La Situación Militar Comunicados Oficiales

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. MAI>Em~AÑO ^W'""" — • '• - l . I Í , - N U M . IB.SCf, " ' JUEVES S8 DE MARZO P E 1918 I" » ' • PRECIOS D E SU8CRIC1ÓN SLkDKio: Unines „ \ Trlmestra TARIFA DE ANUNCIOS fNttfa plsav Anandos BaGioatd^ O.!)0 pes«tas Ucef Quinta plana: Reclamos — 2,30 — — Cuarta plana: Recmmoi — 5 ~ —í Kotidas industríales — 5 — — Comunicados — 5 — -«i |És>y;ci6s díveiw» -• W — _-5 í PBOTIKOUJ E I i IMPAHCIAI., DIARIO LIBERAD Htimero suelto: B céntimos FUNDADO POR D. EDUARDO GASSET Y ARTIME CARTAS CATALANAS , Todas l a s inversiones, todos los descentramientos, los d a b a por realizables. L a \ i d a nacional n o tenía sentido, como el la moviese u n prestidigitador. Y de pronto, lo inesperado, el Ministerio que aparece, renovando el milagro de P a l a s Atenea, con todas l a s ponderaciones, todas ' / Í[t)B SUESTKO REDACTOR-COREESFONSAL) las lógicas y todas l a s eficacia?:. E l Viernes ' Barcelona, 21 marzo Í9/S do Dolores se transforma en el viernes de •A m e d i a noche l a noticia hizo sonar las alegrías, y de Madrid llega u n canto de eien timbres telefónicos, y en los cafés, ios aleluya. Y, n o obstante, p o r aquí n o h a n siclo Ateneos y los Circuios fueron cayendo los oídas l a s campanaB de l a P a s c u a nacional. nombre bisílabos con ruido de martiUo: Cam- Nosotros hemos'sonreído; el buen marido que bü, ministro, y Maura, y Dato, y Alba... Dee- contamos se detuvo ante l a p i t a r r a de l a jjués, el receptor de l a nueva l a lanzaba, r a - buena nueva, gesticuló gozoso ante s u s fa«liante, sobre l a tertulia, y todas l a s cejas miliares; los negociantes lanzaron u n ¡al fin! £ñ ejiaz'caban ¡sorprendidas primero, abrién- lleno de presagios crematísticos. Pero n a d a dose después l a sorpresa en u n a soariba. Los m.ás. E l regocijo n o fué de marcha, de antorque aJbandonaban los teatros leían la novedad chas, sino plácido alborozo de tertulianos. •v.n u n a pizarra, p a r a b a n u n momento el ca«Por l a anormalidad de l a ciudad sin liberpiino y seguían l a marcha, que el marido tades o porque, siendo l a crisis de burocrah a c i a calurosa, explicando, u n poco enarde- cias, no apaeionaba a nuestros comerciantes» , cido, a su señora l a a l t a transcendencia del —se objeta. No, no; es que hemos perdido en suceso. Inmediato, n a c í a el comentario egoís- Sensibilidad lo g a n a d o e n oportunismo. Erata. P a r a el regionaUsta, e r a el triunfo del mos antes l a ciudad d e los ecos generosos I'tínsamiento de Cambó, tozudo panegirista que recogían todas las voces espirituales de de u n Ministeiio de notables; p a r a el repu- l a t i e r r a y todas l a s inquietudes españolas. blicano, e r a el régimen formando el cuadro; Se nos dijo ciudad anárquica, pueblo insa)jara todos, el acabamiento de lo absurdo. ciable, multitud subversiva, urbe donde tolíajo l a estelar onunciacióii d e l a primavera, d a s l a s utopías nacionalistas y sociales haen la dulzura d e l a noche, los corazones m e r . cían nidada, y esos dicterios n o s servían de cantiles echaban los suspiros de l a libera- ornamentación orguUosa. Ahora, todo nuestro ción; «Mañana y a d e s p a c h a r á n l a correspon- pasado sentimental n o es m a s que u n a infección en convalecencia. Infección el catalanisdencia...» mo romántico; infección el socialismo apos^Ese acabamiento del absurdo, donde t a l tólico; infección el republicanismo turbulenvez h a producido u n m á s reconfortante desi:anso es a q m , e n Barcelona. Pensad en este to; infección aquel ¡presente! gritado anta fabricante, o mercader, o vinicultor que ee- toda conmoción p a r a obtener p r i m a c í a en l a ())era, Inquietísimo, el remate de los Conve- protesta y en l a reforma. Madrid h a lanzado linos comerciales. Tiene p r e p a r a d o s s u s far- ese ¡presente! civilista y Barcelona n o h a ijos, s u s cajas, s u s bocoyes, y el d í a 20, d í a tenido p a r a él tornavoz. postrero p a r a l a firma del arreglo financiero, «¿Qué le p a s a a Madrid? ¿Por qué todo ese topa con u ñ a crisis en vez de con u n T r a t a - rebullicio entusiasta, esos vítores espesos, e s a do. A l a Inoertidumbre s u m a e l miedo por l a multitud clamante y adoradora?»—se pregun>« penuria cierta de algodón y l a posibilidad taban l a s gentes. Algunos insinuaron: «Debe ílel agotamiento. Laboraría con escrituras ser su solidaridad, l a solidaridad nacional.» • (onminativas, incitaría con telegramas pe- Sí, eso e r a ; y sucedía a d e m á s que el a l m a Ti'ntorios; pero están en suspenso los servi- vieja de Madrid había i)ermutado con l a de ('¡os postales. Los pedidos, además, no llegan, Barcelona, y e n l a transustanciación, ante 1. s cobros no se realizan, l a s Bancas sus- u n a Barcelona oportunista, epicúrea y sofís• l"'nden toda garantía... Nuestro hombre cree tica, ascendía u n Madrid inesperado que v a •jiieside los destinos nacionales u n eepíritu sustituyendo los materialismos covachuelistas por l a s idealidades que e r a n nuestro pa4'ibsurdo. Y este hombre es legión. E s e l que h a ido trimonio. M ingresar alcabalas, y 1<» publícanos, por E n Madrid, el Ateneo vocea, los jefes pover p r i m e r a en los siglos, n o h a n querido líticos arriesgan posiciones, l a multitud se jecibirlas; es el escritor que sabía podía u n enardece con optimismos y l a P r e n s a ofrece peón alcarreño o u n labriego leridano decir la u n a n i m i d a d d e u n a fe civdl. «Son excesivos pn pensamiento, y él aquí veía cerceiiado su villancicos p a r a u n a natividad ministerial»—' juicio m á s liviano y moderado; es el que con- rezongarán los gruñones. Est-os viDancicos los If^mplaba el descendimiento del coronel Már- cantábamos antes por aquí u n m e s sí y otro ' En la de leño, se muere... Por la de hierro, se mata... La guerra en su fiero espanto triunfa en este Jueves Santo... La cruz de amor va al destierro y triunfa la cruz de hierro... ^ Hay que creer, por lo visto, \ zá.lez-LonKorla, hijo del conde d e A g ü ^ a y en este dantesco albur; h e r m a n o de l a duquesa de Taa-ancón; siendo o en la derrota de Cristo apadrinados por l a m a d r e de l a novia y el O en el trlvv.fo de Eimienburg... padre d e l novdo. Asistieron como testigos, p o r p a r t e de ella: L u i s d e TAPIA D. José González Alegre, el coronel D. R a Siete buques hundidos món Dórente, D. José Flórez, D. Manuel Buy11a y el ma^rqués d e S a n Félix, y por l a del novio: el duque d e Tarancón, el marqués de S a n t a a d e r 27 (6,10 tardte) Procedente de Sátat-Nazair© h a e n t r a d o el l a Rodriga, D. José Rosal y -D. Julián y don Ayer-mallana s e reunió el pleno del Consejo Castor iCafiedo. de Estado y dei^achó gran número de expevapor noruego <(Alix». L o s t é s dfll Ritz dientes q u e figuraban e n l a orden dfel día. Cuentan s u s tripulantes que hicieron ^ viaCon motivo de l a solemnidad del día de hay, jo de i d a a I n g l a t e r r a formando convoy con Entre los consejeros fué u n á n i m e el recbazüdo durantp la noche fueri"^ ' fecMii. Al norte y al «ur de .\lbert logramos ción. • ' , íncs de julio próximo. , , ,. )),E1 proyectil e s m u y corto, d e nn c a h o r e rrconncimiento^ que intcnüihan llegar a nue-; ii,i..ar el .^nci'P. - ' E l luue.s jiróximo, a la» cmco de> la tar- , i \\ iinochi'oer rayu r>n lu'estras manos Alde u n o s 50 centímetros, pesa un centenar de tras posiciones al nor(ie(?*e de Novim.» t5(- "-e '•)\Ípbr;)rá en la iglesia'pujroquial d e l 1 |>")1. M