Núm 10 Cis Semanario De La Vida Nacional Núm. 10 Qs.

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PAÑA REDACCIÓN y ADMINISTRACIÓN, CALLE DEL PRADO, 11 APARTADO DE CORREOS NÚM. 139.-DIRECCIÓN TELEGRÁFICA, £5Pyl«/0.-TELEFONO 5.233. Núm 10 cis 1915 PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: MADRID Y PROVÍNOLAS. UN SEMESTRE. 2.50 PESETA5.-UN AÑO. 5 PESETAS. EXTRANJERO: UN AÑO. 12 PESETAS. SEMANARIO DE LA VIDA NACIONAL e x MONUMENTO A CERVANTES iKoUones, confiteros, venir a gloriticarme a mí con tartas!... Núm. 10 Qs. ESPAÑA NtJM. 3 8 . - 2 . MADRID 14 OCTUBRE.-AÑO I.-NÚM. : m ñl. LA FAZ CONSERVADORA DEL SOCIALISMO REVELACIONES DE LA GUERRA ¿POR QUÉ? estas horas de angustia y tragedia universales P ORtanquépocoenpropicias a poner en ejecución idea: alguna que pueda dividir a los pueblos, se aunan todos y toman medidas de carácter netamente socialista? ¿Por qué es hoy idea aglutinante la que ayer despertaba divergencias, inquietudes y ;nojos? ¿Es que ante la magnitud del momento y como conpensación al heroísmo que se exige a todos, las clases diectoras pactan con las masas y ofrecen su respeto a estas gaves medidas, como prenda de paz fraternal? Mas si así fíese, ¿cómo explicar que aquí mismo, donde nada nuevo curre ~ pues no lo es que la gente se muera de hambre ron muchísimo respeto y compostura—, un señor ministro le Gracia y Justicia hable de un derecho cada vez.más social y de una necesaria intervención del poder público, a fin de suprimir la actual organización de la economía? ¿No lleva en sus entrañas el socialismo estatista un germen autoritario, conservador, que ha dado hoy sus frutos prque su día había de ser aquél en que la sociedad consiníifse en organizarse disciplinariamente; esto es, aquél en que seeliminase de las almas individuales las inquietas aspiracbnes que dan a la vida social una movilidad permanente? Se dice en Alemania que este es el momento de la selbstlosigkeit y en esta palabra que tanto quiere decir desinterés cuinto supresión de lo que espiritualmente es propio y distimo en cada uno, puede hallar qui'en se avenga a guiar su alma por el amor que debe ser rector de la vida, la verdad, la clare de la crisis que se plantea para el ideal socialista. cabo mediante actos legislativos o de reglamento, dotados ambos de aquella virtud coercitiva, sin la cual ho se suele creer, en los pueblos continentales, en la eficacia de las medidas del poder; mas a la faceta constreñidora le acompaña, como su sombra, la cualidad de quitarle variedad y fluidez a la vida social; lo que era antes distinto y movible, adviene homogéneo, tenso, rígido; es la mano de hierro de la ley que ora aprieta a los de arriba, si el temor nace de la actitud de los de abajo, ya a éstos cuando les sorprende en un momento de apocamiento o de extravío... y siempre deja dificultado el paso para mañana, siempre tiene una punta prohibitiva. Como don Quijote hallóse perplejo ante la encrucijada, así lo estuvo Inglaterra un día de estos meses pasados ante los dos senderos políticos: El interés social, el bien público, la conservación del Estado, exigían imperativamente que no perturbasen las huelgas la producción de las municiones; para logrado, visto que no bastaban las repetidas reflexiones de los directores, dictóse una ley" prohibiendo todo paro y penando con varias libras esterlinas a los trabajadores que desobedecieren; mas el pudor liberal les vedó llevar este ensayo de intimidación de las conciencias a su último extremo, no se. atrevió a establecer la prisión subsidiaria por insolvencia y la ley fué inútil, porque su valor educativo de estimulante quedó anulado por la amenaza que llevaba en sí; y a la postre,fiela su tradición, pone Inglaterra sus esperanzas en el gobierno en que lo ponía Platón y, entre nosotros, D. Francisco Giner, en el gobierno del consejo... ¿Que no está segura una situación a la que le faltan garantías externas? FORJANDO CADENAS Reenviad entonces al órgano de la mano de hierro la solución a los problemas que os inquietan y, en nombre del interés social, el Estado asegurará a cada cual el pan de cada día y asegurará el funcionamiento de todos los servicios sociales y no os faltará lo que hayáis menester y nadie se lucrará extremadamente; mas la seguridad de todo ello exige la organización en tipo militar de los servicios que la Comunidad necesita para vivir. Ferroviarios de Francia y España ¿qué hicieron con vosotros dos políticos de orientación socialista, Briand y Canalejas? Aumentad, si queréis, el jornal a todos ¿es esa inmovilidad a que os ha traído la ley, un ideal a perseguir? Organizad toda la vida económica bajo LOS DOS SENDEROS POLÍTICOS este mismo modelo disciplinario, pero no olvidéis que la Lt vida económica moderna reposa sobre esta contradic- fórmula va a venir de arriba, que os será impuesta, y pensad ciói; se ha dicho y repetido con justeza: la producción se si es este el Derecho en que habéis soñado. dele a los proletarios ¿por qué no son ellos los beneficiarios Así como los que un día concedieron la libertad de asoex;lusivos o principales cuando se trata de consumir lo pro- ciación, han sido y son, al ver sus efectos, sus enemigos más di-cido? He aquí la inquietud matriz del socialismo, el encarnizados, así hoy los que antaño lucharon contra el sosentimiento liberal del socialismo, la aspiración que eter- cialismo, son sus más férvidos defensores, ¿por qué? En la namente se habrá de renovar, y que no cesarán jamás de primera se oculta un fermento transformador y el segundo escuchar las generaciones por venir, lo perdurable y justo muestra ya abiertamente que es un peligro para la causa lien el ideal socialista, el común divisor de todos los que ten- beral que inicialmente motivó su alumbramiento. El sociagan una emoción radicalmente liberal al poner sus ojos en lismo de Estado, el realizado por el Gobierno mediante un a misión que los hombres han de desempeñar en la forma- derecho coercitivo, legalista, que no se ocupa del asentición de los contenidos espirituales de la historia. La exigen- tímiento de aquellos a quienes manda, forja cadenas que cia liberal es, que llegue a haber una participación intencio- aprisionan a unos, u otros, a los débiles del momento; no, ml y reflexiva de todos en la obra de la cultura, ¿y es esto este derecho social no puede satisfacer a los que aman el pjsible en un régimen económico donde subsiste el paria socialismo en lo que tiene de liberal. ai forma de asalariado, con jornal insuficiente e inseguro? Un nuevo rumbo jurídico aguarda al socialismo;el estatisMas era preciso hallar un medio de transformar lo actual, ta quedará afirmado, tal vez, como el más eficaz para aseie acuerdo con el objetivo propuesto a la acción, sin crear gurar los intereses del todo en momentos de riesgo, como í\ espíritu nuevas trabas, siquiera fuesen distintas. La labor son los de la guerra; mas en los días de paz y en la organiliberal, para ser tal, ha menester del asentimiento de las con- zación para la paz, han de ser muy otros caminos los que ciercias; su ritmo es lento porque reposa sobre el conven- enreden nuestros pasos; la marcha ha de hacerse con un cimiento, es el fruto maduro de la convicción y los hombres mínimun de ley y un máximun de esfuerzo y adhesión de no se allanan fácilmente a convencerse de que es preciso las conciencias individuales. La historia no puede tender a sacrificar privilegios que entrañan holgura y holganza. La suprimir la lucha y la iniciativa, porque no pueda aspirar a fuera de la pauta política liberal radica en su eficacia, por- su empobrecimiento, sino que ha de enriquecerse cada día que lo que mediante ella se consigue queda cogido en la más. Cuidando para ello con amor el huerto fecundo de la forna más pura y bella por el espíritu de la historia; no individualidad. Hay que poner la proa hacia un derecho licomo aquello que viene de fuera, sino como lo que ha-naci- beral. do en la intimidad más íntima. FERNANDO DE LOS RÍOS URRUTI Pero conocer la justicia de una causa y avenirse a que su realización fuera retardada por las resistencias que el egoísmo opusiera, era una actitud hartofilosóficapara los que sienten el imperativo de la necesidad más elemental; y ganosos de acelerar la marcha de la liberación, unióse a la pefición formulada polémicamente por la huelga, la demanda de que interviniesen los poderes públicos y les apoyasen en Contestando a preguntas que hemos recibido sus reivindicaciones: he aquí el Estado intervencionista. Mas de España y América, nos es grato manifestar que el órgano de Gobierno no se conforma con intervenir cuando socialmente es requerido para ello, sino que con frecuen- podemos aceptar suscripciones a nuestro semacia toma la iniciativa en nombre del criterio mismo en que nario desde su primer número, pues con tal objese apoyaron los que por vez primera solicitaron su concurso: el bien público, la paz pública, los intereses sociales. to nos Iremos reservado existencias de todos los La acción de gobierno ha sido por lo común llevada a que fiaata la feclia lian ido apareciendo. Colecciones de "ESPAÑA" LA EDUCACIÓN DE LOS SORDOMUDOS Y CIEGOS N estos días se ha publicado un Decreto reorganizando la educación escolar de los sordomudos y de los ciegos. La ref oama no puede ser de mayor interés, pues los cuidados que se les prestaban han sido, hasta ahora, por diversas circunstancias, bien deficientes. El Decreto, dictado a propuesta de la Comisión ejecutiva del Patronato Nacional de Anormales, divide el anterior Colegio de Sordomudos y Ciegos en dos, dedicando cada uno de ellos a la educación separada de estas anormalidades. Gradúa después las enseñanzas atendiendo al estado de desarrollo mental de los alumnos. Dignifica la situación del profesorado dándole^ independencia en sus clases, mejorándole económicamente y concediéndole intervención en la vida inerna de las instituciones por medio de reuniones periódicas. Sustituye, los exámenes de los alumnos por las calificaciones individuales de sus respectivos profesores, y las oposiciones de éstos, por ingreso directo, en vista de su preparación en los mismos colegios. Establece asimismo una serie de disposiciones para el régimen interior y administrativo que, bien aplicados, pueden ser de la mayor eficacia. Aspira, en fin, a que los colegios no sean establecimientos de beneficencia donde se den ciertas enseñanzas de una manera más o menos mecánica, sino, ante todo, una institución educativa que suministre una cultura general, basada én m<^todüs eficientes de instrucción, y una preparación profesional adecuada, que evite que los alumnos al terminar su período escolar hayan de recurrir, para vivir, a la mendicidad. E VIDA TOAMJEPA EL MILITARISMO Y LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD N medio del estruendo de los comentarios bélicos a la guerra—estruendo casi t a n grande como el de la guerra misma—se levanta de tarde en tarde una voz solicitando reflexión, tan necesaria en estos momentos. Ahora es un periódico alemán, la Frankfurter Zeitwng, en el artículo objeto de estas líneas, el que trata de poner como barrera a las extralimitaoiones del patriotismo guerrero. Con este fin empieza rechazando la calificación de militarista que se ha dado a la educación alemana. Y recuerda al efecto que no es en las escuelas alemanas donde se ha empezado la preparación militar de la juventud. No hay que recordar para ello más que los batallones infantiles de Francia (y los de España, que aun perduran, recordamos nosotros). Este es un militarismo que no existe en Alemania. Si por militarismo se entiende la aplicación de los métodos militares a la vida civil, sí ha habido momentos en Alemania en que se puede hablar de la existencia de aquel peligro. El profesor y pedagogo alemán F. W. Foster (traducido ya al español), nada sospechoso por otra parte de radicalismo, lo reconoce así al decir: «En muchas naciones se cae en el peligro de transportar las formas cívicas de la cooperación a la esfera militar; en Alemania existe la tendencia opuesta de Uevar los métodos militares del mandato y de la subordinación a otros órdenes de la vida». E Pero si esto es cierto, lo que nunca habla ocurrido era preparar militarmente á la juventud en las escuelas, al menos de un modo obligatorio. Contra este saludable principio se ha dictado al comienzo de la guerra una disposición, introduciendo mientras dure ésta en los últimos años de las escuelas superiores el adiestramiento militar. El articulista afirma que no hay duda que tal preparación se seguirá haciendo de modo obligatorio, aun después de firmarse la paz. Y en ello ve un peligro para la futura educación alemana. De esta opinión son muchas personas autorizadas, entre eUas el director de un Instituto de segunda enseñanza alemán, quien desde el campo de batalla escribe: «Militares nos han asegurado repetidas veces que en circunstancias normales no ee deseable y aun es perjudicial preparar militarmente a la juventud. Un diestro gimnasta, un jugador entusiasta, un excursionista arriesgado, aprenden con facilidad todo lo concerniente a la vida militar. El influjo de aquella preparación sería tremendo en la educación. Destruirá lo que nosotros con mucho trabajo hemos construido: el impulso libre, ingenuo, espontáneo, tan educativo y tan propio de la juventud». NÍJM. 3 8 . - 3 . ESPAÑA P A N OFL A M y V ' ^ GROTE>:^4^VJ^e>^^«r¿^lrr7^ HOMENAJE A P E L L E J I N L os periódicos de la mañana, los de la tarde y los de la noche están llenos de los telegramas en que se da cuenta del entusiasmo repentino que se ha despertado para glorificar al «querido compañero». Las revistas ilustradas exornan sus páginas con la efigie barbuda o glabra de Pellejín. Ex ministros, diputados, toreros, maestros del periodismo o de otras cosas se han adherido al homenaje. ¿Qué ha hecho Pellejín? Publicar una novela, que sólo lee su familia ; un tomo de versos, que él lee a todo el mundo, o un libro de sociología, que ni él mismo se atreverá a releer. Y antes de eso, escribir unas revistas de toros de esas qué... en fin, de esas, o publicar una serie de interviews, do las eternas interviews con los eternos personajes, en que las preguntas se indican con puntos suspensivos y las respuestas se rellenan con unas cuantas sandeces. —Bueno, pero ¿a quién se refiere usted? ¿Quién es Pellejín? —¿Pellejín? Hoy es uno ; mañana, otro ; Pellejín es eterno, en este país de Pellejines. MARQUÉS, COMO EL DIVINO LO ERES... L marqués de Dos Aguas tiene en Valencia un magnífico palacio con una espléndida portada barroca. Su nombre es conocido en todas partes, gracias a su palacio. En cambio, el marqués de Dosíuentes, no es conocido de nadie. Pero nosotros le conocemos : ya que no un palacio, tiene una casa «de hidalgo español» que ha salido en La Esfera—algo así como ese disfraz «de moro» que tanto se prodiga en los carnavales ; y, si no una portada barroca, varios libros que lo serían si barroco quisiera decir disparatado, como muchos creen. Las gestas del marqués de Dosfuentes son inenarrables. Diplómata, como él dice, de profesión, no teme ni ha temido '.nunca al ridículo: lo cual no sería grave, si no fuera por el "^mor de que alguna vez el azar de las circunstancias le lleve a ostentar la representación de España. Esto, que un día pudiera ocurrir, él se figura que ya ocurre ; y se ha lanzado a fundar un partido en el que está solo y señero, porque el señor Antón del Olmet, que le admira, no pertenece a ese partido, sino al que gobierna, es decir, al del Sr. Dato, si eso es partido. Hay que advertir que el marqués de Dosfuentes, es hermano del Sr. Antón del Olmet, y hermano mayor, aunque no lo parezca. Así, todo se queda en casa. Un día pretendió entrar el marqués en la Academia Españíjla y presentó una demanda solicitando el sillón que dejó vacante el P. Coloma. Alegaba como títulos su «partida de Bautismo de español como caudillo de nuestro Nacionalismo, el tremolar como Enseña desgreñada de la Mesnada de sus piafantes obras la Bandera sol y sangre nacional, protesta airada, rugiente y truculenta contra la ambiencia de una exotización en que se asfixia su pulmón de Almogávar» entre otras chuscadas por el estilo. ¡ Cómo se reían los académicos al leer ^ aquel desahogo en el que ni por casualidad aparecía empleada en su recto sentido una palabra no común entre las muchas que contenía ! Otro día, y de esto hace pocos, pidió un puesto en la mani- E festación de Barcelona, en nombre de su partido ; y los catalanes le dijeron que no le conocían, ni a su partido tampoco, j Qué habían de conocer ! El hecho indignó al marqués y a su hermano, que, si no es marqués, es tan Antón del Olmet como el marqués mismo. Y los dos han empezado a vociferar en TSl Parlamentario, que es como decir vox clamaniis in deserto. No irá el marqués a Barcelona y tendrá que tragarse ese nuevo ridículo ; pero, como acaba de publicar un libro de versos, y en los libros de versos se dicen siempre las cosas grandes, ábralo, para consolarse, por aquella página en que se lee el inefable pareado siguiente : Ya puede el vasco abrazar a su esposa, guardar las flechas, y hacer otra cosa. ¿ Qué otra cosa será, dioses inmortales, la que haga después el marqués de Dosfuentes ? LA HIPÉRBOLE EN EL MUNICIPIO L alcalde ha presentado una moción al Ayuntamiento con el programa de fiestas para el Centenario de Cervantes y, queriendo que fuese un documento literario, lo dio a escribir a D. Ricardo Puente, literato y empleado municipal. Esto no puede ser más natural y, al pronto, habla en favor de la modestia del Sr. Prado y Palacio. Pero es el caso que al dar las gracias al autor del escrito, el alcalde lo ha hecho con otro escrito tan literario como la moción, y esto ya empieza por desorientarle a uno. Con todo, no es eso lo peor. Lo peor es que la literatura del alcalde se ha remontado a las más altas cimas de la crítica y desde ellas ha volcado una lluvia de piropos sobre el autor de la moción, afirmando de ésta que «no desmerece del hablar, del sentir y del pensar del que para pasmo del mundo supo ser maestro de la Humanidad, elevando a la vez un idioma a categoría casi divina». Ustedes se sonreirán al leer esto. Lo mismo habrá hecho «el pasmo del mundo», o sea el propio D. Miguel de Cervantes, desde la otra vida. Y es seguro que también se habrá sonreído E Ricardo Fuente, que es hombre discreto y sabe perfectamente cuál es la importancia literaria de la moción. Pero la cosa no debe quedar ahí. Decimos nosotros que tan punible debe ser el piropeo a las musas de carne y hueso como a las que inspiran mociones y hasta menos justificado está a las últimas que a las primeras. Y, siendo el alcalde autor de un bando en que se multan los piropos y habiendo él incurrido en esa pena, debiera pasársele una cuenta y obligarle a pagarla, pero con recargo en justo castigo y para ejemplo y enseñanza de los cultivadores que tiene y tenga en lo futuro el requiebro, así en la calle como en las cumbres más o menos municipales de la crítica. TARTARIN EN LEMBERG E una crónica de Tito L. Foppa, corresponsal de guerra de La llazón, periódico de Buenos Aires, publicada con fecha 15 de Septiembre : Habla de la entrada en Lemberg de las tropas austríacas al mando del general Bohn ErmoUi ; dos periodistas, el propio Foppa y J u a n Pujol, corresponsal de A B C, llegan a la ciudad recuperada, al mismo tiempo que el ejército austrohúngaro : «Mi camarada y amigo Pujol, siente buUir en las venas toda su sangre española. Alvarado, Garay, Pizarro y Hernán Cortés se asoman en su espíritu ; le hacen soñar con conquistas, y completamente compenetrado en la emoción ambiente, saluda, responde en castellano a las frases polonesas, estrecha manos y devuelve ñores, entusiasmado y sinceramente conmovido hasta el extremo de olvidar su condición de extranjero. D Muy tarde de la noche, cenamos en un restaurant poco concurrido. El periodista español Pujol, levanta su copa de champagne y mirando al teniente Rippell exclamó : —¡ Por Austria-Hungría ! —Por España que es nuestra amiga y por la Argentina que no es enemiga de Austria !—responde el simpático oficial. —Que no es enemiga de nadie—corrijo.» UNA MANERA DE PENSAR por JOSÉ ORTEGA Y GASSET II AS épocasde revuelfapolíticahan sido siempre aprovechadas para venganzas persoiiales. Así ha acontecido ahora. Si pudiésemos mirar al trasluz, como se \ e en un microscopio, la secreta textura de esos dos grandes bandos en que la guerra ha escindido a España, probablemente sentiríamos una gran vergüenza. Pues las heroicas actitudes de estos o los otros partidarios se nos aparecerían muchas veces como germinadas en menudas pasiones inconfesables; en odios perversos, patológicos, en rencores privados. Sería sumamente curiosa una colección de detalladas anatomías que pusieran al descubierto los verdaderos motivos íntimos que han ido colocando a los individuos en uno u otro bando. Pero yo me abstengo de ello, porque a la postre sólo serviría para aumentar la enfermedad mayor que padece España desde hace muchos años: la discordia, la terrible secesión de los corazones, el odio onmímodo, el rencor. Me limito, pues, a lo que me proponía. Coincido con los que desean vivamente el triunfo de los aliados. Nada tendría que añadir si los que desean el triunfo L de los aliados no se extendiesen a desear y pensar otras cosas que yo ni deseo ni pienso. Contra esta tendencia excesiva a fundir unas cuestiones con otras, he movido protesta desde el principio. En Abril tuve el honor de recibir la visita de Mr. Wilmotte, profesor belga adscrito hoy a la Soborna. No vacilé un momento en manifestarle este deseo mío de que la victoria favoreciese a los franco-anglo-belgas. El Sr. Wilmolte, con urgencia injustificada, quiso llevarme a declarar «bárbaros> a los alemanes, y a reconocer la superioridad de la cultura francesa. Yo le rogué entonces que no decidiésemos ahora esos puntos; antes de la guerra había yo hablado mucho de unas y otras culturas, volvería a hacerlo después de la paz, pero ahora me parecía justamente el momento indicado para callar sobre esa materia. No obstante, el Sr. Wilmotte se obstinó en demostrarme sur le champ aquella superioridad. Comprendo y respeto la situación pasional de un hombre como Mr. Wilmotte cuya patria ha sido violentada. Pero no tuve más remedio que contestar a su insistente requirimiento, mostrándole mi opinión totalmente opuesta a la suya. Merced a esto el Sr. Wilmotte escribió ir: EU REY PEDRO I DE SERVIA EL PRIMER MINISTRO SERVIO SR. PACHITCH ESPAÑA NÚM. 38. — 4 . un artículo en La Petite Gíronde quejándose de mi germanismo y, lo que siento más, diciendo que le había hecho pasar un mal rato. Y todo ello porque al Sr. Wilmotte le parece Sainte-Beuve el mejor historiador literario que ha habido, y a mí, en cambio, me ocurre la desgracia de pensar que la historia literaria debe ser próximamente lo contrario de lo que hacía Sainte-Beuve. Cito este caso como ejemplo de las caprichosas solidaridades que cada partido pretende establecer. A ellas se debe que algunas personas muestren suspicacia, en ocasiones pueril, hacia cuanto sea dejarse incluir en un partido de la opinión pública. Puede esta suspicacia convertirse resueltamente en un vicio, y así hay quien ha reducido toda su personalidad al talento negativo de no ser blanco, ni negro, ni azul. No demos, pues, una importancia desmesurada a nuestra propia opinión; pero tampoco dejemos que sea anegada completamente por otras opiniones menos reflexivas y más ruidosas o simples. En el caso presente yo hubiera llegado hasta tolerar de bíien grado que la mía se anegase, si no me encontrara con que otros como la Kolnische Volkszeitang y los periódicos españoles llamados «católicos» han pretendido suplantarla. Vayan, pues, formulados, con extrema concisión, los puntos de vista que más me interesa hacer constar: 1.° No creo que la guerra signifique, ni mucho menos, el fracaso de la civilización, ni de la ciencia, ni de la moral. No ha sido un fenómeno insospechado, súbitamente nacido al margen de la conciencia europea. Estaba en ésta preparado y exigido. 2° Existen en la conciencia europea, desde siempre, enérgicos deseos de que las guerras concluyan; pero no existe entre los principios vivos de la mente europea ninguno que clara e inequívocamente condene en absoluto la guerra. Esto será lamentable, pero es así. 3.° La guerra actual no es una guerra entre dos culturas como lo fueron las nuestras de la reconquista, o la de las monarquías aliadas contra la Revolución. Luchan dos grupos de pueblos y luchan, naturalmente, cada cual con sus puños y con su cultura, pero no es una divergencia cultural el motivo ni el tema del conflicto. 4." Nace esta guerra de idénticos intereses económicos que se presentan con el carácter defensivo en Inglaterra y Francia, y con el carácter ofensivo en Alemania. Aparte de esto es una guerra étnica entre germanos y eslavos. 5." Significa el fracaso de los partidos socialistas e internacionalistas, un fracaso verdaderamente ejemplar. Pero en modo alguno significa el fracaso del socialismo e internacionalismo que, por el contrario, sólo al través de esta guerra podrán llegar al triunfo eficaz. 6.° Después del Renacimiento, la cultura consiste en la comunicación y colaboración espiritual de estos tres pueblos: Francia, Inglaterra y Alemania. No cabe, pues, hablando rigorosamente, aislar de las otras la cultura de uno de estos pueblos que sólo se diferencian en matices, cuya integración es la verdadera cultura. Sólo cabe hablar de la mayor o menor densidad en la producción cultural que en cada época manifiesten esos pueblos. En este sentido creo que nunca ha superado tanto uno de esos pueblos a los demás, como en los últimos cien años ha superado en ciencia Alemania a los otros dos pueblos. Hay evidentemente disciplinas en que esto no ocurre, pero no son sino excepciones que confirman la regla. 7." No considero a Alemania como un país antidemocrático. Se da en ella una de las muchas interpretaciones posibles de la democracia, a la que faltan caracteres democráticos que se encuentran en otros países, como faltan en estos algunos que hay^en Alemania. Si cupiera hablar de un más o menos de democracia comparando la vida de los. tres grandes pueblos, nunca sería lícito simbolizar en Alemania el reaccionarismo. 8." Dentro de la democracia representa Alemania la democracia estatista, e Inglaterra la individualista. Como a mí me parece el estatismo una perversión de la idea política, claro es que me parece la democracia alemana la peor de las democracias imaginables. 9.° Como en toda guerra, aun en aquellas en que menos se pelea por triunfo de principios, es el resultado inmediato cierto predominio transitorio del tipo político bajo que vivía el vencedor, tengo que desear muy vivamente el triunfo de Inglaterra. 10. No hay un principio, decía yo, que anatematice la guerra, pero sí un horror profundo y secular contra ella. En esta guerra había un pueblo que estaba presto a ella, Alemania y dos pueblos apenas preparados, Inglaterra y Francia. Es muy posible que esta falta de preparación provenga de debilidad moral y política en ambas naciones; pero, de todas suertes, revela que no deseaban guerrear. Tenemos que estar, pues, del lado de los que no deseaban guerrear. 11. Dentro de la guerra, Alemania ha cometido dos crímenes jurídicos: el allanamiento del hogar belga y la destrucción de barcos pacíficos. Todos los demás pueblos han cometido alguna vez crímenes análogos, pero ahora le ha tocado a Alemania cometerlos y a nosotros protestar de ellos. 12. El origen de la beligerancia alemana no es soberbia ni es ambición necia. Es una trágica necesidad de expansión. Su prepotencia es tardía para los efectos de ampliación colonial. En cambio, a esa tardanza debe su prepotencia. Alemania ha crecido sobre siglos de espléndida cultura. Los españoles fuimos en lanchas a tierras cuya existencia estaba científicamente refutada. La situación de Alemania es trágica. Pero esto no quiere decir que tenga derecho a la expansión, porque ello equivaldría a recomenzar la historia, declarando cada cien años al planeta ierra nullius. Como en toda verdadera tragedia, no hay en ésta solución. 13. Desde la derrota de Napoleón, España no puede tener—quiera o no quiera—otra política internacional que la regida por Inglaterra. La renuncia del Noroeste africano por parte de Alemania, nos deja menos margen de actuación internacional que el que gozan los pueblos balkánicos: pueden éstos variar su política según cuatro puntos cardinales: Rusia, Austria-Alemania, Italia e Inglaterra. Nosotros sólo tenemos enfrente y a los lados a Inglaterra, mientras Francia no se enfronte con ella. Esto es sumamente triste, pero es así. Y siendo así, no hay más política que la lealtad. 14. España, desventuradamente, no es un pueblo que goce de real independencia. La independencia es un atributo del fuerte, del fuerte en todos sentidos. No sé si seremos fuertes algún día; pero mientras no lo seamos, es más noble aceptar noblemente la fatal hegemonía de otro pueblo. Sin olvidar un instante el supremo deber de hacernos un día libres. 15. «Del mal tomar el menos^digelo el sabidor—.» Entre las hegemonías, es hoy la inglesa la menos premiosa. 16. No creo que ningún español consciente pueda odiar a ninguno de los tres grandes pueblos beligerantes. £1 colocarse de un lado o d^ otro ha de entenderse como una dolorosa fatalidad que transitoriamente nos obliga a ello. 17. El sistema más grave de la situación española es que no haya podido ni querido intervenir en esta guerra. Decía Averroes que el que quisiera comprar un buen libro debía ir a Córdoba; pero el que quisiera comprar un buen laúd, debía ir a Sevilla. Es lástima—añadía—que en Córdoba no haya, a la vez que buenos libros, buenos laudes. Una cosa así podría yo decir en resumen: toma el saber de Alemania y el mandar de Inglaterra. Esta manera de pensar es la misma que he usado siempre. Los que sí han va riado son muchos de estos-maestros y amigos de Alemania, a quienes yo he oído maldecir de la «Weltpolitik» y del partido militarista y de quienes hoy leo que consideran una y otro como los salvalores de su pueblo. Pero esta es una cuestión delicada, sobre que no es pi:uioso insistir desde un país que goza la paz mientras en los otros la guerra dura. Los que envían sus hijos y hern.anos a las trincheras, tienen derecho a la pasión. Nosotros, no. Antes bien: nos trae la hora una exquisita obligación de piedad, de respeto y de amor. Y, para terminar, dos sencillos hechos que me conviene reproducir ahora, ya que gentes ligeras, a quienes lo mismo da decir una cosa que otra, han querido aludir a una mutación súbita de mis opiniones. Alguien hablaba con inocente malignidad hace meses en un diario de los que «tomaban ahora la cómoda postura de distinguir entre dos A'.emanias: la espiritual y la política». La postura acaso sea cómoda, pero ciertamente que no es un invento de las personas por ese alguien aludidas. La más fina tradición de pensadores alemanes la ha sustentado hasta Nietszche, hasta Cohén. Pero, aun suponiendo que no fuera así y aun admitiendo que sea un error, resulta falso de toda ialsedad suponer que la opinión es de ahora. El año 1909, en el primer artículo que sobre Alemania he escrito, comentaba yo las leyes de expropiación forzosa contra los polacos dictadas bajo la cancillería de Bülow. Ese artículo, publicado en El ¡mparcial, se titulaba: Las dos Alemanias. En 1911 pedía Pió Baroja desde el mismo periódico, que se discutiese en la prensa la posibilidad de una alianza española con Alemania. Ninguno de estos germanófilos repentinos que a la sazón pululan, creyó oportuno emitir su opinión. Creo que fui el único en aaidir a la demanda hecha por Baroja con un artículo enviado desde Alemania. En él pedía que no se confundiese la cuestión de una influencia intelectual de Alemania sobre España con la de una alianza política. Aquella me parecía y me sigue pareciendo la única esperanza de restauración étnica de España, ésta me parecía una cosa sin sentido. La guerra con su poder convulsionario transformará toda la mecánica internacional. Qué debe hacer entonces España, no lo sabe nadie, nadie que no sea un embaucador. JOSÉ ORTEGA Y GASSET L señor ministro de Fomento ha dictado una Real orden aceptando la renuncia a favor del Estado de las primas a la navegación que 26 Compañías navieras de Bilbao venían cobrando. Al i)ropio tiempo, el señor ministro se ha dirigido a las restantes Compañías subvencionadas invitándolas a que renuncien también a las que ellas perciben, dando una prueba de patriotismo. Vale la pena de que se haya hecho la invitación, pues de cerca 20 millones que cuesta al país proteger a la marina mercante, las primas renunciadas sólo ascienden a millón y medio. ¡ Bien anda la protección económica del Estado español para darse el caso insólito de que renuncien a ella sus propios protegidos ! Y menos mal cuando algunos renuncian, que hay un montón de negocios, establecidos en complicidad con los viejos políticos, que ganan el 20 y el 30 por 100 ; y ni 'tan siquiera se les invita tímida y deli- * V cadamente a que renuncien a la protección, como se hace en este caso. E A Universidad de Murcia se ha inaugurado. Levantáronse arcos de flores. Acudieron numerosas comisiones de toda la región. Acudieron las autoridades locales, un delegado regio, y representaciones de todos los centros docentes. Acudió el Sr. La Cierva. Y habló ; habló de la cultura, de la patria, de la futura grandeza de España. Después hubo banqtiete con brindis. Y hubo también iluminaciones y festejos. Perfectamente. Ya tiene'Murcia montada su fábrica de abogados! Cuando se perpetró el disparate legislativo de crearla consignamos las razones que existían para que ni España ni Murcia tuvieran por qué alegrarse de la hazaña. Es de advertir que de entonces a ahora se ha tratado de redimirla incorporando al nuevo criadero de parásitos algunas enseñanzas técnicas. Ni con eso se lavará el pecado original. El bien que por ese lado Heve a Murcia la Universidad no le compensará del mal que por otro le ha de acarrear. Murcia va a perder lastimosamente sus dineros en hacerse daño a sí misma, cuando hubiese podido aprovecharlos en tantas cosas útiles para la nación y para ella. L A política de los Balkanes ha entrado estos días en un período de actividad bastante dramática. Bulgaria rompió ya sus relaciones con los países aliados ; estos retiraron sus representantes de Sofía, y Bulgaria retiró a su vez los suyos de las capitales respectivas. Todavía no ha comenzado a hostilizar a-Servia, pero debe .estar a punto de terminar la concentración militar en su frontera. En Grecia, después de dimitir Venizelos por haberse interpuesto por segunda v.ez el Rey en su política de franca simpatía por los aliados, formóse un Gabinete, presidido por Zaimis, que ha comentado ensayando una política de neutralidad benévola hacia los aliados ; política equívoca y extraña que no podrá sostenerse largo tiempo. Además un periódico de Atenas ha publicado la noticia de que el ministro inglés en dicha población ha comunicado al Gobierno griego el texto de un Tratado secreto entre Alemania y Bulgaria, aprobado por Austria-Hungría y Turquía, mediante el cual se da satisfacción a todas las aspiraciones búlgaras incluyendo la cesión de la Macedonia griega. Si se confirma la existencia de dicho Tratado, raro será que el rey Constantino no modifique su actitud: L Los aliados, por su parte, siguen desembarcando tropas en Salónica. Sin embargo, estos acontecimientos no han debiclo causar en Inglaterra ni en Francia buena impresión. En Londres la Bolsa se ha cerrado. También en dicha capital, como en París y Roma, se han celebrado Consejos de Guerra para tomar medidas rápidas y eficaces en auxilio de Servia. ¿\, Parece que Italia ha acordado tomar parte resueltamente en las operaciones del nuevo frente de la guerra. N el domiidlio del señor conde de Romanónos reunióronsí el día 9 los ex ministros liberales. Sobre los acuerdos d* la reunión facilitóse una larga nota oficiosa que han publica,-j, od los periódicos ; pero la idea más precisa del sentido de este acto político no se da en dicha nota, sino en una ampliación extra oficiosa que también han publicado los periódicos. En ella se cuenta que el señor conde de Romanones expuso las E ESPAÑA tres etajias de la oposición clásica monárquica : primera, cíe colaboración y ayuda al partido de turno ; segunda, de fiscalización?; tercera, de ataque para lograr derribarlo, Y concluyó, que, a su juicio, el partido debía dar por terminada la primera etapa y entrar de lleno en la segunda. Y ha sido, sin duda, por haber visto que el partido liberal tomaba rumbos que en breve plazo podían llegar a ser alentadores y serios—sobre todo para ex ministros—por lo que los señores conde de Sagasta yVillaurrutia han enviado su adhesión. De todos modos es bastante significativo que los ex ministros liberales, al cabo de largos meses de silencio, se acuerden ahora de que la Hacienda se halla en lamentable estado, de que en la crisis actual se ha dejado abandonada la economía nacional y de que el Parlamento no existe para el Gobierno del Sr. Dato. Es significativo porque tal alarde de crítica coincide con la manifestación de Barcelona. Por lo visto el señor conde de Ro- NÚM. -,8. manónos quiere sacudir la complicidad de su partido jiara que sólo los conservadores se carguen con el pago de los vidrios rotos. x Méjico siguen, desgraciadamente, mal las cosas. Españoles que vuelven de allí huyendo hablan de numerosos fusilamientos de compatriotas. Noticias de Washington cuentan que Granado, ministró del Interior del Gabinete de Huerta, ha sido ejecutado en la capital, por complicidad en la muerte del ex presidente Madero. Sin duda para ver si se alza allí un Estado realmente responsable que pacifique el país y garantice el imperio de la ley, los representantes de los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Uruguay y Guatemala, reunidos en Nueva York, han acordado unánimemente reconocer el Gobierno de Carranza como Gobierno «de facto» de Méjico. E EL ACTO DE CATALUÑA SU SiGNlFICACiON A víspera de la Asamblea y manifestación celebradas en Barcelona, se convocó al pueblo por medio de un cartel firmado por las representaciones políticas, sociales, industriales, patronales y obreras de Cataluña, y en el que se le pedía que robusteciera con su presencia y la fuerza de su entusiasmo los actos que se iban a celebrar en favor de la zona neutral y demás reformas económicas, cuya necesidad y urgencia ha planteado la guerra a aquella región y a todas las de España. El mismo día se celebraron diversos mítines preparorios de la manifestación. En uno de ellos, celebrado en la Liga regionalista, el Sr. Cambó, pronunció un discurso, al que pertenecen los siguientes párrafos: »Ha dicho el Sr. Dato que las zonas neutrales no deben ser motivo de preocupación; que el Gobierno ha presentado ya un pioyecto; pero que en otras naciones la discusión de ese proyecto ha durado años. Es cierto: en muchos países la discusión ha durado años; en Cataluña hace más í de doce que el problema está planteado, sólo que el Sr. Dato no lo ha sabido hasta ahora, no se ha enterado de que Europa. está en guerra y esta guerra conmueve la vida económica mundial y ha cambiado el compás del tiempo. Si en época normal la reforma de las zonas neutrales podía dejarse para mañana, ahora, por causa de la guerra, la estructura comercial del mundo se ha subvertido, y la zona neutral es un problema de urgencia, como para los países beligerantes lo es el problema de las municiones. L LA ASAMBLEA La Asamblea se abrió con un discurso del alcalde de Barcelona,'en que éste comenzó por declarar que en aquellos momentos no actuaban los asistentes a ella como catalanes sino como españoles. «Están aquí, dijo, los elementos de más valía, la más alta representación de la vida política, social y económica de Cataluña. Todos vienen a afirmar la decisión de uíi pueblo que quiere vivir, porque tiene derecho a la vida, porque tiene fe en los destinos que la Providenci-i le ha reservado en la historia de España. Inspirad vuestras deliberaciones en el más grande amor a Cataluña, en el más grande amor a España.» Después hablaron en representación de sus partidos los Sres. Roig y Bergadá, Zulueta, Corominas, Cambó y Lerroux. Todos afirmaron el derecho a la vida de Cataluña, la justicia y urgencia de sus peticiones y su protesta contra la inacción del Gobierno frente a los graves peligros de ruina que corren el trabajo y la producción, no sólo de aquella región, sino de toda España, Acto seguido se aprobaron por aclamación cuatro conclusiones. La primera contiene la protesta contra el Gobierno. La segunda declara «la voluntad de todos los elementos que constituyen la Asamblea, de trabajar por la consecución de las zonas neutrales, los bonos de la exportación y la organización de crédito en forma que facilite su más liberal utilización para la industria, el comercio, la agricultura y las instituciones obreras, y de todas las otras soluciones que desde el comienzo de la guerra viene reclamando Cataluña, encami- nadas a que la economía general española no solamente no quede perjudicada, sino que salga fortalecida de este gran conflicto que hoy conmueve la economía mundial.» En la tercera se pide la reunión inmediata del Parlamento, para someter a su deliberación y acuerdo las anteriores demandas, y la cuarta constituye un solemne mandato a los parlamentarios catalanes para que las lleven a las Cortes y allí las defiendan y apoyen con toda prudencia, pero también ,con toda obstinación y sin miedo «a ninguna resolución, por dolorosa que sea, en la segundad de que tendrán a toda la nación a su lado.» EL ACTO EN MADRID ¿Cómo ha sido juzgado en Madrid el acto de Cataluña? La convocatoria oficial de la manifestación terminaba con estas palabras: -^Por Cataluña, por toda España». Frases s:mejantes aparecían en el Manifiesto dirigido por Lerroux a su partido; en el de la Cámara regional de las Sociedades cooperativas de Cataluña y Baleares; en la invitación firmada por D. Luis Ferrer y Vidal como Presidente de la Cámara Oficial de Industria de Barcelona; en todas las alocuciones que se han lanzado al pueblo catalán. Sin embargo, ya el solo anuncio del acto suscitó la alarma de El Imparcial. Días antes de la asamblea, la denunció como fruto del catalanismo, afirmando que desde que la dirección política de Cataluña está en manos de éste, «los deseos se tornan en agravios y las pretensiones se convierten en soflamas incendiarias y, casi casi, en amenazas de guerra civil.» En el mismo número aseguró que «los catalanistas disparaban bala rasa contra Madrid». Por fortuna, casi nmgún otro periódico secundó nEl Im parcial, antes bien, hubo alguno como El Debate, que, refiriéndose a la campaña de aquél, dijo:—«Los verdaderos separatistas, los peligrosos, son los gobernantes, los políticos, los periódicos, los pensadores y publicistas que van convirtiendo poco a poco al Estado español en un caserón ruinoso, de cuyos ámbitos el instinto de conservación impone la fuga para no perecer miserablemente entre sus ruinas.» Pero antes hemos indicado que El Imparcial no estuvo solo en la escaramuza preliminar. En efecto, tuvo la casi simbólica compañía de cierto periódico titulado nada menos que La Patria, del cual son estas palabras: —«Los catalanistas tienen organizada para hoy una manifestación. Piden la zona neutra, y para pedirla quieren gritar y disparar sus revólveres. Yo no sé hasta qué punto llega el Código en materia de traición a la Patria. Lo que sí sé es que antes, cuando al frente del Gobierno había hombres y no pavos, los traidores eran presos. ¿Se puede saber la cabida que tienen los fosos de Montjuich? Sería curioso ver colgando de las almenas de sus fosos unos cientos de cabecitas »Por causa de la guerra, los grandes puertos francos de Europa y los grandes depósitos que surtían de géneros a todas las naciones están cerrados. Ahora es.cuando se podía y se debía aprovechar la ocasión única que ofrecen las circunstancias actuales, y que no se presentan cada dos años. »Las afirmaciones del presidente del Consejo denotan, o yna inconsciencia inconcebible o que no toma en serio al país. Yo creo lo segundo. Y esto indigna a Cataluña, porque comete el pecado gravísimo de tomar en serio los prof blemas que afectan al país. Esta es la significación global de los actos de mañana. Yo creo que llegará un momento en que en España se despertarán muchas conciencias dormidas y comprenderán que el que sigue el camino de la burla y de la inconsciencia no tiene derecho a regir un país.» EN MARCHA A las doce de la mañana del domingo entró la manifestación en la plaza de San Jaime, sin banderas, ni haber proferido un grito. A la cabeza figuraban el Ayuntamiento con concejales de todas las fracciones, la Diputación en pleno, Sociedades obreras y cooperativas, Sociedades orales, Liga regionalista, Fomento del Trabajo, Cámara del Comercio, Unión gremial de Barcelona, Sociedades literarias y culturales y estudiantes. Asistieron también representaciones de federales y nacionalistas, del bloque republicano autonomista, del partido radical, de los federales unionistas, de los jai"listas, de los liberales nion:irquicos, de los demócratas, de 'os reformistas, de los integristas y de otras sociedades y partidos. Según el cálculp,fJub'licado por algunos periódicos madrileños, la minifestación se componía dé 18 o 20.000 perdonas. Otros hicieron subir est.; número hasta 60.000, contándose, entre las adhesiones recibidas por. la Comisión ^rganizáílbra, las de 843 Ayuntamientos de C-italuña^ ^43 Sociedades, todos los Sindicatos obreros de Barcelona, ^odas las Federaciones ob reras de Cataluña y 236 represen'aciones corporativas. También se recibieron adhesiones telegráficas de América. DATO. —Ustedes quieren separarse de España... CAMBÓ.—Lo que queremos es separarnos de ustedes, que no es lo mismo. NuM. ESPAÑA 38.—6. peinadas con bandolina de esos horteras que gritan;: muera España! > Buena parte de la prensa madrileña publicó un relato de la manifestación y asamblea, relativamente extenso. Algunos de estos periódicos limitaron a eso su atención. Pero es justo añadir que otros, la mayoría, las comentaron, poniendo en sus juicios alabanzas calurosas a Cataluña. Ejemplo, periódicos tan opuestos en ideas como El País y El Correo Español. «Cataluña —dijo El País— se engrandece con actos cívicos cual el de ayer, y se ofrece como ejemplo y guía alas demás regiones españolas.» «Cataluña—dijo El Co. rreo Español—, ha sido en muchas ocasiones, y lo es ahora, una vez más, universidad de ciudadanía. Admírenla y aprendan sus lecciones y sigan todos su ejemplo.» Y hubo, en fin, periódico como El Liberal, que escribió rotundamente: «En este caso concreto la razón es de Cataluña. Si no se llamara Cataluña, va para rato que tendría logradas esas humildes zonas.» Pero ¿y el Gobierno y los partidos gubernamentales? También han hablado uno y otros, por boca de sus respectivos órganos de publicidad. Pero su lenguaje ha sido muy diverso, y harto significativo. Conviene que lo oiga Cataluña y toda la España que esté en condiciones de oir. La Época ha calificado de «ineficaz e inoportuna» la Asamblea. ¿Por qué? Porque el Gobierno tiene en las Cortes todos los proyectos económicos que los asambleístas solicitan. Cierto que las Cortes, en lo que llevamos de año, no han celebrado más de quince sesiones, y están cerradas desde Febrero. Pero esto no lo dice La Época. Al contrario: La Época afirma el respeto del Gobierno a las Cortes, y dice que en ese respeto se basa la negativa del Gobierno a resolver por sí las demandas de Cataluña,como si ésta pretendiera que se resolvieran a espaldas del Poder legislativo y no hubiera pedido, precisamente, la apertura del Parlamento para resolverlas. El órgano del Conde de Romanones tampoco atribuye mayor importancia al acto ni a los anhelos de sus ejecutores. Sólo ha visto en la Asamblea que «hablaron los señores Cambó y Lerroux». Y acerca de la manifestación, estos son sus juicios: «A la manifestación concurrió numeroso público. El Gobernador lo calcula en 20.000 personas. Otros cálculos reducen la cifra a 10.000». El más explícito ha sido La Mañana, órgano del otro partido de gobierno, el que acaudilla el Marqués de Alhucemas. «La de ayer—ha escrito—es una nueva Solidaridad burguesa formada por hombres cuya lealtad se mide por la ganancia. Vieron en la guerra un negocio y a obtenerlo han dedicado todos sus esfuerzos, sin preocuparse de su licitud ni de su conveniencia pública. El acto de ayer prueba que Cataluña, que la misma Barcelona, no hacen causa común con quienes toman su nombre para sus fines. Diez y ocho o veinte mil personas cuando se queman las naves, en domingo, con tiempo excelente dan una sola sensación: la del vacío.» En Cataluña se preguntaron públicamente:—¿Qué pensará Madrid de nuestro acto? En los juicios copiados pueden ver algo de lo que piensa Madrid, el Madrid a quien iba dirigida esa pregunta. PARA DESPUÉS ¿Satisfará el Gobierno las aspiraciones de Cataluña? Y si no las satisface, ¿qué ocurrirá? El caso ha sido previsto por los oradores que hablaron, primero en la Asamblea y luego ante el pueblo congregado frente al Ayuntamiento de Barcelona, siendo bien claras y terminantes sus manifestaciones, especialmente las de los Sres. Cambó y Lerroux. He aquí las palabras del primero: «Yo os digo y aseguro en nombre de la representación regionalista, que si el Gobierno hace la afrenta a Cataluña y a toda España de tener detentada la soberanía nacional, de impedir que resuene la voz del pueblo en el Parlamento, nosotros actuaremos entonces no como parlamentarios: nos quitaremos la investidura de diputados y seremos simples ciudadanos como vosotros; volveremos a ocupar nuestro puesto en medio del pueblo, y con vosotros deliberaremos lo que conviene hacer». Con el Parlamento abierto nuestra voz será tan alta y fuerte que se oirá en toda España, y la responsabilidad de lo que pase será nuestra. Con el Parlamento cerrado será de todos nosotros juntos.» Y he aquí también las del Sr. Lerroux: «Si el Gobierno, llegada la hora de cumplir sus promesas, se volviera atrás y burlase las aspiraciones de esta región, podréis contar con las fuerzas del partido revolucionario, que no ha de resignarse a sufrir la afrenta de una nueva hipocresía, y se incorporará a vosotros en cuantos actos realicéis.» FIGURAS CONTEMPORÁNEAS •¥•• LOS INTERESES DE ESPAÑA BERNARDINO MACHADO PUEDEN CORRER PELIGRO Por fin ha sido elevado a la primera magistratura de la vación portuguesa un /lombre cuya personalidad llena la amplitud del cargo. Bernardina Machada es una mentalidad- robusta, un carácter con espina dorsal, un corazón empapado en el amor al pueblo. Hijo de una familia noble, se ha consagrado desde los primeros años de su vida a las tareas universitarias. Bepresenta, en este aspecto, un fervor pedagógico hermano del de Giner, Salmerón, Azcárate, cuya amistad ha sido para Machado el vínculo español, por antonomasia. Hay en su haber una. más positiva aproximación al pueblo, una. entrega más decidida a la cosa pública. Hoy Berrvardino Machado es en Portugal, no sólo político eminente, sino un patriarca nacional. La gran fiierza de su carácter es el optimismo. Su arma de combate, la cortesía. Es indulgente con las flaquezas humanas. Eecoge de cada, hojnbre las cualidades positivas. Bs de gran talento político. Siente atracción hacia los humildes. Goza con el espectáculo de la casa obrera. Percibe la poesía de la vida sencilla y la grandeza, del trabajo. Tiene su historia política todos los hechos accidentados del hombre de acción, del constructor de pueblos, y hay, al pro- EMOS conversado con D. Melquíades Alvarez sobre un punto importantísimo de sus recientes declaraciones con motivo de su viaje a París ; sobre el asunto de la Federación económica que proyectan los aliados. Amablemente nos ha referido que desde hace varios meses vienen celebrándose conferencias entre importantes personalidades políticas, financieras y científicas de los países aliados para establecer una especie de Federación económica de las potencias del Sur de Europa que después de la guerra se levante frente a los Imperios centrales. Aun no se hallan precisados los problemas concretos que ha de abarcar dicha proyectada unión. La cosa es muy seria y se han verificado numerosos cambios de impresiones entre economistas y políticos franceses e italianos. Hasta ahora las gestiones y proyectos son de carácter extraoficial. Existe una comisión mixta, presidida por Mr. Pichón, encargada de ir planeando las bases para el concierto. En el asunto intervienen políticos de tanto relieve como el citado Mr. Pichón, Barthou, Hannoteaux, de parte de Francia, y Luzatti, Pavía, ex subsecretario de Hacienda, y otros, de parte de Italia. En breve va a celebrarse en París un Congreso. Mr. Pichón ha declarado al Sr. Alvarez que si a dicho Congreso acudiesen representantes de la producción española, seguramente serían acogidos con simpatía unánime. El segundo Congreso se proyecta celebrarlo en Londres, lo cual significa que Inglaterra no es extraña a los planes de sus aliadas, aun cuando, naturalmente, es cuestión esa que en aquel país ha de llevarse con ciertas reservas, dado su sistema tradicional de comercio y, por tanto, la necesidad de preparar la opinión previamente. Es indispensable que los agricultores, los industriales, los comerciantes españoles ss preocupen de este problema, que para ellos puede ser de vida o muerts. Si Italia, por ejemplo, que es país de producción agrícola semejante a la nuestra consiguiera tarifas más bajas que España en lo; mercados franceses e ingleses, ¿ qué harían con sus vinos loí productores españoles ? H • ^ ^ Hasta ahí lo que ha dicho el Sr. Alvarez. Nosotros repetimos con él que si ese proyecto de Federación llegara a realizarse, el problema sería para nuestra nación muy grave. En ese caso sí que no cabrían neutralidades. Porque además el Imperio alemán pretende a su vez extender el Zollverein a Austria-Hungría y probablemente a algún país de los Balkanes, i Qué solución nos quedaría ? Si nos aislásemos, nuestros productos de exportación se encontrarían con barreras por todas partes. Y para dar un bosquejo de cuales son nuestros intereses expondremos unos cuantos datos estadísticos sobre el comercio exterior de España con los países que proyecpio tiempo, en su vida una apacible serenidad, una devoción tan esas Federaciones.' Los datos están tomados de la última tierna por la familia y por el magisterio pedagógico. estadística publicada por la Dirección general de Aduanas, Su abolengo es liberal. Ha sido ministro con la Monarquía. la de 1913 : Su ideología entraba, sin embargo, en la concepción amplia Tniportamos. E.xportamos. del liberalismo progresivo. Una cuestión de moralidad le lanzó al campo republicano, recibieñdd~~eon tan valioso refuerzo, Millones tic pesetas. Millones de pesetas. la causa de la República, un empujón decisivo. En la oposi204,3 327,7 Franrin ción republicana no fué un contemplativo, sino un colaboraInelatcrra 244.7 231.6 dor eficaz. Ardorosos discursos parlamentarios, incesante proBélgica 45.0 45,3 ^ Italia 15.9 34,8 paganda en los comicios, y labor revolucionaria para minar 509 9 639 4 el trono de los Braganza. Proclárnase la Jtepúblioa, Machado es ministro del Gobierno constitucional. Es enviado después Alemania 74,4 185,4 romo Embajador al Brasil, donde conquista para la Bepúbh-. Austria-Hungría. 10,3^ ca In simjMtía de miichos elementos realistas. Luego es Pre195,7 83,2 sidente del Consejo y prepara la, intervención de Portugal en Comercio cx'crior total de F.spaña con los el conflicto europeo, al lado de los aliados. La opinión le señapaíses aliados que proyectan federarse . . 1.1493 la desde el primer momento para el lugar que hoy ocupa. SoCon los Imperios centra'es 278,9 brevino el Gobierno Pimenta de Castrn. Berna,rdino Machado se mantiene fiel al principio democrático. Con ardor juvenil Creemos que esos datos son bastante expresivos. IJOS mercainterviene en la lucha, por restaurar en su integridad el valor dos principales de España son Francia e Inglaterra. Allí van constituéional de la, Bepúhlica. La recompensa, a su ademán nuestros minerales, nuestras frutas, nuestro corcho, nuestíos de fidelidad constitucional es lá. Presidencia de la Bepública. vinos, nuestros aceites. Y ante referencias tan autorizadas, Bernardino Machado no es un Presidente improvisado. Llesobre la Federación económica en proyecto, como las del señor va al cargo una corona de prestigio, una larga historia polítiAlvarez, pensamos que lo menos que pueden hacsr nuestro ca. Su posición respecto a España es cordial. Forma parte Gobierno y nuestros productores es escuchar la voz de alarma del núcleo iberista. Está familiarizado con nuestra vida nay prepararse a afrontar ul problema seriamente. cional. Ha viajado por Europa. Conoce los tipos de cultura europea. Es una garantía de .seriedad. Es de e.ftperar que su actuación presidencial inaugure un periodo de prosjjeridnd, / de paz y de respeto para su país. HOTEL DE VENTAS 5alones )*( 5alas )* Gabinetes )«( ñicobas ® Tocadores 34, ATOCHA. 34: NUM ESPAÑA INTAD 0. Al año siguiente, produce el estudio de las que representan la autoridad de que nos emancipamos y las dProsas profanas» de liubén Darío, que figura al frente de éstas, donde, llevado por el encanto de analizar nuevas y su- instituciones que sustituimos. Sólo la noble imagen de Isatiles emociones, no cumplió acaso la principal función de la bel la Católica dominaría sin incongruencia en suelo de crítica—la síntesis,—pero que es, con todo, una de las páginas América, rescatando en gloria perenne las joyas que costeamás hondas de la actual crítica española., tan pobre en los ron la aventura sublime, y figurando como el numen matertiempos que corren. nal de nuestra civilización. Pero el símbolo requiere en este Después aparece el «Ariel-a (1899), especie de sermón laico caso tormas más recias y viriles que esa suave fisonomía de a la juventud hispano-americana, de que se han hecho hasta mujer. Los portentosos capitanes de la Conquista, los legendiez ediciones,, muchas de ellas privadas, y que ha convertido darios sojuzgadores de mares y de tierras, tienen un caráca sus lectores en activos propangadistas—con ser los libros de ter que excluye la entera apoteosis americana, como persoliodó de difícil acceso en la mayor parte de América. En el nificaciones de la ejecución brutal, consumada con sacrificio nArieln critica liodó el tipo de civilización «yanqui», declarándolo el menos adecuado para los latinos de América; pero del indio, que también es carne y alma de América. Los cono define con bastante eficacia los nuevos ideales, ni era ello lonizadores, gobernantes o misioneros, en quienes se apaposible puesto que la Hispano-América no ha brotado utón, cigua y endulza la empresa civilizadora, proporcionan más de.<;de el seno de su complejidad social, la idea-fuerza que ha de una figura c«paz de ser glorificada en la parte del Conde pre.iidir sus destinos. Su consejo se resuelve, pues, en ciertinente a que se contrajo su influencia; pero ninguna de to «entendimiento de hermosura» que ha de servir, juntamente, al bien y a hi belleza—a. la teórica y a la práctica, del magnitud continental. En cuanto al Descubridor, a España pertenece su gloria, sin duda, pero no su persona, y las esm.u.ndo hu,ma.ni)—y en una espectacióm inteligente que descutatuas que reproducirán infinit^^nte su imagen, de uno al bra el sentido del porvenir. otro extremo del mundo concedido a su fe, no son las aptas En .ws posteriores obras («Motivos de Proteo», «El mirador para significar el genio original y propio de la civilización de Próspero») funda liodó el concepto del libro «abierto .whrc una perspectiva indefinida»- -en per2)etua derivación transplantada. E S P A Ñ^ A - ^ iNriM. 3 S . — l ü . Sólo queda buscar el símbolo personal en el mundo del espíritu, donde esa civilización forja sus normas ideales y sus medios de expresión, y escogerlo en quien tiene dentro de ella personalidad más característica y más alta. Hay, además, entre el genio de Cervantes y la aparición de América en el orbe, profunda correlación histórica. El descubrimiento, la conquista de América, son la obra magna del Renacimiento español, y el verbo de este Renacimiento es la novela de Cervantes. La ironía de esa maravillosa creación, abatiendo un ideal caduco, afirma y exalta de rechazo un ideal nuevo y potente, que es el que determina el sentido de la vida en aquel triunfal despertar de todas las energías humanas con que se abre en Europa el pórtico de la edad moderna. A un objetivo de alucinaciones y quimeras como el que perseguía el agotado ideal caballeresco, sucede el firme objetivo de la realidad, abierta a los fines racionales y a la perseverante energía de los hombres. El mundo imaginario que había dado teatro a las hazañas de los Amadises y Esplandianes se desvanece como las nieblas heridas por el sol, y lo sustituye el mundo de la naturaleza, redondeado y conquistado por el esfuerzo humano; la América vasta y hermosa sobre todas las ficciones, que con su descubrimiento completa la noción del mundo físico, y con el incentivo de su posesión ofrece el escenario de proezas más inauditas y asombrosas que las aventuras baldías de los caballeros andantes. La filosofía del ÚTILÍSIMA LAS CARRERAS CIVILES \ Se ha puesto a la venta MILITARES EN ESPAÑA ( 5 pesetas APIiNDICE .AL i Clases de Idiomas. PUERTA DEL SOL, 11. Por M. OCA i } } f ¿ POR Un volumen en 4.°, de 600 páginas con grabados, 5 p e s e - \ t a s en rúsíica, y 7 en tela. i E S T U D I O S , G A S T O S Y PORVriNIR Q U E OFRECEN Ingeuíero Industrial de la Escuela Central Los notables éxitos de est.-i .•mtigiia y acreditada Academia son debídos a sil método de enseñanza individualista. Internos, medio pensionistas. Se faciiiían reglamentos. i0 M. La nueva Cocina elegante española \ \ L A V E R D A D A MI P A Í S \ "ESPAÑA Y LA GUERRA Por ALEJANDRO LERRüUX .MISMO 2 pesetas LIBRERÍA FERNANDO FE Puerta del Sol, 15.-Madrid. (Contentar i os de líemógenes INGLÉS { Cenamor).—2 ptas. Pedidos: Viuda de Pueyo, Abada, 19, librería. - Madrid Preparaciones especiales para las oposiciones diplomáticas, consulares y cs:uelas de ingenieros. Cla.ses particulares y generales. FOLLICK " PRECIADOS, 29. - MADRID L NÚM. 38.—]1, ESPAÑA HISTORIA ILUSTRADA DE LA GUERRA DE 1914 POR GABRIEL HANOTAUX EX MINISTRO DE ESTADO. MIEMBRO DE LA ACADEMIA FRANCESA TRADUCCIÓN DE LUIS RUIZ C O N T R E R A S •• PRÓLOGO DE MIGUEL D E U N A M U N O M. Hanotaux tiene bien atreditadas las facultades insuperables para este empeño que aliui>a aoomete du simultanetr con la presente }fuen-a su historia. Tan «olamente los oon temperan eos conocen las honduras intimas y verdaderas de la aparento realidad. Sin l'orcejíos de evocación y reconstitución, que las más veces se frustran, contemplan a los Jieohos v los personajes suspensos en su medio natural, que es el «aliento colectivo», proiagünsta histórico fugaz y volátil, sólo por sus huellas oognocible. de un artista, de un delicadisimo artista, do un poeta, y un hombre humano, un huraanisla I-a «Historia Ilustrada de la Guerra de 1914»está escrita por uno de los hombres ¡lue mejor pueden escribirla, por Hanotaux, que sobre ser un eminente historiador, educado en las más severas disciplinas históricns, lia pdido, como ministro de Relaciones Exteriores ¡lue fué en Francia, conocer interioridales de su preparación y gestación. Pocos, si es que liay iilguion, tan capacitados, pues, como Hanotaux para guiarnos á la comprensión de la necesidad histórica de esta guerra. MIGUEL DK UNAMUNO. Historiadores franceses: Michelet, Taine, Fustel de Coulanges... (En un lugar aparte, ni . . iespi , más alto ni mñs bajo, pero aparte. Fustel de Coulanges, el noble historiador que ve en «las de lo que so trate, ni se aaarcan conjuntos ni so atiaban casualidades v conexiones, ni las ideas» la Jionda propulsión ao la humanidad). Después han venido Sorel, Vandal, Lavisse. esencias so destacan entro accidentes oluscadoi-es. íY Hanotauxí íDónde le colocaroinosl' En esto grupo do los historiadores recientes; pero, De estas prendas espirituales, aristocráticas, tione dadas muestras insignes M. Hano- ícómo caracterizarlo! Hanotaux tiene una pluma ligera, pintoresca, culorizada, plástica; taux, on su «Historia de la Francia Ckintemiioranea», su «Historia do Richeliou», sus mo- es un discípulo de Taine. Nos quiere mostrar el paisaje, la ciudad, la calle, las gentos, los iiografias sobre la «Crisis Surofiea do 1621», sobro la Di}.lomacia fi-ancctsa desdo el Tratado gestos. Nada más lejos de la liistoria seca y di/usa, al antiguo modo, que las paginas do de Westpaha hasta la Kevoluíjión, sobre el espinoso y palpitante tema de Fncho?o*;iación Africana, y soñaladameníe en su «Juana de Arco», tiue es donde, á mi pare- agi-ade. A7.ORIN. cer, salió mas airosa la alteia exacta de su independencia mental. {Desean ustedes mi opinión acerca de la «Historia Ilustrada de la Guerra en 1914?» -M. Hanotaux pénese á triaar sus nuevas páginas sobi e un prestigio claro y firmo que Para mi Gabriel Hanotaux es un hombre de corazón, y la Historia solamente los homnías aci-tícontamn seguramente. A.MAURA. bros de corazón pueden escribirla. iSi será imparciali Esi)ero que su alma de f.ianccs no le permita serlo. Esta guerra de la l'oUtico importante, diplomático hábil, Jiistoriador ameno y concienzudo es el ex-mi- barliarie teutona deben escribirla los hombres de los pueblos ensangrentadas y ultrajados Mstro francés, M. Gabriel Hanotaux. Para mi, lo mássimnático de sus obras, «llichelieu» y «Juana de Arco», es que en ollas por ella, ron la colérica y justiciera violencia de los trenos y de las p rofocias. VALLE INCLAN. «laitece las gran