala Tramuntana. La última película de Jesús Franco de Pedro Temboury es un sencillo pero efectivo documental donde diversos colaboradores y amigos del director le recuerdan. Sin duda, los inteligentes apuntes que hace Carlos Aguilar es lo que queda en el recuerdo. Si mi Festival de Sitges se había inaugurado con una sencilla película, lo que venía después era la bomba. De hecho, era unas de las bombas del festival. Eso sí, Sitges puso a prueba la paciencia que hay que tener en este tipo de eventos a la primera de cambio. La agenda marca que The World’s End empieza a las 22:45 en el Auditori. El sentido común te dice que deberías empezar a hacer cola para entrar a las 22:15. El problema viene cuando lo segundo se cumple... pero lo primero no. Quince minutos después de llegar a una cola larguísima, una persona de la organización cuelga un cartel anunciado el retraso aproximado de la película de... ¡unos cuarenta minutos! Un cúmulo de sensaciones pasan por tu cabeza y ninguna de ellas es positiva. Te esperan cuarenta minutos de estar de pie, con frío y sin ninguna radio o libro que te distraiga el pensamiento. Delante mía hay un grupo de jóvenes comentando (a gritos) lo malas que les parecieron todas las películas de madrugada del día anterior. Eso sí, todos confiesan haberse divertido mucho viéndolas, lo que no deja de ser un contrasentido. Detrás de mí, varias parejas pasan la espera entre besos y arrumacos. Es obvio que ninguno de los dos grupos hará más amena mi espera. La rendición en forma de regreso al hotel pasa por mi mente pero un nombre frena esa tentación: Edgar Wright. Cerca de la medianoche ya me encuentro en mi asiento en un Auditori completamente abarrotado. Una vez que te encuentras sentado un año más en tu sitio de siempre todo cobra sentido. Y lo es más si tienes ante sí una película tan divertida e inteligente como The World’s End. Meses después de finalizar el Festival de Sitges, la película de Edgar Wright será distribuida de manera vergonzante en España como suele ocurrir con todas las películas del director. No será el único caso. Eso sí, el buen sabor de boca que deja la película hace que te olvides de que sales del cine a las tantas de la madrugada, que te queda un largo camino hacia el hotel y que mañana deberás estar despierto a las seis de la mañana, momento en el que de verdad empiece el Festival de Sitges para mí. https://www.youtube.com/watch?v=n__1Y-N5tQk Lunes 14 de Octubre: Una tumba hipnótica 19 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com No importa a qué hora uno se haya dormido el día anterior ya que Sitges te reclama bien pronto. Antes de las siete de la mañana hay que estar delante de la pantalla dispuesto a coger entradas disponibles para películas en las que no vale la acreditación de prensa. Y además de estar dispuesto, hay que ser rápido porque esas entradas vuelan en apenas segundos (literalmente). Descansar por la noche no es una opción viable en Sitges. A favor de este sistema (que es algo criticado) hay que recordar que el método anterior era hacer interminables colas justo a la hora de comer. Como creo que hacer cola es uno de los grandes males de la sociedad, me quedo con el sistema actual. Pues con entradas o sin ellas, y con un madrugón que se repetirá prácticamente todos los días, comienza el Festival de Sitges. El primer día en Sitges es tiempo para reencontrarse con sus calles, saber que los restaurantes habituales y fiables siguen en su sitio y volver a ver su playa, a la que uno visitará cada vez que acuda al Auditori. Pero este lunes está marcada como un día tranquilo. Un pase relativamente temprano (diez de la mañana) de Machete Killls, la nueva película de Robert Rodriguez, resulta un inicio agradable. A pesar de una duración desmedida, ver a Mel Gibson como villano demente hace que merezca la pena y tenga todo el sentido su presencia en el festival. Una de los atractivos más interesantes del Festival de Sitges son los documentales que generalmente huyen del canon habitual. Y habitual suele ser que dos películas interesantes coincidan en la misma franja horaria. Milius, sobre el gran director y guionista John Milius, y Persistence of vision, sobre un proyecto del animador Richard Williams, rivalizaban en interés y horario en Prado y Retiro. Otro escenario común en Sitges es la coincidencia horaria entre dos películas que además te suelen interesar por igual, lo que a uno le lleva a estrujarse la cabeza haciendo listas con pros y contras sobre qué película ver. Al final pasará algo absurdo y es que uno se acaba arrepintiendo de la decisión tomada pensando que la película sacrificada sería la más importante de su vida. La personalidad arrolladora de John Milius venció la batalla y acudí sin apenas a comer a ver el correcto documental sobre su vida. Tocaba hacer el trayecto (siempre cuesta arriba) Prado – Auditori esta vez con tiempo de sobra. La próxima película a la que tenía que acudir me había llevado a sacrificar el pase de Il deserto dei tartari de Valerio Zurini en la estupenda sección que es Seven Chances. La película ni siquiera se iba a proyectar en la sala grande del Auditori sino en la pequeña sala Tramuntana, dedicada por lo general a charlas o encuentros con la gente. Esta sesión de La tumba de Bruce Lee de Canódromo Abandonado en realidad era un pase extra para todos los que se perdieron su estreno en Sitges el día anterior. Allí estaba con unas diez o quince personas dispuestas a ver una película financiada por crowfunding por un grupo del que sólo conocía por algunos videos y por tener el mejor nombre artístico de la historia. Al final, La tumba de Bruce Lee resultó un viaje hipnótico, fascinante y a su manera divertido en unos Estados Unidos irreal. El festival de Sitges con mucha gente y muchas películas puede ser un sitio cruel y así trató a la película de Canódromo Abandonado. Quizá eso también influyó en que la película de Julián Génisson, Lorena Iglesias y Aaron Rux fuera la película que defendería a capa y espada. https://www.youtube.com/watch?v=yoHViX5N2i0 20 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Martes 15 de Octubre: Gente en Sitges Ya no hay medias tintas. Hoy toca un día completo con películas a todas horas y con la clásica carrera que te obliga a recorrer Sitges para llegar a tiempo a la siguiente película. Tener un día completo te lleva al madrugón habitual, un desayuno rápido y acudir al Auditori a la primera sesión de las ocho y media de la mañana (glups). Eso sí, antes habiendo hecho la correspondiente cola que puede ir entre los quince y veinte minutos. Dado que era el primer contacto con la fatídica hora de las ocho de la mañana se agradeció reencontrarse con el agradable (y breve) absurdo de Quentin Dupieux con Wrong cops. Un aperitivo para el plato fuerte que era la película siguiente, el Sólo dios perdona de Nicolas Winding Refn, que había sido machacada en el Festival de Cannes meses atrás. Los que sospechábamos de esos ‘reproches franceses’ teníamos razón ya que la película de Winding Refn lucía en todo su esplendor en la pantalla grande del Auditori. Toda la majestuosa paleta de colores que tenía la película (que acabó ganando el premio a mejor fotografía) coordinaba perfectamente con la violencia y sequedad de su historia. Una maravilla que ejercía como siniestro complemento de Drive. Curiosamente, la película de Winding Renf no se libró de los pitos tampoco en este festival. Sitges no perdona. Pero no tocaba pensar ahora en eso sino en salir corriendo para después de pasar por el cementerio y playa de Sant Sebastiá y recorrerse todo Sitges para ponerse en la cola del Prado. La cita es con otra de las películas más esperadas del certamen:  Gente en sitios, de Juan Cavestany. En una sala a reventar (en realidad, en  todos los pases es así) como con la cinta de Winding Refn, no hubo decepción posible. Cavestany había reflejado la España moderna mediante una serie de secuencias brevísimas que hablaban sobre la raíz del absurdo español. Y en Prado vi una de las ovaciones más sinceras que se dio en todo el festival. Con tres películas, un par de carreras y la hora de comer amenazando lo razonable sería alimentarse. Pero lo razonable y estar en el festival no son cosas que siempre vayan juntas. Comer en Sitges siempre es una cuestión de equilibrio entre la agenda que tengas y la economía que dispongas. Lo primero siempre muy lleno y lo segundo bastante vacío. Con el estomago rugiendo, toca una nueva carrera hacia el Auditori para ver la nueva película de Ben Wheatley que tan buen sabor de boca había dejado en anteriores ocasiones. Esta vez ocurriría lo contrario con A field in England. A pesar de tener algún momento fascinante, desde mi asiento habitual del Auditori puede más la pereza que da ese viaje en blanco y negro que nos ofrece Wheatley. Está claro que A field in England es una llamada a mi cabeza para comer algo y descansar para el último envite del día que era la sesión en pase único de Enemy de Denis Villeneuve. Con el Auditori a reventar otra vez, la película dejo un buen sabor de boca, en especial por esa dupla de rubias maravillosas que forman Mélanie Laurent y Sarah Gadon. A pesar de su buen recibimiento la película, no tendrá su estreno comercial en España hasta cinco meses después de su paso por Sitges. Un problema que se repite año tras año en este y otros festivales es que la mayoría de películas que se ven en el certamen jamás se estrenan en las salas españolas, y los que lo consiguen lo hacen meses después. Por ello,  uno se encuentra con el panorama de hablar y recomendar sobre películas a gente que no 21 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com tendrá oportunidad de verlas en un presente cercano. Una llamada de atención para que los caminos de la distribución cinematográfica cambien. https://www.youtube.com/watch?v=MhRKlwr1-KM Miércoles 16 de Octubre: Fans de Shakespeare en Prado Cuarto día en Sitges y segundo madrugón consecutivo. Esta vez, el camino hacia el Auditori con el desayuno todavía en el estómago no sienta mal ya que la película de las ocho de la mañana promete. The Congress, la nueva película de Ari Folman que combina animación y acción real, cumple las expectativas. La película que empieza como una reflexión sobre el mundo del cine acaba yendo más allá y siendo una sobre el ser humano en general. Una maravilla que ganará merecidamente el premio de la crítica y cuya visión sólo fue empañada por las dos veces que fue interrumpida la proyección por motivos técnicos. Dichos problemas, en esta edición, sucederán algunas veces en el certamen haciendo que los horarios se solapen y llegando a provocar la suspensión de alguna película. Y aquí llegamos a la gran polémica de todos los años. El Festival de Sitges programa muchas películas todos los años, por lo cual se  crítica duramente el hecho de quecualquier mínimo retraso hace que toda la agenda se trastoque. Sitges es un evento donde el cine prácticamente no para en ningún momento, ya que desde las ocho hasta las cinco de la mañana continuamente se están poniendo películas. ¿Demasiadas? ¿Imposible abarcarlas todas? Seguramente sí, pero no es menos cierto que si el festival programará menos películas nos perderíamos algunas joyas escondidas que siempre parecen ‘películas de relleno’ y acaban siendo maravillosos hallazgos. No sólo de proyectar películas vive Sitges. Charlas, encuentros, presentaciones de proyectos de todo tipo, ruedas de prensa... copan la agenda del festival. Hoy era imprescindible oír el encuentro de Juan Cavestany para que nos descifre la apasionante Gente en sitios. A pesar de la decepción de encontrarse con una sala Tramuntana casi vacía y de que la presencia de Carlos Areces en la charla apenas aporta nada (sólo trabajó un par de horas en la película), el encuentro sorprendentemente tiene un gran interés. La sorpresa es que a pesar de haber hecho una obra tan compleja e importante, Cavestany sea un autor humilde que quiere quitarle trascendencia a su obra. Pero estamos en Sitges y hay que volver al cine. De nuevo toca comer con rapidez y sin pensar en ninguna digestión con un café de por medio. Comer en un sitio rápido y no excesivamente caro sin recurrir a la comida ‘basura’ que todos conocemos acaba siendo un reto. Una buena agenda con sitios de confianza hace que evites realizar el experimento de prueba-error. A las tres y media toca Computer Chess, que a la chita y callando se había convertido en una de las películas más esperadas del certamen (no en vano, había sido la portada ese día el periódico que saca el festival todos los días). Una vez cogido sitio en la primera fila por una cuestión meramente práctica (en el cine Prado es 22 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com complicado leer los subtítulos en otro sitio), uno hace un esfuerzo para olvidarse del cansancio y meterse en la película. A pesar de sus buenas ideas, la experiencia es complicada dado que el mundo onírico / nerd en blanco y negro de Andrew Bujalski cuesta bastante. Quizás sea la hora o el lugar, pero los aciertos de Computer Chess no son suficientes para salir del sopor. Además, el cansancio empieza a hacer mella. Muchas caminatas, colas y comidas / cenas a destiempo empiezan a hacerse notar poco a poco. Toca hacer (o concertar) alguna entrevista para el programa anual sobre Sitges que realizo junto mi compañera Ángeles Gómez de la web de divulgación científica Feedback Ciencia. Y sobre todo toca descansar para despedir el día con un nombre de los grandes: Joss Whedon. La última película del día que se proyectaba era Mucho ruido y pocas nueces, la adaptación en clave moderna de la obra de William Shakespeare con su troupe de actores habitual que Whedon había hecho aprovechando unas vacaciones. La película, como casi todo lo de Joss Whedon, es entretenida, divertida y con un gran sentido del reparto coral. Pero la noticia no estaba en la película: gran parte de la sala Prado estaba llena de jóvenes whedonistas que rieron y aplaudieron con un texto escrito en el siglo XVII que Whedon había respetado, convirtiendo esa proyección en  la muestra más evidente de comunión entre público y película que hubo en todo el festival. Una perfecta forma de acabar el día. https://www.youtube.com/watch?v=4Bvva_cplAs Jueves 17 de Octubre: Una tarde con Alejandro Jodorowsky Con más de la mitad de camino cumplido, el quinto día llega la pájara habitual de Sitges. La falta de sueño y el cansancio en las piernas comienza a hacerse notar. Eso sí, la agenda de Sitges da una buena noticia y es que toda la agenda del día discurrirá en un solo lugar: el Auditori. Hoy no habrá carreras desenfrenadas por todo Sitges para llegar a tiempo de una sesión a otra, lo cual no deja de ser un respiro. El Auditori nos espera a las diez de la mañana para devolvernos sanos y agotados sobre las nueve de la noche. Además, para la primera película de la jornada hay cierta expectación. La israelí Big Bad Wolves había sido elegida por ni más ni menos que Quentin Tarantino como su película favorita de aquel año. El departamento de marketing de la película y el festival hizo bien su trabajo y de repente la película se convirtió en ‘la película favorita de Tarantino’. Es más, se habló tanto de ello que pareció que lo que se iba a ver una película dirigida por el propio Quentin Tarantino. Al final el thriller israelí era un interesante estudio sobre la violencia y la venganza (con todo el subtexto que tiene por ser de Israel) que iba de más a menos. Además del ruido mediático, Aarón Keshales y Navot Papushado, directores de Big Bad Wolves, se llevaron el premio al mejor director. Y entonces, llegó la película del festival de forma más o menos sorprendente. Un director grande (Jim Jarmusch), una pareja de actores apetecible (Tilda Swinton y Tom Hiddleston), temática vampírica... Pero a pesar de todos estos condicionantes favorables, Only lovers left alive no apetecía. La falta de sueño, la duración de la 23 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com película (casi dos horas), su marginación en el pasado Festival de Cannes y que la agenda marcará que a partir de las cuatro había dos películas sobre y de Alejandro Jodorowski no ayudaban a animarle a uno. Aun así, era una de las películas grandes de Sitges y había que verla casi por obligación. Una vez acabada la proyección, me di cuenta que perdérsela hubiera sido uno de los grandes errores de mi vida. Only lovers left alive era divertida, fascinante, musical, con cientos de oportunas referencias culturales y todo ello en un entorno ‘elegantemente vampírico’. Una película que cualquier melómano debería disfrutar como pude comprobar cuando giré la cabeza y vi que detrás mía estaba el periodista Juan Manuel Freire (Rockdelux). Enseguida intuí que a un amante de la música como él tenía que haberse entusiasmado con la película de Jarmusch, y así lo corroboré cuando leí al día siguiente su página diaria sobre el festival en El Periódico. Y a todo eso había que sumarle una brutal química entre Swinton y Hiddleston, que hacían de ella la gran película del festival. Only lovers left alive era la mejor película del festival aunque acabaría no ganando el premio a la mejor película en Sitges. Una circunstancia que viene repitiéndose en muchos de los grandes festivales de cine de todo el mundo. Una buena película ayuda, pero una gran película te pone las pilas. La alegría de ver en la pantalla grande del Auditori Only lovers left alive reactivó mi organismo. Algo que era necesario dado el programa doble ‘jodorowskiano’ que esperaba nada más acabar de comer (siempre que hubiera tiempo para comer). A las cuatro y media esperaba Jodorowsky’s Dune, documental de Frank Pavich sobre el proyecto fallido de Alejandro Jodorowsky de llevar la gran obra de Frank Herbert (Dune) a la pantalla. A continuación teníamos La danza de la realidad película del propio Jodorowsky donde el chileno daba una visión muy particular de su propia infancia. Para bien o para mal tocaban casi cuatro horas seguidas en el Auditori con la personalidad magnética y, a veces, cansina de Alejandro Jodorowsky. Al final fue para bien. Para muy bien. Las dos películas supieron ir más allá de su ingenio y presentaron un emotivo programa doble. En especial, la gran triunfadora fue Jodorowsky’s Dune conectó con todo el público de Sitges con su épica historia sobre proyectos imposibles además de una interesante reflexión sobre los límites del arte. Como era de esperar, el documental ganó el premio del público. Y así, el día Jodorowsky acababa bien. Tocaba un paseo por Sitges, una cena surrealista en un restaurante digno de una película de terror y volver al hotel para descansar. Ese día precisamente tocó insomnio y fue la oportunidad para rememorar ese Detroit nocturno y musical que había mostrado Jim Jarmusch en Only lovers left alive. https://www.youtube.com/watch?v=-TbxI_oRSKI Viernes 18 de Octubre: El arte según Bill Plympton y James Franco Ya sólo quedan dos días para que se acabe el Festival de Sitges. Generalmente la recta final en Sitges es una mezcla de dos sentimientos. Pena porque se acaba quizá la semana más intensa y divertida del año, pero también cierta liberación 24 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com porque  aguantar el anormal ritmo del festival no es la cosa más sana del mundo. Eso sí: entre estos dos sentimientos, la pena gana por goleada. Llegaba el fin de semana a Sitges. Si durante la semana hay ambiente, este se duplica del viernes al domingo. Es cuando hay más ‘ambiente de festival’, es decir, más gente por las calles, más restaurantes llenos... y por supuesto, más colas. El día empieza con un pequeño chasco. Una de las películas que cerrarán el Festival de Sitges el sábado es The wind rises, la despedida en cine del maestro de la animación Hayao Miyazaki. Con un único pase para verla y sin pase de prensa, la esperanza vuelve a ser estar a las siete de la mañana delante del ordenador para ‘intentar’ coger las escasas entradas que estarán disponibles. El intento es ridículo ya que las entradas desaparecen prácticamente al minuto. Por suerte habrá un tiempo de espera escaso para poder ver la última de Miyazaki en España. Sólo ocho meses. Una vez levantado toca hacer la rutina de siempre. Desayuno rápido, hacer el trayecto diario de una media hora hacia el Auditori y ponerse en la cola. Curiosamente la última (o penúltima) vez que haces este pesado trayecto es la vez que menos cuesta. El programa doble con el cual empezamos a las ocho y media de la mañana tiene aroma clásico: zombies y casas encantadas. The returned es un pasatiempo pasable sobre los zombies de toda la vida que sirve para hacer tiempo para el plato fuerte matinal que es la segunda parte de Insidious de James Wan. En esta nueva película, el director sigue con ese peculiar tren de la bruja que era la primera parte haciéndolo todavía más complejo y terrorífico. Una película digna del Auditori de Sitges y que seguro que el publico que abarrotara el cine en su pase nocturno disfrutará. Pero aunque parezca sorprendente, el plato fuerte de la jornada no era James Wan. El gran atractivo del viernes era la presencia de un veterano animador que había luchado toda su vida por su independencia artística. Bill Plymton visitaba a Sitges con su nueva película bajo el brazo (Cheatin’) y un montón de sus películas en formato DVD para vender. Como he dejado entrever en este texto, es importante que la película de ‘después de comer’ (la que va en el arco de las tres a las cinco de la tarde) tenga un punto especial de interés. Y Cheatin’ fue la película ideal. El muy personal dibujo de Plympton unido a su (muy) adulto sentido del humor fueron para mí la digestión perfecta. Además fue la única oportunidad de visitar el Retiro con lo cual ya podía decir que había visitado la trinidad de Sitges (Auditori-PradoRetiro). Eso sí, a Bill Plympton no había que decirle adiós sino hasta luego. Que fueran los últimos coletazos de Sitges no era óbice para que la agenda te diera respiro. Con el paso de los días La tumba de Bruce Lee no se me había quitado de la cabeza y necesitaba sus creadores me descifraran sus poderosas imágenes. Porque lo (¿único?) bueno de no ser nadie y ser tu propio jefe es que entrevistas a quien realmente quieres o te interesa, no a quien te imponen. Yo quería entrevistar a los chicos de Canódromo Abandonado y eso fue lo que hice. Tras intercambiar mails y llamadas en días anteriores con Aaron Rux y Julián Génisson, logré concertar una cita con ellos para ese viernes a las nueve y media de la noche. Todo 25 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com sea dicho, hora realmente extraña, pero es que había un interesante obstáculo que había que sortear antes: la película Interior Leather Bar. Esta especie de documental-ensayo dirigida por James Franco y Travis Matthew tenía una premisa tan genial que era imposible dejarla escapar: un documental sobre el rodaje de las explicitas escenas sexuales cortadas del montaje final de la película A la caza (1980, William Friedkin). Que te coincidan una entrevista y una película en la misma franja horaria en un festival es algo tan fastidioso como habitual. A mí favor jugaba que Interior Leather Bar duraba sólo una hora. El plan era el siguiente: empezar a ver la película de Franco y Matthews en el Retiro a los ocho de la tarde, rezar porque la película empezara a su hora y no se interrumpiera por cualquier motivo técnico y, después, ir corriendo hasta la otra punta de Sitges para llegar al Auditori a tiempo de hacer la entrevista. Todo salió milimétricamente bien. Incluso la película que cumple su labor de curiosa pieza-reflexión sobre el séptimo arte que ayuda a cimentar la imagen de ‘actor especial’ que tiene James Franco dentro de la industria norteamericana. El propio Franco se regala en Interior Leather Barun breve monólogo (algo cogido por los pelos) sobre la libertad de expresión que desató aplausos en una parte del público del cine Prado. Está claro que el actordirector-artista es más listo que el hambre. Hacer una entrevista siempre tiene un halo de incertidumbre. La conexión con el entrevistado, que se muestre participativo, que tú sepas llevar la entrevista por el camino adecuado... Y esta incertidumbre es más cuando por mucho trabajo de documentación que hagas desconoces varias cosas de la persona que vas a entrevistar. De Canódromo Abandonado conocía algunos de sus videos en la red y poco más. Además, puede influir (y mucho) el hecho de que tú eres un solitario periodista sin ningún medio fuerte que te respalde. Ya en el Hotel Meliá, aparecieron Julian Génisson y Lorena Iglesias (Aaron Rux ya había dejado Sitges), el primero con una adecuada camiseta de Bruce Lee. Buena señal. Generalmente esos miedos pre-entrevista suelen ser infundados, y a decir verdad la entrevista fue como la seda y con esa representación de Canódromo Abandonado se habló de la película, su rodaje en Estados Unidos, la decisiva participación de Pablo Hernando en ella y del recibimiento en el Festival de Sitges. Intuí cierta decepción en ellos por un recibimiento algo hostil (y en mi opinión injusto) en una parte del público que no había comulgado con su Bruceploitationespañola. Y es que Sitges también puede ser un lugar cruel. Con el placer que es acabar una buena entrevista, uno ya puede retirarse a cenar. Al igual que el festival, el dinero que tienes presupuestado también se está acabando... Pero qué más da: esta noche uno puede permitirse cenar en un sitio mejor sin mirar tanto la factura final. Total, mañana todo habrá llegado a su fin. https://www.youtube.com/watch?v=E8ilPAEgkpA Sábado 19 de Octubre: Amantes sin premio final El objetivo se ha cumplido. Es el último día en Sitges y uno está sano y salvo y con la economía saneada. Cuando uno no cuenta con dietas ni nada parecido, sólo tiene a 26 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com su favor su sentido común para elaborar un presupuesto ajustado y no quedar en la ruina a los dos días. Aunque el sábado es el penúltimo día de festival en realidad es el último ya que mañana domingo estará dedicado a maratones con las películas más destacadas del certamen. Por eso, a pesar de que es un día con mucho ambiente en Sitges, hay un cierto aroma de retirada por lo menos entre la prensa. Es sábado de grandes nombres, como Ti West o Takasahi Miike. Los dos presentan sus últimas películas, The Sacrament y Lesson of the evil respectivamente. En realidad, Miike es el gran protagonista del certamen, ya que acude a recibir el premio Máquina del tiempo y el festival le dedica su libro de esa edición. No será el único premiado, ya que el Festival de Sitges es uno de los eventos de este tipo donde más premios-homenaje se dan. En 2013, además de Takashi Miike, serán premiados Pino Donaggio, Charles Dance, Alex van Warmerdam y Simón Andreu. Muchos días, muchas películas y también muchos premios. Aparte de los nombres como West o Miike, el gran evento de ese sábado (por lo menos para la prensa) era conocer el palmarés oficial del Festival de Sitges. Como todo el Festival de Sitges es gigante, el palmarés no podía ser menos. Además de la sección oficial, el festival tiene un montón de secciones cada una con su jurado particular que entrega sus premios o menciones. Sección de animación, asiática (muy importante en el festival), Brigadoon, Noves Visions... Suele ser muy recomendable bucear en estas secciones que es donde muchas veces se encuentras las verdaderas joyas de Sitges. Pero generalmente lo que más atención  recibe (y a veces lo único) es el palmarés oficial, que por lo general es objeto muchas veces de pataleo... y más bien pocas veces de aplausos. Allí fui yo a la sala Llevant con mi siempre excesiva puntualidad esperando que el festival coronara a  Only lovers left alive, para mí (y de lejos) la mejor película de esta edición. Minutos después se sentó a mi lado el mítico periodista cinematográfico y asiduo de Sitges Jaume Figueras junto a otro compañero. Los dos se dedicaron a hablar bondades la película de Jim Jarmusch, lo cual me alegró dado la gran estima en que siempre he tenido las opiniones de Figueras, ya que para mí se trata de uno de los grandes de esta profesión junto con Jordi Costa, Fausto Fernández, José Luis Guarner, Antonio Trashorras... entre otros muchos. Tiempo después, apareció el director del Festival de Sitges, Ángel Sala, junto con el jurado de esa edición para leer el palmarés. La lectura como la lista de premios fue larga y reconoció entre otras a películas o cortometrajes como Enemy, New World, El último onvre bibo, Peau de chien, Milius o Gente en sitios. El premio a esta última (un premio especial en la sección Noves Visions) despertó unos aplausos espontáneos en la sala de prensa. Al final se llegó a lectura de un palmarés oficial que podríamos definir como coherente y apañado. Jodorowky’s Dune, Juno Temple o la fotografía de Solo dios perdona aparecían en ella. Su principal problema llegó con la lectura del Premio Especial del Jurado que recayó en Only lovers left alive y que dio pie a una especie de ‘aplausos tristes’ en la sala de prensa. Aplausos porque la película era premiada, pero también tristes porque no iba a ganar el premio a la mejor película, que finalmente recaía en Borgman del homenajeado Alex van Warmerdam (película que, todo hay que decirlo, había sido bien recibida). La labor de un jurado siempre es complicada y a veces mira más allá de la ‘calidad’ de una película para darle el premio final y quizá el jurado pensó que premiar a la cinta Van Warmerdam 27 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com ayudaría en su distribución como ya ha pasado con otras películas (la realidad es que a día de hoy Borgman todavía no tiene fecha de estreno en España). Sea como fuera, mientras uno intentaba tuitear el palmarés con su móvil (labor complicada) no podía evitar cierta decepción porque la cinta de Jim Jarmusch no hubiera recibido un premio mayor. Y es que los premios especiales del jurado los carga el diablo. Lo mejor para quitarse decepciones de es acudir a los sabios para que te enseñen el camino. Esa misma mañana Bill Plymton ofrecía en la Sala Tramuntana una masterclass a la cual acudí raudo para no perder la posibilidad de ver a una leyenda viva de la animación. Presentada por el plymtoniano entusiasta que es Jordi Sánchez-Navarro, el animador hizo un largo recorrido por su carrera haciendo especial hincapié en su independencia creativa. La oportunidad de que un genio (en su caso, de los de verdad) te cuente de tú a tú sus secretos mientras dibuja a mano alzada en un gran cuaderno era, simple y llanamente, una auténtica delicia. Además, fue gratificante ver la gran cantidad de fans (muchos de ellos  realmente jóvenes) que le escucharon con atención y luego hicieron cola para que Plympton les firmará las carátulas de sus películas. La tarde en este último día de festival se había despejado. La imposibilidad de conseguir entradas para las últimas películas de Vincenzo Natali (Haunter) y Hayao Miyazaki (The wind rises) dejaban a la famosa sesión sorpresa del Festival de Sitges como gran opción del día. Esta sesión es una película que no se desvela hasta el día anterior a la proyección y que en ediciones anteriores dejó momentos gloriosos con Killer Joe o Spring Breakers. Este año esta película sorpresa iba a ser una sesión de la imprescindible Phenomena, lo cual era una motivación extra. Con motivo del 30 aniversario del estreno de El retorno del Jedi, decidieron que era una película ideal para ponerla en el Auditori. Y seguro que no les faltaba razón, pero confieso mi ‘manía’ hacia esa aburrida película que siempre he considerado la más floja de toda la saga Star Wars (incluida las últimas), con lo cual lo tomé como una señal de que esa tarde el Auditori no me quería allí. Decidí que ese sábado a la tarde había que pasear un poco por Sitges, hacer alguna compra festivalera que siempre cae (libros, camisetas, posters...) y dar una visita a la sala Brigadoon que este año había marginado injustamente. Pero antes quedaba hacer una última labor a la patria. Como he comentado antes, el Festival de Sitges es algo más que películas. Hay charlas, encuentros, presentaciones de libros, cómics, eventos... Uno de estos proyectos era la presentación de la revista literaria Prosa inmortal, donde escriben gente como John Tones, Álvaro Arbonés, Francisco Serrano o Noel Ceballos. Pensé que lo mejor para mostrar que en Sitges hay algo más que cine era hablar sobre un proyecto literario como Prosa inmortal. Aprovechando la presencia en el festival de Noel Ceballos, le entrevisté en el hall del Hotel Meliá y hablamos sobre su relato, el origen del proyecto, la osadía de crear una revista literaria en estos tiempos. Prosa inmortal es uno de esos proyectos suicidas que tanto necesitamos. Y ahora sí, tras despedirle y apagar la grabadora (que no volvería a encender), mi Festival de Sitges se acababa. Antes había que hacer una última visita a una sala de prensa, que poco a poco se estaba desmantelando, y después 28 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com tocaba el último trayecto del Auditori hacia el hotel. Ese trayecto, que aunque muchas veces era un fastidio, uno lo acaba echando de menos. http://www.youtube.com/watch?v=3PDd9ETYpVE Domingo 20 de Octubre: Más sueños en 2014 El último día del Festival de Sitges. Un día que las salas Auditori, Prado y Retiro se dedican a hacer las últimas maratones con películas proyectadas durante todo el certamen. Las actividades en Brigadoon también seguían al pie del cañón. Pero para mí, el festival había acabado. Eso sí, del madrugón no me libraba ni el último día, ya que tenía que estar a las diez de la mañana en la Estación de Sants para coger el tren. Tocaba levantarse pronto, mirar otra vez la maleta que hice la noche anterior, desayunar con algo más de tranquilidad, despedirse de la gente del hotel agradeciendo que cada año te hagan sentir como en uno de cinco estrellas e ir hacia el tren de cercanías que me llevará a Sants. Y cómo no, encontrarte en la estación de Sitges la misma estampa de todos los años: un grupo de personas más o menos jóvenes gritando (un domingo por la mañana) que el año siguiente no volverán al Festival de Sitges como si quisieran que todo el mundo se enterara. Por supuesto, a esas mismas personas te las encontrarás haciendo cola en el festival al año siguiente. Tú sabes que volverán. Y ellos también lo saben. Ya en el tren de camino a casa piensas que Sitges ha acabado y no ha acabado contigo. En realidad no es del todo cierto, porque todavía no ha finalizado. Toca hacer un programa para resumir en dos horas y algo lo que ha sido Sitges 2013. También tocará estar horas escuchando las entrevistas o ruedas de prensa que hayas grabado sacando los cortes de voz más interesantes y, por supuesto, rezar para que no haya ninguna jugarreta tecnológica y todo se oiga nítidamente. Por eso, el Festival de Sitges no acaba cuando uno está en el tren de vuelta. Ni siquiera cuando uno está en casa y descubre que las zapatillas que ha utilizado en el festival tiene las suelas literalmente destrozadas de tanta caminata y tienen que ir directamente a la basura. Siempre hay un post-Sitges como si uno viniera de la guerra. El Festival de Sitges es inmenso y cada uno tiene su propio festival. Habrá gente que eche de menos en este diario la celebrada Zombie Walk que se hizo el día anterior a mi llegada. O uno de los puntales de Sitges, que son las maratones diarias de dos o tres películas que se celebran todas las madrugadas. No hay ni que decir que por una cuestión de salud e intentar dormir ‘algo’ esas míticas maratones de Sitges son fruto prohibido. O darle más bola a la desprejuiciada programación de la Sala Brigadoon. O no hablar del Phonetastic Sitges Mobile Film Festival o los cortometrajes presentados. Cada uno tiene su Sitges particular. Y estar en el festival es no poder abarcarlo todo y tener que hacer ciertos sacrificios. En mi caso películas como Coherence, Leviathan, Europa Report, The Fake, L’étrange couleur des larmes de ton corps o Vic+Flo ont vu un ours entre otras tuvieron que ser sacrificadas en beneficio de un supuesto ‘bien’ común. De las que vi, a día de hoy más de la mitad no se han estrenado o no tienen fecha de estreno en España. 29 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Este fue mi Sitges. Cada año diferente, pero siempre intenso. Y toca pensar si uno va a poder acudir a la siguiente edición. Una edición que hace pocas semanas presentó su cartel y la temática de este año: el mundo de los sueños... Lo cual resulta la mar de curioso curioso viniendo de un evento donde lo último que se puede hacer es descansar. RAÚL CORNEJO Periodista, podcaster y cinéfilo, es el creador de Vivir Rodando, un blog dedicado al cine que lleva online desde el año 2008. Además, también graba un podcast del mismo nombre dedicado al séptimo arte. Twitter: @vivirrodando 30 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 20 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA CEREMONIA DE LOS OSCAR POR JAVIER AGUAYO He tenido el privilegio de vivir en primera persona la ceremonia de los Oscar 2014, ya que formaba parte del equipo de Aquel No Era Yo, nominado a Mejor Corto de Ficción, y dirigido por Esteban Crespo. Gracias a ello, he podido cumplir uno de los sueños que tengo desde que era adolescente: asistir a la gala de los Oscar.  Allí pude comprobar que algunas cosas eran exactamente como las imaginaba, otras no tenían nada que ver y algunas ni siquiera me las había planteado. He pensado que contestando a una veintena de preguntas (algunas típicas y otras no tanto) podría aportar mi granito de arena para acercar a los lectores de Fuera de Series  los entresijos de la Ceremonia de los Premios de la Academia de Cine de Estados Unidos. 31 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com En el Nominees Luncheon ¿A QUÉ HORA HAY QUE LLEGAR A LA ALFOMBRA ROJA? La Alfombra la “abren” a las 2:30pm, y el show comienza a las 17:30h. Pero 17:30h americanas, es decir, o’clock: ni un minuto antes, ni uno después.  Por tanto, tienes esa franja de 3 horas para llegar. Las celebrities suelen llegar a partir de las 16:00h, gente tipo Brad Pitt o Sandra Bullock. Si tu intención es disfrutar de  la alfombra tranquilamente sin que te meta prisa la organización y facilitar todo lo posible que  te haga algo de caso la prensa, es recomendable llegar no más tarde de las 15:00h. ¿ES OBLIGATORIO LLEGAR EN LIMUSINA? Ni mucho menos. Puedes llegar, dentro de una medida, en el transporte que te dé la gana. Leonardo DiCaprio, por ejemplo, suele ir en un Toyota Prius, ya que es un coche amable con el medio ambiente (lo mismo que Leo). De hecho, si quieres, puedes llegar en bicicleta. O andando. No problem.   32 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com ¿CÓMO ES LA ENTRADA? ¿QUÉ ENSEÑAS PARA ENTRAR? La entrada a la Alfombra consiste en una carpa blanca, y dentro de ella un dispositivo de seguridad similar al de un aeropuerto, solo que más elegante y con smoking (y, por supuesto, la gente sonría bastante más que en los aeropuertos). Muestras tu entrada, y te dejan pasar. Se recomienda llevar identificación, por si acaso, pero si les engañas bien, y piensan que eres alguien decente, te dejan pasar sin mostrar nada más a parte de la entrada. ¿LAS ENTRADAS SON GRATIS? Sí y no. Las entradas del nominado y su acompañante son gratis. A partir de ahí, las siguientes que se puedan conseguir cuestan 100 dólares cada una. Pero lo que más cuesta no es pagar la entrada, sino convencer a la organización de que te dé alguna que otra más. Incluso gente nominada a mejor actor o actriz tiene problemas para conseguir algunas extra para sus familiares, amigos y resto del equipo. ¿CÓMO SE DECIDE QUÉ ENTREVISTAS HACER? Generalmente es el publicista o el jefe de prensa el  encargado de pactar las entrevistas con los distintos canales de televisión. Es curioso observar a los periodistas tremendamente  atentos, estirando el cuello, para ver qué celebrity se acerca. Es genial poder saludar a presentadores que has visto en la tele durante bastante tiempo, como Guillermo del late show Jimmy Kimmel Live. Con Guillermo, de Jimmy Kimmel Live 33 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com ¿CUÁNTO SE TARDA EN HACER LA ALFOMBRA? Eso depende de lo famoso que seas y de la prisa que lleves. La alfombra consiste en: pasar el control de seguridad, primer photocall, infinidad de periodistas, segundo photocall, fin. En total, el recorrido puede suponer unos 200 metros. Si no eres una celebrity como Brad, lo normal es llegar a las 15:00h para poder disfrutar lo máximo posible de esos 200 metros sin ser apresurado hacia dentro del teatro. Pero claro, te pierdes la emoción de ver llegar los grandes directores, actores, productores… ¿Qué hacer pues? Muy sencillo, algo muy español: marear la perdiz. Vas haciendo tiempo, caminando muy lentamente, y por cada dos pasos que das hacia delante, das uno hacia atrás. Y cuando oyes al público de la grada gritar, es que alguien se acerca. Y de manera elegante, y como el que no quiere la cosa, disimulas la emoción que te supone toparte con gente como Harrison Ford y señora, Olivia Wilde y esposo, Amy Adams, Joseph Gordon-Levitt, ... Porque claro, quieres dar a entender que esto lo haces todos los años y que es normal para ti. Vamos, que eres uno más… ¿ALGUIEN TE ACOMPAÑA? Generalmente, tu publicista es el que te acompaña a la hora de hacer la alfombra, guiándote por la larguísima fila de periodistas. ¿SE PUEDE LLEVAR CÁMARA DE FOTOS? ¿Y MÓVIL? No a lo primero. Yes you can, a lo segundo. Sí, estaba claro que iba a ser la noche de los selfies 34 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com ¿HABLAS CON OTROS NOMINADOS? Claro. Durante el recorrido te vas topando con otros nominados de tu categoría u otras, los cuales has ido conociendo durante el mes previo a los Oscar en cenas, eventos, proyecciones… Y si no eres demasiado tímido, con educación puedes acercarte a saludar a quien te cruces, ya sean los mismísimos Indiana Jones o Han Solo. Con Amy Adams ¿SE PASA HAMBRE? La cantidad de apetito va estrechamente ligada a la cantidad de nervios que se tenga. Pero sí que es verdad que todo el mundo habla del hambre que se pasa. Hay que tener en cuenta que probablemente te montas en la limusina a las 14:30h, y ya no tienes opción de comer algo “decente” hasta por lo menos las 21:00h, lo cual son muchas horas. Un consejo si un día te ves en la buena fortuna de ser invitado a la ceremonia: lleva barritas de cereales en los bolsillos de la chaqueta o en el bolso (o algo parecido) porque te pueden salvar en un momento dado. Aunque tampoco es tan terrible: una vez dentro del teatro hay un bar por planta, y allí suelen tener 35 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com bolsitas con frutos secos y similares. Y bebida, mucha bebida. Ya sea para celebrar, consolar o pasar el rato. ¿CÓMO SE ASIGNAN LOS ASIENTOS? Generalmente, el nominado y su acompañante se sientan en el patio de butacas, mientras que al resto del equipo se les acomoda en los pisos superiores. ¿QUÉ PASA SI EL NOMINADO ES, POR EJEMPLO, JAPONÉS, Y NO SABE HABLAR BIEN INGLÉS? Ese fue el caso del director japonés nominado al mejor corto de animación 2014, Shuhei Morita, que algo sí entendía pero no era muy ducho a la hora de hablar en la lengua inglesa. Shuhei tenía dos opciones: o bien solicitar un traductor a la Academia, o bien llevar el suyo propio. Él optó por lo segundo. En tal caso, a su traductora le mandan una carta con las indicaciones precisas de qué debe hacer llegada la hora en que se lee el ganador a mejor corto de animación. La traductora, en caso de ganar Shuhei, no subiría a traducir su discurso de aceptación, pero sí tendría que esperar al director en el backstage para la rueda de prensa con los periodistas internacionales, la cual dura unos 3-4 minutos. Esa entrevista se graba en el backstage, nada más recibir el Oscar, una vez se abandona el escenario después de dar el discurso de agradecimiento. Para todo esto, la traductora debe haber abandonado su asiento dentro del teatro, que no tiene por qué estar en el patio de butacas junto al director, y se tiene que haber acercado hasta lo que llaman el Winner’s Walk (El Paseo de Los Ganadores), que está situado tras una cortina morada al lado del bar de la primera planta del teatro. Esto lo debe hacer durante un descanso publicitario, con tiempo suficiente. El Winner’s Walk es en realidad un largo pasillo por donde pasan los presentadores que hacen entrega de las estatuillas, los ganadores y organizadores. Allí hay un pequeño monitor desde donde se puede seguir la ceremonia, y desde donde la traductora sería llevada hacia la zona de prensa en caso de ganar su director. Allí además tienen dos pósters de los Oscar en los que todo ganador debe estampar su firma. Lástima que en esta pasada edición Shuhei Morita no pudiera dejar la suya. ¿QUIÉNES SON LOS SEAT FILLERS? Aunque no lo creáis, Meryl Streep también va al baño a hacer sus necesidades. Sobre todo si estamos hablando de una ceremonia que dura en torno a las 3 horas y media. El momento de ir al baño es durante los cortes publicitarios. En cuanto cortan para ir a publicidad, un aluvión de gente se apresura para sentarse en los asientos que quedan vacíos en el patio de butacas. Además de ausentarse aquellos que quieren ir al baño o al bar, también están aquellos que deben ir al backstage porque van a hacer entrega de alguna estatuilla en alguna categoría. Pues bien, esa persona que se sienta en el lugar de Meryl se llama seat filler (rellena-asientos). Su misión es ocupar esa butaca mientras su ocupante está haciendo lo que tenga que 36 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com hacer, y que no se vea ahí el hueco de un asiento vacío al volver de publicidad. En el momento en el que el ocupante original regresa, el filler debe volver a la sala donde están todos preparados para rellenar la siguiente butaca. Por supuesto, van vestidos de etiqueta, y estoy seguro de que si muestran un plano del público donde hay uno de ellos sentados, no te darías ni cuenta. DURANTE LOS DESCANSOS PUBLICITARIOS, ¿QUÉ HACEN LAS CELEBRITIES? Se levantan para hablar entre ellos, se saludan, y muchos se van al bar o bien porque están aburridos, o bien porque no han ganado y necesitan un buen trago para seguir adelante el resto de la noche. En los bares hay monitores desde donde se puede seguir la ceremonia. LO DE LA PIZZA, ¿HUBO DE VERDAD? Ya lo creo. Pero os aseguro que no llegó a los pisos más altos del teatro. Se la comieron entre Brad y la madre de Jared Leto. ¿ES CIERTO QUE HAY GENTE QUE ROBA/TOMA PRESTADOS TROZOS DE LA ALFOMBRA? Totalmente. Una vez terminada la ceremonia, cuando sales del teatro, puedes encontrar esquinas de la alfombra a las que les falta de hecho una esquina. La gente se lleva trozos como recuerdo. ¿QUÉ SE HACE DESPUÉS DE LA CEREMONIA? El nominado y un acompañante van al Governors Ball. Esto es una cena que se celebra en un salón adyacente al teatro. Es ahí donde el recién oscarizado va con su premio a que le pongan una chapita con su nombre. Estas chapitas ya las tienen preparadas, con el nombre puesto, una por nominado. En el momento que se pone la chapa al Oscar del ganador, las otras no se tiran, se funden para que no puedan haber problemas o confusiones en el futuro. 37 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Lupita Nyong'o viendo como añaden la chapa con su nombre a su Oscar ¿TE PUEDES COLAR EN EL GOVERNORS BALL? Lo puedes intentar. Me contaba una amiga de la organización que hay mucha gente que dice haber perdido su entrada y, como son conocidos, piensan que les van a dejar pasar por “su cara bonita de celebrity”. Lo gracioso por lo visto es verles la cara cuando la persona de la organización les dice “Mr.  Fulanito, no se preocupe, ahora mismo le dejamos pasar. Voy a pedir que desactiven su entrada, para que nadie pueda entrar con ella. Así si alguien se la ha robado, podemos saber quién es”. El color de su tez cambia rápidamente, mientras se disculpan para hacer una llamada por teléfono. Se les puede escuchar decir al interlocutor al otro lado de la línea “¡Tío, no se te ocurra entrar con el ticket que te he dado, que nos pillan!” ¿TE DAN DINERO SI GANAS UN ÓSCAR? No. Te dan la enhorabuena muchas veces, pero nada de dinero. La estatuilla está valorada en unos trescientos o cuatrocientos dólares, pero de dinero contante y sonante, nothing. Eso sí, si eres “perdedor” en las categorías de mejor director, mejor actor, mejor actriz, mejor actor de reparto o mejor actriz de reparto, durante el Governors Ball te dan lo que llaman goodie bag o gift bag. Esto es una bolsa con 50 regalos que van desde los 6,50 dólares hasta los 16.000 dólares y que está valorada en total en unos 80.000. ¿Que qué  son estos regalos? Pues cosas como un chupa-chups de diseño, un viaje de lujo a Hawaii o Las Vegas, u otros tipo un tour por Japón valorado en 15.000 dólares. E incluso un transplante de pelo valorado en 16.000 dólares americanos amigos.  A ver si me nominan a mí pronto y me arreglo… 38 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com La Goodie Bag de la ceremonia de este año ¿ES VERDAD QUE LA ESTATUILLA PESA TANTO COMO DICEN? Totalmente. Pesa un congo y medio. En concreto, ocho libras y media, que vienen a ser casi cuatro kilos. Mira que todo el mundo lo dice, y vas preparado a coger algo que pesa más de lo que parece. Pero aún así, te sorprende su peso. Es curioso cruzarte con los ganadores primerizos. Van todos agarrados al Oscar como si del anillo de Gollum se tratase. Que nadie se lo quite… ¿LA ORGANIZACIÓN TE CUBRE ALGÚN GASTO POR SER NOMINADO? Nada. Eso sí, durante el mes previo a la ceremonia, invitan a los nominados a la Comida de Nominados, la cena con la rama de tu categoría, y la cena del Governors Ball. Además de proyecciones y otros eventos. También a los nominados europeos se les invita a una comida post-Oscar en el lujoso restaurante Ivy de Londres. ¿CUÁNTO HAY DE VERDAD EN LA SERIE “EL SÉQUITO”? Casi todo. Más o menos el 90%. Por conversaciones con gente que se dedica a esto en Hollywood desde hace mucho tiempo, y por experiencia propia, da un poco de miedo lo que la serie Entourage (El Séquito) se parece a la realidad de Hollywood. ¿QUÉ PASA CUANDO TERMINA LA CENA DEL GOVERNORS? 39 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Después de haber pasado unas dos horas en la citada cena, es hora de ir a tu propia fiesta o a las de los otros. Pero antes hay que recuperar la limusina, o medio de transporte que te haya llevado hasta allí, el cual te lleva esperando desde que lo dejaste a eso de las 15:00h, siendo ahora media noche aproximadamente. Tienes un ticket con un número que entregas en unas mesas, desde donde avisan a tu chófer para que vaya a recogerte. Para entonces ya han desmontado casi todo el tinglado de alfombra roja y demás. Estos americanos son muy eficientes. ¿CÓMO CONSIGUES QUE TE INVITEN A LAS FIESTAS BUENAS? ¿CUÁLES SON LAS MÁS GUAYS? Generalmente, al salir de la cena te vas a la fiesta que haya organizado tu país. Pero si no tienes país que te organice una, o si terminas pronto, lo guay es poder ir a las fiestas gordas. ¿Cuáles son? Pues las más famosas de todas son estas: • LA FIESTA DE VANITY FAIR. Hace unos años cambiaron de localización, y se fueron al hotel Sunset Plaza de West Hollywood, primero por una cuestión de espacio (la lista de invitados supera las mil personas) y segundo por las vistas de la ciudad, que son una maravilla desde allí. • LA FIESTA DE LA FUNDACIÓN ELTON JOHN CONTRA EL SIDA. Se realiza en el Parque de West Hollywood, primero se visiona la ceremonia en directo, y más tarde disfrutan de actuaciones como la de Ed Sheeran en esta pasada edición de 2014, junto con la degustación del menú del súper-megafamoso-chef Gordon Ramsay, gurú de la cocina televisiva y dueño de uno de los restaurantes más de moda de LA. • LA FIESTA DE MADONNA. Sponsorizada por Gucci, tiene lugar en una residencia privada, y suele terminar bastante tarde. ¿Cómo ser invitado a esas fiestas? Bueno, pues lo mejor que puedes hacer es ganar un Oscar, y esa es la mejor de las invitaciones para cualquier fiesta. Se dice que con un Oscar en la mano tanto tú como el resto de tu séquito (seáis los que seáis), podéis entrar en cualquier party. Yo, por desgracia, no he podido ser testigo de si esto es cierto o no. Esperemos que pronto. Anexo Aquí os dejamos el trailer de Aquel no era Yo, que aunque no consiguió la estatuilla de la Academia sí ha recibido más de 90 premios en festivales de todo el mundo, incluyendo el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción https://www.youtube.com/watch?v=SvAAHluKx2M 40 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com JAVIER AGUAYO Javier Aguayo es actor, productor y conector que vive a caballo entre California y Madrid. Como actor ha compartido escena con actores de la talla de Rhys Ifans, Crispin Glover o Luis Tosar y con directores como Bernard Rose o Luiso Berdejo. Miembro del equipo que hizo campaña con Esteban Crespo en la 86 Edición de los Premios Oscar. Actualmente trabaja en la producción del largo documental The Other Kids, y su último trabajo como actor, And On The Seventh Day, se estrenará en el Palm Springs International Short Festival en junio de 2014, donde también participará como ponente invitado. 41 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com FESTIVALES, UNA CUESTIÓN DE PROGRAMA POR JORDI SÁNCHEZ-NAVARRO Lo primero que debe preguntarse alguien que trabaja en el azaroso, ciertamente complicado mundo de la gestión o la organización de eventos relacionados con la cultura, con el mundo del espectáculo o con el inabarcable universo del entretenimiento es ¿Para qué hacemos esto?, ¿A quién sirve lo que planteamos?, ¿Qué necesidades cubre? Cada una de las posibles respuestas a esas preguntas implica una idea, un concepto, un propósito, pero también una guía estratégica o un método de trabajo. (Abramos un paréntesis para aclarar que esta equiparación inicial entre cultura, espectáculo y entretenimiento es del todo buscada. No es en absoluto una confusión, sino un enfoque que intenta dar cuenta de la globalidad del objeto de reflexión y trabajo de quien firma estas líneas: las culturas del entretenimiento). Una idea y un método Como decíamos, de las respuestas a  esas preguntas se derivará un método de trabajo. He estado en suficientes festivales, salones y eventos como para saber que la estructura organizacional y, por tanto, el método de trabajo, tienen un gran peso en los resultados de ese festival a todos los niveles. Mientras que los festivales 42 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com pequeños suelen depender de la presencia constante de un núcleo organizacional muy reducido, los festivales grandes adoptan modelos de funcionamiento más complejos que pueden ser muy jerarquizados o, por el contrario, muy horizontales. En cualquier caso, cada uno de esos modelos tiene impacto en la forma en la que se desarrollan las cosas del día a día, en la forma en que el festival trata a sus invitados y a sus públicos. “Públicos”, sí, en plural, porque de cada una de esas formas organizacionales parte de diferentes aproximaciones a los distintos “públicos” de un festival. Solo es necesario pasar unas horas en un festival para saber a qué público está dirigido: los hay que se orientan a los espectadores habituales de cine, los que se orientan a los profesionales del sector o los que se orientan a las “fuerzas vivas” del pueblo o villa en que se celebran. También decía que cada respuesta a esas preguntas refleja una idea de la razón de ser del festival. En los últimos años tiendo a ver los festivales de cine que me gustan (que son los que están un poco pensados) como celebraciones de una determinada manera de consumir cine, una manera que parece condenada a la desaparición. Dejadme recordar las palabras de Jimmy Wales (el fundador de la Wikipedia) en el foro Global INET de Ginebra (Suiza), donde anunció la muerte del cine a manos de la próxima revolución de la Red, que no será otra que el vídeo. Dado que el ancho de banda disponible alcanzará magnitudes hasta ahora inimaginables y que los públicos más jóvenes llevarán a cabo cambios drásticos en la forma de producir y consumir contenidos audiovisuales, la industria mundial del cine no tendrá más remedio que aceptar su muerte. Parece condenada a la desaparición, pero no lo está. Cuando anuncian la muerte del cine, los gurús no hacen futurología, sino análisis del presente, puesto que la industria cinematográfica ha vivido en metamorfosis constante. A lo largo de los años, la producción, la distribución y la exhibición de cine se han transformado de manera radical. Y esas transformaciones no han tenido otro objeto que hacer frente a las amenazas que, al parecer, tenían que provocar su desaparición. En los años 50 del siglo pasado, Hollywood hizo frente a la competencia de la televisión mediante notables impulsos técnicos como los formatos panorámicos y aquel rudimentario 3D que debía verse con gafas polarizadas de filtros cian y rojo, convertidas hoy día en un divertido instrumento vintage. En los años 80, Hollywood se vio obligado a cohabitar con el vídeo doméstico y lo hizo con cierta fortuna. De hecho, buena parte de los cineastas actuales deben toda su educación cinematográfica inicial al VHS. En los primeros lustros del siglo XXI, la industria del cine se ha enfrentado al desafío del abaratamiento y la popularización de las tecnologías de producción y ahora tiene que enfrentarse a la feroz competencia de Internet, entendida no ya como nido de piratas, sino como fuente de entretenimiento, foro cultural y espacio de sociabilidad. Lo que sí está claro que ha sufrido una transformación definitiva es el modelo tradicional que ha sostenido históricamente la industria –una gran oferta mediana destinada a un público general– puesto que el mercado del cine parece definitivamente polarizando en, por un lado, grandes acontecimientos globales y, por otro, pequeños mercados para pequeños públicos. En definitiva, lo que ha 43 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com cambiado enormemente es la distribución y la exhibición, es decir, el modo en que las películas llegan a los públicos. Los servicios de  video on demand  basados en Internet como Voddler, Wuaki.tv, Filmin, Nubeox o la ya desaparecida Youzee son la respuesta a la creciente demanda de los usuarios de películas en alta calidad de video y audio que quieren verlas sin la necesidad de salir de casa. Cada una de ellas tiene características particulares debido a su origen (algunas nacen de la iniciativa de distribuidores, otras de exhibidores; unas están más orientadas al consumo en el ordenador, mientras que otras parecen destinadas a los llamados SmartTV) y a su catálogo, pero todas evidencian que hay empresas que se resisten a creer que Internet es el enemigo del cine. Pero también hay datos que refutan la afirmación de que la experiencia de ir al cine ha perdido el favor del público. Los festivales son eventos que movilizan a multitud de espectadores porque suponen una verdadera alternativa a los designios a menudo caprichosos de los circuitos de distribución y exhibición establecidos. Otro ejemplo es el evento cinematográfico Phenomena Experience, que (principalmente en Barcelona y Madrid) convoca regularmente a un número nada despreciable de espectadores que disfrutan de otro modo de ver el cine, con la proyección de clásicos en versión original y, generalmente, con la mejor copia disponible. Tanto los festivales como Phenomena Experience rebaten con hechos los argumentos de todos aquellos que afirman que el cine ha muerto en la pantalla grande. El papel de los festivales como dinamizadores de la exhibición de películas en pantalla de cine y en condiciones óptimas de recepción, por tanto, es fundamental. Ese es, para quien firma estas líneas, el motivo por el que vale la pena emprender el esfuerzo hercúleo de hacer un festival. Un festival debe ser un puente real entre los creadores y un público interesado en consumir, disfrutar y aprender del cine. Por tanto, cuando me hago la pregunta "¿a quién sirve?", creo que en el fondo sirven para públicos y para creadores. Y eso es lo que intento aplicar (o intento influir para que la institución lo aplique) cuando trabajo en la programación de Anima’t, la sección de animación del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Al servicio de la creación El pasado mes de octubre de 2013, los asistentes a las jornadas profesionales Anima’t Industry Networking Summit —un spin off del Festival de Sitges que se celebra en Barcelona y que quiere ser un punto de encuentro para el sector de la animación—, pudieron ver bocetos, diseños y fragmentos del story board de Song of the Sea, el proyecto en desarrollo de la productora irlandesa Cartoon Saloon. La impresión general del público fue que lo que se estaba viendo era una maravilla merecedora de la máxima fortuna comercial, pero que este éxito no sería nada fácil. Para el público general de nuestro país, la animación es poco más que el reducido conjunto conformado por la decena de largometrajes que cada año estrenan las compañías norteamericanas, las películas de orientación infantil de origen japonés que, de forma muy esporádica, llegan a nuestras salas de cine —y que no son más 44 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com que una ínfima muestra de la variedad desbordante de la producción japonesa— y la película española realizada con un enorme esfuerzo que de vez en cuando consigue estrenarse. Teaser de Song of the Sea : https://www.youtube.com/watch?v=t0Ejpl3QFuU Porque, en efecto, para el público general, la animación es, en primer lugar, el largometraje cinematográfico, que conforma un panorama el que la producción europea de unos cuántos proyectos que vale la pena observar de cerca comparte espacio con dos polos de producción de enorme fuerza (Estados Unidos y Japón). Para este mismo público general, la animación es, también, los dibujos animados para televisión, que configuran un paisaje más plural en técnicas y enfoques plásticos y artísticos, pero que, salvo excepciones, parecen condenados a no disfrutar del aprecio de los públicos que vayan más allá de su público natural, que es el infantil. La mayoría de los interesados en la animación creen (con razón) que sobre ella ha caído una especie de maldición: la de ser considerada como una forma menor de expresión audiovisual, cuando en realidad es la aliada natural de todos aquellos que buscan un cine capaz de sorprender, de poner en cuestión ideas sobre lo representable en la imagen en movimiento, y capaz de desafiar las ortodoxias de los discursos visuales dominantes. En el mundo de la expresión audiovisual, dominado históricamente (con las excepciones que quieran encontrarse) por el poder de la narratividad, de los acontecimientos expresables en términos de causas y consecuencias y traducibles a palabras, la animación siempre ha estado en una posición de avance, demostrando con fuerza que el cine es también, y sobre todo, una cuestión de diálogo visual. Esta capacidad para poner en crisis algunas de nuestras ideas más arraigadas sobre el que tiene que ser la comunicación mediante imágenes se ha desarrollado históricamente en los largometrajes y, en mucha menor medida, en las series de televisión, pero su ámbito natural de desarrollo ha sido el cortometraje. Y así se ha reflejado en los festivales que han acogido sus formas híbridas y cambiantes, como Annecy, Hiroshima, Cinanima en Espinho (Portugal) o la Animafest de Zagreb, festivales que han tomado el polos a lo largo de varias décadas a la inabarcable nómina de escuelas y estilos de animadores británicos, a la siempre vital animación de la Europa Occidental, o a la torrencial producción de la Europa del Este. En las últimas décadas, festivales de vocación generalista han ido incorporando a sus secciones muestras de animación, demostrando que esta ya no es un género menor, un producto destinado en exclusiva a la audiencia infantil o un reducto de creadores y públicos marginales. Los festivales han conseguido que la animación se gane el respeto y el aprecio de la crítica y, sobre todo, del público, divulgando de forma ordenada y rigurosa la obra de pioneros como Starewicz, Alexeieff, Tyrlová, Trnka o McLaren, clásicos modernos como Svankmajer, Laloux o Bakshi, o los creadores de la época dorada del cartoon norteamericano, para citar algunos. También ha servido para el encuentro del público con la animación japonesa en sus formas más institucionalizadas y alternativas, con la infografía y el 3D o con la stop-motion (antes de que Mear o Aardman las pusieran en boca de todo el mundo), dejando 45 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com claro que a través de la animación puede trazarse toda una Historia paralela del cine que merece la pena conocer y celebrar. Pero el que importa no es el papel que la animación ha jugado en la historia de los medios audiovisuales, sino el que sigue jugando o, mejor, el que todavía tiene que jugar. Los festivales especializados o con secciones dedicadas al tema demuestran, y lo harán en el futuro, que la animación es un campo de creatividad infinita. La salud de este campo de creatividad al mundo reposa  sobre tres pilares: una sólida tradición en la producción no orientada tanto al negocio inmediato como la exploración plástica y al crecimiento autoral, un sistema de formación con escuelas de vanguardia y profesionales orientados al magisterio, e instituciones públicas que creen en el valor artístico y cultural de la animación. Son diferentes estrategias para cultivar un talento que no es exclusivo de un país concreto, pero que una vez cuidado, florece dando lugar a ecosistemas reconocibles que no tardan a convertirse en referencias en el extenso pero cotado universo de la animación. Todos los conocedores del medio saben, por ejemplo, que el Reino Unido, Francia y Canadá son polos mundiales de creación, atracción de talento y consumo y exportación de obra y profesionales. Cada año, los programadores de festivales reciben centenares de propuestas procedentes de estos países, cada uno de ellos fruto de las estrategias de los mencionados pilares. En Francia, la formación es clave, como puede verse en el trabajo que realiza Supinfocom, la escuela superior de creación de animación digital (2D y 3D) con sedes en las ciudades de Valenciennes y Arles, y con una delegación internacional en Pune (India). Supinfocom es el ejemplo de hasta qué punto una escuela puede convertirse en referente mundial mediante la distribución en festivales de todo el mundo de trabajos de sus estudiantes y graduados. Este sólido tejido formativo alimenta y a la vez se complementa con una red de producción y distribución ejemplar, como la que representan compañías como Autour de minuit o Les Films du Nord, que cobijan a talentos conceptuales y técnicos indomables. El Reino Unido ha apoyado tradicionalmente a sus creadores mediante estrategias de estímulo a la producción en las que las televisiones han jugado un papel esencial. BBC y Channel Four han tenido desde siempre entre sus prioridades el apoyo explícito a la animación británica, tanto en forma de series como en forma de cortometrajes. Esto, de hecho, ha permitido la consolidación histórica del corto como un formato viable de producción y exhibición. En este contexto, el corto no es un territorio de pruebas o un entrenamiento para autores cuya aspiración última es dar un obligado salto al largometraje, sino un formato plenamente prestigiado para el desarrollo de una propuesta artística sostenida en el tiempo. Algo parecido ocurre parecido en Canadá, pero en este caso el apoyo explícito no viene tanto por parte del tejido empresarial, sino de la oficina nacional del cine o National Film Board, organismo público que tiene el objetivo de producir y distribuir películas para modelar, promover y difundir la imagen del país alrededor del mundo. Hablando de la NFB, es imposible no invocar el nombre de Norman McLaren, uno de los amimadores más célebres de la historia, quien desde 1941 46 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com irradió su magisterio como creador y formador desde su centro de operaciones en el citado organismo público. En todo caso, sería injusto reducir el panorama de la animación mundial a los grandes centros de producción, dado que la grandeza de la animación es, precisamente, que puede ser pequeña. En el país de las superproducciones de Disney, Dreamworks o Fox, un francotirador solitario como Bill Plympton sigue trabajando con paso firme, como demuestra su último largometraje Cheatin. En el país de Hayao Miyazaki, Doraemon y Dragon Ball, Production I.G continúa con sus grandes proyectos, mientras presenta anualmente, en su antología Anime Mirai, el futuro espléndido que tiene la animación japonesa. Los países bálticos y de Europa central y oriental siguen con la maravillosa tradición heredada de los geniales Hermína Tyrlová o Jirí Trnka. En Portugal, pequeñas productoras como Filmógrafo se hacen un hueco en el mundo a base del prestigio que da el trabajo muy hecho, del mismo modo que hacen productoras pequeñas y artistas que se autoproducen en todo el territorio español. Ese es el ecosistema en el que Anima’t se mueve y en el que conscientemente quiere intervenir. Tanto en su subsección de largometrajes como en la de cortometrajes, Anima’t está pensada como un foro de discusión en el que se congregan diferentes puntos de vista (técnicas y enfoques) a ambos lados de la pantalla. Entre el público de las sección se encuentran aficionados históricos, nuevos fans del anime que quieren acercarse a otras formas de expresión, dibujantes de cómic e ilustradores, animadores, familias, o simplemente curiosos, todos juntos en una hermandad que solo puede congregarse a través del cine de animación. JORDI SÁNCHEZ-NAVARRO Profesor e investigador en cine y comunicación (UOC) y programador de Anima’t, la sección de animación del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, del que fue sub-director. Entre 1993 y 1996 fue director del Saló Internacional del Còmic de Barcelona. Ha escrito e impartido conferencias y clases sobre cine, televisión, videojuegos, cómic y sobre las nuevas formas e innovaciones de la cultura audiovisual. Es autor de los libros Narrativa audiovisual (2006), Freaks en acción. Alex de la Iglesia o el cine como fuga (2005) y Tim Burton: Cuentos en sombras (2000). Coordinador del Grupo de investigación en Aprendizajes, Medios y Entretenimiento (GAME) Twitter: @jordisn 47 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com RUTA 66: SENTIMIENTOS E INQUIETUDES AMERICANAS DE UNA ADICTA A LAS SERIES POR BEATRIZ GONZÁLEZ No soy persona que acostumbre a plasmar pensamientos y experiencias por escrito, por lo que este ejercicio de reflexión acerca de mis vivencias durante las tres semanas que dediqué a hacer la Ruta 66 en compañía de una muy buena amiga, de primeras me parece todo un reto y, a la vez, me produce cierto desasosiego. Quizá sea el síndrome del folio en blanco que llaman, quién sabe… Siempre hay un pensamiento (dos, tres a lo sumo) que te viene a la cabeza cuando piensas en algo o alguien en particular. En mi caso son dos: En primer lugar está el recuerdo imborrable de la carretera, de esos trazados por los que discurría la Ruta 66 casi siempre paralela a las nuevas interestatales y que tantos recuerdos me dejó en la retina: la cercanía y amabilidad de los norteamericanos, los puentes de estructura metálica que encontrábamos a nuestro paso y que destilaban aroma a tiempos pasados, los altísimos depósitos de almacenaje con el nombre de la población inscritos en ellos dándote la bienvenida, o el contraste de paisajes entre los distintos estados, desde los vastos maizales de Illinois, al verdor de Missouri y parte de Oklahoma, los grandes ranchos de Texas o 48 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com los efectos del proceso de desertificación que claramente se podían apreciar en New Mexico, Arizona o California. En segundo y último lugar está Monument Valley, un lugar que superó todas mis expectativas del mismo modo que El Gran Cañón las hundió miserablemente. Paradójicamente, no pertenece a la Ruta 66, pero sin duda visitarlo fue uno de los grandes aciertos pese al gran desvío y las más de ocho horas en coche entre ida y vuelta que ello nos supuso. Me embargaba una sensación de pureza, de libertad admirar esas obras de arte de la naturaleza mientras mis botas se manchaban de esa tierra arcillosa y roja. Estaba en ese mágico lugar donde habían pisado varios de los más grandes actores y directores del mundo, películas que mi padre había visto siendo niño y que siempre recuerda con especial nostalgia. Para mí, aunque siento una especial admiración por algunas de esas joyas cinéfilas del viejo oeste, también representa un cine mucho más actual, evocándome escenas de películas tan entrañables y carismáticas como Forrest Gump o donde concluía en su escena final de la inolvidable Thelma & Louise (aunque nuestra intención una vez allí no era emularlas de manera literal, nos conformábamos con emularlas en espíritu). Curiosamente, ambas películas tuvieron a Monument Valley como punto y final de sus particulares viajes hacia lo más profundo de sus almas, de sus miedos y de sus liberaciones personales. 49 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Demasiados paralelismos entre ellas y nosotras, y no lo digo únicamente porque parte del recorrido de ambas rutas coincidieran o porque cumplíamos el arquetipo de dos mujeres con cierto espíritu aventurero, un coche y mucha carretera por delante, si es que se puede reducir esa joya en una definición tan paupérrima. Quizá por nuestras personalidades a veces tan distintas y a la vez tan complementarias, capaces de cambiar de rol si la ocasión lo requiere. Sin duda, una película que estuvo muy presente durante todo el viaje, ese viaje que surgió como algo inesperado, improvisado, fruto de una decepción, pero ya sabemos que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre y probablemente no lo pudo hacer en mejor momento. Sí, la Carretera Madre estaba hecha para nosotras, para disfrutarla y guardarla bajo llave en nuestros corazones para siempre. Entrando ya en materia friki, para dos personas con alma seriéfila como nosotras, recorrer la ruta significaba, en gran parte, soñar con lugares emblemáticos, localizaciones que pasaban de ser simples puntos marcados con una X en el mapa a ser algo tangible y real, algo que vas a ver con tus propios ojos, tocar con tus propias manos (y si se tercia, algo de lo que apropiarte discretamente para conservar como un entrañable recuerdo). ¿Colará eso de que nuestros antepasados españoles fueron los fundadores de Albuquerque para pedir por la cara un lavado de coche en el lavadero de Walter White? Sí, en tu cabeza, todo es posible. ¿Por qué no? La cultura americana está muy presente en nuestras vidas ya sin buscarlo, conque si, además, te pirras por las series y las pelis (el cine en menor medida), probablemente el viaje se convierta más en una obsesión por querer verlo y abarcarlo todo que en un viaje de placer. Decidimos que eso no nos iba a pasar a nosotras (un poco con la boca pequeña, claro, pues ¿qué seriéfilo en su sano juicio no querría verlo TODO?). Nos esperaba un cierre de viaje espectacular, el ser testigos de primera mano de la alfombra roja de los Emmy, fantaseando e imaginando ficticias discusiones con quienes osaran arrebatarnos nuestra más que 50 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com merecida primera línea en la valla o quizá conocer a un simpático técnico de sonido que no tendrá reparo alguno en colarte entre bambalinas. Asistir a los Emmy en nuestro último día era la guinda perfecta de un pastel que se antojaba delicioso. Era, en definitiva, un sueño dentro del sueño que suponía hacer la Ruta 66. Y si algo nos enseña la televisión es que América es la tierra de las oportunidades, del tan manido sueño americano. No hay nada que hacer, te han inoculado el veneno en el cuerpo. Negar la evidencia es engañarte a ti mismo. La cultura americana está por todas partes y nos gusta sentir que, en cierto modo, formamos parte de ella. Nos enteramos antes de su música, sus películas, sus cotilleos, sus series, sus tragedias y sus fenómenos atmosféricos que de los nuestros. No sabemos qué es la manteca de cacahuete y el sirope de arce pero tienen pinta de estar buenísimos. Recientemente, el hashtag #TipicasFrasesAmericanas fue trending topic en España gracias al humor y a la sorna que derrocharon miles de tuiteros reflejando los clichés americanos que tan a menudo vemos en el cine y la televisión estadounidense. Aquello me hizo recordar parte de mis motivaciones para realizar la ruta. Para una persona como yo, con cierto apego por lo antiguo, por lo clásico, y por la historia en general, hacer la Ruta 66 era formar parte de esa leyenda, de profundizar en el mito de los primeros colonos en zonas completamente vírgenes, entender mejor el concepto de la América profunda, descubrir un país que ha estado fuertemente ligado a España desde siglos atrás y donde convive un elevado porcentaje de ciudadanos de habla hispana (>12%). Todo ello iba unido a mi amor por la televisión en general y las series en particular. Clichés a montones que quería descubrir por mí misma para poner mis expectativas en su punto exacto y ese punto romántico/aventurero que hacía la ruta más atractiva si cabe. Así pues, como es imposible partir de cero e ir a los Estados Unidos libres de prejuicios y estereotipos (y a casi ningún país del mundo, diría yo), trataré de aportar mi particular visión nostálgica de esta maravillosa experiencia, tratando de desmontar o confirmar los clichés que tantísimas veces hemos visto u oído en televisión sin olvidar alguna anécdota o curiosidad que quizá os pueda resultar interesante, así como los rincones seriéfilos que fuimos encontrando a nuestro paso. No diga Illinois, Texas o New Mexico; diga The Good Wife, Dallas y Breaking Bad. Hablar de Chicago es hablar del lago Michigan, de su skyline, del punto de partida de la Ruta 66, de los Chicago Bulls, del musical Chicago, de su metro elevado, de los Bears, la Deep Dish Pizza o pizza Estilo Chicago (deliciosa), de la Hull House o de la torre Willis y su alucinante balcón exterior completamente acristalado. Pero también es hablar de una de las series del momento, The Good Wife. Cuando realicé el viaje no había pasado del s01e05, pero a día de hoy la he devorado entera con ansia viva, para disgusto de cierto maquetador de este artículo. No voy a 51 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com extenderme en desgranar mis filias y fobias con algunas series, este artículo no va de eso, pero sí de destacarlas un poquito para que ocupen el lugar relevante que, sin duda, tuvieron a lo largo de la Ruta y las emociones y gratos recuerdos que nos aportaron. De Chicago, in my opinion, nos quedó una muy agradable sensación de ciudad abierta a la gente, cosmopolita, atractiva y culta sin resultar snob. También agradecimos el no percibir esa sensación de masificación que sí tienen otras grandes urbes pese a ser la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos. Tras día y medio de andar de aquí para allá y de poner los pies en remojo en el lago Michigan, tocaba despedirse de la ciudad que vio nacer a personajes tan célebres y tan dispares como Walt Disney, Hugh Hefner o Hillary Clinton, además del que ha sido uno de sus ciudadanos más ilustres, Al Capone. 52 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Llegó el gran día de tirar millas (muy apropiada la frase) e íbamos mentalizadas de que nuestro objetivo era disfrutar del camino, saboreando todas y cada una de las pequeñas sorpresas y posibles decepciones o contrariedades que nos depararían esos 4.000 y pico kilómetros, de pequeños rincones y curiosidades por descubrir, de las posibles anécdotas del viaje, de la música y las conversaciones que tendríamos a lo largo de todo el trayecto. Nuestro flamante, reluciente y enorme Chevy Impala Edición Limitada nos ayudaría en el proceso y pusimos rumbo a la aventura. 53 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 54 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Nuestra primera parada coincidiendo con el rugir de tripas (ésta fue una sabia costumbre que adquirimos, el no guiarnos por horarios y comer cuando nos apeteciera sin importar la hora) fue en esta pequeña población, principalmente porque ahí se encontraba el Joliet Correctional Center, actualmente fuera de servicio. Bueno, este nombre no os dirá nada, pero si digo Fox River, muchos ya sabréis a qué me refiero. Recuerdo gratamente aquella primera temporada de Prison Break, y aunque sólo pudimos acceder hasta la explanada situada en la misma entrada del correccional, la imponente fachada la recordaba exactamente igual. Una de las características más curiosas de la Ruta 66 es que está plagada de monumentos tipo el monopatín más largo del mundo o la casa más alta del mundo, atracciones totalmente made in USA. La Ruta 66 utilizaba este tipo de reclamos para atraer a la gente y, por suerte, la gran mayoría de ellos se conservan en óptimas condiciones. También creo recordar que hicieron mención a ellos a principios de la novena y última temporada de How I met your mother, cuando Ted se declaraba un friki absoluto de estas figuras y recorría el país buscándolas junto a la madre. Pues bien, con la ayuda de nuestra guía, la EZ66 Guide for travelers de Jerry McClanahan, parábamos casi en cada pueblo y nos poníamos a callejear hasta que conseguíamos localizar al astronauta con su cohete espacial (Gemini Giant), o la Blue Whale, entre otras muchas figuras, además de un amplio surtido de murales evocando la Ruta 66, todos ellos de tamaño gigantesco pero francamente dignos de ver. Fue uno de los momentos más simpáticos del viaje. Hay una pequeña anécdota al respecto: Buscando a Abraham Lincoln en su carromato no había ni rastro de dicho carromato ni rastro de cualquier actividad humana en ese pueblo. Decidí entrar a preguntar en el primer sitio que encontrara abierto (pasadas las 17h, la 55 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com mayoría de comercios cierran) y, finalmente, encontré uno. Entré y un grupo de personas que estaban en una reunión me indicaron cómo llegar. Entonces me fijé en un cartel y una mesa con fruta en su interior. Había interrumpido una reunión de Alcohólicos Anónimos. 56 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Tuvimos ocasión de pernoctar en nuestra primera noche de ruta en Springfield, capital y residencia oficial del Gobernador del Estado de Illinois (no de Los Simpson) y donde también residió durante parte de su vida y está enterrado en un precioso mausoleo uno de los personajes más ilustres y reputados de los Estados Unidos, Abraham Lincoln (llegados a este punto es de obligado cumplimiento llevarse la mano derecha al corazón y cantar eso de Oh, say can you see by the dawn’s early light…). 57 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com De nuevo en marcha por caminos polvorientos y carreteras irregularmente asfaltadas, divisamos el río Misissippi con el atardecer reflejándose en sus aguas. El río sirve a su vez de frontera estatal entre Illinois y Missouri, estado donde se sitúa St. Louis. Pero en uno de los recodos de la I-44 que bordeaba el río apareció majestuoso ante nuestros ojos el Gateway Arch, monumento nacional de 192 metros de alto y otros tantos de ancho y que es muy reconocible en la serie Defiance aunque a mí personalmente me traía viejos recuerdos del opening de Somos diez (aquel spinoff de Los problemas crecen basado en el entrenador Lubbock y su familia, seguro que la recordaréis al momento). 58 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Visto desde su base es realmente espectacular. Lo destacable de su interior fue el mecanismo de ascenso al mirador situado en el punto más elevado del arco. Eran ocho pequeñas cabinas completamente blancas con capacidad para cinco personas cada una. El ascenso se hacía a través de una catenaria que enganchaba las cabinas como si fueran poleas siguiendo el movimiento en zigzag. Muy, muy, muy curioso, sin duda. Pero es que esas cabinas eran como cápsulas. Nosotras nos hubiéramos dejado abducir y lo que hiciera falta, ya nos habíamos metido en el papel por completo. Continuamos nuestro destino hacia Lebanon, pero antes tendríamos el gusto de conocer a Jesse James, el más famoso atracador americano de mediados-finales del siglo XIX y las cavernas de Meramec, lugar que sirvió de guarida a toda la banda. 59 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com En Lebanon ya atardecía cuando llegamos. El Munger Moss Motel es uno de estos moteles clásicos de la ruta con un cartelón enorme de neón todo lleno de colorines. Regentado por Ramona, lleva abierto al público desde 1.946, el mismo año en que fabricaron sus colchones, estoy convencida. La habitación dejaba bastante que desear: mosquitos por doquier, telarañas, olor a rancio y mal ventilado, sillones raídos... Como decía Silvia, mi compañera de viaje, sus últimos inquilinos debieron 60 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com ser Bonnie & Clyde. Recuerdo decirme para mí misma: Che, esto es lo que buscabas, ¿no? Un motel cutre donde pasar la noche. Vaya si lo conseguí. Amanece, domingo 8 de Septiembre, día del Señor (parecía que empezaba a afectarnos espiritualmente las biblias que íbamos encontrando en las mesillas de noche de los moteles). Ponemos la televisión y ¡menuda sorpresa! ¿Los telepredicadores existen de verdad? Pensábamos que eran un mito, una leyenda urbana, algo así como la película-reencuentro del cast de Friends. Y, además, en prácticamente todos los canales. Ver para creer. Junto con la Biblia, teníamos el plan dominguero perfecto. 61 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Hablando de biblias y telepredicadores, ni os imagináis la cantidad de iglesias que nos íbamos encontrando a nuestro paso. Eso que dicen de que en España se abre un bar y el pueblo se crea a su alrededor, pues allí pasa lo mismo pero con los templos. Iglesias protestantes, católicas, mormonas y alguna baptista. De nuevo a bordo de nuestro Chevrolet, llenamos el depósito y nos marchamos dirección Tulsa, ya en el estado de Oklahoma. En principio no teníamos que temer por los tornados ya que se dan más por la primavera que por otoño, aunque septiembre seguía siendo época de riesgo. En este tramo cruzaríamos brevemente el estado de Kansas, el granero de América, apenas durante unos pocos kilómetros que se pasan en lo que tardas en repetir tres veces en voz alta: Se está mejor en casa que en ningún sitio. (Los zapatitos de rubíes no son necesarios) Llegamos a Tulsa conocida como la capital mundial del petróleo dada la cantidad de refinerías existentes. Era domingo de series y teníamos cable, así que había que aprovechar. Dexter y Breaking Bad fueron las elegidas, ambas en sus rectas finales de serie. Por la mañana aprovechamos para visitar algunos lugares de Tulsa y alrededores antes de irnos dirección Oklahoma City. Lo que más sentimos fue no poder visitar la reserva Cherokee, cuya fama les precede y han sido protagonistas absolutos de tantas películas de indios y vaqueros. 62 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com En Oak City, como se la conoce popularmente, confluyeron nuestros destinos y los de las intrépidas Thelma & Louise. Aquí ambas conocieron a un jovencísimo Brad Pitt interpretando a un estudiante autoestopista. Nosotras no tuvimos tanta suerte (o sí, a sabiendas de lo que ocurrió después). Bueno, llegados a este punto la salud empezó a jugarnos una mala pasada, quizá por algún alimento en mal estado o probablemente a causa de los contrastes de calor y el aire acondicionado de los dinner respectivamente. Total, que estábamos en un motel en mitad de la interestatal, de esos en que si gritas, muy probablemente nadie te oiga. 63 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Sea como fuere, decidimos continuar con nuestro planteamiento inicial y, tras una noche de perros y con el ánimo bastante decaído, abandonábamos temporalmente la ruta para bajar hasta Dallas, en pleno corazón de Texas. Dallas es uno de esos estados donde decir que eres español está bien visto. Antes bromeé sobre el hecho de obtener un lavado de coche gratis alegando ser descendiente de colonizadores, pero en Texas, en general, ser español es hablar de una parte muy importante de su historia. No en vano, en todos los edificios estatales se encuentran las llamadas Six Flags over Texas, siendo una de las banderas la del antiguo Reino de Castilla. También hay un gran porcentaje de población hispanohablante y en la televisión se ven los canales de Televisa, Televisión Azteca, Telemundo y similares. Ya habíamos visto en los días anteriores distintas series de televisión norteamericanas, reposiciones de Friends, Modern Family, algún partido de la NFL, a Conan, David Letterman y demás, pero lo que de ninguna manera esperábamos ver nada más encender la televisión en Dallas fue el Chavo del Ocho. Por fin llegamos al Sixth Floor Museum, el museo dedicado exclusivamente a la vida, obra, asesinato y posterior investigación de otro ilustre político norteamericano, John F. Kennedy, apenas dos meses antes del cuadragésimo aniversario de su muerte. El museo en sí merece infinitamente la pena. Lamentablemente, estaba prohibido tomar fotos y vídeos del lugar. Se muestra una gran cantidad de documentación histórica y familiar, fragmentos de audio de distintos momentos de su vida. Pero lo que pone los pelos de punta es la parte que detalla con absoluta precisión, casi minuto a minuto, los acontecimientos de aquel día, el momento exacto del asesinato y el impacto emocional y la alarma social que tanta huella dejó en la sociedad norteamericana tras conocer la noticia. Algunos medios se mostraban incrédulos  al informar de la muerte del Presidente de los Estados Unidos, y mientras, unos pocos pasos más allá estaba la ventana de la esquina desde donde Oswald efectuó los disparos protegida por una mampara transparente. Si uno se asoma a las distintas ventanas podrá ver el gran aspa blanca pintada sobre el asfalto que indica el punto exacto donde falleció Mr. President. 64 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Pese a lo interesante del museo, no habíamos recuperado el tono, por lo  que  abandonamos definitivamente la idea de visitar Dallas  y guardamos cama ante el riesgo de perjudicar nuestra ansiada segunda mitad del roadtrip. Al día siguiente nos esperaba Southfork Ranch, el rancho de los Ewing (Dallas). 65 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Dado que en la serie original lo único real eran los exteriores, prescindimos de la visita al interior del rancho y nos limitamos a observar y tomar fotos de la famosa fachada. Realmente el rancho de Dallas no está tan alejado como cabría esperar y se accede por carreteras asfaltadas. La tienda de regalos con productos de la serie y otros tantos de la cultura tejana mostraban los rasgos de una sociedad patriarcal muy arraigada en esas tierras, relegando el papel de la mujer a cocinera, esposa y madre. Llegó el momento de volver a nuestra Ruta 66, pero salir del entramado de circunvalaciones de Dallas costó lo suyo y nos llevó un tiempo extra coger el camino adecuado. Íbamos apuradas de tiempo para llegar al museo de la Ruta 66 de Clinton, un poquito más rápido de lo normal, pero sin hacer locuras (aunque no negaremos que con esas rectas interminables daban ganas de pisar el pedal hasta el fondo). Ya regresábamos a Oklahoma y parecía que llegaríamos en hora al museo, pero un coche situado en el arcén contrario arrancó, viró y se situó detrás nuestra. Genial, la policía. Y paramos en el arcén. Llegados a este punto uno piensa a la velocidad del rayo varias opciones: ¿Lo metemos en el maletero al estilo Thelma & Louise y seguimos nuestro camino? No, demasiado arriesgado. ¿Ponemos cara de no haber roto un plato? Sin duda, la opción más factible y más sensata de todas. ¿Acabaremos en el calabozo? Sólo faltaba que este tópico americano se hiciera realidad. No, mejor no pensar en ello, que aquí no hay a quien recurrir para que pague nuestra fianza. Finalmente, el sheriff del Condado de Tillman, (encima eso, que para una vez que nos detiene la poli en Estados Unidos no era un sheriff molón sino un trooper) se queda parado en la parte de detrás de nuestro coche mirando por nuestro espejo retrovisor. 66 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Ya le había advertido a mi amiga que pusiera las manos sobre el volante. En un estado donde se permite llevar armas de fuego en automóviles era lo recomendable si no querías que te sacaran del coche a punta de pistola. Se acerca a la ventanilla despacio y comienza el interrogatorio oficial. Lo normal: Día de llegada y salida del país, nuestro país de origen, qué hacíamos en EEUU y algunas preguntas de rigor o de pensar que éramos estúpidas y podíamos haber confundido las millas con los kilómetros. Su rictus se fue relajando y nosotras también, para qué negarlo. Pero en una de éstas, le pide a Louise que le acompañe al coche. ¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? 67 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Pasaban los minutos, no volvía y yo empezaba a preocuparme. Finalmente, bajó del coche sonriendo. Al final, la más que probable multa se convirtió en un simple tirón de orejas y una invitación a una cocacola (la que le debíamos) la próxima vez que volviéramos por allí. Ya más relajadas llegamos a Elk City. El Museo de la Ruta tendría que esperar hasta el día siguiente (y no defraudó ni un poquito, tengo que añadir) Era el momento de continuar nuestro  camino. Llegamos a Amarillo (Texas) dispuestas a comernos un buen solomillo de res texana. ¡Qué carne! Tan tierna y jugosa que se deshacía en la boca sin apenas masticar y con ese ligero sabor a mantequilla que la hacía deliciosa. El Big Texan Steak Ranch es parada obligada para los ruteros y no ruteros. Tienen en uno de los amplísimos salones una plataforma donde los más insaciables pueden retar al local a que son capaces de comerse un solomillote de 2 kg (72 onzas) acompañado de su guarnición correspondiente, todo en el plazo de una hora,   con el público siendo testigo de tu momento de gloria y con una cámara grabándote  mientras te chorrea la salsa por la papada  para disfrute de los allí presentes. Si lo conseguías, te pagaban la comida y entrabas en la lista de leyendas del local que lo habían logrado. Si fracasabas estrepitosamente, te tocaría pagarte tu comida y esperamos que sin (demasiado) escarnio del personal. El Big Texan, por dentro y por fuera, era todo un espectáculo. 100% sabor tejano. Otra de las atracciones de la ruta es el Cadillac Ranch, donde aprovechamos para sacar nuestra vena más artística. 68 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Al día siguiente nos despedíamos de Texas para adentrarnos en las profundidades de Nuevo México. Yo sólo tenía un objetivo en mente: Albuquerque y Breaking Bad. El viaje fue bastante plácido, como siempre acompañado de música y charlas, fotografías aquí y allá y el GPS del teléfono que hacía de las suyas de vez en cuando. 69 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com En el paisaje se percibía la arquitectura colonial en los edificios de los distintos pueblos con nombres como Santa Rosa. Quedaba poco para llegar a Albuquerque todavía era bastante pronto, por lo que decidimos hacer un pequeño desvío hasta Santa Fe. Una pequeña ciudad, agradable y tranquila, cuyas edificaciones hechas de adobe eran dignas de admiración. Tiene uno de los museos más interesantes que habíamos visto sobre la población indígena del territorio, las constantes luchas de los indios navajos con las fuerzas americanas durante la Guerra de Secesión y los acontecimientos que precipitaron esa ruptura en la convivencia. Una vez más, se nos echó el tiempo encima además de una buena tormenta, por lo que llegamos a Albuquerque de noche y un poco a la buena de Dios mientras tratábamos  de encontrar un motel razonablemente barato. Encontramos uno prácticamente pegado a la intersección de interestatales. A la mañana lo primero que hago es mirar las localizaciones de Breaking Bad que llevaba apuntadas para ordenarlas tratando de dar las menos vueltas posibles. Entonces, la sorpresa fue mayúscula al comprobar que, pared con pared, teníamos la lavandería industrial. Recordé cómo los exteriores en la serie daban la sensación de estar en medio de ninguna parte  y nada más lejos. Teníamos distintos comercios y restaurantes a cuatro pasos como quien dice. Lo primero era desayunar para coger fuerzas. Fuimos a Rebel Donuts donde los preparan de manera magistral. Había mezclas imposibles como chocolate con bacon, pero nosotras nos decantamos por una caja bien surtida donde no faltó alguno de estos deliciosos Blue Sky. 70 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Una vez con el estómago satisfecho y con un sabor dulzón en la boca, buscamos la casa de los White. Ahí estaba, justo en la intersección, tal cual se veía en la serie. No podía evitar sentir ese cosquilleo de emoción en el estómago y cierta desazón, pues apenas restaban dos semanas para finalizar la serie (dos días más tarde se emitiría el inolvidable Ozymandias). Hubiera sido magnífico poder ver el interior de la casa, pero hubo que contentarse con las fotos y la vecina cotilla que comentaba lo bien que se lo pasó durante el rodaje. 71 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Llegamos a la oficina de Saul (Better Call Saul) y esto fue lo que nos encontramos: Un amplio aparcamiento donde no había demasiados locales abiertos. No había mucho más que ver, así que marchamos hacia el túnel de lavado de Walter y Skyler apenas unas manzanas más allá. Aquí sí podía entrar aireando mi vena friki por bandera, así que ni me lo pensé. Cámara en mano accedí al largo pasillo de la tienda mientras grababa lo que iba encontrando a mi paso. 72 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Como no llevaba más que dos dólares en el bolsillo, los gasté en comprar y llevarme de recuerdo un par de muestras de Blue Sky, las diminutas bolsitas que contenían las dosis de meta azul. No eran sino azúcar caramelizado con esa apariencia cristalizada. Estaba convencida de que eran las mismas que salían en la serie, mismo tamaño y color, y ya una vez que abandonamos Albuquerque supe que vendían las bolsas a tamaño grande en una tienda de golosinas. Lo gracioso fue al salir del lavadero, cuando un pequeñajo regordete vestido de boy scout (se abalanzó sobre mí tratando de venderme una caja de galletas. Había gastado todo el dinero que llevaba encima y me supo realmente mal decirle que no. Levanto la vista y veo a un grupo de madres sentadas alrededor de una mesa plegable esperando que sus hijos vendieran lo suficiente como para obtener, quizá, la tan ansiada medalla. No pude reprimir una pequeña carcajada. Entre realidad o ficción, la mayor parte de los tópicos americanos con los que me topaba tenían una base social muy importante y su razón de ser. La casa de los Schrader estaba a las afueras, subiendo una colina. Costó un poco encontrarla pero ahí estaba, con ese garaje que nos ofreció una de las escenas de mayor tensión de la serie. Además, sorprendentemente no había un alma, ni un curioso en ninguna de las localizaciones vistas. Nosotras nos ahorramos el dinero del tour haciéndolo por nuestra cuenta. Encontré cierto encanto en hacerlo de este modo. Llevaba más tiempo, el GPS no siempre funcionaba como debiera pero la recompensa y el disfrute eran mucho mayores y te ahorrabas el hacer las fotos con gente estorbando. 73 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Hora de comer y sólo podíamos acabar en un sitio, Twister. ¿O debería decir Los pollos hermanos? El local es exactamente idéntico al de la serie. Además, los planetas ese día se habían alineado. Las lluvias que anunciaba el telediario no hicieron acto de presencia durante nuestra estancia en Albuquerque y la mesa de Heisenberg estaba disponible para nosotras. Unos tacos, los mejores de Albuquerque desde 2010 rezaba un cartel. Bueno, para mi gusto, los había probado mejores en otros sitios, pero poco importaba. Estaba en Los pollos hermanos admirando todo el local. 74 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Tenía una buena ristra más de localizaciones pero todavía teníamos que llegar a Gallup, así que tocaba decir adiós a Albuquerque y agradecerle tantos momentos inolvidables. Mañana le llegaba el turno a Monument Valley. Hasta siempre, Albuquerque. Hasta siempre, Breaking Bad. La mejor virtud de Monument Valley es que no tiene ningún defecto. Es maravilloso en todo su conjunto. Quizá podríamos criticar sus elevados precios, dos sandwiches de pastrami de estos envasados y dos botellas medianas de agua rondaban los $30, más del doble de su precio normal. Pero como siempre ocurre, el turista acaba aceptando e incluso viendo este tipo de prácticas con normalidad. Lo que pasa con Monument Valley es que no es un lugar de paso habitual para desplazarse a otros lugares. En las algo más de cuatro horas de ida apenas sí vimos cuatro o cinco pueblos pequeños. Prácticamente todo el recorrido, tanto de la ida como de la vuelta, lo hicimos en solitario. Así que parece claro que si uno acude allí lo hará sin mirar excesivamente el dinero dado que hace una buena tirada de kilómetros a propósito. 75 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Monument Valley, como comenté al inicio del artículo, me enamoró. Nos perdimos andando por el interior del parque, lamentablemente no todo lo que nos hubiera gustado dado que las distancias engañaban y recorrerlo a pie por completo nos hubiera llevado varios días. Nos conformamos con tenerlo para nosotras durante seis horas aproximadamente. Comerme mi sandwich allí contemplando y admirando los caprichos de la naturaleza mientras rememoraba algunas escenas cinéfilas era un lujo que no estaba al alcance de todo el mundo y realmente me sentía una privilegiada por estar allí. Resultó agotador por el intenso calor y la larga caminata, eso sin contar los más de 600 km que recorrimos con el coche ese día, una locura; nuestra locura. Me imaginaba cómo sería verse en un lugar tan maravilloso como aquél siendo perseguidas por la policía y sintiendo que llega el momento de abandonarte a tu suerte. O quizá una sí dicta su propia suerte. Thelma & Louise, una vez más, eran el alma y el corazón de este viaje de ensueño. Si alguna vez vuelvo, cosa que me encantaría para poder ver las zonas que me quedaron pendientes, sería montada en jeep. No es que te impidan usar tu propio automóvil, pero es bajo tu propia responsabilidad y con el barro que se formaba por las lluvias recientemente caídas, lo más probable es que nos hubiésemos quedado atascadas sin poder maniobrar con el coche en algún punto, que la subida hasta el centro de visitantes resultaba un poquito empinada. 76 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Uno de los grandes momentos que nos dejó Monument Valley fue a nuestro regreso a Gallup, casi de noche cerrada, completamente solas en esa carretera polvorienta mientras escuchábamos Dust in the wind. Otro momento mágico para acabar el día. Ya iba quedando menos para nuestra series finale particular. Al día siguiente, tras visitar el olvidable Bosque Petrificado, llegamos al pueblo rutero con más encanto de toda Norteamérica: Williams. Es algo que uno tiene que ver con sus propios ojos. El pueblo en sí es todo un museo en el que gustosamente nos hubiéramos quedado unos días más. También fue el lugar escogido para hacer nuestra primera colada estilo americano, con unas lavadoras y secadoras marca Dexter. Probablemente porque quita las manchas de sangre como ninguna. 77 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com A la mañana siguiente pasaríamos por El Gran Cañón del Colorado (nos pareció bastante más pobre en comparación con Monument Valley), muy organizado pero bastante masificado y las vistas al cabo de una o dos horas de paseo ya parecen rutinarias. Siempre nos quedará contratar una de esas excursiones en helicóptero que te llevan hasta la misma base del cañón, seguro que sería espectacular. Al día siguiente nos esperaba Las Vegas, otra ciudad fuera de lo común y muy peculiar, sí, con su sempiterna fama de ciudad de vicio. Los casinos no cierran nunca, por lo que 78 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com la oferta de ocio es la misma durante 24 horas, pero la ciudad se divide en dos tipos de turismo: nocturno y diurno, así que mientras media ciudad dormía la mona, la otra media admirábamos la ciudad en todo su esplendor, observando los detalles de los mega hoteles temáticos que más de una vez nos dejaron con la boca abierta. Lo que cada uno alberga en su interior bien podría considerarse pequeñas ciudades. Al ser la ciudad lugar de rodaje de incontables películas y series, toda Las Vegas es fácilmente reconocible. Tiene mucha animación aunque diría que sólo en determinados puntos de la avenida principal, la de algunos grandes hoteles temáticos, no todos. Nosotras tuvimos suerte. Nuestro hotel no era temático pero estaba pegadito a los grandes focos de ambiente como era el hotel Bellagio. Los casinos están repletos a todas horas, la gente puede beber alcohol por las calles con total libertad y el dinero se mueve a espuertas. El de otros, no el nuestro, porque nuestro gasto en casinos fue bastante escaso, que ya andábamos quemando los últimos cartuchos del presupuesto y había que adaptarse. Echamos una partida a los dados, a las tragaperras, lo suficiente para quitarnos el gusanillo, llevarnos algunas fichas de recuerdo y poco más. En algún casino nos paseábamos por su interior tratando de captar los maquiavélicos trucos de la gente para derrotar a la banca, o eso debió pensar el jefe de una de las mesas cuando nos pidió un documento identificativo por detenernos a mirar cómo jugaban al Blackjack. 79 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Por último, la calle Freemont tenía también mucha animación, música en directo y barras de alcohol cada dos pasos. A primera hora de la tarde empieza a haber algo de gente, pero hasta media tarde no empieza a llenarse el aforo para el encendido de luces de las 20h.   En los outlets podíamos encontrar hasta ángeles llorones. 80 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 81 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Llegó el día en el que tristemente diríamos adiós a la Route 66 y a nuestro compañero de viaje, el Chevy Impala que tan bien se había portado en estos 16 días de peregrinaje. Atravesamos el desierto del Mojave con tres cuartas partes del depósito lleno. En principio esperábamos que fuera suficiente y no tener que repostar más. La gasolina es más barata, pero estos coches consumen el doble de rápido y acaba siendo un goteo casi constante en los gastos. Nos detuvimos a hacer un brunch en un Peggy Sue anunciado en los carteles que encontrábamos a nuestro paso, así que allá fuimos. Las paredes estaban repletas de la auténtica Peggy Sue con diversos artistas de la época como Frank Sinatra. Era como si ese dinner permaneciera anclado en los años 60. Más auténtico, imposible. 82 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Nos habíamos inscrito para asistir como público al rodaje de Hot in Cleveland para ver a Betty White, de la que mi amiga Silvia era una gran fan desde Las chicas de oro. Pensábamos que una vez inscritas ya teníamos nuestra plaza asegurada, pero nada más lejos. Después tienes que hacer cola para la serie a la que te hubieras apuntado previamente. Llegamos al Studio City en Burbank con la lengua fuera previa multa por parar el coche frente al hotel durante escasos dos minutos en lo que tardábamos en subir, dejar el equipaje y bajar, total, para quedarnos prácticamente a las puertas de entrar, las décimas en la lista de espera. La frustración y el cabreo eran enormes, sentía perderme esa oportunidad de formar parte del show de una sitcom pudiendo palpar en vivo la interacción entre actores y público, pero por quien más lo sentía era por mi amiga. Posiblemente se escapaba la única oportunidad de ver en carne y hueso a la única Golden Girl viva. Por más que traté de explicarle la situación al encargado de la organización, que estábamos de paso, que veníamos de España, que nos sentaríamos en los escalones de la tribuna si fuera necesario, lamentó no poder hacer nada y nos entregó un pase doble con prioridad por si volvíamos de nuevo. Sí, por supuesto, estaba pensando en recorrer los casi 10.000 kilómetros que separan Alicante de Los Angeles en breve. Pero bueno, quizá algún día lo consigamos. Mientras, habrá que conformarse con reírse frente al televisor. Nuestro cupo de mala suerte ya estaba completo –pensábamos–. Qué dulce ingenuidad: Nos metimos en un atasco tras otro, estaba anocheciendo, teníamos que dar por finalizada la Ruta 66 con la photo finish saboreando esos últimos instantes del fantástico e inolvidable roadtrip y nos quedaba menos de un cuarto de depósito para recorrer 50 km hasta el aeropuerto de Long Beach entre atascos. ¿Lo conseguiríamos? 83 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com La photo finish para el recuerdo A pocos kilómetros de llegar el coche entró en reserva, pero conseguimos llegar ya con el depósito prácticamente seco. La vuelta al hotel la hicimos prácticamente en silencio, un silencio muy necesario para ordenar pensamientos y vivencias, un silencio que en absoluto resultaba incómodo sino más bien gratificante y clarificador. Nos quedaban dos días para exprimir un poquito Los Angeles y disfrutar al máximo de los Emmy. Todavía nos quedaban algunos ases en la manga y había que aprovecharlos. El sábado era nuestro único día para ver algo de la ciudad. Era materialmente imposible abarcar una ciudad tan enorme como Los Angeles en un día, así que nos concentramos en ver el Paseo de la Fama lo mejor posible (lo cierto es que nos hinchamos a ver estrellitas, que la zona de los grandes actores clásicos estaba prácticamente desierta y fue una de las que más disfruté), ir al Hollywood Forever Cemetery para ver la tumba de Estelle Getty y la visita programada a los estudios de la Warner, absolutamente recomendable y lo digo desde ya. Dimos un paseo en microbús abierto por las calles de la ciudad, y los distintos platós. Era Stars Hollow (Gilmore Girls) rebautizado como el pueblo de Hart of Dixie. Otra veces era la casa de Ross y Monica (Friends) de jóvenes, un motel utilizado para diversos asesinatos (Dexter entre otros) o el instituto de Rosewood (Pretty Little Liars). Pudimos ver el interior de los platós de The Ellen DeGeneres Show o los de The Big Bang Theory, mucho más pequeños de lo que se aprecia a simple vista. Disponían también de dos salas, una repleta de coches utilizados en algunas de las más importantes producciones de la cadena y otra donde no se permitía sacar fotos. Ahí se guardaban con mimo los principales atuendos y otras curiosidades de personajes televisivos como Olivia Dunham (Fringe), Aria Montgomery (Pretty Little Liars), Chuck Bass (Gossip Girl) y otros. 84 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 85 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Pero la joya de la corona no podía ser otra: La casualidad quiso que un señor con sus dos niñas pequeñas nos pidiera que les hiciésemos una foto. Hablando, hablando, le comentamos que estábamos en USA 86 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com realizando la Ruta66, le hablamos de nuestro interés por los Emmy y mirad por dónde este caballero, Andy Bialk, resultó ser el diseñador de los personajes de Cómo entrenar a tu dragón, trabajo por el que obtuvo un Emmy que le fue entregado la semana anterior en la ceremonia de los Emmys técnicos. Y nos enseñó la foto, totalmente verídico. El viaje estaba a punto de finalizar, pero no había dicho su última palabra. Mañana, la esperadísima ceremonia de los Emmy. A ver qué tal se daba. Domingo, 22 de Septiembre de 2013. Nos despertamos a las 8am. Realmente fue una hora al azar, pues no teníamos certeza alguna de si sería necesario madrugar mucho para coger un buen sitio ni si en LA estos saraos televisivos se verían como un evento de lo más rutinario y luego irían cuatro desesperados como nosotras, pero contábamos con la ventaja de que nuestro hotel se encontraba a cuatro manzanas del Nokia Theatre. Bien, veríamos lo que se cocía por las inmediaciones del lugar, y en función de eso, decidiríamos qué hacer llegado el momento. 87 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Me parece oportuno señalar que el Downtown de Los Angeles es la parte financiera de la ciudad, por lo que andar por esas calles era como estar en pleno desierto. Apenas un alma hasta que no nos acercamos a la zona cero, donde ya visualizabas algún autobús moverse, algún policía comiéndose el donut con el café…, en fin, lo habitual. Mucho mejor así, porque antes teníamos una visita que hacer y entre ir y volver en autobús, nos podía llevar una hora como mínimo. 88 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Y llegamos a nuestro destino. ¿Reconocéis la casa de los Harmon? Decían que estaba a la venta pero no vimos cartel alguno. Los carteles que sí encontrábamos por doquier eran los que anunciaban los próximos estrenos y el regreso de las series ya consolidadas en la parrilla. 89 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Regresamos al Nokia Theatre y ya había más movimiento, pero había tantas calles cortadas y te prohibían el paso en tantos lugares que era difícil meter la nariz por la puerta de atrás del recinto, donde se movía el equipo técnico y quién sabe si alguien interesante a quien fotografiar. 90 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Ya nos echaban sin remedio y empezaban a cortar calles comerciales con gente tomando el aperitivo en las terrazas, así que fuimos a tomar posiciones. Bueno, eso si es que dábamos con el punto exacto porque nadie parecía saber nada y mucho menos indicarnos el punto habilitado para el público, por lo que decidimos ir por nuestra cuenta. Tuvimos que ir hasta el Staples Center para meternos por una calle, la misma por la que entrarían todas las limos y coches oficiales. 91 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Y sí, veíamos a lo lejos muy pocas personas, 6-7 a lo sumo a menos de una hora para que, en teoría, diera comienzo la Alfombra Roja de los Emmy. Estábamos realmente sorprendidas por el escasísimo poder de convocatoria de unos galardones que son seguidos por millones de personas en todo el mundo. Finalmente, llegamos al punto exacto frente a la mismísima alfombra roja, con sus detectores de metales, sus tribunas con público (envidia elevada al cubo) y el equipo técnico correteando de un lado para otro. No se podía apreciar mucho más, la avenida era bastante amplia. 92 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 93 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Y empezó el baile, pero no el de la llegada de coches repletos de actores, sino el nuestro. Un guardia que dice que no podemos estar ahí porque el ilustrísimo ayuntamiento de Los Angeles ha pagado a los locales de restauración para clausurar esa avenida al público y nos mandaban como 50 metros más lejos y con un ángulo de visión horrible. Damn it!! Anduvimos de un lado a otro porque nadie de seguridad ni los mismos voluntarios parecían saber dónde colocarnos y ya éramos, ojo al dato, no más de 20 personas. Supongo que nos tocó ser los pringaíllos que no sabían que ese año (y quizá los sucesivos también) no se admitía público frente a la red carpet. Una chica que hablaba español se nos unió a nosotras para ver si sacábamos algo en claro. Unos retrocedimos un poco, otros se fueron directamente a la otra acera. En fin, un completo desastre. 94 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Empezaron a llegar los primeros coches. Poca cosa. A medida que pasaban las horas fueron apareciendo muchos más pero a esa distancia era imposible distinguir nada. Maldecía a la organización por haber permitido semejante chapuza. Tener al público gritando casi enloquecido era parte indispensable del show business. De poder hacer unas fotos sublimes a sacar de refilón alguna cara y ya si acaso realizar una investigación exhaustiva con posterioridad para saber quién es quién. Por sus ropas les conoceréis. Triste, pero así era. 95 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Al menos la nota de color la pusieron los familiares y allegados de famosos y otros famosos de segunda fila, vestidos de gala para la ocasión y con su pase en la mano. Eso sí, sin el pase ya podías decir que eras el mismísimo rey Joffrey que tú no entrabas. En mi maldad esperaba que sucediera algo así, al menos para darle un poco de emoción al asunto. Un tacón roto o algún tropezón hubiera dado algo más de brillo a los Emmy después de tres horas ahí aguantando el tipo estoicamente, pero el amor propio nos impedía marcharnos por si se obraba el milagro y la organización decidía invitarnos a todos a un meet & greet con los ganadores al finalizar la ceremonia. En una de las veces que andaba haciendo fotos a los coches (que eso sí, menudos cuatro puertas), noto que la gente de alrededor empieza a revolucionarse. ¡Había llegado una celebrity! Algunos se hacían fotos con ella mientras sonreía y estrechaba las manos de los presentes. Le pregunté a una chica que estaba junto a mí quién era la susodicha. De verdad, no alcanzo a entender como en mi ignorancia no me di cuenta antes de que estaba viendo en persona a ¡Miss Oklahoma! Al menos el revuelo sirvió para avanzar puestos en la valla. Una me quería echar y no lo consiguió. Finalmente me di el placer de cumplir mi pequeña fantasía de defender mi primera línea en la valla pero sin tirones de pelos y esas cosas tan poco glamurosas. Por si acaso, mejor ignorarla y hacerte la loca sacando fotos, que la chica medía como metro ochenta por metro de ancho y tenía pinta de repartir estopa sin despeinarse. 96 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 97 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 98 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Los coches que traían a nuestras estrellas eran la mayoría de tipo berlina con los cristales tintados. Los había también todoterreno, una hummer limo que era una maravilla, o limos de las normales, blancas y negras, coches particulares y también oficiales de los Emmy dejando a gente a pie de alfombra, pero la anécdota simpática fue la llegada de un taxi desde Beverly Hills. Hasta a los guapos, ricos y famosos no les llega el sueldazo para alquilar la limo, oiga... 99 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Visto que allí no había nada que hacer y que Silvia había agotado la batería de su cámara, decidimos que queríamos ver la gala desde el principio, así que nos compramos algo de comida en un súper y nos repantingamos en nuestras estupendas camas para ver la ceremonia en directo. Ya sólo quedaba hacer la maleta junto con nuestros sueños y experiencias. A las 6 de la mañana volveríamos a Chicago en un vuelo de cuatro horas que nos llevó completarlo veinte días y tres husos horarios distintos; de ahí a Madrid y luego ya nos separábamos para seguir destinos distintos. Tres días después volvería a dormir sobre una cama. La mejor recompensa para este gran viaje, sin duda. Otras curiosidades de la Ruta. Gastronomía: Aquí, en los Estados Unidos, el tamaño importa mucho. Las hamburguesas, los sándwiches caseros y la típica gastronomía yankee se sirve en abundantes raciones, generalmente acompañada de uno o dos sides o guarniciones, además de las patatas fritas (ensalada de col, puré de patatas, aros de cebolla etc.) y todo casero. Las bebidas son enormes. Lo que allí se considera tamaño estándar, aquí se considera King Size. El pan (generalmente triángulos de pan de molde) siempre se sirve caliente y con mantequilla que tiene un puntito de sal. Maravilloso. 100 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Nunca preguntes en un restaurante mexicano del sur de Estados Unidos si el chile es muy picante. Lo que para ellos no pica mucho, pero a ti te provocará una úlcera de estómago. Es completamente verídico que las camareras de los dinner se acerquen a tu mesa para servirte un vaso grande de agua con hielo y su correspondiente pajita al poco de sentarte o que te sirven café y hagan rondas para rellenarlos. Los refrescos suelen ser de máquina, por lo que te rellenarán la bebida generalmente sin cargo alguno. En los supermercados se vende la comida en grandes cantidades. Allí será difícil que encuentres un simple tetrabrick de zumo o leche. Allí lo que se estilan son garrafas de 5 litros y las bebidas para llevar son como mínimo de 750ml. Da igual que sea Pepsi como cerveza, y a precios muy económicos. En muchas gasolineras encontrarás una máquina para servirte bebidas frías, otra con hot dogs y los típicos slush (granizados) de distintos sabores y colores. Ah! Los batidos están simplemente deliciosos. En algunos moteles el desayuno incluye la opción de hacerte tu propio gofre. El mío no fue ninguna obra maestra pero estaba delicioso, mitad chocolate y mitad sirope de arce. 101 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com 102 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Transporte: Las pick-up (camionetas) son el medio de transporte más habitual. Estaban por todas partes. Los coches son de cambio automático y de gasolina. El gasoil se suele reservar para camiones y otros medios de transporte de mayor tonelaje. Repostar no es caro, pero los coches tienen mucha potencia y consumen mucho. Si quieres ahorrar en gasolina, no pongas el aire acondicionado, son incompatibles. Las lowcost americanas son un self service en toda regla: Haces tú mismo el checking, colocas tus maletas en la cinta transportadora y sacas tú mismo la etiqueta para engancharla a la maleta. Los operarios del mostrador se desentienden completamente hasta para ayudarte con las indicaciones si no las entiendes bien. En el aeropuerto de Chicago los servicios (aseo) son de lo más curioso. La taza del váter está cubierta por un plástico. Tú sólo tienes que acercar la mano al sensor para que el plástico se desplace hasta colocar un nuevo plástico limpio donde descansar tus posaderas sin miramientos. Al menos en las grandes ciudades como Chicago y Los Angeles lleva SIEMPRE monedas pequeñas para usar el transporte público (autobús y metro). Ni las máquinas expendedoras de billetes ni los mismos conductores devuelven cambio, por lo que ahórrate la cara de tonto y el sentimiento de me están timando que se te queda. 103 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Si no encuentras el botón de parada en un autobús en Los Angeles, no te preocupes, no serás el único. El timbre es un cordón que recorre cada uno de los laterales del autobús a pie de ventana. Tira de él sin más. Si os pilla un paso a nivel con un tren de mercancías de la Union Pacific, tomáoslo con calma. Suelen tardar en pasar entre 15-20 minutos. No apto para impacientes. Y por último y no menos importante, confirmar que los famosos autobuses escolares están por todas partes, aunque casi nunca con niños en su interior. Demasiadas teorías locas hicimos sobre el porqué. Alojamiento: Son muy habituales los moteles, pero no necesariamente son de carretera. Los encontrarás también en los centros neurálgicos de las poblaciones. Lo que más abundan son las cadenas de moteles con rangos de precios distintos. Están las más económicas o de precio intermedio como Motel 6, Super 8, Best Western, Travelodge y otras más caras como Holiday Inn (sí, sorprendentemente allí son cadenas de moteles, pero que realizan más la función de hotel que otra cosa). Naturalmente, también encontrarás moteles que son negocios particulares. El servicio, en general, es atento, pero siempre hay quien rompe la estadística. Los hogares americanos son generalmente casas unifamiliares con su jardincito perfectamente recortado y a juego con el de sus vecinos. La bandera ondeando es opcional, pero en Illinois son muy dados a lucirla en sus hogares. 104 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com BEATRIZ GONZÁLEZ Trabajadora social y adicta a las series, en particular de Twin Peaks, su serie fetiche. Forma parte del staff de GrupoTS (antigua TusSeries), uno de los principales foros de series en España.. Twitter: @cutrecina 105 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com FESTIVAL DE SERIES (O SIMILAR) POR ALBERTO REY Las maneras de funcionar de la televisión, tan distintas a las del cine, se lo ponen difícil a los que intentan montar festivales de series de televisión a imagen y semejanza de los de películas (si es que esa gente realmente existe, claro). Las series son otra cosa: se crean, producen, venden y compran en otros circuitos. Y, cosa importante, se ven en casa, no en una sala de cine. Aunque ahora sea cada vez más difícil distinguir el Hollywood cinematográfico del televisivo (y del de los videojuegos y el merchandising, de paso), a la hora de la verdad, las diferencias entre pantallas siguen siendo enormes. Además, festivales de cine hay docenas y cada uno es diferente. No podemos meterlos a todos en el mismo saco. La fuerza de cada uno de ellos está en su personalidad propia. Más que en la probabilidad de que Julia Roberts o George Clooney digan “sí” a la invitación. Qué demonios: miento. Si el Clooney o la Roberts ponen el pie en un festival, lo elevan automáticamente de categoría. Ellos son lo más importante de un festival pues estos eventos son un extraño puente de purpurina y photocall entre dos mundos: la fantasía dentro de la pantalla y la realidad fuera de ella. Como en La Rosa Púrpura de El Cairo, la magia se produce cuando la pantalla se volatiliza y 106 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com los de dentro se asoman a saludar a los de fuera. Aunque los de fuera estén tras unas vallas o estabulados en la sala de prensa. La sala de prensa. La prensa. Los periodistas. Esa gente. Esa gente que acude a los festivales como quien va de caza. Caza de canapé y de copazo patrocinado, pero sobre todo caza de entrevista, de exclusiva, de crónica de ambiente, de cotilleo de quién se ha fijado en quién en el Bataplán, quién se ha tirado a quién en los baños del Bataplán o quién se ha pegado con quién. En el Bataplán, claro. Cotilleos: fundamentales en un festival de cine. Más ahora, cuando en cualquier medio funciona mejor una galería de mejor vestidas, peor vestidas o más magreadas (en el Bataplán) que cualquier cosa (dígase artículo o entrevista) que sugiera que el cine es algo que tiene que ver con la cultura. Aunque sea remotamente (Perdón por el aparente machismo, pero las galerías de mejor vestidos, peor vestidos, y más magreados siempre tienen más visitas. Es lo que hay). Y eso es el cine, que es lo respetable. Imaginaos la tele, que sigue siendo un poco la paria de la cosa cultural. Por mucho True Detective que hayamos tenido, en cosas de legitimación y acontecimiento el cine sigue ganando a la tele mil a uno. O a dos, si contamos Juego de Tronos. Juego de Tronos La Serie. Llegó y lo cambió todo. Y cuando digo todo es TODO. Esta serie es más que una película, pero en muchas cosas se pone a sí misma obstáculos para ser el producto audiovisual definitivo. Para muestra un botón: para salvaguardar su dignidad y seriedad, Juego de Tronos no se dedica a ofrecer papelitos de estrella invitada a diestro y siniestro. Si lo hiciera, veríamos en Invernalia y Desembarco del Rey a medio Hollywood mientras el otro medio se turna para interpretar a Daenerys. De Charlize Theron a Glenn Close, de Amber Heard (nota: ¿seguirá existiendo Amber Heard cuando se publique este artículo?) a Audrey Tautou, de Charlotte Rampling a Alan Cumming (nota 2: MATARÍA por ver esto último... Y vosotros también). Juego de Tronos podría ser rentable simplemente a base de subastar esas apariciones, me atrevo a decir. Aparte, ahora mismo, la serie de HBO mueve tantos fans como una superproducción cinematográfica. Mientras la cadena se prepara para forrarse locamente en unos meses (cuando las ventas de DVDs y Blurays ya hayan alcanzado una velocidad crucero que tardarán años en perder), cualquier noticia relacionada con los Stark y los Lannister (sobre todo los Lannister, claro) se coloca enseguida entre las más vistas de cualquier web, incluidas las de Arguiñano y Torbe. Esto para mí significa una cosa: si hay una serie capaz de generar a su alrededor un festival de series, ésa es Juego de Tronos. 107 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Sin embargo, si hay una empresa televisiva con pinta de reacia a encabezar un proyecto de ese tipo, ésa es HBO. Las que van detrás, tres cuartos de lo mismo. Así que Houston, tenemos un problema. Es un problema de base. El circuito de fabricación y consumo de series de televisión no es que sea peculiar, es que es distinto al del cine. Y cosas como el “cine de festivales”, ése cuya vida trascurre entre certamen y certamen, vive de eso y no necesita más, no tienen equivalente televisivo. Por muy raras, indies y alternativas que nos parezcan Rectify, Louie, Les Revenants o Enlightened, al lado de ese “cine de festivales” (que, reconozcámoslo, es cada vez más un cajón desastre para colocarnos todo tipo de bodrios y pajas mentales) son prácticamente parques temáticos patrocinados por Lego, McDonald’s, Ikea y Apple. La palabra “arte” en el mundo de las series de televisión da repelús. “Vanguardia” e “investigación” también. Con razón, seguramente. A nadie le gusta perder pasta y a la tele, mucho menos. Que sepamos, ninguna cadena de televisión ha encargado nunca una serie “para que sólo la vean en los festivales”. Ni siquiera la Carlos de Olivier Assayas. Nombro ésa no sólo por ser de lo más “de autor” que hemos visto en televisión, sino también por a) haber tenido un remontaje para salas de cine completamente fallido y b) haberse proyectado íntegra en un festival de cine (la Mostra de Valencia, ¿alguien se acuerda de la Mostra de Valencia?) en una sesión que algunos de los que escriben en esta revista (y sobre todo, los que la dirigen) compartimos. El “team Carlos” nos llamamos. El "Team Carlos" en el Festival de Series de la Mostra de València del 2011 108 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com Entonces, ¿cómo lo hacemos? Lo de un festival de series, quiero decir. Pues tenemos varias alternativas. Una es convencer a productoras de televisión de que muestren públicamente sus proyectos televisivos, en forma de episodios piloto, en un foro más abierto (o sencillamente distinto) que los mercados televisivos habituales, a los que sólo los compradores de contenido televisivo tienen acceso. Una idea interesante... pero posiblemente injusta. En una plataforma de ese tipo las series que ya parten con ventaja (porque tienen ya una cadena detrás, dispuesta a financiarlas) encontrarían una plataforma de promoción perfecta y avasallarían aún más a las producciones pequeñas, incapaces de luchar contra la Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. de turno. O no. Igual no. Imaginaos el impacto que habrían tenido pilotos como los de Smash, Les Revenants o Borgen en un Festival de Series. Yo haría sido el primero en ponerlas por las nubes, en mi nueva faceta de enviado especial al Festival de Series de... ¿puedo poner Nueva York? Pongamos Nueva York, venga. Porque es el hogar de HBO, porque es donde se desarrolla Mad Men, porque es donde vive Louie y porque a los enviados especiales siempre nos viene bien una visita a Shake Shack. Imaginemos que, paralelamente a la semana de pilotos de Los Ángeles (de la cual algún día alguien tendría que hablar en esta revista), se celebra en Brooklyn el Festival de Series. Cinco días , sesenta series. Cinco grandes y “vivas”, que presentan sus nuevas temporadas, cinco estrenazos, diez estrenos menores, diez rarezas y veinte aspirantes a encontrar un público, un comprador, un futuro. Y una sucursal pop-up del Bataplán en Bushwick. Lena Headey vestida de Pucci acaparando flashes y Paz de la Huerta acaparando vodkas y montando el pollo en todas las fiestas. Glamour del bueno. Por pedir que no quede. Un momento. Me dicen por aquí que ya hay un Festival de Series en España. Lo organiza Canal Plus desde hace unos años, en Madrid. De hecho lo de Carlos y Assayas tuvo lugar en una sucursal suya. Pero lo siento, no es lo que buscamos. Nos encanta el Festival de Series de Canal Plus, nos da mucha vidilla y hasta nos permite a algunos subirnos a un escenario a sentar cátedra... pero no es lo que buscamos. En este texto yo hablo de algo distinto, de una cita que va más allá del marketing y lo promocional, de un evento que combina industria y cultura (sí: he tardado en escribir ESAS palabras) y del que salen verdaderas noticias. Un acontecimiento complejo y nuevo y, por tanto, muy arriesgado. Y caro. Ay. El riesgo. El dinero. ESAS palabras. “¿Y esto... quién lo paga?”, también conocida como la frase de la bajona absoluta. ¿Lo paga Sony en Nueva York y se arriesga a que su chiringuito se resquebraje un poco (más) cuando una serie salida de la nada de repente se convierta en The Next Big Thing porque unos cuantos culturetas se han puesto de acuerdo en Twitter? Evidentemente no. Un festival de estas características tiene que ser lo más independiente posible. Y con “independiente”, por cierto, cubro el cupo de palabras incómodas (creo). Patrocinios y algo de financiación pública. Esto último no porque yo crea en lo de 109 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com las mamandurrias de Esperanza Aguirre, sino porque, por poner un ejemplo, quién coño sabría donde pilla Cannes si Cannes no tuviese un festival de cine (el de Cannes). Vale, sí, Venecia no necesita más publicidad turística y también tiene un festival. Aceptamos pulpo como animal acuático. Pero... ¿Toronto? ¿San Sebastián? Lo que sus festivales de cine han hecho por ellas es impagable. Y no son mamandurrias, Esperanza, querida: Mamandurria, por citar un caso pintón, era lo de Garci y el 2 de mayo… Pero ésa es otra historia. Supongamos que ya tenemos finaciación. Ahora nos queda el contenido, que es incluso más difícil. ¿Quién quiere mostrar su producto antes de que esté a la venta? ¿Quién se va a saltar los pasos del circuito? ¿Se mostrará en el Festival (de Nueva York, suplico) producto completamente virgen o, como en tantos eventos promocionales, habremos visto ya antes mil y un avances de la cosa? ¿Se atreverán Bambú o Boomerang a proyectar en el Festival de Madrid episodios pilotos de series caras que aún no han sido compradas por ninguna cadena? A quien me responda estas preguntas le invito a una cena. ¿Qué nos queda entonces? Pues o el festival de series como evento promocional, más o menos plastificado, en el que los periodistas, informadores, bloggers y opinadores vamos a jugar al advertorial, o el evento semi-underground en el que concurren producciones pequeñas y sin ninguna estructura empresarial importante. Ni detrás ni delante. Sí: las webseries. Ay, las webseries. Hace diez años no había. Hace cinco había diez. Ahora hay miles. Buenas, mediocres, malas, malísimas y... bueno, ya me entendéis. Cosas del amateurismo, del “todo vale” y del “cualquiera con un mínimo de cultura audiovisual y de gigas de espacio en la memoria de su Mac puede hacer una”. Y así llegamos al número demencial de seriales de todo tipo que pueblan la red. Como ya he dicho, algunas son buenas, pero la mayoría no, la mayoría son infumables. Además de que muchas de ellas, y muchos de sus creadores, sacan a menudo el comodín del “con lo que teníamos no podíamos hacer más” o peor, la del “encima de que la estás viendo gratis en Youtube, no pidas calidad”. Pues claro que la pido. La exijo, de hecho. Dinero no me costará ver webseries, pero tiempo sí, y mi tiempo es caro (o eso quiero creer yo). La cantidad de basura audiovisual que puebla el universo de las webseries tendrá que auto-generar algún tipo de meritocracia que haga que las que lo merezcan, den el salto. No, no voy a nombrar aquí a las que han estado a punto de darlo sin merecerlo. O a las que ni siquiera lo eran y se aprovecharon del fenómeno para colarnos campañas publicitarias. Las webseries actuales podrían ser el gérmen de otro tipo de televisión que no termina de arrancar. Y para ellas, el formato de festival viene que ni pintado. Mientras escribo esto, en Madrid se celebra precisamente un acontecimiento que en teoría es justo eso. Se trata de algo embrionario y básico, casi extra-profesional. Pero algo es algo. No hay estrellas, no hay alfombras rojas y no hay Bataplán, pero 110 Revista Fuera de Series - Número 5 (Junio 2014). www.fueradeseries.com hay una manera de encajar algo parecido a los festivales de cine en algo parecido a la televisión. Madre mía. Hemos empezado hablado de Juego de Tronos y terminamos con grupetes de aficionados rodando comedias sobre pisos compartidos y colgándolas en la red. ¿Qué ha pasado? Pues que hemos olvidado que el sistema de producción de series de televisión funciona y goza de mucha mayor estabilidad de la que parece. Los proyectos como Pioneer One siguen siendo escasos y los teasers y promos de American Horror Story, apabullantes. El combate es desigual, pero es el que hemos querido. Porque además al final resulta que son muchas veces los grandes monstruos de la producción televisiva los que ocupan en papel de pequeños artistas kamikazes. Los que no necesitan ir a festivales, los que en cierto modo impiden que los festivales existan, son los que producen el material más festivalero. Louis C.K. trabaja para FOX, Lena Dunham para HBO y Hit & Miss se emite en Sky Atlantic. Y ni pasan por la delirante semana de pilotos de Los Ángeles ni se pliegan a los deseos mediocres de ejecutivos de televisión de medio pelo. Ellos no necesitan festivales. Pero otros como ellos sí. Lo que pasa es que aún no los conocemos porque su trabajo se pierde en las entrañas de la gran máquina de procesar talento, tiempo y dinero que es la industria televisiva. Seguro que algo de todo eso podría ir a parar a crear festivales de series en condiciones, donde podamos ir todos a descubrir al nuevo Ryan Murphy, aunque a cambio algunos tengamos que escribir sobre starlettes borrachas en fiestas, meteduras de pata absurdas en ruedas de prensa o estrellas de segunda que se creen de primera porque les pusieron por error en una suite de a diez mil euros la noche. Por cierto, ¿sabéis quién pasó la noche con ella en la cama con dosel? El chófer que la fue a buscar al aeropuerto. Un becario del festival. True story. ALBERTO REY Crítico televisivo y autor de Asesino en Serie, el blog dedicado a las series de televisión del periódico El Mundo. También es responsable del videoblog de televisión de El Mundo TV y puedes leerle en Energúmeno Snob, su otro blog. Twitter: @albertoenserie 111